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SINDROME DE RETT: CRITERIOS DIAGNOSTICOS

Natalia Mabel Blanco, Virginia Soledad Manresa, Gisela Jorgelina Mesch


Dr. Mauricio Javier Melgarejo

Resumen:
El síndrome de Rett es un trastorno neurológico de base genética. Fue descrito en 1966 por el
doctor Andreas Rett. El síndrome afecta casi exclusivamente a niñas y mujeres.
Los aspectos clínicos más representativos son: regresión psicomotora, movimientos estereotipa-
dos, marcha atáxica y conductas autísticas.
El diagnóstico depende de la información sobre las primeras etapas del crecimiento de la niña,
del desarrollo y evaluación continua de la historia clínica, y del estado físico y neurológico de la ni-
ña. El diagnóstico del síndrome de Rett es descriptivo y basado en un conjunto de signos y sínto-
mas, pero no es etiológico. Sobre la base de los criterios de diagnóstico establecidos internacional-
mente se puede diferenciar las niñas portadoras de un síndrome de Rett clásico de un síndrome de
Rett atípico.
Debido a que es un trastorno poco común, se sabe muy poco sobre la esperanza de vida y la
pronóstico a largo plazo.
No existe cura para el síndrome de Rett. El tratamiento del trastorno es sintomático y de apoyo,
requiriendo un esquema multidisciplinario.

Summary:
The syndrome of Rett is a neurological upheaval of genetic base. It was described in 1966 by
Doctor Andreas Rett. The syndrome almost exclusively affects to children and women.
The more representative clinical aspects are: psycomotor regression, stereotyped movements,
ataxic march and autistic conducts.
The diagnosis depends of the information on the first stages of the growth of the girl, of the deve-
lopment and continuous evaluation of clinical history, and the physical and neurological state of the
girl. The diagnosis of syndrome of Rett is descriptive and it is based on a set of signs and symp-
toms, but is not etiológico. On the base of the criterion of diagnosis established internationally it is
possible to differentiate the children carrier of classic syndrome of Rett from atypical syndrome of
Rett.
Because it is not common upheaval, one knows very little on the life expectancy and the progno-
sis in the long term.
Not exist cures for syndrome of Rett. The treatment of the upheaval is symptomatic and of sup-
port, requiring a multidisciplinary scheme.

INTRODUCCION vivir más de 40 años, sus vidas frecuentemen-


El síndrome de Rett (SR) es un trastorno te no son fáciles. Muchas de ellas no pueden
neurodegenerativo infantil, caracterizado por caminar o hablar y tiene que comunicarse con
una evolución normal inicial con un cuadro clí- sus ojos. Necesitan educación, dietas, y trata-
nico característico. Ocurre solo en niñas y mu- mientos especiales para sus varios problemas.
jeres, la mayoría de los casos son esporádicos La mayoría de niñas con el SR no se pueden
y es genéticamente determinado. cuidar y necesitan a alguien que las cuide el
Este síndrome fue descrito por primera vez resto de sus vidas.
por Andreas Rett, en 1966, pediatra de la Uni-
versidad de Viena quien reportó en Alemania INCIDENCIA
casos de niñas que habían desarrollado regre- Afecta a todas las razas y es la segunda
sión mental en edades tempranas de vida; pe- causa más común de retraso mental grave en
ro el trastorno fue reconocido en forma genera- el sexo femenino (después del síndrome de
lizada solo después de la publicación de un Down), y ha sido reportado en más de 40 paí-
segundo artículo en 1983 (1-9). ses en todo el mundo. Cuando se incluye el
La evolución del síndrome de Rett, inclu- espectro completo del síndrome tiene una inci-
yendo la edad de inicio y la gravedad de los dencia estimada en la población general de 1
síntomas, varía de niña a niña. Sin embargo, caso por cada 10.000 mujeres; cuando se res-
antes de que los síntomas comiencen, la niña tringe el tipo clásico, su incidencia es de 1 por
parece estar creciendo y desarrollándose nor- cada 15.000 nacimientos de niñas vivas. Estu-
malmente. Luego, aparecen gradualmente sín- dios epidemiológicos suecos han sugerido un
tomas mentales y físicos (1). prevalencia de 1 por 10.000, pero investigacio-
El SR es una enfermedad desafiante para la nes más recientes en Noruega e Italia mues-
mayoría de las familias que afecta. Aunque tran tazas de 2 por 10.000 (1- 5,10).
muchas de las niñas con el trastorno llegan a

