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ARTÍCULO

las aporías de la arqueología


hermenéutica. en busca de un nuevo
criterio de validez

the aporiai of hermeneutic archaeology. in search for a new


validity standard
I
vaquer, josé m.

O riginal Recibido el 15 de Septiembre de 2013 • Original Aceptado el 10 de Diciembre de 2013

RESUMEN

En este trabajo propongo que la Arqueología Hermenéutica Británica (AHB) se encuentra, debido a
su tendencia academicista, en un estado de contradicción con sus objetivos originales. La propuesta de
que toda arqueología es práctica política no fue llevada a cabo por los practicantes de esta corriente. En
consecuencia, presento dos argumentos que podrían explicar parcialmente el estado de contradicción: el
primero de ellos, la “falacia esencialista”, implica que la AHB termina esencializando a la Modernidad por
su negación. El segundo de ellos, tiene que ver con la falta de un Otro que interpele las interpretaciones
de la AHB y por lo tanto, la práctica política se encuentra restringida al campo académico. Para construir
los argumentos, repaso sintéticamente las principales posturas del Pensamiento Moderno y su incidencia
en la AHB. A continuación, me centro en las críticas del pensamiento moderno, a partir de su tendencia
totalizadora. Finalmente, esbozo una posible solución a las contradicciones a partir de considerar, siguiendo
a Levinas, que la relación ética debe primar sobre la relación de conocimiento, y de esta manera, sentar las
bases para una Arqueología Latinoamericana comprometida socialmente.
PALABRAS CLAVE: Arqueología hermenéutica; Falacia esencialista; Violencia epistémica; Ética.

ABSTRACT

In this paper I claim that British Hermeneutics Archaeology (BHA) is, due to its academic orientation,
in a state of contradiction with its original goals. The proposal that archaeology is a political practice has not
been carried forward by the practitioners of this theoretical trend. In consequence, I present two arguments
that might partially explain the state of contradiction: first, the “esentialist fallacy”, implicating that the
BHA ends up essentializing Modernity by its negation. Second, and related with the lack of an Other that
questions BHA interpretations, its political practice has been restricted to the academic field. In order to
construct the arguments, I synthetize the main trends of Modern Thought and their effect on BHA. Then,
I show some critics based on the totalizing tendencies of Modernity. Finally, I suggest a possible solution
to the contradictions by considering, following Levinas, that ethics should be first philosophy instead of
knowing. This could lead to lay the foundations of a socially engaged Latin American Archaeology.
KEYWORDS: Hermeneutic archaeology; Essencialist fallacy; Epistemic violence; Ethics.

I
CONICET • Instituto de Arqueología, FFyL, UBA. 25 de Mayo 217 3º Piso (CP 1002), Buenos Aires, Argentina •
E-Mail: jmvaquer@yahoo.com
Arqueología 19 Dossier: 151-172 • 2013 • ­­Instituto de Arqueología • FFyL. UBA
ISSN (Versión impresa) 0327-5159 • ISSN (Versión en línea) 1853-8126
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INTRODUCCIÓN Moderno. Por lo tanto, esencializan a la


Modernidad por su negación. A esto lo de-
“Por lo demás, quien no conoce el nudo no nomino la “falacia esencialista”. El segundo
es posible que lo desate, pero la situación apo- argumento es que la contradicción de la AHB
rética de la mente pone de manifiesto lo pro- proviene de su orientación academicista, que
blemático de la cosa. Y es que, en la medida si bien le permitió generar propuestas teó-
en que se halla en una situación aporética, le ricas de praxis arqueológica concreta, no le
ocurre lo mismo que los que están atados: en permitió llevarlas efectivamente a la práctica.
ambos casos es imposible continuar adelante Parte de esto es consecuencia de que la AHB
(Aristóteles, Metafísica III, 1 995a 30–35)”. no tiene un Otro que interpele sus interpreta-
ciones. Desde su lugar academicista, el Otro
La cita de Aristóteles refleja el estado de la de la AHB somos nosotros, los arqueólogos
Arqueología Hermenéutica Británica (desde que no somos ni europeos ni norteamerica-
ahora, AHB) de finales de los años ´90: la nos.
misma se encuentra en un estado de aporía.
El término es griego, y significa literalmente En la sección final ensayo una posible solu-
“sin camino”. Aunque en una primera ins- ción a la aporía, que implica volver a la pro-
tancia posee una connotación negativa, para puesta original de la AHB de considerar a la
Aristóteles las aporías son el motor de la inves- Arqueología como una práctica política. Para
tigación. Pero para ello, es necesario recono- ello, y en relación con el segundo argumen-
cerlas. Si bien la AHB cobró mucho impulso to, propongo que es necesario considerar el
desde su surgimiento a mediados de la década compromiso ético de la práctica arqueoló-
de 1980 y logró socavar críticamente las bases gica como fundante, antes que la necesidad
de la Arqueología Procesual de corte positi- de “conocer”, y establecer a partir de ello
vista, considero que el proyecto original no un nuevo criterio de validez. En este senti-
fue llevado a cabo. Desde la declaración de do, retomo la propuesta de Levinas (2002)
Shanks y Tilley (1987) que la arqueología es de que la filosofía primera debe ser la ética y
inherentemente política, a los resultados pro- no la ontología, como lo propone el pensa-
ducidos dos décadas después, hay un abismo. miento Moderno. La conclusión es que para
Y esta diferencia entre los objetivos iniciales y hacer una arqueología comprometida con la
los resultados es lo que pone a la AHB en un transformación de la realidad es necesaria
estado de aporía. una deconstrucción crítica de las teorías que
utilizamos, para evaluar en qué medida con-
Este trabajo es un intento de “desatar” el tribuyen a la imposición de lógicas dominan-
nudo en que se encuentra la Arqueología tes (violencia epistémica sensu Gnecco 2009 y
Hermenéutica, a partir de considerar su Haber 2013), y conjuntamente avanzar en la
aplicación en un contexto socio–político la- elaboración de marcos teóricos que se ajusten
tinoamericano. Para ello, propongo dos ar- a nuestras realidades sociales que distan mu-
gumentos que podrían explicar (al menos cho de la realidad de los países anglosajones.
parcialmente) las razones del estado de aporía.
El primer argumento que presento es que, a Para comenzar a transitar por el camino
pesar de su pretensión de superar los mode- propuesto, en la sección siguiente presento
los dicotómicos y esencialistas que resultan una breve síntesis de tres autores que son
de la Filosofía Moderna (en particular de la considerados los pilares del pensamiento
filosofía Cartesiana), la AHB termina esen- Moderno (Descartes, Hume y Kant), y sobre
cializando la negación de la Modernidad. Las los cuales la AHB construye su crítica. A par-
interpretaciones que proponen del pasado se tir de esta síntesis, puntualizo algunas de las
conforman a partir de una negación de las críticas que se le hicieron a la Modernidad,
principales características del Pensamiento sobre todo con respecto a su relación con el

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Otro. En la sección siguiente, retomo algunas to sustancia, y en la Sexta Meditación formula


propuestas de la AHB para desarrollar y ex- la distinción real entre el alma y el cuerpo. El
plicitar los argumentos centrales del trabajo. alma es una sustancia –res cogitans-, cuyo atri-
En la sección final, me focalizo en la posible buto es pensar, mientras que el cuerpo es una
solución al problema planteado. sustancia extensa –res extensa- cuyo atributo es
ocupar lugar en el espacio. Y no existe comu-
nicación entre ambas. Esta proposición no
PRIMERA PARTE: ¿A QUÉ LLAMAMOS fue aceptada sin críticas por todos sus con-
“MODERNIDAD”? temporáneos. De hecho, el mismo Descartes,
una vez que concibe que el cuerpo y el alma
Es muy difícil determinar exactamente el son dos sustancias diferentes, se encuentra
surgimiento de la Modernidad como tal, tan- en problemas para justificar la interacción
to a nivel de la Historia como del pensamien- entre ambas. Su solución en el Discurso del
to. Las fechas convencionales proponen que Método, poco elegante hasta para sus contem-
la Modernidad en tanto periodo histórico se poráneos, es ubicar el foco de la interacción
inicia a fines del Siglo XV, mientras que el pa- en la base del cerebro, en la glándula pineal
dre de la filosofía moderna es Descartes en (Descartes 2004). ¿Pero cómo puede ser que
el Siglo XVII. Sin embargo, el racionalismo una sustancia como el pensamiento, que por
cartesiano no agota la filosofía moderna, sino definición no es extensa, ocupe lugar en el
que justamente sirve como punto de parti- espacio?
da (sin embargo, ver Dussel 2008 para una
perspectiva diferente que sitúa el origen de El legado de Descartes tiene que ver con la
la Modernidad en el colonialismo europeo). posibilidad de conocer solamente utilizando
Para comprender, de manera sintética y ajus- el intelecto. Su modelo gnoseológico se apoya
tada, al pensamiento moderno, es necesario en la geometría, ya que propone que se deben
poner en tensión al racionalismo cartesiano partir de principios evidentes de suyo, que se
con el empirismo británico, que correspon- obtienen mediante una intuición intelectual.
de a la “otra cara de la moneda”. Finalmente, Descartes llama a estas intuiciones ideas cla-
es importante también exponer brevemente ras y distintas, y las diferencia del pensamien-
como Kant realiza la síntesis y la superación to discursivo posterior que implica pasos e in-
de las contradicciones entre ambas corrien- ferencias. La primera de ellas, y la que sirve de
tes. Para ello, me voy a centrar en las doc- modelo es el cogito. Las ideas claras y distintas
trinas epistemológicas y gnoseológicas de son innatas, por lo que el entendimiento pue-
Descartes, Hume y Kant. de conocer sin necesidad de la sensibilidad.
La sensibilidad se encuentra reducida a las
El racionalismo cartesiano operaciones básicas de la subsistencia, como
principio de autoconservación del cuerpo.
Las dos obras de Descartes que inauguran También el ejercicio del entendimiento de-
a la Modernidad como forma de pensar son pende de un sujeto concreto, individual. Si
el Discurso del Método de 1637 y las Meditaciones bien el cogito se le revela al pensador en su me-
Metafísicas de 1641. En ambos trabajos, ditación de manera particular, todo ser huma-
Descartes formula el cogito como certeza pri- no puede llegar a la claridad y la distinción si
mera: pienso, luego existo. De allí, en una ordena sus pensamientos de acuerdo al méto-
inferencia que fue cuestionada por sus con- do. Otro punto importante es la rigurosidad
temporáneos en las Objeciones, propone que que impone el método cartesiano, que algu-
su esencia es ser una cosa pensante. Al seguir nos autores caracterizan como “duda hiper-
desarrollando su argumento, sostiene que, si bólica” (Cottingham 1995; Williams 1996).
es una cosa pensante, entonces todo lo que Todo aquello de lo que se duda, es descartado
corresponde al cuerpo no le pertenece en tan- en el camino hacia la claridad y la distinción.

