Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Por
TRABAJO DE INVESTIGACION
De la Especialidad Pastoral
Y relativo a la asignatura
19 de Octubre de 2017
INTRODUCCION
Los cambios sociales que han ocurrido en nuestro país, son muchos y forman parte de la
historia de nuestro país, nuestros orígenes, desarrollo, y avances, cada suceso va
quedando documenta como parte del cambio social de nuestro país.
Profundizaremos en los hechos del pasado hasta los más actuales con el fin de enumerar
los cambios sociales más significativos de nuestro país.
Antes de la conquista española el territorio era poblado por diferentes etnias indígenas,
específicamente: pipiles, lencas, mayas chortís, mayas pokomames, xincas, cacaoperas y
chorotegas; estás etnias habitaban en tres entidades territoriales siendo el Señorío de
Cuzcatlán el más importante y unificado de las tres entidades. El descubrimiento del
territorio lo realizó Andrés Niño en 1522, mientras que la conquista del actual El Salvador
comenzó en 1524 con la incursión infructuosa de Pedro de Alvarado al señorío de
Cuzcatlán y terminó en la década de 1540s con la total conquista y pacificación del señorío
poton o de lencas salvadoreños ubicado en la zona oriental, durante ese tiempo se dio la
fundación de las villas de: San Salvador, San Miguel de la Frontera y la Ciudad de los
Caballeros (actual San Martín Perulapán); tras la conquista se dio la organización de los
territorios conquistados dando inicio a la época colonial, la cual a su vez terminaría en
1821 con la Independencia de Centroamérica (incluyendo a todo el territorio que
actualmente es El Salvador).
Señorío Chorti (llamado Payaquí, término que es una síncopa de la frase chortí "Apay aq'
huinic op'" que quiere decir: 'hombres de idioma chortí',1 y que algunos autores lo han
llamado también como hueytlahto, Chiquimulja o Chiquimulha)2 era como una
confederación en donde el poder central, probablemente ubicado en Copan (la actual
Copán Ruinas, y que no debe ser confundido con el sitio arqueológico que data del
período clásico que era denominada por población maya como Oxwitik), era limitado
mientras que las provincias tenían un alto nivel de autonomía siendo prácticamente
independientes y solo se unían en tiempos de crisis; era poblado principalmente por
mayas chortís y que cubría parte del actual municipio de Metapan, gran parte del
occidente y centro del departamento de Chalatenango, el departamento guatemalteco de
Chiquimula y parte del suroccidente de Honduras.
Señorío Potón (que era denominado por lo pipiles como Popocatepet, al parecer su
nombre verdadero nombre era Manalaca o Malalaca), al igual que el territorio chortí era
como una confederación (su poder central probablemente estaba ubicado en
Mercotiquen, población extinta ubicada al sur del actual departamento de La Unión
cercana al golfo de Fonseca que contaba para 1548 con 400 habitantes, está y Usulután
eran las poblaciones más pobladas de esta zona pero muy probablemente está última
fuese una colonia pipil o se veía muy influenciado por los pipiles tal y como se ve en su
nombre que es nahuat o también es probable que su población se vio aumentada por la
traslación de otros indígenas a esa población sobre todo por ser la población más cercana
a la villa de San Miguel), cubría el área oriental de El Salvador y era poblado
principalmente por lencas hablantes del idioma potón y existían islas lingüísticas (pequeño
territorio dentro de la entidad territorial donde se hablaba otro idioma) donde se hablaba
cacaopera o chorotega.
Señorío de Cuzcatlán era la más importante y unificada de las tres entidades territoriales y
la única que puede considerarse como una verdadera nación ya que tenían un poder
central que residía en la ciudad de Cuzcatlán (actual Antiguo Cuscatlán) y tenía un poder
amplio sobre su territorio como para pedir tributos y formar grandes ejércitos; se ubicaba
entre el río paz y el río lempa pero su límite difería en algunas áreas de este último; se
dividía en 74 provincias y era habitado principalmente por pipiles, con islas lingüísticas en
el lado occidental donde junto con los pipiles habitaban mayas pokomames o xincas.3
Descubrimiento
En el curso del viaje Andrés Niño descubrió el golfo de Fonseca (el cual nombró en honor a
fray Juan Rodríguez de Fonseca), en donde desembarco en la actual isla de Meanguera a la
cual llamo Petronila. Posteriormente descubrió la desembocadura del río Lempa y siguió
navegando hasta el golfo de Tehuantepec en México.
