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CONTEXTO HISTORICO

Sofistas
La palabra sofista proviene de la palabra griega Sophos la cual significa sabio, pero al mismo

tiempo tiene un significado diferente, significa manipulador, pues el sofista es una persona que

usa diferentes sofismas o argumentos falsos que parecieran ser verdaderos. Por esta razón, la

palabra se ha convertido en la actualidad en una palabra de contradicción y un término

despectivo. En realidad, cuando nos referimos a los sofistas nos encontramos hablando de

pensadores netamente intelectuales que tuvieron un papel importante en Grecia,

principalmente durante el siglo V a.C. y quienes vivieron principalmente en la ciudad

de Atenas. Entre los personajes más destacados del sofismo que podemos mencionar están

los siguientes personajes: Protágoras, Gorgias y Critias. La mayoría de ellos venían

directamente de colonas griegas, pero vivían en Atenas. En esta ciudad el

ambiente filosófico y lleno de cultura era perfecto para la creación de nuevas ideas. Sus

propuestas chocaban en todo momento con las ideas de las polis y de Sócrates y Platón.

Por qué son famosos

Por dar un nuevo rumbo y significado a la filosofía gracias al estudio del cosmos
¿Quiénes fueron los Sofistas?

La palabra sofista proviene del griego sophía (σοφία), «sabiduría» y sophós (σοφός),

«sabio». Este nombre se dio en la Grecia clásica a las personas que enseñaban la

sabiduría. Eran personas que tenían una inteligencia práctica y sentido genérico. Eran sabios

y pensadores intelectuales que desempeñaron un papel muy importante en Grecia y que se

encargaron de educar a miles de jóvenes.

Historia de los sofistas

Los sofistas fueron grandes pensadores que desarrollaron toda su actividad en la ciudad

de Atenas en el siglo V. Los filósofos que se dedicaban al pensamiento sofista elaboraron

diferentes teorías para lograr explicar el cosmos. Se encargaron de darle un nuevo rumbo y

significado a la filosofía. Para ellos el tema para ellos se basaba en el hombre y en

la sociedad. Se dedicaron mucho a viajar y conocieron muchas y diversas culturas. Se

plantearon una serie de problemas relacionados con las costumbres y las leyes. Dieron origen

a la idea del relativismo. Iban de lugar a lugar enseñando sus teorías acerca de cómo ser

buenos ciudadanos y cuáles pasos seguir para poder triunfar en el campo de la política. Sus

enseñanzas tenían un fin práctico y éste era lograr desenvolverse adecuadamente en los

asuntos de política. Fueron los primeros pensadores que cobraron dinero por impartir sus

enseñanzas.

Características de los sofistas

 Eran maestros en la enseñanza de la virtud.

 Fueron los primeros profesionales en cuanto a la enseñanza y cobraban sumas de

dinero altas por proporcionar algunas de sus enseñanzas.

 Eran maestros con proyectos siempre bien definidos en cuanto a la educación a las

personas. Siempre contestaban las preguntas que se les hacían y realizaban debates

y cursos.
 Proporcionaban técnicas de discusión a los jóvenes, técnicas de dominio de la

palabra y del poder de palabra.

 Tenían interés por el hombre y por la sociedad reflexionando siempre con respecto a

la civilización y la cultura.

 Mostraban gran interés por la retórica y la erística dentro de una sociedad democrática

en la cual el dominio de la palabra y el discurso significaban el éxito total.

Representantes

 Protágoras: Gran pensador viajero, muy celebrado y necesitado. Vivió durante un

largo tiempo en Atenas lugar en el cual tuvo relación con Sócratesy fue amigo

de Pericles quien le encargó el trabajo de realizar la constitución para la colonia de

Turios en la cual se fundó la educación pública y de manera obligatoria. Viajó por

diferentes ciudades en las cuales recibió sumas enormes de dinero.

 Gorgias: Su arte fue clasificado como oratorio y se vanagloriaba en haber contestado

cuestiones hechas por medio de la verificación de lo argumentado. Sostenía una tesis

muy débil y fácilmente rebatible que lo llevaron a sufrir de ataques por parte de

Sócrates.

 Prodico: Fue un famoso filósofo griego que formó parte de la primera generación de

sofistas en el mundo.

