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1
- Conicet - Universidad Nacional de Jujuy. Agradezco a Nelson Manrique y Ana Teruel por los comentarios
y sugerencias hechas a versiones previas de este trabajo.
2
- Roberto Schmit, “El comercio y las finanzas públicas en los Estados provinciales”, en: Noemí Goldman,
Nueva Historia Argentina. Tomo III: Revolución, República, Confederación (1806-1862), Buenos Aires,
Editorial Sudamericana, 1998, páginas 125 a 157.
2
3
- Tomamos la provincia de Salta (unidad jurisdiccional política), desde el punto de vista económico
trabajamos con un espacio mayor, al que llamamos espacio salto- jujeño, que incluye a la jurisdicción de
Jujuy (unida política y administrativamente a Salta hasta 1834). Jujuy, durante el siglo XIX, mantuvo un alto
grado de dependencia económica de Salta (especialmente durante la primera mitad del siglo); sus
vinculaciones se realizaba a través de Salta, según se desprende del análisis de los capitales que manejaban
sus comerciantes y la inserción de sus productores en los circuitos de ganado regionales.
4
- Pudimos comprobar que, hasta 1853, duplicaba al movimiento comercial de Tucumán y cuadriplica la de
Jujuy y Catamarca.
3
1929, al poner fin a los circuitos tradicionales, planteó una seria disyuntiva en las
economías regionales5.
La cuantificación de los flujos nos permitió acceder a una visión más completa de
las relaciones mercantiles con múltiples espacios; a este fin, se presentan cuadros y
gráficas, que para la primera mitad del siglo fueron elaborados en base los Libros de
Hacienda de Salta y complementados con los Libros de Toma de Razón de Guías de cada
año; como estas fuentes finalizan en 1853, para el período posterior trabajamos con los
datos aportados por fuentes nacionales referidos al movimiento comercial de las provincias.
Finalmente, debemos recordar que en la relaciones comerciales trascordilleranas es
necesario distinguir dos niveles mercantiles diferentes y muchas veces coexistentes: el
comercio indígena y campesino, que se remonta a tiempos prehispánicos y subsiste hasta la
actualidad y el comercio que involucraba a los sectores mercantil y hacendado. Este último,
que se caracteriza por el manejo de grandes capitales, es el objeto de este trabajo.
5
- En este sentido, la provincia de Salta (y por ende la de Jujuy), estaría comprendida dentro de aquellas
provincias que Samuel Amaral describe como provincias “cuya mezquina dotación de recursos y capital
humano las limitaba a producir unos pocos bienes, que para llegar al mercado debían agregar el costo de un
transporte primitivo, cuyas condiciones no acabarían hasta la introducción del ferrocarril, ya entrada la
segunda mitad del siglo XIX” (Samuel Amaral, “Del mercantilismo a la libertad. Las consecuencias
4
Plata que la surtían de alimentos y manufacturas para el consumo y la re- venta; además, se
caracterizaba por ser, dentro del Interior rioplatense, una zona con alto grado de consumo y
nivel de redistribución6.
Hacia fines del siglo XVIII y primera década del siglo XIX, las mulas constituían la
exportación más importante de la región7. Junto con las mulas, partía desde Salta ganado
vacuno y equino criados y engordados en la campaña, sus excedentes productivos (suelas,
cueros, jabón, sebo) y la re- exportación de efectos de Castilla y de producciones regionales
adquiridas por los comerciantes salteños y vueltas a vender en el altiplano y valles
adyacentes: vinos y aguardientes producidos en San Juan, La Rioja y Catamarca, azúcares y
derivados (alfeñiques, chancacas, tabletas, aguardiente de caña) elaborados en las haciendas
de los valles cálidos de Jujuy, pellones, riendas, caronas, botas manufacturados en
Tucumán, yerba mate del Paraguay arribada desde Buenos Aires, grana, ponchos y
frazaditas llegados desde Santiago del Estero.
Desde el Altiplano, los comerciantes de Salta retornaban con el metálico necesario
para las transacciones comerciales; además traían coca de las yungas paceñas, cacao de
Guayaquil y tocuyos cochabambinos que revendían en otras provincias y en Buenos Aires.
Sus relaciones comerciales con el Litoral Atlántico se basaba en esporádicos envíos de lana
de vicuña, cueros y suelas y en la compra de los Efectos de Castilla y algunos efectos
americanos, como yerba del Paraguay o azúcar del Brasil, que pagaban con la moneda
altoperuana. El comercio con el Litoral Pacífico incluía la venta de ganado en Atacama y
bueyes en Chile, de donde traían azúcar peruana, cacao de Guayaquil, añil de Guatemala y
cobre chileno8; las relaciones mercantiles con la costa del pacífico estaban lejos de
equiparar a los negocios con el Altiplano y el Litoral Atlántico; para Sara Mata, quien ha
estudiado este período de la historia de Salta, a principios del siglo XIX “...Chile opera
económicas de la independencia argentina”, en: Leandro Prados de la Escosura y Samuel Amaral (eds.), La
independencia americana: consecuencias económicas, Madrid, Alianza, 1993, pág. 210).
