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3 Lo que sí es ~na tradición estética general, que sigue Juan Ruiz, es (En vez de «si ha el cuello alto»). ¿Cómo es posible, pues,
el atribuir el color rubio a la bonita, y el negro, a la fea (comp. coplas
1.011-1.019). Pero véase más abajo lo que digo de los árabes españoles. lanzarse precipitosamente a afirmar que los supuestos tras-
4 Alguna dificultad ofrecen los elementos A y F comparados con trueques estaban causados «por las exigencias de la rima»?
el 16: es evidente que talla en 432 a vale «de talla alta», pero que ¿Por qué imaginar siempre que el escritor obra -sin excep-
en 435 d significa «talle, corte o dis;>osición general del cuerpo». Nin-
guno de estos sentidos parece coincidir con el 16 de Faral-Lecoy (la ción- movido por un impulso externo, ya sean modelos, ya
taille), pues aunque la palabra francesa tiene también gran vaguedad mandatos de las artes poéticas, ya «necesidades de la rima»?
semántica, no cabe duda de que en este caso, aun por su colocación ¿No le vamos a conceder nada al pobre escritor medieval,
en la lista, se refiere a talle, acepo 2.a del Dicc. Acad. Es pormenor que
no tiene importancia para nuestro razonamiento general. aun prescindiendo de la pequeña casualidad de que se llame
404 De Berceo a Juan Ruiz La bella de Juan Ruiz 405
Juan Ruiz? Por ejemplo: ¿Quién no ha observado, o por lo .. .los dientes menudillos,
menos «sentido», que la estrofa del Arcipreste cumple con eguales e bien blancos, un poco apartadillos 6.
mucha frecuencia un movimiento querencioso que la lleva a
cargarse de afectividad en su último verso? 5. Y ocurre que Ocurre que los textos franceses medievales, que para Mon-
precisamente esos elementos (como el 10 y el 16), que están sieur Lecoy son siempre los modelos, dicen precisamente lo
con tanta rudeza descolocados con relación al supuesto orden contrario: «menu serrees ot les denz» (Eneas, 3999); «Li uns
Faral-Lecoy, ocupan finales de estrofa; en ellos, la expresión si pres de l'autre toche / Qu'il samble que tuit s'antretain-
se remansa y se acompaña de frases exclamativas: gnent» (eliges, 826-827). Nota Lecoy que Sánchez «qui avait
du gout» propuso leer «apretadillos», en vez de «apartadi-
... páral' mientes llos», lectura que da, sin comentario alguno, Cejador. La co-
si ha el cuello alto: atal quieren las gentes.
... ancheta de caderas: ¡ésta es talla de dueña!
rrección -concluye Lecoy- parece evidente .
Con gran olfato crítico, basada únicamente en quela frase
era comprensible, María Rosa Lida 7 se ha negado a aceptar
y ahora, claro, se nos ocurre en seguida (después de ha- tal corrección. Bastaba, en efecto, el sentido común lingüís-
ber probado que tales elementos no están ahí por «necesida- tico para ver que la corrección tiene sus peros: «un poco
des de la rima»), que el Arcipreste los atrajo a esas posiciones apartadillos» es expresión normal y clara; en cambio, «un
resaltadas de final de estrofa, con ese esponjamiento afectivo, poco apretadillos», tratándose de materias sólidas, pétreas,
porque los aquerenciaba como especialmente importantes, es como son los dientes, es una expresión, no imposible, sí más
decir, porque (en el sentido etimológico y en el corriente) los difícil de explicar. Pero contra esa corrección hay otras razo-
«pre-fería». Esto no lo podía comprender el distinguido eru- nes más importantes.
dito francés, porque él había ya formado a priori su juicio. Monsieur Lecoy, y con él la inmensa mayoría de los que
Al empezar su estudio de este pasaje, nos había ya adverti- de la cultura española nos ocupamos, hemos olvidado dema-
do: «n'allons pas croire que ce portrait tracé par I'Archi- siado tiempo -aunque es un hecho tan evidente como impor-
pretre soit révélateur de ses gouts ou de ses préférences». tante- que en España se entrechocan y mezclan en la Edad
Pero, qué diantre, los pobres escritores tienen también su Media dos culturas: la europea y la árabe. Ahora bien, yo
corazoncito, y (a pesar de las venerables artes poéticas) les recordaba perfectamente haber leído alguna vez que un rasgo
pueden gustar especialmente las mozas anchetas de caderas curioso de la apreciación de la belleza humana en la litera-
y de alto cuello de garza.
tura árabe consistía en no considerar defecto, sino realce, el
En la descripción del Arcipreste hay un pormenor que ha que los dientes estuvieran algo separados: los dientes «un
desconcertado al ilustre erudito francés: le extraña que Juan poco apartadillos». Como recordaba esto, y no soy arabista,
Ruiz diga que los dientes deben estar «un poco apartadillos». me volví -¿a quién mejor?- a mi amigo Emilio García Gó-
No cabe duda, los dos manuscritos de Salamanca y de Gayo- mez en demanda de auxilio. Confirmó inmediatamente la
so coinciden:
6 Es (salvo «menudillos» en vez de «menudiellos») la lectura de
5 Es una tendencia general de la forma poética (i. e., literaria), Salamanca. Gayoso coincide en todo lo que ahora interesa: «eguales
que bien merecía un estudio: lo mismo pasa con la octava real, con el e blanquillos, poquillo apartadillos».
soneto, y a este campo pertenece lo que la Retórica llama epifonema. 7 Art. cit., pág. 142.
406 Dé Berceo a Juan Ruiz. La bella de Juan Ruiz. 407
exactitud de mi recuerdo. Los datos bibliográficos que siguen, Libro de Buen Amor y cultura árabe. Todo lector 10 l'labía
así como las citas de pasajes y sus traducciones del árabe, a hecho ya: en el poema hay una mora desdeñosa, que en un
él se lo debo todo. De entre muchas autoridades ha preferido pasaje delicioso pronuncia, simétricamente espaciadas, cuatro
escogerme dos obras 8: una, titulada Tuhfat al-'arus, etc. frases en árabe. El Arcipreste se muestra interesado por los
(Regalo de la novia, etc.), que es un libro de erotología es-
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