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UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE CHILE

FACULTAD DE INGENIERIA
DEPARTAMENTO DE INGENIERIA QUIMICA

“EQUIDAD DE GÉNERO:
UN CONFLICTO SOCIAL”

CURSO: Dirección y gestión de


Empresas

ALUMNOS: Camila Navia


Antara Guajardo
Tomás Barrientos
Nicolás González

Carlos Zegers
PROFESOR:
1. INTRODUCCIÓN
Según la real academia de la lengua española, se entiende por equidad como “Disposición del
ánimo que mueve a dar a cada uno lo que merece” y la organización mundial de la salud (OMS) lo
define como “Imperativo de carácter ético asociado con principios de justicia social y de derechos
humanos”. Por otra parte la RAE define género como “Grupo a que pertenecen los seres humanos
de cada sexo, entendiendo éste desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente
biológico”, Elsa Gómez Gómez en su publicación: “Equidad, Género y salud: retos para la acción”
define género como: “Significado social construido alrededor de la diferencia biológica entre
hombre y mujer, basado fundamentalmente en la división según sexo, rol y poder”. De lo anterior,
equidad de género es entendido como la defensa de la igualdad del hombre y la mujer en el control
y uso de los bienes y servicios de la sociedad, esto supone una abolición de la discriminación entre
ambos sexos y que no existan privilegios hacia el hombre en ningún aspecto de la vida social,
actitud frecuente hace algunas décadas en la mayoría de la sociedades occidentales, asociadas al
machismo, o en caso contrario, al hembrismo. La ONU reconoce la igualdad de género1, no sólo
como un derecho humano fundamental, sino que la base necesaria para conseguir un mundo
pacífico, próspero y sostenible, esto asume que, si se facilita a mujeres y niñas el acceso a la
educación, atención médica, trabajo decente y representación en los procesos de decisiones políticas
y económicas, las economías sostenibles se verían impulsadas, beneficiando a las sociedades y a la
humanidad en su conjunto como seres.

Se entiende que igualdad y equidad no es lo mismo, aunque ambos son dimensiones de la justicia
social, mientras que la equidad significa que cada uno recibe lo que se merece, la igualdad implica
recibir el mismo trato sin considerar las diferencias biológicas y aquellas propias de cada individuo,
por lo que una medida puede ser igualitaria, pero no necesariamente equitativa, y el trato desigual
no siempre implica injusticia, sino que puede significar una acción preferencial y compensatoria
para el que se encuentra en desventaja. Dentro de la ley Chilena la equidad de género como tal no se
considera, pero esta comprende el trato idéntico o diferenciado entre hombre y mujeres, dando
como resultado una total ausencia de discriminación en cualquiera de sus formas hacia las mujeres
por ser tales, el lo que respecta al goce y ejercicio de todos sus derechos humanos.

Frente a estas definiciones, se puede tener una idea central a lo que refiere este trabajo, el cual
pretende abordar el conflicto social de la inequidad de género en su arista asociada al trabajo, ya sea
igualdad de oportunidades, salarios y ambiente laboral. Se presentará una breve historia de la
evolución del rol femenino en la empresa y mundo laboral, y como está ha logrado posicionarse en
puestos de poder e importancia, tal como lo es ser presidente, mientras que el machismo cada vez
decae y se enfrenta socialmente, casi como una guerra cultural y valórica al feminismo, el cual
además de contemplar la equidad de género, intenta empoderar a la mujer en su rol social, el cual va
mucho más allá de parir, cocinar y limpiar el hogar.

