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UNIVERSIDAD NACIONAL

TORIBIO RODRIGUEZ DE MENDOZA

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA ACADÉMINA PROFESIONAL DE TECNOLOGÍA MÉDICA

ESTUDIANTES :

Maria Yessenia Ocmin Mio

EXPERIENCIA CURRICULAR:

Rehabilitación Integral Y Profesional

DOCENTE:

Harold Leonel Cisneros Torres

CICLO :

VII

CHACHAPOYAS - PERÚ

2018
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INTRODUCCIÓN
El trastorno de lateralidad se descubrió hace poco más de 50 años, por lo que para muchas
personas y profesionales sanitarios todavía es un trastorno bastante desconocido. Este
desconocimiento provoca que las familias que tienen un miembro con esta patología
suelan llegar al centro después de haber realizado un recorrido agotador e infructuoso por
diversos logopedas, consultas psiquiátricas, psicoterapias y, en numerosos casos, tras
haber proporcionado al niño u adolescente un exceso de clases de refuerzo o tras haberle
cambiado de colegio a uno de nivel pedagógico inferior.

Los niños con lateralidad heterogénea o cruzada son confundidos con niños holgazanes
y/o con pocas capacidades cognitivas, y los jóvenes y adultos con el trastorno suelen
presentar cuadros de depresión, estrés y ansiedad debido a que concluyen erróneamente
que sus problemas tienen una causa psicológica o psiquiátrica. Si la lateralidad no se trata
adecuadamente, los cuadros se agravan y deterioran con el tiempo.

En el presente trabajo desarrollaremos el tema de lateralidad: la definición, trastorno.


diagnósticos, tratamiento y pronostico, que como estudiante de Tecnología Médica –
Terapia Física y Rehabilitación es muy importante conocer para mi formación académica,
poder practicarlo en un futuro ayudando a muchas personas y contribuir en la mejora de
su salud.
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INDICE

INTRODUCCIÓN I

INDICE II

LOS HEMISFERIOS CEREBRALES Y LA LATERALIDAD 3

LATERALIDAD O LATERALIZACIÓN HOMOGÉNEA 3

TRASTORNO DE LATERALIDAD 4

EVOLUCIÓN DE LA LATERALIDAD EN LOS NIÑOS 5

SÍNTOMAS DEL TRASTORNO DE LATERALIDAD 6

CÓMO AFECTA EL TRASTORNO DE LATERALIDAD 7

DETECCIÓN 7

DIAGNÓSTICO 8

TRATAMIENTO 8

ACTIVIDADES 9

PRONÓSTICO 10

CONCLUSIÓN IV

BIBLIOGRAFIA V

ANEXOS VI
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LOS HEMISFERIOS CEREBRALES Y LA LATERALIDAD


Nuestro cerebro está subdividido en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo. Ambos
hemisferios están unidos por el cuerpo calloso, que es una banda de fibras que los conecta
y a través de la cual se vehicula la transmisión de información procedente de la visión, el
tacto, el oído, etc. La mayor parte de la información que llega a nuestro cerebro
procedente de los sentidos tiene que “cruzar” desde el lado que recibe el estímulo
sensorial al hemisferio opuesto. Asimismo, el hecho de que, por ejemplo, podamos ver
objetos en tres dimensiones (lo cual supone realizar cálculos sobre la profundidad a la
que se hallan y su distancia respecto a nosotros) es debido a que nuestro cerebro es capaz
de fusionar la información que le llega de los dos hemisferios: la información que recibe
un hemisferio a partir del ojo contrario se combina con la que recibe del otro hemisferio
(la del otro ojo).

Salvo casos excepcionales, cada hemisferio gobierna una serie de funciones y también la
mayor parte del lado inverso del cuerpo. El hemisferio cerebral derecho gobierna la
percepción visual y espacial (no verbal) que tenemos del mundo, así como las emociones
y las habilidades creativas y artísticas (como, por ejemplo, la musical); el hemisferio
izquierdo, rige el lenguaje (el habla y la escritura), la lógica y las habilidades matemáticas
y analíticas. Es decir, y para sintetizar el hemisferio derecho es el «cerebro artístico e
intuitivo» y el izquierdo «el cerebro lógico, racional y analítico».

