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Introducción:

En el presente trabajo iremos desarrollando temas relacionados al proceso de


orientación vocacional realizado por este equipo a una adolescente de 18 años, la
cual contactamos por medio de uno de los integrantes quien llevó a cabo el rol de
consultor.
Realizaremos un análisis de las diversas variables observadas en lo discursivo y
otros recursos empleados para indagar la situación de la consultante.
Los temas a tratar serán los siguientes: crisis de identidad, autopercepción,
Identidad e Identificaciones articulados con la teoría de autores tales como:
Jozami, Erickson y Bauman. Por otro lado trataremos temas como: Proyecto de
Vida de Casullo,los 8 criterios Diagnósticos y de Orientabilidad propuesto por
Bohoslavsky. En otro punto abordaremos desde Rascován todo lo relacionado al
rol del orientador y la función de la supervisión del orientador para integrar los
criterios del equipo respecto del proceso y lo que descubrimos en este espacio de
aprendizaje.

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Desarrollo:

De deseo somos

La vida sin nombre, sin memoria, estaba sola. Tenía manos, pero no tenía a quién
tocar. Tenía boca, pero no tenía con quién hablar. La vida era una, y siendo una
era ninguna.

Entonces el deseo disparó su arco. Y la flecha del deseo partió la vida al medio, y
la vida fue dos.

Los dos se encontraron y se rieron. Les daba risa verse, y tocarse también.

Eduardo Galeano “Espejos”

La consultante concurre a Orientación Vocacional mostrando preocupación en


relación a su futuro y éste no es sólo definir “qué hacer”, sino fundamentalmente
“quién ser” y “quién no ser”, qué forma de ser elige o qué quiere elegir llevando a
confrontarse con el ¿quién soy? ¿cómo soy?. Y concurre para buscar ayuda.
El adolescente se encuentra en un período de cambio, de crisis, de transición, de
adaptación y ajustes porque tiene que definirse ideológicamente, religiosamente,
éticamente, sexualmente y ocupacionalmente.
Para el adolescente el futuro es: una carrera, una Universidad, profesores,
compañeros, una familia, la inclusión al sistema productivo, etc. No es un futuro
abstracto, sino personificado pero a la vez desconocido. Por esto mismo en una
consulta de Orientación Vocacional el adolescente nunca llega a buscar sólo el
nombre de una carrera, sino que va a buscar algo que tiene que ver con la
realización personal, con la felicidad, etc.
Nos resulta oportuno analizar los vínculos con el “Otro” porque la elección siempre
tiene que ver con los otros, en Martina se expresa claramente en su discurso a
través de expresiones del padre y de una prima “te re vemos como abogada”. Esta
“sentencia” la llevó a volver a poner en la mira la carrera de Abogacía “y como que
me hicieron dudar, de empezar a pensarla de nuevo”. En un primer momento,
cuando era más chica, era la carrera que decía que iba a seguir pero que más

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tarde fue descartada porque la misma contenía mucha Historia y esa temática
manifiesta no gustarle. Siguiendo a Jozami, M. “los significantes de la cultura
ajustados a las leyes del lenguaje “atrapan” al sujeto y éste está amarrado,
sujetado a los significantes del Otro, es decir que es el discurso de ese Otro el que
insistirá en él conformándolo. El sujeto entonces es en tanto es hablado, en tanto
que el Otro habla a través de él”.
La cita anterior nos lleva a estar atentos en cuanto a la asunción de roles en la
consultante de forma inconsciente ya que los mismos tienen más que ver con
Identificaciones que con la Identidad de quién ocupa ese rol.
Ahora bien, ¿qué es identificación?,¿qué es Identidad?
La identificación como función defensiva, es un modo de superar un conflicto o
una contradicción. No siempre las elecciones que se hacen por Identificación son
malas elecciones, puede ser una buena elección si se hace con autonomía de los
motivos originales que dieron lugar a la identificación, o sea autonomía funcional
de las identificaciones. La Identidad es cuando las identificaciones pierden el
carácter defensivo original.
Siguiendo a Erickson, la Identidad se logra mediante la unificación de:
1- Los componentes dados como el temperamento, carácter, modelos infantiles
de identificaciones, ideales adquiridos y
2- Opciones ofrecidas: la disponibilidad de roles como hijo, alumno, hermano,
amigo, las posibilidades concretas de acceder al mundo de trabajo, de apoyo
afectivo y los valores, etc.
La identidad es característica de un periodo del desarrollo humano. No puede
lograrse hasta que no estén dadas las precondiciones somáticas, cognitivas y
sociales.El logro de la Identidad supone la autopercepción constante frente a
situaciones de cambio, la integración yoica de comportamientos y sentimientos
diversos en relación con los distintos roles que nos tocan jugar (roles en relación a
los lugares que ocupamos en función de nuestra ubicación en el sistema de
relaciones interpersonales). En el caso de Martina, la unificación de los
componentes dados y las opciones ofrecidas tanto como la base de la identidad se
están explorando, junto al componente afectivo.

