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FACULTAD DE QUÍMICA
CLINOPTILOLITA ACTIVADA EN EL
PROCESO DE DESCONTAMINACIÓN Y
PURIFICACIÓN DE AGUAS
QUÍMICA INORGÁNICA
INTRODUCCIÓN.
Desde los últimos 15 años, en México se ha incrementado la contaminación del agua. Una gran
parte de esta contaminación es por metales pesados que provienen de aguas residuales industriales.
Se han encontrado altos niveles de As y Pb en algunas áreas del Estado de Sonora, especialmente
en Hermosillo (Wyatt et al., 1998). En Zacatecas, la presa el Pedernalino es un cuerpo de agua
contaminado por mercurio y otros metales pesados como Cu, Zn, Ag y Ni (Gutiérrez y Olguln,
2000).
El consumo de peces que contienen a estos metales pesados causa problemas neurológicos en niños
o disfunción del sistema nervioso y el mal funcionamiento del aparato reproductivo (Johnson et
al., 1998; Bergdahl et al., 1998). La acumulación de Cd en el hígado y riñón provoca la producción
de metalotioneina lo que causa un cambio significativo en la homeostasis de Zn y Cu, que son
importantes en la función y formación de los huesos (Honda et al., 1997). La presencia de metales
en el ambiente, inhiben el crecimiento de microorganismos y la actividad de las enzimas, causando
un detrimento sobre la purificación del agua por procesos microbiológicos.
El mercurio es uno de los metales pesados más tóxicos, que se conocen como contaminante del
ambiente. Se encuentra en múltiples clases de minerales y se recupera principalmente del mineral
cinabrio (HgS) al calentarlo al aire (Ladou, 1999; Lebel et al.,1997; Dickson, 1986). Este metal no
es un elemento esencial para el hombre. La intoxicación por el metal es el resultado de la
transformación de su forma inorgánica, a su forma metilada para dar metilmercurio. El mercurio
se acumula en el tejido de los peces mil veces más que en el agua y se encuentra como
metilmercurio (Wild et al., 1997)
Las zeolitas son aluminosilicatos que tienen una alta selectividad por cationes de los metales
alcalinos, alcalinotérreos, metales pesados y algunos radionúclidos
Muchos investigadores han aprovechado a las zeolitas, para la remoción de metales pesados del
agua (Zamzow et al., 1990; Zamzow y Murphy, 1992; Pavón et al., 2000; Curkovic et al., 1997).
La clinoptilolita mexicana que tiene una aplicación amplia en la remoción de metales pesados de
medios acuosos por intercambio iónico o por procesos de adsorción.
ZEOLITAS.
Las zeolitas son aluminosilicatos cristalinos hidratados, que pueden ser de origen natural o
sintético. Las zeolitas naturales se formaron como resultado de las erupciones volcánicas mediante
reacciones hidrotérmicas de rocas volcánicas de silicio y ricas en álcalis. Los antecedentes
geológicos sugieren que las zeolitas se generan a partir de un magma basáltico rico en SiO2, cuando
sufre una violenta caída de temperatura (Smart, 1995).
El término "zeolita" fue utilizado inicialmente para designar a una familia de minerales naturales
que presentaban, como propiedades particulares, el intercambio de iones y la deshidratación
reversible de agua. Esta última propiedad dio origen al nombre genérico de zeolita, el cual deriva
de dos palabras griegas, zeo: que ebulle, y lithos: piedra (Giannetto, 1990).
En general, las zeolitas son aluminosilicatos cristalinos cuya estructura permite la formación de
cavidades con dimensiones de 6 a 12 Á. Dentro de éstas existen posiciones que pueden ser
ocupadas por iones y moléculas de agua, compensando de esta manera el exceso de carga negativa.
Por otra parte, esta estructura microporosa o de cavidades, permite la transferencia de materia entre
el espacio intracristalino y el medio que lo rodea. Esta transferencia está limitada por el diámetro
de los poros o cavidades de la zeolita, ya que sólo podrán ingresar o salir del espacio intracristalino,
aquellas moléculas cuyas dimensiones sean inferiores a un cierto valor crítico, el cual varía de una
zeolita a otra y está dado por el tamaño de poro (Arellano, 1994).
