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APRENDER A ESTUDIAR

INTRODUCCION

Se propone en este documento orientar a los estudiantes hacia un mejor


aprovechamiento de su esfuerzo en el estudio. El solo leer estas sugerencias, que
son la compilación de las ideas de muchos educadores, no constituye una ayuda,
sino que es necesario ponerlas en práctica adaptándolas a sus necesidades
personales
Hay casos en que un mal método de estudio produce desaliento y aún, hace dudar
de la capacidad personal Un buen método de estudio, en cambio, produce la
satisfacción que causa el verdadero aprendizaje y tiene como resultado inmediato
la obtención de mejores calificaciones.

REFLEXIONES PRELIMINARES

Mi ocupación principal
Se supone que estudiar es mi ocupación principal puesto que estoy invirtiendo
gran parte de mi tiempo y recursos económicos en mi formación profesional. Por
esta razón, es importante hacerse las siguientes preguntas:

¿Estoy realmente aprovechando todas las oportunidades que se me brindan para


mi educación, o las estoy desperdiciando?
¿Aprovecho las horas de clase, o asisto solamente para que no me pongan falta?
¿Estudio sólo para aprobar, o estudio para aprender bien?
¿Aprovecho los libros de texto, o sólo los compro y los guardo?
¿Hago yo mismo las tareas, o las copio?
¿Aprovecho las horas de estudio, o las desperdicio?
¿Resuelvo los exámenes yo mismo, o trato de copiarlos?
¿Me sujeto a un horario de estudio, o dejo todo para después?

Mi plan de estudios
Muchas veces me he preguntado por qué algunas materias están en mi plan de
estudio. En algunos casos, esas materias forman parte de la cultura general
indispensable en un profesional. En otros casos, sirven de requisito para entender
cursos posteriores, aunque aparentemente se crea que no tienen relación
inmediata.

Mi educación requiere esfuerzo


No se adquiere una educación profesional por inspiración. La educación no
significa llegar a poseer un mínimo de conocimientos con el menor esfuerzo
personal Para lograr una profesión se requiere trabajo intenso y no sólo el uso de
una pequeña parte de la capacidad intelectual del individuo.
El fundamento de mi futuro en la vida profesional es mi actitud como estudiante, la
forma de enfrentar responsabilidades: en el estudio personal, en la importancia
que reconozca a los libros de texto, en mi actitud durante las clases y los
laboratorios, en la resolución de mis tareas y exámenes.

ESTUDIAR Y APRENDER

¿Qué es estudiar?
Estudiar es concentrar todos los recursos personales en la capacitación y
asimilación de datos, relaciones y técnicas, con el objeto de llegar a dominar un
determinado tema o problema.

¿Qué es aprender?
Aprender es obtener el resultado deseado en la actitud del estudio. Se puede
estudiar y no aprender. El proceso de aprendizaje requiere lo siguiente:
Captación de conceptos, retención de ellos en la memoria, integración de los
conceptos y, mediante la percepción de sus relaciones, elaboración de los criterios
resultantes, finalmente, aplicación de los mismos a la resolución de nuevos
problemas, o a la emisión de opiniones.

La lectura, la memoria y el aprendizaje


La lectura es una de las formas más usuales del estudio y el aprendizaje; sin
embargo, no todo el que lee aprende. En ocasiones oímos que algunos
estudiantes dicen: “Leí varias veces los capítulos del texto asignado, y ¡reprobé el
examen, esto no es justo. En cambio, mi compañero, que sólo los leyó una vez,
obtuvo muy buena calificación”. Esto sucede en la realidad. Para obtener buenos
resultados de la lectura, como medio de aprendizaje, no es un factor determinante
el número de veces que se lee algo, sino más bien cómo se lee, si se sabe leer
bien.
Saber leer implica varios requisitos: percepción, comprensión, crítica sana,
selección en orden de importancia, retención e integración de lo que se lee. La
memoria juega un papel muy importante en el proceso del aprendizaje. Sin
embargo, al estudiar hay que pensar y no solamente memorizar. El pensar es una
de las artes de mayor importancia, pero es frecuente que no se practique cuando
se estudia. Los resultados del estudio se ven favorecidos si se emplea más tiempo
en pensar en la interpretación de los conocimientos y no en la mera memorización
de hechos y datos.

