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Monografías NEUMOMADRID

VOLUMEN IX/2005

Neumonías

JOSÉ LUIS GARCÍA SATUÉ


JAVIER ASPA MARCO
Monografías NEUMOMADRID

VOLUMEN IX / 2005

NEUMONÍAS

José Luis García Satué


Javier Aspa Marco
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro pueden reproducirse o
transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,
grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de
recuperación, sin el previo permiso escrito del editor.

© NEUMOMADRID. Príncipe de Vergara, 112. 28002 Madrid

Edita: ERGON. C/ Arboleda, 1. 28220 Majadahonda (Madrid).

ISBN: 84-8473-444-7
Depósito Legal: M-7065-2006
Monografías de la Sociedad Madrileña
de Neumología y Cirugía Torácica

VOLUMEN IX / 2005

NEUMONÍAS

José Luis García Satué


Javier Aspa Marco

Junta Directiva Comité Científico

Presidente: Dr. José Javier Jareño


Presidenta: Dra. Pilar de Lucas Ramos
Esteban Vocales:
Vicepresidente neumólogo: Dra. Mª Josefa Díaz de Dr. Javier de Miguel Díez
Atauri y Rodríguez de los Ríos Dr. Prudencio Díaz-Agero Álvarez
Vicepresidente cirujano torácico: Dr. Yatwah Pun Tam Dr. Javier Flandes Aldeiturriaga Dr.
Javier Ignacio Gaudó Navarro Dr.
Secretario: Dr. José Luis Izquierdo Alonso
José Luis García Satué Dra. Rosa
Tesorero: Dra. Pilar Navío Martín Mª Girón Moreno
Vocal congresos: Dra. Myriam Calle Rubio Dra. Sagrario Mayoralas Alises Dr.
Vocal científico: Dr. Javier Jareño Esteban Juan Luis Rodríguez Hermosa
Vocal grupos de trabajo: Dra. Mª Jesús Rodríguez Nieto
Vocal pediatría: Dra. Mª Carmen Martínez Carrasco
Vocal M.I.R.: Dr. Felipe Villar Álvarez
Expresidente en ejercicio: Dr. Carlos A. Jiménez Ruiz
Índice de capítulos

Prólogo
José Luis García Satué, Javier Aspa Marco ................................7

Neumonías: concepto, clasificación y diagnóstico diferencial


Carlos José Álvarez Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Métodos diagnósticos en las neumonías: técnicas no invasivas. Técnicas invasivas


Felipe Rodríguez de Castro, Jordi Solé Violán, Gabriel Julià Serdà . . . . . . . . . . . . . 29

Streptococcus pneumoniae. Significado clínico de las resistencias antibióticas


Olga Rajas Naranjo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

Neumonía adquirida en la comunidad: epidemiología, factores de


riesgo y pronóstico
Raquel Martínez Tomás, José Manuel Vallés Tarazona, Soledad Reyes Calzada, Rosario
Menéndez Villanueva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

Neumonía adquirida en la comunidad. Tratamiento. Prevención


Rafael Zalacain Jorge . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

Neumonía intrahospitalaria: introducción, concepto, epidemiología y patogenia


José Javier Jareño Esteban, Francisco Villegas Fernández, Luis Callol Sánchez . . 103

Neumonía intrahospitalaria: tratamiento. Prevención


Nieves Carbonell Monleón, José Ferreres Franco, José Blanquer Olivas . . . . . . . . . 113

Absceso pulmonar y neumonía necrotizante


Beatriz Jara Chinarro, Araceli Abad Fernández, José Luis García Satué . . . . . . . . 133

Neumonía adquirida en la comunidad en el anciano


José Gallardo Carrasco, Jorge Castelao Naval, Rosa Malo de Molina . . . . . . . . . . . 145

Neumonía en el inmunodeprimido
Bárbara Steen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 159

Índice de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179

Índice de materias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 181


PRÓLOGO

Las neumonías constituyen una de las causas más frecuentes que requieren atención médica. Se
estima que la incidencia actual de la neumonía adquirida en la comunidad (NAC), en la pobla-
ción adulta, es entre 2-10 casos /1.000 habitantes año, y, sabemos que la incidencia es mayor
entre los menores de 5 años y los mayores de 65. Del 20 al 65% de los pacientes con NAC
ingre-san en nuestros hospitales, siendo muy diversas las razones de esta amplia variabilidad:
edad y procedencia de los enfermos, atención en servicios de urgencias hospitalarios y,
comorbilidad asociada, entre otros. A su vez, se calcula que un 9% de los pacientes ingresados
lo hace en una cama de cuidados intensivos. La mortalidad global de la NAC se estima que es
del 5-15% entre los ingresados y mayor del 25% si el ingreso es en la UCI.

Por otro lado entre 5-15 pacientes por cada 1.000 ingresados desarrollan una neumonía que
no estaba presente en el momento del ingreso. La probabilidad de presentar esta
complicación es de 6 a 20 veces mayor si el ingreso es en UCI y la mortalidad en estas
neumonías adquiridas en el hospital supera de forma importante a la de la NAC.

