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Tecnología y educación
Nico van der Merwe
Introducción
Muchos docentes que al principio observaban con desconfianza el avance de las
nuevas tecnologías de la información y comunicación, han acabado por aceptar, al menos
en teoría, el presupuesto de su necesidad. Los que se mantenían a distancia, las van
incorporando a sus prácticas, a la par que van gradualmente comprobando las bondades de
su presencia en la vida cotidiana: el uso del correo electrónico, de grupos de facebook o de
un blog, para poner a disposición de los alumnos materiales de estudio o ejercitación para
los exámenes, ya no resultan extraños a casi nadie. Los más entusiastas se lanzaron a
producir recursos educativos que hoy inundan la Web: existen redes sociales enteras
dedicadas a publicar y compartir recursos entre docentes de todo el mundo.
Pero si la descripción anterior parece cierta, paralelamente, muchos quizás todavía
escuchan en las escuelas a otros colegas lamentarse de que los chicos no leen gracias a
internet y a la computadora, a los jueguitos y a los celulares, y otros que indican
expresamente a sus alumnos que cuando hagan una investigación no vayan a buscar en
internet y lo hagan sólo en los libros. Puesto que entre los discursos, prácticas y consumos
culturales que circulan principalmente a través de los medios masivos de comunicación y
las lógicas y dinámicas propias de los espacios escolares se establece una tensión que se
vivencia como una dificultad insoslayable en los procesos de enseñanza y de aprendizaje,
muchos educadores se ubican en pie de guerra contra el efecto de los medios y la
mediatización de las culturas, excluyendo estas prácticas y lógicas mediáticas de las aulas.
Esta tensión se ve sostenida y reforzada por una naturalización de las prácticas y
dispositivos de la educación escolar de larguísima tradición, que impide objetivar su carácter
tecnológico. Al esclarecimiento de estas relaciones entre tecnología y educación escolar
dedicamos esta primera unidad.
1. Qué es la tecnología
Previamente a internarnos en el análisis de la relación entre tecnologías y
educación, trataremos de esclarecer en primer lugar el concepto mismo de tecnología. En
nuestra vida cotidiana interactuamos en forma permanente con distintas clases de
tecnologías; a lo largo de nuestras vidas, seguramente hemos visto nacer y propagarse
determinados adelantos tecnológicos, desaparecer otros con los que teníamos relaciones
cercanas; muchos los incorporamos como parte fundamental de nuestro quehacer
profesional y de nuestra vida personal y social.
Para dar respuesta a la pregunta sobre qué es la tecnología, debemos situarnos en
el marco más amplio de la relación del hombre con su entorno, lo que nos lleva a hablar de
adaptación . Ésta es la respuesta que todos los seres vivos dan a los problemas que les
plantea el medio en que viven, respuesta que puede resolverse en dos sentidos:
● como adaptación al medio, que se lleva a cabo aprovechando los recursos
disponibles,
● o como adaptación del medio , que supone la construcción e introducción en el medio
de cosas que no se encuentran en él. La capacidad de desarrollar tecnologías para
dar respuesta a las necesidades que le plantea el medio, es específica de la especie
humana.
● Tecnologías artefactuales
(utensilios, aparatos, herramientas).
● Tecnologías simbólicas
(lenguaje, escritura, sistemas de representación icónica y
simbólica).
● Tecnologías organizativas (gestión de la actividad productiva, de las relaciones
humanas, etc).
Esta conceptualización nos ayuda a desarticular una distinción entre lo natural y lo
artificial que suele ser distorsionada, en la medida en que lo artificial se conceptualiza
negativamente, como una degradación de la naturaleza humana. Para Walter Ong (1987),
las tecnologías no son sólo recursos externos, sino también transformaciones interiores de
la conciencia:
"Las tecnologías son artificiales, pero, —otra paradoja— lo artificial es natural para los seres
humanos. Interiorizada adecuadamente, la tecnología no degrada la vida humana sino por lo
contrario, la mejora.
El uso de una tecnología puede enriquecer la psique humana, desarrollar el espíritu humano,
intensificar su vida interior." (Ong:1987)
El desarrollo tecnológico tiene siempre consecuencias para los individuos y su
ambiente. Estas consecuencias son también políticas y sociales: las manifestaciones de la
cultura constituyen un “saberhaceracumulado” que posibilita al hombre superar las
limitaciones de la naturaleza, pero también lleva consigo una acumulación de estructuras de
poder que configuran formas de organización y control social.
