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RESUMEN
En este trabajo propongo que la Arqueología Hermenéutica Británica (AHB) se encuentra, debido a
su tendencia academicista, en un estado de contradicción con sus objetivos originales. La propuesta de
que toda arqueología es práctica política no fue llevada a cabo por los practicantes de esta corriente. En
consecuencia, presento dos argumentos que podrían explicar parcialmente el estado de contradicción: el
primero de ellos, la “falacia esencialista”, implica que la AHB termina esencializando a la Modernidad por
su negación. El segundo de ellos, tiene que ver con la falta de un Otro que interpele las interpretaciones
de la AHB y por lo tanto, la práctica política se encuentra restringida al campo académico. Para construir
los argumentos, repaso sintéticamente las principales posturas del Pensamiento Moderno y su incidencia
en la AHB. A continuación, me centro en las críticas del pensamiento moderno, a partir de su tendencia
totalizadora. Finalmente, esbozo una posible solución a las contradicciones a partir de considerar, siguiendo
a Levinas, que la relación ética debe primar sobre la relación de conocimiento, y de esta manera, sentar las
bases para una Arqueología Latinoamericana comprometida socialmente.
PALABRAS CLAVE: Arqueología hermenéutica; Falacia esencialista; Violencia epistémica; Ética.
ABSTRACT
In this paper I claim that British Hermeneutics Archaeology (BHA) is, due to its academic orientation,
in a state of contradiction with its original goals. The proposal that archaeology is a political practice has not
been carried forward by the practitioners of this theoretical trend. In consequence, I present two arguments
that might partially explain the state of contradiction: first, the “esentialist fallacy”, implicating that the
BHA ends up essentializing Modernity by its negation. Second, and related with the lack of an Other that
questions BHA interpretations, its political practice has been restricted to the academic field. In order to
construct the arguments, I synthetize the main trends of Modern Thought and their effect on BHA. Then,
I show some critics based on the totalizing tendencies of Modernity. Finally, I suggest a possible solution
to the contradictions by considering, following Levinas, that ethics should be first philosophy instead of
knowing. This could lead to lay the foundations of a socially engaged Latin American Archaeology.
KEYWORDS: Hermeneutic archaeology; Essencialist fallacy; Epistemic violence; Ethics.
I
CONICET • Instituto de Arqueología, FFyL, UBA. 25 de Mayo 217 3º Piso (CP 1002), Buenos Aires, Argentina •
E-Mail: jmvaquer@yahoo.com
Arqueología 19 Dossier: 151-172 • 2013 • Instituto de Arqueología • FFyL. UBA
ISSN (Versión impresa) 0327-5159 • ISSN (Versión en línea) 1853-8126
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Una vez que se obtienen las certezas, median- guiendo los métodos de la filosofía natural,
te el método prescripto por los cuatro princi- o física. Para ello, coloca al hombre dentro
pios del Discurso del Método, es posible avanzar de la naturaleza, apartándose de la postura ra-
en la construcción del conocimiento. En los cionalista que considera al hombre como un
Principios de la Filosofía, Descartes caracteriza a “animal racional”. Su objetivo es investigar
la sabiduría como un árbol: la raíz es la me- sobre los elementos básicos que conforman
tafísica, el tronco es la física y las ramas la la mente y las leyes que gobiernan su funcio-
moral, la medicina y la mecánica. namiento, inspirándose en el modelo de la
física de Newton.
Por lo tanto, en el pensamiento y la obra
de Descartes se constituyen muchas de las La postura de Hume es radicalmente opues-
tendencias que conformaron el pensamiento ta a la de Descartes: siguiendo los pasos de
moderno: la noción de individuo como uni- Locke, niega la existencia de ideas innatas.
dad del conocimiento, que a través del uso Todo el conocimiento parte de la experien-
de la razón puede aprehender el mundo; la cia, por lo que la investigación sobre el en-
importancia del método en la investigación; tendimiento es un análisis de la percepción.
y la aplicación del conocimiento a esferas de Existen dos tipos de percepciones: las impre-
acción concretas, como la moral y la medi- siones y las ideas (Hume 2002: 78). Las ideas
cina. También en Descartes encontramos el son posteriores a las impresiones y copian su
optimismo de que el recto uso de la razón contenido con menor vivacidad; son la mane-
nos va a liberar. En el Prólogo de los Principios ra en la que nos representamos las impresio-
de la Filosofía escribe: nes en la mente. Sin embargo, siempre al final
de la cadena de la percepción se encuentra
“En primer lugar hubiera querido explicar una impresión de sensación. Las impresiones
qué es la filosofía […]: esta palabra “filosofía” de sensación son externas, son la manera en
significa el estudio de la sabiduría, y que por la que se nos aparecen los objetos externos. A
sabiduría no se entiende sólo la prudencia en su vez, también hay impresiones de reflexión
el obrar, sino un perfecto conocimiento de que son internas. Existen en la mente tam-
todas las cosas que el hombre puede saber bién tres principios de asociación de ideas: la
tanto para la conducta de su vida como para semejanza; la contigüidad espacio–temporal;
la conservación de su salud y la invención de y el principio de causa o efecto.
todas las artes” (Descartes 1980: 297).
