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Proyectos urbanos: referentes

internacionales y realidades locales.

Marta Aguilar Licenciado en

Ciencias de la

Las mutaciones territoriales de las últimas décadas lados, su emergencia en el medio europeo y las sucesivas Información,
del siglo XX afectaron a las ciudades desde una idea de reinterpretaciones de estos últimos 20 años. Sobre esa
operación por fragmentos. Si bien estas transformaciones base, en la segunda parte, se formulan algunas hipótesis Universidad
suelen explicarse en relación a los cambios del mercado de trabajo que guían la presentación de los estudios de
de capitales global, es útil bajar la escala observando de caso locales, precisando procesos de gestión, resultados Autónoma de
cerca las ideas y los efectos de esos proyectos fragmenta- alcanzados e impacto en la ciudad.
rios en relación a la ciudad que resulta de ellos. En este Barcelona.
marco, este texto se propone reflexionar sobre los ¿De qué hablamos cuando hablamos de Proyecto
proyectos urbanos formulados para Buenos Aires en los Urbano? Periodista, escritor.
años noventa, relacionando las expectativas propias de su El Proyecto Urbano, gran protagonista del
proceso de gestación y la ciudad real que recrearon, en urbanismo contemporáneo, cuenta ya con una amplia FALTA
términos de segregación social, calidad y cantidad de gama de experiencias y de reflexiones en el campo con-
espacios y equipamientos públicos, calidad arquitectóni- ceptual. El Plan de Proyectos, el Planeamiento
ca. ¿Que condiciones contextuales estuvieron por detrás Estratégico, el plan-programa, son algunas de las deno-
de esas iniciativas? ¿Qué relaciones se establecen entre minaciones propias de las modalidades de encarar el
estas propuestas y sus referentes teóricos? Para dar proyecto del territorio, que consideran al proyecto
cuenta de esos interrogantes, se organizó una argumenta- urbano como pieza constitutiva esencial. Ya sea como
ción bipartita. En una primera parte, se efectúa una piezas de recalificación o reestructuración de la ciudad
revisión bibliográfica cuyo objetivo es reflexionar sobre consolidada o como generadores de nuevas centralidades
las nociones de proyecto urbano, identificando sus postu- en los archipiélagos de la ciudad dispersa, los Proyectos

