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real o potencial y es la causa que con mayor frecuencia ocasiona que dos personas soliciten
servicios asistenciales.
Nociceptores:
Los nociceptores son un grupo especial de receptores sensoriales capaces de diferenciar entre
estímulos inocuos y nocivos. Son terminaciones periféricas de las fibras aferentes sensoriales
primarias. Reciben y transforman los estímulos locales en potenciales de acción que son
transmitidos a través de las fibras aferentes sensoriales primarias hacia el SNC. El umbral de
dolor de estos receptores no es constante y depende del tejido donde se encuentren. Se
distinguen 3 tipos de nociceptores:
Transducción:
TRANSMISIÓN:
Proceso por medio del cual el evento neural que se da en la periferia se propaga al SNC a
través de aferencias.
El impulso doloroso viaja desde las fibras del nervio periférico a la medula espinal. Transmisión
desde la medula espinal y el ascenso a través de las haces espinotálamicas, al tronco encefálico
y el tálamo.
PERCEPCIÓN:
El receptor capta la información del nociceptor. Es cuando el paciente adquiere conciencia del
dolor. Se cree que la percepción del dolor se produce en las estructuras corticales, lo cual
permite que se apliquen diferentes estrategias cognitivo-conductuales
Modulación:
A menudo descrito como sistema descendente; se produce cuando las neuronas del tronco
encefálico envían de nuevo señales hacia abajo al asta posterior de la medula
RESPUESTA AL DOLOR:
Según su duración
Según su origen
Según su localización
Dolor irradiado: Se percibe en el lugar de origen del dolor y se extiende a los tejidos
vecinos
Dolor referido: Se experimenta en una parte del cuerpo considerablemente alejada de los
tejidos que lo provocan
Dolor fantasma: Es una sensación dolorosa percibida por una parte del cuerpo que falta
Dolor neurótico: puede aparecer en ausencia del estimulo doloroso, es de larga duración
SEGÚN SU DURACIÓN
DOLOR GUDO:
Por lo general el dolor agudo es de inicio reciente, indica que ah ocurrido daño o lesión y se
asocia con lesiones especificas. Su función es atraer la atención de la persona hacia su
existencia y enseñarle a evitar situaciones similares potencialmente dolorosas. Si la lesión no
es duradera y no hay enfermedad sistémica, el dolor agudo casi siempre disminuye durante el
proceso de recuperación.
El dolor agudo se define como aquel que tiene una duración de unos cuantos segundos a seis
meses. Sin embargo se dice cuando el dolor dura solo lo que el periodo de recuperación
esperado.
DOLOR CRÓNICO:
Es un dolor constante o intermitente que persiste más allá del tiempo esperado de curación y
rara vez puede atribuirse a una causa o lesión específica. Su inicio no esta bien definido y por
lo general es difícil de tratar, por que su causa u origen no son claros. Aunque el dolor agudo
es un signo útil de que algo anda mal, el dolor crónico se vuelve por lo general un problema en
si mismo.
Pupilas dilatadas.
SEGÚN SU ORIGEN:
SEGÚN SU LOCALIZACIÓN:
DOLOR IRRADIADO: Se percibe en el lugar, de origen del dolor y se extiende a los tejidos
vecinos.
DOLOR REFERIDO: Se experimenta en una parte del cuerpo considerablemente alejada de los
tejidos que lo provocan.
DOLOR FANTASMA: Una sensación dolorosa percibida por una parte del cuerpo que falta
La experiencia de una persona con el dolor esta influida por una serie de factores, como
experiencias previas del dolor, ansiedad, edad y expectativas en torno a su alivio. Dichos
factores pueden aumentar o disminuir la percepción del dolor, incrementar o disminuir la
tolerancia de este y afectar la manera en que se responde a él.
Podría suponerse que las personas que han tenido experiencias múltiples o duraderas con el
dolor están menos angustiadas y lo toleran mejor que quienes no lo han sufrido demasiado.