6
- Véase: Silvia Palomeque, “La circulación mercantil en las provincias del Interior, 1800-1810”, en:
Anuario del Instituto de Estudios Histórico-Sociales Nº 4, Tandil, Universidad Nacional del Centro de la
Provincia de Buenos Aires, 1989, páginas 131 a 210.
7
- El comercio de mulas de Salta durante los últimos años de la Colonia fue estudiado por Nicolás Sánchez
Albornoz, “La saca de mulas de Salta al Perú, 1778-1808”, en: Anuario Nº 8, Universidad Nacional de
Rosario, 1969. Véase también Sara E. Mata de López, “Comercio regional. Salta a comienzos del siglo XIX”
en: Andes Nº 4, Salta, CEPIHA, Universidad Nacional de Salta, 1991, páginas 143 a 168 y Silvia Palomeque,
op. cit.
8
- Silvia Palomeque, op. cit. y Sara Mata, op. cit.
5
como mercado alternativo, que a través de los puertos del Pacífico canalizaría los retornos a
Europa”9
El siguiente esquema sintetiza a grandes rasgos las direcciones de las transacciones
mercantiles de mayor envergadura del comercio salteño durante los últimos años de la
Colonia:
B A A
Plata - Cueros
U I Mulas y Efectos varios L
E R T
N E S I
O S Efectos de Ultramar
A P
S L L
T Plata en barra y moneda A
N
A O
9
- Sara Mata, op. cit., pág. 153.
10
- Viviana Conti, Espacios económicos y economías regionales: El caso del Norte argentino y su inserción
en el Area Andina en el siglo XIX”, en: Revista de Historia Nº 3, Neuquén, Departamento de Historia,
Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue, 1992, pág. 30.
11
- Informe de Síndico del Cabildo de Jujuy acerca del conocimiento de individuos que hacían acopio de
ganado vacuno para enviarlo al Perú, desconociendo las necesidades que la vanguardia realista, situada en las
ciudades de Salta y Jujuy, tenía de todos los alimentos existentes en la zona (Archivo Histórico Provincial de
6
Jujuy (AHPJ), Sección Ricardo Rojas (ARR), Caja II, Libro II, folios 18 y 19). Oficio del general en jefe
Brigadier José Rondeau, autorizando la apertura del comercio con el Perú, dado en Potosí el 11 de mayo de
1815 (AHPJ, ARR, Caja II, Libro II, folios 73 y 74).
12
- Joseph Pentland, Informe sobre Bolivia, 1826, Potosí, Reimpresión de La Casa de la Moneda, 1975,
páginas 75 a 97.
13
- Un Decreto de Simón Bolívar de diciembre de 1825 habilitó el puerto para el comercio internacional; sin
embargo comenzó a funcionar como puerto de Bolivia en 1827 (William Lofstrom, Cobija y el Litoral
Boliviano, La Paz, Quipus, 1991, pág.29).
14
- Fernando Cajías, La Provincia de Atacama. 1825-1842, La Paz, 1975, páginas 94 a 96.
15
- Ibídem., pág.100.
7
16
- Rudolfo Plilippi, Viaje al desierto de Atacama hecho de orden del gobierno de Chile en el verano de
1853-54, Halle en Sajonia, Librería de Eduardo Anton, 1860, pág. 55.
17
- Cajías, op.cit., páginas 236 y 266
18
- Ibídem., pág. 101.
19
- Ibídem., páginas 279 y subsiguientes.
20
- Descripción de William Ruschenberger, en Lofstrom, op.cit., página 53.
21
- Cajías, op.cit., pág. 236. Desde 1827 los minerales extraídos de Bolivia se exportaban por Cobija (Archivo
Nacional de Bolivia (ANB), Tribunal Nacional de Cuentas (TNC) 2298, 7449 y 5333).
22
- Todo el año de 1835 fue de inestabilidad comercial en el puerto; mucho antes de que las tropas de
Salaverry incendiaran el puerto, los comerciantes había enviado sus mercancías a Valparaíso por temor al
bloqueo (Cajías, op.cit., páginas 241 y 254).
8
mercados del Norte (Bolivia, Perú y la Puna de Jujuy) el 62 % del valor de sus
exportaciones, constituido por ganado en pie, mientras que el 37 % formado por cueros,
pieles y suelas, los enviaba a Buenos Aires23.