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Si la Identidad personal no se va construyendo es imposible poder pensar una
Identidad Vocacional y una Identidad Ocupacional que también se van
construyendo, adquiriendo. La Identidad Vocacional es la autopercepción
elaborada a lo largo de la vida del sujeto en términos de trabajo o estudio.
Responde a los interrogantes ¿por qué quiero…? ¿para qué?. Y la Identidad
Ocupacional se encuentra vinculada con la conformación de un proyecto de vida,
dicha Identidad se caracteriza por ser una representación subjetiva, ya que está
dada por la autopercepción en relación con la posible inserción del sujeto en la
cultura del trabajo, responde a los interrogantes ¿con qué? ¿cómo? ¿cuando?.
Para Casullo el proyecto de vida requiere la elaboración y consolidación de esta
Identidad. Se observa en Martina una cultura del trabajo que proviene de las
identificaciones familiares lo que opera en su beneficio ya que se proyecta al
mundo laboral quizás todavía sin una estricta definición de la estructuración de la
identidad ocupacional, ésta oscila entre: abogacía, nutrición y su trabajo de
modelaje. Fluctúa entre el modelo familiar y su interrogante por el cuerpo. Según
Jozami, este proceso de orientación ocupa un lugar de intermediario que le
posibilitará la inserción vocacional y laboral. Supone poner en juego la libertad y el
elegir. Estamos ante el sujeto del psicoanálisis, que en tanto logre hacerse cargo
de su deseo, podrá proyectarse y circular entre los significantes de la cultura y de
la producción, apuntando a un punto de creación para realizar algo nuevo. Cómo
reconocerse como sujeto autónomo, si por estructura el deseo es el deseo del
Otro y allí están involucrados los padres.
Persiste en una posición de “moratoria psicosocial” (ensayo de roles que se le
permite al adolescente hasta el logro de su Identidad) probando nuevas
identificaciones junto a nuevos sentimientos. Así se expresó acerca de la
posibilidad de continuar con el modelaje como futura profesión pero adujo para
objetar esa elección que no sabía si podría someterse a las dietas tan
estrictamente, que tenía miedo de que podría dejar de gustarle, que la familia
tenía una concepción de ese ambiente como peligroso y facilitador de conductas
negativas.
Martina en los encuentros modificó su afectividad.Algo de su posición egocéntrica

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comenzó a ceder, aunque resiste a involucrarse con las nuevas identificaciones
logradas.
Pensando en la metáfora que introduce Bauman acerca de la fluidez de los
líquidos para reflejar la era moderna, podemos observar en nuestra consultante
similitudes con el planteo que realiza el autor, el cual enumera las siguientes
características:
a) no conservan fácilmente su forma
b) no se fijan al espacio, ni se atan al tiempo
c) cuentan con el flujo del tiempo más que con el espacio a ocupar, al que
solo llenan por un momento.
Durante los primeros encuentros con Martina, pudimos detectar que en relación al
tiempo, tal como plantea dicho autor, se produce una suerte de “liquidez”, la
misma se observa en la repetición de un año en la secundaria y en la falta de
efectos que ésto tuvo en ese momento y que aún persiste en la actualidad, esto se
hace evidente a través de su discurso cuando relata los acontecimientos de su
historia de manera desafectivizada. Como ejemplo de esto podemos referirnos a
algunas situaciones que reflejan lo nombrado anteriormente:
● “Aún con apoyo escolar hacia todo a último momento”
● Cuando rememora el momento no incorpora la autocrítica
● Justifica sin comprometerse con lo sucedido
● Se diluye su discurso cuando intenta describir sus intereses
● Se percibe la fluidez en la falta de constancia en sus elecciones y
relaciones interpersonales
Expresa una clara forma de referirse al tiempo como si pudiera tener un dominio
sobre él en una suerte de pensamiento mágico. Observamos una falta de
constancia en lo que refiere a sus intereses, motivaciones y deseos, esto la lleva a
confundir la Identidad Ocupacional con un hobbie o con actividades recreativas,
pasajeras que le gusta o le gustaría realizar, pero no tienen consistencia.
Respecto de las propuestas de Messing, sobre desmotivación, insatisfacción y
abandono de proyectos en los jóvenes realiza una descripción de las nuevas
sintomatologías vocacionales y sus posibles causas. Entre ellas destacamos dos