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Una vez que se obtienen las certezas, median- guiendo los métodos de la filosofía natural,
te el método prescripto por los cuatro princi- o física. Para ello, coloca al hombre dentro
pios del Discurso del Método, es posible avanzar de la naturaleza, apartándose de la postura ra-
en la construcción del conocimiento. En los cionalista que considera al hombre como un
Principios de la Filosofía, Descartes caracteriza a “animal racional”. Su objetivo es investigar
la sabiduría como un árbol: la raíz es la me- sobre los elementos básicos que conforman
tafísica, el tronco es la física y las ramas la la mente y las leyes que gobiernan su funcio-
moral, la medicina y la mecánica. namiento, inspirándose en el modelo de la
física de Newton.
Por lo tanto, en el pensamiento y la obra
de Descartes se constituyen muchas de las La postura de Hume es radicalmente opues-
tendencias que conformaron el pensamiento ta a la de Descartes: siguiendo los pasos de
moderno: la noción de individuo como uni- Locke, niega la existencia de ideas innatas.
dad del conocimiento, que a través del uso Todo el conocimiento parte de la experien-
de la razón puede aprehender el mundo; la cia, por lo que la investigación sobre el en-
importancia del método en la investigación; tendimiento es un análisis de la percepción.
y la aplicación del conocimiento a esferas de Existen dos tipos de percepciones: las impre-
acción concretas, como la moral y la medi- siones y las ideas (Hume 2002: 78). Las ideas
cina. También en Descartes encontramos el son posteriores a las impresiones y copian su
optimismo de que el recto uso de la razón contenido con menor vivacidad; son la mane-
nos va a liberar. En el Prólogo de los Principios ra en la que nos representamos las impresio-
de la Filosofía escribe: nes en la mente. Sin embargo, siempre al final
de la cadena de la percepción se encuentra
“En primer lugar hubiera querido explicar una impresión de sensación. Las impresiones
qué es la filosofía […]: esta palabra “filosofía” de sensación son externas, son la manera en
significa el estudio de la sabiduría, y que por la que se nos aparecen los objetos externos. A
sabiduría no se entiende sólo la prudencia en su vez, también hay impresiones de reflexión
el obrar, sino un perfecto conocimiento de que son internas. Existen en la mente tam-
todas las cosas que el hombre puede saber bién tres principios de asociación de ideas: la
tanto para la conducta de su vida como para semejanza; la contigüidad espacio–temporal;
la conservación de su salud y la invención de y el principio de causa o efecto.
todas las artes” (Descartes 1980: 297).
A partir de estos tres principios, Hume de-
El empirismo de Hume termina la existencia de dos tipos de objetos
de conocimiento: las relaciones de ideas, que
La contraparte empirista del racionalismo son conocimientos necesarios a priori que de-
cartesiano lo representa la tradición británica, penden del principio de contradicción, como
que hunde sus raíces en el nominalismo me- el Algebra, la Geometría y la Aritmética; y las
dieval de Ockham. Su vertiente moderna la cuestiones de hecho, que son enunciados que
representan Bacon, Hobbes, Locke, Berkeley descubren un hecho, y por lo tanto son con-
y Hume. Me voy a detener en este último, ya tingentes. El principio de contradicción, for-
que realiza la síntesis de los principios de los mulado por Aristóteles, es el pilar de la lógica
empiristas anteriores y le proporciona al em- tradicional. Determina que una proposición
pirismo un giro escéptico. Las dos obras prin- y su negación no pueden ser verdaderas al
cipales de Hume que tratan sobre epistemo- mismo tiempo. Un enunciado del tipo: “un
logía son el Tratado de la Naturaleza Humana triángulo tiene tres lados” o “dos más dos
de 1739 y la Investigación sobre el Conocimiento son cuatro”, es siempre verdadero, ya que su
Humano de 1748. Hume se propone realizar negación es imposible. Las proposiciones de
una investigación de la naturaleza humana si- este tipo se descubren mediante una opera-

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ción mental, independientemente de lo que B. Además de la inferencia, el razonamiento


exista efectivamente en el Universo, por lo también incluye una creencia en que el fu-
que son verdades a priori. Hume sostiene que turo va a ser de igual manera que el pasado,
“aunque jamás hubiera habido un círculo o que se denomina Principio de Uniformidad y
un triángulo en la naturaleza, las verdades de- postula que la naturaleza se comporta de ma-
mostradas por Euclides conservarían siempre nera regular. Este principio es imposible de
su certeza y su evidencia” (2002: 89). Este tipo demostrar: al tratarse de cuestiones de hecho,
de enunciados son las relaciones de ideas. Por siempre es posible que las cosas sean diferen-
otro lado, las proposiciones “Sócrates está tes. Por lo tanto, la causalidad es una relación
caminando” y “Sócrates no está caminando” que no se puede demostrar a priori, ya que es
pueden ser verdaderas o falsas, dependiendo una relación contingente (ver Stroud 1986 y
del estado de las cosas. Si bien es cierto que Fogelin 1993 para un análisis detallado de la
no pueden ser verdaderas simultáneamente, causalidad en Hume).
si reflejan el estado de Sócrates en el tiem-
po, no implican imposibilidad. Por lo tanto, La observación final que realiza Hume es
son enunciados contingentes: pueden resultar que la conexión causal depende de la costum-
tanto verdaderos como falsos. La diferencia bre: “porque siempre que la repetición de un
es, entonces, que las relaciones de ideas son acto u operación particular genera una ten-
necesariamente verdaderas; mientras que las dencia a reiterar el mismo acto u operación,
cuestiones de hecho son contingentes. sin ser impulsados ni por razonamiento, ni
por proceso del entendimiento alguno, en-
Para Hume, todos los razonamientos de he- tonces decimos que la tendencia es efecto de
cho están fundados en la relación de causa y la costumbre” (Hume 2002: 103, énfasis en el
efecto. El conocimiento de esta relación no original). En consecuencia, las relaciones de
se logra mediante razonamientos a priori, sino causa y efecto son el producto de una creen-
que proviene de la experiencia cuando encon- cia, de una relación que establece la mente y
tramos un vínculo entre objetos particulares: después se proyecta sobre las cosas. La idea
de conexión causal surge de una impresión
“Nunca ningún objeto muestra, por las interna de reflexión, y, como tal, no existe en
cualidades que se presentan a los sentidos, ni la realidad.
las causas que lo producen ni los efectos que
provocará, ni puede nunca nuestra razón, Kant y la síntesis de la Modernidad
alejada de la experiencia, extraer conclusión
alguna concerniente a la existencia real y a El filósofo que realizó la síntesis entre el ra-
cuestiones de hecho” (Hume 2002: 91). cionalismo y el empirismo fue Kant. Su obra
de madurez, conocida como “etapa crítica”
Hume procede a probar que los efectos se inicia con la publicación de la Crítica de la
son diferentes de las causas, y por lo tanto, Razón Pura en 1781 en su primera edición;
no hay nada en ellos que los conecte a priori. y en 1787 la segunda. En ella, Kant realiza
Avanzando un paso más en el argumento, pro- una crítica a la metafísica tradicional, soste-
pone que tampoco existe una impresión de la niendo que no ha realizado ningún avance
conexión causal. Si bien existe una tendencia significativo en esta disciplina. Para superar
en la mente a asociar dos objetos o eventos ese estado, propone realizar un “giro coper-
que suelen darse en conexión, no tenemos nicano”: en lugar de considerar de qué ma-
impresión de esa conexión. La tendencia de nera los objetos afectan a los sujetos, consi-
la mente a asociar es una inferencia: si experi- derar las facultades del sujeto que permiten
mentamos repetidamente la asociación entre la constitución del objeto (para un análisis
un hecho A y un hecho B, y B siempre sucede pormenorizado de la Crítica de la Razón Pura,
a A, entonces inferimos que si se da A se dará ver Torreti 1980).

