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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

“IDEOLOGÍA APRISTA”

Presentado por:
Aguilar Malpartida, Dalia
Alfaro Salazar, Greys
Cardenas Matos, Ronaldo
Pastor Cabezas, José

Asignatura:
Historia de las Ideas Políticas

Docente:
Abg. Maribel Huiza Guerra

La Merced – Perú
2017

i
DEDICATORIA

A nuestros padres por su íntegro y desinteresado esfuerzo


y dedicación, gracias a ellos hoy somos buenos
estudiantes, que formamos nuestros estudios en base a
investigación.

ii
AGRADECIMIENTO

A Dios, por darnos la vida.

A las autoridades de la Universidad Peruana Los Andes.

A todas las personas que de una u otra manera me brindaron conocimientos.

iii
IDEOLOGÍA DEL
PARTIDO APRISTA
PERUANO

iv
TABLA DE ABREVIATURAS

APRA: Alianza Popular Revolucionaria Americana.

EI: Estimación indirecta.

CI: Conservación Internacional.

CONAPAAA: Comisión Nacional de los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos.

UPLA: Universidad Peruana los Andas.

APA: American Psychology Association.

v
ÍNDICE

DEDICATORIA ........................................................................................................................ii
AGRADECIMIENTO ............................................................................................................. iii
TABLA DE ABREVIATURAS ................................................................................................ v
ÍNDICE ..................................................................................................................................... vi
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 7
RESUMEN ................................................................................................................................ 8
GENERALIDADES .................................................................................................................. 9
CAPÍTULO I ........................................................................................................................... 10
ANTECEDENES DEL PARTIDO APRSITA ........................................................................ 10
1.1. Historia del Partido Aprista ....................................................................................... 10
1.2. Fundador del Partido: “Víctor Raúl Haya de la Torre” ............................................. 15
CAPÍTULO II .......................................................................................................................... 18
GENERALIDADES DEL PARTIDO APRISTA .................................................................. 18
2.1. ¿Qué es el APRA? ..................................................................................................... 18
2.2. Fundación del APRA ................................................................................................ 19
2.3. El Frente Único ......................................................................................................... 20
2.4. El APRA como Partido ............................................................................................. 20
2.5. Fundación del Partido Aprista Peruano (PAP) .......................................................... 32
CAPÍTULO III ......................................................................................................................... 37
IDEOLOGÍA DEL PARTIDO APRISTA ............................................................................... 37
3.1. Ideología .................................................................................................................... 37
3.2. Según el fundador...................................................................................................... 39
3.3. Social Democracia..................................................................................................... 40
3.4. Tercera Vía ................................................................................................................ 42
CAPÍTULO IV......................................................................................................................... 44
ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO APRISTA ...................................................................... 44
4.1. Organización ............................................................................................................. 44
4.2. Denominación, Fines y Domicilio ............................................................................ 45
CONCLUSIONES ................................................................................................................... 50
Bibliografía .............................................................................................................................. 51
ANEXOS ................................................................................................................................. 53
ANEXO.................................................................................................................................... 53

vi
INTRODUCCIÓN

Me atrevo a realizar este trabajo monográfico sobre el Apra en el Perú. Pues considero un tema
muy importante desde el punto de vista político y de interés histórico aunque ya no sea de
coyuntura política en nuestro país y de seguro este trabajo será de mucha ayuda informativa
para el lector. sobre todo conocer el proceso de su fundación en el exilio de su fundador
principal de la ALIANZA POPULAR REVOLUCIONARIA AMERICANA Hablar del Apra
nos tenemos que remontar a los pasajes históricos de nuestro país el significado político social
que tuvo desde su creación hasta nuestros tiempos. En la actualidad el partido aprista tiene
vigencia como partido político después de haber pasado la valla electoral en las elecciones
generales de este año y puesto a cuatro parlamentarios en el congreso de la república para los
periodos de 2011-2014. Particularmente creó con certeza que este partido dio muchos aportes
a nuestro país a lo largo de su historia, como también hicieron mucho daño al país sobre todo
los militantes apristas ( que se enquistaron en el poder en el primer gobierno año 1985)
basándose de los carnet partidarios donde tuvieron beneficios a doquier y beneficiaron a las
grandes empresas, se vivió uno de los quinquenios más corruptos de la historia del siglo XX
poniendo en riesgo la economía de nuestro país. El apra a largo de su historio mantuvo
convivencias políticas en diferentes gobiernos. sabemos que el Apra se desligó por completo
de sus principios ideológicos ocasionando muchas renuncias de militantes verdaderamente
identificados por los postulados del partido apristas, también el oportunismo de muchos
apristas que usaros este partido que supuestamente representaba a la clase oprimida para llegar
en muchas ocasiones al congreso y desde allí defender los intereses de los imperialistas en
esta monografía he tratado de explicar el proceso de como se fundó el Apra en América latina y
en el Perú 1923 -1930 tratar el Apra como trabajo de investigación es muy complejo porque
contiene procesos históricos muy controversiales por ello solo me limité realizar un recuento
histórico del año1923-1930 hasta la caída del la dictadura de Leguía. Las limitaciones que tuve
para la realización de este trabajo fue la obtención de libros actualizados de historia. Ya que
las ediciones de décadas pasadas tienen un enfoque distinto sobre los aportes históricos del
Apra en la arena política de nuestro país.

7
RESUMEN

El presente trabajo monográfico fue elaborado en la Universidad Peruana los Andes, en la


ciudad de La Merced, cuyo objetivo es conocer sobre el partido Aprista Peruano, ya que en el
Perú es un partido de gran influencia política. Para realizar el tema se revisó diversas tesis y
libros de Autores para así poder definirlas, conceptualizarlas, para poder así tener información
veraz del partido Aprista. Lo cual concluyendo afirmamos que el presente partido es uno de los
más antiguos de Latinoamérica y con gran influencia en otros países como Venezuela, Chile,
entre otros.
El APRA es, sin duda, un partido con trascendencia y sobre todo permanencia, fundada por
Victor Manuel Haya de la Torre, históricamente tuvo en el Perú dos periodos de gobierno;
primer gobierno (1985- 1990), segundo gobierno (2006-2011), ambos periodos liderados por
el ex presidente Alan Garcia Perez. El Partido es una escuela integral para la vida, donde el
militante se adoctrina, se educa, se culturiza, se forma cuidadosamente y realiza actividades de
proyección social, a través del Partido o de las organizaciones de la sociedad. La organización
aprista considera al ser humano como fin supremo en función de la actividad integral que
cumple en la sociedad y como protagonista del cambio social.

8
GENERALIDADES

OBJETIVO GENERAL:

Conceptualizar los fundamentos teóricos, las bases del Partido Aprista Peruano,
comprendiendo sus funciones de esta organización ya sean específicas en la sociedad
tanto como para el individuo y la sociedad en general, mediante una investigación
teórica y estudio de los conceptos de las bases generales y especificas del partido
Aprista con sus respectivas clasificaciones, para así brindar una información veraz y
contundente.

OBEJETIVOS ESPECIFICOS:

1. Conceptualizar los antecedentes históricos del Partido Aprista, para conocer sus
inicios y fundación.

2. Comprender y sistematizar el concepto básico como la definición del partido


aprista, sus objetivos, y que significa el APRA como partido.

3. Investigar teóricamente la ideología que tuvo el Partido Aprista para la formación


de sus bases políticas

4. Comprender la organización del Partido Aprista, su dominación, fines estratégicos


como un partido de trascendencia.

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CAPÍTULO I

ANTECEDENES DEL PARTIDO APRSITA

1.1. Historia del Partido Aprista

Decir que el APRA fue el partido político más importante del siglo veinte peruano es
repetir un lugar común. Así lo admiten sus seguidores más acérrimos y sus más
enconados críticos. Para sustentar dicha afirmación, se suele apelar a una serie de
elementos bastante bien establecidos tanto en el imaginario colectivo peruano como en
la tradición historiográfica sobre el APRA. A continuación, entre lo más importante
podemos decir lo siguiente:

Para Aguirre, (2009, p.159) , el APRA fué el primer partido moderno y de masas
del Perú; adoptó una ideología propia que pretendía repensar el país desde una
óptica marxista latinoamericana; se dotó de una organización, una mística y una
disciplina férreas que le permitieron sobrevivir duras épocas de represión así
como cambios drásticos en su línea político-doctrinaria; protagonizó algunos de
los momentos más importantes de la historia política peruana de las últimas ocho
décadas; y resultó ganador en las elecciones para la Asamblea Constituyente en
1978 y las elecciones presidenciales de 1985 y 2006.

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Para los peruanos de todas las edades, el APRA es un referente importante de sus
pasiones y certidumbres políticas; de hecho, Aguirre (2009, p.159) manifiesta que: “para
los peruanos resulta casi imposible permanecer indiferente a su presencia, a su legado
histórico y a su ya conocido (aunque cambiante) apego por los símbolos y rituales
partidarios”.

La historia del APRA no es desconocida, aunque se extrañaba un esfuerzo de síntesis y


actualización, que es lo que ha logrado, desde una perspectiva crítica, Nelson Manrique
en su denso y detallado libro ¡Usted fue aprista!. Manrique (2009).

La producción bibliográfica sobre dicho partido es abundante, e incluye tanto materiales


escritos desde posiciones proapristas (Luis Alberto Sánchez, Felipe Cossío del Pomar,
Percy Murillo Garaycochea y Andrés Townsend Ezcurra) como aquellos virulentamente
críticos, redactados generalmente por ex militantes (Víctor Villanueva, Luis E. Enríquez,
Magda Portal y Luis Chanduví, entre muchos otros). Por supuesto, hay esfuerzos que se
alejan de estos dos polos e intentan un acercamiento más equilibrado, aunque no
necesariamente “neutral”. Podemos mencionar aquí los trabajos de Steve Stein, Fredrick
Pike, Steven Hirsh, Margarita Giesecke, Imelda Vega Centeno, Pedro Planas, Ricardo
Melgar y David Nugent (algunos de ellos ausentes en la bibliografía del texto que
comentamos).

Para Aguirre, (2009, p. 160) sostiene que:


El libro de Manrique constituye el más extenso y sistemático esfuerzo realizado hasta
hoy por resumir la trayectoria política del APRA a partir de una perspectiva crítica que
se anuncia desde el título. Al presentarlo, con un exceso de modestia, como bases para
una historia crítica del APRA, el autor busca establecer con claridad los límites de su
labor: cubrir en toda su complejidad una trayectoria de más de ocho décadas resulta
imposible, por lo que este trabajo tenía necesariamente que limitarse a ciertos aspectos
y episodios de la historia del partido, fundamentalmente aquellos relacionados con su
dirección política y sus formulaciones doctrinarias.

En pocas palabras, y a riesgo de no hacer justicia a la riqueza de la información


presentada en sus más de cuatrocientas páginas, la historia que nos relata
Manrique es el recuento de una serie de traiciones, virajes, inconsistencias y

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frustraciones que marcan el abandono de posiciones originales revolucionarias,
insurreccionales, antiimperialistas y antioligárquicas, en favor de posturas
proimperialistas, anticomunistas, prooligárquicas y en tiempos del segundo
mandato de Alan García neoliberales. Los líderes del APRA, empezando por su
fundador e ideólogo Víctor Raúl Haya de la Torre, aparecen en este libro como
personajes sinuosos y con pocos escrúpulos, dados siempre a usar la conocida
escopeta de dos cañones; oportunistas dispuestos a claudicar o transar con el
enemigo que hasta hace poco los perseguía; dirigentes alejados de las verdaderas
aspiraciones de las masas, cuyas esperanzas y sueños fueron traicionados una y
otra vez.

“El partido aprista es retratado como una organización en la que los jerarcas
suprimen las voces discordantes y se confabulan para imponer a veces por la violencia
sus poco principistas vaivenes políticos y doctrinarios” Aguirre, (2009, p. 161).

