Sie sind auf Seite 1von 32

1

En. Susana Bandieri (compilador): Cruzando la Cordillera... Neuquén, Universidad


Nacional del Comahue

Salta entre el Atlántico y el Pacífico.


Vinculaciones mercantiles y producciones durante el siglo XIX
Viviana E. Conti1

La independencia americana no sólo afectó la organización política y


administrativa, también rompió con el sistema de relaciones mercantiles coloniales e indujo
a cada región a buscar reacomodamientos en función de la nueva realidad económica. En el
territorio del ex Virreinato del Río de La Plata, cada región y cada Estado provincial fue
diseñando, durante más de medio siglo, sus propias estrategias económicas en función de la
inserción de su producción en las plazas mercantiles.
Durante la época de Rosas todo el Interior argentino debió reacomodarse a la nueva
situación económica; la mayoría de las regiones lo hicieron a través del fortalecimiento de
las relaciones mercantiles con Buenos Aires, que les garantizaba la conexión con el
mercado mundial. Las excepciones fueron las provincias que componían el espacio cuyano
y el espacio salto-jujeño, que optaron por mantener, a grandes rasgos, las orientaciones
económicas de la época colonial, a través de la reactivación de los circuitos mercantiles
tradicionales2.
En este artículo presentamos un bosquejo descriptivo de las diferentes orientaciones
mercantiles que debió tomar el comercio de Salta y sus vinculaciones con múltiples
espacios económicos, en función de su producción y del acceso al mercado mundial a
través de puertos que ofrecieran menores costos de transporte. El sector productivo de Salta
se encontraba en condiciones desfavorables para competir con su producción en el Litoral
Atlántico, debido a la competencia en calidad de sus productos, agravado por los derechos
de tránsito; el sector mercantil se vio perjudicado por la depreciación del papel moneda en
Buenos Aires y los altos fletes y derechos que debía pagar para acceder al puerto. Ambos

1
- Conicet - Universidad Nacional de Jujuy. Agradezco a Nelson Manrique y Ana Teruel por los comentarios
y sugerencias hechas a versiones previas de este trabajo.
2
- Roberto Schmit, “El comercio y las finanzas públicas en los Estados provinciales”, en: Noemí Goldman,
Nueva Historia Argentina. Tomo III: Revolución, República, Confederación (1806-1862), Buenos Aires,
Editorial Sudamericana, 1998, páginas 125 a 157.
2

sectores, hacendados y comerciantes, pusieron en funcionamiento antiguas redes


mercantiles y armaron nuevas con espacios económicos diversos que les brindaban
opciones diferentes al puerto de Buenos Aires.
La provincia de Salta3 presenta un comportamiento bastante distinto del resto de las
provincias del Interior Argentino con respecto a su dependencia del puerto de Buenos
Aires. A diferencia de las otras provincias, el sector mercantil salteño privilegió los
mercados boliviano, peruano y chileno y hacia allí derivó su comercio de importaciones.
Estas orientaciones mercantiles estaban relacionadas con las características de las
producciones y con las vinculaciones comerciales y financieras de las elites locales. Por
otro lado, el movimiento de capitales mercantiles en la sociedad salteña, específicamente en
la primera mitad del siglo, era muy superior al de otras provincias del Noroeste4. Durante
el “período rosista” la provincia de Salta tuvo una práctica diferente dentro del conjunto de
las vinculaciones mercantiles del Interior argentino; esa misma práctica reveló la
jerarquización de un espacio económico sobre un espacio político y una dicotomía entre las
decisiones políticas manifestadas en la firma de pactos interprovinciales para la
conformación de un Estado nacional y el desarrollo de una economía regional con
mercados extranacionales.
Su inserción al mercado nacional fue muy posterior al resto de las provincias
argentinas y se realizó a través de una reconversión productiva y no con sus producciones
tradicionales. Fue recién a partir de la segunda mitad del siglo, cuando el comercio de
importaciones de Salta fue volcándose más decididamente hacia los puertos del Atlántico;
este proceso se acentuó especialmente con el arribo del ferrocarril Central Norte a
Tucumán. No obstante, el sector de las exportaciones sostuvo sus conexiones con los
mercados trasandinos hasta las primeras décadas del siglo XX, cuando la crisis mundial de

3
- Tomamos la provincia de Salta (unidad jurisdiccional política), desde el punto de vista económico
trabajamos con un espacio mayor, al que llamamos espacio salto- jujeño, que incluye a la jurisdicción de
Jujuy (unida política y administrativamente a Salta hasta 1834). Jujuy, durante el siglo XIX, mantuvo un alto
grado de dependencia económica de Salta (especialmente durante la primera mitad del siglo); sus
vinculaciones se realizaba a través de Salta, según se desprende del análisis de los capitales que manejaban
sus comerciantes y la inserción de sus productores en los circuitos de ganado regionales.
4
- Pudimos comprobar que, hasta 1853, duplicaba al movimiento comercial de Tucumán y cuadriplica la de
Jujuy y Catamarca.
3

1929, al poner fin a los circuitos tradicionales, planteó una seria disyuntiva en las
economías regionales5.
La cuantificación de los flujos nos permitió acceder a una visión más completa de
las relaciones mercantiles con múltiples espacios; a este fin, se presentan cuadros y
gráficas, que para la primera mitad del siglo fueron elaborados en base los Libros de
Hacienda de Salta y complementados con los Libros de Toma de Razón de Guías de cada
año; como estas fuentes finalizan en 1853, para el período posterior trabajamos con los
datos aportados por fuentes nacionales referidos al movimiento comercial de las provincias.
Finalmente, debemos recordar que en la relaciones comerciales trascordilleranas es
necesario distinguir dos niveles mercantiles diferentes y muchas veces coexistentes: el
comercio indígena y campesino, que se remonta a tiempos prehispánicos y subsiste hasta la
actualidad y el comercio que involucraba a los sectores mercantil y hacendado. Este último,
que se caracteriza por el manejo de grandes capitales, es el objeto de este trabajo.

Vinculaciones mercantiles tradicionales del comercio de Salta

Durante las últimas décadas coloniales, el comercio de Salta mantenía múltiples


relaciones mercantiles que lo vinculaban con las provincias del Interior rioplatense, con el
Litoral Atlántico, con el Litoral Pacífico y con el Altiplano, a través de la venta de sus
producciones, la adquisición y comercialización de productos de otras zonas y la
importación de artículos europeos.
Desde la apertura del puerto de Buenos Aires al mercado mundial, los comerciantes
salteños adquirían allí sus mercancías, que pagaban con el metálico que les ingresaba de la
venta de mulas en los mercados del Alto y Bajo Perú. En la primera década del siglo XIX
Salta continuó siendo un centro mercantil importante del Interior, con fuertes relaciones
comerciales con el área minera, donde vendía el ganado y con las provincias del Río de La

5
- En este sentido, la provincia de Salta (y por ende la de Jujuy), estaría comprendida dentro de aquellas
provincias que Samuel Amaral describe como provincias “cuya mezquina dotación de recursos y capital
humano las limitaba a producir unos pocos bienes, que para llegar al mercado debían agregar el costo de un
transporte primitivo, cuyas condiciones no acabarían hasta la introducción del ferrocarril, ya entrada la
segunda mitad del siglo XIX” (Samuel Amaral, “Del mercantilismo a la libertad. Las consecuencias
4

