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INTRODUCCION AL DERECHO

CATEDRA “B” – DR. SUAREZ


2015 – 2DO. CUATRIMESTRE
Principales disposiciones del Código Civil y Comercial de la Nación (Ley 26994)
estrechamente atinentes a la disciplina:
Derecho
Ley
Ejercicio de los derechos
Derechos y bienes
Persona humana
Derecho y actos personalísimos
Persona Juridica
Hechos y actos jurídicos
Derechos personales
Obligaciones
Contratos
Derechos reales
Otras fuentes de obligaciones
Responsabilidad civil

ANEXO I
TÍTULO PRELIMINAR
CAPÍTULO 1
Derecho
ARTÍCULO 1º.- Fuentes y aplicación. Los casos que este Código rige deben ser resueltos
según las leyes que resulten aplicables, conforme con la Constitución Nacional
y los tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal efecto,
se tendrá en cuenta la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres son
vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos o en situaciones no
regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho.
ARTÍCULO 2º.- Interpretación. La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus
palabras, sus finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados
sobre derechos humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente
con todo el ordenamiento.
ARTÍCULO 3º.- Deber de resolver. El juez debe resolver los asuntos que sean sometidos
a su jurisdicción mediante una decisión razonablemente fundada.
CAPÍTULO 2
Ley
ARTÍCULO 4º.- Ámbito subjetivo. Las leyes son obligatorias para todos los que habitan
el territorio de la República, sean ciudadanos o extranjeros, residentes, domiciliados
o transeúntes, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales.
ARTÍCULO 5º.- Vigencia. Las leyes rigen después del octavo día de su publicación
oficial, o desde el día que ellas determinen.
ARTÍCULO 6º.- Modo de contar los intervalos del derecho. El modo de contar los
intervalos del derecho es el siguiente: día es el intervalo que corre de medianoche
a medianoche. En los plazos fijados en días, a contar de uno determinado, queda
éste excluido del cómputo, el cual debe empezar al siguiente. Los plazos de meses
o años se computan de fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimiento no hubiera
día equivalente al inicial del cómputo, se entiende que el plazo expira el último día de
ese mes. Los plazos vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento respectivo.
El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, y no se excluyen
los días inhábiles o no laborables. En los plazos fijados en horas, a contar desde una
hora determinada, queda ésta excluida del cómputo, el cual debe empezar desde
la hora siguiente. Las leyes o las partes pueden disponer que el cómputo se efectúe
de otro modo.
ARTÍCULO 7º.- Eficacia temporal. A partir de su entrada en vigencia, las leyes
se aplican a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes.
Las leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición
en contrario. La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos
amparados por garantías constitucionales.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución,
con excepción de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de
consumo.
ARTÍCULO 8º.- Principio de inexcusabilidad. La ignorancia de las leyes no sirve de
excusa para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el ordenamiento
jurídico.

CAPÍTULO 3
Ejercicio de los derechos
ARTÍCULO 9º.- Principio de buena fe. Los derechos deben ser ejercidos de buena
fe.
ARTÍCULO 10.- Abuso del derecho. El ejercicio regular de un derecho propio o
el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún
acto.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría
los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena
fe, la moral y las buenas costumbres.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de
la situación jurídica abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de
hecho anterior y fijar una indemnización.
ARTÍCULO 11.- Abuso de posición dominante. Lo dispuesto en los artículos 9º y 10
se aplica cuando se abuse de una posición dominante en el mercado, sin perjuicio de
las disposiciones específicas contempladas en leyes especiales.
ARTÍCULO 12.- Orden público. Fraude a la ley. Las convenciones particulares no
pueden dejar sin efecto las leyes en cuya observancia está interesado el orden público.
El acto respecto del cual se invoque el amparo de un texto legal, que persiga un resultado
sustancialmente análogo al prohibido por una norma imperativa, se considera
otorgado en fraude a la ley. En ese caso, el acto debe someterse a la norma imperativa
que se trata de eludir.
ARTÍCULO 13.- Renuncia. Está prohibida la renuncia general de las leyes. Los efectos
de la ley pueden ser renunciados en el caso particular, excepto que el ordenamiento
jurídico lo prohíba.
ARTÍCULO 14.- Derechos individuales y de incidencia colectiva. En este Código
se reconocen:
a. derechos individuales;
b. derechos de incidencia colectiva.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales cuando pueda afectar
al ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general.
CAPÍTULO 4
Derechos y bienes
ARTÍCULO 15.- Titularidad de derechos. Las personas son titulares de los derechos
individuales sobre los bienes que integran su patrimonio conforme con lo que se establece
en este Código.
ARTÍCULO 16.- Bienes y cosas. Los derechos referidos en el primer párrafo del artículo
15 pueden recaer sobre bienes susceptibles de valor económico. Los bienes
materiales se llaman cosas. Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a
la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser puestas al servicio del hombre.
ARTÍCULO 17.- Derechos sobre el cuerpo humano. Los derechos sobre el cuerpo
humano o sus partes no tienen un valor comercial, sino afectivo, terapéutico, cientí-
fico, humanitario o social y sólo pueden ser disponibles por su titular siempre que se
respete alguno de esos valores y según lo dispongan las leyes especiales.
ARTÍCULO 18.- Derechos de las comunidades indígenas. Las comunidades indí-
genas reconocidas tienen derecho a la posesión y propiedad comunitaria de las
tierras que tradicionalmente ocupan y de aquellas otras aptas y suficientes para el
desarrollo humano según lo establezca la ley, de conformidad con lo dispuesto por
el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional.