 Hipias: Sofista griego que nació en el siglo XV aproximadamente. Fue contemporáneo

de Protágoras y Sócrates. Su mayor y mejor fuente de conocimiento proveniente de

Paton.

 Sócrates: Filósofo griego considerado como uno de los más grandes filósofos en el

mundo, tanto como de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro

de Platón quien a su vez tuvo a Aristóteles como fiel discípulo y los tres unidos son

considerados como representantes fundamentales de la filosofía griega.


Obras de los sofistas

Los sofistas eran maestros que iban de un lado a otro y trabajaban como maestros

profesionales brindando sus servicios a los jóvenes de Grecia, principalmente en Atenas.

Algunas de sus obras fueron las siguientes:

 El tratado sobre el No Ser (Autor: Gorgias)

 Argumentos Dobles (de autor desconocido)

 Refutaciones Sofísticas (escrito por Aristóteles)

 Diálogos, Protágoras y Gorgias (autor: Platón)

Estos autores de las obras sofistas habían estudiado principalmente la naturaleza,

investigaron acerca de la realidad y éste fue su arjé. Desplazaron su centro de interés en el

estudio del hombre y de la sociedad.

Relativismo Ético:
Características, Tipos y Críticas
El relativismo ético es la teoría que sostiene que no existe una regla
universal absoluta en la rectitud moral de la sociedad. En consecuencia, se
sostiene que la actuación ética de un individuo depende o es relativa a la
sociedad a la que pertenece.

También es llamado relativismo epistemológico, ya que su idea básica es que


no hay verdades universales sobre el mundo, solo diferentes formas de
interpretarlo. Ésta se remonta a la filosofía griega, donde se trabajaba con la
frase “el hombre es la medida de todas las cosas”.

Posteriormente le siguieron afirmaciones más contemporáneas, como que las


verdades son subjetivas dependiendo del punto de vista de quien las analice,
o que para cada cultura existen diferentes tipos de acuerdo.

Igualmente hay posturas hacia lo científico que buscan ser objetivas y


lógicas, llamadas verdades relativas – éticas. De estas consideraciones se
desprende el relativismo moral, la teoría de que no hay verdades absolutas,
objetivas y morales universalmente vinculantes.

El relativista ético niega que haya ninguna verdad objetiva sobre lo correcto
e incorrecto. Los juicios éticos no son verdaderos o falsos, porque no hay
verdad objetiva que sea adecuada para un juicio moral.

Se puede decir que para estos autores, la moral es relativa, subjetiva, y no


vinculante.

Características del relativismo ético


-Lo que se considera moralmente correcto e incorrecto varía de sociedad a
sociedad, de modo que no existen estándares morales universales.

-Que sea o no correcto que un individuo actúe de cierta manera depende o


es relativo a la sociedad a la cual él o ella pertenezca.

-No existen normas morales absolutas u objetivas que se apliquen a todas


las personas en todas partes y en todo momento.
-El relativismo ético mantiene que incluso más allá de los factores
ambientales y las diferencias en las creencias, hay desacuerdos
fundamentales entre las sociedades. En cierto sentido, todos vivimos en
mundos radicalmente diferentes.

-Cada persona tiene un conjunto de creencias y experiencias, una


perspectiva particular que colorea todas sus percepciones.

-Sus diferentes orientaciones, valores y expectativas rigen sus percepciones,


de modo que se destacan diferentes aspectos y se pierden algunas
características. Incluso como nuestros valores individuales surgen de la
experiencia personal, los valores sociales son fundamentados en la peculiar
historia de la comunidad.

-Ven a la moralidad como un conjunto de normas, hábitos y costumbres


comunes que han obtenido la aprobación social en el tiempo, para que
parezcan parte de la naturaleza de las cosas, como los hechos.

Tipos

Subjetivo

El subjetivismo hace de la moralidad un concepto inútil, pues, en sus


premisas, ejerce poca o ninguna crítica interpersonal y sus juicios son
lógicamente posibles.

