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Psicoanálisis del Amor (2ª edición) Miguel Oscar Menassa -1994, esta obra es del año

1978
http://www.miguelmenassa.com/index.html
¿PERVERSIÓN? O
¿LA MUERTE DE LA PALABRA?

PROBLEMÁTICA INCIERTA O ALICIA EN EL PAÍS


DE LAS MARAVILLAS

La predisposición a la perversión no es algo raro y especial,


sino una parte de la constitución llamada normal.
Sigmund Freud

I. Pienso, es decir, espero madre serena, que los pájaros comiencen a volar
en el momento preciso. Si espero, pasivo ser, me será dada el habla.
Si mi cuerpo recibe el mandato, seré sin más el canto de los pájaros.

II. ¿Perversión es las dos cachetadas que le pego a mi amada de las siete y treinta de la
mañana para que desee mi muerte o perversión es las 7 y 30 de la mañana?

III. ¿Perversión será mi pene perforando los ojos de mi amada, o en el color de los ojos
de mi amada está todo el secreto?

IV. Tengo todavía infinitos ejemplos para todo.


¿Retener o expulsar? ¿ Cuál de estas dos perversiones será aceptada en este caso?

V. Sé que mis ojos tienen ese brillo especial que te recuerda a tu hermano muerto.
¿Perversión o caridad? Que yo me sienta un poco El cuando estoy en tus brazos.

VI. Que tu vagina fuese de un color azul durante todo un año, nos divirtió mucho el
verano pasado y sin embargo eran azules los ojos de mi amigo muerto. Donde mi amigo
amaba de mí la inteligencia era en un mar azul, inmensamente azul.
Estuvo todo el año viviendo entre tus piernas, todo el año encontrándose conmigo en las
profundidades de tu vagina azul.

¿PERVERSIÓN? O ¿CULTURA?

La vida humana no se toca en un solo registro: hay ecos, intercambios, y hay quien
afronta la historia sin haber afrontado nunca las pasiones, hay quien es libre con las
costumbres y piensa de manera corriente, y quien vive como todo el mundo y cuyos
pensamientos sacan de raíz todas las cosas...
Maurice Merleau Ponty

La vida humana se toca en un solo registro: El hombre habla.


La escritura lo ha conformado como historia. Somos, entonces, inevitablemente, el todo
unitario donde pasión e historia transcurren,
en nuestro ser, como deseo.
Miguel Oscar Menassa

¿Perversión? o ¿Cultura? ¿Endemoniada telaraña o práctica red? o ¿acaso el neurótico,


el psicótico, el místico, el poeta o el empecinado científico, se salvan de tener
inevitablemente que desviar la mirada?

El concepto de perversión necesita ser subvertido y esto será posible por la voluntad
deliberada que sólo puede poseer un grupo, donde el sublime narciso pierde los estribos,
donde el miserable narciso pierde los límites de sus determinaciones familiares.

Legislar el narcisismo no quiere decir, de ninguna manera, abolir sus efectos. Ni quiere
decir tampoco, arrastrarnos todo el día sin fe por los lugares de nuestro ser donde todo
está destruido. El narcisismo no es un simple y tonto agregado al virtuosismo de los
grandes hombres. Legislar el narcisismo, será producir el estallido grupal donde todo sea
posible para todos. Transformar aquella energía donde morir no era posible en nuestra
propia muerte, es decir: crear una máquina que no nos pertenezca y que nos someta
hasta el límite de la creación.

Por favor no decapitemos a nuestros poetas, ellos necesitan de la soledad.

Averigüemos si hay un poeta entre nosotros, él nos enseñará a morir todos los días, él
nos enseñará que el poder debe ser un poder sobre nosotros mismos, sobre nuestros
nervios, nuestras células, nuestros líquidos orgánicos, en fin, sobre nuestra palabra. La
sorpresa de los otros (la relación alucinante de los otros con nosotros) no será por el
brillo de nuestros ojos, ni siquiera por las horribles palabras pronunciadas acerca del
sexo y de la muerte, sino por el milagro de estas maravillosas flores siemprevivas
creciendo en pleno desierto. Y habrá narcisismo, es decir fuerza creadora, donde haya
soporte material que soporte semejante pasión. Y cuando digo soporte material, no digo
tamaño de nuestros genitales, ni siquiera digo, presencia o ausencia de tamaño. Digo, un
grupo capaz de soportar los deseos de todos sus integrantes. Una máquina que pueda
superarse hasta el paroxismo.

Nuestra riqueza, la riqueza de nuestras relaciones sociales.

Y sin embargo no soy sólo el producto de un grupo, es decir, no sólo soy una voluntad
desafortunada, sino el espacio abierto donde las combinaciones no tienen fin.

Estoy solo.
Los que me rodean tienen sus propios planes.
Es decir, tengo mi propio plan.

Andar a la deriva es mi orden interior. Dejarse deslizar entre cuerpo y cuerpo,


entre palabra y palabra.

Ser el aire y el fuego.

No dejarse matar bajo ningún concepto, ni aún por aquél que nos anuncia la inmortalidad.