RECOMENDACIONES PARA HACER MÁS EFICAZ EL ESTUDIO

En primer lugar, defina claramente sus propósitos, o la meta que trata de alcanzar
mediante el estudio. Pregúntese: Para qué estoy estudiando? Escoja un ideal.
Redacte una lista de sus propósitos y repásela con frecuencia.

El lugar apropiado para estudiar


Para adquirir el hábito de estudiar es conveniente en un principio usar siempre el
mismo lugar, habitación, escritorio de ser posible, conviene acostumbrarse a ligar
a la asociación da ideas lugar estudio. Después de haber adquirido el hábito de
estudiar en un lugar fijo, podrá hacerlo en cualquier lugar.

Concentración
Nadie puede estudiar en forma efectiva cuando los ojos están en el libro pero la
imaginación divaga. Esfuércese en evitar las distracciones cuando estudie. Esto
se logra adquiriendo entusiasmo por estudiar y exigiéndose a uno mismo la
presencia activa y plena de los sentidos y facultades espirituales. Así tendrá
concentración, es decir, estar en lo que está.

El orden en el lugar de estudio


Tenga reunido en el lugar de estudio todo lo necesario y evite tener lo que
distraiga. Así como el dentista, para organizarse en su trabajo, tiene reunido todo
el material que necesita, así conviene que el estudiante tenga reunido en su
escritorio todo lo necesario para estudiar: libros de texto, libros de consulta,
diccionario, material para escribir, regla de cálculo, etc. Prescinda de todo objeto
que pueda distraerlo, como revistas, periódicos, etc.

La iluminación adecuada
La mejor luz para tener una visión clara es la luz natural. Si se usa luz artificial, la
iluminación directa es preferible a la indirecta. Si la luz es deficiente o muy intensa,
después de unas cuantas horas de estudio, se cansa la vista, disminuye la visión
clara y se dificulta la lectura.

La posición corporal
La posición corporal es muy importante, Una mala postura causa fatiga y dificulta
el estudio, Estudie en una silla cómoda ante el escritorio. Nunca estudie acostado
ni sentado en una cama, porque sería fácil caer en la asociación de ideas, cama-
pereza-sueño, que son antagónicas a la idea del estudio.

El horario de estudio
Lo más adecuado es fijarse un horario de estudio y seguirlo. Por supuesto dicho
horario estará combinado con las horas apropiadas para el descanso, los deportes
y las diversiones, necesarias para la integración del estudiante. Al principiar el
curso escolar, formule un horario semanal de estudio y sujétese a él. Todos los
días haga una lista ordenada de lo que tiene que hacer. Después de efectuar cada
actividad, táchela de la lista.
Al formular su horario le pueden ser de utilidad las consideraciones siguientes:

• Horas apropiadas para el estudio. El aprendizaje es más efectivo cuando se


estudia en las primeras horas del día. Las horas más apropiadas para repasar
son las últimas de la noche, antes de dormir, En el tiempo disponible por las
tardes es conveniente hacer las tareas o reportes.
• Repasos breves durante el día. Repase brevemente los temas de estudio
inmediatamente después o antes de la clase. Generalmente se desperdician
estos espacios de tiempo que pueden ser tan valiosos para afianzar los
conocimientos.