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que nos parecen más relevantes en el proceso de orientación de Martina:
● jóvenes que carecen de capacidad para sostener sus intereses con una
dificultad para apasionarse. En la consultante se observa en que si bien le gusta el
modelaje, tiene dudas a futuro lo que le impide quedarse sólo con esa elección.
● Jóvenes con hiperexigencia y temor al fracaso, que no se permiten la
exploración necesaria ni equivocarse. En Martina se ve reflejado frente al temor
que le implicaría elegir solo abogacía ya que cumpliría con el mandato familiar.
En Martina podemos observar la influencia a nivel de sus identificaciones con una
superposición respecto de sus ideales: la influencia de su tía es la más
contundente pero se contradice con el mandato paterno respecto de la abogacía lo
que le impide una resolución a nivel personal.
En la consultante pudimos observar claramente que está atravesando una de las 5
etapas que trabaja Bohoslavsky en relación a la identidad profesional: Etapa de
exploración y en el momento “tentativo”, el cual la elección de roles está ejercitada
sobre la base de la fantasía “Me gustan los abogados, me gusta la ley, el derecho,
no se …las cosas justas y no se, eso”.
Martina transita, al decir de Bohoslavsky, una “situación dilemática” en la cual se
da cuenta de que algo importante le pasa, registra y da cuenta del entorno, que
hay algo importante que tiene que hacer pero no realiza una buena discriminación
y esto la dificulta a la hora de la elección observándose en ella una ansiedad de
tipo confusional en el transcurso de las primeras entrevistas y encuentros.
Siguiendo a Rascován, acorde con el Clima de ideas del fin de la modernidad y la
consecuente caída de utopías que brindaban certezas, ayudar a Martina a
ayudarse a elegir es también una tarea que puede volverse difusa si no se hace
una correcta construcción de las características de su entorno y se las conjuga
con las de su personalidad adulta en ciernes. Martina tiene una carrera en
potencial (modelaje) que puede llevarse muy bien con los tiempos que corren en
donde la hegemonía de la imagen está la orden del día, pero ésta entra en
conflicto con la idiosincrasia familiar que la lleva a pensar en carreras tradicionales
o en las que se fantasea en un rol, pero no tiene información específica de qué
áreas son de su competencia o en qué tareas puede desempeñarse.

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En virtud de poder empezar a pensar el Proyecto de vida de la consultante con la
consultante, nos propusimos evaluar si puede ser capaz de elaborar sus duelos
como forma de integrar una búsqueda de un lugar en el mundo. Martina debe
desoír los mandatos de la inmediatez para lograrlo y también deberá desoír los
mandatos familiares que la llevan a sentir prejuicios en áreas en donde le puede
ser más viable desenvolverse.
Martina es una adolescente posmoderna y en la posibilidad de elegir se juega la
paradoja de poder realizarse ocupacional y vocacionalmente en un campo en
donde la inmediatez, la imagen, y el ritmo de vida son congruentes con los
tiempos del aquí y ahora (compatibles con su personalidad), pero debe lidiar con
las influencias de la familia y el contexto social que la llevan a pensar siempre en
carreras tradicionales o conservadoras.
Siguiendo esta línea de análisis y respaldados por la asesoría de la supervisión
consideramos oportuno analizar los 8 criterios diagnósticos que propone
Bohoslavsky.
● Manejo del tiempo: Martina centra su planteo en el presente: va al colegio,
se junta con amigas, ve a su novio, posterga su futuro: repitió, no sabe qué hacer.
En ella no observamos una adecuación en tiempo real.
● Momentos por los que pasa el adolescente: la consultante se encuentra en
un momento de selección, donde pone en juego la función yoica de discriminación.
● Ansiedades predominantes: en Martina observamos una ansiedad básica
persecutoria haciendo “estallar” los límites del yo destruyendo toda capacidad
discriminativa y esto hace aparecer la confusión como un modo peculiar de
defensa. Las fantasías y temores en Martina están referidas a la escuela
secundaria: en cuanto a la desvalorización que se tiene.
● Carreras como objeto: en el 1º encuentro Martina manifiesta que una de las
carreras es Derecho porque todo el mundo la ve cumpliendo ese rol,
mostrándonos un tipo de vínculo identificatorio con dicha carrera “me re ven”. Si
bien catectiza el mundo externo al manifestar más carreras de su agrado en este
2º encuentro, observamos fracasos en la discriminación.
● Identificaciones predominantes: en Martina observamos dificultad en el

