Miscelánea de textos latinos para lectura de comprensión
de Yazmín Huerta Cabrera (compiladora)
Antes de comenzar, quiero agradecerle a la maestra Yazmín Huerta por la invitación a
esta presentación; es para mí un gusto, placer y honor. Pues bien, pretendo compartir con ustedes mi visión como estudiante y como profesor incipiente en torno a este nuevo material didáctico. Hace un par de semanas recibí de manos de Yazmín ipsissima este pequeño libro naranja, en cuya portada aparece una ilustración de un maestro y dos alumnos que al parecer están aprendiendo sus declinaciones latinas y los enunciados verbales. Cuando observé el título del texto, Miscelánea de textos latinos, pensé de inmediato en un libro que contendría textos muy variados. Y no fue errada mi corazonada. Le quité la envoltura de celofán, busqué rápidamente el índice y revisé el contenido. Fantástico: hay textos y autores que prácticamente no se ven durante la carrera de Letras Clásicas: Tres santos: Beda (SAN Beda el Venerable), Ysidoro de Sevilla (Santo Patrono de Internet) y Ambrosio de Milán (nada menos que uno de los 4 Padres de la Iglesia); también hay algunas oraciones cristianas que son entonadas en cantos gregorianos, unos carmina Burana, un poco de la doctrina de los primeros cristianos, un extracto de un manual teológico, y finalmente biografías, noticias y un par de villancicos escritos en esa lengua mal llamada neolatín. Sí, pienso que fue una estupenda idea poner algo más que un “Gallia est omnis divisa in partes tres…”. Tengo que confesar que leí el libro de manera aleatoria, porque quise ver qué sorpresas contenía este libro… creo que lo último que leí fue la introducción… en ese caso fue más bien una extroducción. Me di cuenta de que había una serie de ejercicios que contribuyen a reforzar la lectura del texto latino. Algunos de estos ejercicios son de carácter lúdico. Por ejemplo, las relaciones de columnas o el elegir el personaje que corresponda a cada biografía. Pienso que esas actividades son agradables para los alumnos. Noté que los textos eran de complejidad sencilla, ideales para los alumnos de los cursos básicos de traducción de latín y para los de los primeros 2 semestres de Letras Clásicas. Y además de sencillos, son amenos. Puedo destacar el famosísimo carmen Buranum musicalizado por Carl Orff: Olim lacus colueram, o el poema del hermoso cisne rostizado. También hay textos que podrían interesar a los alumnos, como el texto teológico. Como yo leí el libro aleatoriamente, primero vi lo que más me llamaba la atención: Isidoro y Beda. Luego seguí con la Διδαχή, la doctrina cristiana; entonces mi mente se había quedado en la Edad Media. Y lo siguiente que decidí leer fue la Theologia naturalis, el texto sobre los diversos nombres que recibe Dios. Cuando empecé a leerlo, me sorprendí al ver que decía, entre otras cosas, esto: “In linguis aricis Deus nominatur a radice div, quae significat lucere. Sic in sanscrito appellatur deva. Et ab eadem radice dicitur graece Ζεύς […]”. Yo pensé con mi mente situada en la época medieval “Quien haya escrito esto merece un lugar en el cielo. ¡Este señor se adelantó a la teoría indoeuropea!”… Ya después vi en la nota al pie que el tratado es de 1950. Qué desilusión me llevé. Eso me pasa por no leer el libro en orden. Aun así me pareció muy interesante y también, adecuado para la práctica de la lectura y traducción del latín. Al seguir leyendo esta Miscelánea, me encontré con unos textos que fueron tomados de páginas de Wikipedia en su versión latina, la Vicipaedia. Resultaron ser las biografías de gente como Christophorus Columbus, Leonardus Vincius o Nezahualcoyotlis. Las selecciones contienen momentos clave de estos personajes y están escritas en un latín muy accesible que Yazmín modificó por motivos didácticos y corrigió algunos pasajes que, a su juicio, no eran correctas en su morfología y sintaxis. Aquí quisiera comentar que beneficiaría a los alumnos el que se incluyera en la lista de vocabula el fraseologismo res novae que aparece en la biografía de Neapolio Bonaparte. Por lo general se suele pedir a los alumnos que traduzcan literalmente un texto latino, para que comprendan correctamente la morfología y la sintaxis, pero si tradujeran res novae Franciae de ese modo, podrían no entender bien su texto. “Asuntos nuevos, cosas nuevas de Francia” no tiene sentido. Hay que verlo desde el punto de vista fraseológico: res novae significa “revolución”, “revuelta”. Erat dux exercitus inter res novae Franciae: era comandante del ejército durante la revolución francesa. Todo será más claro así. Nada más que agregar en este punto. Después de las biografías, sigue una serie de noticias tomadas de un periódico en internet escrito en latín. Hallé notas tan diversas como la elección de Sarkozy como presidente de Francia, el descubrimiento de un nuevo planeta parecido a la Tierra o las especies en peligro de extinción de las Islas Galápagos. Esta sección me pareció muy entretenida, por cierto, sobre todo la de la Societas pedifollica Vaticana, Sociedad Pambolera Vaticana. Ahora bien, sólo quisiera hacer unas cuantas observaciones que quizá podrían ayudar a hacer aún mejor a esta antología. Por ejemplo. En la introducción está escrito que en cada texto se muestran en cursivas algunas palabras que podrían ofrecerles a los alumnos mayores dificultades y que, si entendimos bien, están registradas en el vocabulario; pero algunas de estas palabras no se hallan en las listas. Viéndolo como alumno, mí me gustaría que también esas palabras estuvieran. Por ejemplo, en las últimas selecciones de textos: Biografías, Efemérides y Villancicos, viene la misma guía de trabajo, es decir, Lege, Vide, Nota, Loquere, Elige, pero ya no hay listas de vocabularios. Creo que sería conveniente que se incluyan al menos los nombres de ciertos países y gentilicios como Sinensis, Finnia, Vindobona o Temistitlana (chino, Finlandia, Viena y Tenochtitlan respectivamente), y también el de algunos neologismos como pedifollica, puesto que los diccionarios que suelen emplear los alumnos (el de Pimentel, el Vox…) carecen de términos neolatinos. Pero si el propósito -que creo que es el caso y me parece una decisión atinada, adecuada- es que los estudiantes lean estos últimos textos sin mayor apoyo que el de la agudeza lectora que se fue desarrollando a lo largo de las lecturas anteriores, tan sólo haría falta suprimir la opción Vide de la guía. Entonces nos quedaría Lege, Nota, Loquere y Elige. Y por último, me parece que los cantos gregorianos y los carmina tienen un latín más sencillo que el De orthographia de Beda. Convendría que estuvieran al comienzo. O al menos, si yo como profesor usara esta antología como texto base para mis clases, los vería en primer lugar. Por cierto, lo de Beda es fascinante. Para concluir, quiero decir que considero que esta Miscelánea de textos latinos es un libro didáctico muy práctico y útil para que los alumnos noten que es posible leer y entender un texto latino desde el comienzo de sus estudios. Además, este libro nos demuestra que el latín sigue vivo y que puede expresar, como cualquier otra lengua, lo que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá en el mundo. Y tal vez al ver esos textos neolatinos, algunos alumnos cambien su idea de que el latín ya no sirve de nada. En resumen: ¿ven la mesa que está allá afuera con este libro? Saliendo de aquí, compren este libro y léanlo. Desarrollarán su habilidad lectora y se van a entretener. Se lo aseguro.