La noche anterior a un examen


Cuando no se tiene un horario fijo de estudio, se adquiere la práctica de estudiar
únicamente la noche anterior a un examen, siendo que este período es el menos
indicado para el estudio. Ese más bien es valioso para repasar en sus resúmenes
lo estudiado con anterioridad. Varios hechos indican que esta práctica tan común
de estudiar únicamente la noche anterior al examen tiene desventajas:

• Se acumula el material por aprender y el tiempo disponible es muy corto. Como


consecuencia, no se aprende efectivamente; los conocimientos se hacen
confusos y los esfuerzos resultan ineficientes.
• La intranquilidad por el examen es exagerada debido a su proximidad, y en
estas circunstancias, razonar detenidamente, asimilar bien los conocimientos,
es difícil. Como consecuencia se presentará un examen mediocre o malo.
El estudio se convierte en una mortificación, en lugar de ser lo contrario.
• Con lo dicho anteriormente, no se quiere sugerir que no sea recomendable
repasar o hacer ejercicios en la noche anterior al examen. Repasar en sus
resúmenes en ese tiempo es muy provechoso. Si se estudió bien con
anterioridad y se repasa a última hora ya no habrá a exagerada preocupación
de que “a lo mejor no paso el examen”.

Descanso
Es muy conveniente prever intervalos de descanso cuando se formula el horario
de estudio, ya que las personas difieren mucho en la cantidad de tiempo que
pueden permanecer estudiando sin llegar a cansarse o a perder la atención. No
hay que confundir, sin embargo, el cansancio con la pereza. Si por ejemplo,
después de haber estudiado varias páginas de un texto, llega a una parte, termina
de leerla y se da cuenta que no puso atención a lo que leyó, deje de estudiar y
descanse un momento. Por unos minutos haga otra actividad completamente
diferente como caminar, mirar por la ventana, etc. Descansar no significa no hacer
nada, sino cambiar de ocupación. Después regrese a estudiar de nuevo con
entusiasmo y dedicación.

El estudio individual y el estudio en grupo


Por lo general, estudiar por sí mismo es más efectivo que hacerlo con otro
compañero. No pida ayuda mientras no le sea necesaria.
El estudiar en grupo tiene la ventaja de que se trabaja en colaboración, lo cual es
muy formativo. Además por la diversidad de intereses de quienes forman el grupo,
las dudas a que un tema da lugar y las discusiones que se suscitan pueden llevar
al estudiante, a conceptos que por sí mismo no hubiera avanzado.
Tenga presente sin embargo que al estudiar en grupo es muy común perder el
tiempo en pláticas innecesarias, lo cual representa una desventaja. El estudio es
su trabajo, no permita que lo distraigan cuando estudia solo, ni distraiga a los
demás cuando estudian.
Indecisión al momento de empezar a estudiar
Hay estudiantes que pierden tiempo en animarse a empezar a estudiar. Es posible
aprender a evitar esto y de inmediato empezar a estudiar en forma efectiva.
A continuación se sugieren algunas ideas al respecto:

• Decida si quiere estudiar. En ocasiones cuando llegue el momento de estudiar,


a pesar de tener un horario previsto para el estudio, se está dudando entre
varias posibles actividades: ¿Estudiaré hoy?, ¿Estudiaré mañana?, ¿Haré
aquello? Estas preguntas se repiten y mientras tanto se pasa el tiempo.
Antes de decidirse a empezar a estudiar, es pertinente hacer la pregunta:
¿Realmente quiero estudiar en este tiempo que yo mismo he fijado? El estudiar
en vez de ser una actividad forzada es más bien un privilegio, un privilegio que
se puede ejercer o no, dependiendo de la persona. Es una elección y la
elección es propia.
• Decida lo que va a estudiar y por cuánto tiempo. Es frecuente que al empezar
a estudiar se piense en forma repetida ¿estudiaré esta materia?, o mejor,
¿estudiaré esta otra?, o quizá ¿haré esta tarea? Estos pensamientos además
de producir cansancio al estudiar, causan conflictos innecesarios. Antes de
empezar a estudiar tome las decisiones necesarias haciendo una evaluación
apropiada de las posibilidades. Inicie por lo que sea más importante o urgente.
• Decida lo que quiere hacer y hágalo. Las sugerencias anteriores ayudan a
eliminar el tiempo que se pierde en animarse a empezar a estudiar. Una vez
que se sabe con certeza que se va a hacer, puede hacerse de inmediato.

EL ESTUDIO Y LOS LIBROS DE TEXTO

En esta sección se presentan algunas recomendaciones para hacer más eficaz el


estudio cuando se usan los libros de texto.

