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Guía 6

Arquitectura Civil y Militar en


La Edad Media
1. Introducción al tema
2. Aportes Arquitectónicos de esas construcciones civiles y militares en comparación con
los aportes de las iglesias cristianas
3. Materiales de construcción
4. La arquitectura civil (fundamento del diseño de las viviendas)
5. Las edificaciones en altura
6. Los ayuntamientos o palacios municipales
7. Las influencias de Roma en la Arquitectura Civil
8. Las viviendas particulares (diseño, uso de los pisos)
9. Forma de los techos
10. Las fachadas
11. Las obras de uso general ( puentes, carreteras)
12. Restauración de las antiguas vías romanas
13. Arquitectura Militar (introducción, origen, desarrollo)
14. Elementos que formaban las fortificaciones o murallas (torres y cortinas)
15. Las torres y las cortinas de las murallas: Formas y evolución
16. Elementos y ventanas que conforman tanto los coronamientos como los paños de las
cortinas y las torres.
17. Evolución de la muralla acorde al ataque
18. Evolución de las torres de las murallas ( por la misma razón)
19. Las puertas de las murallas: sistemas de defensa y ataque acorde a su diseño
20. El castillo feudal (ubicación, diseños, partes que lo conforman)
21. Las puertas y puentes levadizos
22. Sistema de ataques y su contrarresto arquitectónico (catapultas, dobles murallas)
1-Arquitectura Civil de la Edad media

1.2-Lonja
1.3-Los ayuntamientos
1.4-Los castillos
1.5-Los hospitales
1.6-Efecto de la prosperidad Comercial
1.7-Puentes y vías
1.8-Influencias de Roma

2-Arquitectura Militar de la Edad Media

2.1-Origen y desarrollo
2.2- Las Murallas
2.3-El patio de armas
2.4-Las Torres
2.5- Espesor y Altura de los muros
2.6-Merlón o Almena
2.7- Las Aspilleras
2.8-Ménsula
2.9-Garitas
2.10-Matacán
2.11-Puertas y Puentes levadizos
1-Arquitectura Civil de la Edad media

Los fundamentos estéticos y técnicos del mundo antiguo fueron transmitidos a la Edad
Media, entre otros caminos, por el tratado de Vitruvio De architectura. En el Medievo el
término «arquitectura» se restringía a las grandes obras religiosas y, sólo en un segundo
plano, hallamos algunas construcciones civiles de rango áulico que revelan preocupación por
cuestiones estilísticas, si bien lo habitual en la arquitectura civil del momento es el interés por
la estricta funcionalidad de los edificios. En el Livre de Portraiture de Villard d'Honnecourt
(siglo XIII) se dan algunas observaciones sobre arquitectura que resultan las más ilustrativas
que se escribieron durante la Edad Media. En este período comienza a darse una
diferenciación clara entre el «operarius», que dirige la construcción, y el «artifex», que es
quien trabaja en ella, dándose una evidente relevancia al primero. A finales de la Edad
Media una nueva tipología civil alcanza el rango de gran arquitectura: son las lonjas,
arquitectura civil pública que se sitúa junto a iglesias y palacios.
Castillos y palacios constituyen otro de los tipos constructivos más característicos de la baja
Edad Media. Ya fuera con fines defensivos o residenciales, aislados o formando parte de la
trama urbana, estas construcciones, poseen una variedad extraordinaria, que se hace más
rica a fines del siglo XV. En Castilla, por ejemplo, destaca el Palacio del duque del
Infantado, en Guadalajara, con elementos decorativos que evidencian las influencias
islámicas, y en Portugal la Torre de Belém, en Lisboa.
La creciente importancia de las ciudades, que acumulan gran poder económico y, en algunos
lugares, también político, determina que edificios de uso civil adquieran relevancia. En
concreto, el gran desarrollo de las ciudades italianas desde el siglo XIII explica el temprano
entusiasmo que allí hubo por la construcción de palacios comunales, como el Palacio Viejo de
Florencia o el de Siena, en ambos casos con una esbelta torre que se eleva por encima de
los tejados como símbolo de un nuevo poder. En Venecia también se construye, a partir del
siglo XIV, el Palacio Ducal, con una espléndida fachada, dividida en tres niveles, en la que se
combinan todos los elementos característicos del gótico.

LA VIVIENDA URBANA MEDIEVAL:


Son casas altas, estrechas como consecuencia del uso intensivo del suelo. Son de varios
pisos. Estas no se desarrollan en torno a un patio. No es una “unidad privada”, ya que en
ella viven la familia, el grupo de trabajadores, los criados, etc (carácter comunitarios), esto se
transmite también en su fachada que es abierta al exterior, es una vivienda extrovertida (el
carácter comunitarios interno, se extiende al exterior, a escala urbana). Las funciones por
tanto son las de habitar y trabajas (talleres, negocios, etc.)
Partes:
- 1. Sótano: para despensa y depósito.
- 2. Planta Baja: taller del artesano.
- 3. Primer Piso: salones y dormitorio principal.
- 4. Segundo piso: otros dormitorios.
- 5. Ático: usado probablemente como almacén.

