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ÍNDICE

ÍNDICE
CARATULA .................................................................................................... i
DEDICATORIA ............................................................................................... iii
AGRADECIMIENTO ....................................................................................... v
INDICE ........................................................................................................... vi
INTRODUCCIÓN ........................................................................................... viii

CAPITULO I: DOCTRINAPOLICIAL………………………………........................... 1
CAPITULO II: PSICOLOGÍA CRIMINAL………………………................................ 2
CAPITULO III: OPERACIONES BÁSICAS DE INTELIGENCIA…………………… 3
CAPITULO IV: PERFIL PSICOLÓGICO………….................................................. 4
CAPITULO V: MEDIOS TÉCNICOS………………………................................….. 5
CAPITULO VI: SEGURIDAD CIUDADANA………………………………………….. 6
CAPITULO VII: MANEJO DE FUENTES HUMANAS………………………………. 7
CAPITULO VIII: HERRAMIENTAS TECNOLÓGICAS……………………………… 8
CAPITULO IX: NORMATIVA LEGAL…………………………………………………. 9
CAPITULO X: DERECHOS HUMANOS…………………………………………….10
CAPITULO XI: CONTRAINTELIGENCIA……………………………………………11
CAPITULO XII:
CAPITULO XIII:
CAPITULO I:

DOCTRINA POLICIAL
1.1. Identidad policiaca: ¿quiénes somos?

Ser policía es, ante todo, una vocación de servicio público en el marco de un Estado
de Derechos.
Es un compromiso con el bien común, con el desarrollo de nuestro país, con el
bienestar de la sociedad y, sobre todo, con la existencia misma del Estado
ecuatoriano en el contexto regional y mundial.
La identidad policial es más que un reglamento de conducta, un manual de ética o
una doctrina, es en esencia una práctica permanente acogida entre sus miembros
y reflejada en su vida diaria.
Por tanto, ser policía es tener una conducta irreprochable en el cumplimiento de
nuestras funciones como en nuestra vida privada.
Ser policía es escoger una profesión cuyo fin es el honor de servir a la ciudadanía
desde el anonimato cotidiano, sentir dolor cuando nuestros compañeros han caído
en cumplimiento de su deber, pero también, es evitar la cadena de impunidad ante
la labor de miembros policiales que traicionan nuestros principios y distorsionan su
misión.

1.2. Carácter de la policía del Ecuador

la Policía Nacional está enmarcada en una cadena de siete caracteres, los cueles
son parte de la base institucional de la misma, para su formación y su buen
servicio a la ciudadanía, estos caracteres son:

1. Civil

El carácter civil de la policía se fundamenta sobre la base de su cercanía con


la comunidad y afirma nuestro atributo de ciudadanas y ciudadanos como
parte de la sociedad ecuatoriana.
La vinculación con la ciudadanía se da en el marco de relaciones de
colaboración.
Las y los policías son ciudadanos, pero también servidores públicos
encargados de cuidar y proteger la seguridad de las personas y el orden
público sobre la base del respeto a los derechos humanos.

2. Armada

El arma de fuego se utilizará únicamente en situaciones que amenacen la


vida de la población, nuestros compañeros o de nuestra propia integridad,
atendiendo a los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad.
Cuando su uso sea inevitable, prevalecerá en nuestro accionar el resguardo
a la vida humana, asegurando reducir al mínimo los daños y lesiones
producidos, garantizando asistencia y servicios médicos a las personas
afectadas.

3. Disciplina

Disciplina es sinónimo de orden, carácter y perseverancia. Por el tipo de


trabajo que realiza la policía, la disciplina en su accionar es un elemento
fundamental para el éxito en todas sus operaciones.
El Policía no ejecutará una orden ilegítima, cuando:
1) Violente las disposiciones constitucionales y las leyes de la República.
2) Transgreda derechos garantizados en la Constitución.
3) Exceda los límites de la competencia o conduzca manifiestamente a la
comisión de un hecho punible.
4) Sobrepase disposiciones que rigen para todos los funcionarios policiales,
instituyendo un caso de abuso de autoridad.
Los miembros policiales tenemos la capacidad de distinguir el límite de la
obediencia dentro del respeto a la Constitución y la Ley.
4. Profesional

Nuestro trabajo de servicio a la comunidad se realiza en dos niveles


interdependientes cuando los libres goces de los derechos han sido
vulnerados y las libertades conculcadas:
La utilización de conocimientos científicos y metodologías aplicadas a la
seguridad integral y la protección interna para garantizar la paz y el pleno
ejercicio de los derechos y libertades
ciudadanas.
El manejo de saberes científicos y tecnológicos, aptitudes, destrezas y
actitudes profesionales para la investigación y la acción efectiva, en
colaboración con la Función Judicial.