LATERALIDAD O LATERALIZACIÓN HOMOGÉNEA


En la mayoría de las personas, se da una prevalencia de uno de los hemisferios. Esta
prevalencia o especialización lateral, que queda definida alrededor de los cinco años de
edad, es lo que llamamos “lateralidad” o “lateralización”. Por tanto, la lateralidad puede
ser diestra o zurda en función del hemisferio cerebral dominante. Lo importante, para que
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tengamos un buen desarrollo neurofisiológico, es que, independientemente de si es diestra


o zurda, la lateralidad esté bien definida; es decir, que sea homogénea. Esta
homolateralidad nos permitirá desarrollarnos de acuerdo a nuestro cociente intelectual y
emocional.

El hecho de tener una lateralidad bien definida (homogénea) es esencial para que el niño
se desarrolle con una buena construcción de su esquema corporal e integre
adecuadamente sus percepciones del mundo externo; es decir, para que pueda orientar su
propio cuerpo en el espacio, su “yo” en el tiempo y los objetos externos respecto a su
cuerpo.

Este proceso de lateralización es gradual: el recién nacido no tiene establecida la relación


entre un lado del cuerpo y el otro y, hasta los cuatro años, suele utilizar indistintamente
ambas manos. Sin embargo, a los 5-6 años la lateralidad debería estar bien definida: el
niño debería ser capaz de localizar correctamente su derecha e izquierda, e identificar las
diferentes partes de su cuerpo; a los 7-8 años, localizar derecha-izquierda también en el
espacio; y a los 9, en los otros.

Entonces podemos encontrar:

predominio derecho (diestro)

predominio izquierdo (zurdos)

mismo predominio para la derecha


que para la izquierda (ambidiestros)

En estos tres casos, la lateralidad se ha definido correctamente, de manera homogénea.

TRASTORNO DE LATERALIDAD
Hablamos de trastorno de lateralidad o lateralidad heterogénea cuando las personas que
son zurdas o diestras utilizan por presión social la mano o el pie contrario (lateralidad
contrariada) o cuando la persona utiliza unas veces su lado derecho y otras su lado
izquierdo (lateralidad indefinida o cruzada).
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En algunos casos, y debido a un trastorno neurofisiológico hereditario, la lateralidad no


se define bien y la persona utiliza la parte derecha para realizar algunas funciones y la
parte izquierda para realizar otras. O dicho de otra forma, los influjos nerviosos que
proceden de cada lado del cuerpo y que deberían confluir en los lados opuestos del cerebro
no circulan ordenadamente.

Debido a que la definición de la lateralidad en nuestro sistema nervioso afecta a la


organización de las funciones superiores como el lenguaje, la capacidad lógica y el
aprendizaje de las matemáticas, la comprensión, la concentración, la percepción espacio-
temporal, etc., esta lateralidad cruzada o heterogénea repercute en la capacidad
psicomotora y, por tanto, en el rendimiento cognitivo y en el bienestar emocional.

EVOLUCIÓN DE LA LATERALIDAD EN LOS NIÑOS


La lateralidad es un proceso dinámico que pasa por diferentes fases hasta que
aproximadamente a los 6-7 años termina por establecerse definitivamente. Es importante
que cuando el niño llegue a la edad de escolarización obligatoria (6 años) haya adquirido
su lateralización.

El adecuado desarrollo de la lateralidad es imprescindible para un correcto aprendizaje


de la lectoescritura, la elaboración de su esquema corporal, la organización de las
referencias espaciales derecha-izquierda

• Fase de indiferenciación (0-2 años): Se trata de un momento en el que el niño


no tiene definida su lateralidad. El pequeño descubre que tiene dos manos y que
le pertenecen. Es la etapa en la que le gusta agarrar y tirar los objetos que manipula
y se da cuenta que esto le permite interaccionar con el medio.
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• Fase de alternancia (2-4 años): Periodo en el que el niño se vuelve todo un


explorador, todo le fascina y por ello necesita ir de un lado para otro y tocar todo
lo que esté a su alcance. Si lo observamos detenidamente veremos que aún utiliza
las dos manos de forma indistinta para hacer cualquier tipo de actividad.
• Fase de automatización (4-6 años): A partir de los 4 años, veremos cómo poco
a poco el niño va automatizando sus gestos. Es el momento en el que el niño
empieza a utilizar más un lado que otro. Así empezará a mirar por un agujero por
el ojo dominante, llevarse el auricular del teléfono al oído preferente, chutar la
pelota con el pie dominante, coger el lápiz para escribir o un vaso para beber con
la mano que finalmente va usar.

SÍNTOMAS DEL TRASTORNO DE LATERALIDAD


A partir de Educación primara, el niño con una lateralidad mal establecida puede
presentar dificultades de aprendizaje, incluso se puede confundir y mal diagnosticar al
niño con dislexia.