Según Jacques Heers la ciudad


medieval no responde a un modelo
único, cada ciudad es distinta a las
demás, tiene sus propias
características fruto de "una
personalidad continua,
constantemente renovada y en
definitiva nunca concluida". Es
cierto que ni las motivaciones
creadoras, ni el papel desempeñado
en los entornos donde se ubican, ni
el desarrollo o crecimiento que
alcanzan es similar para todas ellas.
Sin embargo las ciudades por muy
diferentes que sean entre sí, tienen todas ellas elementos comunes que las definen como tales
y las distinguen de otras realidades. En primer lugar el origen de su creación suele ser un
documento fundacional redactado por el monarca o señor del territorio en el que quedan
establecidas las condiciones de la relación que va a establecerse entre él y los pobladores del
nuevo lugar. En segundo lugar se elige para su establecimiento un emplazamiento
deshabitado en el que crean un hábitat concentrado y cerrado en contraposición con el
sistema abierto y disperso del mundo rural.

Construcción de una Vivienda Medieval


La combinación de estos dos elementos genera una realidad espacial, jurídica y social
totalmente diferente al entorno en el que se ubican. El desarrollo del documento fundacional
que establece los privilegios del nuevo grupo social, creará una sociedad totalmente
diferente: en cuanto a sus libertades personales; en cuanto a sus actividades económicas,
que dejan de ser exclusivamente agrícolas para poder dedicarse a los trabajos artesanales y
al comercio; y en cuanto a su autonomía, ya que tendrán la capacidad de autogobernarse por
medio de la elección de sus cargos concejiles.

Aldea medieval
1. Bosque. 2. Castillo del señor. 3. Campos de cultivo. 4. Molino del señor. 5. Iglesia. 6.
Aldea: viviendas y huertos. 7. Peaje

No obstante estas desigualdades sustanciales, el nuevo grupo urbano siente la necesidad de


acrecentar las diferencias dejando bien patente, desde el punto de vista físico, y espacial,
que quieren ser otra realidad. Para ello construyen sus viviendas agrupadas en un espacio
que cercarán de inmediato para protegerse de los enemigos y también para diferenciarse y
no confundirse con los no privilegiados.
Ubicada sobre un terreno llano, próxima a la ladera Norte del Valle del alto Dropt. Esto
permite la construcción de una ciudad planificada regular, rectangular, con cuadrícula
ordenada en base a una grilla y calles rectas. Esta forma urbana responde a la necesidad de
construir lo más rápido posible para cumplir su función urgente de defensa de los intereses
reales.
Debido a la caída del Feudalismo, resurge el poder del rey y se conquistan nuevos
territorios, esta constituye por tanto una colonia Inglesa en terreno Francés. Es una bástide
construida durante la guerra de los 100 años por el rey Eduardo I, como parte de ciudades
amuralladas para proteger sus territorios ante los ataques franceses por el Este, así como
para consolidar su autoridad sobre la región.
Es por tanto, una ciudad de origen militar. En general, las tierras eran concedidas a los
nuevos habitantes directamente por la corona, pero se comprometían a prestar alguna forma
de servicio militar a tiempo parcial. Cada uno construye su casa, el gobierno construye la
muralla (impuestos) y todos construyen la iglesia.
Además de su importancia como guarnición militar fortificada, la bástide francesa era
también una fuente primaria de producción agrícola y el centro local del mercado para el
comercio. Así, encontramos dos actividades bien diferenciadas: religiosa, en la plaza religiosa
en donde se encuentra la catedral con una gran torre como símbolo del poder religioso y
comercial en la plaza del mercado.
Recordemos que la plaza cívico – política, no existe, ya que la autoridad única recae en el rey
que es el que construye y financia la construcción de la ciudad (no burgueses).
Las murallas son regulares, así como su trazado, con cuatro bastiones en las esquinas y dos
más en cada uno de sus lados mayores. Presenta 10 accesos, 3 en cada uno de sus lados
menores y 2 en cada lado mayor. Una retícula perfecta, de 5 x 4 manzanas divididas a su
mitad por pasajes de 2 metros de ancho; dentro de estas manzanas se definían lotes de 7 x
22 metros adjudicado junto a una parcela de tierra cercana a la ciudad para cultivos, con la
condición de que la casa estuviera finalizada antes de los 2 años de concedidos los terrenos,
este es el único tipo de reglamentación impuesta en la ciudad.
La ciudad se organiza a partir de calles principales (5) que comunican las puertas de la
ciudad con la plaza, más anchas que las secundarias. El espacio interior tiene una altura
limitada, trazado regular y fachadas homogéneas, lo que hace que el espacio resulte
monótono, sólo se interrumpe por la plaza comercial. Existe una plaza religiosa donde se
encuentra la Catedral, la cuál en caso de peligro asume la función de refugio, por eso el
carácter robusto y cerrado de la misma.
No hay una organización barrial, los gremios y corporaciones no tienen mayor expresión,
teniendo en cuenta que se trata de una bástide.
1.2-Lonja
Si un edificio pudiera simbolizar la
pujanza y la riqueza del floreciente
siglo XV valenciano, éste sería sin
lugar a dudas La Lonja. Muestra
del alcance de la revolución
comercial en el Medievo, del
desarrollo social y del prestigio
alcanzado por la burguesía
valenciana. Es la pieza más
singularmente bella de la
arquitectura civil valenciana en la
Baja Edad Media.

