Estimado lector; recibe un saludo fraternal.

Mi nombre es José Antonio, tengo 23 años y actualmente soy postulante en la Orden de

Predicadores. Se me ha pedido que te escriba algunas líneas sobre mi experiencia pastoral,
que comprendió los días de la Cuaresma y Semana Santa, la cual he vivido en la ciudad de
Guadalajara en el estado de Jalisco.

He llegado a decidir en la colonia Jardines Alcalde, pues, es allí donde se encuentra la casa
de los padres Predicadores, es una casa de estilo de los años 50, y el templo que pertenece a
los mismos padres: es de buen tamaño, alto, de forma circular y muy sobrio; cuenta con una
Casa Pastoral, que es una edificación muy elegante, con fuentes y terminaciones en Cantera
Rosa, que sirve para la atención de las personas y los grupos que la comunidad atiende.

Los frailes que allí viven son de una personalidad agradable, muy atenta y divertida, cada
uno muy distinto al otro. El trabajo que ello realizan es básicamente acompañar a grupos, los
cuales son varios demandando una atención consciente y dedicada; no por ello descuidando
las celebraciones litúrgicas, que son muchas, la vida comunitaria y el estudio personal que el
Carisma demanda.

Pero no todo fue trabajo, estimado lector, tuve la oportunidad de conocer algunos templos y
sitios emblemáticos de la ciudad, no obstante se encuentran realizando obras publicas las
cuales entorpecen la circulación.

En general, le comento, ha sido una grata experiencia.

Sin más por el momento, me despido de usted esperando estas líneas le sean de utilidad.
San Francisco del Rincón, Guanajuato. A 20 de Marzo de 2018.

Un cordial saludo, Fr. Juan Manuel Hernández Hernández, superior de la provincia

de Santiago de México:

Me dirijo a usted en calidad de postulante, para compartirle de forma breve mi

experiencia pastoral en el estado de Aguascalientes, ya que, en nuestra formación
es indispensable trabajar con los fieles y estar siempre dispuestos al servicio, por lo
cual, deseo que usted tenga conocimiento de lo que viví lo que aprendí y cómo esto
me ha ayudado en mí proceso como Formando.

Nuestro maestro, Fray Jacobo de Jesús, decidió enviarnos a Abisahí y a su servidor

el nueve de febrero del presente año a la comunidad de Frailes Predicadores,
ubicada en Aguascalientes, en donde se encuentran Fray Eleazar, superior de la
casa, Fray José Nava y Fray Adolfo, a quienes usted conoce y de quienes me ha
quedado muy buena impresión.

De igual forma la comunidad de fieles que asisten al templo hizo grandes muestras
de afecto para con nosotros, así como algunos jóvenes que conocimos en la
Prepascua Juvenil; la organización de los muchachos nos impresionó, el orden en
las dinámicas, su alegría y su madurez fueron un aire refrescante.

También las catequistas junto con los niños (que tienen a su cuidado) nos mostraron
lo divertido que puede ser trabajar en una Prepascua Infantil, pues, esta fue una de
las primeras labores que Fray Eleazar nos encomendó. En lo personal me encantó
actuar para los niños, ya que, fui requerido para hacer el papel de Jesús en el
viacrucis y, vaya que no estaba preparado. Fue una experiencia que me enseñó a
apreciar las cosas sencillas que la gente nos da.

La segunda labor importante que nos encargaron fue la de dar las pláticas
cuaresmales. Hubo gran apertura por parte de los fieles, esto me ayudó bastante
porque me sentí con firmeza para hablar ante la audiencia y, al día de hoy sigo
poniendo en práctica algunos métodos para mis exposiciones en clase y en mi
apostolado.

Por último, no podía dejar de referirle lo bien que la pasamos con los frailes, pues,
de principio a fin se portaron muy amables con nosotros; en pocas palabras puedo
decirle que son una comunidad ejemplar. Estoy muy agradecido con ellos.
Sin nada más que referirle por el momento, me despido de usted.
Atentamente:

Gustavo Humberto Monzón Olalde.

 San Francisco del Rincón, Gto.
27 de abril del 2018

Reciba un cordial saludo.