Llevar hasta el paroxismo el amor por la verdad es genuino, tal vez lo más, pero debemos
decirlo, absolutamente inútil.

Estoy detenido en mi escritura.

¿A quién estaré cuidando ahora ?


¿Qué verdad se detiene en este torpe y juvenil silencio?
¿A quién tengo miedo de modificar esta vez?
¿Puede ser que mi alma se resista a mi propia alma?
¿Por qué impudicia estoy pasando ahora, que no puedo ni siquiera escribir? ¿Rencillas de
palacio, intercambios de emblemas o juegos estúpidos entre señoritas preguntándole al
galán si nos ama o simplemente nos desea?
El galán sabe que hay un hombre entre nosotras.
Este saber llena de desesperación al galán y comienza a circular la palabra traición.
Palabra ciega. Palabra sin palabras.
Se me ocurre que debería ser como soy. Caer de todas las alturas, desmoronarme, bajar
hacia los abismos que nadie baja.

Tener en mi pecho la rueda loca de mi infancia girando sin parar.


Estar triste.

Nadie podrá detener mi caída. Esta vez me tocará saber:

«Soy el que repite la pasión en todo el sinsentido...».


Jorge Alemán

«Que todo esté permitido no quiere decir que todo sea obligatorio».
Horacio Valla

«...Impiedad, pura impiedad, para quien confunda nuestra carne con los
ensangrentados bofes, que resucitarán, se cree, con la fornicación».
Segundo Manifiesto

Escribir siempre es un vértigo, siempre una trasgresión, un movimiento exagerado, un


encuentro fatal.
Solo, extraviado en un mundo donde los sinsentidos son sus desviaciones, atentando
contra mi propia manera de vivir, escribo.
No me beses en los ojos amor mío, que quiero imaginar.
Perdonen la palabra del poeta, él tampoco nos pertenece.
Su voz es la tormenta de nuestra voz.
Su canto es el estallido de nuestro canto.
El cuerpo del poeta yace a mil kilómetros de profundidad, es inalcanzable.
Antes era el olvido
jazmines sin perfume.
Antes era sólo la persistencia de su piel.
Fragancia de la nada.

Nada me espera en esta solemne tarde de fin de verano.


Nadie acoge en su lecho a quien sabe que estamos condenados a vivir.
Aspiro el humo de un cáncer mortal, y veo, es un decir poético, nuestra sangre
fortaleciendo pequeñas palabras producidas por el azar de las combinaciones.
Reconozco: morir no quiero aunque esa sea la combinación perfecta.
Reconozco: quiero vivir mejor, en ese mundo prometido de hermanos donde mis brazos y
mis palabras pertenezcan a un mismo cuerpo.
Reconozco el dolor, reconozco los sobresaltos.
Reconozco la impiedad de la justicia. Sé que alguno de nosotros está muriendo cada día.
Reconozco vivir en un mundo donde habrá mierda para todos.
Reconozco no saber claramente quienes son mis hermanos.

La nada atraviesa mi corazón.


Reconozco que mi paz es efímera, soy violentado permanentemente por un
vicio imperdonable: quiero ser escritor. Una combinación de habladurías y desencantos,
pero por favor no me maten, tratemos de averiguar si sirvo para
algo.
Lo escribiré todo porque lo vi todo.
Reconozco que tengo una esperanza de perdón.
Piedad para quien indefenso frente a la catástrofe,
sólo atinó a no cerrar los ojos.

Reconozco que tengo una esperanza de gloria.


Gloria para quien obnubilado por los olores del hongo atómico,
sobrevivió a la matanza.
Reconozco haber sumergido mi alma en ciertas drogas del olvido.
Reconozco no haber sido alterado jamás. Mi represión es sublime.

Soy un profesional del alma. Intacto y frío paseo mi mirada por el horror.
Soy el desperdicio de una sociedad en crecimiento.
Sabio de la nada.
Reconozco no saber nada acerca de lo que escribo.
La violencia a la cual soy sometido debe ser investigada.
Debe investigarse de qué maldita perversión del hombre
me quieren hacer
responsable.

Apago la luz
para que una triste luciérnaga sobre mi piel
me anuncie el universo de la locura.

Deseo en mis jardines


las perfumadas rosas de la pasión.

¿PERVERSIÓN? O ¿POESÍA?

Si todo está destruido cuando se comienza, no caben dudas, la posibilidad es poética.