La lonja de Valencia es uno de los


edificios emblemáticos de la
ciudad, pieza maestra de la
arquitectura civil gótica, y maravilla en piedra gótica. La llamada Lonja de la Seda o de los
Mercaderes es un edificio del siglo XV que además de Patrimonio de la Humanidad está
considerado como el más brillante ejemplo del gótico civil europeo. Situada en el conocido
como "Barri del Mercat" (Mercado), es uno de los barrios históricos de la ciudad. En los
primeros tiempos de la reconquista también se le conoció como barrio de Tarazona, aunque
tal denominación ya ha pasado a la historia.

El nombre de lonja proviene de la voz italiana "logia" que significa pórtico, ya que bajo los
pórticos de iglesias y edficios públicos era donde se reunian los mercaderes para realizar sus
transacciones y estar a resguardo de las inclemencias del tiempo.

La historia cita que a mediados del siglo XV la prosperidad mercantil había alcanzado tal
desarrollo en Valencia que el Consejo General de la Ciudad, considerando insuficiente el
local de la primitiva Lonja, que se hallaba situada en lo que actualmente es la plaza del doctor
Collado (detras de la actual Lonja), acordó que se construyese una Lonja "molt bella,
magnífica y sumptuosa, la cual fora honor e ornament daquesta insigne ciutat". Compráronse
al efecto veinticinco casas, y arrasadas que fueron, comenzóse a levantar el suntuoso edificio.
Pere Compte, maestro cantero, "molt sabut en l'art de la pedra", según se le cita en
documentos de la época, y que ya había acreditado su pericia en diversas obras,
especialmente en la prolongación de la Catedral, por él terminada, fue el encargado de las
obras.

El soberbio edificio es uno de lo más importantes en la arquitectura gótica civil de Europa.


Sus grandes fachadas rectangulares y labradas, los suntuosos medallones, las artísticas
gárgolas, los pináculos ligeros, las proporciones de sus bellisimas puertas, los delicados
ventanales, los señoriales escudos y las majestuosas almenas, rematadas por coronas reales,
recuerdan épocas de esplendor, donde el Renacimiento y el gótico bordó sus más delicadas
y elegantes fantasias.

Interior de la Lonja de Seda,Valencia


Sección de la Lonja de Valencia
1.3-Los ayuntamientos

Así en la ciudad de Síbaris junto al golfo de


Tarento en Calabria, perteneciente a la
Magna Grecia, y conocida por sus costumbres
refinadas; ya en el año 600 a.C los
gobernantes prohibieron trabajar los metales a
martillazos dentro de los límites urbanos. Los
artesanos que trabajaban con el martillo eran
obligados a desplazarse fuera de las murallas
de la ciudad para evitar las molestias a los
otros ciudadanos. En esta ciudad griega
también estaba prohibido cuidar gallos que
perturbaran el descanso nocturno de los
ciudadanos. Bien es cierto que la democracia
directa de la que disfrutaba la ciudadanía
griega hace más de dos milenios distaba mucho
de la democracia “delegativa” que padecemos
en Getafe.

Desde hace casi dos milenios se conoce que la exposición a sonidos intensos incluidos en el
campo auditivo producía déficits auditivos. En la Roma del siglo I, Plinio el Viejo nos dejó
escrito en su tratado Historia natural la observación que hizo de personas que vivían junto a
las cataratas del Nilo, muchas de las cuales sufrían sordera. Señalar que Plinio el Viejo fue
uno de los desaparecidos en la erupción del Vesubio que sepultó la ciudad de Pompeya.

En un escenario más simbólico, Dante (1265-1321) relata que el ruido era un invento del
demonio y que algunos condenados al infierno eran sometidos a la tortura de un ruido sin fin
como castigo de sus culpas.

Sin embargo, hasta no hace muchas décadas el oído humano preferentemente se encontraba
expuesto a sonidos procedentes de la naturaleza donde no existen sonidos de alta
intensidad a excepción del ruido del agua o las tormentas.