Sin embargo para mucha gente esto no es cierto. Es común que entre mas dolor haya sufrido
una persona mayor sea su temor o episodios dolorosos posteriores. También puede que este
menos dispuesta a tolerar el dolor; es decir, que desea alivio con mayor prontitud antes que el
dolor sea mas intenso. Esta reacción tiene mayores probabilidades de suscitarse si la persona
recibió en el pasado alivio inadecuado para el dolor. El individuo con experiencias repetidas de
dolor aprende a temer su aumento y la administración de un tratamiento inapropiado. Una vez
que ha sufrido dolor intenso, se percata de lo molesto que puede ser. Por otra parte, quien no
ha sufrido dolor intenso no sabe que temer.
Ansiedad y depresión
Suele pensarse que la ansiedad incrementa el dolor, pero esto no siempre es verdadero. Las
investigaciones no han demostrado una relación consistente entre la ansiedad y el dolor, ni
que el entrenamiento preoperatorio para reducir el estrés disminuye el dolor después de la
cirugía. La ansiedad que es pertinente al dolor o se asocia con este, puede acentuar su
percepción.
Así como la ansiedad se asocia con el dolor debido a preocupaciones y miedos subyacentes
sobre la enfermedad de base, la depresión se relaciona con dolor crónico y dolor no aliviado
por cáncer. En las situaciones de dolor crónico la depresión se asocia con cambios importantes
en la vida por los efectos limitantes del dolor, sobre todo desempleo. La mayor duración del
dolor se asocia con mayor incidencia de depresión.
Cultura
Las creencias sobre el dolor y sobre la forma en que se debe responder a este difieren de una
cultura a otro. Desde los inicios de la infancia, los individuos aprender de aquellos que lo
rodean que respuestas son aceptables o inaceptables ante el dolor. Estas creencias varían de
una cultura a otra por lo tanto, las personas de diferentes culturas que experimentan la misma
intensidad de dolor pueden no informarlo o no responder de la misma forma.
Para manejar el dolor de forma efectiva, es necesario tomar en cuenta los factores culturales.
Muchos estudios han demostrado este aspecto, pero resultados inconsistentes, debilidades o
fallas metodológicas y el fracaso de diversos investigadores para distinguir cuidadosamente la
etnicidad, la cultura o la raza, dificultan en gran número de casos la interpretación de los
hallazgos. Los factores que ayudan a explicar las diferencias en un grupo cultural incluyes edad,
genero, nivel de educación e ingresos. Además, el grado de identificación del paciente con su
cultura influye en el grado en que adoptaran nuevas conductas de salud o se aferrara a
tendencias y practicas tradicionales de salud. Otros factores que afectan la respuesta del
paciente al dolor incluyes sus interacciones con el sistema de atención a la salud y factores del
proveedor.
Los valores culturales de la enfermera puede diferir de lo que sostiene un paciente con otra
cultura. Las expectativas culturales de la enfermera pueden incluir no exagerar expresiones de
dolor como gritar y quejarse, buscar alivio inmediato para el dolor y dar una descripción
completa del mismo. Reconocer los valores de su propia cultura y aprender la manera en que
difieren de otros, ayuda a la enfermera a evitar la valoración de la conducta del paciente a
partir de sus propias expectativas culturales. Una enfermera que reconoce las diferencias
culturales tendrá una mejor comprensión del dolor del paciente y lo valorara con mayor
precisión, al igual que sus respuestas conductuales, además de que será más
Edad
La edad ha sido durante mucho tiempo el centro de las investigaciones sobre la percepción y la
tolerancia al dolor; sin embargo, los resultados sobre este particular tampoco han sido
consistentes. Los expertos en el campo de manejo del dolor dicen que si la percepción del
dolor disminuye en ancianos, es probable que se deba a procesos patológicos más que al
envejecimiento.
Aunque muchos ancianos buscan asistencia de la salud debido al dolor, otros se rehúsan a
buscar ayuda incluso cuando experimentan dolor intenso pues consideran que el dolor es
parte del proceso normal de envejecimiento. La valoración del dolor en adultos de edad
avanzada puede dificultarse por los cambios psicológicos, fisiológicos y cognitivos que a
menudo acompañan el proceso de envejecimiento.
Genero
Los investigadores han estudiado las diferencias de género en relación con los niveles de dolor
y la respuesta a este, de nuevo los resultados han sido inconsistentes. En un estudio las
mujeres tendieron a informar niveles mas elevados de dolor que los hombres, con mayor
intensidad durante el día, en tanto que los varones lo informaron durante las noches.