Mientras que algunas culturas pueden sentirse bien con el asesinato de toros
en una corrida, existen otras tantas que sin duda sienten lo contrario. Ningún
argumento sobre el asunto es posible. Lo único que podría usarse para un
miembro de esta cultura o cualquier otra persona, sería el hecho de que
estaría mal si no vivieran basándose en sus propios principios.
Sin embargo, uno de ellos podría ser que la hipocresía es moralmente
permisible (se siente bien al respecto), por lo que sería imposible para él que
haga mal. Esto genera controversia en relación a qué sería éticamente
correcto, en comparación con otros puntos de vista.

Distintas personalidades artísticas, literarias y culturales tienen opiniones


contrapuestas en relación a estas temáticas, ya que significa que todos los
individuos son miembros de culturas diversas y que el bien o el mal es
moralmente subjetivo, dependiendo de quiénes sean los jueces y cuál sea el
significado de la evaluación interpersonal.

Parece existir una contradicción entre el subjetivismo y el concepto de


moralidad, ya que la moralidad tiene el objetivo mínimo de prevenir un
estado de caos en el que la vida es de la forma en que se desea y el
subjetivismo no descansa sobre el acuerdo social de principio (como sostiene
el convencionalista) o sobre una base objetiva independiente de normas que
obligan a todas las personas para el bien común.

Convencional

En la visión del relativismo ético convencional, no hay principios morales


objetivos, sino que todos son válidos y están justificados en virtud de su
valor cultural, tomando en cuenta la aceptación, donde se reconoce la
naturaleza social de la moralidad, encontrándose precisamente en su poder
y virtud.

Además, reconoce la importancia del entorno social, por medio de la


generación de costumbres y creencias, y es por esto que muchas personas
suponen que el relativismo ético es la teoría correcta, ya que se sienten
atraídos por su postura filosófica liberal.

Por lo que, esta postura parece implicar fuertemente una actitud de


tolerancia hacia otras culturas. Según Ruth Benedict, “al reconocer la
relatividad ética se llegará a una fe social más realista, aceptando como
fundamento la esperanza y como nuevas bases, la tolerancia para los
patrones de vida coexistentes e igualmente válidos”.

El más famoso de los que ocupan esta posición es el antropólogo Melville


Herskovits, que argumenta aún más explícitamente en sus líneas que el
relativismo ético implica tolerancia intercultural:

1) La moral es relativa a su cultura

2) No existe una base independiente para criticar la moralidad de cualquier


otra cultura

3) Por lo tanto se debe ser tolerante con las moralidad de otras culturas.

Diferencias entre las ciencias sociales y la ética


La diferenciación de estos conceptos han sido claves en la teoría del
relativismo ético, ya que mientras la antropología y la sociología son ciencias
empíricas con campos de estudio basados en observaciones y hechos, la ética
es una disciplina normativa, sobre juicios y valores morales.

Las ciencias sociales se limitan a lo que se puede observar, medir y verificar.


La cuestión de lo que es correcto e incorrecto está fuera de la disciplina,
inmersa en el campo de la ética. Un científico sólo puede predecir un
determinado resultado, y no si ese resultado es moralmente correcto o
incorrecto.

Cuando un científico hace una declaración moral, ya no está hablando como


científico sino como ciudadano preocupado que ha reconocido la separación
de roles y ha colgado entre paréntesis su papel como investigador para pasar
a hablar como ciudadano.
Por ejemplo, se espera que un médico trate con el mismo cuidado a todos
sus pacientes, indiferentemente de quiénes sean, o que un juez aunque fuera
de su corte condene enérgicamente a un individuo, en su papel se limite a
obtener pruebas que señalen o no al acusado.

Asimismo, un actor puede ganar aplausos por la excelencia de su


interpretación como villano, no por la aprobación de lo que hizo su personaje,
sino por los méritos por su trabajo.

Exactamente lo mismo ocurre con el científico que ha realizado su función


plena cuando ha representado claramente las consecuencias de un tipo de
comportamiento (Lundberg 1965, página 18).

Críticas
La mayoría de los especialistas en ética rechazan esta teoría, ya que algunos
afirman que, si bien las prácticas morales de las sociedades pueden ser
diferentes, los principios morales fundamentales subyacentes a estas
prácticas no lo son.

Además, se argumenta que puede darse el caso que algunas creencias


morales son culturalmente relativas, mientras que otras no lo son.