Lectura rápida
Lea rápidamente el capítulo o a sección correspondiente para tener una idea
general de lo que trata el terna. Examine los títulos y subtítulos de cada párrafo.
Observe las gráficas, tablas e ilustraciones. Lea las preguntas que hay al final del
capítulo.

Lectura cuidadosa
Después de la lectura rápida inicial, lea cuidadosamente el texto, teniendo en
cuenta lo siguiente:
• Lea ordenadamente, Al leer, empiece por el principio y no por lo que crea que
el profesor va a preguntar en el examen. El libro de texto lleva un determinado
orden en la exposición y es muy conveniente seguirlo.
• Lea para entender. Haga pausas y pregúntese. ¿Cuáles son tas ideas o
hechos importantes que se presentan en esta parte del texto?
• Subraye ideas principales. Destaque subrayando en el textos (obviamente si
estos son propios) o fotocopias las ideas o hechos importantes y escriba notas
u observaciones en tos márgenes de las hojas del libro. Esto ayuda para
recordar fácilmente lo que leyó y para hacer resaltar tas ideas esenciales.
• Al leer, medite y pregúntese. Busque ejemplos de causas y efectos.
Pregúntese por qué, cómo, quién, cuándo, y también acerca de las relaciones
entre los diferentes temas. Piense en las preguntas que usted haría si fuera el
profesor. Busque el por qué de cada ilustración que está en el texto. En
ocasiones las ilustraciones dicen más que las palabras. Si se forma el hábito
de hacerse preguntas y responderlas, tendrá mayor confianza en sí mismo al
resolver los exámenes.
• Escriba resúmenes de lo leído. Al hacerlo piense y no simplemente copie
frases sin entenderlas. Trate de relacionar, concretar y formular las ideas
fundamentales
• Examínese usted mismo. Algunos libros de texto traen al final de cada capítulo,
preguntas y problemas. Resuélvalos.

ACTITUD DURANTE LAS CLASES

La presencia activa en la clase es fundamental para el éxito en sus estudios. Se


dan a continuación una serie de recomendaciones que harán su asistencia a clase
más provechosa

El lugar
Trate de ocupar los asientos de la parte delantera del salón de clases. Esto
disminuirá las distracciones, y ayudará a oír mejor, lo que hace posible un mayor
aprovechamiento de la lección.

Disposición previa
Antes de empezar cada clase, prepárese para ella. Dedique unos minutos para
repasar las notas de los temas vistos en la clase anterior. Estudie con anterioridad
los temas que se van a tratar, de acuerdo con el plan del curso. Esto le ayudará a
entender más fácilmente lo que exponga el profesor.

Presencia activa
Escuche la clase con la intención de entender y recordar los temas expuestos.
Cuando el profesor haga alguna pregunta a sus compañeros, trate de contestar
interiormente y compare su respuesta con la de su compañero y posteriormente
con la opinión del profesor.

Escritura de notas
El tomar notas no es una recomendación aplicable en todos los casos; el hacerlo o
no, o el tomar notas en diferentes grados de extensión depende de la clase que
recibe. Tome notas si en su caso particular esto le ayuda a mantener la atención
en clase, o cuando el profesor expone ideas que son nuevas para usted, y que no
se encuentran fácilmente en libros comunes. Las siguientes sugerencias pueden
ayudarle a tomar notas más eficazmente:

• No trate de escribir todo lo que diga el profesor durante la clase. Si hace eso es
muy probable que no pueda pensar junto con el profesor, ni que aprenda lo
expuesto. Tome nota después de haber escuchado y entendido lo que dijo el
profesor y escriba las ideas con sus propias palabras, en forma breve,
completa y legible, de tal manera que le sean útiles después.
• Si no tiene práctica para hacer lo anterior, solamente tome notas de los
conceptos importantes, de sus relaciones, de los detalles complementarios y
de las ilustraciones. Ese mismo día, después de la clase, escriba notas de
nuevo usando sus propias palabras, en forma organizada y legible y
complételas con lo que recuerde de la clase o con lo que haya consultado.
• Acostúmbrese a usar abreviaciones, esto evita escribir mucho y ahorra tiempo
al momento de tomar notas.
• Tome las notas usted mismo y repáselas. Si usa las notas de sus compañeros
le serán de poca utilidad para su estudio.

