Sie sind auf Seite 1von 2

APRENDER DE NUESTROS

ANTEPASADOS: UNA CORTA REFLEXIÓN

ADRIANA VEGA P. Profesora, ciencias sociales


04/17/2018

El discurso occidental se transforma y cambia cada día. La influencia del desarrollo


tecnológico, diversos avances y formas de progreso han conllevado a un estilo de vida
ligado al trabajo, las preocupaciones, y el estrés, que muchas veces no permiten espacios
para la interacción y el dialogo. El hombre de la sociedad occidental; "nosotros",
convivimos en un entorno donde predomina el egoísmo e individualismo. Un entorno
donde la agresión y la violencia al otro se ha vuelto "el pan de cada día" Un entorno donde
comunicarse solo es posible a través del lenguaje ligero, banal o violento. En cuanto a la
vida se nos volvió casi una apariencia, vivir se ha convertido en un tener, antes que, en
un ser, y sumado a esto se ha vuelto tan insignificante que hasta se quita la vida o se
amenaza con quitarla, con tanta facilidad, que causa indignación y tristeza, ver en que
nos hemos convertido.

Pensar en nuestros antepasados indígenas, en este momento de tensiones globales y


locales, puede convertirse en un ejercicio de gran ayuda, no solo para lograr una sana
convivencia, tolerancia y respeto a la diferencia, sino para el fortalecimiento de la
memoria histórica, porque la memoria no es un relato, sino es un ejercicio crítico, que
nos puede ayudar a repensar nuestra realidad, dando un espacio importante a nuestras
raíces y a nuestra historia. Es por esto por lo que pensar en nuestros antepasados
indígenas, en este momento de proceso de paz y elecciones presidenciales, no solo es
importante, sino necesario ya que para nuestros antepasados indígenas prevalecía la
solidaridad, la tolerancia y el respeto.

Pensar en su estilo de vida puede ser de gran ayuda, ya que gracias a su arraigo les fue
posible lograr un equilibrio entre ellos y su entorno, porque vivían, sentían y se
relacionaban de forma muy especial con todo lo que los rodeaba, principios y valores que
les permitió sobreponerse a las adversidades debido a sus fuertes lazos de reciprocidad,
la experiencia de recordar que es una maloca, es de vital importancia en estos momentos
de tensiones y crudeza social, ya que provocan una gran reflexión acerca de lo que es la
idea de cuidado y pertenencia, pero sobre todo la idea de solidaridad, porque al no existir
barreras internas, la imagen representa que la interacción es sinónimo de gran familia,
ya que todos hacen parte de esta y por lo tanto se cuidan mutuamente.

¿Tendría lugar esta concepción de solidaridad dentro de un contexto cultural urbano?


¿Cómo conciliar o hacer compatible el individualismo con una sociedad solidaria?:

Pensar entonces en nuestro pasado indígena puede ser esencial, ya que recobrar la
memoria debe ser no solo una práctica diaria para la ampliación democrática, sino una
herramienta para el fortalecimiento de la paz.

Das könnte Ihnen auch gefallen