5. Jerarquía

La jerarquía de la policía es el orden de precedencia de las escalas que la


institución establece y que asignan atribuciones, responsabilidad y mando.
La autoridad del mando radica en su capacidad profesional, experiencia,
apego a la justicia, responsabilidad social e institucional e integralidad como
ser humano.
Los grados se respetan y obedecen, sin que esto implique la sumisión ciega
a su mando.
El poder que otorgan las escalas de mando no debe ser usado de manera
autoritaria, irracional y despótica.

6. Altamente especializada y técnica

Los procedimientos policiales tienen carácter técnico, en la medida que se


realicen con un respaldo científico.
En una sociedad globalizada se requiere una policía especializada y en
permanente tecnificación, a fin de estar preparados para enfrentar los riesgos
que atentan contra la seguridad interna, el orden público y la paz ciudadana.

7. Obediente y no deliberante

La obediencia se relaciona estrechamente con la jerarquía y la disciplina e


implica en primer lugar, el sometimiento irrestricto al orden institucional de la
República y el acatamiento a las disposiciones legales, judiciales y
administrativas.
¿Cuándo obedecer y cuándo no?
Es una tarea compleja el poder discernir hasta cuándo una orden debe ser
cumplida a cabalidad y en qué momento se transforma en una arbitrariedad,
una injusticia o ilegalidad. Es ahí donde entra la doctrina policial como un
conjunto de valores y principios que orientan nuestro comportamiento ante
los dilemas éticos que se presentan en el trabajo cotidiano o la vida privada.
Debemos tener presente que la obediencia a órdenes superiores no eximirá
de responsabilidad civil o penal a quien las ejecute.

1.3. La doctrina: Guía, referente, camino

Una doctrina, en términos generales, se basa en principios, valores, tradiciones e


ideas que orientan la conducta de una institución.
Su naturaleza es colectiva pues está constituida por una serie de conocimientos
ordenados que residen en el imaginario de un grupo, dirige su actividad hacia un
camino trazado y marca su
identidad.
La sociedad espera mucho de la Policía Nacional y grandes son los desafíos que
debe afrontar para garantizar una convivencia pacífica en el Siglo XXI.
Lo que hagamos o dejemos de hacer como policías, impacta significativamente en
la vida de los habitantes y en el futuro de nuestra Nación.

La doctrina de la policía ecuatoriana es el conjunto armónico y coherente de


principios, normas, valores y tradiciones institucionales forjadas a través de la
historia y sirven de fundamento a nuestra identidad.
Reflejan la mística y vocación de servicio en la que descansa nuestra cultura
organizacional y orientan nuestro accionar hacia la protección del orden público, la
seguridad ciudadana, los derechos y libertades de los ecuatorianos.

1.4. Principios que la institución policial exige

Cada institución establece los principios y valores que le son propios según su
naturaleza y funciones, con el objetivo de conseguir el comportamiento que se
espera de cada uno de sus miembros.
De acuerdo con nuestra misión de garantizar la seguridad ciudadana, el orden
público y la protección de los derechos y garantías, la institución policial definió un
conjunto de principios y valores que orientan nuestro accionar.
Son la parte central de nuestra doctrina y, por lo tanto, tienen el carácter de
obligatorios e irrenunciables para cada policía. Deben, además, ser enseñados,
aprendidos y practicados.