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Urbanos constituyen un componente fundamental del partnership que alude a la cooperación público – privada.
repertorio urbanístico, sin los cuales sería imposible pre- En esa línea, se asimilan los proyectos liderados desde el
figurar y comunicar la imagen objetivo del territorio que sector público basados en premisas de redistribución de
se está proyectando. Emergente y contrapunto de la des- riqueza con aquellos emprendimientos de corte especula-
calificación de la ciudad del zoning, el Proyecto Urbano tivo. Es evidente que la gran mayoría de los proyectos a
se ha instituido en el espacio donde espera resolverse la escala de la ciudad conjugan la acción de gestores
dicotomía entre la lógica de la planificación urbana y la públicos y privados, sobre todo cuando su vocación trans-
de la producción de la ciudad real. formadora y su capacidad de generación de renta
Como decíamos, se cuenta con una abultada casuís- potencial atraen a la inversión privada al tiempo que
tica de Proyectos Urbanos en el ámbito internacional, y requieren del diseño de normativas de regulación. Sin
sus imágenes circulan en ámbitos académicos y profesio- embargo, no resulta un tema menor considerar el lugar
nales constituyéndose en analogías fundamentales en las relativo que ocupa el sector público y el privado en el
prácticas locales. Tenemos conocimiento de proyectos de diseño de cada operación, pues sin equilibrio la coopera-
renovación urbana en la mayoría de las ciudades ción entre partes es solo un eufemismo. Esa idea difusa
europeas que, junto con los de las principales ciudades de con la que se suele definir el Proyecto Urbano, nos habla
América del Norte abarcan al universo de intervenciones de la pretensión de nombrar así a toda forma de interven-
exitosas, habitualmente asociadas a obras de vanguardia ción sobre el medio físico que pretenda instalar una nueva
arquitectónica. Pero también sabemos del contraste entre oferta urbana liberándose del corsé del parcelario original
una amplia experiencia proyectual en países latinoameri- y al mismo tiempo alude a modalidades mixtas de gestión.
canos, con resultados concretos muy modestos, sesgados La segunda reflexión –visto el tipo de proyecto que
por las complejas realidades locales. En efecto, los efectivamente se desarrolla– nos remite a poner en duda la
proyectos en marcha o concretados son pocos en universalidad de las premisas sobre las que se asienta esta
relación a las propuestas de Papel y a los escritos. Esa modalidad de “hacer ciudad”. Pues, de algún modo, esos
situación, sin embargo, no impide contemplar las inter- fundamentos suponen la madurez de las instituciones
venciones realizadas en ciudades como Rosario, Córdoba republicanas. Los gobiernos locales, en la mayoría de los
o la de la propia Buenos Aires, el caso que nos ocupará. casos un conjunto de actores atomizados, amparados en
Ahora bien, la primera reflexión que surge radica en algún tipo de pensamiento estratégico acerca del destino
la ambigüedad de la idea de Proyecto Urbano, ya que, tal de su territorio, se proponen incidir mediante interven-
como se presenta entre nosotros, parece albergar toda ciones en la solución de conflictos urbanos reconocidos:
forma de intervención que trascienda la escala de la déficit de infraestructuras, carencia de equipamientos,
parcela. De hecho, esa denominación es adoptada para degradación morfológica del tejido. Sin embargo, la
designar toda propuesta que transforme el tejido urbano fuerza de los hechos los convierte, en más de una ocasión,
preexistente, es aplicada sin mediaciones a los proyectos en vendedores de oportunidades o compradores de ofertas
de adecuación del espacio público, a las acciones en suelos de tal debilidad, que la concreción de objetivos comunita-
vacantes, a los proyectos ligados a la rehabilitación de rios queda relegado a pinceladas gestuales amparadas en
centros históricos, a los centros comerciales y aún se discursos cuanto menos engañosos.
utiliza para referirse a las urbanizaciones cerradas. Dentro En resumen, ambas observaciones nos remiten a la
de ese territorio ambiguo, se ponderan sobre todo las necesidad de reflexionar acerca de las cuestiones de
alternativas de la gestión, en el mentado public private Identidad y Potencialidad del Proyecto Urbano.

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Identidad que nos permita enfocar, dentro del actual
universo conceptual difuso, el tipo de proyecto al que
consideramos merecedor de tal denominación. Y poten-
cialidad, entendiendo por ello el margen de expectativa
que se puede tener respecto de la viabilidad de tales
Proyectos.

La noción en el debate de los años ochenta


Es importante revisar la noción de Proyecto Urbano
que cobra identidad en las vanguardias del pensamiento
urbanístico de los primeros años 80, cristalizando una
suma de reflexiones y prácticas proyectuales que se venían privado, que requieren de procedimientos innovadores.
sucediendo fundamentalmente en la Europa meridional En ese sentido, se buscan mecanismos de creatividad y
desde la década anterior, ancladas en la necesidad de dar flexibilidad para incorporar estrategias de participación,
respuesta desde los arquitectos-urbanistas a la evidente divulgación y gestión, en oposición a las prácticas tecno-
ruptura entre el imaginario de ciudad de la planificación cráticas. Por el otro, en la vocación ejemplar de las inter-
tradicional y la producción de la ciudad real. Una ciudad venciones públicas o para-públicas, que deben dar
real producto de la fuerte dinámica de crecimiento de la ejemplo de urbanidad y mesura antiespeculativa, para así
posguerra y determinada en su construcción por los actuar por simpatía o sinergia sobre los inversores
preceptos de la Carta de Atenas y una arquitectura de privados o mixtos. El concepto de ejemplaridad expresa
edificios autónomos posados en una ciudad a la que des- el lugar en el que se debe posicionar el sector público
preciaba, justamente, por no responder a esos principios. como protagonista comprometido con la función social.
En forma contemporánea, urbanistas de Francia, Un precepto que –como veremos más adelante– ha
Italia, Portugal, etc. exploran en este modo de hacer estado ausente en nuestro medio. Por último, cabe una
ciudad sobre la base de las respectivas experiencias en sus especial mención al rol que se otorga al espacio público,
lugares de origen. Así se consolida un nuevo territorio de concebido como clave de la estructuración del proyecto.
saberes y prácticas, sobre la articulación de mecanismos Sobre este particular hubo una importante reflexión que
de gestión innovadores inherentes, comprometiéndose a puso de manifiesto la reciprocidad entre espacio público
la búsqueda de procedimientos adaptados a los respecti- urbano –en su dimensión física– y esfera pública política.
vos marcos político-institucionales. La clave es que pro- El caso español, como hito en la constitución del
fesionales de disciplinas y procedencias diversas –de cuerpo teórico-metodológico de la materia Proyecto
diferentes niveles de la administración y sectores Urbano, forma parte de un proceso más amplio que tiene
privados- deben cohesionarse en forma transversal para lugar en el seno de los ámbitos académicos ligados al
resolver los desafíos del proyecto de escala intermedia. urbanismo desde la década del 70. La producción teórica
De estas experiencias surge asimismo la reformula- italiana, las experiencias en Francia y Gran Bretaña evi-
ción del rol que debe asumir el sector público en la dencian la existencia de varias usinas de pensamiento que
gestión de Proyectos Urbanos: nutrieron a la producción española. Sin embargo, la
Por un lado, en la búsqueda de fórmulas de gestión experiencia y producción teórica española han marcado
dinámicas que redefinan los roles del sector público y el significativamente el pensamiento y las prácticas urbanís-