Plata que la surtían de alimentos y manufacturas para el consumo y la re- venta; además, se
caracterizaba por ser, dentro del Interior rioplatense, una zona con alto grado de consumo y
nivel de redistribución6.
Hacia fines del siglo XVIII y primera década del siglo XIX, las mulas constituían la
exportación más importante de la región7. Junto con las mulas, partía desde Salta ganado
vacuno y equino criados y engordados en la campaña, sus excedentes productivos (suelas,
cueros, jabón, sebo) y la re- exportación de efectos de Castilla y de producciones regionales
adquiridas por los comerciantes salteños y vueltas a vender en el altiplano y valles
adyacentes: vinos y aguardientes producidos en San Juan, La Rioja y Catamarca, azúcares y
derivados (alfeñiques, chancacas, tabletas, aguardiente de caña) elaborados en las haciendas
de los valles cálidos de Jujuy, pellones, riendas, caronas, botas manufacturados en
Tucumán, yerba mate del Paraguay arribada desde Buenos Aires, grana, ponchos y
frazaditas llegados desde Santiago del Estero.
Desde el Altiplano, los comerciantes de Salta retornaban con el metálico necesario
para las transacciones comerciales; además traían coca de las yungas paceñas, cacao de
Guayaquil y tocuyos cochabambinos que revendían en otras provincias y en Buenos Aires.
Sus relaciones comerciales con el Litoral Atlántico se basaba en esporádicos envíos de lana
de vicuña, cueros y suelas y en la compra de los Efectos de Castilla y algunos efectos
americanos, como yerba del Paraguay o azúcar del Brasil, que pagaban con la moneda
altoperuana. El comercio con el Litoral Pacífico incluía la venta de ganado en Atacama y
bueyes en Chile, de donde traían azúcar peruana, cacao de Guayaquil, añil de Guatemala y
cobre chileno8; las relaciones mercantiles con la costa del pacífico estaban lejos de
equiparar a los negocios con el Altiplano y el Litoral Atlántico; para Sara Mata, quien ha
estudiado este período de la historia de Salta, a principios del siglo XIX “...Chile opera

económicas de la independencia argentina”, en: Leandro Prados de la Escosura y Samuel Amaral (eds.), La
independencia americana: consecuencias económicas, Madrid, Alianza, 1993, pág. 210).
6
- Véase: Silvia Palomeque, “La circulación mercantil en las provincias del Interior, 1800-1810”, en:
Anuario del Instituto de Estudios Histórico-Sociales Nº 4, Tandil, Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires, 1989, páginas 131 a 210.
7
- El comercio de mulas de Salta durante los últimos años de la Colonia fue estudiado por Nicolás Sánchez
Albornoz, “La saca de mulas de Salta al Perú, 1778-1808”, en: Anuario Nº 8, Universidad Nacional de
Rosario, 1969. Véase también Sara E. Mata de López, “Comercio regional. Salta a comienzos del siglo XIX”
en: Andes Nº 4, Salta, CEPIHA, Universidad Nacional de Salta, 1991, páginas 143 a 168 y Silvia Palomeque,
op. cit.
8
- Silvia Palomeque, op. cit. y Sara Mata, op. cit.
5

como mercado alternativo, que a través de los puertos del Pacífico canalizaría los retornos a
Europa”9
El siguiente esquema sintetiza a grandes rasgos las direcciones de las transacciones
mercantiles de mayor envergadura del comercio salteño durante los últimos años de la
Colonia:

B A A
Plata - Cueros
U I Mulas y Efectos varios L
E R T
N E S I
O S Efectos de Ultramar
A P
S L L
T Plata en barra y moneda A
N
A O

Este esquema de circulación comercial funcionó hasta fines de la década de 1830,


con las interrupciones ocasionadas por las guerras del período. Las guerras de la
Independencia (1810-1825) provocaron un gran desorden en los circuitos de comercio del
Area Andina y desarticularon las relaciones mercantiles existentes, aunque no
desestructuraron al espacio económico; el Alto Perú continuó siendo el mercado por
excelencia para las producciones salto-jujeñas y, siempre que los vaivenes de la guerra lo
permitían, las vinculaciones mercantiles se reanudaban10.
Durante quince años, el noroeste argentino fue el escenario de la guerra; la
ocupación de estos territorios por los ejércitos, los éxodos de la población civil, la
destrucción de sembradíos y el traslado de ganados, la incorporación de parte de sus
hombres a las filas militares, los empréstitos forzosos que se imponían a la población,
significaron una verdadera sangría para toda la región. No obstante, en medio de las guerras
y siempre que una pacificación temporal abriera las rutas, mercaderes y hacendados volvían
a surcarlas11.

9
- Sara Mata, op. cit., pág. 153.
10
- Viviana Conti, Espacios económicos y economías regionales: El caso del Norte argentino y su inserción
en el Area Andina en el siglo XIX”, en: Revista de Historia Nº 3, Neuquén, Departamento de Historia,
Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, 1992, pág. 30.
11
- Informe de Síndico del Cabildo de Jujuy acerca del conocimiento de individuos que hacían acopio de
ganado vacuno para enviarlo al Perú, desconociendo las necesidades que la vanguardia realista, situada en las
ciudades de Salta y Jujuy, tenía de todos los alimentos existentes en la zona (Archivo Histórico Provincial de
6

Las guerras de la Independencia también habían provocado un estancamiento


productivo en el Alto Perú. Hacia 1825 la minería estaba prácticamente paralizada y se
agudizaba la escasez de circulante; mientras, el nuevo gobierno de la República Boliviana
tenía puestas sus esperanzas en la llegada de capitales extranjeros que invirtiesen en la
reconstrucción de industria minera12.
Durante la década de 1820, productores y comerciantes saltojujeños retomaron las
actividades con sus plazas mercantiles tradicionales: el Altiplano, el bajo Perú y Atacama,
donde el sector productivo hallaba una demanda efectiva de ganado, sin las trabas
arancelarias y la competencia en calidad que le planteaban los mercados del litoral
atlántico. Este comercio de ganado aseguraba al sector mercantil, el acceso a la moneda de
plata, con la cual podía adquirir artículos europeos en cualquier puerto.
La apertura del puerto de Cobija al comercio internacional en 182713 pareció invertir
el esquema de la circulación comercial; la cercanía del puerto con Salta, los bajos aranceles
y gastos de transporte, indujeron a los comerciantes salteños a dirigirse al puerto boliviano,
donde establecieron sucursales de las principales casas de comercio. En 1828, el Puerto de
Cobija contaba con 43 habitantes, de los cuales 4 eran argentinos (uno era comerciante con
casa y otro era dueño de 3 plazas de mulas)14; en el censo de 1830, de 391 habitantes 17 eran
argentinos15.
En el Interior argentino, el triunfo de los sectores federales liderados por Facundo
Quiroga en 1831, provocó la emigración de parte de las elites de las provincias del Norte
hacia Bolivia, lo que contribuyó a fortalecer los lazos familiares y mercantiles ya
existentes. Las dos décadas siguientes de 1830 y 1840, fueron de inestabilidad política a
causa de la continuidad de las guerras civiles y de la derrota de la Coalición del Norte
contra Rosas, que al comprometer a las elites locales, produjo una nueva ola migratoria

Jujuy (AHPJ), Sección Ricardo Rojas (ARR), Caja II, Libro II, folios 18 y 19). Oficio del general en jefe
Brigadier José Rondeau, autorizando la apertura del comercio con el Perú, dado en Potosí el 11 de mayo de
1815 (AHPJ, ARR, Caja II, Libro II, folios 73 y 74).
12
- Joseph Pentland, Informe sobre Bolivia, 1826, Potosí, Reimpresión de La Casa de la Moneda, 1975,
páginas 75 a 97.
13
- Un Decreto de Simón Bolívar de diciembre de 1825 habilitó el puerto para el comercio internacional; sin
embargo comenzó a funcionar como puerto de Bolivia en 1827 (William Lofstrom, Cobija y el Litoral
Boliviano, La Paz, Quipus, 1991, pág.29).
14
- Fernando Cajías, La Provincia de Atacama. 1825-1842, La Paz, 1975, páginas 94 a 96.
15
- Ibídem., pág.100.
7

hacia los países limítrofes. La instalación de comerciantes salto-jujeños en Bolivia y su


litoral pacífico fortalecieron los lazos comerciales en Cobija, Calama y Atacama.
"Solamente las pocas personas decentes del pueblo, casi todos ellos negociantes,
son de raza blanca; son Argentinos que han huido en 1840 de las `degollaciones' de
Rosas, los demás vecinos son Indios de casta pura." 16
Hasta 1829 no se registran importaciones de relevancia desde el puerto de La Mar; en
1830 comenzaron a llegar mercancías en tránsito hacia Salta y Tucumán y se fue formando un
grupo importante de comerciantes extranjeros17. En 1832, después de la primera gran
migración de las élites saltojujeñas, ya había 54 argentinos en Cobija (el 11 % de la población
eran comerciantes del Norte de la Argentina)18, algunos formaban parte de la elite mercantil
local, como las casas comerciales Uriburu-Beeche (de Salta) y Tezanos Pinto y Cia. (de
Jujuy)19. La mayoría de los habitantes del puerto eran comerciantes o estaban relacionados con
el comercio de importaciones de mercancías europeas y norteamericanas20.
No obstante, la situación previa de conflictos entre Perú y Bolivia, contribuyeron a
fortalecer el viejo esquema de circulación colonial. En efecto, desde la habilitación del
puerto de La Mar hasta fines de la década de 1830, los conflictos políticos entre Bolivia y el
Perú convirtieron al puerto boliviano en poco confiable para los intereses mercantiles. Si
bien Bolivia comenzó a utilizarlo como puerto de exportación de sus minerales21 y de
introducción de mercancías extranjeras destinadas al sur del país (Potosí, Chuquisaca y
Oruro), el bloqueo peruano de 1831 y la ocupación e incendio del puerto en 183522, lo
tornaron inseguro para los sectores comerciales.
Como puede observarse en las gráficas 1 y 2, hacia 1830 seguía vigente el esquema
colonial de las transacciones mercantiles. Los productores salteños colocaban en los

