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Informe:
Integrantes:
Juan Carlos
Wilder
Nars
Curso:
Profesora:
2017
Piura – Perú
INTRODUCCIÓN
La declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 reconoce el derecho de toda persona a una
vivienda adecuada.
A pesar de su importancia, el número de personas que no cuentan con una vivienda adecuada
excede ampliamente los 1.000 millones en todo el mundo. Millones de personas sufren todos los
años desalojos forzados.
Solo en nuestro país, cerca de la tercera parte de la población vive en condiciones peligrosas para la
vida o la salud, hacinadas en tugurios y asentamientos improvisados, o en otras condiciones que no
respetan sus derechos humanos ni su dignidad.
El derecho a una vivienda adecuada incumbe a todos los estados, puesto que todos ellos han
ratificado por lo menos un tratado internacional relativo a la vivienda adecuada y se han
comprometido a proteger este derecho mediante declaraciones y planes de acción internacionales
o documentos emanados de conferencias internacionales.
En nuestro caso, el derecho a la vivienda fue retirado de la actual constitución política, ocasionando
que muchos peruanos vean cada vez más lejano el sueño de contar con una vivienda propia y digna.
El derecho a la vivienda integra el derecho a un nivel de vida adecuado. Por ello, no se reduce
únicamente a un techo y cuatro paredes, sino que abarca el derecho de cualquier persona a tener
acceso a un hogar y a una comunidad seguros para vivir en paz, con dignidad y salud física y mental.
Es decir, vivir en un sitio sin miedo o ser desalojados o a recibir amenazas indebidas o inesperadas.
Con subsidios o financiaciones que garanticen costes compatibles con los niveles de ingresos.
5. Buenas condiciones:
De habitabilidad, respetando un tamaño mínimo, con protección frente al frio, calor, lluvia, viento
u otras amenazas a la salud, riesgos estructurales o físicos.
6. Acceso preferente:
7. Ubicación adecuada:
Con acceso a servicios de salud, centros laborales, escuelas, transporte, en ares urbanas o rurales.
8. Adecuación cultural:
- el derecho a una vivienda adecuada NO exige que el estado construya viviendas para toda
la población.
- El derecho a una vivienda adecuada NO es solamente una meta programática que debe
alcanzarse a largo plazo.
- El derecho a una vivienda adecuada NO es el mismo derecho a la propiedad.
- El derecho a una vivienda adecuada NO es lo mismo que el derecho a la tierra.
- El derecho a una vivienda adecuada incluye tener acceso a servicios adecuados.
En Perú, al igual que en muchos otros países de América Latina y el Caribe, los ciudadanos han
crecido aceleradamente, sobrepasando toda planificación urbana, lo que ha ocasionado inmensos
asentamientos precarios en zonas periurbanas, donde la gente vive en riesgos, físicos, psicológicos,
sanitarios, ambientales, geológicos, de desalojo, sin servicios básicos ni públicos, sin documentos de
propiedad, etc.
EL DERECHO A LA VIVIENDA EN EL PERÚ
Contar con una vivienda adecuada es un derecho del cual todo ciudadano peruano debería disfrutar;
sin embargo actualmente en nuestro país se vive en condiciones habitacionales inadecuadas como:
precariedad, hacinamiento, riesgo físico, sin electricidad, agua, y saneamiento, sin ser propietarios
y con amenaza de ser desalojados.
Desde que el derecho a la vivienda fuera eliminado de la constitución política de 1993 por lo cual
dejo se der una responsabilidad del estado para con sus ciudadanos y se convirtió en un producto
de libre mercado.
Tengamos en cuenta que en el Perú 822 viviendas en el país que no cuentan con energía eléctrica,
agua, baño y desagüe. Como si fuera poco, el sistema de cobertura de agua no cuenta con
programas de inversión que promuevan la ampliación sostenida del recurso; tampoco se tiene
establecido su uso, la cual afecta contra la calidad de vida de todos los peruanos.
Por lo pronto un plan de expansión urbana ha ocasionado crecimiento desordenado de todas las
ciudades. Como hemos visto tras este desborde del rio la mayoría de las familias ha elegido zonas
vulnerables para construir sus viviendas, poniendo en riesgo la posibilidad de contar con
saneamiento legal del suelo que ocupan.
CONCLUSIÓN