Cabe acotar que, mientras para el sector exportador de Salta, Buenos Aires era un
buen mercado para la ubicación de sus cueros y suelas, en Buenos Aires los cueros llegados
desde Salta eran considerados de inferior calidad y no llegaban a representar el 1.5 % del
flujo total de cueros hacia el puerto24; no obstante, la exportación de cueros permitía a los
comerciantes salteños mantener sus créditos en Buenos Aires, donde continuaban
comprando la mayoría de las mercancías de ultramar. En la gráfica 3 se pude observar que
en 1830, los comerciantes de Salta adquirían en el puerto de Buenos Aires el 84 % del valor
de sus importaciones de Efectos de Ultramar, manteniendo aún, las vinculaciones
tradicionales heredadas de las décadas anteriores; para entonces, sólo el 16 % de la
importaciones que ingresaba a Salta provenían de puertos del Pacífico.
La guerra con el mariscal Santa Cruz (1837 a 1839), convirtió a la Puna y sus valles
orientales nuevamente en el escenario militar con la presencia de tropas tucumanas y
bolivianas25 e impidió que comerciantes, arrieros y productores surcaran los caminos. Hubo
que esperar hasta la finalización del conflicto bélico entre la Confederación Argentina y la
Confederación Peruano-boliviana, para que el comercio de importación de Salta pudiera
dirigirse masivamente hacia los puertos del Pacífico.
Es así como, desde la ruptura del orden colonial hasta la década de 1830, la región
norte de la Argentina asistió a un proceso de reacomodamiento espacial sobre las bases de
las vinculaciones mercantiles tradicionales; este proceso estuvo acompañado por la
restructuración política que afectó a todo el espacio andino y definió nuevas jurisdicciones
administrativas (provincias y países) que en las décadas siguientes jugarían distintos roles
en las vinculaciones comerciales regionales.
23
- El rubro “otros”, que representa el 0.5 % restante, lo formaban la exportación de jabón, almidón, arroz y
quesos.
24
- Miguel Rosal, “El Interior frente a Buenos Aires. Flujos comerciales e integración económica, 1831-
1850”, en: Cuadernos del Instituto Ravignani Nº 9: Miguel Rosal y Roberto Schmit, Comercio, mercados e
integración económica en la Argentina del siglo XIX, Instituto de Historia Argentina y Americana Dr.
Emilio Ravignani, Facultad de Filosofía y Letras – Universidad de Buenos Aires, 1995.
25
- Clemente Basile, Una guerra poco conocida, Reimpresión de la Universidad Nacional de Jujuy, 1993,
Tomo I.
9
Valparaíso, sin embargo los costos de transporte benefician a los segundos con
respecto del primero”28
A las diferencias en tiempo y distancias deben agregarse otras ventajas referidas a
aranceles y peajes: el puerto de La Mar en la bahía de Cobija fue declarado “puerto franco
y libre de todo derecho nacional” en 182929; además, mientras que el viaje desde Buenos
Aires a Salta significaba pagar derechos de tránsito por cada aduana provincial por la que
pasaban, en Cobija los comerciantes argentinos podían internan sus mercancías sin pagar
ningún derecho30.
Otra ventaja comparativa derivaba de la ubicación de las producciones salteñas en
los mercados andinos, que afianzaba las relaciones mercantiles de los sectores productivos
26
- José M. Dalence, Bosquejo estadístico de Bolivia, La Paz, Editorial Universitaria, 1975, páginas 258 a
264. Véase: Antonio Mitre, Los patriarcas de la plata. Estructura socioeconómica de la minería boliviana
en el siglo XIX, Lima, Instituto de Estudios Peruanos, 1981.
27
- ANB, TNC. 6730: Manual Principal de la Aduana Nacional de Potosí, 1842. Véase: José M. Dalence, op.
Cit., pág.272.
28
- “Informe Presentado por la Junta General de Comerciantes de Salta al Exmo. Gobernador, 4 de junio de
1852”, en: Enrique M. Barba, “El comercio de Salta a mediados del siglo XIX”, Trabajos y Comunicaciones
Nº 7, Universidad Nacional de La Plata, 1958 , pág. 48.
29
- Ratificado por la Ley del 12 de octubre de 1832 (Fernando Cajías, La Provincia de Atacama, 1825 –
1842, La Paz, 1975., páginas 236 y 237).
30
- Un Decreto del gobierno de Bolivia del año 1840 dispuso que los efectos ingresados por el puerto de
Lamar con destino hacia la Argentina no pagasen ningún derecho de tránsito (Fernando Cajías, op. cit., pág.
267).
10
31
- Archivo Histórico de Salta (AHS), Libros de Hacienda (LH) Nº 13, 95, 10, 8, 174 y 2. Carpetas de
Gobierno (CG) de la década: pedimentos de guías.
