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Libertad

Soy conciencia libre. Vine a este mundo sabiendo esto. Sé que soy libre en todos
los aspectos del pensamiento. La verdad es que nada ni nadie tiene control sobre
mí. Solo yo puedo otorgarles el control. En estricto rigor, puedo meditar
profundamente sobre esto y me daré cuenta de que es la realidad. Yo tengo el
control total. El control total de todo lo que vivo a través de mis pensamientos.
De hecho, soy tan libre que puedo elegir pensar mal acerca de todo si quisiese. Soy
tan libre que puedo elegir desde el odio y el temor, hasta la apreciación y confianza.
Es mi elección. No importa lo que me hayan hecho creer hasta ahora. Mi libertad no
esta ligada a ninguna condición. Soy un ser incondicional. Yo y solo yo puedo elegir
como vivir mi propia vida.
Lo único que puede detenerme, lo único que puede vencerme es yo mismo. Yo
mismo puedo oponer resistencia contra mi mismo. Y esto lo hago pensando y
creyendo algo diferente a lo que deseo. Pero ¿Por qué alguien haría eso? ¿Por qué
alguien se pondría trabas a si mismo?
Esto es porque a pesar de que soy completamente libre, no siempre tuve esa
creencia consciente. Y al crecer en un ambiente, adopte las creencias de este
ambiente. Creencias que fueron formadas de pensamientos que fueron trabajados
y utilizados día tras día, hasta convertirse en hábitos de pensamientos, o lo que es
lo mismo, creencias firmes. Por lo tanto, ahora me veo limitado por esas mismas
creencias o hábitos de pensamiento.
Sin embargo, soy autoconsciente de mi libertad. Soy totalmente libre. ¿Qué significa
esto? Pues que puedo pensar lo que yo quiera, sabiendo que lo hago en aras de mi
libertad. Soy libre. Libre, libre, libre. Totalmente libre por el resto de la eternidad. Mi
individualidad nadie ni nada me la puede quitar. Puedo pensar como yo quiera.
Elegir lo que para mi es bueno, o si quiero, elegir lo que para mi es malo. Todo es
decisión mía. Pero eso no es todo. De hecho, ahora viene lo excitante de la
situación.
Al ser totalmente libre, independiente de lo que suceda en mi día a día, en mi
realidad física (divido lo físico del pensamiento, ya que un pensamiento no es
“físico”), puedo elegir como pensar ante cada situación o circunstancia, y por lo tanto
sentirme en la cima del mundo o en las profundidades del infierno si quisiese, todo
es decisión mía. Así de grande es mi poder.
Es más, mi poder es tan grande que puedo elegir ignorar la realidad en la que vivo
totalmente o puedo ignorar mis propios pensamientos y volverme esclavo de la
realidad. Es algo que no voy a hacer, pero tengo el poder de hacerlo. Puedo elegir
entre ser el amo de mis pensamientos o esclavo de ellos. Puedo elegir entre ser el
amo de las circunstancias o esclavo de ellas. Todo este poder reside en mí, en el
momento presente, aquí y ahora.
Autoconsciencia
Una persona que no es autoconsciente de sus propios pensamientos difícilmente
podrá sentirse así de poderosa. Dicha persona sentirá que el control lo tiene los
acontecimientos que lo rodean. Pensará que está condenada a “hacer caso” a las
circunstancias que vive y que estas mismas determinaran su estado de ánimo y
humor y por lo tanto también se verá afectada la forma en la que ella ve el mundo.
No puedes usar un poder que no sabes que tienes.
Soy autoconsciente de mí mismo, reconozco mis pensamientos y por lo tanto mi
propio poder. No cedo mi poder a las circunstancias que me rodean y siento el
control de mi mismo en cada situación.
Mi autoconsciencia me libera de ser un esclavo y me convierte en un gigante entre
saltamontes. Siento una felicidad inmensa al saber que nada me controla, sino que
yo me controlo a si mismo.
Este reconocimiento de mi poder me libera, soy un ser creado con conciencia libre,
libre albedrio, libre elección, a diferencia de los demás seres vivos del planeta,
quienes no conocen ni disciernen entre lo bueno y lo malo, sino que solo siguen sus
instintos.
Pero yo fui bendecido con el poder de la libre elección. Libre elección en el
pensamiento en cada momento de mi vida. En cada milésima de segundo puedo
elegir que pensar ¿Sientes el poder de esta afirmación? En cada momento del
tiempo, en el momento presente, puedo elegir que pensar, como pensar, como
enfocarme. Y es mi libre elección enfocarme en lo que quiero o lo que no quiero.
Nadie nunca me obligará “piensa esto”, “piensa esto otro”. Mi propia
autoconsciencia y reconocimiento de este poder llamado libre elección me permite
moverme por la experiencia de vida que yo quiera.
