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PERSPECTIVA HISTÓRICA

Desde el principio de la historia humana se ha reconocido que las personas


difieren en cuanto a sus aptitudes cognoscitivas, características de
personalidad y comportamiento, y que estas diferencias pueden evaluarse en
cierta forma. Hace casi 2,500 años, Platón y Aristóteles escribieron acerca de
las diferencias individuales, e incluso ya tenían como antecesores de esta
actividad a los antiguos chinos (Bowman, 1989; Doyle, 1974). Desde la remota
fecha del año 2200 a. C., el entonces emperador chino instituyó un sistema de
exámenes en el servicio civil para determinar si los funcionarios
gubernamentales eran aptos para desempeñar sus labores. Este sistema, de
acuerdo con el cual se examinaba a los funcionarios cada tres años para
evaluar su destreza en música, tiro con arco, equitación, escritura, aritmética,
así como en ritos y ceremonias públicas y privadas, fue continuado por
sucesivos gobernantes chinos, quienes incluyeron conocimientos de la ley civil,
asuntos militares, agricultura, rentas públicas, geografía, composición y poesía
(Green, 1991). Se trataba de exámenes orales, más que escritos, que
evaluaban no solamente lo que los examinados respondían, sino también el
cómo lo decían. Durante el siglo XIX, los gobiernos británico, francés y alemán
diseñaron sus exámenes para el servicio civil tomando el antiguo sistema chino
como patrón.
Durante la Edad Media era prácticamente inexistente cualquier preocupación
por la individualidad. En la estructura social de la sociedad europea medieval,
las actividades de la gente se determinaban en gran medida dependiendo de la
clase social en que se naciera. Se permitía poca libertad para la expresión o el
desarrollo individuales. No obstante, hacia el siglo XVI, se tornó más
progresista, menos doctrinaria y fue desarrollándose la idea de que las
personas eran únicas y tenían derecho a afirmar sus dones naturales y a
mejorar su posición en la vida. Esta era de Renacimiento, y el subsiguiente
periodo de la Ilustración no sólo fueron etapas durante las cuales el interés por
el aprendizaje y la creatividad resurgió y fue fomentado, constituyó también un
renacimiento del individualismo. El espíritu de la libertad y el valor individual,
que florecía gracias al estímulo político y económico que proporcionaban el
capitalismo y la democracia, encontró su expresión en el arte, la ciencia, la
filosofía y el gobierno. Sin embargo, no fue sino hasta finales del siglo XIX
cuando realmente se inició la evolución del estudio científico de las diferencias
individuales en cuanto a aptitudes y personalidad.

Fundamento
Es el principio o cimiento sobre el que se apoya y se desarrolla una cosa.
Puede tratarse de la base literal y material de una construcción o del sustento
simbólico de algo.

Prueba
Acción de probar a alguien o algo para conocer sus cualidades, verificar su
eficacia, saber cómo funciona o reacciona, o qué resultado produce.

Una prueba puede ser una evaluación, un examen o un experimento que se


lleva a cabo con la intención de comprobar algo. Psicológico, por su parte, es
aquello que tiene relación con la psicología (la disciplina enfocada al estudio
de los procesos de la mente).

Las pruebas psicológicas, por lo tanto, tienen la finalidad de evaluar la salud


mental de un individuo. El desarrollo y la interpretación de estas pruebas
deben ser llevados a cabo por un psicólogo (un experto en psicología).

El objetivo de la prueba psicológica es obtener manifestaciones de la


estructura psíquica de la persona. Cuando la intención es medir la condición
psíquica en valores objetivos que puedan cotejarse entre sí, se habla de
una prueba psicométrica.

La prueba psicológica realizada con criterios de psicometría es estandarizada


y tiene las puntuaciones ya definidas. De acuerdo a las respuestas del
individuo en cuestión, al finalizar la evaluación obtendrá un cierto puntaje que
podrá compararse con estadísticas de referencia.
Prueba adaptada. Procedimiento de prueba, por lo general basada en la
computadora, en el cual los reactivos específicos que se presentan varían
según la capacidad estimada u otras características especificadas del
examinado y sus respuestas a los reactivos anteriores.

Prueba con referencia a criterio. Prueba diseñada con especificaciones de


contenido muy restringidas para cumplir un rango limitado de propósitos muy
específicos.El propósito de la prueba es determinar dónde se localiza el sujeto
con respecto a ciertos objetivos educativos.

Prueba con referencia a normas. Prueba cuyas calificaciones son


interpretadas con respecto a las normas obtenidas de una muestra
representativa de individuos.

Prueba de analogías. Prueba que requiere que el examinado determine una


relación, similitud o diferencia entre dos o más cosas. Por ejemplo: “Las rosas
son rojas como las violetas son (a) azules, (b) verdes, (c) naranjas, (d)
amarillas”.