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En la actualidad, los estudios epidemiológi- trophic factor, el insulin-like growth factor, el
cos de retraso mental indican que existe una receptor de dopamina D4 y la tiroxina hidroxi-
prevalencia en la población infantil de 2-3 %. lasa (10).
De ellos en el 30% de los casos se desconoce
su causa y lo consideran idiopático, y en reali- CLINICA:
dad puede ser la expresión de un SR (1, 2). Los aspectos clínicos más representativos
son: regresión psicomotora, movimientos este-
ETIOLOGIA Y PATOGENIA reotipados, marcha atáxica y conductas autísti-
En octubre de 1999, la Dra. R. Amir y Cols. cas (3).
Identificaron el gen responsable de la enfer- El desarrollo psicomotor es aparentemente
medad en la mayoría de los pacientes: normal hasta el primero o segundo año de vida
aproximadamente el 80% de las afectadas del cuando se inicia una regresión de las funciones
SR clásico (SRC) tienen mutaciones de novo cerebrales manifestadas por un cuadro de-
en la región codificante del gen MECP2, que mencial, pérdida de las destrezas motoras de
se encuentra en la banda 8 de la región 2 del las manos asociada a estereotipias manuales,
brazo largo del cromosoma X (Xq 28). En los dispraxia de la marcha y pérdidas de las habili-
pacientes en que no hay esta mutación, se dades en la comunicación verbal y no verbal.
puede deber a que presentan mutaciones en Hay desaceleración del crecimiento craneal
regiones del gen no analizadas o que exista que origina microcefalia y puede asociarse con
otro gen implicado también en la enfermedad (1, episodios de hiperventilación, aerofagia, y cri-
3, 5-7, 9)
El . gen MECP2 codifica una proteína, la sis epilépticas (1- 3, 5).
MeCP2, que tiene la función de silenciar otros Es el único síndrome específico incluido en
genes, que deben dejar de actuar de forma el DSM-IV y el CIE-10 entre los trastornos ge-
sincronizada para regular el desarrollo del ce- neralizados del desarrollo con lo cual se nos da
rebro. La actuación de ciertos genes, fuera del a entender que se trata de una entidad bien
tiempo que les corresponde, genera alteracio- definida (3, 4, 7, 10)
nes en el desarrollo del cerebro (3, 5, 8). Se ha Las manifestaciones clínicas del síndrome
sugerido que la inactivación del cromosoma X se pueden agrupar cuando menos en 12 cate-
por los diferentes tipos de mutaciones del gen gorías de fenomenología clínica neurológica,
MECP2, contribuye a la heterogeneidad fenotí- que indican áreas específicas de alteración del
pica del SRC y sus variantes (8). SNC y periférico para esta enfermedad: a) dis-
La hipótesis tradicionalmente propuesta pa- función corticosubcortical fronto-temporo-
ra explicar el predominio de pacientes de sexo parietal y del sistema lúndico bilateral, b) dis-
femenino es la letalidad embriológica o perina- función de los ganglios básales o sus conexio-
tal de la mutación en individuos del sexo mas- nes, c) disfunción del sistema reticular del tallo
culino (homocigóticos para los genes del cro- cerebral, d) disfunción del sistema reticular y
mosoma X). No obstante, existen niños con del sistema límbico, e) disfunción bioeléctrica
mutaciones en el gen MECP2 que nacen y so- paroxística corticosubcortical con expresión
breviven durante un año o más tiempo. Ade- clínica, f) disfunción neuronopática y/o de neu-
más, hay que añadir que no se observa una ropatía periférica, g) complicaciones esqueléti-
tasa superior de abortos espontáneos en ma- cas tónico posturales, h) disfunción seudobul-
dres de pacientes con SR, lo cual sería de es- bar, i) disfunción autonómica, y j) disfunción de
perar si hubiera letalidad embriológica (5). la sensibilidad al dolor. Este agrupamiento faci-
Las mutaciones ocurren en el esperma del lita su diagnóstico y atención integral (1).
padre, en el cromosoma X, por lo que los hijos En la evolución de los diferentes signos y
varones en su mayoría, son sanos (el padre síntomas alternan fases de mayor y menor
trasmite el cromosoma Y a los hijos varo- progresión, con ligeros matices diferenciales
nes).En algún caso se ha visto que la madre de una a otra niña, aún sin perder el aire “fami-
sana era en realidad portadora, y no se conoce liar” que les proporciona el compartir los crite-
con seguridad por qué no manifestaba ningún rios admitidos por unanimidad; se establecen
síntoma. inicialmente cuatro estadios evolutivos que se
El riesgo de tener otra hija con síndrome de mantienen con pequeñas modificaciones y al-
Rett es muy bajo (1%), aunque es importante gunos puntos añadidos, fruto de las observa-
realizar un examen genético de los padres pa- ciones de los últimos años (anexo 1) (8, 9).
ra valorar el riesgo de recurrencia. (3, 5, 8). En el estadio I, la edad de comienzo se
Los estudios genéticos moleculares más re- adelanta a los 5 meses, como punto añadido,
cientes prácticamente descartan que el cromo- aunque esta precisión es difícil de discernir; no
soma X este implicado. En la actualidad se ha ocurre así en lo concerniente al retraso postu-
propuesto la investigación de anomalías en el ral temprano y el desarrollo psicomotor dis-
brazo corto del cromosoma 11, ya que en el se ociado. Se precisa también, en el sistema ori-
localizan los genes para el brain-derived neuro- ginal, el retraso en el desarrollo en lugar de la