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poder identificar, ya sea en lo que respecta a qué carrera elegir como así también
en el “modelaje” como una salida laboral ya que tiene firmado un contrato,
marcando dificultades en el conocimiento y en el reconocimiento de la situación de
oportunidad que atraviesa.
● Situaciones que atraviesa: la consultante se encuentra atravesando una
situación dilemática en la cual se presencia afectos confusionales manifestando un
alto grado de ansiedad. Martina sí se da cuenta que enfrenta una dificultad en un
momento de cambio, pero lo vive de manera confusa: sabe que tiene que elegir,
pero no sabe qué.
● Fantasías de resolución: Martina presenta una relación transferencial de
aspiración, la cual se caracteriza por el sentido de oportunidad que le asigna al
proceso de orientación. Acepta el contrato de buen grado, mostrando un vínculo
de coolaboración con el consultor que es quien le brinda la oportunidad de
aprender a elegir. Nuestro trabajo con Martina es que a partir de la demanda,
debemos reconocer las necesidades, diagnosticarlas y proveerlas para que la
consultante las conozca como tales.
● Deuteroelección: estamos convencidos que Martina es una adolescente
que “elige elegir” de forma inconsciente, pero debemos ayudarla a que sea
consciente esta elección, ya que al acudir por sí sola a la orientación vocacional
nos está hablando de alguna manera de su necesidad de elegir.
Realizamos un pronóstico de orientabilidad siguiendo los criterios de Boholavsky.
En lo que refiere a la estructura de personalidad podemos inferir que Martina se ve
influida por el contexto familiar y social al que pertenece en lo que respecta a su
elección. Es decir que se pueden observar indicadores de dependencia, regresión
y aislamiento para no involucrarse emocionalmente en referencia a su Identidad
Vocacional y Ocupacional. No abunda en detalles con respecto al vínculo con sus
padres lo cual es significativo e indicaría un núcleo de conflicto. Surgen cuestiones
relacionadas con la oralidad que señalan fijaciones en etapas primarias en donde
los padres eran dadores de sustento y satisfacción. Se identifica positivamente
con su Tía Romina que es profesional en Ciencias de la comunicación.
En el manejo de la crisis adolescente se observa que Martina intenta integrar

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identificaciones para terminar de conformar su propia Identidad adulta, de manera
que busca que se la ayude a aprender a elegir una carrera que se corresponda
con un proyecto de vida adecuado para ella. En este contexto busca la aprobación
familiar y de su grupo de amigos para aquello que vaya a emprender, pero no
valoriza lo desarrollado por ella en el ámbito del modelaje lo que se debería a que
en el Imaginario familiar el ambiente del Modelaje está peyorativizado o representa
un lugar hostil y peligroso.
En su Historia escolar surgen cuestiones a tener en cuenta como que ha repetido
tercer año y que de esta experiencia surgió la convicción de que no le gusta
estudiar mucho pero que tiene preferencia por las materias con orientación a
Ciencias Sociales y Políticas.
La Historia Familiar de Martina nos revela que todos los miembros de su Familia
son profesionales de clase media alta y estas podrían ser las razones por las
cuales ella, se vería impulsada a definirse por una carrera tradicional (por el
sentido de pertenencia a su grupo) por un lado y por otro no tomar en serio el
modelaje ni pensar en una carrera derivada de esta temática.
En el análisis de la Identidad vocacional que podría determinar su identidad
ocupacional Martina debe hacer el camino de integrar sus identificaciones para
saber qué es lo que quiere hacer, de qué manera y en qué contexto. En base a
esto podemos pensar que respecto de la identidad ocupacional tiene “con qué”
dedicarse al modelaje o al mundo de la moda y un “a la manera de quién “ya que
su Tía la guía y la orienta en este tema, pero es en el “cuando, donde y como” en
donde surgen las dificultades ya que este ámbito no es bien visto por su grupo
familiar. En el “Por qué y Para qué” de la identidad Vocacional respecto del
modelaje es “Porque le gusta” o “Para viajar por el mundo”, pero surge de esta
entrevista las respuestas de estos interrogantes en relación a la carrera de
Abogacía y surgen el altruismo, el sentido de comunidad y justicia en sus
motivaciones.
Martina se encuentra atravesando una situación dilemática caracterizada por la
confusión de no saber que elegir, pero se da cuenta de que tiene que avanzar en
esa cuestión y se impone la duda. Se encuentra en un momento de selección y el

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vínculo transferencial con el consultor es de aspiración que implica el sentido de
oportunidad, por lo que podríamos pensar que se encuentra inmadura para elegir
pero que es el momento adecuado para que inicie un proceso de orientación
vocacional porque pide que la ayuden a ayudarse a sí misma y se muestra
colaborativa.
Muller, M. relaciona Subjetividad y orientación vocacional y propone que la misma
es construida y condicionada sobre cimientos previos al sujeto. Bajo estas
condiciones previas a toda subjetividad y la vez transubjetivas, interjuegan las
variables más específicamente subjetivas que la configuran en dos sentidos:
- Un sentido estructural, ahistórico:
• Las estructuras del inconsciente.
• Las estructuras cognitivas (inteligencia, pensamiento)
- Un sentido genético o histórico:
• Las oportunidades y trayectorias personales educativas, culturales y económicas.
• Las diversidades de la subjetividad (el género, la etnia, las aptitudes y
necesidades especiales, etc).
• Las series complementarias (según Freud) en el recorrido biográfico.
• Los procesos de identificación y desidentificación con otros significativos.
• Las representaciones de sí mismo, particularmente en roles educativos y
laborales.
• Las representaciones sociales incorporadas por el sujeto.
• Las relaciones intersubjetivas (afectividad, implicaciones emocionales).
• Las disposiciones personales para afrontar, elaborar y resolver las dificultades y
adversidades (resiliencia).
• Los ideales y valores personales.
• La construcción de la identidad como continuidad espacio-temporal y social, en
permanente deconstrucción y reconstrucción a partir de los cambios evolutivos y
las transiciones de la vida
Tal como se puede articular con Martina, en ella se refleja que lo ahistórico como
su estructura inconsciente comienzan a tener su efecto respecto de los procesos
de identificación y desidentificación a la vez que sus relaciones intersubjetivas han