En 1523 Hernán Cortés envió a Pedro de Alvarado a conquistar las naciones indígenas
ubicadas al sur del Imperio azteca liderando un ejército conformado además de españoles
por ejércitos aliados provenientes de Tlaxcala, Cholula, Quauhquehochollan, Otumba,
Cholula, pueblos del lago Texcoco que se los conocía como pueblos de Chinampas y
Tehuantepec; y ejércitos provenientes de México-Tlatelolco, Texcoco y México-Tenochtitlan
(a las cuales se les obligó a unirse después de haber sido conquistadas).
Mientras aún estaba en Iximche, Alvarado obligó a los Cakchiqueles que le entregaran una
esclava de origen pipil (debido a que los cakchiqueles le decían que el territorio de
Cuzcatlán estaba lleno de peligros) llamada Suchil, la cual le dijo que el territorio de
Cuzcatlán era muy bueno, rico y poblado por lo cual la llevó como guía; después Alvarado
fue a conquistar a los zutuhiles; y tras someter a Chiya (capital de los zutuhiles) y de recibir
a sus provincias sometidas, regreso a Iximche en donde recibió a provincias de la costa
pacífica que formaban parte del señorío de Atacat (cuya capital era la actual Escuintla,
llamado por lo naciones nahuas ubicadas en el actual México como Isquintepeque; y
denominada por los Cakchiqueles como Panacal, lugar de casas o como Panacaltepeque,
lugar en el cerro) que llegaron a rendirse ante él y a su vez a mencionarle que Atacat les
había ordenado que no se rindieran ante los españoles y que había otras provincias que
querían rendirse pero que Atacat no les dejaba pasar; tras está visita Alvarado consulto a
los señores de lo Cakchiqueles (el Ahpo Tzotzil Cahí Imox y el Ahpo Xahil Beleheb Qat) si
les parecía bien que fuese a conquistar Atacat a lo cual ellos accedieron, con ello partió a
la conquista de Escuintla, y después a la conquista de los territorios xincas de Atiepar,
Tacuilula, Taxisco, Nacendelan y Pazaco.
Escena del lienzo del Tlaxcala que muestra la entrada a Cuzcatlán por el ejército de Pedro
de Alvarado acompañado de un ejército de indígenas tlaxcaltecas, nótese que los pipiles
son representados de un modo más tosco (a comparación de los tlaxcaltecas) como
bárbaros e Chichimecas
Después de las anteriores conquistas realizadas por Pedro de Alvarado, llegó a las riberas
del río Paz y lo cruzó internándose en el territorio del Señorío de Cuzcatlán. Las primeras
poblaciones a las que llegó fueron Mopicalco y Acatepec a las cuales llegó el 6 y 7 de junio
respectivamente encontrándolas despobladas (según su Segunda Carta de Relación
enviada a Hernán Cortés), Sin embargo la residencia de Alvarado menciona que al llegar el
contingente de Alvarado a esas poblaciones los indígenas los recibieron sin embargo
Alvarado y su contingente tomaron algunos como esclavos y a otros los mandó a que les
trajesen comida pero no volvieron a la población.
El 13 de junio de 1524 partió con su ejército rumbo a Tacuzcalco, en donde se entabló una
desigual y cruenta batalla contra el ejército pipil, está batalla fue liderada por los
hermanos de Pedro de Alvarado mientras que el propio Alvarado observó el transcurso de
la batalla desde un lugar alto de la población; siendo vital para la batalla la ayuda de los
indígenas auxiliares con los cuales los españoles lograron ganar la batalla. Posteriormente
a la batalla los españoles descansaron durante un par de días y continuaron hacia
Miahuatan, que fue abandonada por sus pobladores, y luego llegaron a Atehuan (Ateos),
en donde recibieron una invitación de los señores de cuzcatlán para entrar en la ciudad.
Antes de continuar es de agregar que según el lienzo de tlaxcala hecho por los indígenas
tlaxcaltecas que acompañaron al ejército de Pedro de Alvarado, muestra que además de
pasar y librarse las batallas antes mencionadas se libraron otras batallas en el territorio del
Señorío de Cuzcatlán, las cuales son: las batallas de Cenzonapan (el mismo lugar donde
posteriomente se fundaría Sonsonate), Itzalco (que posteriormente sería dividida por los
españoles en Tecpan Izalco, actual Izalco, y Caluco Izalco, actual Caluco), Yopicalco (Opico)
y Xilopango (Ilopango).
El 17 de junio de 1524 llegó Alvarado a la ciudad de Cuzcatlán, en la cual fue recibido por
la población pero cuando se asentaron los españoles estos abandonaron la ciudad; según
Bartolomé de las Casas los españoles tomaron algunos indígenas como sirvientas y
Alvarado pidió que les llevase oro pero los indígenas llevaron hachas de cobre que tenían
algún oro, cuando Alvarado se dio cuenta de esto mandó a tomar prisioneros a los
indígenas, el señor de cuzcatlán y varios pobladores huyeron a las montañas cercanas.
