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Loli Gimeno T 55 LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL S.

XVIII AUSTRALIA 2017

T 55. LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL S.XVIII


INTRODUCCIÓN
La cultura española entra por agotamiento, al acabar su gran época clásica, en una etapa
nueva bajo el impulso amortiguado por los Pirineos, de la gran sacudida intelectual que agita
al mundo europeo. El S.XVIII, pasados los primeros años de completa esterilidad, será un siglo
de esforzada ascensión con un doble propósito: el de establecer un contacto cada vez mayor
con los focos de la cultura moderna (con los países europeos) y el de reanimar la tradición
nacional salvando los valores compatibles con el nuevo espíritu racionalista, científico y liberal.
Es una época eminentemente crítica, de lucha ideológica, encaminada a la transformación de
ideas, instituciones y creencias. Siguiendo este proceso, tb en la valoración de la literatura nos
encontramos: por un lado el neoclasicismo y enciclopedismo*, de origen francés (junto a
influencias inglesas o italianas); y por otro, la reacción tradicionalista o nacionalista del espíritu
castizo contra todo lo extranjero.
*LA ENCICLOPEDIA (1751- 1772) Una de las obras más grandes y significativas del S.XVIII que recopila en orden
alfabético y de forma sintética (diccionario) los principales conocimientos de la época, sobre todo en el campo de
las ciencias, las artes y los oficios. La dirigen Diderot u D’Alambert y colaboran unas 130 personas, en su mayoría
burgueses, que buscaban un cambio de estructuras. (Voltaire, Rousseau, Grimm, Montesquieu…) Por el saber que
contiene, el esfuerzo que representa y por las intenciones que sus autores le asignaron, La Enciclopedia se convirtió
en un símbolo de la Ilustración. Como afirma Benessar en su Historia moderna: “La Enciclopedia es un intento de
coordinar las diferentes formas de pensamiento de la opinión ilustrada que se ha venido formando desde principios
de siglo: la humanidad está en la vía del progreso, que ya no se debe a la tecnología sino a la razón; y tiene que
extenderse a la religión (gracias a la tolerancia), a la política (gracias a la libertad), a la moral (gracias a una ética
“natural”). Obra de difusión y de combate, la Enciclopedia, es la expresión de la manera de sentir de una facción
determinada de la burguesía (sabios, técnicos, administradores) que hoy llamaríamos los tecnócratas.”

Tras la muerte del rey Carlos II, la Guerra de Sucesión concluirá con la instauración en el
trono de la Dinastía de los Borbones, procedente de Francia. En la cultura española se
introducirá el pensamiento cultural y filosófico racionalista que ya desde la segunda mitad del
siglo XVII predomina en Francia, denominado ILUSTRACIÓN. Los ilustrados dan supremacía
absoluta de la razón humana sobre otras fuentes de conocimiento como la tradición o la
autoridad de los antiguos. Frente a las concepciones religiosas del pasado, se impone ahora
una concepción materialista y burguesa del mundo para lo cual lo importante es aquello que
es útil. En el campo de las ideas estéticas se vuelve la mirada al clasicismo francés y a los
modelos clásicos greco-latinos. Es el llamado NEOCLASICISMO, según el cual las obras de arte
deben estar también sujetas a la razón.

LA ILUSTRACIÓN: Movimiento cultural e intelectual europeo del siglo XVIII –surge en Gran
Bretaña y se asienta en Francia- que postulaba la RAZÓN como método para llegar a la verdad
y cuyo ejercicio debía repercutir en un modo de vida justo para la humanidad. Tiende a disipar
las tinieblas de la humanidad mediante las luces (la claridad de conceptos) de la razón. Los tres
principios básicos de la Ilustración son la tolerancia, la razón y el sentimiento de humanidad.

La RAZÓN es lo que une a todos los seres humanos y con su imposición frente a la fe
pretenden acabar con la ignorancia, el fanatismo y las supersticiones ('Siglo de las Luces'). Por
otra parte, toda persona, en cuanto ser humano y dotado de razón, posee DERECHOS que
nadie puede ni debe arrebatarle "Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano",
de 1789. Ligada a estos principios está la creencia en el PROGRESO -mediante la razón y la
EDUCACIÓN- que debe llegar a todos los individuos. Para ello desde el poder se propician una
serie de reformas (“DESPOTISMO ILUSTRADO': "todo para el pueblo, pero sin el pueblo”).
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Los NOVATORES son los intelectuales, precursores de la Ilustración en España, que


