Sie sind auf Seite 1von 48

Módulo 1

Regulación
normativa de la
actividad
profesional
1. Regulación normativa
de la actividad
profesional
1.1 Colegios profesionales de martilleros
y corredores públicos

1.1.1 Colegiación: conceptos y fines


Es de suma importancia que el futuro profesional –amén de contar con el
conocimiento preciso, a fin de abordar eficazmente la labor profesional en
ámbito social– comprenda a fondo los requerimientos legales que inciden en su
persona en tanto profesional, es decir, aquellos estamentos legales que
necesariamente se deben cumplimentar para identificarse y estar debidamente
habilitado para el ejercicio de la función.

El título que consagra los conocimientos en el individuo constituye un paso


inicial, ya que para continuar avanzando en el desarrollo de la profesión,
deberá poseer la respectiva colegiación conforme a derecho.

La colegiación profesional suscita en virtud a la creación por ley de una


persona jurídica de derecho público no estatal, la que tiene por objeto el
“gobierno” de la matrícula profesional. Asimismo, posee a su cargo la
supervisión del cumplimiento de las normas de regulación sobre la actuación
profesional y ética de los sujetos inscriptos dentro de su esfera.

Cabe decir, además, que si bien estas organizaciones legales denominadas


Colegios Profesionales sintetizan su potestad en el gobierno de la matrícula, el

1
control disciplinario y el poder de policía, también brindan a sus matriculados
asesoramiento y capacitación para mejorar la calidad profesional ante la
sociedad. Además, como “entidad legal”, ejecutan permanentemente la
defensa de las incumbencias propias de la actuación profesional.

La ley determina funciones y objetivos de los colegios profesionales. Al darles


fuerza legal, estos se encuentran dotados de las potestades necesarias para
adoptar los procedimientos y medidas idóneas para la efectiva regulación y
control del ejercicio profesional en garantía para la sociedad, a fin de
resguardar los intereses sociales, en general, y profesionales, en particular, del
colegiado.

La principal característica de estas instituciones es que son esencialmente


democráticas. Renuevan periódicamente sus miembros directivos tras la
elección de autoridades cuyos candidatos surgen de los mismos colegiados, a
los efectos de brindar oportunas acciones institucionales en beneficio de los
mismos.

La colegiación constituye una obligación para el profesional, por lo que, en un


sentido específico, requerirla ante el colegio profesional implica obtener la
respectiva habilitación para ejercer la función, ya que este es el encargado de
establecer los lineamientos necesarios para el cumplimiento de la ley, como así
también guiar la conducta ética.

En un sentido genérico, podemos destacar las siguientes características que se


vinculan a la colegiación:

 Ejerce el gobierno de la matrícula (el profesional constituye en la


Comprender el sentido institución un legajo personal de antecedentes requeridos por ley y
específico y genérico de recibe un número de orden: (su matrícula).
la colegiación implica
conocer y entender la  Establece montos y formas de percepción de cuotas de matriculación,
obligación que impone la contribución mensual o carga societaria y gastos administrativos.
ley. Si la persona Asimismo, verifica el cumplimiento de la constitución de fianza
“titulada” no se colegia, profesional.
no puede ni debe ejercer
la profesión.  Vela por el cumplimiento de toda la normativa.

 Actúa en contra del ejercicio ilegal de la profesión, arbitrando en su caso


todas las medidas conducentes a hacer efectiva la defensa de la
profesión y de sus colegiados.

 Ejerce el poder disciplinario sobre los colegiados y aplica sanciones.

 Asesora en el ámbito público/particular sobre cuestiones atinentes a la


actividad profesional.

2
 Integra organismos profesionales (provinciales, nacionales y exteriores)
para mantener vinculación constructiva en base al desarrollo
profesional, en los ámbitos formativos, económicos y jurídicos.

 Promueve el desarrollo profesional mediante la actualización de


conocimientos, perfeccionamiento, fraternización y solidaridad entre los
colegiados.

El futuro martillero y corredor debe comprender que no es sufiente estar


titulado para ejercer la gestión profesional, ya que debe obtener la respectiva
habilitación que solamente se la otorgará el colegio profesional de la
jurisdicción correspondiente a su domicilio de residencia.

A su vez, estar colegiado implica una serie de derechos y obligaciones, los que
deben ser observados permanentemente por el profesional y, además estar
atento a todo cambio legal que influya sobre sus funciones respecto de los
cuales se debe garantizar su cumplimiento. Desde una perspectiva general,
como resultado de la vinculación entre el profesional y el organismo que lo
colegia, se evidencian las siguientes situaciones:

 Los profesionales proponen a las autoridades del colegio las iniciativas


que se consideren necesarias para el mejor desenvolvimiento
institucional.

 Los profesionales colaboran con la institución en sus nobles principios,


contribuyendo al prestigio y progreso de la profesión.

 Los profesionales cumplen con el abono mensual de cuotas y demás


importes que establezca la ley.

 Se respetan y cumplen las normas que regulan la profesión, como así


también las resoluciones del directorio y asambleas.

 Se participa en las asambleas con voz y voto.

Para acceder a la colegiación, el profesional deberá cumplimentar con


requisitos de ley, los que son publicitados y exigidos por el órgano colegiado,
tales como: título universitario, constancia de domicilio, certificado de buena
conducta, pago de arancel correspondiente, constitución de fianza, entre otros.

Cumplimentados los mismos y otorgada la matrícula, previo juramento, el


profesional se encuentra colegiado y sobre él incidirán una serie de derechos y

3
obligaciones que deberá tener presente al ejercer el rol a partir de la debida
habilitación, todo conforme al Código Unificado Civil y Comercial, la legislación
nacional, Decreto Ley 20.266/73 y los ordenamientos locales correspondientes.

1.1.2 Organismos profesionales a nivel nacional:


Federación de Entidades de Martilleros y Corredores
Inmobiliarios (FAEMCI), Confederación Argentina de
Martilleros y Corredores (CAMyC), Cámara Inmobiliaria
Argentina (CIA), Federación Inmobiliaria de la República
Argentina (FIRA). Finalidades
Recientemente, los profesionales han conformado, en general, entidades tanto
a nivel nacional como internacional, con el objetivo de mejorar las
interrelaciones de la actividad a través de sus instituciones y alcanzar, de esta
manera, desarrollos jurídicos, técnicos y comerciales tendientes a una creciente
proyección profesional, siempre que la legislación así lo permita, por lo que
deben trabajar en común acuerdo para lograr progresos afines.

Lo que debe comprender el martillero y corredor público es que


en nuestro país la actividad profesional se encuentra regulada
por la ley 20.266, la que dispone de la jerarquía correspondiente
a la función. Tenemos en Argentina diversas universidades que
dictan los programas de estudio para la formación profesional y
otorgan los respectivos títulos, los que ratifican un contenido
específico y desarrollado que dotan al individuo de una alta
capacidad en la competencia laboral y ética, con el conocimiento
de que deben capacitarse continuamente, para actualizarse y
brindarse plenamente a la comunidad. (Ibañez, 2014, p. 58).

Día del martillero y


A nivel nacional han surgido instituciones de relevancia que han conformado la
corredor público
base histórica de la profesión de Martillero y Corredor Público. La de mayor
El 11 de Octubre se importancia es la Federación Argentina de Entidades de Martilleros y
celebra en todo el Corredores Inmobiliarios (FAEMCI), cuyo surgimiento fue el 11 de octubre de
país el día del 1943, con una clara finalidad: mantener una común unión entre todas las
martillero y corredor entidades existentes en el país que agrupan a profesionales martilleros y
público en virtud de corredores.
la fundación de la
FAEMCI.

4
La FAEMCI se crea por la necesidad de reglamentar,
profesionalizar y relacionar a las entidades no federadas en la
especialidad inmobiliaria. Era indispensable contar con una
Organismos federados entidad que representara a las instituciones del país, para poder
Los organismos así lograr una coordinación de tareas específicas, aunando
federados constituyen criterios y gestiones vinculantes a la profesión, y siguiendo los
instituciones destacadas ideales comunes, y en particular, los relacionados con la ética
a nivel nacional, cuya profesional y sus condiciones de idoneidad.
relevancia se expresa
únicamente en la La idea de constituir una asociación o federación de
defensa de los intereses Martilleros -como así también una Federación Latinoamericana
de los sectores como de Martilleros y Corredores- surgió en la ciudad de Rosario,
objetivo fundamental, provincia de Santa Fe, al fundarse la Asociación de Martilleros de
los que podrán ser o no Rosario. Ésta fue apoyada desde la Asociación de Martilleros del
coincidentes en sus Departamento del Centro y luego por Mercedes. Los
acciones. profesionales coincidieron en la necesidad de contar con una
entidad a nivel nacional. Es por ello que el 11 de octubre de 1943
se organiza una Asamblea de Martilleros en la Ciudad de Buenos
Aires que le dio origen a la presente federación.

A la FAEMCI no sólo se le atribuye en la historia profesional el fortalecimiento


del vínculo nacional, sino que se la destaca por la participación activa y
efectiva en el ámbito jurídico, sobre todo en lo que respecta a la regulación
legal profesional. Su consagración ha sido el logro de la sanción de la Ley
25.028/99, que modificó el decreto-ley 20.266/73, el cual le otorga jerarquía
a la profesión al establecer la formación universitaria del martillero y corredor
como condición indispensable para la habilitación profesional. Desde el año
1943, la visión es la capacitación competente para brindar garantías plenas
en su gestión, bajo el deseo de que se convierta en una persona debidamente
instruida en los aspectos jurídicos, económicos y técnicos, ya sea en el caso de
que concluya su labor en pública subasta o bien en intermediación privada.

Asimismo, es menester conocer y tener presente que a nivel nacional, con el


transcurso de los años, se organizan otras instituciones en relación a los intereses
propios de un rol de la profesión. En el caso del sector inmobiliario, un exponente
de este tipo de instituciones es la FIRA, Federación Inmobiliaria de la República
Argentina, que en el año 1984 surge bajo la necesidad de que los operadores del
sector se agruparan a los efectos de profesionalizar tan importante actividad.
Desempeña una tarea de capacitación permanente y defensa de los derechos del
sector.

De idéntica manera la CIA –Cámara Inmobiliaria Argentina– surge también para


aunar el esfuerzo de jerarquizar el rol del corredor público inmobiliario que
ejecutan profesionales de toda Argentina.

5
Cabe destacar que, en virtud de lo expuesto anteriormente, surgen dos
“corrientes de pensamientos” en relación con la base jurídica de la profesión
del martillero y corredor público inmobiliario:

1) La que se fundamenta históricamente sobre la construcción de la


actividad profesional, la cual se remite a comienzos del siglo pasado.
Fue Julio A. Quesada (1938) el primer exponente en la formación a nivel
nacional. Estos antecedentes son ratificados al momento de la creación
de la FAEMCI, por lo que la base legal fue paulatinamente definiendo
el perfil de la actividad y consagrando el título universitario (Ley
25.028). Dicha corriente posee el sustento legal actual con la norma
de fondo DL 20.266, sobre una única matrícula profesional.

2) Una nueva corriente surge a medidos de 1980, basada en el desarrollo


creciente del sector inmobiliario. Ésta toma como punto de partida
sólo un aspecto del rol profesional: la intermediación inmobiliaria, la
cual no posee actualmente un sustento legal de fondo, ya que no existe
una regulación especial para el corretaje inmobiliario, siendo que sí
e x i s t e para el corredor en general. No obstante, deberá observarse
que en el Código Civil y Comercial se ha incorporado, en el art. 1345, la
cuestión del profesional que intermedia sobre la base de su actuación
en contratos, y también en el art. 1170, lo relativo al boleto de compra-
venta de bienes y raíces.

Es menester tener presente que si bien existe una “laguna” en el derecho de


fondo en cuanto a la regulación del rol para la intermediación inmobiliaria
propiamente dicha, pueden ocurrir cambios sustanciales tras la unificación de
los Códigos Civil y de Comercio, cambios que implicarían un nuevo rumbo en la
actividad profesional, considerando que, por una parte, ésta es regulada por la
ley 20.266 sobre las condiciones habilitantes del profesional corredor (arts. 32
y 33) y, por otra, el Código unificado desde el art. 1345 con el contrato de
corretaje.

A mediados del año 2000, surge la Confederación Argentina de Martilleros y


Corredores (CAMyC), que otorga efectivo respaldo a la institución histórica
FAEMCI y reafirma que el título de Martillero y Corredor Público es único, al
igual que su matrícula, conforme a lo que dispone la Ley 20.266, y que, además,
no existe diferencia alguna entre martillero y corredor, ya que se trata de un
mismo profesional preparado para desenvolverse en los ámbitos jurídico,
económico y técnico, para la venta de todo tipo de bienes (muebles, inmuebles
y semovientes), ya sea en pública subasta o por intermediación privada.

