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en Ja lengua espatiola, en baxo estilo y en baxo quilate de entendi- iento, pretendiendo solamente saber y escrebir lo que ellos enten- dian en esta materia de astrologia y filosofia natural, que es muy poco y muy baxo. Otra cosa hay en ia lengua que también dard des- gusto al que la entendiere, y es que de una cosa van muchos nom- bres sinénimos, y una manera de decir o una sentencia va dicha de muchas maneras, Esto se hizo aposta, por saber y escrebir todos los vocablos de cada cosa y todas las maneras de decir de cada sentencia. Y esto no solamente en este libro, pero en toda la obra, Vale. 690 EL SEPTIMO LIBRO TRATA DEL SOL Y DELA LUNA Y ESTRELLAS, Y DEL ANO DEL JUBILEO | | | | | | i | | CAPITULO I DEL SOL EI Sol tiene propriedad de resplandecer y de alumbrar y de echar rayos de si. Es caliente y tuesta, Hace sudar, para hosco 0 foro el cuerpo y la cara de Ia persona. Hacian fiesta al Sol una vez cada afio en el signo que se Hama nahui olin, y antes de la fiesta ayunaban cuatro dias, como vigilia de la fiesta, Y en esta fiesta del Sol ofrecian encienso y sangre de las orejas cuatro veces: una en saliendo el Sol; otraal mediodia, ¥ a la hora de visperas, y cuando se ponia. Y cuando a la mafiana salia, decian: “Ya comienza el Sol su obra, :Qué serd? ;Qué acon- tecerd en este dia?” Y a la puesta del Sol decfan: “Acabd su obra, su tarea el Sol.” A las veces cuando sale el Sol parece de color de sangre: y a las veces parece blanquecino: ya las veces sale de colorenfermizo por razén de las tinieblas o de las nubes que se le anteponen. Cuando se eclipsa el Sol pérase colorado; parece que se desaso- siega o se turba el Sol; o se remece o revuelve, y amarillécese mu- cho. Cuando esto ve la gente, luego se alborota y tomales gran temor. ¥ luego las mujeres lloran a voces, y los hombres dan grita, hiriendo las bocas con la mano. Y en todas partes se daban gran- des voces y gritos y alaridos. Y luego buscaban horabres de cabe- Hlos blancos y caras blancas y los sacrificaban al Sol. Y también sacrificaban captivos y se untaban con la sangre de las orejas; y también agujeraban las orejas con puntas de magey, y pasaban mimbres 0 cosa semejante por los agujeros que las puntas habian hecho. ¥ Iuego por todos los templos cantaban y taftian, hacien- do gran ruido. Y decian: “Si del todo se acaba de eclipsar el Sol, nunea mas alumbrara. Ponerse han perpetuas tinieblas, y descen- deran los demonios. Vendrinnos a comer.” 693 CAPITULO II DE LA LUNA ‘Cuando Ia Luna nuevamente nace, parece como un arquito de alambre delgado. Aiin no resplandece; poco a poco va creciendo. ‘A los quince dias es llena: y cuando yaes llena, sale por el oriente ala puesta del Sol. Parece como una rueda de molino grande, muy redonda y muy colorada. Y cuando va subiendo, se para blanca resplandeciente; parece como un conejo en medio della. Y sino hay nubes, resplandece casi como el Sol, casi como de dia. Y después de llena cumplidamente, poco a poco se va menguando, hasta que se va.ahacer como cuando comenzé. Dicen entonces: “Ya se mue~ re ia Luna; ya se duerme mucho.” Esto es cuando sale ya con el alba. Al tiempo de la conjuncién dicen: “Ya es muerta la Luna.” La fabula del conejo que esté en Ja Luna es ésta: Dicen que los dioses se burlaron con la Luna y digronla con un conejo en la cara, y quedéie el conejo sefialado en la cara. ¥ con esto le escurecieron Ja cara como con un cardenal. Depués desto salié para alumbrar al mundo, Decian que antes que hubiese dia en el mundo, que se juntaron los dioses en aquel lugar que se llama Teutihuacan, que es el pueblo de Sanct Juan, entre Chicunauhtlan y Otumba, Dixeron los unos a los otros dioses: “Quien tendré cargo de alumbrar al mundo?” Lue- ‘go a estas palabras respondié un dios que se llamaba Tecuciztécatl, ¥y dixo: “Yo tomoa cargode alumbrar al mundo.” Luego otra vez ha- iblaron tos dioses y dixeron: “zQuién serd otro?” Luego se miraron los unos a los otros, y conferian quién seria el otro. Y ninguno dellos osaba ofrecerse a aquel oficio. Todos temian y se escusaban, Uno de los dioses de que no se hacia cuenta y era buboso no hablaba, sino ofa lo que los otros dioses decian. Y los otros habléronte y di- xéronle: “SE ti el que alumbres, bubosito.” Y él de buena voluntad obedecié a lo que le mandaron, y respondié: “En merced recibo lo que me habéis mandado. Sea asi.” 'Y luego los dos comenzaron a hacer penitencia cuatro dias, Y 694 luego encendieron fuego en el hogar, el cual era hecho en una pe- fia que agora llaman Teutexcalli, El dios llamado Tecuciztécatl todo lo que oftecia era precioso: en lugar de ramos oftecia plumas ricas gue se llaman quetzalli; y en lugar de pelotas de heno ofrecia pe- lotas de oro; y en lugar de espinas de maguey ofrecia espinas he- chas de piedras preciosas; y en lugar de espinas ensangrentadas ofrecia espinas hechas de coral colorado; y el copal que ofrecta era muy bueno. Y el buboso, que se Hlamaba Nanahuatzin, en lugar de ramos ofrecia cafias verdes atadas de tres en tres; todas ellas, legaban a nueve; y ofrecia bolas de heno y espinas de maguey: y ensangrentabalas con su misma sangre; y'en lugar de copal offe- cia las postillas de las bubas. A cada uno déstos se les edificd una torre como monte. En los mismos montes hicieron penitencia cua- tro noches. Agora se Haman estos montes 7zacualli. Estan ambos cabe el pueblo de Sanct Juan, que se llama Teutihuacan. Desque se acabaron las cuatro noches de su penitencia, luego echaron por ahi los ramos y todo lo demas con que hicieron la penitencia, Esto sehizoal fin ol remate de su penitencia, cuando la noche siguien- te, a la media noche, habian de comenzar a hacer sus oficios. YY ante un poco de la medianoche diéronles sus aderezos. A aquel quese tlamaba Tecuciztécatl dieron un plumaje llamado aztaedmitl yuna xaqueta de lienzo. Y al buboso, que se llama Nanahuatzin, to- ‘céronle la cabeza con papel, que se llama amatzontli, y pusiéronle una estola de papel y un macili de papel. Y Ilegaba la medianoche todos los dioses se pusieron en derredor del hogar que se llama teutexcalli. En este lugar ardié el fuego cuatro dias. Ordendronse los dichos dioses en dos rencles, unos de fa una parte del fuego, otros de la otra parte. Y luego los dos sobredichos se pusieron de- lante del fuego, las caras hacia el fuego, enmedio de ios dos rencles de los dioses, los cuales todos estaban levantados. Y luego habla- ron los dioses y dixeron a Tecuciztécatl: “{Ea, pues, Tecuciztécatl, entra tien el fuego!” Y él luego acometié para echarse en el fuego. Y como el fuego era grande y estaba muy encendido, como sintid el gran calor del fuego, hubo miedo; no os6 echarse en el fuego: volvidse atras. Otra vez. tornd para echarse en el fuego haciéndo- se fuerza, y llegdndose dettivose; no os6 echarse en el fuego: pero sintiendo el calor grande detivose; no os6 echarse. Cuatro veces probé, pero nunca se 056 echar. Estaba puesto mandamiento que no probarse mas de cuatro ve~ 695 ces. Desque hubo probado cuatro veces, los dioses luego hablaron aNanahuatzin y dixéronle: “jEa, pues, Nanahuatzin, prueba ta!” Y como le hubieron hablado los dioses, esforz6se y, cerrando los ojos, arremetié.y echdse en el fuego. Y luego comenzéarechinar y respen- dar enel fuego, como quien se asa. ¥ como vio Teoueiztécat! que se habfa echado en el fuego y ardia, arremetié y echése en el fuego. Y dizque luego una éguila entré en el fuego, y también se quems, y por eso tiene las plumas hoscas o negrestinas. A la postre entré un tigre; ‘no se quem6, sino chamuscése, y por eso quedo manchado de negro y blanco. Deste lugar se tomé la costumbre de llamar a los hom- bres diestros en la guerra cuauhtlocélotl. Y dicen primero cuauh- li, porque el Aguila primero entré en el fuego: y dicese a la postre océlotl, porque el tigre entré en el fuego a la postre del éguila, Después que ambos se hubieron arrojado en el fuego, y después que se bubieron quemado, luego los dioses se sentaron a esperar a qué parte vendria salir el Nanahua. Después que estuvieron gran rato esperando, comenzése a parar colorado el cielo, y en toda parte aparecié la luz-del alba. Y dicen que después desto los dioses se hincaron de rodillas para esperar a dénde saldria Nanahua he- cho Sol. A todas partes miraban, volviéndose en rededor. Nunca aceriaron a pensar ni a decir a qué parte saldria; en ninguna cosa se determinaron, Algunos pensaron que saldria a la parte del nor- te, y paréronse a mirar hacia él; otros, hacia el mediodia. A todas partes sospecharon que habia de salir, porque a todas partes habia resplandor del alba. Otros se pusieron a mirar hacia el oriente. Dixeron: “Aqui, desta parte, ha de salir el Sol.” El dicho déstos fue verdadero. Dicen que los que miraron hacia el oriente fueron Queizalcéatl, que también se llama Ecatl, y otro que se Hlama Tétec, y por otro nombre Anéhuat! Itécuh, y por otro nombre Tlatlahuic Tezcatlipuca; y otros que se Haman nimixcéah, que son innume- rables. Y cuatro mujeres: Ia una se llama Tiacapan: la otra, Teicw; la tercera, Tlacoehua; la cuarta, Xocdyotl Y cuando vino a salir el Sol, parecié muy colorado; parecia que se contoneaba de una parte a otra. Nadie lo pudia mirar, porque qui- taba la vista de los ojos. Resplandecia y echaba rayos de si, en gran ‘manera, y sus rayos se derramaron por todas partes. Y después sa- Ii6 la Lunaen lamisma parte del oriente, a par del Sol. Primero salid el Sol, y tras él salié la Luna. Por la orden que entraron en el fuego, por la mesma salieron hechos Sol y Luna. 696 Y dicen los que cuentan fabulas o hablillas que tenian igual luz con quealumbraban. Y desque vieron fos dioses queigualmente res- plandecian, habléronse otra vez y dixeron: “jOh, diases! ;Cémo se- 14 esto? ,Serd bien que vayan ambos a la par? ,Serd bien que igual- mente alumbren?” Y los dioses dieron sentencia y dixeron: “Sea desta manera: hagase desta manera.” ¥ luego uno dellos fue co- rriendo y dio con un conejo en la caraa Tecuciztécatl, Escurecidle la cara y ofuscéle el resplandor, y quedé como agora esté su cara. Después que hubieron salido ambos sobre la tierra, estuvieron quedos, sin mudarse de un lugar, el Sol y la Luna. Y los dioses otra vez se hablaron y dixeron: “Cémo podemos vivir? No se menea el Sol. ,Hemos de vivir entre los villanos? Muramos todos, y hagé- mosle que resucite por nuestra muerte.” Y luego el aire se encar- 136 de matar a todos los dioses, y matdlos. Y dicese que uno, flama- do Xélotl, rehusaba la muerte, y dixo a los dioses: “Oh, dioses, no muera yo!” Y Horabaen gran manera, de manera que se le hincha- ron los ojos de Hlorar. Y cuando llegé aél el que mataba, eché a huir. Ascondiése entre los maizales y volviése y convertidse en pie de maiz que tiene dos cafias, y los labradores le Haman xdlotl. Y fue visto y hallado entre los pies del mafz. Otra vez eché a huir, y se es- condié entre los magueyes, y convertidse en maguey que tiene dos ‘cuerpos, que se llama mexdiotl. Otra ver fue visto, y ech6 a huir. y metidse en el agua, y hizose pez, que se llama axélotl. De allé le tomaron y le mataron. Y dicen que aunque fueron muertos los dioses, no por eso se mo- vid el Sol. ¥ luego el viento comenzé a suflar o ventear reciamente. Elle hizo moverse para que anduviese su camino. Y después que el Sol comenzé a caminar, la Luna estuvo queda en el lugar donde estaba. Después del Sol comenzé la Luna a andar. Desta manera se desviaron el uno del otro, y ansi salen en diversostiempos. E} Sol dura un dia, y la Luna trabaja en la noche o alumtra en la noche De aqui parece lo que se dice, que el Tecuciztécatl habia de ser Sol si primero se hobiera echado en el fuego, porque él primero fue nombrado y ofrecié cosas preciosas en su penitencia. Cuando ia Luna se eclipsa, parase casi oscura; ennegrece; para- se hosca; luego se escurece la tierra. Cuando esto acontece, las pre- fiadas temfan de abortar. Tomabales gran temor que lo que tenfan en el cuerpo se habia de volver ratén. Y para remedio desto toma- ban un pedazo de itzten la boca, o ponianle en la cintura, sobre el 697 vientre. ¥ para que los niflos que en el vientre estaban no saliesen sin bez0s o sin narices, o boquituertos 0 bizcos, 0 porque no nacie- se monstro. Los de Xaltoca tenian por diosa la Luna y le hacian parti ofrendas y sacrificios. ares 698 CAPITULO IIL DE LAS ESTRELLAS LLAMADAS MASTELEJOS Hacia esta gente particular reverencia y particulares sacrificios a los Mastelejos del cielo que andan cerca de las Cabrillas, que es el signo del Toro, Hacian estos sacrificios y cerimonias cuando nue- vamente parecian por el oriente, después de la fiesta del Sol. Des- pués de haber ofrecidole encienso, decian: “Ya salido Yoaltecuhtli y Yacahuiztli. ;Qué acontecerd esta noche? o {Qué fin habra la no- che, préspero oadverso?” Tres veces ofrecian encienso, y debe ser porque ellas son tres estrellas: la una vez.a prima noche, ia otra vez a hora de las tres; la tercera cuando comienza a amanecer. Llaman a estas estrellas mamalhuaztli, y por este mismo nom- bre llaman a los patos con que sacan lumbre, porque les parece que tienen alguna semejanza con ellas, y que de alli les vino esta mane- ra de sacar fuego. De aqui tomaron por costumbre de hacer unas quemaduras en la mufieca a los varones, ahonra deaquellas estre- lias, Decian que el que no fuese seftalado de aquetlas quemaduras, cuando se muriese que allé en el Infierno habian de sacar el fuego de su mufieca, barrenandola como cuando acé sacan el fuego det palo. A lacstrella de Venus la tlamaba esta gente citlélpul, hueicitla- Jin, Y decian que cuando sale por el oriente hace cuatro arremeti- das, y a las tres luce poco, y vuélvese a esconder, ya la cuarta sale con toda su claridad y procede por su curso. Y dicen de su luz que parece a la de la Luna, En la primera arremetida tenianla de mal agiiero, diciendo que traia enfermedad consigo, y por esto cerra- ban las puertas y ventanas, porque no entrase su luz. Y a las veces la tomaban por buen agtiero,* al principio del tiempo que comen- zaba a aparecer por el oriente. + Hay una palabra ilegible después de “agro” 699 CAPITULO IV DE LAS COMETAS Llamaba esta gente a la cometa citlalin popoca, que quiere decir “estrella que humea”. Tenianla por prendstico de la muerte de a iin principe o rey, o de guerra ode hambre, La gente vulgar decia “Esta es nuestra hambre.” ‘A la inflamacién de la cometa lamaba esta gente citlalin tla- ‘mina, que quiere decir “Ia estrella tira saeta”. Y decfan que siem- ppre que aquella sacta caia sobre alguna cosa viva, liebre 0 conejo otro animal, y donde heria, luego se criaba un gusano, por lo cual aque! animal no era de comer. Por esta causa procuraba esta gen- te de abrigarse de noche, porque la inflamacién de la cometa no cayese sobre ellos. ‘A las estrellas que estén en la boca de la Bocina Hama esta gente citlabcunecuilli. Pintanlas a manera de ese revuelta. Siete estre- as dicen que estan por si apartadas de las otras, y que son res plandecientes. Ltamanles citlalxunecuilli porque tienen seme[ja}n- za con cierta manera de pan que hacen a manera de ese, al cual Haman xunecuili, el cual pan se comia en todas las casas un dia del afio que se Hama xuchilhuitl ‘A aquellas estrellas que en algunas partes se Haman El Carro, esta gente las llama Escurpion, porque tienen figura de escurpién 0 alacran. Y asi se Ilaman en muchas partes del mundo. Esta gente atribuia el viento a un dios que tlamaban Quetzalcéatl, bien casi como dios de los vientos. Sopla el viento de cuatro partes del mundo por mandamiento deste dios, segiin ellos decian. De la una parte viene de hacia el oriente, donde ellos dicen estar el Parai- so Terrenal, al cual flaman Tlalocan. A este viento Ie Haman tlalo- edyutl. No es viento furioso, Cuando ét sopla no impide las canoas andar por el agua. E1 segundo viento sopla de hacia el norte, donde ellos dicen estar el Infierno, y asi le llaman mictlampa ehécatl, que quiere decir “el viento de hacia el Infierno”. Este viento es furioso, ¥y por eso le temen mucho. Cuando él sopla no pueden andar las 700 canoas por el agtia, y todos los que andan por el agua se salen por temor cuando él sopla, con toda la priesa que pueden, porque muchas veces peligran con él. El tercero viento sopla de hacia el occidente, donde ellos decian que era ta habitacién de tas diosas que Haman cihuapipilti. Liamabanle cihuailampa ehécatl 0 cihuatecdyor!, que quiere decir “viento que soplade donde habi- tan las mujeres”. Este viento no es furioso, pero es frfo, hace tem- blar de frio. Con este viento bien se navega. El cuanto viento sopla de hacia el mediodia, y llémante huitztlampa ehécatl, que quiere decir “viento que sopla de aquella parte donde fueron los dioses ‘que llaman Auitzndhuah”. Este viento en estas partes es furioso, peligroso para navegar. Tanta es su furia a algunas veces, que arranca los drboles y trastorna las paredes, y levanta grandes olas en el agua, Las canoas que topa en el agua échalas a fondo o las, levanta en alto. Es tan furioso como el cierzo o norte. Pordiversos nombres nombran al reldmpago o rayo. Atribuianle alos tlaloques o tlamacazques. Decian que ellos hacian los rayos y relimpagos y truenos, y ellos herian con ellos a quien querian. 701 CAPITULO V DE LAS NUBES Las nubes y las pluvias atribuianlas estos naturales a un dios que Hamaban Tlalocatecuhtli, ef cual tenia muchos otros debaxo de su dominio, los cuales Hlamaban tlaloques y tlamacazque. Estos pen- saban que criaban todas las cosas necesarias para el cuerpo. como mafzy frisoles, eteétera, y que ellos enviaban las pluvias para que naciesen todas las cosas que se crian en la tierra. Y cuando hacian fiesta a este dios y a sus subjectos, antes de la fiesta ayunraban cua- tro dias aquellos que llaman flamacazque, los cuales moraban en Ja casa del templo llamada calmécac. Y acabado el ayuno, si algiin defectuoso entre ellos habia, por honra de aquellos dioses le mal- ‘rataban en la laguna, arrastrandole y acocedndole por el cieno y por el agua. Y si se queria levantar, torndbanle por fuerza a meter debaxo del agua, hasta que casi fe ahogaban. A los que en la casa Hamada calmécac hacian algin defecto, como es quebrar alguna ‘vasija o cosa semejante, los prendian y tenian guardados para cas- tigallos aquel dia. Y algunas veces los padres del que asi estaba preso daban gallinas o mantas o otras cosas a los tlamacazques, porque lo soltasen y no lo ahogasen. A los que maltrataban desta manera ni sus padres ni sus parientes osaban favorecellos ni ha- blar por ellos, si antes no los habian librado, estando presos. Y tan- to los maltrataban, hasta que los dexaban casi por muertos, arro- Jjados a fa orilla del agua. Entonces los tomaban sus padres y los Hevaban a sus casas. En esta fiesta destos dioses todos los maceoales comfan maiz. cocido, hecho como arroz, y los tlamacazques andaban bailando y cantando por las calles. En una mano trafan una cafia de maiz, ver~ de, y en otra una olla con asa, Por este modo andaban demandan- do que les diesen maiz cocido, y todos los maceoales les echaban en las ollas que traian de aquel maiz cocido. Estos dioses decian que hacian las nubes y las Huvias, y el grani- 20, y lanieve, y los truenos, y los relampagos, y los rayos, 702 El arco del cielo es a manera de arco de canteria, Tiene aparen- cia de diversos colores. Cuando aparece es sefial de serenidad. Y cuando el arco del cielo se pone sobre algiin maguey, decian que le haria secar 0 marchitar. Y también decian que cuando espesas veces aparece el arco del cielo, es seftal que ya quieren cesar las, aguas. 