Las zeolitas, de manera general, están compuestas por aluminio, silicio, sodio, calcio, magnesio,
potasio y agua. Las propiedades físicas proveen aspectos únicos para una variedad amplia de
aplicaciones prácticas.
El estudio de las zeolitas naturales en México data de aproximadamente 20 años. Su sola mención
resulta bastante inusual para la generalidad de la sociedad, lo que es desafortunado ya que en este
país existen grandes yacimientos en diversos sitios, por ser precisamente su origen de tipo
volcánico, Por ende, en varias partes de la República Mexicana se han generado una serie de
investigaciones sobre zeolitas naturales, que han repercutido en el avance del estado del arte sobre
esta materia (Maubert, 2003).
Más del 50% del territorio nacional está formado por secuencias volcánicas del terciario y/o
Plioceno-Cuaternario. Estas secuencias afloran extensivamente en estados del noroccidente
(Sonora, Chihuahua, Durango, Sinaloa), y occidente de México (Jalisco y Nayarit), en México
central (Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro e Hidalgo) y sur de México (Guerrero
y Oaxaca) (Ortiz, 2001).
Los depósitos de zeolitas más estudiados y posiblemente de mayor importancia en México son los
de Sonora y Oaxaca. Existen otros depósitos en los estados de Guanajuato, San Luis Potosí,
Tlaxcala, Veracruz, Guerrero, Michoacán y Puebla, y posiblemente también en Durango (Ortiz,
2001).
Las zeolitas como materiales industriales se usan ampliamente en los países desarrollados como
intercambiadores de iones, adsorbentes y catalizadores. Así, por su capacidad de intercambio
iónico, las zeolitas naturales (clinoptilolita, mordenita, chabasita) pueden usarse para: 1) la
reducción de la contaminación ambiental en las aguas residuales industriales y municipales; 2) el
proceso de reducción de la dureza del agua; 3) el mejoramiento de la productividad agrícola, como
fertilizantes.
Las zeolitas adsorbentes se usan como desecadores de gases y en la separación de aire (mordenita,
clinoptilolita). El área más importante de aplicación está en la catálisis heterogénea, en particular
en el “craqueo” catalítico (erionita, mordenita). Se conocen también algunas nuevas aplicaciones
de zeolitas en la medicina (medicamentos con propiedades microbicidas), agricultura (sustratos
hidropónicos en agronomía, descontaminación de suelos), construcción (agregados ligeros en la
fabricación de cemento, ladrillos y otros materiales), acuacultura (inhibición de la proliferación de
hongos y bacterias).
Las zeolitas han tenido un gran número de aplicaciones industriales y domésticas (Tsitsishvili
1992) tales como:
a) Secar y purificar efluentes de líquidos y gases, a fin de mejorar la calidad de materias primas y
productos finales.
b) Enriquecer el aire con oxígeno, por la alta selectividad que presentan al nitrógeno (02-N2).
c) Descontaminar efluentes radiactivos.
d) Filtrar agua potable y purificar efluentes contaminados.
e) En la industria del papel para producir papel muy poroso.
f) Complemento alimenticio para aves y cerdos.
g) Soporte de microorganismos para reactores biológicos en el tratamiento de aguas residuales.
h) Catalizador en la separación de gasolina a partir de metanol.
i) Aditivos en detergentes para disminuir sus efectos nocivos.
La clinoptilolita se encuentra asociada con diferentes minerales principalmente con pirita, halita,
mordenita, heulandita, ferrierita, dechiardita y filipsita, entre otros.
Los iones calcio y sodio, ocupan dos sitios (M1 y M2) en los canales A y B de la heulandita y
clinoptilolita. En la estructura de la clinoptilolita, además, hay dos sitios: M3 ocupados por K, y
M4 ocupados por Mg.
El agua es necesaria para la vida, como medio en donde todos los procesos metabólicos ocurren.