A partir de estos tres principios, Hume de-
El empirismo de Hume termina la existencia de dos tipos de objetos
de conocimiento: las relaciones de ideas, que
La contraparte empirista del racionalismo son conocimientos necesarios a priori que de-
cartesiano lo representa la tradición británica, penden del principio de contradicción, como
que hunde sus raíces en el nominalismo me- el Algebra, la Geometría y la Aritmética; y las
dieval de Ockham. Su vertiente moderna la cuestiones de hecho, que son enunciados que
representan Bacon, Hobbes, Locke, Berkeley descubren un hecho, y por lo tanto son con-
y Hume. Me voy a detener en este último, ya tingentes. El principio de contradicción, for-
que realiza la síntesis de los principios de los mulado por Aristóteles, es el pilar de la lógica
empiristas anteriores y le proporciona al em- tradicional. Determina que una proposición
pirismo un giro escéptico. Las dos obras prin- y su negación no pueden ser verdaderas al
cipales de Hume que tratan sobre epistemo- mismo tiempo. Un enunciado del tipo: “un
logía son el Tratado de la Naturaleza Humana triángulo tiene tres lados” o “dos más dos
de 1739 y la Investigación sobre el Conocimiento son cuatro”, es siempre verdadero, ya que su
Humano de 1748. Hume se propone realizar negación es imposible. Las proposiciones de
una investigación de la naturaleza humana si- este tipo se descubren mediante una opera-
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aquello en cuyo concepto está reunido lo tenido empírico representado por los fines.
múltiple de una intuición dada. La unidad de Otro punto importante es que el deber es la
la conciencia es lo que constituye la referen- necesidad de una acción por respeto a la ley.
cia de las representaciones a un objeto, y por La voluntad debe estar determinada objetiva-
lo tanto la validez objetiva. Esto implica que mente por la ley, y subjetivamente por el res-
la posibilidad de los objetos depende de las peto puro a esa ley práctica. La máxima sería:
capacidades a priori de los sujetos. La síntesis obedecer siempre a la ley, aun en perjuicio de
y superación del empirismo y el racionalismo mis inclinaciones. El fundamento determi-
queda plasmada en la frase: “pensar un obje- nante de la voluntad es la representación de la
to, y conocer un objeto no es, pues, lo mismo” ley en sí misma, no los efectos que esperamos
(Kant 2009: 213, énfasis en el original). La de nuestra acción.
Crítica de la Razón Pura tiene como objetivo
delimitar los usos legítimos del entendimien- Como la voluntad debe obrar con respecto
to, en contra del supuesto racionalista de que a la ley general y no a una específica, la legali-
la razón es un reflejo directo de la realidad. dad universal de las acciones en general, que
debe ser el principio universal de las acciones,
La ética kantiana sostiene que “no debo obrar nunca más que
de modo tal que pueda querer que mi máxima
En la Fundamentación de la Metafísica de las deba convertirse en ley universal” (1785: 37, énfasis
Costumbres de 1785, Kant delinea los prin- en el original).
cipios de su ética Se propone en esta obra
elaborar “una filosofía moral pura que esté A continuación, Kant relaciona la morali-
enteramente limpia de todo cuanto pueda ser dad con la razón:
empírico” (Kant 1785: 19). Para ello, postula
que las leyes tienen como fundamento una “[…] todos los conceptos morales tienen
obligación, que lleva consigo una necesidad su lugar y origen completamente a priori en la
absoluta. Siguiendo la propuesta de la Crítica razón, y eso en la razón humana más vulgar
de la Razón Pura, la necesidad absoluta se en- como en la más altamente especulativa; que
cuentra a priori en conceptos de la razón pura. no pueden ser abstraídos a partir de ningún
Por lo tanto, las leyes morales junto con sus conocimiento empírico, el cual, por lo tan-
principios se diferencian de aquellas que con- to, sería contingente; que de esa pureza en
tienen algo empírico. su origen reside su dignidad […]” (1998: 50).