Pero a partir del uso de maquinarias desde las herrerías en la edad Media el inicio de la
artillería en las guerras, se observó como los sujetos sometidos a sonidos de intensidades
elevadas desarrollaban sorderas profundas.
1.4-Los castillos

Castillo (del latín castellum, diminutivo de castrum) es, según definición del Diccionario de la
RAE, un «lugar fuerte, cercado de murallas, baluartes, fosos y otras fortificaciones». Existe
toda una serie de edificaciones militares que guardan analogías con el castillo, como
el alcázar, la torre, el torreón, la atalaya, el fuerte, el palacio fortificado, la ciudadela o
la alcazaba, lo que hace que no siempre sea fácil asegurar si se trata o no de un castillo
propiamente dicho. Se tiene normalmente por tal el conjunto formado por un recinto
amurallado que encierra un patio de armas, en torno del cual se sitúan una serie de
dependencias y que dispone por lo menos de una torre habitable.
Es la torre principal, la que sirve de residencia del señor y cumple con las funciones más
destacadas del castillo, albergando las estancias principales y, en ocasiones, los almacenes
de víveres. Se encuentra en la posición más abrigada en relación con un posible ataque
exterior, de forma que si sucumbiese el resto de las defensas, esta torre proporcionase un
último refugio.
Generalmente es más alta que el resto del conjunto, sus dimensiones pueden ser de hasta 40
metros. La torre del homenaje más alta en España es la del Castillo de los Sotomayor
Zúñiga enBelalcázar (Córdoba).
El castillo era muy conocido en la Edad Media pero su origen es más antiguo y tiene
precedentes en la Grecia clásica. Se utilizaba como cerco defensivo una mera empalizada de
madera, pero la evolución del armamento y de las técnicas militares hicieron inservible este
procedimiento; más adelante, se confió en la solidez de las construcciones en piedra y en la
altura de los muros que con este material podía alcanzarse.

Durante la Edad Media, el castillo no sólo cumplía funciones militares, sino que servía
también de residencia a los señores de la nobleza y a los propios reyes, derivando con el
tiempo en un auténtico palacio fortificado. Si bien podía estar enclavado en los núcleos
urbanos, lo común es que se situase en lugares estratégicos, normalmente en puntos elevados
y próximos a un curso de agua para su abastecimiento, desde donde pudiera organizarse la
propia defensa y la de las villas que de él dependían. A partir del siglo XVI, con el ocaso del
feudalismo y la consolidación de las monarquías absolutistas, la nobleza propietaria de los
castillos los fue abandonando a cambio de mansiones palaciegas en la corte. Por este motivo,
y porque quedaron obsoletos en su función militar, los castillos perdieron todo interés y
decayeron hasta la actual ruina de la mayor parte de ellos.
La muralla. Todo el recinto va cercado de una alta y gruesa muralla con un camino que la
recorre en su parte superior. De trecho en trecho, se intercalan en la muralla cubos o
torreones que permiten diversificar los ángulos de tiro y defenderse. Todos los lienzos
suelen estar rematados por almenas para la protección de los defensores. También es
habitual disponer garitas voladas para mejorar las condiciones de tiro sobre los asaltantes.
Al pie de la muralla y rodeándola por el exterior se abre a veces un foso para impedir la
aproximación del enemigo; se salva con puentes levadizos. Puede haber más de un anillo
defensivo amurallado.

Torre del homenaje. Es la torre principal, la que sirve de residencia del señor y cumple con
las funciones más destacadas del castillo, albergando las estancias principales y, en
ocasiones, los almacenes de víveres. Se encuentra en la posición más abrigada en relación
con un posible ataque exterior, de forma que si sucumbiese el resto de las defensas, esta
torre proporcionase un último refugio.
Torre barbacana: Es una obra de fortificación situada
frente a las murallas y protegiendo una puerta de acceso.
Podían contar con portales propios fortificados de paso
obligatorio para acceder a la puerta principal

El rastrillo o peine suele ser una pesada reja, rematada


abajo en puntas que formaba parte de las fortificaciones
de la puerta, junto al puente levadizo y la barbacana.

Almenas, tenían como función proteger a los defensores,


algunas tenían orifcios, comotroneras (para las armas de
fuego) o saeteras (para lanzar armas arrojadizas
Adarve o camino de ronda, donde se parapetaban los
defensores.

El patio de armas: Es un espacio central en torno al


patio donde se distribuyen determinadas estancias, como
la capilla (cuando la hay), la sala de recepciones, las naves
para acuartelamiento de la tropa, etc. La entrada al
castillo se produce a través del patio de armas; desde él
se accede al resto de las dependencias.
1.5-Los hospitales
El primer hospital se data en
Bizancio, en el siglo IV,
posiblemente por influencia de
Santa Elena, madre del
emperador Constantino.
Rápidamente se extendieron
por Occidente, siempre en
manos monásticas, pese a la
reticencia eclesiástica. Se
levantaban junto a los
monasterios y eran
llamados Casas de Dios por
cumplir con el mandato cristiano de hospitalidad, que se extendía a viajeros y peregrinos de
cualquier extracción social, para lo que se edificaron los anejos xenodoquios. Durante el
siglo XI las ciudades más prósperas y algunos señores feudales fundaron hospitales en sus
dominios, siempre situándolos junto a la iglesia, incluso algunos gremios construyeron
hospitales para atender a sus miembros, como en las ciudades de la Hansa o los gremios de
tejedores y herreros en Flandes.