32
- Durante la década de 1840 casi todas las provincias del Noroeste debieron sancionar una legislación
impositiva que favoreciera al puerto de Buenos Aires respecto de los puertos del Pacífico: Jujuy lo hizo en
1842, aumentando la alcabala del 4% al 20%; Santiago del Estero en 1843 y Tucumán en 1848 (Registro
Oficial de Jujuy, Tomo I, pág. 154: Decreto del 1 de enero de 1842; Revista del Archivo Histórico de
Santiago del Estero, Tomo 11 Nº 20, 1929: Decreto del 7 de octubre de 1843; Alfredo Bousquet, Estudio
sobre el sistema rentístico de la Provincia de Tucumán de 1820 a 1873, páginas 11 y 12: Ley del 22 de
enero de 1848). En Salta, el decreto de aumento de alcabala para las mercancías ingresadas por puertos del
Pacífico, se aplicó recién en 1851; esta situación, unida a la situación geográfica y al desarrollo de la arriería
que unía Salta con Calama, fue otra ventaja comparativa que supo utilizar el comercio salteño en su papel de
intermediario regional.
33
- Dalence, op. cit., pág.272 y Lofstrom, op. cit., pág. 75.
34
- El término “monopolio” es usado por Dalence (en 1846) al referirse al comercio exterior de Bolivia
(Dalence, op. cit., pág.279)
11
los mercaderes europeos (en especial británicos) establecidos en el puerto chileno, a través
de un activo comercio de cabotaje35.
Fruto de esta situación, algunos comerciantes salteños y jujeños comenzaron a
establecer sus créditos directamente en Valparaíso (véase gráfica 4); las persecuciones
políticas de la época, también contribuyeron a que ciertos emigrados se estableciesen en el
puerto chileno y desde allí rearmasen sus redes mercantiles con el norte argentino36.
Sin embargo, la mayoría introducían sus mercancías por Cobija y saldaban sus
cuentas en Valparaíso, gracias al desarrollo de un sistema de transportes que permitía el
arribo periódico de buques de cabotaje y el traslado de las mercaderías a Calama. Este oasis
en el desierto de Atacama, se transformó en el nudo articulador del tráfico mercantil entre
la costa del Pacífico y el interior trascordillerano. En Calama, se organizó una práctica en el
empaque y acondicionamiento de las mercancías que cruzarían la Cordillera, en mulas o
asnos, hacia Potosí o hacia Salta, gracias al incremento y especialización de la arriería de la
zona37.
Bolivia continuaba siendo el mercado por excelencia para la ubicación de las
producciones salteñas, tanto el Litoral (Atacama) como el Altiplano38. La reactivación de la
minería de la plata incrementó el tráfico mercantil y la demanda de ganado vacuno y mular
desde los centros mineros; con este comercio se obtenían retornos en metálico
imprescindibles para el movimiento económico regional39. Tener sus créditos en Cobija les
brindaba, a los comerciantes de Salta, la oportunidad de saldar sus deudas con los retornos
obtenidos por las ventas de ganado, en moneda boliviana. Como puede leerse en gráfica 5,
en 1840 el 80 % del valor de los flujos comerciales que salían de Salta se dirigían hacia los
mercados andinos.
35
- Véase: Eduardo Cavieres, Comercio chileno y comerciantes ingleses.1820-1880. Santiago, Editorial
Universitaria, 1999 (segunda edición), páginas 75 y subsiguientes. Las cifras obtenidas por Cavieres del
Foreing Office, muestran un gran crecimiento en las exportaciones inglesas a Chile a partir de los años 1839 y
1840 (pág.79).
36
- Véase: Viviana Conti, “Comerciantes del norte argentino (siglo XIX)”, Latin American Studies
Association XXII International Congress, Miami, March 16-18, 2000, Panel Merchants and Internal Trade
in Latin American History: Domestic Merchants (en prensa).
37
- Véase: Viviana Conti, “Los comerciantes de Salta en los puertos del Pacífico (1840-1870)”en: Revista de
Estudios Trasandinos Nº4, Santiago de Chile, 2000.
38
- AHS, Carpetas de Gobierno: Pedimentos de Guías.
39
- Véase Viviana Conti, “Un periferia del espacio mercantil andino: el Norte argentino en el siglo XIX”, en:
Avances en Investigación: Antropología e Historia, Salta, Universidad Nacional de Salta, 1989.
12
40
- El caso del comercio de importaciones en Tucumán es analizado por Esteban Nicolini, “Circuitos
comerciales en Tucumán entre 1825 y 1852. Tensión entre el mercado del Pacífico y el del Atlántico”, en
Data Nº 2, La Paz, INDEAA, 1992, páginas 63 a 95.
41
- Informe Presentado por la Junta General de Comerciantes de Salta al Emo.Sr. Gobernador, 4 de junio de
1852, en: Enrique M. Barba, “El comercio de Salta a mediados del siglo XIX”, en: Trabajos y
Comunicaciones Nº 7, Universidad Nacional de La Plata, 1958 , páginas 41 y 48.