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sufrido modificaciones. Nos referimos a la situación particular en la que se
encuentra, viviendo con sus abuelos, en cierto modo, desalojada de la casa
materna, ya que su madre se ocupa de sus dos hermanastros que ella denomina
“hermanos” y a la que paradójicamente ve menos que a su padre, al que pese a la
distancia visita mas seguido y conversa más que con ella. Esta situación puede
ser la causante de poner en suspenso ideales y valores que tal vez tuvo, pero que
se fueron evaporando.
Estamos entonces ante el sujeto del psicoanálisis, y su constitución; ante la
responsabilidad de los actos, lo que supone poner en juego la “libertad” y el
“elegir”. Un sujeto que en tanto logre hacerse cargo de su deseo podrá
proyectarse y circular entre los significantes de la cultura y de la producción
apuntando a un punto de creación que lo topará con lo fundante de su ser para
desde allí realizar algo nuevo”. (jozami)
Para Gergen, en la cultura postmoderna se des-construyen los conceptos del yo y
de identidad. La posmodernidad ha puesto en cuestión el concepto mismo de
esencia personal, de Yo e identidad. Frente a la concepción cohesiva, en cierto
modo uniforme, del yo y de la identidad, propia de la modernidad, en la vida actual
prevalece según este autor, lo que él llama “multifrenia”, múltiples posibilidades
antagónicas incorporadas a la mente de cada sujeto, que "colonizan el yo" con
aumento de dudas sobre sí y mayor presencia de irracionalidad. Existe un
acentuado contraste entre buscar un núcleo interior al ser ('el sujeto') y la
multiplicidad del yo contemporáneo colonizado por incesantes mensajes culturales
heterogéneos. Esto se contrapone a las definiciones modernas del sujeto y de la
identidad, que a partir de la reflexión cartesiana, ofrecían un sujeto eminentemente
racional, con primacía del Yo descarnado
¿Podemos hoy seguir hablando de “subjetividad”? Si es que podemos, ¿en qué
consistiría “el sujeto”?
El sujeto contemporáneo se encuentra cuestionado, desde fines del siglo XIX, a
partir de la teoría freudiana del inconsciente y de sus leyes. Esto descentra el
'lugar' moderno del sujeto como racionalidad descarnada, para escuchar qué otros
decires y verdades humanos trasmite `la otra escena' psíquica, lo inconsciente.

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El sujeto, concebido como conciencia unitaria, racionalidad, entra en crisis, se
evidencia su no conciencia de sí, su incompletud, su impotencia para dar cuenta
de sus acciones y de su dinámica psíquica profunda, su atravesamiento por lo
ajeno y lo desconocido que en él se expresa. El sujeto se descentra, se divide, se
fragmenta; en su supuesta congruencia sólo habría una ilusión de unidad. No se
reconoce ya en la armonía y el equilibrio, sino en la dispersión, la ruptura, la
irrupción de lo inesperado, lo irracional, lo sintomático.
Como signo de los tiempos posmodernos, en la idea misma de subjetividad
irrumpen la incertidumbre, la inestabilidad, el riesgo. Entonces, ¿a quién llamamos
'el sujeto'? Surge la pregunta por el sujeto en cuanto a la orientación: ¿quién elige
vocacionalmente, quién elabora proyectos, quién trabaja para realizarlos, quién es
'el agente' de su propia vida, sus quehaceres y su querer, quién se compromete?
Considero que no ha desaparecido el sujeto, sino que estamos ante el
advenimiento de nuevas formas de construirse y manifestarse la subjetividad.
Volviendo a Martina, sus expresiones respecto de identificaciones laborales son la
expresión de lo que puede aportar como sujeto . Corrobora esta idea el interés
que demuestra por el proceso aunque este no tenga todavía una definición sobre
su vocación.
El contexto sociocultural e histórico crea otras condiciones de surgimiento de la
subjetividad, abriendo nuevas formas de “ser humano”. Las opciones cambiantes,
vertiginosas, el mundo cada vez más tecnificado, planificado y a la vez
ingobernable, con avances y miserias de dimensiones nunca vistas, la realidad
social conflictiva y la deslumbrante hiperrealidad simulada desde los medios
audiovisuales constituyen un laberinto en medio del cual los seres humanos
circulan en frecuentes estados de confusión y bloqueo que se prolongan o
reaparecen bajo nuevas formas durante todo el curso vital, en cuanto a la
inserción ocupacional y a sostener deseos y decisiones con cierto grado de
satisfacción
Aparece en Martina estados de negación que ponen en cuestión lo sostenido
hasta el momento: el modelaje.
Nos encontramos con un sujeto construido desde un momento histórico, un