proclamaban la razón como fundamento de la ciencia, la experiencia como método y la
utilidad como finalidad. Los medios de difusión del ideario ilustrado fueron las Sociedades de
amigos del país (inspiradas en la proliferación de tertulias) y la prensa. La Ilustración en
España presenta unas peculiaridades que la diferencian de otros países europeos:
• El pensamiento ilustrado llega tarde a España. En la 1ªm. del siglo empiezan a conocerse y a
divulgarse las nuevas ideas, pero no se puede afirmar que exista verdadera/hasta la 2ªm.
SXVIII. Las vías de entrada del pensamiento ilustrado son 4: la dinastía borbónica, los viajes
comerciales que ponen en relación a los países europeos, los periódicos, que nacen en esta
época y se abren a la difusión de las nuevas ideas y la internacionalización de la cultura,
conseguida por las constantes traducciones de obras y contactos entre intelectuales.
• Alcance limitado. Afectó sola/ a una minoría de políticos, intelectuales y periodistas, pero
fue rechazada por el pueblo y la nobleza, apegados a valores del pasado como el barroco.
• Carácter moderado. Frente al radicalismo de otros países - Francia-, en España nunca se
cuestionaron aspectos básicos, como la monarquía absoluta o los dogmas religiosos.
• Apoyo de la monarquía, sobre todo, durante el reinado de Carlos III. Las reformas que se
iniciaron fueron, por tanto, impuestas desde el poder absoluto.

1.- LA LITERATURA DEL SIGLO XVIII


Para los ilustrados, la literatura era, ante todo, un medio de comunicación que servía para la
difusión de las nuevas ideas. Por ello, no pretendían innovar los géneros literarios, sino
servirse de ellos. Se atenían a los modelos clásicos para que pudieran ser comprendidos por el
público sin necesidad de los recursos retóricos, que fue la gran crítica que los ilustrados
hicieron a los autores barrocos.
En la literatura de este siglo es importante la acción del grupo (en contraposición a obras de
grandes figuras con la Edad de Oro) y la aparición de ciertos movimientos o corrientes de
opinión, de las que el escritor es siempre intérprete. La literatura se socializa, se mueve por la
aspiración al bien común, predominando lo político y lo social.

2.- LA PERIODIZACIÓN LITERARIA DEL S.XVIII


Teniendo en cuenta las corrientes literarias podemos ordenar la materia en tres etapas:
- TRANSITO DEL BARROCO AL NEOCLASICISMO Iniciación del nuevo espíritu en un
ambiente dominado todavía por la prolongada decadencia del Siglo de Oro y la
influencia de Góngora, Quevedo y Calderón. Culmina con el reinado de Fernando VI.
Por eso identificar Neoclasicismo con el siglo XVIII es un error.
- APOGEO DEL NEOCLASICISMO Y DEL ESPÍRITU DE REFORMA Época de Carlos III
- PRERROMANTICISMO Preludio S.XIX. Se intensifican las preocupaciones sociales y la
libertad pasa a un 1º plano, aparece una nueva sensibilidad que revaloriza el
individualismo, la naturaleza y el sentimiento. (Decisivas las ideas de Rousseau). No
existe oposición entre estas dos tendencias (neoclásica y prerromántica), ambas
entran dentro del marco general de la Ilustración y comparten los mismos valores. La
diferencia estriba en los valores concretos q predominan en cada caso: en la actitud
neoclásica la razón y el equilibrio, en la prerromántica, lo natural y lo individual.

3.- LA PROSA EN EL S.XVIII


La producción de la 1ªm. SXVIII deriva de las tendencias barrocas, y los modelos que gravitan
sobre la prosa son Quevedo y Gracián. El género narrativo en prosa apenas se cultiva, (se le
llega a llamar “el siglo sin novela”), tal vez por su afán de hacer literatura “útil”. Algunos
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autores utilizaron moldes narrativos para redactar sus obras, pero sin que su objetivo
primordial fuera novelar. (EJ. Diego de Torres Villarroel Vida o el padre Isla Fray Gerundio de
Campazas). Hasta f. de siglo no se desarrollará el género novelesco propiamente dicho.
La mayor parte de la prosa del SXVIII aparece teñida de didactismo, ya que incluso en la novela
(ausente y de escaso mérito) se concede más interés al fin educativo que a la imaginación o la
belleza del estilo. De ahí que lo más positivo de la producción de la época haya que buscarlo en
el campo de la investigación, y no en el de la pura creación literaria. El género que mejor se
ajusta a los intereses de los ilustrados es el ENSAYO, porque facilita la difusión de sus ideales.
Feijoo y Luzán inician lo que habrá de ser el centro de pensamiento y de la estética en la 2ª
parte de la centuria. Ambos coinciden en señalar la decadencia de las letras españolas, pero
mientras Feijoo atribuye el empobrecimiento literario a la falta de ingenio de sus creadores,
Luzán culpa a los escritores de haber hecho caso omiso de los preceptistas literarios. Tres son
las grandes figuras de la 2ªm.S, en quienes la adhesión a las corrientes europeas se alía a un
gran amor a España y a su mejor tradición cultural: Feijoo, Cadalso y Jovellanos.

