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Estudio sobre el Kenpo Karate

El Kenpo-Karate se divide en tres grupos: básico, defensa personal y


combate. Estos a su vez están subdivididos.

Básicos
Los “básicos” son los fundamentos del Kenpo-Karate que ayudan al
desarrollo de la mente y el cuerpo en su preparación para el combate
físico. Como en otros campos de aprendizaje sus raíces provienen de
una lógica sistemática. Paralelamente a nuestro lenguaje escrito,
cada movimiento aprendido, ya sea ofensivo o defensivo, puede
considerarse un “Alfabeto de movimiento”. Cuando los “alfabetos
de movimiento” se combinan forman “palabras de movimiento”.

Las combinaciones de palabras del movimiento forman “frases de


movimiento”. Los rudimentos comparables de nuestro lenguaje
hablado, se emplean también en el proceso de enseñanza.Cada
movimiento se aprende en pasos aislados de manera que el
individuo, los aprende de una forma literalmente fonética.

La “fonética del movimiento” enseña al estudiante a “pronunciar”


correcta, distinta, y consistentemente. Es sólo después de que un
estudiante aprende bien cada movimiento fonéticamente, cuando
puede tomar estos movimientos para combinarlos hasta formular
“palabras de movimiento”; “frases de movimiento” y finalmente
“párrafos de movimiento”.

Hay muchas maneras de enseñar movimientos en combinación, el


método más popular definido es el aprendizaje de una serie de
movimientos en un patrón definido. Este método es conocido por
diferentes nombres, Kata (término japonés), Forma (chinos del
Oeste), Set (término americano). Cualquiera que sea el término que
se dé, lo que es especialmente útil en el desarrollo de la presteza en
el combate es el antiguo método de “hacer sombra”.
Para ser más explícitos, una forma es un número de movimientos
defensivos y ofensivos incorporados en una danza tipo rutina. Tiene
muchas funciones. Inicialmente fue ideada para el entrenamiento
casero. La forma es una enciclopedia de movimientos que puede
utilizarse en diversas situaciones.

Más concretamente es un sistema de movimientos básicos,


direccionados para un trabajo previo a las combinaciones de defensa
personal, que de otra manera, habrían sido olvidados. Normalmente,
practicados con un acompañante, el practicante avanza a través de su
forma mientras visualiza oponentes imaginarios, y les derrota
victoriosamente.

Cuando se usa como ejercicio fundamental, las técnicas de estilo


libre, desarrollan flexibilidad de movimiento, los cambios de
direcciones se realzan, y el control de la respiración se hace más
pronunciado. Muchas formas practicadas hoy en día, intentan
preservar sus orígenes tradicionales, sin embargo, mucho del
significado original pretendido por su creador, se ha perdido.

Con el paso del tiempo y a través de la interpretación individual, las


formas tradicionales han sido levemente alteradas, de manera que
esas pequeñas diferencias, han sido la causa de que se creen escuelas
y estilos. A veces la diferencia es tan leve que uno se pregunta por
qué es necesaria tanta ramificación.

Aprender una forma sin conocer su verdadero significado o


intención, es como aprender a deletrear o pronunciar una palabra sin
aprender su definición. Aprender cualquier lenguaje o forma de esta
manera es perder el tiempo. Si se practica una forma y el propósito
de su existencia, ¿cómo puede uno poner énfasis donde debe?

Cuando se enseña una forma se debe incluir una explicación de su


significado y utilidad, de manera que el alumno sabrá los propósitos
exactos para los que se creó, conociendo dichos propósitos le será
posible situar el énfasis en el momento adecuado. Así daremos a la
forma su mayor significado.

Como resultado, se puede asegurar la perfección de la forma.