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detención del mismo, como se contemplaba en resistente. La tipología crítica es muy variable;
la descripción de los estadios en 1986 y se se- se han descrito crisis tónicas generalizadas,
ñala la poca anormalidad significativa de este tonicoclónicas generalizadas, parciales com-
retraso, con la salvedad del SRC, fenotipo III. plejas, parciales simples, ausencias atípicas,
En el estadio II se limita la duración del de- crisis mioclónicas, crisis atónicas, y epilepsia
terioro rápido a 1 año aproximadamente, pe- fotosensible. Las crisis pueden presentarse
ríodo, a veces, difícil de aprehender, y se pun- tanto en vigilia como en el sueño, aunque tiene
tualiza, en los puntos añadidos, la pérdida de tendencia a desencadenarse al despertar, y
los logros adquiridos; se señala también la con menor frecuencia en el adormecimiento.
presencia del contacto ocular y, en algunos ca- Las crisis nocturnas pueden contribuir al apa-
sos de SRC, de crisis epilépticas; ambos rente incremento de las muertes súbitas ocu-
hallazgos no se presentan en los estadios de rridas durante el sueño (9).
1986. La incidencia de muerte súbita en el recién
En el estadio III –matiza el comienzo al fi- nacido es mayor que en la población general y
nal del estadio II– se señala el comienzo de al- se ha postulado la baja frecuencia cardiaca de
guna restitución comunicativa, difícil de apre- estas niñas como otra causa relacionada. Esta
ciar, y no se vislumbra la frecuencia de la epi- característica es propia de estadios avanzados
lepsia, que es un hecho incontestable en un al- del SR, con intervalos QT del ECG prolonga-
to porcentaje de SR. En los puntos añadidos dos. No esta todavía claro si los trastornos del
expone el wake-up observado en algunos SR, ritmo cardíaco son un efecto directo del genoti-
y las niñas que no han adquirido la marcha au- po o de las manifestaciones de la afectación
tónoma a los 10 años pasan al estadio IV-B. SNC en el SR (7).
Algunas pacientes mantienen la deambulación Muchas niñas muestran también problemas
durante décadas. Es en este estadio en el que conductuales y emocionales, incluyendo an-
algunas niñas presentan una cierta mejoría en siedad, bajo estado anímico y conducta auto
la comunicación, probablemente más aparente agresiva (3).
que real, en la mayoría; pronuncian algunas de En un tercio de los casos, la muerte aconte-
las palabras que habían aprendido antes de la ce durante los primeros 20 años de vida, so-
regresión, aunque es difícil pronunciarse sobre bretodo durante la noche, no esta relacionada
si tienen sentido propositivo o las dicen al libre con crisis epilépticas, y, por ahora, no existe
albedrío; también se puede observar que co- una explicación (5).
gen algunas cosas pequeñas, que tiran o ma-
nosean, como si las sobaran- lo que denomi- DIAGNOSTICO:
namos “vehicular” las estereotipias -; si son El diagnóstico suele ser difícil, ya que com-
chucherías, patatas fritas o golosinas se las parte características con varias enfermedades
llevan a la boca. psiquiátricas y degenerativas (4).
En el estadio IV se matiza también el inicio El diagnóstico del SR se lleva a cabo por la
de la terminación del estadio III. Se denomina observación y la valoración clínica, al no existir
el estadio IV-A el de las niñas andadoras pre- un marcador bioquímico, morfológico, neurofi-
vias que pierden la deambulación y pasan a la siológico, citogenético o molecular que facilite
silla de ruedas, y estadio IV-B – como hemos la determinación del síndrome (9). Debe sospe-
expuesto anteriormente-, a las que a los 10 charse en pacientes del sexo femenino, con
años no han conseguido andar y han mostrado diagnóstico de parálisis cerebral infantil o re-
siempre dependencia a la silla de ruedas. No tardo mental idiopático al apoyarse en criterios
se precisan algunos aspectos reseñados en establecidos internacionalmente en 1988 que
1986, como la afectación motora, habitualmen- incluyen criterios necesarios, complementarios
te mixta, con signos piramidales y extrapirami- y componentes de exclusión (anexo 2) (1, 5, 6, 9,
11)
dales, y la importancia de los trastornos trófi- . Se considera que los primeros tienen que
cos y vasomotores que comienzan a manifes- presentarse obligatoriamente, los segundos
tarse en el estadio III (1, 5, 8, 10). pueden presentarse o ausentarse y la presen-
Se ha insistido en la necesidad de diferen- cia de uno o más de los terceros excluye el
ciar las crisis epilépticas de otros fenómenos diagnóstico. (8).
acaecidos en el SR – gritos, sacudidas, con- Entre estos criterios se encuentran algunas
tracturas, mirada fija, apnea, paroxismos distó- discinesias como la distonía, las estereotipias
nicos- , que pueden tomarse equivocadamente manuales y la apraxia de la marcha. Sin em-
como epilépticos. La evolución de las crisis es bargo, puede haber otras discinesias que no
muy variable, inicialmente se estimó que la estén bien descriptas como los movimientos
evolución era benigna con fácil control terapéu- estereotipados del tronco, la cabeza o los
tico, mientras que en la actualidad se admite miembros inferiores, temblor, corea, miocló-
que el 30 – 50% de las niñas afectadas pre- nias, rigidez y anomalías de la marcha (6). Las
sentan un pobre control crítico o crisis crisis epilépticas parciales complejas se distin-
fármacoresistente. La tipología crítica es muy