Sin embargo, un ser que no es consciente de si mismo, de sus propios
pensamientos, de su propio poder, puede vivir toda su vida en el temor, la ansiedad
y el odio. Este tipo de ser se doblegará ante las circunstancias que parecieran ser
adversas, pero que sin embargo son adversas porque el en su “inconsciente libre
elección”, en su “no reconocido libre albedrio” se dejo llevar por lo que veía en su
realidad o por lo que los demás pensaban, y, por tanto, no esta usando su poder
para nada. Dicha persona solo esta viviendo la experiencia de vida de alguien más.
Y aunque en su libre elección tiene el poder de elegir esta opción ¿Por qué elegir
una opción que no me trae bienestar?
Pero yo si reconozco mi poder, no vivo de manera “automática”, elijo mis propios
pensamientos ante cualquier cosa. Ocupo el poder con el que fui bendecido desde
el comienzo de los tiempos.
Recuerda esto: En cada momento del aquí y ahora, en cada milésima de segundo,
tengo infinitos pensamientos que puedes seleccionar ¿Cuál elegiré? reconozco el
gozo de tener esta libertad, me siento como un niño en una juguetería, veo lo
grandioso que es tener tanto que elegir, y yo, ¡nadie más que yo! Puedo decidir que
pensar. ¿Cosas buenas? ¿Cosas malas? ¿Sentirme poderoso? ¿o débil? Quizás
quiero experimentar que seria ser débil, para luego disfrutar lo que se siente ser
fuerte. Es mi decisión, pues soy autoconsciente de mi poder. Y este mundo en el
que vivo, esta realidad de espacio-tiempo, es un el lugar ideal para experimentar lo
que quiera, para crear preferencias y luego disfrutar de ellas.
¿Puedes sentirlo?
La conciencia actual de muchos no permitiría aceptar lo que propongo, puesto que
han llevado toda su vida creyendo que la realidad tiempo-espacio en la que viven
es lo único que existe y no hay más. Se acostumbraron a ver, oler, tocar y oír lo que
sus sentidos perciben y a reaccionar según sus creencias a los acontecimientos que
suceden en su entorno. Y si un ser humano esta completamente satisfecho con lo
que sus sentidos perciben, pues esta perfecto. Pero ¿Qué tal si no lo está? ¿Esta
acaso condenado a vivir una vida de insatisfacción?
Todo lo que hago en cada momento es para conservar o elevar mi bienestar. Jamás
para reducirlo. Y aunque lo que haga pareciera no elevar mi bienestar, siempre,
será con la finalidad de elevarlo ¡Siempre! Si trabajo arduamente (lo que pareciera
no elevar mi bienestar) es con la finalidad de conseguir recursos para así elevar mi
bienestar. Si me esfuerzo e incluso sufro con una estricta dieta y arduo ejercicio (lo
que pareciera no elevar mi bienestar) es con el fin de conseguir el estado físico que
quiero y por tanto elevar mi bienestar. Todo, cada cosa que hago será para elevar
mi bienestar. Y no solo yo, cada persona en este mundo es así. Todos somos así.
Medita sobre ello. Todos buscamos elevar nuestro bienestar. Todos tomamos
decisiones basándonos en nuestro bienestar en cada momento de nuestras vidas.
Incluso aquellos que parecieran dejar su bienestar de lado a cambio del bienestar
de alguien más, lo hacen porque para ellos eso eleva su bienestar. Todos, sin
excepción, buscamos eso.
Nos gusta la sensación del bienestar. Se siente bien sentirse bien. Al fin y al cabo,
el bienestar es sentirse bien. ¿De que otra forma podemos medir el bienestar si no
es sintiéndonos bien? Si tengo dinero y no me siento emocionalmente bien ¿Qué
hay de mi bienestar? Si tengo unas buenas relaciones sociales y amorosas y no me
siento emocionalmente bien ¿Qué hay de mi bienestar? Si tengo un estado físico
increíble y una salud radiante y no me siento emocionalmente bien ¿Qué hay de mi
bienestar? Añado “emocionalmente” porque así es como medimos nuestro
bienestar, a través de las emociones ¿de que otra forma lo haríamos? Si no
tuviéramos emociones no podríamos saber si estamos bien o no. No sabríamos si
queremos algo o no. Simplemente nos guiaríamos por el dolor físico. Seriamos
simples autómatas.
Así, usando nuestros pensamientos ligamos nuestro bienestar a las cosas que
pretendemos nos harán sentir bien. Mas dinero, una mejor casa, un mejor automóvil,
amigos, pareja, salud, libertad, seguridad, etc. Y una vez que establecemos esto.
Decidimos conseguir dichas cosas para así sentir el bienestar.
Al ser seres enfocados en nuestras sensaciones físicas, ya que nacimos y crecimos
haciendo esto, creemos que el único camino para sentirnos bien es experimentar
en carne física cada cosa que deseamos. Y es que ¿Parece el camino lógico no?
Quiero algo y necesito conseguirlo para poder disfrutarlo. Mientras no lo consiga
seguiré insatisfecho respecto a eso y solo una vez que lo consiga hallaré ese
bienestar que busco. Ese bienestar que condicioné a eso que quiero. Así es como
piensa un ser que enfocado en esta realidad física.