LIBRO PRIMERO
PARTE GENERAL
TÍTULO I
Persona humana
CAPÍTULO 1
Comienzo de la existencia
ARTÍCULO 19.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza
con la concepción.
ARTÍCULO 20.- Duración del embarazo. Época de la concepción. Época de la concepción
es el lapso entre el máximo y el mínimo fijados para la duración del embarazo.
Se presume, excepto prueba en contrario, que el máximo de tiempo del embarazo es
de trescientos días y el mínimo de ciento ochenta, excluyendo el día del nacimiento.
ARTÍCULO 21.- Nacimiento con vida. Los derechos y obligaciones del concebido o
implantado en la mujer quedan irrevocablemente adquiridos si nace con vida.
Si no nace con vida, se considera que la persona nunca existió.
El nacimiento con vida se presume.
CAPÍTULO 2
Capacidad
SECCIÓN 1ª
Principios generales
ARTÍCULO 22.- Capacidad de derecho. Toda persona humana goza de la aptitud
para ser titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad
respecto de hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.
ARTÍCULO 23.- Capacidad de ejercicio. Toda persona humana puede ejercer por sí
misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código
y en una sentencia judicial.
ARTÍCULO 24.- Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a. la persona por nacer;
b. la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo;
c. la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en
esa decisión.
SECCIÓN 2ª
Persona menor de edad
ARTÍCULO 25.- Menor de edad y adolescente. Menor de edad es la persona que no
ha cumplido dieciocho años.
Este Código denomina adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece
años.
ARTÍCULO 26.- Ejercicio de los derechos por la persona menor de edad. La persona
menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales.
No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer
por sí los actos que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de
conflicto de intereses con sus representantes legales, puede intervenir con asistencia
letrada.
La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le
concierne así como a participar en las decisiones sobre su persona.
Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir
por sí respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su
estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física.
Si se trata de tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o está en
riesgo la integridad o la vida, el adolescente debe prestar su consentimiento con la
asistencia de sus progenitores; el conflicto entre ambos se resuelve teniendo en cuenta
su interés superior, sobre la base de la opinión médica respecto a las consecuencias
de la realización o no del acto médico.
A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las
decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.
ARTÍCULO 27.- Emancipación. La celebración del matrimonio antes de los dieciocho
años emancipa a la persona menor de edad.
La persona emancipada goza de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones
previstas en este Código.
La emancipación es irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sin efecto la emancipación,
excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa a partir del día en
que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada.
Si algo es debido a la persona menor de edad con cláusula de no poder percibirlo
hasta la mayoría de edad, la emancipación no altera la obligación ni el tiempo de su
exigibilidad.
ARTÍCULO 28.- Actos prohibidos a la persona emancipada. La persona emancipada
no puede, ni con autorización judicial:
a. aprobar las cuentas de sus tutores y darles finiquito;
b. hacer donación de bienes que hubiese recibido a título gratuito;
c. afianzar obligaciones.
ARTÍCULO 29.- Actos sujetos a autorización judicial. El emancipado requiere autorización
judicial para disponer de los bienes recibidos a título gratuito. La autorización
debe ser otorgada cuando el acto sea de toda necesidad o de ventaja evidente.
ARTÍCULO 30.- Persona menor de edad con título profesional habilitante. La persona
menor de edad que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión
puede ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización. Tiene la
administración y disposición de los bienes que adquiere con el producto de su profesión
y puede estar en juicio civil o penal por cuestiones vinculadas a ella.