Principios que la institución policial exige:

1. La policía ecuatoriana respeta y cumple los preceptos de la constitución


política.
2. La policía ecuatoriana cumple y garantiza el orden público ecuatoriano.
3. La policía nacional colabora decididamente en la construcción de la paz
nacional.
4. La policía nacional reconoce y respeta la diversidad cultural, poblacional y
cultos del país.
5. La policía nacional trabaja activamente con la comunidad para garantizar la
seguridad nacional.
6. La policía nacional actúa con bases en la previsión y prevención del delito.
7. La policía ecuatoriana realiza una intervención disuasiva y reactiva ante la
infracción.
8. La policía nacional trabaja para la restitución de los derechos que han sido
vulnerados.
9. La policía nacional realiza su trabajo con eficacia, diligencia, integridad y
honestidad.
10. La policía nacional respeta y promueve la equidad de género.
11. La policía tiene conciencia de lo que la sociedad invierte en ella, por lo cual
realiza su trabajo con eficiencia y eficacia.
12. La policía ecuatoriana está en constante mejoramiento y tecnificación.
13. La policía nacional es una institución cohesionada.

1.5. Valores de la policía

Debido a la responsabilidad ética y social que implica nuestra misión profesional, a


más de los principios que guían a la institución, requerimos de un conjunto de
valores personales que conduzcan a dar lo mejor de nosotros durante el desempeño
profesional y en nuestra vida privada.
Estos valores se aprenden en la familia y en la escuela, son reforzados durante el
proceso de enseñanza y formación que recibimos, no solo en las aulas sino con la
palabra y el buen ejemplo de nuestros superiores.
Si elegimos la profesión de policía es porque en nosotros prevalece la vocación de
servicio público y estamos conscientes que la población puede recurrir a nosotros
ante la necesidad de protección, en caso de una emergencia, cuando el orden
público sea alterado o cuando requiere una guía, información o soporte.
1.6. Historia de la policía nacional.

1. Historia institucional.
La historia de la Policía Nacional tiene un extenso recorrido que inicia en la
época colonial, sin embargo, no todo ha sido debidamente documentado, por
lo que nuestra institución está recuperando la memoria histórica para las
actuales y futuras generaciones. Nuestra historia está plagada de hechos
heroicos los que han sido transmitidos a través de nuestros principios,
valores y prácticas cotidianas.

Entender la historia de la Policía Nacional es comprender la realidad


institucional y la manera en que el Estado se ha constituido en el transcurso
de los años. Es por esto que es una fuente de la Doctrina Policial pues
constituye la base sobre la que ha construido su institucionalidad.

2. Época Colonial.
El sistema de seguridad y control del orden público existente en los territorios
coloniales de lo que hoy es el Ecuador fue similar al que había entonces en
España. Un Alguacil Mayor como jefe de la protección de la ciudad, y los
alguaciles menores como sus ayudantes. La aplicación de la justicia estaba
a cargo de los alcaldes ordinarios no existiendo un poder judicial
independiente.
A continuación, se destacan algunos hitos históricos que dan cuenta de la
evolución de nuestra institución con el avance cultural, territorial, económico,
político y social del Estado ecuatoriano.
Hacia el 28 de agosto de 1563, sentando los primeros pasos para la
colaboración con la justicia, se crea la Real Audiencia de Quito, cuerpo de
“corchetes” como personal subalterno operativo.
Años después, el 31 de diciembre de 1777, en su reemplazo, se establecen
los alcaldes de barrio.
El 9 de agosto de 1791, el Presidente de la Real Audiencia, Don Luis Muñoz
de Guzmán y Montero de Espinoza, expidió el primer reglamento de policía
del que se tiene conocimiento en nuestra historia.
El 31 de diciembre de 1799, por disposición del Presidente de la Real
Audiencia, Don Luis Francisco Héctor, Barón de Carondelet, el Cabildo
quiteño formó el Cuerpo de Serenos, encargándole exclusivamente de la
vigilancia nocturna de la ciudad.
El 26 de junio de 1814, debido al notable incremento poblacional, el
Presidente de la Real Audiencia, Don Toribio Montes, aprobó un nuevo Plan
de Policía, incluyendo a los alcaldes ordinarios y regidores del cabildo.

El 24 de septiembre de 1818, el Presidente de la Real Audiencia, Don José


Ramírez y Orozco, expidió otro Plan de Policía, en el que se dividía a la
ciudad en cuatro sectores o cuarteles asignándoles al Oidor la
responsabilidad del control policial nocturno en su correspondiente
jurisdicción en calidad de alcaldes mayores.
El 27 de marzo de 1822, dos meses antes de la Batalla de Pichincha, el
Presidente de la Real Audiencia, Don Melchor Aymerich, expide un
reglamento provisional de Policía, según el cual se fija al Presidente como la
autoridad máxima del ramo en toda la Audiencia.