Cuando se perfecciona los “básicos” el condicionamiento, llega a ser
automático como producto de tus esfuerzos. El condicionamiento se
subdivide en dos categorías: física y mental. El físico a través del
desarrollo de los básicos, hace que el cuerpo reciba muchos
beneficios. Durante la práctica de los básicos (utilización de la
tensión dinámica) se desarrolla la fuerza. Mediante la práctica
constante, se perfeccionan los movimientos mecánicos del cuerpo.
Aprender a relajarse entre los movimientos ayuda a incrementar
velocidad, y el logro de la máxima potencia desarrollará el control
de la respiración. Cuando se ha aprendido todo lo anteriormente
expuesto surge el vigor.

El condicionamiento mental es vital para el entrenamiento del


Kenpo-Karate. Aunque se han desarrollado nuevos métodos de
condicionamiento físico, se ha hecho muy poco para intentar
presentar nuevos métodos de condicionamiento mental, las
posibilidades de la mente usadas en las Artes Marciales están
desaprovechadas. Sorprendentemente el potencial de este poder
desaprovechado, está justamente empezando a realizarse en el
mundo occidental. De hecho la apreciación de las contribuciones
orientales, hacia su desarrollo no ha tenido tiempo de florecer.

Y aún más, mientras el Chi o Ki (energía interna) utilizado en las


Artes Marciales es un ensayo del logro oriental, se necesita mucho
más para obtener niveles más altos de condicionamiento mental. Un
examen cuidadoso, estudio, práctica y persistencia serán necesarios
para descubrir estos niveles. El ingrediente esencial en el desarrollo
del condicionamiento mental, es la disciplina mental, a través de ésta
llegará a ser inherente la potencia y la consciencia total, entonces
como una reacción en cadena, la consciencia ayuda en el desarrollo
del estado de alerta, todo lo cual conduce a la reacción espontánea.
Habiendo ahora desarrollado la espontaneidad física y mental, uno
llegará a ser un exponente formidable.

Defensa personal
Las técnicas de defensa personal son muy practicadas en el Kenpo-
Karate. Una vez que se han aprendido los básicos se puede apreciar
que las técnicas de defensa personal, dan definiciones y significado
a los “básicos”.

La técnica de defensa personal permiten, arreglar, modificar o


exagerar los básicos preservando así la máxima efectividad. Estas
técnicas deben ser tomadas con objeto de armar al estudiante con un
vocabulario de movimientos donde su utilización de básicos pueda
ser un recuerdo efectivo de una situación real.

El Kenpo-Karate cree en la enseñanza de ideas y no de reglas. Las


ideas pueden intercambiarse pero las reglas son rígidas e inflexibles.
Hay sin embargo principios y conceptos que si uno sigue le
permitirán una flexibilidad completa.

La defensa personal se subdivide también, en dos categorías,


métodos de ataque y métodos de entrenamiento para ataque.

Métodos de ataque: Desarmado. Armado. Desarmado y tú armado.


Los dos armados.
Métodos de entrenamiento para ataque: Con contrario. Sin contrario.
Los métodos de ataque se dividen a su vez en cuatro divisiones: 1º
Desarmado. 2° Armado. 3° Desarmado y tú armado. 4° Los dos
armados.

Si tu oponente está desarmado considera sus conocimientos, si tiene


conocimientos de Boxeo, Lucha o Judo o de un estilo particular de
Artes Marciales, observa si es zurdo o ambidiestro y su técnica
favorita, así como su objetivo. En una palabra, debes conocer sus
puntos débiles y fuertes. Naturalmente, si no tienes conocimiento
previo de su habilidad, tendrás que determinarlo con un análisis
sobre la marcha.

Si tu oponente está armado considera el arma, ya sea un cuchillo,


cadena, botella rota, pistola, etc... Además del arma, también se debe
considerar la experiencia del contrincante en su uso. Se necesita
sumo cuidado cuando se encuentra un oponente armado.