Miguel Oscar Menassa

No nos bastan todas nuestras manos agarradas a una cuerda de fuego alrededor de la
montaña negra. ¿Quién habla de disponer de nosotros, de hacernos contribuir a la
abominable comodidad terrestre? Nosotros queremos, y tendremos, el «más allá» en vida.
André Bretón

Al principio es todo naturaleza: la ciudad es un paisaje, son rocas, alturas, cielo, claros
improvisados; la mujer es una fiera, una carne, un abrazo. Después se vuelve palabras: lo
natural era sólo un símbolo y al conocer lo selvático verdadero, hay que aullar.
Cesare Pavese

CAMA REDONDA:

23 hs. He puesto debajo de la máquina de escribir, una toalla. El ruido de la máquina


parece ahora el ruido de un tambor.
Escuchad su violencia que es vuestra violencia, escuchad la furia contenida durante tanto
tiempo, como un ruido ensordecedor, escuchad los acordes de la ronda final. Serán tal
vez los potros de bárbaros atilas o los heraldos negros que nos manda la muerte. Será
que el mar me llama porque hoy desea una gran víctima.
Seré sincero con el mar. Le diré que mi torpeza no tiene límites, que mi cuerpo cambia de
color con el sol y que mis emociones cambian con los estímulos externos.

24 hs. Acabamos de transgredir la primera ley, perdón, acabamos de transgredir por


primera vez una ley. Espero que no tengamos que pagar con nuestra vida dicha
transgresión.
Durante la tarde esperé con ansiedad el momento de este encuentro. Durante la tarde me
hizo bien sentir que a la noche debería, como una obligación, pensar en ustedes.
Mi ser se derrumba en estos maremotos.
¿A quién habrá que obligar algún día que diga toda la verdad?
¿si al que le toca miente de rabia y de dolor?
Yo mentiría. Me pararía delante de todos los estúpidos y les diría a gritos que amo la vida
y el sol de primavera.

0 hs. 30'. Mi escritura es extraordinariamente lenta, espero algo, sin dudas estoy a la
espera de algún acontecimiento.
Lento es el andar de los que saben que el oro es mierda pura.
Cada palabra es un repaso de todas las anteriores.

0 hs. 55'.Y yo, dónde estoy, en qué enredadera estoy colgado. Qué decir de lo que todavía
creo no conocer. Cómo decir el horror de nuestros cuerpos mutilados.

1 hs. 20'. ¿Qué diferencia hay entre los locos y nosotros?


Es necesario permanecer juntos, estoy dispuesto a cualquier mutilación cuando la
promesa es llegar juntos al final.
Me está empezando a dejar de interesar la hora.
Ya no tengo ni odio ni amor, intentaré entonces empezar a escribir.
El cielo siempre es azul a orillas del mar. Cualquier persona sin ser escritor conoce
historias acerca del mar.

1 hs. 35'. Todo el mundo quiere psicoanalizarse rápidamente.


La guerra está por estallar.
Queridos, sepan que he aprendido a amar y comprender vuestros pobres gestos, porque
ellos también forman parte de mi ser.
Y si puedo imaginarme en las tardes de locura y falta de fe, que entre nosotros crecerán
algunos idiotas, algunos locos malhumorados por su lugar, algunos maricones. Hoy me
pregunto, ¿qué tiene que ver el más allá con estas idioteces que le ocurren a los
pequeños hombres masculinos y femeninos?
¿O acaso el más allá son las tristes historias que contarán de nosotros aquellos que
nunca pudieron soportar nuestra mirada?

Emblemas, hoy se me da por tener asco de todos los emblemas. Hoy se me puede dar
cualquier cosa y eso siempre es bueno para la salud.

2 hs. Ciertas palabras provocan aunque más no sea una pequeña inhibición. La palabra
dos se me apareció cargada de sentido, me indica primero una torpe unión entre quienes
no se conocen por estar demasiado juntos. Pero también me indica que está formada por
tres letras. Dos consonantes custodiando, una a cada lado, a una pobre «o» que sin ellas
sería simplemente exclamación de otras palabras que ella sola no puede pronunciar.

A dos también hay que agregarle otro, otro cualquiera, algún idiota que tenga como
misión, siempre la misma, hacer añicos los espejos.
Y si forzamos y en esta noche de arrebatos todo es posible, si el otro es la letra i,
podemos formar la palabra dios y entonces, no es el tercero el que aparece, sino la
muerte.

2 hs. 50'. Siento que falta muy poco tiempo para las seis de la mañana, siento que nunca
terminaremos de decirlo todo. Mi pobre alma vocifera contra el inexorable tiempo del reloj.
Le temo más a los días que pasan que a la inmortalidad.
La lujuria, qué mierda será la lujuria entre nosotros, acaso una vieja chupándonos el culo
o mordiendo con mordaces sonrisas nuestros cachetes. ¿O acaso la lujuria serán las
rosas rojas sobre la tumba de alguna amada muerta? y el poeta, ¿qué está haciendo el
poeta en este instante? El poeta teje y desteje sus sueños infantiles, el poeta teje y desteje
su amor por los objetos inútiles.
El poeta ama la vida, cree en el hombre ciegamente.