El agua es la responsable de disolver los nutrientes y de distribuirlos a las células, regula la
temperatura del cuerpo y descarga los productos de desecho. La tierra es el único lugar del universo
donde el agua líquida existe, en cantidades sustanciales
Por muchos años los geólogos creían que el agua venía de la erosión de las rocas y de las
actividades volcánicas. Sin embargo, recientemente se ha señalado que 43,000 cometas helados,
cada uno del tamaño de una casa, llegan diariamente a la atmósfera de la tierra, se funden en la
estratosfera y aportan 40 toneladas de agua. La cantidad total del agua en la tierra se mantiene
constante debido al ciclo hidrológico. Éste proceso suministra agua fresca a la tierra y juega un
papel vital para la creación de un clima habitable (Cunningham, 1999).
Cualquier agente físico, químico o biológico que se modifique, cambia la calidad del agua y cuyo
efecto sea nocivo para los seres vivos, se puede considerar como contaminación. En el ciclo
hidrológico la evaporación del agua constituye un proceso netamente purificador. Sin embargo, en
su calda en forma de lluvia, el agua inicia un proceso de contaminación (Lapeña, 1999). El agua
superficial está más fácilmente expuesta a la contaminación derivada de la actividad humana y
puede contener, además de materia orgánica, todo tipo de productos de origen industrial o agrícola.
En la tabla 1.4 se muestran algunos efectos tóxicos que los metales pesados provocan en los seres
vivos, animales y plantas desde el punto de vista ambiental (Droste, 1997).
Tabla 1.4 Toxicidad de los metales pesados
Metal Toxicidad
Arsénico
Toxicidad crónica y aguda a seres humanos. Tóxico a todos los
seres vivos.
Cadmio
Acumulativo, extremadamente tóxico a humanos y animales.
Afecta a todos los seres vivos.
Cromo Cr (VI) es tóxico a seres humanos. Tóxico a plantas.
Cobalto Toxicidad baja a los seres humanos.
Cobre Tóxico en niveles diferentes a las plantas y animales.
Plomo
Acumulativo en humanos y animales. La adsorción por ingestión
en los seres humanos es menor; una dosis alta en un tiempo
determinado no es un problema grave.
Mercurio
Tóxico a todas las formas de la vida. Mercurio se excreta
lentamente. Metilmercurio es 50 veces más tóxico que el mercurio
Níquel inorgánico.
Menor toxicidad oral a humanos. Tóxico a las plantas y animales.
Plata
Se acumula en tejidos humanos y coloración de la piel (argyria).
Tóxico a organismos acuáticos.
Zinc
A concentraciones elevadas es tóxico a las plantas. Toxicidad
aguda y crónica de los organismos acuáticos.
Al mismo tiempo se tienen incrementos en la actividad biológica (se reduce el número de bacterias
coliformes y mesofílicas); mejora la eficiencia hidráulica (disminuye en 1.5-dos veces la caída de
la presión); aumenta la utilización de los nutrientes y del oxígeno; y se mejora notablemente la
estabilidad de los lodos, gracias a la formación de flóculos alrededor de las partículas zeolíticas,
en tanto se aceleran sustancialmente los procesos de degradación biológica y nitrificación.
Los flóculos bien conformados y de tamaño pequeño que se forman alrededor de los granos de las
zeolitas, permiten utilizar en forma más extensa, los nutrientes y el oxígeno contenido en las aguas
de tratamiento.
Entre las ventajas que ofrecen las zeolitas, se pueden señalar las siguientes:
Mediante el uso de zeolitas en los procesos de tratamiento de aguas, pueden ser reemplazados los
procesos de aceleración por otros de alta velocidad, sin que empeoren las propiedades, de flujo de
los lodos. Las aguas de desecho previamente tratadas se hacen pasar por los filtros que contienen
la cama de zeolitas, y éstas retienen los contaminantes como el amonio (NH4), a través de un
proceso de intercambio catiónico. Además, el filtro zeolítico retiene la mayoría de los sólidos
suspendidos; y de esta manera, la demanda bioquímica de oxígeno (DBO) y la demanda química
de oxígeno (DQO) disminuyen, reduciendo la cantidad de bacterias coliformes. Las zeolitas
también reducen considerablemente los olores y sabores desagradables que provoca la polución.