Según Kant, la metafísica de las costumbres En la naturaleza, todas las cosas actúan se-
debe investigar los principios de una volun- gún leyes, y el ser humano, al ser un ser ra-
tad pura posible, y no las acciones y condi- cional, tiene la capacidad de obrar por repre-
ciones de la voluntad humana en general, las sentación de las leyes, o principios. Solamente
cuales se toman de la psicología. Esta metafí- nosotros poseemos una voluntad, por lo que
sica tiene como objetivo la investigación del esta facultad es razón práctica, ya que a partir
principio supremo de la moralidad. El primer de ella derivamos las acciones de las leyes me-
paso que toma Kant es determinar que el va- diante el uso de la razón. La representación
lor moral de una acción es actuar por deber, de un principio objetivo, en tanto que limita
en contra de las inclinaciones. El deber es a la voluntad, es denominado por Kant man-
así el motivo y el valor moral de una acción. dato de la razón, y la fórmula del mandato,
Además, una acción hecha por deber no tiene imperativo. Todos los imperativos se expre-
su valor moral en el propósito que se quiere san por medio de un “debe ser” y muestran
alcanzar, sino en el principio mismo de la ac- la relación entre una ley objetiva de la razón
ción o máxima1. De esta manera, una acción y una voluntad que no es necesariamente de-
hecha por deber es a priori, vacía de todo con- terminada por tal ley.
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Frente a esto, varios autores reaccionaron La crisis de la razón científica anunciada por
en contra del reduccionismo que implica el Horkheimer y Adorno (2007) se cristalizó en
pensamiento moderno. Si bien no es el lu- el movimiento intelectual conocido como
gar para hacer una exposición detallada de post-estructuralismo y post-modernismo. El
las críticas a la modernidad, baste mencionar post-estructuralismo surge Francia a princi-
autores como Nietzsche (2002) y Heidegger pios de los años ´70. Si bien no son fenóme-
(2012). Otros autores, dentro de la Escuela de nos idénticos, las críticas a la modernidad co-
Frankfurt también dirigieron sus críticas ha- inciden, o son asimiladas por, el movimiento
cia la modernidad y su “razón instrumental”. más amplio del posmodernismo. Este último
Me voy a centrar en el trabajo de Horkheimer se mostró como una especie de hidra con
y Adorno (2007) ya que considero que es una múltiples cabezas, escapando –de manera co-
excelente crítica a los puntos centrales del herente con sus principios– a una definición
pensamiento moderno (o Ilustrado en sus unívoca.
términos).
Los puntos en los cuales confluyeron el
La primera crítica de Horkheimer y Adorno post-estructuralismo, de origen francés, y el
se centra en el reduccionismo del pensamien- posmodernismo, de origen norteamericano
to ilustrado. El ideal que se persigue es el sis- son varios. Entre ellos, uno de los principales
tema, reduciendo la multiplicidad a formas es el abandono de la idea de que el lenguaje
objetivas que permiten establecer relaciones puede representar la realidad, que el mundo
lógicas entre sí. Esto se ve claramente en es accesible a través del lenguaje debido a una
Kant: la multiplicidad de la experiencia sensi- correspondencia entre pensamiento–lengua-
ble necesita ser sintetizada por la apercepción je–realidad. El posmodernismo deja de lado
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la función representativa del lenguaje y pro- todas las interpretaciones son políticas, ya
pone que el lenguaje constituye la realidad, en que reflejan las condiciones ideológicas de su
vez de representarla. Por lo tanto, el cono- producción. El autor más relevante en este
cimiento se encuentra siempre “distorsiona- momento es Foucault, con su énfasis en el
do” por el lenguaje. Esto implicó, a su vez, poder y la constitución de los sujetos, en par-
el abandono de la noción de sujeto moderno ticular la relación entre los discursos, el poder
como objetivamente racional y auto-deter- y la subjetividad.
minado. El sujeto posmoderno se encuentra
determinado por el Otro, constituido por y Es posible sintetizar al posmodernismo
dentro del lenguaje (Bertens 1995; Connors como un movimiento que responde en pri-
2004; Eagleton 1997). mer lugar a las condiciones del capitalismo
avanzado. Sus críticas hacia la modernidad se
Una de las primeras exposiciones sistemá- hallan en dos grandes frentes: por un lado, la
ticas de este movimiento la realizó Lyotard adecuación entre el lenguaje y la verdad, in-
(1987). Este autor caracteriza a las condicio- virtiendo la relación entre ambos (crítica en
nes del saber de las sociedades capitalistas el plano del conocimiento); y por el otro, en
avanzadas como una condición postmoder- la concepción de sujeto como individuo autó-
na. La situación es producto de las trasfor- nomo, delimitado y racional (crítica en el pla-
maciones en la ciencia, la literatura y las ar- no ontológico y metafísico). Ambas críticas
tes a partir del Siglo XIX. Dentro de estas se relacionan, a su vez, con una crítica contra
transformaciones, la más importante es que el esencialismo, es decir, la tendencia de con-
los metarrelatos que validan el discurso cien- siderar que las cosas poseen ciertas propieda-
tífico –la dialéctica del Espíritu Hegeliana, la des; y que algunas de estas propiedades son
Hermeneútica del sentido, la emancipación constitutivas, de manera que si se suprimen,
del sujeto por la Razón- entendidos en tér- la cosa se convierte en nada o en otra cosa.