703 CAPITULO VI DE LA HELADA, NIEVE Y GRANIZO Sefialaban cierto tiempo de Ia helada, diciendo que en término de ciento y veinte dias helaba en cada un afto, y que comenzaba el hielo desde el mes que llaman ochpaniztli hasta el mes llamado tititl, porque cuando venia este mes o fiesta, toda la gente vulgar decia que ya era tiempo de beneficiar y labrar la tierra y sembrar maiz y cualquier género de semillas, y ansi se aparejaban todos para trabajar. Lanieve, cuando cae casi como agua o lluvia llaman ceppayxihuit, casi hielo blando, como niebla. Y cuando ansi acontecia decian que ‘era prenéstico de la cosecha buena y que el afio que venia seria muy fértil. ‘Las nubes espesas, cuando se vefan encima de las sierras altas, decian que ya venian los tlaloques, que eran tenidos por dioses de Jas aguas y de las lluvi Esta gente, ctiando veia encima de las sierras nubes muy blan- cas, decian que eran seftal de granizos, los cuales venian a destruir las sementeras, y ansi tenfan muy grande miedo. Y para los caza~ dores era muy gran provecho el granizo, porque mataba infinito ‘nGimero de cualesquier aves y pxaros. Y para que no viniese el di- cho dafto en los maizales, andaban unos hechiceros que Hlamaban teciuhtlazques, ques casi “estorbadores de granizos”, los cuales de- ‘cian que sabian cierta arte o encantamiento para quitar los granizos ‘0 que no empeciesen los maizales, y para enviarlos a las partes de- siertas y no sembradas ni cultivadas, 0 a las lagunas, donde no hay sementeras ningunas. 704 CAPITULO VII DE LA MANERA QUE TENIAN EN CONTAR LOS ANOS Los de México o los desta Nueva Espafa, en su infidelidad, solfan contar los afios por cierta rueda con cuatro sefiales 0 figuras, con- forme a las cuatro partes del mundo, de manera que cada afio se contaba con la figura que era de cada una de las dichas cuatro par- tes. Los nombres que tuvieron puestos alas cuatro partes del mundo son éstos: huitzlampa, que es el mediodia o austro; tlapcopeopa,* quees el oriente, mictlampa, que es el septentrién; cihuatlampa, que es el occidente 0 poniente. Los nombres de las figuras dedicadas a las cuatro partes son éstos: fochtli, que es “conejo” y era dedicado a huitztlampa, que es mediodia o austro; dcatl, que es “cali”, era dedicada al oriente; técpatl, que es “pedemal”, dedicada a septen- tridn; calli, que es “casa”, dedicada al occidente o poniente. ‘Ansi que el principio de los afios era la figura de conejo, desta manera: ce fochtli, “un conejo”, y luego ume dcatl, ques “dos ca- fias”, y luego ei técpatl, que es “tres pedernales”, y luego nahuica- Ili, que es “cuatro casas”; y anst se van multiplicando los nimeros de cada nombre o figura hasta los trece. Y acabados cincuenta y dos afios, tornaba la cuenta a ce fochtli Acatl, que es “Ia cafta”, figura dedicada era al oriente, que Tlama- ban tlapcopa, id est tlahuilcopa, casi “hacia la lumbre o al Sol”. Técpatl, que es “pedernal”, figura era dedicada a mictlampa, casi “hacia el Infierno”, porque creian que a la parte de septentrién los difunctos se iban, por lo cual en fa supersticién que hacian a los di funtos cubiertos con las mantas y atados los cuerpos, haciénlos asentar vuelta la cara a septentrién 0 micslampa. La cuarta figura era “la casa”, y era dedicada para occidente 0 poniente, al cual Mamaban cihuatlampa, que es casi “hacia la casade las mujeres”, * Dee desir Hapeopa 705 porque tenian opinién que en el poniente viven las mujeres difune~ tas, que son diosas. Y en el [orie]nte viven [los ho]mbres [viven] los hombres [sic] [san]etos que [viven] en la casa del Sfol}, desde [el oriJente le [v}an haciendo [fiesta al Sol [cada] dia que sa[le}, hasta llegar [al] medio dia. [La}s mujeres [de}functas que [Ila}man ciluapilpilt}in, que las [tie]nen por dio[sas}, parten del focci}dente y vanfleaj recebir al [me}diodia, y [HévJanle con fiesta hasta el oc- ccidente.* Ansi que cada una de las dichas cuatro figuras por Ia dicha or- den, de trece en trece afios, comienzan la cuenta de los afios. Y todas las cuatro, multiplicéindose, llegan al nimero treceno, dicien- do: ce fochili, ume dcatl, ei técpatl, nahui calli, 5 tochtli, 6 dcatl, 7 técpatl, 8 calli, etestera, y con trece veces cuatro se concluyen los cincuenta y dos afios. Acabados los cincuenta y dos aftos, segiin dicho es, tornaba fa cuenta otra vez ace fochili, que era figura a la parte de mediodia, que Hamaban huitztlampa, Y cuando se volvia el dicho ce tochli, todos temian de la hambre, porque erefan que era sefial de grande hambre, So suplen entre corhetes las letras que fueron eortudas al margen izquierdo 706 CAPITULO VIII DEL TEMOR QUE TENIAN A LA HAMBRE CUANDO ANDABA LA CUENTA DE LOS ANOS. EN CE TOCHTLI, Y DE LA PROVISION QUE HACIAN EL ANO ANTES Antes que Hlegaba ce rochtli,a quien temian mucko por la hambre, todos procuraban de juntar y esconder en sus casas muchos man~ tenimientos y todos las géneros de semilias que se podrian comer, aunue eran comidas muy baxas, cuales son las que se dicen en es- te capitulo. Politcat! es una semilla de unas yerbas que no se come sino con gran necesidad. Este popdyotl es maiz aneblado. Xilotzontli son los cabellos que las mazorcas tienen colgados cuando estin en la cafia. Miydhuatl son aquellos penachos que tienen las caflas del maiz cuando ya estén grandes las mazoreas. Este mevzolli son las raiduras o raspas de! maguey cuando le abren para que mane. Nochxtichitl es la flor de la tuna. Mexcaili son tas pencas de ma- guey cocidas. Necuhtlatotonilli es la miel reciente que sale del maguey calentada al fuego. Huawhtlipolocayo es la semilla de los cenizos sin limpiar, con todas sus inmundicias. Los frisoles los guardaban con todas las ramas y hojas y vainas, porque de todo se aprovechaban en tiempo de hambre Y cuando acontecta la dicha hambre, entonces se vendian por esclavos muchos pobres hombres y mujeres, y comprabanlos los ricos que tenian muchas provisiones allegadas. Y no solamente los dichos pobres se vendian a si mesmos, sino que también ven- dian a sus hijos y a sus descendientes, y a todo su finaje, y ansi eran esclavos perpetuamente, porque decian que esta servidum- bre que se cobraba en tal tiempo no tenia remedio para acabarse en algiin tiempo, porque sus padres se habian vendido por eseapar de la muerte o por librar su vida de la ittima necesidad. Y decian que por su culpa les acontecia tal desastre, porque ellos, sabiendo 707 {que venia la dicha hambre, se habian descuidado y no habjan cura- do de remedio. Y ansi decian después que los tales esclavos habian cobrado la dicha servidumbre en el afio de ce sochili, y los descen- dientes que han heredado tal servidumbre de sus antepasados, la cual se decia servidumbre perpetua. Pasado el afio de ce “ochili, luego volvia la cuenta de los aftos al ume dcatl, que era de la parte de tlapcopa, que es donde nace el Sol. 708 CAPITULO 1X DE LA GAVILLA O ATADURA DE LOS ANOS, QUE ERA DESPUES QUE CADA UNO DE LOS CUATRO CARACTERES HABIAN REGIDO CADA UNO TRECE ANOS, QUE SON CINCUENTA Y DOS, Y DE LO QUE EN ESTE ANO DE CINCUENTA Y DOS HACIAN Acabada la dicha rueda de los afios y al principio del nuevo ato, que se decia ume dcatl, solian hacer los de México y de toda la comarca una fiesta 0 cerimonia grande que Ilamaban zoxinnmolpitia, y es casi “atadura de los aos”. Y esta cerimonia se hacia de cincuenta en cincuenta y dos aftos. Es, a saber, después que cada una de las cuatro sefiales habia re- gido trece veces a los aftos. Se decia aquelia fiesta foximmolpia, quiere decir “atanse nuestros afios”, y porque era principio de otros cincuenta y dos altos. Decian también xiuhizitequilo; quiere decir “se toma el aiio nuevo”. ¥ en sefial desto, cada uno tocaba a las yerbas para dar a entender que ya se comenzaba la cuenta de otros cincuenta y dos afios, para que se cumplan ciento y cua- tro altos que hacfan un siglo, Ansi que entonces sacaban también nueva lumbre. Y cuando ‘ya se acercaba el dia sefialado para sacar nueva lumbre, cada ve~ ino de México solia echar 0 arrojar en el agua 0 2n las acequias 0 Jagunas las piedras o palos que tenia por dioses de su casa, y tam- bign las piedras que sirvian en los hogares para cocer comida y ‘conque molfan axies o chiles. Y limpiaban muy bien las easas. Y al cabo acababan todas las lumbres. Era seflalado cierto lugar donde se sacaba y se hacfa la dicha nue- va lumbre, y era encima de una sierra que se dice Huixachtlan, que estd en los términos de los pueblos Itztapalapa y Colhuaca, dos Jeguas de México. ¥ se hacia la dicha lumbre a media noche. ¥ el 709 palo de do se sacaba el fuego estaba puesto sobre el pecho de un captivo que fue tomado en la guerra, y el que era mas generoso. De manera que sacaban la dicha lumbre de palo bien seco con otro palillo largo y delgado como saeta, y rodeéndole entre las palmas muy de presto con entrambas palmas, como torciendo. Y cuando acertaban a sacarla y estaba ya hecha, luego, en continente, abrian las entrafias del cativo y sacaban el corazén, y arrojabanio en el fuego, atizindole con él. Y todo el cuerpo se acababa en el fuego. Y los que tenian oficio de sacar lumbre nueva eran los sacerdo- tes solamente, y especialmente el que era del barrio de Copolco tenia el dicho oficio. El mesmo sacaba y hacia fuego nuevo. 710 | 4 4 i CAPITULO X DE LA ORDEN QUE GUARDABAN EN SACAR LA LUMBRE NUEVA EN EL ANO 52, Y TODAS LAS CERIMONIAS QUE PARA SACARLA HACIAN Esta arriba declarado que encima de la sierra de Huixachtlan so- lian hacer fuego nuevo. ¥ la orden que fenian en ir hacia aquella sierra es ésta: que en la viliglia [sic] de la dicha fiesta, ya puesto el Sol, se aparejaban los sacerdotes de los idolos y se vestian y com ponian con los ornamentos de sus dioses, es, a seber, de Quetzal- cat! 0 de Tléloc, etcétera; ansi que parecia que los mesmos dio- ses eran, Y al principio de la noche empezaban a caminar poco a poco y muy de espacio, y con mucha gravedad y silencio. Y por esto de- fan reunenemi; quiere decir “caminan como dioses”. Partianse de México y allegaban a la dicha sierra ya casi cerca de media noche. Y el dicho sacerdote del barrio de Copolco, cuyo oficio era de sacar lumbre nueva, traia en sus manos los instrumentos con ‘que se sacaba el fuego, y desde México, por todo el camino, iba pro- bando la manera con que facilmente se pudiese hacer tumbre. Venida aquella noche en que habian de hacer y tomar lumbre nueva, todos tenian muy grande miedo y estaba esperando con mucho temor lo que aconteceria. Porque decian y tenian esta fabula © creencia entre si: que si no se pudiese sacar lumbre, que habria fin el linaje humano, y que aquella noche y aquellas tinieblas seran perpetuas, y que el Sol no tornarta a nacer o salir, y que de arriba, vernin y descendiran los tzitzimitles, que eran unas figuras feisi- mas y terribles, y que comerdn a los hombres y mujeres. por lo cual todos se subian a las azoteas, y alli se juntaban todos los que eran de cada casa, y ninguno osaba estar abaxo. Y las mujeres prefia- das, en su rosiro o cara ponian una caratula de penca de maguey, y también encerrabanlas en las troxes, porque tenian y decfan que Si la lumbre no se pudiese hacer, ellas también se volverdn fieros, mu animales y que comerin a los hombres y mujeres. Lo mesmo hacian con los nios, porque poniantes fa dicha cardtula de maguey en la cara, y no los dexaban dormir poco ni mucho. ¥ los padres y las ‘madres ponian muy gran solicitud en despertarlos, déndoles a cada rato de rempuxones y de voces; porque decian que si los dexasen aellos dormir, que se habian de volver y hacer ratones. De manera que todas tas gentes no entendfan en otra cosa sino en mirar hacia aquella parte donde se esperaba la tumbre, y con grande cuidado estaban esperando la hora y momento en que ha- bia de parecer y se viese el fuego. Y cuando estaba sacada la lum- bre, luego se fiacia una hoguera muy grande para que se pudiese ver desde lexos. Y todos, vista aquella luz, luego cortaban sus ore- Jjas con navajas y tomaban de la sangre que salia, y esparcianla ha~ ‘cia a aquella parte de donde parecia la lumbre. ¥ todos eran obli- gados a hacerlo, hasta los nifios que estaban en las cunas, porque también les cortaban las orejas, porque decian que de aquella ma~ nera todos hacfan penitencia o merecian. Y los ministros de los ido~ los abrian el pecho y las entrartas del captivo con un pedernal agu- do como un cuchillo, segiin esta dicho arriba 12 CAPITULO XI DE LO QUE SE HACIA DESPUES DE HABER SACADO EL FUEGO NUEVO Hecha aquella hoguera grande, segiin dicho es, de la tumbre nue- va, luego los ministros de los idolos que habian venido de México y de otros pueblos tomaban de aquella lumbre porque alli estaban esperéndola, y enviaban por alla los que eran muy ligeros y corre- dores grandes, y Hevébanla en unas teas de pino hechas a manera de hachas. Corrlan todos a gran priesa y a porfia para que muy pres to se llevase la lumbre a cualquier pueblo. Los de México, en tra- ‘yendo aquella lumbre con aquellas teas de pino, luego la llevabanla {sic] al templo del idolo de Huitzitopuchtliy ponianla en un cande- lero hecho de cal y canto, puesto delante del idolo, y ponian en él ‘mucho encienso de copal. ¥ de all{ tomaban y Ilevaban al aposento de fos sacerdotes que se dicen mexicanos, y después a otros apo- sentos de los dichos ministros de idolos, y de alli tomaban y lleva ban todos los vecinos de la ciudad. Y era cosa de ver a aquella multitud de gente que venian por le lumbre, y ansi hacian hogue- ras grandes y muchas en cada barrio, y hacian muy grandes rego- cijos. Lo mesmo hacian los otros sacerdotes de otres pueblos, porque Hevaban la dicha jumbre muy apriesa y a porfia, porque el que mas podia correr que otros, tomaba la tea de pino, y ansf muy presto, casi en un momento, llegaban a sus pueblos, y 'uego venian ato- mar todos los vecinos della, Y era cosa de ver lamuchedumbre de los fuegos en todos los pueblos, que parecia serde dia. Y primero se hacian lumbres en las casas donde moraban los dichos minis- tros de los idolos. nB CAPITULO XII DE COMO TODA LA GENTE, DESPUES DE HABER TOMADO FUEGO NUEVO, RENOVABAN TODOS SUS VESTIDOS Y ALHAJAS. DONDE SE PONE LA FIGURA DE LA CUENTA DE LOS ANOS De la dicha manera, hecha la lumbre nueva, luego los vecinos de cada pueblo en cada casa renovaban sus alhajas, y los hombres y mujeres se vestian de vestidos nuevos y ponian en el suelo nuevos petates, a manera que todas las cosas que eran menestet en casa eran nuevas, en sefal del afio nuevo que se comenzaba, por fo cual todos se alegraban y hacfan grandes fiestas, diciendo que ya habia pasado la pestilencia y hambre. Y echaban en el fuego mucho encienso, y cortaban cabezas de codornices, y con las cucharas de barro oftecfan a sus dioses encienso a cuatro partes del mundo, es- tando cada uno en el patio de su casa, y después metian lo ofrecido en la hoguera. Y después comian tzoal, que es comida hecha de ble- dos con miel, y mandaban a todos a ayunar, y que nadie bebiese agua hasta medio dia. Siendo ya mediodia, comenzaban a sacrifi- car y a matar hombres cativos 0 esclavos, y ansi hacian fiestas y comian y renovaban las hogueras, Y las mujeres prefiadas que estuvieron encerradas y tenidas por animales fieros, si entonces acontecia parir, ponfan a sus hijos es- tos nombres: Molpili o Xihuitl etcétera, en memoria de to que ha- bia acontecido en su tiempo. ¥ a las hijas Xiuhnénetl, etcetera. En tiempo de Motectizoma hizose aquella fiesta ya dicha, el cual mands en todo su reino que trabajasen de tomar algin captivo que tuviese el dicho nombre. y fue tomado un hombre de Huexotzineo muy generoso, el cual se decia Xiuhtlamin. Y lo tomé en fa guerra tun Soldado de Tlatilulco, que habia nombre Itzeuin, por lo eval des~ pués te Hlamaban a él Xiuhtlaminmani, quiere decir “tomador de Xiuhtlamin”. Y en ef pecho del dicho captivo se hizo la lumbre nue: va, y su eterpo todo quemase, segin era costumbre. na Oriente. crac gene a Se apa! wes = Occidente. Tabla de In cuenta de los aos, ns Esta tabla arriba [p. 715] puesta es la cuenta de los afios, y es cosa antiquisima. Dicen que el inventor della fue Quetzalcéatl. Procede desta manera: que comienzan del oriente, que es donde estan las catias; y segin otros del mediodia, donde esta el conejo. Y dicen ce dcati, y de alli van al norte, donde esta el pedernal, y dicen ume téepatl. Luego van al occidente, donde esta ta casa, yy alli dicen yei calli. Y luego van al abrego, que es donde esta el conejo, y dicen nahui tochili. ¥ luego tornan al oriente y dicen ‘macuilli dcatl. Y ansi van dando vueltas, hasta que llegan a trece, que se acaban a donde comenzS. ¥ luego vuelven a uno, diciendo ce técpatl. Y desta manera, dando vueltas, dan trece afios a cada uno de los caracteres 0 a cada una de las cuatro partes del mundo. Y entonces se cumplen 52 afios, que es una gavilla de afios, donde se celebra el jubileo y se saca la fumbre nueva en la forma arriba puesta. Luego vuelven a contar como de principio, Es de notar que disctepan mucho en diversos lugares del principio del afio. En unas partes me dixeron que comenzaba a tantos de enero; en otras, que ‘a primero de hebrero; en otras, que a tantos de marzo. En el ‘Tlatiluleo junté muchos viejos, los mas diestros que yo pude haber, yy juntamente con los mas hébiles de los colegiales, se altercé esta imateria por muchos dias, y todos ellos concluyeron que comenza- ba el afto segundo dia de hebrero. 