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Los sujetos de protección de esta ley serán tanto las mujeres durante todo su ciclo de vida, así
como los miembros del grupo familiar (Artículo 7). Así, esta ley, además de legislar sobre la
violencia familiar tal como lo hacía la Ley 26260, abarca también la violencia que se produce
contra las mujeres en el ámbito público y privado por su condición de tales. En este sentido, uno
de los enfoques más importantes que incorpora esta ley, es el de género, el cual “reconoce la
existencia de circunstancias asimétricas en la relación entre hombres y mujeres, construidas
sobre la base de las diferencias de género que se constituyen en una de las causas principales
de la violencia hacia las mujeres”.
Entre las distintas novedades que incorpora esta ley, nos interesa destacar algunas. En cuanto
a los derechos que poseen las víctimas, se les han reconocido derechos en el campo laboral
(artículo 11) y educativo (artículo 12). Se ha establecido también que cuando la víctima sea niño,
niña, adolescente o mujer, la declaración de la víctima debe practicarse bajo la técnica de la
entrevista única, solo pudiendo requerirse por parte del juez una diligencia de declaración
ampliatoria en los casos que se requiera aclarar o complementar algún punto (artículo 19).
Asimismo, resaltamos la creación del Sistema Nacional para la Prevención, Sanción y
Erradicación de la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar (título IV), el
cual tiene como fin “coordinar, planificar, organizar y ejecutar acciones articuladas, integradas y
complementarias para la acción del Estado en la prevención, atención, protección y reparación
de la víctima, la sanción y reeducación del agresor” (artículo 33); del Observatorio Nacional de
la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, el cual tiene por misión
desarrollar un sistema de información permanente que brinde insumos para el diseño,
implementación y gestión de políticas públicas en la materia (artículo 43); y del Centro de Altos
Estudios contra la Violencia contra las Mujeres y los Integrantes del Grupo Familiar, cuyo fin es
“contribuir a la intervención articulada y multidisciplinaria a través de un sistema integral continuo
de especialización y perfeccionamiento de los operadores en el rol que les compete, para
garantizar una atención oportuna y efectiva” (artículo 44).
Por otro lado, resulta importante resaltar que esta ley ha buscado darle celeridad al proceso para
proteger la integridad de la víctima. De esta manera, se señala que la Policía Nacional tiene
veinticuatro horas desde conocido el hecho para pasar el caso a los juzgados de familia o los
juzgados que cumplan sus funciones (artículo 15), los cuales a su vez tienen setenta y dos horas
– desde la interposición de la denuncia – para evaluar el caso y emitir las medidas de protección
que sean necesarias (artículo 16).
ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS DE LA LEY Nº 30364 “LEY
PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA
CONTRA LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO
FAMILIAR”
Abog. Jericka Eileen GARCIA OLIVERA
Con la entrada en vigencia de la LEY PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA
LAS MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR – LEY Nº 30364, (en adelante la Ley)
publicada en el diario oficial El Peruano, con fecha 23 de noviembre del 2015, se ha dado en nuestro
país, un paso importante en la lucha por la protección de aquellas víctimas de la violencia, que en su
mayoría son mujeres quienes sufren día a día estos actos que atentan contra su integridad, y en otros
casos, el resultado es mucho más despreciable, como es el feminicidio.
Es un avance que trata de desarrollar las normas de protección de los víctima de la violencia, en el
marco de los convenios internacionales adoptados por el Perú, como son la Convención Belen do Pará,
la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las mujeres, entre otros.
En lo positivo, esta ley agiliza los trámites de las víctimas, quienes deben ser atendidas
inmediatamente para recibir sus denuncias, y ser evaluadas por los profesionales del Instituto de
Medicina Legal. Asimismo, dentro de las 24 horas serán remitidos los actuados policiales al Juez de
Familia (o Mixto de ser el caso) para que convoque a una Audiencia en la cual se dicten las medidas de
protección pertinentes. La adopción de las medidas se adecúa a las fases del ciclo de la violencia y a las
tipologías que presenta la violencia. Hasta aquí la protección a la víctima es primordial. Y la vigencia de
las medidas de protección se extenderá hasta que el Juez Penal emita sentencia, o hasta el
pronunciamiento Fiscal que disponga no iniciar acción judicial.