Náusea y vomito.
El uso de opioides a menudo causa náuseas y vomito lo cual pueden presentarse algunas horas
después de la primera inyección. Los pacientes, sobre todo los posoperados, en ocasiones no
informan a la enfermera que sienten náusea, en especial si es leve. Sin embargo, debe
valorarse a los individuos que reciben opioides en cuanto a náuseas y vómitos, los cuales
pueden ocurrir por un cambio de posición del sujeto y evitarse si esta se realiza muy
lentamente. La incidencia se reduce con hidratación adecuada y administración de un agente
antiemético. La náusea y el vomito inducidos por opioides a menudo desaparecen en unos
cuantos días.
Estreñimiento.
El estreñimiento es un efecto colateral común de los opioides o narcóticos, puede ser tan
grave q obligue al paciente a escoger entre el alivio del estreñimiento y el alivio del dolor. La
situación surge después de intervenciones quirúrgicas y en quienes reciben dosis altas de
opioides para el tratamiento del dolor causado por cáncer. La prevención del estreñimiento en
estos pacientes debe tener alta prioridad por lo que es necesario iniciar un régimen intestinal
junto con la administración de opioides. Este efecto secundario, que persiste aun en el
tratamiento a largo plazo, no se tolera.
Cuando se les pregunta a las personas sobre alergias a fármacos al obtener sus antecedentes
de salud, quienes tienen experiencia nosocomial previa (sobre todo por cirugía) pueden
informar que son “alérgicas” a la morfina. Esta información debe investigarse a fondo, ya que a
menudo la “alergia” se describe solo como comezón.
Tolerancia y adicción.
No hay una dosis máxima segura de opioides ni un nivel sérico terapéutico que se pueda
identificar con facilidad, y que ambos son relativos e individuales. La tolerancia (necesidad de
aumentar la dosis de opioides para alcanzar el mismo efecto terapéutico) se desarrolla en casi
todos los pacientes que consumen opioides durante un periodo prolongado. Los individuos
que requieren opioides durante un periodo prolongado. Los individuos que requieren opioides
a largo plazo, sobre todo aquellos con cáncer, necesitan dosis cada vez mayores para aliviar el
dolor
Efecto placebo
El efecto placebo ocurre cuando la persona responde al medicamento u otro tratamiento por
la expectativa de que funcionara y no porque en realidad lo haga. El simple hecho de recibir un
medicamento o tratamiento puede producir efectos positivos. El efecto placebo es el resultado
de la producción natural de endorfinas en el sistema de control descendente. Consiste en una
autentica respuesta fisiológica que puede revertirse con nanoxona, un antagonista opioide.
Las expectativas positivas del paciente en torno al tratamiento pueden incrementar la eficacia
del tratamiento. Con frecuencia, entre mas indicios reciba el paciente a cerca de la eficacia de
la intervención, mas efectiva será esta. La persona a quien se le informa que el medicamento
puede aliviar el dolor tiene mayor probabilidad de experimentar dicho alivio, en comparación
con aquella a quien se le dice que quizá no ejerce efecto alguno.
Los factores que deben tomarse en cuenta en una valoración completa del dolor son
intensidad, momento en que se presenta, ubicación, calidad, significado personal, factores
agravantes y atenuantes, y conductas relacionadas con el dolor.
Localización: áreas donde se presenta el dolor. Ejemplos dolor de cabeza, dolor torácico,
dolor abdominal, etc.
Inicio y duración: ¿Cuándo empezó el dolor? ¿Cuánto tiempo ah durado? ¿lo produce
cada día a la misma hora? ¿con que frecuencia lo siente?
Intensidad: generalmente cuando es el primer dolor suele ser intenso o fuerte, pero
cuando se ha repetido varias veces en el tiempo, se puede cuantificar.
Irradiación: es el trayecto que recorre el dolor desde su localización original hasta otro
lugar.
Patrón del dolor: factores que causan el dolor, la enfermera pide al paciente que describa
las actividades que causen dolor.