3 hs. 50'. Una fresca brisa marina entra por la ventana abierta. El olor a mar me recuerda el
olor de las vaginas sublimes donde mi locura se transforma en el aullido animal del que
sabe que todo se parece a la muerte. El ruido del mar entorpece mi escritura. El ruido del
mar me suena a vacaciones malolientes e inútiles. Amor mío, subamos a la higuera de la
infancia y comamos hasta el hartazgo todos los higos maduros, hasta el hartazgo, digo,
hasta la indigestión.
Una especie de sueño mortal invade mi mente. Muero cuando no puedo tener en la cabeza
todos los nombres que pronuncio. Muero de espanto cuando no puedo pronunciar todos
los nombres que tengo en la cabeza.
Acabo de perder todo contacto con la realidad: ¿mi padre era un príncipe o un feriante? ,
¿mi madre era un ángel o una mezquina prostituta? ¿Quién es quién en este enjambre
donde los animales salvajes quieren compartir mi lecho?
A quién tendré que preguntarle por mi saber, a quién por mi talento, a quién por mi
sumisión, a quién tendré que pedirle que sostenga el espejo que transforme
definitivamente mi saber de mí.

5 hs. Sólo una hora para decir lo que no podremos decir. Me hablan de separaciones y yo
amo con toda la pasión de mi hombre los encuentros, amo con una estupidez exagerada
la ilusión de un encuentro mortal entre nosotros.
Y mortal quiere decir un encuentro definitivo, con luz y sombras, con los excrementos
rondando a cada paso, con la mezquindad de los insectos y la generosidad de las bestias
en saciedad.

Abramos las compuertas antes de que sea demasiado tarde. Quiero decirte que te amo,
que vos sos mi mujer que tu deber es seguirme a todos lados, al cielo y al infierno, a la
cumbre donde el poeta oculta su dolor y a los abismos donde la bestia ama todos los
cuerpos y se regocija con el plaf plaf de los líquidos orgánicos y la humedad de las
cavernas donde mi ser estalla en monosílabos incomprensibles.
Volver de esos lugares para amarnos y arrastrarnos sin piedad por el camino del goce
hacia la muerte, es en definitiva el destino de la bestia.

Atentar hay que atentar contra todo.

Amar una posición, entrechocar las copas de alegría por el lugar que ocupamos, no
servirá de nada. El infierno interior que nos habita no cederá ni ante la fama.
No peleamos, vivimos. Lo insoportable debe ser nuestra vida.
De la perversión, tendremos que decirlo por fin, ella es nuestra máscara. Suprema
máscara en las más ambiciosas ceremonias.
Diosa del olvido, dame tus palabras. Tu tono mayor, el tono para arrancar una sonrisa del
idiota, el tono de los Andes nevados, la luz que enceguezca definitivamente a los ciegos.

Marzo ha llegado, las brujas deben partir y sin embargo, ellas están propiamente en
nosotros.
Ni una mirada. Ni un gesto que nos permita hablar de él durante años y sin embargo el
niño ha huido por los matorrales, el niño ha traído el viento de los cabellos, el niño ya ha
dado su primer paso.
Ya somos perversos.
Palabras de papá en el corazón. Palabras de mamá en el corazón.
La guerra ha comenzado.
Cuando rozo tu voz, el ronco bramido del mar habla de tu presencia.
Cuando rozo tu piel, nocturna y amable, cuando recuerdo tu vientre mal herido, pequeña
madre, ave de rapiña.

Vive el dolor.

Tu voz entre los troncos, tu piel entre las mariposas del color de las flores del
naranjo.
Cuerpo de tierra, hollín, masticación feroz, ocultan su presencia, ocultan su
bello rostro entre mis manos.
El niño no quiere morir, pide clemencia. Las palabras estallan como granadas
en su corazón. El niño deberá para sobrevivir desviar la mirada, el niño
deberá morir mil veces para no morir.
El niño terminará enjaulando su corazón.
La perversión acecha.
El niño ha dado su segundo paso pero no ha conseguido avanzar, ha caminado
para uno de los dos costados de su corazón.
Bebed mi sangre y comed mi carne y el niño abraza por primera y única vez
en toda su vida el cuerpo de su madre.

En medio de esta carnicería ella me recuerda tu voz entre los troncos:


Serás estas palabras, serás mi nombre y mientras tanto ella me habla de amor,
muestra su cuerpo perforado.
Cálida presencia, amante de las desviaciones, curiosa e inútil marca en el tercer paso del
niño que ahora llora desesperadamente frente al nuevo fracaso.
Al borde del abismo, palabras de papá en el corazón anuncian pequeñas y
tibias mutilaciones y el campo de ciruelos donde ella era el color de los frutos y su sabor.

Me pregunto si los obstáculos son propios del saber o Ella es su música.


El terror es no poder decir, ese es todo el terror.
Ni luciérnagas, ni mis viejas alcántaras, ni valles de pasión. Odres de mierda
y de saber, olvidos del olvido, entretelones de lo cierto.
Solo tu voz cuando ni la locura ni los abismos me pertenecen y solo tu arrogancia y solo
tu indómita figura, fondo de la nada.
Mujer del vientre dorado, de la dorada juventud, del semen profundo entre los
cabellos, de los animales abiertos en la boca y todo el dolor; dime madre
amada.
¿Cuánto dolor?
Amo el delirio de las rosas, fragancia milenaria, abierta sed.