minos de grandes narrativas, colapsan como Uno de los ejemplos de la crítica al esencia-
fuente de legitimación. La condición postmo- lismo es la crítica a la Historia como meta-
derna es caracterizada por este autor como relato, es decir, como la realización de un fin
la incredulidad ante los metarrelatos, y en inmanente, identificado con el Progreso.
consecuencia, la sociedad es comprendida en
términos de una heterogeneidad de los ele-
mentos, producida a través de una pragmática TERCERA PARTE: LAS APORÍAS DE
de las partículas lingüísticas. LA ARQUEOLOGÍA HERMENÉUTICA
BRITÁNICA
Bertens (1995) reconoce dos instancias
dentro del post - estructuralismo: la primera La Arqueología Hermenéutica Británica
de ellas se encuentra asociada a los trabajos
de Derrida y Barthes y fue el enfoque predo- En esta sección, voy a esbozar un punteo de
minante durante los años ´70. La orientación las principales características de la AHB, en
de este primer momento es textualista o de- particular en las vertientes que se dieron en
construccionista, con un ataque a las nocio- la década de los ´90. La elección terminoló-
nes representacionalistas del lenguaje. Estos gica no es azarosa: considero que la categoría
autores proponen una extensión ad infinitum “Arqueología Post-Procesual” es una defini-
de la significación, a partir de la ausencia de ción por la negativa, como “algo que viene
significantes trascendentales o metafísicos. El después de otra cosa” y no refleja los alcances
segundo momento surge a partir de críticas positivos de la propuesta. Para comenzar esta
al deconstruccionismo debido a su falta de arqueología de la AHB, me voy a centrar en
elaboración de sus consecuencias políticas. Si sus orígenes (ver Hicks 2010 para una pro-
no existe más realidad que el texto, entonces puesta similar desde la perspectiva de la cul-
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tural material). Podemos situar los orígenes truido por ambos. La realidad no se encuentra
de la AHB a principios de los años ‘80, como reflejada por el lenguaje o la cultura material,
una reacción ante los avances positivistas de sino activamente producida por ellos.
la Arqueología Procesual (AP).
Por lo tanto, y de acuerdo con la caracteri-
Las tendencias filosóficas discutidas en el zación del post-estructuralismo desarrollada
apartado anterior impactaron de forma varia- anteriormente, la homologación entre la cul-
da en la Arqueología. El libro Social Theory and tura material y el discurso permite considerarla
Archaeology de Shanks y Tilley (1987) repre- como un texto, y como tal es susceptible de ser
senta un intento de incorporar los postulados analizada en términos post-estructuralistas. Sin
posmodernos a la práctica arqueológica, y rea- embargo, los autores proponen que la cultura
lizar una crítica de la Arqueología Procesual material posee un grado relativo de autonomía
(AP). Uno de los puntos centrales del libro con respecto al lenguaje, compartiendo algunas
es que la AP produce una escisión entre el características de los sistemas lingüísticos pero
pasado y el presente, al postular la existencia no siendo reducible o directamente asimilable
de un sentido objetivo en el pasado que debe a ellos. Otra consecuencia de la analogía tex-
ser reconstruido por los arqueólogos. En lu- tual es que la metodología arqueológica tiene
gar de esto último, los autores proponen que como objetivo interpretar los significados de
el pasado solamente existe en relación con el la cultura material. Un ejemplo de esta tenden-
presente, en la práctica presente de la inter- cia son los trabajos de Hodder. En Theory and
pretación. Por lo tanto, la arqueología es un Practice in Archaeology, Hodder (1995), propone
discurso, un sistema de expresión estructura- que es posible ir más allá de los usos físicos in-
do de reglas, convenciones y significados para mediatos de los objetos hacia los significados
la producción de significados y conocimien- simbólicos más abstractos. Entender la cultura
tos. Conocer el pasado implica producirlo en material es similar
el presente.
“a interpretar un lenguaje debido a que
Dentro de esta propuesta, consideran a la equivale a tratar con significados […]. Estos
cultura material como comunicación, como significados simbólicos se encuentran orga-
una forma de escritura y un discurso silencio- nizados por reglas y códigos que parecen
so. En palabras de los autores: ser diferentes entre cultura y cultura […]”
(Hodder 1995: 10).