116 j 4 4 LIBRO OCTAVO DE LOS REYES Y SENORES Y DE LA MANERA QUE TENIAN EN SUS ELECTIONES Y EN EL GOBIERNO DE SUS REINOS PROLOGO Segiin que afirman los viejos en cuyo poder estaban las pinturas y memorias de las cosas antiguas, los que primeremente venieron a poblar a esta tierra desta Nueva Espafia venieroa de hacia el Nor te, en demanda del Paraiso Terrenal. Traian porapellido tantoan- chan, y es lo que agora dicen tictentoa tochan, que quiere decir “buseamos nuestra casa natural”, Por ventura, inducidos de algin ordculo que alguno de los muy estimados entre ellos habia recibi- do y divulgado, que el Paraiso Terrenal esté hacia el Mediodia, como es verdad, segiin casi todos los que escriben, que est debaxo de la linea equinocial. Y poblaban cerca de los mas altos montes que hallaban, por tener relatién que es un monte altisimo, y es ansi verdad. Estos primeros pobladores, segiin lo manifiestan los antiquisimos edificios que agora estin muy manifiestos, fueron gente robustisi- ma, sapientisima y beticosisima. Entre otras cosas muy notables que hicieron, edificaron una ciudad fortisima, en tierra opulentisima, de cuya felicidad y riquezas ain en los edificios destruidos della hay grandes indicios. A esta ciudad Hlamaron Tullan, que quiere decir “lugar de fertilidad y abundancia”, y atin agora se llama ansi, y es lugar muy ameno y fértil. En esta ciudad reiné muchos afios un rey Hamado Quetzalesatl, gran nigromantico y inventor de la nigromancia, y la dexé a sus descendientes, y hoy dia la usan, Fue estremado en las virtudes morales, Esté el negocio deste rey entre estos naturales como el del rey Artis entre los ingleses. Fue esta ciudad destruida y este rey ahuyentado. Dicen que caminé hasta el Oriente, que se fue a la ciudad del Sol, llamada Tlapaltan, y fae Hamado del Sol. ¥ dicen que es vivo y que ha de volver a reinar y a reedificar aquella ciudad que le destruyeron, y ansi hoy dia le esperan. Y cuando vino don Hernando Cortés, pensaron que era 1, por tal le recibieron y tuvieron, hasta que su conversacién y la de los otros que con él venian los desengait6. Los que desta ciudad huyeron edificaron otra muy prospera ciudad, quese Hlama Cholula, n9 a la cual por su nobleza, edificios y grandeza los espafioles, en viéndola, la pusieron nombre: Roma. Parece que el negocio destas dos ciudades Hlevaron el camino de Troya y Roma. Después desto muchos afios comenzé a publar la nacién mexicana, y en trescien- tos afios pocos més o menos se ensefforearon de la mayor parte de los reinos y sefiorfos que hay en todo Jo que agora se llama Nueva Espaiia, y fundaron la ciudad de México, que es otra Venecia. Los sefiores della fueron emperadores, en especial el iltimo, que fue Motecuzoma, varén muy esforzado, muy belicoso y diestro en las armas, magndnimo y de grande habilidad, y magnifico, estremado en las cosas de su policfa, pero cruel. En tiempo déste Hegaron los espaiioles, y él tenfa ya muchos pronésticos de que habian de venir en su tiempo. Llegados los espaftoles, cesé el imperio de los mi canos y comenzé el de Espa YY porque hay muchas cosas notables en ef modo de regir que estos infieles tenian, copilé este volumen, que trata de los seftores y de todas sus costumbres. 720 aia Se LIBRO OCTAVO, DE LOS REYES Y SENORES Y DE LA MANERA QUE TENIAN EN SUS ELECTIONES YY EN EL GOBIERNO DE SUS REINOS CAPITULO I DE LOS SENORES Y GOBERNADORES QUE. REINARON EN MEXICO DESDEL PRINCIPIO DEL REINO HASTA EL ANO DE 1560 ACAMADICH fue el primer seftor de México de Tenuchtitlan, el cual tuvo el sefiorfo de México veinte y un aos en paz y quietud, y no tuvo guerras en su tiempo. HorT2iLiHUrTL fue el segundo seitor de Tenuchtitlan, el cual ‘tuyo el sefforio veinte e un aftos, y él comenzé las guerras y peled con los de Culhuacan. CHIMALPOPOCA fue el tercero sefior de Tenuchtitlan, y Io fue diez anos, ITZCOATZIN fue el cuarto seflor de Tenuchtitlan, y lo fue cator- ¢¢ ailos, el cual sojuzg6 con guerras a los de Azcapittzalco y a los, de Xuchimilco. HUENUE MOTECUZOMA, el primer Motecuzoma, fue ef quiinto seffor de Tenuchtitlan, ef cual gobernd a los de México treinta aifos. Y él también hizo guerrasa la provincia de Chalco y a los de Cuauh- nahuac, y a todos los sujetos a la dicha cabecera, y a los de Maza- hhuacan. Y en su tiempo hubo muy grande hambre por espacio de cuatro afios, y se dixo necetochuiloc, por lo cual los de México y los de tepaneca y los de Aculhoacan se derramaron a otras partes para buscar su vida ‘AXAYACA fie el sexto sefior de México, y sefio-ed catorce afios, Y¥ en su tiempo hubo guerra entre fos de Tenuchtitlan y los de Tlatelulco. Y los de Tlatelulco perdieron el sefiorto por la victoria ‘quetuvieron dellos los de Tenuchtitlan. Y porestolos de TIateluleo ho tuvieron sefior por espacio de cuarenta y seis aftos. Y el que entonces era sefior de Tlatelulco lamose Moquihuixtli. ¥ el dicho Axayaca gané 0 conquisté estos pueblos o provineias: Tlacotépec, Cozeacuauhtenco, Calimaya, Metépec, Calixtlahuaca, Eeatépec, ‘Teutenanco, Malinaltenanco, Tzinacantépec, Coatépec, Cuitlapileo, ‘Teuxahualeo, Tecualoya, Ocuillan, 723 TIZOCICATZIN fue el séptimo seitor de Tenuchtitlan, y fo fue cuatro alos, y no hubo guerra en su tiempo. AHULTZOTL fue et octavo sefior de Tenuchtitlan por tiempo de dieciocho afios. Y en su tiempo se anegé la ciudad de México, por- que él mandé que se abriesen cinco fuentes que estin en los térmi- 1nos de los pueblos de Coyoacan y de Huitzilopuchco. ¥ las fuen- testienen estos nombres: Acuecuéxatl, Tilatl, Huitzilatl, Xochedatl, Céatl. Y esto acontecié cuatro afios ante de su muerte del dicho Ahuitzotl, y veinte y dos aftos ante de la venida de los espafioles. Y también en su tiempo acaecié muy grande eclipse del Sof, a medio dia, casi por espacio de cinco horas. Hubo muy grande escuridad, porque aparecieron las estrellas. Y las gentes tuvieron muy grant- de miedo, y decian que habian de descendir det cielo unos mons- truos que se dicen tzitzimis, que habian de comer a los hombres y mujeres. El dicho Ahuitzotl conguisté estas provincias: Tzi Molanco, Tlapan, Chiapan, Xaltépee, Izhuatlan, Xochtlan, Amax- tlan, Mapachtépec, Xoconocheo, Ayutlan, Mazatlan, Coyoacan EL NOVENO REY de México fue Motecuzoma, segundo deste nombre. ¥ reiné decinueve afios. ¥ en su tiempo hubo muy grande hambre. Por espacio de tres aitos no Hlovié, por fo cual los de Mi co se derramaron a otras tierras. En su tiempo también aconteci6 tuna maravilla en México, en una casa grande donde se juntaban a cantar y a bailar, porque tna viga grande que estaba atravesada encima de las paredes canté como una persona este cantar: ; Huey, noqueztepolé! Huel xomitotia, atlan tihuetztoce. Quieren deci “Guay de ti, mi anca! Baila bien, que estards echada en el agua.” Lo cual acontecis cuando la fama de fos espafioles ya sonaba en esta tierra de México. En su tiempo del mismo Motecuzoma, el diablo que se nombra~ ba Cihuacéat! de noche andaba llorando por las calles de México, y lo ofan diciendo: “Oh, hijos miost jGuay de mi, que yo os dexo a vosotros!” Acaecis otra sefial en tiempo de Motecuzoma, porque tuna mujer vecina de México Tenuchtitlan murié de una enferme- dad y fue enterrada en el patio. Y encima de su sepultura pusieron unas piedras, la cual resucité después de cuatro dias de su muerte, de noche, con grande miedo y espanto de los que se hatlaron pre- sentes alli, porque se abrié ta Sepultura, y las piedras derraméronse lexos. Y fa dicha mujer que resucit6 fue a casa de Motecuzoma y le canté todo fo que habia visto y le dixo: “La causa porque he te~ 74 sucitado es para decirte que en tu tiempo se acabaré el sefiorio de México, y tit eres el ultimo sefior. Porque vienen otras gentes, y elias tomaran el sefiorio de la tierra, y poblardn a México.” Y Ia di- cha mujer que resucitara, después vivid otros veinte y un anos, y parié otro hijo. El dicho Motecuzoma conquisté estas provincias: lepatépec, Cuezcomaixtlahuacan, Cozollan, Tecomaixtlahuacan, Zacatépec, Tlachquiauhco, Yolloxonecuillan, Atépee, Mictlan, Tloapan, Nopallan, Iztectlalocan, Cuextlan, Quetzaltépec, Chichiahualta- tacallan. En su tiempo también, ocho afios antes de ta venida de los espa- fioles, veiase y espantabanse las gentes porque de noche se levan- ‘taba un grande resplandor como una llama de fuego, y duraba toda lanoche, y nacia de la parte de oriente, desaparecia cuando ya que~ ria salir ei Sol, ¥ esto se vido cuatro afios arreo, siempre de noche. Y desaparecid después, cuatro afios ante la venida de los espa- fioles. Y en tiempo deste seiior vinieron a estas tierras los espaiioles que conquistaron a la ciudad de México, donde ellos estan al pre- sente y a toda la Nueva Espaiia, la cual conquista fue en el aiio de mile quinientos e dicinueve afos. ENOR que fue de México se decia Cuitlahua y tavo el sefiorio ochenta dias, cuando ya los espafioles estaban en Méxi- co. Y en tiempo déste acaecié una mortandad 9 pestilencia de viruelas en toda la tierra la cual enfermedad nunca habia aconte- cido en México ni en otra tierra desta Nueva Espaia, segin de- cian los viejos. Y a todos afeé las caras, porque hizo muchos hoyos en elias, y eran tantos los difuntos que morian de equella enferme- dad, que no habia quien los enterrase, por lo cual en México los echaban en fas acequias, porque entonces habfa muy grande co- pia de aguas. Y era muy grande hedor el que salia de los cuerpos. muertos EL ONCENO SENOR de Tenuchtitlan se dixo Cuaubtémoe, y go- berné a tos de México cuatro afios, y en su tiempo los espaitoles conquistaron a la citidad de México y a toda la comarca, Y tam- bign en su tiempo llegaron y vinieron a México los doce frailes de Jaorden del seitor Sanet Francisco que han convertido a los natura- les a la sancta fe catélica, y ellos y los demas ministros han des- truido a los idolos y plantado la fe catélica en esta Nueva Espana, 25 EL, DOCENO GOBERNADOR de Tenuchtitlan se dixo don Andrés ‘Motélchiuh, y gobern6 tres afios en tiempo de los espaitoles, con los cuales se hallé en las conquistas de las provincias de Cuextlan y de Honduras y Anahuac. Después fue con Nufo de Guzman a ‘conquistar a las tierras de Culhuacan, y alli acabé su vida EL TRECENO GOBERNADOR de Tenuchtitlan se dixo don Pablo Xochiquen, y goberné a los de México tres aitos. EL CATORCENO GOBERNADOR de Tenuchtitlan se Hamé don Diego Huanitl, y fue gobernador cuatro attos. EL QUINCENO GOBERNADOR de Tenuchtitlan se nombré don Diego Tehuetzquiti, y goberné trece afios. Y en tiempo déste fue la ‘mortandad y pestilencia muy grande en la Nueva Espafia. Y salia, ‘como agua de las bocas de los hombres y mujeres naturales, gran- de copia de sangre, por lo cual moria y murié infinita gente. Y porque en cada casa no habia quien tuviese cargo de los enfermos, ‘muchos murieron de hambre, y cada dia en cada pueblo se ente- rraban muchos muertos. Y también en tiempo del dicho Diego fue la guerra con los chichimecas de Xuchipilla, que hizo don Antonio de Mendoza, que fue primero visorrey desta Nueva Espafia EL DECISEIS GOBERNADOR de México se dixo don Cristébal Cecepatic, y goberné cuatro afios. 726 CAPITULO I DE LOS SENORES QUE REINARON EN EL TLATELULCO ANTES QUE PERDIESEN EL SENOR[O Y DESPUES QUE SE LE TORNARON LOS ESPANOLES HASTA EL ANO DE 1560 EL PRIMERO SENOR de Tlateluico se dixo Cuacuepitzshuac, y g0- bems a los de Tlatelulco sesenta y dos altos. Y conquisté a fos de Tenayocan y a los de Coacalco y a los de Xaltocan, y goberné siendo seiiores de Tenuchtitlan los ya dichos en el primer capitulo, ‘Acamapichtli y Huitzilihuit EL SEGUNDO SENOR de Tlatelulco se dixo Tlacatéutl, y goberné alos de Tlatelulco treinta y ocho alos. Y en tiempo déste se con- quistaron las tierras de Aculhuacan y de Coyohuacan. EL TERCERO SENOR de Tlatelulco se dixo Cuauhtlatoa, y go- berné treinta y acho afios. Y gobemé en tiempo de dos seiiores de ‘Tenuchtitlan arriba nombrados: Itzcéatl y Huehue Motecuzoma. Y en tiempo déste conquistéronse las provincias de Azeaputzalco y de Coaixtlahuacan y de Cuetlaxtlan y de Cuauhtinchan y de Xochi- mileo y de Cuauhnahuac. EL CUARTO SENOR de Tlateluleo se Hamé Moguih gobernd nueve afios. Y en tiempo déste se perdid el set de Tlatelulco por el odio y enemistad que fue entre él y su cuilado, seffor de Tenuchtitlan, llamado Axayaca, Y al cabo, siendo venci- doy desesperado, el dicho Moquihuixtli subié por las gradas del ew de sus idolos, que era muy alto, y desde la cumbre del dicho cu se despeiié hacia abaxo, y ansi acabé su vida. DON PEDRO TeMILO, después en tiempo de los espafioles y después de la conquista de México, fue gobernador de los de Tlate- lulco, y ansi los dichos de Tlatelulco tornaron a cobrar su sefforto Y éste don Pedro hallése con tos espaiioles en Tas conquistas de las provincias de Cuextlan y de Honduras y de Cuauhtimalla, 27 DON MARIN ECATL fue ef segundo gobernador de los de Tlatelulco después de la conquista de los de México, y fue goberna- dor tres aftos. Y en tiempo déste, el Diablo, que en figura de mujer andaba y aparecia de dia y de noche, y se lamaba Cihuacéatl, comié un nifio que estaba en fa cuna en el pueblo de Azcaputzalco. Y también en tiempo déste acaecié una maravilla en ef dicho pue blo de Tlateluleo, porque en él estaban dos aguilas, cada una por si, en jaulas, y al cabo de ocho afios, estando en las jaulas, pusieron. y cada tna dellas puso dos huevos. DON JUAN AHUELITTOC fue el tercero gobernadar de Tlatelulco, y gobernd cuatro afios. DON JUAN CUAHUICONOG, hijo del dicho, fue el cuarto gober- nador de Tlatelulco, y goberné siete afios, siendo gobernador de Te- ‘muchtitlan don Pablo Xuchiquen. Y en tiempo deste se hizo la repre- sentacién del juicio en el dicho pueblo de Tlatelulco, que fue cosa de ver. DON ALONSO CUAUHNOCHTLI fue el quinto. gobemador de Tlatelulco, y goberné dos afios. DON MARTIN TLACATECATL fue el sexto gobernador de Tla- teluleo, y gobernd seis affos. ¥ en tiempo déste fue la dicha pes- tilencia, segin fue arriba declarado, y la guerra que tuvo don Anto- nio de Mendoza con los chichimecas de Nochtlan y Xuchipillan y Tototlan, y de los de Cibola, DON DIEGO HUITZNANUATLAILOTLAC fue el séptimo go- bernador de Tlatelulco. Y en tiempo déste fue otra pestilencia de las paperas, con que se murieron muchos, y fue gobernador diez afios, 728 CAPITULO III DE LOS SENORES DE TEZCUCO EL PRIMER SENOR de Tezcuco se Hamé Tlaltecatzin, y goberné a los de Tezcuco ochenta dias només. Y en su tiempo no se hizo cosa digna de memoria. Y se dice seftor de los chichimecas. ELSEGUNDO SENOR de Tezcuco se dixo Techotlalla Chichimeea, y posey6 el sefforio setenta afios. No se hizo tampoco en su tiempo cosa digna de memoria. EL TERCERO SENOR de Tezcuico 0 de Aculhuacan flamése Ixtlilsichitl, y tuvo el sefiorio sesenta y cinco aos. Y en sus dias no se hizo cosa digna de memoria. EL CUARTO SENOR de Tezcuco se dixo Nezahualcoyotzin. y rei- nd setenta y un alos. Y en tiempo déste se comenzaron las gue~ rras, y tuvo el sefiorio de Tezcuco siendo sefiorde los de México Itzcoatzin. Y éstos entrambos hicieron guerra a ios de Tepaneca 0 de Azcaputzalco, y a otros pueblos o provincias. Y él fue fundador del sefiorio de Tezcuco o Aculhocan. EL QUINTO SENOR de Tezcuco se Hamé Nezahualpilli, y reind cincuenta y tres aftos. Y en tiempo déste hiciéronse muchas gue- fras, y se conquistaron muchas tierras y provincias. Y en tiempo deste y del otro ya nombrado ante déste, los de Tlaxcalla y los de Huexotzinco tenian guerras con los de México y con los dé Tezeu- co. Y también en su tiempo comenzé # aparecer la sefial que se veia enel cielo, que era un resplandor grande y como llama de fue- 20, que cada noche resplandecia cuatro afios arreo; porque comen- 26.a verse en la cuenta de los afios que se dice chicume téepatl. y cesé en la cuenta de matlaciloce técpatl. Y en muchas partes Se abrieron y se quebraron muchas sierras y pefias. Y ces6 de apare- cer dicho resplandor o sefial cuatro afios ante de la venida de los es- paioles. ¥ entonce murié ef dicho Nezahualpill EL SEXTO SENOR de Tezcuco se Hlamé Cacamatzin. Reind cua- {ro alos. Durante su reino Hegaron Ios espafioles a esta tierra, 729 EL SEPrimo SENOR de Tezcuco se Hlamé Coanacochtzin. Reiné cinco afios. Fue sefior cuando era sefior Cuauhtemoctzin aqui en México. En este tiempo se destruyé la ciudad de México. EL OCTAVO SENOR de Tezeuco se llamé Tecocoltzin. Reiné un afto, estando ya los espafioles ensefloreados en esta tierra. ELNOVENO SENOR de Tezcuico s¢ llam6 Ixtlilxtichitl. Reiné ocho ailos. Hallése éste presente en la conquista de México, ante que fuese sefior. Y después que lo fue siempre ayudé al Marqués, y fue con él a Honduras. EL DECIMO SENOR de Tezcuco se llamé Yoyontzin, y reiné un aio. EL ONCENO SENOR de Tezcuico se llamé Tetlahuehuetzquiti. Rei 16 cinco aios. EL DUODECIMO SENOR de Tezeuco se amd don Antonio Tlahuitoitzin, Rein6 seis aitos. EL TERCIO DECIMO SENOR de Tezcuco se Hlam6 don Hernando Pimentel, y reiné cerca de veinte afios. Todo el tiempo que reinaron los de Tezcuco, hasta que vinieron los espafioles, fueron trescientos aflos, poco mas o menos. 730 CAPITULO IV DE LOS SENORES DE HUEXUTLA Dicen que los primeros chichimecas que vinieron a la provincia de Tezcuco 0 Aculhuoca asentaron en el lugar que agora se Hama Huenutla El. PRIMER SENOR de Huexutla se Ham Mazatzin Tecutli. y reind setenta y ocho aifos. EL SEGUNDO SENOR de Huexutla se lamé Tochin Tecubtli, y reind treinta y ocho aftos EL TERCERO SENOR se llamé Ayotzin Tecuhtli, yreind setenta y cuatro afos. EL CUARTO SENOR se llamé Cuatlahuice Tecuhtli, y reind ein- cuenta y cinco afios. QUINTO SENOR se Hlamé Totomochtzin, y reind cincuenta y dos aos. Estos cinco sefiores reinaron en Huexutla trescientos afios, que nunca echaron tributo, Todos los maceguales eran li- bre: EL SEXTO SENOR se Ham Yaotzin Tecuhtli, yreiné cincuenta y tres aflos. Este eché tributo a los que se lameban Tepanoayan tlacah. Liste fue el primero tributo. EL. SEPTIMO SENOR se llamé Xitotzi Tecuhtli. Reind veinte y ocho aos. EL OCTAVO SENOR se Hlamé Itlacauhtzin, Reiné veinte y ocho aiios. EL NOVENO SENOR se Ilamé Tlazulyaotzin. Reiné cincuenta y tres afios, En tiempo déste fue elegido por seito: en Tezctico Ne- zahualcoyotzin, y reinaron ambos juntos alin tiempo, ef uno en Huexutla y el otro en Tezcuco. EL DECIMO SENOR se llamé Tzontemoctzin, y ein6 quince alos, ELONCENO SENOR se llamé Cuitlahuatzin, y reind euarenta y un aiios, wl EL DUODECIMO SENOR se llamé Tzapocuetzin, Reiné trece afios, EL TERCIO DECIMO SENOR se Hamé también Cuitlahuatzin el menor, y rein6 trece aitos. Todos estas seffores de Huexutla rei- naron cuatrocientos y ochenta alos, pocos menos. 