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En la segunda edición, la pregunta se limita presenta al sujeto depende de las intuiciones


a la posibilidad de los juicios sintéticos a priori. del espacio y del tiempo, la cosa en sí nos re-
Kant distingue entre dos tipos de juicios: los sulta inaccesible.
juicios analíticos, donde existe una identidad
entre el sujeto y el predicado, es decir, el pre- La segunda parte es la lógica transcendental,
dicado ya se encuentra incluido en el sujeto. que se ocupa de la facultad del entendimiento.
Al resolverse en identidad, estos juicios son a Para ello, Kant propone que la intuición sen-
priori, no necesitan de contenido empírico. Un sible no es conocimiento, porque la intuición
ejemplo, que da el propio Kant, es “todos los es por definición múltiple. Para que sea cono-
cuerpos son extensos”. Si se analiza el con- cimiento, es necesaria una síntesis de la multi-
cepto de extensión y el de cuerpo, finalmente plicidad de la intuición en un concepto. Por lo
se va a determinar que el concepto de cuerpo tanto, el conocimiento surge de la unión de la
incluye la extensión. Los juicios sintéticos son sensibilidad y el entendimiento. El primer paso
aquellos en que el predicado es diferente del es el análisis de los conceptos puros del en-
sujeto, y amplían el conocimiento. Un ejem- tendimiento, que se desarrollan con ocasión de
plo de estos último es “la mesa es blanca”, la experiencia. Los conceptos son funciones
donde el concepto de “blanco” es diferente que ordenan diversas representaciones bajo
del concepto de “mesa”. Los juicios sintéti- una común. El entendimiento hace uso de los
cos, como el ejemplo expresado, son juicios conceptos en los juicios: todos los juicios son
empíricos. Pero la novedad es que Kant reco- funciones de unidad entre nuestras representa-
noce la existencia de juicios sintéticos a priori, ciones. Por lo tanto, propone una tabla de jui-
que no necesitan de la experiencia para es- cios que contiene las funciones del pensar. A
tablecer su verdad. Ejemplos de este tipo de partir de la tabla de juicios, deriva una tabla de
juicios son la Aritmética y la Geometría. categorías o conceptos puros del entendimien-
to. Estas categorías representan los conceptos
La disciplina que se encarga de establecer puros del entendimiento en tanto predicados
la posibilidad de los juicios sintéticos a priori posibles de un objeto en general. Representa
es la metafísica transcendental. Una disciplina las operaciones de síntesis que realiza el enten-
es transcendental cuando, en lugar de ocupar- dimiento sobre la multiplicidad de la intuición.
se de los objetos, se ocupa del modo en que
pueden ser conocidos a priori, más allá de los Pero para la realización de la síntesis es ne-
límites de la experiencia. En la primera parte cesario un elemento más. Según Kant, “el Yo
de la doctrina transcendental de los elemen- pienso debe poder acompañar todas mis re-
tos, Kant se propone analizar la sensibilidad, presentaciones” (Kant 2009: 202). Para que el
es decir, la estética transcendental que se ocu- múltiple de la intuición sea enlazado en la uni-
pa de los principios de la sensibilidad a priori. dad del concepto, es necesaria una referencia
Kant postula dos: el espacio y el tiempo. Para al “Yo pienso” en el mismo sujeto en que ese
este autor, el espacio y el tiempo son dos for- múltiple se encuentra. Esa conciencia de sí
mas puras de la sensibilidad, que no son ni mismo se denomina apercepción originaria o
abstracciones de la experiencia ni conceptos. transcendental. Implica que las múltiples re-
El espacio y el tiempo son condiciones de po- presentaciones de la sensibilidad tienen en la
sibilidad de la experiencia, por lo que son in- conciencia unidad a partir de la conciencia de
tuiciones puras. El espacio es la condición de sí. Pero esta conciencia no es sustancial, no es
posibilidad de los objetos externos, diferentes una sustancia como la res cogitans cartesiana,
a nosotros, mientras que el tiempo es la con- sino que es una operación de síntesis.
dición de posibilidad de los objetos internos.
Esto determina que lo que se nos presenta Todo lo múltiple de la intuición está bajo
a la sensibilidad son fenómenos, no las co- las condiciones de la unidad sintética de la
sas en sí. Como toda representación que se le apercepción. El objeto, en consecuencia, es

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aquello en cuyo concepto está reunido lo tenido empírico representado por los fines.
múltiple de una intuición dada. La unidad de Otro punto importante es que el deber es la
la conciencia es lo que constituye la referen- necesidad de una acción por respeto a la ley.
cia de las representaciones a un objeto, y por La voluntad debe estar determinada objetiva-
lo tanto la validez objetiva. Esto implica que mente por la ley, y subjetivamente por el res-
la posibilidad de los objetos depende de las peto puro a esa ley práctica. La máxima sería:
capacidades a priori de los sujetos. La síntesis obedecer siempre a la ley, aun en perjuicio de
y superación del empirismo y el racionalismo mis inclinaciones. El fundamento determi-
queda plasmada en la frase: “pensar un obje- nante de la voluntad es la representación de la
to, y conocer un objeto no es, pues, lo mismo” ley en sí misma, no los efectos que esperamos
(Kant 2009: 213, énfasis en el original). La de nuestra acción.
Crítica de la Razón Pura tiene como objetivo
delimitar los usos legítimos del entendimien- Como la voluntad debe obrar con respecto
to, en contra del supuesto racionalista de que a la ley general y no a una específica, la legali-
la razón es un reflejo directo de la realidad. dad universal de las acciones en general, que
debe ser el principio universal de las acciones,
La ética kantiana sostiene que “no debo obrar nunca más que
de modo tal que pueda querer que mi máxima
En la Fundamentación de la Metafísica de las deba convertirse en ley universal” (1785: 37, énfasis
Costumbres de 1785, Kant delinea los prin- en el original).
cipios de su ética Se propone en esta obra
elaborar “una filosofía moral pura que esté A continuación, Kant relaciona la morali-
enteramente limpia de todo cuanto pueda ser dad con la razón:
empírico” (Kant 1785: 19). Para ello, postula
que las leyes tienen como fundamento una “[…] todos los conceptos morales tienen
obligación, que lleva consigo una necesidad su lugar y origen completamente a priori en la
absoluta. Siguiendo la propuesta de la Crítica razón, y eso en la razón humana más vulgar
de la Razón Pura, la necesidad absoluta se en- como en la más altamente especulativa; que
cuentra a priori en conceptos de la razón pura. no pueden ser abstraídos a partir de ningún
Por lo tanto, las leyes morales junto con sus conocimiento empírico, el cual, por lo tan-
principios se diferencian de aquellas que con- to, sería contingente; que de esa pureza en
tienen algo empírico. su origen reside su dignidad […]” (1998: 50).

Según Kant, la metafísica de las costumbres En la naturaleza, todas las cosas actúan se-
debe investigar los principios de una volun- gún leyes, y el ser humano, al ser un ser ra-
tad pura posible, y no las acciones y condi- cional, tiene la capacidad de obrar por repre-
ciones de la voluntad humana en general, las sentación de las leyes, o principios. Solamente
cuales se toman de la psicología. Esta metafí- nosotros poseemos una voluntad, por lo que
sica tiene como objetivo la investigación del esta facultad es razón práctica, ya que a partir
principio supremo de la moralidad. El primer de ella derivamos las acciones de las leyes me-
paso que toma Kant es determinar que el va- diante el uso de la razón. La representación
lor moral de una acción es actuar por deber, de un principio objetivo, en tanto que limita
en contra de las inclinaciones. El deber es a la voluntad, es denominado por Kant man-
así el motivo y el valor moral de una acción. dato de la razón, y la fórmula del mandato,
Además, una acción hecha por deber no tiene imperativo. Todos los imperativos se expre-
su valor moral en el propósito que se quiere san por medio de un “debe ser” y muestran
alcanzar, sino en el principio mismo de la ac- la relación entre una ley objetiva de la razón
ción o máxima1. De esta manera, una acción y una voluntad que no es necesariamente de-
hecha por deber es a priori, vacía de todo con- terminada por tal ley.