6
Cabe destacar que si bien el rol del martillero y corredor público es amplio,
dependiendo de los distintos rubros que involucra la incumbencia profesional,
supondrá un desafío personal el hecho de abordar todos los campos de función
o bien alguno en especial con el más amplio conocimiento, a fin de una sana
competencia, y con el debido cumplimiento de lo que establece la ley. No
obstante, de cara al futuro, el profesional observará la existencia de las dos
corrientes plasmadas por instituciones destacadas en el país: por un lado, una
“unificadora” y, por el otro, otra “separatista” y tendiente a manifestar el
desarrollo individual de una de las ramas (corretaje público inmobiliario).

1.1.3 Mercosur. Antecedentes y relaciones


profesionales con algunos países

El martillero y corredor público está formado sobre la base sólida de


conocimientos jurídicos, económicos y técnicos para el desarrollo de la función.
Ya sea que comercialice bienes muebles, inmuebles o semovientes,
permanentemente emplea todas las herramientas necesarias en las relaciones
públicas (marketing, management, branding, etc.) para concretar el objetivo
del negocio y satisfacer a las partes, atendiendo las exigencias que demandan
los consumidores de bienes, por lo que debe poseer una mejor capacitación
para gestionar las formas de comercialización de productos y servicios que
dependan de su actividad.

En este sentido, las tecnologías permiten la comunicación entre colegas de


distintas zonas, provincias o países, por lo que si se trabaja con conocimiento
preciso en el rubro, se podrá desarrollar ampliamente la actividad profesional
manteniendo relaciones fluidas con dichos actores, las que brindan la
posibilidad de ampliar el campo de acción.

Se comprende, entonces, que estos vínculos sociales permiten que se logre la


función en otras plazas. Las funciones Pueden ser temporales o permanentes;
por ejemplo, en el rubro inmobiliario se amplía el servicio con ofrecimientos de
propiedades (para compra-venta, alquileres, tasaciones, entre otros) en
distintos territorios y áreas, dentro o fuera del país y en diferentes continentes.

El hecho de conocer la normativa vigente permite al profesional ser partícipe


de la vinculación y el desarrollo de emprendimientos inmobiliarios entre
distintos sujetos (personas físicas o jurídicas) y también con otros profesionales
(notarios, arquitectos, etc.). Las conexiones pueden incluir al simple cliente,
que encomienda la tarea del servicio inmobiliario, el pedido de una entidad
bancaria, etcétera, y, por consiguiente, se comprende que si se actúa en otras
plazas, el vínculo se dará necesariamente con un colega profesional, en virtud
de la legislación que allí regula la actividad.

7
Por otra parte, el conocimiento del mercado de comercialización del bien dará
la pauta de los posibles beneficios económicos a obtener. A partir de allí, se
aborda el análisis y cumplimiento correcto de las normativas –las cuales
brindarán la seguridad en la acción–. Finalmente, se deberá reflexionar acerca
de las técnicas de promoción y difusión del producto, como así también se
deberá reflexionar acerca del servicio que se brindará. Por ejemplo, se
observa que en el Mercosur el acuerdo entre países del grupo abre la
posibilidad de la comercialización de semovientes; suponiendo que se
establecen pautas en relación al tipo de animal conforme a la finalidad, a los
impuestos que gravan, posibles exenciones, etcétera, se observan, entonces,
los movimientos del mercado internacional y se tiene en cuenta, por ejemplo,
la incidencia de la cuota Hilton para los países de Latinoamérica. En este
sentido, se evalúa el tipo de semovientes aptos, conforme a las normativas
que rigen el mercado, y se procede a la intermediación entre quien requiere
el servicio, los posibles clientes y los profesionales de plaza.

En el ejemplo anterior, se explica cómo las normativas internacionales pueden


modificar las perspectivas en los mercados y las plazas de acción profesional, lo
cual evidencia la importancia que tiene para el profesional el hecho de tener no
sólo el conocimiento comercial correspondiente, sino también el legal.

El profesional competentemente preparado se convierte en un


“visionario” que proyecta el anhelo de una exitosa gestión, ya que así
como toma conocimiento económico, jurídico y técnico del mercado en
donde interviene cotidianamente, de igual modo deberá hacerlo en otras
plazas, de modo de abordar con seguridad nuevos mercados de acción
profesional.

También a modo de ejemplo se pueden mencionar los casos en los que surge
un requerimiento en la intermediación para la comercialización de un fondo de
comercio. Si éste es dentro de Argentina, está claro que la regulación sobre el
mismo dependerá específicamente de la Ley 11.867/34, de Transmisión de
establecimientos comerciales e industriales; mientras que si la vinculación para
la transferencia proviene de un país vecino y los bienes y mercaderías se
encuentran allí, se deberán observar estrictamente las normativas que
permitan a su propietario la transferencia libre de gravamen, impuestos y
demás deudas, como así también los requerimientos y exigencias para el obrar
profesional –en la medida en que se permita–, a fin de garantizar la seguridad
en el tráfico jurídico de dicho comercio.

Conforme a lo expuesto anteriormente, el profesional martillero y corredor


público ejerce sus funciones dentro de un marco regulatorio, el cual no versa
solamente sobre su profesión, sino que, además, plantea la necesidad de que
se observen regulaciones propias sobre los bienes (ya sean tangibles e

8
intangibles) en virtud de que estos conforman el patrimonio de un individuo, ya
que el comercio no implica sencillamente la venta o intermediación, o
simplemente publicidad y difusión. Cabe decir, entonces, que para poder
realizar dichos pasos o etapas de la actividad profesional, se debe tener
conocimiento pleno de toda normativa legal en el mercado, ya sea local,
provincial y nacional o internacional.

Anexo 1: Protocolo de Montevideo sobre el comercio de servicios del Mercosur


Argentina. Sexta ronda de negociaciones.

Limitaciones al acceso a los mercados

…II. Hombres de negocios: Representantes de un proveedor de


servicios que entran temporalmente en el territorio de la
Argentina para concluir acuerdos de venta de esos servicios para
ese proveedor de servicios, y/o empleados de una persona
jurídica con el fin de establecer una presencia comercial de esa
persona jurídica en el territorio de la Argentina o para realizar
estudios de mercado para ese proveedor de servicios. a) Los
representantes de esos proveedores de servicios o los
empleados de esas personas jurídicas no participarán en las
ventas directas al público ni suministrarán ellos mismos los
servicios. b) Se refiere únicamente a los empleados de una
persona jurídica que no tenga ya presencia comercial en el
territorio argentino. c) Esos representantes o empleados no
recibirán remuneración alguna de fuentes ubicadas en el
territorio argentino. Plazo de permanencia: 90 días prorrogables
en territorio nacional por 90 días adicionales. Posibilidad de
otorgar múltiples entradas…

III Proveedores de servicios con contrato: Empleados de


personas jurídicas. Los empleados de una compañía/ asociación/
empresa establecida en el extranjero que entren temporalmente
en el territorio argentino con el fin de prestar un servicio de
conformidad con uno o varios contratos concluidos entre su
empleador y uno o varios consumidores del servicio en el
territorio de la Argentina. a) Se limita a los empleados de
empresas establecidas en el extranjero que carecen de presencia
comercial en la Argentina b) La persona jurídica ha obtenido un
contrato para la prestación de un servicio en el territorio
argentino…

9
IV. Profesionales independientes: Las personas físicas que
entren temporalmente en el territorio argentino con el fin de
prestar un servicio de conformidad con un contrato o varios
contratos concluidos entre estas personas y uno o varios
consumidores de servicios situados en la Argentina. Podrán
realizar actividades profesionales o técnicas. a) La persona física
suministra el servicio como trabajador autónomo. b) La persona
física ha obtenido un contrato de servicio en la Argentina c) Si se
percibe remuneración por el contrato, la misma se abonará
únicamente a la persona física. d) La persona física posee las
calificaciones académicas y de otro tipo adecuadas para la
prestación del servicio. Plazos de permanencia: Las personas que
hayan obtenido un contrato civil o una nota de invitación que
especifique el motivo de la invitación, la actividad a desarrollar y,
de corresponder, la remuneración que percibirá el extranjero,
pueden ingresar y permanecer en el territorio argentino por 15
días prorrogables por 15 días adicionales. Las personas que
hayan obtenido un contrato o locación de servicios u obra y que
ingrese para prestar servicios a una persona natural o jurídica
radicada en Argentina pueden ingresar y permanecer en el
territorio argentino por 1 año prorrogable por igual período
indefinidamente mientras dure su condición de trabajador
contratado. (ALADI, 2009, http://goo.gl/o0tjIa).

Los acuerdos entre los Estados, como el Mercosur, brindan grandes


posibilidades, tanto a nivel oficial y público, particular y profesional, lo que se
constituye como una nueva posibilidad en el rol de acción.

En el ámbito institucional, por ejemplo, una visión positiva y legal dentro del
Mercosur –relativa a buscar lineamientos acordes a la actividad profesional–
nos la brinda Paraguay a través de la Asociación de Magistrados Judiciales de la
República del Paraguay (AMJ). Esta insta a los martilleros de Encarnación, en la
persona del representante del Poder Judicial, a buscar la reglamentación que
ordene la obtención del título universitario a los fines de avalar el desarrollo
profesional de la carrera de rematador oficial y cree un ámbito moderno de
nivel comercial, por un lado y, además donde intervengan profesionales
universitarios graduados de corredores para la intermediación de todo tipo de
bienes y servicios de tráfico legal entre los países miembros del Mercosur.

Evidentemente los indicios manifiestan una necesidad de integración, pero la


efectividad siempre será en relación a la regulación existente como

10
antecedente de los países miembros del Mercosur, Argentina posee la Ley
20.266 y el contenido del Código Unificado a partir del art. 1345 para el
contrato de corretaje1.

En síntesis, a nivel Mercosur, hay una necesidad institucional de normar la


función propia de la profesión del corredor, intermediario, operador
inmobiliario, etc. –según la designación en cada país- en coincidencia con los
efectos de alcanzar vinculaciones efectivas que aúnen criterios de
competencias de gestión, tanto a nivel nacional como con los países hermanos,
para el ejercicio ideal de la profesión.

La importancia de mantener relaciones sociales e institucionales dentro del


ámbito de la profesión.

La actividad profesional depende, ciertamente, de las vinculaciones sociales


que lleva adelante el individuo capacitado y habilitado para ejercer el rol. Si
bien, como punto de partida, cuenta con el conocimiento preciso de la ley que
lo regula, la intermediación y el negocio también se ven afectados por el
impacto de las normas que reglan los bienes dentro del comercio y que definen
las herramientas jurídicas oportunas.

Por lo tanto, mantener relaciones públicas a nivel institucional es de suma


importancia, ya que el profesional se va nutriendo de conocimientos,
innovaciones y nuevas tendencias para las prácticas profesionales, lo que le
permite estar “un paso adelante” y avanzar conforme a los requerimientos de
sus clientes, sobre todo aquellos que se caracterizan por no ser improvisados y
estar muy informados sobre las cuestiones atinentes al negocio que desean
llevar a cabo, y que, por lo tanto, depositan la confianza en un intermediario
competente.

Cabe adicionar que los vínculos o relaciones sociales e institucionales ubican al


profesional en la vanguardia de los acontecimientos, lo posicionan de manera
firme y le permiten satisfacer las exigencias que demandan los consumidores
de los productos que negocia y del servicio profesional que brinda.

Son muchos los marcos y contenidos a los que se alude con el sustento legal
correspondiente– que posicionan al profesional universitario, martillero y
corredor público e inmobiliario, como un sujeto altamente capacitado y
comprometido para actuar de manera responsable sobre el patrimonio de sus

1 Se recomienda al alumno remitirse a la fuente


http://consejodemartilleros.blogspot.com.ar/2008/04/noticia-de-la-federacion-nea-
mercosur.html

11
clientes, ya sea que de la intermediación surja la venta directa o en pública
subasta, pues actúa con un conocimiento pleno sobre los ámbitos jurídicos,
económicos y técnicos para la ideal comercialización de bienes muebles,
inmuebles y semovientes (tangibles e intangibles en relación al patrimonio),
tanto en su provincia o país como en un mercado internacional, y al margen del
pensamiento legal que hoy se suscita a la luz de las corrientes anteriormente
mencionadas: unificadora y separatista.

1.1.4 Regulación de la función en provincias


argentinas: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre
Ríos (Región Centro), entre otras
Más allá de su función, el martillero y corredor público es un profesional que
incide sobre aspectos que vinculan los ámbitos jurídicos y económicos, ya
q u e desarrolla actividades de relevancia que permanentemente demandan
variaciones en las normativas. Es por ello que participar en la vida institucional
colegiada implica no sólo ser parte y estar informado, sino que, además,
requiere ser participe en los cambios que necesariamente se generan.