Del mismo modo el número de agentes microbiológicos capaces de producir neumonía se


va ampliando continuamente. Los gérmenes más frecuentes han desarrollado resistencias a
los antibióticos “clásicos”, y aparecen nuevos antibióticos que desempeñan un importante
papel en el manejo de esta infección. También se han desarrollado nuevos métodos
diagnósticos micro-biológicos que ayudan a poder establecer la etiología. Sin embargo, la
mortalidad, que ha dis-minuido de forma importante en los últimos años en otro tipo de
infecciones se resiste a dis-minuir en las neumonías.

Y, cuando miramos al futuro hay que considerar otros dos factores que hacen presuponer
un aumento tanto en el número como en la gravedad de las neumonías. Por un lado el
desarrollo de tratamientos, en cada vez más enfermedades, que producen
inmunodepresión. Por otro la mejoría en la supervivencia media de la población . Todos
estos datos en conjunto inciden en la importancia del mejor conocimiento de todos los
factores que influyen en el manejo de las neu-monías.

Agradecemos a Neumomadrid el encargo realizado para la elaboración de esta nueva mono-grafía


sobre “Neumonías”, llevada a cabo con el objeto de ayudar a la formación que continua-mente
desarrolla. En ella se pretende llevar a cabo una profunda revisión de esta patología. Nues-

7
tro país cuenta con un buen y gran número de investigadores que desarrollan su actividad
en este campo. Hemos podido contar con la colaboración de algunos de ellos para la
elaboración de esta obra: desde aquí agradecemos a todos ellos su enorme colaboración.
Somos conscien-tes de la limitación de este trabajo, pero esperamos que sirva de estímulo
y ayuda para todos aquellos que, en su labor médica habitual atienden enfermos con este
tipo de infección respi-ratoria. Agradecemos, por último, la ayuda prestada por Astra
Zéneca para poder realizar esta monografía.

José Luis García Satué


Javier Aspa Marco

8
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN
Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Carlos José Álvarez Martínez

RESUMEN en la práctica clínica con implicaciones sani-


La neumonía es una lesión inflamatoria pul- tarias muy importantes por su frecuencia, su
monar en respuesta a la llegada de microorga- coste económico y social y por la morbilidad y
nismos a la vía aérea distal y al parénquima. mortalidad asociadas, por la neumonía y por
Aunque el concepto es histológico y microbio- otras causas(1-9). En la valoración y trata-miento
lógico, en la práctica clínica el diagnóstico des- de la neumonía, dado que general-mente no se
cansa en la presentación clínica y en la demos- va a disponer del agente etio-lógico, es
tración de un infiltrado radiológico. La etiología y imprescindible una correcta clasificación pues
el pronóstico son muy variables en función de la de ella dependerá la etio-logía probable, el
presencia de ciertos factores de riesgo del hués- pronóstico y la actuación diagnóstica y
ped, del lugar de adquisición y de la propia neu- terapéutica. La clínica y radio-logía de la
monía. En base a ellos se clasifican, en primer neumonía no es específica; por ello, y en
término, en neumonía en inmunodeprimidos y ausencia de un diagnóstico micro-biológico
neumonías en inmunocompetentes. En segun-do seguro, hay que tener siempre pre-sente que
lugar, en pacientes inmunocompetentes, se otras enfermedades pulmonares y sistémicas
clasifican en neumonías intrahospitalarias o noso- pueden presentarse con un cua-dro similar. En
comiales, las adquiridas tras más de 48 horas de este capítulo se desarrolla el concepto de
ingreso en un hospital o residencia, y neu-monías neumonía, su clasificación y el diagnóstico
adquiridas en la comunidad. Las neu-monías diferencial en adultos. La neu-monía en niños
intrahospitalarias se clasifican en pre-coces (antes tiene diferencias relevantes (10) y no será tratada
de los 5 días) y tardías o con factores de riesgo. en este capítulo.
Las neumonías comunitarias se cla-sifican en
función de su pronóstico y de la nece-sidad, o no, DEFINICIÓN DE NEUMONÍA
de ingreso hospitalario o en la uni-dad de cuidados La neumonía puede definirse como una
intensivos. El diagnóstico diferencial de las lesión inflamatoria pulmonar en respuesta a la
neumonías es muy amplio pues muchas otras llegada de microorganismos a la vía aérea distal
enfermedades respiratorias y sis-témicas cursan y parénquima(5). La histología de la neu-monía
con infiltrados radiológicos. Es preciso valorar depende del momento de evolución, del agente
siempre la posibilidad de un diag-nóstico causal y de ciertas condiciones del huésped (5).
alternativo, en especial en neumonías de mala En la neumonía neumocócica es característico
evolución, neumonías subagudas o cró-nicas, el inicio como un edema que ocupa el espacio
neumonías recurrentes, neumonías en aéreo distal y se extiende a los acinos
inmunodeprimidos o cuando la presentación clí- adyacentes, con pocas células infla-matorias en
nico-radiológica así lo sugiera. esta fase, seguido por la aparición de hematíes
en los espacios alveolares (hepa-tización roja) y
INTRODUCCIÓN luego por intenso infiltrado polimorfonuclear
La neumonía es la infección del espacio (hepatización gris); poste-riormente se resuelve
aéreo distal. Es una entidad muy frecuente de forma completa. Da