Ciertas prácticas, como las costumbres respecto a la vestimenta y la


decencia, pueden depender de las costumbres locales, mientras que otras,
como la esclavitud, la tortura, o la represión política, pueden regirse por las
normas morales universales y juzgadas como malas a pesar de las muchas
otras diferencias que existen entre culturas.

Otros filósofos critican el relativismo ético debido a sus implicaciones en las


creencias morales individuales, afirmando que si la bondad o la maldad de
una acción depende de las normas de una sociedad, entonces se deduce que
uno debe obedecer a las normas de la sociedad propia y apartarse a aquellas
en las que se actúa inmoralmente.

Por ejemplo, si ser miembro de una sociedad con prácticas raciales o sexistas
es moralmente permisible para ese grupo individuos, ¿se debe entonces
aceptar esas prácticas como moralmente correctas?.

Es por esto, que los críticos consideran que este punto de vista del relativismo
ético promueve la conformidad social y no deja espacio para la reforma o
mejora moral en una sociedad.

Justificaciones del relativismo ético


Herodoto era un historiador griego del siglo V a.C., el cual avanzó en este
punto de vista cuando observó que las diferentes sociedades tienen diversas
costumbres y que cada persona pensaba que las costumbres de su propia
sociedad eran las mejores.

Algunos sociólogos y antropólogos contemporáneos han argumentado a lo


largo de líneas similares, que la moral es un producto social, desarrollado de
manera diferente en cada cultura.

Según estos autores, los diferentes códigos sociales son todo lo que existe.
No hay tal cosa como lo que es “realmente” correcto, aparte de estos códigos
sociales, pues no hay normas de cultura neutrales a la que se puede recurrir
para determinar qué punto de vista de la sociedad es la correcta.

Cada sociedad desarrolla estándares que son utilizados por las personas para
distinguir desde un comportamiento aceptable a uno inaceptable, y cada
juicio del bien y el mal presupone una u otra de estas normas.
Otro argumento que busca justificar al relativismo ético, se debe al filósofo
escocés David Hume (1711-1776), quien afirmó que las creencias morales
se basan en el sentimiento, o la emoción, no en la razón.

Esta idea fue desarrollada por filósofos posteriores, como Charles L.


Stevenson (1908-1979) y RM Hare (1919-2002), quienes sostenían que la
función primaria del lenguaje moral no es declarar hechos, sino expresar
sentimientos de aprobación o desaprobación hacia algún tipo de acción o
para influir en las actitudes y acciones de los demás.

El relativismo ético es atractivo para muchos filósofos y científicos sociales,


ya que parece ofrecer la mejor explicación de la variabilidad de la creencia
moral. También ofrece una forma plausible de explicar cómo la ética cabe en
el mundo tal como es descrito por la ciencia moderna.

Por último, el relativismo ético justifica ser el adecuado para explicar la virtud
de la tolerancia, ya que busca aceptar los propios valores y los valores de
todas las sociedades.

Conclusiones
Hay quienes reconocen que el concepto plantea cuestiones importantes. El
relativismo ético les recuerda que las diferentes sociedades tienen diferentes
creencias morales y que sus creencias están profundamente influenciadas
por la cultura.

También les anima a explorar las creencias que difieren de las suyas,
mientras que les desafía a examinar los motivos de las creencias y valores
que poseen.

Por otro lado, plantea la tolerancia que es ciertamente una virtud, pero si la
moralidad como se plantea es relativa a cada cultura, y si alguna de estas
culturas no tienen un principio de tolerancia, sus miembros no tendrán por
tanto la obligación de ser tolerantes.

Herskovits parece tratar el principio de tolerancia como la única excepción a


su relativismo. Pero desde un punto de vista relativista no hay más razón
para ser tolerante que ser intolerante, y ninguna de estas posturas es
moralmente mejor que la otra.

Referencias

1. David Wong, Ethical Relativity (University of California Press, 1984)


2. Michael Krausz, ed., Relativism: Interpretation and Conflict
(University
of Notre Dame Press, 1989).
3. Hugh LaFollette, “The Truth in Ethical Relativism,” Journal of SociaI
Philosophy (1991).
4. Peter Kreeft, A Refutation Of Moral Relativism: Interviews With an
Absolutist (IgnatiUS Press, 1999).

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