CAPÍTULO 3
Derechos y actos personalísimos
ARTÍCULO 51.- Inviolabilidad de la persona humana. La persona humana es inviolable
y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su
dignidad.
ARTÍCULO 52.- Afectaciones a la dignidad. La persona humana lesionada en su intimidad
personal o familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que de cualquier
modo resulte menoscabada en su dignidad personal, puede reclamar la prevención y
reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en el Libro Tercero, Título V,
Capítulo 1.

TÍTULO II
Persona jurídica
CAPÍTULO 1
Parte general
SECCIÓN 1ª
Personalidad. Composición
ARTÍCULO 141.- Definición. Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones
para el cumplimiento de su objeto y los fines de su creación.
ARTÍCULO 142.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona jurídica privada
comienza desde su constitución. No necesita autorización legal para funcionar,
excepto disposición legal en contrario. En los casos en que se requiere autorización
estatal, la persona jurídica no puede funcionar antes de obtenerla.
ARTÍCULO 143.- Personalidad diferenciada. La persona jurídica tiene una personalidad
distinta de la de sus miembros.
Los miembros no responden por las obligaciones de la persona jurídica, excepto en los
supuestos que expresamente se prevén en este Título y lo que disponga la ley especial.
ARTÍCULO 144.-Inoponibilidad de la personalidad jurídica. La actuación que esté
destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso
para violar la ley, el orden público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier
persona, se imputa a quienes a título de socios, asociados, miembros o controlantes
directos o indirectos, la hicieron posible quienes responderán solidaria e ilimitadamente
por los perjuicios causados.
Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los terceros de buena fe y sin perjuicio
de las responsabilidades personales de que puedan ser pasibles los participantes
en los hechos por los perjuicios causados.
SECCIÓN 2ª
Clasificación
ARTÍCULO 145.- Clases. Las personas jurídicas son públicas o privadas.
ARTÍCULO 146.- Personas jurídicas públicas. Son personas jurídicas públicas:
a. el Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los municipios,
las entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la
República a las que el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter;
b. los Estados extranjeros, las organizaciones a las que el derecho internacional pú-
blico reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el
extranjero cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable;
c. la Iglesia Católica.
ARTÍCULO 147.- Ley aplicable. Las personas jurídicas públicas se rigen en cuanto a
su reconocimiento, comienzo, capacidad, funcionamiento, organización y fin de su
existencia, por las leyes y ordenamientos de su constitución.
ARTÍCULO 148.- Personas jurídicas privadas. Son personas jurídicas privadas:
a. las sociedades;
b. las asociaciones civiles;
c. las simples asociaciones;
d. las fundaciones;
e. las iglesias, confesiones, comunidades o entidades religiosas;
f. las mutuales;
g. las cooperativas;
h. el consorcio de propiedad horizontal;
i. toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo
carácter de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.
ARTÍCULO 149.- Participación del Estado. La participación del Estado en personas
jurídicas privadas no modifica el carácter de éstas. Sin embargo, la ley o el estatuto
pueden prever derechos y obligaciones diferenciados, considerando el interés público
comprometido en dicha participación.
ARTÍCULO 150.- Leyes aplicables. Las personas jurídicas privadas que se constituyen
en la República, se rigen:
a. por las normas imperativas de la ley especial o, en su defecto, de este Código;
b. por las normas del acto constitutivo con sus modificaciones y de los reglamentos,
prevaleciendo las primeras en caso de divergencia;
c. por las normas supletorias de leyes especiales, o en su defecto, por las de este Título.
Las personas jurídicas privadas que se constituyen en el extranjero se rigen por lo
dispuesto en la ley general de sociedades.