Hay mucho de cierto en esto, naturalmente, y Manrique no es el primero en ofrecer este


retrato del APRA. Es más, no creo que sea injusto decir que casi todo lo que señala el
autor ya ha sido dicho o escrito por otros estudiosos de la trayectoria política del aprismo.

Según Aguirre, (2009, p. 161) expresa lo siguiente:


Recorriendo las páginas de este libro, uno tiene la sensación de andar por caminos ya
transitados; así, hay secciones enteras que son poco más que glosas de autores como
Víctor Villanueva, Thomas Davies y Héctor Cordero. El mérito de Manrique radica en
haber sistematizado un cúmulo de información dispersa y ofrecer un recuento bastante
apretado pero comprehensivo (si bien no siempre coherente) de la trayectoria política
del APRA. Es un libro laborioso, fruto de varios años de trabajo; sin embargo, nos deja
la impresión de no ser tan original como hubiéramos deseado ni tan cuidadoso en los
aspectos formales (hay repeticiones innecesarias, notas a pie de página algo
superficiales y una, a ratos, desordenada presentación de los materiales). De hecho,
extrañamos un argumento central que recorra el libro a manera de explicación histórica
de la trayectoria aprista. Por un lado, esta limitación se debe al escaso uso de nuevas
fuentes, que hubieran enriquecido la perspectiva analítica y abierto nuevas líneas
interpretativas. Por otro, ella se explica por el hecho de ser un libro que bien podría
presentarse como la «crónica de una traición anunciada», en el que la historia se conoce

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por anticipado y solo vamos a confirmar lo que todos ya sabíamos. Para ilustrar la
manera en que estas limitaciones afectan nuestra comprensión del fenómeno aprista,
quisiera detenerme brevemente en tres temas que me parecen importantes. El primero
es el de la (supuesta) condición «revolucionaria» del APRA «primigenia», respecto de
la cual los diversos «virajes» sucesivos indicarían un alejamiento y una traición.

Por momentos parecería que, según Manrique (2009) citado por Aguirre, (2009), p.162)
efectivamente:
El APRA nació revolucionaria y luego sus dirigentes con Haya a la cabeza traicionaron
sus ideales y se vendieron al imperialismo y la oligarquía. En otras ocasiones, sin
embargo, uno tiene la impresión de que desde el comienzo se trató de un movimiento
que apelaba a meros artificios discursivos para engatuzar a las masas, y cuyas alharacas
retóricas escondían un proyecto vertical y autoritario que seguía básicamente los
dictados de un líder megalómano y errático. Ya en 1928, después de todo, como el autor
recuerda, José Carlos Mariátegui había marcado sus diferencias con el proyecto aprista
y su supuesto carácter revolucionario. Y el propio Manrique sostiene que «la doctrina
del APRA nunca fue tan radical como suele creerse». Entonces, ¿tuvo o no el partido
aprista una matriz revolucionaria? Si la tuvo, ¿qué clase de revolución propugnaba en
cada coyuntura específica? Y, además, ¿hasta cuándo puede hablarse de un APRA
«revolucionaria»? El libro de Manrique no ofrece respuestas concluyentes a estas
preguntas.

A decir Aguirre, (2009, Pp. 162-163) menciona sobre los dirigentes y bases del partido
Aprista:
El segundo aspecto tiene que ver con las relaciones entre dirigentes y bases, y sobre
todo con la manera como se interpreta la conducta de estas últimas, lo cual nos lleva a
la interpretación histórica de la longevidad del APRA. Manrique se detiene en
explicaciones bastante convencionales justo cuando el problema reclama un tratamiento
más creativo y complejo. Así, el autor cita al parecer aprobatoriamente lo que escribió
Víctor Villanueva para «explicar» la supervivencia del partido: «Para los apristas de la
“vieja guardia”, el aprismo no constituye una doctrina política-social; para ellos es
solamente una fe. El aprista no piensa, solamente siente; su actitud es meramente
sentimental y emotiva, de ningún modo intelectual ni consciente. Rinde culto al “jefe”
y lo sigue sin importarle mucho ni poco hacia dónde se dirige». ¿Es sostenible, nos

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preguntamos, la idea de que «el aprista no piensa»? Manrique parece luego querer ir
más allá de este razonamiento cuando sostiene que «a pesar de la inmensa fe profesada
por los apristas, fue necesario realizar un gran esfuerzo de racionalización para que
semejante viraje ideológico fuera aceptado». Pero a continuación se limita a transcribir
el texto de una marcha titulada Convivencia como muestra de que «los artistas apristas
se esforzaron por presentar la nueva línea como una decisión correcta», sin entrar a
discutir en mayor profundidad ese «esfuerzo de racionalización» y su recepción entre
los militantes. Explicar la lealtad de las bases apristas por su «fe» o su «fanatismo», e
incluso por «la divinización del líder» o el hecho de «vivir la militancia como una
religión», si bien remite a aspectos centrales de la experiencia del aprista de carne y
hueso, no ayuda a entender las complejas relaciones entre el partido y sus militantes.
Por el contrario, la postura del autor sugiere la existencia de una actitud pasiva y acrítica
por parte de estos últimos. Esta imagen de la militancia aprista, irónicamente, se
emparenta con una forma de ver la historia que Manrique, en otros contextos, habría
sin duda rechazado. Esa fe y ese fanatismo —que otros llamarían mística partidaria—
requieren a su vez ser explicados en lugar de ser usados para zanjar el debate sobre la
conducta de los militantes apristas de cara a los virajes de sus dirigentes. ¿Se puede
hacer, por decirlo de alguna manera, una «historia desde abajo» del APRA? Un esfuerzo
tanto de investigación empírica como de rigurosa interpretación analítica sería
necesario para tratar de desentrañar las lógicas políticas que sustentaron la terca lealtad
de las bases apristas hacia sus líderes y su partido. Valgan verdades, esta historia del
APRA «desde abajo» es una tarea que escapa a las posibilidades de un solo
investigador, y probablemente no formaba parte de la agenda de trabajo de Manrique.

“No obstante, no podemos dejar de mencionar que la manera como el autor interpreta
el rol de las bases en esta historia elude un tratamiento más complejo y matizado del
problema” Aguirre, 2009, p.163).

Según Aguirre, (2009, p. 164) nos da una conclusión sobre el último punto el cual es:
El tercer y último punto al que quiero referirme se relaciona con la interpretación sobre
el legado del APRA y su contribución a la vida política del país. Todo movimiento
político tiene sus luces y sus sombras, pero en la visión de Manrique pocas luces asoman
en el horizonte del aprismo. Análisis históricos del PRI o del peronismo para mencionar
dos movimientos con claros parentescos con el APRA que solo se detuvieran en las

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traiciones, los virajes, la corrupción y el autoritarismo de sus dirigentes harían
ciertamente muy difícil la comprensión de sus trayectorias y sus contribuciones a la
vida política y, por qué no, a la democratización de sus respectivos países. Una manera
de ver las cosas sería imaginarse el siglo veinte peruano sin el APRA. Otra, especular
qué habría pasado si Haya llegaba a la presidencia en 1931 o si el ejército no se hubiera
convertido en el principal obstáculo para la victoria de dicho partido. Pero dejando de
lado cualquier especulación contrafáctica, lo cierto es que existe un aporte del APRA a
la vida política peruana bastante más complejo y ambiguo de lo que el texto de
Manrique permite vislumbrar.

El autor dedica este libro a su padre, militante del APRA desde las primeras épocas y
«cuyas ilusiones de viejo aprista fueron rotas por el gobierno de Alan García». Entender
por qué dichas ilusiones —como las de miles de militantes apristas— se mantuvieron
vivas durante tantas décadas y no fueron destruidas por los múltiples virajes,
componendas, prácticas antidemocráticas y deserciones que se produjeron antes del
gobierno de García exige un esfuerzo que vaya más allá de la recapitulación de las
sucesivas traiciones del partido aprista y sus dirigentes. El libro de Nelson Manrique, con
sus virtudes y limitaciones, ayudará a los historiadores del futuro a recorrer ese camino.

1.2. Fundador del Partido: “Víctor Raúl Haya de la Torre”

Bernal, (2013, p.1) informa que:


Nació el 22 de febrero de 1895 en Trujillo (Perú). Hijo de Raúl Edmundo Haya y de
Zoila Victoria De la Torre. En 1913 fue admitido a la Facultad de Letras de la
Universidad de Trujillo. Se traslada a Lima para continuar sus estudios de
jurisprudencia y ciencias políticas. Es elegido presidente de la Federación de
Estudiantes del Perú, viaja por el interior del país. Líder estudiantil enfrentado a la
dictadura del presidente Augusto Bernardino Leguía (1908-1912; 1919-1930), se vio
obligado a exiliarse en Panamá, Cuba y México, donde en 1924 fundó la Alianza
Popular Revolucionaria Americana (APRA). En Perú defendió una política
indoamericanista, antiimperialista y reformista; perdió las elecciones (1931), fue
encarcelado (1932) y su partido ilegalizado (1936).

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“Inicialmente, Victor Raúl estaba sólo interesado en la educación del pueblo, y no
quería hacer política, aun cuando era sobrino carnal del Vice-Presidente de Leguía,
Agustín Haya. A este mismo tío le dijo una vez, antes de que su partido asumiera el
Poder, "Está bien que caiga el civilismo, pero no creo mucho en los que vengan a
suplantarlo" Bernal (2013, p. 1).

En sus siguientes consideraciones Bernal, (2013, p. 2) hace referencia a la fábrica de


tejidos “El Inca”:
Cuando la fábrica de tejidos "El Inca" se declara en huelga, entusiasmado por las
reivindicaciones obreras en el mundo, Victor Raúl se vuelve un ferviente defensor de
la causa obrera en el Perú, sobre todo de la jornada de ocho horas, la cual contribuye a
lograr como miembro de la Federación de Estudiantes del Perú, involucrando a los
estudiantes con los obreros y haciendo de representante de esta unión ante el gobierno
de Leguía. Luego vendría la lucha por las reformas universitarias, que también logró,
la exitosa Organización de las Universidades Populares González Prada, donde un
grupo de universitarios daban instrucción nocturna gratuita a cientos de obreros, que
llegaron a ser miles de fieles seguidores, y finalmente las huelgas y la lucha contra la
utilización de la religión para legitimar el régimen totalitario, que pretendía consagrar
la dictadura al Sagrado Corazón de Jesús. Todo lo que defendió, lo logró; sin perder su
idealismo. Varias veces intentó Leguía ofrecerle trabajo y dinero por quedarse callado,
y al no aceptar terminó ofreciéndole una pequeña fortuna, quince mil dólares de la
época, más una pensión de cien libras mensuales si se iba del país voluntariamente.
Pero su conciencia era incomprable. Esto le costó la prisión y el temprano destierro.
Era el comienzo de una vida de lucha incansable.

Bernal, (2013, p. 4) informa sobre sus últimas acciones y pensamientos:


Hasta los últimos días de su vida, Víctor Raúl no olvidaría sus ideales juveniles, y las
conversaciones con su padre repicaron siempre en su conciencia. Antes de partir a
Lima, éste le había dicho: "Lo único que te recomiendo es que seas indesmayable en lo
que te propones. Porque a este país le hacen falta hombres de voluntad." Victor Raúl
nunca olvidó su propia respuesta, que asumió como un compromiso. "El Perú necesita
una renovación desde sus raíces.", dijo entonces, como lo volvería a decir tantas veces.
"Sigo creyendo que en la obra de la instrucción del pueblo está el secreto renovador...
Ojalá haga yo algo en la vida. Pero ya lo sabes, papá, ¡desde las raíces!"