Asimismo en caso de flagrante delito relacionado a actos de violencia familiar, es que el personal policial
procederá a detener al agresor, a allanar el domicilio o el lugar donde se produzcan los hechos.
Asimismo deberán comunicar de la detención al Fiscal para que realice las investigaciones
correspondientes, y al Juez de Familiar ((o Mixto de ser el caso) para que dicte se pronuncie sobre las
medidas de protección a favor de la víctima.
Una vez dictadas las medidas de protección por el Juez de Familia (o Mixto), es que remite el caso al
Fiscal Penal (o Mixto de ser el caso), para que inicie el proceso penal e investigue los hechos
originariamente denunciados, y finalmente decida si estos hechos constituyen o no, un delito, o en
realidad se traten de una Falta.
En caso de decidir que no se configura como delito, optará por la No Formalización ni Continuación de
la Investigación Preparatoria, y archivará los actuados. Sin embargo, también podrá advertir que si no
es un delito pero existe daño físico con incapacidad no mayor a diez días, los hechos constituirían Faltas.
En lo negativo, tenemos que algunos miembros de la Policía Nacional del Perú omiten remitir dentro
de las 24 horas de recepcionada la denuncia por violencia contra la mujer o los integrantes del grupo
familiar con su Informe, al Juez de Familia (o Mixto de ser el caso), para que oportunamente dicte las
medidas de protección a la víctima; otros miembros de la Policía omiten recibir conjuntamente con la
denuncia, la declaración de la víctima, propiciando a que muestre desinterés para continuar con el
trámite.
Que por su parte, algunos Fiscales pese a arribar a la conclusión de que los hechos denunciados no
constituyen Delito y que deben ser archivados en instancia fiscal, sin embargo pretenden que la parte
agraviada recabe copias de todo lo actuado hasta la la instancia fiscal, y que a título personal accione en
la vía judicial correspondiente un proceso por Faltas frente a los hechos denunciados originariamente.
Con decisiones como la aludida, se vulneraría el mínimo formalismo que todo trámite por violencia
debe conservar, dejando desprotegidas a las víctimas, pues a decir de la Ley, la vigencia de las medidas
de protección se da hasta que el Juez Penal emita sentencia, o hasta el pronunciamiento Fiscal que
disponga no iniciar acción judicial.
Asimismo, el Fiscal al requerir a los profesionales psicólogos del Instituto de Medicina Legal que
determinen la lesión psicológica en las víctimas de la violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar, reciben como respuesta de dichos profesionales no estar capacitados para ello, y en
mérito al déficit probatorio de cargo del Director de la Investigación, es que deciden que No ha lugar a
formalizar investigación preparatoria por delito de lesiones, al no poder determinar el nivel del daño
psíquico. Situación que conlleva a que estos casos sean archivados. Dejando en desprotección a las
víctimas de la violencia.
Y finalmente, según lo establece la Ley, el Juez de Familia (o Mixto de ser el caso) en el plazo máximo de
72 horas deberá resolver el caso, dictando las medidas de protección que requiera la víctima, y también
puede pronunciarse respecto a las medidas cautelares relacionadas a las pretensiones de alimentos,
régimen de visitas, tenencia y custodia, patria potestad, liquidación del régimen patrimonial, y demás
conexos y relacionados que aseguren el bienestar de la víctima. Sin embargo, dada la excesiva carga
procesal con que cuentan los Juzgados de Familia ((o Mixto de ser el caso), es que en algunos juzgados
es evidente el retardo para cumplir a cabalidad la exigencia de la Ley Nº 30364 y dictar las medidas de
protección oportunamente.
Esperemos que una vez que se reglamente la Ley, se superen los inconvenientes surgidos a raíz de la
entrada en vigencia de la LEY PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS
MUJERES Y LOS INTEGRANTES DEL GRUPO FAMILIAR – LEY Nº 30364, pues con escasos meses de estar
en vigencia, ya se advierten los primeros problemas de su aplicación, y que con gran esfuerzo las
instituciones involucradas para el funcionamiento de la misma, tratan de resolver conforme se
descubren situaciones inadvertidas por los legisladores.