“La cultura material puede ser considera-
da en las sociedades orales como una forma En consecuencia, el arqueólogo se encuen-
de escritura y discurso inscripta en un me- tra inmerso en una doble hermenéutica: por
dio material, de la misma manera que las pa- un lado, está el marco de significado de la
labras son escritas en páginas. […] En una ciencia occidental en la que el investigador se
situación prehistórica, es posible argumen- encuentra inmerso; y por el otro el de la cultu-
tar que posiblemente haya una relación más ra que estudia. Una de las diferencias entre el
cercana entre la forma material y el conte- lenguaje hablado y el texto o cultura la cultura
nido significado de la que hay hoy en día” material es que mientras que los significados
(Shanks y Tilley 1987: 97). del primero pueden ser modificados contex-
tualmente, los significados del segundo se se-
La igualación entre la cultura material y la paran del autor y productor. Los textos y los
escritura o discurso habilita a los autores para objetos pueden poseer diferentes significados
introducir más supuestos post - estructuralis- en el tiempo y en el espacio.
tas. Por ejemplo, Shanks y Tilley (1987: 98)
consideran que el lenguaje y la cultura material La Arqueología Hermeneútica se articuló
son anteriores al individuo, y el agente es cons- en base a tres ideas (Hodder y Hutson 2003):
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mientras que al mismo tiempo es el estudio De acuerdo con las dos citas anteriores es
del poder, y que toda arqueología debe ser necesario revertir o descartar la visión del
crítica cultural. Consecuentemente: mundo Cartesiana, que es un producto de
la modernidad, para lograr una mejor com-
“El pasado no puede ser exactamente re- prensión de la materialidad, para acceder a las
producido. La reproducción exacta es tauto- “personas de carne y hueso” que habitaron el
logía, silencio. El pasado arqueológico no es pasado. Uno de los puntos más desarrollados
re-creado, cómo fue o en cualquier aproxi- al respecto es la noción de individuo, y la rela-
mación a cómo fue. […] Como tal, el pasa- ción entre los agentes y la cultura material. En
do arqueológico debe ser escrito” (Shanks y este sentido, Fowler (2004) propone apelar a
Tilley 1987: 13, énfasis en el original). la etnografía como una manera de evaluar la
constitución de personas diferentes a la oc-
En la práctica vemos que la AHB, aunque cidental:
reconoce que aunque no es posible ni desea-
ble realizar construcciones aproximadas del “Mientras que la mecánica precisa de la
pasado que tengan pretensiones de legitimi- partibilidad Melanesia y su correspondiente
dad, lo terminan haciendo de todos modos. entendimiento del mundo puede ser especí-
Las interpretaciones del pasado que nos ofre- fica a Melanesia, la idea que hubo diferentes
cen provienen en su mayoría de dos tipos de tendencias prehistóricas que involucraron la
fuentes: la etnografía y la filosofía o teoría partibilidad no parece improbable. Es segu-
social que critica la modernidad. De esta ma- ramente igual de posible que las personas prehis-
nera, proponen superar el sesgo que implica tóricas se concibieran como individuos indivisibles”
trasladar concepciones modernas al pasado: (Fowler 2004: 156, énfasis añadido).
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este “esencialismo negativo” es uno de los esas personas ya no pueden actuar ni sentir,
problemas que Hodder (1999) intenta deslin- y si no existen más que como un puñado de
dar de su propuesta de un pasado multivocal. huesos ¿podemos tener realmente alguna
responsabilidad hacia ellos? Quiero sostener
En el caso de los ejemplos etnográficos, que la tenemos, ya que nuestra actitud hacia
pretender que la etnografía es una represen- la gente distante que estudiamos es indicati-
tación de lógicas no modernas es ignorar va de nuestra actitud hacia otros seres humanos en
la historia del colonialismo y el rol del dis- general” (Thomas 2004: 238, énfasis añadido).
curso etnográfico como discurso científico.
Por otro lado, las posturas filosóficas críti- Aquí nos encontramos con la orientación
cas no pueden comprenderse por fuera de la academicista de la AHB, que es una de las prin-
Modernidad, sino que existen gracias a ella y cipales causas de su contradicción. El Otro, en
por ella. Queramos o no, la ciencia en cual- este caso, no existe más, se encuentra muerto
quiera de sus versiones es una empresa de la por cientos de años. Entonces, ¿Dónde está
modernidad, así que todo discurso científico la orientación política de la arqueología, re-
es en alguna medida un discurso moderno. La marcada por Shanks y Tilley (1987)? En una
“falacia esencialista” consiste en que, a pesar actitud hacia los otros seres humanos en ge-
de declararse en contra de las esencias que neral. Este concepto, la “humanidad en gene-
propone el pensamiento moderno, la AHB ral” es más que sospechoso, y, por lo menos,
termina reproduciendo lo mismo que criti- es esencialista. Vimos como la ética kantiana,
ca. La negación de la modernidad también culminación del pensamiento ilustrado, basa
es una esencialización, donde se esencializa el Imperativo Categórico en la noción de una
aquello que se niega. Aunque es difícil soste- humanidad en general. Existe una esencia de
ner que exista algo así como una esencia de los seres humanos en general, que es la mis-
la modernidad, es verdad que el pensamiento ma entre el presente y el pasado, y que de-
científico moderno tiene una tendencia esen- bemos respetar. Nuevamente, nos encontra-
cialista. En consecuencia, la esencialización mos en aporía. No es posible transcender las
(falaz) de la negación de la modernidad es aporías si nos seguimos moviendo en el plano
hacer lo mismo que se critica. académico. El resultado es un razonamiento
circular, que además es éticamente peligroso.
