Carbohidrato, elemento vital para el ser humano.

Si bien es cierto es el cuerpo humano está en constante actividad, aunque no

parezca cada ser que así se denomine sedentario necesita de energía para
realizar las actividades cotidianas, energía que necesita ser proporcionada al
organismo mediante los carbohidratos (CHO), ya que representan la mayor fuente
de energía, pero para ser absorbida o captada por el organismo es necesario la
glucosa la cual es absorbida por el organismo y posteriormente asimilado.

El ser humano debe mantener un equilibrio o balance entre la energía

que obtiene a través de los alimentos y la energía que gasta; por lo tanto una
persona adulta debe obtener en el cuerpo entre 300 y 400 gr, siendo estos
repartidos en ciertas cantidades en distintas partes del cuerpo de acuerdo a la
necesidad del hígado, musculo esquelético, cardiaco y musculo liso y la sangre.

La digestión y absorción de los carbohidratos es obtenida principalmente de la

dieta, entre estos se encuentran polisacáridos como el almidón y disacáridos como
la sacarosa, esto mediante las enzimas de los jugos gástricos

Este proceso de digestión o asimilación del organismo inicia en la ingesta en la

boca con la amilasa salival que convierte esto en unidades pequeña, siendo el
principal sitio de digestión el intestino delgado.

Todos los alimentos son fuente de energía, pero unos contienen más energía que
otros, si la energía que proviene de los carbohidratos y las grasas, es baja con la
relación a las necesidades de cada ser humano, entonces el organismo utilizará la
energía que generan las proteínas para cubrir esas necesidades con la
consecuente disminución en el aprovechamiento en las proteínas para la
formación de tejidos o músculos.

Los electrólitos participan en los procesos fisiológicos del organismo Cada

electrólito tiene una concentración característica en el plasma sanguíneo, el
líquido intersticial y el líquido celular. Son importantes para regular la osmolaridad
o concentración de partículas en el plasma sanguíneo y otros líquidos del
organismo. También determinan el nivel de hidratación y el pH de los líquidos
corporales. El correcto equilibrio entre los distintos electrólitos es de importancia
crítica para el metabolismo del cuerpo y su normal funcionamiento.