13
42
- Carmen Cariola y Osvaldo Sunkel, Un siglo de historia económica de Chile, 1830-1930, Santiago,
Editorial Universitaria, 1991, páginas 31 y 32.
43
- República Argentina: Memoria presentada por el Ministro de Estado en el Departamento de Hacienda al
Congreso Nacional de 1871, Buenos Aires, Imprenta Americana, 1871, páginas 75 y 76.
44
- Biblioteca Nacional de Bolivia, Biblioteca Gabriel René Moreno: Litoral Boliviano. Proyecto para la
construcción de un camino carretero entre Cobija y el Alto de Tames en la dirección de Calama y
Caracoles, Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1871, pág. 9.
45
- Moneda adulterada, cuyo valor real es inferior al nominal. Véase Julio Benavidez, Historia de la moneda
en Bolivia, La Paz, Ediciones Puerta del Sol, 1972, página 37 y subsiguientes.
46
- Antonio Mitre, El monedero de los Andes. Región económica y moneda boliviana en el siglo XIX, La
Paz, Hisbol, 1986, pág. 34.
47
- Ibídem.
48
- Mariano Barrenechea calculaba la evasión en 30.000 marcos anuales y el periódico “El Minero” en 50.000
(Mariano Barrenechea, Dos proyectos de lei que somete á la deliberación de las Cámaras Legislativas en
Bolivia, Potosí, Imprenta Pública de Castillo, 1857).
49
- Mitre, op. cit.
14
50
- Biblioteca Nacional de Bolivia, Biblioteca Gabriel René Moreno: Litoral Boliviano. Proyecto para la
construcción de un camino carretero entre Cobija y el Alto de Tames en la dirección de Calama y
Caracoles, Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1871, pág. 9.
51
- Mitre, op.cit., pág. 34.
52
- Ruperto Fernández, Informe que presenta el Delegado del Gobierno en el Departamento Litoral, Sucre,
Tipografía del Progreso, 1871.
15
S
A Altiplano y
Chile L Litoral
Pacífico
T
A
metálico
metálico
La red mercantil que unía a Salta con la costa del Pacífico a través de San Pedro de
Atacama y Calama se mantuvo activa, para el “alto comercio”, durante más de medio siglo;
entre 1827 y 1870 atravesaban la Cordillera por Huaitiquina las tropas de ganado que se
53
- República Argentina: Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Salta , Valentín Delgadillo al
Ministro de Hacienda de la Nación, en: Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso
Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta Americana, 1873, pág. 172.
54
- República Argentina: Registro Estadístico de la República Argentina, 1865, Buenos Aires, Imprenta,
litografía y fundición de tipos a vapor de J. A. Bernheim, 1867, Tomo Segundo.
55
- En 1865, los comerciantes de Salta giraron a Valparaíso 182.640 $, de los cuales el 97 % estaba
compuesto por barras de plata (Ibídem, pág. 401).
16
dirigían a la costa peruana y boliviana y las recuas que regresaban a Salta cargadas con
artículos del mercado mundial, desde Copiapó por San Francisco y los Valles Calchaquíes
Este circuito comercial se había organizado en torno a circuitos indígenas y campesinos
que, desde tiempos prehispánicos, intercambiaban alimentos producidos a ambos lados de
la Cordillera.
Hasta la década de 1880, Salta había mantenido con Chile una balanza comercial
desfavorable resultado de la importación de mercancías de ultramar y la exportación de
moneda y metálico en pago de esas importaciones; los comerciantes salteños pagaban sus
cuentas en Valparaíso con plata acuñada y en barra procedente de su comercio de ganado
en Bolivia y Perú56; las relaciones mercantiles que habían establecido en Chile estaban
fundadas en la adquisición de artículos importados en el puerto de Valparaíso (a veces re-
embarcados a Cobija o Coquimbo) y la ubicación de algunas producciones en Copiapó57. El
desarrollo minero en el Norte Chico chileno, aunque no representó un mercado alternativo,
permitió trazar las redes que actuarían posteriormente en el Norte Grande. Recién con la
apertura del mercado en el litoral salitrero (después de 1884) para la venta de la producción
agropecuaria salteña, se inclinó la balanza comercial a favor de Salta.
Para 1870 el puerto de Rosario fue desplazando a Valparaíso en la preferencia del
comercio importador de Salta. Rosario se había convertido en el puerto del Interior de la
Argentina durante la Confederación; el desarrollo económico que había experimentado
desde entonces, así como la agilización en los medios de comunicación y en el sector de
servicios58 y la conexión con el ferrocarril hasta Córdoba lo ponderaban sobre el puerto del
Pacífico.