La importancia de saber sobre temas como el Mercosur, regiones para el


desarrollo económico y social del país, etc., radica en que es fundamental para
comprender y abordar con claridad todos los cambios que en muchas
El profesional y la
Constitución
oportunidades se suscitan en la actividad profesional.
Nacional.

El martillero y
corredor público, es El profesional debe saber, además, que en la reforma de la Constitución
un profesional de Nacional sancionada en el año 1994 se estipula, en el artículo 124, que:
relevancia en el
medio social, y es por
ello que conocer los Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo
ordenamientos de la económico y social, establecer órganos con facultades para el
Constitución cumplimiento de sus fines, y podrán también celebrar convenios
Nacional y de todo lo internacionales en tanto no sean incompatibles con la política
que de ella se exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al
desprende, le ayuda Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con
a evidenciar con conocimiento del Congreso Nacional. (Art. 124, 1994)2.
precisión las bases en
que afirma su rol.

2 Constitución Nacional Argentina. Ley 24.430/ 1994. Congreso de la Nación.

12
A lo anterior cabe agregar que el mapa físico-geográfico de nuestro país
presenta regiones con elementos comunes que unen o vinculan a las provincias
por estructura económica y productiva, por instituciones, historia y cultura,
sentido de pertenencia, entre otros criterios. Mientras que en lo que respecta a
las naciones, estas se encuentran circunstancias que también manifiestan
coincidencias, ya sean por tener similares características a las anteriormente
nombradas o, más aún, por presentar similitud cultural, constitucional y legal,
valores morales y éticos, etcétera, por lo que políticamente conforman
regiones a fin de promover el bienestar general y satisfacer las necesidades
colectivas.

Cuando las regiones comprenden más de un país, como la Unión Europea,


entre otros bloques, las relaciones se denominan supranacionales, mientras
que cuando se llevan a cabo en provincias de una misma nación, se las llama
endonacionales – tal es el caso de la Región Centro en Argentina–. Cabe
agregar que dichas relaciones también pueden darse en el caso de
jurisdicciones de una misma provincia, como es el caso de la conformación
de zonas o uniones departamentales.

La reforma de la Constitución Nacional (en 1994) se dio en un momento


histórico que demandaba identificación y formulación de una política común en
el desarrollo económico, social, cultural, legal e institucional para los
ciudadanos de las distintas regiones, en tanto existía la necesidad de ordenar el
territorio y el área regional con el fin de descentralizar actividades de
producción y servicio para el desarrollo del sector con el fin de afianzar el
crecimiento socio-económico, entre otras premisas. Esta fue una de las razones
que incidió para que el 15 de agosto de 1998, en Argentina, entre las ciudades
de Frontera (Provincia de Santa Fe) y San Francisco (Provincia de Córdoba), los
Gobernadores Ramón Mestre (Córdoba) y J. Jorge Obeid (San Fe) firmarán el
Tratado de Integración Regional, por el cual se acordó la creación de la Región
Centro de la República Argentina. Esta integración tuvo como objetivo
promover el desarrollo económico, social y humano, como así también el
conocimiento, la ciencia, educación y la cultura. Más tarde, en abril de 1999, los
gobernantes se reunieron en la ciudad de Paraná, conjuntamente con el
Gobernador Jorge Pedro Busti, para rubricar la firma del Tratado de
Incorporación de la provincia de Entre Ríos a la Región Centro3.

La FAEMCI y los colegios profesionales de Martillero y Corredores Inmobiliarios


de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, al igual que la CAMYC (Confederación
Argentina de Martilleros y Corredores) mantuvieron una participación activa en
todas las actividades programadas por la Mesa Ejecutiva de la Región Centro.
Además, junto con otros colegios profesionales (de provincia de Buenos Aires),
las instituciones brindaron información profesional en los ámbitos económico,
jurídico y técnico, por lo cual denotó la profesionalidad del martillero y

3 Para más información, consulta el siguiente link: http://goo.gl/ISC283

13
corredor, al igual que la de las instituciones, conforme a ley nacional 20.266
que los regula.

La base fundamental concerniente a la presencia activa radica en la defensa de


la incumbencia profesional. Esta participación permite la integración y apertura
de conocimientos en la materia, posibilidades de vinculaciones profesionales,
actividades culturales y sociales que nutren al individuo martillero y corredor
público con nuevas experiencias, a fin de que pueda brindarse con renovado
saber a sus clientes y colegas, más allá del sector o zona territorial del
desempeño profesional cotidiano.

Dentro de la Región Centro encontramos que en la provincia de


Entre Ríos las actividades profesionales del martillero y del
corredor público se encuentran separadas, funcionando dos
colegios profesionales para un mismo título. Por su parte en la
provincia de Santa Fe, al igual que en Córdoba (Ley 9445/07), la
situación se manifiesta de idéntica manera, existiendo un
crecimiento importante en la matrícula individual del corredor
público inmobiliario, pues se evidencia una segmentación en las
funciones profesionales previstas por la normativa nacional y las
leyes provinciales reguladoras. No obstante, nada se puede
inducir al respecto ya que los usos y costumbres son
manifestaciones de voluntad, las que constituyéndose en las
mayorías, tarde o temprano convergerán en la determinación
del rumbo correcto hacia una legislación positiva que pueda
satisfacer los intereses de los sectores involucrados. (Ibañez,
2014, p. 55).

1.1.5 Cámaras inmobiliarias. Finalidad


Si bien el título profesional identifica a los martilleros y corredores públicos e
inmobiliarios, es de suma importancia destacar que, en la ejecución del
corretaje, el rol en el ámbito inmobiliario es el que más se ha desarrollado en
los últimos tiempos, por lo que ha generado nuevas herramientas técnicas de
comercialización y, paralelamente, ha demandado una capacitación específica
relativa a los ámbitos jurídico y económico concernientes. Esto ha ocurrido
como consecuencia del importante crecimiento edilicio provocado por el
desarrollo de innovadores proyectos de inversiones urbanas y rurales, como así
también a raíz del empleo de nuevas herramientas jurídicas (fideicomisos) que
estimularon el cambio que ostensiblemente hoy visualizamos.

14
No obstante, el profesional corredor debe estar preparado para cuando se le
solicite la comercialización de un fondo de comercio en su oficina inmobiliaria,
gestión se podría incluir desde el inmueble hasta las mercaderías y la marca,
entre otros según su constitución (Ley 11.867/34). De igual manera, si le
solicitan la intermediación en la venta de una propiedad rural “a tranquera
cerrada”, de aquello que implica inmueble, muebles y semovientes (todo lo que
podría haber dentro de la propiedad) también resulta competente llevar a cabo
la gestión, dada su formación profesional. Es decir, en este ámbito se promueve
indistintamente la función profesional sobre un bien individual como sería la
venta de un inmueble, y/o en forma conjunta junto a otros bienes muebles y
semovientes dependiendo el tipo de negocio que solicita el comitente.

La intermediación de bienes inmuebles únicamente sería una formula


incompleta, ya que la intermediación es del profesional y se aplica a su gestión
con todo tipo de bienes para uno o varios negocios, conforme la caracterización
dada por el Código Civil y Comercial de la Nación (mobiliarios e inmobiliarios).

Las cámaras inmobiliarias son entidades con carácter “gremial”, ya que se


constituyen como representantes de los intereses de todos los profesionales
del sector. Además, no se encuentran reguladas por una ley específica, por lo
que no ejercen el poder de policía, gobierno de la matrícula y potestades
disciplinarias sobre los profesionales asociados.
Son organizaciones ejecutivas tendientes a defender los derechos de sus
asociados en beneficio de la actividad profesional.

A nivel nacional se destaca la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), la cual


consiste en “una organización independiente, sin fines de lucro, dedicada al
servicio y jerarquización del sector inmobiliario. Fundada el 24 de agosto de
1980” (Cámara Inmobiliaria Argentina, s.f.,
http://www.cia.org.ar/cia_historia.php). Su propósito de creación indica:

La búsqueda de proyectar a nivel nacional la jerarquización de una actividad tan


tradicional como el corretaje inmobiliario. Por lo que la institución promueve el
fortalecimiento de vínculos con entidades afines, tanto nacionales como
internacionales, a los efectos de: fortalecer los mecanismos para la defensa
permanente de la profesión y garantizar el tráfico jurídico de los bienes
confiados para la intermediación del corredor, es decir, brindar garantías en el
derecho de propiedad y su libre comercio4.

4Para más información se recomienda al alumno que ingrese al siguiente link web:
http://www.cia.org.ar/cia_historia.php

15
La CIA, en virtud a su compromiso social, establece en sus objetivos
institucionales los siguientes principios:

• Difundir, prestigiar y fomentar un mejor servicio al público en


general.

• Apoyar toda legislación a favor del sector y la comunidad.

• Defender los derechos de la libre empresa privada sin


monopolios u oligopolios.

• Promover a mejorar el nivel ético con un código claro,


vigilando y recomendando su cumplimiento para honrar y
enaltecer la profesión.

• Dar a sus Socios información en materias técnicas, jurídicas y


administrativas así como cualquier otra que pudiera interesar
a sus actividades.

• Desarrollar y fortalecer vínculos entre sus miembros y otras


instituciones públicas o privadas. (Cámara Inmobiliaria
Argentina, s.f., http://goo.gl/BEz1k6).

En la presente institución se encuentran agrupados agentes y empresarios


inmobiliarios, quienes por todos los medios de comunicación buscan brindar
una difusión clara y precisa de la actividad profesional, a fin de coadyuvar a
lograr una mejor prestación del servicio profesional en la sociedad.

Asimismo trabajan en la defensa permanente de los legítimos intereses de los


profesionales constituidos en dicha entidad, promoviendo la difusión de sus
objetivos, en donde se resalta la obligación de cumplir en todo caso con las
leyes y demás disposiciones complementarias. De idéntica manera, se trabaja
para enaltecer el rol profesional a través de un “mejor nivel ético” que permita
alcanzar la confianza pública.

Conforma un principio destacado para la institución el de generar todos “los


medios necesarios para evitar la competencia desleal”, para lo cual se brinda a
los asociados asesoramiento legal, en cumplimiento de la ley nacional
20.266/73 que establece que aquel que no cumpla con las condiciones
habilitantes no puede ejercer la profesión, ni mucho menos cobrar honorarios.

Podemos observar, tanto en los estatutos institucionales en general como en


los códigos de ética, el sustento en el que se basa la actividad profesional. Estos
documentos evidencian la necesidad de desempeñar la función de la mejor

16
manera posible, con el compromiso social correspondiente. En relación con
esto, cabe aclarar que es posible abordar sus contenidos legales, ya que los
mismos se encuentran permanentemente a disposición de los profesionales
para que les otorguen fiel cumplimiento5.

Asimismo, en Córdoba también se refleja un hecho histórico que indica:

El día 27 de Junio de 1985, los integrantes de la Cámara


Inmobiliaria de Córdoba (CIC) Y La Cámara de Promotores de
Negocios de Bienes Raíces de Córdoba (CAPROCOR), con el
anhelo de constituir un organismo que los agrupe y sea la
expresión del profesional inmobiliario concretan la fusión de
ambas entidades conformando a partir de esa fecha la Cámara
de Corredores Inmobiliarios de la Provincia de Córdoba (CaCIC-
Cámara de corredores inmobiliarios de la provincia de Córdoba,
s.f., http://goo.gl/raRvPC).

Participación Dicha institución expresa su finalidad al presentarse como una entidad civil –sin
fines de lucro–, cuya personería jurídica es otorgada por el Superior Gobierno
Ser partícipes en las de Córdoba a través de la Inspección de sociedades y personas jurídicas (IPJ).
acciones Como función principal, asume la representación de las empresas inmobiliarias
institucionales asociadas, en vista de la defensa de los intereses comunes, ante los organismos
demuestra oficiales y/o privados. Además, desarrolla una amplia gama de actividades
compromiso sociales, educativas, de capacitación profesional, participación recíproca con
profesional. otros entes, etcétera. Es necesario señalar la diferencia con (respecto a) la
En una acción institución colegial que nace de una ley: la CaCIC no efectúa gobierno de
recíproca, ya que el matrícula, potestades disciplinarias ni poder de policía, sino que solamente
profesional se nutre asocia a quienes sienten un interés personal de ser parte en dicha institución.
de la institución y, a
su vez, le brinda
En Argentina, prácticamente la mayoría de las provincias, al igual que algunas
respeto y ciudades de su interior con notorio desarrollo inmobiliario, ya poseen cámaras
compromiso de representativas del sector.
participación, para
La acción de estas entidades es totalmente coincidente con las finalidades
lograr un desarrollo
expuestas, conforme a lo reflejado por la CIA y la FIRA a nivel nacional para
óptimo de la
actividad los profesionales del país, y sólo queda el compromiso individual del corredor
profesional. público inmobiliario ante sus colegas y la sociedad al momento de
desempeñar éticamente una labor profesional ideal, proclamada por todas
la cámaras del sector.

