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por
José Miguel Candela
Un escenario circular completamente cubierto de arroz, que delicadamente dibuja la forma
de una espiral. Arriba, una parrilla de iluminación con la forma del Meli Wixan Mapu (los
cuatro lugares de la tierra, símbolo central de la cosmovisión mapuche). El público completa
el perímetro redondo de la escena. Nos contemplamos. Silencio. Luz tenue. Un hombre y
una mujer toman lentamente sus posiciones iniciales. De esta manera comienza “TOTEM
– Concierto Corporal Electroacústico”, una obra que puede ser entendida como una obra
coreográfica y como un concierto de música electroacústica, que propone una mirada atávica
y contemporánea a la vez, frente al rito cíclico de la vida, desde el aquí y el ahora de la acción
escénica y de la experiencia espectatorial inmanente a ella.
En las siguientes líneas intentaré referirme a esta obra desde diversos puntos de vista
(experimentando así mi propio ritual de tránsito respecto a ella).
1. La música:
La interpretación de la música de En cada uno de estos segmentos, la
TOTEM es realizada por los movimientos música presenta un diálogo entre sonidos
coreográficos de los cuerpos en escena, abstractos (trabajados electrónicamente)
en constante diálogo corporal. Gracias a y una voz femenina grabada, que en el
un sistema de sensores de luz localizados recorrido circular de la obra alcanza
en el escenario (ver Fig.1) y conectados a cubrir los doce sonidos de la escala
a un aparato receptor de movimientos cromática (los doce semitonos de la
(similar a la actual plataforma de escala temperada occidental). Estos
hardware libre Arduino; ver Fig.2), los sonidos vocales son detonados por las
movimientos de los bailarines (más sombras de los bailarines, gracias al
precisamente los movimientos de sistema de sensores de luz ya explicado
sus sombras) son captados por los (en “Primavera” hay además una
sensores, los que envían señales a un serie de otros sonidos que también
computador, generando así una música son disparados por las sombras de
electroacústica de múltiples variantes los bailarines, que corresponden a
sonoras aleatorias. En otras palabras, sonidos de animales, procesados
las sombras generan una música que electrónicamente en tiempo real
siempre cambia, y que a la vez siempre a través de filtros y granuladores).
es la misma. Los doce sonidos van apareciendo
progresivamente en cada sección por
La obra músico-coreográfica consta de grupos de “notas eje”; se tratan “clases
cuatro partes, y es de estructura circular, de altura” en las que el computador,
es decir, puede partir con cualquiera de las mediante un algoritmo aleatorio, elije
8 secciones para describir el círculo completo. en qué octava suena la nota cantada.
Los cuatro tramos llevan los nombres de las Estos grupos de “notas eje” forman Fig.1: Distribución de los sensores de luz en el
estaciones del año (ver Fig.3). tres “policordios complementarios” escenario de TOTEM
(término acuñado por Gustavo Becerra-Schmidt), que a su vez
constituyen tres acordes disminuidos con séptima disminuida
(ver Fig.4).
Por último, cabe señalar que existe una serie de otros procesos
electrónicos en tiempo real (filtros, modificadores de altura,
etc.) que ocurren de manera azarosa sobre los sonidos
disparados, mientras transcurre la obra.
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propios so Fig.3: Estructura circular de TOTEM
9
Fig.2: Unidad receptora de sensores, realizada por el ingeniero Fig.4: Sistema de “notas eje” usado en TOTEM
Randall Ledermann
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2. Una máquina autopoiética:
Como explicábamos, la música de TOTEM, En otras palabras, y aludiendo a Féral, bucle es también “autopoiético” (Fischer-
al ser de características aleatorias, va la puesta en escena de TOTEM nace Lichte, 2012, p.81).
sorprendiendo a los intérpretes. Estos de la fricción de dos realidades: una
Experimentamos entonces, mientras
atienden y actúan conforme a sus realidad preestablecida (la partitura
sucede TOTEM, un todo armónico, una
percepciones, acciones que nuevamente estructural), que garantiza una estructura
práctica de vida en que lo contemplado
son captadas por los sensores, y y continuidad específicas, y otra realidad
y obrado es la vida misma en su
así sucesivamente. Este bucle de sellada por la improvisación, lo lúdico
más profundo misterio, a través de
retroalimentación entre música y cuerpo y el presente inmediato (Féral, 2004,
acontecimientos de poiesis, de una
en escena nos recuerda el concepto de pp.124-125). Es debido a esta fricción
creación autopoiética, “en la que la
autopoiesis: que el proceso creativo de TOTEM exigió
vida del cuerpo poético va dictándole al
avanzar de manera integral, tanto sonora
artista las opciones que le son orgánicas”
Una máquina autopoié ca es una como coreográficamente.