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guen de las estereotipias porque en las crisis ƒ SR provisional o potencial: se trata de
epilépticas parciales se da un cierto grado de niñas pequeñas, entre uno y tres
trastorno de conciencia y, además, es evidente años, con retraso psicomotor inexpli-
una clara actividad encefalográfica paroxística cado y/o pérdida de las habilidades
durante los episodios (12). funcionales, particularmente logros
Cuando se cumplen con todas los criterios manuales adquiridos.
necesarios se denomina Clásico, y cuando se ƒ Variante casos familiares atípicos:
reúne la mayoría de los criterios, pero difiere existen familias con mas de dos
del clásico por el inicio, los síntomas iniciales, miembros potenciales candidatos a
las manifestaciones clínicas más alternadas o SR que muestran marcadas diferen-
incompletas, se denomina síndrome de Rett cias en las desviaciones del desarrollo
atípico o sus variantes (anexo 3) (1, 5, 8, 11) entre ellos; uno de los miembros tiene
Se establecieron tres subgrupos o fenotipos un SRC y el/los otro/s pueden presen-
clínicos del SRC: Fenotipo I o SRC ambulante, tar patrones conductuales autistas, re-
fenotipo II o SRC ambulante transitorio, y feno- traso mental o ambos.
tipo III o SRC no ambulante (8). ƒ Variante variabilidad gemelos mono-
En las formas atípicas aparecen más tarde cigotos: con o sin concordancia feno-
las estereotipias, así como la edad de adquisi- típica entre ellos.
ción y pérdida de la sedestación, deambulación Los casos descritos en la literatura de niños
y prensión, y también la edad en la que se rea- con SR corresponden a varones con un cario-
liza el diagnóstico. El porcentaje de pacientes tipo 47 XYY y en hermanos de niñas con SR
que desarrollan lenguaje y que no presentan familiar, que provoca frecuentemente encefa-
retraso del crecimiento es más alto en las for- lopatías letales en la infancia. Excepcionalmen-
mas típicas. Como era de esperar, en las for- te, el SR en niños puede manifestarse como
mas atípicas el porcentaje de pacientes que una encefalopatía no letal con un curso seme-
conservan la prensión y andan por sí solas jante al del sexo femenino (5, 11).
comparativamente es más elevado (2, 5, 11). Además de los criterios clínicos ya estable-
Hagberg y col describieron 5 tipos de va- cidos, se ha informado de anormalidades
riantes (anexo 4): óseas, estas incluyen menor tamaño del 4 o 5
• Forma con epilepsia precoz: estas pa- metacarpiano, 4 metatarsiano corto, cubito cor-
cientes, aunque cumplan con los crite- to, y pie pequeño. También se describen alte-
rios del SRC, inician los síntomas antes raciones estructurales por resonancia magnéti-
de los 6 meses de edad y la presenta- ca del cráneo, como incremento del grosor del
ción clínica inicial esta dominada por las diploe, probablemente por disminución del vo-
crisis epilépticas. lumen del tejido cerebral, reducción del tamaño
• Forma congénita: en esta forma nunca del hipocampo, atrofia moderada y severa de
se experimento un período de normali- ambos lóbulos temporales, así como imagen
dad en el desarrollo psicomotor, aunque hipointensa en sustancia negra y globos páli-
las pacientes cumplan los criterios del dos (1).
SRC.
DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:
• Forma de regresión tardía: la regresión No sorprende que en el proceso diagnóstico
del desarrollo psicomotor se manifiesta de estas niñas suela plantearse la duda res-
más tarde (generalmente después de los pecto a los otros trastornos del grupo incluidas
4 años) y de forma más insidiosa. en el DSM. Las alteraciones precoses de la in-
• Forma frustre: el curso clínico es más teracción social evocan el autismo infantil. El
leve, incompleto y prolongado. La regre- trastorno desintegrador infantil comienza entre
sión se produce habitualmente entre el los 2 y los 10 años de edad en un niño hasta
primer y el tercer año de vida, pero no entonces normal (4, 10). Podría decirse que se
es tan grave como el SRC, llegando a la trata de un trastorno autista de inicio tardío. Se
pubertad con el cuadro clínico completo. recomienda la prueba de Bo Olsson en el dia-
El uso de las manos puede estar preser- gnóstico diferencial entre autismo de Kanner y
vado y las estereotipias pueden ser mí- SR (13). La enfermedad de Asperger se caracte-
nimas o atípicas. Generalmente no pre- riza por el fallo en el uso pragmático del len-
sentan microcefalia ni baja estatura. Es- guaje, aunque no muestra retraso grave del
ta es la variante del SR más frecuente. desarrollo cognitivo, ni del lenguaje verbal en la
• Forma con conservación del lenguaje: esfera formal. Por otra parte, todos estos tras-
estas pacientes, tras la fase de regre- tornos son más frecuentes en varones, y en
sión, consiguen pronunciar palabras que ninguno de ellos se observa disminución del
habían aprendido antes de manifestarse PC, ataxia, apraxia, estereotipias manuales,
la enfermedad. bruxismo, ni el patrón ventilatorio característico
• Otras variantes posibles: del SR.