5Como futuro profesional, puedes ampliar esta información consultando en:


http://cia.org.ar/aspectos_legales_articulo_variosmartilleros.php

17
1.2. La matrícula del martillero y
corredor público
1.2.1. Introducción
La Constitución Nacional faculta a las provincias para gobernarse por sí mismas.
Para ello, deben cumplir el requisito de dictar su Constitución Provincial bajo el
sistema representativo y republicano, y conforme a lo que determina la misma
Constitución Nacional; asimismo, deben establecer y asegurar su
administración de justicia, régimen municipal y educación primaria. De esta
forma, los poderes de cada provincia surgen de su respectiva constitución.
Además, por medio del Poder Legislativo cada provincia dicta sus propias leyes,
las que regirán dentro de sus territorios, con las excepciones impuestas según
lo consignado por la Constitución Nacional.

Según Eduardo Lapa (2005), “dichas leyes deben acatar la mejor ordenación y el
fiel cumplimiento de las leyes nacionales, y nunca podrán violentar o
desnaturalizar las facultades conferidas a la Nación. Por ello, no conservan
ninguna potestad para dictar ni modificar los códigos de fondo ni las leyes
nacionales que los contemplan. Conservan, no obstante, la facultad de darse
sus propias instituciones y regirse por ellas, siendo un ejemplo preciso los
colegios profesionales”.

A modo de ejemplo, se incluye a continuación lo que expresa la Constitución de


la provincia de Córdoba con respecto al ejercicio de las profesiones y su
regulación:

La provincia puede conferir el gobierno de las profesiones y el


control de su ejercicio a las entidades que se organicen con el
concurso de todos los profesionales de la actividad…, tienen a su
cargo la defensa y promoción de sus intereses específicos y
gozan de las atribuciones que la ley estime necesarias para el
desempeño de sus funciones6.

Cuando se habla de “gobernar”, la matrícula hace referencia a guiar, ordenar,


conducir, mandar, como así también sustentar, allanar y componer. Es por ello
que los colegios profesionales tienen facultades plenas para regir dentro de los
límites legales del territorio provincial y reglar en su conjunto a todos sus

6Art. 37 –Constitución Provincia de Córdoba. Convención Constituyente de Córdoba, reforma el


14 del 09 del 2001.

18
colegiados, marcando los recaudos para el ejercicio correcto de la actividad. Al
mismo tiempo, aportan lo necesario para solucionar los problemas que sus
miembros puedan enfrentar y brindan lo que sea requerido por estos para
poder preservar su real condición de matriculados. Por otra parte, contribuye
también a generar otros sistemas para la integración y el crecimiento social de
sus colegiados, logrando así la creación, por ejemplo, de mutuales, entre otros
posibles servicios.

1.2.2. La matrícula
Son diversas las clases de obligaciones que tiene el corredor público. Algunas
Normativa local
de ellas dependen de la ley nacional 20.266/73, del Código Civil y Comercial, de
El futuro profesional las legislaciones complementarias (AFIP) y de la normativa de colegiación
deberá tomar provincial. Es posible enumerar, a manera de ejemplo algunas actividades sobre
conocimiento preciso las que recaen estas normativas: matricularse, llevar los libros conforme a la
de la normativa local, circunstancia que fija la ley, verificar la certeza de los títulos invocados,
conforme a su convenir con el comitente las condiciones económicas y jurídicas de los
contratos, abstenerse de ofrecer en venta inmuebles ubicados en loteo no
domicilio de
autorizado, indicar en la publicidad el número de matrícula profesional,
residencia, si es que
verificar que los inmuebles vendidos por su intervención no posean deuda de
allí ejecutará la
impuestos, entre otros.
actividad profesional,
para comenzar a La obligación inicial del corredor público, como punto de partida a la vida
preparar los profesional, es la matriculación; este es un requerimiento obligatorio. Su
antecedentes que se importancia radica en que no puede ejercer sus funciones sin estar
requieren, y así matriculado. El incumplimiento de la gestión de la matrícula implica tanto la
carencia de derechos profesionales como la posibilidad de que se apliquen
obtener la
sanciones al corredor.
correspondiente
habilitación.

Respecto de la matriculación, Eduardo Lapa (2005) expresa que:

En suma, debemos recordar que la matriculación que obliga la


norma comentada es el registro fiel en el que se inscribe la
persona que ha cumplido con todos los requisitos legales
exigentes para ejercer las funciones determinadas por la ley.
Solo ello otorga capacidad profesional para exigir el
cumplimiento de terceros, sin olvidar los requisitos esenciales
que exige el titulo inscripto. (p. 46).

19
Las normativas locales son las que establecen los requisitos y procedimientos
de matriculación en cada provincia argentina. Debido a ello, se deben
considerar, sobre la base de la legislación nacional, ciertas características
generales:

Todos los martilleros y corredores públicos que ejerzan la actividad en el


ámbito provincial deberán inscribirse en sus respectivos Colegios Profesionales
de Martilleros y Corredores Públicos, organismos que ejercerán el gobierno de
la matrícula, poder de policía y potestades disciplinarias.

Ahora bien, para la inscripción en los Colegios Profesionales deberán


cumplimentarse los siguientes requisitos:

a) Acreditar identidad personal.

b) Poseer título universitario de Martillero y/o Corredor Público

d) Declarar bajo juramento al momento de la inscripción, no


estar comprendido por las inhabilidades o incompatibilidades
previstas en la ley.

e) Denunciar domicilio real y constituir domicilio legal en la


provincia, el que será válido a los efectos de las relaciones con
sus comitentes, la Administración de Justicia y el Colegio
Profesional.

f) Constituir, a la orden del Colegio Profesional, una fianza7.

Cabe destacar que los colegios profesionales elaboran legajos de los


matriculados y que, además de lo enunciado ut supra, suelen requerir
certificados de buena conducta expedidos por una autoridad competente,
entre otros requisitos, cuestiones que dependerán de cada colegio profesional
provincial su exigencia.

7Véase a modo de ejemplo el art. 12, cap. VI de la Ley 7191/83 de Córdoba, requisitos que son
coincidentes entre los distintos colegios profesionales del país, que surgen sobre la base de la
Ley 20.266/73 modificada por Ley 25.028/99.

20
1.2.3. Ley 20.266 (modificatoria 25.028)
En el planteo legal de la evolución del corretaje se destaca que: “La regulación
tradicional del mismo, en el Derecho Argentino, ha estado contenida en los
artículos 88 al 112 del Código Mercantil hasta hace pocos años” (Ley 2637 del
año 1889)8, pues específicamente el texto original de los arts. 88 y 89 del
Código de Comercio regulaban las condiciones que debía cumplir quien
pretendiera ser corredor, a saber:

 la mayoría de edad;

 el ejercicio del comercio por sí mismo o bien en alguna casa de corredor


o de comerciante al por mayor, en calidad de socio o gerente, o al
menos de tenedor de libros con buen desempeño y honradez, entre
otros requisitos; establecía, además, que aquel que desarrollara la
actividad sin estar habilitado para ello no tendría derecho al cobro de
comisión alguna, como así también quedaba manifiesto expresamente
que la intermediación, en el cumplimiento de sus funciones, era
esencialmente personal y, por lo tanto, se impuso la prohibición de
integrar sociedades.

La sanción de la ley 23.282 en el año 1985 reformó el art. 88 del Código de


Ley 20.266
(modificada por ley
Comercio y modificó sustancialmente las condiciones habilitantes para ejercer
25.028) esta función, determinando que el aspirante a ejercer como corredor debía
poseer título de enseñanza secundaria, conforme las reglamentaciones
Recuerda: tras la vigentes en educación; exigía, además, la aprobación de un “examen de
unificación de los idoneidad” profesional, el que debía rendirse ante cualquier tribunal de alzada
Códigos Civil y del país, con competencia en materia comercial, ya sea nacional o provincial,
Comercial fueron facultado a expedir la certificación de los conocimientos en la materia que lo
derogados los arts. habilitaran a la función de corredor en todo el territorio argentino. En cuanto al
36, 37 y 38, por lo
resto de los lineamientos generales de regulación del corretaje, se mantuvieron
igual en nuestro Código.
que se complementa
la función a partir del En 1999, con la sanción del nuevo régimen legal para el corretaje, se
art. 1.345 del nuevo establecieron las condiciones habilitantes en la Ley modificatoria 25.028/99 la
Código Unificado. cual derogó las normas del Código de Comercio que regulaban dicha materia. El
mencionado dispositivo legal introdujo, además, reformas al régimen jurídico
de los martilleros establecido por el DL 20.266/73, en el cual se incorporó,
como Capítulo XII, un conjunto de normativas concernientes a la profesión de

8 El antecedente histórico nace con Código de Comercio (1859) de Vélez Sarsfield/Valentín


Alsina aprobado por el Poder Ejecutivo del Estado de Bs.As, el que se modifica por Ley 15
(1962) del Senado para regir en la Prov. de Bs.As. en la presidencia de Mitre.- Con la reforma de
Ley 2637 (1889) por H. Congreso de la Nación comienza a regir en 1890 para todo el país.
Actualmente derogados por vigencia del Código unificado (el 1ro de agosto de 2015).

21
Corredor Público. Cabe agregar que la Ley 25.028 modificó al DL 20.266
respecto a las condiciones habilitantes para ser corredor:

 La primera medida se basa en la regulación anterior: el aspirante a


corredor debe ser mayor de edad y no debe encontrarse comprendido
dentro de las inhabilidades (art. 32, inc. a, de la ley 20.266, con la
reforma de ley 25.028). Dichas causales de inhabilidades se comprenden
en el art. 2 de la ley 20.266.

 La segunda condición impuesta se destaca por encima de todo lo


regulado en la oportunidad dentro del Código de Comercio, ya que
ahora para ejercer como corredor se debe poseer título universitario
expedido conforme a las reglamentaciones vigentes (art. 32, inc. b, Ley
20.266, modif. 25.028).

Evidentemente, la disposición legal tiende a jerarquizar la actividad


profesional del corretaje, ya que exige mayor capacitación en razón de la
importante función social que desempeñan estos profesionales como
intermediarios en el mercado de comercialización de bienes, ya sean muebles,
inmuebles o semovientes.

Asimismo, se observan los siguientes aspectos en el actual régimen legal:

a) El art. 33 de la ley 20.266 (modif. 25.028), el que regula sobre


Ley 20.266
la inscripción en la matrícula, expresa que reunidas las
Los requisitos condiciones, el profesional que desee ejercer la actividad
fundamentales están debe inscribirse en la matrícula de la jurisdicción
determinados por la correspondiente, acreditando para tales fines: mayoría de
Ley 20.266, la que edad, poseer título universitario, domicilio real en la
también indica la jurisdicción por más de un año, constituir fianza prevista en
necesidad de art. 3 inc. “d” con los alcances que determina el art. 6 de la
cumplimentar con las presente norma; además de los requisitos exigidos por la
exigencias de la reglamentación que establezca cada jurisdicción provincial.
norma local.
b) Ejercicio del corretaje sin la matrícula pertinente: La actual
legislación ha mantenido lo regulado por el Código de
Comercio, pues en el art. 33 in fine de la ley se ratifica que
quienes ejerzan el corretaje sin las calidades y requisitos
pertinentes, no tendrán acción para cobrar remuneración ni
retribución de ninguna especie.

c) En cuanto a las sociedades, la actual legislación admite su


conformación. La ley 25.028 ha eliminado la prohibición
contenida en el derogado art. 105 del Código de Comercio,
pues anteriormente se prohibía el ejercicio del corretaje en

22
forma societaria, ya que en la norma se jerarquizaba la
responsabilidad y la actividad en forma personal o individual
de esta profesión. En tiempos actuales, la nueva
reglamentación, en consonancia a principios elementales de
razonabilidad, se permite el funcionamiento de las
sociedades de corredores en virtud de que no hay motivo
moral ni de interés público como para negar esta alternativa.
(Orgaz, 2007, p. 15).

En cuanto a las referencias sobre la Ley 20.266, cabe decir que el 10 de abril de
1973 se sancionó este decreto-ley y, en virtud a lo estipulado en su art. 28, se
aplicó en todo el territorio de la República. Su texto quedó incorporado al
Código de Comercio y derogó los arts. 113 a 122 del mismo mediante la
implementación de la nueva normativa estipulada en su art. 30. Esto nos lleva a
establecer que el decreto-ley equivale en fuerza de ley al Código de Comercio o
ley sustancial, a pesar de que pueda contener normas de distinta naturaleza.

