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CICLO : I
Chiclayo, 2018
AGRADECIMIENTO:
DEDICATORIA:
Contenido
I. CONSTRASTACION DE ENUNCIADOS TEÓRICOS ....................................................... 5
1.1 PROCEDIMIENTOS DE CONSTRASTACIÓN DE TEORÍAS .................................. 6
II. VERDADES DE RAZÓN Y VERDADES DE HECHO ........................................................ 9
Bibliografía ........................................................................................................................................ 13
I. CONSTRASTACION DE ENUNCIADOS TEÓRICOS
Con el último punto se pretende descubrir hasta qué punto satisfarán las
nuevas consecuencias de la teoría –sea cual fuere la novedad de sus asertos-
a los requerimientos de la práctica, ya provengan éstos de experimentos
puramente científicos o de aplicaciones tecnológicas prácticas. También en
este caso el procedimiento resulta ser deductivo; así, con ayuda de otros
enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoría a contrastar
ciertos enunciados singulares –“predicciones”-; en especial, predicciones que
sean fácilmente contrastables o aplicables. Se eligen de estos enunciados los
que no sean deducibles de la teoría vigente, y, más en particular, los que se
encuentren en contradicción con ella. A continuación tratamos de decidir en lo
que se refiere a estos enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con
los resultados de las aplicaciones prácticas y de experimentos. Si las
conclusiones singulares resultan ser aceptables, o verificadas, la teoría a que
nos referimos ha pasado con éxito las contrastaciones: no hemos encontrado
razones para desecharla. Pero si la decisión es negativa, o sea, si las
conclusiones han sido falsadas, esta falsación revela que la teoría de la que se
han deducido lógicamente es también falsa.
Con el último punto se pretende descubrir hasta qué punto satisfarán las
nuevas consecuencias de la teoría –sea cual fuere la novedad de sus asertos-
a los requerimientos de la práctica, ya provengan éstos de experimentos
puramente científicos o de aplicaciones tecnológicas prácticas. También en
este caso el procedimiento resulta ser deductivo; así, con ayuda de otros
enunciados anteriormente aceptados se deducen de la teoría a contrastar
ciertos enunciados singulares –“predicciones”-; en especial, predicciones que
sean fácilmente contrastables o aplicables. Se eligen de estos enunciados los
que no sean deducibles de la teoría vigente, y, más en particular, los que se
encuentren en contradicción con ella. A continuación tratamos de decidir en lo
que se refiere a estos enunciados deducidos (y a otros), comparándolos con
los resultados de las aplicaciones prácticas y de experimentos. Si las
conclusiones singulares resultan ser aceptables, o verificadas, la teoría a que
nos referimos ha pasado con éxito las contrastaciones: no hemos encontrado
razones para desecharla. Pero si la decisión es negativa, o sea, si las
conclusiones han sido falsadas, esta falsación revela que la teoría de la que se
han deducido lógicamente es también falsa.
La verificación y la confirmación.
El falsacionismo de Popper.
Los experimentos cruciales y el problema de la carga teórica.
Convencionalismo, holismo y falsacionismo refinado.
II. VERDADES DE RAZÓN Y VERDADES DE HECHO
Es bastante difícil distinguir las acciones de Dios, de las acciones de las criaturas;
pues hay quien cree que Dios lo hace todo y otros se imaginan que no hace más
que conservar la fuerza que ha dado a las criaturas: lo que sigue hará ver en qué
medida puede decirse lo uno o lo otro. Ahora bien, puesto que las acciones y las
pasiones pertenecen propiamente a sus sustancias individuales (actiones sunt
suppositorum), sería necesario explicar qué es una tal sustancia. Es muy cierto
que, cuando varios predicados se atribuyen a un mismo sujeto, y este sujeto no se
atribuye a ningún otro, se le llama sustancia individual, pero esto no es bastante y
una tal explicación no es más que nominal. Es preciso, pues, examinar qué es eso
de ser atribuido verdaderamente a un cierto sujeto. Ahora bien, consta que toda
predicación verdadera tiene algún fundamento en la naturaleza de las cosas, y
cuando una proposición no es idéntica, es decir, cuando el predicado no está
comprendido expresamente en el sujeto, hace falta que esté allí contenido
virtualmente, y a esto le llaman los filósofos inesse, diciendo que el predicado está
en el sujeto. Así, es preciso que el término del sujeto encierre siempre el del
predicado, de suerte que el que entendiese perfectamente la noción del sujeto,
juzgaría también que el predicado le pertenece. Sentado esto, podemos decir que
la naturaleza de una sustancia individual o de un ser completo es tener una noción
tan completa que sea suficiente para comprender y hacer deducir de ella todos los
predicados del sujeto a quien esta noción se atribuye. Por el contrario, el accidente
es un ser cuya noción no encierra todo lo que puede atribuirse al sujeto a quien se
atribuye esta noción.
2.- Verdades de razón: Son verdades innatas, a las que se llega, haciendo
explícitas las capacidades propias de la razón. Las verdades de razón se
manifiestan por el funcionamiento interno del entendimiento, sin necesidad de
experiencia alguna. Se rigen por el principio de contradicción, por ejemplo, el
funcionamiento de las mónadas es una verdad de razón coherente con el principio
de contradicción, concretamente, el conocimiento estrictamente racional se explica
por la actividad de la mónada quien percibe sus propias afecciones.
Según todo esto todo lo que es, por el hecho de ser algo real, es algo inteligible, y
por el contrario no se puede afirmar con verdad la realidad de algo si no es
inteligible. Así el principio de inteligibilidad de las cosas se convierte en el criterio
de verdad (adecuación con la realidad). Ej. : La mesa es inteligible porque
conocemos que la ha construido un carpintero. No se puede explicar que exista
aquí y ahora una mesa (un hecho), sino es porque la ha construido alguien. A los
conocimientos de hechos hay que encontrarles su razón para que pasen a ser
verdades de razón.
Podemos ahora determinar el ideal del conocimiento: Muchas de las razones que
fundamentan razones de hecho son a su vez hechos que necesitan otra razón
anterior para ser inteligibles (Ej.: El carpintero también requiere su razón suficiente
para que sea también inteligible). El ideal será encontrar un hecho que a su vez
sea su propia razón, esto es Dios, Dios tiene en sí mismo su propia razón, en él no
se puede encontrar ninguna verdad de hecho.
Dios conoce todas las razones de los hechos, y por ello las verdades de hecho en
Dios se convierten en verdades de razón, y este es el ideal del conocimiento,
conocer todo como verdades de razón. La actividad de conocimiento del hombre
es un trabajo progresivo sin final para convertir las verdades de hecho en
verdades de razón. (Araya Concha)