De hecho, tu palabra favorita debe ser “salida”. Si tienes la


oportunidad de evadirlo y ves una salida, no dudes en hacerlo. Tus
conocimientos debes usarlos sólo en situaciones en las que estés
arrinconado y no tengas otra elección que la de defenderte. Incluso
entonces, no te muestres preparado, si no todo lo contrario.
Cualquier indicación de que sabes algo, pondría a tu oponente
doblemente en guardia. Si tú apareces, a propósito, asustado y torpe
puedes hacer que piense que es superior a ti. Esta estrategia debe
hacer que tu oponente sienta que definitivamente tiene el control de
la situación. Con esta aptitud dominante, el exceso de confianza
puede conseguir que la situación gire a tu favor. Cuando esto ocurre,
debes tomar ventaja de la situación, con velocidad y precisión.
Recuerda que cuando un oponente está armado tu vida está en
peligro. Tu oponente es un enemigo y debe ser tratado como tal,
evita tomar su vida, no somos quienes para quitar ni tomar.

Se podría hacer pensar que si un oponente está desarmado mientras


tú armado, desde el momento que tú eres experto en Artes
Marciales, tendrás una ventaja definitiva. Esto puede ser cierto pero
nunca se puede subestimar las habilidades de su oponente, ni
sobrestimar las tuyas. El podría invertir el proceso y tomar el arma y
usarla contra ti. Puesto que tú tienes conocimiento de cómo
desarmar a tu oponente, anticípate antes de que te desarme él a ti.

Hay varios métodos de entrenamiento para un ataque. Los


movimientos básicos, se pueden practicar como, movimientos
individuales, como técnicas o improvisadamente con o sin
acompañantes. Cuando se practica como movimientos individuales,
cada movimiento básico se divide en sus componentes, analizados,
repetidos, corregidos y perfeccionados de manera que se obtengan
resultados óptimos.

Cuando se emplean tas técnicas, se sigue el mismo proceso. Sin


embargo, durante la práctica sin acompañantes, tienes que
desarrollar un agudo sentido de la imaginación. Estás obligado a
imaginar a tu oponente iniciando un ataque, mientras desarrollas la
forma. Aunque no tengamos el ambiente del combate, visualizas a tu
oponente como si estuviera presente. Cuando los movimientos
previos a la forma se combinan, consisten generalmente de tres a
ocho movimientos, forman lo que es conocido como una técnica.

Cuando un número de técnicas se combinan nace una “forma


personal”. En cualquier caso, ya se practiquen como técnicas
simples, o como formas sin acompañante, es lo que nosotros
llamamos “hacer sombra”.

Después del perfeccionamiento de los básicos sin el uso de


acompañante, el entrenamiento con acompañante es la próxima
etapa de aprendizaje. En esta etapa, es altamente recomendable
practicar con distintos acompañantes. Las razones son simples:
ganar experiencia en el aprendizaje al trabajar con otros que
emplean diferente timing, en distintas maneras de patear, golpear
con los puños; así como trabajar en distintas distancias.

La práctica dada a las secuencias previas a la forma con


acompañante, también desarrolla, coordinación, espontaneidad de
movimiento, y estilo propio. Afortunadamente, la imaginación no es
necesaria cuando se practica con acompañante, desde el momento en
que el estudio de cada movimiento y trayectoria puede observarse
instantáneamente. Con acompañante las técnicas contra tomadas,
puñetazos, patadas o golpes son mucho más acentuadas en cada
proceso de entrenamiento. Es importante que un practicante esté
obligado, a ver más allá de los pasos necesarios. El Kenpo de Parker
cree firmemente que un conocimiento del debe usar durante el
ataque, así como minimizar tu expresión y vulnerabilidad, engaño,
etc... son todos aspectos importantes de tu entrenamiento. Por lo
tanto, la práctica contra varios atacantes es también precisa. Tal
práctica es sólo una parte de un enfrentamiento real; no obstante
implanta ideas útiles que pueden utilizarse y quizás ser efectivas.
Aunque los golpes sean controlados para prevenir daños durante la
práctica, tú puedes hacer ataques falsos que sean improvisados. Esto
te dará experiencia en la obtención de reacciones improvisadas o
instantáneas para prepararte mejor para la calle.