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entramado sociocultural y económico, una interpretación científica. El psicoanálisis
y otros discursos psicológicos contemporáneos construyen al sujeto y brindan
construcciones teóricas acerca del mismo. Este sujeto está en cierto modo
simultáneamente (de)construido, cuestionado como sujeto, cuestionado como
modalidad histórico social de ser sujeto. La pregunta del autoconocimiento:
"¿quién soy?", movilizadora de la búsqueda de orientación en cuanto a proyectos
realizables a futuro, multiplica sus dimensiones relacionales: quién soy para los
otros, quién dicen los otros que soy, quién quieren los otros que yo sea; y se
expande en sus dimensiones de búsqueda de ayuda: quién o Orientación y
Sociedad – 2003/2004 – Vol. 4 5 quiénes pueden ayudarme en mi búsqueda y en
mi elección, cómo encuentro esa ayuda, qué debo hacer para reconocer, construir
y realizar mis proyectos.
Creemos que ella acepta realizar el proceso de orientación vocacional con un
objetivo: responder a ¿quien soy? ….pregunta que flota en su discurso en la
ambigüedad de dos identificaciones como abogacía, sostenida por el padre y
nutrición, relativa a los alimentos y el cuerpo, relativa también a la oralidad como
respuesta a problemáticas con la madre que la trasciende. Esta cuestión es clara
cuando se la interroga acerca de la cocina y dice que “le da fiaca cocinar…”sitúa el
problema de “elección vocacional” en el estatuto del síntoma”.
Como orientadores, si bien no podemos resolverlas en forma inmediata y directa,
sí en cambio podemos, orientar busca desalienar al sujeto, ayudarle a tomar
conciencia de sí mismo como actor, ampliar sus márgenes de autonomía,
comprometerse en proyectos de cambio. El marco conceptual psicodinámico en la
O.V.P. recibe sus principales aportes de la teoría psicoanalítica y de la psicología
social,. Son valiosos los aportes estratégicos y técnicos de esta corriente,
caracterizada por un abordaje eminentemente cualitativo, basado en entrevistas
individuales o grupales en las que se privilegia la escucha y la modalidad
comprensiva e interpretativa, con instrumentación de diversas técnicas en función
proyectiva, para movilizar el protagonismo de los consultantes y mediante las
intervenciones del orientador, facilitar un más profundo conocimiento de sí mismo
y de la realidad vocacional / educacional / laboral, promoviendo en los orientados

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la elaboración de un proyecto personal de inserción social. En cuanto a la práctica
orientadora, en el tiempo presente se abre a la incertidumbre, admite la
ambigüedad subjetiva y contextual, amplía sus perspectivas e incluye aspectos
antes considerados dicotómicos.El adolescente es un sujeto que discute su
derecho a ser hombre o ser mujer, y en tanto se halla constituido a través de los
tiempos edípicos, podrá discutir también cómo incluirse en el mundo, en la cultura
y en la producción
Estamos como orientadores abiertos a las ambigüedades subjetivas que en
Martina todavía persisten, pero aportando nuevos caminos para favorecer el
proceso de apropiación de nuevas identificaciones.
Pero para llegar a realizar el proceso de orientación de manera que se alcancen
los objetivos propuestos debemos tener en cuenta que Martina es una
adolescente con determinadas características, la mayoría ya descriptas en este
desarrollo, a la que debemos ayudar a repensar las propuestas vocacionales y
ocupacionales que trajo a los diferentes encuentros, intentando ampliar la mirada
en relación a la complejidad que implica construir proyectos de vida en la
actualidad.
La idea es que sea un proyecto de vida propio más allá de los condicionamientos
sociales, pero sin dejar de tenerlos en cuenta.
Para esto debemos pensar en los tiempos vertiginosos y las sensaciones de
incertidumbre y ansiedad, a las cuales nos arroja el actual mundo del estudio y el
trabajo.
Nos preguntamos si desde Martina surgieron los interrogantes sobre su identidad
y sobre su futuro, nos respondimos que sí pero que de manera insuficiente, sin
consistencia , pero en su planteo se percibe que la angustia la incertidumbre.
El estudio de una carrera se le ocurre como algo vinculado a la inmediatez y a la
garantía de un futuro exitoso.El éxito no vendría de la mano de lo económico , ese
no es un tema que haya surgido siquiera una sola vez de su discurso, tampoco
valoraba su trabajo como modelo, como fuente de ingresos,viene de una familia
acomodada y los temas que preocupan son la pertenencia y el prestigio social.
Desde esta plataforma Martina, puede posponer el ingreso al ámbito laboral,si