16
- Rudolfo Plilippi, Viaje al desierto de Atacama hecho de orden del gobierno de Chile en el verano de
1853-54, Halle en Sajonia, Librería de Eduardo Anton, 1860, pág. 55.
17
- Cajías, op.cit., páginas 236 y 266
18
- Ibídem., pág. 101.
19
- Ibídem., páginas 279 y subsiguientes.
20
- Descripción de William Ruschenberger, en Lofstrom, op.cit., página 53.
21
- Cajías, op.cit., pág. 236. Desde 1827 los minerales extraídos de Bolivia se exportaban por Cobija (Archivo
Nacional de Bolivia (ANB), Tribunal Nacional de Cuentas (TNC) 2298, 7449 y 5333).
22
- Todo el año de 1835 fue de inestabilidad comercial en el puerto; mucho antes de que las tropas de
Salaverry incendiaran el puerto, los comerciantes había enviado sus mercancías a Valparaíso por temor al
bloqueo (Cajías, op.cit., páginas 241 y 254).
8

mercados del Norte (Bolivia, Perú y la Puna de Jujuy) el 62 % del valor de sus
exportaciones, constituido por ganado en pie, mientras que el 37 % formado por cueros,
pieles y suelas, los enviaba a Buenos Aires23.
Cabe acotar que, mientras para el sector exportador de Salta, Buenos Aires era un
buen mercado para la ubicación de sus cueros y suelas, en Buenos Aires los cueros llegados
desde Salta eran considerados de inferior calidad y no llegaban a representar el 1.5 % del
flujo total de cueros hacia el puerto24; no obstante, la exportación de cueros permitía a los
comerciantes salteños mantener sus créditos en Buenos Aires, donde continuaban
comprando la mayoría de las mercancías de ultramar. En la gráfica 3 se pude observar que
en 1830, los comerciantes de Salta adquirían en el puerto de Buenos Aires el 84 % del valor
de sus importaciones de Efectos de Ultramar, manteniendo aún, las vinculaciones
tradicionales heredadas de las décadas anteriores; para entonces, sólo el 16 % de la
importaciones que ingresaba a Salta provenían de puertos del Pacífico.
La guerra con el mariscal Santa Cruz (1837 a 1839), convirtió a la Puna y sus valles
orientales nuevamente en el escenario militar con la presencia de tropas tucumanas y
bolivianas25 e impidió que comerciantes, arrieros y productores surcaran los caminos. Hubo
que esperar hasta la finalización del conflicto bélico entre la Confederación Argentina y la
Confederación Peruano-boliviana, para que el comercio de importación de Salta pudiera
dirigirse masivamente hacia los puertos del Pacífico.
Es así como, desde la ruptura del orden colonial hasta la década de 1830, la región
norte de la Argentina asistió a un proceso de reacomodamiento espacial sobre las bases de
las vinculaciones mercantiles tradicionales; este proceso estuvo acompañado por la
restructuración política que afectó a todo el espacio andino y definió nuevas jurisdicciones
administrativas (provincias y países) que en las décadas siguientes jugarían distintos roles
en las vinculaciones comerciales regionales.

23
- El rubro “otros”, que representa el 0.5 % restante, lo formaban la exportación de jabón, almidón, arroz y
quesos.
24
- Miguel Rosal, “El Interior frente a Buenos Aires. Flujos comerciales e integración económica, 1831-
1850”, en: Cuadernos del Instituto Ravignani Nº 9: Miguel Rosal y Roberto Schmit, Comercio, mercados e
integración económica en la Argentina del siglo XIX, Instituto de Historia Argentina y Americana Dr.
Emilio Ravignani, Facultad de Filosofía y Letras – Universidad de Buenos Aires, 1995.
25
- Clemente Basile, Una guerra poco conocida, Reimpresión de la Universidad Nacional de Jujuy, 1993,
Tomo I.
9

Las nuevas opciones del readecuamiento espacial:

Finalizado el conflicto entre la Confederación Argentina y la Confederación


Peruano- Boliviana (1839), el área andina experimentó una relativa calma, coincidente con
el florecimiento de Cobija y con la reactivación de la minería de la plata en el Altiplano26.
La reactivación productiva en la minería de Bolivia se reflejó en el aumento de la demanda
de las producciones de las provincias del norte argentino y la prosperidad del puerto de
Cobija, como salida de los minerales y entrada de mercaderías de ultramar27. Es la época en
la cual los comerciantes del Norte argentino optaron por el cambio del giro mercantil hacia
el Pacífico.
Varias ventajas comparativas convertían a los puertos del Pacífico en una mejor
opción que el puerto de Buenos Aires, según lo expresaba el sector mercantil salteño:
“la posición de Salta es equidistante geográficamente de Buenos Aires, Lima y

Valparaíso, sin embargo los costos de transporte benefician a los segundos con
respecto del primero”28
A las diferencias en tiempo y distancias deben agregarse otras ventajas referidas a
aranceles y peajes: el puerto de La Mar en la bahía de Cobija fue declarado “puerto franco
y libre de todo derecho nacional” en 182929; además, mientras que el viaje desde Buenos
Aires a Salta significaba pagar derechos de tránsito por cada aduana provincial por la que
pasaban, en Cobija los comerciantes argentinos podían internan sus mercancías sin pagar
ningún derecho30.
Otra ventaja comparativa derivaba de la ubicación de las producciones salteñas en
los mercados andinos, que afianzaba las relaciones mercantiles de los sectores productivos

26
- José M. Dalence, Bosquejo estadístico de Bolivia, La Paz, Editorial Universitaria, 1975, páginas 258 a
264. Véase: Antonio Mitre, Los patriarcas de la plata. Estructura socioeconómica de la minería boliviana
en el siglo XIX, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1981.
27
- ANB, TNC. 6730: Manual Principal de la Aduana Nacional de Potosí, 1842. Véase: José M. Dalence, op.
Cit., pág.272.
28
- “Informe Presentado por la Junta General de Comerciantes de Salta al Exmo. Gobernador, 4 de junio de
1852”, en: Enrique M. Barba, “El comercio de Salta a mediados del siglo XIX”, Trabajos y Comunicaciones
Nº 7, Universidad Nacional de La Plata, 1958 , pág. 48.
29
- Ratificado por la Ley del 12 de octubre de 1832 (Fernando Cajías, La Provincia de Atacama, 1825 –
1842, La Paz, 1975., páginas 236 y 237).
30
- Un Decreto del gobierno de Bolivia del año 1840 dispuso que los efectos ingresados por el puerto de
Lamar con destino hacia la Argentina no pagasen ningún derecho de tránsito (Fernando Cajías, op. cit., pág.
267).
10

y comerciales, además de facilitarle el acceso a créditos y el uso de la moneda boliviana,