16
La fundación del Partido Aprista Peruano según Bernal, (2013, p.5) se dió en año que
el nos muestra:
Es elegido presidente de la Federación de Estudiantes del Perú, viaja por el interior del
país. Líder estudiantil enfrentado a la dictadura del presidente Augusto Bernardino
Leguía (1908-1912; 1919-1930), se vio obligado a exiliarse en Panamá, Cuba y México,
donde en 1924 fundó la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA). En Perú
defendió una política indoamericanista, antiimperialista y reformista; perdió las
elecciones (1931), fue encarcelado (1932) y su partido ilegalizado (1936).

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CAPÍTULO II

GENERALIDADES DEL PARTIDO APRISTA

2.1. ¿Qué es el APRA?


Según Cabrera, (2010, pág. 20) El Partido Aprista Peruano (APRA) es un partido
político Está dentro de los partidos políticos más antiguos de América. Entre los
partidos políticos peruanos en actividad es el más longevo, caracterizado por haber sido
despojado de victorias electorales por golpes militares o gobiernos militares luego de
haber triunfado en las urnas, también pasó por dos largos periodos de ilegalidad, tanto
bajo gobiernos militares como civiles, habiendo sido perseguido con especial saña por
Luis Miguel Sánchez Cerro y Manuel A. Odría. El Partido Aprista Peruano ha llegado
al poder democráticamente en dos oportunidades: en 1985 y en 2006, ambas bajo la
candidatura de Alan García.

Según Cabrera, (2010, pág. 20) Aunque el APRA no logró extenderse a toda América
Latina, como era el sueño de Haya, sí fue una poderosa influencia para otras
organizaciones progresistas latinoamericanas, como, Acción Democrática (AD) en
Venezuela, que tiene un logotipo semejante, y el Partido Socialista de Chile.

18
2.2. Fundación del APRA

Según Cabrera, (2010, pág. 20) El partido político latinoamericano es considerado


como tal el 7 de mayo de 1924, en un acto en el cual Haya de la Torre, cercano
colaborador del político y educador mexicano José Vasconcelos Calderón entrega al
presidente de la Federación de Estudiantes de México la bandera Indoamericana y este
acto es considerado como la fundación oficial del APRA. La formulación de sus
principios está en un artículo publicado en el número de diciembre de 1926 de la revista
inglesa Labour Monthly "What is the A.P.R.A." (en inglés), donde se formulan los 5
puntos del APRA, en la creación de un Frente Único latinoamericano (o indoamericano
según Haya de la Torre):
 Acción contra el Imperialismo
 Por la Unidad Política de América Latina.
 Por la nacionalización de tierras e industrias.
 Por la internacionalización del Canal de Panamá.
 Por la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

Cabrera, ( 2010, pág. 21) menciona: “La primera organización política aprista se crea
en 1927 en París. Finalmente el 20 de septiembre de 1930 se funda el "Partido Aprista
Peruano". Con lo cual el APRA tiene una base nacional para efectuar sus tareas”.

Según Cabrera, (2010, pág. 21) A pesar de que el APRA se proponía ser una agrupación
política internacional latinoamericana, es actualmente un partido político peruano con
una importante influencia en el pensamiento de la izquierda democrática continental.
[cita requerida] Mantiene cercanía con movimientos políticos social demócratas de
otros países de Latinoamérica. También hay que hacer notar que hubo importantes
partidos latinoamericanos de origen aprista, como Acción Democrática de Venezuela,
el Partido Liberación Nacional de Costa Rica, el Partido Socialista de Chile, el Partido
Aprista de Cuba, entre otros. Los simpatizantes del APRA, aun cuando están
diseminados por todo el país, concentran -en homenaje a su fundador Víctor Raúl Haya
de la Torre-, una mayor e importante fuerza en la región de la costa norte peruana
conocido como el "Sólido Norte".

19
2.3. El Frente Único
Según Cabrera, (2010, pág. 21) El A.P.R.A. organiza el gran Frente Único
antimperialista y trabaja por unir en ese frente a todas las fuerzas que, en una forma u
otra, han luchado o están luchando contra el peligro de la conquista que amenaza a
nuestra América. Hasta 1923, ese peligro fue presentido o interpretado diversamente.
Para unos era un conflicto de razas (sajones y latinos); para otros, un conflicto de
culturas o una cuestión de nacionalismo. De las Universidades Populares "González
Prada", del Perú, surgió una nueva interpretación del problema, y especialmente de la
forma de acometerlo. Se había ya enunciado el hecho económico del imperialismo, pero
no sus características de clases y la táctica de lucha para defendernos de él.

Según Cabrera, (2010, pág. 22) De las Universidades Populares González Prada se
lanza la primera voz en este sentido, en 1923, invocando la unión de la juventud de
trabajadores manuales e intelectuales para una acción revolucionaria contra el
imperialismo. (Véase la revista Córdoba, primera semana de febrero de 1924). En el
año de 1924 la Primera Liga Antimperialista Panamericana fue fundada en México, y
en 1925 la Unión Latinoamericana en Buenos Aires. La Liga Antimperialista fue el
primer paso concreto hacia la formación del Frente Único de obreros, campesinos y
estudiantes proclamado por las Universidades Populares González Prada, del Perú, y
bautizado con sangre en la masacre de Lima del 23 de mayo de 1923, por el gobierno
del Perú, "made in U.S.A." La Unión Latinoamericana de Buenos Aires fue fundada
como el Frente Único de los intelectuales antimperialistas. Pero la Liga Antimperialista
Panamericana no enunció un programa político sino de resistencia al imperialismo, y la
Unión Latinoamericana se limitó a fines de acción intelectual. Cuando a fines de 1924
se enuncia el programa del A.P.R.A., presenta ya un plan revolucionario de acción
política y de llamamiento a todas las fuerzas dispersas a unirse en un solo Frente Único.

2.4. El APRA como Partido


Según Cabrera, (2010, pág. 22) Desde el primer momento, el APRA apareció como "un
movimiento autónomo latinoamericano, sin ninguna intervención e influencia
extranjera", como se dice claramente en el artículo. Esta declaración significaba, sin
lugar a dudas, que la nueva organización no estaba sometida ni iba a someterse nunca

20
a la Tercera, a la Segunda o a cualquier otra internacional política con sede en Europa;
y definía así su fisonomía de movimiento nacionalista y antimperialista indoamericano.

Según Cabrera, (2010, pág. 22) Y aquí un poco de historia. A principios del otoño
europeo de 1926 y hallándome en Oxford, recibí una amistosa carta de Lozowsky, el
Presidente de la Internacional Sindical Roja o Profintern, quien me comunicaba que
después de haber leído el artículo de The Labour Monthly traducido al ruso por una
revista de Moscú, "daba la bienvenida al nuevo organismo". Lozowsky, con quien había
conversado sobre los problemas sociales y económicos americanos durante mi visita a
Rusia en el verano de 1924, no oponía en su carta objeción alguna a la declaración
expresa del APRA para constituirse en Partido, ni a su carácter autónomo, tan
nítidamente enunciado en las líneas que copio arriba. Se concretó a explicarme que
disentía de nuestro plan de incorporar a los intelectuales de ambas Américas en el
movimiento y especialmente a los norteamericanos, sosteniendo que los aliados
antimperialistas que los pueblos indoamericanos deberían tener en los Estados Unidos,
no debían ser los intelectuales burgueses o pequeño-burgueses, sino los obreros. La
carta de Lozowsky era, pues, bastante vaga y repetía las conocidas frases hechas de la
ortodoxia marxista. Conviene advertir que Lozowsky me escribía en inglés, lengua que
recién comandaba bajo la dirección de una profesora norteamericana, quien sirvió de
intermediaria durante toda esta correspondencia.

Según Cabrera, (2010, pág. 23) Respondí a Lozowsky extensamente y le ratifiqué


algunos puntos ya enunciados durante nuestra charla en Moscú: las características muy
peculiares de América, social, económica y políticamente; su completa diferencia de la
realidad europea; la necesidad de enfocar los problemas americanos y especialmente
los indo o latinoamericanos en su total extensión y complejidad. Le reiteré mi
convicción sincera de que no es posible dar desde Europa recetas mágicas para la
solución de tales problemas, expresándole que así como admiraba el conocimiento que
los dirigentes de la nueva Rusia tienen de la realidad de su país, anotaba su palmaria
carencia de información científica acerca de la realidad de América. Le advertía,
además, que estas opiniones, ya emitidas personalmente en charlas con Lunatcharsky,
Frunze, Trotsky y otros dirigentes rusos, me determinaron, después de una serena y
muy minuciosa visita al gran país de los Soviets, a no ingresar al Partido Comunista,
por creer, como creo, que no será la III Internacional la que ha de resolver los graves y

21
complicadísimos problemas de Indoamérica. Luego, respondí a sus objeciones sobre la
participación de los intelectuales en la lucha antimperialista y le expuse mis puntos de
vista sobre la misión de las clases medias y sobre la participación de los obreros
norteamericanos en la lucha antimperialista, cuestiones que trataré en los últimos
capítulos de este libro. Planteé a Lozowsky algunos puntos sobre el conflicto de los
imperialismos y sus proyecciones en la lucha liberatriz antimperialista de los pueblos
indoamericanos. Por este lado que aludía al Japón e interesaba más a Lozowsky- se
desvió la polémica epistolar, que cesó un buen día. Alguna de aquellas cartas circuló
impresa durante el Congreso Mundial de la Internacional Sindical Roja de noviembre
de 1927 y figura en las versiones oficiales publicadas por el Congreso. En ellas consta
que Lozowsky, refutando mis ideas, y lamentando que no militara yo en las filas
comunistas, aludió con generosidad a mi capacidad para enfocar los problemas de
América y a mi sinceridad política. Aparecen, asimismo, las palabras de Lozowsky
declarando su oposición a que la circulación de esa carta en el Congreso diera lugar a
exaltaciones personales por parte de ciertos comunistas criollos. Entonces, el delegado
peruano Portocarrero hizo de mí una enérgica defensa. (Versión inglesa y española del
Congreso Mundial de la Internacional Sindical Roja de Moscú, 1927).

Según Cabrera, (2010, pág. 24) Todas estas referencias cuyos detalles han sido
imprescindibles, demuestran que después de la carta de Lozowsky -portadora de una
franca enhorabuena por la fundación del APRA- la opinión cambió. Entiendo yo que
convencidos de que nuestra declaración proclamando al APRA como "un movimiento
autónomo latinoamericano, sin ninguna intervención e influencia extranjera", los
comunistas perdieron totalmente sus esperanzas de captar al nuevo organismo. El
APRA, así, no podía servir de instrumento al Comunismo.

Según Cabrera, (2010, pág. 24) La actitud aprista se definió además -poco después de
mi correspondencia con Lozowsky-, en el Congreso Antimperialista Mundial que se
celebró en febrero de 1927 en el Palacio de Egmont, de Bruselas. El APRA no fue
oficialmente invitada, pero, individualmente, fuimos especialmente llamados los
apristas con algunos prominentes intelectuales indoamericanos. La influencia y
contralor del Partido Comunista resultaron inocultables en aquella asamblea, que reunió
a las más ilustres figuras del izquierdismo mundial. A pesar de la fuerte presión
comunista y del ambiente de fácil optimismo, frecuente en tales asambleas, mantuvimos

22
nuestra posición ideológica y el carácter del APRA como organismo político autónomo
tendiente a constituirse en Partido. De nuevo el artículo de The Labour Monthly se leyó
y comentó. En los debates nos opusimos a quedar incluidos bajo el comando de la Liga
Antimperialista Mundial que, sabíamos, era una organización completamente
controlada por la III Internacional, no para el interés de la lucha antimperialista, sino
para servicio del Comunismo. Empero, cooperamos sinceramente a dar al Congreso los
mejores resultados constructivos. Rechazado por unanimidad un proyecto de resolución
presentado por Julio Antonio Mella, fui encargado de presentar otro. Así lo hice y fue
aprobado en toda su parte expositiva. En el punto neurálgico sobre la participación de
las burguesías y de las pequeñas burguesías en la lucha antimperialista, opusimos
nosotros las objeciones del APRA a las consignas comunistas. Fue entonces que se
produjo la más dramática polémica del Congreso. La delegación latinoamericana debió
sesionar reservadamente durante cinco o seis horas para convencernos. Nosotros
mantuvimos nuestras reservas. Dejando constancia de ellas, firmamos las conclusiones
del Congreso; y así aparecen en sus documentos oficiales publicados en todos los
idiomas conocidos.