Cabe mencionar, avanzando en el tiempo, la sanción de la ley 23.282 en el año


1985, la cual reformó el art. 88 del Código de Comercio y modificó
sustancialmente las condiciones habilitantes para ejercer la función de
corredor, tal como se explicó ut supra.

Por su parte, en 1999, con la sanción del nuevo régimen legal del corretaje se
establecieron las condiciones habilitantes en la Ley 25.028, la cual derogó las
normas del Código de Comercio que regulaban dicha materia; se introdujeron,
además, reformas a la Ley 20.266, en la cual se incorporó la regulación al
corretaje (en el Capítulo XII).

Finalmente, la unificación de los Códigos Civil y Comercial derogó los artículos


36, 37 y 38 de la Ley 20.266, y define que: “hay contrato de corretaje cuando
una persona, denominada corredor, se obligue ante otra, a mediar en la
negociación y conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de
dependencia o representación con ninguna de las partes” (Art. 1.345; 2015)
Complementa la regulación de la actividad en los artículos siguientes.

1.2.4. Requisitos y procedimiento para la inscripción


Cabe señalar que algunas legislaciones provinciales pueden aún conservar el
“antiguo trámite sumario” que se conformaba para poder acceder a la
matriculación, es decir, aquel que tomaba todos los recaudos legales conforme
a la legislación e iniciaba el proceso ante la Justicia a fin de requerirle al juez
que ordenara la Inscripción en el Registro Público de Comercio. La inscripción
consistía en los siguientes requisitos y procedimientos:

23
a) El trámite se promovía ante el Juez de Primera Instancia y con
jurisdicción sobre el domicilio legal del requirente, acompañado por el
Certificado de antecedentes expedido por la Policía de la Provincia y la
constancia de no hallarse inhibido ni encontrarse comprendido en el
régimen de inhabilidades e incompatibilidades establecidas en la Ley
20.266/73. En algunos casos, se exigía la acreditación de haber rendido
examen de idoneidad, o bien un certificado de estudios superiores no
universitarios (terciarios) de formación profesional.

b) Admitida la petición por el Juez, se ordenaba, entonces, la publicación


de edictos por tres días en el Boletín Oficial de la Provincia y el periódico
de mayor circulación de la Circunscripción Judicial que corresponda, lo
que consigna el objeto del pedido, nombre, documento de identidad y
domicilio real del solicitante.

c) Durante la tramitación podía formular oposición cualquier persona o


entidad dentro de los diez (10) días de la última publicación de edictos,
a la que se le brindaba trámite de juicio verbal, siendo un ejemplo una
base de regulación en Córdoba comprendida en el art. 14, inc. g, de la
Ley 7.191/839 y lo regulado en la 9445/08.

d) A su vez, a los colegios profesionales se los consideraba parte necesaria


en la solicitud de inscripción, ya que eran los encargados de efectuar
observaciones ante el pedido de inscripción del futuro colegiado.

e) En caso de no deducirse oposición o rechazarse la misma, el Juez en


audiencia pública es quien tomaba juramento al martillero o corredor y
ordenaba su inscripción en el Registro Público de Comercio.

En actualidad lo expresado ut supra quedaría sin efecto, ya que a partir de la


reforma introducida por la ley modificatoria 25.028 del Decreto Ley 20.266, se
indica tanto para los martilleros (art. 3) y corredores públicos (art. 33) que
“deberán inscribirse en la matrícula de la jurisdicción correspondiente”10; ello
implica que debe llevarse a cabo ante la institución que gobierna la matrícula, y
que la normativa establecerá los requisitos esenciales, sumados a lo que exija la
reglamentación local.

9
Art. 14, inc. g) Ley 7191 de Martilleros y corredores públicos. Poder Legislativo de la Provincia
de Córdoba.
10
Arts. 3 y 33 Decreto-Ley 20.266 –Martilleros – Condiciones Habilitantes. [Modificados en 1999
por la Ley 25.028]

24
1.2.5. Los corredores: requisitos, inhabilidades,
incompatibilidades, inscripción en la matrícula,
procedimiento, juramento, ejercicio ilegal de la
profesión y colegio profesional. Consideraciones de
algunas normativas provinciales. Estatuto

Tal como se mencionó anteriormente, el capítulo XII del Decreto-Ley 20.266 es


incorporado en su totalidad por la ley modificatoria 25.028, la cual regula con
precisión y desde el art. 31 todo lo atinente al corredor público. Allí se indica
que al ejercicio del profesional también le es aplicable lo dispuesto en esta
normativa para los martilleros, siendo requisitos de condición habilitante:

 “Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las


inhabilidades del artículo 2º.

 Poseer título universitario…”11.

Para poder ejercer la actividad de corredor público, el profesional deberá


inscribirse en la matrícula de la jurisdicción correspondiente, por lo que deberá
reunir los siguientes requisitos:

a) Acreditar mayoría de edad y buena conducta.

b) Poseer título conforme expresa art. 32, inc. “b”.

c) Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar


donde pretende ejercer como corredor.

d) Constituir la garantía prevista en el art. 3º inc. “d”.

e) Cumplir con los demás requisitos que exija la reglamentación


local12.

Está claro que la legislación establece las pautas de exigencia generales, pero
además, los profesionales no deben estar comprendidos dentro de las
inhabilidades e incompatibilidades que se estipulan en la tabla 1.

11 Art. 32, Anexo I: Reformas al Régimen Legal de los Martilleros y Corredores. Ley 25028.
12 Art. 33, Anexo I: Reformas al Régimen Legal de los Martilleros y Corredores. Ley 25028.

25
Tabla 1: inhabilidades e incompatibilidades

Están inhabilitados (art.2) Por incompatibilidades (art.7)


 Aquellos que no pueden ejercer el  Los empleados públicos
comercio. matriculados como martilleros
tendrán incompatibilidad, salvo
 Los fallidos y concursados cuya
excepciones de leyes especiales.
conducta hubiese sido calificada
De igual manera quedan
como fraudulenta o culpable, hasta
exceptuados los que están
cinco (5) años después de su
comprendidos en el art. 25 de la
rehabilitación.
presente ley.
 Quienes estén inhibidos
 Tener presente: Para el
judicialmente.
corredor no se expresa una
 Los condenados con accesoria de incompatibilidad directa dentro
inhabilitación para ejercer cargos de las condiciones habilitantes
públicos y los condenados por: que impone el art. 32, ya que
hurto, robo, extorción, estafas y sólo se remite a las
otras defraudaciones… (Véase el inhabilidades del art. 2; pero la
texto completo). mayoría de las normas
 Los excluidos temporaria y colegiales le imponen
definitivamente del ejercicio de la incompatibilidad al corredor,
actividad por sanción disciplinaria. tomando como base lo
expresado en el art. 31 in fine
 Los incapaces.

Fuente: Adaptado de arts. 2 y 7, Ley 20.266/73, y Capítulo 12, introducido por Ley 25.028/99.

Una vez que el profesional ha cumplido con las exigencias de la ley de fondo y
Juramento
con los requerimientos que le pudieren efectuar sus respectivos colegios
Cumplidos los profesionales, se acepta, entonces, el pedido de inscripción en el organismo
requisitos formales que gobierna la matrícula y se deberá efectuar el juramento respectivo; este
previos, y aceptada la manifiesta el cumplimiento fiel y legal de la profesión ante la autoridad del
inscripción en la colegio profesional que esté designada por el Directorio. Cabe recordar que
matrícula, el dichas solemnidades u otras exigencias podrán variar conforme la requisitoria
profesional procede a de la ley local que ordena al respecto.
jurar que
desempeñará fiel y El martillero y corredor público debe comprender que habiendo cumplido los
legalmente la requisitos previos, efectuado el juramento y una vez otorgada la habilitación
profesión. para ejercer la profesión, sobre él comienza a recaer una serie de deberes,
obligaciones y, por ende, también los derechos que actualmente se encuentran
estipulados en el Código Civil y Comercial de la Nación, además de lo regulado
en cada provincia por las leyes de colegiación.

26
Recuerda que es necesario que en este punto sepas y comprendas
correctamente lo estipulado en los arts. 1345, 1346, 1347, 1348 y
concordantes del Código Unificado.

Cabe agregar que el art. 33 (Ley 20.266) in fine de la presente normativa


nacional indica claramente que si no se cumplimenta con las condiciones
habilitantes exigidas para esta profesión, por más que se posea título
universitario, no se podrá ejercer la profesión, ni menos aún cobrar honorarios.
El poder de control y defensa de la actividad profesional lo poseen los colegios
profesionales, pues ellos tienen las potestades necesarias para caer “con todo
el peso de la ley” ante un hecho detectado de ejercicio ilegal de la profesión,
por lo que los infractores deben ser denunciados; más aún, quien está
colegiado no debe proporcionar participación en las funciones respectivas a
personas no matriculadas.

El profesional ya matriculado se convierte en miembro activo de la institución


que lleva el gobierno de la matrícula, es por ello que debe conocer de manera
precisa la función profesional y las leyes que reglamentan el ejercicio. También
debe saber que existe un ordenamiento que regula la propia vida institucional,
aquel que está constituido por el Estatuto, pues hacer referencia al Estatuto
Institucional implica hablar de la norma legal básica para el gobierno de un
organismo público o privado, la cual se caracteriza por tener fuerza de ley para
establecer el orden eficaz de un cuerpo.

El Estatuto del Colegio Profesional comprende la “ley interna” a la que deben


ajustarse tanto sus matriculados como sus autoridades. Conocer el Estatuto es
conocer a la institución que gobierna la matrícula.

Es de suma importancia que, como futuro profesional, visualices y comprendas


las normativas de regulación de la actividad del martillero y corredor público
de tu provincia, ya que dado que en la actualidad estamos viviendo un proceso
caracterizado como de ratificación –o, por qué no, de transformación–
tendiente a mantener o modificar los rumbos de las funciones profesionales, es
menester estar informados acerca de estos cambios y observar la evolución
legislativa que se pudiere suscitar en cuanto a las instituciones y sus respectivos
estatutos.

27
1.2.6. Regulación de los corredores públicos
inmobiliarios. Situación en la Región Centro y Buenos
Aires. Su incidencia en el resto del país
Actualmente sólo se requiere que el futuro profesional sea un constante
observador de los cambios que se pudieren generar en cuanto a la situación de
su colegiación, o bien ante la decisión de una normativa de fondo que regule
específicamente el corretaje público inmobiliario. En este sentido, y tal como se
ha desarrollado en el presente módulo (específicamente en cuanto a lo ya
estudiado sobre la Región Centro y la situación de los colegios profesionales),
es sabido que, por ejemplo, tanto en Buenos Aires y C.A.B.A como en el resto
de las provincias del país, los usos y costumbres vienen conformando bases
sólidas sobre un determinado aspecto: el corretaje inmobiliario.

No obstante, la normativa de fondo que actualmente regula la profesión indica


que se debe poseer un título para ser martillero (art. 1), la necesidad de
matricularse en el organismo profesional o judicial (art. 4) y, para ser corredor
(art. 32, inc. b) también la obligatoriedad de tener el título universitario e
inscribirse en la matrícula (art. 33)13.

Los usos y costumbres producen efectos de importancia en la vida y las


actividades de las personas. En la actualidad, dentro del ámbito profesional, se
vislumbra una serie de acciones tendientes a buscar soluciones positivas que
coadyuven a definir un nuevo proceso, aquel que está marcado por la evolución
de un rubro en particular (inmobiliario), el cual presenta características propias
por las cuales se requiere una redefinición normativa al respecto.

Tener en cuenta: 1.3. Normas previsionales e


Muchos de los colegios
profesionales, antes de Impositivas
aceptar la respectiva
inscripción, incluyen
como requisito que el
1.3.1 Régimen actual. Generalidades
futuro colega incorpore
constancia de CUIT y de
Todo profesional, tanto los colegiados que ejercen cotidianamente la profesión
inscripción en el como aquellos que están matriculados y no la ejecutan, deben realizar la
Monotributo. inscripción ante la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos),

13 Arts. 1; 4; 32 y 33. Ley 20.266/73, modif.L.25.028/99 de Martilleros y Corredores. Congreso de


la Nación Argentina.

28
organismo que regula las obligaciones y derechos de los contribuyentes a nivel
nacional.

Al momento de inscribirse, los profesionales deberán optar por uno de los


regímenes vigentes: Responsable Monotributo o Responsable Inscripto en el
Valor Agregado. Durante el inicio de la actividad, la mayoría se inscribe en el
monotributo, el cual representa un régimen opcional y simplificado para
pequeños contribuyentes. Básicamente, consiste en un tributo integrado de
cuota fija que comprende 2 aspectos:

Tabla 2: Componentes del monotributo

Impuesto integrado Cotización provisional fija (aportes


de jubilación y de obra social)

Se establece por categorías Este régimen integrado y simplificado


determinadas sobre la base de: implica que, con el pago de una cuota
fija mensual, se está exento del pago
 ingresos brutos obtenidos del Impuesto a las Ganancias y del
según facturación; Impuesto al Valor agregado (IVA).
 superficie afectada a la
actividad (oficina) y energía
eléctrica consumida.