9
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ capítulo. Es el caso de la tuberculosis pul-
monar, las micosis pulmonares, como la his-
el llamado patrón neumónico o de ocupación toplasmosis, la mucormicosis o la aspergilo-
alveolar pues se caracteriza por zonas exten-sas sis, las infestaciones parasitarias, ciertos
de consolidación, incluso de todo el lóbu-lo. En cuadros respiratorios producidos por virus
la afectación por gérmenes como S. aureus o específicos como el síndrome respiratorio
bacilos gram-negativos (BGN) hay un exudado agudo o manifestaciones respiratorias de
inflamatorio agudo con intensa infil-tración infecciones sistémicas, como el síndrome de
polimorfonuclear, con frecuencia con necrosis y distrés respiratorio agudo en la sepsis.
microabscesos; suele haber una fase de Aunque la definición de neumonía es
organización previa a la resolución. Con ana-tomopatológica y microbiológica, es
frecuencia la lesión afecta a los bron-quiolos y excep-cional disponer de histología y con
sus espacios aéreos distales de for-ma frecuen-cia no se puede determinar el germen
parcheada: es la denominada bronco-neumonía. causal
Cuando la necrosis es extensa, se forman zonas a nivel pulmonar(1,3,5,12-14). Por ello el diag-
de pus que, si se comunican con un bronquio, se nóstico suele ser un diagnóstico sindrómico,
drenan parcialmente for-mando cavidades o basado en el cuadro clínico y la demostración
abscesos, dando la neu-monía necrotizante o el de un infiltrado pulmonar. Pueden apoyarlo
absceso pulmonar, según el tamaño y número de la leucocitosis y otros rectantes de fase agu-
cavidades. En la neumonía intersticial, frecuente da, los datos microbiológicos si se dispone de
en ciertas neumonías virales o por ellos y la evolución con tratamiento (1,2,12).
Pneumocystis jirove-ci, hay edema e infiltrado Las principales manifestaciones clínicas de la
inflamatorio inters-ticial, agudo o linfocitario, o neumonía son la tos, la expectoración puru-
lesiones de daño alveolar difuso. Aunque lenta o herrumbrosa, la disnea, el dolor pleu-
radiológicamente pue-den reconocerse rítico y la fiebre. Los síntomas son inespecí-
diferencias entre un patrón neumónico y una ficos y distinguen mal entre neumonía y otras
bronconeumonía, son difí-ciles de apreciar, hay enfermedades respiratorias(12). La semiología
variabilidad grande en su interpretación y no pulmonar, crepitantes y signos de consolida-
permiten orientar un diagnóstico ción, es también poco sensible y poco espe-
etiológico(3,5,11). cífica para el diagnóstico(1,12,15). Un estudio
realizado por tres médicos ciegos al diag-
El germen causal de la neumonía bacte- nóstico en 52 pacientes con infección respi-
riana o viral puede identificarse con tinciones ratoria aguda (24 de ellos con neumonía)
y técnicas específicas en el tejido, sobre todo demostró sensibilidad entre el 47 y el 69% y
en las fases iniciales, y puede demostrarse especificidad entre el 58 y el 75% (15); esto en
tam-bién mediante cultivos apropiados del esta población con una prevalencia de neu-
parén-quima si se obtiene de forma estéril y monía de casi el 50%, cuando la proporción
se tra-ta adecuadamente. Sin embargo, en de pacientes con neumonía entre los que se
contextos clínicos, es poco frecuente disponer presentan con clínica respiratoria aguda pue-
de una biopsia precozmente(12). Para el de ser tan baja como el 6 ó 7%(12). En una
diagnóstico etiológico de la neumonía existen revisión de la literatura sobre el valor de los
distintas téc-nicas, invasoras o no, que se datos de exploración para el diagnóstico de
tratarán en el capítulo correspondiente. neumonía, concluyen que sólo la normalidad
Muchos son los agentes que pueden cau-sar de temperatura, frecuencia cardiaca y fre-
infección pulmonar. Determinadas infec-ciones cuencia respiratoria, conjuntamente, reduce
tienen características clínicas, radio-lógicas, la probabilidad de neumonía. La auscultación
histológicas, terapéuticas y evolutivas muy pulmonar normal apenas la reduce y los cre-
diferentes a los agentes habituales de la pitantes la aumentan poco(12).
neumonía, por lo que se excluyen de esta
denominación y no serán tratadas en este

