Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
7.- Explique qué criterios utilizan los tribunales para apreciar si una
limitación a un derecho fundamental es o no constitucional, con base en
el ejemplo de la Ley de Tasas de acceso a la jurisdicción contenciosa, Ley
10/2012. ¿Ve alguna errata en el cuadro de la página 90?
1. El juicio de proporcionalidad, que se descompone en tres subprincipios:
1. Idoneidad o juicio de adecuación: Para adoptar una medida restrictiva de un
derecho, ésta debe ser adecuada e idónea, es decir, apta para lograr la
finalidad legítima prevista por la norma. El juicio de adecuación requiere por
tanto un previo examen acerca de la legitimidad del fin perseguido por la norma
y del a aptitud de la misma para lograrla, de tal forma que la ley o medida
restrictiva ha de mostrarse consistente con el bien o con la finalidad en cuya
virtud se establece.
2. Necesidad o juicio de indispensabilidad: Si la finalidad es legítima y la norma
adecuada, se procede a analizar si la medida es la menos gravosa para la
consecución del fin, identificando si existen otras menos lesivas. En otros
términos, no debe existir otro medio igualmente eficaz y menos limitativo para
conseguir los mismos resultados.
3. Proporcionalidad en sentido estricto o ponderación: Deben valorarse los
intereses en presencia a fin de determinar si la injerencia en el derecho
ocasiona más beneficios en el interés que se intenta proteger que daños en el
derecho afectado.
2. Ponderación: Como resultado de cada ponderación es posible formular una regla
de prevalencia condicionada, en la que se expresen las condiciones bajo las que se ha
dado prevalencia a un principio frente al otro. Esta regla permite un cierto grado de
generalización o abstracción que facilita su aplicación a futuros conflictos planteados
en términos semejantes a los del caso que se acaba de resolver. Pero si los hechos
son sustancialmente distintos, la nueva ponderación efectuada puede arrojar un
resultado diverso.
- La errata consta en la primera flecha del cuadro, referente a idoneidad, la misma
debería partir de “NO constitucional” para que se vulnerase el derecho fundamental.
8.- Indique dónde está regulado el procedimiento de protección de
derechos fundamentales ante la jurisdicción contencioso-administrativa,
y qué caracteriza ese recurso, en concreto su objeto, esto es, si se puede
entrar a resolver todas las cuestiones de legalidad ordinaria o sólo lo que
afecte al derecho fundamental.
Producida una injerencia en un derecho fundamental, su titular puede impetrar su
control ante la jurisdicción contencioso-administrativa a través de dos vías, que
pueden articularse de forma simultánea, si bien cada una de ellas con un objeto
diverso.
En primer lugar, y conforme al art. 53.2 CE, puede “recabar la tutela de las libertades y
derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo segundo ante
los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia
y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional”. Este procedimiento está desarrollado en los arts. 114 a 112. Bis de la
Ley 29/1998, de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa. En resumen, el plazo para
interponer el recurso es de 10 días desde que se notifique el acto o se publique la
norma reglamentaria que ocasiona la lesión, o desde que se produzca la vía de hecho
o deba adoptarse el acto autorizatorio para el ejercicio del derecho fundamental sin
que se haya adoptado. El expediente administrativo debe remitirse en el plazo de 5
días, tras los que se procederá a formular la demanda en el plazo de 8 días, debiendo
contestar el Ministerio Fiscal y la Administración demandada en el plazo común de 8
días. Tras la práctica de las pruebas, deberá dictarse la Sentencia en el plazo de 5
días. La sentencia estimará el recurso cuando la disposición, la actuación o el acto
incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación del
poder, y como consecuencia de la misma vulneren un derecho de los susceptibles de
amparo. Lo relevante es que aquí el control judicial queda constreñido, en principio, a
la vulneración del derecho fundamental, quedando extramuros de su control el resto
de cuestiones de legalidad de la actuación administrativa impugnada. No obstante,
cuando las vulneraciones normativas constitucionales y de mera legalidad están
entrelazadas y resulta imposible diseccionar unas de otras, el órgano jurisdiccional
debe analizar de modo conjunto ambos tipos de infracciones normativas.
En segundo lugar, el titular del derecho puede impetrar la tutela judicial a través de los
procedimientos generales (ordinario y abreviado) establecidos en la Ley 29/1998, sin
que aquí exista la limitación del objeto de conocimiento, pudiendo extenderse tanto a
la lesión del derecho fundamental como a la concurrencia de cualquier ilegalidad de la
actuación administrativa.