Yo soy Bryan Monroy, tengo 19 años y estoy en formación para ser sacerdote
dominico. Dentro de la etapa en que me encuentro ―el postulantado―, los frailes
formadores me enviaron a una Experiencia Pastoral Comunitaria en el periodo de
Cuaresma y Semana Santa 2018 en la ciudad de San Cristóbal de Las Casas,
Chiapas.
Yo, que soy originario de Veracruz, no conocía nada de Chiapas. La ciudad
de San Cristóbal conserva un aire de antiguo, con los característicos tejados de sus
casas. La mayoría de sus templos y edificios más vetustos se encuentran cerrados,
debido a los suntuosos daños que sufrieron por los temblores de septiembre del año
pasado. Los lugares aún transitables están atiborrados por vendedores ambulantes
y turistas.
Lo más interesante de esta experiencia fue el trabajo con las comunidades
indígenas tsotsiles, tanto zinacantecas como chamulas. Los zinacantecos se
distinguen por su traje autóctono con variedad de adornos, colores claros y dibujos
llamativos; sus capillas son limpias, cuidadas con esmero; se dedican,
especialmente, al cultivo y venta de flores. Los chamulas son ceremoniales,
organizados en sus comisiones; su vestimenta es más rústica; no son tan limpios
como los zinacantecos ni en su porte ni en sus hogares ni capillas. Conviví y trabajé
más tiempo con comunidades chamulas, en las cuales practicaba palabras en tsotsil
para poderme acercar más a las personas y generar empatía.
La comunidad de frailes que me recibió está conformada por cuatro
miembros, dos de ellos nacidos en España y enviados a México desde hace más
de 50 años con el objetivo de restaurar la Provincia de Santiago de México. Cada
uno de los frailes aporta, desde lo que saben, algo interesante al trabajo pastoral
que va desde los registros históricos, la intermediación en problemas políticos, hasta
la traducción y revisión de la biblia en idioma tsotsil. Tienen buena comunicación
entre ellos. Pude disfrutar de sus consejos, pláticas, directrices y compañía.
Esta experiencia me ayudó a crecer pastoral, intelectual, humana y
espiritualmente. Me alentó en mi respuesta vocacional, a seguir formándome dentro
de la Orden de Predicadores, para en un futuro poder servir en los distintos lugares
donde se encuentran los frailes.
Gracias por la atención prestada a estas líneas.
Atentamente.
Bryan Monroy Monterd.
 Viernes 5 de Mayo del 2018.
Buen día.
Soy Isaac, tengo 19 años, y soy postulante.
En la etapa de formación que, actualmente curso, se encuentra una actividad donde salimos
de misión; nos dirigimos a varios conventos, que tiene la Orden alrededor de la Republica;
por lo regular vamos en pareja, a mí me toco ir acompañado de mi hermano Bryan.
Nuestra misión es convivir con la comunidad asignada, más que una misión, es una
experiencia pastoral.
En mi caso, se me asigno ir a San Cristóbal de las Casas; es un municipio, realmente, lleno
de cultura e historia. Sus puntos de economía son las artesanías y, ante todo, el turismo.
Lo describo como un lugar agradable, puesto que es localizado en las puntas de las
montañas; gracias a esto su clima es templado, sin embargo en las tardes hace mucho sol,
aunque, así como hace sol, también puede llover. Es un buen punto para ir de vacaciones.
La experiencia pastoral que tuve fue ardua, pues el municipio sufre de violencia, corrupción,
violaciones, tanto físicas como psicológicas; no había conocido un municipio así; y esto no
solo es en el municipio sino en todo el estado de Chiapas. Debido a esta razón, las personas
son de carácter duro y frías para sentir; aunque creo que esto sucede, y es más frecuente,
en los estados del sur de la Republica. Recuerdo que dialogaba con una joven que se
encontraba llorando, no me quiso responder el por qué lloraba; al final de platicar con ella,
me mencionó que no le gusta que la vean llorar; estaba en un rincón de la casa; cayada.
En mi opinión regresaría a San Cristóbal de las Casas a descubrir más, porque las
aventuras allí nunca se acaban.
Espero que sea de agrado estas palabras; te envío en abrazo.
José Isaac Cervantes Martínez.
 San Francisco del Rincón, Guanajuato a 4 de mayo del 2018.

Amigo lector, recibe un cordial saludo.

Soy Abisahí Sandoval Zárate, tengo 21 años de edad y curso la etapa del
postulantado en la formación religiosa para ser fraile dominico; soy originario de
Juquila, al sur de Oaxaca. Mis padres Bernardito Sandoval y María Teresa Zárate,
soy el menor de 4 hijos.

En la etapa del postulantado tenemos una experiencia de misión cuaresmal, en la

cual somos enviados a diferentes comunidades de los frailes para tener la
experiencia pastoral y acompañar en las actividades que se organizan.

Con esta carta quiero compartir mi experiencia cuaresmal con la comunidad de los
frailes de Aguascalientes junto a mi hermano Gustavo. Ha sido una experiencia muy
agradable, desde el convivir con los frailes, así, como la comunidad de fieles.

Como postulantes se nos dieron 2 tareas sencillas que fueron organizar un retiro
infantil y organizar las pláticas cuaresmales de 3 días, yo considero que ha sido un
buen trabajo con buenos resultados.

Al conocer a los fieles descubres que son personas aún muy piadosas y con una
gran muestra de respeto a la fe. Me sorprendió que el 14 de febrero las personas
se acercaban, jóvenes principalmente, aun celebrando el día del amor y la amistad
a recibir la ceniza.

Las personas conservan una fe muy fuerte y dan muestras de vivirla desde el
corazón, con voluntad y amor. El templo en días especiales es visitado por personas
de las orillas de la ciudad, como el 13 de cada mes, primer domingo del mes y en
otras celebraciones especiales.