732 CAPITULO V EN QUE SUMAN LOs ANos QUE HA QUE FUE DESTRUIDA TULLA, HASTA EL ANO DE 1565 a ciudad de Tulla fue una muy grande poblacién, y muy famosa, En ella habitaron hombres muy fuertes y sabios. Desto se dird a la larga en el Libro Tercero y en el Libro Décimo, capitulo 29. Y tam- bién se dird como fue destruida. En este capitulo solamente se tracta del tiempo que ha que fue destruida. Hallase que desde Ia destruicién de Tulla hasta este ao de mil y quinientos y setenta y tuno han corrido mil y ochocientos y noventa aitos, muy poco me- ‘nos. Veinte y dos atios después de la destruiciénde Tulla vinieron los chichimecas.a poblar la provineia de Tezcuco. Y el primer sefior que tuvieron fue efegido el ato de nacimiento de nuestro seitor Je- sucristo de mil y doscientos y cuarenta y seis. Y el primer sefior de los de Azeaputzaleo, el cual se llamé Tezozomoetli, fue elezido el afio de nacimiento de nuestro redemptor de mil y treseientos y ccuarenta y ocho. Y el primer seitor de México, se llamé Acamapieh- ti, fue efecto en el aito de mil y trescientos y ochenta y cuatro. Y el primer seftor de Tlacupa, que se llamé Chimalpupuca, fue electo en el afio de mil y cuatrocientos y ochenta y nueve. CAPITULO VI DE LAS SENALES Y PRONOSTICOS QUE APARECIERON ANTES QUE LOS ESPANOLES VINIESEN A ESTA TIERRA, NI VINIESE NOTICIA DELLOS Diez afios ante que Hegasen los espaitoles a esta tierra, y segin otros ance o doce afios, aparecié una gran cometa en el ciclo, en la parte de oriente, que parecia como una gran Ilama de fuego muy resplandeciente, y que echaba de si centellas de fuego. Era esta co- meta de forma piramidl, ancha de abaxo, y fase ahusando hacia arriba, hasta acabarse en un punto. Parecia en medio del Oriente. Comenzaba a aparecer un poco después de la media noche, y Hegaba hasta la mafiana. La luz del Sol la encubria, de manera que saliendo el Sol, no parecia més. Segiin algunos, viose un afio ente- ro; y segiin otras, cuatro afios arreo. Cuando aparecia de noche esta cometa todos los indios daban grandisimos alaridos y se espanta- ban, esperando que algun gran mal habia de venir. OTRO MAL AGUERO acontecié aqui en México: que el cu de Huitzilopuchtli se encendig sin haber razén ninguna humana para ello, Parece que milagrosamente se encendié, y salian las llamas de dentro los maderos hacia fuera, y de presto se quemd, Dieron voces los satrapas para que truxesen agua para matarlo, y cuanto mas agua echaban, tanto ms ardia. Del todo se quemé. EL TERCERO MAL AGOFRO aconteci6 que cay6 un rayo casi sin propésito y sin trunido sobre el cu del dios del fuego, llamado Xiubtecuhtli, Este cu tenia un chapitel de paja, y sobre él cayé el rayoy le encendid, y se quem6. Tuvigronto por milagro, porque no hubo tronido, bien que Hluvia un poco menudo. EL CUARTO AGUERO fue que de dia, estando el Sol muy claro, vino de hacia el occidente de México una cometa, y corrié hacia el Oriente. tba echando de si como brasas grandes centellas. Lle- vaba una cola muy larga. Y luego toda la gente comenzaron a dar Td alaridos juntamente, que parecia cosa de espanto, y por tal le tu- vieron. EL QUINTO fue que la laguna de México, sin hacer viento ningu- no, se levanté, Parecia que hervia y saltaba en alto el agua. Y hizose gran tempestad en la laguna, y las olas batieron en las ca- sas que estaban cerca y derrocaron muchas dellas, Tuvigronlo por ‘ilagro, porque ningin viento corr, EL SEXTO AGDERO fue que en aquellos dias oyeron voces en el aire como de una mujer que andaba Horando y decia desta manera: “Oh, hijos mios! Ya estamos a punto de perdernos”. Otras veces decia: “jh, hijos mios! ;A dénde os llevaré?” EL SEPTIMO AGOERO fue que los pescadores 0 cazadores del agua tomaron en sus redes un ave del tamaito y color de una gru- Ia, ta cual tenia en medio de la eabeza un espejo. Esta ave fue nunca vista, ¥ asi lo tuvieron por mitagro. Y luego la llevaron a Mo- ‘tectrzoma, que estaba en su palacio, en una sala que Haman Tlillan Calmécac, Esto era después de medio dia. Y Motecuzoma miré al ave y miré al espejo que tenia en Ia cabeza, el cual era redondo y muy polido. Y mirando en él vio las estrellas del cielo, los Mastele- jos que ellos Haman mamallmazili. Y Motecuzoma espantése desto, ¥ aparté la vista, haciendo semblante de espantado. Y tornando a ‘mirar al espejo que estaba en la cabeza del ave, vio en él gente de caballo, que venian todos juntos en gran tropel, todos armados. Y viendo esto se espanté més. Y luego envid a llamar a los adivinos yastrélogos y a los sabios en cosa de agileros, y preguntélos: “Qué ‘es esto que aqui me ha parecido? ;Qué quiere decir?” Y estando asi todos espantados, desaparecié el ave, y todos quedaron espan- tados y no supieron decir nada. EL OCTAVO AGUERO fue que aparecieron en muchos lugares hombres con dos cabezas; tenian no més de un cuerpo y dos ca- bezas. Llevabantos a que los viese Motecuzumaa su palacio, y en vigndolos luego desaparecian sin decir nada, Bs CAPITULO VII DE LAS COSAS NOTABLES QUE ACONTECIERON DESPUES QUE LOS ESPANOLES VINIERON A ESTA TIERRA, HASTA EL ANO DE TREINTA* Elaiio de mil quinientos y decinueve lleg6 el capitin don Hernando Cortés a esta tierra con muchos espafioles y muchos navios. Sapo esto Motecuzuma por relacién de las guarniciones que tenia a la orilla de la mar, que luego le enviaron mensajeros. En sabiendo Mo- tecuzuuma que eran venidos aquettos navios y gente, luego envid personas muy principales para que los viesen y hablasen, y Ile- varon un presente de mucho valor, porque pensaron que venia Quetzaledatl, al cual ellos estaban esperando muchos atios habia. Porque fue sefior desta tierra, y fuese diciendo que volveria, y nun- ‘ca més pareci6, y hasta hoy le esperan. Tomé don Hernando Cor- {és el presente que llevaban los mensajeros de Motecuzuma, Después de haber pasado muchas cosas a la orilla de la mar, comenzaron los espafioles a entrar la tierra adentro. Saliérontos a recebir de guerra gran muchedumbre de gente de Tlaxcala, a los cuales Hlamaban otomies, por ser valientes en la guerra, que son como los tudescos que mueren y no huyen. Comenzaron a peleat con los espafioles, y como no sabian el modo de pelear de los espafioles, murieron casi todos, y algunos pocos huyeron Espantéronse deste negocio mucho ios de Tlaxcalla, y luego des- pacharon sus mensajeros, gente muy principal, con mucha comida y con todas las cosas necesarias para la recreacién de los espaito- les. ¥ fueron luego los espafioles hacia Tlaxcala, donde fueron recebiddos de paz. ¥ alli descansaron algunos dias, y se informaron de las cosas de México y del sefior della, Motecuizoma, Y de ahi se partieron los espaitoles para Cholulla. ¥ Hlegados, hicieron gran Se tata en caida, de on slowesis que abarea desde 1519 hasta 1524 76 matanza en los de Chotulla, Como oyé estas cosas Motecuzuma y os mexicanos, hobieron gran temor. Y luego Motecuzoma envid sus mensajeros al capitan don Hernando Cortés. Los que fueron fue gente muy principal, y llevaron un presente de oro, Encontréronse con ellos en el medio de la Sierra Nevada y del Vul- cn, donde ellos Hlaman Ithualco. En este lugar dieron al capitin el presente que Hlevaban y le hablaron de parte de Motecuzuma, lo que él les mand6. Vinieron los espaftoles camino derecho hasta Mé- xico, por sus jornadas. Entraron en México todos eparejados.a pun- to de guerra, Cuando legaron cerca de las casas de México, said Motecuzuma a recibir al capitan y a todos los espaioles de paz, Jun- ‘taronse en un lugar que llaman Xoloco, un poco mas acd, que es cerca de donde esta agora el hospital de la Concepcion, y fue a ‘acho de diciembre del dicho afio. Después de haber recibido al ca- pitén como ellos suclen, con flores y otros presentes, y después de haber hecho una plitica el dicho Motecuzuma al capitan, luego se fueron todos juntos a las casas reales de México, donde se aposen- taron todos los espafoles y estuvieron muchos dias muy servides. Y dende a pocos dias que Hegaron, echaron preso a Motecuzuma. En este tiempo vino nuieva cémo habian llegado ctros espaiioles al puerto. Y el capitin don Hernando Cortés fuelosal encuentro con muchos espafioles, dexando acd por capitin a doa Pedro de Alva- rado con los demas espafioles, Tenian las casas reales por fortale- za. Estando absente don Hernando Cortés, don Pedro de Alvarado. ‘en laciudad de México con parte de los espaftoles, vino la fiesta de Huitzitopuchtl, y haciendo esta fiesta los indios con gran solemni- dad, como siempre la solfan hacer, determiné don Pedro de Alvara- do y los espafioles que con él estaban de dar en ellos en el mismo patio del cu de Huitzilopuchtli, donde estaban en gran areito, v salie- ron de guerra, Unos se pusieron a las puertas del patio, y otros en- traron a caballo y a pie, y mataron gran nimero de principales y de la otra gente, De aqui se comenzé Ia guerra entre los espaitoles y mexicanos, Desque volvié el Marqués del puerto, habiende vencido a Panfi- lo de Narvayez, truxo consigo todos los espafioles que con él ve- nian, y vino.a México, y hallé que estaban todos puestos en guerra, En el afio de mil quinientos y veinte murié Metecuzuma en po- der de los espafioles, de una pedrada que le dieron sus mismos vvasallos, En este mismo allo, después de haber peleado muchos dias 13 los indios y los espafioles, saliéronse los espaitoles de México hu- ‘endo de noche, donde mataron los mas dellos y a todos sus ami- {gos indios y indias, y les tomaron todo el fardaje. Escapése el capi- tan con algunos espafioles y fuéronse huyendo a Tlaxcalla, En el afio de mil quinientos y veinte y uno vinieron los espafioles otra vez contra México, y aposentéronse en Tezcuco. Y comenza- ron a dar guerra a los mexicanos por agua y por tierra, y venciéron- los en el mes de augosto deste dicho ano, el dfa de Sanet Hipélito. Desto se trata a la larga en el Doceno Libro. Enel allo de mil quinientos y veinte y dos los mexicanos que se haban huido de la ciudad por amor [sic] de la guerra, tornéronse a laciudad. El afio de mil quinientos y veinte y cuatro vinieron a esta ciudad doce frailes de Sanct Francisco, enviados para la conversion de los indios desta Nueva Espana. 738 CAPITULO VIII DE LOS ATAVIOS DE LOS SENORES En este capitulo se ponen cincuenta y seis maneras de mantas que usaban los seflores para su vestir.* 1. Usaban los sefiores una manera de mantas muy ricas que se Hamaban coaxayacayo tifmatli. Era toda la manta leonada, y te- nia una cara de monstruo o de diablo dentro de uncirculo plateado, ‘en un campo colorado. Estaba toda ella llena destos circulos y ca- ras, y tenia una franja todo al rededor. De la parte dentro tenia la franja un labor de unas eses contrapuestas en tunos campos ctia~ drados, y destos campos unos van ocupados y otros vacios. De la parte de fuera esta franja fenia unas esférulas racizas, no muy Jjuntas. Estas mantas usaban los sefiores, y débanla por librea a las personas notables y sefialadas de guerra 2.! Usaban también otras mantas que se llamaban feewcizyo til- matli, Llamabanse desta manera porque tenian texidos debuxos de caracoles mariscos de fochdmitl colorado, y el campo era de ‘unos remolinos de agua azules claros. Tenia un ctadro que la cerea- ba toda de azul, yla mitad escuro y la mitad claro, y otro cuadro des- pugs déste, de pluma blanea, y hiego una franxa ¢e fochdmil colo- rado, no deshiada, sino dexida y almenada. 3 Otra manera de mantas usaban los seffores, que se Haman Tematacayo tilmaili tenixyo. Esta manera de mantas era leonado oscuro todo el campo, y en este campo estaban texidas unas figu- ras de rueda de molino. En la circunferencia tienen un circulo ne- gro, y dentro déste cfreulo blanco, mas ancho, y el centro era un circulo pequerto leonado, rodeado con un cfreulo negro. Estas Figu- ras eran doce, de tres en tres, en cuadro. Tenia estamanta una franja + Sahagin se refiere ag silo a ocho clases de mantas. Ex el texto nihuetl se ‘ombran euatenta y och mantas y once teparrabos, Bo por todo al rededor, Hlena de ojos, en campo negro, y eso se Hama enixyo, porque tiene ojos por toda la orilla 4." Usaban también otras mantas que se Hamaban itzeoayo til- ‘matli, que tenian seis sierras como hierros de aserrar, dos en el un ado y otras dos en el otro, y otras dos en ef medio, todas contrapues- tas en un campo leonado. Entre cada dos estaban unas eses sem- bradas con unas oes entrepuestas. Tenfan dos bandas del campo leonando mas desocupadas que lo demas. Tenia una franja por todo el rededor, con unos lazos de pluma en unos campos negros. 52° Usaban también otras mantas que se llamaban unre tochte- comayo tilmatli, Estaban sembrados de unas xfearas muy hermo- sas, que tenan tres pies y dos alas como de mariposa. El vaso era redondo, colorado y negro. Las alas verdes, bordadas de amarillo, con tres esférulas amarillas en cada una. El cuello desta xicara era hecha con una marquesota de camisa, con cuatro cafias que salian arriba, labradas de pluma azul y colorado. Fstaban sembradas es- tas xicaras en tn campo blanco. Tenfan en las dos orillas delanteras dos bandas de colorado con unas bandas atravesadas de blanco, de dos en dos. No se explican mis mantas que las dichas, porque comiinmente las dems las usan todos. Pero es de notar la habilidad de las muje- res que las texen, porque ellas pintan los labores en la tela cuando lavan texiendo, y ordenan los colores en la misma tela conforme al debuxo. ¥ asi la texen, como primero la han pintado, diferenciand colores de hilos, como lo demanda la pintura. 62 Usaban otras mantas que se lamaban papaloyo tilmatli te- nixo. Tiene el campo leonado, y en él sembradas unas mariposas texidas de pluma blanca con un ojo de persona en ef medio de cada una, Estaban ordenadas en rencle de esquina en esquina. Tiene es- ta manta una flocadura de ojos por todo al rededor, en campo ne- ‘gro, y después una franja colorada, almenada, 7 Usaban también otras mantas de leonado, sembradas de unas flores que Haman ecacdzcatl, puestas de tres en tres por todo el campo, y en medio de cada dos, dos trocitos de pluma blanca texi- dos. Tiene una franxa de pluma por todo el rededor, y después una flocadura de ojos por todo el rededor. Y esta manta se Hlama- ba xahualcuauhyo tilmatli tenixyo. 8." Usaban otras mantas que lamaban ocelotentlapallt itic écac océlutl, Estaba en el medio pintado como cuero de tigre, y tenia por 740 flocadura de una parte y de otra unas fajas coloradas con unos tro- zos de pluma blanca hacia la orilla. Todas estas mantas arriba dichas son sospechosas; la mar ta que se llamaba éxnextlacuifolli, y otra manta que se llama oli que tenia pintada la figura del Sol con diversos colores y labores. 741 CAPITULO 1X DE LOS ADEREZOS QUE LOS SENORES USAN EN SUS AREITOS Uno de fos aderezos y el primero que usaban los sefiores en los areitos se Hamaba quetzallalpiloni, y eran dos borlas hechas de plumas ricas guamecidas con oro, muy curiosas. Y traianias ata- das a los cabellos de la coronilla de la cabeza, que colgaban hasta cel pescuezo por la parte de las sienes. Y traian un plumaje rico a ‘cuestas, que se Hamaba tlauhquecholtzontli, muy curioso, Lleva- ban también en los brazos unas ajoreas de oro. Todavia las usan. Y unas orejeras de oro. Ya no las usan. Traian también atada a las mufiecas tna correa gruesa negra, sobada con balsamo, y en ella tuna cuenta gruesa de chalchihuai! 0 otra piedra preciosa. También trafan un barbote de chalchihuit! engastonado en oro, metido en la barba. Ya tampoco usan éste, También traian estos barbotes hechos de cristal, largos, y dentro dellos unas plumas azules meti- das que les hacen parecer zafiro. Otras muchas maneras de pie~ dras preciosas traian por barbotes. Traian el bezo agujerado, y por alli las traian colgadas, como que salian de dentro de la earn. ‘Traian también unas medias lunas de oro colgadas de los bezo- tes. Traian también agujeradas las narices los grandes seores, y en los agujeros metidas unas turquesas muy finas 0 otras piedras preciosas, una de Ja una parte de la nariz y otra de la otra parte Traian también unos sartales de piedras preciosas al cuello. Traian una medalla colgada de un collar de oto, y en el medio della una piedra preciosa llana, y por la circunferencia colgaban unos pinjantes de perlas. Usaban también unos brazaletes de musaico, hechos de turquesas. con unas plumas ricas que salian dellos, que eran mas altas que Ia cabeza, y bordados con plumas ricas y con of0, y con unas bandas de oro que subian con las plumas. Usaban tam- bién traer en fas piernas, de la rodilla abaxo, grebas de oro muy delgado. Usaban también traer en ta mano derecha una banderilla de oro, y en fo alto un remate de plumas ricas. Usaban también 742 tract por guirnaldas un ave de plumas ricas hecha, que traia la cabeza y el pico hacia la frente y la cola hacia el cogote, con unas plumas muy ricas y largas, y las alas desta ave venian hacia las, sienes, como cuertos, hechas de plumas ricas. También usaban tract unos moxcaderos en Ia mano, que Hamaban quetzalecace- /urcti, y con unas bandas de oro que subian con las plumas. Usa- ban también traer en Ia mano izquierda unos braceletes de turquesas muy buenas, sin plumaje ninguno. Tra‘an un collar de oro hecho de cuentas de oro, y entrepuestos unos caracolitos mariscos, entre cada dos cuentas uno. También usaban traer collares de oro, he- chos a manera deslabones de viboras, También usaban los sefio- res en el areito traer flores en Ja mano, juntamente con una cana de humo que iban chupando. Tenian también ur espejo en que se miraba cuando se componian, y después de compuesto mirabase bien al espejo, y luego le daba a un paje que le guardase. Traian tambign unas cotaras, los calcaiios de las cuales eran de cuero de tigre, y las suelas de cuero de ciervo hecho muchas dobleces y cosido, con pinturas, Usaban de atambor y de tamboril. El atambor era alto, como hasta la cinta, de Ia manera de los de Espaita en la cubertura. Era el tamboril de madero hueco, tan grueso como un cuerpo de un hombre, y tan largo como tres palmos, unos poco més y otros poco menos, muy pintados. Este atambor y tamboril agora lo usan de la misma manera, Usaban también unas sonajas de oro, y las mesmas agora usan de palo. Y usaban de unas con- chas de tortuga hechas de oro, en que iban tafiendo. ¥ agora las usan naturales de la mesma tortuga. También usaban de cardtulas © mascaras labradas de musaico, y de cabellerss, como las usan agora, y unos penachos de oro qué salian de las caratulas. 