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Un imperativo categórico es aquel que re- es expuesta en la Crítica de la Razón Pura. La


presenta una acción por sí misma, como ob- ética debe basarse en postulados a priori, va-
jetivamente necesaria sin referencia a ningún cíos de contenido empírico, lo que garantiza
fin. Representa la regla práctica por la que la que sean universales. Los fines, como en el
voluntad debe regirse, de manera necesaria; y caso de la ética aristotélica que determina el
por lo tanto manda toda la conducta. La mo- Bien como fin supremo, son todos empíri-
ralidad es, por lo tanto, una especie de impe- cos, por lo que no son un criterio válido de
rativo categórico que tiene como contenido, universalidad. Para lograr la universalidad
aparte de la ley, la necesidad de la máxima de buscada, es necesario focalizarse en el deber,
la acción de ser conforme a la ley. Por lo tan- dejando de lado las inclinaciones y los fines
to, contiene solamente la universalidad de una de las acciones. Por otro lado, la moralidad se
ley general, a la que tiene que conformarse la encuentra anclada en la razón, en tanto repre-
máxima de la acción, y esa conformidad es lo sentación de las leyes de la naturaleza.
que el imperativo representa como necesario.
La relación entre la moralidad y la razón se
En su primera formulación2, el imperati- encuentra expresada en el imperativo categó-
vo categórico es el siguiente: “obra sólo según rico en sus diversas formulaciones. El impe-
una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo rativo es una forma, vacía de contenido espe-
que se vuelva ley universal” y luego, teniendo en cífico, que permite determinar la moralidad
cuenta que las leyes según las que ocurren los de una acción. Los elementos que lo compo-
efectos son universales y constituyen la natu- nen son, por un lado, la relación entre una
raleza, “obra como si la máxima de tu acción debiera máxima de la acción y las leyes universales de
volverse, por tu voluntad, ley universal de la natura- la naturaleza; y por el otro la relación entre
leza” (Kant 1998: 63, énfasis en el original). medios y fines.
El canon del juicio moral es querer que una
máxima de nuestra acción sea ley universal.
SEGUNDA PARTE: LA CRISIS DE LA
Luego, después de definir lo que entien- MODERNIDAD
de por medios y fines, Kant propone que el
hombre existe como un fin en sí mismo, no “Pues la Ilustración es totalitaria como nin-
solamente como el medio para el uso arbitra- gún otro sistema. Su falsedad no radica en
rio de las voluntades. Esto le permite hacer lo que sus enemigos románticos siempre le
una distinción entre las cosas y las personas: han reprochado: método analítico, reducción
los seres cuya existencia no depende de nues- a elementos, descomposición por medio de
tra voluntad, sino de la naturaleza; y si son se- la reflexión, sino que en para ella el proce-
res irracionales, tienen un valor relativo como so está decidido de antemano. Cuando en el
medios: son cosas. En cambio, los seres ra- procedimiento matemático lo desconocido
cionales son fines en sí mismos, y no pueden se convierte en incógnita de una ecuación,
ser utilizados solamente como medios. Estos con ello queda señalado como conocido aun
somos las personas. A partir de esta distin- antes de que se le haya asignado un valor”
ción, formula el imperativo práctico en su (Horkheimer y Adorno 2007:39).
segunda versión: “obra de tal modo que uses la
humanidad, tanto en tu persona como en la persona La cita anterior resume uno de los principa-
de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiem- les problemas del pensamiento Moderno: el
po y nunca solamente como un medio” (Kant 1998: énfasis en la conciencia, en lo a priori, produce
74, énfasis en el original). que los conocimientos se generen de manera
inmanente. Esto implica que en última instan-
Vemos, por lo tanto, que la ética kantiana se cia, se pone en duda la posibilidad de conocer
apoya en su teoría del conocimiento, tal como algo distinto de la propia conciencia. En el

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caso de Descartes, el conocimiento propia- trascendental para constituirse en conoci-


mente dicho proviene del entendimiento, y miento. De esta manera, la multiplicidad de la
lo único que puede decir del mundo exterior experiencia es comprendida bajo conceptos,
con certeza es que es extenso y posee propie- como especies dentro de géneros más am-
dades geométricas. Hume, por el contrario, plios. Este proceso implica conocer algo –la
propone considerar a la costumbre como el cosa en sí– mediante algo que no es –el con-
principio guía del conocimiento, por lo que cepto. La razón no conoce, sino que repite lo
cualquier novedad se encontraría reducida a que ella misma pone en el objeto.
los elementos ya conocidos. El caso de Kant
es más complejo, pero las consecuencias de Esto último implica una dominación de las
su pensamiento son aún más extremas: no se cosas y las personas: “La distancia del suje-
puede conocer a la cosa en sí, lo que ocupa to frente al objeto, presupuesto de la abs-
el lugar de la objetividad son las condicio- tracción, se funda en la distancia frente a la
nes a priori de construcción de la objetividad cosa que el dominador mantiene por medio
a partir de las intuiciones puras del espacio del dominado” (Horkheimer y Adorno 2007:
y el tiempo y su relación con la apercepción 29). En consecuencia, la relación de conoci-
trascendental. En el caso de la ética kantiana, miento siempre implica una dominación, una
vimos que todo el sistema se basa también en imposición en el objeto y en los sujetos de
obligaciones a priori que carecen de conteni- lógicas diferentes que son una reproducción
do empírico y dependen del traslado de una de la propia. De esta manera, se funda una
noción de humanidad ilustrada hacia todo el relación estrecha entre Ilustración y colonia-
mundo. Por lo tanto, no solamente no se pue- lismo.
de acceder a la cosa en sí, sino que tampoco
se puede acceder al hombre en sí, solamente El Post–Estructuralismo y el Post–
a una idea universal de la humanidad. Modernismo

Frente a esto, varios autores reaccionaron La crisis de la razón científica anunciada por
en contra del reduccionismo que implica el Horkheimer y Adorno (2007) se cristalizó en
pensamiento moderno. Si bien no es el lu- el movimiento intelectual conocido como
gar para hacer una exposición detallada de post-estructuralismo y post-modernismo. El
las críticas a la modernidad, baste mencionar post-estructuralismo surge Francia a princi-
autores como Nietzsche (2002) y Heidegger pios de los años ´70. Si bien no son fenóme-
(2012). Otros autores, dentro de la Escuela de nos idénticos, las críticas a la modernidad co-
Frankfurt también dirigieron sus críticas ha- inciden, o son asimiladas por, el movimiento
cia la modernidad y su “razón instrumental”. más amplio del posmodernismo. Este último
Me voy a centrar en el trabajo de Horkheimer se mostró como una especie de hidra con
y Adorno (2007) ya que considero que es una múltiples cabezas, escapando –de manera co-
excelente crítica a los puntos centrales del herente con sus principios– a una definición
pensamiento moderno (o Ilustrado en sus unívoca.
términos).
Los puntos en los cuales confluyeron el
La primera crítica de Horkheimer y Adorno post-estructuralismo, de origen francés, y el
se centra en el reduccionismo del pensamien- posmodernismo, de origen norteamericano
to ilustrado. El ideal que se persigue es el sis- son varios. Entre ellos, uno de los principales
tema, reduciendo la multiplicidad a formas es el abandono de la idea de que el lenguaje
objetivas que permiten establecer relaciones puede representar la realidad, que el mundo
lógicas entre sí. Esto se ve claramente en es accesible a través del lenguaje debido a una
Kant: la multiplicidad de la experiencia sensi- correspondencia entre pensamiento–lengua-
ble necesita ser sintetizada por la apercepción je–realidad. El posmodernismo deja de lado

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Arqueología 19 Dossier: 151-172 | 2013

la función representativa del lenguaje y pro- todas las interpretaciones son políticas, ya
pone que el lenguaje constituye la realidad, en que reflejan las condiciones ideológicas de su
vez de representarla. Por lo tanto, el cono- producción. El autor más relevante en este
cimiento se encuentra siempre “distorsiona- momento es Foucault, con su énfasis en el
do” por el lenguaje. Esto implicó, a su vez, poder y la constitución de los sujetos, en par-
el abandono de la noción de sujeto moderno ticular la relación entre los discursos, el poder
como objetivamente racional y auto-deter- y la subjetividad.
minado. El sujeto posmoderno se encuentra
determinado por el Otro, constituido por y Es posible sintetizar al posmodernismo
dentro del lenguaje (Bertens 1995; Connors como un movimiento que responde en pri-
2004; Eagleton 1997). mer lugar a las condiciones del capitalismo
avanzado. Sus críticas hacia la modernidad se
Una de las primeras exposiciones sistemá- hallan en dos grandes frentes: por un lado, la
ticas de este movimiento la realizó Lyotard adecuación entre el lenguaje y la verdad, in-
(1987). Este autor caracteriza a las condicio- virtiendo la relación entre ambos (crítica en
nes del saber de las sociedades capitalistas el plano del conocimiento); y por el otro, en
avanzadas como una condición postmoder- la concepción de sujeto como individuo autó-
na. La situación es producto de las trasfor- nomo, delimitado y racional (crítica en el pla-
maciones en la ciencia, la literatura y las ar- no ontológico y metafísico). Ambas críticas
tes a partir del Siglo XIX. Dentro de estas se relacionan, a su vez, con una crítica contra
transformaciones, la más importante es que el esencialismo, es decir, la tendencia de con-
los metarrelatos que validan el discurso cien- siderar que las cosas poseen ciertas propieda-
tífico –la dialéctica del Espíritu Hegeliana, la des; y que algunas de estas propiedades son
Hermeneútica del sentido, la emancipación constitutivas, de manera que si se suprimen,
del sujeto por la Razón- entendidos en tér- la cosa se convierte en nada o en otra cosa.
minos de grandes narrativas, colapsan como Uno de los ejemplos de la crítica al esencia-
fuente de legitimación. La condición postmo- lismo es la crítica a la Historia como meta-
derna es caracterizada por este autor como relato, es decir, como la realización de un fin
la incredulidad ante los metarrelatos, y en inmanente, identificado con el Progreso.
consecuencia, la sociedad es comprendida en
términos de una heterogeneidad de los ele-
mentos, producida a través de una pragmática TERCERA PARTE: LAS APORÍAS DE
de las partículas lingüísticas. LA ARQUEOLOGÍA HERMENÉUTICA
BRITÁNICA
Bertens (1995) reconoce dos instancias
dentro del post - estructuralismo: la primera La Arqueología Hermenéutica Británica
de ellas se encuentra asociada a los trabajos
de Derrida y Barthes y fue el enfoque predo- En esta sección, voy a esbozar un punteo de
minante durante los años ´70. La orientación las principales características de la AHB, en
de este primer momento es textualista o de- particular en las vertientes que se dieron en
construccionista, con un ataque a las nocio- la década de los ´90. La elección terminoló-
nes representacionalistas del lenguaje. Estos gica no es azarosa: considero que la categoría
autores proponen una extensión ad infinitum “Arqueología Post-Procesual” es una defini-
de la significación, a partir de la ausencia de ción por la negativa, como “algo que viene
significantes trascendentales o metafísicos. El después de otra cosa” y no refleja los alcances
segundo momento surge a partir de críticas positivos de la propuesta. Para comenzar esta
al deconstruccionismo debido a su falta de arqueología de la AHB, me voy a centrar en
elaboración de sus consecuencias políticas. Si sus orígenes (ver Hicks 2010 para una pro-
no existe más realidad que el texto, entonces puesta similar desde la perspectiva de la cul-