10
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

ba (2,6,7,19-21)

ma sistemática pues es improbable que modi-fique


La afectación parenquimatosa se demues-tra la conducta clínica y el pronóstico(2,16).
apreciando un infiltrado o condensación Una clínica infecciosa aguda y un nuevo
reciente en la radiografía torácica. Aunque la infiltrado son las características de la neu-
demostración radiológica es necesaria para un monía. Esta presentación clínica es razona-
diagnostico fiable, su sensibilidad no es abso- blemente específica en el contexto de las neu-
luta(12,16,17). En un estudio de 47 pacientes, 26 monías adquiridas en la comunidad pues,
sin infiltrados en la radiografía simple, la tomo- aunque hay muchos otros procesos que pue-den
grafía computarizada torácica (TC) demostró cursar así, son mucho menos frecuen-tes que la
neumonía. La especificidad es menor en
infiltrados en 8 (31%)(17). Otro estudio analiza
pacientes con enfermedades pul-monares
la concordancia entre dos radiólogos (11). La con- previas (bronquiectasias, fibrosis,
cordancia fue regular en la identificación de
infiltrados y su extensión, y mala en la iden-
tificación del tipo, bronconeumónico o lobar, y
del broncograma aéreo. La demostración de un
infiltrado puede no ser lo más importante en las
infecciones graves. Así, un trabajo(16) compara
las características de los pacientes que fueron
diagnosticados de neumonía sin infiltrado
radiológico (911 pacientes) con los que sí lo
tenían (1.795 pacientes). Las carac-terísticas
clínicas de los pacientes, gravedad, proporción
de cultivos positivos en sangre y en esputo y la
mortalidad, fueron similares en ambos grupos.
El grupo sin infiltrado radioló-gico tenía mayor
proporción de aislamientos de BGN y
estreptococos y el grupo con infil-trado, mayor
proporción de S. pneumoniae.
Aunque podría obviarse en algunas oca-
siones en el ámbito extrahospitalario si hay pro-
blemas de accesibilidad(1), la radiografía sigue
siendo conveniente para el diagnóstico de neu-
monía y para evaluar posibles complicacio-
nes(3,12,18). En el paciente con alta sospecha de
neumonía sin infiltrado en la radiografía, la TC
es más sensible pero no se recomienda de for-
concreto, no son suficientes para establecer un
diagnóstico con un mínimo grado de con-
neoplasias, etc.) y, sobre, todo en inmunosu- fianza, y el patógeno causal generalmente no se
primidos o en neumonías intrahospitalarias, conoce en el momento del inicio del trata-
en particular las asociadas a ventilación
mecá-nica, donde es aconsejable un miento(1,3,5,13,14).
diagnóstico microbiológico. En cualquier Por el tipo de afectación anatomopatológi-
caso, es nece-sario iniciar el tratamiento tan ca puede distinguirse neumonía lobar, bron-
pronto se reco-noce el síndrome de neumonía coneumonía, neumonía necrotizante, absceso
y se recogen las muestras pertinentes para pulmonar y neumonía intersticial(5). Las dos
estudio micro-biológico, pues la demora en últi-mas son relevantes en el manejo clínico del
el tratamiento se asocia a peor evolución y paciente: la neumonía necrotizante o el abs-
mayor mortali-dad, tanto en neumonías ceso suponen la participación probable de gér-
nosocomiales como menes anaerobios y otros gérmenes producto-
comunitarias . res de necrosis(22); la neumonía intersticial
aumenta la probabilidad de virus y otros gér-
menes atípicos o de Pneumocistis jiroveci, aun-
CLASIFICACIÓN que pueden producirla bacterias comunes. La
Las neumonías pueden clasificarse en diferenciación radiológica entre neumonía y
fun-ción del agente causal: así, por ejemplo, bronconeumonía es poco útil
neu-monía neumocócica, neumonía clínicamente(3,5,11).
estafilocócica o neumonía por Klebsiella
La clasificación más importante se hace en
pneumoniae o por Legionella
función del tipo de huésped, inmunocompe-
pneumophila(5). Esta clasificación es muy tente e inmunodeprimido (o inmunosuprimi-
poco práctica desde el punto de vista clí-nico
do), y en función del ámbito de adquisición(5).
pues, aunque puede haber ciertas parti-
En la figura 1 se representa un algoritmo de
cularidades en relación al agente etiológico
clasificación de las neumonías.

11
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ

Infiltrado radiológico

Otros diagnósticos probables


Probable neumonía
Estudios específicos

Valoración estado Neumonía en


inmunológico del paciente inmunodeprimido

Valoración ámbito Neumonía


adquisición intrahospitalaria

Precoz, sin factores Tardía o con


de riesgo factores de riesgo

Factores de riesgo, Sí Enfermedad por


aspiración o cavitación anaerobios
evidente

Neumonía adquirida en
la comunidad.
Valoración de ingreso

Comorbilidad Sí
descompensada o necesidad Tratamiento ingresado
de tratamiento hospitalario
Tratamiento en UCI

Alto riesgo

Valoración pronóstica Sí
(Fine o CURB65)
Bajo riesgo

Otros criterios de ingreso a Tratamiento ambulante


juicio de médico responsable

FIGURA 1. Algoritmo para la clasificación de las neumonías.