Sin embargo, todo cambio que tienda a mejorar la crítica situación de violencia vivido durante años por
las mujeres en nuestro país, sirva para concretizar el derecho a vivir una vida digna y libre de violencia.
Contribuyamos entonces, a que estos impases sean superados y finalmente se beneficien todas las
víctimas y se sancione a sus agresores.
PELIGRA PROTECCIÓN A LAS MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA
PESE A NUEVA LEY PROMULGADA
El Comité de América Latina y El Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) advirtió
que las mujeres víctimas de violencia en Perú siguen siendo vulnerables debido a una inadecuada
implementación de la nueva ley, que fue promulgada para erradicar estas situaciones.
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La Ley N° 30364 fue promulgada hace un mes, con el fin de para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar.
“Existe el riesgo de que la ley no se aplique adecuadamente, porque se ha generado una incertidumbre
en los operadores de justicia sobre la implementación, como no hay capacitación de la norma, tenemos
un Poder Judicial colapsado, una policía no sensibilizada, las denuncias de las víctimas podrían rebotar
y salir del proceso", señaló Jeannette Llaja, abogada del Cladem.
Apuntó también que los juzgados mixtos y de familia no tienen capacidad de atender los casos como lo
estipula la norma, debido a su carga procesal, horarios de trabajo y el escaso personal con el que
cuentan.
Indicó que otro problema clave es que los Centros de Emergencia Mujer (CEM) y servicios de defensa
de víctimas del Ministerio de Justicia carecen de lineamientos para acompañar estos casos.
El Cladem Perú, integrado por organizaciones y profesionales, instó a la Comisión encargada de la
formulación del Plan de adecuación del Sistema de Justicia, presidida por el Ministerio de la Mujer, a
adoptar medidas urgentes, como la capacitación del personal, creación de nuevos juzgados
especializados y la disposición presupuestaria necesaria.
Uno de los cambios fundamentales que introduce la nueva ley es la agilización del proceso para que las
víctimas accedan a la justicia. Ahora la denuncia pasa en solo 24 horas de la Comisaría al Juzgado de
Familia o Mixto (antes debía cumplir el trayecto Comisaría-Fiscalía-Juzgado que duraba un año), y el
juez debe ordenar una medida de protección para la víctima en un plazo máximo de 72 horas.
2. Introducción [arriba] -
Publicada el 23 de noviembre de 2015, la Ley N° 30364 consta de 47 artículos divididos en cuatro
títulos, así como dos disposiciones complementarias y derogatorias. En la segunda de estas últimas,
se dispuso la derogación de la Ley N° 26260, es decir, la antigua Ley de Protección contra la
Violencia Familiar. Esta ley establecía un procedimiento mediante el cual las denuncias verbales o
escritas eran recibidas de forma preliminar por la Policía Nacional del Perú (PNP), ente que luego
de una investigación preliminar procedía a emitir un atestado o un parte, lo cual dependía de si
luego de las investigaciones preliminares se concluía la existencia de un caso de violencia familiar
atribuida a una determinada persona o, por el contrario, no se encontraba responsabilidad alguna
en el investigado. En el primero de los casos, la Policía Nacional del Perú remitía el atestado, de
ser pertinente, al juez de paz o al fiscal provincial, quien tenía la potestad (artículo 10° de la
derogada ley) de dictar las medidas de protección inmediatas que garantizaran la integridad física,
psíquica y moral del agraviado o agraviada. Posteriormente, si era menester solicitar una medida
cautelar, era obligatorio recurrir al juez de familia, quien podría dictar medidas anticipadas según
el caso y, en especial, medidas de asignación anticipadas de alimentos (artículo 11 de la derogada
ley). Finalmente, la Ley N° 26260 estableció la competencia del juez de familia para conocer las
pretensiones sobre violencia familiar vía proceso único, en concordancia con lo dispuesto en el
Código del Niño y de los Adolescentes (artículo 20 de la referida ley derogada).