El vocablo "tecnología" proviene de la combinación de los términos téchne (arte,
destreza, oficio) y
lógos (palabra, discurso), que marca los comienzos de la reflexión sobre
el “saber hacer” en la cultura occidental. La téchne era una habilidad que se lograba
siguiendo ciertas reglas para realizar algo. Heródoto la conceptualiza como “un saber hacer
de forma eficaz”. Más tarde, Platón le da el sentido de realización concreta de algo y
Aristóteles, por su parte, la subordina a la episteme
, que consiste en un saber teórico,
mientras la téchne es un saber práctico que tiende a un fin concreto.
Esta jerarquía y por lo tanto relación de poder entre la teoría y la práctica, que se
vislumbra desde los orígenes griegos de nuestra herencia cultural, sigue vigente entre
nosotros y se refleja en las concepciones de la tecnología como ciencia aplicada, y
distinciones entre ciencia y técnica del tipo siguiente: “la tecnología busca la eficacia, la
ciencia la verdad”; “el científico contrasta teorías mientras que el tecnólogo las utiliza”; “la
tecnología es más pobre y menos profunda, ya que reduce y simplifica el conocimiento
científico de acuerdo con las necesidades”.
2.La educación escolar como tecnología social
Toda vez que hemos conceptualizado a la tecnología en sus dimensiones
artefactual, simbólica y organizativa, y la hemos contextualizado en el marco de las
relaciones del hombre con su entorno, podemos entender a la escuela como una tecnología
social, creada para dar solución a la necesidad de proporcionar educación a todos los
ciudadanos y ciudadanas de ciertas edades.
"La escuela es una "tecnología" de la educación, en el mismo sentido en que los
coches son una "tecnología” del transporte... Como la escolaridad masiva, las clases
son inventos tecnológicos diseñados para llevar a cabo una tarea educativa. Son un
medio de organizar a una gran cantidad de personas para que puedan aprender
determinadas cosas." (Mecklenburger: 1990)
Kevin Casper
Desde esta perspectiva, resulta paradójica la posición de docentes que rechazan las
nuevas tecnologías de la información y comunicación alegando que "deshumanizan la
enseñanza", pues estas posiciones no advierten que los artefactos que se utilizan
habitualmente en las escuelas desde el libro al pupitre, junto con las tecnologías
organizativas tales como los agrupamientos o el currículum y las tecnologías simbólicas
cuyo dominio la escuela debe garantizar la escritura o la aritmética, por ejemplo son
también respuestas creadas por el hombre para dar solución a ciertas necesidades. La
naturalización de dichas tecnologías, o la confusión entre lo natural y lo artificial nos
impide ver que las mismas están configurando nuestra visión del mundo, de los alumnos y
de lo que sucede en el acto educativo. (Sancho Gil:1994)
La educación se ha apoyado desde siempre en el uso de diversas tecnologías,
muchas de las cuales coexisten hoy en los procesos de enseñanza y de aprendizaje: desde
las tizas y el pizarrón, pasando por los videos, las guías de estudio, los materiales impresos
hasta la computadora, las redes, el hipermedia.
3. Definición de la Tecnología Educativa
El estudio de estas relaciones entre tecnología y educación da lugar al campo de
investigación conocido como Tecnología Educativa. Esta disciplina se ocupa de descubrir la
potencialidad educativa de los medios y de estudiar los procesos de incorporación de los
mismos en las instituciones educativas a lo largo de la historia. Asimismo, brinda los
fundamentos conceptuales y metodológicos para el desarrollo de materiales educativos
originales y para la integración al desarrollo curricular de producciones culturales
elaboradas inicialmente con otros fines. El eje desarrollado en los últimos años permite
definirla también como la disciplina que se ocupa de estudiar los mejores modos para
integrar las nuevas tecnologías en las propuestas de enseñanza (Libedinsky: 2000).
Por su parte, Manuel Área Moreira (1997) la define como:
“la disciplina cuyo objeto de estudio son los efectos socioculturales e implicaciones
curriculares que para la educación escolar poseen las tecnologías de la información y
comunicación en cuanto formas de representación, difusión y acceso al conocimiento y
a la cultura de los ciudadanos.”