Aunque se conoce muy poco sobre estas edificaciones altomedievales, se sabe que
constaban de un edificio principal, donde se instalaba la enfermería, con un claustro central,
la sala de camas (generalmente doce, por ser éste el número de los apóstoles, aunque en
Bizancio existió uno con capacidad para cincuenta camas), la sala de sangrías y purgas,
cuarto para enfermos graves, refectorio, habitaciones para el personal médico, cocina, baño,
farmacia y huerto para el cultivo de plantas medicinales. Con el tiempo la arquitectura de
este tipo de construcciones se fue transformando, así surgen diferentes tipos de
plantas: basilical, que reproduce la estructura de la basílica romana, pertenecen a este estilo
el Hospital del Rey (Burgos) o el de Tonnerre (Francia); de cruz griega, en el centro de la
cual se situaba el altar y en uno de los brazos la sala de los enfermos más graves, para que
éstos pudieran seguir los oficios desde la cama; palaciano, gran estructura con varios pisos y
corredores, capilla y vivienda para los religiosos que lo regentaban. Con el tiempo el ejercicio
de la medicina pasó a manos laicas, pero los hospitales siguieron llevándolos órdenes
religiosas.

Desde el siglo XII el número de centros asistenciales se multiplicó al compás de la expansión


hacia el sur. La mayoría de las iglesias contaron con una institución hospitalaria. También la
generosidad de los grandes señores, de las órdenes militares y de los propios reyes
contribuyó a que la nueva tierra se fuera cubriendo de centros benéfico-asistenciales.
Cuando en las ciudades comenzó a crecer la importancia de la burguesía, y a la vez se pudo
contar con buenos profesionales de la Medicina laicos, se empezaron a fundar hospitales
seculares, debidos a la munificencia de burgueses acomodados.

La disposición arquitectónica de los hospitales medievales varió


desde una pequeña casa a grandes centros con numerosas
dependencias. Podemos distinguir cuatro tipos fundamentales.
a) Los más numerosos fueron los hospitales instalados en casas
particulares destinadas a este nuevo objeto o construidas ex
profeso, con una o más habitaciones para camas. Las hubo
masculinas, femeninas y mixtas, en este último caso con
habitaciones separadas para mujeres y hombres. Su
característica común era la escasa capacidad y las pocas
dependencias con que contaban. Solían tener adosada una
capilla. b) Hospitales de tipo intermedio entre los anteriores y
los grandes. Disponían de salas de mayor capacidad, acostumbraban a ser mixtos,
respetándose la separación de sexos, y contaban generalmente con algunas dependencias,
aparte de los dormitorios, como refectorio, cocina, despensa, granero, pozo y huerta. c)
Desde fines del siglo XII van surgiendo los grandes hospitales de tipo basilical, dispuestas
las salas con sus camas en las naves laterales, con la capilla en una de las cabeceras de la
nave central, situada en un plano más alto. Estos centros tenían abundantes y espaciosas
dependencias anejas, contando además con grandes huertas, granjas, caballerizas, horno,
botica, etc. d) A fines del siglo XV ya se habían edificado los primeros grandes complejos
hospitalarios, de forma cuadrangular, con patio central y mucho terreno propio en el entorno,
en el que se distribuían las dependencias, incluidas muchas veces iglesia y cementerio. El
mejor exponente en Aragón de este tipo es el Hospital de Nuestra Señora de Gracia de
Zaragoza.

Entre los hospitales cuya existencia consta en el siglo XII, cabe citar la Hospedería de
Jaca, sostenida por la orden de San Juan de Jerusalén, el de Santa Cristina de Somport,
el de La Seo de Zaragoza (fundado en 1152 para peregrinos y enfermos) y el Familiar de
San Juan de los Labradores de Calatayud, que se alzaba junto a la Puerta de Soria. Del
siglo XII son el de San Marcos de Daroca y en la ciudad de Zaragoza los de San Pablo -
anterior a 1217-, San Gil -en la calle de Cinegio- y San Julián y San Lucio -que ya existía
en 1251. El de San Lázaro de Zaragoza, dedicado al cuidado de leprosos, ya estaba
fundado en el siglo xiv; luego pasaría a ser convento de mercedarios. El hospital de Tiermas,
de antigua fundación, fue restaurado, a la par que los baños, en 1380 por el franciscano fray
Benito de Olmedo. En 1305 un burgués zaragozano, maestre Fuert, fundó en su propia
casa, cercana al templo de La Seo, el hospital de Santa Marta, provisto de doce camas,
para asistir a los peregrinos compostelanos. Junto a la ermita de Santa Elena, que luego
sería iglesia del Portillo, se erigió hacia mediados del siglo xiv un hospital de Peregrinos. Del
XV debe de datar el de Santa Lucía en Caspe y el de los Luna en Calatayud. La
culminación de esta obra hospitalaria en Aragón fue la fundación en 1425 por el rey
Alfonso V del Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia en Zaragoza, la
institución asistencial más importante del Aragón medieval, que se desarrollará
cumplidamente en la época moderna.