 Personal a su cargo.

Información de Los beneficios de estar adheridos al régimen del monotributo son:


referencia:
 Integración al sistema tributario y previsional vigente, dejando de lado
En el desarrollo de la la informalidad.
actividad profesional,
 Contar con obra social y una prestación básica universal (jubilación).
siempre surgen
modificaciones tanto Ahora bien, ¿qué conceptos comprende el pago del monotributo?
previsionales e
impositivas de interés Con el pago mensual de una cuota única, el monotributista está cumpliendo
para el contribuyente, con las siguientes obligaciones:
por lo que es menester
estar atentos a las 1) Impuesto a las Ganancias.
resoluciones de la AFIP
(Ej.: facturación 2) Impuesto al Valor Agregado (IVA).
electrónica para
3) Aportes al Régimen Previsional Público del Sistema Integrado de
inmobiliarias).
Jubilaciones y Pensiones (SIJP).

29
4) Aporte al Sistema Nacional del Seguro de Salud.

El martillero o corredor público adherido a este sistema deberá pagar un


monotributo por todas las operaciones de ventas y/o servicios que realice y
está obligado a emitir facturas tipo “C”, si correspondiere, ya que todo el
procedimiento dependerá también de la categoría que posea ante la AFIP.
Asimismo, deberá tener exhibida, en un lugar visible, su constancia de
inscripción en el régimen de monotributo, el comprobante del pago del mes en
curso y el formulario N° 61114.

Para cumplir con la norma impuesta y brindar todos los servicios profesionales
que le incumben al martillero y corredor público obligatoriamente éste debe
registrarse en la Afip para otorgar factura correspondiente por el cobro de sus
comisiones y efectuar los aportes de ley, por lo que deberá contar con el
asesoramiento del profesional en la materia (contador).

1.4. Deontología
1.4.1. Deontología, Moral y Derecho
Si bien en la práctica puede parecer que los conceptos de ética y moral
responden a una consideración aproximadamente uniforme, en realidad resulta
necesario diferenciar ambas nociones.

Hay que señalar que, tal como lo afirma Etxeberría (1991), la moral se muestra
como un conjunto de normas y valores existentes en una sociedad, que
orientan y prescriben las conductas de modo inmediato; mientras que la ética
es una instancia reflexiva que ofrece argumentos que fundamentan la
existencia de una moral y la necesidad de asumirla.

Andruet (s.f.) señala que la diversidad moral:

(…) resulta ser un fenómeno absolutamente natural, por lo cual


finalmente siempre se impone una reflexión ulterior que de
alguna manera discierne acerca de la conveniencia o exigencia
de una moralidad sobre otra. A la luz de dicho conjunto de
consideraciones, no se puede dudar que los principios éticos
habrán de tener un especial interés, no sólo para la vida social en

14 Véase información alusiva sobre la Caja Previsión Social De Buenos Aires en


http://www.marticorba.org.ar/caja_inf_institucional.html

30
general, sino también para la realización profesional. De allí
resulta la influencia que la ética ejerce sobre la vida profesional,
convirtiéndose en la génesis de la denominada “Deontología
Profesional”, a veces constituida como un capítulo más, y en
otras ocasiones presentándose como no muy diferenciada de la
“Ética Profesional” (http://goo.gl/pxFX4J).

La mirada que la ética ejerce sobre la vida profesional demuestra la causa


generativa de la llamada Deontología Profesional.

Cabe destacar que dicha disciplina tiene completitud en razón de un conjunto


sistematizado de diferentes obligaciones que conciernen a aquellos que
detentan un determinado ejercicio profesional, como por ejemplo, los deberes
de los martilleros públicos para con la profesión, consigo mismo, con la
sociedad, el cliente, la magistratura, los colegas y el cuerpo profesional
correspondiente (Ferrater Mora, 1984)

J. Bentham (1834) define por primera vez la Deontología en general, como la


“ciencia de los deberes o teoría de las normas morales” (p. 6). Aplicada a las
profesiones, se denomina Deontología Profesional y es la disciplina que se
ocupa de determinar y regular el conjunto de responsabilidades éticas y
morales que surgen en relación con el ejercicio de la profesión, especialmente
aquellas de dimensiones que tienen repercusión social.

“Su contenido se basa y justifica en los principios y normas de la ética y la


moral. El objetivo específico de la Deontología Profesional consiste en la
aplicación de estos principios a cada profesión” (p. 6). Veamos las diferencias
entre la ética profesional y la Deontología profesional:

Respecto a la utilización que hacemos de la denominación de Deontología no se


puede dejar de lado que la misma implica poder formular un tratado acerca de
los deberes que una determinada profesión o disciplina como tal posee (p. 2).

La Deontología, además, tiene algunas consecuencias de carácter sancionador.

Además, los mencionados deberes que toda deontología debe incluir, en


realidad, apuntan a un objetivo común que deviene por ello en suficientemente
concreto y limitado a cada una de las conductas profesionales a las que se está
refiriendo en particular dicha Deontología, y que son los que tienden a
garantizar, decimos, una realización de conducta honesta (Andruet, s.f.).

31
Siendo entonces que los mencionados deberes que conllevan dicho objetivo, a
su vez, bien pueden ser diferenciados en principio como deberes positivos y
también negativos. Tal como lo indica Pérez-Serrano Jáurregui (2001), los
deberes positivos son aquellos que imponen la ejecución de una determinada
conducta y la violación de los mismos implica una omisión; mientras que los
deberes negativos son los que ordenan la abstención de una acción
determinada y la violación de los éstos representa es una trasgresión (Andruet,
s.f., p. 2).

Veamos como ejemplo el ámbito profesional del martillero y corredor público


en la provincia de Córdoba, en donde la Ley 7.19115 y el Estatuto rigen dichos
comportamientos profesionales y patentizan de manera específica dichos
deberes positivos o de realización en lo que resulta del contenido deóntico que
se impone al colegiado. “Como requisito ineludible para su ejercicio posterior,
este debe efectuar un juramento profesional que impone realizar tal ejercicio
de manera "leal y honrada". Es mediante este juramento que se recoge de
modo evidente la noción auténtica de la probidad profesional, puesto que, en
esencia, la probidad es la bondad” (Andruet, s.f., p. 4).

El juramento es un deber positivo o de realización que resulta del contenido


deontológico y que se le impone al colegiado en virtud de la futura probidad de
sus acciones.

“A modo en general, el conjunto de deberes que conforman la Deontología es


algo semejante a lo que los sociólogos nombran como “usos y costumbres” de
determinados grupos y que tienen una cierta obligatoriedad en determinados
grupos o sociedades” (Andruet, s.f., p. 4).

“Los deberes negativos, sin duda alguna, son los que ocupan una mayor
extensión dentro de las enumeraciones de los diferentes códigos deontológicos
y admiten distintos parámetros como elementos que generan la taxonomía”.
(Andruet, s.f., p. 2). Ejemplo de ello son las llamadas deslealtades profesionales
definidas en el marco de la Ley 7.191, la cual impone un juramento a los
profesionales, basado en una manera de cumplir la vida profesional de modo
leal y honrado.

Ahora bien, respecto a la vinculación con la ética, decimos que ésta:

15Ley 7.191 –Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Poder ejecutivo de la provincia de


Córdoba.

32
Posee un carácter especulativo con independencia que esté
dispuesta a ordenar la conducta hacia el bien de los hombres, y
no pierde por ello su carácter rigurosamente metafísico. Sólo en
función de dicha comprensión es que puede hacerse una
determinación acertada de los contenidos deontológicos de
todas y cada una de las profesiones. (Andruet, s.f., p. 4).

La ética se ocupa de la noción del bien, de lo que es bueno hacer por el hombre
y por ello es que se afirma que se trata de un saber de tipo integrador o
unificador, porque no se limita a ninguna ciencia en particular. (Andruet, s.f., p.
4).

Por otro lado, en relación a la vinculación que presenta la Deontología con el


Derecho, cabe aclarar que ambos presentan un contenido normativo. En este
sentido, la violación de los deberes que la Deontología propone, supone de
manera inmediata una marcada “desaprobación valorativa del cuerpo social
(desaprobación moral) que integra dicho opus profesional y a la que se le
adiciona algún tipo de sanción específica de carácter jurídico positivo”
(Andruet, s.f., p. 4).

El hecho de que la Deontología Profesional se encuentre en un lugar intermedio


entre la ética y el derecho provoca, de algún modo, que su naturaleza sea
prioritariamente de tipo moral. Se constituye como un todo orgánico que
determina el desarrollo y la concreción de los principios y valores morales que
devienen esenciales para la profesión de que se trate.

Tal como menciona Hortal Alonso (1994):

La Deontología es el ámbito donde se armonizan los principios


éticos con las reglas que disciplinan una profesión determinada,
comprendiendo por tal, el conjunto de actividades ocupacionales
en las que de forma institucionalizada se presta un servicio
específico a la sociedad por parte de un conjunto de personas
específicamente preparadas y facultadas para ello, y que se
dedican de forma estable a esas actividades, obteniendo de ellas
un medio de vida. (p. 14).

Se puede decir que la ética determina las actuaciones desde lo interno o


autónomo del propio sujeto, sin perjuicio que ello, a su vez, sea un análisis

33
especulativo que del mismo bien el hombre ha realizado; mientras que la
Deontología lo hace desde lo externo y generalmente desde un código.

En vistas del entramado interno de los códigos deontológicos


señalamos, nuevamente, que existen deberes positivos y
negativos que conforman los mismos, y mencionamos, además,
que los mencionados deberes positivos pueden ser reconocidos
de dos maneras: por una parte pueden ser advertidos con una
valencia de reconocimiento de carácter universal y, por lo tanto,
deviene de imposibilidad promover un código deontológico que
pueda despreciar alguno de ellos, a saber: la probidad u
honestidad, el interés y el decoro. En segundo lugar,
encontramos los restantes deberes positivos de la Deontología
del Derecho que también se formulan como principios
deontológicos, aunque ya no con carácter universal sino con una
valencia propiamente asignada a cada uno de los ámbitos
profesionales en los que la realización del Derecho se puede
manifestar. (Andruet, s.f., p. 8).

Dicho lo anterior cabe destacar que:

Coexisten éstos junto con los otros, mas lo que no puede existir
a primera vista es varios de ellos, por la lógica razón que en
algunas ocasiones dichos “Principios Sectoriales de la
Deontología del Derecho" entran en conflicto y contradicción
entre sí. Por caso entonces, si se trata de quien ejerce la
magistratura, dicho principio sectorial será iluminado a la luz de
la independencia e imparcialidad del juez; si fuera del abogado
litigante, el mismo pasa por la libertad en el ejercicio de la
profesión de abogado; si se tratara de quienes cumplen su rol
profesional en el Ministerio Fiscal, entonces el nombrado
principio sectorial será el de asegurar y promocionar la justicia y
la legalidad; y, finalmente, si se tratara de quien ejerce la función
notarial se promocionará el adecuado certificado público, si es
corredor asegurar la identidad y capacidad legal de quienes
contrataren negocios; y así sucesivamente en cada uno de los
ámbitos profesionales donde se desempeña el profesional.
(Andruet, s.f., p. 8).

34
1.4.2. Martilleros y corredores públicos: derechos,
obligaciones, facultades, prohibiciones. Sanciones.
Referencias leyes provinciales.
Importante En este ámbito, los derechos se evidencian en todo aquello que tienda a
considerar al profesional en su condición, es decir, lo regulado a fin de
Una vez matriculado el establecerle facultades, garantías y dignidad tendientes a reafirmar su persona
profesional, conforme desde el rol de martillero y corredor público dentro de la sociedad.
la legislación,
comienza a poseer En lo que refiere a legislación nacional, el Decreto Ley 20.266/73 contempla los
una serie de derechos: derechos del martillero, y el Código, los del corredor en los siguientes textos:
aquellos que le son
propios en el ejercicio Tabla 3: Derechos del martillero y del corredor
de su rol.
Martillero (art.11) Corredor público (art. 1350)

a) Cobrar una comisión según los Tiene derecho a la comisión estipulada si el


aranceles (mínimos y/o máximos) negocio se celebra por su intervención. Si
aplicables en la jurisdicción que no hay regulación de comisiones, tiene
actúa o colegio profesional que derecho a la del uso del lugar. (Véase
corresponda. art.1350).