3.1- FRAY BENITO JERÓNIMO FEIJOO (1676-1764) Llevó una vida retirada como
miembro de los benedictinos en Oviedo y comenzó a escribir su obra ilustrada a los cincuenta
años. En su celda recibía a los personajes distinguidos (españoles y extranjeros) que pasaban
por Oviedo, celebraba tertulias y mantenía correspondencia con eruditos de toda España.
Se rebela contra el criterio de autoridad aplicado a temas científicos e inicia una tarea
investigadora apoyada en la razón y la experiencia. Con ella quiso conseguir dos objetivos:
- Deshacer los errores populares basados en la tradición o en la rutina
- Combatir la idea de ciencia de la de las universidades de la época, que daba por válidas
las afirmaciones científicas de la Biblia, Aristóteles o Santo Tomás sin someterlas a
crítica y experimentación racional.
La importancia de Feijoo radica fundamentalmente en la divulgación de las novedades
científicas y del pensamiento europeo. Además creó un nuevo estilo, un nuevo lenguaje para
la comunicación: toma como modelo la naturalidad y la proximidad a la lengua hablada en
contraposición con el Barroco (tono coloquial con afán divulgador). Sus obras tienen como
objetivo el clásico horaciano: enseñar deleitando. Educar al pueblo, al vulgo
A la tarea de liberar España de la superstición y de la ignorancia dedica su Teatro Crítico
Universal, que se compone de ocho volúmenes en los que se incluyen 118 discursos, (género q
más adelante se llamaría ensayo), una forma de exposición didáctica. El término “teatro” debe
tomarse en sentido etimológico (mirar, observar, contemplar): estamos ante una obra que es
“una mirada crítica a todo género de materias”. Escribe tb Cartas eruditas y curiosas, ambas
obras compuestas por artículos que tocaban los temas más diversos, pero siempre con
intención didáctica, crítica y divulgativa con afán de difundir conocimientos prácticos. Por todo
esto es considerado el pionero de la Ilustración española.

3.2- JOSÉ CADALSO Cádiz. En la 2ªm SXVIII destaca la figura de José Cadalso,
hombre de vasta cultura europea. Su inteligencia, su noble espíritu y su atractivo
temperamento fina/ irónico unido a su heroica muerte en el asalto a Gibraltar, hacen del
ensayista una de las figuras más sugestivas y simpáticas del SXVIII.
Entre las obras capitales de Cadalso están Las Cartas Marruecas, que sigue la veda abierta por
las Lettres personnes de Montesquieu o las Cartas chinas de Goldsmith, en los que se utilizan,
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las opiniones de un extranjero de distinta civilización para poner de relieve, por contraste, los
defectos de la sociedad occidental. En la obra de Cadalso, el africano Gazel comunica tb, en
forma epistolar, a Ben Beley, un antiguo maestro suyo, sus impresiones sobre España, país que
conoce de la mano de Nuño Núñez, español enamorado de su patria, pero libre de todo
prejuicio nacional. Cadalso se vale de los diferentes pdev para trazar un amplio cuadro de la
vida económica, social y cultural del país, subrayando las causas de la decadencia nacional y los
remedios más indicados para combatirla. Según él, el motivo principal del fracaso de España
reside en las continuas guerras que la han arruinado y “los muchos caudales adquiridos
rápidamente en Indias”. Lejanos los tiempos de “los inmortales príncipes”, la nación, tras el
gobierno de los Austrias, es sólo “el esqueleto de un gigante”. Sin embargo, el origen de la
decadencia española hay que buscarlo tb en el temperamento nacional, cuyos defectos son el
orgullo, la poca afición al trabajo y un espíritu rutinario que se opone a toda innovación.
El contenido satírico de lo que acabamos de citar, se halla inspirado en un patriótico propósito
de reforma. Educado en las ideas de la Ilustración, verá en el cultivo de la ciencia y de la
virtud el recurso más eficaz para hacer salir a España del marasmo en que se encuentra. Las
Cartas Marruecas son el producto de un espíritu inteligente y culto que acierta a ver, como
nadie en el siglo XVIII, los diversos aspectos de la sociedad de su tiempo, señalando defectos y
apuntando remedios con la sana intención de un verdadero patriota.

Los eruditos a la violeta es otra de las obras de Cadalso escrita en prosa donde encontramos
una sátira contra la superficialidad en los intelectuales y eruditos de la época. En ella se
presenta el debate entre lo “nacional” y lo “extranjero” o, lo que es lo mismo, el
enfrentamiento tan del siglo XVIII entre las tradiciones y el progreso.