Los cationes de calcio (Ca) y Magnesio (Mg) son removidos de las estructuras de las zeolitas,
mediante un proceso de intercambio iónico por iones de sodio (Na) que causan dureza. Las zeolitas
se colocan en los filtros de la misma manera que la arena, y pueden, además, con bastante
efectividad, remover el Fe, (Torri,1978).
No obstante que la clinoptilolita natural presenta una capacidad de intercambio iónico menor que
las resinas de intercambio, este defecto o deficiencia es compensado por la gran selectividad que
manifiesta por los iones de amonio (NH4). Además, el uso de las resinas se ve limitado por el gran
volumen de desechos ácidos que se forman durante los procesos de regeneración, razón por la cual,
su utilización como aguas de reciclaje se nulifica.
Las zeolitas naturales tienen capacidad para eliminar de 7,000 a 12,000 gramos de dureza por
metro cúbico, cediendo en este renglón a las zeolitas sintéticas, que son capaces de remover de
20,000 a 60,000 gramos de dureza por metro cúbico. Sin embargo, su costo es demasiado elevado
en comparación con las naturales.
La dureza del agua depende de la presencia en ella de sales que contienen metales bivalentes,
especialmente magnesio (Mg) y calcio (Ca), y puede ser temporal o permanente. La primera está
relacionada a la presencia en las aguas de bicarbonato que se descomponen bajo la acción de la
temperatura, formando carbonatos, oxicarbonatos, e hidróxidos insolubles. La suma de las durezas
temporal y permanente da como resultado la dureza total de las aguas. La dureza del Mg representa
aproximadamente una tercera parte de la dureza total, en tanto que las otras dos terceras partes,
corresponden a la dureza del Ca.
Uno de los factores importante y que influyen notoriamente en la purificación del agua tratada con
zeolitas por medio del intercambio iónico, es el pH. Por ejemplo, en un medio alcalino, gran parte
del amoníaco diluido se encuentra como NH4OH. Estas moléculas se caracterizan por tener un
grado de disociación muy bajo; y, además, la efectividad de extracción del amoníaco disminuye
bruscamente; no obstante que la clinoptilolita presenta una capacidad de intercambio iónico menor
que las resinas sintéticas. Este defecto o deficiencia, es compensado por la gran selectividad que
manifiesta por los iones de amonio.
Para purificar aguas residuales que contienen nitrógeno amoniacal (NH3-N), y que previamente
han sido sometidas a un proceso de tratamiento fisicoquímico y biológico, se recomienda en primer
lugar, que las aguas que contienen iones de amonio sean pasadas por filtros con zeolitas. Las
zeolitas, una vez agotado su ciclo de trabajo, deben ser regeneradas con soluciones salino-ácidas
y salino-básicas; y posteriormente, deben ser lavadas rigurosamente con agua limpia.
Los nitratos o sulfatos que se forman durante el proceso de regeneración àcida, pueden ser
utilizados corpo fertilizantes en la agricultura (Tarasievich, 1979),
Las zeolitas presentan grandes ventajas respecto a otros tipos de materiales filtrantes, gracias a la
gran afinidad que manifiestan por los cationes de potasio, amonio, calcio, estroncio, níquel, plomo,
y otros. Además, son resistentes a la acción degradante del cloro y del yodo, los que, entre
paréntesis, tienen propiedades cancerígenas.
Las zeolitas se distinguen, además, por una posición muy característica y particular del átomo de
aluminio en sus estructuras. El átomo de aluminio juega un papel muy importante y semejante al
papel que desempeñan los átomos de silicio; y, por lo tanto, puede ser incluido dentro del
complejo radical de tipo aluminosilíceo. En otros compuestos, su posición y papel son idénticos
a los cationes típicos de las bases, y particularmente, a los átomos de magnesio.