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El deterioro cognitivo siempre forma parte para modificar los movimientos de las manos,
de este síndrome. De hecho, las niñas con SR para tratar los “pies de bailarina”, etc. El trata-
parecen tener un patrón cognitivo similar al de miento ortésico o quirúrgico de la escoliosis
las niñas con retraso mental profundo sin SR puede conseguir que esta no llegue a causar
pero manifiestan menos conductas comunicati- graves dificultades respiratorias.
vas. Por lo tanto el retraso mental es otro dia- Los programas alimenticios evitan la desnu-
gnóstico diferencial. trición, el aumento de peso y los disturbios del
Aunque en el SR se observa la pérdida de crecimiento. El manejo del estreñimiento se
funciones entre el primer y el quinto año de vi- maneja con la ingesta de fluidos, una dieta rica
da, después se advierte una estabilización, cir- en fibras y la realización de ejercicios. Es im-
cunstancia que lo diferencia de la mayor parte portante evitar el uso prolongado de laxantes,
de las enfermedades neurodegenerativas de la supositorios o enemas.
niñez. El SR también debe diferenciarse de las La terapia ocupacional (en la cual los tera-
enfermedades secuelares a una agresión pre, pistas ayudan a las niñas a desarrollar las ca-
peri o postnatal del SNC y de las debidas a pacidades necesarias para realizar actividades
otras enfermedades genéticas. autónomas, por ejemplo, vestirse, alimentarse
Otros diagnósticos diferenciales incluyen al y realizar labores artísticas o artesanales), la
síndrome de Angelman en el cual no hay pér- fisioterapia, la musicoterapia y la hidroterapia
dida de habilidades, sino un retardo simple y pueden prolongar la movilidad y la calidad de
una proporción sexual inespecífica, y el sín- vida de estas pacientes. El tratamiento fisiote-
drome de Prader – Willi en el cual hay ausen- rapéutico y de rehabilitación ayuda a mantener
cia de microcefalia y presencia de un retardo las habilidades motoras por el mayor tiempo
mental leve (3, 4). posible, mejorando la ataxia, los movimientos
involuntarios, la hipertonía y la apraxia. La mu-
PRONOSTICO: sicoterapia constituye un modo alternativo de
Podemos decir que cuanto más precoz es contacto.
la aparición de los signos clínicos, más grave También se pueden requerir en algunos ca-
son las formas clínicas. sos servicios especiales académicos, sociales,
Un dato pronostico de gran importancia es vocacionales, y de ayuda.
que la epilepsia padecida por estas pacientes, El tratamiento Psicopedagógico tiene como
incluso cuando es rebelde a los fármacos anti- objetivo el mejoramiento de las capacidades
epilépticos, no interfiere en la conservación de cognitivas (10).
la deambulación autónoma (2).
BIBLIOGRAFIA
Aunque se conoce poco sobre las expecta-
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Anexo 1
Sistema de clasificación original Puntos añadidos
Estadio I: estancamiento de inicio temprano.
• Edad de inicio: 6 -18 meses. • Inicio desde los 5 meses
• Retardo en el progreso de desarrollo • Retraso postural temprano
• Patrón de desarrollo aun no francamente anormal. • Desarrollo disociado
• Duración: entre semanas y meses. • Se arrastra sentado (Bottom- Shufflers)