Al final parece que abandono junto con su ejército el Señorío de Cuzcatlán debido a las
condiciones climática, vendiendo los esclavos para que con precio cubrir el de 11 caballos
muertos en las refriegas, destruyendo todas las poblaciones por donde pasaba y
regresando a Guatemala el 21 de julio de 1524.
Al ver las pretensiones de Pedrarías Dávila, Pedro de Alvarado mandó una expedición
liderada por su hermano Gonzalo de Alvarado para fundar una villa (aunque el territorio
del Señorío de Cuzcatlán aún no estaba plenamente conquistada) que se hizo acompañar
por Diego de Holguín, Francisco Díaz y Alonso de Oliveros como capitanes; la villa de San
Salvador fue fundada el 1 de abril de 1525 en un sitio desconocido, siendo su primer
alcalde Diego de Holguín, esta villa era prácticamente era un fuerte militar con
ayuntamiento. La única mención que se tiene de la villa es una mención que hace de ella el
gobernador y capitán general de Guatemala Pedro de Alvarado en la sesión del Cabildo de
la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala el día 6 de mayo de 1525 y que dice:
Que por cuanto él, en nombre de sus majestades, ha hecho elección en esta ciudad de
alcaldes y regidores, entre los cuales eligió por regidor a Diego de Holguín, el cual se fue
de está ciudad a vivir y permanecer en la villa de San Salvador de la cual es Alcalde...
En el mismo año de 1526, Pedro de Alvarado partió desde Guatemala y cruzó el río Lempa
para ir al actual departamento Hondureño de Choluteca donde se encontraba Hernán
Cortés. A su regreso Alvarado junto con Luis Marín (que dirigía un destacamento de Cortés
que planeaba regresar por tierra y que se encontró con Alvarado en Choluteca; Marín era
acompañado entre otros por Bernal Díaz del Castillo) cruzaron el río Lempa y
posteriormente tuvieron un enfrentamiento con un pueblo lenca llamado Chaparrastique
(ubicado probablemente en el departamento de Cabañas o en el noreste del
departamento de San Vicente) donde murió un soldado llamado Nicuesa y fueron heridos
tres indígenas auxiliares pero para no detenerse siguieron adelante al señorío de Cuzcatlán
donde intentaron pacificar el territorio donde había estado la villa de San Salvador, sin
éxito partieron hacia Guatemala.
(Jorge de Alvarado) dio orden para tener sujeta y de paz la provincia de Cuscatlán, que era
una de las más ricas y principales de la gobernación de Guatemala, que en ella se hiciese
una población de españoles, la cual dio por nombre villa de San Salvador, dejando a la
voluntad y albedrío de los oficiales que enviaba, la elección del sitio más conveniente que
les pareciese para siento del lugar. Eran muchos y muy nobles los españoles que salieron
de Guatemala para está jornada, que la fama de las riquezas de la provincia así en frutos
de la tierras como en minas, los cebó y obligó a dejar la apacible vivienda de Santiago de
Guatemala e irse a tierra no vista ni conocida y que entonces se llamaba de guerra.
Rebeliones menores
Por mayo de 1529, las poblaciones de Nahuizalco y Masahuat (la actual Santa Catarina
Masahuat) se sublevaron y además en el segundo mataron a un hombre principal de los
españoles que se decía fulano de Asturias, este levantamiento fue controlado por el
justicia mayor o teniente de gobernador de San Salvador Gaspar Arias Dávila que había
sucedido a Diego de Alvarado en el gobierno de la provincia.
En 1532 un ejército pipil se rebeló en la Costa del Bálsamo, ante este problema el 21 de
abril de 1533 Pedro de Alvarado envió a los capitanes Diego de Rojas y Pedro de
Portocarrero para que controlasen la situación en ese lugar, no hay más información sobre
está batalla. Posteriormente en enero de 1535 hubo otra sublevación en el territorio que
perteneció al Señorío de Cuzcatlan, ante está situación el ayuntamiento de San Salvador
presidida por el regidor Isidro Blasco, debido a la ausencia del teniente de gobernador
Jorge de Alvarado, eligió a Gonzalo Ronquillo para que controlase la situación, no hay
información acerca de está batalla.
Las Alcaldías Mayores antes dichas formaban parte de la Capitanía General de Guatemala
y está a su vez dependía del Virreinato de Nueva España. Por lo tanto desde la década
1540s se puede dar por iniciada la época Colonial, la cual terminaría el 15 de septiembre
de 1821 con la Independencia de Centroamérica.