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Vaquer | Las aporías de la arqueología hermenéutica. En busca de un nuevo criterio...

tural material). Podemos situar los orígenes truido por ambos. La realidad no se encuentra
de la AHB a principios de los años ‘80, como reflejada por el lenguaje o la cultura material,
una reacción ante los avances positivistas de sino activamente producida por ellos.
la Arqueología Procesual (AP).
Por lo tanto, y de acuerdo con la caracteri-
Las tendencias filosóficas discutidas en el zación del post-estructuralismo desarrollada
apartado anterior impactaron de forma varia- anteriormente, la homologación entre la cul-
da en la Arqueología. El libro Social Theory and tura material y el discurso permite considerarla
Archaeology de Shanks y Tilley (1987) repre- como un texto, y como tal es susceptible de ser
senta un intento de incorporar los postulados analizada en términos post-estructuralistas. Sin
posmodernos a la práctica arqueológica, y rea- embargo, los autores proponen que la cultura
lizar una crítica de la Arqueología Procesual material posee un grado relativo de autonomía
(AP). Uno de los puntos centrales del libro con respecto al lenguaje, compartiendo algunas
es que la AP produce una escisión entre el características de los sistemas lingüísticos pero
pasado y el presente, al postular la existencia no siendo reducible o directamente asimilable
de un sentido objetivo en el pasado que debe a ellos. Otra consecuencia de la analogía tex-
ser reconstruido por los arqueólogos. En lu- tual es que la metodología arqueológica tiene
gar de esto último, los autores proponen que como objetivo interpretar los significados de
el pasado solamente existe en relación con el la cultura material. Un ejemplo de esta tenden-
presente, en la práctica presente de la inter- cia son los trabajos de Hodder. En Theory and
pretación. Por lo tanto, la arqueología es un Practice in Archaeology, Hodder (1995), propone
discurso, un sistema de expresión estructura- que es posible ir más allá de los usos físicos in-
do de reglas, convenciones y significados para mediatos de los objetos hacia los significados
la producción de significados y conocimien- simbólicos más abstractos. Entender la cultura
tos. Conocer el pasado implica producirlo en material es similar
el presente.
“a interpretar un lenguaje debido a que
Dentro de esta propuesta, consideran a la equivale a tratar con significados […]. Estos
cultura material como comunicación, como significados simbólicos se encuentran orga-
una forma de escritura y un discurso silencio- nizados por reglas y códigos que parecen
so. En palabras de los autores: ser diferentes entre cultura y cultura […]”
(Hodder 1995: 10).
“La cultura material puede ser considera-
da en las sociedades orales como una forma En consecuencia, el arqueólogo se encuen-
de escritura y discurso inscripta en un me- tra inmerso en una doble hermenéutica: por
dio material, de la misma manera que las pa- un lado, está el marco de significado de la
labras son escritas en páginas. […] En una ciencia occidental en la que el investigador se
situación prehistórica, es posible argumen- encuentra inmerso; y por el otro el de la cultu-
tar que posiblemente haya una relación más ra que estudia. Una de las diferencias entre el
cercana entre la forma material y el conte- lenguaje hablado y el texto o cultura la cultura
nido significado de la que hay hoy en día” material es que mientras que los significados
(Shanks y Tilley 1987: 97). del primero pueden ser modificados contex-
tualmente, los significados del segundo se se-
La igualación entre la cultura material y la paran del autor y productor. Los textos y los
escritura o discurso habilita a los autores para objetos pueden poseer diferentes significados
introducir más supuestos post - estructuralis- en el tiempo y en el espacio.
tas. Por ejemplo, Shanks y Tilley (1987: 98)
consideran que el lenguaje y la cultura material La Arqueología Hermeneútica se articuló
son anteriores al individuo, y el agente es cons- en base a tres ideas (Hodder y Hutson 2003):

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Arqueología 19 Dossier: 151-172 | 2013

1) La cultura material se encuentra signifi- debates, las tensiones y las contradicciones


cativamente constituida. En contra del de las sociedades contemporáneas. En este
concepto de “registro arqueológico”, la sentido, el pasado puede ser utilizado para
cultura material no es un reflejo directo la formación de diversas identidades, refor-
del comportamiento humano, sino una zando la fragmentación y el pluralismo de las
trasformación de la conducta. La cultu- sociedades. Sin embargo, también señala los
ra material y la sociedad se constituyen peligros de considerar al pasado como una
mutuamente dentro de conjuntos especí- “otredad” en términos de una inversión de
ficos de ideas, creencias y significados. las características de las sociedades colonialis-
tas e imperialistas.
2) La agencia necesita ser una parte impor-
tante de las teorías sobre la cultura ma- A partir de la década del ‘90, la postura ini-
terial y el cambio social. La cultura ma- cial de Hodder se fue ampliando, pudiendo
terial no refleja a la sociedad, sino que la identificarse varias tendencias. Una de ellas,
última es creada a través de los actos de la Arqueología Simbólica, cuyos referentes
los agentes sociales. Este punto es una fueron el mismo Hodder, Parker Pearson,
crítica a la sistematicidad de la AP, donde Richards, enfatizaron la tendencia a consi-
el individuo no es considerado un agen- derar a la cultura material como un texto a
te causal, debido a que no es reconocible ser interpretado. En su aplicación al espacio
arqueológicamente y, al ser impredecible, (Parker Pearson y Richards 1994), conside-
impide la generalización. ran al mismo un sistema simbólico que in-
corpora ciertos principios de orden social.
3) A pesar de la existencia independiente Por otro lado, se diferencia una vertiente
de la Arqueología, sus lazos más cerca- fenomenológica, principalmente a partir
nos son con la Historia. La AP buscaba de los trabajos de Tilley (1994) y Thomas
interpretar a la cultura como sistemas (1996). Finalmente, una tercera corrien-
adaptativos capaces de generalizaciones te se encuentra influenciada por la Teoría
universales. Las formas culturales deben Social, en particular la Teoría de la Práctica
ser explicadas, en cambio, a partir de las de Giddens. Dentro de esta tendencia, pue-
trayectorias de asociaciones, contextos y do mencionar los trabajos de Barrett (1994;
secuencias. Esta diferencia sienta las ba- 2001) y Bradley (1998; 2002).
ses epistemológicas de las dos corrientes:
la AP buscó su modelo de ciencia en el Primera aporía: la posibilidad de conocer
positivismo lógico nomotético-deductivo el pasado y la negación de la modernidad
del Círculo de Viena (Wylie 2002), mien-
tras que la AHB en la Historia, en parti- Aunque varios de los autores referidos en el
cular en la Hermenéutica de Collingwood apartado anterior alinean a la AHB dentro del
(sin embargo, ver Johnsen y Olsen 1992 movimiento post – estructuralista, en su ver-
para una crítica de la base hermenéutica tiente de la década de los ´90 y comienzos del
de la Arqueología Contextual). 2000, la misma sigue siendo un ejemplo de las
contradicciones del pensamiento moderno.
Otros de los puntos importantes, que es Estas contradicciones son las que ponen esta
consecuencia de los tres anteriores, es que corriente en un estado de aporía. Como men-
para Hodder (1999), la Arqueología es una cioné al principio del trabajo, una aporía es una
empresa interpretativa, y como tal, multivocal. dificultad, un problema que el pensamiento
Alineándose con la crítica a la Modernidad debe superar para poder seguir avanzando. El
desarrollada en el apartado anterior, este problema es el siguiente: desde los inicios de
autor propone que el enfoque reflexivo por la AHB se sugiere que la Arqueología es un
el que aboga debe tener un rol activo en los discurso, y como tal es una forma de poder

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Vaquer | Las aporías de la arqueología hermenéutica. En busca de un nuevo criterio...

mientras que al mismo tiempo es el estudio De acuerdo con las dos citas anteriores es
del poder, y que toda arqueología debe ser necesario revertir o descartar la visión del
crítica cultural. Consecuentemente: mundo Cartesiana, que es un producto de
la modernidad, para lograr una mejor com-
“El pasado no puede ser exactamente re- prensión de la materialidad, para acceder a las
producido. La reproducción exacta es tauto- “personas de carne y hueso” que habitaron el
logía, silencio. El pasado arqueológico no es pasado. Uno de los puntos más desarrollados
re-creado, cómo fue o en cualquier aproxi- al respecto es la noción de individuo, y la rela-
mación a cómo fue. […] Como tal, el pasa- ción entre los agentes y la cultura material. En
do arqueológico debe ser escrito” (Shanks y este sentido, Fowler (2004) propone apelar a
Tilley 1987: 13, énfasis en el original). la etnografía como una manera de evaluar la
constitución de personas diferentes a la oc-
En la práctica vemos que la AHB, aunque cidental:
reconoce que aunque no es posible ni desea-
ble realizar construcciones aproximadas del “Mientras que la mecánica precisa de la
pasado que tengan pretensiones de legitimi- partibilidad Melanesia y su correspondiente
dad, lo terminan haciendo de todos modos. entendimiento del mundo puede ser especí-
Las interpretaciones del pasado que nos ofre- fica a Melanesia, la idea que hubo diferentes
cen provienen en su mayoría de dos tipos de tendencias prehistóricas que involucraron la
fuentes: la etnografía y la filosofía o teoría partibilidad no parece improbable. Es segu-
social que critica la modernidad. De esta ma- ramente igual de posible que las personas prehis-
nera, proponen superar el sesgo que implica tóricas se concibieran como individuos indivisibles”
trasladar concepciones modernas al pasado: (Fowler 2004: 156, énfasis añadido).