TITULO IV
Hechos y actos jurídicos
CAPÍTULO 1
Disposiciones generales
ARTÍCULO 257.- Hecho jurídico. El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme
al ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones
o situaciones jurídicas.
ARTÍCULO 258.- Simple acto lícito. El simple acto lícito es la acción voluntaria no
prohibida por la ley, de la que resulta alguna adquisición, modificación o extinción de
relaciones o situaciones jurídicas.
ARTÍCULO 259.- Acto jurídico. El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene
por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones
jurídicas.
ARTÍCULO 260.- Acto voluntario. El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento,
intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.
ARTÍCULO 261.- Acto involuntario. Es involuntario por falta de discernimiento:
a. el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón;
b. el acto ilícito de la persona menor de edad que no ha cumplido diez años;
c. el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin
perjuicio de lo establecido en disposiciones especiales.
ARTÍCULO 262.- Manifestación de la voluntad. Los actos pueden exteriorizarse oralmente,
por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material.
ARTÍCULO 263.- Silencio como manifestación de la voluntad. El silencio opuesto
a actos o a una interrogación no es considerado como una manifestación de voluntad
conforme al acto o la interrogación, excepto en los casos en que haya un deber
de expedirse que puede resultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y
prácticas, o de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.
ARTÍCULO 264.- Manifestación tácita de voluntad. La manifestación tácita de la voluntad
resulta de los actos por los cuales se la puede conocer con certidumbre. Carece
de eficacia cuando la ley o la convención exigen una manifestación expresa.

CAPÍTULO 5
Actos jurídicos
SECCIÓN 1ª
Objeto del acto jurídico
ARTÍCULO 279.- Objeto. El objeto del acto jurídico no debe ser un hecho imposible
o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden público o
lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede ser un bien
que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.
ARTÍCULO 280.- Convalidación. El acto jurídico sujeto a plazo o condición suspensiva
es válido, aunque el objeto haya sido inicialmente imposible, si deviene posible
antes del vencimiento del plazo o del cumplimiento de la condición.
SECCIÓN 2ª
Causa del acto jurídico
ARTÍCULO 281.- Causa. La causa es el fin inmediato autorizado por el ordenamiento
jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También integran la causa los motivos
exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma
expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes.
ARTÍCULO 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el acto
se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es válido aunque la
causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera.
ARTÍCULO 283.- Acto abstracto. La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no
son discutibles en el acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que la ley
lo autorice.
SECCIÓN 3ª
Forma y prueba del acto jurídico
ARTÍCULO 284.- Libertad de formas. Si la ley no designa una forma determinada
para la exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente.
Las partes pueden convenir una forma más exigente que la impuesta por la ley.
ARTÍCULO 285.- Forma impuesta. El acto que no se otorga en la forma exigida por
la ley no queda concluido como tal mientras no se haya otorgado el instrumento
previsto, pero vale como acto en el que las partes se han obligado a cumplir con la
expresada formalidad, excepto que ella se exija bajo sanción de nulidad.
ARTÍCULO 286.- Expresión escrita. La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos
públicos, o por instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en
los casos en que determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar
en cualquier soporte, siempre que su contenido sea representado con texto inteligible,
aunque su lectura exija medios técnicos.
ARTÍCULO 287.- Instrumentos privados y particulares no firmados. Los instrumentos
particulares pueden estar firmados o no. Si lo están, se llaman instrumentos privados.

Si no lo están, se los denomina instrumentos particulares no firmados; esta categoría


comprende todo escrito no firmado, entre otros, los impresos, los registros visuales o
auditivos de cosas o hechos y, cualquiera que sea el medio empleado, los registros de
la palabra y de información.
ARTÍCULO 288.- Firma. La firma prueba la autoría de la declaración de voluntad expresada
en el texto al cual corresponde. Debe consistir en el nombre del firmante o
en un signo.
En los instrumentos generados por medios electrónicos, el requisito de la firma de una
persona queda satisfecho si se utiliza una firma digital, que asegure indubitablemente
la autoría e integridad del instrumento.