Algunos autores se dieron cuenta que no ¿Cuál es el criterio para definir a la “humani-
es posible hacer una crítica del Pensamiento dad en general”? Al no tener Otro real al que
Moderno “desde fuera”. El argumento prin- enfrentar sus interpretaciones, la AHB termi-
cipal de Thomas (2004) en Archaeology and na proyectando al Mismo en el Otro, y en el
Modernity es justamente ese: no es posible proceso pretende transcender al pensamiento
realizar arqueología científica por fuera de la moderno.
modernidad. Reconoce que la modernidad es
la condición de posibilidad de la ciencia en Segunda aporía: la relación con el Otro
general, y de la arqueología en particular. Por
lo tanto, hay que tomar una nueva dirección, La escritura del pasado por la que abogan
que Thomas identifica en la ética y en una Shanks y Tilley es un compromiso político,
suerte de responsabilidad “humanista” hacia que apunta a desenmascarar relaciones de
los sujetos del pasado: poder. Por lo tanto, la escritura arqueológi-
ca involucra la presencia de un Otro con el
“La Arqueología trata sobre las diferencias que nos relacionamos. Ahora bien, ¿quién es
en el pasado. Esto es, investiga la alteridad de el Otro de la AHB? Si el pasado es una cons-
otros seres humanos que no existen más. ¿En qué trucción desde el presente, entonces el pasa-
sentido puede decirse que se tiene una relación ética do no es Otro, es presente y actualidad. Aquí
con personas que llevan muertas cientos de años? Si reside, a mi entender, la principal dificulta. El
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Otro de la AH Británica somos nosotros, los arqueó- entre la AHB y las primeras fases del post-
logos no anglosajones. LA AHB es una actividad estructuralismo tal cual fueron discutidas en
académica, su producción está orientada a la las secciones anteriores. Esta crítica sobre la
academia y no a la praxis política. Además, su falta de un criterio de validez fue lanzada con-
relación con el Otro se basa en el concepto tra el post – modernismo en general, sobre
de “multivocalidad”. Ya volveré sobre esto todo por autores marxistas (Eagleton 1997;
más adelante. Unos ejemplos me permiten
ver Aguilar Díaz y Tantaleán 2008 y McGuire
ilustran esta afirmación.
2008 para una crítica desde la Arqueología).
Por lo tanto, la multivocalidad que defiende
Preucel y Hodder en Contemporary Archaeology
la AHB no resultó en una praxis arqueológica
in Theory (1996) nos ofrecen un panorama de
comprometida ética ni políticamente.
la teoría arqueológica del momento. El libro
consta de varias secciones, de las cuales la par-
Ahora bien, ante este estado de aporía, que,
te VII se titula “El pasado como poder” y la
como sugerí, es el producto de la orientación
parte VIII “Respuestas del Otro”. Esta última
academicista de la AHB, quedan dos solucio-
sección consta de cuatro trabajos, de los cuales
nes. La primera de ellas, de corte escéptico,
uno está escrito por un colega boliviano y otro
es reconocer que el pasado es incognoscible,
por un colega Inuit. El libro consta de un to-
y por lo tanto, que cualquier interpretación
tal de 26 trabajos. La respuesta del Otro ocupa
un lugar mínimo… Otro trabajo de síntesis, es válida; o bien buscar un criterio de validez
A Companion to Social Archaeology, publicado diferente. Como sugiero en la parte que sigue,
por Meskell y Preucel en 2004, en su parte IV para encontrar un criterio de validez es nece-
“Políticas” presenta un total de cuatro trabajos, sario salir de la esfera académica, del orden
de los cuales uno está escrito por dos colegas del conocimiento, para situarse en la esfera
sudamericanos y otro por un colega japonés. de las consecuencias prácticas de las interpre-
El libro tiene un total de 17 trabajos. taciones, y dejar que ellas sean el criterio de
validez ante interpretaciones equifinales.