LA INDEPEDENCIA DE EL SALVADOR
Este acontecimiento fue un total fracaso debido a la resistencia que pusieron los guerreros
Pipiles para forzar a Pedro de Alvarado a retirarse.
En El Salvador, a fines del siglo XIX (1870-1900), el cambio económico más importante fue
el desarrollo de nuevas actividades productivas en el área rural, tales como la minería y el
cultivo de café. Estas actividades económicas fueron promovidas por personas de distintos
sectores sociales, pero en especial por miembros de una elite emergente. Más que nada,
estos nuevos empresarios y productores buscaban beneficiarse de las oportunidades que
ofrecía la participación en los mercados de exportación y, también, de un mayor mercado
interno. Esto podría lograrse siempre y cuando se introdujera o se aumentara la
producción de productos como De estos productos, el café fue el de exportación de mayor
crecimiento y el que más ganancias generó para los productores, beneficiadores y
comerciantes. Aunque el café se producía en pequeña escala desde antes de la
Independencia, por varias razones no se expandió su producción sino hasta la década de
1860. En periódicos, como El Salvador Regenerado, de mayo de 1846, se afirmaba que dos
fuentes de riqueza que preparaban “a los cuscatlecos dias mui venturosos” eran la minería
y el café. “El café –afirmaba el editorial de dicho periódico– hace al presente la
prosperidad de Costarica (...). El café puede también hacer la prosperidad de El Salvador
porque tiene los mismos elementos, y aun posee ventajas superiores a Costarica” pieles,
azúcar, café, plata, maíz y frijol.
mencionan la producción de café en pequeña escala por parte de los indios de occidente y
de otros individuos que buscaban comenzar su producción en gran escala. Durante las
décadas de 1870 y 1880, la producción continuó creciendo, pero con algunos reveses,
pues uno de los problemas que los productores siempre enfrentaron fue el de las
fluctuaciones en la demanda y el precio del café en los mercados internacionales. Ante
esta eventualidad, el que logró el éxito fue aquel productor que se mantuvo constante,
sorteando los malos tiempos y preparándose para el momento oportuno. Para muchos
salvadoreños y salvadoreñas, el aumento en la producción de café y la producción
comercial de otros productos agrícolas y la ganadería significó un mayor acceso a los
bienes de primera necesidad y hasta un aumento en el nivel de consumo de bienes
importados o manufacturas locales. Para otros, un grupo más reducido de productores y
comerciantes, su participación en la producción de café, azúcar y ganado significó alcanzar
cierta riqueza, mientras que algunos otros productores, especialmente los más pequeños,
siempre corrían el riesgo de perder sus propiedades por deudas que no podían pagar.
A los sectores más acaudalados, la economía comercial les permitió utilizar la tierra y el
trabajo de la población campesina para engrandecer constantemente sus riquezas.
Asimismo, su consumo de productos importados aumentaba, como también sus
facilidades para viajar a otros países y enviar a sus hijos e hijas a estudiar fuera de El
Salvador. Por supuesto que no todos los empresarios, inversionistas o especuladores de
fines del siglo XIX lograron convertirse en acaudalados capitalistas; muchos perdieron, al
igual que otros de menos recursos, en el juego del mercado.
No fue suficiente, por supuesto, que haya habido una demanda en el mercado mundial
para que el “grano de oro” se impusiera por encima de todos los otros productos de
exportación de El Salvador. Para establecer una producción cafetalera de cualquier
tamaño, un factor determinante fue la obtención de tierras de suficiente altura y fertilidad
como para permitir el crecimiento y la productividad óptimos del árbol de café. A
mediados del siglo XIX, El Salvador tenía muchas tierras adecuadas para el café, pero la
mayor parte de estas nunca habían sido explotadas, excepto para la extracción de maderas
y la caza de animales.
Antes de que fueran utilizadas para el café, muchas de estas tierras altas del occidente,
centro y oriente del país estaban cubiertas de bosques de distintos tipos. Los empresarios
o agricultores que quisieran establecer una finca de café primero tenían que preparar el
terreno para la siembra de las plantitas, que previamente habían sido atendidas en
semilleros. Parte de esa preparación consistía en despejar los suelos mediante la tala de
algunos árboles, dejando en pie otra cantidad considerable que se conservaba para dar
sombra a los cafetales.
Los productores también tenían que asegurar suficiente mano de obra para cuidar los
árboles y limpiar los cafetales regularmente. Cuando los árboles comenzaban a producir
granos de café, a los cinco o seis años de haber sido sembrados, el productor tenía que
obtener suficiente mano de obra durante los meses de cosecha (generalmente de
diciembre a febrero) para recoger todo el café y hacerlo llegar a los comerciantes o
beneficiadores.