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ticas en los países latinoamericanos, ya sea por los lazos cada en el año 1975. Aunque fue derogada como tal, en
lingüísticos, por las iniciativas de cooperación de los las reformulaciones que sufre en cada una de las comuni-
gobiernos democráticos españoles o por la habitual dades autónomas, mantuvo su espíritu. Esta ley
presencia de consultores de esa nacionalidad. comprende procedimientos y mecanismos de gestión que
En España, la noción de Proyecto Urbano tomó reglamentan la apropiación por parte del gobierno local
cuerpo a principios de la década del 80 como pieza del de parte de la renta diferencial del desarrollo urbano
instrumental urbanístico manejado por los equipos de sobre la base del precepto fundamental del justo reparto
planeamiento de los gobiernos locales españoles. Su de cargas y beneficios de dicho desarrollo. La potencia
presencia en la prefiguración del proyecto de ciudad, de este instrumento tuvo y tiene consecuencias directas
tuvo inmediato consenso en la medida que puso en juego en la viabilidad del gobierno local de constituirse en
los intereses de múltiples colectivos. Los arquitectos promotor de Proyectos Urbanos con objetivos redistri-
identificaron un espacio en el que se encontraron la posi- butivos. Toda vez que se produce ciudad, el gobierno
bilidad de trascender el límite de la parcela y de local se capitaliza acumulando patrimonio que puede
desplegar su talento en operaciones de mayor escala; los asignar a futuros proyectos de inversión.
movimientos vecinales vieron la posibilidad de asumir Por último, el proceso de modernización español en
roles protagónicos, los inversores privados vieron nuevos la década del 80 se inició en circunstancias macroeconó-
negocios inmobiliarios, los propietarios de suelo vieron micas sumamente favorables: con una alta tasa de ahorro
la posibilidad de obtener rentas diferenciales. El sector interno que le permite implementar una política keyne-
público, en todas sus instancias, reconocía en el proyecto siana que erige al Estado como principal motor del des-
urbano un instrumento para cohesionar un heterogéneo arrollo y con los acuerdos de ingreso a la Comunidad
conjunto de actores. Para todos ellos el Proyecto Urbano Económica Europea que devienen en asignación de
fue una oportunidad para desplegar su actividad y recursos comunitarios para mitigar históricos desequili-
ampliar el alcance de sus prácticas tradicionales. brios regionales, el sector público comporta un auténtico
El accionar de esta “máquina promotora de desarro- mecenazgo que sostiene en gran medida el despliegue de
llo del territorio” viabilizó los Proyectos Urbanos, lle- la producción urbano - arquitectónica española de las
vándolos del campo conceptual al de las prácticas, en el últimas décadas.
marco del proceso abierto en la España postfranquista. Esas circunstancias explican, en parte sustentan la
Por una parte, los renovados equipos técnicos y políticos extraordinaria producción de planes y proyectos
se componían de los profesionales que se habían formado españoles de los años ochenta, que tienen como marco
dentro de los movimientos de oposición al régimen referencial la voluntad de recalificar sus ciudades,
durante los años ’70 y en la etapa de transición, nutridos aportando equidad al desarrollo urbano. Los gobiernos
del pensamiento de izquierdas europeo que tenía el locales en su mayoría de izquierda, socialistas o comunis-
derecho a la ciudad como consigna fundamental. Se des- tas, avalados por abrumadoras mayorías de votantes.
arrollaron así propuestas avaladas por procesos políticos En este contexto tiene lugar un debate, donde se
auténticamente participativos. Pero es de destacar, por dirime la controversia entre el control sobre el todo y la
otro lado, que España contaba con un potente instru- oportunidad de las partes. En ambos casos los Proyectos
mento legal que reglamentaba toda forma de interven- Urbanos forman parte fundamental del repertorio urba-
ción, la Ley del Suelo, de carácter vinculante para todo el nístico. Sin embargo, en el caso de Madrid y Barcelona
territorio español, promulgada en el año 1956 y modifi- las opciones fueron diferentes. Mientras en Madrid se