1.7-Puentes y vías

El creciente interés por el patrimonio medieval se ha extendido no sólo a edificios religiosos


sino también a los civiles y militares. En este panorama cabe mencionar el importante valor de
los puentes medievales, desde muy diversos puntos de vista: arquitectónico, histórico,
económico, simbólico y por supuesto, estético.

Muchos de aquellos puentes construido durante los siglos medievales han perdido su
utilidad primitiva, pero siguen siendo una sorpresa visual de primer orden para quien se topa
con ellos, sobre todo si -como suele suceder- se encuentran en bellos parajes rurales, como el
de la foto lateral (Puente de Covatillas, entre Torreiglesias y Peñasrrubias de Pirón -
Segovia).
Historia y estructura

A lo largo de los siglos románicos y con el renacer de la movilidad de gentes y mercancías de


unos lugares a otros, a lo que no es ajeno el trasiego de peregrinos se hizo necesaria la
construcción de nuevos puentes o de reconstrucción de los que perduraban de origen
romano. Existen características comunes de los puentes medievales de estos siglos y los que
se fueron erigiendo posteriormente a lo largo de la Edad Media hasta la llegada del
Renacimiento.

La mayoría tiene un número de ojos o arcos impar de tal manera que los laterales son los más
pequeños creciendo en diámetro hasta el central que es el mayor y coincide con el punto de
mayor caudal del río que atraviesan. Esta disposición de arcos creciente hacia la mitad
genera un perfil a dos vertientes con el característico "lomo de asno".

Los arcos de los puentes medievales


pueden ser de medio punto (en época
románica y al final de la Edad Media
cuando se vuelve a imponer el arco
semicircular con motivo de los nuevos aires
renacentistas) o ligeramente apuntados en
los siglos góticos.

Éstos apoyan sobre machones prismáticos


que pueden llevar por encima un arco de descarga. Adosados se colocaron tajamares de
planta angular orientados aguas arriba para dividir la corriente y aliviar la presión ejercida.
Estos puentes tenían pretil y a menudo se construían torres en el eje del puente o a su
entrada. Estas construcciones permitían
tener soldados que controlaban el acceso
bien con motivos defensivos o de cobro de
peajes y aduanas.

Los caminos: Los caminos estaban


instalados, en muchos casos, sobre viejas
calzadas romanas y caminos ya existentes.
Eran viejas vías militares, económicas, de
ordenación del territorio, usados ya por
todas las civilizaciones anteriores a las
medievales, que fueron abandonados
durante la invasión musulmana, y
reutilizados una vez que la frontera de la reconquista baja más allá del Duero. El trazado de
esos viejos caminos se había ejercido con un criterio similar para todos ellos, facilidad del
relieve y comodidad de vados. Lo mismo que haría hoy un ingeniero de caminos que tuviera
que realizar un nuevo camino. El mercader encuentra muchos obstáculos a lo largo de los
caminos de tierra y de agua por donde transporta sus mercancías.
Ante todo, obstáculos naturales. En tierra, hay que atravesar las montañas por caminos que,
si bien no tan malos como se ha dicho a veces y más elásticos que los caminos empedrados y
pavimentados de la Edad Antigua, son, sin embargo, muy rudimentarios. Si pensamos que
las grandes rutas del comercio norte-sur han de cruzar los Pirineos y sobre todo los Alpes
(más permeables al tráfico, pero de dificultades multiplicadas por el volumen muchos más
considerable de las mercancías) nos damos cuenta en seguida de los esfuerzos y riesgos que
representaba, el transportede un
cargamento desde Flandes a Italia. Y
no debe olvidarse que, si bien en
ciertos tramos se utiliza lo que pueda
subsistir de las vías romanas, y en
algunos itinerarios se encuentran
carreteras de verdad, la mayoría de las
veces los caminos medievales a través
de campos y colinas no son otra cosa
que “el lugar por donde se pasa”. A
eso hay que añadir las insuficiencias
del transporte.
2-Arquitectura Militar de la Edad Media

Esta imagen refleja la evolución desde el castillo medieval a la fortificación moderna.