Pero Cadalso también se adelantó a su tiempo con una novela Noches lúgubres, que gozo de
una fama extraordinaria no en el siglo XVIII, sino en el XIX, y que es considerada como un
antecedente del Romanticismo (elementos: la noche, la muerte, los sentimientos exacerbados,
la superioridad de Tediato). Es una obra escrita en forma de diálogo, que se divide en tres
partes o noches. Narra la historia de Tediato, que, loco por la muerte de su amada, pretende
desenterrar su cadáver para llevárselo a casa y morir junto a él. Se relaciona con un episodio
sentimental de Cadalso, quien empieza a escribir la obra a imitación de las Nigths Toughts de
Edward Young. Sin embargo los temas que sus protagonistas discuten (Tediato y Lorenzo)
están dentro de la corriente de la Ilustración: la razón y lo irracional, la naturaleza de la
justicia, etc...El protagonista medita sobre sus adversidades y sobre la condición humana y
aprende a aguantar filosóficamente sus infortunios.

3.3- GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS Gijón. Con diversos


altibajos (desterrado, encarcelado y tb ministro de justicia) participó en la
vida política del país hasta su muerte. Atento observador de la España
de su tiempo, dedicó toda su vida a estudiar y resolver en la práctica
los problemas del momento.
Jovellanos es el más señalado de todos los ilustrados del siglo, por lo polifacético y prolífico de
su obra. La mayor parte de la prosa de Jovellanos no es propia/literaria (algunos poemas y dos
piezas teatrales -Pelayo y El delincuente honrado-) ya que consiste en ENSAYOS dedicados a la
reforma de diversos aspectos de la sociedad: agricultura, educación, espectáculos públicos.

Entre sus obras se encuentran el Discurso de ingreso en la Academia de Historia, Elogio a


Carlos III, aunque probablemente la más destacada es el Informe sobre la ley agraria en el
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que estudia el retraso en la agricultura del país y propone una serie de medidas para
solucionarlo. Su propuesta más innovadora es la desamortización. En Memoria para el arreglo
de la política de espectáculos y diversiones públicas, propone una reforma del teatro,
conforme a las ideas ilustradas: útil, didáctico y moral. La enseñanza es fundamental para
educar al pueblo, enseñanza que se debe basar en los saberes útiles. También merece la pena
citar la Memoria sobre la educación pública, obra en la que expone sus ideas pedagógicas
para conseguir la prosperidad de la nación.
El ensayo ilustrado tuvo un cauce de difusión muy importante en los PERIÓDICOS. Aunque
habían aparecido esporádica/ en siglos anteriores, es durante el XVIII cuando se produce un
desarrollo pleno del periodismo. La rápida divulgación de la prensa escrita (gracias a una
lectura cómoda y barata) tuvo dos consecuencias: la toma de conciencia de la importancia de
una información sistemática y el reconocimiento por parte de los gobiernos de la capacidad de
influencia del periodismo en la opinión pública. La finalidad de los periódicos del SXVIII no
pudo ser informativa (por las dificultades de comunicación y lo tardío de la llegada de las
nuevas noticias), fue educativa y divulgativa. En la hª de la prensa cabe destacar la aparición
del primer periódico diario, el Diario Curioso, Erudito y Comercial, Público y Económico
(1758). Pero lo fundamental fue el inicio de la prensa literaria y científica –Diario de los
Literatos- y del periodismo crítico – El Pensador, El Censor-.

3.4- LA POÉTICA DE IGNACIO DE LUZÁN (1702-1754)


Texto teórico sobre la literatura en la que el autor critica las obras barrocas en sus vertientes
lírica (exceso gongorino) y teatral (la ruptura de las tres unidades) y propone un modelo de
vuelta a los clásicos. Escrito en prosa, la Poética (1737) debe citarse como uno de los textos
que más influyó sobre la poesía ilustrada de su época. En los cuatro libros que la componen,
establece una serie de principios para encauzar la literatura posterior en verso: sencillez en la
forma , proporción, simetría y utilidad de los temas tratados. Luzán seguirá los principios
horacianos del Arte poética y propondrá una primera reforma de la poesía española, inspirada,
aunque no anclada, en las modas francesas que dominan este siglo.
Su práctica poética no está, sin embargo, a la altura de su teórica. Escribió poemas épicos y
alegóricos que, pese a mostrar un nuevo enfoque del tema, no ofrecieron modelos de
verdadero interés a las generaciones posteriores.