Detengo mi palabra. ¿Serán los pechos de mi madre, o los olores del pan, o la
tibieza del sol al mediodía contra los ojos ciegos?

Perverso o ciego, y esas fueron las palabras del cielo.

Días y días sin poder salir de estos territorios donde el amo absoluto es una mirada vacía,
unos ojos resecos y ciegos.
Ceguera frente a la cual lo bello pierde su poder. Territorio donde la lujuria consiste en
agotar las diferencias. Antro de los demonios y los malos espíritus maternales. Lugar
donde el deseo pertenece al futuro.
Ojos ensangrentados por la visión de lo siniestro: madres destrozadas por la verdad.
Agujereadas para siempre en el centro mismo de su ser.
Ojos sin piedad ocultos por el lodo y la cálida mierda de primavera para no ver.
Matar para no ver.
Y la ceguera fue el destino del hombre.
Madre, devuélvenos la vista. Madre el goce fue morir.

SU VOZ O ES ELLA

Mi propia madre.
Aquélla que morirá conmigo cuando muera mi cuerpo.

Padre no está en ningún lugar


es las palabras
Rosa profunda del verano
mi madre
que el sol no matará
y que tampoco matará su ausencia.

Lloro por el suceso que trastocará mi razón


definitivamente.

Lloro por la muerte del padre.

El poeta tiene en su sangre los ocasos, tiene en su sangre el tiempo.


Alondras explosivas arrancadas del alma.

No aparecen escenas extraordinarias, veo, porque de ver se trata, una milimétrica


desviación, un fugaz sin sentido de los tonos.

Recuerdo en la pequeña pieza de mi infancia, con mis años, violentos desesperados, con
una rueda gigante todo el día en los ojos y su voz y todas las novelas acerca de su voz.
Todo mi amor era para su cuerpo de gacela.
Y sin embargo solo recuerdo con alegría aquellas palabras que me hablaban de un
hombre y tu perfume de violetas.

PERVERSIÓN Y VERDAD

Abro mis entrañas para buscar entre mis líquidos orgánicos, tu nombre inocente, tu
nombre primero, el que te nombraba antes de los olores del carmín.
Miguel Oscar Menassa

No hay por supuesto ninguna necesidad de significante para ser padre, como tampoco
para estar muerto, pero sin significante, nadie, de uno y de otro de esos estados de ser,
sabrá nunca nada.
Jacques Lacan

De ella lo quiero todo. Su carne y su alma, su historia y su futuro. Ni un gesto, ni una


palabra, ni siquiera un calor que no sea de su Rey, amante amantísimo.
Miguel Oscar Menassa

Saber que la ley del perverso es una ley aceptada y repudiada, es decir una mañana opaca
y sin luz, no es suficiente para condenar a nadie.
Sé que poseo ideas claramente revolucionarias acerca de todo lo que le pase y le pueda
pasar al hombre de mi época y sin embargo una traba neurótica ciega mi ser.
Tendré que pervertir algún sentido o en mi escritura no habrá goce.
Me solicitaron amablemente un escrito sobre Perversión para publicar en una revista,
«Yo» dije que sí.
Mis amigos (GRUPO CERO) dijeron que era una cosa buena para mí, como un
reconocimiento de la ¿ Cultura ? , o ¿Perversión ?
«Yo» me pregunté varias veces, ¿qué pedía, quién hablaba en el pedido? Porque hablar, a
los 35 años, de lo que me había propuesto hablar a los 45 años, ¿será un reconocimiento
de la Cultura o un interrogatorio?
Sé también que cuando tenía 25 años hice alardes de este mismo tesoro que ahora
pretendo ocultar otros 10 años más. Ellos leyeron el escrito. Ellos dijeron que no.

De empezar, empezaría diciendo que tengo un arte para vivir.


Y que esto fue posible porque fueron posibles las primeras desviaciones, porque fue
posible pervertir mi destino.
Y si poco a poco iré aceptando mi polimorfismo en los lugares donde la cultura coloca la
palabra perverso, debemos ir aceptando también poco a poco vuestro ser uniforme, lugar
donde Ella habla de una completud que nosotros sabemos sólo se alcanza con la muerte.

Recuerdo madre amada tus tortillas de patatas. Ayer comí por primera vez tortilla de
patatas con cebolla. Me alejo de vos, pervierto mi ser.
Dejo que la cebolla interrumpa el gusto de nuestro fatal encuentro.

Te escucho.
No puedo tocarte el hombro, tal vez por miedo a que me digas que ya es demasiado tarde.
Mientras escribo atiendo mis obligaciones. Cuando vuelvo a escribir, vuelvo a sentir que
no podré. Vuelvo a vivirlo todo como si fuera la primera vez. Esto habla de la cierta
torpeza de todos mis comienzos.
Debo destrabar mi mente, para destrabar mi mente debo decir:
Todo acto humano puede llegar a ser un acto perverso, lo que no quiere decir que todo
acto perverso alcance la dimensión de un ser y su padre.
Sabemos que últimamente falo va, falo viene, la perversión, donde la perversión era no
cumplir con el fin, va opacando su sentido. Porque si las relaciones sexuales no existen (y
nosotros sabemos muy bien que no existen) ¿Cómo pueden ser el objetivo de un
«encuentro»?
¿O acaso el amor será el encuentro entre dos seres mutilados que se reúnen para
entrechocar sus mutilaciones?