De la composición química, dependen también otras propiedades de las zeolitas. Por ejemplo, la
estabilidad térmica de la malla cristalina, la resistencia a los medios ácidos, la capacidad de
adsorción, y la interacción con sustancias contaminantes del medio ambiente.
En la descontaminación de aguas negras, mediante procesos de dilución de las mismas, se consume
hasta tres veces más agua pura al año que para todas las demás necesidades del hombre. Por esta
razón, se debe prestar toda la atención posible a los procesos dirigidos a descontaminar los
depósitos contenedores de agua, como son los estanques, lagos, ríos, y otros. Las aguas negras y
las aguas residuales de industrias fungen como fuentes bacterianas y biológicas de las sustancias
que contaminan el medio ambiente, deteriorando especialmente, los mantos freáticos y el subsuelo.
Las sustancias contaminantes contenidas en las aguas residuales o de desechos industriales, se
pueden dividir en insolubles, solubles, y coloidales. A su vez, las sustancias contaminantes pueden
ser de origen mineral, orgánico, bacteriano, y biológico. Entre las sustancias contaminantes de tipo
mineral, se cuentan las partículas arcillosas, la escoria, las menas, y las soluciones acidas, alcalinas,
y salinas. Por su parte, las de tipo orgánico están representadas por restos de plantas, tejidos
animales, excreciones fisiológicas humanas y animales, etc.
Mediante el uso de zeolitas enriquecidas con iones de sodio, se logra eliminar hasta un 25% más
de amoníaco contenido en aguas residuales que cuando se usan zeolitas no modificadas. En función
de las condiciones hidráulicas, se pueden usar filtros gravitacionales abiertos con flujo ascendente
o descendente, con cargas de 60-1.80 m., y gastos de 100-120 L/min/m2 en el caso de los primeros
y de 160-320 L/min/m2 para los segundos.
En condiciones normales, los canales y cavidades que conforman las estructuras de las zeolitas
están llenos de cationes y moléculas de agua. Se podría creer que la relativa facilidad con que se
realiza el intercambio iónico pudiera causar un cierto desorden en la ubicación de los cationes y
moléculas de agua que forman parte del esqueleto de las zeolitas. No obstante, se ha demostrado
por medio de diversas mediciones fisicoquímicas, que la mayoría de las moléculas de agua y de
los cationes, ocupan posiciones muy determinadas dentro del volumen de la carcasa zeolítica.
Para la purificación de aguas residuales que contienen amoniaco y que previamente han sido
sometidas a tratamientos fisicoquímicos y biológicos, se realiza lo siguiente:
Purificar el agua que contiene amoniaco, haciéndola pasar por filtros que contienen clinoptilolita.
Regenerar las capas de la zeolita tratada con una solución de NaCl y su posterior lavado con agua
limpia.
Restablecer la solución de regeneración con una solución alcalina, y someter a soplado con aire el
amoniaco.
Sedimentar en el estanque correspondiente, el carbonato de calcio y el hidróxido de magnesio que
se forman a partir de la solución alcalina.
Adsorber con ácido sulfúrico el amoniaco desprendido, para formar sulfato de amonio, que puede
ser usado como fertilizante en la agricultura (Tarasievich, 1979).
Estudios de minerales que contenían clinoptilolita de la Región de Dregvi (URSS de Georgia),
permitieron, con base en los resultados obtenidos, determinar que estas muestras tenían ventaja
muy notoria en comparación con las arenas silicas. Por ejemplo, la capa filtrante de zeolitas tenía
no sólo mayor porosidad y capacidad para eliminar impurezas, sino también disminuía casi al
doble la caída de presión, y se incrementaba el ciclo de trabajo. Además de reducirse la cantidad
de agua necesaria para el lavado del filtro, existe la posibilidad de purificar aguas con altas
concentraciones de partículas en suspensión. Con base en los datos logrados, se proyectó una
planta de tratamiento de aguas con una capacidad de 10,000 m3 al día.
