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ISSN: 1132-0559
pi@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España
DOSSIER
RESUMEN
Se analiza el proceso de visibilización y de toma de conciencia social sobr
e la violencia
de género que estamos viviendo en nuestro entorno en estos últimos años. Para ello se
toma como referencia el concepto de problema social y se revisan dos ejemplos de violencia
de género, la violencia doméstica y el acoso sexual.
Se concluye que el paso de considerar la violencia de género como problema privado a
considerarla un problema social no sólo implica un mayor conocimiento del oblema pr o
cambios en la legislación vigente, sino también un nuevo modo de analizar sus causas y
de sugerir actuaciones para prevenirlo.
PALABRAS CLA VE
Problema social; violencia de género.
ABSTRACT
This paper analyses the process of visibility and social awareness about the gender
violence that we are living in the last years around the world. The concept of social pro-
blem is taken as framework and two examples of gender violence are reviewed: domestic
violence and sexual harassment.
Ctra. Valldemossa km 7,5. 07071 Palma de Mallorca. Balears. Tel. 971 17 34 40. Fax: 971 17
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KEY WORDS
Social problem; gender violence.
partidas y aprobadas por una parte del cionable mediante una acción colectiva
sistema social" (p. 1); o como la de Kohn puede ir en contra de los propios valores
(1976) que lo define como "un fenómeno colectivos, pero no por eso llegar a ser un
social que tiene un impacto negativo en problema social.
las vidas de un segmento considerable de
población" (p. 94). Finalmente, algunas definiciones tratan
de integrar los componentes objetivos y
Por otra parte estarían aquellas defini- subjetivos del problema social. E ntre ellas
ciones que entienden que sólo existe un cabría citar, por ejemplo, la de Henslin
problema social cuando un grupo signifi- (1990) que considera que "un problema
cativo de la sociedad percibe y define social es algún aspecto de la sociedad (con -
ciertas condiciones como problema y dición objetiva) acerca del cual un amplio
pone en marcha acciones para solucio- número de personas están preocupadas
narlas. Dentro de esta línea se enmarca- (condición subjetiva" (p. 2).
rían, por ejemplo, definiciones como las
de Blumer (1971) qu e entiende que los Como señala Clemente (1997), una de
problemas sociales no tienen existencia las definiciones más completas y riguro-
por sí mismos si no que son producto de sas de problema social es la de Sullivan y
un proceso de definición colectiva que cols. (1980) a la que ya nos hemos referi-
ocurre cuando un número significativo do. Siguiendo pues a estos autores,
de personas consideran ciertas situacio- cabría concluir que los elementos más
nes sociales como no deseadas y tienen importantes para identificar un problema
el suficiente poder como para transmitir social son los siguientes:
esa percepción a otros sectores. Por su
parte, Sullivan, Thompson, Wright, E n primer lugar, debería existir un
Gross y Spader (1980) consideran que amplio consenso entre los miembros de
"existe un problema social cuando un una sociedad sobre la determinación de
grupo de influencia es consciente de una cuáles son los problemas sociales. Si bien
condición social que afecta sus valores, y resulta claro que alcanzar la evidencia de
que puede ser remediada mediante una este consenso es difícil, los datos estadís-
acción colectiva" (p. 10). E stos mismos ticos sobre la opinión de la población
autores especifican los elementos que pueden ser una herramienta útil, aunque
incorporan a su definición del modo no exenta de críticas y, por tanto, no
siguiente: a) Para que una condición sea siempre suficiente para este fin. Sea como
definida como problema social debe ser sea, parece evidente que un problema
considerada como injusta por un grupo, social sólo lo es si la opinión pública lo
y dicho grupo debe tener influencia considera como tal, y en este proceso los
social, es decir, debe tener un impacto medios de comunicación juegan un papel
significativo dentro del debate público o determinante.
en la política social a nivel de un colecti-
vo mayoritario; b) Sólo se considera la Por otra parte, se debe poder identifi-
existencia de un problema social si existe car a los grupos sociales que definen la
conciencia de que la condición indesea- existencia de un problema social, ya que
ble que se denuncia es efectivamente un ellos son los mas interesados en su solu-
problema; c) E sa condición debe afectar ción. Este fenómeno fue definido por Ber-
negativamente los valores; y d) Para con- ger como "debunking" (destaponar) y con-
siderar el problema como social debe sistiría en averiguar cuáles son los
darse la posibilidad de que el problema auténticos fines que persigue el grupo
sea remediado por la acción colectiva ya que denuncia y que, en ocasiones, pue-
que toda acción social que no sea solu- den estar más o menos encubiertos.
