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I. INTRODUCCIÓN
Desde el punto de vista de la termofisiología, el ser humano pertenece a un amplio grupo de
mamíferos llamados homeotermos, cuya principal característica es su capacidad para mantener
constante la temperatura de su medio interno con independencia de la del del medio externo
(al menos dentro de un intervalo razonable de termperaturas extremas).
Sin embargo, existen ciertas condiciones patológicas en las cuales dicho control se ve anulado,
alterado o sobrepasado, de modo que la temperatura del medio interno varía de modo
significativo, provocando una serie de alteraciones fisiopatológicas en el organismo. Dichas
alteraciones de la temperatura corporal resultan ventajosas y adaptativas, o perniciosas o no
adaptativas, dependiendo de las circunstancias.
1. Los RECEPTORES FÍSICOS son sensibles a las variaciones de la Tª local. Estos receptores
están distribuidos de manera amplia principalmente en la piel, el sistema cardiovascular
(especialmente cavidades cardíacas y grandes vasos) y en los órganos nobles de la economía
(riñones, hígado, pulmones…). Además, las neuronas de los centros integradores-
coordinadores también presentan estos receptores.
2. Los RECEPTORES QUÍMICOS son sensibles a ciertas moléculas, tanto de origen exógeno
como endógeno. Estos receptores se encuentran distribuidos en los nervios periféricos (tanto
somáticos como viscerales), y se postula si pueden encontrase también en las neuronas de los
centros integradores-coordinadores.
Las sustancias químicas capaces de estimular estos receptores químicos se pueden clasificar en
dos grupos: los PIRÓGENOS y los CRIÓGENOS.
Los PIRÓGENOS son aquellas moléculas cuya presencia es capaz de provocar una modificación
en los centros reguladores tal que elevan la temperatura corporal. Se dividen según su origen
en:
b) ENDÓGENOS: son las citoquinas inflamatorias, principalmente las citoquinas IL-1, IL-6,
TNFalfa y el INF gamma.
Los CRIÓGENOS son aquellas moléculas cuya presencia es capaz de provocar una modificación
en los centros reguladores tal que reducen la temperatura corporal. Dentro de los criógenos
encontramos: alfaMSH, corticoides, ACTH, TSH, neuropéptido Y, bombesina…
c) Pueden estimular a otras células del organismo, que en respuesta a ello activan la vía de la
fosfolipasa A2 para generar ácido araquidónico, y la de la ciclooxigenasa para sintetizar a partir
de este último PG E2. Esta prostaglandina es otra señal química que puede atravesar la BHE y
es captada por las neuronas de los centros reguladores.
Fig. 1
B) Centros integración-control:
La teoría más aceptada en actualidad postula que dichos centros actúan como una unidad
cuyas funciones son las siguientes: Integrar toda la información termoceptiva periférica para
obtener composición global de Tª corporal y comparar dicha estimación de la Tª corporal con
el NIVEL DE TERMOSTATO.
El concepto de termostato es útil si se entiende como una intervalo estrecho de Tª para el que
las reacciones metabólicas del organismo se llevan a cabo de modo óptimo. De modo que la
misión del sistema de termorregulación es adecuar la Tª corporal a dicho termostato del modo
más fiable posible.
El balance final de la integración de las señales térmicas puede ser el siguiente (figura 2):
Fig. 2
C) Vías eferentes termoefectoras:
Los movimientos rítmicos de la célula muscular esquelética suponen también una pérdida de
energía en forma de calor.
a) Vasodilatación cutánea: aumenta aflujo sanguíneo hacia la dermis, lo que permite eliminar
calor hacia el medio externo por mecanismos de: convección, conducción y radiación.
d) Taquipnea: aumenta evaporación de agua que humedece vía respiratoria lo que disipa el
calor.
e) Búsqueda consciente de lugares fríos, contacto con sólidos y líquidos fríos (pueden captar
más calor), comidas ligeras y poca actividad física.
IV. CONCLUSIÓN
VI. REFERENCIAS
1. Armstrong, George. Manual de Prácticas de Fisiología. 2º Edición.
2. Eckert, R. Fisiología Animal Mecanismos y Adaptaciones. 1989. 3° Edición. Edit.
Interamericana. Madrid. España.
3. Dra. Amaya Jimeno Almazán, Dr. Antonio Moreno Hernández, Dra. María Dolores
Rodríguez Mulero- Servicios de Medicina Interna y Unidad de Cuidados Intensivos* del
Hospital General Universitario Santa Lucía, Cartagena