4.- LA POESÍA EN EL S.XVIII


La Poética marca un jalón importantísimo en la evolución de la literatura española, ya que con
ella se introduce en España la tendencia neoclásica en lírica y teatro. El rasgo más notable de la
obra de Luzán es su sentido independiente y su tolerancia. Aunque afirma que la poesía ha de
basarse en la imitación de lo universal y verosímil admite lo particular e incluso lo fantástico
como tema poético, valorando la existencia de una importante producción literaria en la que
lo esencial no es la utilidad sino el deleite. Aunque ataca al siglo XVII, calificándolo como un
periodo de corrupción literaria, sabe apreciar ciertas bellezas que otros críticos no alcanzaron
a ver. (Calderón le parece monótono e inmoral pero reconoce su elegancia y habilidad técnica
“depósito de preciosidades poéticas, naturalidad y buen estilo”). Así, aunque La Poética de
Luzán, fomentó un estado de opinión contrario a la literatura barroca, no hay que achacarle
todos los errores de quienes al seguirle mostraron intransigencia.
La crítica tradicional (Alborg, y Joaquín Arce) ha distinguido entre la poesía de este siglo dos
periodos diferenciados: la poesía de tradición barroca -1ªm.SXVIII- y la nueva poesía
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dieciochesca -2ªm, q corresponde con formas y contenidos ilustrados-. En medio están Ignacio
de Luzán, y Feijoo, que inauguran lo que había de constituir el núcleo del pensamiento y de la
creación estética en la segunda mitad de la centuria: la actitud crítica y la tendencia
neoclásica. En la poesía diciochesca se observan diferentes tendecias: el sensualismo de la
poesía rococó, la finalidad social y didáctica de la poesía ilustrada y el sentimentalismo
melancólico de la poesía prerromántica. Así pues, establecemos cuatro etapas en la poesía:
1.- POESÍA POSTBARROCA (Primer periodo señalado) Se trata de una continuación de la
poesía barroca y una imitación constante de los maestros de ese movimiento: Góngora y
Quevedo. Se puede señalar a Álvarez de Toledo y a Alonso Verdugo Castilla.
2.- POESÍA ROCOCÓ: Entre 1750 y 1770 nos encontramos con una nueva forma de hacer
poesía, concretada por la Poética, que recoge ya las nuevas tendencias europeas. Los rasgos
que la definen son: enfrentamiento con el estilo barroco y vuelta a los modelos clásicos
(griegos y romanos) y del Renacimiento español.
Nicolás Fernández de Moratín (Moratín padre), fue un eje principal de una academia
burguesa, no aristocrática, abierta a la literatura extranjera, que se conoce como el grupo
madrileño y que tiene su centro en la Tertulia de la Fonda de San Sebastián. A pesar de su
apasionada defensa del neoclasicismo, lo mejor de su lírica es de carácter nacional y
tradicional, como Fiesta de los toros en Madrid, o Oda a Pedro Romero, torero insigne.
Escribe tb como muestra del interés ilustrado por el erotismo y del conocimiento moratino del
Madrid nocturno, su Arte de las putas.
Por otra parte, el grupo salmantino que se desarrolla en el ambiente universitario y humanista
de esta ciudad, en la década de los setenta. Lo integran Meléndez Valdés (quizá el mejor poeta
del XVIII español que en poemas como las Odas a Lisi o La paloma de Filis sigue los moldes del
género), Fray Diego González y por poco tiempo, Cadalso. Su poesía es mayoritaria/
anacreóntica, con una legorización del amor en la que éste se envuelve de una escenografía
clave: fuentes, bosques, arroyos y grutas. En 1776, Jovellanos les envía la famosa Carta de
Jovino a sus amigos salmantinos, en la que les exhorta a que abandonen la poesía amorosa e
intrascendente y cultiven otra de enaltecimiento de la patria. Hablamos ya de…
3.- POESÍA ILUSTRADA: Desde 1770 hasta 1790, aproximada/, la poesía española del XVIII se
llena de los grandes temas que preocupan a los ilustrados: la amistad y la solidaridad, la
búsqueda de la felicidad y del bien común, la importancia de la educación, el papel de la mujer
en la sociedad y la crítica de las costumbres. Los autores se someten estricta/ a las REGLAS,
piensan que existen unas normas que marcarán lo que debe ser una obra literaria correcta. La
finalidad de la poesía, entienden, que debe ser DIDÁCTICA.
A) POESIA SOCIAL Una parte de ésta se centra en la crítica de aspectos sociales, la defensa de
la fraternidad, la denuncia de la pobreza y la exaltación del hombre común, tolerante y
productivo. Cultivada por Meléndez Valdés o José Quintana, busca una métrica más libre que
no condicione la expresión. Una variante de esta tendencia fue la POESÍA SATÍRICA en la que
destacan Nicolás Fernández de Moratín, Samaniego o Jovellanos que con sus Sátiras a
Arnesto y Sátira contra las malas costumbres de las mujeres nobles cuestiona la conducta de
los nobles, su desorden sexual, despilfarro y falta de cultura.
B) POESÍA DIDÁCTICA Su finalidad explica la abundancia de fábulas, género muy útil para
conseguir el ideal ilustrado de "enseñar entreteniendo". Destacan las FÁBULAS cultivadas por
Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte.