Si bien la relación entre tecnología y educación data de largo tiempo, pues con el
propósito de optimizar los procesos de enseñanza y aprendizaje, los recursos tecnológicos
fueron incorporándose a la educación desde la antigüedad, sólo a mediados del siglo XX la
Tecnología Educativa se constituye en un campo de estudio, que surge y se desarrolla en el
contexto educativo norteamericano a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Para reflexionar:
El desarrollo de la tecnología educativa en Estados Unidos después de la Segunda
Guerra tuvo antecedentes particulares: la guerra había planteado un problema desde el
punto de vista de la formación militar: ¿cómo entrenar en forma rápida a miles de soldados
y personal del ejército? Para dar respuesta a esta cuestión se crearon métodos
estandarizados de instrucción cuya finalidad era el logro de objetivos de aprendizaje en
forma rápida y efectiva. Dentro del ámbito militar de los Estados Unidos se utilizaron
diversas tecnologías (impresos, filmes y audio) para desarrollar materiales de capacitación.
Los precursores más cercanos de las computadoras también fueron diseñados en
Massachusetts Institute of Technology)
Estados Unidos, en el MIT ( con el propósito de
responder a necesidades militares, específicamente del área de la balística, para calcular
las ecuaciones diferenciales que permitirían controlar la dirección de un proyectil.
Otro invento más reciente, uno de los de mayor impacto en nuestra vida cotidiana,
Internet, tuvo su origen también en ámbitos de investigación estadounidenses para el
desarrollo militar.
Según advierte Liguori (1995):
"Los medios y los métodos tecnológicos que se incorporan al campo educativo tienen
su origen en otros ámbitos, generalmente en las empresas o en el área militar. Este
traspaso de medios y métodos de un campo a otro, de forma acrítica, arrastra los
conceptos y las valoraciones de la racionalidad instrumental o técnica, […]. Esta
perspectiva considera que la incorporación de las nuevas tecnologías a la educación
son por sí mismas determinantes del mejoramiento de la enseñanza...."
Esta advertencia nos lleva a enfatizar que la incorporación en la educación de
medios tecnológicos que no fueron inicialmente desarrollados con fines pedagógicos, debe
ser guiada por una reflexión consciente y crítica del docente, que debe adaptarlos a los
fines educativos, teniendo en cuenta los valores y supuestos que el uso de la tecnología
conlleva.
4. Breve historia del desarrollo de la Tecnología Educativa
Uno de los propulsores de la tecnología educativa fue B.F. Skinner, cuyo trabajo
basado en el condicionamiento operante y una concepción asociacionista del conocimiento
y del aprendizaje, dio lugar a la instrucción programada. Este tipo de instrucción alcanzó su
expresión más acabada en el invento conocido como la "máquina de enseñar".
Al final de esta unidad encontrará un fragmento de la obra de Skinner,
Tecnología de la enseñanza (1970), donde el psicólogo norteamericano explica cómo
funcionaba la "máquina de enseñar" y los supuestos pedagógicos que guiaron su diseño.
Algunos de los rasgos didácticos de la propuesta eran:
● La identificación de la conducta final del estudiante como "resultado de
aprendizaje".
● La división de la conducta en partes simples, cuya suma constituiría el
comportamiento comportamiento complejo y final. Esta concepción permite la
“dosificación de la materia”, es decir, tratar pequeñas porciones del contenido de la
enseñanza en cada presentación. El contenido se fragmenta y divide en pequeños
pasos para su asimilación.
● La retroalimentación inmediata y constante a las respuestas del estudiante, como
refuerzo positivo de la conducta correcta.
Los presupuestos de esta teoría prevalecen en la actualidad en cierto tipo de
software, en especial de la clase denominada "tutorial". (Liguori: 1995)
A partir de la década de 1950, con el aporte de los trabajos de Clifton Chadwick, la
tecnología educativa incorpora los desarrollos de la teoría de sistemas. Para este enfoque
de base también conductista, un sistema es un set de conceptos o partes que deben
trabajar juntos para desarrollar una función particular.