El tercer elemento se refiere a los valo- 1980) podemos distinguir tres tipos gene-
res sociales puesto que éstos son impres- rales de autoridad: La autoridad tradicio-
cindibles para determinar la razón por la nal, basada en la creencia de que lo que
cual se define un problema como social. es costumbre y habitual está bien hecho
Como señala Clemente (1997), los valores y es lógico; la autoridad legal – racional,
hacen referencia a las preferencias perso- basada en la creencia de que se debe
nales y a las prioridades de grupos socia- confiar en las prácticas que consiguen
les y estas prioridades son frecuentemen- logros de la manera más eficaz posible; y
te distintas para cada grupo social por lo la autoridad carismática, basada en la
que, a menudo, se plantea un conflicto habilidad personal de un líder .
de valores. La solución de este conflicto
dependerá de la adecuada priorización de
estos valores. LAS FASES EN EL DESARROLLO DE
UN PROBLEMA SOCIAL.
Y un último elemento importante se
refiere al hecho de que los problemas Tras revisar estos aspectos que nos
sociales son, por definición, cuestiones permiten entender qué es un problema
públicas y no cuestiones personales o social, cabe analizar cuáles son las fases
privadas. en su desarrollo, y para ello seguiremos
la pr opuesta de Kitsuse y Spector (1973).
Vemos, por tanto, que el reconoci-
miento de una situación o circunstancia En la primera fase, o fase de agitación,
como problema social está ligado a su se detecta la presencia de un grupo de
reconocimiento por parte de una comuni- personas descontentas cuya actividad se
dad o de personas de influencia y presti- dirige fundamentalmente hacia dos fines
gio. Esto supone que la manera en que que son convencer a otros grupos socia-
algo queda definido como problema les, y comenzar a preparar acciones
social está estrechamente ligada a la encaminadas a tratar las causas del pro-
intervención del poder, la representación blema planteado. Las personas que ini-
y también la manipulación. cian estas acciones suelen ser las vícti-
mas aunque no necesariamente es así.
Tal como señalan Sullivan y cols.
(1980), a la hora de enfocar los proble- En esta fase suelen dedicarse una
mas sociales el poder dependerá de cues- parte importante de los esfuerzos a
tiones como: La fuerza de los números ya reconvertir los problemas privados en
que si un grupo tiene acceso a un mayor públicos. Y es común que en ella se
número de personas es más fácil que cometan una serie de errores que hacen
incremente su poder; la organización que no siempre esta primera etapa tenga
entendida como habilidad para coordinar mucho éxito. Entre estos errores estarí -
las acciones hacia un fin, de modo que es an, por ejemplo, la vaguedad de las recla-
totalmente posible que grupos pequeños maciones del grupo, la escasa significa-
pero bien organizados alcancen altas ción pública del grupo y por tanto su
cotas de poder; y el acceso a los recursos escaso alcance social, o la adopción de
ya que cuanto mayor sea éste, más poder estrategias equivocadas o no efectivas.
alcanzará el grupo de pr esión.
En la segunda fase, llamada de legiti-
Muy relacionado con el tema del poder mación y co-actuación, la situación cam-
se halla el de la autoridad, entendida bia radicalmente cuando los principales
como poder institucionalizado. Siguiendo agentes sociales, que habitualmente son
a estos mismos autores (Sullivan et al., oficiales, reconocen al grupo de presión y
empiezan a atender a sus deseos. De esta bien se crean pequeños grupos que
manera el grupo recibe legitimación, pro- afronten la búsqueda de soluciones par-
duciéndose también un cambio en la per- ciales al pr oblema inicial.
cepción de las personas que pertenecen
al grupo de presión al extenderse a ellas
el prestigio y pasar a ser consideradas VIOLENCIA DE GÉNERO COMO
como críticas al sistema y ya no tanto PROBLEMA SOCIAL.
como agitadoras.
Una vez analizado qué es y cómo evo-
La co-actuación se produce en cuanto luciona un problema hasta ser conside-
una serie de organismos oficiales empie- rado como problema social, cabe aplicar
zan a actuar sobre el problema, controlar este análisis al caso de la violencia de
su definición y elegir a sus interlocutores género en términos generales y en los
legales. Así los intereses de los grupos dos ejemplos a los que antes nos hemos
pasan a depender de la estructura gene- referido, la violencia doméstica y el acoso
ral de la organización, consiguiéndose sexual.
una estabilidad nueva.
Si, como se ha comentado anterior-
En la tercera, o fase de burocratiza- mente, una de las concepciones más
ción y reacción, el problema, que ha aceptadas de problema social es la que
pasado a estar en manos de una agencia señala que para que una condición sea
gubernamental, se minimiza en parte, definida como tal debe ser considerada
pasando de ser importante a ser uno más injusta por un grupo que tenga una cier-
entre otros. En palabras de Stark (1975), ta influencia social, entonces para enten-
deja de ser "qué se puede hacer para evi - der el paso de la violencia de género de
tar las condiciones que generan el proble- problema privado a problema público es
ma", y se convierte en "qué se puede imprescindible analizar el papel desem-
hacer para evitar que haya personas que peñado por el movimiento feminista.
sigan protestando".