con la cual Salta realizaba sus transacciones mercantiles y elaboraba sus cuentas fiscales.
Todas estas ventajas y la presencia de los comerciantes salteños en Cobija
contribuyó a modificar las direcciones de las transacciones mercantiles. Como puede verse
en la gráfica 4, durante el año 1840 el 88 % del valor total de los efectos importados desde
mercados ultramarinos, fueron adquiridos por el comercio de Salta en los puertos del
Pacífico, en especial en puerto boliviano de Lamar, que durante una década se convirtió en
el puerto de importación del comercio del Norte argentino a través de las casas comerciales
de Salta. Estas casas de comercio proveían al consumo local y redistribuían las mercancías
en Jujuy, Tucumán, Catamarca y La Rioja31. El predominio de las casas mercantiles
salteñas a nivel regional se debía, no sólo a un desarrollo previo del sector mercantil a nivel
de redistribución, que incluía redes comerciales y el manejo de capitales y créditos, sino
también a la presión ejercida por el sector mercantil local ante las autoridades políticas
provinciales, mediante la cual consiguieron retardar, por varios años, la puesta en vigencia
de una legislación restrictiva a la importaciones provenientes de los puertos del Pacífico,
que las beneficiaba frente a las otras provincias de la región32.
Las principales casas comerciales de Cobija eran consignatarias de las grandes
empresas establecidas en Valparaíso; allí arribaban los barcos europeos y norteamericanos
que desembarcaban las mercancías, parte de las cuales eran remitidas por las casas
comerciales de Valparaíso a sus sucursales de Cobija33. El puerto de Valparaíso tenía el
“monopolio”34 de los puertos menores al sur del Callao que, como en los casos de Cobija y
Arica, cumplían el papel de intermediarios entre los mercados del interior del continente y

31
- Archivo Histórico de Salta (AHS), Libros de Hacienda (LH) Nº 13, 95, 10, 8, 174 y 2. Carpetas de
Gobierno (CG) de la década: pedimentos de guías.
32
- Durante la década de 1840 casi todas las provincias del Noroeste debieron sancionar una legislación
impositiva que favoreciera al puerto de Buenos Aires respecto de los puertos del Pacífico: Jujuy lo hizo en
1842, aumentando la alcabala del 4% al 20%; Santiago del Estero en 1843 y Tucumán en 1848 (Registro
Oficial de Jujuy, Tomo I, pág. 154: Decreto del 1 de enero de 1842; Revista del Archivo Histórico de
Santiago del Estero, Tomo 11 Nº 20, 1929: Decreto del 7 de octubre de 1843; Alfredo Bousquet, Estudio
sobre el sistema rentístico de la Provincia de Tucumán de 1820 a 1873, páginas 11 y 12: Ley del 22 de
enero de 1848). En Salta, el decreto de aumento de alcabala para las mercancías ingresadas por puertos del
Pacífico, se aplicó recién en 1851; esta situación, unida a la situación geográfica y al desarrollo de la arriería
que unía Salta con Calama, fue otra ventaja comparativa que supo utilizar el comercio salteño en su papel de
intermediario regional.
33
- Dalence, op. cit., pág.272 y Lofstrom, op. cit., pág. 75.
34
- El término “monopolio” es usado por Dalence (en 1846) al referirse al comercio exterior de Bolivia
(Dalence, op. cit., pág.279)
11

los mercaderes europeos (en especial británicos) establecidos en el puerto chileno, a través
de un activo comercio de cabotaje35.
Fruto de esta situación, algunos comerciantes salteños y jujeños comenzaron a
establecer sus créditos directamente en Valparaíso (véase gráfica 4); las persecuciones
políticas de la época, también contribuyeron a que ciertos emigrados se estableciesen en el
puerto chileno y desde allí rearmasen sus redes mercantiles con el norte argentino36.
Sin embargo, la mayoría introducían sus mercancías por Cobija y saldaban sus
cuentas en Valparaíso, gracias al desarrollo de un sistema de transportes que permitía el
arribo periódico de buques de cabotaje y el traslado de las mercaderías a Calama. Este oasis
en el desierto de Atacama, se transformó en el nudo articulador del tráfico mercantil entre
la costa del Pacífico y el interior trascordillerano. En Calama, se organizó una práctica en el
empaque y acondicionamiento de las mercancías que cruzarían la Cordillera, en mulas o
asnos, hacia Potosí o hacia Salta, gracias al incremento y especialización de la arriería de la
zona37.
Bolivia continuaba siendo el mercado por excelencia para la ubicación de las
producciones salteñas, tanto el Litoral (Atacama) como el Altiplano38. La reactivación de la
minería de la plata incrementó el tráfico mercantil y la demanda de ganado vacuno y mular
desde los centros mineros; con este comercio se obtenían retornos en metálico
imprescindibles para el movimiento económico regional39. Tener sus créditos en Cobija les
brindaba, a los comerciantes de Salta, la oportunidad de saldar sus deudas con los retornos
obtenidos por las ventas de ganado, en moneda boliviana. Como puede leerse en gráfica 5,
en 1840 el 80 % del valor de los flujos comerciales que salían de Salta se dirigían hacia los
mercados andinos.

35
- Véase: Eduardo Cavieres, Comercio chileno y comerciantes ingleses.1820-1880. Santiago, Editorial
Universitaria, 1999 (segunda edición), páginas 75 y subsiguientes. Las cifras obtenidas por Cavieres del
Foreing Office, muestran un gran crecimiento en las exportaciones inglesas a Chile a partir de los años 1839 y
1840 (pág.79).
36
- Véase: Viviana Conti, “Comerciantes del norte argentino (siglo XIX)”, Latin American Studies
Association XXII International Congress, Miami, March 16-18, 2000, Panel Merchants and Internal Trade
in Latin American History: Domestic Merchants (en prensa).
37
- Véase: Viviana Conti, “Los comerciantes de Salta en los puertos del Pacífico (1840-1870)”en: Revista de
Estudios Trasandinos Nº4, Santiago de Chile, 2000.
38
- AHS, Carpetas de Gobierno: Pedimentos de Guías.
39
- Véase Viviana Conti, “Un periferia del espacio mercantil andino: el Norte argentino en el siglo XIX”, en:
Avances en Investigación: Antropología e Historia, Salta, Universidad Nacional de Salta, 1989.
12

El bloqueo anglo-francés al puerto de Buenos Aires en 1845 provocó una crisis en


el comercio de importaciones que se extendió, en el Interior argentino, hasta
aproximadamente 1847-48. Durante este período tomaron impulso los circuitos que unían
las provincias del Interior con los puertos de Pacífico; en esta coyuntura, las casas
comerciales de Salta actuaron de intermediarias entre el puerto de Cobija y el sector
mercantil del Interior; así como los comerciantes de Cuyo hicieron lo propio a través de
Valparaíso; sin embargo, solucionada la “crisis de la importaciones” el comercio del
Interior, en su mayoría, retomó la ruta del Atlántico40.
Los comerciantes salteños que ya habían establecido sus contactos con las casas
comerciales de Valparaíso, aprovecharon la coyuntura para fortalecer vínculos mercantiles
y financieros y, así evitar las casas intermediarias de Cobija. De esta manera, cuando en
1850, ya el comercio del Interior argentino volvió a utilizar el puerto de Buenos Aires para
la introducción de las importaciones, los comerciantes de Salta se había volcado
mayoritariamente hacia el puerto de Valparaíso (véase gráfica 6).
La Junta de Comerciantes opinaba que el cambio de puerto se debía a que el tiempo
y el costo eran similares con respecto a Cobija, mientras que en Valparaíso contaban con la
ventaja de que les preparaban los fardos para las mulas y éstos llegaban intactos; además, la
abundante arriería existente en los valles Calchaquíes habituados al comercio con San Juan
y La Rioja aseguraba el transporte de las mercancías; agregaba que los comerciantes
salteños gozaban de mejores créditos en Valparaíso que en Buenos Aires, donde las
fluctuaciones monetarias los perjudicaba con respecto a Chile, ya que Salta pagaba sus
cuentas con plata acuñada y en barra procedente de su comercio de ganado en Bolivia y
Perú41.
Para entonces el puerto de Valparaíso se había transformado en un emporio
comercial gracias a la instalación de casas de comercio europeas –principalmente
británicas- y a la inversión estatal en el desarrollo del puerto, a través de la construcción de