Estadio II: regresión rápida del desarrollo.


• Edad de inicio: 1-4 años • Pérdida de los logros adquiridos: uso de los
• Perdida de destrezas y comunicación adquiridas dedos, balbuceos / palabras, juego activo
• Se hace evidente la deficiencia mental • Ocasionalmente “ en otro mundo”
• Duración: semanas a meses, posiblemente 1 año • Contacto ocular preservado
• Problemas de respiración todavía modestos
• Crisis solamente en el 15%

Estadio III: período pseudo estacionario


• Inicio: después del estadio II • Período de despertar ( wake up)
• Algo de restitución en la comunicación • Apraxia / dispraxia manuales prominentes
• Preservación aparente de la capacidad ambulatoria. Estadio III / IV: paciente no ambulatorio
• Regresión neuromotora lenta, inaparente
• Duración: algunos años a décadas

Estadio IV: deterioro motor tardío


• Inicio: cuando cesa la ambulación en el estadio III Estadio IV-A: previamente ambulatoria, ahora
• Dependencia completa a silla de ruedas no ambulatoria.
• Discapacidad grave: atrofia y deformidad distal Estadio IV-B: nunca ambulatoria
• Duración : décadas

Fuente: referencia bibliográfica números 1, 5, 8, 10

Anexo 2
Criterios necesarios:
No todos se dan necesariamente 6. Ausencia de desarrollo del lenguaje o un lenguaje
1. Periodo pre y perinatal aparentemente normal. muy rudimentario junto con retraso psicomotor
2. Desarrollo psicomotor aparentemente normal hasta severo. Pérdida de balbuceos adquiridos / pala-
los 6 meses (entre 12 y 18 meses en ocasiones). bras aprendidas.
3. El perímetro craneal al nacimiento es normal. 7. Estereotipias manuales de torsión/presión, golpe-
4. Retardo en el crecimiento cefálico entre los 6 meses teo/palmoteo, frotamiento/lavado de manos / esti-
y los 4 años. rado de lengua/ ensalivado / bruxismo.
5. Pérdida de la utilización voluntaria de las manos en- 8. Alteración de la marcha (apraxia) o no adquisición
tre los 6 meses y 5 años. Se acompaña de deterioro de la deambulación y apraxia/ataxia de tronco en-
en la capacidad de comunicación y comportamiento tre 1-4 años.
social. 9. Apariencia de deficiencia mental obvia.
10. El diagnóstico de certeza se realiza a partir de los
2 a 5 años

Criterios de soporte:
1. Anomalías del ritmo respiratorio en vigilia. 10. Convulsiones / epilepsia: varios tipos de crisis.
2. Apneas periódicas en vigilia. 11. Signos de espasticidad - Anomalías del tono
3. Hiperventilación intermitente muscular con atrofia de las masas musculares y/o
4. Periodos de contener la respiración. distonías