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Se puede añadir a esta poesía ciertas composiciones de Meléndez Valdés, como el poema El
filósofo en el campo y la obra de José María Vaca Guzmán, de gusto académico q acumuló
premios de la Real Academia Española como el poema épico Las naves de Cortés destruidas y
Granada rendida (romance endecasílabo con el que derrotó a Moratín hijo). A pesar de esta
poesía ilustrada, prosaíca, reglada y didáctica, el fracaso de los ideales ilustrados por la política
regresiva de Carlos IV tras la revolución Francesa trajo consigo las notas tristes de la...
4.- POESÍA PRERROMÁNTICA: En los últimos años del siglo empiezan a aparecer autores y
obras en las que se expresa de un modo directo los sentimientos más íntimos sin someterse a
las normas preestablecidas. Los caracteres que la definen pueden ser:
 Los temas más característicos son la soledad, el fracaso amoroso, la muerte.
 La ambientación tenebrosa (tumbas, ruinas, noches tormentosas y misteriosas).
 Lingüísticamente se caracterizan por la abundancia de exclamaciones, apóstrofes.
Nicasio Álvarez de Cienfuegos realiza una auténtica ruptura en el nivel métrico y en el léxico-
semántico, donde se hace eco de inquietudes humanitarias, de fraternidad y progreso. El
otoño, Mi paseo solitario de primavera, Un amante al partir su amada, La rosa del desierto
Otro ejemplo representativo sería Manuel José Quintana. En sus poemas se anticipan usos
retóricos románticos como la interrupción de los versos con puntos suspensivos,
exclamaciones, repetición de palabras, léxico de carácter emotivo, adjetivación pasional, etc.

5.- EL TEATRO DEL S.XVIII


Durante la primera mitad del siglo predomina el teatro posbarroco q tiene como modelo al
teatro calderoniano. Como autores hay que mencionar a Francisco Bances Candamo, a José de
Cañizares y a Antonio Zamora, autor de una refundición de El burlador de Sevilla titulada No
hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague.
El teatro neoclásico fue implantado desde el poder pero tuvo que combatir con el teatro
barroco. Poco a poco las obras ilustradas ocupaban las carteleras teatrales, aunque los géneros
dramáticos de mayor aceptación popular no fueron los neoclásicos, sino el teatro popular
costumbrista, representado por los sainetes y las comedias sentimentales. (Ramón de la Cruz)
En la segunda mitad del XVIII, la posición crítica frente al teatro nacional, iniciada por Luzán de
forma ponderada, adquiere una virulencia extraordinaria en nombre de la razón y de las tres
unidades. Un pequeño grupo de preceptistas lleva a cabo esta ofensiva antitradicional: lo
castizo sufre el acoso de lo europeo, que le obliga a refugiarse en ambientes populares.
No obstante, la censura de las formas lopescas y calderonianas no llegó a ser unánime,
entablándose vivas polémicas entre atacantes (Nasarre, Moratín padre…) y defensores (Romea
y Tapia, García de la Huerta, etc.). Los argumentos utilizados por los primeros solían ser de
orden moral y estético, ya que reprochaban a nuestros grandes dramaturgos no haberse
ajustado a los preceptos clásicos, creando al mismo tiempo una escuela de corrupción moral.
Durante el reinado de Carlos III, semejantes opiniones llegaron a tener validez oficial y
provocaron la prohibición en 1765 de uno de los géneros más característicos de la lit. barroca:
los Autos Sacramentales, considerados por uno de aquellos críticos (Clavijo y Fajardo) como
irreverentes y de mal gusto. La política asume la reforma dramática, además de con la
prohibición ya mencionada, con la promoción de un teatro educativo que sirviese a los
principios ilustrados del monarca. Así surge este teatro neoclásico preocupado por la finalidad
educativa y al servicio de una transformación de la sociedad. Sus características
fundamentalmente proceden de la Poética:

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 Respeto a las tres unidades: lugar (uno), tiempo (p.máximo 24horas) y acción (una historia).
 A la vez esas tres unidades estaban supeditadas a otra superior: la verosimilitud. Sin
verosimilitud no se puede convencer y por tanto, no se puede educar.
 Se huye de lo irreal: imitan la realidad
 Finalidad didáctica y moral para fomentar el buen gusto y una manera de pensar acorde
con la razón. Se someten a análisis los vicios y errores frecuentes
 No se debe mezclar la prosa con el verso, ni lo trágico con lo cómico.
 Los personajes han de ser pocos en escena (no desviar la atención hacia detalles
secundarios) y mantener su decoro (actuar y moverse de acuerdo con su condición social).
Las nuevas teorías dan lugar a la aparición de un teatro basado en el francés. Corneille y
Racine serán los modelos preferidos para la tragedia, Molière para la comedia. El resultado fue
un FRACASO, en palabras de Ruiz Ramón, “por el excesivo mimetismo a los modelos galo-
clásicos, por la primacía de los aspectos puramente formales, por la ausencia de sentido teatral
en la construcción de la pieza dramática y por la inexistencia de una tradición y un público”.
Los ilustrados quisieron emplear el teatro (de enorme difusión y arraigo en el XVII) como
escaparate, pero tropezaron con la resistencia del público, que llenaba los locales para
aplaudir obras del SXVII. Contra ellos cayeron críticas y sátiras, pero fue en vano, pq el público
prefería sus desarreglos imaginativos y aventureros a los muy razonables dramas neoclásicos.
De este teatro destacaremos dos obras: una tragedia de Vicente García de la Huerta, Raquel
por ser una de las más interesantes y discutidas de la época, y la comedia El sí de las niñas, de
Moratín hijo, por el sonoro éxito de público pese a ser una obra de tendencia neoclásica.