Hay una serie de síntomas que nos indican que la lateralización no se ha producido
correctamente en la persona, ya que la patología provoca una disminución del rendimiento
cognitivo al bloquearse parcialmente los influjos nerviosos en ciertas áreas cerebrales.
Estas son los más habituales:

• Dificultades en el lenguaje oral: fluidez, mecánica lectora, retención y


comprensión lectora.
• Dificultades en el lenguaje escrito: disgrafía, disortografía y sintaxis.
• Deficiencias motoras y funcionales.
• Dificultades para las matemáticas: aprendizaje mecánico y razonamiento.
• Dificultades para la concentración.
• Dificultades para la comprensión.
• Problemas de comunicación y relación.
• Hipotonía, apatía, lentitud.
• Hipertonía e hipercinesia.
• Inestabilidad
• Inseguridad
• Agresividad
• Ansiedad y angustia
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• Desmotivación, predepresión y depresión.

CÓMO AFECTA EL TRASTORNO DE LATERALIDAD


La patología frena o bloquea entre un 20 y un 40 % los influjos nerviosos en ciertas áreas
cerebrales (una parte de los influjos nerviosos circulan por el lado contrario al debido,
ocasionando un “atasco” en el cerebelo), de tal modo que el rendimiento de la persona
disminuye por debajo de su capacidad intelectual. Por ejemplo, si el trastorno afecta a la
zona del lenguaje, se producirá una ralentización en todas las funciones asociadas a esta
capacidad; es decir, el rendimiento de las facultades asociadas al lenguaje no superará el
60-80 % de la capacidad definida por el cociente intelectual.

• Cómo afecta el trastorno de lateralidad a los niños y adolescentes


Al producirse un rendimiento inferior al nivel intelectual real a la potencialidad
del niño, su día a día se ve marcado por la lentitud, las dificultades en la lectura,
el habla y el cálculo, deficiencias en la escritura, falta de concentración,
comprensión, etc. Y, a menudo, el niño es tildado de perezoso. Todo ello provoca
problemas de integración escolar, conflictos familiares y, sobre todo, mucho
sufrimiento, causando ansiedad, estrés y una profunda desmotivación.
• Cómo afecta el trastorno de lateralidad a los adultos
En los adultos, y en la tercera edad, se traduce en bloqueos, problemas de
concentración, de lenguaje y retención; agotamiento físico, mental y emocional;
insomnio y lentitud, y desequilibrio y torpeza; todo lo cual origina conflictos
relacionales en el ámbito laboral y familiar.

DETECCIÓN
En el momento del aprendizaje de la escritura /preescolar o primer grado, es cuando se
desencadenan los trastornos de lateralización La instauración de la lateralidad puede
presentarse de la siguiente manera:

• El niño zurdo mal lateralizado, o incluso aparentemente diestro. Presenta


trastornos de orientación especial y de la organización práctica constructiva,
siendo necesaria la reeducación
• El niño zurdo con retraso de lenguaje. La reeducación del lenguaje debe realizarse
antes que la de la mano (sobre todo antes de los 5 años)
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• El niño zurdo, torpe con retraso motor. Es mejor reeducar la mano izquierda y no
intentar hacer nada con la derecha El papel de la zurdera comúnmente va asociado
a la dislexia y a la disortografía. Igualmente, la lateralidad trastocada puede
asociarse a un trastorno del lenguaje o aun trastorno motor. En el ámbito del
aprendizaje los trastornos de lateralidad y específicamente la zurdera contrariada
alteran su desarrollo

DIAGNÓSTICO
Realizar un test de lateralidad completo -mano, ojo, pierna estática, pierna dinámica,
motricidad facial, cervicales y oído- con el diagnóstico preciso y bien delimitado de cada
caso equivale, como solemos decir en el centro, a haber hecho la mitad de la terapia de
recuperación. Asimismo, el hecho de saber finalmente la causa de la patología alivia
enormemente la preocupación acumulada en el paciente y en los demás miembros de la
familia. Un buen estudio es el paso previo para iniciar la terapia adecuada con cada
persona; un tratamiento que, como mínimo, disminuye el trastorno en un 80 %, y sin
recaídas posteriores. Existen dos tipos de pruebas para recoger información acerca de la
lateralidad, especialmente de la manualidad: Los cuestionarios de preferencia manual y
las pruebas de eficiencia manual.