LIBRO TERCERO
DERECHOS PERSONALES
TÍTULO I
Obligaciones en general
CAPÍTULO 1
Disposiciones generales
ARTÍCULO 724.- Definición. La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual
el acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer
un interés lícito y, ante el incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de
dicho interés.
ARTÍCULO 725.- Requisitos. La prestación que constituye el objeto de la obligación
debe ser material y jurídicamente posible, lícita, determinada o determinable, susceptible
de valoración económica y debe corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial
del acreedor.
ARTÍCULO 726.- Causa. No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún
hecho idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico.
ARTÍCULO 727.- Prueba de la existencia de la obligación. Presunción de fuente
legítima. La existencia de la obligación no se presume. La interpretación respecto de
la existencia y extensión de la obligación es restrictiva. Probada la obligación, se presume
que nace de fuente legítima mientras no se acredite lo contrario.
ARTÍCULO 728.- Deber moral. Lo entregado en cumplimiento de deberes morales o
de conciencia es irrepetible.
ARTÍCULO 729.- Buena fe. Deudor y acreedor deben obrar con cuidado, previsión y
según las exigencias de la buena fe.
ARTÍCULO 730.- Efectos con relación al acreedor. La obligación da derecho al
acreedor a:
a. emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha
obligado;
b. hacérselo procurar por otro a costa del deudor;
c. obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes.
Si el incumplimiento de la obligación, cualquiera sea su fuente, deriva en litigio judicial
o arbitral, la responsabilidad por el pago de las costas, incluidos los honorarios profesionales,
de todo tipo, allí devengados y correspondientes a la primera o única instancia,
no debe exceder del veinticinco por ciento del monto de la sentencia, laudo,
transacción o instrumento que ponga fin al diferendo. Si las regulaciones de honorarios
practicadas conforme a las leyes arancelarias o usos locales, correspondientes a
todas las profesiones y especialidades, superan dicho porcentaje, el juez debe proceder
a prorratear los montos entre los beneficiarios. Para el cómputo del porcentaje
indicado, no se debe tener en cuenta el monto de los honorarios de los profesionales
que han representado, patrocinado o asistido a la parte condenada en costas.
ARTÍCULO 731.- Efectos con relación al deudor. El cumplimiento exacto de la obligación
confiere al deudor el derecho a obtener la liberación y el de rechazar las acciones
del acreedor.

TÍTULO II
Contratos en general
CAPÍTULO 1
Disposiciones generales
ARTÍCULO 957.- Definición. Contrato es el acto jurídico mediante el cual dos o más
partes manifiestan su consentimiento para crear, regular, modificar, transferir o extinguir
relaciones jurídicas patrimoniales.
ARTÍCULO 958.- Libertad de contratación. Las partes son libres para celebrar un
contrato y determinar su contenido, dentro de los límites impuestos por la ley, el orden
público, la moral y las buenas costumbres.
ARTÍCULO 959.- Efecto vinculante. Todo contrato válidamente celebrado es obligatorio
para las partes. Su contenido sólo puede ser modificado o extinguido por
acuerdo de partes o en los supuestos en que la ley lo prevé.
ARTÍCULO 960.- Facultades de los jueces. Los jueces no tienen facultades para modificar
las estipulaciones de los contratos, excepto que sea a pedido de una de las
partes cuando lo autoriza la ley, o de oficio cuando se afecta, de modo manifiesto, el
orden público.
ARTÍCULO 961.- Buena fe. Los contratos deben celebrarse, interpretarse y ejecutarse
de buena fe. Obligan no sólo a lo que está formalmente expresado, sino a todas las
consecuencias que puedan considerarse comprendidas en ellos, con los alcances en
que razonablemente se habría obligado un contratante cuidadoso y previsor.
ARTÍCULO 962.- Carácter de las normas legales. Las normas legales relativas a los
contratos son supletorias de la voluntad de las partes, a menos que de su modo de
expresión, de su contenido, o de su contexto, resulte su carácter indisponible.
ARTÍCULO 963.- Prelación normativa. Cuando concurren disposiciones de este Código
y de alguna ley especial, las normas se aplican con el siguiente orden de prelación:
a. normas indisponibles de la ley especial y de este Código;
b. normas particulares del contrato;
c. normas supletorias de la ley especial;
d. normas supletorias de este Código.
ARTÍCULO 964.- Integración del contrato. El contenido del contrato se integra con:
a. las normas indisponibles, que se aplican en sustitución de las cláusulas incompatibles
con ellas;
b. las normas supletorias;
c. los usos y prácticas del lugar de celebración, en cuanto sean aplicables porque
hayan sido declarados obligatorios por las partes o porque sean ampliamente
conocidos y regularmente observados en el ámbito en que se celebra el contrato,
excepto que su aplicación sea irrazonable.
ARTÍCULO 965.- Derecho de propiedad. Los derechos resultantes de los contratos
integran el derecho de propiedad del contratante.
CAPÍTULO 2
Clasificación de los contratos
ARTÍCULO 966.- Contratos unilaterales y bilaterales. Los contratos son unilaterales
cuando una de las partes se obliga hacia la otra sin que ésta quede obligada.
Son bilaterales cuando las partes se obligan recíprocamente la una hacia la otra.
Las normas de los contratos bilaterales se aplican supletoriamente a los contratos
plurilaterales.
ARTÍCULO 967.- Contratos a título oneroso y a título gratuito. Los contratos son
a título oneroso cuando las ventajas que procuran a una de las partes les son concedidas
por una prestación que ella ha hecho o se obliga a hacer a la otra. Son a título
gratuito cuando aseguran a uno o a otro de los contratantes alguna ventaja, independiente
de toda prestación a su cargo.
ARTÍCULO 968.- Contratos conmutativos y aleatorios. Los contratos a título oneroso
son conmutativos cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas. Son
aleatorios, cuando las ventajas o las pérdidas, para uno de ellos o para todos, dependen
de un acontecimiento incierto.
ARTÍCULO 969.- Contratos formales. Los contratos para los cuales la ley exige una
forma para su validez, son nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha. Cuando la forma
requerida para los contratos, lo es sólo para que éstos produzcan sus efectos propios,
sin sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras no se ha otorgado
el instrumento previsto, pero valen como contratos en los que las partes se obligaron
a cumplir con la expresada formalidad. Cuando la ley o las partes no imponen una
forma determinada, ésta debe constituir sólo un medio de prueba de la celebración
del contrato.
ARTÍCULO 970.- Contratos nominados e innominados. Los contratos son nominados
e innominados según que la ley los regule especialmente o no. Los contratos
innominados están regidos, en el siguiente orden, por:
a. la voluntad de las partes;
b. las normas generales sobre contratos y obligaciones;
c. los usos y prácticas del lugar de celebración;
d. las disposiciones correspondientes a los contratos nominados afines que son
compatibles y se adecuan a su finalidad.