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revisó el Plan General durante cuatro años, Barcelona
decide no hacer esa revisión y articula la reelaboración de
las estrategias definidas en su Plan General elaborado
durante la década con la formulación de proyectos de
reestructuración. Sin profundizar en el análisis, la decisión
de Barcelona de abocarse a la programación de proyectos
y programas concretos, abre a corto plazo un juego
dinámico sustentado en el fuerte liderazgo político de sus
gobernantes. Un liderazgo que, con el Proyecto Olímpico
como buque insignia, supone la cohesión de una sólida
cultura empresarial, de todos los estamentos del Estado
que suman recursos para apoyar la iniciativa y de un
movimiento ciudadano que hace suyo el proyecto. Esta
apuesta, sitúa a Barcelona en la vanguardia de la revisión
de técnicas de intervención en la ciudad preexistente.
Respecto de la experiencia madrileña, cabe a nuestro
entender indicar cierta injusticia a lecturas críticas que Los años noventa y la semántica empresarial
puntualizan el desacierto de las proyecciones de creci- En los años ’90, por su parte, el sustrato teórico de
miento del Plan General de Madrid –heredadas del las nuevas formas de abordar al planeamiento tiene a la
contexto recesivo en el que se diseñaron–, poniendo en inestabilidad y la probabilidad como nociones claves para
tela de juicio la voluntad de integración y soslayando el el entendimiento de los sistemas dinámicos, como con-
sustrato ideológico inherente a su formulación. Lo cierto tracara de la lectura idealizada , característica del modelo
es que el Madrid actual es heredero de los grandes predictivo determinista. Esta revisión incorpora tres
proyectos estructurantes identificados en aquel momento hipótesis fundamentales: el reconocimiento de la com-
y de acertadas políticas sectoriales a las que las autorida- plejidad e indeterminación de la realidad territorial, la
des locales subsiguientes dieron continuidad –tal es el responsabilidad ante el desarrollo sostenible, la necesidad
caso de los grandes lineamientos de la política de trans- de concertar intereses plurales. Y, como hemos dicho,
porte diseñados por el Consorcio Regional de será a través de la noción de planeamiento estratégico,
Transporte creado durante ese período. que se plasmará en adelante este nuevo abordaje.
Sin avanzar en el análisis, lo cierto es que las expe- Pero tal vez fue el concepto de “ciudad global” pro-
riencias de Madrid y Barcelona funcionaron como caso veniente del campo de la economía urbana el que dio
testigos en la polémica Plan/Proyecto que tuvo lugar forma a una forma de mirar la nueva situación. En ese
hasta entrada la década siguiente. Sin embargo, más allá marco, las ciudades se visualizaban como piezas de una
de los superados términos de ese debate, se esbozaron las constelación de lugares entre los que el mercado de
bases de las nuevas figuras del planeamiento, un punto de capitales elige la ubicación de sus centros de mando y
inflexión de la emergencia de nuevos paradigmas -que producción de bienes y servicios. Eran nodos de un
más ampliamente se reformularon la denominación de sistema global, con una inserción diferencial según sus
planeamiento estratégico-y entre las que la experiencia diferentes categorías, en tanto su grado de inclusión o
de Barcelona fue sin duda la más divulgada. exclusión parece signar las perspectivas de desarrollo. En