40
- El caso del comercio de importaciones en Tucumán es analizado por Esteban Nicolini, “Circuitos
comerciales en Tucumán entre 1825 y 1852. Tensión entre el mercado del Pacífico y el del Atlántico”, en
Data Nº 2, La Paz, INDEAA, 1992, páginas 63 a 95.
41
- Informe Presentado por la Junta General de Comerciantes de Salta al Emo.Sr. Gobernador, 4 de junio de
1852, en: Enrique M. Barba, “El comercio de Salta a mediados del siglo XIX”, en: Trabajos y
Comunicaciones Nº 7, Universidad Nacional de La Plata, 1958 , páginas 41 y 48.
13

infraestructura portuaria y del implemento de una política tendiente a asegurarle una


posición de privilegio en el comercio de Pacífico42.
Diversos elementos coyunturales influyeron para que los comerciantes de Salta
fuesen abandonando paulatinamente el puerto de Cobija por el de Valparaíso. La
introducción de mercancías europeas por Cobija se fue haciendo cada vez más
impracticable, los aranceles portuarios aumentaron, así como los costos de los
consignatarios y el transporte y cada vez fue más difícil encontrar arrieros en Calama o San
Pedro que quisieran transportar mercaderías al otro lado de la Cordillera43
Desde fines de la década de 1840 el puerto boliviano se fue tornando poco rentable
debido al aumento en los costos, que había provocado el rechazo de la moneda boliviana
por el comercio internacional44. En 1830 el Estado boliviano había comenzado con la
emisión de moneda fraccionaria febilizada45; sin embargo, durante la década de 1830 la
acuñación de esta moneda nunca superó el 20%46 de la acuñación total, con lo cual la
moneda feble fue a cubrir las necesidades del mercado interior, mientras que las
importaciones se saldaban con moneda fuerte. En la década de 1840, la emisión de la feble
trepó al 40 % en el primer quinquenio y al 47 % en el segundo47, con la consecuente
intensificación del contrabando de plata piña48. Entre 1850 y 1854 el 82 % de la emisión
monetaria se hizo en feble49; en esa época comenzó la explotación de cobre en la cercanías
de Cobija “debido a la falta de retornos con Valparaíso”50; así, hasta la caída del precio
internacional del cobre en la segunda mitad de la década, el cobre extraído del litoral

42
- Carmen Cariola y Osvaldo Sunkel, Un siglo de historia económica de Chile, 1830-1930, Santiago,
Editorial Universitaria, 1991, páginas 31 y 32.
43
- República Argentina: Memoria presentada por el Ministro de Estado en el Departamento de Hacienda al
Congreso Nacional de 1871, Buenos Aires, Imprenta Americana, 1871, páginas 75 y 76.
44
- Biblioteca Nacional de Bolivia, Biblioteca Gabriel René Moreno: Litoral Boliviano. Proyecto para la
construcción de un camino carretero entre Cobija y el Alto de Tames en la dirección de Calama y
Caracoles, Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1871, pág. 9.
45
- Moneda adulterada, cuyo valor real es inferior al nominal. Véase Julio Benavidez, Historia de la moneda
en Bolivia, La Paz, Ediciones Puerta del Sol, 1972, página 37 y subsiguientes.
46
- Antonio Mitre, El monedero de los Andes. Región económica y moneda boliviana en el siglo XIX, La
Paz, Hisbol, 1986, pág. 34.
47
- Ibídem.
48
- Mariano Barrenechea calculaba la evasión en 30.000 marcos anuales y el periódico “El Minero” en 50.000
(Mariano Barrenechea, Dos proyectos de lei que somete á la deliberación de las Cámaras Legislativas en
Bolivia, Potosí, Imprenta Pública de Castillo, 1857).
49
- Mitre, op. cit.
14

boliviano se convirtió en el retorno para la compra de efectos de ultramar en Valparaíso.


Para entonces, la emisión de moneda feble había trepado al 98 % del total de la emisión
monetaria de Bolivia51 y el consecuente aumento de costos tornó poco rentable el tránsito
mercantil a través de un puerto boliviano.
A esta situación se sumó otra, provocada por el aumento en los aranceles
establecidos por el gobierno de Bolivia en 1864 y la escasez de arrieros debido al
descubrimiento de plata en Caracoles que atrajo a la mano de obra de la zona52. No obstante
creemos ver, en la cuestión monetaria en Bolivia, el elemento decisivo en la decadencia
comercial de Cobija, ya que el sector mercantil del puerto tenía una fuerte dependencia de
Valparaíso para su abastecimiento, donde se hizo inaceptable la moneda boliviana, lo cual
les dificultaba cada vez más el pago de las importaciones.
Hacia 1870, las relaciones comerciales entre Salta y Cobija habían disminuido
considerablemente, mientras que se habían fortalecido las relaciones mercantiles con el
puerto de Valparaíso.
"La vía de que se ha servido el comercio para sus relaciones con Chile ha sido
el Puerto Seco del boquete de Paipot, pues que el de Cobija de que también se
servía en años anteriores ha quedado extinguido completamente, y juzgo que
para siempre por la falta de arriería y por los fuertes gastos que es
consiguiente á esa misma escasez (...) la vía de Cobija marchaba de suyo
propio a desaparecer para esta plaza por los altos fletes que se pagaban para
el interior de Bolivia, los que a este comercio no les convenía aceptar, porque
tenía otra vía como la de Paipot, que le ofrecía mas economía en el tiempo y
en el transporte, no obstante de ser frecuentada únicamente en la estación en
que las nieves de la Cordillera lo permiten"53.
De esta manera, entre 1840 y 1870, tuvo lugar un proceso de reacomodamiento
mercantil que afectó al espacio andino y cambió las direcciones de las transacciones

50
- Biblioteca Nacional de Bolivia, Biblioteca Gabriel René Moreno: Litoral Boliviano. Proyecto para la
construcción de un camino carretero entre Cobija y el Alto de Tames en la dirección de Calama y
Caracoles, Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1871, pág. 9.
51
- Mitre, op.cit., pág. 34.
52
- Ruperto Fernández, Informe que presenta el Delegado del Gobierno en el Departamento Litoral, Sucre,
Tipografía del Progreso, 1871.
15

comerciales de Salta; el Litoral Pacífico ya no operaba como mercado alternativo del


Atlántico, sino como una opción frente al puerto de Buenos Aires.
Según los datos aportados por el Registro Estadístico de la República Argentina54,
los artículos provenientes del comercio mundial que ingresaron a la aduana de Salta en
1865, lo hicieron desde Valparaíso (véase gráfica 7); esos artículos se pagaban con plata
sellada proveniente de la venta de mulas en los mercados bolivianos55 (véase gráfica 8).
Durante tres décadas se el esquema de circulación comercial en el que se insertaron los
negocios de Salta se mantuvo relativamente “aislado” del Atlántico:

Efectos de Ultramar ganado

S
A Altiplano y
Chile L Litoral
Pacífico
T
A
metálico
metálico

Aires nuevos y viejas esperanzas:

La red mercantil que unía a Salta con la costa del Pacífico a través de San Pedro de
Atacama y Calama se mantuvo activa, para el “alto comercio”, durante más de medio siglo;
entre 1827 y 1870 atravesaban la Cordillera por Huaitiquina las tropas de ganado que se