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quisiera ,por dedicar su tiempo a estudiar carreras universitarias y prolongar la
dependencia económica de su familia.De la misma manera también por esta razón
es factible que no apure las decisiones respecto a la vocación y a la ocupación.
En la familia las cosas se aprenden de un modo bastante distinto a como luego
tiene lugar el aprendizaje escolar: el clima familiar está recalentado de afectividad.
Quiero referirme al fanatismo por lo juvenil en los modelos contemporáneos de
comportamiento. Lo joven, la moda joven, la despreocupación juvenil, el cuerpo
ágil y hermoso eternamente joven a costa de cualesquiera sacrificios, dietas y
remiendos, la espontaneidad un poquito caprichosa, el deporte, la capacidad
incansablemente festiva, la alegre camaradería de la juventud... son los ideales de
nuestra época.
Para que una familia funcione educativamente es imprescindible que alguien en
ella se resigne a ser adulto. Y me temo que este papel no puede decidirse por
sorteo ni por una votación asamblearia. El padre que no quiere figurar sino como
«el mejor amigo de sus hijos», algo parecido a un arrugado compañero de juegos,
sirve para poco; y la madre, cuya única vanidad profesional es que la tomen por
hermana ligeramente mayor de su hija, tampoco vale mucho más. Sin duda son
actitudes psicológicamente comprensibles y la familia se hace con ellas más
informal, menos directamente frustrante, más simpática y falible: pero en cambio la
formación de la conciencia moral y social de los hijos no sale demasiado bien
parada.
¿Cuál sería el rol del orientador en este proceso?
El profesional guía el proceso de elección de un sujeto, sin indicar ni orientar las
decisiones de quien elige. Se trata entonces de un espacio que se construye entre
ambos de una manera particular, en el que la escucha clínica guía la intervención.
Por otro lado, el orientador debe poder soportar que no todo proceso termina con
respuestas acabadas, sino que es un camino que el sujeto inicia, en el que la
función del orientador es acompañar este proceso.
Martina inició el proceso con una gran indecisión, había repetido tercer año de la
secundaria, y aparentando buenas capacidades cognitivas, parece ser que hay
una cuestión extra allí, que se ve reflejada en sus decires: “no sé qué hacer, no

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me gusta nada”. El orientador tuvo que sostener sus propias dudas, ante las
respuestas rígidas y la falta de deseo aparente de la adolescente, trabajo que
logró gracias a su equipo y la supervisión en clase, donde logró entender que lo
que sucedía en transferencia era el reflejo del mundo interno de Martina. En ese
punto de inflexión el orientador pudo cambiar la contratransferencia,
posicionándose como un profesional.
La comprensión de los fenómenos transferenciales permite al psicólogo por lo
tanto, comprender las características de los objetos internos, pasados y futuros
incluidos en la conducta del entrevistado. En la orientación vocacional el énfasis
en el análisis transferencial se pone fundamentalmente en un entonces futuro, en
un allí universidad, mundo adulto y en un con otros compañeros, profesores, otros
adultos, otros profesionales, aún desconocidos.
La función del orientador podría estar ligada a orientar en relación a un
ordenamiento, a un orden establecido, que se encuentra pautado desde otro lado;
a escuchar los significantes que pertenezcan a la historia del sujeto, que remitan a
su demanda acerca de la elección, realizando diferentes intervenciones, como ser
puntuaciones, interpretaciones, interrogaciones, o sostener el silencio para permitir
que surja alguna pregunta acerca del deseo. A su vez, se invita a un espacio en el
cual se ofrece y se habilita la escucha, la palabra; donde el sujeto que demanda
“despliega en su discurso aquellas palabras que encadenan su elección a su
historia.
Orientar y acompañar a los sujetos adolescentes, en la búsqueda interna de su
vocación, partiendo de una escucha atenta de su discurso, para lograr construir un
saber-hacer reconociendo sus deseos, capacidades e intereses, para luego
plasmados en un futuro laboral y/o profesional.
El psicólogo orientador vocacional, en la medida en que es visualizado como un
profesional que ha seguido estudios universitarios, que maneja determinada
técnica y que a la vez es adulto, se convierte en el depositario ideal de las
fantasías, ansiedades y temores que el adolescente tiene frente a su futuro. Lo
actualizado no es sólo el pasado, sino también el futuro del entrevistado, y no sólo
las relaciones objetales antiguas o futuras sino, sobre todo, sus relaciones

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objetales internas (su personalidad). Martina relató una fantasía donde se veía
subiendo las escaleras de la facultad de derecho, donde tropezaba y caía, que es
un fiel reflejo de los temores y ansiedades ante el futuro. El orientador allí
interpretó que ella podía tropezar y caer, pero volverse a levantar y seguir, nadie
está exento de equivocarse.
Colaborar en el esclarecimiento y la asunción de una identidad vocacional madura
y no el de aconsejar u orientar de un modo activo al adolescente o, en un sentido
vago, “curarlo”, resolverle todos sus problemas de personalidad. La asunción del
rol de entrevistador en una situación de orientación vocacional depende
fundamentalmente de su identidad vocacional.