3. La policía en la Gran Colombia.


El 29 de mayo de 1822, al incorporarse nuestro actual territorio a la República
de la Gran Colombia como Distrito del Sur, el sistema policial colonial entró
en decadencia por efectos de la transición política y el nuevo orden de cosas.
El 22 de diciembre del mismo año, a instancias del Libertador Simón Bolívar,
fue expedido el Reglamento de Policía de Colombia, a cuyo tenor se
estructuró a la policía con jefes, comisarios y personal subalterno para las
funciones de seguridad, aseo, ornato y salubridad.
El 2 de enero de 1830, a finales del período grancolombiano, fueron
suprimidas las jefaturas y establecidas en su lugar las Prefecturas de Policía,
con jurisdicción provincial.

4. La Policía en la Republica
En 1831 para Quito, y en 1833 para Guayaquil, fueron expedidos los primeros
reglamentos de policía estructurando a la Policía con jefe, comisarios y
celadores, todos dependientes del correspondiente Concejo Municipal y con
jurisdicción cantonal.
El 14 de junio de 1884, ocurre un trascendental hecho en la historia policial
ecuatoriana, con la organización de la Policía de la República o Policía de
Estado por disposición del Presidente José María Plácido Caamaño, la que
se denominó Policía de Orden y Seguridad. Esta se conformó con cuerpos
provinciales comandados por un intendente general, y con cuerpos policiales.
El 1 de noviembre de 1898, se estableció la Dirección General de Policía con
sede en Quito, organismo que tuvo vigencia hasta 1937, en que se
transformó en Inspección General de Policía.

5. La Policía en el siglo XX
Al expedirse el 12 de diciembre de 1923 un nuevo reglamento general para
la Organización y Servicio de la Policía, por parte del Presidente José Luis
Tamayo, la Policía de Orden y Seguridad cambió a la nueva identidad de
Policía Nacional, manteniendo su carácter civil, y asimismo, organizada en
cuerpos provinciales.
El 4 de enero de 1938 el General Alberto Enríquez Gallo, Jefe Supremo de
la República, dicta una nueva ley orgánica, por la cual se organiza
militarmente a la institución en su estructura y jerarquías. Recibe así, el
nombre de Fuerzas de Policía.
Promulgada el 9 de noviembre de 1964 una nueva ley orgánica, se elimina
la identidad de Policía Civil y la institución adopta un nuevo nombre, Policía
Nacional, estructurándola con los servicios urbano, rural, tránsito e
investigaciones.
En 1983, se aprobaron reformas a la Constitución, determinando que la
Policía Nacional tuvo por misión fundamental garantizar el orden interno y
la seguridad individual y social.
En la Constitución de 1998, la Policía Nacional tuvo como misión fundamental
garantizar la seguridad y el orden público, manteniéndose como fuerza
auxiliar de las Fuerzas Armadas.

6. La Policía en el siglo XXI


En 2008, la Constitución de la República integró en su texto nuevas
consideraciones ancladas en las demandas sociales, lo cual constituye un
nuevo reto para la Policía Nacional. Nuestra Carta Constitucional establece
que la Policía Nacional es una institución estatal, obediente y no deliberante,
de carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada, profesional y
altamente especializada, cuya misión es atender la seguridad ciudadana y el
orden público, y proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de
las personas dentro del territorio nacional.
CAPITULO II

PSICOLOGÍA CRIMINAL
1. Conceptualización desde una visión psicológica

El estudio de la criminalidad humana es un fenómeno complejo, sobre el que


diversas y diferentes ciencias han aportado sus conocimientos y teorías explicativas
para poder lograr una mejor comprensión, evaluación y tratamiento de los
delincuentes. Una de estas ciencias ha sido la psicología, y dentro de ésta, la
psicología criminal (Guardiola, 2006).