Según Cabrera, (2010, pág. 25) Bruselas definió, pues, la línea teórica aprista y planteó
bien claramente nuestras diferencias con el comunismo. Era de esperarse que desde
entonces el APRA fuera el blanco de críticas acerbas. Para el Comunismo no puede
existir otro partido de izquierda que no sea el oficial de la III Internacional de Moscú,
de ortodoxia estalinista. Toda organización política que no comanda Moscú debe ser
execrada y combatida. Después del Congreso de Bruselas de 1927, lo fue el APRA.

Cabrera, ( 2010, pág. 25) menciona: “Analicemos ahora algunas de las críticas más
interesantes y más repetidas que se nos hacen, a fin de refutarlas metódicamente. Las más
importantes, como es de suponer, se dirigen especialmente contra el APRA como "partido
político".

En el capítulo anterior al tratarse de la organización del APRA, se dice literalmente:

Cabrera, ( 2010, pág. 25) menciona: "El APRA -que viene a ser el Partido
Revolucionario Antimperialista Latinoamericano, es una nueva organización formada por

23
la joven generación de trabajadores manuales e intelectuales de varios países de la América
Latina".

Y más adelante en el párrafo de conclusión:


Según Cabrera, (2010, pág. 25) El APRA representa, consecuentemente, una nueva
organización política de lucha contra el imperialismo y de lucha contra las clases
gobernantes latinoamericanas que son auxiliares y cómplices de aquél. El APRA es el
Partido Revolucionario Antimperialista Latinoamericano que organiza el gran Frente
Único de trabajadores manuales e intelectuales de América Latina, unión de los obreros,
campesinos, indígenas, etc., con estudiantes, intelectuales de vanguardia, maestros de
escuela, etc., para defender la soberanía de nuestros países.

¿Por qué debe ser el APRA un Partido Político? La respuesta la hallamos sumariamente en
el mismo artículo:
"...el Estado, instrumento de opresión de una clase sobre otra, deviene arma de nuestras
clases gobernantes nacionales y arma del imperialismo para explotar a nuestras clases
productoras y mantener divididos a nuestros pueblos. Consecuentemente, la lucha contra
nuestras clases gobernantes es indispensable. El poder político debe ser capturado por los
productores; la producción debe socializarse y América Latina debe constituir una
Federación de Estados. Es éste el único camino hacia la victoria sobre el imperialismo y el
objetivo político final del APRA, partido revolucionario nacional antimperialista".

Ahora bien, las objeciones teóricas de los comunistas pueden sintetizarse así:
1) El APRA como Frente Único Antimperialista está demás porque desempeña los mismos
fines que la Liga Antimperialista Panamericana o de las Américas: fines de resistencia al
imperialismo.
2) Como partido también está demás, porque ya existen los Partidos Comunistas para
cumplir la tarea política que se propone el APRA.
Examinemos ambas objeciones:
Según Cabrera, (2010, pág. 26) El Frente Único de las Ligas Antimperialistas
dependientes de la III Internacional sólo enuncia un programa de resistencia contra el
imperialismo. Pero resistir no basta. Protestar contra los avances del soldado yanqui en
Nicaragua o en cualquier otro de los países agredidos de Indoamérica, es solo un aspecto
de la lucha contra el imperialismo. El imperialismo es esencialmente, un fenómeno

24
económico que se desplaza al plano político para afirmarse. En Europa el imperialismo
es "la última etapa del capitalismo" -vale decir, la culminación de una sucesión de
etapas capitalistas-, que se caracteriza por la emigración o exportación de capitales y la
conquista de mercados y de zonas productoras de materias primas hacia países de
economía incipiente. Pero en Indoamérica lo que es en Europa "la última etapa del
capitalismo" resulta la primera. Para nuestros pueblos el capital inmigrado o importado,
plantea la etapa inicial de su edad capitalista moderna. No se repite en Indoamérica,
paso a paso, la historia económica y social de Europa. En estos países la primera forma
del capitalismo moderno es la del capital extranjero imperialista. Si examinamos la
historia económica indoamericana, descubriremos esta general característica: Con el
capital inmigrado se insinúa en nuestros pueblos agrícola-mineros la era capitalista. Y
es Inglaterra -donde el capitalismo define más pronto su fisonomía contemporánea-, la
nación que inicia la exportación de capitales. "Comparadas con las de otros países, las
inversiones británicas han actuado como pioneros en el descubrimiento y apertura de
nuevos campos de desarrollo" dice C. K. Hobson.

Según Cabrera, (2010, pág. 26) No se ha producido, pues, en nuestros países la


evolución que se observa en las burguesías inglesa, francesa o alemana, que fortalecidas
como clases económicas, en un largo periodo de crecimiento, capturan por fin el poder
político y lo arrebatan más o menos violentamente a las clases representativas del
feudalismo. En Indoamérica no hemos tenido aún tiempo de crear una burguesía
nacional autónoma y poderosa, suficientemente fuerte para desplazar a las clases
latifundistas -prolongación del feudalismo colonial español-, que en la revolución de la
Independencia se emanciparon de la sujeción político-económica de la metrópoli,
afirmando su poder por el dominio del Estado. A las criollas burguesías incipientes, que
son como las raíces adventicias de nuestras clases latifundistas, se les injerta desde su
origen el imperialismo, dominándolas. En todos nuestros países, antes de que aparezca
más o menos definitivamente una burguesía nacional, se presenta el capitalismo
inmigrante, el imperialismo.

Según Cabrera, (2010, pág. 26) Es bien sabido que en el proceso económico moderno
de algunos pueblos indoamericanos es difícil distinguir, a primera vista, el capital
nacional del capital extranjero y sus líneas de separación originarias. Empero, si
buscamos en todos ellos los comienzos del fenómeno capitalista, encontraremos casi

25
siempre al capital inglés o al yanqui, en oposición o en alianza entre si -más
frecuentemente en oposición-; y en torno de uno y otro, formas embrionarias o
pequeños intentos de un verdadero capital nacional.

Según Cabrera, (2010, pág. 21) Nuestras clases gobernantes y el Estado -su instrumento
político de dominio-, en sus formas elementales o relativamente avanzadas de
organización, expresan fielmente esta modalidad indoamericana del capitalismo que
coexiste en la gran mayoría de nuestros países con el poderío aún invicto del latifundio.

Según Molina, (2008, pág. 30) Luchar contra el imperialismo en Indoamérica no es solo
resistirle con gritos o protestas cada vez que el soldado extranjero, autorizado o no por
los poderes del Estado intervenido e impotente, viola su soberanía de acuerdo con la
clase o con una fracción de la clase dominante. Si examinamos la historia del
imperialismo norteamericano, por ejemplo en el buen libro de Freeman y Nearing, The
Dollar Diplomacy, se verá que siempre que los soldados yanquis han invadido nuestro
suelo, lo han hecho en apoyo de un tratado, de un convenio o de una invitación formal
de los representantes del Estado invadido. Cuando esos representantes, por cualquier
circunstancia, han sido hostiles a las medidas adoptadas por el invasor, han sido
automáticamente relevados del contralor de los negocios públicos, reemplazándolos
con elementos más dóciles. No es necesario repetir -pues todos los indoamericanos lo
sabemos bien-, que las dos terceras partes de la fuerza del poder imperialista en nuestros
países radica en el dominio que él ejerce, directa o indirectamente, sobre los poderes
del Estado como instrumento político de dominación.

Según Molina, (2008, pág. 30) La lucha contra el imperialismo en Indoamérica no es


solamente una lucha de mera resistencia, de algazara de comités o de protestas en
papeles rojos. La lucha es, ante todo, una lucha político-económica. El instrumento de
dominación imperialista en nuestros países es el Estado, más o menos definido como
aparato político; es el poder[14]. Parafraseando al fundador de la III Internacional,
nosotros los antimperialistas indoamericanos debemos sostener que la cuestión
fundamental de la lucha antimperialista en Indoamérica es la cuestión del poder.

Según Molina, (2008, pág. 30) La Liga Antimperialista Panamericana o de las


Américas, como organismo de simple resistencia o propaganda antimperialista, es un

26
organismo de limitada eficacia. Debemos en primer término, arrebatar el poder de
nuestros pueblos al imperialismo y para eso necesitamos un partido político. Las Ligas
Antimperialistas por incompletas, están demás y así se explica -¡oh aciertos del instinto
popular!- que casi han desaparecido.

Molina, (2008, pág. 31) menciono: “La respuesta a nuestras críticas sobre el papel
inocuo de las Ligas no se da en público por razones "tácticas" -secreto a voces-, pero se
sintetiza así: las Ligas no tienen acción política porque la tiene el Partido Comunista”.

Molina, (2008, pág. 31) menciono: “Y queda en pie la segunda objeción: el APRA como
Partido está demás, porque ya existen los Partidos Comunistas que llenarán las finalidades
políticas del APRA”.

Según Molina, (2008, pág. 31) También es fácil rebatir este argumento que han
sostenido especialmente los comunistas oficiales argentinos, los más ortodoxos en su
argumentación de todos los que, ya objetando o ya cayendo y levantando en el lodo de
las injurias, han recibido al APRA con ademanes hostiles. Respondemos:

Según Molina, (2008, pág. 31) El Partido Comunista es, ante todo, un partido de clase.
El Partido o uno de los Partidos -no olvidemos a los socialistas- de la clase proletaria.
Y el Partido Comunista, además de ser un partido de clase, exclusivo, cuyo origen ha
sido determinado por las condiciones económicas de Europa, muy diversas de las
nuestras, es un partido único, mundial -no una federación de Partidos-, cuyo gobierno
supremo y enérgico se ejerce absoluta y centralizadamente desde Moscú.

Según Molina, (2008, pág. 31) Los países de Indoamérica no son países industriales.
La economía de estos pueblos es básicamente agraria o agrícola-minera. Examínense
las estadísticas. El proletariado está en minoría, en completa minoría, constituyendo
una clase naciente. Son las masas campesinas las que predominan, dando una fisonomía
feudal o casi feudal a nuestras colectividades nacionales. Un partido de clase proletaria
únicamente, es un partido sin posibilidades de éxito político en estos pueblos. No
olvidemos la experiencia histórica. En los tres o cuatro de nuestros países donde se han
formado partidos comunistas, encontramos casos parecidos al de la Argentina, donde
la sección de la III Internacional, una de las más antiguas, se ha dividido en dos

27
fracciones inconciliables, cuya lucha es tenaz y enconada: el comunismo "oficial" y el
comunismo "obrero". Hay más, el comunismo argentino se ha dividido antes de haber
alcanzado una sola representación en el Parlamento de Buenos Aires en tantos años.

Según Molina, (2008, pág. 32) En la mayoría de nuestros países, la poca importancia
del Partido Comunista no necesita exagerarse para reconocer que es mínima. En Chile
y Uruguay el Partido Comunista ha logrado llevar representantes al Congreso, aunque
la situación de esas repúblicas, especialmente la de Chile, nos revela hasta ahora el
fracaso de la influencia de la III Internacional. La razón es económica. Sólo en los países
donde la industria predomina relativamente, es posible descubrir alguna débil
manifestación de las posibilidades del comunismo. No en los demás pueblos mas
definidamente agrarios por razón también económica.