Una planta de tratamiento de aguas residuales, a base de zeolitas activadas, puede ser dividida en
dos grandes etapas de proceso. Una primaria de retención de sólidos y acondicionamiento de la
corriente líquida; y una secundaria de purificación de ésta a los límites establecidos por la norma
de calidad oficial. En términos generales, el tratamiento es el siguiente.
Etapa Primaria
La corriente de descarga del drenaje se hace pasar por un registro, en el cual una reja metálica
retiene todo objeto grueso que se arrastra como desperdicio (residuos plásticos, basura, etc.). El
filtrado se recibe en una primera fosa de sedimentación, en la cual las partículas sólidas, mayores
de unas 100 micras, son colectadas en el fondo por gravedad. Una cama de zeolitas es utilizada
para reducir los malos olores resultantes del proceso de septificación de la materia orgánica. El
tiempo de residencia recomendable es de 8 horas, asegurando la clarificación del líquido.
Por sus propiedades especiales, las zeolitas actúan tanto como un tamiz molecular, reteniendo
partículas de tamaño mayor de 8 Armstrongs (1 x 10-8 cm.), como una unidad de intercambio
iónico En el primer caso, los sólidos más pequemos (microorganismos), como son los virus, con
tamaños mínimos de 30 Armstrong, quedan retenidos en el entramado del mineral. En el segundo
caso, el proceso se efectúa en tres etapas seriadas, que son las siguientes.
Etapa Secundaria
a) Ablandamiento
La zeolita activada intercambia iones Na+ por iones Ca2+ y Mg2+, eliminando básicamente
la dureza del agua, definiendo al mineral por el radical R, La reacción es la siguiente.
b) Deshidroxidación
El mineral activado intercambia iones básicos (OH-) por radicales negativos (CO3),
principalmente eliminando la alcalinidad. La reacción es la siguiente.
c) Purificación Final
De las anteriores reacciones puede notarse que el pH del agua se neutraliza, ya que los iones
ácidos (H+) se combinan con iones básicos (OH-) generados. Además, las dos etapas
secuenciales causan una variación y un cambio brusco de la solución del pH, lo que destruye
la mayor parte de la fauna microbiana presente en la materia orgánica fecal inicial.
Un tercer paso de tratamiento con zeolita activada a base de sales de plata asegura la
eliminación de especies vivas contaminantes, dejando un líquido neutro (no corrosivo ni
incrustante) y libre de microorganismos patógenos. Este paso es equivalente al de cloración
usado por otros sistemas de tratamiento, pero sin la aplicación costosa y efectos secundarios
que causa el cloro.
El proceso de activación de las zeolitas naturales se realiza en reactores químicos, bajo condiciones
controladas de temperatura, presión, y tiempo de reacción, de acuerdo con un esquema discontinuo
(Batch).
Al saturarse el primero, el segundo entra en operación, haciendo el proceso continuo en todo
momento, mientras tanto, el primer tren realiza su ciclo de retrolavado y regeneración, a fin de
quedar listo para operar nuevamente cuando el segundo alcance su nivel de saturación. Este
esquema se repite alternadamente.
La capacidad de tratamiento de las zeolitas activadas es de 1.33 L/hora/Kg, por lo que cada unidad
está empacada con 1.5 toneladas de mineral. El peso específico aparente es de 1.7 toneladas/ms,
por lo que su volumen asciende a 0.88 m El factor de carga es de un poco más del 80%, ya que el
espacio restante es requerido para instalar los soportes, la tubería, y los accesorios de alimentación
y descarga de la corriente líquida.
Por otro lado, un adecuado patrón de distribución del líquido a través de toda el área de sección
transversal de la unidad exige de una relación no menor de 3 entre la longitud y el diámetro de la
unidad, con el objeto de evitar las canalizaciones del flujo en la cama de zeolitas.
De esta manera, las dimensiones de la unidad son de 0.75 m. de diámetro interior y de 2.25 m, de
longitud. Al estandarizar la unidad, es posible incrementar el gasto a manejar hasta cualquier valor,
instalando trenes adicionales en paralelo al módulo básico, lo que flexibiliza el diseño de las
plantas de tratamiento, y simplifica el de fabricación (en serie) de las unidades empacadas.