1
http://www.onu.cl/onu/derechos-de-las-mujeres-y-equidad-de-genero/
2. ANTECEDENTES DEL CONTEXTO
Desde la época de las cavernas el hombre y la mujer trabajaron codo a codo, con igualdad de
deberes y derechos, ya que la mujer participaba activamente de las labores de caza y batallas al
igual que los hombres. El problema surge cuando esta se embaraza, condición que le impide
moverse con agilidad y luchar con las mismas fuerzas; a medida que avanza el embarazo la mujer
se ve más discapacitada en ciertas labores y luego de parir esta situación empeora, ya que solo debe
dedicarse al cuidado a tiempo completo del recién nacido. Cuando este crece y la mujer puede
volver a las labores “masculinas”, nuevamente se embaraza y la maternidad se transforma en un
trabajo permanente, de tiempo completo y dedicación exclusiva, por lo que el deber de mantener y
defender a la madre y a su hijo fue un rol que tuvo que tomar la tribu, pero con el tiempo, los
machos viejos comienzan a entregar este rol al padre, ya que ellos no habían intervenido en la
concepción de la criatura, por lo que nace la exigencia de la fidelidad, para que el padre no tuviera
que hacerse cargo del crio de otro, dignificando el adulterio con la pena de muerte, posicionando
así, al varón por encima de la hembra e implantando una severa dictadura doméstica, adueñándose
el hombre del poder político, cultural y las riquezas, encerrando a la mujer en la casa, aunque esta
no tuviera hijos. Esta situación de sumisión, en conjunto con la visión de que dios era hombre solo
acrecentó la desigualdad de derechos y deberes en los tiempos coloniales, y solo hasta el fines del
siglo XVII, cuando Guillermine de Bohemia plantea crear una iglesia de mujeres, es que comienza
a tomar fuerza la lucha femenina por la equidad e igualdad de género, es así que nace el
movimiento social feminista el cual se fortalece con el derecho a sufragar. El feminismo es un
conjunto de movimientos políticos, culturales, económicos y sociales que tienen como objetivo la
liberación de las mujeres y la reivindicación de sus derechos, cuestionando la violencia de los
varones sobre las mujeres y la asignación de roles sociales según género, este movimiento impulsó
el desarrollo de políticas , estudios de género, estadísticas del problema y una serie de cambios a
nivel socio-cultural para disminuir la brecha inequitativa que dejó el machismo a nivel de
oportunidades, derechos y deberes.
2.1. Marco internacional:
Hoy en día la discriminación por motivo de sexo está prohibida en casi todos los tratados de
derechos humanos lo que abarca también el pacto internacional de derechos civiles y políticos, y el
pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales.
Las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de ser trabajadores familiares no
remunerados, y de trabajar en actividades de baja productividad y en empleos informales, por
elección, opciones o normas de género tienden a trabajar en empleos que ofrecen horarios flexibles,
permitiéndoles conciliar el trabajo con las responsabilidades domésticas. Estos empleos a menudo
son inseguros, no proporcionan ningún tipo de beneficios o contratos estables, y ofrecen escasas
oportunidades de desarrollo profesional y salarios más altos. Además, estas disparidades están más
arraigadas en los países más pobres, enfrentando las mujeres y las niñas de los hogares de menores
recursos condiciones laborales considerablemente peores que sus contrapartes más ricas2.

2
https://blogs.worldbank.org/opendata/es/igualdad-de-genero-que-muestran-los-datos-en-2016
Figura 1: porcentaje de trabajadores no remunerados en base a la población mundial empleada3.

