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- CORONA, Solange
- RODRIGUEZ, Angelina
1. En 1992 el señor Barreda asesinó a su mujer, sus dos hijas y su suegra. Por el hecho
fue condenado a cadena perpetua y a los 11 años de condena le fue otorgado el beneficio
de prisión domiciliaria. Posteriormente volvió a prisión y luego, nuevamente se le concedió
libertad condicional para finalmente quedar libre por haber cumplido su condena.
Barreda intento iniciar la sucesión de su esposa asesinada y ante esta situación se
presenta H.E.F.A para promover una declaración de indignidad hacia el primero por
entender que estaban configuradas las condiciones exigidas del artículo 3291 del anterior
código civil que daban como factible dicha declaración y que, a saber eran la intención
delictiva y la comisión en perjuicio del causante. Ante esto se analizan en el fallo 2
cuestiones: 1- la causal de indignidad de Barreda 2- la legitimación para promover la
declaración de indignidad contra Barreda por parte de H.E.F.A
2. El juez resolvió como primera cuestión la existencia de una causal de indignidad que
haría indigno a Barreda. Además dio por admitida la legitimación activa de H.E.F.A para
demandar por indignidad a Barreda en relación a A.B y C.B (hijas del demandado), a pesar
de ser pariente colateral en quinto grado. Esto en virtud del control de convencionalidad que
procura una aplicación armónica de las normas de derecho interno y las de derecho
internacional. Estas últimas, particularmente la Convención de Belem do Pará fundamentan
la extensión de la legitimación en virtud de la reparación integral que las mujeres víctimas
deben tener y que no puede verse frustrada por el alcance limitado de una norma interna de
derecho privado. Es decir que extendiendo la legitimación se asegura a ambas mujeres el
acceso efectivo a la reparación evitando que quien cometió semejante injuria sobre sus
vidas, por defectos del sistema legal, mantenga vocación hereditaria respecto a ellas.
En relación a G.M.M.D y E.A no hubo cuestionamiento teniendo en cuenta que con la
primera existía un vínculo de pariente colateral de cuarto grado y con la segunda de tercer
grado.
Para para promover la declaración de indignidad teniendo en cuenta que una de las
condiciones para su promoción es que sea promovida por quien detenta la calidad de
heredero. Así son herederos del difunto los descendientes, ascendientes, el cónyuge
supérstite y los colaterales hasta el cuarto grado inclusive, en el orden y según las reglas
que él establece el código civil en el artículo 3545.
Entonces según lo acreditado pertinentemente por el accionante H.E.F.A se pueden
analizar los siguientes vínculos: A- Con E.A (suegra de Barreda y madre de su esposa) es
colateral de tercer grado, en tanto que la causante era hermana de su madre. B- Con
G.M.M.D (esposa de Barreda) colateral en cuarto grado en tanto era hija de la hermana de
su madre. C- con relación a A.B y C.B (hijas de Barreda) colateral en quinto grado en tanto
eran sus primas segundas. Teniendo en cuenta lo anterior, el accionante H.E.F.A se
encontraba legitimado para demandar por indignidad a Barreda con relación a las
causantes E.A y G.M.M.D , al encontrarse dentro del tercero y cuarto grado colateral de
parentesco. Sin embargo frente a A.B y C.B, teniendo en cuenta una interpretación
restrictiva del contenido de la norma (articulo 3304) carecia de legitimacion activa para
demandar por indignidad al ofensor. Sin embargo teniendo en cuenta la existencia de la
figura del control de convencionalidad que hace a la aplicación armónica de todo el derecho
vigente, el poder judicial debe considerar en el mismo plano la existencia de las normas
jurídicas internas y las de derecho internacional sobre Derechos Humanos. En virtud de lo
anterior y teniendo en cuenta normas internacionales ratificadas por Argentina como ser la
Convención de Belém do Pará se extiende la legitimación para demandar por indignidad.
Esto por el principio de reparación de dicha normativa internacional que viene a
manifestarse en la voluntad presunta de las difuntas hijas y en la moral social de evitar que
quien cometió semejante injuria sobre sus vidas, por defectos del sistema legal, mantenga
la vocación hereditaria. Es decir, la reparación integral que exige este instrumento
internacional, no puede verse frustrado por el alcance limitado de una norma interna de
derecho privado.
4. Aplicando el nuevo código civil y comercial la solución sería igual pero habría de diferir
los fundamentos legales que la justifican teniendo en cuenta que con el nuevo código se
abren más posibilidades para la declaración de indignidad. En el caso, si bien se extiende
la legitimación del accionante, esto fue posible debido a la aplicación del control de
convencionalidad pues si solamente se realizaba una interpretación restrictiva de la letra de
los artículos 3304 y 3546 del anterior código civil, no se fue hubiese llegado a extender
dicho legitimación frente a A.B y C.B pues H.E.F.A sería pariente colateral en quinto grado.
En resumen, el nuevo código permitiría extender la legitimación sin la necesidad de recurrir
al control de convencionalidad.
- El código civil anterior considera a la indignidad como una incapacidad y trata a
ambas palabras como sinónimos ( art 3291 y 3302). En cambio el nuevo código
considera a la indignidad como una sanción, así la persona es capaz de suceder
pero pierde dicha capacidad por una sanción.
- En cuanto a la causal de indignidad de la comisión de un delito doloso, en el
anterior código se precisaba la condena del mismo (art 3291). El nuevo código en la
última parte del artículo 2281 precisa que en todos los supuestos enunciados, basta
la prueba de que al indigno le es imputable el hecho lesivo, sin necesidad de
condena legal. Además se ampliar los supuestos de delitos más allá de aquellos que
atenten contra la vida.
- En cuanto a la legitimación el nuevo código tiene una fórmula más amplia, al
permitir que pueda intentar la acción “quien pretende los derechos atribuidos al
indigno”. El código anterior (art 3304) establece que la acción puede ser
demandada por “parientes” a quienes corresponda suceder a falta del excluido de
la herencia o en concurrencia con el. Esto último, nos remite al artículo 3545 que
califica como herederos a los descendientes del difunto, a sus ascendientes, al
cónyuge supérstite y a los parientes colaterales dentro del cuarto grado inclusive”.