“Yendo de manera contraria a un énfasis en La etnografía de Melanesia nos provee, en-


conocer, están aquellas tendencias del pensa- tonces, un modelo posible de la constitución
miento enfocadas en el ser, que examinan la de las personas en el pasado. Es notorio que
existencia de carne y hueso de las personas en varios autores tomen a Melanesia como un
sus entornos materiales. Un foco en el ser inclina ejemplo etnográfico “no moderno”. Además
a las personas a decir “soy, por lo tanto pienso”, revir- de la cita extraída de Fowler (2004), los ejem-
tiendo el epigrama Cartesiano, y concentrarse en plos melanesios también se encuentran en
las cosas que somos como el punto de partida Jones (2007), en Lucas (2005) y en Meskell
para el entendimiento de las cosas que sabe- (2004).
mos” (Gosden 1994: 62, énfasis añadido).
Propongo que los ejemplos citados cons-
“[…] sugeriré que una de las mayores limi- tituyen lo que denomino la “falacia esencia-
taciones sobre la interpretación arqueológica lista”: para interpretar el pasado en términos
fue la aceptación implícita de una visión del “no modernos”, los autores remiten a postu-
mundo Cartesiana. […] Los principales ele- ras que consideran “no modernas”, pero que
mentos de esta perspectiva son las divisiones no son posibles fuera de la modernidad. Por
categóricas entre mente y cuerpo, cultura y lo tanto, el pasado es definido en términos
naturaleza. Ambas antinomias, sugeriré, son que niegan algunos de los principios filosó-
de un origen relativamente reciente, y en sus ficos de la Modernidad. Si en la Modernidad
formas más desarrolladas son peculiarida- existen individuos, en el pasado existieron
des de un hábito de pensamiento metafísico dividuos; si en la Modernidad hay una distin-
occidental. Ambas sirve para limitar nuestra ción entre naturaleza y cultura, entre cuerpo
apreciación de la materialidad, e imponer un en- y mente, en el pasado no. De esta manera,
tendimiento moderno del pasado” (Thomas 1996: el pasado es caracterizado como la negación
11, énfasis añadido). de la Modernidad. Vimos anteriormente que

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Arqueología 19 Dossier: 151-172 | 2013

este “esencialismo negativo” es uno de los esas personas ya no pueden actuar ni sentir,
problemas que Hodder (1999) intenta deslin- y si no existen más que como un puñado de
dar de su propuesta de un pasado multivocal. huesos ¿podemos tener realmente alguna
responsabilidad hacia ellos? Quiero sostener
En el caso de los ejemplos etnográficos, que la tenemos, ya que nuestra actitud hacia
pretender que la etnografía es una represen- la gente distante que estudiamos es indicati-
tación de lógicas no modernas es ignorar va de nuestra actitud hacia otros seres humanos en
la historia del colonialismo y el rol del dis- general” (Thomas 2004: 238, énfasis añadido).
curso etnográfico como discurso científico.
Por otro lado, las posturas filosóficas críti- Aquí nos encontramos con la orientación
cas no pueden comprenderse por fuera de la academicista de la AHB, que es una de las prin-
Modernidad, sino que existen gracias a ella y cipales causas de su contradicción. El Otro, en
por ella. Queramos o no, la ciencia en cual- este caso, no existe más, se encuentra muerto
quiera de sus versiones es una empresa de la por cientos de años. Entonces, ¿Dónde está
modernidad, así que todo discurso científico la orientación política de la arqueología, re-
es en alguna medida un discurso moderno. La marcada por Shanks y Tilley (1987)? En una
“falacia esencialista” consiste en que, a pesar actitud hacia los otros seres humanos en ge-
de declararse en contra de las esencias que neral. Este concepto, la “humanidad en gene-
propone el pensamiento moderno, la AHB ral” es más que sospechoso, y, por lo menos,
termina reproduciendo lo mismo que criti- es esencialista. Vimos como la ética kantiana,
ca. La negación de la modernidad también culminación del pensamiento ilustrado, basa
es una esencialización, donde se esencializa el Imperativo Categórico en la noción de una
aquello que se niega. Aunque es difícil soste- humanidad en general. Existe una esencia de
ner que exista algo así como una esencia de los seres humanos en general, que es la mis-
la modernidad, es verdad que el pensamiento ma entre el presente y el pasado, y que de-
científico moderno tiene una tendencia esen- bemos respetar. Nuevamente, nos encontra-
cialista. En consecuencia, la esencialización mos en aporía. No es posible transcender las
(falaz) de la negación de la modernidad es aporías si nos seguimos moviendo en el plano
hacer lo mismo que se critica. académico. El resultado es un razonamiento
circular, que además es éticamente peligroso.
Algunos autores se dieron cuenta que no ¿Cuál es el criterio para definir a la “humani-
es posible hacer una crítica del Pensamiento dad en general”? Al no tener Otro real al que
Moderno “desde fuera”. El argumento prin- enfrentar sus interpretaciones, la AHB termi-
cipal de Thomas (2004) en Archaeology and na proyectando al Mismo en el Otro, y en el
Modernity es justamente ese: no es posible proceso pretende transcender al pensamiento
realizar arqueología científica por fuera de la moderno.
modernidad. Reconoce que la modernidad es
la condición de posibilidad de la ciencia en Segunda aporía: la relación con el Otro
general, y de la arqueología en particular. Por
lo tanto, hay que tomar una nueva dirección, La escritura del pasado por la que abogan
que Thomas identifica en la ética y en una Shanks y Tilley es un compromiso político,
suerte de responsabilidad “humanista” hacia que apunta a desenmascarar relaciones de
los sujetos del pasado: poder. Por lo tanto, la escritura arqueológi-
ca involucra la presencia de un Otro con el
“La Arqueología trata sobre las diferencias que nos relacionamos. Ahora bien, ¿quién es
en el pasado. Esto es, investiga la alteridad de el Otro de la AHB? Si el pasado es una cons-
otros seres humanos que no existen más. ¿En qué trucción desde el presente, entonces el pasa-
sentido puede decirse que se tiene una relación ética do no es Otro, es presente y actualidad. Aquí
con personas que llevan muertas cientos de años? Si reside, a mi entender, la principal dificulta. El

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Otro de la AH Británica somos nosotros, los arqueó- entre la AHB y las primeras fases del post-
logos no anglosajones. LA AHB es una actividad estructuralismo tal cual fueron discutidas en
académica, su producción está orientada a la las secciones anteriores. Esta crítica sobre la
academia y no a la praxis política. Además, su falta de un criterio de validez fue lanzada con-
relación con el Otro se basa en el concepto tra el post – modernismo en general, sobre
de “multivocalidad”. Ya volveré sobre esto todo por autores marxistas (Eagleton 1997;
más adelante. Unos ejemplos me permiten
ver Aguilar Díaz y Tantaleán 2008 y McGuire
ilustran esta afirmación.
2008 para una crítica desde la Arqueología).
Por lo tanto, la multivocalidad que defiende
Preucel y Hodder en Contemporary Archaeology
la AHB no resultó en una praxis arqueológica
in Theory (1996) nos ofrecen un panorama de
comprometida ética ni políticamente.
la teoría arqueológica del momento. El libro
consta de varias secciones, de las cuales la par-
Ahora bien, ante este estado de aporía, que,
te VII se titula “El pasado como poder” y la
como sugerí, es el producto de la orientación
parte VIII “Respuestas del Otro”. Esta última
academicista de la AHB, quedan dos solucio-
sección consta de cuatro trabajos, de los cuales
nes. La primera de ellas, de corte escéptico,
uno está escrito por un colega boliviano y otro
es reconocer que el pasado es incognoscible,
por un colega Inuit. El libro consta de un to-
y por lo tanto, que cualquier interpretación
tal de 26 trabajos. La respuesta del Otro ocupa
un lugar mínimo… Otro trabajo de síntesis, es válida; o bien buscar un criterio de validez
A Companion to Social Archaeology, publicado diferente. Como sugiero en la parte que sigue,
por Meskell y Preucel en 2004, en su parte IV para encontrar un criterio de validez es nece-
“Políticas” presenta un total de cuatro trabajos, sario salir de la esfera académica, del orden
de los cuales uno está escrito por dos colegas del conocimiento, para situarse en la esfera
sudamericanos y otro por un colega japonés. de las consecuencias prácticas de las interpre-
El libro tiene un total de 17 trabajos. taciones, y dejar que ellas sean el criterio de
validez ante interpretaciones equifinales.
Vemos, entonces, que el lugar del Otro está
ocupado por arqueólogos “de otras partes
del mundo”. En estos libros, que sintetizan CUARTA PARTE: DESATANDO
las posturas de la AHB, no hay lugar para las EL NUDO. ÉTICA Y PRAXIS
comunidades originarias, o para cualquiera ARQUEOLÓGICA EN AMÉRICA
que tenga una relación con la cultura material LATINA.
fuera de la academia. En todo caso, se analiza
la apropiación de ciertos sitios arqueológicos De acuerdo con los desarrollos anteriores,
paradigmáticos como Stonehenge o las pirá- podemos esbozar una primera conclusión:
mides egipcias (Bender 1998; Meskell 2004) la Modernidad es una empresa europea que
por parte de la cultura de masas, en un inten- funcionó como sostén y justificación de la
to de construir interpretaciones “multivoca- expansión colonialista. La AHB, con su sesgo
les” del pasado. Pero esta multivocalidad ya academicista, no solamente falla en superar
ha sido denunciada como cómplice del libera- las dicotomías de la Modernidad, sino que
lismo político, y como una actitud colonialista sigue reproduciendo su lógica colonialista.
(Gnecco 2009). Un tipo específico de colonialismo es lo que
Gnecco (2009) denomina “violencia episté-
Otro problema que se deriva del enfoque mica”, que implica la imposición de una vi-
multivocal por el que abogó la AHB es que sión del mundo sobre las demás:
no existe un criterio para evaluar la validez
de las diferentes interpretaciones sobre el “La dominación epistémica no borra,
pasado. Este problema deriva de la relación simplemente, los sistemas de pensamiento