Más concretamente, la psicología criminal puede definirse desde una perspectiva


más amplia o más estrecha, y dependiendo de ésta, incluirá unos u otros aspectos.
La definición estrecha sugeriría que la psicología criminal concierne a todos los
aspectos de la psicología del ofensor, el problema que ésta presenta, es que parece
que se centra solamente en el criminal, pero también debería incluir los aspectos
psicológicos del hecho criminal acaecido, ya que la criminalidad no es una
característica de los individuos que pueda ser separada del contexto social del
crimen y del sistema de justicia criminal (Howitt, 2006). Por eso, se ha escogido una
definición de esta disciplina que se consideraría que posee una perspectiva amplia.
Otín del Castillo (2009, p.24) considera que la psicología criminal “es aquella rama
de la psicología incardinada en la ciencia criminológica que se ocupa de estudiar y
explicar la génesis del delito, la personalidad y motivaciones del delincuente y
apoyar medidas para su prevención, control, tratamiento y reinserción”.

2. Etiología de la conducta delictiva

Las anormalidades o psicopatologías pueden aparecer por:

 Enfermedad nerviosa (Colopatías)

 Enfermedad mental (Esquizofrenia)

 Anormalidad genética o circunstancial (Consumo de sustancias)


El delito es una relación estrecha con el mundo, y la circunstancia hace que el
individuo desencadene un estado psíquico de conducta delictiva, que empieza con
un resentimiento (volver a sentir la misma experiencia dolorosa), que conlleva enojo,
ira, furia, y la acción (detonante, desencadenante).

 El delito es concebido, según algunos autores como Cohen y Felson (1979),


como el conjunto de interacciones que pueden surgir entre:
 Una persona dispuesta a delinquir
 Un objeto o víctima atractivo
 Y un control social (formal e informal) insuficiente

Respecto al delincuente, ésta probablemente es el área de estudio que ha dado


lugar a un mayor número de investigaciones criminológicas y el área de estudio
sobre la que centrará su atención la Psicología Criminal.

 Quiénes son
 Cuál es su forma de actuar
 Cuáles han sido sus motivos para delinquir
 Qué factores le han llevado o facilitado la comisión del delito
 Que diferencias existen entre distintos tipos de delincuentes
 Cómo aplicar todo este conocimiento derivado de la investigación para su
detección, tratamiento y prevención.

3. Metodología de estudio de la psicología criminal

Respecto a su metodología, y siguiendo el método científico, se basa en:

 La observación del fenómeno objeto de estudio (ficha observación).


 El planteamiento de hipótesis.
 La confrontación/refutación de las mismas.
Las estrategias metodológicas utilizadas son de carácter:

 Experimental: crea las condiciones para manipular las variables que inciden
en el comportamiento, basándose en la premisa de causaefecto.
 Correlacional: es la estrategia metodológica más utilizada en las
investigaciones realizadas dentro del campo de la Psicología Criminal y
representa la variación o asociación que se produce entre distintas variables.

La correlación existente entre dos o más variables puede ser de distinto signo:

 Positiva: cuando aparece una variable tiende a aparecer otra.


 Negativa: cuando aparece una variable tiende a desaparecer la otra.

4. Estudio de la personalidad

4.1. Concepto, génesis y desarrollo:

La personalidad puede entenderse como un patrón complejo de características


interrelacionadas, en gran medida constantes y no conscientes que se expresan de
manera casi automática en las conductas humanas.

Emergen de una matriz compleja en las que están presentes disposiciones


biológicas y experiencias de aprendizaje, que irán construyendo y desarrollando la
personalidad, entendida ésta como la forma relativamente estable (estilo) de sentir,
pensar y actuar de cada individuo.

Larse y Buss en el 2002 en su libro “Personalidad” la definen como “el conjunto de


rasgos y mecanismos psicológicos que posee el individuo, organizados y
relativamente duraderos que influye en sus interacciones y adaptaciones al
ambiente tanto intrapsíquico como físico y social”. Entendiendo como rasgos
psicológicos a las características descriptivas de la personalidad del individuo,
mientras que por mecanismos psicológicos a los procesos de personalidad
relacionados con el individuo que procesa, almacena, recupera información.
4.2. Componentes de la personalidad

 Temperamento. - Es el componente de origen biológico y por lo mismo


congénito y hereditario. Es la forma característica que tiene un sujeto de
enfrentar y reaccionar ante otras personas y situaciones.
 Carácter. - Es el modo adquirido y condicionado de reaccionar de cada
individuo ante los estímulos del ambiente, sobre todo del social. Estos dos
factores no son independientes entre sí, al contrario, actúan en cada uno de
nosotros influyéndose el uno en el otro y modificándose mutuamente.

