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lodos. La arcilla puede ser añadida intencionalmente, o puede entrar en el lodo como
contaminante importante mediante la dispersión de los sólidos de perforación. En cualquier
caso, la arcilla se convierte en una parte activa del sistema.Es necesario entender la química
básica de las arcillas para controlar correctamente los lodos base agua. La química de las arcillas
también es importante en lo que se refiere a las interacciones entre los lodos base agua y las
lutitas que afectan la estabilidad del pozo.
Arcilla es un término amplio que se usa comúnmente para describir los sedimentos, suelos o rocas
compuestos de partículas minerales y materia orgánica de granos extremadamente finos. Un buen
ejemplo son las arcillas (a veces llamadas arcillas tipo “gumbo” [arcillas plásticas])
encontradas en los jardines o a lo largo de las riberas. Estas arcillas son frecuentemente
blandas y plásticas cuando están mojadas, pero se vuelven duras cuando están secas. Esta
propiedad física de “blanda cuando mojada, dura cuando seca” se puede relacionar con la
presencia de ciertos minerales arcillosos. Arcilla también se usa como término general para
describir las partículas que tienen un diámetro inferior a 2 micrones, las cuales incluyen la
mayoría de los minerales arcillosos.
Los minerales arcillosos son minerales de silicato alumínico de granos finos que tienen
microestructuras bien definidas. En la clasificación mineralógica, los minerales arcillosos están
clasificados como silicatos estratificados porque la estructura dominante se compone de camas formadas
por capas de sílice y alúmina. Cada capa consta de una estructura laminar y delgada, llamada capa
unitaria. Por ejemplo, un mineral de silicato estratificado típico sería la mica o la vermiculita, las cuales
pueden separarse en capas finas a lo largo de los planos de clivaje. La mayoría de los minerales
arcillosos tienen una morfología laminar. Según las unidades repetidas de la estructura, los minerales
arcillosos también se pueden clasificar de acuerdo a la relación de capas de sílice a capas de alúmina, tal
como 1:1, 2:1 y 2:2, además de si estos minerales arcillosos son estratificados o en forma de aguja.
En la industria de fluidos de perforación, ciertos minerales arcillosos tales como la esmectita, uno de
los principales componentes de la bentonita, son usados para proporcionar viscosidad, estructura
de gel y control de filtrado. Las arcillas de la formación se incorporan inevitablemente en el sistema de
fluido de perforación durante las operaciones de perforación y pueden causar varios problemas. Por lo
tanto, los minerales arcillosos pueden ser beneficiosos o dañinos para el sistema de fluido.
El término bentonita se usa para describir la montmorillonita sódica explotada comercialmente (la
cual constituye una forma de esmectita) que se usa como aditivo para el lodo de perforación.
Geológicamente, la bentonita es una capa de ceniza volcánica alterada.
Debido a sus pequeños tamaños de partículas, las arcillas y los minerales arcillosos son analizados
con técnicas especiales tales como la difracción de rayos X, la absorción infrarroja y la
microscopia electrónica. La Capacidad de Intercambio Catiónico, la adsorción de agua y el área
superficial son algunas de las propiedades de los minerales arcillosos que suelen ser determinadas
para lograr una mejor caracterización de los minerales arcillosos y minimizar los problemas de
perforación.
Desde un punto de vista utilitario las arcillas han sido los materiales
preferidos por el hombre para la manufactura de utensilios que sirven
en la cocción y el consumo de sus alimentos, de vasijas de barro para
almacenar y añejar el vino, de piezas finas de porcelana, así como
pisos de mosaico y embaldosados.
Pero, ¿por qué son importantes los silicatos? A esta pregunta que el
lector pudo haber formulado se le ha de buscar una respuesta que ya
fue mencionada en la primera parte de esta obra: Los silicatos forman
el árbol genealógico de las arcillas.
Existen dos reglas básicas que nos dicen cómo unir dos o más
tetraedros (Reglas de Pauling):
Hemos visto cómo la unión de varios tetraedros nos genera hojas que
se extienden a lo largo y a lo ancho, dando origen a las estructuras
laminares. Veamos de cerca qué ocurre al unir los vértices para formar
anillos tipo 6T (seis tetraedros), como se muestra en la figura 5 (b).
Las puntas de los tetraedros se encuentran a la misma altura,
formando un plano, de igual manera ocurre con los átomos de silicio
situados en el centro de los tetraedros y con los de oxígeno situados
en las bases. La articulación de esos tres planos nos conduce pues a la
formación de una hoja tetraédrica (tipo T).
Siguiendo esta secuencia, podemos ahora unir dos hojas para formar
una lámina tetraédrica, tal y como se ilustra en la figura 6. En ésta se
observa que las dos hojas se encuentran invertidas, una con respecto
a la otra, compartiendo uno de los vértices.
Ahora bien, la unión de una hoja del tipo T, con otra del tipo O, genera
una lámina T- O,o lámina 1:1, tal y como se ilustra en la figura 8. La
coincidencia, sin embargo, no es perfecta cuando se trata de hojas T
formadas por silicio-oxígeno y de hojas tipo Oformadas por aluminio-
oxígeno-oxhidrilo, lo cual crea un efecto de esfuerzo entre las hojas
que es de gran importancia para algunas de las aplicaciones de las
arcillas que presentan este tipo de láminas (T-O), por ejemplo el
caolín.
GRUPO 1:1
Los caolines
GRUPO 2:1
1) Las esmectitas
hoja hoja
octaédrica tetraédrica
2) Las micas
Las micas son los minerales clasificados como arcillas que tienen la
misma estructura que las esmectitas, excepto que el grado de
sustitución y la naturaleza de los cationes que se alojan entre láminas,
por ejemplo el potasio, hacen que la carga residual sea muy alta. En
estas condiciones, las láminas se fijan unas a otras haciendo que su
estructura no sea expansible, ni sus cationes interlaminares
intercambiables. La familia de las micas se ilustra en la figura 15 y la
fórmula estructural en la figura 16.
Celadonita
o cationes
b) Mica
intercambiables
d) Vermiculita
e) Clorita · OH
g) Haloisita (10A)
Una cosa queda clara: los edificios moleculares que constituyen a las
arcillas y el grado de sustitución logrado, permiten obtener una serie
de propiedades de interés en diversos campos de aplicación. No sólo
esto es cierto cuando interviene la mano del hombre al tratar de
modificar el espacio interlaminar (Figura 17), sino que el proceso de
modificación a través del intercambio con otras especies químicas
ocurre naturalmente, lo que conduce a una variación constante de la
naturaleza de la arcilla que se traduce en variaciones de la fertilidad
del suelo, permeabilidad, etc. Estas modificaciones del edificio
molecular son susceptibles de estudiarse experimentalmente en el
laboratorio y para ello es necesario introducir, ya sea un catión, ya sea
una especie química distinta, en el interior del espacio interlaminar, lo
cual será el tema que abordaremos enseguida.