Sie sind auf Seite 1von 4

PSU Lenguaje

MODALIZADORES DISCURSIVOS: la actitud del emisor

Los modalizadores discursivos son una clase de palabras que manifiestan la posición o
perspectiva del emisor respecto del <contenido de su mensaje.

Entonces, la modalización discursiva es la forma que adopta el enunciado en relación a la


manifestación de objetividad-subjetividad de quien lo emite, es decir, si expresa o no una particular
actitud del hablante frente a lo que está diciendo o frente a quien lo está diciendo. Hay dos tipos
principales de modalización discursiva:

1. OBJETIVIDAD: La exposición de hechos se realiza de forma objetiva, solamente se


presentan los datos o se dan a conocer los acontecimientos.

2. SUBJETIVIDAD: El emisor del discurso o texto realiza una manifestación de su opinión


personal, de su punto de vista o de sus sentimientos. Con ello el emisor pretende expresar:

a) Actitud discursiva ante el contenido del texto:


i.La certeza, la veracidad o el convencimiento con que se afirma lo dicho; ej. “Es evidente…”,”No
estoy seguro…”.
ii.Manifestar el grado de necesidad u obligación del hecho de la realidad al que se refiere el
enunciado, ej., “Sería necesario…”, “Es aconsejable…”.
iii.Valorar positiva o negativamente esa misma realidad, lo que le lleva a mostrar el contenido de su
enunciado como bueno/malo, útil/perjudicial…

b) Actitud discursiva ante los receptores del texto

i. Actitud lógica-cognitiva. Se insiste en convencer al receptor de la ‘verdad’ o ‘falsedad’ de


lo que se está afirmando en el texto.
ii. Actitud emocional. Se pretende conmover al receptor, provocarle ‘llanto, ‘risa,
‘sorpresa’… que comparta los mismos sentimientos o se solidarice emocionalmente con el emisor.
iii. Actitud persuasiva o moralizante. Se pretende convencer al receptor de que corrija una
conducta o cambie de comportamiento, de que haga algo considerado ‘bueno’ y no haga algo
considerado ‘malo’.

1.- LA EXPRESIÓN DE LA OBJETIVIDAD


En general, los rasgos lingüísticos de la objetividad suelen aparecer en textos expositivos, sobre
todo en los textos científicos, pero también en monografías pertenecientes al área humanística,
textos legales o administrativos.
Los principales rasgos lingüísticos que expresan objetividad son los siguientes:

Clases de oraciones Predominio de las oraciones enunciativas (Enuncian un hecho, pensamiento,


etc., de forma objetiva. Ej: Tiene una magnífica biblioteca)
Oraciones que evitan expresar el agente de la acción, tanto
impersonales como pasivas reflejas (Se trata de observar la diferencia… Se
observa que)
Fraseología de la especialidad : (formular una hipótesis, analizar un sintagma,
calcular el mínimo común múltiplo…)
Formas , tiempos y Empleo del Indicativo (modo de la objetividad y de la realidad) y el presente
usos verbales atemporal o gnómico (realidades que no están sujetas al paso del tiempo,
como en el caso de la ciencia, que propone leyes de validez universal: (las
masas de los elementos químicos que forman un compuesto se encuentran en
una proporción constante).
Uso del condicional para expresar hipótesis: (Por esto, cabría argumentar…)
Predominio de la tercera persona para exponer la impersonalidad (Mañana
amanecerá algo más tarde que hoy)
A veces, el uso de la 1ª persona del plural suele tener finalidad didáctica, ser
un plural de modestia o bien una generalización que implique al
lector: (Comencemos por ver cómo se construyen nuevas moléculas en el
laboratorio)
Adjetivación y Empleo de adjetivos especificativos, descriptivos y de relación o
recursos de pertenencia: estructura bidimensional, ácido nucleico.
modificación Con la misma función abundan los complementos del nombre (estructura de
dos dimensiones = bidimensional) y proposiciones subordinadas adjetivas,
especificativas y explicativas: Los animales que ponen huevos son ovíparos
Uso de aposiciones especificativas y explicativas (Una aposición es una
construcción que aporta precisión al concepto manifestado por un sustantivo).
Ej: María, mi hermana pequeña, estudia Arquitectura.
Léxico denotativo Se suelen usar las palabras con su significado objetivo o denotativo,
evitando emplearlas con referencias emocionales, subjetivas, ideológicas.
El burro o asno (Equus africanus asinus) es un animal doméstico de la familia
de los équidos. Los ancestros salvajes africanos de los burros fueron
domesticados por primera vez a principios del V milenio a. C.

