Historia Latinoamérica ASIGNATURA: Escuelas y debates historiográficos PROFESORES RESPONSABLES: Dr. Julio Pinto V. – Dr. Mario Garcés Duran PROGRAMA: Doctorado en Historia. USACH. NOMBRE: Hugo Castro V.
dependencia y populismo. Buenos Aires: Edhasa, 2016 SABATO, Hilda. Historia latinoamericana, historia de América Latina, Latinoamérica en la historia. Prismas, 2015, vol. 19, no 2, p. 135-145
Pensar a América Latina como una unidad/región compleja, y transitar por
sus problemáticas históricas transversalmente - por no decir transnacionalmente -, constituye considerar diferentes escalas y niveles de observación histórica e innumerables vinculaciones conceptuales que son en parte, producto de los diálogos entre las disciplinas/ciencias que se han desarrollado en la región, al mismo tiempo que han debatido en distintos contextos y bajo antagónicas orientaciones dentro de las realidades nacionales. A su vez, se van sobrepasando los márgenes de los diferentes estadios en los qué - en diferentes épocas - se han posicionado las producciones intelectuales de historiadores nacionales (por no decir nacionalistas), y en los que se han abierto y replanteando los debates “necesarios” para la construcción de un saber historiográfico nuevo. Que exceda de esos márgenes y aporte en la identificación de problemáticas fluctuantes que recorren diametralmente la experiencia latinoamericana. La Historia Latinoamericana, da forma a un pensamiento latinoamericano. Que no es producido al margen, sino integrado (y considerado hoy) como parte de un todo. La distinción realizada por Hilda Sábato entre Historia de América Latina, Historia Latinoamericana y Latinoamérica en la Historia1, para graficar los estadios de la historiografía latinoamericana nos es muy útil para situar el texto de Marisella Svampa, dado que esta última,-independiente de su militancia en el análisis sociológico- reconoce la importancia sustantiva de transitar por el pasado histórico latinoamericano - intrincado e interconectado con problemáticas que exceden con creses los límites de “lo nacional” y del Estado - para situarse en el centro de las problemáticas del contexto latinoamericano y para poner a América Latina en el debate su propia experiencia histórica.
1SABATO, Hilda. Historia latinoamericana, historia de América Latina, Latinoamérica en la historia.
Prismas, 2015, vol. 19, no 2, p. 135-145. Debates Latinoamericanos, en tanto producción de vanguardia en perspectiva crítica de los procesos socio-políticos y socio-culturales latinoamericanos. Propone una lectura sistémica, a partir de una re- conceptualización y una revalorización de las experiencias latinoamericanas, dado que se constituye como un escenario de disputa entre lo viejo y lo nuevo. Un lugar donde los debates se revitalizan en el sentido de la contextualización de las problemáticas y la supremacía de las experiencias regionales. Svampa establece su ambición de recuperar la historia del pensamiento radical en América Latina y denuncia una ceguera epistémica que ha obstaculizado el desarrollo de una tradición intelectual compartida con el Norte. En este sentido, Svampa identifica múltiples barreras, desde las rupturas impuestas por las dictaduras y el exilio hasta las variadas trayectorias de desarrollo de los diversos Estados latinoamericanos y el persistente complejo de inferioridad con respecto a los centros de producción intelectual en Europa y Estados Unidos2. No es necesario volver a señalar que Marisella Svampa es Socióloga, para entender que su diseño explicativo recorre en gran medida la historia del pensamiento político latinoamericano centrándose en investigaciones sociológicas concretas sobre los cuatro temas centrales que desarrolla latamente en los capítulos de su obra: la cuestión indígena, el desarrollo, la dependencia y el populismo. Svampa identifica tensiones que trascienden fronteras nacionales y geográficas. Problematiza desde un planteamiento que es o denota en una categoría de “lo Latinoamericano”. Donde su indagación histórica, trastoca el escenario actual del problema indígena. Es así que para abordarlo toma el último cuarto del siglo XX como un punto de tensión en el proceso de renovación indígena, denunciando cómo los movimientos indígenas forzaron la entrada de derechos territoriales y culturales dentro de las agendas políticas nacionales y su relación con la imposición de un capitalismo extractivo sobre los nuevos territorios indígenas reconocidos. Lo que a menudo puso en peligro sus avances legislativos y constitucionales. Svampa se centra en especial en el caso de Bolivia, a la que considera la primera línea de la política indígeno-plebeya en la América Latina contemporánea3. Argumenta el cómo las diversas corrientes del movimiento indigenista boliviano se implicaron de manera prominente en el ciclo de revueltas, que derrocó a dos presidentes y que abrió el camino para que Evo Morales y su partido el MAS, llegaran al poder. Svampa en este sentido identifica dos fuentes u origen de tensión en el proyecto del gobierno del MAS. En primer lugar, señala la existencia de dos corrientes en su base de apoyo, una que se caracterizaba por una orientación indigenista y plurinacional y otra caracterizada por una tendencia
2 SVAMPA, Maristella. Debates latinoamericanos. Indianismo, desarrollo, dependencia y