Según Molina, (2008, pág. 32) Es en los países agrarios donde la joven y reducida clase
proletaria necesita aliados para tomar posiciones. "La alianza con los campesinos es
suficiente", suelen decir algunos optimistas repitiendo la salmodia leninista europea,
pero, sin referirnos a la experiencia histórica indoamericana, por obvia, recordemos
que, a pesar de su poder numérico, los campesinos en nuestros países también necesitan
aliados. Otros aliados, además de la clase obrera. Y entonces, forzoso es abandonar la
idea de un Partido de clase, exclusivamente comunista, para reconocer la necesidad de
un diferente tipo de partido político revolucionario y antimperialista que no es Partido
de clase, sino de Frente Único.

Según Molina, (2008, pág. 32) Antes de seguir adelante, detengámonos en otro punto
de vista referente a la falta de progreso del Partido Comunista en Indoamérica. Lo
primero que el observador atento descubre al estudiar la realidad política rusa es la
extraordinaria capacidad de los líderes, su sólida preparación y solvencia intelectual y
el conocimiento científico del gran problema de su país. El contraste con los líderes
criollos es definitivo. En nuestras repúblicas existe lo que Trostky llamaba, en un
capítulo memorable de sus polémicas con Gorki, "bohemia revolucionaria". Al
corbatón y sombrero de anchas alas del anarquismo intelectual contra todo y contra
todos -nuestro rebelde profesional- ha sucedido otra arrogancia menos pintoresca y
menos estética, pero no menos exhibicionista del comunoide fanfarrón e inculto. ¡Freud
encontraría mucho que estudiar y descubrir en esta devoción del alarde externo de

28
nuestros improvisados reformadores del universo! Entre ellos, tenemos ya el tipo
bastante conocido del nuevo burócrata "revolucionario": el que ha conseguido una
Secretaría de Partido a sueldo, posición que defiende con frases hechas, con ademanes
hieráticos y dogmatismo simplista, mientras abulta "la curva de la felicidad" del vientre
orondo y burgués y mira desdeñosamente al "hombre-masa" que llegue hasta él.

Según Molina, (2008, pág. 33) Es ese falso liderismo de los comunistas criollos el que
ha contribuido en mucho al rápido naufragio del barco bolchevique en nuestros mares.
Entretanto, las grandes mayorías del proletariado indoamericano no han variado sus
rumbos. Nuestra clase obrera, a medida que va definiendo más y más su conciencia de
clase, adquiere con mayor justeza el sentido de la realidad. El proletariado consciente
de Indoamérica ve con simpatía, con admiración y con curiosidad el gran fenómeno
social de la Revolución Rusa, pero intuye las grandes diferencias de medio, de raza y
de condiciones históricas entre el gran continente eslavo y nuestros pueblos. Adivina,
además, las hondas diferencias éticas y mentales que separan a los conductores de la
obra soviética de la mayor parte de los aupados dirigentes del comunismo criollo. Por
eso mira a éstos con sincera repugnancia y no los sigue.

Según Molina, (2008, pág. 33) Ese contraste, que es intuición casi vidente en nuestro
proletariado, se percibe claro, rotundo, desconsolador, en Rusia misma. De él se puede
tener también una impresión más o menos exacta, conversando con los obreros o
intelectuales sinceramente revolucionarios, comunistas o no, que hayan visitado Moscú,
libres de alucinaciones. Cabe, pues, afirmar que -amén de las condiciones de nuestra
realidad-, el partido comunista no ha progresado ni relativamente entre las clases
obreras de estos países debido a la evidente incapacidad de sus líderes. Porque aunque
históricamente no se pueda aceptar la proximidad de una dominación comunista
europea en Indoamérica, creo que, bajo una inteligente dirección, gran parte de las
masas proletarias que hoy militan en los partidos socialistas, laboristas y radicales de
México, Argentina, Chile, etc., en alianza con las clases medias, pudieron ser captadas
aunque fuera sentimental y temporalmente por el comunismo. Pero ni los partidos de
izquierda no comunistas, han disminuido sus masas obreras, ni las poderosas
organizaciones sindicales apolíticas que agrupan buen número de trabajadores han
mermado sus filas. Los partidos de obreros y campesinos, de artesanos y clase media,
y las filas sindicalistas siguen tan fuertes como antes en Buenos Aires, Santiago, Río de

29
Janeiro, La Habana y México, etc. ¡Y no se diga ahora que las masas obreras siguen a
los socialistas o sindicalistas por estupidez o ignorancia! ¡Libremos a las masas obreras
de semejantes cargos, que corresponden más bien a los líderes comunistas criollos! La
justicia así lo exige... Son ellos, paralíticamente ortodoxos, los que confirman el
apotegma indiscutible: No hay pueblo o masa buenos o malos; sólo hay dirigentes
buenos o malos.

Según Molina, (2008, pág. 34) De otro lado, la estricta organización centralizada del
Partido Comunista no permite a sus dirigentes de Moscú, un conocimiento de los
problemas lejanos de América. Hablando de este tema durante el Congreso
Antimperialista de Bruselas con uno de los comunistas que formaron la aplastante
mayoría de esa asamblea, me refirió que, al tratarse del entonces posible reconocimiento
de la República Soviética por el Uruguay, se insinuó oficialmente en Moscú la
conveniencia de designar a la Kollontay representante diplomático en México y
Montevideo, simultáneamente, por ser "países próximos". Como quien dice El Salvador
y Guatemala o Haití y Santo Domingo. Es explicable, por otra parte, que los líderes
rusos no puedan tener conocimiento exacto de todos los problemas del mundo. El éxito
relativo de los comunistas en Francia se debe al indiscutible valor intelectual de los
líderes franceses. Basta oírles en la Cámara de Diputados de París para apreciar su gran
capacidad política, su indiscutible sentido realista. El fracaso del Comunismo en
Inglaterra se debe, también, a que la III Internacional no cuenta con adeptos de
importancia que logren arrancar a las masas de la dirección de los laboristas. De lo
primero que yo me convencí en Moscú fue del desconocimiento, casi total, que se tenía
en Rusia de Indoamérica. Tuve oportunidad de leer algunos originales informes y
conversar con varios líderes sobre la situación política y social de nuestros países.
Repito: el desconocimiento era casi absoluto. En el discurso del Presidente de la Tercera
Internacional, Zinovieff, durante el V Congreso Comunista Mundial, en el verano de
1924, después de una breve referencia a los movimientos de Argentina y Chile, dijo
más o menos estas palabras: "poco o nada sabemos de la América Latina". Y ante una
objeción del delegado de México, Bertram D. Wolfe, intelectual yanqui, quien criticó
esa ignorancia, el entonces ídolo y hoy proscrito jefe del comunismo, respondió: "no es
nuestra culpa, es que no se nos informa". Este diálogo lo escuché desde la tribuna de
los periodistas.

30
Según Molina, (2008, pág. 34 La ignorancia de nuestros problemas en Moscú es debida
no sólo a los comunistas de Rusia. Examínese el programa de los partidos o grupos
comunistas de América y véase si existe alguna referencia concreta al Imperialismo
yanqui en nuestros países, antes de 1923. En 1924, durante las elecciones presidenciales
de los Estados Unidos del Norte, el Workers Party of America o Partido Comunista,
presentó como candidato a la presidencia de la república, al líder Foster. El candidato
enunció un programa de reivindicaciones. Fácil era que ese programa abarcara todos
los puntos que puede contener el de un candidato que sólo tiene que ofrecer. Empero,
ni una sola palabra sobre imperialismo estaba escrita en él. Y en aquella época ya
nuestro movimiento antimperialista se hallaba en marcha. ¡Es el Workers Party que ha
exigido, después, el contralor de las Ligas Antimperialistas y el que aún las controla
bajo el supremo comando de Mister Manuel Gómez, desde Nueva York!

Según Molina, (2008, pág. 35) Mientras tanto, el imperialismo ha avanzado


triunfalmente, hasta convertirse en un peligro inmediato para todos nuestros pueblos.
¿Vamos a esperar que los líderes del comunismo criollo se capaciten, estudien o se
transformen y descubran al final nuestra realidad, para que entonces nos dirijan con
bien? ¿O vamos a repetir con ellos la historia de su etapa anterior de tanteos o intentonas
que no se han acercado ni remotamente al éxito?

Molina, (2008, pág. 35)menciono: “Será el Partido Comunista con sede y gobierno
indelegable en Moscú el que conduzca a Indoamérica a su victoria contra el imperialismo”.

Según Molina, (2008, pág. 35) ¡Reflexionemos, sobre un mapa del mundo, ante una
historia de nuestros pueblos y con honrada conciencia de nuestra realidad! La respuesta,
aun la de los mismos comunistas capaces -de los pocos realistas tildados
despectivamente por los demás como "derechistas", "intelectuales", "pequeños
burgueses", etc.-, es negativa. El Partido Comunista en Indoamérica carece de fuerza y
de autoridad para conducir la lucha antimperialista. Ni el nombre de la III Internacional,
ni el nombre de su Liga Antimperialista Panamericana o de las Américas, condenada al
fracaso, podrá nada. La fuerza de la corriente antimperialista es, en nuestros pueblos,
más antigua que la III Internacional y más vasta que los exclusivismos de su partido de
clase. Para que una clase social en Indoamérica fuera capaz de dirigir victoriosamente
por sí sola a nuestros pueblos en la lucha antimperialista, tendría que llegar a las

31
condiciones que Marx señala para la efectividad del comando clasista en una
revolución: "Para que la emancipación de un pueblo coincida con la emancipación de
una clase dada dentro de una sociedad burguesa, es necesario que esa clase como tal,
represente al total de la sociedad". Y éste, justamente, no es el caso de nuestra naciente
clase proletaria y menos aun del endeble Partido Comunista en Indoamérica, que ni
siquiera la representa. El movimiento antimperialista, que es y debe ser movimiento de
Frente Único, demanda, por lo tanto, una organización política de Frente Único
también. Las Ligas Antimperialistas no bastan y el Partido Comunista sobra.

Molina, (2008, pág. 35)menciono: Quedan así refutadas y destruidas las dos objeciones
centrales del comunismo criollo contra el rol del APRA como Frente Único y como Partido
Antimperialista en Indoamérica.

2.5. Fundación del Partido Aprista Peruano (PAP)

Según Paredes, (2006, pág. 50) Durante la vida republicana en nuestra política del siglo
XX en el tercer decenio ocurrió un hecho histórico, en la noche de 20 de Setiembre de
1930, un grupo de trabajadores manuales e intelectuales, reunidos en un taller de
ebanistería, en el barrio de la Victoria, Lima aprobaron y suscribieron el Acta de
Inauguración de la Sección de APRA en la ciudad de Lima.

Según Paredes, (2006, pág. 50) El Partido Aprista Peruano surgió en un crucial periodo
de nuestra historia republicana, en cuanto a los partidos políticos tradicionales no
lograron sobrevivir la prolongada autocracia del Oncenio. Tal es así que el Partido Civil
o civilista feneció de forma oficial cuando los representantes más notables como: los
doctores Matías Manzanilla y Manuel Vicente Villarán expresaron al corresponsal de
“La Nación” de Buenos Aires que el Partido Civil había dejado de existir; en tanto el
partido de don Nicolás de Piérola “El Partido Demócrata” casualmente había
desaparecido después de la muerte del Califa.

Paredes, (2006, pág. 50) menciona: Aunque algunos años más muy esporádicamente
tuvo la vigencia en la formación de coaliciones en épocas electorales. La misma suerte

32
corrió con el Partido Demócrata Reformista de Leguía, que con la muerte del dictador
desapareció en 1930.