4.3. Estrategias para la medición de la personalidad

Se han determinado por los estudiosos del tema algunos mecanismos o estrategias
para la medición de la personalidad, estos son:

a) Observación Directa:

Es una herramienta básica que le permite al investigador identificar por donde llevar
su accionar; hacer un diagnóstico y pronóstico de las situaciones delictivas para
intentar dar solución.

Es un método que tiene por objeto examinar cuidadosa y atentamente los


fenómenos que se producen, sin alterarlos por la experimentación, para lograr un
conocimiento más claro de los mismos, con fines teóricos y prácticos.

b) Entrevista:

Es una manera directa de investigación a través de la conversación, es siempre


una relación interpersonal y se utiliza como un método de exploración.
La entrevista puede ser:

a) No estructurada: es decir cuando la conversación es informal, tanto el


entrevistador como el entrevistado no tienen un hilo conductor definido.
b) Estructurada: donde la información se obtiene por medio de una serie de
preguntas elaboradas previamente.
c) Semiestructurada: cuando tiene elementos de ambas.

La Entrevista Cognitiva

El fundamento técnico de este método es que los recuerdos están asociados a sus
orígenes externos y contextuales. De este modo, a través de distintas técnicas que
ayudan al entrevistado a ponerse de nuevo en situación se logra una mejor
elicitación de sus recuerdos. Esta técnica se centra especialmente en cuidar todos
los detalles relacionados con el modo de almacenar la información en la memoria,
pero, sobre todo, cómo ésta es recuperada.

Cuestionarios

Es un listado de preguntas que la persona debe contestar ya sea acerca de sí


mismo o de una situación en particular. Es un instrumento más objetivo que la
entrevista y la observación directa, ya que las respuestas se pueden analizar y
no son afectadas por las opiniones o prejuicios del examinador. El investigador
puede crear su propio cuestionario de acuerdo a lo que desee evaluar con el
delincuente.

Pruebas Psicológicas:

Son una ayuda en el diagnóstico psicológico y psiquiátrico del delincuente y a


su plan de tratamiento. Su empleo en la criminología sirve para comprobar o
desestimar la hipótesis de trabajo que se ha formulado previamente. La
utilidad clínica de estas pruebas depende de la destreza del examinador, por
eso deben ser aplicados por personas bien entrenadas, de preferencia
psicólogos.
5. Trastornos de personalidad

Representan alteraciones o desviaciones extremas en el modo como la persona


percibe, piensa, siente y, sobre todo, se relaciona con los demás. Estas formas de
comportamiento tienden a ser estables y a abarcar aspectos múltiples de las
funciones psicológicas y del comportamiento. Los trastornos de la personalidad
tienden a presentarse en la infancia y la adolescencia y a persistir durante la edad
adulta.

5.1. Personalidad Antisocial

Llamada algunas veces sociópata o psicópata, estas personas se caracterizan por


ser irresponsables, impulsivos, incapaces de sentir culpabilidad; falta de planeación
o de metas a largo plazo, ausencia de lazos emocionales, incapaces de
escarmentar y carentes de valores morales. Durante la niñez, las mentiras, los
hurtos, las riñas, la vagancia y la resistencia a la autoridad, son señales del
desarrollo de una personalidad antisocial; y en la adolescencia el comportamiento
sexual agresivo, el abuso de alcohol y droga.

Las personas antisociales cometen crímenes y actos criminales. Comúnmente, los


pacientes de las instituciones mentales descubren que el origen de su estado se
halla en el contacto con personalidades como estas.

Por lo tanto, en los ámbitos del gobierno, actividades policiales y salud mental, por
citar unos pocos, vemos que es importante poder detectar y aislar a este tipo de
personalidad para proteger a la sociedad y a los individuos de las consecuencias
destructivas que acompañan al hecho de dar rienda suelta a esas personas para
dañar a los demás.

Dado que sólo comprenden el 20% de la población, y como sólo un dos y medio por
ciento son de verdad peligrosas, vemos que con muy poco esfuerzo podríamos
mejorar considerablemente el estado de la sociedad.
5.2. Personalidad Paranoide

Caracterizada por la presencia de delirios de grandeza y persecución; son egoístas,


fácilmente irritables, conflictivos y sienten que todo el mundo les va a hacer daño.
Son muy suspicaces y creen que deben estar alertas todo el tiempo.