Te extrañé mucho.
Necesitaba hablar con vos.

Toda interrupción tiene su sentido.


El llegó una espléndida tarde de fin de verano para decirme que Ella no era mi destino.
Ella llegó en medio de la fiebre, en medio de mis ojos desmesurados por la sorpresa, para
decirme que sin Ella no habría destino para mí.
¿A quién creer? ¿Con quién de los dos tendré que pactar la muerte del otro? ¿Perversión
o Verdad?
Pálidos espejos estallan exactamente ante mis ojos.
Elijo entonces la serena frialdad de tus palabras.
Abandono, es decir, intento abandonar la tierra fértil, imito tu saber:
Mi madre, mi madre era una estrella.
Y sin embargo Ella vuelve, ella se hace mujer, ella tiene mil rostros, tiene el poco sabor de
todos los frutos en su cuerpo y nos dice que todo es solamente ese otros amor
desesperado y ciego por Ella.
Ese es el instante en que la mirada de aquél que habla las palabras hace desviar nuestra
mirada.
Más allá de la tierra fértil sólo queda el sabor de las sustituciones, sólo el sabor de los
fragmentos extrañamente combinados.
Más allá de su cuerpo sólo su pálida mirada sosteniendo mi cuerpo en el espacio.
Cuando no soporto su mirada de amor, cuando desvío mi mirada, caigo estrepitosamente
en cualquier escena. Pero lo perverso, lo perverso verdadero, ya aconteció y fue un hálito.

¿PERVERSIÓN? O ACERCA DE LAS HIJAS DE LA MADRE.


TRES FANTASÍAS FEMENINAS

¿Por qué no establecer aquí que el hecho de que todo lo que sea analizable sea sexual no
implica que todo lo que sea sexual sea accesible al análisis ?
Creo que Lacan

Primera fantasía o Aproximación a un nuevo orden

Una mujer deberá enfrentar a este hombre que somos, sólo para mostrarnos que ella no
tiene. Y si ella no tiene, todo peligra.
Ellas son capaces de transformar sus maravillosos sexos, aquellos sexos del goce
sobrenatural en inmundas cloacas de sangre y pus cuando nuestra palabra anuncia que el
goce y la inmortalidad tiene que ver con ellas.
Ellas entre nosotros quiere decir entonces entre nosotros el miedo. Socializarlas: ese,
nuestro drama.
Empujarlas sin piedad al beneficio de un plus goce que sólo podrán alcanzar
en posición femenina. Donde ella dirá que nadie tiene, y que las diferencias son
simplemente diferencias formales.

¿Se trata de saber conducir a una mujer?


¿Se trata de que el pequeño hombre masculino le dé al pequeño hombre femenino toda su
libertad?
¿Se trata de lanzar al pequeño hombre femenino a una lucha de toda la vida contra una
esclavitud que no existe?
¿Se trata de meter en una misma habitación dos pequeños hombres femeninos y sacudir
sus vísceras hasta que todo se transforme?
¿Se trata de enamorarse perdidamente de un pequeño hombre femenino a los 40 años de
edad?
¿Se trata de que el pequeño hombre masculino le repita vanamente al pequeño hombre
femenino que son diferentes?
¿O se trata de saber que nuestro proyecto es imposible?
Morir juntos.
Y sin embargo cada uno se perderá en el momento que le corresponda, cada uno perderá
su nombre en el territorio que le sea asignado.
La máquina es perfecta, entre sus cifras está la cifra de la muerte.
La máquina necesita hombres que puedan soportar que el pene del pequeño hombre
masculino es, al fin de cuentas, una imperfección más del hombre.

Segunda fantasía o Siglo Internacional de la Mujer

Este siglo tendremos que combatir por nada.


