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ECOLOGÍA
Cabe mencionar que los organismos no son afectados únicamente por factores
químicos y físicos del medio en que se desenvuelven sino también por otros
organismos con los que se relaciona
EL HOMBRE Y EL MEDIO
ARQUITECTURA
ECOLOGÍA Y TECNOLOGÍA
DESARROLLO SOSTENIBLE
Por ello, para lograr las bases de una nueva arquitectura hay que
aprender al máximo de la Naturaleza, y después aprehender sus mecanismos
intrínsecos de actuación, interiorizarlos, y por último obtener una respuesta
humana, basada en su forma de operar humana, y de la tecnología que
disponga en cada momento y lugar; pues esto es lo que se ha de formalizar en
un nuevo tipo de arquitectura fruto exclusivo de la actividad humana, pero
resultado del entendimiento profundo de la Naturaleza y perfectamente
integrada en sus ciclos vitales.
Por esto, en la actividad profesional habitual del arquitecto no basta con
pretender hacer simplemente “arquitectura sostenible”. Ni siquiera con hacer
tan sólo “arquitectura”. Debe entenderse que la actividad del arquitecto va
mucho más allá, y lo que debe pretender hacer son “Naturalezas Artificiales”.
Por eso, y debido a la importancia que tiene para nuestro futuro, hemos
de empezar desde ya a construir de un modo alternativo, y vencer todo tipo
de intereses comerciales, la inercia cultural, el ansia de lucro fácil (por encima
de la ética, la moralidad y el buen hacer), intereses políticos, la fuerza del
marketing engañoso y el desconocimiento de los profesionales. Por ello, y con
el fin de lograr una arquitectura verdaderamente sostenible, debe
estructurarse un plan de acción basado en cuatro puntos fundamentales:
Además, hay que tener en cuenta que si se aplicaran todas las acciones
identificadas de forma correcta y exhaustiva, el resultado final debería ser una
arquitectura realmente sostenible. El conjunto de acciones sostenibles no
tiene porque ser el mismo para cualquier entorno social, geográfico y
económico, y puede variar de forma sustancial, dependiendo de su grado de
viabilidad. Para ilustrar la idea de lo que puede ser una acción sostenible, a
continuación proporciono algunos ejemplos válidos: aumentar la inercia
térmica de un edificio, aumentar el grado de industrialización y prefabricación,
orientar los edificios al sur, instalar fachadas ventiladas y poner protecciones
solares.
Todos estos ejemplos son más que suficientes para evidenciar que
nuestra sociedad tiene un conjunto nuevo de problemas tanto sociales como
medioambientales, que no han existido en ninguna otra época pasada, por lo
que parece evidente que se necesita un nuevo tipo de arquitectura para dar
respuestas satisfactorias a dichos problemas. Es bastante ingenuo pensar que
con los paradigmas arquitectónicos ideados hace más de 80 años, y estancados
en la actualidad en el academicismo universitario, puedan resolverse
problemas tales como: el calentamiento global, la contaminación atmosférica,
la contaminación de acuíferos, la escasez de agua, la salinización de los
océanos, la lluvia ácida, la contaminación de muchas costas, los vertidos
marinos, los vertidos en acuíferos, los vertidos terrestres, la desaparición de
especies, la escasez de zonas verdes, el crecimiento de superficies construidas,
la falta de impermeabilización de suelos, la escasez de recursos, el aumento
de residuos, etc. Por no hablar de todos los nuevos problemas sociales
existentes en la actualidad.
Sin embargo, sí existen algunas pistas de cómo debe ser y como no debe
ser la arquitectura de los próximos años:
…………
Todo lo expuesto antes, es más que suficiente para proporcionar una idea clara
de la percepción, detallada y exhaustiva, de lo que debería ser una verdadera
arquitectura sostenible.
…………
BIBLIOGRAFIA
En agosto pasado, en coordinación con entidades privadas y académicas, el Estado aprobó un código
técnico que, en teoría, debe ayudar a reducir el impacto ambiental que generan los procesos
constructivos y el funcionamiento de las edificaciones.
Las expectativas sobre la norma son altas, pero su aplicación no es obligatoria y se concentra en solo
dos de los llamados “criterios de sostenibilidad”, muy lejos de los requisitos que exigen las
certificaciones internacionales. Pese a sus limitaciones, aún se le considera un hito en la regulación
del sector.
Norma. Los dos ámbitos que aborda el Código Técnico de Construcción Sostenible son la eficiencia
hídrica y energética.Ambos tópicos establecen que los edificios deben ser diseñados en función de
las condiciones bioclimáticas del lugar donde se ubican.
En cuanto a la eficiencia hídrica, se fijan criterios para el ahorro y reúso de las aguas residuales
domésticas, entre ellos la instalación de griferías ahorradoras y el tipo de áreas verdes según la zona
bioclimática.
Luis Yamada, representante de la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), asegura que dicha
norma “solo es un primer paso”. Indica que lo siguiente es incluir criterios más ambiciosos, como
aquellos que plantea la certificación LEED (ver infografía).
Riesgos. En la actualidad, el Perú tiene 21 edificios con certificación LEED, la mayoría ubicados en
Lima, y 128 en evaluación. Hasta el año pasado, Chile tenía 203 locales certificados; México, 356;
y Brasil, 717.
Este balance demuestra que los países de la región han notado que la eficiencia energética e hídrica
genera réditos económicos y sociales, considera Raquel Barrionuevo, docente de la Facultad de
Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
Los edificios sostenibles pueden ser entre 5% y 12% más caros, aunque su menor costo de
mantenimiento permite recuperar la inversión en plazos muy cortos, coinciden los expertos.
Con dicho diagnóstico coincide Vidal Olcese, quien no descarta que en el futuro pueda considerarse
establecer requisitos de aplicación obligatoria, como ya ocurre en Colombia. Para Barrionuevo, no
existe el riesgo de que el código se vuelva “letra muerta”, pues en él se recogen criterios que sí son
considerados imperativos en otros niveles de legislación.
El Perú, sin embargo, es un país difícil en sus leyes. Se podrían citar diversos ejemplos en que las
normas obligatorias son burladas a diario. El sector construcción, no obstante, asegura que un
código opcional es un buen primer paso hacia el objetivo final: más que edificios, hacen falta
ciudades sostenibles.