743 CAPITULO X DE LOS PASATIEMPOS Y RECREACIONES, DE LOS SENORES ‘Cuando los seftores salfan de su casa y se iban a recrear, Hevaban tuna cafita en fa mano, y movianla al compas de fos que iban ha- bblando can sus principales. Los principales iban de una parte y de otra del sefior. Llevabanle enmedio, y iban algunos delante apar- tando la gente, que nadie pasase delante del, ni cerea dé}, y nadie de los que pasaban por el camino osaban mirarle a la cara, sino lue- go baxaban la cabeza y echaban por otra parte. Algunas veces, por su pasatiempo, el sefior cantaba y deprendia los cantares que suelen decir en los areitos. Otras veces, por darle reereacién, algin truhin le decia truhanerfas 0 gracias. Otras ve- ces por su pasatiempo, jugaba a la pelota, y para esto tenianle sus pelotas de wifi guardadas. Estas pelotas eran tamaiias como unas grandes bolas de jugar a los bolos. Eran macizas, de una cierta re- sina o goma que se llama alli, que es muy liviano y salta como pe- lota de viento. ¥ tenfa dellas cargo algan paje. Y también traia con- sigo buenos jugadores de pelota, que jugaban en su presencia, y por él contra otros principales. Y ganabanse oro 0 chalchihuites y cuentas de oro y turquesas, y esclavos y mantas ricas, y mastles ticos, y maizales y casas y grebas de oro y ajorcas de oro, y braza- letes hechos con plumas ricas y pellones de pluma, y cargas de ca~ cao. El juego de la pelota se flamaba tlachili, que eran dos pare- des, que habia entre la una y la otra como veinte o treinta pies, y serian de largo hasta cuareniao cincuenta pies. Estaban muy enca- ladas las paredes y el suelo, y tendrian de alto como estado y me- dio. ¥ en el medio del juego estaba una raya que hacia al propésito del juego, y en el medio de las paredes, en la mitad del trecho del juego, estaban dos piedras como muelas de molino, agujeradas por el medio, frontero la una de la otra, y tenian sendos agujeros tan anchos que podia caber la pelota por cada uno dellos. Y el que me- ta la pelota por alli ganaba el juego. No jugaban con las manos, 748 sino con las nalgas herian a la pelota. Traian par jugar unos guan- tes en las manos, y una cincha de cuero en las nalgas, para herir a la pelota. ‘También dos sefiores, por su pasatiempo, jugeban un juego que se llama patolli, que ¢s como el juego de castro o alcherque, 0 casi, o como el juego de los dados. Y son cuatro frisoles grandes, y cada uno tiene un agujero. Y artdjanlos con Ia mano sobre. un Petate, como quien juega los camnicoles, donde esté hecha una fi- ‘ura. A este juego Solian jugar y ganarse cosas preciosas, como cuentas de oro, piedras preciosas, turquesas muy finas. Y este juego y el de la pelota hanlo dexado por ser sospechoso de algunas supersticiones idolatricas que en ellos hay. ‘También solian jugar attirar con el arco al blanco, o con los dar- dos, Y a esto también se ganaban cosas preciosas. ‘También usaban tirar con cebretanas, y traian sus bodoquitos hechos en una bruxaquilla de red. Y también lo usan agora, que an- dan a matar péxaros con esta cebretana. También usan tomar p&- xaros con red. También, para su pasatiempo, plantaban vergeles 0 florestas, donde ponian todos los arboles de flores. También usaban de truhanes que les decfan chocarrerias para alegrarlos. También el juego de palo jugaban delante dellos por darles recreacién. También tenian pajes que los acompaftaban y servian, Y también usaban de enanos y corcovados y otros hom bres monstruosos. También criaban bestias fieras, éguilasy tigres, 0508 y gatos cervales, y aves de todas maneras. 745 CAPITULO XI iz DE LOS ASENTAMIENTOS DE LOS SENORES Usaban Ios sefiores de unos asentamientos hechos de juncias y de caftas, con sus espaldares, que Haman fepotzoicpalli, que también los usan agora. Pero en el tiempo pasado, para demostracién desu majestad y gravedad, aforrdbanlos con pellejos de animales fieros. como sori tigres y leones, ¥ onzas y gatos cervales, y osos, y tam- bin de ciervos, adobado el cuero. También unos asentaderuelos pequefios cuadrados y de altor de una mano con su pulgada, o un palmo, qué Hlaman folicpalli. Los aforraban con estos mesmos pe- lejos dichos para asentamiento de los seftores. “También usaban por estradas sobre que estaban fos asentamien- tos de los mesmos pellejos ya dichos tendidos. Usaban también por estrados unos petates muy pintados y muy curiosos, que se lla- man alahuacapélatl. También usaban de hamacas hechas de red para llevarse a donde querian ir, como en litera. También usaban de los iepales arriba dichos, pintados, sin pellejo ninguno, 746 CAPITULO XU DE LOS ADEREZOS QUE USABAN LOS SENORES EN LA GUERRA Usaban los sefiores en la guerra un casquete de plumas muy colo- radas, que se llaman tlavhquéchol, con oro, y al rededor del cas~ quete una corona de plumas ricas, y del medio de la corona salia ‘un manojo de plumas ricas que se Haman quetzal, como penachos. Y colgaba deste plumaje, hacia las espaldas, un atambor pequefiue- lo, puesto en una escaleruela como para llevar carga. Y todo esto era dorado. Llevaba un cosete de pluma bermeja que le Hegaba hasta los medios mustos, todo sembrado de caracotitos de oro. ¥ Mevaba unas faldetas de pluma rica. Llevaba una rodela con tin circulo de oro por toda la orilla, y el campo de Ia ora era de pluma rica colorada, verde o azul, etcétera, y de la parte de abaxo, del medio abaxo por la circunferencia, Hevaba colgados unos rapacejos hechos de pluma rica eon unos botones y unas borlas, todo de plu- ma. Llevaba un collar de piedras preciosas muy finas,y todas iguales y redondas. Eran chalchihuites y turquesas muy finas. ¥ tlevaba unas plumas verdes en lugar de cabellera, con unas bandas de oro entrepuestas, O Ilevaba un cosete de plumas verdes. Y a cuestas lle- vabael atambor, también verde, en un cacaali. También el atambor evaba unas faldetas de plumas ricas y de oro. ¥ Hevaba tinos ra- yos hechos de oto, sembrados por el cosete. Llevaba otra manera de divisas y armas que se lama acelotdtec, que era hecho de cue- rode tigre con unos rayos de oro sembrados. Y elatambor que lle- vaba a cuestas era pintado como cuero de tigre, y las faldetas del atambor eran de plumas ricas, con unas tlamas de oro en el rema- te. Otra manera de rodela, con pluma rica, que se llama xiuhtdtotl, y en el medio della estaba un cuadro de oro. Llevaba también a ‘cuestas unas plumas verdes, a manera de mariposa, y traia una manera de chamarra hecha de plumas amarillas, que se llaman fo- zihuitl, porque son de papagayo. ¥ legaba esta chamarra hasta la 747 rodilla, y con unas llamas de oro sembradas. Usaban otra manera de rodela hecha con plumas ricas, y el centro della era de oro, re- dondo, labrada en ella una mariposa, Otra manera de armas solian traer los sefiores, hechas com plumas verdes, que se Hama quetzal, amanera de choza, y en toda la orillatenfan unas flocaduras de plu- ‘ma rica y con oro. Llevaba también una chamarra de plumas ama- rillas, Usaban también los sefiores en la guerra una manera de ca- pacete de oro, y con dos manojos de quetzal puestos a manera de cuernos, y con este capacete usaban la chamarra que arriba se di- xo. Usaban también otra manera de capacete de plata, y también traia otra manera de divisas de pluma rica y de oro. Llevaba tam- bign con este capacete una chamarra hecha de la misma pluma ya dicha, y con unas llamas de oro. También solian traer los sefio- res en la guerra una manera de banderilla hecha de quetzal, entrepuestas unas bandas de oro, yen lo alto de fa banderifla iba un manojo de quetzal, como penachos. Otra manera de banderillas hechas de plata, y en lo alto de la banderilla sus penachos. Tam- bién usaban otra manera de banderillas, hechas de unas bandas de oro, y en lo alto désta sus penachos. También los sefiores llevaban a cuestas una manera de divisas que se llama itzpapdlotl. Es esta divisa hecha de manera de figura del Diablo, hecha de plumas ri- cas. Y tenia las alas y cola a manera de mariposa, de plumas ricas, y los ojos y ufias y pies y cejas y todo lo demas eran de oro. Y en la cabeza désta poniante dos manojos de quetzal. Eran como cuer- nos, Otra manera de divisas que solian traer a cuestas los seiiores, que se llama xochiquétzalpapdlorl, también hecha a manera de Ja imagen del Diablo, porque la cara y manos, y pies y ojos, y uitas y nariz, eran como del Diablo, hechos de oro; y las alas y cola, de ia misma pluma ya dicha; y el cuerpo era hecho de diversas plu- mas ricas verdes, azules, eteétera, y con oro, y tenia sus cuernos de pluma rica, como de mariposa. Usaban también de otra divisa que se llama quetzalpatzactli, con una chamarra hecha de plu- mas verdes, con una rodela también de pluma verde vestida, con una plancha de oro redonda en el medio. Otras divisas usaban, que se llaman tozcuaxélot!; eran como wn cestillo hecho de plumas. y en medio dél un perrillo, el cual tenia un plumaje en la cabeza lar- g0. Tenia este perillo los ojos de oro, y las uitas de oro, etcétera. Conesto Hlevaba una chamarra de pluma amarilla, con unas lamas de oro sembradas. Usaban de otra divisa como la de arriba di- 748 cha, salvo que la pluma era azul, y Hevaba mezctado mucho oro; y también fa chamarra era de pluma azul. Usaban de otras divisas de la misma manera de las ya dichas, sino que la pluma era blanca. También usaban de otras divisas de la misma manera de fas ya dichas, sino que la pluma era colorada. Usaban de otras divisas que se Hlamaban zacatzonili, de plumas ricas amarillas, con su chamarra de pluma amarilla. Usaban de otras divisas, que se Hamaban toztzitzimitl, hechos de plumas ricas con oro, y el tztzimitl era como un monstruo hecho de oro que estaba en medio de la divisa. Llevaba este ‘zitzimit! un penacho de pluma rica. Usaban también otra divisa que llamaban xoxowhquitzitzimitl; era un mons- truo como demonio, y hecho de plumas verdes, y con oro, y enci- ma de la punta de la cabeza Hlevaba un penacho de plumas verdes. Usaban también de otra divisa que se lamaba iztactzitzimitl; es como las de arriba dichas, salvo que los plumajes eran blancos. Usaban también de unos capillos que Hamaban ciiztic cuextécatl, con un penacho que salfa de la punta del capillo. Lievaban en este capillo una medalla de oro, atada con un cordén al mesmo capillo, ‘como manera de guirnalda. La chamarra que era compafiera desta divisa era de pluma amarilla con unas llamas de cro. Llevaba una media tuna de oro colgada de las narices. Llevaban unas orejeras de oro que colgaban hasta fos hombros, hechas a manera de mazor- cade maiz, A otra divisa de la manera de la ya dich llamaban fztac cuextécatl. A otra divisa como las de arriba dichas Hamaban chictlapanqui cuextécatl, porque ta mitad era verde y la mitad amarillo, asi el capillo como la chamarra. A otra divisas déstas lla- maban ctiztic teucuitlacopilli, porque el capillo era todo de oro, con un vaso con plumas encima de la punta del capillo. A otras divisas déstas llamaban iztac teucuitlacopilli. Eracomo lade arci- ba, sino que era de plata, Usaban tambien llevar en la guerra unos caracoles mariscos para tocar al arma, y unas trompetas. También usaban unas banderillas de oro, las cuales, en tocando al arma, las, Jevantaban en las manos para que comenzasen a pelear los solda- dos. Usaban también estandarte hecho de pluma rica, como una gran rueda de pluma rica. Llevaba este estandarte en el medio la imagen del Sol hecha de oro. También usaban otras divisas que Hlamaban xiloxochipatzacili, hecha a manera de almete con mu- cchos penachos y dos ojos de oro. Usaban también de espadas de madera, y el corte era de piedras de navajas pegadas a la madera, 749 que era en forma de espada roma. Otras divisas usaban tam- bign, que Hamaban quetzalaztatzontli hechas de plumas y de oro. Usaban de otras divisas que llamaban ocelotlachicémitl, que es tun cantaro aforrado con cuero de tigre, del cual sale un clavel Hleno de flores, hecho de pluma rica, 750 CAPITULO XH DE LAS COMIDAS QUE USABAN LOS SENORES Las tortillas que cada dia comian los sefiores se Haman soronqui Haxealli thacuelpacholli; quiere decir, “tortillas blancas y calien- tes y dobladas”, compuestas en un chiguihuitl y cubiertas con un patio blanco, Otras tortillas comian también cada dia, que se Ilama- ban hueitlaxcalli, quiere decir “tortillas grandes”. Estas son muy bilancas y muy delgadas y anchas, y muy blandas, Comian también otras tortillas que se llaman cuauhtlacualli; son muy blancas y grandes, y gruesas y ésperas. Otra manera de tortillas comian que amaban slaxcalpacholli; eran blancas, otras algo pardillas, de muy buen comer. También comian unos panecillas no redondos, sino largos, que llaman tlaxcalmimilli: son rollizosy blancos, y del fargor de un palmo o poco menos. Otra manera de tortillas comian, que lamaban slacepoalli tlaxcalli, que eran ahojaldrados. Eran de delicado comer. Comian también tamales de muchas maneras. Unos dellos se Hlaman cuatecuicuillitamalti, Son blancos y a ma- nera de pella, hechos no del toda redondos ni bien cuadrados. Ti nen en loalto un caracol que le pintan los frisoles con que esta mez- clado, Otros tamales comian que Haman tae tlatzincuitl: éstos son muy blancos y muy delicados, como digamios pan de bamba o de la Guillena. Otra manera de tamales comian, que Hamaban fztac eta- ‘malli, blancos, pero no tan delicados como los de arriba, algo mas duos, Otros tamales comian, que son colorados y tienen su cara col encima, Hacense colorados porque después de hecha la masa fa tienen dos dias al sol o al fuego, y la revuelven, y.ansé se para co- lorada. Otros tamales comian que Haman nexyo tamalli cuate- cuicuilli: quiere decir “tamales simples, que ni son muy blancos, sino medianos”, y tienen en lo alto un caracol como fos de arriba dichos, Otros tamiales comian que se Haman tamélatl cucuhnext Estos tamales no eran mezclados con cosa ninguna. Comian fos seiiores estas maneras de pan ya dichas con muchas maneras de gallinas asadas y cocidas. Unas dellas se llaman ‘otolnacaguimi- 751 Ii; quiere decir “empanada en que est una gallina entera”. Otra manera de empanadilla, que se llama nacatlaoyo tamalli, quiere decir “empanadilla de carne de gallina o de gallo”, y con chilli amarillo. Otra manera de gallina asada comian, que liaman ciluatotollalehuatzalli; quiere decie “gallina asada”. Otra mane- ra de asada, que se llama zollalehuatzalli, quiere decir “codor ces asadas”. Usaban también muchas maneras de tortillas para la gente comin, Una manera delta se llaman fianguizilacualli; quic- re decir “tortilla o tamal que se vende en el tidnguez”. Otra mane- ra del tiénguez, que se Hama iztac Hlaxcalli etica tlaoyo, quiere decir “tortilla muy blanca que tiene de dentro harina de frijoles no coeidos”. También comian los sefiores muchas maneras de cazue- las, Unas dellas se llaman forolin patzcalmolto; quiere decir “ca- zuela de gallina hecha a su modo con chilli bermejo y con tomates Yy pepitas de calabazas molidas”, que se Ilama agora pipiana. Otra ‘manera de cazuela comian, que se llama chiltecpiyo totolin; quie- re decir “cazuela de gallina hecha con chilli que quema mucho, que se llama chiltéepitl”. Otra manera de cazuela comian, que se la- ma chileuzyo totolin; quiere decir “cazuela de gallina hecha con chilli amarillo”. Otras muchas maneras de cazuelas y de aves asadas comian, que estén en la letra explicad ‘Comian también muchas maneras de potajes. Una manera dellas se Hlaman chileuztlatonilli, quiere decir “potaje hecho con chilli amarillo”. Otra manera de chilmule, que se llama chilteepinmulli; quiere decir“mute hecho de chilpécpitly tomates”. Otra manera de chilmule que se lama chileucmulli xitomayo quiere decir “mulli de chilli amarillo y con tomates”, etegtera. ‘Usaban también comer peces en cazuela. Una dellas se Haman iztac amilotl chileuzyo; quiere decir “peces blancos hechos en ca- zuela con chilli amarillo”. Otra manera de cazuela, que se tlama toméhuac xohuilli paizcallo, quiere decir “cazuela de peces par- dos hechos con chilli bermejo y tomates, y con unas pepitas de calabazas molidas”, y son muy buenos de comer. Otra manera de cazuela, que Ilaman cifyatl chilchoyo, quiere decir “cazue- la de ranas con chilli verde”. Otra manera de cazuela, que aman axéloil chileuzyo, quiere decir “cazuela de aquellos peces que se Maman axélotl, con chilli amarillo”. Comian también atepécatl chiltecpiyo; quiere decir “cazuela de renacuajos con chiltécpit!”. Comian también michpilli chilteepio, una manera de pececillos 752 colorados hechos con chiltéepitl. También comian unas hormigas aludas, que se dicen ‘zicatanatli, quiere decir “cazuela de unas hormigas aludas con chiltécpit!”. Comian también unas langostas que se llaman chapolin chichiahua; quiere decie “cazuela de unas Jangostas” y es muy sabrosa comida. Comian también unos gusa- nos que se llaman meocuilti chiltecpin mollo; quiere decir “gu- sanos que son de maguey y con chiltecpinmolli’. Otra cazuela comian, que se dice chacaili patzeallo; quiere decir “cazuela de camarones hechos con chiliéepit! y tomates, y algunas pepitas de calabaza molidas”. Otra cazuela comian, que se llama topoili patzcallo, quiere decir “cazuela de una manera de peces, que fos Haman topotli, hechos con chiltéepit?”, como las de arriba dichas. Ota cazuela comian, que se Hama tlacamichi patzcallo; quiere decir “cazuela de pescados grandes”, hecha como las de arriba dichas. Otra cazuela comian, que se lama mazaxocomulli iztac michyo; quiere decir “cazuela de ciruelas no maduras con unos pececillos blanquecillos con chilli amarillo y tomates”. Usaban también comer los seftores muchas maneras de frutas. Una dellas se lama atlauhgui tezontzdpotl; quiere decir “tzapo- tes colorados por de dentro, y por de fuera pardillos y ésperos”. Otra manera de fruta se llama mazaxécoil chichiltic, uma manera de ciruelas, y son coloradas. Ciiztic mazaxécotl, otra manera de ci- ruelas, y son amatillas. Tlaztalehudltic mazaxécoll, otra manera de ciruelas, y son bermejas o naranjadas. Usaban también comer muchas maneras de tzapotes. Una delias se Hama eheyotzdpotl; quiere decir “tzapote ceniciento o anonas que tiene por de dentro unas pepitas como frisoles negros”, y es muy sabrosa. Otra se Hla- ma xicotzdport; quiere decir “tzapotes pequeiios 0 parvetanos”. Otra fruta se Hama atziedporl, una cierta fruta amarillas por de fucra, y por de dentro como yemas de huevos cocidos. Otra fruta se llama cuawheamotli; son unas raices de arboles. Camotli, una ciorta raiz que se lama batatas. Ohudcatl.