La artillería revolucionó la arquitectura militar. En la edad media se buscaba construir torres
altas, murallas altas, y además construidos en elevaciones del terreno. La altura era un factor
positivo: era difícil de escalar. Pero los cañones hacen que lo que hasta entonces era positivo
se convierta en todo lo contrario, una torre alta es un blanco ideal.
Entre 1520 y 1530 se crea un nuevo estilo de fortificaciones en Italia. ¿Por qué allí? Porque
allí era donde se estaban librando las guerras del momento, entre Francisco I de Francia y
Carlos I de España. Además en Italia hay magníficos ingenieros y arquitectos que son
contratados en otros países, y así difunden el nuevo estilo, conocido como la Traza Italiana.
Un ejemplo temprano: el castillo de Salces, en el Rosellón, es el paradigma de la transición
entre la fortificación medieval y la traza italiana.
Comenzado a construir en 1494, Fernando el Católico encargó al ingeniero Ramiro López
que lo adaptara a los nuevos tiempos, y lo hizo añadiéndole elementos pensados para
contrarrestar el poder artillero:
- caponeras: viaductos por las que los soldados pueden llegar de la plaza de armas a las
obras exteriores protegidos por parapetos con aspilleras o troneras
- foso amplio para prevenir la excavación de minas
2.2- Las Murallas

Las riquezas de un asentamiento requerían protección, en ese caso, se hacia necesario


rodear a la ciudad con una muralla. Las murallas que rodeaba la ciudad constituía un sistema
de defensa mucho mas antiguo y mucho mas popular que el castillo; el castillo era un símbolo
visible de sometimiento, la muralla alrededor de la ciudad recordaba a los burgueses sus
derechos como ciudadanos y su comunidad de intereses.
El contraste claramente definido entre campo y ciudad una característica medieval.
Durante el periodo renacentista las murallas iban a adoptar características extremadamente
complejas y costosas, hasta tal punto que las defensas de la ciudad llegaron a ser,
probablemente, el principal condicionante de la forma urbana. En ocasiones las murallas
se construían asimismo para encerrar dentro de su perímetro a nuevos suburbios
discontinuos.

2.4-Las Torres
En el escenario bajomedieval las fortificaciones
familiares salpicaron la geografía cántabra con
edificaciones destinadas a defender la costa y a
la protección frente a las luchas de
5
banderías. Se trata de torres aisladas
construidas entre finales del siglo XII y
principios del XV, que responden a cierta
función militar y de atalaya sobre el territorio.
Responden a un estilo gótico, en muchas ocasiones tardío, y no suelen aparecer en núcleos
urbanos.
Tienen, como características comunes, plantas cuadradas y muros de mampostería con
refuerzos de sillares, ventanas estrechas, ya geminadas o ensaetadas, normalmente una
entrada única y pisos de madera. Suelen poseer entre tres y cuatro plantas, estando los
servicios en la baja (bodega, saladero), una sala de banquetes y recepción en el primero y las
dependencias señoriales en los sucesivos; la escalera principal se situaba cerca de la entrada
y era generalmente de madera. Probablemente cada piso estaba libre de divisiones, a
excepción de los tapices que ocultaban el lecho señorial, ya que no se han encontrado
rastros de tabiques.6 Algunas poseyeron muralla y foso. En algún caso prácticamente todos
los muros son de sillería. La entrada la constituía un arco rebajado flanqueado de saeteras;
en el interior, la escalera que arranca junto a ella avanza dos tramos por planta pegada a
fachada. El volumen general tiene pocos huecos y genera una apariencia de pesadez. La
decoración es prácticamente inexistente. Normalmente estaban rematadas por almenas. En
el interior se deja un espacio abierto en el muro junto a la ventana, con un banco, cubierto por
un arco rebajado.

La estructura interior consistía en un tronco central de madera que sostenía una gran viga de
madera en cada planta, a partir de la cual se forjaba entre ella y los muros de piedra. Sólo a
veces aparece un muro de mampostería interior sobre el cual forjar, sustituyendo al pilar de
madera.
En algunos casos, pocos, estas torres estaban rodeadas de una alta barbacana que las
hacía parecer castillos al estilo de los de Álava.1 La existencia o no de estos sistemas
defensivos (murallas, fosos, contrafosos, barbacanas, etcétera) marca la diferencia tipológica
de las torres.

Puertas y Puentes Levadizos:


Adarve

Conjunto de dispositivos para facilitar la


defensa y el desplazamiento de los defensores.
Se compone de parapeto (almenado o no),
camino o paseo de ronda y parados. Este adarve
puede ser cubierto o no, almenado o a la barbeta,
ciego o aspillerado, puede ser colgado, volado,
configurando cadahalso, ladroneras, matacanes
y/o escaraguaitas. Es un conjunto de dispositivos en la parte superior de las murallas,
compuesto básicamente de parapeto, paradós y camino de ronda.

Ajimez

Palabra árabe que en su origen significa ventana o balcón


con celosía. En el siglo XIX es cuando se empieza a utilizar
para definir a la ventana que está dividida por un parteluz o
columna en dos partes o arcos iguales.