Se exceptúan los martilleros en La remuneración dependerá de supuestos


relación de dependencia laboral a específicos de obligación de pagar (Véase
empresas de remate o art. 1352).
consignaciones conforme acuerdo
laboral suscrito. Cuando interviene un solo corredor, éste
tendrá derecho a percibir retribución de
cada una de las partes, salvo pacto en
contrario; si intervienen en el negocio más
b) (Reintegro de gastos) Percibir del de un corredor, cada uno tendrá derecho a
comitente, el reintegro de los exigir remuneración a su comitente (Véase
gastos del remate, convenidos, art. 1351).
aprobados y realizados.
Gastos (excepción) El corredor no tiene
derecho a reembolso de gastos, aun
cuando la operación encomendada no se
concrete, salvo pacto en contrario (Véase
art.1354).

Las reglas de este Capítulo no obstan a la


aplicación de las disposiciones de normas
especiales al rubro del corretaje. (Véase art.
1355).

Fuente: Artículos 11 –Decreto Ley 20.266 y Código Civil y Comercial desde el art. 1350 al art.
1355.

35
Referirse a las obligaciones del profesional implica resaltar toda aquella
situación en la cual el martillero y corredor público tiene el compromiso de
cumplir la norma en virtud de su condición profesional, para el ejercicio de las
funciones y facultades que le fueron atribuidas y que juró desempeñarlas fiel y
legalmente16.

El profesional está obligado al cumplimiento preciso de la normativa, tanto de


aquella que regula la función como de las obligaciones que impongan leyes las
especiales.

Hablar de las facultades del profesional implica referirse a las potestades que
este posee en razón de su conocimiento o formación profesional. Estas se
encuentran expresamente indicadas en la norma, en la cual le son reconocidas
las funciones o incumbencias que le son propias.

Tabla 4: facultades de martilleros y corredores

Martilleros (art. 8) Corredores (art. 34)


a) Efectuar ventas o remate público a) Poner en relación a dos o más
de cualquier clase de bienes, partes para la conclusión de
excepto las limitaciones resultantes negocios sin estar ligado a ninguna
de leyes especiales. de ellas por relaciones de
colaboración, subordinación o
b) Informar sobre al valor venal o de representación.
mercado de los bienes para cuyo
remate los faculta esta ley. No obstante una de las partes
podrá encomendarles que la
c) Recabar directamente de las represente en los actos de
oficinas públicas y bancos oficiales y ejecución del contrato mediado.
particulares, los informes o
certificados necesarios para el b) Informar sobre el valor venal o
cumplimiento de las obligaciones de mercado de los bienes que
previstas en el artículo 9. pueden ser objeto de actos
jurídicos.

c) Recabar directamente de las


d) Solicitar de las autoridades oficinas públicas, bancos y
competentes las medidas necesarias entidades oficiales y particulares,
para garantizar el normal desarrollo los informes y certificados
del acto de remate. necesarios para el cumplimiento de

16A los efectos de conocer las obligaciones del corredor estipuladas por ley, se requiere al
alumno dirigirse al art. 1347 del Código Civil y Comercial de la Nación.

36
sus deberes.

d) Prestar fianza por una de las


partes.

Fuente: Artículo 11 y artículo 34. Decreto Ley 20.266/73

Por otra parte, las prohibiciones que aplican en la gestión profesional


Marco regulatorio
representan todo aquello que no le está permitido realizar al martillero y
El futuro martillero y corredor; es decir que sus implicancias serían contrarias a las de un permiso,
corredor público debe una autorización o a una facultad otorgada. Es por ello que deben ser
conocer a fondo el observadas por el martillero y corredor público, puesto que la infracción o
marco regulatorio en incumplimiento traerían como consecuencia la imposición de sanciones con
su respectiva efecto de “castigo” impuesto por la autoridad competente. Dichas
provincia. consecuencias pueden materializarse como “penas”, las cuales pueden ser
Si la coincidencia pecuniarias (multas), de suspensión del ejercicio o inhabilitación definitiva
elemental está (cancelación) de la matrícula, sin perjuicio de cualquier otra sanción –distinta a
contemplada en la la regulada en la normativa profesional– que le pudiere caber al profesional por
norma de fondo, no el daño causado.
cabe duda que las
En la legislación nacional, DL 20.266, se estipulan claramente las prohibiciones y
aplicaciones efectivas
dependen de los sanciones (capítulos IX y X), tomando como referencia la actuación del
organismos que martillero. En cuanto al corredor público17, se expresa en el capítulo XII (aquel
gobiernan la que fuera incorporado por la Ley 25.028 en un apartado o artículo especial
matrícula, pues así lo sobre prohibiciones y sanciones para el corredor) que: “…es aplicable al
ratifica la normativa ejercicio del corretaje lo dispuesto en esta ley respecto de los martilleros, en
nacional. todo lo que resulte pertinente y no se encuentre modificado en los artículos
siguientes”18. Por su parte, el Código Unificado destina un artículo con el
contenido de prohibiciones específicas para el corredor: “Está prohibido para el
corredor: a) adquirir por sí o por interpósita persona efectos cuya negociación
le ha sido encomendada; b) tener cualquier clase de participación o interés en
la negociación o en los bienes comprendidos en ella”19.

Es necesario que el futuro profesional conozca a ciencia cierta todo lo atinente


a sanciones debidamente estipulado en el ordenamiento legal local. Téngase
presente, además, que la ignorancia o el desconocimiento de una norma no lo
excluye de su verdadero cumplimiento, pues ante la violación de la misma
recae indefectiblemente la sanción.

17 A los efectos de conocer aquello que le está prohibido al corredor estipulado por ley, se le
requiere al alumno dirigirse al art. 1348 del Código Civil y Comercial de la Nación.
18 Artículo 31 Decreto-Ley 20.266 –Martilleros – Condiciones Habilitantes. Honorable Congreso

de la Nación Argentina.
19 Art. 1.348 –Código Civil y Comercial.

37
Los colegios profesionales de las provincias argentinas poseen las facultades
pertinentes sobre la actividad profesional, tal como se ha explicado en el
presente módulo. La tarea de quien estudia dicha materia es, entonces,
comenzar a recopilar toda la información referida a los usos, costumbres y
normativas vigentes que existen a nivel provincial, ya que si bien se cuenta con
el conocimiento de la regulación a nivel nacional, es necesario tener presente la
normativa provincial correspondiente.

¿Tienes en tus manos un ejemplar de la ley local que


regula la actividad profesional en tu provincia, como
así también de aquellas normativas vinculantes?
Ten en cuenta que ello es de vital importancia para
la formación profesional, a fin de lograr un futuro
desarrollo efectivo de la función del corretaje.

1.4.3 Bioética, contenidos de vanguardia


La bioética es considerada por algunos como la rama de la ética que se dedica a
proveer los principios para la correcta conducta humana respecto de la vida en
el planeta, tras el conocimiento ideal de las cosas que nos rodean, a fin de
tomar la ciencia a conciencia y alcanzar una correcta ejecución de los actos en
nuestro ambiente, para así poder vivir entre todos las condiciones aceptables
de vida.

Además, la bioética no se limita a un campo de acción particular, sino que, por


el contrario, incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida
en general.

En la formación profesional del martillero y corredor se considera conveniente


abordar estos contenidos indispensables y de creciente actualidad, no sólo por
el simple conocimiento de un “vocablo de vanguardia” a los fines de orientar la
reflexión acerca de la gestión realizada, sino también como una manera de
afianzar acciones que contribuyan a un mundo mejor.

Según constancias históricas, la bioética se destaca por ser una disciplina


relativamente nueva. El vocablo nace por el teólogo, filósofo y educador

38
alemán Fritz Jahr, quien utilizó el término Bio-Ethik por primera vez en 1927 en
un texto publicado sobre: la relación ética del ser humano con las plantas y los
animales. En 1970, el oncólogo Van Rensselaer Potter, estadounidense, empleó
la expresión bio-ethics en un artículo publicado sobre: la ciencia de la
supervivencia, por lo que constituyó, ya de manera formal, el hilo conductor en
el ámbito científico y, a partir de allí, comenzó a extenderse como un intento de
abordaje y búsqueda de solución para algunos problemas que comenzaban a
evidenciarse en los inicios del siglo XX: la revolución tecno-científica, el
calentamiento global, los problemas ambientales, la ejecución del desarrollo
sustentable, la globalización de las economías, el crecimiento del consumo,
entre otros.

En su sentido más amplio, la mayoría entiende que la bioética no solo se limita


al ámbito de las ciencias médicas, sino que abarca todos los problemas éticos
que se relacionan con la vida en general, extendiendo, de esta manera, su
campo de acción a las cuestiones relacionadas con el ambiente, al respeto
entre las personas y al debido trato hacia los animales.

Cabe aclarar que no existe un área específica para la bioética, pues toda rama
del conocimiento y del obrar humano se involucra en esta especie de
transdisciplina. La misma abarca las cuestiones éticas acerca de la vida que
surgen de las relaciones entre Biología, Medicina, Química, Política, Economía,
Derecho, Filosofía, Sociología, Antropología, etcétera. No obstante, la base
ética esencial que norma esta disciplina se sustenta en el respeto al ser humano
y a sus derechos personalísimos, que conforman su integridad: la dignidad de la
persona, en virtud a la relación fundamental que se suscita entre la bioética y la
antropología, por lo que se busca con esta visión asistir y condicionar los
resultados éticos de cada ejecución técnica que se ejecute sobre el ser humano
y sus asuntos, en relación directa con el hábitat.

El martillero y corredor, profesionales involucrados específicamente en los


contenidos económicos y patrimoniales de las personas, deben observar en su
actuación la posibilidad de lograr la mejor preparación individual, para así
contribuir con el necesario asesoramiento hacia el particular comitente, ya que
en su accionar, intervendrán en la comercialización de los bienes patrimoniales
(muebles, inmuebles y/o semovientes), y sobre ello, considerarán y expondrán
de manera clara y precisa las verdaderas situaciones de impacto, tanto
jurídicas, como técnicas y económicas.

El profesional debe asumir como un compromiso indispensable la actitud de ser


partícipe necesario, desde su rol, en la defensa de los Derechos Humanos y del
Ambiente, nociones que aquí se han enunciado sucintamente a fin de
mencionar la temática, pero cabe decir que deben ser considerados en toda su
magnificencia, ya que el compromiso de quien ejerce la profesión implica
conocerlos en su profundidad y aplicarlos con precisión. Por ejemplo, si como
profesionales intervenimos en un desarrollo urbano (nuevo sector en

39
dispersión) donde se efectuarán desmontes, debemos considerar los impactos
que se pueden provocar en el ambiente (posibles inundaciones o desbordes de
arroyos). En otro caso, si se interviene en la compraventa de una propiedad, se
debe brindar toda seguridad jurídica en la plena convicción de que lo que está
en juego no es un simple negocio, sino que se trata del hogar de una familia.

Aunque estas puedan parecer cuestiones de simple comprensión y aplicación,


son muchos los casos en que se desestiman. Por lo tanto, debe hacerse todo lo
posible para llevar estas cuestiones éticas al campo profesional.

1.4.4 Ética profesional para martilleros y corredores


públicos
No basta con que las normas de ética sean preexistentes a todo actuar del
martillero y corredor público que estime su dignidad, ejercite rectamente su
conducta y proceda consciente de su responsabilidad profesional; sino que
también es necesario que, para dichas normas se vuelvan más efectivas y
contempladas, se exterioricen o concreten en fórmulas escritas que sirvan de
postulados o guía para el desenvolvimiento ordinario de la vida profesional y
social.

Las fuerzas morales convergen al sentimiento del deber. La


personalidad sólo es coherente y definida en quien llega a
formularse deberes inflexibles, que impliquen un pacto rectilíneo
con los mandatos de la dignidad. Sin ser ley escrita, el
sentimiento del deber es superior a los mandamientos
reveladores y a los códigos legales. (Ingenieros, 1961, p. 56).

Es esencial que el profesional se consagre en cumplir con sus obligaciones y


proceda a la defensa de los intereses de sus clientes, brindando el mejor
consejo que los oriente hacia un óptimo negocio, a fin de lograr una gestión
que demuestre capacidad y respeto, destinada al bien común dentro de la
sociedad.

Recuerda que respetar la ley, cumplir con la institución y los colegas, implica
mantener “en alto” el compromiso profesional ideal.

40
“El sentimiento de la responsabilidad profesional es un elemento interno que
anima el conjunto de reglas de una profesión más bien que constituir una regla
legal de esa profesión" (Bonnecase, 1907, p. 188).