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y las cosmovisiones de los colonizados. Lo Trascendental de Kant. Y como el concepto


que hace es mucho más perverso (y efecti- es a su vez una manera universal de clasificar,
vo): distorsiona, confunde, agrupa. El colo- en la imposición del concepto sobre el Otro
nialismo no destruye tanto como construye; termina perdiendo su individualidad, para
esa construcción es más efectiva que la sim- englobarlo dentro de categorías de mayor al-
ple destrucción” (Gnecco 2009: 16). cance. El ente surge sobre un fondo que lo
sobrepasa como individuo a través del con-
En los términos que venimos desarrollando cepto. Este proceso, donde el Otro termina
en este trabajo, la violencia epistémica es la siendo absorbido por el Mismo, es lo que
imposición del pensamiento del Mismo so- Levinas denomina “Totalidad” o “Sistema”.
bre el del Otro, lo cual es una consecuencia
de la postura inmanentista de la Modernidad. La propuesta es que la relación con el Otro
Dentro de la tradición académica europea, es trascendente al sistema. Para ello, es ne-
Emmanuel Levinas, discípulo de Heidegger, cesario que el Otro sea considerado en una
es quien denuncia que la relación de conoci- exterioridad radical, en un acto de exceden-
miento que impone el pensamiento ontológi- cia del ser que trasciende el pensamiento.
co y esencialista moderno resulta en violen- Levinas considera que la característica for-
cia. Como solución, propone que la filosofía mal del Otro es justamente su distancia. El
primera debe ser la ética y no la ontología. ejemplo de ello es la “idea de lo Infinito”
propuesta por Descartes, donde la relación
La Ética como Filosofía Primera: la entre el “Yo pienso” y “lo Infinito” es de
filosofía de E. Levinas excedencia plena. En la Tercera Meditación, y
como una manera de probar la existencia de
“Lo Otro metafísico es otro con una al- Dios, Descartes propone que la idea que tie-
teridad que no es formal, con una alteridad ne de Dios como una sustancia infinita, eter-
que no es simple revés de la identidad, ni de na, inmutable, independiente, omnisciente y
una alteridad hecha de resistencia al Mismo, omnipotente no puede provenir de sí mismo,
sino con una alteridad anterior a toda inicia- ya que es una sustancia finita. Por lo tanto, la
tiva, a todo imperialismo del Mismo. Otro idea de Dios que posee es una prueba de su
con una alteridad que constituye el conteni- existencia, ya que él mismo no puede ser el
do mismo de lo Otro. Otro de una alteridad productor de una idea cuyo contenido excede
que no limita al Mismo, porque al limitar su realidad formal y objetiva (Descartes 2004:
al mismo, lo Otro no sería rigurosamente 140-141). Esta idea de un ser totalmente ex-
Otro: por la comunidad de la frontera, sería, terno, es la exterioridad radical que propone
en el interior del sistema, todavía el Mismo” Levinas en relación con el Otro. La relación
(Levinas 2002: 62). es con un ser que conserva su exterioridad
total con respecto a aquel que lo piensa, que
Levinas (2002) desarrolla los principales no compromete la integridad de lo que es to-
puntos de su postura en Totalidad e Infinito. cado. La idea de lo Infinito se opone a la idea
Allí, propone que la relación de conocimien- de Totalidad, como la trascendencia se opone
to termina siempre en la imposición de es- a la inmanencia.
quemas del Mismo en el Otro. Un ejemplo
de esto es el pensamiento dialéctico, donde Ahora bien, ¿cómo es posible la relación con
la oposición entre tesis y antítesis se resuel- el Otro si se encuentra en una posición de ex-
ve a partir de un tercer término, la síntesis. terioridad radical al Mismo? Levinas propone
En el caso del pensamiento Moderno, la que la manera de establecer una relación “no
síntesis se conforma a partir del concepto, alérgica” con el Otro es a través del lenguaje.
que es impuesto sobre el Otro o la negati- El lenguaje permite respetar la trascendencia
vidad en el sentido de Hegel, o en la Lógica del Otro en varios sentidos: por un lado, el

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Vaquer | Las aporías de la arqueología hermenéutica. En busca de un nuevo criterio...

lenguaje en tanto palabra implica siempre la sin reducirlo al Mismo. Una consecuencia de
interacción cara a cara y la presencia del Otro, esto es que el diálogo siempre se da con un
más allá de toda representación y concepto. Otro presente, con las comunidades locales.
Por otro lado, el Otro no es mi igual, es el Las interpretaciones del pasado son el tema
Maestro que enseña, y a la vez es la viuda y el del diálogo, pero la importancia se encuentra
huérfano que me suplica. A esta presentación situada en el interlocutor. De esta manera, es
del Otro Levinas la denomina “epifanía del necesario construir interpretaciones dialó-
rostro” (2002: 98). En este acto de “recibir” gicas, que consideren tanto a la lógica de las
al Otro, en la “hospitalidad”, se desborda la poblaciones locales como la lógica científica.
idea que implica la conceptualización; y en
consecuencia, se recibe al Otro más allá de Ahora bien, para lograr este objetivo no
la capacidad del Yo. A esto último denomina existen recetas, sino experiencias compar-
Levinas “tener la idea de lo infinito” (2002: tidas. Desde una perspectiva teórica que se
75). Esta presencia del Otro, que cuestiona al nutre de la Teoría de la Práctica (Bourdieu
Mismo, es la ética: 2012) y de su aplicación en la Arqueología del
Paisaje (Barrett 1999) como sustento teórico,
“A este cuestionamiento de mi espontanei- mi posición es que para lograr el diálogo hay
dad por la presencia del Otro, se llama ética. que situarnos en situaciones prácticas donde
El extrañamiento del Otro –su irreductibili- el pasado sea tematizado. En los casos donde
dad al Yo– a mis pensamientos y a mis pose- el pasado es reducido a la categoría de mitos
siones, se lleva a cabo precisamente como un sin valor de verdad, o se encuentra invisibi-
cuestionamiento de mi espontaneidad, como lizado, un primer paso es situarnos junto a
ética. La metafísica, la trascendencia, el reci- los agentes en contextos prácticos que favo-
bimiento del Otro por el Mismo, del Otro rezcan la tematización del mismo. Entre ellos,
por mí, se produce concretamente como el puedo mencionar las recorridas por el paisaje,
cuestionamiento del Mismo por el Otro, es la excavación e interpretación compartida de
decir, como la ética que realiza la esencia crí- sitios arqueológicos, o los usos de la fauna y
tica del saber” (Levinas 2002: 67). la flora local tanto para la subsistencia como
para la medicina. En síntesis, la materialidad
Este es el sentido en que la ética precede a que activa el diálogo es el paisaje, conside-
la metafísica: la metafísica, en tanto pregun- rando al mismo como un horizonte de inte-
ta por el ser, termina absorbiendo al ente en ligibilidad donde se encuentran sedimentadas
el ser3. Esto implica que la individualidad del las diferentes narrativas. Las interpretaciones
ente se pierde dentro del horizonte que cons- pueden ser enmarcadas dentro de tres tradi-
tituye al ser, en un movimiento totalizador. ciones u horizontes que las limitan: la tradi-
La ética, en tanto cuestionamiento del Mismo ción académica, conformada por las interpre-
por el Otro, se funda en la exterioridad, en la taciones sedimentadas de los arqueólogos; la
idea de lo infinito y por lo tanto no totaliza al tradición local, conformada por los saberes y
Otro en el Mismo. En consecuencia, para no epistemes locales y el paisaje, como horizonte
totalizar, la ética debe ser filosofía primera en material (Vaquer 2013).
lugar de la ontología o la metafísica.
Al tratar con Otro presente, que me en-
¿Cuáles son las consecuencias prácticas seña y me exige, se desatan las aporías de la
de la propuesta de Levinas? Mi interpreta- AHB y se puede llevar a cabo todo el poten-
ción es que al situar el lenguaje como modo cial de praxis política de la Arqueología. Este
de relación trascendental entre el Otro y el elemento distintivo es lo que diferencia a la
Mismo, la metafísica de Levinas invita a una Arqueología Latinoamericana de la Británica:
arqueología dialógica. A través del diálogo, el Otro está presente, nos demanda y nos en-
de la palabra, es posible tener acceso al Otro seña. Este énfasis en la relación concreta con