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Síntesis
En primer lugar, analizamos en profundidad las variables que hacen al contexto
macro socio cultural de la consultante en relación a las identificaciones
predominantes, a la construcción de la identidad y a los procesos concernientes a
la autopercepción.
Pudimos concluir que Martina se encuentra en un período de cambio, de crisis, de
transición, de adaptación y ajustes porque tiene que definirse ideológicamente,
religiosamente, éticamente, sexualmente y ocupacionalmente. Al analizar los
vínculos con el “Otro” porque la elección siempre tiene que ver con los otros, se
puede ver en su discurso la clara influencia de su Padre, Novio, Primas y otros
seres significativos, que le indican que la ven desempeñando determinados roles y
ella considera que estas sugerencias son pertinentes y no las pone en duda,
integra estas opciones como si fueran su propio deseo.
Siguiendo a Jozami, M. “los significantes de la cultura ajustados a las leyes del
lenguaje “atrapan” al sujeto y éste está amarrado, sujetado a los significantes del
Otro, es decir que es el discurso de ese Otro el que insistirá en él conformándolo.
El logro de la identidad personal de Martina está en proceso, esto dependerá de
cómo su Yo se autopercibe a través de los cambios y de cómo el Yo se integra a
partir de sentimientos y comportamientos en relación a los diversos roles que se
ponen en juego en sus relaciones interpersonales. De manera que es preciso que
este camino termine de recorrerse para poder lograr la identidad vocacional y
ocupacional de Martina que es la autopercepción autopercepción elaborada a lo
largo de la vida del sujeto en términos de trabajo o estudio asociadas al proyecto
de vida.
Martina tiene una carrera en potencial (modelaje) que puede llevarse muy bien con
los tiempos que corren en donde la hegemonía de la imagen está la orden del día,
pero ésta entra en conflicto con la idiosincrasia familiar que la lleva a pensar en
carreras tradicionales o en las que se fantasea en un rol, pero no tiene información
específica de qué áreas son de su competencia o en qué tareas puede
desempeñarse. Es en este punto en donde vemos la liquidez a la que se refiere
Bauman cuando habla de fluidez en relación a lo interpersonal , al tiempo y a la

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toma de decisiones.
Creemos que ella acepta realizar el proceso de orientación vocacional con un
objetivo: responder a ¿quién soy? pregunta que flota en su discurso en la
ambigüedad de dos identificaciones como abogacía, sostenida por el padre y
nutrición, relativa a los alimentos y el cuerpo, relativa también a la oralidad como
respuesta a problemáticas con la madre que la trasciende.
Para poder decidir la consultante deberá desoír los mandatos de la inmediatez
para lograrlo y también deberá desoír los mandatos familiares que la llevan a
sentir prejuicios en áreas en donde le puede ser más viable desenvolverse.
Como orientadores, si bien no podemos resolverlas en forma inmediata y directa,
sí en cambio podemos, orientar busca desalienar al sujeto, ayudarle a tomar
conciencia de sí mismo como actor, ampliar sus márgenes de autonomía,
comprometerse en proyectos de cambio.
Debemos permanecer abiertos a las ambigüedades subjetivas que en Martina
todavía persisten, pero aportando nuevos caminos para favorecer el proceso de
apropiación de nuevas identificaciones.
La construcción de un proyecto de vida debe realizarse más allá de los
condicionamientos, pero sin dejar de tenerlos en cuenta.
De los criterios diagnósticos y de los de orientabilidad de Boholavsky, concluimos
que la adolescente se encuentra atravesando una situación dilemática
caracterizada por la confusión de no saber que elegir, pero que se da cuenta de
que tiene que avanzar en esa cuestión y se impone la duda. Se encuentra en un
momento de selección y el vínculo transferencial con el consultor es de aspiración
que implica el sentido de oportunidad, por lo que podríamos pensar que se
encuentra inmadura para elegir pero qué es el momento adecuado para que inicie
un proceso de orientación vocacional porque pide que la ayuden a ayudarse a sí
misma y se muestra colaborativa lo que indicaría un pronóstico favorable.

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Bibliografía
Bauman, Z, Modernidad líquida.
Bohoslavsky, R., Orientación Vocacional, la estrategia Clínica.
Casullo – Cayssials; Proyecto de vida y Decisión Vocacional.
Jozami, M.E., De pasiones y destinos.
Rascován, S., Orientación Vocacional, aportes para la formación de orientadores.
Messing,C., Desmotivación, insatisfacción y abandono de proyectos en los
jóvenes.
Muller, M., Descubrir el camino

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