En este sentido, las feministas del
Finalmente, la fase descrita como de siglo XX y, especialmente, el movimiento
reemergencia del movimiento se refiere a de liberación de las mujeres que se inicia
que, llegados a este punto, lo más proba- en la década de 1960 va a centrarse en
ble es que las políticas oficiales hayan nuevos temas y en nuevos problemas y,
generado un fuerte descontento y desilu- entre ellos en la violencia contra las
sión. Si es así suele darse una de las mujeres, inicialmente, en la violencia
siguientes alternativas: a) Que el grupo sexual y posteriormente en la violencia
de presión inicial rechace la forma de doméstica (Anderson y Zinsser, 1992,
actuación de las instituciones oficiales; b) 2000; Heise, 1997; Kanuha, 1997).
Que quienes promovieron el movimiento
sean sustituidos por las personas afecta- Un hito importante que hay que citar
das, al no considerar éstas atendidas sus es el llamado Tribunal Internacional de
peticiones; c) Que las soluciones y accio- Delitos Contra la Mujer, reunión que se
nes planteadas desde los organismos ofi- inaguró el 8 de marzo de 1976 con la
ciales entren en contradicción con los asistencia de 2.000 mujeres de 40 países
valores o intereses de otros grupos socia - y que fue concebido a imagen de otros
les creándose nuevos conflictos; d) Que, grandes procesos (como el de Nuremberg)
o bien se produce el desarrollo de grupos y como opuesto al Congreso de Naciones
más reducidos, que buscarán soluciones Unidas sobre las mujeres que había teni-
reales para las personas afectadas, o do lugar en Ciudad de México el año
potencial víctima del acoso (Bosch y de ser hombre o mujer, las normas sociales
Ferr er, 1999). y de convivencia en las que nos basamos,
nuestras expectativas, nuestras aspiracio-
nes, en definitiva el diseño de la sociedad
CONCLUSIONES: futura que deseamos debe proseguir y
ampliarse más. Deberíamos ser capaces de
En definitiva, nuestra intención a lo generar como alternativa a la cultura misó-
largo de este artículo ha sido demostrar gina, una cultura de la igualdad, la paz y el
cómo, y fundamentalmente a instancias respeto a la vida en todas su manifestacio-
de los colectivos más afectados, es decir nes. Para ello se requerirá el compromiso
los grupos feministas, se ha iniciado en de todas y todos, tanto individual como
los últimos años un proceso de denuncia, colectivamente, de las instituciones públi-
discusión y toma de conciencia social cas, de las ONGs, y, sin duda, también del
sobre la violencia de género, incluyendo mundo universitario. E n este sentido son
sus causas, claramente vinculadas a la cada vez más numerosos las líneas de
estructura de poder patriarcal y a la cul- investigación sobre género, y más activos
tura misógina que defiende, y sus conse- los grupos de investigadores/as que los lle-
cuencias en la vida, la salud y las legíti- van a cabo, desarrollando propuestas
mas expectativas de millones de perso- novedosas, que invitan a cuestionar el
nas en todo el mundo cuyas vidas se ven androcentrismo científico, proponiendo
amenazadas por el simple hecho de una mirada alterativa que nos ayude a
haber nacido mujer . entender mejor, a ampliar más nuestro
campo de visión sobre la complejidad de la
El acuerdo adoptado en la IV Confe- construcción social del género humano.
rencia Mundial sobre la Mujer de Beijing
(1995) en el sentido de que es necesario Para finalizar, nos parece importante
dar reconocimiento institucional pero remarcar que, en el caso de la violencia
también público al hecho de que los contra las mujeres, su consideración como
derechos de las mujeres son derechos problema social implica no sólo una visibi-
humanos, pone finalmente y de forma lización del problema sino también una
clara las cosas en su lugar. El grave nueva forma de abordar su explicación.
atentado contra los derechos fundamen- Así, si desde un análisis como problema
tales que implica el recurso a la violen- individual se entendía esta violencia como
cia, sea física o psíquica, como expresión consecuencia de alguna situación o cir-
de poder, es injustificable en cualquiera cunstancia particular (situación socioeco-
de sus posibles manifestaciones. Tampo- nómica, psicopatología del agresor, etc.),
co es tolerable el manido recurso a la tra- desde su consideración como un problema
dición como forma de justificación de social pasa a entenderse que la violencia
determinadas prácticas que atentan cla- contra las mujeres tiene su origen último
ramente contra la vida o la dignidad de en unas relaciones sociales basadas en la
las mujeres, se produzcan dónde se pro- desigualdad, en un contrato social entre
duzcan. El respeto a la diversidad cultu- hombres y mujeres que implica la presión
ral no debe servir de excusa para el man- de un género (el femenino) por parte del
tenimiento de situación de grave desi- otro (el masculino). Y, desde esta nueva
gualdad entr e seres humanos. consideración, son necesarias actuaciones
a nivel social que impliquen un nuevo con-
Creemos, por tanto, que el amplio deba- trato social, con nuevas medidas legislati-
te social que implica un proceso de revisión vas, modificaciones los programas educati-
y crítica en profundidad de muchas de vos, etc., para afrontar el problema y supe-
nuestras concepciones sobre el significado rar sus consecuencias.
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