Una organización es considerada en sí misma como un sistema o conjunto de
sistemas, que tiene el fin de lograr un producto. Todo sistema comprende cuatro elementos:
1. Los recursos humanos
2. La “materia prima” (el contenido)
3. Las tecnologías disponibles
4. El tiempo
En esta concepción, la enseñanza era pensada como un proceso tecnológico en sí
mismo. La planificación, el desarrollo de materiales estandarizados y la evaluación de los
aprendizajes se convirtieron en los ejes de la intervención educativa, que se dirigió a la
búsqueda del control y la eficiencia de los procesos.
Las principales objeciones dirigidas contra el conductismo fueron:
● El carácter prescriptivo de este tipo de modelos, que determinan con exactitud la
serie de pasos, acciones y tareas a desarrollar por quienes planifican y llevan a cabo
la enseñanza, ignorando frecuentemente las variables contextuales, tales como las
diferencias individuales, grupales y sociales de los sujetos del aprendizaje.
● La presuposición de que el conocimiento existe, como una cosa dada,
independientemente del proceso de aprender.
En las últimas décadas, los desarrollos del hipertexto e hipermedia entran en
sintonía con el cuestionamiento de que los recorridos de aprendizaje puedan ser pautados y
diseñados de forma única para todos los sujetos. Una de las principales oportunidades que
brinda la formación a través de la Web es que el usuario sea quien defina su propio
itinerario de aprendizaje.
El mundo es muy diferente al de unas pocas décadas atrás: el volumen, el
dinamismo y la complejidad de información aumentan exponencialmente, gracias a la
utilización y difusión de las nuevas tecnologías de información y comunicación. Las formas
de conectarnos y comunicarnos con los demás se realizan por medios digitales y
electrónicos, aumentando la frecuencia y cantidad de las interacciones. Surgen nuevos
oficios, trabajos y actividades; y el conocimiento actualizado y veraz ya no se encuentra en
centro de saber reconocidos tradicionalmente, sino que circula en espacios de conocimiento
configurados por los sujetos en las sociedades en red.
Estos aspectos son los que dominan, entre otros, la reflexión en el campo de la
tecnología educativa en la actualidad, dando lugar a nuevas preocupaciones metodológicas
y paradigmas teóricos.
5. Posiciones tecnofóbicas y tecnofílicas en la enseñanza. Riesgos y limitaciones.
Con respecto a las actitudes que quienes ejercen la docencia mantienen hacia las
innovaciones tecnológicas, pueden distinguirse dos posiciones bien diferenciadas:
● En un extremo, se sitúan los tecnófobos, es decir, aquellos para quienes el uso de
cualquier tecnología (artefacto, sistema simbólico u organizativo) que ellos no hayan
utilizado desde sus primeros años y haya pasado a formar parte de su vida personal
y profesional, representa una amenaza para su sistema de valores.
● En el extremo opuesto, encontramos a los tecnófilos, quienes consideran cada
nueva aportación tecnológica, especialmente las que provienen del campo del
tratamiento de la información, la solución a todos los problemas que plantea la
enseñanza y el aprendizaje escolar.
Como ejemplo de la primera posición, podemos encontrar uno de sus
testimonios más antiguos en los escritos de Platón (s. V a.C.). Lo/la remitimos aquí al texto
Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra,
de Walter Ong (1987), que se cita al final de
esta unidad.
Estos discursos sensacionalistas despiertan temor en los hogares y en las
instituciones, y algunos docentes encuentran en esas noticias la excusa para excluir de las
clases las computadoras y la educación digital. Por el contrario, para Cassany (2012), junto
con Davis y Merchant (2009), estos mismos peligros son las razones que justifican la
inclusión en el currículum de la comunicación digital, para que la escuela eduque a los
alumnos y a sus familias en el uso de la red con seguridad y pericia.
Con Sancho Gil (1994) podemos afirmar que:
“…el profesorado o los teóricos de la educación que sólo parecen estar dispuestos a
utilizar y considerar las tecnologías (artefactuales, organizativas y simbólicas) que
conocen, dominan y con las que se sienten mínimamente seguros, por considerarlas no
(o menos) perniciosas, no prestando atención a las producidas y utilizadas en la
contemporaneidad están, como mínimo, dificultando a su alumnado la comprensión de
la cultura de su tiempo y el desarrollo del juicio crítico sobre ellas.”