A nivel mundial, también persisten marcadas diferencias entre la actividad empresarial de los
hombres y de las mujeres, las cuales participan en el 34% de la propiedad de las empresas y solo el
17%de las firmas en todo el mundo tienen una mujer en un alto cargo directivo, algo que varía
notablemente en los diferentes países, mientras que otro de los medios para el empoderamiento
económico es el acceso al financiamiento también se ve obstaculizado para las mujeres.
2.2. Chile: cifras
Haciendo énfasis en la realidad chilena, la participación laboral de las mujeres es porcentualmente
inferior a la de los hombres, esto puede ser explicado por la división sexual del trabajo4, también
por las responsabilidades socialmente asignadas a las labores domésticas y familiares lo cual limita
a las mujeres respecto del tiempo que tienen disponible y el que los empleadores creen que ellas
pueden destinar al trabajo remunerado. Esta relación laboral - doméstica vuelve compleja para
algunas mujeres la inserción en el mundo laboral. En nuestro país, la fuerza de trabajo de las
mujeres se ha incrementado durante los recientes años, aun así es una de las más bajas en
latinoamérica (OIT,2008), manteniéndose por debajo del promedio regional. La encuesta Casen
2015, muestra la evidente diferencia que existe entre hombres y mujeres en la participación laboral
en Chile, ya que mientras un 71% de los hombres participa laboralmente en el país, las mujeres
alcanzan el 47,4.%

3
https://blogs.worldbank.org/opendata/es/igualdad-de-genero-que-muestran-los-datos-en-2016
4
División sexual del trabajo se refiere al mandato social de realizar ciertas labores por ser de un determinado
sexo.
Figura 2: Tasa de participación laboral por sexo en Chile según año

Además de esta baja inserción, las mujeres que ya poseen un empleo, reciben salarios menores que
los hombres realizando similares tareas, esta brecha salarial bordea el 30% (Atal, Ñopo y Winder,
2009) y una menor posibilidad de ascender en sus puestos de trabajo.
En Chile existe el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, el cual se encarga de colaborar
con el presidente de la república en el diseño, coordinación y evaluación de las políticas, planes y
programas destinados a promover la equidad de género y la igualdad de derechos, con el fin de
eliminar toda forma de discriminación arbitraria contra la mujer, se creó mediante la ley 20.820 en
marzo del 2015 y entró en funcionamiento el 1 de junio del 2016 y surge como iniciativa del
segundo Gobierno de Michelle Bachelet, que por cierto es la primera y única Presidenta que ha
tenido Chile en su historia política, además de ser la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres (2010 -
2013)
3. PROBLEMA DEL CONFLICTO
3.1. Derechos humanos:
La igualdad de género está en el centro mismo de los derechos humanos y los valores de las
naciones unidas, siendo fundamental los derechos iguales para hombres y mujeres, y la protección y
fomento de los derechos humanos de las mujeres como responsabilidad de todos los estados, pese a
esto millones de mujeres del mundo entero siguen siendo víctimas de la discriminación , tal como5:
● Leyes y políticas que prohíben a las mujeres el acceso a la tierra, propiedad y vivienda en
términos de igualdad.
● Discriminación económica y social, traducida en opciones vitales más reducida para las
mujeres, haciéndolas más vulnerables a la trata de personas.
● La violencia de género afecta por lo menos al 30% de las mujeres en el mundo.
Además de algunos grupos de mujeres que se enfrentan a discriminación debido a factores como la
edad, etnia, discapacidad o condición socioeconómica.
3.2. Discriminación laboral: 6
Si bien la Constitución Chilena establece estrictamente la prohibición de todos los actos de
discriminación laboral, cada cierto tiempo aparecen casos que dan a conocer de la discriminación
que sufren las mujeres en el trabajo.
Una trabajadora es discriminada cuando es víctima de distinciones, exclusiones o preferencias en
razón a su sexo, teniendo por objetivo, anular o alterar las oportunidades o el trato en el empleo.
● Contratación: El empleador no puede realizar la oferta de trabajo con requisitos
discriminatorios como exigir un sexo o características personales, salvo que estas
diferencias se basen en la capacidad o idoneidad exigidas para un empleo determinado.
Tampoco puede condicionar la ausencia o existencia de un embarazo.
● Relación laboral: El empleador no puede discriminar solo por el hecho de ser mujer o por
estar embarazada, tanto en permanencia o renovación de contrato como también en la
promoción o movilidad en su labor.
● Despido: Las mujeres no pueden ser lesionadas en su derecho a la no discriminación en
razón de su sexo, osea no pueden ser despedidas por ser mujer ni tampoco recibir malos
tratos u hostigamiento.
El ente fiscalizador de que estas malas prácticas laborales, corresponde a la Inspección del trabajo
donde se debe presentar una denuncia administrativa con la cual se realice una investigación de los
hechos.