53
- República Argentina: Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Salta , Valentín Delgadillo al
Ministro de Hacienda de la Nación, en: Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso
Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta Americana, 1873, pág. 172.
54
- República Argentina: Registro Estadístico de la República Argentina, 1865, Buenos Aires, Imprenta,
litografía y fundición de tipos a vapor de J. A. Bernheim, 1867, Tomo Segundo.
55
- En 1865, los comerciantes de Salta giraron a Valparaíso 182.640 $, de los cuales el 97 % estaba
compuesto por barras de plata (Ibídem, pág. 401).
16

dirigían a la costa peruana y boliviana y las recuas que regresaban a Salta cargadas con
artículos del mercado mundial, desde Copiapó por San Francisco y los Valles Calchaquíes
Este circuito comercial se había organizado en torno a circuitos indígenas y campesinos
que, desde tiempos prehispánicos, intercambiaban alimentos producidos a ambos lados de
la Cordillera.
Hasta la década de 1880, Salta había mantenido con Chile una balanza comercial
desfavorable resultado de la importación de mercancías de ultramar y la exportación de
moneda y metálico en pago de esas importaciones; los comerciantes salteños pagaban sus
cuentas en Valparaíso con plata acuñada y en barra procedente de su comercio de ganado
en Bolivia y Perú56; las relaciones mercantiles que habían establecido en Chile estaban
fundadas en la adquisición de artículos importados en el puerto de Valparaíso (a veces re-
embarcados a Cobija o Coquimbo) y la ubicación de algunas producciones en Copiapó57. El
desarrollo minero en el Norte Chico chileno, aunque no representó un mercado alternativo,
permitió trazar las redes que actuarían posteriormente en el Norte Grande. Recién con la
apertura del mercado en el litoral salitrero (después de 1884) para la venta de la producción
agropecuaria salteña, se inclinó la balanza comercial a favor de Salta.
Para 1870 el puerto de Rosario fue desplazando a Valparaíso en la preferencia del
comercio importador de Salta. Rosario se había convertido en el puerto del Interior de la
Argentina durante la Confederación; el desarrollo económico que había experimentado
desde entonces, así como la agilización en los medios de comunicación y en el sector de
servicios58 y la conexión con el ferrocarril hasta Córdoba lo ponderaban sobre el puerto del
Pacífico.
Los comerciantes de Salta que aún tenían sus créditos en Valparaíso estaban sujetos
a una serie de peripecias; en la medida en que el comercio dejó de dirigirse a Cobija, las
mercancías destinadas a Salta se re-embarcaban hacia Coquimbo, donde preparaban los
fardos y se cargaban en mulas y burros que tomaban por el boquete de Paipote y cruzaban
la Cordillera. El viaje duraba alrededor de un mes y se sufrían pérdidas calculadas en el 20

56
- Informe Presentado por la Junta de Comerciantes de Salta, op. cit., páginas 41 y 48. República Argentina:
Registro Estadístico de la República Argentina, op. cit., años 1864, 1865, 1866 y 1867.
57
- Desde el desarrollo de la minería en Copiapó, los comerciantes de Salta enviaba ganado, cueros y sebo
para su venta, en proporciones reducidas. - República de Chile: Estadística Comercial de la República de
Chile, Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1846.
17

por ciento del valor de las mercaderías transportadas (sobre todo en artículos de loza, cristal
y líquidos embotellados); a estos contratiempos se sumaban las nevadas cordilleranas, que
impedían toda transacción mercantil durante los meses invernales59
"Juzgo que el comercio con Chile no aumentará anualmente de una manera
sensible, tanto por que está sujeto á una estación del año, cuando las nieves de
la Cordillera lo permiten, como porque en lomo de mula no pueden conducirse
todas las clases de mercancías que se precisan, unas por su peso y volumen, y
otras por ser sumamente frágiles. Si este comercio se sostiene, tal vez sea por
la abundancia de arriería que tiene esta provincia para hacer este trayecto, y
por la de capitales que hay sobre Valparaíso, resultivo de las ventas que se
realizan allí y en el Perú de los ganados en pié que se envían de aquí." 60
En 1872 el resguardo aduanero de Calchaquíes seguía muy activo; por allí se
controlaba el ganado vacuno que los hacendados de Salta enviaban a invernadas en San
Juan y Catamarca, desde donde cruzaban a Chile. También controlaba las arrias que
llegaban desde Valparaíso con los bultos de mercaderías importadas61.
Sin embargo los efectos de la crisis internacional no tardaron en hacerse sentir; la
especulación hizo subir el valor de las letras de cambio en Valparaíso, por lo que fue
necesario remitir “pastas” (plata piña, en barra y oro) en pago de las importaciones, con el
consecuente aumento de los costos de transporte, mientras que en Buenos Aires y Rosario
las letras de cambio se conseguían 10 por ciento más baratas62. A ello se sumaban las
ventajas que ofrecía el puerto de Rosario para el comercio del Interior y la proximidad del
ferrocarril, que ya estaba llegando a Tucumán y permitía mayor seguridad en el transporte
de mercaderías que el lomo de la mula.

58
- Nidia Areces y Edgardo Ossana, “Rosario” en: Historia Testimonial Argentina, Buenos Aires, Centro
Editor de América Latina, 1984, página 13 y subsiguientes.
59
- República Argentina: Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Salta, Valentín Delgadillo, al
Ministro de Hacienda de la Nación, en: Memoria del Ministerio de Hacienda Presentada al Congreso
Nacional en 1871, Buenos Aires, Imprenta de La Unión, 1872, páginas 186 y 187.
60
- República Argentina: Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Salta, Valentín Delgadillo, al
Ministro de Hacienda de la Nación, en: Memoria del Ministerio de Hacienda Presentada al Congreso
Nacional en 1871, Buenos Aires, Imprenta Litografía y Tipos de la Sociedad Anónima, pág. 485.
61
- Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta
Americana, 1873, páginas 179 y 180.
62
- Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta
Americana, 1873, pág. 208 y Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1874,
Buenos Aires, Imprenta y Litografía de la Sociedad Anónima, 1874, pág. 485.
18

A pesar de todo, los créditos pendientes, la abundancia de la arriería local y la


facilidad de colocar en Valparaíso los retornos de las exportaciones de ganado actuó de
manera tal que, aún en 1873, el comercio de Salta seguía adquiriendo en Valparaíso una
cuarta parte del volumen total de sus importaciones63.
Al año siguiente la crisis también afectó al comercio de exportación de Salta; la
decadencia de las minas de Caracoles perjudicó las ventas de ganado vacuno y mulas; en
Perú disminuía la demanda de animales de carga debido al avance de las líneas férreas y en
Atacama, la mengua en las exportaciones de salitre conllevó a la disminución de la arriería
que ocupaba las mulas salteñas.
A consecuencia de esta situación de iliquidez, en 1875, el comercio de Salta
suspendió el pago a sus acreedores. La misma crisis monetaria en Buenos Aires produjo
una disminución del precio de las mercaderías importadas por este puerto y el de Rosario,
que concluyó en el desvío definitivo del comercio de importaciones de Salta hacia el
Litoral argentino64.
“El comercio que ha producido esas rentas, ha sido el que se ha hecho por esta
Aduana y la del Rosario; porque las transacciones que se hacian antes con Chile han
disminuido en tanto grado, que no merecen ya considerarse, y la razon es, los menores
precios que tienen las mercaderias en ese mercado que en Valparaiso; eso por una
parte, y por otra el Ferro-Carril que, aproximando tanto las distancias, los negocios
llegan con celeridad á esta plaza, lo que no sucede con Chile, que el transporte de las
mercaderías es lento por efectos de la Cordillera que no permite un fácil transito á las
recuas de mulas que conducen la carga."65
Durante las dos últimas décadas del siglo XIX el Area Andina asistió a un amplio
proceso de reorganización territorial, proceso que estuvo acompañado de grandes
transformaciones en el sistema de comunicaciones y de transportes y del desarrollo de

63
- Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta
calle Piedad, 1875, páginas 275 y 276.
64
- Memoria del Departamento de Hacienda correspondiente al año 1876 presentada al Congreso
Nacional en 1877, Buenos Aires, Sociedad Anónima de Tipografía, Litografía y Fundición de Tipos a vapor,
1877, páginas 314 y 315.
65
- Memoria del Departamento de Hacienda correspondiente al año de 1877 presentada al Honorable
Congreso Nacional en 1878, Buenos Aires, Imprenta La Tribuna, 1878, pág. 325.
19

economías de exportación66. La Guerra del Pacífico, si bien actuó como revitalizador


coyuntural de los circuitos tradicionales, terminó acelerando su desarticulación al conectar
a los centros mineros del Altiplano boliviano con el mercado mundial a través del
ferrocarril a Antofagasta67.
Con la Guerra del Pacífico (1879-1883), las regiones huaneras y salitreras que
formaban las provincias de Tarapacá (peruana) y de Atacama (boliviana) fueron ocupadas
por Chile. Desde su paso a la administración chilena, la zona salitrera experimentó un
extraordinario crecimiento demográfico debido a la migración de mano de obra hacia los
centros de explotación de salitre68 esparcidos a lo largo y lo ancho del desierto. El
incremento de la población trabajadora exigió una demanda alimenticia que no se pudo
cubrir en su totalidad desde el valle central de Chile; las oficinas salitreras requerían ganado
vacuno como alimento y burros y mulas para el acarreo y transporte69 que en Salta, desde la
expansión hacia las tierras indígenas orientales, se criaban con suficientes excedentes para
la exportación.
El avance de la frontera ganadera hacia el Chaco salteño se afianzó con la
instalación de Colonia Rivadavia en 1863, desde donde comenzó la expansión de la
ganadería vacuna hacia los territorios indígenas ubicados entre los ríos Bermejo y
Pilcomayo70. A partir de 1880 el ejército nacional emprendió campañas de ocupación
territorial, que redundaron en la apropiación de nuevas tierras y una mayor expansión de la
producción ganadera destinada al mercado trasandino.
Teniendo en cuenta sólo las cifras oficiales aportadas por los censos nacionales71,
entre 1888 y 1914 en todo el territorio de Salta, el ganado vacuno se habría incrementado el