• Test de Harris
• Test de Rene Razzo. Se realizan actividades con:
La mano: distribución de naipes.
El ojo: puntería. El pie: rayuela / patear la pelota.
• Test de Piaget

TRATAMIENTO
Después de realizar el test de lateralidad para detectar las áreas afectadas, el grado de
afectación y la relación entre ellas, diseñamos un programa personalizado de ejercicios
(terapia psicomotora). Estos ejercicios son específicos para estimular las sinapsis: los
recorridos neurofisiológicos que activan el lóbulo cerebral correspondiente a la
lateralidad debida. El programa es dinámico; es decir, se adecua constantemente a la
evolución particular de cada paciente.
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Además, podemos trabajar la lateralidad con:

Figuras
geometricas

Vocales y Figura
consonantes humama

Como
trabajar la
lateralidad
Motricidad
Colores
fina

Números y Cultura
operaciones general

ACTIVIDADES
Las actividades propuestas sirven para estimular el desarrollo de la lateralidad y
establecimiento de la dominancia. Con la estimulación conseguimos nuevas vías y un
sistema nervioso organizado según era nuestro objetivo.

1. Actividades de esquema corporal: señalar, reconocer y nombrar partes del


cuerpo.
2. Actividades de estructuración espacial: reproducir un modelo teniendo puntos
de referencia, copia de un modelo sin referencias, reconocer errores en dibujos
semejantes, reconocer la posición.
3. Actividades de coordinación dinámica manual: lanzar y coger objetos, tirar a
un blanco, abrir y cerrar la mano, coordinación, lanzar objetos de una mano a otra,
construcciones, mantener objeto en equilibrio en una mano mientras se realiza
otra acción con la otra mano, dibujos con los dedos.
4. Actividades de refuerzo de la lateralidad: repasar la mano dominante,
ubicación de objetos y personas con respecto a uno mismo, situar objetos a la
derecha y a la izquierda, cerrar los ojos e identificar objetos a la izquierda y a la
derecha, ejercicios de ritmo (que impliquen uso de la parte derecha o izquierda),
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recorridos marcados, situar objetos con respecto a otros objetos, localizar letras
que estén invertidas, etc.
5. Actividades de refuerzo de discriminación de grafemas (letras): crucigramas,
sopas de letras, asociar letras iguales con flechas, reconocer palabras que tengan
determinada letra, letras iguales a un modelo, etc.
6. Actividades de refuerzo de la coordinación visomanual: movimientos oculares
(hacia arriba, abajo, derecha, izquierda), movimientos de un solo ojo, actividades
de picado y de rasgado, recortar y pegar, pintar y colorear, calcar y dibujar,
caminos y laberintos, etc.

PRONÓSTICO
Sí. El tratamiento disminuye el trastorno, al menos, en un 80 %; aunque lo habitual es que
se llegue a una curación cercana al 100 %. Como se trata de un tratamiento
neurofisiológico, no se producen recaídas, y cabe resaltar que, si el paciente decide ser
padre en un futuro, no transmitirá su problema de lateralidad al hijo.
CONCLUSIÓN

Las primeras dificultades se dan en el proceso escolar afectando directamente al proceso


de enseñanza aprendizaje: en primer lugar, al aprendizaje de la lecto escritura. La
condición de estos niños con trastorno de lateralidad no debe ser manipulada por parte de
padres o maestros, sino que se debe rodear al niño/a de un ambiente de tolerancia y de
comprensión.

En cuanto a la intervención para la lateralidad cruzada ha de estar adaptado a cada niño/a,


teniendo en cuenta el origen, las dificultades y el funcionamiento neurológico habitual.
Es importante tener cuidado para no ir en contra de este funcionamiento habitual, ya que
podemos crear dificultades para la conexión entre ambos hemisferios. La terapia base es
la reorganización neurofuncional.
BIBLIOGRAFIA
• Rodríguez, C. (2014, 3, febrero). Lateralidad, 6 Actividades que podemos hacer
para su desarrollo. Educa y Aprende. Recuperado de
https://educayaprende.com/lateralidad-6-actividades-que-podemos-hacer-para-
su-desarrollo/.
• Guitart, J. (2016, 29, julio). Diagnóstico y tratamiento del trastorno de lateralidad.
Centro de lateralidad y psicomotricidad. Recuperado de
http://lateralidad.com/diagnostico-tratamiento-del-trastorno-lateralidad/.
• http://www.elblogdetubebe.com/lateralidad-cruzada-en-ninos-tipos-sintomas-
diagnostico-y-tratamiento/.
ANEXOS
Fig. Nº1. Test de Harris (observación de la lateralidad) adaptación del “Harris test of
lateral dominance”
Fig. Nº2: Organización lateroespacial (Pruebas de PIAGET Y HEAD)
Fig. Nº3. Escalera de braquiación de 3 metros. Para desarrollo de psicomotricidad.

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