Factores agravantes: son los factores que aumentan el dolor por ejemplo tras la ingesta,
determinados movimientos, y otros factores a la q atribuyen el paciente.
Factores atenuantes: son los factores que disminuyen el dolor, por ejemplo el descanso,
posiciones corporales, masajes.
Los anestésicos locales bloquean la conducción nerviosa cuando se aplican directamente a las
fibras nerviosas. Pueden aplicarse de forma directa en el sitio de la lesión ejemplo: anestésicos
tópico en atomizador para quemaduras solares; a las fibras nerviosas a través de inyecciones o
al momento de la cirugía.
Aplicación tópica:
El hecho de que los anestésicos locales se absorban con rapidez en le torrente sanguíneo,
disminuye su disponibilidad en el sitio quirúrgico o de la lesión aumenta el nivel de anestésicos
en sangre lo cual puede incrementar el riesgo de toxicidad. Por consiguiente se añaden
agentes vasoconstrictores (adrenalina o fenilefrina) al analgésico irá disminuir la absorción
sistémica de este ultimo y mantener su concentración en el sitio quirúrgico o de la lesión.
ANALGESICOS NO NARCOTICOS.
Los analgésicos no narcóticos son el primer grupo en la escala analgésica, en otras palabras
deben utilizarse primero para el alivio del dolor leve o moderado. Su mecanismo de acción es
por medio del cual inhibe la síntesis de prostaglandinas que son las sustancias que
desencadenan el dolor. Están clasificados en naturales, sintéticos y semisinteticos.
Son los más potentes de todos los analgésicos, los narcóticos son Opioides que actúan a nivel
del SNC, estos son los más potentes y constituyen la base para el tto del dolor severo, agudo y
crónico causado por el cáncer y otras enfermedades graves. Incluyen derivados de opio como
la morfina o la codeína.
Analgésicos opioides:
Los opioides se administran a través de diversas vías que incluyen la oral, intravenosa,
subcutánea, intramedular, rectal e intradérmica. El objetivo de los tratamientos opioides es
aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente. Por ello, la media, mas frecuente de
administración, así como la dosis, se determinan conforme a las necesidades individuales. Los
factores que se consideran incluyen características de dolor(es decir, duración e intensidad
esperada), estado general del paciente, respuesta a los analgésicos y descripción del enfermo
sobre su dolor. Aunque se prefiere la vía oral para administración de opioides, esta opción
requiere que se suministre con bastante frecuencia y en dosis suficientemente altas para que
sean eficaces. Los analgésicos opioides administrados por vía oral proporcionan valores séricos
más consistentes que los aplicados por vías intramusculares.
Deben considerarse y anticiparse los efectos secundarios cuando se administran opioides por
cualquier vía, ya que esto aumenta la probabilidad de que el paciente reciba alivio adecuado
para el dolor sin interrupciones para tratar dichos efectos.
ANALGESICOS COADYUVANTES
Disminuyen ciertos tipos de dolor crónico y, en ocasiones, además de su efecto primario por
ejemplo, los sedantes o tranquilizantes pueden ayudar a reducir la ansiedad, el estrés y la
tensión, estos son en general menos eficaces que los opioides, por lo que se deben considerar
DESPUES de mejorar la clínica con opiáceos(se utilizan para optimizar la respuesta). Dentro de
este grupo tenemos: corticoides, antidepresivos tricíclicos, anticonvulsivantes, anestésicos
locales, bifosfanatos.
ESCALONES TRATAMIENTO
ORAL
La vía oral se refiere a la vía parenteral si el paciente puede ingerir medicamentos, ya que es
un método sencillo e incruento (no invasor) que no produce el dolor. El dolor intenso puede
aliviarse con narcóticos orales si las dosis son lo suficientemente altas.
En pacientes con enfermedades terminales que sufren dolor prolongado, las dosis pueden
aumentarse conforme progresa la enfermedad y ocasionan más dolor, o a medida que la
persona se vuelve tolerante al medicamento. Si las dosis altas se incrementan paulatinamente,
suelen proporcionar alivio adicional sin producir depresión respiratoria o sedación.
Vía rectal.