Actitud reflexiva
No espere que por el solo hecho de oir una vez los temas, al exponerlos el
profesor, los va a recordar y a entender muy bien. Muchas veces se piensa eso
cuando el profesor es muy buen expositor, pero para lograr resultados favorables
es necesario estudiar en forma reflexiva los temas y repasados.

LOS EXÁMENES

Los exámenes representan el medio más común para evaluar el aprendizaje de


los estudiantes, y por lo tanto, debe concedérseles la suficiente importancia. Los
exámenes sirven para aprender, ya que exigen organización, capacidad de
síntesis y aplicación de conocimientos. Los exámenes ayudan a evaluar el método
de estudio personal. Mediante un examen se pueden reconocer las áreas en que
el aprendizaje fue efectivo y aquellas en que fue deficiente o nulo.

A continuación se dan algunas sugerencias relacionadas con la presentación de


sus exámenes:

Llegue temprano al examen.
• Si el profesor hace indicaciones, escúchelas con atención.
• Antes de empezar a escribir las respuestas del examen, conviene que lea bien
todas las preguntas.
• Empiece por la pregunta que crea estar más capacitado para contestar, o por
la que crea más “fácil’. Las razones para ello son las siguientes:
Es muy probable que a pregunta que parezca más fácil, sea contestada en
menor tiempo al comenzar el examen que al final de él, cuando ya sobrevino el
cansancio. Si empieza con las preguntas más sencillas se adquiere mayor
confianza, disminuye la tensión y aumenta la capacidad para pensar. Ya
resuelta la pregunta más sencilla, lo más probable es que las preguntas que
parecían “difíciles”, ya no lo parezcan.
• Antes de escribir las respuestas, asegúrese que entendió lo que se pregunta.
Para esto conviene leer de nuevo cuidadosamente la pregunta. Después de
esto conteste lo que se pregunta y no otra cosa diferente. Sea específico en las
respuestas y a la vez conteste en la forma más completa posible.
• Deje un espacio libre en la hoja después de cada respuesta, ya que es
frecuente que al final del examen piense “me falta algo”.
• Conviene que use el vocabulario del profesor o el del libro de texto de la
materia que se trate. Después de entregado el examen corregido, se presentan
expresiones como ésta: “Pero si con esto quería decir esto otro”.
• Trate de escribir de manera legible. Las circunstancias especiales de algunos
exámenes hacen que se descuide este punto con frecuencia. Algunas veces el
profesor no tiene otra opción que “calificar mal” por el simple hecho de no
entender la escritura del estudiante.
• Si hay tiempo disponible lea de nuevo sus respuestas. Conviene hacer
cambios, cuando hay seguridad de que ellos se necesitan.
• Si tiene que resolver problemas numéricos, cuide aún más el orden, indique
por separado y con claridad los datos, las ecuaciones, las substituciones y el
resultado. No confunda el planteo del problema con los cálculos numéricos que
debe efectuar. Indique siempre las unidades; además de ser ésta la única
forma correcta de resolver un problema, le facilitará el razonamiento del
mismo.
• No deje ninguna pregunta sin contestar a menos que esté seguro que no sabe
absolutamente nada de ella; si sabe algo escríbalo.
• No copie. Copiar es un fraude. En algunos casos se tiene la tendencia a copiar
cuando una vez leído el examen, se cree que no se sabe casi nada ce lo que
se pregunta. Copiar no es la mejor solución; al tratar de hacerlo, se pierde la
tranquilidad, no se piensa bien, se pierde tiempo y se expone a reprobar el
examen o a perder el curso. En este caso, para vencer el temor de reprobar,
ayuda mucho empezar de inmediato a contestar algo, hacer un esfuerzo
personal.

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