2.- LA EXPRESIÓN DE LA SUBJETIVIDAD

Personalización del • Uso de determinantes posesivos y formas pronominales y verbales de


discurso 1ª persona: me parece que…, yo buscaba… mío, suya, nuestra…
Modalidad oracional (1) • Oraciones imperativas o exhortativas: que intentan influir en el receptor a
oraciones que reflejan la través de enunciados impositivos (órdenes, prohibiciones) o no impositivos
actitud del emisor hacia (ruegos, consejos, recomendaciones…) No sé si se puede extraer alguna
el receptor enseñanza de esto, pero, si tienes hijos, ¡regálales libros!

• Oraciones interrogativas: formulan preguntas para obtener una respuesta


del destinatario. “¿Es cierto que la mitad de los españoles no lee nunca un
libro?”

• Oraciones enunciativas o declarativas: su finalidad es informar al


destinatario: “La falta de aislamiento correcto en una casa hace que se
pierda un 15% del calor por el techo y un 12% por las paredes”.
Modalidad oracional (2) • Empleo de oraciones exclamativas ¡Qué terrible experiencia ser víctima
oraciones que informan de un atentado terrorista!
de la actitud del emisor
ante el contenido del • Oraciones optativa o desiderativas: es aquella que
enunciado expresa deseo, solicitud o súplica. Se suele utilizar el modo subjuntivo (Ojalá
gane la lotería; Ojalá puedan venir con nosotros).

• Oraciones dubitativas: el emisor expresa incertidumbre por cuanto no


asume la total veracidad del contenido del enunciado. Es frecuente que se
acompañe de fórmulas como “ignoro, supongo que, parece que, se oye
que…”. Suele ir en modo subjuntivo.
Léxico valorativo: • Sustantivos y adjetivos de carácter afectivo, ideológico: chiquito,
Su función no es cariño, desgracia, odioso, afortunado… violencia, machista…
descriptiva sino la de
valorar de forma positiva • Verbos y perífrasis modales de obligación o posibilidad: hay que
o negativa una revisar, no debe olvidarse, me alegro de que, conviene que…
determinada realidad. • Adverbios valorativos: indudablemente, evidentemente, tristemente.

• Expresiones de sugerencia, duda: por supuesto, sin duda.

• Elementos oracionales que expresan un comentario del hablante: en


mi opinión, a mi modo de ver.

• Verbos de pensamiento, dicción y sentimiento; por ejemplo: pensar,


creer, sentir, experimentar, decir, hablar, lograr, vivir, morir, amar, odiar…
Ej.: muero por un vaso de agua…
Recursos expresivos • Redundancias y pleonasmos: lo vi con mis propios ojos. Subir para arriba.

• Interrogaciones retóricas: ¿A que sí?

• Ironías, insultos, interjecciones.

• Metáforas, símiles, personificaciones, hipérboles: Anda, que tienes más


valor que el Guerra, Que veo menos que un gato de escayola
• Eufemismos “pobrecito invidente”
Signos de puntuación • Puntos suspensivos para expresar duda, temor, continuar palabras
malsonantes o dejar la expresión incompleta: Ya se sabe, el que con niños
se acuesta…, Hijo de …

• Paréntesis para insertar una nota subjetiva por parte del escritor.

• Comillas, para subrayar una palabra o varias utilizadas de manera irónica.


Cambio de registro: En algunos géneros periodísticos, como la columna, la inclusión de frases o
palabras coloquiales en un texto de registro formal, suele evidenciar la
opinión del emisor respecto al tema tratado. “La primatóloga Melissa Hines
dio juguetes humanos a unos jóvenes monitos: muñecas, coches y libros
ilustrados. […] No sé si se puede extraer alguna enseñanza de esto, pero, si
tienes hijos, ¡regálales libros!