Asimismo, respecto a la segunda postura, podemos encontrar testimonios de los
entusiastas de las nuevas tecnologías que datan de alrededor de 1820, que veían en la
producción masiva y barata de libros de bolsillo nuevas posibilidades para la educación.
Posteriormente, los mismos discursos saludaron efusivamente la aparición y la introducción
en la escuela del cine, la radio.
La aparición de los sistemas hipermedia basados en la computadora ha levantado
enormes expectativas para la educación escolar en los últimos veinte años, puesto que
todos los recursos didácticos acumulados a lo largo de los siglos (libros de texto, pizarras,
proyectores de diapositivas y vídeos, calculadoras, simuladores), se reúnen ahora en una
sola estación de trabajo interactiva. Se afirma que el multimedia propicia y alienta la
exploración, vuelve el aprendizaje estimulante y atractivo, favorece la cooperación y la
comunicación entre el alumnado y los docentes.
No obstante, lo que unos y otros suelen ignorar, tanto detractores como entusiastas,
es que ninguna tecnología produce el aprendizaje por sí misma: "lo que genera aprendizaje
e inteligencia es la práctica cognitiva y social de ejecutar esas potencialidades en contextos
reales y significativos" (Cassany: 2011), y debe ser el docente, guiado por criterios
fundamentados en su saber pedagógico, quien genere o diseñe en esos contextos tales
prácticas, contando para ello no sólo con una perspectiva didáctica apropiada, sino también
con una perspectiva histórica, social, cultural y política de la tecnología.
Para profundizar:
6. Concepciones acerca del uso de las tecnologías en la educación escolar.
Ian L
La inclusión de nuevos medios o recursos suele estar asociada a la idea de
innovación. No obstante, estos dos aspectos no siempre guardan una relación directa. La
introducción de un recurso tecnológico puede incrementar el interés o la motivación de los
estudiantes, a causa de la mera novedad que representa su inclusión, sin que esto
signifique necesariamente una innovación en las prácticas de enseñanza, ni favorezca en sí
mismo el aprendizaje. A veces se incluyen las nuevas tecnologías en la enseñanza
respondiendo a la presión social de la incorporación de los últimos avances, pero
manteniendo una práctica pedagógica que refuerza una relación tradicional con el
conocimiento.
Les proponemos reflexionar sobre este aspecto de las prácticas que ilustran
estas dos viñetas en la web:
● <http://issuu.com/educacontic/docs/tiras2009/15?e=1504028/3328015>
Son muchos los ejemplos de uso de las TIC en la enseñanza que muestran que
éstas pueden reforzar aprendizajes y prácticas rutinarios. ¿Pueden identificar algún caso?
De estas ideas se desprende que existen distintas maneras de incorporar las
tecnologías en la educación y esta integración no ha sido un proceso siempre acompañado
de intervenciones a favor de la calidad de la enseñanza.
Edith Litwin (2005) ilustra algunos de los usos que la tecnología tiene en el quehacer
pedagógico. Distingue:
● Un uso controlador o disciplinador , que no constituye un aporte a la construcción
del conocimiento, sino que propicia una inclusión de las tecnologías en la enseñanza
en desmedro de su valor didáctico. (Lo podemos identificar expresado en frases
tales como "si se portan bien les pasamos un video" o "a los más revoltosos es
preferible dejarlos con la netbook, así no molestan") .
● Un uso como soporte para la explicación y la
demostración , que respondería al
imperativo pedagógico "muéstrame o cuéntame si quieres transmitirme" (Jackson:
2002).
● Un uso superador de dificultades u obstáculos en el proceso de
enseñanzaaprendizaje, que ayuda a subsanarlas o a superarlos, una vez que son
identificados por el docente.
● Un uso para economizar esfuerzos y tiempo , que se ejemplifica con la utilización o
reutilización, en una situación de enseñanza, de propuestas y materiales diseñados
para otro contexto lo que va de la mano con el tiempo y esfuerzo que lleva para el
docente producirlos, aunque la conveniencia de su incorporación debe ser bien
considerada, pues la validación de la información o la adaptación a la nueva
situación también demandan tiempo y esfuerzo.
● Un uso para hacer atractivo el aprendizaje y mantener el interés de los
estudiantes.