5
http://www.ohchr.org/SP/Issues/Women/WRGS/Pages/WRGSIndex.aspx
6
https://www.publimetro.cl/cl/opinion/2017/05/25/discriminacion-laboral-mujer.html
4. CARACTERIZACIÓN DE LAS PARTES DEL CONFLICTO
La cultura y la sociedad de un determinado grupo designa los roles que cada género debe realizar,
siendo observable en la expresión de un temperamento sexual que distingue uno del otro 7. En este
contexto, las partes que son la base del conflicto corresponden a Mujeres y Hombres. Ambos son
víctimas en mayor o menor medida de desigualdades e inequidades, en donde dependiendo de la
situación se presentan mejores oportunidades para uno en desmedro del otro.
Un actor en el conflicto corresponde a la Sociedad, que corresponde a quien maquina las situaciones
anteriores debido a la cultura de los individuos que la conforman, esto considerando que para
muchos autores (Marta Lamas) cultura y sociedad están tan estrechamente relacionadas que no se
pueden separar. Para el ámbito laboral, se puede destacar la importancia que poseen empresas,
empleadores u organizaciones en general que entregan puestos de trabajo, en la contribución a
injusticias entre géneros al ofrecer un dispar ofrecimiento de oportunidades, condiciones y pagos.

7
Lamas, Marta La antropología feminista y la categoría "género" Nueva Antropología, vol. VIII, núm. 30,
Noviembre, 1986, pp. 173-198 Asociación Nueva Antropología A.C. Distrito Federal, México
5. PERCEPCIONES DE LAS PARTES INVOLUCRADAS
El carácter social de la naturaleza humana involucra una constante relación entre las partes basales
del conflicto en la Equidad de Género: hombres y mujeres. Esta condición, permite una asimilación
de las percepciones de dichas partes, tanto en el ámbito cotidiano como en el laboral. En términos
generales, para ambos casos, habitualmente el conflicto se recibe como la diferencia de
oportunidades que presentan las mujeres frente a los hombres, que se complementa por separado y
por sí sola con la sensación de superioridad del género masculino, impuesta por aspectos culturales
de prácticamente todas las sociedades a lo largo de la historia.