La predicación de fray Eleazar es muy sencilla y profunda, mueve mucho a los fieles
a la reflexión y a un crecer en la fe.

Me agradó convivir con los frailes, cada uno tiene algo particular que enseñarte,
disfrutas de ellos, de sus peculiaridades en la predicación en la forma de vivir su
consagración religiosa. Fue y será un grato recuerdo, que me ayudó a descubrir y
entender parte de esta vida dominicana. No hay mejor experiencia que aquella que
se hace.

Me despido, confiando encontrarnos en algún momento y platicar sobre esta y otras

experiencias. Dios con nosotros.
Abisahí.
Qué tal, mi nombre es Ciro Hermilo Domínguez López y actualmente soy postulante
en la Orden de Predicadores de la Provincia de Santiago de México. Nuestra casa
de formación se encuentra en San Francisco del Rincón, Guanajuato. El
Postulantado comprende un periodo de un año y dentro de este mismo, desde el
inicio de la Cuaresma y hasta el final de la Semana Santa cada uno de los
postulantes, generalmente en parejas, a distintas comunidades de frailes dentro de
la misma provincia, todo ello con la finalidad de que se lleve a cabo la denominada
Experiencia Pastoral, permitiendo así conocer realidades distintas en las que se
desenvuelven otros frailes.

Yo fui enviado junto con otro hermano a la comunidad de frailes en Guadalajara.

Fue una experiencia que me permitió tener un panorama más amplio en lo que
respecta a la vida consagrada, más específicamente dentro del carisma dominicano
de esta provincia. Pude darme cuenta de algunas situaciones de tipo relacional y un
tanto complicadas que los frailes llegan a afrontar y como tratan de encontrar
soluciones; debo admitir que, en un primer momento, ello llegó a ser una causa de
desmotivación, no obstante, reflexionando un poco más, legué a la conclusión que
todas estas cuestiones me servirían para adquirir un poco más de madurez en lo
que se refiere a la vida comunitaria.

Por otra parte, el trabajo pastoral fue ciertamente demandante, saber acompañar a
jóvenes de distintas edades, así como a adultos, permitió que tuviera un poco más
de sensibilidad y empatía para con ellos. De igual manera fue muy grato, en
conjunto con mi hermano de comunidad, poner al servicio de Dios las habilidades
que Él mismo nos ha dado, como por ejemplo preparar todo lo necesario para las
celebraciones litúrgicas y pintar el cirio pascual.

En lo concerniente al lugar, brevemente me permito expresar que el hecho de

conocer una ciudad tan grande, en comparación a las de mi natal Veracruz, se me
hizo muy interesante, ya que en cierta medida nos dimos la oportunidad de conocer
un poco del legado histórico y cultural que allí se encuentra.

De modo general puedo decirle que haber tenido la oportunidad de vivir durante
este periodo en un entorno diferente al habitual, puedo traducirlo en un gran
aprendizaje dentro de mi formación en esta vocación específica.

Sin más que agregar y expresándole mi sincero agradecimiento por haber leído
estas líneas, le envío un cordial saludo.

Atentamente.
Ciro Hermilo Domínguez López
 San Francisco del Rincón, Guanajuato a 04 de mayo de 2018.

ASUNTO: Reporte de experiencia pastoral.

A QUIEN CORRESPONDA
PRESENTE

Yo, José Homero Camacho Escalera —postulante en la Orden de Predicadores—,

a petición de mi maestro fray Jacobo, escribo este reporte sobre mi experiencia
pastoral en la comunidad de Ocosingo, Chiapas, para que quede plasmado en mi
archivo personal de formando.

Comenzaré diciendo que el lugar es por sus árboles, montañas, ríos, arroyos,
cascadas y lagunas, en sobremanera hermoso. Varias veces tuve el gusto de
bañarme en aquellos ríos de aguas verdeazuladas.

Existe mucha pobreza entre sus habitantes, pero la gente es muy cálida y
generosa; al menos eso fue lo que pude constatar en dos ocasiones que estuve de
gira por las comunidades de la selva. Algo que me sorprendió fue la sencillez y
franqueza que tienen aquellas personas.

La comunidad de frailes, por otro lado, está integrada por tres sacerdotes que
me acogieron con gentileza. Aprendí mucho de ellos, especialmente el apoyo mutuo
y la fidelidad el uno por otro.

También tuve la oportunidad, que hacía mucho no tenía, de predicar

nuevamente a los matrimonios, lo cual fue una experiencia muy enriquecedora. Por
otro lado, también se me encomendó acompañar al grupo de jóvenes universitarios,
con los cuales pude entablar una muy buena relación.

En suma, mi experiencia fue muy buena y agradable, a excepción de los

contratiempos que generaron los bloqueos de carreteras.

Finalmente, no me queda más que despedirme. Espero que lo dicho

anteriormente sea provechoso para sus fines.

Muchas gracias.

ATENTAMENTE
José Homero Camacho Escalera