5.1- RAQUEL DE VICENTE GARCÍA DE LA HUERTA Relata los amores del rey
Alfonso VIII con una judía de Toledo, Raquel, famosa por su hermosura y por su ambición de
poder, que provocan desorden político y malestar por la pérdida de autoridad del monarca.
Asistimos a la sublevación popular ante el catastrófico estado en que se ve sumido el reino. Los
nobles y el pueblo se unen en contra de Raquel y en defensa de su soberano. El final se
resuelve con la muerte de judía durante la ausencia del rey a manos de su consejero Rubén,
consejero que es ajusticiado por el monarca cuando se produce su regreso a la corte. El asunto
aparece en varias crónicas medievales y había sido ya dramatizado por Lope de Vega. Está
escrita en endecasílabos heroicos y respeta las tres unidades. Hay críticos que la consideran
como una comedia heroica y no puramente neoclásica.

5.2- EL SÍ DE LAS NIÑAS DE LEANDRO FERNÁNDEZ DE MORATÍN 1760-1828


Antes de Moratín hijo (del poeta y dramaturgo ilustrado Nicolás Fernández de Moratín) no
fueron muy felices los intentos de creación de una comedia según las reglas. El último periodo
del SXVIII conoció el auge de la llamada comedia sentimental dentro de la que destaca El
delincuente honrado de Jovellanos. Este drama respondía a la función didáctica que exigía la
Ilustración donde los hechos sociales importaban más que la estética.
Pero fue Leandro Fernández de Moratín el único de nuestros dramaturgos
neoclásicos que consiguió crear una forma valiosa de comedia, resultado
de la armonización de la comedia urbana y de la sátira de costumbres. En
sus cinco comedias (3v y 2P) existe la intención didáctica de censurar las
malas costumbres: El viejo y la niña, El barón, y en El sí de las niñas (p)q
critican los matrimonios concertados; en La comedia nueva o El café (p) q
satiriza las obras teatrales aparatosas e inverosímiles que tanto gustaban al

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público de la época; en La mojigata el centro de la crítica es la falsa piedad, la hipocresía


religiosa y la mala educación de los jóvenes. En sus obras conjuga el fin didáctico con la
amenidad y convergen dos actitudes: una crítica de raíz intelectual, poniendo de relieve los
vicios y errores de la sociedad y otra sentimental de raíz afectiva.

El sí de las niñas (1806) es la culminación de su producción dramática y la obra con la que


abandona los escenarios. En ella, Don Diego, tío de Carlos, cede a éste la mano de su
prometida, Doña Paquita, al saber que ambos ya estaban enamorados. Es el mismo argumento
de Entre bobos anda el juego, de Francisco de Rojas, pero así como ésta está concebida con
intención cómica y su protagonista es un personaje grotesco, El sí de las niñas ofrece un tono
dulzón y emotivo que se adapta perfectamente a su propósito moralizador.

Su ESTRUCTURA FORMAL se ajusta a las normas del neoclasicismo. Se respetan las tres
unidades: el lugar es siempre el mismo, la posada de Alcalá de Henares. El tiempo va de las
siete de la tarde a las cinco de la mañana y la acción se centra únicamente en el episodio de la
concertación de las bodas de Doña Francisca. Su CONTENIDO participa por igual del
racionalismo del XVIII y del prerromanticismo, ya que los derechos sentimentales de los dos
personajes jóvenes se defienden con argumentos de índole intelectual. El viejo razona su
decisión de ceder la mano de Doña Paquita, pero su generosa renuncia se halla envuelta en un
tono de melancolía que refleja la nueva sensibilidad de comienzos del XIX. El PROBLEMA
planteado es el del conflicto entre el dominio paterno y la libertad de los hijos.