66
- Véase: Viviana Conti, “El Norte Argentino y Atacama: producción y mercados” en: Siglo XIX Nº 14,
México, Instituto Mora – Universidad Autónoma de Nueva León, 1993.
67
- Ibídem, pág 19 y Erick Langer y Viviana Conti, “Circuitos comerciales tradicionales y cambioeconómico
en los Andes Centromeridionales”, en: Desarrollo Económico Nº 121, Vol. 31, Buenos Aires, 1991.
68
- Julio Pinto Vallejos, et al, “Peones chilenos en las tierras del salitre, 1850-1879. Historia de una
migración masiva” Manuscrito, ponencia presentada en las XIV Jornadas de Historia Económica, Córdoba,
1994
69
- Véase Viviana Conti, op. cit., pág. 25
70
- Miriam Jaime, Colonos, tierra y producción en el Chaco occidental salteño: el caso Colonia Rivadavia
(1825-1914), Tesis de Licenciatura en Historia, Universidad nacional de Salta, 1998, Manuscrito.
71
- Según Manuel Solá, en los Censos Agropecuarios Nacionales, los propietarios sólo declaraban el 50 % de
las existencias reales de ganado; las cifras de ganado aportadas por Solá para la década de 1880 difieren de las
cifras oficiales en el orden del 150 % (Manuel Solá, Memoria descriptiva de la Provincia de Salta, Buenos
Aires, Imprenta, Litografía y Encuadernación Mariano Monero,1889).
20

200 % 72; este incremento se debió tanto al aumento de la demanda del mercado chileno
como a la extensión territorial, culminando en una especialización productiva destinada al
mercado salitrero.
“Hoy día, todo el ganado que se consume en las oficinas salitreras viene de Salta, y
es arreado a través del desierto, durante doce días de viaje, debiendo soportar los
horrores del hambre y la sed.”73
En 1880, los vacunos representaban sólo el 64 % del valor de las exportaciones, en
las cuales las mulas aún tenían un peso considerable (26 %), según queda expresado en la
gráfica 9. Diez años después se había operado una especialización productiva, en la cual no
estuvieron ausentes los avances en los sistemas de comunicaciones en el Area Andina, que
fueron reemplazando a la mula por las vías del ferrocarril (véase gráfica 10).
A Salta no le resultaba rentable el envío de ganado al Litoral Atlántico, ya que se
trataba de animales criollos de poca calidad que no compensaban los gastos de transporte ni
la competencia con el ganado pampeano; mientras, en el Litoral Pacífico, a sólo quince días
de arreo, crecía la demanda de vacunos desde las oficinas salitreras de Tarapacá y
Antofagasta.
“En Salta (...) los comerciantes absorben la crianza de ganado de los distritos del
Gran Chaco, enviando sus productos en parte al sur (...) y en mayor proporción al
oeste, pasando por la cordillera hasta el desierto salitrero. A pesar de las
penalidades del viaje por la montaña, el ganado llega en condiciones de ser
aceptable para los trabajadores de la pampa del salitre y como no hay gastos de
flete, se compensa la pérdida de peso que los arreos sufren al atravesar una región
tan fatigosa.”74
Es así como el despegue de la industria del salitre creó nuevos mercados para la
producción salteña con retornos en metálico; todo el ganado que se consumía en las
salitreras ingresaba desde Salta por San Pedro de Atacama75. Los productores salteños

72
- República Argentina, Tercer Censo Nacional. Levantado el 1 de junio de 1914, Buenos Aires, Talleres
Gráficos de L. J. Rosso y Cía.,1916, Tomo VI “Ganadería”, páginas 3, 10, 11 y 33.
73
- Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina, Informe Consular Nº III, Tomo XXXIV,
Buenos Aires, Saint Hnos, 1912, pág. 534.
74
- Isaiah Bowman, Los senderos del desierto de Atacama, Santiago, Sociedad Chilena de Historia y
Geografía – Imprenta Universitaria, 1942, pág. 347.
75
- Alejandro Bertrand, Memoria sobre las cordilleras de Atacama y regiones limítrofes, Santiago, Imprenta
Nacional, 1885, pág. 270.
21

respondieron a esta demanda con la expansión de la frontera ganadera y la especialización


productiva de las tierras nuevas; según Pierre Denis, el Chaco salteño era una región
dependiente del mercado chileno76.
La gráfica 11 expresa los datos oficiales de cantidad de ganado vacuno exportado,
sólo por la aduana de la ciudad de Salta, entre 1880 y 193277. Estas cifras surgen de las
declaraciones sobre las cuales, los hacendados locales, pagaban los impuestos a la
exportación.
En momentos en que se estaba formando el mercado nacional, el sector del
comercio de importaciones de Salta vio las ventajas que éste le ofrecía. Por su lado, el
sector productivo se mantuvo dentro de los mercados andinos durante medio siglo más, a
través de la exportación de ganado vacuno hacia la costa del Pacífico (véase gráficas 11 y
12). Fue necesaria una reconversión productiva para que las producciones salteñas
encontraran ubicación en el mercado nacional. Hasta la crisis de la industria salitrera en
1930, el esquema de las vinculaciones mercantiles de Salta fue el siguiente:

Metálico
Metálico

S
Litoral A Litoral
L
Pacífico Atlántico
T
A

Ganado Efectos de Ultramar

76
- Pierre Denis, La valorización del país. La República Argentina, 1920, Buenos Aires, Ediciones Solar,
1987, pág.100.
22

Conclusiones:

Con la Independencia se rompió el viejo sistema de circuitos que, descansando en el


metálico altoperuano, había estructurado una serie de economías regionales en torno al eje
Buenos Aires – Potosí y diversas zonas del espacio rioplatense debieron orientar sus
producciones hacia otros mercados78.
Salta había lucrado con la producción de mulas (amanse, engorde, adiestramiento),
y en comercialización de cueros, suelas y pieles, sus escasos excedentes de ganado vacuno,
jabón, sebo y re- exportación de artículos del mercado mundial y productos de otras
regiones a los centros mineros del Alto y Bajo Perú, con retornos en metálico. El sector
mercantil que controlaba este tráfico, especulaba con su papel de intermediarios entre la
zona minera y el interior rioplatense, que se complementaba con los servicios de arrieraje,
conducción, arreo y cuidado de las tropas.
A lo largo del siglo XIX y después de finalizadas las guerras de la Independencia,
observamos dos momentos con grandes transformaciones espaciales; la década de 1830 fue
un período de fragmentaciones en unidades políticas y administrativas que exigieron
reacomodamientos en las vinculaciones mercantiles tradicionales. Frente a los intereses del
puerto de Buenos Aires, defendidos por la política “rosista”, los comerciantes de Salta
utilizaron diferentes estrategias para conectarse con el mercado mundial con costos de
transporte más baratos; el uso de la arriería local en su acceso a los puertos del Pacífico, fue
una opción válida frente a los costosos fletes terrestres que le imponía la vía del Atlántico.
Durante tres décadas las vinculaciones mercantiles de Salta se volcaron, mayoritariamente,
hacia el área andina, excluyendo al litoral rioplatense.
La década de 1880 fue, en especial para el área andina, un período de grandes
cambios territoriales y de transformaciones en las comunicaciones y en las economías
regionales, frente a los cuales el sector mercantil de Salta debió rever sus estrategias; el
incipiente mercado nacional le permitió una mejor conexión con el Litoral Atlántico, hacia