12
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Clasificación en función del TABLA 1. Principales agentes


tipo de huésped etiológicos en la neumonía
Las neumonías se clasifican en neumonías en
de pacientes inmunodeprimidos
inmunocompetentes o neumonías en inmu-
nodeprimidos. Esta diferenciación es esencial pues Bacterias:
determina un espectro etiológico total-mente P. aeruginosa
diferente(5,23,24) (Tabla 1). El tipo de inmu- S. aureus
nodepresión, su intensidad y su duración (23,24) Enterobacterias
influyen en las principales etiologías a consi-derar, Otros bacilos Gram
el diagnóstico diferencial, el pronóstico y el negativos L. pneumophila
manejo diagnóstico y terapéutico acon-sejable, Nocardia spp
aspectos a los que se dedica un capí-tulo específico Actinomyces
dentro de esta monografía. La inmunodeficiencia Otras bacterias típicas y atípicas
humoral hace más procli-ve al paciente a
Hongos:
neumonías por S. pneumoniae, S. aureus o H.
Aspergillus spp
influenzae(24). La neutropenia pre-dispone a
Mucor spp
neumonía por S. aureus, bacilos Gram negativos
Candida spp
entéricos, Pseudomonas spp y por hongos
Cryptococcus neoformans
(particularmente Aspergillus spp, Mucor o
Candida)(24). La inmunodeficiencia celu-lar Virus:
específica, como en la infección VIH avan-zada, Citomegalovirus
tratamientos inmunosupresores o pacien-tes Herpes simple y varicela zoster
trasplantados, predispone a neumonía bacteriana Virus respiratorio sincitial
con mucho mayor espectro bac-teriano que en los Virus influenza y parainfluenza
inmunocompetentes inclu-yendo P. aeruginosa y Otros virus
S. aureus(23,25), tubercu-losis, neumonía por P. jiroveci
gérmenes oportunistas como el P. jiroveci, micosis
invasivas, L. pneu-mophila, neumonías virales, Micobacterias
(23-27)
citomegalovirus, helmintos o protozoos . El Parásitos
ámbito de adqui-sición en este contexto es menos
relevante, aunque en las de adquisición
intrahospitalaria debe tenerse en cuenta el patrón
local de gér-menes y sus resistencias. pacientes hospitalizados más de 48 horas y que
no se estaba incubando en el momento del
ingreso(6). Esta definición se ha ampliado en las
Clasificación en función del recomendaciones americanas para incluir las
ámbito de adquisición neumonías que se producen en per-sonas
Las neumonías se clasifican en institucionalizadas en residencias de ancianos u
neumonía adquirida en la comunidad otros centros de cuidados cróni-cos, en
(NAC) o extra-hospitalaria y neumonía personas que han estado ingresadas en los
nosocomial o intra-hospitalaria (NIH)(5). últimos 90 días, en personas que reci-ben
Esta diferenciación es muy importante por tratamientos intravenosos domiciliarios,
las diferencias en la etio-logía microbiana. quimioterapia o en pacientes en hemodiáli-
Los principales gérmenes causales de NAC sis(6). La razón es que la etiología de la neu-
y de NIH se muestran en la tabla 2. monía en este grupo de pacientes es similar a la
La neumonía intrahospitalaria puede defi- de la NIH. La neumonía asociada a ven-tilación
nirse como aquella que se desarrolla en mecánica es la que se produce en

13
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ

TABLA 2. Principales agentes etiológicos de la neumonía adquirida


en la comunidad y de la neumonía nosocomial
Neumonía nosocomial Neumonía adquirida en la comunidad

Neumonía precoz sin factores de riesgo Gérmenes habituales o principales


S. pneumonia Streptococcus pneumoniae
e H. Mycoplasma pneumoniae
influenzae Chlamydia pneumoniae
S. aureus meticilin-sensible Virus respiratorios
Enterobacterias (E. coli, K. pneumoniae, Ente- Chlamydia psittaci
robacter, Proteus spp, Serratia marcescens) Coxiella burnetii
Otros según factores de riesgo (anaerobios, S. Legionella pneumophila
aureus, L. pneumophila)
Gérmenes asociados a ciertas situaciones de riesgo
Neumonía tardía o con factores de riesgo
Streptococcus pneumoniae resistentes
BGN entéricos (E. coli, K. pneumoniae, Haemophilus influenzae
Entero-bacter, Proteus, Serratia) Moraxella catarrhalis
P. aeruginosa Staphylococcus aureus
Acinetobacter spp Legionella pneumophila
S. aureus meticilin-resistente Bacilos Gram negativos entéricos o
Citrobacter spp enterobac-terias
Stenotrophomona maltophila Anaerobios
L. pneumophila (según zonas) Pseudomonas