TÍTULO V
Otras fuentes de las obligaciones
CAPÍTULO 1
Responsabilidad civil
SECCIÓN 1ª
Disposiciones generales
ARTÍCULO 1708.- Funciones de la responsabilidad. Las disposiciones de este Título
son aplicables a la prevención del daño y a su reparación.
ARTÍCULO 1709.- Prelación normativa. En los casos en que concurran las disposiciones
de este Código y las de alguna ley especial relativa a responsabilidad civil, son
aplicables, en el siguiente orden de prelación:
a. las normas indisponibles de este Código y de la ley especial;
b. la autonomía de la voluntad;
c. las normas supletorias de la ley especial;
d. las normas supletorias de este Código.
SECCIÓN 2ª
Función preventiva y punición excesiva
ARTÍCULO 1710.- Deber de prevención del daño. Toda persona tiene el deber, en
cuanto de ella dependa, de:
a. evitar causar un daño no justificado;
b. adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias, las medidas razonables para
evitar que se produzca un daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan
o disminuyen la magnitud de un daño del cual un tercero sería responsable, tiene
derecho a que éste le reembolse el valor de los gastos en que incurrió, conforme
a las reglas del enriquecimiento sin causa;
c. no agravar el daño, si ya se produjo.
ARTÍCULO 1711.- Acción preventiva. La acción preventiva procede cuando una acción
u omisión antijurídica hace previsible la producción de un daño, su continuación
o agravamiento. No es exigible la concurrencia de ningún factor de atribución.
ARTÍCULO 1712.- Legitimación. Están legitimados para reclamar quienes acreditan
un interés razonable en la prevención del daño.
ARTÍCULO 1713.- Sentencia. La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer,
a pedido de parte o de oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones
de dar, hacer o no hacer, según corresponda; debe ponderar los criterios de menor
restricción posible y de medio más idóneo para asegurar la eficacia en la obtención
de la finalidad.
ARTÍCULO 1714.- Punición excesiva. Si la aplicación de condenaciones pecuniarias
administrativas, penales o civiles respecto de un hecho provoca una punición irrazonable
o excesiva, el juez debe computarla a los fines de fijar prudencialmente su monto.
ARTÍCULO 1715.- Facultades del juez. En el supuesto previsto en el artículo 1714 el
juez puede dejar sin efecto, total o parcialmente, la medida.
SECCIÓN 3ª
Función resarcitoria
ARTÍCULO 1716.- Deber de reparar. La violación del deber de no dañar a otro, o el
incumplimiento de una obligación, da lugar a la reparación del daño causado, conforme
con las disposiciones de este Código.
ARTÍCULO 1717.- Antijuridicidad. Cualquier acción u omisión que causa un daño a
otro es antijurídica si no está justificada.
ARTÍCULO 1718.- Legítima defensa, estado de necesidad y ejercicio regular de
un derecho. Está justificado el hecho que causa un daño:
a. en ejercicio regular de un derecho;
b. en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmente proporcionado,
frente a una agresión actual o inminente, ilícita y no provocada; el tercero
que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como consecuencia de un hecho realizado
en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparación plena;
c. para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza al
agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se
halla justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En
este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que
el juez lo considere equitativo.
ARTÍCULO 1719.- Asunción de riesgos. La exposición voluntaria por parte de la víctima
a una situación de peligro no justifica el hecho dañoso ni exime de responsabilidad
a menos que, por las circunstancias del caso, ella pueda calificarse como un hecho del
damnificado que interrumpe total o parcialmente el nexo causal.
Quien voluntariamente se expone a una situación de peligro para salvar la persona o
los bienes de otro tiene derecho, en caso de resultar dañado, a ser indemnizado por
quien creó la situación de peligro, o por el beneficiado por el acto de abnegación. En
este último caso, la reparación procede únicamente en la medida del enriquecimiento
por él obtenido.
ARTÍCULO 1720.- Consentimiento del damnificado. Sin perjuicio de disposiciones
especiales, el consentimiento libre e informado del damnificado, en la medida en que
no constituya una cláusula abusiva, libera de la responsabilidad por los daños derivados
de la lesión de bienes disponibles.
ARTÍCULO 1721.- Factores de atribución. La atribución de un daño al responsable
puede basarse en factores objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa, el factor
de atribución es la culpa.
ARTÍCULO 1722.- Factor objetivo. El factor de atribución es objetivo cuando la culpa
del agente es irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos,
el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en
contrario.
ARTÍCULO 1723.- Responsabilidad objetiva. Cuando de las circunstancias de la obligación,
o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe obtener un resultado
determinado, su responsabilidad es objetiva.
ARTÍCULO 1724.- Factores subjetivos. Son factores subjetivos de atribución la culpa
y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza
de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende
la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se configura
por la producción de un daño de manera intencional o con manifiesta indiferencia por
los intereses ajenos.