La vía rectal esta indicada si el enfermo no puede recibir el medicamento por cualquier otra
vía. L administración rectal también puede estar indicada en trastornos hemorrágicos como la
hemofilia. El inicio de acción de los opioides que se administran por vía rectal no esta claro,
pero es más lento que en otras vías de administración. De manera similar, la duración de la
acción es más prolongada.
Vía intradérmica
La vía intradérmica se ha utilizado para alcanzar los niveles óptimos de opioides sérico
mediante la absorción de medicamento por vía cutánea. Esta vía se utiliza con mayor
frecuencia en pacientes con carácter que se atienden en el hogar o en un hospicio, y que han
recibido morfina de liberación prolongada.
Cuando el sistema intradérmico se aplica por primera vez sobre la piel, el fentanilo que es
soluble en grasa, se une a la piel y a las capas de grasa. Después se absorbe con lentitud en
forma sistémica. Por tanto, ocurre un retraso en el efecto mientras se satura la capa dérmica y
se forma un reservorio de fármaco en la capa superior de la piel. Esto resulta en incremento
lento del nivel sérico y disminución lenta del mismo una vez que se retira el parche. Como se
requiere de 8 a 12 horas para alcanzar niveles máximos de fentanilo a partir del primer parche,
la última dosis de morfina de liberación prolongada debe suministrarse al mismo tiempo que
se aplica el primer parche.
Vía transmucosa
El individuo con dolor por cáncer que se atiende en el hogar puede recibir opioides continuos,
como morfina de liberación prolongada, hidromorfina, oxicodona, fentanilo transdérmico u
otros medicamentos. Estos pacientes a menudo experimentan episodios breves de dolor
intenso (Ej.: después de toser o moverse) o bien incrementos repentinos en el dolor de base a
consecuencia de un cambio en su condición. Esto puede manejarse de forma adecuada con
opioides de inicio rápido y acción breve por vía transmucosa los cuales se administran por vía
oral.
MEDIDAS NO FARMACOLOGICAS
Aunque el método más potente para aliviar el dolor del que dispone la enfermera son los
medicamentos, no es el único. Hay actividades de enfermería no farmacológicas, que pueden
ayudar a aliviar el dolor, las cuales, además, suelen ser de bajo riesgo para el paciente aunque
tales medidas no sustituyen a los medicamentos, pueden ser suficientes o adecuadas para
episodios breve de dolor que duran unos cuantos segundos o minutos. En caso de dolor
intenso que duran horas o días, la combinación de técnicas no farmacológicas con
medicamentos puede ser la manera más eficaz de aliviar el dolor.
Estimulación cutánea y masajes:
Teoría del control de compuerta del dolor propone que la estimulación de las fibras que
transmiten las sensaciones no dolorosas bloquea o disminuye la transmisión de impulsos de
dolor. Varias estrategias no farmacológicas para aliviar el dolor, que incluyen friccionar la piel y
usar calor, y frio, se basan en esta teoría.
Los tratamientos con hielo y calor pueden ser eficaces para aliviar el dolor en algunas
circunstancias, sin embargo, su eficacia y mecanismo de acción requieren estudios ulteriores.
Para un mayor efecto, el hielo debe colocarse en el sitio afectado inmediatamente después de
la lesión o cirugía. El tratamiento de articulaciones con hielo después de cirugía puede reducir
de forma considerable la cantidad de analgésicos que se requerirán. El tratamiento con hielo
también puede aliviar el dolor si se aplica mas adelante. Es necesario proteger la piel del
contacto directo con el hielo, que no debe aplicarse en un área determinada por más de 20
minutos cada vez.
La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea requiere de una unidad operada con baterías y
electrodos, los cuales se aplican a la piel para producir una sensación de hormigueo, vibración
o zumbido en la región del dolor. Se ha utilizado en caso de dolor agudo y crónico. Se cree que
este método reduce el dolor al estimular los receptores que no transmiten estímulos
dolorosos, localizados en la misma zona que las fibras que trasmiten el dolor.