paciente con ventilación mecánica y vía de orientar el diagnóstico en gente joven y


aérea artificial durante más de 48 horas(6). sin comorbilidad, esta clasificación carece
de uti-lidad en la actualidad(1-3). Sí se
Clasificación de la neumonía adquirida mantiene el término de gérmenes atípicos
en la comunidad para nominar los gérmenes intracelulares,
Clásicamente se ha diferenciado la NAC en en contraposi-ción a las bacterias causantes
neumonía típica y neumonía atípica, y se ha de neumonía piógena(1,29).
propuesto para orientar el tratamiento(28). La La neumonía necrotizante y el absceso pul-
neumonía típica, ejemplificada por la neu-monía monar(22), que se tratan en el capítulo 8 de esta
neumocócica, se caracteriza por un cuadro monografía, merecen una clasificación apar-te.
brusco de fiebre alta, dolor pleurítico, tos y Se reconoce por la presencia de factores de
expectoración purulenta o herrumbro-sa, riesgo, como enfermedad periodontal, pérdi-da
leucocitosis con neutrofilia y datos en la de conciencia, patología esofágica, trastor-nos
exploración y radiológicos de consolidación de deglución o aspiración previa, o por la
pulmonar. La neumonía atípica tiene un ini-cio cavitación radiológica, muy sugerente de la
más larvado, fiebre de bajo grado, tos esca- participación de gérmenes anaerobios, aun-que
samente productiva e infiltrados no segmen- la mayor parte son polimicrobianas(30).
tarios parcheados o intersticiales, como la Actualmente la clasificación se basa en la
neumonía por M. pneumoniae. Aunque pue- identificación de factores que han demostra-

14
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

TABLA 3. Factores a considerar en la evaluación etiológica y tratamiento de la


neumonía según tres guías de práctica clínica publicadas por tres sociedades
científicas diferentes
SEPAR 2005 (30) ATS 2001 (3) BTS 2001 (1)
– Senilidad – Factores asociados a: – Edad > 50 años
– Comorbilidad • S. pneumoniae resistente – Comorbilidad
EPOC Edad > 65 años
– Gravedad clínica. Factores
Alcoholismo Betalactámicos previos
pro-nósticos:
Tabaquismo Alcoholismo
• Principales:
Infección VIH Inmunosupresión
Confusión Fracaso
Comorbilidad múltiple
– Falta de respuesta a un renal Taquipnea >
Contacto niños en guardería
tratamiento previo 30 rpm Hipotensión
• Enterobacterias Residencia
– Corticoterapia
de ancianos Antibiótico • Adicionales:
– Factores ambientales y reciente Enfermedad Insuficiencia respiratoria
de exposición laboral cardiopulmonar Afectación multilobar
Comorbilidad múltiple
– Sospecha de aspiración
• P. aeruginosa
Bronquiectasias
Corticoterapia
Antibiótico (> 7 d último
mes) Malnutrición

SEPAR: Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica; ATS: America Thoracic Society; BTS: Brithish
Thora-cic Society.

do tener importancia para predecir etiologías ción de 20 parámetros. Con esa puntuación se
menos habituales, mala evolución y mortali- clasifica en uno de cinco estratos, diferencia-
dad(1,3,20). Con ellos se orienta el tratamiento dos por su mortalidad (Tabla 4). Es una buena
antibiótico inicial y se establece el nivel de cui- clasificación pronóstica pues trabajos poste-
dados necesarios, indicando el ingreso hos- riores han confirmado la fiabilidad de las pre-
pitalario o el tratamiento ambulante (1,3,30,31). En dicciones(20,30,33). Un paciente menor de 50
la tabla 3 se señalan algunos factores de ries-go años, sin ninguna de las enfermedades de la
propuestos por ciertas sociedades científi-cas, tabla 4, con estado de conciencia normal y sin
que se tratarán exhaustivamente en el capítulo 4 alteración importante de signos vitales, puede
de esta monografía. asignarse al grupo I, de bajo riesgo, sin nece-
sidad de determinaciones analíticas. En el res-
Clasificaciones pronósticas de to de casos, se valoran ciertas determinacio-nes
Fine y CURB65 analíticas para clasificar al paciente en los
La clasificación pronóstica de Fine (32) o PSI grupos II a V(21). Esta clasificación pronóstica
(pneumonia severity index), elaborada sobre una ayuda en la valoración de la necesidad de ingre-
cohorte grande de pacientes y validada en otra so(20,21). Pacientes de bajo riesgo podrían tra-
cohorte, asigna una puntuación en fun- tarse en domicilio, el grupo III podría tratarse

15
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ

TABLA 4. Regla de clasificación pronóstica de Fine(32)