La materia prima está constituida por zeolitas crudas de tipo clinoptilolita, chabasita, y modernita,
principalmente; trituradas y clasificadas a un tamaño de partícula comprendido en un rango de 850
a 425 micras.
En cada tipo de zeolitas activadas, se utilizan reactivos químicos diferentes. Para las de tipo ácido,
el cloruro de sodio se prepara previamente en salmuera, siendo dosificada al reactor cargado con
el mineral. En las de tipo básico, se usa una solución de sosa cáustica preparada a partir de granalla
(sosa sólida en escamas). Por último, en las de tipo microbicida, se utiliza nitrato de plata en
solución formulada a partir de plata metálica y ácido nítrico.
Por supuesto, las condiciones de operación varían en cada caso. El tercer tipo de zeolitas activadas
es el de mayor complejidad, debido al cuidado con que debe manejarse el reactivo, por su elevado
costo.
El efecto filtrante de la arena es menor que el de las zeolitas, ya que los sólidos en suspensión son
retenidos entre los huecos de los granos, mientras que las zeolitas se filtran por los huecos
intramoleculares, moleculares, y entre los huecos de los granos.
Las zeolitas se pueden lavar y regenerar, por lo que su vida activa es larga.
Las resinas sintéticas se regeneran con soluciones acidas que son caras y contaminan los mantos
acuíferos.
Las zeolitas, en igualdad de volumen con las resinas sintéticas, tienen una capacidad de 30%
menos, y se regeneran con cloruro de sodio (sal común). Además, son polifuncionales y no sólo
retienen dureza, sino que también eliminan metales pesados, ya que la afinidad por compuesto es
como sigue: (de mayor a menor) Cr, Rb, NH4, Ni, Cu, Pb, Na, Mg, Al, Li.
El límite máximo de dureza que se recomienda para suavizar el agua de manera económica con
zeolitas es de 500 p.p.m.
Lo anterior permite indicar que las zeolitas son recomendables como pulidoras para eliminar las
impurezas, tales como: metales pesados, DBO, DQO, coloides, etc., que son eliminados por los
procesos con resinas sintéticas antes de hacer el desecho de éstas al drenaje. Las resinas sintéticas
generalmente rinden agua purificada ácida o básica. Las zeolitas entregan agua neutra.
El carbón activado sólo quita olores y color, siendo atacable por el yodo, cloro, ozono, y otros. La
regeneración de carbón es complicada y cara, las zeolitas tienen una capacidad de retención de
olor y color del 65-70% del carbón activado, pero es polifuncional removiendo simultáneamente
otras impurezas. Resiste el ataque del yodo, cloro y ozono. Se regenera fácilmente y a bajo costo.
VENTAJAS.
Las ventajas que tienen las plantas de tratamiento que utilizan intercambiadores iónicos naturales
modificados, son las siguientes.
e) Utiliza menos agua para su retrolavado. Tiene mayor porosidad en comparación con las
arenas filtrantes.
f) Los tiempos de operación son más prolongados entre las etapas de regeneración y
reposición de los intercambiadores iónicos naturales modificados. La regeneración se hace
igual que en las resinas sintéticas.
h) Reduce casi el 50% de la caída de presión, en comparación con las arenas silicas.
k) Presentan una resistencia mecánica, sólo superada por la dureza del cuarzo.
I
REFERENCIAS
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marzo 2018. http://www.bvsde.paho.org/sde/ops-sde/bvsde.shtml
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Fluoruro del agua”. Tesis de Maestría en Ciencias del Agua. CIRA, UAEM, Toluca, México.
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Jiménez Cedillo, M. (2004). “Caracterización de los minerales zeolíticos mexicanos”. Tesis de Licenciatura. Facultad
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Méndez Jiménez, O. L. 1997. “Aplicación y Evaluación de Clinoptilolita natural mexicana en suavizadores de agua
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