Los comerciantes de Salta que aún tenían sus créditos en Valparaíso estaban sujetos
a una serie de peripecias; en la medida en que el comercio dejó de dirigirse a Cobija, las
mercancías destinadas a Salta se re-embarcaban hacia Coquimbo, donde preparaban los
fardos y se cargaban en mulas y burros que tomaban por el boquete de Paipote y cruzaban
la Cordillera. El viaje duraba alrededor de un mes y se sufrían pérdidas calculadas en el 20
56
- Informe Presentado por la Junta de Comerciantes de Salta, op. cit., páginas 41 y 48. República Argentina:
Registro Estadístico de la República Argentina, op. cit., años 1864, 1865, 1866 y 1867.
57
- Desde el desarrollo de la minería en Copiapó, los comerciantes de Salta enviaba ganado, cueros y sebo
para su venta, en proporciones reducidas. - República de Chile: Estadística Comercial de la República de
Chile, Valparaíso, Imprenta del Mercurio, 1846.
17
por ciento del valor de las mercaderías transportadas (sobre todo en artículos de loza, cristal
y líquidos embotellados); a estos contratiempos se sumaban las nevadas cordilleranas, que
impedían toda transacción mercantil durante los meses invernales59
"Juzgo que el comercio con Chile no aumentará anualmente de una manera
sensible, tanto por que está sujeto á una estación del año, cuando las nieves de
la Cordillera lo permiten, como porque en lomo de mula no pueden conducirse
todas las clases de mercancías que se precisan, unas por su peso y volumen, y
otras por ser sumamente frágiles. Si este comercio se sostiene, tal vez sea por
la abundancia de arriería que tiene esta provincia para hacer este trayecto, y
por la de capitales que hay sobre Valparaíso, resultivo de las ventas que se
realizan allí y en el Perú de los ganados en pié que se envían de aquí." 60
En 1872 el resguardo aduanero de Calchaquíes seguía muy activo; por allí se
controlaba el ganado vacuno que los hacendados de Salta enviaban a invernadas en San
Juan y Catamarca, desde donde cruzaban a Chile. También controlaba las arrias que
llegaban desde Valparaíso con los bultos de mercaderías importadas61.
Sin embargo los efectos de la crisis internacional no tardaron en hacerse sentir; la
especulación hizo subir el valor de las letras de cambio en Valparaíso, por lo que fue
necesario remitir “pastas” (plata piña, en barra y oro) en pago de las importaciones, con el
consecuente aumento de los costos de transporte, mientras que en Buenos Aires y Rosario
las letras de cambio se conseguían 10 por ciento más baratas62. A ello se sumaban las
ventajas que ofrecía el puerto de Rosario para el comercio del Interior y la proximidad del
ferrocarril, que ya estaba llegando a Tucumán y permitía mayor seguridad en el transporte
de mercaderías que el lomo de la mula.
58
- Nidia Areces y Edgardo Ossana, “Rosario” en: Historia Testimonial Argentina, Buenos Aires, Centro
Editor de América Latina, 1984, página 13 y subsiguientes.
59
- República Argentina: Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Salta, Valentín Delgadillo, al
Ministro de Hacienda de la Nación, en: Memoria del Ministerio de Hacienda Presentada al Congreso
Nacional en 1871, Buenos Aires, Imprenta de La Unión, 1872, páginas 186 y 187.
60
- República Argentina: Informe del Administrador de Rentas Nacionales de Salta, Valentín Delgadillo, al
Ministro de Hacienda de la Nación, en: Memoria del Ministerio de Hacienda Presentada al Congreso
Nacional en 1871, Buenos Aires, Imprenta Litografía y Tipos de la Sociedad Anónima, pág. 485.
61
- Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta
Americana, 1873, páginas 179 y 180.
62
- Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta
Americana, 1873, pág. 208 y Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1874,
Buenos Aires, Imprenta y Litografía de la Sociedad Anónima, 1874, pág. 485.
18
63
- Memoria del Ministro de Hacienda presentada al Congreso Nacional en 1873, Buenos Aires, Imprenta
calle Piedad, 1875, páginas 275 y 276.
64
- Memoria del Departamento de Hacienda correspondiente al año 1876 presentada al Congreso
Nacional en 1877, Buenos Aires, Sociedad Anónima de Tipografía, Litografía y Fundición de Tipos a vapor,
1877, páginas 314 y 315.
65
- Memoria del Departamento de Hacienda correspondiente al año de 1877 presentada al Honorable
Congreso Nacional en 1878, Buenos Aires, Imprenta La Tribuna, 1878, pág. 325.
19
66
- Véase: Viviana Conti, “El Norte Argentino y Atacama: producción y mercados” en: Siglo XIX Nº 14,
México, Instituto Mora – Universidad Autónoma de Nueva León, 1993.