Combate (Sparring)
El combate es otro método con el que puedes entrenar para
enfrentarte a un ataque. En esta etapa de entrenamiento, las técnicas
básicas son usadas improvisadamente en la sesión de sparring. Sin
embargo, los dos métodos de combate que se enseñan en las
escuelas de Kenpo-Karate son: combate deportivo y combate de
calle (pelea callejera). Aunque ambos métodos enseñan un timing
individual, una medición propia de la distancia, reflejos y crean una
atmósfera que roza el realismo, se consideran incuestionablemente
diferentes.

Los torneos se dividen en dos modalidades, sin contacto o con ligero


contacto y con contacto pleno o KO. Ambos tipos componen la fase
deportiva de las Artes Marciales. Algunos beneficios deportivos se
derivan de los torneos sin contacto añadiéndose a los ya
mencionados: el control se aprende hasta el punto en el que uno
detiene el golpe unos milímetros antes del objetivo. Al contrario de
lo que otros creen, esto no estorba la efectividad en una acción real.

Se cree que cuando entrenas continuamente, el control de un golpe


se va a hacer igual en una situación real. Esto no es cierto. Debe
recordarse que si un practicante entrenado puede controlar su golpe
unos milímetros antes del objetivo que está en constante
movimiento, nada le impedirá avanzar estos milímetros cuando lo
necesite.
Uno no frena el puñetazo sino que lo controla. El control por lo
tanto, está reservado al practicante diestro, quien si lo desea, puede
interceptar a su oponente cuando lo necesite. Como un equilibrista
en la cuerda que hace parecer fácil lo difícil. El solo puede hacer
esto, porque está preparado y dotado con todos los atributos del
control. De la misma manera, el practicante diestro con control,
puede hacer cambiar la trayectoria siempre que lo desee.

La maniobrabilidad es muy importante. Desde el momento en que


en el combate entran en juego ataques donde uno no conoce lo qué
hará el oponente, los intentos de marcar puntos obligan a uno a
maniobrar rápido y con la menor cantidad de fuerza. Según vayas
progresando aprenderás el verdadero uso de la capacidad de
maniobrar.

La habilidad para hacerlo depura tus movimientos. Aún más


importante, da autoridad a cada acción. Naturalmente, los
ingredientes para la perfección no pueden ser descuidados, practica
continuamente y prueba, analiza y corrige tus debilidades. Lleva tus
fuerzas al límite de la habilidad. Ten determinación para ser el mejor
y trabaja diligentemente hacia esa meta.

A causa de las reglas impuestas en los torneos sin contacto, estos


limitan la cantidad de técnicas. En tales eventos los objetivos y
armas están limitados y el área de combate también está limitada. La
victoria se determina por puntos. Cuando se gana un punto o un
combate, se puede crear la imagen falsa de que eso valdrá para la
calle, nada más lejos de la realidad, pues estos torneos distan mucho
de una pelea real.

Hay otros muchos factores para considerar que los torneos sin
contacto no ayudan con relación a una pelea real por ejemplo: la
habilidad para resistir el castigo y el dolor, la fuerza y la velocidad
de un golpe, un área de combate desigual, etc.
Los campeonatos de pleno contacto son la fase profesional de las
Artes Marciales. Se necesitan muchos más condicionantes para
alcanzar un nivel adecuado de realismo, pero son un mejor camino
hacia la pelea callejera. Aquí nuevamente se emplean reglas, se
requiere entarimado, también se requiere un determinado número de
golpes de pierna y puño. Tales restricciones imponen limitaciones
que significan diferencias con la calle. Todavía confinada a reglas, la
expresión física está incuestionablemente restringida aunque exista
pleno contacto.