● Un uso
para establecer “puentes” entre disciplinas o abordar temas complejos ,
que requieren tratamiento desde diversas perspectivas, para buscar nuevas puertas
de acceso a los conocimientos.
● Un uso repetitivo que favorece el trabajo sobre los mismos contenidos en
diferentes soportes, ya sea pensando la repetición como réplica creativa o como
refuerzo .
● Un uso para aprender y colaborar con otros , para el encuentro con pares o
maestros.
Para profundizar:
Puede acceder al artículo completo de Litwin en el siguiente enlace:
● Litwin, E. (2005) “De caminos, puentes y atajos: el lugar de la tecnología en la
enseñanza”, Conferencia inaugural Educación y Nuevas Tecnologías, II Congreso
Iberoamericano de Educared. Disponible en:
<http://www.supervisionz22basso.com.ar/normativa/litwin%20e.de%20caminos%20p
uentes%20y%20atajos%20pdf.pdf >
[accesado: 04/11/2015].
Las innovaciones pedagógicas no se producen automáticamente con los cambios
tecnológicos. La introducción de una tecnología determinada en las prácticas educativas
debe estar orientada por supuestos pedagógicos que guíen y fundamenten su inclusión. La
decisión sobre la tecnología debe estar supeditada a decisiones sobre los objetivos y
propósitos, la selección y secuenciación de los contenidos, las estrategias de enseñanza y
las propuestas de actividades, etc.
Esta decisión fundamentada del docente evitará una inversión de los términos en la
que el medio se convierta en un fin a alcanzar. Esto es, que en lugar de utilizarse las
tecnologías como mediadoras de actividades de enseñanza y de aprendizaje, se transforme
al docente en un facilitador para acercar al alumno a los medios.
7. "Uso de las TICs" versus "integración curricular de TICs"
Ian L
Como hemos sugerido en apartados anteriores, la sola presencia de las TICs en las
aulas y en las escuelas no garantiza que se produzcan mejores aprendizajes. Así como es
posible que existan escuelas ampliamente dotadas ampliamente con equipamiento
tecnológico, pero que sin embargo no hacen de la integración de TICs un tema de su
agenda, otras instituciones que se ven limitadas en cuanto recursos tecnológicos
desarrollan y llevan adelante proyectos en los cuales las TIC se encuentran imbricadas en
la enseñanza y el aprendizaje. Un buen proceso de integración curricular de TICs requiere
mucho más que equipamiento e infraestructura. (Wanger et al
: s/f.)
Según lo expresa el Consejo Federal de Educación (2010):
"La integración de las TIC a las prácticas educativas aporta a la calidad de la enseñanza y de
los aprendizajes, en tanto sea incluida desde una perspectiva multidimensional que contemple
sus potencialidades para la actualización curricular, la construcción de conocimiento y la
apropiación de diversos lenguajes para la expresión."
Sancho Gil (2011) se expresa en el mismo sentido:
"Cuando hay un cambio y una mejora, además de la computadora, suceden otras
cosas. Por ejemplo, un profesor o grupo de profesores quieren trabajar de manera de diferente,
se produce un cambio en la manera de entender cómo enseñar y cómo aprender, en cómo el
profesor se sitúa delante de los alumnos. Existe un intento por llevar a cabo un currículum más
integrado, no tan orientado a la reproducción sino a la comprensión, a la creación, por
considerar al alumno como autor, como dotador de sentido y no sólo como repetidor. La
computadora, por sí misma, no cambia las cosas."
No todas las acciones que implican el uso de las TICs suponen una real integración
de las mismas al curriculum. Sánchez (2002) define la integración curricular de TICs
como el proceso de hacerlas parte del currículum, en armonía con los principios educativos
y la didáctica, de un modo funcional, con el propósito específico de aprender.
Para Sánchez, existen diferentes niveles de integración de las TICs, que son
progresivos.
Es difícil modificar las propias matrices de aprendizaje. Para el profesorado, en
general, las prácticas internalizadas durante las propias trayectorias escolares tienen una
influencia mucho más fuerte que todas las teorías pedagógicas que se estudian en la
carrera docente o universitaria. Es usual entonces que se enseñe de la misma forma en que
se aprendió en la infancia o en la juventud, aún cuando esas experiencias entren en
conflicto con las concepciones teóricas estudiadas.