67
- Ibídem, pág 19 y Erick Langer y Viviana Conti, “Circuitos comerciales tradicionales y cambioeconómico
en los Andes Centromeridionales”, en: Desarrollo Económico Nº 121, Vol. 31, Buenos Aires, 1991.
68
- Julio Pinto Vallejos, et al, “Peones chilenos en las tierras del salitre, 1850-1879. Historia de una
migración masiva” Manuscrito, ponencia presentada en las XIV Jornadas de Historia Económica, Córdoba,
1994
69
- Véase Viviana Conti, op. cit., pág. 25
70
- Miriam Jaime, Colonos, tierra y producción en el Chaco occidental salteño: el caso Colonia Rivadavia
(1825-1914), Tesis de Licenciatura en Historia, Universidad nacional de Salta, 1998, Manuscrito.
71
- Según Manuel Solá, en los Censos Agropecuarios Nacionales, los propietarios sólo declaraban el 50 % de
las existencias reales de ganado; las cifras de ganado aportadas por Solá para la década de 1880 difieren de las
cifras oficiales en el orden del 150 % (Manuel Solá, Memoria descriptiva de la Provincia de Salta, Buenos
Aires, Imprenta, Litografía y Encuadernación Mariano Monero,1889).
20
200 % 72; este incremento se debió tanto al aumento de la demanda del mercado chileno
como a la extensión territorial, culminando en una especialización productiva destinada al
mercado salitrero.
“Hoy día, todo el ganado que se consume en las oficinas salitreras viene de Salta, y
es arreado a través del desierto, durante doce días de viaje, debiendo soportar los
horrores del hambre y la sed.”73
En 1880, los vacunos representaban sólo el 64 % del valor de las exportaciones, en
las cuales las mulas aún tenían un peso considerable (26 %), según queda expresado en la
gráfica 9. Diez años después se había operado una especialización productiva, en la cual no
estuvieron ausentes los avances en los sistemas de comunicaciones en el Area Andina, que
fueron reemplazando a la mula por las vías del ferrocarril (véase gráfica 10).
A Salta no le resultaba rentable el envío de ganado al Litoral Atlántico, ya que se
trataba de animales criollos de poca calidad que no compensaban los gastos de transporte ni
la competencia con el ganado pampeano; mientras, en el Litoral Pacífico, a sólo quince días
de arreo, crecía la demanda de vacunos desde las oficinas salitreras de Tarapacá y
Antofagasta.
“En Salta (...) los comerciantes absorben la crianza de ganado de los distritos del
Gran Chaco, enviando sus productos en parte al sur (...) y en mayor proporción al
oeste, pasando por la cordillera hasta el desierto salitrero. A pesar de las
penalidades del viaje por la montaña, el ganado llega en condiciones de ser
aceptable para los trabajadores de la pampa del salitre y como no hay gastos de
flete, se compensa la pérdida de peso que los arreos sufren al atravesar una región
tan fatigosa.”74
Es así como el despegue de la industria del salitre creó nuevos mercados para la
producción salteña con retornos en metálico; todo el ganado que se consumía en las
salitreras ingresaba desde Salta por San Pedro de Atacama75. Los productores salteños
72
- República Argentina, Tercer Censo Nacional. Levantado el 1 de junio de 1914, Buenos Aires, Talleres
Gráficos de L. J. Rosso y Cía.,1916, Tomo VI “Ganadería”, páginas 3, 10, 11 y 33.
73
- Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Argentina, Informe Consular Nº III, Tomo XXXIV,
Buenos Aires, Saint Hnos, 1912, pág. 534.
74
- Isaiah Bowman, Los senderos del desierto de Atacama, Santiago, Sociedad Chilena de Historia y
Geografía – Imprenta Universitaria, 1942, pág. 347.
75
- Alejandro Bertrand, Memoria sobre las cordilleras de Atacama y regiones limítrofes, Santiago, Imprenta
Nacional, 1885, pág. 270.
21
Metálico
Metálico
S
Litoral A Litoral
L
Pacífico Atlántico
T
A
76
- Pierre Denis, La valorización del país. La República Argentina, 1920, Buenos Aires, Ediciones Solar,
1987, pág.100.
22
Conclusiones:
77
- República Argentina: Estadística del Comercio Exterior y la Navegación de la República Argentina. La
serie comienza en 1880 y, para realizar la serie, hemos desagrado los datos correspondientes a la aduana de
Salta hasta 1832
78
- Miguel Rosal, op. cit.
23
donde regresó el sector mercantil en su búsqueda de menores costos para acceder a los
artículos del mercado mundial; pero, para obtener los retornos en metálico necesarios para
saldar sus consumos, debió llevar adelante la especialización productiva y llegar a los
mercados trascordilleranos con su producción agropecuaria.