Esta mano de obra podía provenir de los propios miembros de la familia del productor o
de trabajadores a quienes se les pagaba de acuerdo con el peso del grano que recogieran.
En esta labor participaban adultos y niños de ambos sexos, pero en especial figuraban las
mujeres y muchos trabajadores de la vecina República de Guatemala que venían a trabajar
a El Salvador por unos meses al año. Además del cultivo propiamente dicho, la producción
de café incluía una fase industrial mediante la cual se despulpaba la semilla y se secaba
para que quedara solamente el grano. Al principio, durante los años de 1860 a 1880, no se
usaba maquinaria compleja para este proceso. Existían unas máquinas pequeñas para
despulpar y secar, algunas de las cuales fueron inventadas en El Salvador. A medida que
Para iniciar los trabajos del ciclo agrícola, muchos de los productores de café a menudo se
endeudaban con los comerciantes, beneficiadores o exportadores. Comprometían la
próxima cosecha para pagar el préstamo. Si el precio del café subía, el productor lograba
cancelar el préstamo sin problema; pero si el precio bajaba, no podía hacerlo. Si estas
deudas se acumulaban, los productores podían terminar perdiendo sus tierras a manos de
sus acreedores. Esto dificultaba especialmente la participación de los pequeños
propietarios en la producción cafetalera, pues, como no existían bancos que les prestara
dinero, casi siempre tenían que depender de comerciantes o terratenientes grandes que
cobraban tasas de interés de hasta el 2% mensual.
Los departamentos cafetaleros siempre han sido los mismos: Santa Ana, Ahuachapán, La
Libertad, Usulután y, en menor grado, La Paz y San Vicente. Y aun dentro de estos
departamentos existen zonas costeras y otros terrenos planos que nunca han sido
utilizados para la producción de café. La producción cafetalera empezó casi siempre en las
afueras de las ciudades (Santa Ana, Ahuachapán, Santa Tecla, Santiago de María) y se
extendió hacia el interior, llegando a veces a ocupar tierras en municipios aledaños. Las
fincas de café durante el siglo XIX no eran muy grandes, solo unos pocos productores
tenían fincas de más de veinte o treinta hectáreas.
fue reformando las leyes que tenían que ver con la tenencia de la tierra y con la agricultura
en general. Debe recordarse que El Salvador pasó a la vida independiente con unas leyes
de tenencia y ocupación de suelos que se habían heredado de tiempos de la Colonia. Esta
tradición legal buscaba conciliar los intereses de hacendados y grandes productores con
los de las comunidades campesinas indígenas y ladinas. Por eso, en la Colonia cada pueblo,
ya fuera denominado oficialmente indígena o ladino, recibía alrededor de 40 caballerías de
terreno en forma de ejidos. Después de la Independencia, el Gobierno salvadoreño siguió
protegiendo el derecho de los pueblos a poseer ejidos y, eventualmente, les garantizó el
control sobre sus propias tierras, llamadas legalmente desde 1867 “comunidades”, cada
una con su propia personería jurídica.
No obstante, entre ellos hay quienes se ven obligados, por sus escasos recursos, a llevar
una vida austera, y otros, con ingresos suficientes, pueden darse algunos lujos.
Profesionales, empleados públicos, maestros, intelectuales, oficiales del ejército, dueños
de talleres artesanales y comerciantes citadinos integran este grupo.
Un buen número de integrantes de las capas medias surgieron gracias al desarrollo del
mundo de los negocios. El desarrollo de las relaciones mercantiles y, en particular, la
importación masiva de bienes manufacturados permitió que en las ciudades,
especialmente en San Salvador, se desarrollara un fuerte sector de comerciantes. Esto hizo
necesario un aumento sustancial del número de profesionales tales como economistas,
contadores, notarios y abogados, todos los cuales, en términos generales,
Con anterioridad a la expansión cafetalera, los campesinos producían la mayor parte de los
bienes que consumían, incluso las telas, la ropa y las herramientas de trabajo. Pero el
desarrollo de la caficultura estuvo acompañado de una tendencia a la especialización de
cada una de las unidades productivas, es decir, el campesino y su familia se dedicaron casi
exclusivamente a labores agrícolas, mientras que sus El auge del café significó que mucha
más población podía vivir en las zonas urbanas, pues las zonas rurales generaban mucha
más riqueza que necesidades de productos elaborados fueron satisfechas por otros
productores especialistas (zapateros, tejedores, sastres o herreros). Los jornaleros,
carentes de medios de producción, no tuvieron más remedio que acudir al mercado para
adquirir su ropa y sus instrumentos de trabajo. Si bien individualmente no contaban con
gran capacidad de compra, en su conjunto elevaban las ventas.