Según Paredes, (2006, pág. 50) La significativa contribución del naciente Partido
Aprista Peruano como partido político en el Perú fue: “en la gran inquietud que despertó
en los jóvenes, principalmente entre los estudiantes y trabajadores, alcanzando
organizar una fuerza auténticamente popular a través de la cual movilizaron a los
sectores mayoritarios que hasta entonces había permanecido al margen del acontecer
político del país”. De manera que se podría decir que el Partido Aprista Peruano había
conseguido colocar al pueblo en la categoría de protagonista de su propio destino, esto
fue a base de una intensa disertación ideológica de sus líderes y un esfuerzo tenaz de
movilizaciones políticas como también la organización partidaria y acciones en defensa
de los sectores más explotados.

Según Paredes, (2006, pág. 51) El otro punto que quiero resaltar aquí es que antes de
suscribir el Acta de Inauguración de la Sección de Apra en Lima, existían ya
constituidos varios secciones apristas en otros países. Tal fue el caso de la célula aprista
de Paris (Francia) que funcionó desde el año de 1927, las secciones del Apra en Costa
Rica, México, Santo Domingo, Bolivia, en Argentina existió dos células activas uno en
Buenos Aires con Juan de Dios Merel Dulanto y en la Plata con Luis E. Heysen, sin
embargo faltaba en el país donde nació Haya de la Torre.

Según Paredes, (2006, pág. 51) Cuando se vislumbraba la caída de Leguía en aquella
época, “los apristas multiplicaron sus actividades especialmente en las Secciones
Apristas de México y Buenos Aires, para lo cual designaron a Luis E. Heysen y Luis
Eduardo Enríquez por orden de Haya de la Torre” para que organice los preparativos
de la creación del Sección Aprista en el Perú. Entonces, Enríquez retornó al país por
vía Cuzco en el mes de Abril de 1930, pero cayó en poder de la policía y fue apresado,
con la caída de Leguía el 22 de Agosto de 1930, el nuevo gobierno dio amnistía política
y así salieron muchos apristas entre ellos, Luis Eduardo Enríquez.

Según Paredes, (2006, pág. 51) Justamente los miembros del nuevo Partido Aprista
Peruano: “se reunieron consecuentemente los meses anteriores en la misma vivienda
donde se suscribió el Acta, la residencia perteneció a Carlos Muñoz ubicado en la calle

33
“El Milagro” de la ciudad de Lima”. Conforme se puede verificar en los diversos textos
publicados, el Acta de Inauguración de la Sección del Apra en Lima” en donde se
constituyó un Comité Ejecutivo fue encargado la Secretaría General al odontólogo de
origen cuzqueño Luis Eduardo Enríquez; la comisión de economía a Alfredo Gamboa,
además las comisiones de propaganda y disciplina, y también aprobaron la publicación
de un semanario titulado “Apra” como vocero oficial. En aquella reunión participaron
líderes apristas como Alcides Spelucín, Magda Portal, Serafín del Mar –seudónimo del
escritor huancaíno Reynaldo Bolaños-, Francisco Galarreta, Arturo Bravo Pinto, Emilio
D. Puente entre otros.

Sin embargo, desde la creación de este nuevo partido político, los apristas fueron
perseguidos y encarcelados. Hoy el Apra es uno de los partidos políticos más longevos de
nuestro país. A la fecha cuenta con más de ocho decenios de vida política ininterrumpida.
No obstante que dentro de este periodo tuvo épocas de virajes, retrocesos y triunfos, de
modo que los apristas rememoran las épocas de persecuciones políticas también los
encarcelamientos en los gobiernos dictatoriales de Sánchez Cerro, Benavides y Odría. Estas
épocas incluso: “fueron declarados como ilegal y proscrito”. A estas pesadumbres de los
apristas, Basadre refirió al respecto: “Poco después de establecerse el nuevo partido fue
perseguido como eran las organizaciones de la extrema izquierda. La persecución alcanzó
a los principales dirigentes del Apra (...) Seoane fue desterrado a Buenos Aires junto a Luis
Heysen, acusados ambos de actividades conspirativas al gobierno peruano (...)”.

Según Paredes, (2006, pág. 52) En 1932 las persecuciones continuaron con mayor
tenacidad por el gobierno de Sánchez Cerro, veintitrés representantes apristas ante la
Asamblea Constituyente fueron desaforados, perseguidos y posteriormente desterrados.
El día 7 de Julio del mismo año amaneció entre balas y movimientos callejeros. Se había
iniciado un proceso de revolución en Trujillo liderado por un militante aprista de
nombre Manuel Barreto a quien la gente, por su contextura robusta lo llamó como “el
Búfalo”. Este fue un líder obrero aprista nacido en Callao al parecer los apristas le deben
su seudónimo a este hombre.

Según Paredes, (2006, pág. 52) Los revolucionarios llegaron a tomar la ciudad, y fue:
“nombrado el Prefecto del pueblo Agustín Haya de la Torre, hermano del fundador del
Apra”. La respuesta del gobierno de turno fue muy aplastante y dramática, en efecto,

34
“miles de aprista fueron perseguidos, torturados y fusilados en Trujillo. Aun así, el
proceso revolucionario que se había iniciado en Trujillo”. Posteriormente fue
secundado pronto por movilizaciones populares en diferentes puntos del país:
Cajamarca, Huaraz, Huancavelica posteriormente en Ayacucho.

Según Paredes, (2006, pág. 53) El día 30 de Abril de 1933 fue asesinado Sánchez Cerro.
Lo sucedió en el poder el General Benavides, reiniciando una nueva y dura etapa de
persecución de los apristas. La represión continuó y los presos políticos del Real Felipe,
realizaron huelga de hambre para entonces, el proceso contra Haya de la Torre cobró
un giro inesperado. “En el mes de mayo del mismo año, los empleados del juzgado se
constituyeron a la cárcel con el objetivo de realizar la declaración instructiva de Haya
de la Torre”. Según Murillo (1976), el líder aprista se negó cooperar y declarar dicha
instructiva, sin embargo, por consecuencias de un criminal atentado en su celda, Haya
de la Torre fue liberada. En el mes de Agosto de 1933 se dictaron algunas medidas a
favor de los perseguidos políticos, entre ellas, la ley 7782 para los presos políticos, la
autorización de las libertades públicas y el corte a todos los juicios de excepción de las
acciones protagonizadas por la corte marcial que se refería fundamentalmente a los
expatriados. En el mes de Octubre se reabrieron los locales del partido y, pese a la
oposición de los remanentes sanchecerristas, el diario de circulación nacional “La
Tribuna” volvió a circular. Se inauguraron 20 locales de la universidad popular
“González Prada”. También se inauguraron los primeros comedores populares del
pueblo. Volvían los desterrados quienes impulsaron la reorganización de la maquinaria
del partido. Y en el mes de noviembre en la Plaza de Toros de Acho nuevamente se
reunió el pueblo para escuchar las propuestas del fundador del Apra.

Según Paredes, (2006, pág. 53) Todo parecía que andaba bien, hasta que Riva Agüero
fue nombrado presidente del gabinete del General Benavides en 1934, inmediatamente
reinició una nueva y dura etapa de persecución al partido aprista peruano. Sin embargo
los apristas reclamaron elecciones limpias al Gral. Benavides, igualmente la
reincorporación de los parlamentarios destituidos, y también exigieron la derogatoria
de la Ley de Emergencia que estuvo vigente. El descontento de la población creció cada
vez más por los rumores sobre una probable postergación de las elecciones. En efecto,
en: “un breve tiempo, con el apoyo de la Alianza Nacional y un grupo de militares en
actividad intentaron sublevarse con resultados insignificantes. Se produjeron los actos

35
de insurgencia en defensa de los derechos del pueblo. Por delación se frustró la
conspiración y fueron apresados más de 200 apristas”. En el año de 1935 el partido
aprista fue declarado ilegal, el sustento de tal determinación fue en que en el Art. 53 de
la Constitución del 1933, declaró fuera de la ley a los partidos políticos de carácter
Internacional. En 1936 se ratificó la medida que proscribió al partido de Haya de la
Torre impidiéndosele la participación en las elecciones generales. En 1937 en el norte
de Lima fue asesinado uno de los mejores líderes Manuel Arévalo Cáceres, al capturarlo
lo aplicaron la Ley de la fuga disparándole un artero balazo por la espalda. “Estas
dramáticas situaciones de los aprista hasta el años de 1945, fueron sometidos a una
implacable persecución, denominada como la gran clandestinidad”. Y que después
prosiguieron durante el gobierno del Gral. Odría. De hecho estos acontecimientos
formaron, forman y formarán parte de las memorias de los apristas. Cómo son
recordados por sus militantes especialmente en Ayacucho.

Según Paredes, (2006, pág. 54) En consecuencia el Apra fue el primer partido moderno
y de masas de nuestro país; adoptó una ideología propia que pretendía repensar el país
desde una óptica marxista latinoamericana; se dotó de una organización, una mística y
una disciplina férrea que le permitieron sobrevivir duras épocas de persecuciones y
encarcelamientos, así como cambios drásticos en su línea político-doctrinaria;
protagonizaron los momentos más importantes de la historia política peruana de las
últimas ocho décadas. Para los peruanos de todas las edades, el Apra es un referente
importante de sus pasiones y certidumbres políticas: de hecho, resulta casi imposible
permanecer indiferente a su presencia, a su legado histórico y a su conocido aunque
cambiante apego por los símbolos y rituales partidarios.

36
CAPÍTULO III

IDEOLOGÍA DEL PARTIDO APRISTA


3.1. Ideología
Para Gálvez, (2008, P. 56) de acuerdo su investigación plantea que: La
ideología de nuestro partido Aprista es nativa, autónoma y cuenta con
personalidad teórica propia. Sostiene la obligación de la creatividad política, al
efecto, propugna la afirmación de una genuina perspectiva de análisis de los
problemas nacionales, que conduzcan a la formulación de principios y acciones
auténticas e idóneas para resolverlos.

Según (Vallejo, 2011, P. 15) manifiesta que el Apra tuvo cuatro ideas que le ayudaron
a fortalecer su partido.
El APRA, reconocer fuentes de inspiración tanto en el campo de las ideas como
en el de los acontecimientos sociales. En el primero se encuentran. El
hegelianismo, el anarquismo, El MARXISMO, y, de manera singular, El
relativismo. En el segundo destacan la Revolución Mejicana y la Reforma
Universitaria. De Hegel, incorporó la dialéctica. El anarquismo le legó su
identificación laboral y su enfoque libertario. El Marxismo le dio un método
para la interpretación crítica de la realidad; del Relativismo, adoptó el Principio
del Espacio-tiempo. La Revolución Mejicana y la Reforma Universitaria, le
señalaron el papel determinante que corresponde a la participación social masiva
y organizada en la gestión y forja de los hechos políticos de gran significación
histórica.

(P. 15) El APRA, como organización representativa del Frente Único de


Trabajadores Manuales e Intelectuales aspira a una pacífica transformación
social que elimine la explotación del hombre por el hombre, instaure una
auténtica sociedad antiimperialista, democrática popular y económica que
permita la construcción de una sociedad más justa, más libre y más culta para
armonizar el cambio social y desarrollo.

En el (P. 16) según el autor señala que: El APRA considera al hombre como el
fin y gestor de la historia, sin posibilidades de ser usado como instrumento para

37
nada ni por nadie. El Estado, las ideologías y los partidos políticos en el campo
social, deben estar en función del mismo, Consecuente con ese postulado
humanista, propugna la vigencia objetiva de las garantías democráticas, los
derechos humanos y las libertades fundamentales, especialmente las de la
opinión y comunicación. El APRISMO, estima que el problemas fundamental
del Perú, es su dependencia del imperialismo, que busca sus propios beneficios
económicos y políticos, propicia la desarticulación de los pueblos y aliena la
vida y los valores culturales y espirituales de sus habitantes. El imperialismo
impide, por tanto, su plena realización nacional, acción en la que tiene como
alienados a sectores de la clase dominantes oligárquicos o político-sindicales
enajenados a sus intereses.