Distracción
La distracción ayuda a aliviar el dolor crónico como el agudo (Johnson y petrie, 1997), como
entraña dirigir la atención del paciente a algo que no sea el dolor, puede ser el mecanismo que
favorece el éxito en otras técnicas cognitivas eficaces. Se piensa que la distracción disminuye la
percepción del dolor al estimular el sistema de control descendente, lo cual reduce la
transmisión de estímulos dolorosos al cerebro. La eficacia de la distracción depende de la
capacidad del paciente de recibir y crear información sensorial diferente al dolor. Las técnicas
de distracción varían desde la realización de actividades sencillas, como ver televisión o
escuchar música hasta ejercicios físicos y mentales muy complejos.
Técnicas de relajación
Se considera que la relajación de los músculos esqueléticos reduce el dolor al relajar los
músculos tensos. Una técnica de relajación sencilla consiste en la relajación diafragmática
lenta, el paciente cierra los ojos y respira con lentitud y comodidad. Puede conservar un ritmo
constante al contar en silencio y con lentitud, conforme inspira o espira.
VALORACION DE ENFERMERIA
Los pacientes que experimentan dolor agudo intenso, el profesional de enfermería se puede
centrar solo en la localización, la calidad, la intensidad y en la intervención precoz. Los
pacientes con dolor menos grave o crónico suelen poder proporcionar una descripción mas
detallada de la experiencia.
Identificar el objetivo del paciente con respecto a la terapia y sus recursos para el auto
tratamiento.
Localización: se le pide al paciente que señale o perfile el área dolorosa. Su dolor puede ser
localizado en una zona distinta a aquella en la que se origina, también puede discriminar si el
dolor es superficial o profundo.
Intensidad: una escala numérica es la forma útil y sencilla para que el paciente proporcione la
mejor información acerca del dolor que experimente, en una escala de 0-5.
Comodidad: algunos pacientes describen mejor el alivio del dolor que su intensidad, de hay la
importancia de valorar el dolor de ambas formas. También aquí se utiliza una escala numérica
para valorar la intensidad.
Calidad: el personal de enfermería pide al paciente que se describa el dolor en detalle. Hay
que estimular a los enfermos para que utilicen sus palabras.
Alergia al fármaco
LOCALIZACIÓN.
INTERVENCIONES DE ENFERMERIA
Descripción:
Consta de 6 caras de caricaturas que varían de la muy feliz (sin dolor) y pasa por las caras que
varían siendo menos felices, hasta la última, triste y llorosa (mayor dolor).
Instructores:
Niños hasta de 3 años. Explique al niño que cada cara es una persona que se siente feliz
porque hay algo de dolor o mucho dolor, la cara cero 0, es muy feliz porque no hay dolor la
cara 1 duele un poquito, la cara 2 duele un poquito más, la cara 3 duele aun mas, la cara 4
duele mucho y la cara 5 duele más de lo que se puede imaginar demasiado. Aunque no tiene
que estar llorando para sentirse así de mal, pida al niño q escoja la cara que mejor describe su
propio dolor.
Escala que mide 6 signos conductuales: dormir, expresión facial, actividad motora, tono
muscular, consuelo y llanto.
SIGNOS 2 1 0
CONDUCTUALES
SIGNOS 2 1 0
FISIOLOGICOS
Se considerara arbitrariamente que un neonato con una valoración de 0-4 tiene un control
adecuado del dolor.
El paciente tasa el dolor en una escala del 0 al 10. Cuando se usan las escalas para tasar el
dolor se recomienda una línea basal de 10 cm.
Los adjetivos calificados ayudan a la persona a comunicar la calidad del dolor. Por ejemplo, una
cefalea puede ser descrita como “martillante”.
Las enfermeras han de registrar las palabras exactas con que los pacientes utilizan para definir
el dolor.
Las palabras del paciente son mas precisas y descriptivas que la interpretación del lenguaje por
parte de la enfermera la información exacta puede ser importante tanto para el diagnostico
como para la elección de los medicamentos.
Patrón.
Incluye hora de inicio, duración y recurrencia, o intervalos sin dolor. Por consiguiente, la
enfermera determinara cuando empezó el dolor, cuanto dura el dolor, y cuando se produjo el
dolor por última vez.
Factores desencadenantes.
Ciertas actividades preceden ocasionalmente el dolor, por ejemplo, el esfuerzo físico puede
preceder el dolor torácico, o se puede producir un dolor abdominal después de comer.