Ellas lo dirán todo.
Ellas decidirán a quién de nosotros el cielo y a quién de nosotros el amor.
Ellas tocarán la tecla del desorden que sea preciso. Ave María impura con pecado
concebida, ya lo vi todo. Ahora puedes arrancarme el corazón.
Oríname la boca, oxida para siempre mi aparato del pan.
Estampa para siempre en mi corazón la fotografía donde mi amada huele a
carmín, olores del olvido, feroces garras contra mis pequeños genitales de niño, contra mi
tartamudez.
Du du da da, la máquina me pertenece, soy el cerebro de la máquina.
Preciso ser investigado.
Oídme bien, mi palabra es el desfiladero de la muerte.
La máquina es una máquina para la destrucción. Fui creado por las radiaciones atómicas,
soy una mutación.
Socorredme, ellas quieren pasearme como trofeo.
Para nosotros habrá días de profunda tristeza, siempre son menos las que quedan. Para
nosotros habrá días de profundo dolor cuando alguna de ellas pronuncie
haberlo hecho todo por nosotros.
Queremos espectadores que se rían de todo, necesitamos desconfiados entre nosotros.
Santos que lo deformen todo.
Du du da da, la máquina manda silenciar toda verdad acerca de sus efectos. Es necesario
que proliferen entre nosotros los idiotas, ellos son los encargados de confundir a la
justicia.
Ha comenzado el martirologio, el Hombre debe superar la Droga.
Todo debe ser vivido de nuevo, al natural, en carne viva, en propia mirada.
Esta vez correrá sangre, ellas traen el calendario grabado a fuego, cada segundo es una
gota de sangre que ya no podremos recuperar.
Hablan de que nada es posible sin ese cuerpo del amor.
Cuerpo del amor, cuerpo del amor, hoja podrida al viento que el otoño golpeará como
única verdad.
Tendremos que renegar del otoño o tendremos que llegar con el amor a lo más profundo
del ser social. Tendremos que seguir deteniendo el tiempo con artimañas, o tendremos
que sumergirnos definitivamente en el horror: amo la muerte de mis padres, amo la
muerte. Tenemos la maestría de enseñar una nueva manera de morir.

Tercera fantasía u Ordencerrado

Dos mujeres es todas


Alejandro Magno

Dos mujeres en lugar de una mujer como para todo el mundo, porque la dimensión
masculina no puede ser completada por una sola mujer (además, ¿quién dijo que una sola
mujer es una mujer?).
Y no necesito circular, porque se basta, es decir dispone de un estilo, precisión en la
forma para ilusionar a la mujer de completud allí en su vacío, ¿o acaso él no va por la vida
con sus hombres amados?
Nací para morir en los ocasos de una civilización.
La palabra de mi padre ¿no fue acaso el estallido de la bomba atómica?
¿No fue acaso el hongo envenenado y mutilador el que me abrió los ojos, el que me
separó de los brazos de mi madre? ¿No fue acaso mi cuerpo el que sobrevivió a ese
despedazamiento?
Y si puedo hacer el amor todos los días y todas las veces que sean necesarias para
sobrevivir, y si puedo hablar del amor en cada crepúsculo y si puedo prever el futuro en
cada mirada, sé entonces que lo escribiré todo.
No quiero circular; más bien, si quiero algo, quiero detenerme en mi adorada juventud, en
mi febril niñez y sin embargo sé también que entre pequeños seres masculinos y
femeninos todo es posible.
Por eso me pregunto: ¿Pueden acaso un Poeta, un Científico, interesarse por un espacio
donde todo es posible?

PERVERSIÓN, O ¿ALQUIMIA ?

...de modo que la masculinidad y la femineidad puras no pasan de ser construcciones


teóricas de contenido incierto.
Sigmund Freud

...nuestra repugnancia por los perversos, atrapados en la monotonía de su mezquino


goce.
Sergio Larriera

¿La palabra es una ley del grupo o un vil mecanismo defensivo contra la precipitación
final, contra los alaridos?

Cambiemos el sexo y los lugares, troquemos mi poesía por tu amor.


¿Completud deseada o complejo encanto de nuestras relaciones?
Triste boa o bella y furiosa serpiente de cascabel ataca sin piedad mi cuerpo de niño.
Ella tiene ciertas certezas, el amor la defiende.
Ella será primera, oceánica, y única en un instante. Tendrá todo el poder, su sexo es el
sexo del universo. No habrá igual, ni habrá diferente, habrá nada.
Y sin embargo llegará la palabra.
Su centro lo sabemos: eco de lo que es.
Postizo que no impone sumisión ni respeto.
Postizo que sólo insinúa en su desvarío, ser El.
Un cuerpo pequeño, una pija pequeña, una pequeña mente aterrorizada y todo el dolor.

Cambio un cuerpo con todos sus olores por un conjunto armónico de letras.
Mi poesía por tu amor.
Mi poesía por tu amor.
Tristes son las palabras que me llevan a tu cuerpo abandonado.
Triste es el cuerpo que se abandona a las palabras de la rendición.
Y sin embargo, sigo tejiendo mi propia red, tengo mi propio encanto.
Y sin embargo tiemblo por su presencia equívoca.
Arte de amar o terrorífica investigación acerca de mi tolerancia.

Suicidarse, como otros lo han hecho, parece no ser la única manera de terminar con el
mito, sino una manera más de encontrarse con Ella.

35 años, son años suficientes para querer hacerle comprender a los seres queridos que
soy un hombre, que alcanzar estados como lo masculino y lo femenino, ya no me interesa.

Me importa saber la diferencia entre un montón de mierda y un hombre y cuál de las dos
cosas es mejor, sí, mejor y peor.
bueno y malo
necio e inteligente
Porque para un hombre debe ser así. Porque sí.

Por ahora nada, y sin embargo la potencia de mi glorioso sexo depende de combinaciones
inefables que yo no controlo.
Por ahora nada y sin embargo mi gloriosa poesía donde el hombre hacía la guerra y el
amor y eso le bastaba, se ha transformado en esta inmunda prosa que preferiría no
escribir y que me siento compulsado a escribir.