Por lo tanto, según Gálvez, (2008, P. 66) manifiesta que:

El antiimperialismo llega así a constituirse en el rasgo que mejor tipifica al


Aprismo, Los sectores afectados por la situación de dependencia, la clase
trabajadora, los intelectuales, los pequeños y medianos propietarios, industriales
y comerciantes agrupados en una gran frente poli clasista de trabajadores
manuales e intelectuales, deben llevar adelante el esfuerzo de liberación
nacional, erigiendo un nuevo tipo de Estado, el Estado antiimperialista, La tarea
principal del Estado antiimperialista es sentar las bases de una Economía
Orgánica, con objetivos y metas claramente definidos con el fin de llegar al
establecimiento del Congreso Económico Nacional que a partir de la
Concertación Nacional, conjugue la participación democrática de los
trabajadores y las instituciones involucradas en la producción, propugna
asimismo, la instauración y mantenimiento del pluralismo económico, basado
la existencia de diferentes tipos de propiedad privada, estatal, autogestionaria
cooperativa, con énfasis en esta última.

El autor según su investigación dice que su ideología del APRA aspira a que la
riqueza del país encuentre bajo el control predominante de peruanos por lo que
plantea Nacionalización progresiva de tierra industrias. Pese a esa posición,

38
propugna y acepta el aporte del capital, la tecnología y capacitación no devenga
hegemónica de ningún sector de la Economía Nacional.

Para Vallejo, (2011, P. 15) En el aspecto internacional, finalmente Aprismo


identificado con el pensamiento Bolivariano, aboga y lucha por la unidad
Integral de América Latina, mediante una progresiva integración económica-
política, la formación de un mercado común y la consolidación de regímenes
democráticos en los países del área. Este postulado integracionista se
complementa con el de solidaridad con todos los pueblos oprimidos del mundo,
en el marco de un interdependiente y pacífica convivencia.

3.2. Según el fundador

Espinoza (2015, P. 28) de acuerdo a la recopilación que elaboro sostiene que:

El APRA se sitúa en el plano más realista de su época y de su ubicación en la


geografía y en la historia económica de la humanidad. Nuestro tiempo, nuestro
espacio económico señalan una posición y un camino en HOY, guste a algunos
y disguste a muchos. El APRA no es enemiga del capital extranjero eso se refleja
de las lecturas profundas del pensamiento HAYISTA.
Según Haya, debemos aprovechar la experiencia histórica del mundo – obtener
todos los beneficios de la tecnología y la nuevas ciencias, procurando amenguar
de manera gradual los dolores y todos sus aspectos de injusticia.

El autor comenta que: “El APRA esta trabajando según su filosofía en propiciar
un Estado, basado no solo en el ciudadano como cantidad, sino en el ciudadano como
calidad. Estamos luchando porque los peruanos participen sin abandonar su función
vital de trabajadores”.

Gálvez, (2008, P.23) expresa que: El APRA desde su fundación se renovado en


su pensamiento sin dejar sus banderas de JUSTICIA SOCIAL para los hombres
y mujeres del Perú, así vemos desde tiempos de HAYA al partido
autoanalizándose en los conceptos políticos, buscándole un contenido

39
económico, reinvestigando nuestra realidad, redescubriendo nuestros medios de
vida y consultándose sobre la base de nuestra economía para poder construir la
arquitectura de nuestra futuro Estado-Nación. El APRA, señores, compañeros,
NO ha hecho ningún viraje ideológico ni pretende ser el partido de la derecha,
esa es otra gracia que se suma a las muchas mas anécdotas de la izquierda
peruana y del continente contra nosotros. El Partido Aprista Peruano desde su
fundación y dado el nuevo espacio-tiempo-histórico del país se reafirma en que
el capital extranjero es necesario en un país de elemental desarrollo económico
como el nuestro.

Prosiguiendo con el autor La cuestión es que debemos aprender a equilibrar las


fuerzas de compensar las leyes del mercado. El miedo de no entender, la
cobardía de no querer ser mas, el trasnochado romanticismo por una utopia
izquierdista, el torpe entendimiento del ecologismo y la lucha errada del medio
ambiente, cortan ese equilibrio en una economía creciente como la nuestra. Y
es que el capital extranjero quiere ser hoy en el PERU un elemento cooperante
para el desarrollo presente y futuro de la nación.Un cambio social no se hace en
base a que se distribuya de manera irracional las reservas económicas que se han
acumulado en este tiempo. Entiéndase que para que funcione la economía del
país debe haber ciertas aperturas a las fuerzas motoras de la producción. En tal
sentido, todos los peruanos sin exclusiones deben ser una iniciativa privada y
debemos tomar el reto de viabilizar el desarrollo nacional. Gálvez, (2008, P. 24)

3.3. Social Democracia

Castro (2013, p.8) nos habla sobre la historia política social democracia y también lo
define de la siguiente manera.

La socialdemocracia es una ideología política que surgió a finales del siglo XIX
a partir del movimiento socialista. La socialdemocracia moderna se diferencia
de otras concepciones del socialismo por la manera que interpreta el significado
e implicaciones de ese término, especialmente en materias políticas:

40
«La Internacional Socialista se fundó hace cien años para coordinar la lucha
mundial de los movimientos socialistas democráticos por la justicia social, la
dignidad humana y la democracia. En ella se reunieron partidos y
organizaciones de tradiciones diferentes, que compartían el objetivo común del
socialismo democrático. A lo largo de su historia, los partidos socialistas,
socialdemócratas y laboristas han defendido los mismos valores y principios.
Los socialistas democráticos han llegado a proclamar estos valores por caminos
muy distintos, a partir del movimiento obrero, de los movimientos populares de
liberación, de las tradiciones culturales de asistencia mutua y de solidaridad
comunitaria en muchas partes del mundo. También tienen raíces en las diversas
tradiciones humanistas del mundo. Pero aunque existan diferencias ideológicas
y culturales, todos los socialistas comparten la concepción de una sociedad
mundial pacífica y democrática, con libertad, justicia y solidaridad» Mientras
para los socialdemócratas tales principios representan la esencia del socialismo,
otros, definiendo el socialismo en el significado que generalmente se tiene del
marxismo, rechazan esta interpretación. La socialdemocracia también aborda
los temas valóricos desde un prisma progresista.

Posteriormente continuando con el autor Castro nos define su ideología y sus


características.
Los socialdemócratas se caracterizan por sus políticas reformistas ligadas a la
participación ciudadana, a la protección del medio ambiente y a la integración
de minorías sociales en las democracias modernas. Es el sector de la izquierda
política más importante del mundo contemporáneo.

La socialdemocracia plantea:

 Una economía mixta que consta tanto la propiedad privada y de propiedad


pública o los programas subvencionados de educación, cuidado de salud
universal, cuidado infantil y los relacionados servicios sociales para todos
los ciudadanos.
 Un amplio sistema de seguridad social (aunque generalmente no en la
medida preconizada por los socialistas), con el objetivo declarado de

41
contrarrestar los efectos de la pobreza y asegurar a los ciudadanos contra la
pérdida de ingresos a raíz de enfermedad, desempleo o jubilación.
 Organismos gubernamentales que regulen la empresa privada en defensa del
trabajador y de los consumidores, garantizando los derechos laborales (es
decir, apoyar el acceso de los trabajadores a los sindicatos), y de los
consumidores la protección y la competencia de mercado.
 Ecologismo y protección del medio ambiente a través de las leyes, por
ejemplo, la financiación de energía alternativa, además recursos y leyes
destinados a combatir el calentamiento global.
 Sistemas de impuesto progresivo para financiar los gastos del gobierno.
 Una política social secular y progresista.
 Inmigración y multiculturalismo.
 El comercio justo en libre comercio.
 Una política exterior de apoyo a la promoción de la democracia, la
protección de los derechos humanos y en lo posible, a partir del
multilateralismo.
 Promoción de la justicia social, los derechos humanos, derechos sociales,
derechos civiles y libertades civiles. Castro, (2008, P.10).

3.4. Tercera Vía

Para Zavaleta, (2014, p.15) nos detalla el origen del nombre de la Tercera Vía y que es
lo que rechaza.

Tercera Vía es el nombre que se ha dado a una variedad de aproximaciones


teóricas y propuestas políticas que, en general, sugieren un sistema económico
de economía mixta y el centrismo o reformismo como ideología de gobierno.
En la práctica política, estas posiciones rechazan la validez absoluta de las
filosofías tanto del laissez faire como del mercado totalmente controlado del
marxismo-leninismo; promueven la profundización de la democracia y
enfatizan el desarrollo tecnológico, la educación y los mecanismos de
competencia regulada a fin de obtener progreso, desarrollo económico, social y

42
otros objetivos sociales Las filosofías de la Tercera Vía han sido a menudo
descritas como una síntesis del capitalismo y el socialismo por algunos de sus
proponente.

Castro, (2013, p.15) define Tercera Via de la siguiente manera:

Dado que el término no se define específicamente, se puede hablar de terceras


vías en el sentido amplio o en el más estricto de la palabra. La diferencia estaría
en que el sentido amplio incorporaría cualquier proposición que buscara obtener
o mantener una posición equidistante tanto del socialismo como del capitalismo,
a través ya sea de una economía mixta o políticas que rechacen esas
percepciones extremas. Sin embargo, no todas esas alternativas pueden ser
catalogadas como progresivas sino también algunas deben ser definidas como
fuerte o abiertamente reaccionarias.
Consecuentemente, el análisis político moderno hace notar que la Tercera Vía
no debe confundirse con el concepto Tercera posición o tercer posicionismo,
que es como se autodefinen los movimientos de orientación fascista o
neofascista, los que se consideran opuestos tanto al capitalismo como al
comunismo y no admiten su posicionamiento en el espectro político izquierda-
derecha. La Tercera Vía se suele calificar, por el contrario, de centrista.

Finalmente Castro de acuerdo a su investigación nos dice que: El término


Tercera Vía se reserva para aquellas posiciones que, avocando intervención
estatal en la economía, enfatizan su preferencia por la democracia como sistema
de gobierno. No obstante, algunos críticos de la Tercera Vía han utilizado ese
paralelismo de terminología.
En la práctica política, los proponentes de la Tercera Vía en su sentido estricto
van desde muchos que apoyan la socialdemocracia a aquellos que apoyan el
liberalismo progresista; incluiría también aquellos que proponen la Economía
social de mercado, proyecto que busca explícitamente ser un punto medio entre
el liberalismo y la socialdemocracia.

43
CAPÍTULO IV

ORGANIZACIÓN DEL PARTIDO APRISTA

4.1. Organización

Zavaleta, (2014, p.34) define a la organización del Partido Aprista en seis puntos
importantes.

1° El Partido Aprista Peruano o Partido del Pueblo, y cuya sigla es PAP, es una
organización política, democrática, popular, funcional, descentralista y
participatoria, en la que la autoridad nace de las bases. Las decisiones son un
proceso que se toman en los diferentes niveles de su estructura orgánica.

2º El Partido surge del pueblo y a través de su organización lo representa,


defiende, recoge sus necesidades y lucha por sus aspiraciones.

44
3º El Partido es una escuela integral para la vida, donde el militante se adoctrina,
se educa, se culturiza, se forma cuidadosamente y realiza actividades de
proyección social, a través del Partido o de las organizaciones de la sociedad.

4º La Estructura Orgánica y la Dinámica Funcional del Partido reafirman la


participación de los trabajadores manuales e intelectuales y de la juventud. La
mujer tiene los mismos roles en la conducción y en las responsabilidades
funcionales del Partido, en todos sus niveles.

5º La organización aprista considera al ser humano como fin supremo en función


de la actividad integral que cumple en la sociedad y como protagonista del
cambio social.