5. Emisión forzada de aire y saliva. 12. Trastornos vasomotores periféricos
6. Distensión abdominal por deglución de grandes can- 13. Cifosis / escoliosis de tipo neurogénico
tidades de aire. 14. Retraso en el crecimiento (talla).
7. Anomalías EEG (Electroencefalograma) 15. Pies pequeños hipotróficos y fríos.
8. Actividad de base lenta con períodos rítmicos – in- 16. Anomalías en el patrón de sueño del lactante, con
termitentes de 3-5 Hz. mayor tiempo de sueño diurno.
9. Descargas paroxísticas epileptiformes con o sin cri-
sis clínicas.

Criterios de exclusión:
1. Retraso en el crecimiento dentro del útero. 5. Enfermedad metabólica conocida o una enferme-
2. Signos clínicos de alguna enfermedad de depósito dad neurológica progresiva.
u organomegalia (aumento crecimiento de órga- 6. Enfermedad neurológica adquirida a raíz de una in-
nos). fección grave o traumatismo craneoencefálico se-
3. Atrofia del nervio óptico / retinopatías. vero o evidencia de daño cerebral adquirido prena-
4. Tamaño pequeño del cráneo (microcefalia) congé- talmente.
nito (desde el nacimiento).

Fuente: referencia bibliográfica 1, 5, 6, 8-11

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Anexo 3
Criterios de diagnóstico para las formas no clásicas o atípicas:
Criterios de inclusión:
Al menos 3 de los siguientes criterios principales:
1. Ausencia o reducción de las habilidades manuales.
2. Pérdida del lenguaje/jerga.
3. Pérdida de las habilidades para comunicarse.
4. Desaceleración del crecimiento de la cabeza.
5. Estereotipias manuales.
6. Trastorno del desarrollo con un perfil de S. de Rett.
Al menos 6 de los 11 criterios de soporte:
1. Anomalías del ritmo respiratorio.
2. Bruxismo (rechinar dientes).
3. Escoliosis / cifosis.
4. Amiotrofias de extremidades inferiores.
5. Pies fríos y cianóticos.
6. Aerofagia.
7. Deambulación anormal o ausente.
8. Trastornos del sueño.
9. Señalar con la mirada característica del Síndrome de Rett.
10. Gran tolerancia al dolor.
11. Crisis de risa o gritos.
Fuente: Referencia bibliográfica 1, 6-8

Anexo 4
Expresiones fenotípicas del SR. Hagberg, 1995
I. SR clásico en mujer Subtipo: comienzo
II. SR atípico en mujer precoz con crisis
Formas frustradas
Original ( mayores de 13 años de edad)
Provisional ( 10 - 13 años de edad)
Regresión infantil tardía
Lenguaje conservado
Congénito
Otras variantes
Provisional o potencial
Variante casos familiares atípicos
Variante variabilidad gemelo monocigotos
III. SR en varón
Fuente: Referencia Bibliográfica 1,8, 11

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