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SEMINARIO DE FILOSOFÍA DEL SIGLO XX-II

FLCH-UNMSM

CRÍTICA DE LA FILOSOFÍA DEL ESTADO DE HEGEL

Marx inicia diciéndonos que la crítica de la religión es la premisa de toda


crítica. Reconocer que el hombre hace la religión, que esta es una consciencia
subvertida del mundo, un estar al tanto que hemos perdido nuestro propio
dominio de consciencia y sentimiento es el propósito de esta crítica.

Ahora bien, el hombre, o mejor dicho, el mundo del hombre (dentro de los
cuales están el Estado y la sociedad) produce la religión, y aquí vemos una vez
a Marx despotricando contra ella, es realización fantástica, interpretación popular
general del mundo, no permite ver la verdadera realidad. Por ello sería mejor
hablar de una miseria religiosa que de la religión. Opio del pueblo, felicidad falsa,
mera ilusión. Olvida el señor Marx que esta palabra que remite a una realidad
concreta a la que tanto encono tiene no es meramente fantasía, ni mentira, ni
droga, sino un re-ligarse (palabra que nos viene del latín religare) con lo sagrado.
Siendo este último algo culturalmente aceptado o individualmente profesado.
Además, es evidente el sesgo cristiano de su apreciación. Más que cristiano
platónico, pues la verdadera realidad para el filósofo ateniense no era esta sino
la del Mundo de la Ideas. Sin embargo, Marx no deja de tener razón al darle un
carácter popular a la religión, Schopenhauer distinguiendo entre las necesidades
metafísicas de las personas nos diría lo mismo.

Continuando con Marx, vemos que ahora pasa a un plano más ejecutivo,
es decir de ejecución, nos dice que la Historia se preocupa por la verdad de acá,
mostrando una clara diferencia con el allá. Y vemos una vez más esa dualidad
de corte platónico, por no decir maniqueísta o zoroástrico. La filosofía para el
estudioso alemán indaga el aspecto profano, ya no más una crítica del cielo, sino
uno de la tierra, ya no religión ni teología, sino derecho y política. Especialmente
se detendrá en estos últimos aspectos. Para hablar más propiamente de ellos
pasará a explicar el statu quo Alemán.

En primer lugar vemos en esta descripción de la Alemania de ese


entonces a un régimen anticuado, anacrónico, no moderno. A diferencia de sus
vecinos como Inglaterra o Francia la Alemania está rezagada pues apuesto por
un monopolio, lo refuerza. Mientras los vecinos países abandonan estas
prácticas, mientras van por soluciones Alemania las promueve, colisiona. Por
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ello es necesario, por ello hay lugar para una crítica al estado de derecho. Con
esto Marx nos recuerda a las palabras del evangelio que dicen “no vine a traer
paz sino guerra” pues crítica de la muchedumbre no es para tranquilizarla sino
para añadir consciencia de opresión.

En la Alemania de Marx, la de moderno antiguo régimen la política se


escapa de la filosofía. Los filósofos son contemporáneos pero no
contemporáneos históricos. Alemania es una suerte de conciencia teórica, ella
piensa lo que otros hacen. Llegar entonces a la praxis a lo que se hace se
convierte en el norte de Marx. Para ello es necesaria la filosofía, “no se puede
suprimir a la filosofía sin realizarla”, y de la filosofía el estado de derecho de
Hegel es una oportunidad para desarrollar la filosofía crítica, de derecho
especulativo lo cual llevará a la praxis. ¿Con la teoría?, Sí. La teoría dice Marx
es la fuerza material en las masas, siempre y cuando estas masas estén
liberadas de las cadenas de la religión. Por ello una teoría radical tiene la tarea
de eliminarla positivamente postulando lo siguiente: El hombre es lo más alto
para el hombre.

En la historia alemana hay ejemplos que nos ilustran cómo es que la teoría
puede ser revolucionaria, para ello debemos recurrir, quizá a pesar del mismo
Marx a un ejemplo religioso: La reforma. Lutero se nos aparece implícitamente
en este pasado revolucionario. “Antes fue el monje, ahora el filósofo” esa parece
ser la consigna de Marx, quien admira las cualidades de Lutero y como dijimos
ve en lo que hizo un ejemplo a seguir, una convicción de que la teoría puede
llevarnos a la más encumbrada praxis.

Sin embargo las revoluciones requieren elementos receptivos para existir,


si hay liberadores hay opresores, en esta dialéctica Marx fija su mirada en la
clase esclavizada, ve en ellos la posibilidad de su emancipación.

“En Francia la emancipación parcial es la base de la universal. En


Alemania la emancipación universal es conditio sine qua non de toda
emancipación parcial. En Francia es la realidad, en Alemania es la
imposibilidad de la gradual emancipación la que trae la íntegra libertad.”
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En Francia se dio, fue una realidad, en Alemania aun es imposible, se


hará posible con la ayuda de esta clase, la cual no sufre una injusticia en
abstracto sino un en sí. El proletariado es pues el arma material de la filosofía, y
la filosofía en reciprocidad es el arma espiritual de ellos.

“La sola emancipación práctica posible de Alemania es la emancipación


del punto de vista de la teoría, que presenta al hombre como la suprema forma
de ser del hombre.” La emancipación práctica que tanto requiere este pueblo es
posible de lograr con la teoría, y así una vez emancipados los alemanes
emanciparemos al hombre nos dice el filósofo de Tréveris.

Max Espiritu Ventocilla

14030017

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