Era una vez, un monito que era muy travieso, y su nombre era pedrito.

Un día
jugando pelota adentro de la casa, rompio el florero favorito de su mamá.
Su mamá entró a la habitación y vio el florero en el piso hecho pedazos. Su mamá
preguntó: ¿Pedrito, qué hicistes con mi florero? Muy apenado él corrio a su cuarto,
se tiro sobre la cama y empezo a llorar.
Su mamá le dijo: levantaté y vé a limpiar toda la casa, piensa como me siento
despues que has destrozado mi florero. Antes de jugar pelota debes buscar un
lugar adecuado para hacerlo.
El día siguiente, rompio su alcancia en donde tenia sus ahorros, saco el dinero y lo
coloco en una bolsa.
Llegó a la tienda y vió varios floreros muy bonitos, busco el florero que se parecia
más al que le rompio a su mamá. Lo pagó y luego salio de la tienda corriendo muy
contento.
Le dio el florero a su mamá y ella estaba muy feliz y le dijo: “gracias por el nuevo
florero, pero ten cuidado y juega solamente afuera de casa”.
Al siguiente día, Pedrito llegó a la escuela muy inquieto y empezó a saltar sobre su
escritorio. De pronto se cayó y el escritorio se rompió.
Al entrar la maestra al salón de clase, vió el escritorio roto y a Pedrito tirado en el
suelo. Muy furiosa llevó a Pedrito a la dirección.
El director le preguntó porque estaba enojado y Pedrito le respondió, “hace mucho
tiempo mi papá no viene a la casa a cenar. Tambien tengo mucho tiempo de no
verlo en casa. Lo extraño mucho.
El director le dijo: “No todos los niños tienen a su papá en casa, pero eso no es
motivo para que hagas travesuras. Tenemos derecho a sentirnos enojados, tristes,
alegres, pensatívos, etc. Pero tambíen tenemos que buscar las formas de expresar
nuestros sentimientos sin lastimar a otras personas o destruir objetos”.
Le dijo Pedrito al director, “gracias por escucharme y por el consejo”. El director le
respondió, “vete a tu casa y piensalo bien”. Dandole una palmadita en la espalda
lo despidió y Pedrito salió con una sonrisa y se dirigió a su clase.
Al salir de clases su mamá lo estaba esperando. ¡Mamí! Dijo Pedrito, corriendo fue
a abrazar a su mamá. ¿Cómo fue tu día de clases? Dijo, la señora monito. Fue un
día muy feliz, pero tengo algo que preguntarte, dijo Pedrito a su mamá.
¿Por qué mi papí no ha venido a casa?, le extraño mucho, y pienso que ya no me
quiere. Su mamá le dijo: “tu papá trabaja muy lejos y solamente puede venir una
vez al mes, espero que vuelva pronto. No pienses mal ni estes enojado o triste,
destruyendo y rompiendo cosas. Esa no es la solución, ¿quieres que platiquemos
hacerca de eso?”. No mamí dijo el monito, ya platique con el director y contigo.
Un día mientras Pedrito veia televisión alguien tocó la puerta. ¿Quién es? Pregunto
Pedrito. ¡Sorpresa!, dijo alquien del otro lado.
¡Papiii…! Gritó Pedrito muy emocionado.
Vengo para ya no regresar a ese trabajo. Te quiero mucho y buscaré algo más
cerca, para estar contigo todos los días.
Desde entronces la familia disfruto de una vida nueva, juegan pelota juntos y
pasean por elcampo.