Estos procedimientos de la Ley N° 26260 fueron utilizados hasta fines del año 2015 y hoy han sido
suplantados por los procedimientos de la nueva Ley N° 30364, que resultan totalmente diferentes
de los primeros. Entre algunas de esas diferencias tenemos, por ejemplo, que la nueva ley releva a
la Policía Nacional del Perú de conocer los procesos de violencia contra las mujeres, toda vez que
dispone que las denuncias que antes eran recibidas por las dependencias policiales sean de
conocimiento del juez de familia, denuncias que en caso fuesen recibidas por la Policía Nacional
deben remitirse al citado órgano jurisdiccional en un plazo no mayor de 24 horas. Realizada esta
incidencia, el juez de familia tiene la competencia de dictar las medidas de protección respectivas,
así como las medidas cautelares que se le soliciten. Para estos casos, la nueva ley le otorga un plazo
perentorio y bajo responsabilidad de 72 horas contado desde la recepción de la denuncia para la
emisión del acto procesal respectivo. Asimismo, el juez tiene la facultad para dictar medidas
cautelares sobre temas relacionados con alimentos, regímenes de visitas, tenencia, suspensión o
extinción de la patria potestad, liquidación de régimen patrimonial y otros aspectos conexos que
sean necesarios para garantizar el bienestar de las víctimas (artículo 16 de la citada nueva ley).
Luego de ello, el juez de familia debe remitir los actuados al fiscal provincial penal para que este
inicie el procedimiento penal que corresponde.
Otra diferencia notoria se observa en relación con el proceso penal. El artículo 20° de la nueva Ley
N° 30364 establece que el juez dictará sentencia, la cual podrá ser absolutoria o condenatoria. Si
es absolutoria, significará el término de las medidas de protección dictadas por el juez de familia
y, en caso sea condenatoria, el juez se pronunciará, entre otros puntos, sobre la continuidad de las
medidas de protección o su modificación y la continuidad o modificación de las medidas cautelares
dictadas sobre pretensiones civiles de tenencia, régimen de visitas, suspensión, extinción o pérdida
de la patria potestad, asignación de alimentos, etc.
Como se bien se aprecia, la nueva ley establece dos procedimientos distintos con actores también
distintos: uno reemplaza a otro en búsqueda de celeridad y efectividad con relación al bien jurídico
que se pretende tutelar, pero en su contenido se cumple a cabalidad con el respeto al Derecho
Procesal o se soslayan ciertos principios y garantías procesales. A continuación, un análisis desde la
perspectiva del Derecho Constitucional.
4. Conclusión [arriba] -
1.- La Ley N° 30364 contiene buenos aportes en lo que se refiere a la protección del Estado contra
cualquier tipo de violencia que se ejerza contra la mujer y los integrantes del ámbito familiar (en
su contenido define hasta cuatro tipos de violencia: física, psicológica, sexual y económica). En el
ámbito del derecho sustantivo, su aporte es innegable.
2.- Un problema en la Ley N° 30364 son las inconsistencias de su contenido procesal, que deberán
ser tomados en cuenta en el próximo Reglamento a emitirse, según lo dispone su Segunda
Disposición Complementaria Transitoria. Entre algunas de estas inconsistencias, conforme hemos
señalado, tenemos que el plazo señalado para resolver las medidas de protección está totalmente
desfasado de la realidad.
3.- Otro problema en la Ley N° 30364 es el de la conculcación del derecho de motivación, ya que
prácticamente obliga al juez a emitir una medida de protección o una medida cautelar sin el mínimo
acervo probatorio que le permita emitir un fallo acorde a derecho. Esto perjudica a ambas partes,
pues si bien, por un lado, ocasiona un perjuicio al denunciado, quien obtiene una medida en su
contra sin ningún medio de prueba que lo sustente (salvo en los casos de flagrancia o manifiestos),
por otro también se lo ocasiona un daño al agraviado o agraviada, ya que una vez que los actuados
sean remitidos a la Fiscalía, el juez no tendrá ningún documento probatorio para realizar una
evaluación positiva del caso, por lo que decretará (como se está suscitando en la mayoría de los
casos) el archivamiento del proceso por falta de medios probatorios que lo sustenten.
4.- El traslado de competencia innecesaria al juez penal para que este termine analizando
cuestiones estrictamente relacionadas con el derecho de familia conculca el principio del juez
natural establecido como parte del debido proceso, principio que goza de prevalencia a nivel
constitucional.