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ese marco, la ciudad se presenta como sitio clave para las Urbanos son oportunidades de negocios y requieren, así
inversiones del mercado de capitales global, en tanto el como en el campo del mercado de trabajo, la mayor de
discurso urbanístico incorpora paulatinamente la las flexibilidades. De no encontrarlas a su medida la
semántica empresarial: competitividad, productividad, inversión se realizará en otra ciudad. Esta regla, asociada
gestión, managment, marketing urbano, innovación tec- al descrédito del Estado como agente económico y a la
nológica, etc. generalizada merma de recursos disponibles basada en la
De manera convergente, desde el campo de la arqui- política de ajuste fiscal, pone a los reguladores públicos
tectura, el concepto de la city collage, presenta el plan contra las cuerdas pues se deben adaptar a las condicio-
fragmentario como superación inclusiva de las utopías nes que impone la pura y dura ecuación económica del
modernas, en sintonía con la teoría del caos en el campo inversor es condición de viabilidad de todo desarrollo
filosófico. Los supuestos de esta tesis son funcionales a
dos lógicas que se retroalimentan: la del mercado –clave Proyectos urbanos en Buenos Aires
pues el programa del fragmento es tributario de la La noción de Proyecto Urbano recala en Buenos
demanda– y la de la cultura arquitectónica –presente en el Aires a inicios de la década del 80 –hasta ese momento
componente creativo de la disciplina. Según esta mirada, conocido solo en círculos de entendidos–– de la mano de
el talento sería condición suficiente para dar forma al consultores españoles. Concretamente, a través del
fragmento urbano y para interpretar la vocación del lugar concurso “Veinte ideas para Buenos Aires”, evento que
en el contexto territorial. La obra arquitectónica como representa el hito fundacional del fluido intercambio
producto de marca, califica a la ciudad como producto y entre profesionales del campo de la arquitectura y el
completa el círculo virtuoso en el juego de la oferta - urbanismo entre España y Argentina. La iniciativa
demanda de lugares, pues el diseño arquitectónico es a su moviliza inmediatamente el pensamiento urbano de los
vez valor agregado que privilegia a las ciudades en el arquitectos, hasta ese momento esfera de los planificado-
juego de la competencia. De algún modo, la reivindica- res. La idea de hacer arquitectura de la ciudad estimula a
ción del fragmento están presentes en las reflexiones de la matrícula, cuando se iniciaba la apertura democrática,
muchos de los referentes del campo de los arquitectos, luego de los duros años de la dictadura aunque el
como es el caso de Koolhas. Si la controversia entre el momento no estuvo exento de ingenuidades y el entu-
todo y la parte fue siempre un espacio de disputa entre siasmo impidió ver diferencias medulares. Por ejemplo,
arquitectos y planificadores, si la tensión entre el todo y el la legislación argentina carece de las figuras que en
fragmento estuvo en la genésis del Proyecto Urbano, la España permitían viabilizar los Proyectos Urbanos,
apología de lo fragmentario lograr liquidar el conflicto. basadas en el condicionamiento del derecho de
En esta nueva etapa, el paradigma de la ciudad propiedad en función del interés colectivo y el derecho
global impacta directamente sobre el lugar relativo de los del poder público de coparticipar de la renta diferencial
Proyectos Urbanos en el proceso de producción de la que el desarrollo urbano genera. Sin esas premisas, se fue
ciudad: el suelo de los fragmentos, del intersticio entre desnaturalizando la idea de Proyecto Urbano. El debate
tejidos, del perímetro de los cruces de infraestructuras, es y la promoción de instrumentos adecuados estuvieron
la oferta para la localización de las nuevas demandas del ausentes, en tanto se ponderaba exageradamente el rol
mercado de ciudades. Y la lógica del emprendimiento del mercado. Asimismo, la brecha entre el campo de la
que viene de la mano de fuertes grupos de inversión arquitectura y el planeamiento y la ausencia de una
internacional es imperativa. De hecho, los Proyectos cultura urbanística consolidada, abonaron una cierta