El período de los Meléndez Quiñónez fue de mucha actividad para las organizaciones de
trabajadores. Si el lector o lectora revisase los periódicos de entonces, se sorprendería del
auge que había adquirido la formación de organizaciones de trabajadores.
Después del derrocamiento del dictador, ocupó el gobierno el general Andrés Ignacio
Menéndez, el cual al intentar hacer elecciones libres, fue derrocado el 21 de octubre de
1944. Asumió la presidencia el coronel Osmín Aguirre y Salinas, que convocó elecciones
presidenciales en 1945. La oposición afirmó la victoria de su candidato Miguel Tomás
Molina, pero los militares proclamaron el triunfo del general Salvador Castaneda Castro.
Entre 1945 y 1948, el breve gobierno de Castaneda Castro, continuó muchas de las
políticas del gobierno dictatorial de Martínez.40
Los gobiernos de Osorio y Lemus pudieron llevar a cabo sus planes sociales y obras de
infraestructura gracias a un período de bonanza en los precios del café y a la introducción
de un nuevo cultivo bastante rentable: el algodón. Cuando al final de la década de 1950 el
precio del café decayó, el gobierno de Lemus entró en crisis y fue derrocado el 26 de
octubre de 1960.26
Luego del derrocamiento de Lemus, hubo dos breves gobiernos provisionales: la Junta de
Gobierno (octubre de 1960-enero de 1961), controlada por oficiales militares próximos a
Óscar Osorio, al que se incorporaron civiles progresistas. La Junta fue derrocada y
sustituida por el Directorio Cívico Militar (enero de 1961-enero de 1962), formado por
oficiales y civiles conservadores. En 1962 se redactó una nueva Constitución, que prohibía
"las doctrinas anárquicas y contrarias a la democracia", prohibición que los gobiernos
militares aplicaron en contra del Partido Comunista Salvadoreño y de los movimientos de
izquierda. En abril de ese año, se convocaron elecciones presidenciales. Se fundó un nuevo
partido oficial del régimen militar, el Partido de Conciliación Nacional (PCN) que llevó al
gobierno al coronel Julio Adalberto Rivera (1962-1967). Bajo Rivera, El Salvador se adhirió
al programa de la Alianza para el Progreso, impulsado por la administración de John F.
Kennedy para contrarrestar la oleada de movimientos guerrilleros y fuerzas de izquierda
inspiradas en la revolución cubana en 1959.
Mediante lo que se constituyó como una política de desarrollo, Estados Unidos aprobó
préstamos para la construcción de infraestructuras económicas para modernizar la base
atrasada del Estado salvadoreño. Durante este período se planificaron y construyeron
obras de infraestructura: el muelle de Acajutla, el aeropuerto internacional de El Salvador,
el Hospital Bloom, la autopista a Comalapa, nuevas instalaciones del Instituto Francisco
Menéndez, etc. El tipo de cambio permaneció estable, así como los índices de precios; la
emigración hacia el exterior (particularmente a los Estados Unidos) y las migraciones
internas hacia los centros urbanos no fueron particularmente significativas.
El coronel Fidel Sánchez Hernández fue electo presidente para el período 1967 -1972. En
este período, Estados Unidos también envió un grupo de asesores militares para organizar
lo que más tarde se conoció como la Organización Democrática Nacionalista (ORDEN),
siglas bajo las cuales se organizaron a grupos paramilitares. La introducción de ORDEN
intensificó la represión hacia la población civil, involucrando a miembros activos del PCN,
los cuales fueron denominados "orejas" por la gente común, por su labor de informantes
del régimen militar.
En este contexto, Estados Unidos enfocó su política a la neutralización de los posibles focos
de comunismo. Así fue como Estados Unidos envió a un grupo de asesores técnicos del
Instituto Americano del Desarrollo del Sindicalismo Libre, IADSL, para crear dos
organizaciones populares que, según sus cálculos, se "encargarían" de hacer su trabajo: la
Unión Comunal Salvadoreña, UCS, y la Asociación Nacional de Indígenas Salvadoreños,
ANIS. A estos dos grupos, Estados Unidos les facilitó créditos para la compra de tierras e
insumos para la producción agropecuaria, y luego bajo la presidencia del coronel Arturo
Armando Molina los convirtieron en los principales beneficiarios de la Reforma Agraria.
Pero la dimensión de este proyecto no fue significativa, ya que el número de cooperativas
formadas fue insignificante, además de no haber tenido cobertura nacional, debido a que
la naturaleza de proyecto respondía a la política de Estados Unidos en el área. Luego de
establecidas, estas dos organizaciones fueron afiliadas a la AFL-CIO estadounidense.