Edad Nº años (en mujeres restar 10) pH < 7,35 30
Residencia 10 Confusión 20 BUN > 30 20
Neoplasia 30 Frecuencia respiratoria > 30 20 Na <130 20
Hepatopatía 20 Presión arterial sistólica < 90 20 Glucosa > 250 10
Insuficiencia cardiaca 10 Temperatura <35 o >40 15 Ho < 30% 10
ACVA 10 Frecuencia cardiaca >125 10 PaO2 <60 10
Nefropatía 10 Derrame pleural 10

ACVA: accidente cerebrovascular agudo. Ho: hematócrito


Estrato de riesgo Puntuación Mortalidad

I < 50 0,1
II 51 – 70 0,6
III 71 – 90 2,8
IV 91 – 130 8,2
V > 130 29,2

en domicilio o requerir ingreso corto, y los gru- renal y parámetros de gravedad clínica como
pos IV y V se tratarían ingresados. La etiología los factores pronósticos más importantes(35).
de la neumonía también difiere en función del
grupo de riesgo de Fine. En un estudio espa- Clasificación en función de la necesidad
ñol(31) de 247 pacientes con NAC de bajo ries- de ingreso hospitalario
go (Clases I a III) se identificó la causa en 162 La clasificación prioritaria de la NAC en la
(66%). En la clase I, el 69% de los episodios actualidad está en función de la necesidad de
fueron debidos a gérmenes atípicos y el pató- ingreso: NAC que puede tratarse ambulato-
geno más frecuente fue M. pneumoniae. En las riamente, NAC que requiere ingreso hospita-
clases II y III fue más frecuente el S. pneumo- lario y NAC que requiere ingreso en una uni-
niae (45% de los episodios). dad de cuidados intensivos (UCI)(21,30). Esto va
Otra clasificación pronóstica propuesta es la a depender de la gravedad y del pronóstico, en
CURB65(34), que se basa en 4 variables y la lo que ayudan escalas como la de Fine o la
edad (Tabla 5). Estratifica a los pacientes según CURB-65, de circunstancias sociales y perso-
la puntuación, con probabilidades de muerte nales del paciente y del juicio del médico res-
entre el 0,7%, si tiene cero puntos, al 40% si ponsable(12,20,21,30). En la mayoría de estudios,
tienen 4 puntos o más. También puede ser útil un 30-40% de pacientes con clases de ries-go
para valorar la necesidad de ingreso(1). bajas son ingresados justificadamente(12,33). Por
Otros estudios en muestras amplias han tanto, la clasificación para elegir el lugar de
propuesto otros sistemas de clasificación, que cuidados se debe hacer en tres pasos (Fig. 1) (21).
también identifican edad, comorbilidad, fallo En primer lugar, hay que considerar si

16
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

médico responsable sobre las condiciones y


TABLA 5. Escala CURB-65(34) salud global del paciente y la idoneidad del
Un punto por cada elemento presente tratamiento ambulante(12,20,21). La necesidad
Inicial Descripción de ingreso no implica por fuerza la necesidad
C Confusión. Desorientación de tratamiento intravenoso; el tratamiento
oral de pacientes ingresados con NAC no
témporo-espacial.
grave tie-ne una eficacia similar, con menor
U Urea sérica > 7 mmol/L estancia hospitalaria y menor coste, según un
R Frecuencia respiratoria. meta-nálisis(36). Otros estudio similar
(Respiratory Rate) ≥ 30/min demuestra la seguridad y eficacia del
tratamiento secuen-cial(37).
Hipotensión arterial (low La necesidad de ingreso del paciente en
blood pressure). UCI también determina una aproximación
diagnóstica y terapéutica más agresiva,
B Presión arterial pues la etiología es ligeramente diferente,
diastólica ≥ 60 mmHg o con mayor proporción de L. pneumophila
Presión arterial sistólica y de P. aerugi-nosa(2,30)
< 90 mmHg
65 Edad ≥ 65 años Clasificación de la
neumonía intrahospitalaria
3 grupos de estratificación Las NIH se clasifican en función del tiem-
Puntuación Descripción po de aparición, en precoces, las que se de-
CURB-65 sarrollan hasta el 4º día de ingreso, y tardí-as,
las que se desarrollan a partir del 5º (6,7), y de
0ó1 Mortalidad baja (1,5%). ciertos factores de riesgo (Fig. 1). En con-creto,
Posibilidad de tratamiento
son factores de riesgo para presentar neumonías
ambulatorio por gérmenes resistentes, además de la
2 Mortalidad intermedia aparición a partir del quinto día, haber recibido
(9,2%). Considerar tratamientos antibióticos en los últi-mos 90
tratamiento hospitalario
días, inmunosupresión, la alta fre-cuencia de
patógenos multirresistentes en el entorno en
3ó4ó5 Elevada mortalidad (22%). que se produce y las neumonías en pacientes
Ingreso hospitalario y internados en residencias(6). Hay otros factores
manejo como neumonía de riesgo para gérmenes con-cretos, como la
grave. Considerar ingeso aspiración para gérmenes anae-robios, coma
en UCI si CURB-65= 4 ó 5 para S. aureus o esteroides para L.
pneumophila y Aspergillus(7). La etiología en
ambos grupos es diferente (Tabla 2) lo que
existe alguna condición que comprometa el influye en las recomendaciones terapéuticas(6,7).
cuidado en el domicilio, como la insuficiencia La NIH incluye la neumonía asociada a ven-
respiratoria aguda o crónica, inestabilidad tilación mecánica, cuantitativamente mucho más
hemodinámica, descompensación grave de otra importante y mucho mejor estudiada, y la NIH en
enfermedad, problemas psiquiátricos o sociales unidades convencionales. La inci-dencia de éstas
importantes, etilismo o la incapaci-dad para es mucho menor que en pacien-tes ventilados,
ingesta oral. En segundo lugar, eva-luar el pero su espectro etiológico es similar, al menos
pronóstico con una de las escalas, como la de por lo que respecta a la alta frecuencia de P.
Fine. El tercer paso es el juicio clínico del aeruginosa, y se clasifican de