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el Otro es la que permite a la Arqueología la Arqueología implica una división entre el


salir de la totalización teórica y comenzar a conocedor y el pasado cognoscible, y el mé-
construir una teoría adecuada, tanto para ex- todo es el camino que trasciende la relación.
plicar los fenómenos particulares a los que Por lo tanto, la relación entre los arqueólogos
nos enfrentamos, como para llevar a cabo y su objeto es epistemológica y no ontológi-
una práctica científica comprometida social- ca, ya que no hay un compromiso en el or-
mente. den del ser. Esta ruptura metafísica deviene
en una relación asimétrica de conocimiento,
que reproduce las relaciones coloniales. Por
CONCLUSIONES: LA APORÍA otro lado, el lenguaje de la Arqueología como
RENOVADA disciplina se ha conformado en la relación
hegemónica con lo arqueológico, disciplinan-
En este trabajo mostré algunos problemas do la manera en la que la sociedad trata con
de la AHB, en su desarrollo en la década de el pasado y sus restos. En este escenario, el
los ´90 y comienzos del 2000, y cómo esos conocimiento deja de ser un fin en sí mismo,
problemas impidieron una realización con- sino parte de procesos administrativos o de-
creta de la que, a mi entender, es una de las sarrollos mercantiles relacionados con la ex-
propuestas más valiosas de esta corriente: pansión del capitalismo.
considerar que la Arqueología es inheren-
temente una práctica política que se realiza La propuesta de Haber es lograr una
desde el presente y con consecuencias en el “Arqueología Pos-disciplinaria” que trascien-
presente. El academicismo con que la AHB da las relaciones de conocimiento hacia un
llevó adelante sus propuestas fue un límite de diálogo con otros valores como el desarrollo,
la praxis arqueológica, llegando a un estado la paz y la justicia social, y de esta manera,
de aporía donde se hizo lo mismo que se cri- contribuir a la crítica del colonialismo. Para
ticaba. ello, sostiene que el diálogo con las arqueolo-
gías indígenas permite recapitular la metafísi-
Del análisis se desprenden una serie de ca arqueológica. El objetivo es un desplazo de
puntos: primero, que es necesario una lec- la epistemología hacia la ética (Haber 2013:
tura directa de las fuentes filosóficas de la 17).
AHB para evaluar críticamente la forma
en la que pretenden superar las dicotomías Si bien el planteo de este trabajo también se
del Pensamiento Moderno. Esto, a su vez, alinea en esa dirección, disiento con respecto
implica también una lectura desde un hori- al papel del compromiso ontológico del in-
zonte interpretativo que tenga en conside- vestigador. De acuerdo con la propuesta de
ración las problemáticas y necesidades de Levinas desarrollada en el apartado anterior,
la Arqueología Latinoamericana. A partir la vuelta ética implica un abandono de la re-
de tematizar estas necesidades, y evaluar la lación ontológica, un cambio desde la consi-
deficiencia de los marcos “importados” es deración por el ser hacia la consideración del
que es posible avanzar en la construcción ente. Por otro lado, y siguiendo a McGuire
de una teoría propia. La Arqueología Social (2008), no considero que sea necesaria la
Latinoamericana es un ejemplo saludable en deslegitimación de la Arqueología en tanto
esa dirección (Lumbreras 1981; Tantaléan y discurso disciplinar, sino que hay que utilizar
Aguilar 2012). esa legitimidad para fines que sean adecuados
para los intereses de las comunidades.
Otro ejemplo es la Arqueología Pos-
Colonialista o Pos-Disciplinaria de Gnecco y Por su parte, Gnecco (2009) sostiene, res-
Haber. Haber (2013, este volumen) propone pecto al multiculturalismo y la multivocali-
que la definición metodológica del objeto de dad que propone la AHB, que no supera la

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Vaquer | Las aporías de la arqueología hermenéutica. En busca de un nuevo criterio...

violencia epistémica asociada al colonialismo. ción, sino varias posibles. Las consecuencias
Para este autor, el multiculturalismo alimenta prácticas concretas de nuestro trabajo deben
una retórica esencialista que supone las dife- ser el criterio de validez mediante el cual eva-
rencias culturales como un hecho y las pro- luar la potencia de las diferentes interpreta-
mueve. En este sentido, las identidades que ciones. Para finalizar, me gustaría hacerlo con
construye son esencializadas, y en este senti- una cita de Dussel:
do limitadas. Al mismo tiempo que promueve
la diferencia, la hace “transcurrir por cauces “La filosofía nueva, la latinoamericana,
tranquilos y separados” (Gnecco 2009: 18). deberá asumir igualmente este momento
Como alternativa, propone una “Arqueología prehistórico de su constitución: el rostro
Relacional”, con estrategias de investigación sensible de otro hombre, que tiene hambre y
participativas y pertinentes en contextos lo- sangre se encuentra más allá del sistema don-
cales que fomenten la generación de conoci- de el ser es el pensar” (Dussel 1974: 136).
mientos alternativos desde el reconocimien-
to de los saberes tradicionales y sus visiones
del mundo. Para ello, es necesario generar AGRADECIMIENTOS
relaciones horizontales que trasciendan las
disyuntivas entre el saber académico y el sa- Las ideas de este trabajo surgieron a par-
ber local. tir de las discusiones con los participantes
de un seminario de grado sobre temporali-
Mi propuesta de considerar a Levinas como dad y materialidad dictado en la Facultad de
un antecedente a tener en cuenta es que su Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
filosofía nace de un contexto particular que Aires. Mi agradecimiento a ellos por apor-
invita necesariamente a reflexionar sobre el tar sus puntos de vista. También quiero
Otro: la Alemania Nazi. Levinas fue prisio- agradecer a los participantes y asistentes
nero de los Nazis y su familia fue asesinada al simposio “Tendiendo puentes teóricos:
en los campos de concentración (Critchley Discusiones ontológicas y epistemológicas
2004). Por lo tanto, desde una perspectiva detrás de las teorías en Arqueología” que
práctica, fue una víctima directa de las con- tuve la suerte de coordinar junto con Gabriel
secuencias totalizadoras del Pensamiento López en el XVIII Congreso Nacional de
Moderno. Enrique Dussel, en varios de sus Arqueología Argentina que tuvo lugar en
trabajos, también toma la filosofía de Levinas La Rioja. El trabajo presentado fue una pri-
como un antecedente de su “Filosofía de la mera versión del desarrollado aquí que se
Liberación” (1974; 2007; 2008). nutrió de los comentarios recibidos y de las
ponencias de los demás colegas. Agradezco
Este trabajo no pretende aportar “la” solu- también a Henry Tantaleán y al evaluador
ción, sino mostrar críticamente que es nece- anónimo por los comentarios y sugerencias
sario tomar un derrotero distinto si preten- que ayudaron a mejorar sustancialmente el
demos que nuestro trabajo sea realizado con trabajo.
compromiso social. En este sentido, en lugar
de desatar las aporías de AHB, propone una
aporía renovada: ¿es posible realizar ciencia NOTAS
sin violencia epistémica? Yo considero que sí,
que la ciencia puede contribuir a mejorar las 1. En este punto se distingue la ética kantiana de
condiciones sociales, pero siempre a partir de la aristotélica. La última es una ética teleoló-
gica, es decir, orientada hacia fines (ver Ética
colocarse en un lugar que no totalice al Otro.
Nicomaquea I, I 1094a), mientras que la kantia-
Cada contexto posee sus desafíos particulares na es una ética deontológica donde lo impor-
que deben ser tenidos en cuenta en cada posi- tantes es el deber independientemente de los
ble solución. Por lo tanto, no existe una solu- fines o los resultados.

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2. La crítica reconoce al menos tres formula- BRADLEY, R.


ciones del imperativo categórico, aunque las 1998 The Significance of Monuments. On the sha-
tres dependen de la primera. Ver Schneewind ping of human experience in Neolithic and
(1992) y Tugendhat (1997) para un desarrollo
detallado. Bronze Age Europe. Routledge, Londres y
3. Esta crítica se encuentra dirigida específica- Nueva York.
mente a Heidegger, quien en Ser y Tiempo pro- 2002 The Past in Prehistoric Societies. Routledge.
pone que el error de la metafísica es justamen- Londres y Nueva York.
te tratar de explicar al ser a partir del ente. El
ente solamente es accesible a partir de un ho- CONNORS, S. (editor)
rizonte de inteligibilidad, el ser, que en la pro- 2004 The Cambridge Companion to
puesta heideggeriana es el tiempo (Heidegger
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