* una cierta fruta. Nochili, una cierta fruta que se Hama tunas. Otras muchas frutas se dexan de decir. Usaban también comer unas semillas que tenfan por fruta. Una se llama xifor; quiere decir “mazorcas tiernas”, comestibles y co- 7 Bn el texto nahuat, folio 23%, dice ohuseat 753 ccidas. Otra se llama élou, también mazorcas ya hechas, tiemas y cocidas. Exoil, quiere decir “frisoles cocidos en sus vainas”. Co- ‘mian también unas ciertas maneras de tamales hechos de los pena- chos del maiz, que se Haman miyahuattimal, revueltos con unas se- millas de bledos y con meollos de cerezas molidos. Comian unas Ciertas tortillas hechas de las mazoreas tiemnas del maiz, que se lla- man elotlaxcalli 0 xantlaxcaifi. Otra manera de tortillas hechas de las mazorquillas nuevas del maiz, que se dice xilotlaxcalli Otra manera de tamales comian hechos de bledos, que se tlaman Auctubuiltamalli, etestera Usaban también comer unas ciertas maneras de potaxes hechas su modo. Una della se Hama huahguilmolli, hecha de bledos co- cidos y con chilli amarillo y tomates y pepitas de calabaza, © con chiltécpit! solamente. Otra se Hama itzmiguilmolli, y con chili verde, y es bueno de comer. Otra se Hama huawhtzonili tonalchillo, hecha de semilla de bledos verdes, y con chilli verde. También comian unas ciertas yerbas no cocidas, sino verdes, Una se llama fzayenalquilitl, que se hace en la orilla del agua, Otra se Hama xondcatl, como digamos cebolletas desta tierra, cteétera Todas estas yerbas que se nombrardn adelante, cada una por si con sus aderezos. Y éstos: éztac xoxocoyolli, quiere decir “yerba aceda blanca” 0 “acederas” desta tierra; xoxocayolhuihuilan, otra manera de yerba eceda; axoxoco, otra yerba también aceda: acuitlacpalli, una cierta yerba; avoxochquilitl, quiere decir “flor de calabazas”: ayonanicatl 0 ayonacaquilitl, quiere decit “cala~ bazas tiernas” Usaban también beber muchas maneras de puchas © mazamo- ras. Una manera dellas se llama fofonguiatulli. “mazamorra ca~ licnte”, Otra, necuharulli, “mazamorra con miel caliente”. Otra se llama chilnecuharulli, *mazamorra con chilli amarillo y miel”. Bebjan también otra manera de mazamiorra hecha con harina muy espesa y muy blanca, hecha con equéxguitl, que se Hama cucth= nexatoili, eteétera. Bebian también unas ciertas maneras de pu- chas, que se llama éztac atulli. La primera dellas se llama chian- 261201 atullé: quiere decir “puchas de chiantzdrzol con chilchotl © con chiltécpitl”; la segunda se Hama fztac chianatulli chilcuspani: quiere decir “puchas de chan blanca con chilli ama- Fillo”; otra se llama chianpitzéhuae atulli ayohwachpani chilo, “puchas de chien menuda con chilcuctli y con pepitas de calaba- 734 zas bien molidos”; otra se llama tlacyocuépal atulli chiltecpin pani; otra manera de puchas hecha de migajén de las tortillas o de pan cocido y con chiltécpitl. Todas estas maneras de puchas 0 ‘de mazamortas ya dichas se usaban hacer en case de los seiiores. Y los calpisques tenian cargo de las cosas necesarias para los sefiores; trafan para comer siempre a casa de los seflores muchas rmaneras de comida, hasta ntimero de cient comidas, como tortillas calientes y tamales blancos y su caracol, eteétera, como arriba se dixo. Y después que habia comido el sefior, Iuego mendaba a sus pa- jes servidores que diesen de comer a todos los seftores y emba- xadores que habjan venido de algunos pueblos. Y también daban de comer a los que guardaban en palacio, que ellos llaman achea- cauhti, tequiuaque, tiachcahuan. También datan de comer 2 los que criaban los mancebos, que se Haman felpuchtlatogue, v a los sétrapas de los idolos. Y también daban de comer a los eanto- res ya los pajes y a todos los del palacio. También daban de comer a los oficiales como los plateros, y a los que labran plumas ricas, ¥ los lapidatios, y fos que labran de musaico, y los que hacen cota- ras ricas para los sefiores, y los barberos que trasquilaban a los se~ fiores. Y en acabando de comer, luego se sacaban muchas maneras de cacaos, hechos muy delicadamente, como son éstos: xaxouhgui cacahuacintli, “cacao hecho de mazorea tierna de cacao”, y es muy sabrosa de beber; cuauhmecuyo cacdhuatl, “cacao hecho con miel de abejas”; xochyo cacdhuatt, “cacao hecho con hueina- caztli”, xoxouhqui, titxochyo, “cacao hecho con Hlilxéchitl tier- no"; chichiltic cacdhuatl, “cacao hecho colorado”; huitztécul cacéhuatl, “cacéhuatl hecho bermejo”; xuchipal cacéhuatl, “ca- cao hecho naranjado”; tlfltic cacdhuatl, “cacao hecho negro”, iztae cacdéhuatl, “cacao hecho blanco”. ¥ dabanloen unas xicaras con que se bebia, son de muchas maneras: una dellas se llama fe- contlacuilolli, “xicara pintada con diversas pinturas”, y su atapa~ dero muy rico, que se llama atzaccdyorl. y tambiéa su cuchara de tortuga para revolver el cacao; otra manera de xicaras se Hamat ayotectli tlacuiloli, “xtcara negra pintada de negro”; y también su rodeo hecho de cuero de tigre o de venado para sentar o poner esta calabaza que se llama ayahualli oceloéhuatl o cuetlaxaya- ‘/ualli, Usaban también traer unas redes hechas a manera de beu- 755 xaca, que se llama chitatli, en que se guardaban otras xicaras ya dichas. Usaban también unas xiearas agujeradas para colar el ca- cao. Usaban también guardar unas xicaras mas grandes en que se alzaba el cacao. Usaban también guardar unas xicaras pintadas, también grandes, para lavar las manos. Usaban también unas gran- decillas xicaras que ellos Haman tzohuacalli tlayoaloni, quiere decir “xicaras pintadas con ricas pinturas con que se bebia maza- morra”. Usaban también guardar unos cestillos que se Haman tla- cualchiquifuitl, en que se ponian las tortillas. Usaban también tener unas escudillas que se llaman moledit con que se bebian po- taxes. Usaban también tener unas salseras que se Haman peizcdxit. Usaban también tener unas escudillas de madera que se llaman cuauhedxitl 756 CAPITULO XIV DE LA MANERA DE LAS CASAS REALES Parrafo primero. De la audiencia de las causas criminales El palacio de los seflores o casas reales tenian muchas salas. La primera se llamaba tlacxitlan; quiere decir “salade la judicatura”, donde residian el rey y los seitores cénsules o oidores y principales nobles, oyendo las cosas criminales, como pleitos y peticiones de la gente popular. Y alli juzgaban o sentenciaban a los criminosos a ~ pena de muerte, ahorcar o apedrear, o achocarlos con patos, de ma- nera que los seftores usaban a dar muchas maneras de muerte por |justicia. Y también alli juzgaban a los principales nobles 0 cénsules cuando caian en algiin crimen. Condendbantos a muerte 0 a destie- ro, 0 ser trasquilados, o le hacian macegual, 0 le desterraban per- petuamente del palacio, o echdbanlos presos en unas jaulas recias yy grandes. También alli los sefiores libertaban a fos esclavos injus- ‘tamente hechos. En tiempo de Motecuzoma hubo muy gran hambre, por espacio de dos afios, por lo cual los principales vendieronmuchos, ansi sus, hijos como hijas, por no tener qué comer. Y oyendo Motecuzuma ‘que los sefiores vendieron sus hijos y hijas por Ia hambre, hubo gran misericordia, y mandé a sus vasallos que juntasen todos los esela- vos hidalgos que se habjan comprado. Y iuego elsseflor mands dar asus duefios a cada uno su paga o sus dones, como mantas de cua- tro piemas, y delgadas, y cuachtles; son como de Campech. ¥ tam- bién tes dieron maiz por los que habian comprads los principales. Y five la paga doblado del precio que habian dado. Y en este lugar donde lamaban Tlacxitlan los jueces no dife- rian Jos pleitos de la gente popular, sino procuraban de determinar- los presto, ni recibian cohechos, ni favorecfan al culpado, sino ha- cian la justicia derechamente. BI Parrafo segundo. Audiencia de las causas civiles Otra sala del palacio se Hamaba teccalli 0 teccalco. En este lugar residian los senadores y los ancianos a oit pleitos y peticiones que les ofrecian la gente popular. ¥ los jueces procuraban de hacer su oficio con mucha prudencia y sagacidad, y presto los despachaban; porque primeramente demandaban la pintura en que estaban es- critas 0 pintadas las causas como hacienda, o casas, 0 maizales, y después, cuando ya se queria acabar el pleito, buscaban los senado- res los testigos para que se afirmasen en lo que habian visto 0 of¢o, Con esto se acababan los pleitos. Y si oia el seftor que los jueces o senadores que tenian de juzgar dilataban mucho sin razén los plei- tos de las gentes populares que pudieran acabar presto, los dilata- ban por muchos dias por amor de los cohechos o paga, o por amor de los parentescos, Inego el sefior mandaba que les echasen pre~ sos en unas jaulas grandes hasta que fuesen sentenciados a muer- te. Y por esto los senadores o jueces estaban muy recatados o avi- sados en su oficio. En el tiempo de Motecuzuima echaron presos muchos senado- res 0 jueces en unas jaulas grandes, a cada uno por si, y después fueron sentenciados a muerte porque dieron relacién a Motecu- zuma que estos jueces no hacian justicia derecha o justa, sino in- justamente la hacian, y por eso fueron muertos. Y eran estos que Juego se nombran: el primero se llamaba Mixcoatlailétlac; el se- gundo, Teicnotlamachtli: el tercero, Tlacuchedileatl; 1 cuarto, Iztlacamizcoatlailétlac: el quinto, Umaca; el sexto, Técual; el sép- timo, Huitetlolingui. Estos eran todos del Tlatelulco. Parrafo tercero. Audiencia para la gente noble Otra sala det palacio se lamaba fecpitcalli. En este lugar se junta- ban los soldados nobles y hombres de guerra. Y siel sefior sabia que alguno dellos habia hecho algin detieto criminal, de adulterio, aun- que fuese mis noble o principal, luego le sentenciaba a muerte. Ma- tabanle a pedradas. Enel tiempo de Motecuzuma fue sentenciado un gran principal que se llamaba Huitznéhuat] Ecamalicotl, el cual habia cometido adulterio, y le mataron a pedradas delante de toda la gente. 758 Parrafo cuarto. Consejo de la guerra Otra sala del palacio se llamaba tequihuacacalli, 0 por otro nom- bre cuaufcalli. En este lugar se juntaban los capitanes que se nombraban Hlatlacochedilea y tlatiacatécca para el consejo de la guerra, Habia también otra sala del palacio que se Hamaba ach- cauhcalli. En. este lugar se juntaban y residian los achcacauhti que tenian cargo de matar a ios que condenaba el sefior, os cuales se flamaban cuauhnochtli y atempanécatl y tezcacodcatl. Y si ‘no cumplian lo que les mandaba el sefior, luego les condenaba a muerte, Habia otra sala del palacio, que se llamaba cuicacalli. En este lugar se juntaban los maestros de los mancetos, que se llama- ban tiachcahuan y telpuchtlatoque, para aguardar lo que les ha- bia de mandar el seftor para hacer algunas obras publicas. Y cada dia, a la puesta del Sol, tenian por costumbre de ir desnudos a la dicha sala del cuicacalli para cantar y bailar. Solamente tlevaban cada uno una manta hecha a manera de red, y en la cabeza ataban tunos penachos de plumajes con unos cordones hechos de hilo de al- godén colorado, que se Hamaba fochdcatl, con que ataban los ea- bellos. Y en los agujeros de las orejas ponian unes turquesas, y en os agujeros de la barba traian unos barbotes de caracoles maris- cos blancos. Y ansi que todos los mancebos que se criaban en las ‘casas de relpuchcalli iban a bailar cada noche, y cesaban como a las once. ¥ luego los sacerdotes y ministros de los idolos comen- zaban a tafier a maitines con unos caracoles mariscos grandes, por raz6n que era hora de salir a hacer penitencia, segiin su costumbre Desta manera, en cesando de bailar todos los mancebos, luego iban a dormir en las casas del felpuchcalli, y nadie se iba a dormir a st casa. Y todos dormian desnudos, sino con aquellas mantillas ‘con que bailaban se cubrian, cada uno porsi. ¥ ansi, en dormiendo, tun poco, luego se levantaban para ir al palacio del sefior. Y si el seflor sabia que algunos dellos habian echado algunas derramas de tributo o de comida o bebida que comiesen los maestros de los man- ‘cebos, luego el sefior los mandaba prender y echarlos en fa cércel de las jaulas grandes, cada uno por si. O si sabia el seitor que alguno dellos se habia emborrachado o amancebado, o habia hecho adul- terio, mandabale prender y sentenciabale a muerce, o le daban ga- rrote, o le mataban a pedradas, 0 a palos delante de toda la gente, para que tomasen miedo de no atreverse a hacer cosa semejante. 759 Parrafo quinto, De las troxes o alhéndigas Otra sala del palacio se llamaba petlacalco. En este lugar posaba un mayordomo del sefior que tenia cargo y cuenta de todas las tro- xes de los mantenimientos de maiz que se guardaban para provei- miento de la ciudad y repaiblica, que cabian a cada [una] dos mil ha- negas de maiz, en las cuales habia maiz de veinte afios, sin dafarse. También habia otras troxes en que se guardaba mucha cantidad de frisoles. Habja también otras troxes en que se guardaban todos los géneros de bledos y semillas que se llaman chia y hucuhtli y chian- f26tzol. Habia otras troxes en que se guardaban !a sal gruesa por moler, que la tratan por tributo de tierra caliente. También habia otras troxes en que se guardaban fardos de chile y pepitas de ca- labazas de dos géneros, unas medianas y otras mayores que se Maman cuauhayohuachtli. En estas alhondigas estaba también la cércel de aquellos que hacian algunos delictos por los cuales no merecian la muerte. Parrafo seis. De la casa de los mayordomos Otra sala se Hamaba calpivcalli,o por otro nombre texancalli, En este lugar se juntaban todos los mayordomos del sefior trayendo cada uno la cuenta de los tributos que tenia a su cargo, para dar ‘cuenta y razén dellos al seftor cuando se lo pidiese. Y ansi cada dia tenia cada uno aparejado el tributo que era a su cargo. Y siel seftor sabja-y tenia averiguado de alguno de los mayordomos que habia tomado y aplicado para si alguna parte del tributo, o si no alcanza- ba la cuenta de todo el tributo que era a su cargo, luego mandaba el sefior prenderle y echarle en una jaula hecha de viguetas grue- sas, y también mandaba y proveia el sefior que todas la mujeres amancebadas con el tal mayordomo, y hijos 0 hijas o deudos, les echasen fuera de su casa y les desposeyesen de la casa, con toda Ja hacienda que antes tenia ef mayordomo delincuente. Y ansi la casa, con toda la hacienda, se aplicaba al seftor, y luego mandaba cerrarla, y condendbale a muerte. Habia otra sala que se llamaba coacalli. En este lugar se apo- sentaban todos los sefiores forasteros que eran amigos 0 enemigos del seftor, tos cuales venian por convidados, y dabales muchas co- 760 sas* ricas como mantas labradas y mastles muy curiosos, y unos barbotes de oro que usaban poner en los agujeros de la barba, y las, ‘orejeras de oro que ponian en las orejas agujerades, y otro barbotes de piedras preciosas, de chalchihuites, engastonados en oro, y unas cuentas de chalchihuites y otras cuentas de las mesmas piedras pa- ra las mufiecas, que usaban traerlas. Lo que dice de los enemigos era que con salvoconducto venian a ver la majestad del sefior de México y los edifieios del templo y la cultura de los dioses, y el ser- vicio y policia que el rey o seitor de México tenia en su repiiblica. Parrafo siete, De la sala de los cantores y de los atavios del areito Habja otra sala que se flamaba mixcoacalli. En este lugar se junta- ban todos los cantores de México y Tlatelulco, aguardando a lo que Jes mandase e! sefior, si quisiese bailar o probar 0 oir algunos can- tares de nuevo compuestos. Y tenfan a la mano aparejado todos los atavios del areito, atambor y tamboril, con sus instrumentos para tafierel atambor, y unas sonajas que se aman ayacachili y fetzild- catl y omichicahuaztliy flautas, con todos los maestros tafiedores y-cantores y bailadores, y los atavios del areito para cualquier can- tar, Si mandaba el sefior que cantasen los cantares de huexotzin- cdyutl 0 anahuaedyul, ansi los cantaban y bailaban con los ata- vios del arcito de iuexotzincdyotl o anahuacdyutl. ¥ si el setior mandaba a los maestros cantores que cantasen y bailasen el can- tar que se llama cuextecciyutl, tomaban los atavies del areito con- forme al cantar, y se componian con cabelleras y maxcaras pinta- das, con narices agujeradas y cabellos bermejos, y traian la cabeza ancha y larga, como lo usan los cuextecas. Y traian las mantas texi- das a manera de red, de manera que los cantores tenfan muchas y diversas maneras de atavios de cualquiera areito para los cantares y baile. "No es claro si es “cosas” 0 “oyas”, 761 Parrafo ocho. De la casa de los captivos tra sala se Hamaba malcalli, En este lugar los mayordomos guar- daban los cativos que se tomaban en la guerra, y tenian gran cargo y cuenta dellos, y dabanles la comida y bebida y todo lo que se les pedian a los mayordomos. Otra sala se Hlamaba fotocalli, donde es- {aban unos mayordomos que guardaban todo género de aves, como Aguilas y otros paxarotes, que se Haman tlaukquéchol y zacuan y papagayos y alome y coxoliti. Y también en este lugar se juntaban todos los oficiales, como plateros y herreros y oficiales de pluma- Jesy pintores y lapidarios que labran chalchihuites y entalladores. 'Y también en este lugar residfan unos mayordomos que tenian car- go de guardar tigres y leones, y onzas y gatos cervales. 762 CAPITULO XV DE LOS ATAVIOS DE LAS SENORAS Usaban las sefioras vestirse los huipiles labradosy texidos de muy ‘muchas maneras de labores, como van aqui declarado en la lengua. Usaban las seftoras de poner mudas en la cara con color colora- doo amarillo o prieto, hecho de encienso quemadc con tinta. Y tam- bién untaban los pies con el mesmo color prieto, y también usaban traer los cabellos largos hasta la cinta. ¥ otras traian los cabellos hhasta las espaldas: y otras traian los cabellos largos en una parte y otra de las sienes y orejas, y toda la cabeza tresquilada; y otras ‘raian los cabellos torcidos con hilo prieto de algodén, y los tocaban a lacabeza, y ansi lo usan hasta agora, haciendo dellos como unos comezuelos sobre la frente; y otras tienen mas largos los cabellos, y.cortan igualmente al eabo de los eabeltos por hermosearse, y en- torcéndolos y aténdolos parecen ser todas iguales; y otras tresqui- aban toda la cabeza. Usan también ta mujeres tefir los eabellos con lodo prieto, o con una yerba verde que se lama xiuhguilitl por hacer relucientes los cabellos a manera de color morado. Y tam- bién limpian los dientes con color colorado o grana. Usaban también pintar las manos con todo el cuello y pecho. También las sefioras usaban de baifarse y enxabonarse [Y en]sefabanlas a ser vergon- zosas y hablar con teverencia y tener acatamiento a todos, y ser diestras y diligentes en las cosas necesarias a la comida y bebida, eteétera. CAPITULO XVI DE LOS EXERCICIOS DE LAS SENORAS Las sefioras usan tener muy muchas maneras de alhajas y instra- mentos para sus oficios de hilar y ordir y texer y labrar y cardar al- godones y tener otras cosas necesarias tocantes a los exercicios de sus labores, como se van aqui declarando en fa lengua. Més, son obligadas a hacer y guisar la comida y bebida delicadamente, y tienen amas que las guardan y crian, Mis, tienen criadas, corcova- das y coxasy enanas, las cuales por pasatiempo y recreacién de las sefioras cantan y taflen tamboril pequefio, que se Hama huéhuetl. 