Por ello, la integración curricular de las TIC debe ser gradual y partir de situaciones
conocidas. Es necesario planificar desde el saber no desde el no saber para continuar
aprendiendo. Ese saber puede provenir de la propia experiencia o de las experiencias de
los colegas. Para poder transformar las prácticas docentes, en un escenario para el cual
nuestra formación docente inicial no nos preparara, se torna fundamental el learning by
doing (aprender haciendo). (Wanger et al
: s/f.; Sancho Gil, 2002).
Para profundizar:
● Sánchez, Jaime (2002), "Integración curricular de las TIC: Conceptos e ideas”, Actas
VI Congreso Iberoamericano de Informática Educativa, RIBIE, Universidad de Chile.
Disponible en: <http://www.c5.cl/mici/pag/papers/inegr_curr.pdf >
Síntesis
Una visión restringida acerca de la tecnología, nos hace identificarla con aparatos
que brindan confort, nos hacen la vida más cómoda y nos evitan el esfuerzo de desarrollar
ciertas funciones del pensamiento. Esta imagen distorsionada nos impide ver a las
tecnologías como herramientas con las cuales pensar y actuar sobre la realidad, que
configuran nuestra relación con nuestro entorno. Al mismo tiempo, esta visión nos dificulta
reconocer otras tecnologías que ya están tan incorporadas a nuestra vida cotidiana y a
nuestra tarea docente que no las identificamos como tales, como las tecnologías simbólicas
y organizativas que configuran el ámbito y las prácticas escolares.
Tanto en la determinación, revisión y contraste de las metas educativas como en la
planificación y puesta en marcha de entornos que posibiliten su consecución por parte del
profesorado y de los alumnos, es fundamental tener en cuenta el momento social, histórico,
político, económico y cultural en el que se vive. El momento actual, está muy influenciado
por la cultura tecnológica. Negar esta realidad, desde una perspectiva tecnofóbica, o
plegarse a ella sin deliberación crítica, asumiendo una postura tecnofílica, nos convertiría en
objetos y no sujetos del cambio.
Esta manifiesta que existen diferentes concepciones acerca del uso de las
tecnologías en la enseñanza, y que no todos los usos son educativos ni constituyen una
verdadera integración curricular de TICs. Cuando las tecnologías se integran con el
desarrollo del currículum en forma armónica, se invisibilizan para dar protagonismo al
aprendizaje. La integración curricular de TICs constituye para los docentes un desafío,
puesto que los cambios en las formas de producir, conservar y transmitir el conocimiento
han sido tan vertiginosos, que se ha producido un hiato entre la experiencia escolar del
profesorado y la que tienen los alumnos. En este escenario se torna fundamental aprender
haciendo, en la reflexión sobre la propia práctica y en el intercambio de experiencias con
otros colegas.
Autoevaluación
1) Las tecnologías...
a) … son los artefactos y máquinas inventados por el hombre que determinan su progreso.
b) … son una respuesta adaptativa del hombre que modifica el medio en que vive, para
resolver sus necesidades.
c) … son elementos externos y artificiales que degradan la vida humana.
d) … son elementos externos y artificiales que pueden ser interiorizados por la conciencia,
mejorando la vida humana.
2) La educación escolar...
a) … comenzó a desarrollar tecnologías después de la segunda guerra mundial.
b) … constituye en sí misma una tecnología, una respuesta organizacional para resolver la
necesidad de educar a grandes masas de ciudadanos.
3) La Tecnología Educativa...
a) … son aquellos adelantos tecnológicos creados con fines pedagógicos.
b) … es un campo de estudio que se ocupa del desarrollo de innovaciones tecnológicas
para la educación y de la incorporación de tecnologías provenientes de otros ámbitos al
educativo.
a) … debe ser guiada por criterios pedagógicos que la fundamenten para producir una
mejora de los procesos de aprendizaje.
b) … produce mejoras en los resultados educativos por sí misma.
c) … representa siempre una innovación de las prácticas pedagógicas.
d) … puede ser asociada a prácticas de enseñanza tradicionales y rutinarias.
5) La integración curricular de TICs implica...
a) … su uso como un recurso de apoyo a las tareas de enseñanza en los centros escolares.
b) … su articulación armónica con los principios pedagógicos y objetivos de aprendizaje.
