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SIGLO XVIII
¿QUÉ SABES DEL SIGLO XVIII?
1. ¿POR QUÉ SE DENOMINA AL SIGLO XVIII COMO
EL SIGLO DE LAS LUCES?
Encyclopèdie
EL NEOCLASICISMO
1. INTRODUCCIÓN
Durante el siglo XVIII se afianza en Europa, pero especialmente en
Francia, un movimiento ideológico y cultural denominado Ilustración, cuyo
principio fundamental es la defensa de la razón como fuente de conocimiento;
de ahí que a este período de la Historia se le conozca como el Siglo de las
Luces.
Aunque el siglo XVIII suele designarse como la época del Neoclasicismo, son
diversos los fenómenos literarios que se producen en este siglo. Se agrupan en
tres direcciones:
3.2. LA POESÍA
3.3. EL TEATRO
DESTACA
4. LA NOVELA
ILUSTRACIÓN
NEOCLASICISMO ESPAÑOL
CADALSO
La tendencia literaria del siglo XVIII es el Neoclasicismo. Hay una vuelta a los modelos clásicos
greco-latinos en todos los géneros. En poesía se busca la belleza armónica y el equilibrio
estructural; en el teatro se recupera la regla clásica de las tres unidades, unidad de tiempo,
acción y espacio; y en la narrativa se tratan con verosimilitud o espíritu crítico temas de
actualidad, por eso en la prosa ilustrada destaca el ENSAYO.
EL ENSAYO: en este género destacan tres autores: Fray Benito Jerónimo Feijoo, Gaspar
Melchor de Jovellanos y José Cadalso.
FRAY BENITO JERÓNIMO FEIJOO: sus ensayos tienen como finalidad educar y formar al
pueblo. Su obra fundamental es Teatro crítico universal. Pretende combatir todas las
supersticiones y falsedades de la época con un criterio racional.
JOSÉ CADALSO: es otro de los grandes ilustrados del siglo XVIII. Destacan en él su gran
formación intelectual y espíritu crítico. Sus obras se centran, sobre todo, en temas sociales y
educativos. Obras: Cartas marruecas (género epistolar).Cartas marruecas es un conjunto de 90
cartas sobre diversos aspectos de la realidad española que se intercambian tres personajes:
Gazel, un joven marroquí que viaja por España, Ben-Beley, su preceptor, y Nuño Núñez, un
joven español que sirve de guía a Gazel. Cadalso en esta obra alaba tanto las virtudes de los
españoles como censura sus vicios. También critica el atraso cultural del país con respecto al
resto de Europa.
EL TEATRO ILUSTRADO: la tradición del teatro barroco pervive en las primeras décadas del
siglo; pero a mediados del siglo se observa un cambio. Los ilustrados inician la reforma del
género dramático para convertirlo en un instrumento educativo. El teatro neoclásico tiene su
modelo en la corriente clásica grecolatina. Sus rasgos son los siguientes: respeto a las
unidades clásicas de acción (una sola acción), lugar (en un solo espacio) y tiempo (la acción
podía ocupar como mucho veinticuatro horas); finalidad didáctica o moral. Se ponen en escena
errores sociales para corregirlos; separación de la prosa y el verso, lo trágico y lo cómico; se
busca la verosimilitud con asuntos cotidianos; los personajes hablan y actúan de acuerdo con
su condición social y nivel cultural. A esto se le conoce como decoro.
TEXTOS:
Entre estos dos extremos, de negar los milagros con protervia, y creerlos con
facilidad, está la senda de la recta razón. Yo confieso que es muy difícil
determinar a punto fijo la existencia de algún milagro. Cuando la experiencia
propia la representa, es menester una prudencia y sagacidad exquisita para
discernir si hay engaño, y un conocimiento filosófico grande para averiguar si el
efecto que se admira es superior a las fuerzas de la naturaleza. Si es de oídas,
es forzoso que en el sujeto o sujetos que deponen de vista, se suponga, sobre
las prendas expresadas, una inviolable veracidad.
De Gazel a Ben-Beley
-¡Ay, caballero! –dijo Nuño-; aunque todos ustedes tengan la mejor intención
cuando hablan de remediar los atrasos de España, aunque todos tengan el
mayor interés en trabajar a restablecerla, por más que la miren con el amor de
patria, digámoslo así, adoptiva, es imposible que acierten. Para curar a un
enfermo, no bastan las noticias generales de la facultad ni el buen deseo del
profesor; es preciso que este tenga un conocimiento particular del
temperamento del paciente, del origen de la enfermedad, de sus incrementos y
de sus complicaciones si las hay. […]
Esta fabulilla,
salga bien o mal,
me ha ocurrido ahora
por casualidad.
Acercóse a olerla
el dicho animal,
y dio un resoplido
por casualidad.
En la flauta el aire
se hubo de colar,
y sonó la flauta
por casualidad.
DON DIEGO.- Bien está. Una vez que no hay nada que decir, que esa aflicción y
esas lágrimas son voluntarias, hoy llegaremos a Madrid, y dentro de ocho días
será usted mi mujer.