Factores ambientales:
Como frio o el calor extremo, y una húmeda muy elevada o muy baja, pueden afectar a ciertos
tipos de dolor.
Actividades:
Las enfermeras deben pedir a los pacientes que describan cualquier cosa que hayan hecho
para aliviar el dolor. Es importante explorar el efecto que tuvo cualquiera de estas medidas
sobre el dolor, si se obtuvo o no alivio, o si empeoró.
SINTOMAS ASOCIADOS.
El enfoque clínico del dolor también se incluye otros síntomas asociados como náuseas,
vómitos, mareo y diarrea. Dichos síntomas pueden estar relacionados con el comienzo del
dolor o ser consecuencia del mismo.
Sueño
Apetito
Concentración
Trabajo/colegio
Relaciones interpersonales
Relaciones conyugales/sexo
Conducción/deambulación
Cada individuo manifestara su manera personal de afrontar el dolor. Las estrategias pueden
estar relacionadas con experiencias dolorosas anteriores con el significado específico del dolor,
algunas pueden ser reflejo de influencias religiosas o culturales.
Pueden ayudar y apoyar el empleo de métodos que se sabe ha resultado de ayuda para
modificar el dolor. Las estrategias pueden incluir aislamiento social, la distracción la oración y
otras practicas religiosas, o el apoyo por parte de personas importante para el paciente.
Los pacientes muy jóvenes, la forma de comunicar el dolor pueden ser las expresiones no
verbales. La expresión facial a menudo el primer indicio de dolor, y puede ser el único. A veces
se asocian a dolor vocalizaciones como quejidos, gemidos, llantos o gritos. La respuesta
fisiológica varía en función del origen y la duración del dolor. Al inicio del dolor agudo se
estimulan el SN, con el consiguiente aumento de la T A la frecuencia del pulso, la frecuencia
respiratoria, palidez, diaforesis y dilatación pupilar.
Un diario del dolor puede ayudar al paciente y a la enfermera a identificar patrones de dolor y
factores que miden la respuesta dolorosa.
DIAGNOSTICO.
La NANDA emplea las siguientes etiquetas diagnosticas para pacientes que experimentan dolor
o molestias
Dolor agudo
Dolor crónico
Al determinar el diagnostico se debe especificar:
La localización
Los factores relacionados, cuando son conocidos que pueden incluir tanto factores
fisiológicos como psicológicos.
PLANIFICACIÓN.
Los objetivos establecidos para el paciente varían según el diagnostico y sus características
definitorias. Se pueden seleccionar intervenciones de enfermería específicas para afrontar las
necesidades individuales del paciente
En la planificación de cuidados las medida de alivio deben estar basadas en los datos de la
valoración y en la información procedente del paciente o de las personas de apoyo, las
intervenciones de enfermería pueden incluir diversas intervenciones farmacológicas y no
farmacológicas.
EJECUCION
Es el alivio del dolor o la reducción del mismo a un nivel de confortamiento aceptable para el
paciente. Comprende dos tipos básicos de intervenciones de enfermería: farmacológicas y no
farmacológicas.
Prevenir el dolor implica proporcionar medida para tratar el dolor antes de que aparezca
o de que se vuelva intenso.
EVALUACION
La evaluación de cuan eficaz ah sido la medida se basa en la valoración que el propio paciente
hace del dolor, mediante herramientas para este tipo de valoración. Si la intervención no es
eficaz, la enfermera debe considerar otras estrategias. Si esta tampoco son eficaces es
necesario revalorar las metas para aliviar el dolor en interconsulta o en el medico.
Una vez que se ah dado la oportunidad de que la intervención surtan efecto, se pide al
paciente que califique la intensidad del dolor, esta valoración se repite en intervalos
adecuados después de la intervención y se compara la puntuación.
RESULTADOS ESPERADOS.
TRATAMIENTO.
Los opiáceos alivian el dolor proporcionan una sensación de euforia, en gran parte por si unión
a receptores opiáceos y a la activación de la supresión endógena (surgida del interior del
organismo) del dolor en el sistema nervioso central.
BIBLIOGRAFIAS