Respuestas:
1) b y d; 2) b; 3) b; 4) a; 5) b.
Actividades
1) Actividad individual:
Luego de la lectura de la unidad, visualizar el siguiente videoclip:
● "Guitarra y vos" por Jorge Drexler:
<
https://www.youtube.com/watch?v=qQC4dmjAWNM
>.
Analizar el contenido de la canción, poniéndolo en relación con los conceptos
desarrollados en esta unidad. Escribir un breve texto de no más de 200 palabras en el que
exponga sus conclusiones o interpretaciones, fundamentándolas con citas y referencias al
material de la unidad y/o a la bibliografía. Publique su producción en el foro del aula
destinado a tal fin. No olvide entrecomillar las citas textuales y referenciar adecuadamente
los textos.
2) Actividad grupal
:
a) Para entablar el diálogo con los colegas con los que comenzará a trabajar la semana
posterior, a modo de presentación, escriba una breve autobiografía tecnológica, en la que
dé cuenta de cuáles han sido, a lo largo de su vida, las tecnologías con las que ha
interactuado en forma más significativa, cuáles están incorporadas a su vida cotidiana, a
sus relaciones sociales, a su formación formal e informal y a su actividad profesional.
Publique ese texto en el foro del grupo. Extensión máxima: 200 palabras.
Citas textuales
Ong (1987): CE, México.
Oralidad y escritura. Tecnologías de la palabra. F
Tecnología de la Enseñanza.
Skinner (1970): Ed. Labor, Barcelona.
“Aunque se halla aún en fase experimental, es una buena muestra del tipo de
instrumentos que parece requerirse. Trátase de una caja del tamaño aproximado de un
tocadiscos de los más corrientes; en su cara superior hay una ventanita a través de la cual
puede verse, impreso en una hoja de papel, un problema o una pregunta. El niño da su
respuesta apretando unas teclas que tienen grabadas las cifras 0, 1, 2… hasta el 9. La
respuesta aparece entonces en unos cuadraditos que hay recortados en el mismo papel de
la pregunta. Una vez ha respondido, el niño hace girar un botón del aparato. La operación
es tan sencilla como la de ajustar la imagen en la pantalla del televisor. Si la respuesta está
bien dada, el botón gira sin ofrecer resistencia, y puede además estar conectado de tal
suerte que haga sonar un timbre o proporcione alguna otra corroboración condicionada. Si
la respuesta es errónea, el botón no gira.
El aparato puede llevar también un contador que vaya registrando el número de
errores. Cometido el error, se dejará que el botón vuelva tras el fallido intento de hacerlo
girar del todo a su posición inicial, y se tratará de dar con la respuesta acertada. (A
diferencia de otros sistemas de ilustración visual, este aparato hace saber cuándo se ha
errado en la respuesta, pero sin dar a conocer la buena). Si se ha respondido
correctamente, el botón, al ser girado del todo sin dificultad, hace que funcione un
mecanismo que trae a la ventanita el siguiente problema; pero el movimiento del papel con
el nuevo problema impreso no puede producirse del todo mientras las teclas no hayan sido
vueltas a poner en posición cero.
Las aportaciones más importantes del aparato son éstas: inmediata corroboración de
la respuesta acertada; probabilidad de que el mero manejo del artefacto resulte lo bastante
reforzador como para mantener al alumno corriente atento a la tarea durante un buen rato
cada día, siempre y cuando se logre borrar las huellas del anterior control aversivo; una sola
maestra podrá vigilar a toda una clase de niños que trabajen a la vez con aparatos de éstos,
mientras que cada niño progresará a su propio ritmo, según su capacidad, tratando de
solucionar tantos problemas o de contestar a tantas preguntas como le sea posible en el
tiempo que dure la clase; en caso de que el niño tenga que salir de la escuela o haya de
interrumpir la sesión por cualquier otro motivo, podrá reanudar luego el proceso en el punto
mismo en que quedara interrumpido. El niño de talento avanzará con rapidez, pero se le
podrá frenar si fuere conveniente o bien dispensándole por algún tiempo de la aritmética, o
bien poniéndole en el aparato series especiales de problemas que le introduzcan por alguna
de las interesantes veredas de las matemáticas.”
Bibliografía de referencia