77
- República Argentina: Estadística del Comercio Exterior y la Navegación de la República Argentina. La
serie comienza en 1880 y, para realizar la serie, hemos desagrado los datos correspondientes a la aduana de
Salta hasta 1832
78
- Miguel Rosal, op. cit.
23

donde regresó el sector mercantil en su búsqueda de menores costos para acceder a los
artículos del mercado mundial; pero, para obtener los retornos en metálico necesarios para
saldar sus consumos, debió llevar adelante la especialización productiva y llegar a los
mercados trascordilleranos con su producción agropecuaria.
Los productores salteños siempre mantuvieron sus mercados en el Altiplano
boliviano y en el Litoral Pacífico (peruano y boliviano hasta 1880 y luego chileno). El
Litoral Pacífico había sido, a lo largo del siglo XIX y a pesar de las vicisitudes por las que
pasó la zona, un mercado en el que los productores salteños ubicaban su producción
agropecuaria; en la última década del siglo, después que la zona pasara a la administración
chilena, este mercado creció al compás del desarrollo demográfico que experimentó toda la
región salitrera y se convirtió en una opción válida frente al mercado nacional.
El sector mercantil, por su parte, fluctuó con diversas vinculaciones entre los
puertos que le ofrecían mejores alternativas según las coyunturas. Contaba con algunas
ventajas comparativas que le permitían elegir con relativa libertad: posición geográfica, un
desarrollado y barato sistema de arrieraje y el metálico que fluía hacia el comercio local,
gracias a la venta de las producciones en los mercados andinos. Gracias a ello pudo
reemplazar al puerto de Buenos Aires en la década de 1840 por los puertos del Pacífico
(Cobija y luego Valparaíso) y retornar al Litoral Atlántico cuando las condiciones fueron
favorables.
24

Gráfico 1

C o m p o s ic i ó n d e l a s E x p o r t a c i o n e s d e S a l t a e n
1 8 3 0 ( e n v a lo r e s )
9%

46%

38%

6% 1%
0%
B u rro s E q u in o s
M u la re s V acun os
C u e ro s , p ie le s y s u e la s O tro s

Gráfico 2

D e s tin o d e la s E x p o r ta c io n e s d e S a lta e n
1 8 3 0 (e x p r e s a d o e n v a lo r e s )

37%

39%

21%
1%
2%
B o liv ia B u e n o s A ir e s P erú Puna O tr o s d e s tin o s

Gráfico 1 Gráfico 2
Efectos Valores %
Asnos $ 654 1.0% Destino Valores %
Equinos $ 3503 5.5% Bolivia $ 13.115 21 %
Mulares $ 29299 46.5% Buenos Aires $ 23.721 37 %
Vacunos $ 5581 9% Perú $ 24.651 39 %
Cueros, pieles y suelas $ 23746 37.5% Puna de Jujuy $ 899 2%
Otros $ 290 0.5% Otros destinos $ 687 1%

Fuente: AHS, LH.94 y CG.1830: Pedimentos de Guías


25

Gráfico 3

Origen de las Importaciones de Efectos de Ultramar


adquiridas por Salta en 1830
(en valores)

15%
1%

2%
13%

69%

Buenos Aires Cobija Valparaíso Vía Córdoba Vía San Juan

Gráfico 3

Origen Valores %
Buenos Aires 116.043 $ 2r 69 %
Cobija 21.756 $ 13 % Fuente: AHS, LH. 94
Valparaíso 3.000 $ 2%
Córdoba- Tucumán 24.479 $ 15 %
San Juan 961 $ 1%
26

Gráfico 4

Origen de las Importaciones de Efectos de


Ultramar adquiridas por Salta en 1840
68% (expresado en valores)

20%
12% 0%

Buenos Aires Cobija Valparaíso Otros

Gráfico 5

D e s tin o d e la s E x p o r ta c io n e s y re -e x p o rta c io n e s
d e S a lta d u ra n te 1 8 4 0 (e x p re s a d o e n v a lo re s )
72%

0%
3% 10%
3% 12%
B o livia J u ju y-P u n a P erú T u cu m á n O tro s

Cuadro de Gráfico 5 Cuadro de Gráfico 4


Destinos Valores % Puertos Valores %
Bolivia $ 40.702 71.6 % Buenos Aires 21.432 $ 1 r 12.2 %
Jujuy- Puna $ 5.677 10.0 % Cobija 118.701 $ 3 r 67.7 %
Perú $ 7.068 12.4 % Valparaíso 34.378 $ 19.7 %
Tucumán $ 1.477 2.6 % Otros 724 $ 1 r 0.4 %
Otros destinos $ 1.950 3.4 %
Totales $ 56.874 100.0 %
Fuente: AHS, LH. 13 y CG. De 1840: Guías
27

Gráfico 6

O r ig e n d e la s I m p o r ta c io n e s d e E f e c to s d e U ltr a m a r
a d q u ir id a s p o r S a lta e n 1 8 5 0 (e x p r e s a d a s e n v a lo r e s )
75%

1%

1%
23%

B u e n o s A ir e s C o b ij a V a l p a r a ís o O tr o s

Puertos de Origen Valores %


Buenos Aires 59.707$ 2r 23 %
Cobija 3.404 $ 1%
Valparaíso 199.669$ 75 %
Otros 1.467$ 4r 1%

Fuente: AHS, LH. 2


28

Gráfico 7

Origen de las importaciones por la aduana de Salta en


1865 (expresado en valores)
1%

99%

Bolivia Chile

Gráfico 8

Exportaciones de Salta en 1865 (expresado en valores)


1% 3%
9%
6%

81%

Vacunos Asnales Mulares Equinos Artículos Varios

Gráfico 8

Ganado Valores %
Gráfico 7 Vacunos $ 19263 8,9
Origen Valores Asnales $ 11915 5,5
Bolivia $ 2137 Mulares $ 175968 81,2
Chile $ 218029 Equinos $ 2790 1,2
Artículos Varios $ 6639 3,2

Fuente: Registro Estadístico de la República Argentina, Buenos Aires, Imprenta Bernheim,


1867, Tomo Segundo, pág. 401
29

Gráfico 9

Exportaciones de ganado por la aduana de


Salta en 1880 (expresado en valores)
10%
0%
26%

64%

Mulares Vacunos Asnos Equinos

Gráfico 10

Exportaciones de ganado por la aduana


de Salta en 1891 (expresado en valores)

1%
0% 7%

92%

Mulares Vacunos Asnos Equinos

Gráfico 10
Gráfico 9 Ganado Valores %
Ganado Valores % Mulares 13860 7.4 %
Mulares $ 16280 26.4 % Vacunos 173780 92.0 %
Vacunos $ 39015 63.2 % Asnos 40 0.0 %
Asnos $ 221 0.4 % Equinos 1065 0.6 %
Equinos $ 6210 10.0 %

Fuente: Estadística del Comercio Exterior y la Navegación de la República Argentina,


Buenos Aires, Buenos Aires, 1881, pág,167 y 1892, páginas 168 a 171.
30

Gráficos 11

Exportaciones de vacunos por la aduana de Salta: 1880 a 1932


(expresado en cantidades)

35000
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0

Exportaciones de vacunos a Chile por la Aduana de Salta


1880 a 1932 (expresado en cantidades)

35000
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0

Años Aduana de Salta

Fuente: Gráficos elaborados en base a las series extraídas de los datos oficiales de la aduana
de Salta aportados por Estadística del Comercio Exterior y la Navegación de la República
Argentina, Buenos Aires, 1881 a 1933.
31

Gráfico 12

Exportaciones de ganado por la aduana de


Salta en 1920 (expresado en valores)
0% 7%

93%
Mulares Vacunos Asnos Equinos

Ganado Valores %
Mulares 81872 7.0 %
Vacunos 1069464 92.7 %
Asnos 670 0.1 %
Equinos 1991 0.2 %

Fuente: Estadística del Comercio Exterior y la Navegación de la República Argentina,


Buenos Aires, Buenos Aires, 1821, páginas 687 a 690.
32

Das könnte Ihnen auch gefallen