Sie sind auf Seite 1von 20

John Ruskin

Uno de los teóricos del arte más


originales del siglo XIX, inglés
nació en 1819 y falleció en 1900.

Se le considera uno de los padres


del medievalismo del siglo XIX, y
soporte teórico de los hombres
del movimiento Arts and Crafts y
de los Prerrafaelistas.
Biografía
Ruskin era hijo de un rico comerciante de vinos, uno de los
promotores de la constitución de la compañía Ruskin, Telford y Domecq. Se
crio en South London y viajó mucho por Europa durante su juventud. Con su
trabajo influyó notablemente en los gustos de los intelectuales victorianos.
Entre sus amistades personales se contaba la familia de Robert Baden-Powell,
a quien enseñó y vio crecer.

En 1837 ingresó en Oxford, ganó un importante premio con su poema


«Salsette and Elephanta» en 1839 y se graduó en 1842. En 1843 apareció el
primer volumen de «Modern Painters, by a Graduate of Oxford», en el que
Ruskin sostenía la superioridad de los paisajistas modernos sobre los viejos
maestros. Sucesivos volúmenes dilataron el tema hasta convertir la obra en un
amplio tratado acerca de los principios que debían constituir los fundamentos
del arte, lo que contribuyó a consolidar su prestigio como esteta y crítico de
arte.
En tanto que aplicó consideraciones parecidas a otro dominio del arte
en sus «Seven Lamps of Architecture» (1849) y sus «Stones of Venice» (1851-
1853), obras que analizan la importancia religiosa, moral, económica y política
de la arquitectura doméstica.
Obras
El espectro de temas abarcado por Ruskin fue muy amplio.
Escribió más de 250 obras que empezaron en la historia y crítica del
arte, pero que terminaron en materias tan variadas como la ciencia,
geología, crítica literaria, ornitología, los efectos de la polución sobre
el medio ambiente o mitología.
Después de su muerte, sus obras fueron recogidas en una
extensa colección, llevada a cabo por sus amigos Edward Cook y
Alexander Wedderburn en 1912. Solo un índice así de extenso es
capaz de reflejar la amplitud e interconexión de todos sus
pensamientos.

 Pintores modernos (1843-1860). Su primera


obra, concebida en defensa del paisajismo de
Turner.
 Las siete lámparas de la arquitectura (1849).
Su obra fundamental, donde desarrolla sus
ideas estéticas.
Obras
 Las piedras de Venecia (1851-1853). Obra
escrita tras sus estancia en Venecia, también
exponente de sus ideas estéticas, así como de su
visión sobre el Gótico.
 Conferencias sobre la arquitectura y la pintura
(1853).
 Economía política del arte (1857).
 Dos caminos (1859).
 Unto this last (1860-1962). Obra que influenció a
M. Gandhi.
 Sésamo y lirios (1865).
 La moral del polvo (1866).
 La corona de olivo silvestre (1866).
 Fors Clavigera (1871-1887). Cartas a los obreros
ingleses.
 La Biblia de Amiens (1880-1885).
 Praeterita (1885-1889). Biografía inacabada.
Ruskin es lo contrario a Viollet-le-Duc en su manera de
pensar.
 “Dejar que los edificios mueran dignamente”
 “No tocar sus piedras sino esparcir sus restos”
 “La restauración es un engaño y un daño menor que la ruina del
edificio”
 “No tenemos derechos sobre ellos”
Principios basicos de su teoría
 La doctrina de la “NO INTERVENCIÓN”.
 Denuncio la mixtificación de los monumentos históricos y
postulo la “ESTRICTA CONSERVACIÓN” como el único
instrumento legitimo para el cuidado de las obras de arte.
 Considera al
“MONUMENTO” en un nivel
poético, ético e ideal, de ahí
que su doctrina haya sido
denominada por algunos
autores como “Restauración
Romántica”.
 Su “doctrina de la
conservación”, enraizada en la
defensa apasionada de la
“autenticidad histórica” del
monumento.
Los tres momentos en la vida del monumento

 El valor de Antigüedad
 La ruina
 Consumación inevitable del monumento

Ruinas de una Iglesia Gótica en Inglaterra


Las siete lámparas de la arquitectura (1849)

I.- La lámpara del Sacrificio


II.- La lámpara de la Verdad
III.- La lámpara de la Fuerza
IV.- La lámpara de la Belleza
V.- La lámpara de la Vida
VI.- La lámpara del Recuerdo
VII.- La lámpara de la Obediencia
Capitulo VI
LA LÁMPARA DE LA
MEMORIA

LA ARQUITECTURA ES EL MEDIO
IDEAL PARA TRANSMITIR LA
CULTURA DE UN PUEBLO POR LO
QUE ES LA MÁS PODEROSA DE TODAS
LAS ARTES.