6º La organización del Partido se sustenta en sus militantes, que la conforman y


que asumen el compromiso de la gran transformación de la sociedad de acuerdo
a nuestro Ideario.

4.2. Denominación, Fines y Domicilio


Para Espinoza, (2015, P. 28) según su investigación nos detalla tres aspectos
importantes sobre su denominación, fines y domicilio del Apra.

Artículo 1°.- Este Estatuto es la carta fundamental del Partido Aprista Peruano
(Partido del Pueblo), cuya sigla es P.A.P., nadie está por encima de él.

Artículo 2°.- Partido Aprista Peruano es la fraternal alianza de los trabajadores


manuales e intelectuales del Perú para llevar a cabo el Plan de Acción que
preconiza la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), fue fundado
el 20 de Setiembre de 1930.

Artículo 3°.- El título de Jefe del Partido Aprista Peruano corresponde por
siempre al c. Víctor Raúl Haya de la Torre, creador de la Doctrina y fundador
del APRA, en memoria y reconocimiento a la abnegada, ejemplar y patriótica
labor desplegada en vida.

45
Artículo 4°.- Los fines del Partido Aprista Peruano son los contenidos en su
Ideario cuyo texto es parte integrante de este Estatuto, como título preliminar.

Artículo 5°.- El Partido Aprista Peruano tiene duración permanente e


indeterminada, desarrolla sus actividades en el ámbito nacional en forma
descentralizada, mediante organismos que gozan de autonomía administrativa,
en sus respectivas jurisdicciones. Su sede principal de coordinación nacional
está en Lima, pudiendo rotar de acuerdo a las circunstancias y a sus necesidades.
Su actual domicilio legal está ubicado en la Avenida Alfonso Ugarte 1012 del
distrito de Breña – Lima.

a) AFILIACIÓN AL PARTIDO APRISTA PERUANO

Vallejo, (2011, P. 11) nos dice quiénes son miembros de este partido: “Son
miembros del Partido Aprista Peruano los peruanos, varones y mujeres mayores de
edad, inscritos libre y voluntariamente y previa preparación de seis meses. También son
miembros los inscritos en la Juventud Aprista Peruana”.

La calidad de miembro del Partido se pierde:


a) por renuncia expresa a seguir perteneciendo como afiliado.
b) por afiliación a otro Partido o movimiento político.
c) por expulsión.
Todo aprista debe actuar a) en su comité de base, b) en su agrupación sindical y
gremial, profesional o funcional, c) en las Universidades Populares González
Prada u otros organismos de cultura del Partido y d) en la comunidad donde se
desarrolla.

46
b) DERECHOS Y DEBERES DEL PARTIDO APRISTA PERUANO

Para Espinoza, (2013, p.19) según su investigación nos detalla los deberes y
derechos de los Apristas, de la siguiente manera:

a) El aprista al afiliarse, automáticamente se somete a las prescripciones del


Estatuto, Reglamento y demás Normas del Partido.
b) Los apristas, sin excepción y sin distinción de sexo, raza, religión y opinión tienen
iguales derechos y obligaciones dentro de la Ideología y Doctrina Aprista. Artículo
16°.- Todos los afiliados al Partido, tienen derecho a elegir y ser elegido, así como
a ejercitar dentro de las organizaciones del Partido los derechos de iniciativa y
crítica, conforme a los reglamentos correspondientes.
c) El Partido garantiza la libertad de opinión para la crítica, autocrítica y mutuo
crítica, la que se ejerce dentro de los organismos del Partido. Los apristas
sujetarán su conducta a los principios ideológicos y doctrinas y a la moral y ética
del aprismo. Las transgresiones y sanciones las prevé el Reglamento General de
Disciplina.

d) Los deberes del aprista son: Político, Sindical y Gremial; Cultural, Social y
Económico. El cumplimiento de estos deberes da al afiliado la categoría de
militante y los derechos correspondientes.

c) ORGANOS DIRECTIVOS Y REPRESENTATIVOS DEL PARTIDO

Para Zavaleta, (2014, p.15) nos señala los órganos directivos y representativos del
Partido Aprista:
a) Congreso Nacional, b) Convención Nacional, c) Plenario Nacional, d) Comité
Ejecutivo Nacional, e) Convención Regional, f) Plenario Regional, g) Comité
Ejecutivo Regional, h) Plenario Departamental, i) Comité Departamental, j)
Convención Provincial, k) Plenario Provincial, l) Comité Ejecutivo Provincial,
m) Convención Distrital, n) Plenario Distrital, o) Comité Ejecutivo Distrital, p)
Comité Ejecutivo Sectoral y/o Rural, Anexos, y q) Cédulas.

47
Finalmente Zavaleta, (2014, p.16) nos define cada Órgano Directivo de la
siguiente manera:

• El Congreso Nacional del Partido es la expresión máxima del


pensamiento y voluntad de los militantes. Constituye el más alto organismo de
su democracia interna, soberana y representativa. Los miembros del Congreso
son elegidos por las bases del Partido.

Sólo el Congreso Nacional del Partido puede resolver lo que concierne a


Ideología y doctrina Aprista, así como la modificación del Estatuto del Partido.

El Congreso Nacional del Partido es un proceso que se inicia en las bases, se


reúne ordinariamente cada tres años y extraordinariamente cuando las
circunstancias así lo requieran y con agenda específica. El Congreso Nacional
Ordinario se reúne para recibir el informe del Comité Ejecutivo Nacional y tratar
todos los asuntos que se someten a su consideración. El Comité

• La Convención Nacional es una Asamblea extraordinaria de nivel


Nacional con agenda específica para el debate de los asuntos que motivan su
convocatoria. Son miembros de ella, los integrantes del C.E.N. y los delegados
elegidos por las bases del Partido, su organización se rige por lo dispuesto en el
artículo anterior.
• El Plenario Nacional es la reunión de dirigentes en el que se evalúa la
marcha del partido. Es convocado por el Comité Ejecutivo Nacional, con agenda
específica. Se reúne ordinariamente cada seis meses y uno de los puntos de la
agenda es el informe del Secretario General; extraordinariamente se reúne
cuando lo determine el C.E.N.

El Plenario Nacional es presidido por el Secretario General, Secretarios


Nacionales, Presidentes de Comisiones, Comités y Consejos Nacionales, la
Célula Parlamentaria Aprista; Coordinadores Generales, de los organismos
nacionales de Frente Único, Secretarios Generales de los Comités Regionales y
Departamentales y Secretarios Generales Provinciales y otros dirigentes que
determina el Reglamento General de Organización.

48
• El Comité Ejecutivo Nacional (C.E.N.) es el órgano permanente de
mayor jerarquía y autoridad en la dirección del Partido, sólo es responsable ante
el Congreso Nacional al que da cuenta del cumplimiento de las resoluciones que
de él emanen, de las aprobadas en los Plenarios y Convenciones Nacionales y
de sus propias determinaciones.

Los Comités Ejecutivos Regionales, Departamentales, Provinciales, Distritales,


Sectorales y Rurales son los organismos de mayor jerarquía en sus respectivas
jurisdicciones.

• Los Comités Ejecutivos Sectoriales y/o Rurales son bases políticas del
Partido, representativas en el Sector Urbano y Rural donde actúen en
coordinación con el Comité Ejecutivo Distrital respectivo.

Integran el Comité Ejecutivo Nacional (C.E.N.): El Secretario General del


Partido, que lo preside; el Sub-Secretario General; los Secretarios Nacionales,
los Presidentes de Comisiones Nacionales; el Presidente de la Célula
Parlamentaria Aprista, y los Secretarios Generales de los Comités Ejecutivos
Regionales y Departamentales. Asimismo, son miembros del C.E.N. los
Secretarios Generales de los Comandos Nacionales que determine el
Reglamento General de Organización. La reunión de estos dirigentes constituye
la Asamblea del Comité Ejecutivo Nacional. Uno de los Secretarios Adjuntos y
los Sub-Secretarios Generales Nacionales de los Comandos, pueden asistir a las
Asambleas con voz pero sin voto y sin hacer quórum.

• El Comité Ejecutivo Nacional (C.E.N.) se reúne en asambleas


ordinariamente una vez al mes y extraordinariamente cuando sea convocado por
el Secretario General o a pedido de la mayoría absoluta de sus miembros.

En la reunión de la asamblea participan todos los miembros considerados en el


artículo anterior. El C.E.N. se reúne también en asamblea ampliada, cada tres
meses, y participan los miembros antes considerados, los Secretarios
Regionales, Departamentales y los Secretarios Generales de los organismos

49
nacionales de las secretarías de Frente Único. Los Secretarios Generales de
Comités Provinciales pueden concurrir al C.E.N. a efectuar informes sobre la
marcha Partidaria.

• Las Secretarías Nacionales integrantes del Comité Ejecutivo Nacional


(C.E.N.), son: a) De Organización b) De Ética, Moral, y Disciplina; c) De
Economía, Finanzas, Administración y Patrimonio; d) De Cultura y
Universidades Populares González Prada; e) De Prensa y Propaganda; f) De
Sindicatos; g) De Organizaciones Agrarias, Comunidades Campesinas y
Nativas; h) De Organizaciones Profesionales y Técnicas; i) De Cooperativas; j)
De Industriales, Comerciantes, Artesanos e Informales; k) De Asuntos
Electorales; l) De Organizaciones Femeninas y Populares; m) De Derechos
Humanos; n) De Juventudes; o) De Promoción Social.

CONCLUSIONES

Podemos concluir que el Partido Aprista Peruano es un partido político peruano


inicialmente proyectado a escala continental (APRA), de postura afín a la
centroizquierda y miembro de la Internacional Socialista.Que posteriormente se
formaría PAP lo cual quedaría constitucionado como el único partido aprista anqué su
ideología fue tomado en otros países como Venezuela y Chile.

Ya que APRA no logró extenderse a toda América Latina, como era el idea de Haya,
sí fue una poderosa influencia para otras organizaciones progresistas latinoamericanas,
como, Acción Democrática (AD) en Venezuela, que tiene un logotipo semejante, y el
Partido Socialista de Chile.

Evolutivamente las siglas APRA provienen del nombre de la Alianza Popular


Revolucionaria Americana, propuesta inicial de su fundador Víctor Raúl Haya de la
Torre de formar una red de movimientos sociales y políticos antiimperialistas en

50
América Latina. Sus militantes son llamados "compañeros" debido a la Fraternidad
creada por Haya de la Torre.

Así mismo El Partido Aprista Peruano ha llegado al poder democráticamente en dos


oportunidades: en 1985 y en 2006, ambas bajo la candidatura de Alan García.

Bibliografía
Aguirre, C. (2009). Luces y sombras en la historia del APRA. Oregón: Histórica.
Bernal, F. (2013). Generalidades del APRA. Madrid: Mundo.
Castro, A. (2013). Partido Aprista. Peru: Planeta.
Espinoza, M. (2015). Organizacion del Partido Aprista. Peru: Planeta.
Galvez, R. (2008). Ideologia Politica Aprista. Peru: S.A.
Manrique, N. (2009). ¡Usted fue Aprista! Lima, Perú: Fondo Editorial de la la Pontificia
UniversidadCatólica del Perú.
Molina, A. J. (2008). aprista. trujillo: El Peruano.
Paredes, J. S. (2006). Aprista. Ica: Planta Libros.
Quedo, L. (2012). Estereotipos y Relaciones Sociales. Lima, Perú: EditorialArcangel.
Vallejo, C. (2011). Apra Ideologia. Lima - Peru: Pramix.
Zavaleta, M. (2014). Estructura del Partido Aprista. Peru: Itaca.

51
52
ANEXOS

ANEXO

Anexo. N° 01: Símbolo del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana)

53
Anexo. N° 02: Estado Imperialista

54

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