LIBRO CUARTO
DERECHOS REALES
TÍTULO I
Disposiciones generales
CAPÍTULO 1
Principios comunes
ARTÍCULO 1882.- Concepto. El derecho real es el poder jurídico, de estructura legal,
que se ejerce directamente sobre su objeto, en forma autónoma y que atribuye a su titular
las facultades de persecución y preferencia, y las demás previstas en este Código.
ARTÍCULO 1883.- Objeto. El derecho real se ejerce sobre la totalidad o una parte
material de la cosa que constituye su objeto, por el todo o por una parte indivisa.
El objeto también puede consistir en un bien taxativamente señalado por la ley.
ARTÍCULO 1884.- Estructura. La regulación de los derechos reales en cuanto a sus
elementos, contenido, adquisición, constitución, modificación, transmisión, duración
y extinción es establecida sólo por la ley. Es nula la configuración de un derecho real
no previsto en la ley, o la modificación de su estructura.
ARTÍCULO 1885.- Convalidación. Si quien constituye o transmite un derecho real
que no tiene, lo adquiere posteriormente, la constitución o transmisión queda convalidada.
ARTÍCULO 1886.- Persecución y preferencia. El derecho real atribuye a su titular la
facultad de perseguir la cosa en poder de quien se encuentra, y de hacer valer su preferencia
con respecto a otro derecho real o personal que haya obtenido oponibilidad
posteriormente.
ARTÍCULO 1887.- Enumeración. Son derechos reales en este Código:
a. el dominio;
b. el condominio;
c. la propiedad horizontal;
d. los conjuntos inmobiliarios;
e. el tiempo compartido;
f. el cementerio privado;
g. la superficie;
h. el usufructo;
i. el uso;
j. la habitación;
k. la servidumbre;
l. la hipoteca;
m. la anticresis;
n. la prenda.

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