(Dubatti, 2007, p.116).
máquina organizada como un
sistema de procesos de producción Abundando en lo anterior, y citando a
concatenados de tal manera que Erika Fischer-Lichte, podemos observar
producen componentes que: i) también que la idea de “cuerpo en
generan los procesos (relaciones) de escena” (en TOTEM también) se refiere
producción que los producen a través a un cuerpo (“actuante”) que realiza
de sus con nuas interacciones y acciones perceptibles para otros
transformaciones, y ii) cons tuyen a la “observantes” (espectadores) en el
máquina como una unidad en el espacio convivio del acontecimiento escénico.
sico. Por consiguiente, una máquina Es ahí donde ocurre la percepción de los
autopoié ca con nuamente especifica “observantes” de este acontecimiento, y
y produce su propia organización a donde el flujo de su atención genera algún
través de la producción de sus propios tipo de acción colectiva (receptividad,
componentes, bajo condiciones de concentración, contemplación, etc.),
con nua perturbación y compensación que influye de vuelta en los “actuantes”,
de estas perturbaciones (producción los que a su vez perciben esta afección,
de componentes) (Maturana y Varela, y nuevamente, en el flujo de su atención,
2004, p.67). deciden las cualidades de su acción,
todo en un vertiginoso tiempo presente.
Ciertamente, acá vemos como a través de Este sistema es lo que Fischer-Lichte
la generación de continuas interacciones llama “bucle de retroalimentación
y transformaciones entre cuerpo en autorreferencial” (Fischer - Lichte, 2012,
escena y música es que la obra emerge. p.78). Autorreferencial, pues los elementos
Sin embargo, no es la única máquina descritos (musicales, corporales, afectivos)
autopoiética presente en la obra, pues son percibidos en su materialidad
también existe entre los dos intérpretes específica, en su ser fenoménico, y por ende
esta producción de componentes, de como algo significativo en una coincidencia
perturbaciones y compensaciones, a de materialidad, significante y significado
través de la implementación de una (Fischer-Lichte, 2011, p.282). Y claro, este
experiencia corporal improvisada en
base a una partitura base a seguir (una
de tipo estructural), y apelando a cuerpos
que se articulan en tránsito constante, en
el aquí y ahora, desde la espontaneidad
y la naturalidad. En términos de
Pavis, estaríamos en presencia de la
interpretación de una sub-partitura:
cubro
moria des
(En mi me OTEM
va m en t e cómo en T
nue sonido se
cuerpos y acio
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6. Lo escénico: 7. Agradecimientos:
Cabe finalmente señalar que en TOTEM el perteneciendo la mayoría de las veces Me habría sido imposible recordar el
espacio “se nos aparece como portador al dominio de lo visible), sino un “marco largo recorrer de TOTEM y sus detalles,
de la teatralidad porque allí el sujeto virtual”, aquel que impone el juego con sin la importante colaboración de quienes
percibe relaciones, una puesta en escena sujeciones y libertades. Sólo es visible la han transitado: mis agradecimientos
de lo espectacular” (Féral, 2004, p.89). por la codificación tácita que opera a Daniela Marini, Exequiel Gómez,
Sin que aún hayan salido los bailarines sobre el espacio y los seres que lo Magnus Rasmussen, Paulina Vielma y
a escena, la sola contemplación del ocupan y que crea el fenómeno teatral Georgia del Campo, por sus palabras y
arroz dibujado en espiral ya registra (Féral, 2004, p.96). sus interpretaciones. Especialmente a
teatralidad. Exequiel Gómez por compartir caminos
La división del espacio se evidencia Es ahí donde emergen los propios creativos. Gracias a Rafael Edwards,
durante la obra: existe un espacio espacios mentales, en una superposición Angela Vega y Natalia Dintrans por sus
interno, el del arroz, el de los bailarines, el de heterotopías (Foucault, 2010), rituales bellas fotografías. Y por último, a Randall
circular, un espacio sagrado, la metáfora virtuales producidos por cada espectador, Ledermann por toda la inteligencia
del alma de ese instrumento musical provocando una poliespacialidad donde desplegada en su aporte y por ese
electroacústico activado por sensores. la obra siempre ocurre. puntapié inicial.
Y existe un segundo espacio externo,
el espectatorial, que tiene de telón de
mpre
fondo a los propios espectadores, que TOTEM sie
(Y quizás : atávica y
también es circular. Uno rodea (abraza) do
al otro. Pero es en el marco virtual ha ocurri a, nuestros
á ne Nota: Toda la información sobre
que emerge desde lo escénico, donde contempor e localizan TOTEM puede encontrarse en
s
ocurre esa confabulación ritual de la que ancestros p o r medio d
e http://totemconciertocorporal.blogspot.com/
p://
m e n te
generosa ergen
todos, espectadores y bailarines, son
r o to p í as que em
he t e o. Y
o escénic
protagonistas:
c on v i v i .
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…ese juego escénico está codificado bailan nuestro.
según “reglas” que se sujetan, por una su e na n a través itual
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Y to d go
(encuadre escénico, espacio otro, c o q ue e voca a al
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que es posible historiar en la medida
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géneros y las prác cas específicas. Estas co irn
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libertades con relación a lo co diano. l a v i d a misma,
de o).
Este marco no es el marco escénico, u r a l e za de lo viv
nat
como podríamos pensar (marco sico,
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Bibliografía
• Damasio, A. R., Sen r lo que sucede. Cuerpo y emoción en la
fábrica de la consciencia, Capítulo I, pp.19-48, Andrés Bello,
San ago, Chile, 2000.
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