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banalización del discurso urbanístico.
De igual modo, el contexto en que se inscribió esta
primavera local distaba mucho de la europea. Argentina
esta atravesada por problemas económicos estructurales,
los efectos de la deuda que signaron el fracaso de la alter-
nativa social demócrata del gobierno de Alfonsín, al
tiempo que se paralizaban los intentos de consolidación
del espacio político local como promotor del desarrollo
de la ciudad hasta los inicios de la década siguiente.
En efecto, las reformas estructurales de los años 90
son conocidas, y también lo son los efectos de la aplica-
ción del modelo neoliberal. Una etapa inicial de entu- como en el caso de las autopistas cuyos proyectos fueron
siasmo, seguida por otra de desencanto, terminaron en el comprados “llave en mano” a las compañías, o de los
derrumbe del verano de 2001-2002. No es objeto de este ferrocarriles y más generalmente en los transportes,
texto abundar en las pautas de ese modelo extensamente sobre los que pesaron las lógicas de la oferta y demanda,
analizadas en otras sedes, pero sí se trata de identificar resultando en cierres de ramales.
sus principales improntas en el campo del desarrollo del ¿Cuál es el lugar que les tocó a los gobiernos locales
territorio y su correlato en el devenir de los Proyectos del AMBA en semejante transformación? Ausentes del
Urbanos. Las modificaciones acentuaron muchos de los proceso de toma de decisiones, asumieron los agravios y
rasgos de lo que Carlos de Mattos denominó “metropoli- oportunidades que estas decisiones comportan, en
zación expandida”, cuyos rasgos principales identificó en términos generales, flexibilizando al máximo su regulación
la suburbanización, con la formación de un periurbano urbanística con el objeto de poder adaptarse a las nuevas
difuso, de baja densidad, una estructura metropolitana demandas del mercado de capitales; y/o promoviendo
polarizada y segregada, y nuevos artefactos urbanos, con Proyectos Urbanos que concilien la vocación local con el
gran capacidad para (re)estructurar el espacio metropoli- nuevo patrón espacial de la región. En paralelo a esta
tano. Ello se asocia al aumento exponencial de la motori- dinámica alejada del planeamiento participativo o demo-
zación –favorecida por la red de autopistas-, y la crático, la cultura urbanística, el pensamiento culto y pro-
geografía del territorio denota la presencia de dos moda- gresista acerca del fenómeno urbano se consagra.
lidades paralelas de colonización cuya forma de coexis- Paradójicamente, proliferan las organizaciones y encuen-
tencia es el encapsulamiento. El mapa resultante es un tros internacionales en los que la gobernabilidad del terri-
patchwork en el que en las adyacencias entre cada parte torio, la sustentabilidad de las políticas urbanas, las
son territorios de fricción, conflicto o incertidumbre, y estrategias de desarrollo, los Proyectos Urbanos, son los
se sientan las bases de la mutación del sistema tradicional temas troncales. Asimismo el “planeamiento estratégico”
de centros de la región –debido a la consolidación de consolida su cuerpo teórico y metodológico, se expande la
nuevos nodos que atraen actividades. elaboración de este tipo de planes a lo largo del país y la
En este marco, la distribución de las decisiones se participación de profesionales extranjeros ya no se circuns-
modifica: el Estado Nacional, a través de la política de cribe a consultores españoles sino se amplia el universo de
privatización, delega en las empresas la determinación de expertos provenientes de otras ciudades de Europa,
los lineamientos generales de organización de territorio, Estados Unidos y América Latina.