A manera de referencia, se exponen algunos puntos que destaca el Código de


Ética Profesional para martilleros y corredores públicos de la provincia de
Buenos Aires, el que nos evidencia oportunas reglas:

Probidad: La integridad en las acciones se demuestra en la


honradez constante, tanto en la gestión profesional como en la
personal, por lo que el presente Código requiere: lealtad
personal, veracidad y buena fe

Respeto a la ley: Es fundamental respetar y hacer respetar la


ley y a las autoridades públicas. Se deben cumplir estrictamente
las disposiciones legales y fiscales que graven su profesión,
cumpliendo con la obligación que corresponda.

Nombramiento de oficio: Es un deber ineludible la aceptación


de los nombramientos que proceden de oficio y sus obligaciones
son inherentes a la profesión, por lo que su incumplimiento será
considerado como falta grave, cuándo no mediare una
justificación suficiente.

Publicidad: La publicidad debe ser de manera decorosa y


digna. Exceptuarse de realizar propaganda que se caracterice
como maliciosa o exalte falsedades sobre los bienes
encomendados para su gestión, por lo que debe ser justo y veraz
al enunciar las calidades de los bienes sujetos a su mediación.
(Código de Ética profesional para martilleros y corredores
públicos de la Provincia de Buenos Aires, http://goo.gl/lGuGkR).

Se debe aclarar que lo estipulado anteriormente es coincidente con el anhelo y


deseo de todas las instituciones del país que rigen en función de la presente
profesión. El martillero y corredor público velará por el cumplimiento debido de
tales preceptos, el decoro de las instituciones, el buen nombre del profesional y
el respeto en la sociedad.

41
1.4.5 Reglas éticas de la Corporación de Rematadores
Es de suma importancia en la materia abordar el conocimiento sobre las reglas
éticas que establece la Corporación de Rematadores, ya que esta constituye
una destacada institución histórica que se caracteriza, desde sus principios, por
ser partícipe de la organización legal de la actividad profesional. Cabe destacar
que en la época en que se creó, la intermediación inmobiliaria recién
comenzaba a manifestarse y era llevada a cabo por el martillero.

La Corporación de Rematadores fue fundada principalmente con fines de


solidaridad y dignificación profesional, bajo la presunción de que ello será
posible siempre que los asociados dirijan sus acciones en conformidad con los
preceptos de sana moral. Perteneciendo este concepto al fuero interno de la
institución, cabe agregar que se remite al honor de sus componentes, quienes
han convenido en tal compromiso, el cual fuere expresado en las palabras con
que iniciaba el acta fundamental a la Asamblea del 25 de julio de 1931.

De esta manera, surgió la conveniencia de señalar algunas normas esenciales


del buen desempeño, cuya práctica constituya en adelante una obligación
semejante a la ley codificada. Por tanto, la Corporación de Rematadores
establece pautas indispensables que orientan al profesional para un ideal
desempeño de su rol. Podemos destacar de su Código de ética:

…Los martilleros y corredores son expertos en el procedimiento


y conducción de la subasta pública de toda clase de bienes y de
las actividades inmobiliarias; son depositarios de la confianza del
público y promotores del progreso y desarrollo comunitario.
Estas funciones imponen grandes responsabilidades y deberes
más allá de la política mercantil ordinaria, a las que los miembros
deben dedicarse con afán... (Corporación de Rematadores y
Corredores Inmobiliarios, 2001, http://goo.gl/TqkUvb)

El presente contenido histórico nos brinda una visión del pensamiento de la


época a comienzos del siglo pasado. De allí podemos rescatar perfectamente el
contenido ético y proyectarnos en el tiempo hasta la actualidad, en donde
alcanzamos una información precisa de la evolución y las circunstancias
profesionales que fueron variando.

42
1.4.6 Secreto profesional: concepto. Su violación y
consecuencias
Eduardo Lapa (2005) nos indica al respecto que:

Sobre el honor: Cuando una persona ejerce una profesión en cuyo ejercicio, por
razones derivadas de la índole de su trabajo, recibe
Desempeño ético,
solidaridad y
manifestaciones de terceros, adquiere, en este caso, una
dignificación logran el inmensa y doble responsabilidad: la lealtad para consigo mismo
honor para el y para con su cliente, que confiado en la forma de actuar de
individuo en particular aquél, revela las intimidades de su vida privada, con el fin de
y para la actividad solucionar un problema y llegar a la verdad. (p. 16).
profesional en
general.
En esta temática, Lapa nos expresa, además, un fragmento subjetivo en donde
el eje principal se basa en la lealtad, y nos indica que “ese conjunto de valores
creados y de forma, depositados en la conciencia, pueden constituir, por
determinación volitiva, un secreto, y el secreto se convierte así en una jerarquía
moral para quien lo conserva” (2005, p. 16).

Puesto que este autor considera que el secreto profesional es parte de la


profesión misma, en determinadas circunstancias tanto el secreto como la
profesión implican una conducta, y la conducta debe tener ética.

“Obligaciones del corredor- inciso d): mantener confidencialidad de todo lo que


concierne a negociaciones en las que interviene, la que sólo debe ceder ante
requerimiento judicial o de autoridad pública competente”20.

Transgredir el secreto profesional es interpretado por el conglomerado social


como una gravedad objetiva; como consecuencia, el orden público se
encuentra invariablemente dañado en lo que se refiere a las normas instituidas
por la convivencia, por lo que se podría indicar:

Que aquel que revela un secreto confiado no tan solo actúa


indebidamente, sino que además configura un daño moral, es
decir que, el actuar antiético no es una cuestión sencilla que se

20 Art. 1347 –Código Civil y Comercial de la Nación.

43
evidencia en un simple problema ético, sino que además, daña el
contenido fundamental que es sustento en la moral del hombre.
(Ibañez, 2014).

Finalmente, cabe señalar que el secreto profesional constituye un derecho y un


deber del profesional.

Tabla 5: Secreto profesional como derecho y deber

Secreto profesional
Es un derecho del martillero ante la Es un deber para con sus clientes, de
justicia y los poderes públicos, pues cuyo cumplimiento ni ellos mismos
no podría escuchar expresiones pueden eximirle. Es revelado como tal
confidenciales si supiese que puede (secreto) y así debe mantenerse.
ser obligado a revelarlas; en última
instancia, sólo pueden revelarse por
pedido explícito de una autoridad
judicial.

Fuente: elaboración propia.

Veamos un ejemplo: Un profesional es llamado a declarar como testigo, por lo


que debe concurrir a la citación. En la audiencia procederá con absoluta
libertad de criterio, lo que quiere decir que podrá negarse, si así lo estimare, a
contestar preguntas cuyas respuestas sean, a su juicio, lesivas para el secreto
profesional.

Ahora analicemos dos criterios:

Alcance y concepto: La obligación del secreto se extiende a las


confidencias efectuadas por terceros en razón de su Ministerio.
Se debe guardar reserva acerca de las conversaciones o
confidencias mantenidas con sus clientes, sobre las motivaciones
de su cometido, como también los hechos que llegaren a su
conocimiento por colegas o terceros. El secreto cubre también
las confidencias intempestivas de los colegas.

Extinción de la obligación de guardar secreto: La obligación


de guardar secreto cede antes la necesidad de la defensa
personal del profesional cuando sea objeto de acusaciones por
parte de su cliente. Puede revelar, entonces, lo que le sea

44
indispensable para su defensa, en la medida que su conciencia se
lo aconseje21.

Lo que debe primar como análisis de lo aquí expuesto (sobre la base del art.
156 Código Penal) es que el futuro martillero y corredor público comprenda
que violar un secreto profesional evidencia un perjuicio que se puede ocasionar
con el sólo hecho de transmitir a una persona el secreto confiado, pues ello es
motivo suficiente para que se interprete que el secreto ha sido quebrantado.

Conclusión
En el presente módulo se ha expuesto un contenido específico tendiente a
orientar al futuro profesional en el ejercicio de su función, tanto en el ámbito
social como institucional. Asimismo, se han evidenciado las posturas del marco
legal de regulación de la función profesional a los efectos de que se comprenda
la situación en la cual éste se encuentra inmerso, y se ha apelado, además, a la
adaptación y previsión de cambios significativos futuros respecto de las
incumbencias que hoy se encuentran reguladas. Ante ello, prima destacar que
solo el actuar ético y la capacidad competente garantizarán al profesional su
ideal de integración en la comunidad social e institucional, por lo que desde la
presente lectura se desea contribuir a que la gestión profesional se ejecute de
manera eficiente.

21
Código de Ética profesional para martilleros y corredores públicos de la Provincia de Buenos
Aires, 1965. Normas 11 y 12 § 1º. Normas generales. Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos
Aires.

45
Referencias

Andruet (h), A. S. (s.f.). Deontología del Derecho y aceptación de causas forenses.


Recuperado de http://cia.org.ar/cia_historia.php

ASOCIACIÓN Latinoamericana de Integración (ALADI). (2009). Acuerdo de


complementación económica n° 35 celebrado entre los gobiernos de los Estados parte
del Mercosur y el gobierno de la República de Chile. Recuperado de
http://www.adimra.org.ar/download.do?id=412

Bonnecase, J. (1907). Precis de pratique judiciaire et extrajudiciaire. París.

Código Civil y Comercial de la Nación. Comentado. (2014). [Comentarios del Dr.


Ricardo Luis Lorenzetti]. (1° ed.). Buenos Aires: Rubinzal Culzoni.

Código de Comercio de la República Argentina. (2011) 32ª edición. Buenos Aires:


Abeledo Perrot S.A

Código de ética profesional para martilleros y corredores públicos de la provincia de


Buenos Aires. El Poder Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires en Acuerdo General
de Ministros, ha resuelto mediante el Decreto registrado bajo el Nº 2.114, modificar el
artículo 58º del Decreto Reglamentario Nº 11.791/65 de la Ley 7.021. Recuperado:
http://www.marticorba.org.ar/colegio_codigodeetica.html

Código penal de la Nación (T.O 1984) Ley 11. 179 Recuperado de


http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/15000-19999/16546/texact.htm

Constitución de la provincia de Córdoba. Convención General Constituyente


(Reforma 2001) Recuperado de
http://web2.cba.gov.ar/web/leyes.nsf/(vLeyesxNro)/CP00?OpenDocument

Constitución Nacional. Ley 24.430 (1994) Senadores y Diputados de la Nación


Argentina reunidos en Congreso. Recuperado de
http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/anexos/0-4999/804/norma.htm

Corporación de Rematadores y Corredores Inmobiliarios (2001). Estatuto – Código de


Ética. Recuperado de http://www.rematescorporacion.org/pdfs/estatuto.pdf

Decreto-Ley 20.266. (1973). Régimen legal de martilleros y corredores. P.E.N


Recuperado de http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/55000-
59999/56724/texact.htm

Ferrater Mora, J. (1984). Diccionario de filosofía. Madrid: Alianza.

Hortal Alonso, A. (1994). La ética profesional en el contexto universitario. Madrid:


Universidad Pontificia de Comillas.

Ibañez, M. A. (2012). Manual del Martillero Público. Córdoba: Alveroni.

46
Ibañez, M.A. (2014). Manual del Corredor Público Inmobiliario. Córdoba: Alveroni.

Ingenieros, J. (1961). Las fuerzas morales. Buenos Aires: Losada S.A.

Lapa, E. (2005). Manual del Martillero Público y del Corredor. Buenos Aires: Lexis Nexis.

Ley 11.867 (1934) Establecimientos comerciales. Transmisión. Reglamentación.


Honorable Congreso de la Nación. Recuperado de
http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/anexos/25000-29999/25829/norma.htm

Ley 23.282 (1985) Reglamenta el ejercicio de los corredores de comercio. Congreso de


la Nación. Recuperado de
http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=23990

Ley 25.028. Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la Ley 20.266].


Honorable Congreso de la Nación Argentina. Buenos Aires, 1 de diciembre de 1999.
Recuperado de http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-
64999/61719/norma.htm

Ley 7191 (1983). Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Legislatura de la provincia de


Córdoba. Recuperado de
http://www.colmartycorr.org.ar/archivos/revista/file/Ley_de_Martilleros_y_Corredor
es_Publico.pdf

Ley 9445 (2008) Corredor Público Inmobiliario. Legislatura Unicameral de la prov. de


Córdoba. Recuperado de http://www.cpcpi.org.ar/ley.9445.php

Orgaz, Gustavo R. (2007). El contrato de corretaje. Córdoba: La Cañada.

Pérez-Serrano Jáurregui, N. (2001). La formación ética en los profesionales del derecho


en Ética de las Profesiones Jurídicas. Madrid: Universidad Pontificia de Comillas.

Piedecasas, M. A. (1997). Régimen Legal del Martillero y de la Subasta Judicial. Buenos


Aires: Rubinzal-Culzoni.

Vide Etxeberria, X. (1995). Ética básica. Bilbao: Universidad de Deusto.

www.21.edu.ar

47

Das könnte Ihnen auch gefallen