populismo. Buenos Aires: Edhasa, 2016, p. 21-23 3 Ibídem p. 65 más populista y orientada hacia la restauración del modelo estatista de desarrollo 4. La segunda fuente de tensión, se daría con la confrontación entre un bloque popular izquierdista que apoyaba el gobierno de Morales, y la campaña de desestabilización derechista encabezada por las elites bolivianas. Esta polarización dominó los dos primeros años del gobierno del MAS, concluyendo después con una retirada de la oposición cuando su intento de golpe de Estado fue derrotado, y se aprobó una nueva constitución por el voto popular, obteniendo así Morales un segundo mandato. Svampa al desarrollar este tema identifica un momento indigenista común para América Latina que se extiende aproximadamente entre 1900 y 1960, seguido de un momento indianista, que se ha prolongado hasta el día de hoy. En opinión de Svampa, el término indigenismo incluye varios enfoques que se superponen, pero esencialmente implican una comprensión externa y mucho más compleja de las poblaciones indígenas desde el punto de vista privilegiado de las elites blanco-mestizas, donde las primeras van a ser movilizadas a favor de los fines cambiantes de las últimas. El indianismo, por el contrario, se caracteriza – según Svampa- por la emergencia de movimientos indígenas auto-organizados, actores políticos autónomos, que se movilizan en su propio nombre y para sus propios fines5. Svampa desarrolla y problematiza estos grandes temas, sus diversas significaciones, los debates, la manera en cómo moldeaban la realidad al tiempo que son impactados por la misma. La circularidad entre la reflexión y la política, y las consideraciones al devenir intelectual y su producción científico-social en la construcción de “lo latinoamericano”. Haciendo siempre la crítica a la ceguera epistémica de la experiencia de producción intelectual latinoamericana, que llevo a deambular por estadios como los que señala Hilda Sabato. En fin, es la experiencia latinoamericana, observada desde “lo latinoamericano”, pero mucho más complejo que eso. Pues se basa en ir siempre más allá del margen. En el sentido de comprender los problemas latinoamericanos como flujos de relaciones históricas que traspasa todas las divisiones creadas junto con los estados nacionales. Revalorizando la unidad como elementos presente desde mucho antes de las conformaciones coloniales y republicanas. Svampa se introduce al fenómeno del desarrollo, a partir de un retrato muy comprensivo de los pensadores posdesarrollistas, como Gustavo Esteva y Arturo Escobar. Argumenta convincentemente que los años transcurridos entre 1965 y 1979, cuando la teoría de la dependencia estaba en su apogeo, fue uno de los periodos intelectualmente más fértiles de América Latina. De allí se afirma su operación de actualización de la producción histórico-teórica latinoamericana con 4Ibíd., p. 98 5 SVAMPA, Maristella. Debates latinoamericanos. Indianismo, desarrollo, dependencia y populismo. Buenos Aires: Edhasa, 2016, p. 45 el fin de otorgarle densidad e introducir ideas nuevas al debate como: la apelación a pensar las alternativas al desarrollo; la restauración de la dependencia en un mundo multipolar; las derivas e los populismos de alta y baja intensidad; la inscripción territorial y la dimensión comunitaria de la irrupción indígena-plebeya latinoamericana como fuente de renovación política6. La segunda parte de la obra preocupada de la coyuntura del presente ofrece percepciones reveladoras sobre las principales contradicciones del giro de la izquierda de la región, especialmente en relación con el capitalismo extractivo y con las luchas indígenas. Esta coyuntura es observada desde un análisis sociológico atingente, conservando un marco histórico explicativo que pone en contexto el debate y lleva a preguntas que deben ser respondidas a través de una observación descolonizada. . Lo que en definitiva pone énfasis en lo medular del estudio, que es el desarrollo de una teoría social crítica latinoamericana, que cumple función como derrotero del planteamiento de Svampa. Es importante señalar que, sin perjuicio del enorme aporte al debate intelectual latinoamericano desde “lo latinoamericano”, es también visible una limitada capacidad para integrar el aspecto cultural en su escenario analítico. Considerando que existe una importante producción de intelectuales en esa área y que también funcionan transnacionalmente. Aunque en la introducción, nombra dos o tres veces la importancia de México en esa tarea, el aspecto cultural es sobrepasado en su texto por el camino político e intelectual de la experiencia histórica latinoamericana7. Delinear los planteamientos de la historia latinoamericana y tomar la obra de Svampa, como un marco conceptual de “lo latinoamericano”, visto de forma mucho más compleja en relación a los procesos transversales y globales que subyacen en la región, es útil para posicionar aún más el desarrollo de un saber latinoamericano. Para la historia, queda un desafío de transformación epistémica de las escalas de observación histórica en que actúen los historiadores latinoamericanistas, en tanto tales. Dejando las barreras de lo nacional atrás, para comprender los procesos históricos desde una visión que exceda de los límites político-administrativos establecidos en las conformaciones de los recientes Estados nacionales de América Latina. Lo que en definitiva constituye un esfuerzo de redefinir el quehacer historiográfico en perspectiva latinoamericana.
6 SVAMPA, Maristella. Debates latinoamericanos. Indianismo, desarrollo, dependencia y
populismo. Buenos Aires: Edhasa, 2016, p. 37-46. 7 WEBBER, Jeffrey. “Teoría social desde el sur”. NewLeft review. N° 103, 2017.