Tiene el propósito de llamar la atención sobre los peligros de la falta de autenticidad en los
matrimonios concertados sin la voluntad de los que van a casarse. Se critica también la
educación hipócrita de los jóvenes que, por temor a no disgustar a sus progenitores, están
dispuestos al sacrificio de sus sentimientos. El sí de las niñas ataca sin paliativos la educación
severa y poco formativa que recibían las mujeres en la época y preconiza la libertad de las
jóvenes para elegir marido, tema ya visible en El viejo y la niña, de 1790. Tb censura el abuso
de autoridad de los padres al que las jóvenes se veían sometidas.

La importancia de este autor trasciende a su propia producción dramática puesto que su obra
abre las puertas a lo que será el teatro contemporáneo. No tuvo continuación directa porque
el triunfo de los ideales teatrales fue muy tardío pero es indudable q había conquistado para el
teatro un lenguaje natural alejado de la artificiosidad de la dramaturgia anterior.

CONCLUSIÓN
Como hemos visto a lo largo del tema el llamado Siglo de las luces está condicionado por los
criterios ideológicos y culturales y la mentalidad de sus protagonistas, con un marcado
carácter pragmático y didáctico, reflejado en la falta de creatividad de nuestros
representantes ilustrados, pero no por ello es carecedor de valor ni justificado el desprecio
generalizado por el XVIII español. Precisamente el predominio de la razón le resta
originalidad, libertad a la imaginación. Según J.L.Abellán, en su Historia crítica del pensamiento
español, hoy empieza a verse que este desprecio está injustificado, y supone una valoración
exclusivamente literaria de la cultura.
La mala suerte del SXVIII es su emplazamiento cronológico: queda, paradójicamente, a la
sombra del siglo anterior y se resiente de su comparación (gran rémora dentro de la literatura
española) con los siglos áureos (tb. el romanticismo). La fecundidad, imaginación y calidad
literaria suelen ensombrecerlo, pero ellos se sentían hijos de su tiempo, con la idea de
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Loli Gimeno T 55 LA LITERATURA ESPAÑOLA EN EL S.XVIII AUSTRALIA 2017

transformar la sociedad en todos sus órdenes. Actualmente se valora de forma diferente: un


siglo entusiasta y optimista respecto a la humanidad que se empeñó en la reconstrucción
intelectual de Occidente. Los fines del reformismo ilustrado no son propiamente creadores,
sino expresivos de las tendencias más hondas del siglo: propagar la verdad, educar al pueblo,
formar la sensibilidad, difundir un sentido pragmático de la vida y transformar la sociedad.
Si por algo se caracteriza el siglo XVIII es por ser el siglo de la erudición y de la historia frente a
la pura creación. Al igual que en el terreno social y político se llevan a cabo importantes
REFORMAS (creación de los ministerios, de los catastros, la desamortización…), en el campo
literario también se reforma de forma oficial la concepción literaria, se crea en 1714 la Real
Academia de la Lengua (con publicaciones como el Diccionario de autoridades, Orthographía,
la Gramática…), tres años antes, en 1711 la Biblioteca Real, antecedente de la Biblioteca
Nacional; en resumidas cuentas, hay una política cultural dirigida desde el poder y la máxima
del despotismo ilustrado de “todo para el pueblo, pero sin el pueblo” se puede aplicar a la vida
cultural. Si bien es cierto que en el XVIII no nacieron grandes genios de la literatura, por lo que
acabamos de decir, fue un siglo de erudición más que de creación, sí dio nombres ilustres a las
letras españolas, como los que acabamos de citar en el tema. El afán de reformismo de España
a través de la educación será un tema al que recurrirá la afamada Generación del 98.
La importancia literaria de este siglo se demuestra en la proyección posterior –manifestada en
los géneros y en el desarrollo del Romanticismo-: la poesía descriptiva influida por la
epistemología sensualista es la contribución más original a la poesía española; Tb. la
naturaleza como uno de los pivotes del siglo y la reinvidicación de una actitud naturalista en
sentido rousseariano; El teatro neoclásico, aunque siempre rodeado de polémicas prepara el
camino hacia el drama romántico y la preocupación por la obra bien hecha que llega hasta
hoy; Y respecto a la prosa, constituye la base de la definitiva conformación del ensayo literario,
del importante avance del pensamiento filosófico (FEIJOO) y del moderno periodismo español.

Habrá que pensar que ninguna época se equivoca estéticamente y tiene su razón de ser.

Bibliografía
- Historia de la Literatura española, José Luis Alborg Volumen III, siglo XVII, Gredos, Madrid, 1983
- Historia de la Lit. española José Miguel Caso González, Vol. III, Everest, León, 1995
- Vida y obra de Jovellanos, Rotedic. Madrid, 1993.
- Ilustración y neoclasicismo en Historia de la Literatura Española de Francisco Rico, Ed. Crítica.
- Historia del teatro español, Francisco Ruiz Ramón (orígenes hasta 1900) Cátedra, Madrid, 2000.
- Historia de la Literatura española de Angel del Río Edit. Bruguera Barcelona.

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