En el ámbito cotidiano, esta supuesta superioridad determinada por el machismo, relega a las
mujeres a realizar ciertas tareas que no necesariamente representan lo que quieren realizar, como
por ejemplo su imperante exclusividad frente a las tareas domésticas. Esto da cuenta de una
imposición de roles que aparentemente no afecta al varón porque posee más libertad para elegir,
haciéndolas sentir en desventaja. Sin embargo estas mismas regulaciones culturales, remiten al
hombre a realizar tareas acordes a su género. Por ende, bajo este punto de vista, se entiende que el
conflicto funciona para ambo sentidos, pero es mucho más desfavorable para el género femenino.
En el ámbito laboral, la capacidad femenina para gestar, se ve castigada con una disminución en los
salarios, justificado de manera cultural con los periodos de ausencia que tendrá en su puesto de
trabajo durante el tiempo que se dedica a gestar y criar. Este último proceso es también impuesto
como un rol de la mujer y que se alude como aceptable de hacer debido al denominado “instinto
maternal”. Otra sensación de desigualdad ocurre debido a la histórica designación cultural de que el
trabajo es para los varones, y la crianza en conjunto con las labores domésticas para las damas. De
eso se obtiene la percepción de que las mujeres no están capacitadas para ejercer un buen
desempeño laboral o que sus habilidades están remitidas a cierto tipo de trabajos, siendo que no
todas las especializaciones por sexo están definidas por las diferencias físicas entre estos mismos,
sobre todo para aquellas tareas en donde la fuerza no es determinante, por ejemplo en la
manufactura de objetos (Murdock, 1937).
En un contexto más amplio y social, existen grupos de varones que son conscientes de las ventajas
que los aspectos socioculturales han entregado al género, y que frente a las cada vez más comunes
campañas de concientización sobre estas diferencias, se ven amenazados ante la posible pérdida de
dichos beneficios. Este grupo representa uno de los antagonistas de la igualdad de género, que se
transforman en adversarios difíciles cuando forman parte de cargos de poder. Este punto de vista no
solo es compartido por hombres, sino también por todos aquellos -y aquellas- que se sienten
cómodos con los roles designados por la sociedad y/o que se sienten defensores de las costumbres
dictadas por la herencia cultural sin caer en el reparo si estas conforman una inequidad o una
desigualdad, dependiendo del caso.
6. DIMENSIÓN DE COSTOS
“Es necesario tener claro que la economía no puede operar a su máximo potencial si se deja de lado
a la mujer, puesto que la pariedad de género no es solamente un derecho fundamental de la
humanidad, sino que también es un oportunidad económica critica” 8. Estas son las palabras con que
comienza el informe emitido por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico) en el año 2016, acerca del costo monetario que tiene la actual discriminación laboral
contra la mujer.
En este se afirma que un total de 12 trillones de dólares ($USD) se pierden a nivel mundial
solamente debido a la actual discriminación laboral, esto equivale a un 16% de la ganancia mundial.

Figura 3: Perdidas asociadas a la discriminación social en las distintas regiones.

8
The economic cost of gender discrimination in social institutions, OECD Development Centre June 2016
7. ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN
El programa 21, nacido de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo (CNUMAD), conocida como ECO 92, hace mención a la “Acción mundial para la mujer
con miras a un desarrollo sostenible e igualitario”, que incluye políticas gubernamentales,
estrategias y planes para el logro de la igualdad en todos los aspectos de la sociedad, las acciones a
favor de este propósito serían9:
● Aumentar el número de mujeres en los puestos de adopción de decisiones, planificación,
asesoramiento técnico, dirección y divulgación en las esferas del medio ambiente y
desarrollo.
● Elabora y proclamar estrategias de cambios necesarios para eliminar obstáculos
constitucionales, jurídicos,administrativos, culturales, sociales económicos y de
comportamiento que impiden en plena participación de la mujer en el desarrollo sostenible
y en la vida pública.
● Formular y aplicar políticas oficiales y directrices, estrategias y planes nacionales para
lograr la igualdad en todos los aspectos de la sociedad, lo que abarca la promoción de la
alfabetización, instrucción, capacitación, nutrición y salud de la mujer.
● Inclusión en puestos de toma de decisiones, facilitando el acceso a los recursos, créditos,
derechos de propiedad, insumos e implementos.
Frente al escenario en que el género como tal es una construcción cultural (Marta Lamas), cualquier
cambio deseado frente a la erradicación de las inequidades, tiene que ser de tipo cultural, por ende
requiere de concepciones que, aunque sean necesarios, van más allá de cambios en legislaciones,
sueldos y cualquier otro posible beneficio o compensación tanto material como no tangible. Se
requiere entonces realizar cambios conductuales, que representan distintos grados de dificultad en
su aplicación, pero que no por eso deban ser desechados. Para algunos casos en particular:
● La selección de un puesto de trabajo debe ser realizada exclusivamente de acuerdo a las
competencias que posea una persona para dicha labor, y no pasar a ser regulado para que
exista un porcentaje de participación determinado de hombres y mujeres. Al ser aplicado,
esto daría cuenta de que ser de un género u otro no influye en la toma de decisión y
presenta una igualdad de oportunidades.
● Frente a los casos donde la mujer recibe una remuneración más baja realizando el mismo
trabajo, o bien, teniendo el mismo cargo que un hombre, justificado únicamente en las
implicancias relacionadas a su capacidad de embarazo, se debería igualar la remuneración,
y si bien esta baja en los sueldos ha sido justificada monetariamente por empleadores,
correspondería a una forma de reconocimiento a la labor materna que como sociedad
estaríamos brindando. En concreto sería indicar que quien decida embarazarse realiza el
esfuerzo de que su cuerpo sea modificado, considerando además que va a dejar de prestar
servicios en su lugar de trabajo, todo con el objeto de traer al mundo una nueva persona,
que eventualmente será parte de la fuerza laboral en el futuro.