33 Privacidad, publicidad, incertidumbre. Notas sobre Buenos Aires y los espacios metropolitanos contemporáneos.
nial ubicado en el centro de la ciudad, que se plasmó en
un centro comercial, un hipermecado y núcleo de
emprendimientos inmobiliarios de torres jardín. La
operación Warnes-Carrefour alude a un antiguo hospital
inconcluso, que fuera intrusado y luego dinamitado y en
su posterior proceso de gestión que resultó en dos hiper-
mercados que ocupan la mayor parte de la superficie. El
Tren de la Costa fue la puesta en operación de un
tendido ferroviario desactivado de alto interés paisajístico
asociado a la ejecución de instalaciones recreativas y ter-
ciarias proximas del Delta. Finalmente, las nuevas centra-
lidades del corredor Pilar-Tigre son operaciones
Proyectos urbanos “a la criolla” asociadas al fenómeno de suburbanización del corredor
Ahora bien, ¿qué sucede con los Proyectos Urbanos norte metropolitano.
porteños en este contexto?; ¿qué tipo de proyectos se En lo que respecta a los proyectos deseados
desarrollan y cuáles quedan en el camino?; ¿qué efecto podríamos hacer una larga lista. En ella incluiríamos en
tienen las reformas estructurales de la década en el de primera instancia al universo de proyectos desencadena-
desarrollo de Proyectos Urbanos? Aquí se hace necesario dos por la conciencia de los gobiernos locales acerca del
distinguir la presencia de dos dinámicas paralelas, reflejo valor de oportunidad de los suelos vacantes diseminados
de la ciudad dual que se está construyendo: la de los en lugares estratégicos de la geografía de cada partido.
“proyectos viables”, que subsumen sólo una parte de los Con el asesoramiento de expertos -de organismos inter-
principios identitarios del Proyecto Urbano, y la de los nacionales, de equipos municipales, de universidades- se
"proyectos deseados". identifican proyectos estructurantes de la desestructurada
¿A cuáles proyectos denominamos viables? A geografía del conurbano, que los ejecutivos municipios
aquellos cuyas características garantizan la obtención de adoptan con entusiasmo, con la voluntad de reparar el
una tasa de retorno suficiente como para que los grandes efecto de vaciamiento que el fenómeno de “metropoliza-
capitales internacionales inviertan. Puede tratarse de ción expandida” al que hacíamos referencia. .
proyectos emplazados en áreas centrales de la ciudad Ahora bien, ¿cuál es el factor común de estos
consolidada o áreas de nueva centralidad emergentes de proyectos?: se trata en la mayoría de los casos de
la dinámica de dispersión urbana, pero en todo caso el proyectos de iniciativa pública amparados en propuestas
factor determinante de su viabilidad será la interacción estratégicas de mayor escala, auspiciados por los
entre la masa crítica y el segmento de mercado al que se gobiernos locales con el apoyo de organismos del estado
dirigen. Dentro de este grupo podríamos situar entre los provincial o nacional y hasta de agencias de crédito inter-
casos concretados o en vías de desarrollo a Puerto nacional que otorgarían financiamiento. Justamente en
Madero –sin duda el buque insignia en nuestra ciudad- y virtud del carácter público de las iniciativas, los proyectos
otras operaciones como el Abasto, el Warnes - reflejan en general el intento de articular intereses y
Carrefour, el Tren de la Costa o las nuevas centralidades demandas ciudadanas con la previsión de superficies para
de Pilar - Tigre. El Abasto de Buenos Aires es el reciclaje la localización de actividades que convoquen a inversores
del antiguo mercado, un edificio de alto valor patrimo- privados: la promoción de mecanismos de cooperación