Vemos, entonces, que el lugar del Otro está
ocupado por arqueólogos “de otras partes
del mundo”. En estos libros, que sintetizan CUARTA PARTE: DESATANDO
las posturas de la AHB, no hay lugar para las EL NUDO. ÉTICA Y PRAXIS
comunidades originarias, o para cualquiera ARQUEOLÓGICA EN AMÉRICA
que tenga una relación con la cultura material LATINA.
fuera de la academia. En todo caso, se analiza
la apropiación de ciertos sitios arqueológicos De acuerdo con los desarrollos anteriores,
paradigmáticos como Stonehenge o las pirá- podemos esbozar una primera conclusión:
mides egipcias (Bender 1998; Meskell 2004) la Modernidad es una empresa europea que
por parte de la cultura de masas, en un inten- funcionó como sostén y justificación de la
to de construir interpretaciones “multivoca- expansión colonialista. La AHB, con su sesgo
les” del pasado. Pero esta multivocalidad ya academicista, no solamente falla en superar
ha sido denunciada como cómplice del libera- las dicotomías de la Modernidad, sino que
lismo político, y como una actitud colonialista sigue reproduciendo su lógica colonialista.
(Gnecco 2009). Un tipo específico de colonialismo es lo que
Gnecco (2009) denomina “violencia episté-
Otro problema que se deriva del enfoque mica”, que implica la imposición de una vi-
multivocal por el que abogó la AHB es que sión del mundo sobre las demás:
no existe un criterio para evaluar la validez
de las diferentes interpretaciones sobre el “La dominación epistémica no borra,
pasado. Este problema deriva de la relación simplemente, los sistemas de pensamiento
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lenguaje en tanto palabra implica siempre la sin reducirlo al Mismo. Una consecuencia de
interacción cara a cara y la presencia del Otro, esto es que el diálogo siempre se da con un
más allá de toda representación y concepto. Otro presente, con las comunidades locales.
Por otro lado, el Otro no es mi igual, es el Las interpretaciones del pasado son el tema
Maestro que enseña, y a la vez es la viuda y el del diálogo, pero la importancia se encuentra
huérfano que me suplica. A esta presentación situada en el interlocutor. De esta manera, es
del Otro Levinas la denomina “epifanía del necesario construir interpretaciones dialó-
rostro” (2002: 98). En este acto de “recibir” gicas, que consideren tanto a la lógica de las
al Otro, en la “hospitalidad”, se desborda la poblaciones locales como la lógica científica.
idea que implica la conceptualización; y en
consecuencia, se recibe al Otro más allá de Ahora bien, para lograr este objetivo no
la capacidad del Yo. A esto último denomina existen recetas, sino experiencias compar-
Levinas “tener la idea de lo infinito” (2002: tidas. Desde una perspectiva teórica que se
75). Esta presencia del Otro, que cuestiona al nutre de la Teoría de la Práctica (Bourdieu
Mismo, es la ética: 2012) y de su aplicación en la Arqueología del
Paisaje (Barrett 1999) como sustento teórico,
“A este cuestionamiento de mi espontanei- mi posición es que para lograr el diálogo hay
dad por la presencia del Otro, se llama ética. que situarnos en situaciones prácticas donde
El extrañamiento del Otro –su irreductibili- el pasado sea tematizado. En los casos donde
dad al Yo– a mis pensamientos y a mis pose- el pasado es reducido a la categoría de mitos
siones, se lleva a cabo precisamente como un sin valor de verdad, o se encuentra invisibi-
cuestionamiento de mi espontaneidad, como lizado, un primer paso es situarnos junto a
ética. La metafísica, la trascendencia, el reci- los agentes en contextos prácticos que favo-
bimiento del Otro por el Mismo, del Otro rezcan la tematización del mismo. Entre ellos,
por mí, se produce concretamente como el puedo mencionar las recorridas por el paisaje,
cuestionamiento del Mismo por el Otro, es la excavación e interpretación compartida de
decir, como la ética que realiza la esencia crí- sitios arqueológicos, o los usos de la fauna y
tica del saber” (Levinas 2002: 67). la flora local tanto para la subsistencia como
para la medicina. En síntesis, la materialidad
Este es el sentido en que la ética precede a que activa el diálogo es el paisaje, conside-
la metafísica: la metafísica, en tanto pregun- rando al mismo como un horizonte de inte-
ta por el ser, termina absorbiendo al ente en ligibilidad donde se encuentran sedimentadas
el ser3. Esto implica que la individualidad del las diferentes narrativas. Las interpretaciones
ente se pierde dentro del horizonte que cons- pueden ser enmarcadas dentro de tres tradi-
tituye al ser, en un movimiento totalizador. ciones u horizontes que las limitan: la tradi-
La ética, en tanto cuestionamiento del Mismo ción académica, conformada por las interpre-
por el Otro, se funda en la exterioridad, en la taciones sedimentadas de los arqueólogos; la
idea de lo infinito y por lo tanto no totaliza al tradición local, conformada por los saberes y
Otro en el Mismo. En consecuencia, para no epistemes locales y el paisaje, como horizonte
totalizar, la ética debe ser filosofía primera en material (Vaquer 2013).
lugar de la ontología o la metafísica.