9
http://www.redmujer.org.ar/articulos/art_08.pdf
8. OPORTUNIDADES DE UN ACUERDO
8.1. Sustentabilidad:
Poner fin a todas las formas de discriminación contra las mujeres y niñas es crucial para acelerar el
desarrollo sostenible. Se demuestra que empoderar a las mujeres tiene un efecto multiplicador y
ayuda a la promoción del crecimiento económico y desarrollo a nivel mundial, por lo que garantizar
el acceso a la salud reproductiva y sexual, otorgar derechos igualitarios en el acceso a recursos
económicos son claves para este cometido. Se refiere a brindar mayores oportunidades a las
mujeres, suponiendo que para los varones las condiciones históricamente han sido favorables, sin
embargo, para cualquier situación en donde se privilegie a un género sobre otro también es objeto
de cambio.
Al referirse al desarrollo sustentable implica potenciar el recurso humano (recurso más importante
de una sociedad), por lo que la participación activa de hombres y mujeres, sin exclusión, en las
decisiones que comprometen el desarrollo es una condición para hacerlo posible. 10

8.2. Desarrollo económico y social


Sin duda alguna la conciliación del rol de la mujer como un par frente al hombre en los aspectos
laborales traerá un sinnúmero de beneficios para nuestra sociedad. Para un país la inserción de las
mujeres en el mercado del trabajo es sumamente relevante, pues aumenta su autonomía en la toma
de decisiones en los diversos canales de acción en los cuales se desempeña (públicos - domésticos -
privados , etc). Una mujer autónoma puede replicar esa seguridad como trabajadora, como madre y
en todas las demás actividades que quiere desempeñar, es por esto lo importante de generar una
confianza en el hecho de que una mujer posee las mismas habilidades y competencias que un
hombre, siendo capaz de realizar las mismas actividades.
Las mujeres representan más de la mitad de la población mundial, muchas veces sus trabajos
domésticos o maternales, no son remunerados, tampoco hay indicadores de cuanto influye en el
desarrollo económico del país estas actividades, es por tanto de suma importancia que las
sociedades comprendan la tarea de compartir roles, para dar la oportunidad de tener más tiempo a
las mujeres para desempeñar su rol de trabajadora a la par de hombres, esto sin duda fortalecería el
desarrollo económico de los países, logrando una sociedad más equitativa, con las mismas
oportunidades, deberes y derechos. Si bien el crecimiento y estabilidad de cada país son necesarios
para ofrecer a las mujeres las oportunidades que necesitan, la participación de la mujer en el
mercado del trabajo también es parte de la ecuación de crecimiento y estabilidad. Conceder mejores
oportunidades para ellas significaría un mayor desarrollo económico para países en desarrollo,
como por ejemplo en el aumento de matrículas a la educación superior de mujeres. La aplicación de
políticas que corrijan las distorsiones del mercado laboral y creen igualdad de condiciones ofrecerá
a las mujeres la oportunidad de desarrollar su potencial y participar en la vida económica de manera
más visible.11

10
http://www.redmujer.org.ar/articulos/art_08.pdf
11
http://www.agorarsc.org/la-mujer-y-su-rol-en-el-desarrollo-de-las-sociedades/

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