Los productores salteños siempre mantuvieron sus mercados en el Altiplano
boliviano y en el Litoral Pacífico (peruano y boliviano hasta 1880 y luego chileno). El
Litoral Pacífico había sido, a lo largo del siglo XIX y a pesar de las vicisitudes por las que
pasó la zona, un mercado en el que los productores salteños ubicaban su producción
agropecuaria; en la última década del siglo, después que la zona pasara a la administración
chilena, este mercado creció al compás del desarrollo demográfico que experimentó toda la
región salitrera y se convirtió en una opción válida frente al mercado nacional.
El sector mercantil, por su parte, fluctuó con diversas vinculaciones entre los
puertos que le ofrecían mejores alternativas según las coyunturas. Contaba con algunas
ventajas comparativas que le permitían elegir con relativa libertad: posición geográfica, un
desarrollado y barato sistema de arrieraje y el metálico que fluía hacia el comercio local,
gracias a la venta de las producciones en los mercados andinos. Gracias a ello pudo
reemplazar al puerto de Buenos Aires en la década de 1840 por los puertos del Pacífico
(Cobija y luego Valparaíso) y retornar al Litoral Atlántico cuando las condiciones fueron
favorables.
24
Gráfico 1
C o m p o s ic i ó n d e l a s E x p o r t a c i o n e s d e S a l t a e n
1 8 3 0 ( e n v a lo r e s )
9%
46%
38%
6% 1%
0%
B u rro s E q u in o s
M u la re s V acun os
C u e ro s , p ie le s y s u e la s O tro s
Gráfico 2
D e s tin o d e la s E x p o r ta c io n e s d e S a lta e n
1 8 3 0 (e x p r e s a d o e n v a lo r e s )
37%
39%
21%
1%
2%
B o liv ia B u e n o s A ir e s P erú Puna O tr o s d e s tin o s
Gráfico 1 Gráfico 2
Efectos Valores %
Asnos $ 654 1.0% Destino Valores %
Equinos $ 3503 5.5% Bolivia $ 13.115 21 %
Mulares $ 29299 46.5% Buenos Aires $ 23.721 37 %
Vacunos $ 5581 9% Perú $ 24.651 39 %
Cueros, pieles y suelas $ 23746 37.5% Puna de Jujuy $ 899 2%
Otros $ 290 0.5% Otros destinos $ 687 1%
Gráfico 3
15%
1%
2%
13%
69%
Gráfico 3
Origen Valores %
Buenos Aires 116.043 $ 2r 69 %
Cobija 21.756 $ 13 % Fuente: AHS, LH. 94
Valparaíso 3.000 $ 2%
Córdoba- Tucumán 24.479 $ 15 %
San Juan 961 $ 1%
26
Gráfico 4
20%
12% 0%
Gráfico 5
D e s tin o d e la s E x p o r ta c io n e s y re -e x p o rta c io n e s
d e S a lta d u ra n te 1 8 4 0 (e x p re s a d o e n v a lo re s )
72%
0%
3% 10%
3% 12%
B o livia J u ju y-P u n a P erú T u cu m á n O tro s
Gráfico 6
O r ig e n d e la s I m p o r ta c io n e s d e E f e c to s d e U ltr a m a r
a d q u ir id a s p o r S a lta e n 1 8 5 0 (e x p r e s a d a s e n v a lo r e s )
75%
1%
1%
23%
B u e n o s A ir e s C o b ij a V a l p a r a ís o O tr o s
Gráfico 7
99%
Bolivia Chile
Gráfico 8
81%
Gráfico 8
Ganado Valores %
Gráfico 7 Vacunos $ 19263 8,9
Origen Valores Asnales $ 11915 5,5
Bolivia $ 2137 Mulares $ 175968 81,2
Chile $ 218029 Equinos $ 2790 1,2
Artículos Varios $ 6639 3,2
Gráfico 9
64%
Gráfico 10
1%
0% 7%
92%
Gráfico 10
Gráfico 9 Ganado Valores %
Ganado Valores % Mulares 13860 7.4 %
Mulares $ 16280 26.4 % Vacunos 173780 92.0 %
Vacunos $ 39015 63.2 % Asnos 40 0.0 %
Asnos $ 221 0.4 % Equinos 1065 0.6 %
Equinos $ 6210 10.0 %
Gráficos 11
35000
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0
35000
30000
25000
20000
15000
10000
5000
0
Fuente: Gráficos elaborados en base a las series extraídas de los datos oficiales de la aduana
de Salta aportados por Estadística del Comercio Exterior y la Navegación de la República
Argentina, Buenos Aires, 1881 a 1933.
31
Gráfico 12
93%
Mulares Vacunos Asnos Equinos
Ganado Valores %
Mulares 81872 7.0 %
Vacunos 1069464 92.7 %
Asnos 670 0.1 %
Equinos 1991 0.2 %