EJERCITACIÓN
“Un día como el de hoy, mi maestro William Faulkner dijo en este lugar: «Me niego a admitir el fin
del hombre». No me sentiría digno de ocupar este sitio que fue suyo si no tuviera la conciencia
plena de que por primera vez desde los orígenes de la humanidad, el desastre colosal que él se
negaba a admitir hace 32 años es ahora nada más que una simple posibilidad científica. Ante esta
realidad sobrecogedora que a través de todo el tiempo humano debió de parecer una utopía, los
inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no
es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía contraria. Una nueva y arrasadora
utopía de la vida, donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea
cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad
tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.
Agradezco a la Academia de Letras de Suecia el que me haya distinguido con un premio que me
coloca junto a muchos de quienes orientaron y enriquecieron mis años de lector y de cotidiano
celebrante de ese delirio sin apelación que es el oficio de escribir. Sus nombres y sus obras se me
presentan hoy como sombras tutelares, pero también como el compromiso, a menudo agobiante,
que se adquiere con este honor. Un duro honor que en ellos me pareció de simple justicia, pero
que en mí entiendo como una más de esas lecciones con las que suele sorprendernos el destino, y
que hacen más evidente nuestra condición de juguetes de un azar indescifrable, cuya única y
desoladora recompensa, suelen ser, la mayoría de las veces, la incomprensión y el olvido.
Es por ello apenas natural que me interrogara, allá en ese trasfondo secreto en donde solemos
trasegar con las verdades más esenciales que conforman nuestra identidad, cuál ha sido el
sustento constante de mi obra, qué pudo haber llamado la atención de una manera tan
comprometedora a este tribunal de árbitros tan severos. Confieso sin falsas modestias que no me
ha sido fácil encontrar la razón, pero quiero creer que ha sido la misma que yo hubiera deseado.
Quiero creer, amigos, que este es, una vez más, un homenaje que se rinde a la poesía. A la poesía
por cuya virtud el inventario abrumador de las naves que numeró en su Iliada el viejo Homero está
visitado por un viento que las empuja a navegar con su presteza intemporal y alucinada. La poesía
que sostiene, en el delgado andamiaje de los tercetos del Dante, toda la fábrica densa y colosal de
la Edad Media. La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas
de Machu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristeza milenaria
nuestros mejores sueños sin salida. La poesía, en fin, esa energía secreta de la vida cotidiana, que
cuece los garbanzos en la cocina, y contagia el amor y repite las imágenes en los espejos (…)”.
Fragmento de La soledad de América Latina. Gabriela García Marquez (1982)

1. De acuerdo a lo expresado en el fragmento leído, se puede afirmar que el


emisor presenta hacia William Faulkner un sentimiento de
I. sobrecogimiento. II. admiración. III. respeto.
A) Solo I
B) Solo II
C) Solo III
D) Solo I y II
E) Solo II y III
2. Ante el futuro del ser humano, García Márquez adopta una actitud
A) objetiva.
B) ambigua.
C) crítica.
D) esperanzadora
E) pesimista.

3. De acuerdo al contenido del segundo párrafo, es CORRECTO afirmar que el


emisor atribuye el premio recibido
A) al azar.
B) a la injusticia
C) al compromiso
D) a la incomprensión.
E) al trabajo

4. ¿Qué refleja el emisor al usar la expresión “me pareció” en la quinta línea del
segundo párrafo del fragmento leído?
A) Confianza D) Sospecha B) Certeza E) Incredulidad C) Estimación

5. De acuerdo a la información contenida en el segundo párrafo, puede decirse que el emisor


manifiesta una actitud

A) solidaria. D) apaciguadora. B) responsable. E) humilde. C) empática

6. ¿A qué se refiere el emisor con la expresión “todavía no es demasiado tarde para


emprender la creación de la utopía contraria”?

7. Busca el significado de las siguiente palabras:


Estirpes:
Delirio:
Tutelares:
Trasegar:

8. ¿Cuál crees que es el tema del fragmento?

Das könnte Ihnen auch gefallen