Prueba de aptitudes académicas. Cualquier prueba que predice la habilidad


de una persona para aprender los tipos de información y habilidades que se
enseñan en la escuela. Las habilidades medidas por esas pruebas (por
ejemplo, la prueba de aptitud académica) son similares a las medidas por las
pruebas generales de inteligencia.

Prueba de aptitudes. Medida de la habilidad para beneficiarse del


entrenamiento o experiencia adicionales, es decir, volverse competente en una
destreza u otra habilidad.

Prueba de creatividad. Prueba que evalúa el pensamiento original, novedoso


o divergente.
Prueba de diagnóstico. Prueba de aprovechamiento compuesta por diversas
áreas o habilidades que constituyen cierta materia, con el propósito de
diagnosticar las fortalezas y debilidades relativas de un individuo en esas
áreas. Se dispone de pruebas de diagnóstico en lectura, aritmética y ortografía.

Prueba de ensayo. Prueba en la cual se requiere que los sujetos elaboren


respuestas más bien extensas a una serie de preguntas. Las respuestas son
evaluadas subjetivamente por el maestro u otro evaluador.

Prueba de habilidades básicas. Medición de la competencia en lectura,


matemáticas elementales u otras habilidades requeridas en la mayoría de los
escenarios de entrenamiento y empleo.

Prueba de habilidades. Prueba que mide el grado en que una persona es


capaz de realizar cierta tarea u ocupación.

Prueba de nivel flexible. Una prueba que consta de reactivos arreglados en


orden de dificultad y en la cual cada examinado comienza por la mitad. Cuando
un reactivo se responde correctamente, se presenta el siguiente reactivo más
difícil; cuando un reactivo se responde de manera incorrecta, se presenta el
siguiente reactivo más fácil, y así sucesivamente.

Prueba de pico. Prueba diseñada para medir con eficiencia dentro de un rango
bastante estrecho de habilidad.

Prueba de preparación. Prueba que mide el grado en que una persona posee
las habilidades y el conocimiento necesarios para aprender una materia
compleja como la lectura, las matemáticas o la ortografía.

Prueba de pronóstico. Prueba utilizada para predecir el aprovechamiento de


una persona en una materia particular, por ejemplo, una prueba de preparación
para la lectura.

Prueba de reconocimiento. En contraste con una prueba de diagnóstico, una


prueba de aprovechamiento que se concentra en el desempeño global del
examinado en la prueba.
Prueba de referencia. Grupo común de reactivos en cada una de las distintas
formas de una prueba que se utiliza para igualar las calificaciones en las
diversas formas.

Prueba de situación. Prueba de desempeño en la cual se coloca a la persona


en una situación realista pero artificial y se le pide que cumpla una tarea
específica. Las pruebas situacionales han sido empleadas para evaluar
características de personalidad como la honestidad y la tolerancia a la
frustración.

Prueba de una muestra de trabajo. Prueba que consiste en réplicas en


miniatura de las tareas realizadas en el trabajo solicitado por el individuo.

Prueba justa para las culturas. Prueba compuesta por materiales a los cuales
se supone que todos los grupos socioculturales han sido expuestos. La prueba
no penaliza a ningún grupo sociocultural por la carencia de experiencia
relevante. Los intentos por desarrollar pruebas justas para las culturas no han
tenido mucho éxito.

Prueba objetiva. Prueba que se califica comparando las respuestas del sujeto
con una lista de respuestas correctas (una clave) preparada de antemano, en
contraste con una prueba que se califica de manera subjetiva. Algunos
ejemplos de reactivos de las pruebas objetivas son los de opción múltiple y de
verdadero-falso.

Prueba piloto. Prueba aplicada a una muestra representativa de personas


para poner a prueba algunos aspectos de la prueba o de los reactivos de la
prueba.

Prueba segura. Prueba aplicada bajo condiciones de alta seguridad para


asegurarse de que sólo presenten la prueba las personas que deben hacerlo y
que los examinados no saquen de la sala de exámenes copias de los
materiales de prueba.
Pruebas en las que hay mucho en juego. Pruebas que contribuyen a tomar
decisiones educativas, de empleo, de tratamiento u otras decisiones
importantes concernientes a individuos o grupos.

Pruebas secuenciales. Procedimiento de examinación en el cual las


respuestas del examinado a los reactivos previos determinan qué reactivos se
presentarán a continuación; también se conoce como pruebas adaptadas.

Medir
Medir es sustituir sistemáticamente las cosas o sus propiedades por números,
de tal modo que podamos usar los números como si se tratase de lo
representado.

Validez.
El grado en el que un instrumento de evaluación mide lo que está diseñado
para medir. La validez puede ser evaluada de varias maneras: mediante el
análisis del contenido del instrumento (validez de contenido), relacionando las
calificaciones en la prueba con un criterio (validez de predicción y concurrente)
y mediante un estudio más profundo del grado en que la prueba es una medida
de cierto constructo psicológico (validez de constructo).