Las personas con este problema son enormemente desconfiadas, siempre piensan
que los demás, incluyendo seres queridos (que cada vez son menos porque huyen
despavoridos), están en su contra. Esto implica que interpreten injustificadamente
ofensas, burlas, menosprecios, infidelidades, etc.: ante la duda sobre una intención
ajena, un paranoide escogerá la opción más desfavorable, es decir, aquella que
suponga un ataque del otro.

Estos individuos viven en un estado de amargura y frustración constantes, del que


culpan a los demás por sus continuas agresiones -siempre según su distorsionado
punto de vista-. A medida que se sienten más solos, más hostiles y huraños se
tornan, con lo que se produce un círculo vicioso por el que todavía reprochan más
a los otros su situación y, en consecuencia, los demás se alejan en mayor medida.

5.3 Personalidad Esquizoide

Le caracteriza el no poder interactuar con las demás personas; son intelectuales,


tienen sentimientos de superioridad, no expresan sus sentimientos debido al
excesivo control que ejercen sobre sus acciones. Casi siempre escogen actividades
solitarias, tienen escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra
persona, disfrutan con pocas o ninguna actividad, no tienen amigos íntimos o
personas de confianza, se muestran indiferentes a los halagos o las críticas de los
demás, muestran frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la
afectividad.
5.4 Personalidad Obsesivo Compulsiva

Se distinguen por tener ideas obsesivas y conductas repetitivas; mantienen una idea
y aunque saben que les hace daño lo siguen haciendo. Se caracterizan porque son
rígidos, tienden a establecer sus conductas por medio de ceremonias, es decir,
realizan un ritual para vestirse, bañarse, conducir, comer, entre otros. Son
demasiado inflexibles con la limpieza, en su presentación personal debido a que por
lo general hay un aspecto en su vida o en su hogar donde se mantiene el desorden;
a eso se debe su continua obsesión con el orden. Un ejemplo de este trastorno es
la cleptomanía, caracterizado porque el individuo reiteradamente fracasa en el
intento de resistir los impulsos de robar objetos que no se utilizan para un uso
personal o por fines lucrativos. Por el contrario, los objetos pueden desecharse,
regalarse o esconderse.

6. Que pasa por la mente de un Asesino

6.1 Definición de asesino

Un Asesino en Serie es alguien que comete tres o más asesinatos durante un


período de tiempo no determinado con un lapso de enfriamiento entre cada
crimen.

6.2 Asesinos en Serie de tipo Organizado

 Por lo general planifican sus crímenes y usan una estrategia definida para
atacar.

 Se valen por sus dotes verbales y cualidades intelectuales a fin de atraer a


su víctima al lugar adecuado para llevar a cabo su crimen.

 Conoce y sigue a la víctima.


 Elimina pruebas y evidencias.

 Suelen modificar y cambiar la Escena del Crimen.

 Mitomano.

 Suele llevar el arma con la que matara.

6.3 Asesinos en Serie de tipo Desorganizados

 Es incapaz de afrontar las relaciones personales, evita mantener contactos


con otros y generalmente desempeña trabajos de baja categoría.

 El asesino desorganizado encuentra a sus víctimas cerca de casa, las mata


sin haber planeado el Crimen.

 Suele dejar un revoltijo de huellas ensangrentadas así como muchos


indicios y evidencias.

 No elabora un plan.

 No porta arma para matar.

 No elimina pruebas ni evidencias.

6.4 Asesinos en Serie de Tipo Mixto

Los asesinos mixtos presentan combinaciones coherentes de rasgos del asesino


serial organizado y del desorganizado, en general son asesinos que, en cierta fase
de su carrera criminal, actúan organizadamente, mientras que en otra actúan
desorganizadamente; o bien, a lo largo de su carrera de asesinos o en cierto periodo
de la misma, manifiestan un orden parcial, no total, incluyente de ciertos rasgos del
asesino desorganizado. Estos son minoría, pues en general o son organizados o
son desorganizados.
CAPITULO III

OPERACIONES BÁSICAS DE INTELIGENCIA


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