Lo anteriormente mencionado no implica que las competiciones no


sean beneficiosas, sino que no se debe poner todo el énfasis en ellas.
Otros valores realistas se descuidan a menudo. El estudiante no es
prevenido de algunas de las trampas que le esperan en la calle
(mientras las experiencias adquiridas le sujetan a reglas de torneo, el
entrenamiento para la lucha callejera se descuida). Todos los
aspectos de la lucha deben considerarse, sin importar cuán pequeño
sea el porcentaje de aprendizaje. En Kenpo se cree que si una fase de
entrenamiento beneficia a un individuo únicamente un 2%, debe ser
incluida. La perfección última es el resultado final de todos tos
esfuerzos beneficiosos, no importa lo poco que ayuden. Sin
embargo, debe evitarse gastar el tiempo en conceptos contradictorios
y principios que no correspondan a tus metas, tales esfuerzos
únicamente retrasarán tu progreso. Aún más, a menudo te llevará el
doble de tiempo quitarte esos hábitos.

Para un verdadero beneficio de las Artes Marciales, se deben tomar


lecciones bordeando el peligro real, y todas sus ramificaciones. Por
esta razón, el Kenpo enseña el combate de calle en sus escuelas. Es
de vital importancia, una comprensión que refleje la realidad, tanto
física como psicológica. Un entrenamiento de este tipo regula tus
movimientos y te obliga a utilizar la lógica y la razón.

Una vez que tu mente se concentre en las técnicas, la preparación


para cualquier cambio está asegurada. Las decisiones rápidas llegan
a ser inconscientes. El combate callejero abarca vanas facetas. Se
requiere el conocimiento y el uso de armas naturales especializadas.
Esto te permitirá tomar ventaja de cualquier oportunidad disponible,
en vez de esperar a otra.

Empujar, rasgar, arañar, desgarrar son adicionalmente métodos


aprendidos de ejecución, los cuales son eliminados de las
competiciones. Durante la preparación para la calle se ignoran todas
las reglas, excepto una, “que no te golpeen en ninguna parte”. El
combate de calle incluye también elementos del entorno. En él
Kenpo se enseña el manejo de los elementos como armas, y este
manejo con relación a su hábitat natural. En otras palabras, en vez de
usar los elementos contra los objetivos humanos, también se le
enseña al estudiante cómo guiar objetivos humanos a los elementos.

En conclusión, las bases, forman las palabras, frases y párrafos del


movimiento. La defensa personal da a estos bases significado y
definición. En este nivel uno debe comprender totalmente que
aunque las bases estén bien definidas, habrá reacciones imprevistas
por parte del defensor.

Se asume que después de un bloqueo, el objetivo quedará al


descubierto. Cuando el objetivo es golpeado, el oponente
reaccionará de una manera específica dando lugar a los siguientes
movimientos. Aún siendo necesario realizar alteraciones siempre
que sea necesario, la mayoría de las veces las reacciones serán
imprevistas.

El combate por su parte, enseña cómo usar las bases


improvisadamente. En el combate deportivo sin contacto al marcar
un punto no habrá reacciones imprevistas, puesto que el golpe no
infringe ningún daño. A causa de esto, el oponente que debería haber
sido lesionado, continúa como si nada le hubiera pasado (lo que no
sucedería en el combate real).

Habiendo dicho que la defensa personal infringe lesiones y el


combate deportivo básicamente no infringe casi ningún tipo de
lesiones, uno debería cuestionarse el valor de ambos métodos de
entrenamiento. Ambos métodos son esenciales, hacen que el
estudiante tome conciencia de su propósito último.

Durante la pelea, el entrenamiento adquirido en ambas áreas, se


fundirá y su valor se hará patente. Por el conocimiento obtenido del
entrenamiento de combate habrás mejorado la maniobrabilidad, tus
reflejos, golpearás con velocidad, mantendrás la distancia apropiada
etc...

Cuando golpeas al contrario infringiéndole algún tipo de lesión, éste


queda descubierto pudiéndose utilizar los movimientos
improvisados que surjan del entrenamiento de las técnicas de
defensa personal.

Cuando esto ocurre, toma ventaja de cada oportunidad para usar


otras acciones. En este momento, la unión entre la defensa personal
y el conocimiento del combate, llegan a producir resultados
positivos, que conducirán a una victoria segura.

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