Confiabilidad.
El grado en que un instrumento de evaluación psicológica mide algo en forma
consistente. Un instrumento confiable está relativamente libre de errores de
medición, por lo que las calificaciones obtenidas en el instrumento son
cercanas en valor numérico a las verdaderas calificaciones de los examinados.

Estandarización.
Aplicar una prueba cuidadosamente elaborada a una muestra grande y
representativa de personas bajo condiciones estándar con el propósito de
determinar las normas.
Entrevista.
Procedimiento sistemático para obtener información al plantear preguntas y, en
general, al interactuar verbalmente con una persona (el entrevistado).

Retardo mental o retraso mental


El retardo mental (también conocido como retraso mental o deficiencia mental)
es una afección que se diagnostica antes de los 18 años de edad y supone que
el individuo que lo padece presenta un funcionamiento intelectual que se ubica
por debajo del promedio. El retardo mental está formado por una serie de
trastornos de naturaleza psicológica, biológica o social, que determinan
una carencia de las habilidades necesarias para la vida cotidiana.

Clasificación de retardo mental

Retraso mental leve


El retraso mental leve es equivalente en líneas generales a lo que se considera
en la categoría pedagógica como «educable». Este grupo incluye a la mayoría
(alrededor del 85 %) de las personas afectadas por el trastorno. Consideradas
en su conjunto, tales personas suelen desarrollar habilidades sociales y de
comunicación durante los años preescolares (0-5 años de edad), tienen
insuficiencias mínimas en las áreas sensoriomotoras y con frecuencia no son
distinguibles de otros niños sin retraso mental hasta edades posteriores.
Durante los últimos años de su adolescencia, pueden adquirir conocimientos
académicos que les sitúan aproximadamente en un sexto curso de enseñanza
básica. Durante su vida adulta, acostumbran adquirir habilidades sociales y
laborales adecuadas para una autonomía mínima, pero pueden necesitar
supervisión, orientación y asistencia, especialmente en situaciones de estrés
social o económico desusado. Contando con apoyos adecuados, los sujetos
con retraso mental leve acostumbran a vivir satisfactoriamente en la
comunidad, sea independientemente, sea en establecimientos supervisados.
Retraso mental moderado
El retraso mental moderado equivale aproximadamente a la categoría
pedagógica de «adiestrable». No debería utilizarse este término anticuado,
porque implica erróneamente que las personas con retraso mental moderado
no pueden beneficiarse de programas pedagógicos. Este grupo constituye
alrededor del 10 % de toda la población con retraso mental. La mayoría de los
individuos con este nivel de retraso mental adquieren habilidades de
comunicación durante los primeros años de la niñez. Pueden aprovecharse de
una formación laboral y, con supervisión moderada, atender a su propio
cuidado personal. También pueden beneficiarse de adiestramiento en
habilidades sociales y laborales, pero es improbable que progresen más allá de
un segundo nivel en materias escolares. Pueden aprender a trasladarse
independientemente por lugares que les son familiares. Durante la
adolescencia, sus dificultades para reconocer las convenciones sociales
pueden interferir las relaciones con otros muchachos o muchachas. Alcanzada
la etapa adulta, en su mayoría son capaces de realizar trabajos no cualificados
o semicualificados, siempre con supervisión, en talleres protegidos o en el
mercado general del trabajo. Se adaptan bien a la vida en comunidad,
usualmente en instituciones con supervisión.

Retraso mental grave


El grupo de personas con retraso mental grave incluye el 3-4 % de los
individuos con retraso mental. Durante los primeros años de la niñez adquieren
un lenguaje comunicativo escaso o nulo. Durante la edad escolar pueden
aprender a hablar y pueden ser adiestrados en habilidades elementales de
cuidado personal. Se benefician sólo limitadamente de la enseñanza de
materias preacadémicas como la familiaridad con el alfabeto y el cálculo
simple, pero pueden dominar ciertas habilidades como el aprendizaje de la
lectura global de algunas palabras imprescindibles para la «supervivencia». En
los años adultos pueden ser capaces de realizar tareas simples estrechamente
supervisados en instituciones. En su mayoría se adaptan bien a la vida en la
comunidad, sea en hogares colectivos o con sus familias, a no ser que sufran
alguna discapacidad asociada que requiera cuidados especializados o
cualquier otro tipo de asistencia.
Retraso mental profundo

El grupo afecto de retraso mental profundo incluye aproximadamente el 1-2 %


de las personas con retraso mental. La mayoría de los individuos con este
diagnóstico presentan una enfermedad neurológica identificada que explica su
retraso mental. Durante los primeros años de la niñez desarrollan
considerables alteraciones del funcionamiento sensoriomotor. Puede
predecirse un desarrollo óptimo en un ambiente altamente estructurado con
ayudas y supervisión constantes, así como con una relación individualizada con
el educador. El desarrollo motor y las habilidades para la comunicación y el
cuidado personal pueden mejorar si se les somete a un adiestramiento
adecuado. Algunos de ellos llegan a realizar tareas simples en instituciones
protegidas y estrechamente supervisados.

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