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público - privada está siempre presente. Si bien es cierto que la ruptura del imaginario de
Esta dualidad en la dinámica de desarrollo de los inclusión social y su expresión en la apropiación del
fragmentos radica a nuestro entender en una cuestión espacio urbano comienza a verificarse desde hace un
básica que, imbricada en el descrédito de la cosa pública, largo período, en la lógica intrínseca de las operaciones
es esencial a este proceso. El mercado opera como urbanísticas recientes domina la segregación - fragmen-
agente fundamental ante el déficit de recursos públicos y tación como pauta de reorganización social. Y esto tiene
sector público adopta la lógica del mercado en la asigna- una interpretación meridiana: el mercado –protagonista
ción de recursos. Cabe preguntarse entonces: ¿qué tipo hegemónico frente a un Estado que abandona sus
de ciudad produce o reproduce esta dinámica de coloni- funciones históricas- exige de la segmentación de la
zación de sus fragmentos?, ¿cuáles son sus efectos demanda como condición fundamental de la producción
sociales, culturales, patrimoniales, económicos y de su oferta. Particularmente para el marketing residen-
políticos? y ¿qué nuevas estructuras de centralidad se van cial, la mixtura social es en términos generales un
perfilando a partir de este fenómeno en Buenos Aires? atributo negativo. El único escenario en el que es previsi-
En primer lugar, dicha dinámica tiende a producir ble esta mixtura, y con matices, es en los grandes equipa-
una ciudad que contradice el ideal de homogeneidad que mientos –comerciales o de ocio- en los que la condición
supuso el patrón de urbanización fundacional de la de consumidor pasa a ser el factor homogeneizador.
Buenos Aires moderna. Como afirma Adrián Gorelik una
ciudad pautada por las elites de finales del siglo XIX que Notas de cierre
orientaron su construcción, en la que la grilla regulariza- Hemos reparado en el concepto de Proyecto
dora fue el soporte de una voluntad de distribución equi- Urbano, en sus contenidos iniciales y su modificación
tativa de espacios públicos y equipamientos urbanos. Los posterior; en las circunstancias político - institucionales
parques que bordeaban el río al nordeste tendrían su que le dieron sustento y lo consolidaron como apuesta
espejo en la zona sur de la ciudad, de igual modo la loca- metodológica en el caso español; en la banalización del
lización de equilibrada de los equipamientos. En este discurso que significó su adaptación a la lógica neoliberal
marco –no sin conflicto pero claramente pautado- se des- y finalmente en los efectos que tal adaptación tiene sobre
arrolló el negocio inmobiliario, complementándose la el devenir de los proyectos e iniciativas en el ámbito
iniciativa privada con la pública en la construcción de la local. Nuestra tesis es que los términos en los que se ha
riqueza característica de los centros y los barrios. En esa acabado instalando dicho discurso en nuestro medio, no
clave se asienta la característica urbanidad de Buenos son suficientes para el logro de los objetivos que la teoría
Aires, que aunque incompleta –la división entre el norte supone debido a dos razones fundamentales:
y el sur nunca terminó de saldarse- representó fue una Por un lado, en su divulgación ha sido vaciado de
suerte de proyecto ciudad alimentado durante los sus contenidos originales, convirtiéndose en un discurso
gobiernos peronistas y desarrollistas. tecnocrático, que resemantizó sus alcances políticos. O
Como en todos los aspectos de la organización sea, la palabra “política” se disocia de toda construcción
nacional, la dictadura militar representa un punto de de utopía y se circunscribe a “eficiencia”, entendida
inflexión en el abandono de este proyecto, sentando las exclusivamente como administración de las circunstan-
bases del actual proceso de desintegración social. Como cias dadas. Por el otro, la viabilidad de concretar las
decíamos, la actual dinámica de desarrollo de los frag- premisas teóricas originales se asienta sobre la base de la
mentos contradice rotundamente aquel ideal fundacional. preexistencia de una democracia republicana con cierto

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sí solo no hubiera tenido interés apriorístico. La concre-
ción de este tipo de proyectos requiere del desarrollo de
instrumentos de gestión específicos asociados a un
aspecto fundamental en toda reforma urbana: el derecho
urbanístico.
Abrir el debate sobre estas cuestiones apunta a
instalar en la cultura local el derecho al espacio público
–en la peculiar reciprocidad que existe entre dimensión
física y dimensión política- y la idea de la ciudad como
patrimonio colectivo. En los primeros años del siglo
XXI, pocos dudan sobre el rol que le cabe al estado
como motor de transformaciones con equidad. En ese
marco, reflexionar sobre los proyectos urbanos, entendi-
grado de madurez en la que las funciones primordiales dos como uno de los instrumentos operativos necesarios
del Estado no son objeto de discusión. Solo sobre esa para la gestión y las transformaciones, parece un
base es posible imaginar Proyectos Urbanos amparados recorrido inevitable.
en un proyecto ciudad producto de la concertación de
intereses.
Referencias
Con este marco referencial proponemos reparar en
algunas de las que consideramos premisas básicos la viabi- Borja, Jordi y Castells, Manuel, Local y Global, Taurus, Buenos Aires, 1997.
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Ezquiaga, José María, “¿Cambio de Estilo o Cambio de Paradigma?
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Finalmente, la promoción de Proyectos Urbanos Sassen, Saskia, La Ciudad Global: Nueva York, Londres, Tokio, Eudeba,
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36 Jorge Francisco Liernur

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