En 1969 se produjo la “Guerra de las 100 horas” con la invasión del sur de Honduras por el
Ejército y la Aviación salvadoreña. Este conflicto tenía su origen en la década de 1920,
cuando miles de salvadoreños emigraron a Honduras en busca de mejorar sus condiciones
de vida. A finales de la década de 1960, el gobierno hondureño estaba bajo presión de
organizaciones populares demandando una reforma agraria. A la comunidad salvadoreña,
que sobrepasaba los 3,000, le fueron confiscados negocios y propiedades. Esto generó un
clima de violencia contra los salvadoreños, con la aprobación del gobierno de turno de
López Arellano. El Salvador tomó acción y el 14 de julio de 1969 invadió Honduras. Las
Fuerzas Armadas de El Salvador, comandadas por el general José Alberto “El Chele”
Medrano, capturaron 1650 km² de territorio hondureño, entre ellos Nueva Ocotepeque,
territorio que fue restituido en agosto de ese mismo año. Fuentes estiman que en esta
guerra murieron más de 2.000 personas. La guerra fue etiquetada erróneamente por
periodistas extranjeros como la "Guerra del Fútbol", pues su inicio coincidió con una
escaramuza generada entre los hinchas de las selecciones de ambos países después del
tercer encuentro del campeonato por la eliminación hacia la Copa del Mundo 1970.41
Durante la década de los 1970, la situación política que desembocó en la guerra civil
comenzó a configurarse. En abril de 1970, una corriente interna del Partido Comunista
Salvadoreño se separó para formar las Fuerzas Populares de Liberación "Farabundo Martí"
(FPL). En 1971, "el Grupo" una organización de jóvenes universitarios, antecedente del
Ejército Revolucionario del Pueblo, secuestraron y asesinaron al empresario Ernesto
Regalado Dueñas, miembro de una de las más poderosas familias terratenientes del
país.42
La UNO se mantuvo unida y procedió a participar en las próximas elecciones de 1977. Esta
vez llevó al Coronel Ernesto Claramount como candidato presidencial. Muchos
historiadores consideran que nuevamente, la UNO ganó las elecciones, pero los militares
volvieron a colocar al candidato pecenista, esta vez, el general Carlos Humberto
Romero.46 Cuando los acontecimientos electorales terminaron con la esperanza de la
reforma por medios democráticos, la situación persuadió a algunos grupos opuestos al
gobierno para armarse.47
En ésta época, surgieron más grupos armados como el ERP, y la Resistencia Nacional
(FARN). Estas organizaciones a su vez crearon organizaciones populares (BPR, FAPU, LP-28,
MERS, UR-19, FUR-30, ARDES, MLP, entre otros) con participación activa en organizaciones
de la sociedad civil como sindicatos, asociaciones profesionales, grupos campesinos,
congregaciones religiosas y centros educativos de nivel medio y superior.48
La crisis política durante el período del general Romero se incrementó. Los grupos
armados de izquierda realizaron actos de violencia en contra de funcionarios del gobierno
y civiles terratenientes, mientras la Fuerza Armada y los cuerpos de seguridad,
recrudecieron la represión, la cual fue desencadenada mediante la organización de grupos
paramilitares (Escuadrones de la Muerte) con conexiones directas con los militares como
la Unión Guerrera Blanca (UGB), el Ejército Secreto Anticomunista (ESA), las Fuerzas
Armadas de Liberación Anticomunista – Guerra de Eliminación – (FALANGE), y la
Organización para la Liberación del Comunismo (OLC).
El año 1980 fue muy determinante para el inicio de la guerra civil en El Salvador, dada la
serie de eventos represivos por parte del Estado y organizaciones paramilitares, replicados
por acciones violentas de las organizaciones guerrilleras.
En mayo, el mundo fue estremecido por la violenta masacre de más de 600 personas en el
Río Sumpul ubicado en la frontera con Honduras. Este crimen fue llevado a cabo por
fuerzas militares combinadas de El Salvador y Honduras. En el mismo mes de mayo, las
fuerzas guerrilleras fundaron la Dirección Revolucionaria Unificada – Político Militar (DRU-
PM), y el 10 de octubre, las mismas se organizaron bajo el nombre de Frente “Farabundo
Martí” para la Liberación Nacional (FMLN); posteriormente en diciembre se une el Partido
Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC).
El 10 de enero de 1981, el FMLN lanzó una ofensiva general y llamó a una insurrección a
nivel nacional, la cual no tuvo éxito en la toma del poder, pero fue la acción de la guerra
civil propiamente dicha. En mayo el mayor D’Aubuisson es capturado (y luego liberado) por
intentar organizar un golpe de Estado contra Duarte.