164 CAPITULO XVII DE LAS COSAS EN QUE SE EXERCITABAN LOS SENORES PARA REGIR BIEN SU REINO Pérrafo primero, Del aparato y orden que usaban para cometer la guerra El mas principal oficio det seiior era el exercicio de Ia guerra, asi para defenderse de los enemigos como para conquistar provincias ajenas. Y cuando queria acometer guerra contra alin sefior 0 pro- vincia, juntaba a sus soldados y dabales parte de io que queria ha- cer. Y juego enviaban espias a aquella tal provincia que querian cconquistar para que mirasen la dispositin de la tierra y la lanura y asperura della, y los pasos peligrosos y los lugares por donde s¢- ‘guramente podrian entrar. Y todo lo traian pintado y to presenta- ban al seftor para que viese la disposicién de la tierra. Visto esto, el sefior mandaba llamar a los capitanes principales, que siempre eran dos: uno se tlamaba tlacochedilcatl; otro, lacatécatl. ¥ mostrando- les la pintura, sefialabantes los caminos que habian de llevar, por donde habian de ir los soldados, y en cudntos dias habian de Hegar, y donde habjan de asentar los reales, y seftalabarles los maestros, ‘de campo que habian de llevar. Luego mandaba hacer provisiones, aside armas como de viandas, y para esto enviabaa llamar a todos Jos mayordomos de fas provincias, que lamaban calpisques, de las provincias que eran sus sujetas. Y mandabales traer a su presen- cia todos los tributos, asi de mantas como de plumajes, y oro, y ar- mas, y mantenimientos. Y desque todo estaba trafdo y junto, luego el sefior repartia las armas a todos los soldados, ya fos capitanes y hombres fuertes y valientes, Habiendo destribuido las armas a to- dos, mandaba Iuego a los calpisques que Ilevasen armas a todos los principales de las provincias que habian de ir ala guerra, para st y para sus soldados. Y entonce lo notificaba a su gentes, y los daban intado todo el exército, comenzaban a caminar por esta or- 165 den: iban los sacerdotes de los idolos delante de todos, con sus {dolos a cuestas: iban un dia delante de todos; ras éstos iban todos los capitanes y hombres valientes, un dia mas adelante que el otro exército; tras éstos iban los soldados mexicanos; tras éstos iban los tezcucanos, un dia mas atrés; tras éstos iban los de Tlacuba, otro dia mas atrds; tras éstos iban los de las otras provincias, otro dia mas atris. Todos iban con gran concierto por el camino. ¥ cuando ya estaban cerca de la provincia a que iban a conquistar, luego los se~ jiores del campo trazaban mo habian de asentar el real, dando sitioa cada uno de las divisiones ya dichas. Y el que no queria erstar [sic] por lo que ordenaban los seftores det campo, asianle luego. Habiéndose todos alojado antes que comenzasen a combatir, es- peraban a que los sitrapas hiciesen seifal, sacando fuego nuevo, ¥ ‘que tocasen las bocinas. Habiendo hecho esta seftal los sétrapas, fuego comenzaban a dar grita todos, y luego comenzaban a pelear ‘esa misma noche de su llegada, Y Ios primeros captivos que captivaban, luego los entregaban a Jos sétrapas para que los sacrificasen y sacasen los corazones de- Jante de las estatuas de sus dioses que Tlevaron a cuestas. Después desto, habiendo hecho la victoria y sujetado a aquella provincia contra que iban, luego contaban los captivos que habian tomado y los que habfan sido muertos de los suyos. Tomada esta minuta, tue- go iban a dar relaci6n al sefior de lo que habia pasado. Y también daban relacién de los que habjan muerto, que eran personas de ca- lidad, en sus casas para que les hiciesen las exequias. Y también daban relacién de los que habian hecho una cosa notable en el com- bate, para que fuesen remonerados con honra y con dones, en espe: cial si eran de noble linaje. Y en acabando la guerra, luego se ha- cia inquisitién de todo el campo, de tos que habian traspasado los mandamientos de los sefiores del campo. Y luego los mataban, aunque fuesen capitanes. Y tambign los seitores del campo averi- guaban los pleitos que habia entre los soldados, cuando quiera que dos porfiaban sobre cud dellos habia captivado a algin captivo. Ofanlas primeramente, y después daban sentencia por ef que me jor probaba su intencidn. Y si el caso no se pudia probar de una parte ni de otra, tomabantos el captivo y aplicabanle al cu del ba- rrio de aquellos, o al eu general, para que fuese sacrificado sin titulo de captivador. Habiendo pacificado la provincia, luego los seftores del campo 766 repartian tributos a los que habian sido conquistados para que cada un afio los diese al sefior que les habia conquistado, y el tributo era de lo que en aquella provincia se criaba y se hacia. ¥ luego elegian gobernadores y oficiales que presidiesen en aquella provincia, no de los naturales della, sino de los que la habian conquistado, Parrafo segundo. De la manera de elegir alos jueces ‘También los sefiores tenfan cuidado de la pacificacién del pueblo y de sentenciar los letigios y pleitos que habia en la gente popular. Y para esto elegian jueces, personas nobles y ricos y exercitados en las cosas de la guerra, esperimentados en Ios trabajos de las con- quistas, personas de buenas costumbres, que fueron criados en los, monasterios de calmécae, prudentes y sabios, y también criados en el palacio. A estos tales escogia ei sefior para que fuesen jue- ces en la repiblica. Mirdbase mucho en que estos tales no fuesen borrachos ni amigos de tomar dadivas, ni fuesen acetadores de personas, ni apasionados. Encargabales mucho el sefior que hicie- sen justicia en todo lo que a sus manos viniese. También los sefia~ laba el sefior las salas donde habjan de exercitar su oficio. Sefial bales una sala que era debaxo de ta sala del sefior, que Hlamaban dlaexirlan, En ésta ofan y juzgaban las causas de los nobles. Y otra sala los sefialaba que Hlamaban fecealli, Alli oian y juzgaban las, cauisas populares, toméndoles por escrito primeramente por sus pinturas; y averiguado y escrito el negocio, llevbanlo a los de Ia sa- la mas alta, que se llama #lacxitfa, para que alli se sentenciase por los mayores cénsules. Y los casos muy dificultosos y graves, lleva banlos al seflor para que los sentenciase juntamente con tres cipales muy calificados que con él andaban y resifan. Estos tales eran los mayores jueces, que ellos Hamaban fecuhtlatoque. Estos examinaban con gran diligencia las causas que iban a sus manos, y cuando guiera que en esta audiencia, que era la mayor, sentencia- ban alguno a muerte, luego lo entregaban a los executores de la jus- ticia, los cuales, segiin la sentencia, 0 los ahogaban, o daban garro- te,0 los apedreaban, o los despedazaban, 767 Parrafo tercero. De la manera de los areitos Lo tercero de que los seffores tenian especial cuidado era de los areitos o bailes que usan para regocijar a todo el pueblo. Lo pr 10, dictaba el cantar que se habia de decir, y mandaba a los canto- res que le pusiesen en el tono que querfa, y que le proveyesen muy bien. También mandaba hacer aquellas macetas de uili con que tafien el feponacili, y que el teponazili y el atambor fuesen muy buenos. También mandaba los meneos que habia de haber en la danza, y los atavios y divisas con que se habjan de componer fos que danzaban. También los sefialaba los que habjan de tafier el atambor y el feponazili, y los que habian de guiar la danza o baile, yy seftalaba el dia del baile para alguna fiesta seftalada de los dio- es. Para entonce é] se componia con los aderezos que se siguen. En la cabeza se ponia unas borlas hechas de pluma y ofo, atadas a los cabellos de la coronilla, Poniase un bezote de oro o de piedra preciosa; ponfase también unas orejeras de oro en Tas orejas; pont se al cuello un collar de piedras preciosas de diversos géneros; po- nfase en las mufiecas unas ajorcas o sartalejos de piedras preci sas, de chalchihuites y turquesas. También se ponia en los brazos, en los morcillos, unas ajoreas de oro y un bracelete con un plumaje que sobrepuja la cabeza, otro plumaje en la mano. Cubriase de man- tas ricas affudadas sobre el hombro, Ponianse unos ceftideros muy ricos, que ellos Haman méxtlatl, que sirve de cinta y de cubrir las partes vergonzosas. Desta misma librea arreaba a todos los prin pales y hombres de guerra y capitanes, y toda la otra gente que habian de entrar en la danza o baile. ¥ también a todos daba copio- samente de comer y de beber. Y andando en el baile, si alguno de os cantores hacian falta en el canto, 0 si los que tafiian el feponaztli ¥y atambor faltaban en el tafier, 0 si los que guian erraban en los ‘meneos y contenencias del baile, luego el seftor los mandaba pren- der, y otto dia fos mandaba matar. Pérrafo cuarto. De la vigilancia de noche y de dia, sobre las velas Lo cuarto en que el seffor tenia gran ditigencia era en poner velas de noche y de dia para que velasen, ansi en la ciudad como en los 768 términos della, para que no entrasen los enemigos sin sentirlos y conocerlos. Y por esto tenian sus velas los sétrapas concertadas, por los espacios de la noche, y también otros soldados que Hlama- ban ‘eachcahuan, Y velaba el sefior en que estas velas no hicie- sen falta, y salia muchas veces disimuladamente para ver si esta- ban vigilantes en sus estancias, o si dormian o se emborrachaban, y castigabanlos reciamente si dorian o si se emborrachaban. Tam bign tenia otras velas de otros principales de més calidad, los cua- les velaban de noche y de dia en los términos de fos enemigos, para ver si los enemigos se aparejaban de guerra, 0 venian de guerra, 0 si estaban espias de los enemigos para saber dellos, si se apareja- ban de guerra o qué hacian. Y a estas espias todas las mataban, y también a aquellos en cuya casa se aposentaban. Velaban también tos mancebos que se criaban en el fefpuchcalli, y antaban de no- che, gran parte de la noche, porque si algunos de los enemigos ve- nian de noche oyesen de lexos que velaban y no dormian. Y los sdtrapas rondaban de noche, tocando sus bocinas, y respondianios ‘en todas partes y en toclos los de elpuchcalli, tocando las bocinas y feponazili y atambores. Esto hacian muchas veces, hasta la ma- ‘hana. También habia velas perpetuamente en las casas de los sefi res, y en toda la noche no se apagaba el fuego, ansi en los palacios de los seiiores como en las casas particulares y en los templos, y en el telpuchcalli y en calmécac. Pérrafo quinto, De los juegos en que el seior serecreaba Tenian fos seffores sus exercicios de pasatiempos. El primero era Juego de pelota de viento, o semejante a la de viento. Era este exer- tiicio muy usado entte los seftores y principales. Teniar-un juego de pelota edificado para sto aquel exercicio: erandos paredes tan altas como dos estados, distante la una de la otra como de veinte pies. Estaba enmedio de cada una destas paredes una rueda como piedra de molino pequeita que tenia un agujero en el medio, que pudia caber justamente la pelota con que jugaban por él. Estaban tan altas como un estado del suelo. Igualmente distaban de los ca- bos de las paredes. El que jugando metia la pelota por aquellos agu- 769 Jeros de las piedras o ruedas, ganaba todo el juego. Jugaban de: nnudos y cehidos a la cintura con unos cintos anchos, y dellos colga- ba un pedazo de cuero de venado labrado que cubria las nalyas. Y ‘cuando jugaban no hirfan con mano ni con pie, sino con la nalga. A este juego perdian y ganaban muchas mantas ricas y joyas de oro, y piedras y esclavos. El segundo pasatiempo que tenia era jue {go como de dados. Hacian en un petate una cruz. pintada, toda Ile- na de cuadros semejantes al juego del alquerque* o castro. Y pues- tos sobre el petate sentados, tomaban tres frisoles grandes, hechos ciertos puntos en ellos, y dexabanlos caer sobre la cruz pintada, yv de alli tenian su juego con que perdian y ganaban joyas y otras c sas, como arriba se dixo. Parrafo sesto, De la liberalidad del rey Procuraban los sefiores set liberales y tener tal fama. Y ansi, hacian ‘grandes gastos en las guerras y en’los areitos. También jugaban cosas muy preciosas, Y a la gente baxa, ansi hombres como muje- res, que se atrevian a saludarlos y les decfan algunas palabras que les daban contento, dabante ropa para vestir y para dormir, y com day bebida. Y si alguno le hacia algin cantar que les daba con tenfo, hacianle dar dones conformea lo que habia hecho y al conten- to que ét habia tomado de su obra, = No se disingue s dice “alquerque” 0 “arquergu’ 770 CAPITULO XVII DE LA MANERA QUE TENIAN EN ELEGIR LOS SENORES Cuando muria el sefior o rey, para elegir otro juntibanse los sena- dores que llamaban tecuhilatogue, y también los vigjos del pueblo, que llamaban acheacauhti, y también los capitanes, soldados vie- {jos de la guerra, que Hamaban yautequihuague, y otros capitanes (que eran principales en las cosas de la guerra, y también los sdtra- pas que llamaban tlenamacaque 0 papahuague. Todos éstos se _juntaban en las casas reales: alli deliberaban y determinaban quign habia de ser seftor. ¥ escogian uno de los mas notles de la linea de los sefiores antepasados que fuese hombre valiente, exercitado en las cosas de la guerra, osado y animoso, y que no supiese beber vi- no, que fuese prudente y sabio, que sea criado enel calmécac que supiese bien hablar y fuese entendido y recatado y amoroso. Y cuando todos o fos mas concurrian en uno, luego lz nombraban por seffor. No se hacia esta electidn por eserutinio o por votos, sino todos juntos, confiriendo los unos con los otros venian a concertar- seen tino, Elegido el seftor, luego elegian otros cuatro que eran co- mo sentadores, que hiabian siempre de estar al lado del sefor y en- tender todos los negocios graves del reino. Estos cuatro tenan en dliversos lugares diversos nombres. Y al tiempo dela electidn, mu- ‘chos de los que tenian sospecha que los eligerfan, se ascondian por no ser electos, por no tomar tan gran carga. Electos los cinco, es nun dia que por la astrologia judiciaria fuese bien afortuna- do, y llegando aque! dia sacébanlos a piblico; Hevabanios a la casa de Huitzilopuchtl ™m Parrafo primero. De cémo componian a los electos de ornamentos penitenciales y Ilevabantos a a casa de Huitzilopuchtli Llegado aquel dia seifalado que era bien afortunado, los principa- les sdtrapas iban a buscar al seffor electo y a los otros electos, y tomabanlos, y desnudos los Hlevaban al cu de Huitzilopuchtli, y de- Jante del cu vestian al seflor de las vestiduras con que los sétrapas soffan ofrecer incienso delante los dioses, que era una xaqueta de verde escuro y pintada de huesos de muertos, que es a manera de huipil de mujer; Hlamabanle xicolli. Lego le ponian a cuestas colgada de las espaldas una calabazuela llena de picied! con unas borlas verdes escuras, y ponianle delante la cara una manta verde escura, atada a la cabeza, pintada de huesos de muertos, y ponianle cen la mano izquierda una talega con copal o incienso blanco; era también de lienzo verde escuro y pintado de huesos de muertos. ¥ calzdbanle unas cotaras también verdes escuras, y ponfanle en la mano derecha un incensario de los que elfos usaban, pintado de cabezas de muertos. Y en el cabo del astil llevaba colgado unos pa- peles como borlas. Luego le tomaban los sétrapas, y le subian por las gradas del cu hasta llegar delante de la estatua de Huitzilopuch- tli, En Hlegandole, luego tomaba el incienso, y echdbalo sobre las brasas que Hevaba en el incensario, y comenzaba a incensar a la estatua. Y haciendo esto, tenia la cara cubierta con el velo arri- ba dicho. Estaba abaxo todo el pueblo mirando cémo incensaba el sefior nuevo, y los ministros de los idolos tocaban las cornetas y otros instruméntos cuando el seftor incensaba. De la misma mane- ra hacian los otros electos, que los adornaban como arriba se dixo, yy los Hevaban a incensar después de! seffor. Los atavios con que a éstos ataviaban eran negros y pintados de huesos de muertos. Parrafo segundo. De como hacian penitencia los electos en el templo, sin salir dél cuatro dias Después que el seflor y los electos hubieron incensado delante de laestatua de Huitzilopuchtli, luego los strapas los descendian, lie- vandolos del brazo, por la misma orden que los habian subido, de- 72 lante el sefior, y luego el que era més principal de los otros, ansi por orden, segiin la dignidad de su electién. ¥ Hevabanlos a una casa donde habian de hacer la penitencia cuatro dias, que se Hama tla- cockcalco 0 tlacatecco, que estaba dentro del patio de Huitzilo- puchtli. Alli estaban cuatro dias sin salir del patio, y ayunaban to- dos los cuatro dias que no comian sino una vez al mediodia. Y todos los dias iban a incensar y a ofrecer sangre al mediodia ya la media noche delante de la estatua de Huitzilopucitli. Llevabanlos los sétrapas de brazo con los omamentos ya dichos, y por la orden ya dicha, y también los volvian por la misma orden a su aposento. ¥ todos estos cuatro dias, a Ia media noche, después de haber incensado y ofrecido sangre, se baifaban en un alberque por hacer penitencia como siempre lo hacfan los sitrapas todas las medias rnoches. Pérrafo tercero. De cémo acabada la penitencia llevan al sefior a los palacios reales, y a los otros asus casas ‘Acabada la penitencia de los cuatro dias, llevaban al sefior y.a los cuatro senadores a las casas reales. Y también los cuatro senado- res de alli se iban a sus casas. Luego el sefior consultaba a los adi- vvinos 0 astrélogos para que le sefialasen un dia bien afortunado en ‘que hiciese la fiesta de su electién, que llaman motlatocapaca. Y Juego mandaba a sus mayordomos o calpisques que se aparejasen todos los plumajes y aderezos del areito que paraentonce era me- nester. Parrafo cuarto, De como hace el sefior un solemnisimo conyite Después de sefialado el dia donde habian de hacer la fiesta de la electién, si el electo era el sefior de México, enviaba sus embaxa- dores a todos los reinos circunstantes, desde Cuauhtimallan hasta Michoacan, y desde mara mar, y venian los mismos sefiores, 0 en- viaban sus presidentes para asistir en el convite y fiesta de Ia elec- m3 tién. Todos los convidados estaban juntos algin dia antes de la fies- ta, El sefior tenia aparejado comida y plumajes y mantas y mastles, y otras joyas para dar a los convidados, a cada uno segin su ma- nera de dignidad, para entrar en la fiesta y en el baile. A todos les daba plumajes y joyas y atavios para el baile; y a su hora, daban comida a todos ios convidados, muchos platos y diferencias de gui- sados, y muchas maneras de tortillas muy delicadas, y muchas ma- neras de cacao en sus xicaras muy ricas, y a cada uno segiin stv manera. También les presentaban caifas de humo de muchas ma- neras en sus platos, y muchas maneras de flores muy preciosas. Y después de todo esto, muchas mantas ricas y muchos mastles ri- ‘cos, a cada uno segin su persona, y a cada uno ponian en su apo- sento muy adornado y muy poblado de sillas que ellos usaban, y de esteras, todo nuevo donde estaba el principal y todos fos que habian venido con él para acompafarle. En esta fiesta bailaban de noche y de dia con gran pompa y con gran aparato, y con cantares de gran Solennidad. Esto duraba una noche y un dia, o dos noches y dos dias, o tres noches y tres dias, o més. Acabada esta solennidad, des- pedianse los convidados y ibanse a sus tierra. Parrafo quinto. De cémo se aparejaba el sefior para dar guerra a alguna provincia Después de algunos dias que el sefior habia hecho la fiesta de su electién, mandaba luego a pregonar guerra para ira conquistar al- guna provincia, Y Inego juntaban sus capitanes y gente de guerra, y les daba armas y divisas. El mismo seftor iba con ellos por su ca- pitin general, ordenando su campo como artiba se dixo. Y después que habia hecho la victoria de aquella provineia que habia ido a conquistar, y después que habia hecho Jo que arriba se dixo cerca de la pacificacién de aquella provincia, volviase a su ciudad tra- yendo gran nimero de captivos, los cuales todos mataba sacrificén- dolos a Huitzilopuchtli, que es dios de la guerra, y haciéndole gran fiesta por la victoria que les habia dado. Y luego daba dones a to- dos los soldados nuevos, especialmente a los que habian hecho cosas notables. Débales mantas y mastles labrados y licencia para que de ahi adelante los usasen: y también les daba licencia para traer 174 barbotes de piedras ricas, y plata y oro, a cada uno como se habia sefialado en la guerra. Y dabales nombres de nobles y divisas 0 ar- ‘mas para que fuesen honrados y conocidos por valientes, También les daba licencia para traer borlas de oro y pluma en las cabezas andando en los areitos. 