Al tratar con Otro presente, que me en-
¿Cuáles son las consecuencias prácticas seña y me exige, se desatan las aporías de la
de la propuesta de Levinas? Mi interpreta- AHB y se puede llevar a cabo todo el poten-
ción es que al situar el lenguaje como modo cial de praxis política de la Arqueología. Este
de relación trascendental entre el Otro y el elemento distintivo es lo que diferencia a la
Mismo, la metafísica de Levinas invita a una Arqueología Latinoamericana de la Británica:
arqueología dialógica. A través del diálogo, el Otro está presente, nos demanda y nos en-
de la palabra, es posible tener acceso al Otro seña. Este énfasis en la relación concreta con
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violencia epistémica asociada al colonialismo. ción, sino varias posibles. Las consecuencias
Para este autor, el multiculturalismo alimenta prácticas concretas de nuestro trabajo deben
una retórica esencialista que supone las dife- ser el criterio de validez mediante el cual eva-
rencias culturales como un hecho y las pro- luar la potencia de las diferentes interpreta-
mueve. En este sentido, las identidades que ciones. Para finalizar, me gustaría hacerlo con
construye son esencializadas, y en este senti- una cita de Dussel:
do limitadas. Al mismo tiempo que promueve
la diferencia, la hace “transcurrir por cauces “La filosofía nueva, la latinoamericana,
tranquilos y separados” (Gnecco 2009: 18). deberá asumir igualmente este momento
Como alternativa, propone una “Arqueología prehistórico de su constitución: el rostro
Relacional”, con estrategias de investigación sensible de otro hombre, que tiene hambre y
participativas y pertinentes en contextos lo- sangre se encuentra más allá del sistema don-
cales que fomenten la generación de conoci- de el ser es el pensar” (Dussel 1974: 136).
mientos alternativos desde el reconocimien-
to de los saberes tradicionales y sus visiones
del mundo. Para ello, es necesario generar AGRADECIMIENTOS
relaciones horizontales que trasciendan las
disyuntivas entre el saber académico y el sa- Las ideas de este trabajo surgieron a par-
ber local. tir de las discusiones con los participantes
de un seminario de grado sobre temporali-
Mi propuesta de considerar a Levinas como dad y materialidad dictado en la Facultad de
un antecedente a tener en cuenta es que su Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
filosofía nace de un contexto particular que Aires. Mi agradecimiento a ellos por apor-
invita necesariamente a reflexionar sobre el tar sus puntos de vista. También quiero
Otro: la Alemania Nazi. Levinas fue prisio- agradecer a los participantes y asistentes
nero de los Nazis y su familia fue asesinada al simposio “Tendiendo puentes teóricos:
en los campos de concentración (Critchley Discusiones ontológicas y epistemológicas
2004). Por lo tanto, desde una perspectiva detrás de las teorías en Arqueología” que
práctica, fue una víctima directa de las con- tuve la suerte de coordinar junto con Gabriel
secuencias totalizadoras del Pensamiento López en el XVIII Congreso Nacional de
Moderno. Enrique Dussel, en varios de sus Arqueología Argentina que tuvo lugar en
trabajos, también toma la filosofía de Levinas La Rioja. El trabajo presentado fue una pri-
como un antecedente de su “Filosofía de la mera versión del desarrollado aquí que se
Liberación” (1974; 2007; 2008). nutrió de los comentarios recibidos y de las
ponencias de los demás colegas. Agradezco
Este trabajo no pretende aportar “la” solu- también a Henry Tantaleán y al evaluador
ción, sino mostrar críticamente que es nece- anónimo por los comentarios y sugerencias
sario tomar un derrotero distinto si preten- que ayudaron a mejorar sustancialmente el
demos que nuestro trabajo sea realizado con trabajo.
compromiso social. En este sentido, en lugar
de desatar las aporías de AHB, propone una
aporía renovada: ¿es posible realizar ciencia NOTAS
sin violencia epistémica? Yo considero que sí,
que la ciencia puede contribuir a mejorar las 1. En este punto se distingue la ética kantiana de
condiciones sociales, pero siempre a partir de la aristotélica. La última es una ética teleoló-
gica, es decir, orientada hacia fines (ver Ética
colocarse en un lugar que no totalice al Otro.
Nicomaquea I, I 1094a), mientras que la kantia-
Cada contexto posee sus desafíos particulares na es una ética deontológica donde lo impor-
que deben ser tenidos en cuenta en cada posi- tantes es el deber independientemente de los
ble solución. Por lo tanto, no existe una solu- fines o los resultados.
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