Alambor

Talud en la zona baja de torres y murallas para reforzarlas,


mantener a distancia a las máquinas de asalto, provocar el rebote
de los proyectiles defensivos y reducir ángulos muertos. Aunque
es a partir del siglo XII cuando comienza a difundirse su uso, es a
mediados del siglo XV cuando se generaliza su uso con las nuevas
técnicas pirobalísticas.

Albacara, albacar
Recinto amurallado con la misión de resguardar
ganados, población del entorno y tropas en
tránsito o no fiables, en ocasiones contiguo a una fortificación de mayor entidad y con
accesos a ella y a sus aproches. La comunicación con la fortaleza matriz puede limitarse a su
liza. Aunque en origen no se edifica en el interior de la albacara, pueden encontrarse aljibes,
pozos o abrevaderos coevos, y con frecuencia deviene en poblamiento amurallado.

Almena

Remate dentado de los muros de una fortificación.


Tramo macizo del antepecho o parapeto que
sobresale de este para la protección del defensor.
Existen muchos tipos de almena cuya función común
es la de proteger al defensor del alcance del atacante.
Los remates se denominan albardillas si son
piramidales con vierteaguas a dos o cuatro aguas. En ocasiones los huecos contaban con
parapetos de madera abatibles, presentando las almenas ranguas para su basculamiento.

Almenara

Singular de Al-manur que significa lugares de fuego, pero se traduce


más bien como torre de vela o de señales, o atalaya.

Aspillera o Balistrarías

Abertura en los muros que sirve para la defensa, precursora


de las troneras, que sufre normalmente un ensanchamiento
exterior llamado abocinamiento. Se llama deriva al
ensanchamiento vertical y derrame al horizontal.
Atalaya

Del árabe "tala'la", e indica torre vigía de planta


circular de pequeñas dimensiones ubicada en alto para
vigilancia y comunicación con otras atalayas o
poblaciones. Desde la cual se puede percibir y
transmitir señales ópticas. Procede también del árabe
al-manara, indicando literalmente "lugar con luz".

Las atalayas o almenaras, de interior o en costa,


constituyen uno de los dispositivos de seguridad más
antiguos y de mayor vigencia a lo largo de la historia.

Suelen tener su entrada por un primer piso mediante una puerta adintelada, con puertas de
doble batiente y de la que sólo quedan las quicialeras, entrada que según el caso oscila entre
tres y seis metros.

La planta o parte inferior suele ser maciza, salvo que su entrada se realice a nivel del suelo.
El que sean macizadas en la planta baja se debe a que es un método primario de defensa,
pues retirando la escala, quedaban los atalayís, guarda escuchas o guarda escusañas
aislados.

Existen casos en que estas torres cuentan hasta con tres pisos y azotea. Algunas de ellas
poseen o poseyeron una caseta de piedra o madera adosada que era una ampliación de la
atalaya. La cubierta de la sala o salas es una bóveda de piedra o ladrillo. Es posible, desde
la sala de la primera planta, acceder a la azotea por medio de una escalera embutida en el
grosor del muro. Estas torres son herederas de las torres de atalayas cartaginesas que
vieron los romanos por todo el sur y este peninsular.

Baluarte

Se caracteriza por estar destinada a la defensa del


fuego artillero. Es una torre rectangular o poligonal con
gruesos muros, poca altura y paredes en talud. La parte
que comunica con el resto de la fortificación se llama gola.

Barbacana

Edificación avanzada y aislada de defensa y vigilancia de un


ingreso, paso, puente o puerta.

Foso

Defensa consistente en un canal natural o artificial


que rodea la fortaleza al menos por uno de sus flancos,
lo que impide el acceso directo a las defensas, dificulta
la zapa y las minas, e incrementa la altura relativa de las
barreras del castillo desde su base exterior. A partir
del siglo XV, con la aparición de la artillería, se usa
para "hundir" el castillo en el terreno para no ser
blanco fácil. En España son escasos los fosos rellenos de agua.

Garita y Garitones

Borje hueco de vigilancia para los centinelas, de reducidas


dimensiones, aspillerado y cubierto. son de época tardía y
aparecen con frecuencia en fortificaciones abaluartadas.
También recibe el nombre de escaraguaita.
Ladronera

Elemento defensivo que se proyecta exteriormente del


antepecho, a modo de balcón, con el suelo aspillerado
para el ataque vertical, situado normalmente sobre
accesos para su defensa y sostenido por matacanes.

Matacán

Largo parapeto voladizo apoyado sobre ménsulas o


contrafuertes y con el suelo aspillerado. Generalmente
situado sobre accesos, a los que protegían, permitían
arrojar objetos o líquidos (vino o agua, nunca aceite)
sobre los asaltantes por las aspilleras en el suelo. Su uso
se generaliza a partir del siglo XII.

Mechinal

Orificios de muros y torres para sujetar los andamios durante la


construcción o donde se introducen las vigas.
Torre Medieval

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