No obstante, existe otro camino. Y es ir a la esencia de aquello que quiero. Veamos
si puedo explicarlo claramente: Si yo nunca hubiera pensado en obtener algo, nunca
pensaría en su carencia, si yo nunca hubiera pensado en ligar mi bienestar a algo
en específico, nunca pensaría en conseguir ese “algo” que quiero. Si yo no pensara
nada acerca de algo, ese “algo” pasaría desapercibido en mi realidad, aunque
efectivamente existiese físicamente en el tiempo-espacio. Cuando hablo de la
“esencia” de aquello que quiero, hablo del núcleo. De eso que gestó en primera
instancia aquello que quiero. Y este núcleo es el pensamiento.
Aunque no lo parezca, ese es el mundo en el que te mueves. Un pensamiento no
pertenece a esta realidad tiempo-espacio, ya que no lo puedes encontrar en ningún
lugar en específico, sin embargo, existe. Y dado que con nuestros pensamientos
formamos nuestro mundo, es precisamente el pensamiento el que da vida a la
realidad. Aunque la realidad física esta “ahí” existiendo, si tu no piensas nada acerca
de ella, para ti no existe. Es el pensamiento lo que forma tu realidad, el pensamiento
es la piedra filosofal de la vida.
Si nunca pienso en el aire que respiro, jamás sabré que está ahí, aunque
efectivamente exista. Si nunca pienso en las hormigas que piso mientras camino,
jamás sabré que las estoy matando. Si nunca pienso en esa mosca que se posó en
mi trozo de pastel, lo comeré sin darme cuenta. Si nunca pienso ese malestar que
sentirá ese ser que muere de hambre en el mundo ¿Cómo sabré que está ahí? Para
mí no existirá ese malestar, aunque efectivamente el ser exista. Si nunca pienso en
las cosas malas de la vida ¿Cómo sabré que están ahí? Para mí no existirán en mi
experiencia de vida. Si nunca pienso en la pobreza, para mí no existirá en mi
experiencia de vida. Si nunca pienso en la riqueza, no existirá en mi experiencia de
vida.
Si el pensamiento es la esencia de todo. Y en primera instancia el pensamiento
genera emociones (y no al revés). Y si a través de las emociones yo mido mi
bienestar. Y si el bienestar es lo que quiero. ¿Puedes ver el poder de tu enfoque?
¿Puedes ver el poder de tu libre elección? ¿Puedes ver lo magnifico de la vida? ¿Lo
grandioso de la creación? ¿Lo grandioso que eres? ¿lo bendecido que eres al ser
un ser con conciencia libre? ¿sentir el gozo de la vida y la libertad del pensamiento?
Ahora, ¿Puedes sentirlo?
Siéntelo
“Por eso os digo que todas las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las
habéis recibido, y os serán concedidas” (Marcos 11:24)
La vida es simple y la controlo a través de mis pensamientos. ¿Quién no disfruta
estar feliz? ¿Quién no disfruta gozar de la vida? Amar, compartir, sentir la
abundancia y la libertad. Estos son sentimientos que están disponibles en cualquier
momento, simplemente debo abordarlos ¿Cómo? Usando mis pensamientos.
Pensando en cada momento en lo que me hace sentir bien respecto a un tema
específico. Es así de simple.
¿Por qué esperar recibir aquello que creo que necesito para ser feliz si puedo ser
feliz desde ya? Es la felicidad lo que busca al fin y al cabo ¿no? Basta con solo
ajustar mi sentimiento usando mis pensamientos y puedo lograr esa sensación que
busco. Esa sensación que sentiría si consiguiese lo que creo que me hará feliz.
No estoy diciendo que nos conformemos solo con eso, mi consejo es que no es
necesario sufrir la carencia de aquello que quiero, ya que simplemente sería poner
una piedra en el camino. ¿Por qué no vivir una vida en la que camino hacia donde
quiero ir con la misma felicidad que sentiré cuando llegue a mi destino? Desde la
una perspectiva de felicidad y satisfacción puedo generar ideas mucho más
benéficas tanto para mí como para los que me rodean. Entonces ¿Qué estoy
esperando?
El miedo, la desconfianza, la ansiedad o cualquier otra emoción negativa serán
piedra de tropiezo en el camino. El preocuparme por algo no solucionara el
problema. Y desde una perspectiva de preocupación estaré psicológicamente
limitado a ver solo opciones que desemboca de la preocupación.
Si soy consciente de mí mismo, también seré consciente de que cada pensamiento
incorrecto me produce daño, por lo tanto, pone en peligro mi bienestar.
Elijo sentirme poderoso, elijo tener el control de mí mismo, elijo elegir correctamente
cada pensamiento. Elijo sentirme maravillosamente bien. Elijo disfrutar hasta el
momento más simple. Elijo exprimir al máximo cada momento de felicidad.
Puedo sentirlo.

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