¿PERVERSIÓN o MUERTE?

Nuestra articulación con el goce, más que una posibilidad, es nuestro destino.
Roberto Molero

...el hombre debe soportar, su irse de aquí tanto como el venir. La madurez es todo.
Shakespeare

Y no pudieron con el tiempo. Creyeron más de la cuenta en el «amor».


Envejecieron rápidamente. Demasiada grasa, demasiada cosmética para ocultar los pedos
nocturnos, demasiado porvenir para tanta miseria.
Y ahora las ceremonias tienen que continuar sin cadáver del padre. ¿Quién morirá por él?
¿Sobre quién caerá el olvido?

¿Perversión es reconocer un modelo, una ley y llevar su cumplimiento hasta el final y


tener en ese movimiento eso algo idéntico a todos los poseedores de ese gesto, que nos
permita someternos y gozar del intercambio?

Cuando la carne próxima rompiera todos los diques, advendría el verbo. Caería
certeramente sobre la carne para poner un horizonte a nuestro destino. Creció y multiplicó
hasta el paroxismo sus combinaciones, dijo lo que no tenía que decir, fue perversa,
intentó romper las barreras de la sangre y del amor. Pudo trastocarlo todo.
Debemos decirlo: La palabra no basta.

Hay un lugar del hombre donde la carne vuelve a ser soberana.


Perversión es que un deseo original me lleve detrás de lo absoluto, hasta su vacío, trazo
sin substancia, donde él puede decir:
No soy idéntico ni siquiera a mí mismo.
Soy «ello» capaz de engendrar lo que circula. Mi lugar es la muerte.

POST SCRIPTUM

...Como cuerpos privados de sepultura


los hombres se pasean por el jardín de mi mirada.
Louis Aragón

Abre mi cuerpo
como violento tulipán en el verano
Que caigan sobre mí los pájaros atroces
Purifica mi piel con sangre de tus vírgenes
dame tu savia
su flujo transparente.
Miguel Oscar Menassa

...En psicoanálisis se habla de perversión en relación


la con la sexualidad
Escuchado al pasar

Creía haber concluido con este escrito y sin embargo ya van dos mañanas que me
despierto pensando o soñando que debo decir algo más.

He escrito de la muerte y de la verdad.


He gozado como una mujer dejándome llevar, escribiendo de lo que no sabía. Me
sorprenden ahora ciertos destellos de mi escritura. Parece ser que el sujeto de mi
escritura lo puede todo, esto claramente le da una tonalidad perversa al estilo.
En ciertos fragmentos no se reconocen padres; escritura sin ley, donde el
desorden provoca la máxima desviación. Donde el Poeta cae derrotado por el milagro del
estallido que ni siquiera se había podido imaginar.

COITO NORMAL

Y derrama en mi plato todo lo que me queda por vivir


Lo bastante para salar el océano Pacífico.
Pondréis en mi tumba un salvavidas.
Porque uno nunca sabe.
Robert Desnos

¿Es aquel del pene masculino, penetrando una vagina femenina aunque en el instante del
orgasmo, niño y madre se confundan en un mortal abrazo?
¿O podré decir que coito normal es cuando «El» hace el amor con «Ella»?

Al principio y al final siempre nos miramos.


Ella dice que soy un maestro de la mirada.

Yo digo que ella con su última mirada enciende en mí la maestría.


Ella no debe mirar nunca mis genitales de frente, eso me inhibe.
Yo no debo nunca rehuir la visión de sus genitales, porque si no ella despreciará su
cuerpo y todo fracasará.
Para mirar mis inversiones, ella tiene que saberse mujer.
Para mirar su dimensión desconocida, deseo inagotable, debí crecer.
Nos desnudamos en un rincón de la habitación, cada cual por su cuenta. En ese momento
no sentimos obligación de nada.

Ella me arrastrará con su mirada a situaciones límites.


En esos momentos pegarle es reorientar sus deseos en un orden heterosexual, desde
donde ella hablará del goce femenino.

Todo tiene que ser preciso, nos dirá, medido, exacto. Ni un día antes, ni un día después,
para ella siempre es cuestión de vida o muerte.
Desde muy pequeña (desde su primera sensación de período de tiempo) tuvo que
aprender a gobernar sobre la vida y la muerte.
Ella necesita en esos momentos que yo le explique claramente:
que cualquiera de los dos puede tocarse el pene
que cualquiera de los dos puede tocarse la vagina.

Ella y yo nunca tenemos tiempo para nada.


Reconocernos nos llevará toda la vida.
Ella sabe que yo no existo. Yo sé que ella es mi deseo. Deseo de la nada.
La algarabía de este momento es general. Todo cuesta creer.
Nuestros cuerpos son sólo escenario de un gran amor,
un amor que vino transcurriendo y que transcurrirá.
Somos sólo su tiempo.
Ahí, yo lo puedo todo y ella lo sabe todo.
Esto no volverá a ocurrir jamás.

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