LAS OTRAS ARTES NO HACEN ESTO


PORQUE QUEDAN GUARDADAS EN
CASAS O MUSEOS Y NO MUESTRAN,
DE MANERA COTIDIANA, LA RIQUEZA
DE LA CULTURA DEL PUEBLO.
Capitulo VI
LA LÁMPARA DE LA
MEMORIA

SI BIEN PODEMOS VIVIR


SIN LA ARQUITECTURA,
NOS SERIA IMPOSIBLE
RECORDAR SIN ELLA.

ES UNA MANERA DE
PRESERVAR EL PASAR DE
LAS COSAS. EN UNA
EDIFICACIÓN, HAN
PASADO FRAGMENTOS DE
LA HISTORIA Y ESTA SERÁ
UN TESTIGO SILENCIOSO.
Capitulo VI
LA LÁMPARA DE LA MEMORIA

Mejor la obra tosquísima


que narra una historia o
registra un hecho, que la
exquisita sin ningún
significado.

La mayor gloria de un
edificio no está en sus
piedras ni en su oro. Su
gloria esta en la edad.
Capitulo VI
LA LÁMPARA DE LA MEMORIA

Hablando de la restauración es
imposible darle el mismo ímpetu e
idea del hacedor principal, aunque
se intente hacer igual al anterior no
se podría, ya que el tiempo hace su
labor y se notará por muy
minucioso que sea en el trabajo.

El libro condena la restauración,


en todo caso se respetan los restos
y se construye uno nuevo. No
tenemos ningún derecho a
tocarlos.
Capitulo VII

Lámpara de la
obediencia
Capitulo VII
La Lámpara de la obediencia

“Sepa lo que tiene que hacer y


hágalo”, frase dicha por un pintor,
que en pocas palabras resume todo
el contenido de este libro, ¿Por qué?,
porque el principio básico de
cualquier quehacer humano, es ese.
Capitulo VII
La Lámpara de la obediencia

Para Ruskin la arquitectura no es sólo técnica de


construcción, también es arte. Es el arte que dispone y adorna
a los edificios levantados por el ser humano para el uso que
sea, de modo que la visión de ellos contribuya a su salud
mental, poder y placer.

No se debe intervenir en un edifico ya iniciado por


otro, sin tomar en cuenta lo que se hizo primero.

“ Se debe ser creativo respetando lo que se ha hecho antes”


Capitulo VII
La Lámpara de la obediencia
La obediencia no es un sometimiento, debe
ser una especie de libertad, sin embargo no
cayendo en libertinaje, pero esa libertad solo
admite que la obediencia pueda ser mas
perfecta, y así mientras se precisa cierta
medida de atrevimiento para patentizar la
energía de las cosas, la belleza, el placer y la
perfección de todas ellas radica en la
contención.

Para poder preservar la arquitectura se debe


utilizar el sentido común, por sobre todas las
cosas, promover un sistema universal de las
formas y de mano de obra. Tenemos que tener
en cuenta como bases inquebrantables la
obediencia, la unidad, la confraternidad y el
orden.
Conclusiones
La doctrina de Ruskin expresada a manera de aforismos fue convincente a
pesar de llevarnos a pensar sobre conservación, restauración y el arte.

El arte, cultura, historia, restauración, conservación y tutela surgen como


un todo.

El ARTE es bello en cualquier objeto que pueda brindarnos placer en la


simple contemplación del objeto, sin importar la influencia del intelecto; el
arte deriva de su naturaleza el carácter de autenticidad.

El arte es verdadero cuando


siendo armónico se inserta en el
orden del mundo, cuando un
objeto reúne las características
de naturalidad, potencia y
armonía, es una obra de arte.
Ruskin ataca la reconstrucción burda, totalmente irrespetuosa del valor
histórico y del carácter del edificio. Acepta la condición de RUINA en un
edificio, cuando acepta “LA MUERTE DIGNA DE LOS MONUMENTOS“

A consecuencia de la estadía de Ruskin en Venecia, se abrió paso un nuevo


planteamiento de la restauración que, sin que se asumieran todas las
radicales consecuencias Ruskinianas, si podemos afirmar que a partir de
entonces se adopto la “conservación” como término de referencia
indispensable a la hora de emprender trabajos de restauración en
monumentos singulares.
El concepto de armonía del mundo de Ruskin sigue vigente porque se
convierte en uno de los mas destacados teóricos de la “CONSERVACIÓN”
ya que desarrolló una multiplicidad totalizante de problemas que
engloban y sumergen a la restauración en su tratamiento general del arte,
de la arquitectura, del trabajo, de la moral, de la justicia social.

La obra de arte es considerada como signo IRREMPLAZABLE de la


actividad humana y, como tal debe conservarse en toda su
integridad con un respeto y una abnegación religiosa.

Das könnte Ihnen auch gefallen