Por otro lado, debe tomarse en cuenta que la guerrilla iniciaría hostilidades tales como
secuestro y asesinato de empresarios y alcaldes, destrucción de infraestructura pública,
enfrentamientos armados y destrucción de objetivos militares, repartición de propaganda
y extorsión a empresarios. Dichas acciones se darían repetidamente durante toda la guerra
civil, dando paso a casos muy sonados tales como la masacre de la Zona Rosa y el
secuestro y posterior asesinato en los Planes de Renderos, del empresario Roberto Poma.
Dada la gravedad de la guerra civil, la guerrilla cometió diversos crímenes, que si bien no
se equipararon en volumen con los cometidos por las Fuerzas Armadas, no pueden dejarse
sin tomar en cuenta.53
El FDR se alió al FMLN, esta vez liderado por el Dr. Guillermo Manuel Ungo, y plantearon el
diálogo y la negociación para resolver el conflicto en forma pacífica. La alianza FMLN-FDR
logró el reconocimiento como fuerza política representativa del país por parte de la
comunidad internacional con la Declaración Franco-Mexicana en julio de 1981.
El 28 de marzo de 1982 fue elegida una nueva Asamblea Constituyente. Durante los 20
meses siguientes, la asamblea constituyente desarrolló intensos debates en el proceso de
redacción de la nueva Constitución de la República, que fue finalmente promulgada el 15
de diciembre de 1983, entrando en vigencia cinco días después. Posteriormente, Álvaro
Magaña fue nombrado presidente provisional por la asamblea constituyente. Duarte ganó
las elecciones presidenciales en 1984 ante D'Aubuisson de ARENA. Según el PDC y Duarte,
D'Aubuisson y su partido de ARENA tenían lazos directos con los escuadrones de la
muerte, el embajador estadounidense, Robert White, había descrito como “un asesino
patológico” al fundador de ARENA
En 1984, Duarte realizó dos reuniones históricas de diálogo y negociación con la alianza
FMLN-FDR, una en el pueblo de La Palma, Departamento de Chalatenango, y la segunda
en Ayagualo, Departamento de La Libertad. Pero ninguna de estas reuniones dio solución
al conflicto armado. En mayo de 1987, la alianza FMLN-FDR presentó su propuesta de paz
de 18 puntos.
La ofensiva montada por el FMLN dejó claro que no había posibilidades de una victoria
militar de alguno de los bandos.56 Las negociaciones con ARENA continuaron con la firma
del protocolo en Ginebra, Suiza, en abril de 1990, luego las delegaciones de ambas partes
en conflicto suscriben en mayo el Acuerdo de Caracas con la mediación del representante
personal del Secretario General de la ONU, Álvaro de Soto.
En diciembre de 1990 el FMLN lanza lo que sería la última ofensiva militar de carácter
nacional y en la que se derriban los primeros aviones con misiles tierra-aire. Al
establecerse una especie de equilibrio de fuerza, el gobierno de ARENA accede a la firma
del Acuerdo de Nueva York el 31 de diciembre, y el 16 de enero de 1992 las negociaciones
terminaron con la firma de los Acuerdos de Paz en el Castillo de Chapultepec, en México,
poniendo fin a 12 años de conflicto interno. Al final de la guerra civil se contabilizó la
muerte de más de 75,000 civiles salvadoreños y de alrededor de 9,000 desaparecidos.
La Comisión para la Verdad para El Salvador de las Naciones Unidas, organizada bajo el
mandato de los Acuerdos de Paz, elaboró su informe titulado “De la Locura a la Esperanza:
La guerra de 12 años en El Salvador” entre 1992-93 en el que publicó los resultados de la
investigación de los hechos ocurridos entre 1980 y julio de 1991.59
El resultado electoral también liquidó a todos los partidos "pequeños" (PCN, PDC, y CD),
que no obtuvieron el 3% requerido por la ley electoral para mantener su registro como
partidos, de manera que de no haber sido aprobadas unas disposiciones especiales de la
Asamblea Legislativa, el sistema político sería actualmente bipartidista.
Como suceso político relevante, el partido político FMLN alcanzó la victoria en las
elecciones presidenciales del 15 de marzo de 2009 por medio de su candidato, el
experiodista Mauricio Funes. Este constituye el primer triunfo de un partido de izquierda
en la historia de este país, venciendo a su único rival, el ex director de la PNC el Ing.
Rodrigo Ávila del partido ARENA.Mauricio Funes asumió el cargo de Presidente de la
República el 1 de junio de 2009 junto con Salvador Sánchez Cerén como Vicepresidente de
la República.
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_El_Salvador