115 PITULO XIX DE LA ORDEN QUE HABIA EN EL TIANQUEZ, DE LA CUAL EL SENOR TENIA ESPECIAL CUIDADO El sefior tenia cuidado del tiénquez.y de todas las cosas que en él se vendian, por amor de la gente popular y de toda la gente foras- tera que alli venia, para que nadie los hiciese fraude o sinraz6n en el tidnquez. Por esta razén ordenaban, ponian por orden todas las ‘cosas que se vendian, cada cosa en su lugar. Y elegian poresta cau- sa oficiales que se Hlamaban tianguizpan tlayacanque, los cuales tenian cargo de tiénguez y de todas las cosas que alli se vendian, De cada género de mantenimientos o mercaderfas tenia uno déstos cargo para poner los precios de las cosas que se vendian, y para {que no hubiese fraude entre los que vendian y compraban. Estaban ‘en una parte del tidnguez los que vendian oro y plata, y piedras preciosas y plumas ricas de todo género, de las cuales se hacian las divisas o armas para la guerra, y también las rodelas, etcétera. En otra parte se ordenaban los que vendian cacao y especias aro- maticas que ellos aman hueinacaztli, tlilxiichitl, mecaxiichitl En otra parte se ordenaban fos que vendian mantas grandes, blan- cas 0 labradas, y mastles que entonces usaban unos blancos y otros labrados y otros ricos. Y también alli mismo se vendian los vistuarios mujeriles, labrados y por labrar, medianos y ricos. Tam- bign las mantas comunes que ellos Haman cuachali, dyatl. En otra parte estaban por su orden fos que vendian las cosas de comer, como son maiz blanco y maiz azul escuro 0 negro, y colorado y amarillo, y frisoles amarilios y blancos y negros, y colorados y jaspeados: y ‘unos frisoles negros grandes como habas, y semilla de bledos par- dos 0 cenicientos, y colorados y amarillos, y chian blanca y negra, yy otra que Haman chiantzétzol. En este mismo lugar se ordenaban ios que vendian sal y gallinas, y gallos y codormices, y conejos y liebres, carne de venado y aves de diversas maneras, como son nades y lavancos, y otras aves del agua, También los que vendian 71716 miel de maguey y de abejas. Desta orden eran los que vendian chilli que se llama tonalchilli, y chiltecpin, y texyo chill, y chilli amarillo, y otras diversas maneras de chilli. Los mismos vendian tomates que se llaman miltématl y xitématl. En otra parte se orde- naban los que vendian fruta, como son cerezas y aguacate, cirue- las silvestres, huayabas, batatas y batatas de raices, que se llaman cuauhcamuli, y zapotes de diversas maneras. También con éstos se ordenaban los que vendian turrones de chian, castafias de rai- ces de yerba, raices como regaliz, erizos, que es una fruta que se come, pepitas de calabaza, pepitas grandes de calabaza, También con éstos se ordenan los que venden peces y ranas, y otros pesca- dillos que son como lagartllos, y otras sabandijas que se crian en el agua. También con éstos se ordenan los que venden papel que se hace de cortezas de Arboles y encienso blanco, y goma negra que se llama ulfi, y cal y navajas y leffa para quemar, y maderos para techar las casas, unos cuadrados, otros rollizos, y tablas y pandillas, que son tablas delgadas, y coas y palaneas, y falas y remos, varales y tomizas, y nequén y cuero labrado, y cotaras y hachas de cobre para cortar maderos, y punzones y escoplos, y otras he- rramientas para labrar madera. También estan por su orden los que venden yerbas para comer, como son cebolletas y otras yer- bas que usan de comer, y huauhguilitl, huauhteonili, etestera. También éstos venden xilotes y elotes cocidos, y pan hecho de los, penachos de! maiz, y pan hecho de elotes, y todas las maneras de pan que se usa, como son tamales y necuhiamalli, etcétera. Tam- bién estaban por su orden los que venden cafias de humo de mu- chas maneras, que son acacuhuuit! y acdyed, yetlalli, ¥ también aqui se vende xuchiocétzotl, y los platos para-soner las cafias cuando se queman, y otras maneras de vasos de barro, como son apantlectixitl y tlecuactli, y lebrillos y ollas, y tinajas, y tinajas para hacer uct, etoétera, y todas las otras maneras de loza. Y los que tenian cargo de las cosas del tidnguez, si no hacian fielmente sus oficios, privabanlos dellos y desterrabantos del pue- blo. ¥ los que vendian algunas cosas hurtadas, como manta rica 0 piedra preciosa, y cuando se sospechaba que aquello era hurtado, sino daba la persona que lo habia vendido, prendianle y sentencit banle a muerte los jueces y seftores. Y con esto se ponia temor a la gente para que nadie osase comprar cosa hurtada. 7 CAPITULO XX SE TRATA DE LA MANERA QUE TENIAN LOS SENORES Y GENTES NOBLE. EN CRIAR LOS HOS La manera de criar sus hijos que tenian fos seffores y gente noble es que después que las madres o sus amas los habian criado por e: pacio de seis alos o siete, ya que comenzaban a regocijarse, diban- os uno o dos o tres pajes para que se regocijasen y borlasen con ellos, a los cuales avisaban la madre que no los consintiesen hacer ninguna fealdad o suciedad* o deshonestidad cuando fuesen por el camino o calle. Instruian af nifio estos que andaban con él para que hablase palabras bien criadas y buen lenguaje, y que no hiciese desacato a nadie, y reverenciase a todos los que topaba por el ca- mino que eran oficiales de la repiblica, capitanes o hidalgos, aun- {que no fuesen sino personas baxas, hombres y mujeres, como fue- sen ancianos. Y si alguna persona, aunque fuese de baxa suerte, lo saludaba, inclinébanse y saludabanlos también, diciendo: “Vais anhorabuena, abuclo mio.” ¥ el que ofa la salutacién tornabaa re- plicar, diciendo: “Nieto mfo, piedra preciosa, pluma rica, hasme he- cho gran merced. Ve prospero en tu camino.” Y los que ofan al nifio hablar de la manera dicha holgébanse mucho y decian: “Si viviere este nifio sera muy noble, porque es generoso. Por ventura algin gran oficio merecera tener.” ¥ cuando el nifio Hlegaba a diez 0 do- ceo trece afios, metianle en la casa del recogimiento que se llama- ba calmécac. Alli le entregaban a los sacerdotes y sétrapas del ‘templo para que alli fuese criado y enseflado y avisado para que viviese bien. Enponiante que hiciese penitencia de noche, enra- mando los oratorios de dentro del pueblo, o en los montes, donde- quieta que hacian sacrificios de noche oa la media noche. Y si no Je metian en la casa del recogimiento metianle en la casa de los “Fst tachado “y que tampoco se fuesenfexos de ex 78 cantores, encomendandole a los principales dellos, tos cuales le ‘emponian en barrer en el templo o en deprender a cantar, y en to- das las maneras de penitencia que se usaban. Cuando ya llegaba el mancebillo a quince afios, entonce comenzabe a deprender las cosas de la guerra. Y Hegando a veinte afios, levabanle a la guerra. Ante de esto, su padre y parientes convidaban ¢ los capitanes y soldados viejos. Hacianlos un convite, y dabantos mantas y mas- tles labrados, y rogabanlos que tuviesen mucho cargo de aquel mancebo en la guerra, ensefiéndole a pelear, y amparandole de los enemigos. Y luego le Hevaban consigo, offeciéndose alguna gue- rra. Tenian mucho cuidado dél, enseitandole todas las cosas nece- sarias, ansi para su defensién como para la ofensiin de los enemi- gos. Y trabéndose la batalla, no le perdian de viste, y ensefdbanle, mostréndole a los que captivaban a los enemigos para que ansi lo hiciese él. Y por ventura en la primera guerra captivaba a alguno dc los enemigos con el favor de los que le llevaban a cargo. Habien- do captivado a alguno, luego los mensajeros que se llamaban fe- quipan titlanti, venian a dar las nuevas al seiior de aquellos que habian captivado a sus enemigos y de la victoria que habian habi- do Jos de su parte. En Megando a las casas reales, entraban a hablar al sefior, y saludando le decian: “Sefior nuestro, vive muchos afios, Sabe que el dios de la guerra, Huitzilopuchtli, nos ha favorecido, ¥y que con su aytida vuestro exército ha vencido a sus contrarios, y tomaron la provincia sobre que iban. Vencieron los tenocheas y los de Tlatilulco, y los de Tacupan, y los tezcocanos, y los atomies, y Jos matlatzincas, y los de las chinampas, y los de la tierra seca.” El setior respondia, diciéndoles: “Sedis muy bien venidos. Huéigome de oir estas nuevas, Sentaos y esperad, porque me quiero certifi- car mas dellas.” Y ansi los mandaba guardar. Y sihallaba que aque- Has nuevas eran mentirosas, hacialos matar. Después de haber conquistado la provincia contra quien iba, lo primero que hacian era contar los captivos que se habian captivado, cuntos habfan captivado los de Tenochtitlan, y cudntos habian captivado los de Tlatilulco, y fos de las chinampas.y los de la tierra seca, que son las cercanias de las chinampas. Los que contaban a los captivos eran los que se Hamaban tlacochealeas y tlacatecas, que es como decir capitanes y maestros de campo, y otros ofici les del exército. Hahienda sabido el ntimero cierto de los captivos, luego enviaban mensajeros al sefior. Los mensajeros eran capita- 79 nes. Aquéllos Hevaban la nueva cierta al sefior, dndole noticia de los captivos que se habian captivado y quiénes los habian captivado, para que a cada uno se diese el premio conforme a lo que habia tra- bajado en la guerra. Oidas las nuevas, el sefior holgabase mucho porque sus nobles y soldados habian tomado captivos. Entonce ‘mandaba sacar a los que habia mandado encerrar, que habian Ile- vado las primeras nuevas de la guerra, y hacianle mercedes como 2 los otros. Estos que habian prendido captivos, si después se tra~ baba guerra con los de Atlixco o Huexotzinco, si alli captivaban otros, aprehendian otros captivos, eran estimados en mucho del sefior, y les daban suma honra, haciéndoles piles y dandoles nom- bres de valientes, que ya estaban en grado de poder ser electos por sefiores, y sentarse con ellos, y comer con el sefior. Y el sefior les daba insignias de valientes, como eran bezotes de piedras pre- ciosas de diversas colores, y borlas para ponerse en la cabeza con de oro entrexeridas a las plumas ricas, y con pinjantes de oro, con otras plumas ricas y orejeras de cuero, y mantas ricas de se- flores, de diversas divisas, como son itzcohuayo, imextentlapallo, ihuitica tecomayo. ¥ les daban mastles preciosos y bien labrados que usaban los sefiores, y dabantos divisas que se Hamaban quet- zalpatzactli 0 teucuitlapdnitl, tozcuaxdtotl, teucuitlacuacalalatl, teucuitlacopilli, quetzalpénitl, itzpapdtotl, etcétera. De todas estas cosas pudian usar por toda su vida. Y les daban oficios hon- rosos, como calpixcdyotl, que es como mayordomo mayor. Y muriendo el sefior, a uno déstos elegian por sefior y rey. Tam- bign a éstos elegian por senadores, que Haman tlacxitfantlalilo, los cuales determinaban fas causas graves de la repiiblica. Y los da- ban estos nombres, que eran muy honrosos, conviene a saber: Tla- cochcéleatl tecuhtli, 0 ticociahudcatl tecuhili, © cikuacéatl te- cuhtli, 0 tillancalgui tecubtli CAPITULO XXI DE LOS GRADOS POR DONDE SUBIAN HASTA HACERSE TECUTLATOS Los grados y trances por donde subfan los que habian de llegar a las mayores dignidades eran estos que se siguen: cuando eran pequefiuelos andaban motilados o atusada la cabeza, Y llegando a diez afios, dexabante crecer una bedixa de cabelios en el cogote fo cual ellos Hlamaban mocuexpaltia. A los quince afios tenfan ya aquella bedixa targa, y Hamabanios cuexpalchiedepul, porque aiin ninguna cosa notable habia hecho en Ia guerra. Y si en la guerra acontecfa que él y ctro, ol y otros dos o tres o més captivaban a alguno de los enemigos, quitabanle la bedixa de los cabetlos, y aquello era sefial de honra. Cuando e tre dos 0 res 0 cuatro o mas captivaban a uno de Ics enemigos, di vidianle desta manera: que el que més se habia seftalado en este negocio, tomaba el cuerpo del captivo, y el muslo y pierna dere- cha; y el que era segundo tomaba el muslo y piema izquierda: y el que era tercero tomaba el brazo derecho; y ef que era cuarto toma- ba el brazo izquierdo; esto se entiende desde el codo arriba; el que «ra quinto tomaba el brazo derecho desde el codo abaxo, y el que era sexto tomaba el brazo izquierdo desde el cudo abaxo. ¥ cuando le quitaban ta bedixa del colodrillo, dexabanle una bedixa sobre a oreja derecha que le cubria la oreja a s6lo un lado, que era el dere- cho,* y con esto parecia que tenia otra presencia més honrada, que era sefial que en compaitia de otros habia captivado a alguno. Y por haber captivado con compatieros y haber dexidole la bedixa en seal de honra, saludabanle sus abuelos o sus tos, diciéndole: “Nieto nuestro, hate lavado la cara el Sol y la Tierra, Ya tienes otra cara, porque te atreviste y te esforzaste a captivar en compatiia de otros. Mira que te valdria mas perderte y que te captivasen tus * Fists tachado “y sobre la oreja drecha fe dexaban una bediea” 781 enemigos, que no que otra vez captivases en compaitia de otros, porque si esto fuese, pondriante otra bedixa de la parte de la otra ‘reja, que parecieses muchacha. Y més te valdrfa murir que acon- tecerte esto.” Y el manceba que ain teniendo ta bedixa en el co- gote y va a la guerra dos o tres veces, cuando volvia sin captivar por sini en compaiia, Hamabanle por afrenta cuexpalchiecepul, {que quiere decir “bellaco que tiene bedixa en el cogote”, que no ha sido para nada en las veces que ha ido a la guerra. Y esto era gran- de afrenta para el tal. ¥ con esto se esforzaba a arrojarse contra sus enemigos, para siquiera en compania captivar a alguno. Y cuan- do estos tales en compaftia de otros captivaban, quitabanles la bedi- xa y echdbanle un casquete de pluma apegado a la cabeza. Y los que no captivaban ni en compania ni de otra manera, no los quita- ban la bedixa ni les echaban casquete de pluma, sino hacianlos una corona en medio de la cabeza, que era suma afrenta. Y si éste y quien hicieron la corona por afrenta tenia qué comer, tenia maiza- les 0 otra hacienda, vivia de su hacienda y no curaba de fa guerra, sino quitabase la bedixa. Este tal no le era licito traer manta de al- godén, ni mastle de algodén, sino manta de ichil, y mastle de ich, sin ningiin labor. Esto era seftal de villano. EI mancebo la primera vez. que entraba en la guerra por si solo captivaba a alguno de los enemigos, llamébanle elpuchyaquitla- ‘mani, que quiere decir “mancebo guerrero y captivador”, y Nle- vabanle delante del sefior a palacio para qué fuese conocido por fuerte. Entonce dabale licencia el sefior que se pudiese tefir el cuerpo con cotor amaritla, y la cara con color colorada, toda la ca- 1a, y las sienes con color amarilla, Esto hacian la primera vez los mayordomos del sefior en seiial de honra. Desque este mancebo estaba teitido como arriba se dixo, el sefior le daba dones, que era tuna manta con unas listas labradas de color morado, y otra manta labrada de otros ciertos labores, que se llamaba coloflapalli. Y también le daba un mastle labrado de colorado, largo. que estuvie- se bien colgado, y otro mastle labrado de todas colores. Esto lo aban por ensifias de honra, y dallf adelante tenia licencia de traer mantas y mastles labrados siempre. El que por si captivaba dos. también le Hlevaban delante del seftor 2 la casa real, y dibanle do- nes como arriba esta dicho: y al que prendia por si tres, dabanle dones como esti dicho, y dabanle también autoridad para tener car- go en la guerra de otros. Y también daban autoridad a estos seme 782 Jjantes para que fuesen elegidos para criar los mancebos en el fel ‘puchcalli, También tenian autoridad para mandar a los mancebos que fuesen a cantar a la casa donde deprendian a cantar de noche. Y alos que por si prendian cuatro captivos, mandaba el seftor que los cortasen los cabellos como a capitan, Llamébanle capitan, di- ciendo: el capitén mexicatl, oel capitan folnahuicatl, 0 el capit cihuatecpanécatl, 0 otros nombres que cuadraban a los capita- nes. De alli adelante se podian sentar en los estrados que ellos usaban de petates y icpales en la sala donde se asentaban los otros capitanes y otros valientes hombres, como son flacochcdlcatl, tla catécatl, ticociahuécatl, atenpanécail, los cuales son primeros YY principales en los asientos, y tienen barbotes largos, y orejeras de ‘cuero, y borlas en las cabezas, con que estan compuestos. ¥ aque- Hos que captivaban por si seis o siete o diez de los enemigos, si tos captivos eran cuextecas 0 tenimes, no por eso los ponian con Jos mas principales arriba dichos, Solamente los llamaban capita- nes. Y para subir a la honra de tos de arriba dichos era menester {que captivasen de Atlixco o de Huexotzinco o de Tliliuhquitépec. Cualquiera que destos dichos captivaban hasta cinco, ponfanlos entre los mayores y mas honrados capitanes, por valientes y esfor- zados capitanes que se Hamaba cuauhydcatl, que quiere decir “ag Y el sefior a este tal le daba un barbote largo, verde, y borla para ponerse en la cabeza, con unas listas de plata centrepuestas en las pluinas de la borla, Y también le daba orejeras de cuero, y una manta rica que se llamaba cuechintli. También le daba una manta que llamaban chicoapalnacazmingui: quiere de- cir “manta teitida de dos colores, la mitad de un color y la mitad de otro, de esquina a esquina”. Y nia manta con correas colgadas y atadas, sembradas por toda ella. Y si captivaba dos de Atlixco 0 de Huexotzinco, era este tal tenido por terrible y valentisimo, y da- banle un barbote largo de émbar amarillo, y otro de chalehifuitl verde, y usaba de ambos. 783

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