17
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ

TABLA 6. Diagnóstico diferencial de las neumonías


Neumonía adquirida en la comunidad Neumonía nosocomial
– Tromboembolismo pulmonar – Tromboembolismo pulmonar
– Neumonía organizada criptogenética – Edema agudo pulmonar
– Vasculitis pulmonares y granulomatosis – Síndrome de distrés respiratorio agudo
– Síndrome de hemorragia alveolar – Neumonitis aspirativa
– Neumonía eosinifílica aguda y crónica – Atelectasia
– Aspergilosis broncopulmonar alérgica – Toxicidad pulmonar por fármacos
– Otros síndromes de infiltración pulmonar – Hemorragia pulmonar
con eosinofilia – Fibrosis pulmonar
– Proteinosis alveolar – Derrame pleural
– Sarcoidosis
– Neumonitis por hipersensibilidad
– Neoplasia (obstructiva, infiltrativa, carcino- Neumonía en inmunodeprimidos
ma bronquioalveolar, linfoma, linfangitis) – Edema pulmonar
– Enfermedades intersticiales pulmonares – Progresión enfermedad subyacente
– Afectación pulmonar en conectivopatías – Toxicidad por radiación o fármacos
– Edema agudo pulmonar – Daño alveolar difuso
– Síndrome de distrés respiratorio agudo – Rechazo
– Neumonitis por inhalación, fármacos, tóxi- – Neumonía idiopática
cos o irradiación – Bronquiolitis obliterante con neumonía
– Neumonitis aspirativa organi-zada
– Neumonía lipoidea – Proteinosis alveolar secundaria
– Bronquiectasias – Enfermedad linfoproliferativa
– Atelectasia – Daño alveolar agudo asociado a transfusión
– Infecciones específicas (micobacterias, – Hemorragia alveolar
hon-gos, otros gérmenes)
– Patología malformativa (secuestro, malfor-
mación adenomatoidea quística)
– Contusión pulmonar
– Derrame pleural
– Síndrome pospericardiotomía

41)
la misma forma(6). Su mortalidad, aunque menor . En la tabla 6 se muestra el diagnóstico
que la de pacientes en ventilación mecá-nica, es dife-rencial de la NAC, de la NIH y de la
sustancial: 21% en un trabajo sobre 2.466 neumonía en inmunodeprimidos. Muchas
pacientes con NIH postoperatoria(38). de las alter-nativas son entidades
relativamente infre-cuentes o incluso raras,
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL razón por la que se precisa una especial
El diagnóstico de neumonía suele basarse en atención para su diag-nóstico.
la clínica y en la radiología. Muchos otros Para el diagnóstico diferencial hay que tener
cuadros pueden producir un cuadro similar 39- en cuenta factores epidemiológicos, ante-

18
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

cedentes del paciente, factores de riesgo, carac- den por los conductos alveolares y alvéolos res-
terísticas del cuadro clínico y posibles mani- petando la arquitectura(42,43). Su diferenciación
festaciones extrapulmonares(41). Hay que valo- con la NAC puede ser imposible inicialmen-
rar la posible exposición a sustancias y gases te(40,41). El diagnóstico se basa en el cuadro clí-
tóxicos, a antígenos orgánicos o inorgánicos, nico-radiológico, biopsia pulmonar transbron-
profesional o no, y a fármacos o drogas (41). quial con una histología compatible y que
Enti-dades muy frecuentes en la práctica clínica, descarte otros procesos, y con la respuesta a
como el embolismo pulmonar, el edema pul- esteroides(39,41,42). La recurrencia es frecuente,
monar o el síndrome de distrés respiratorio del en un tercio o más de pacientes(42-44).
adulto, pueden plantear, en función de su
presentación, problemas de diagnóstico dife- Alveolitis alérgica extrínseca
(40)
rencial con la neumonía . A continuación se También llamada neumonitis por hipersen-
describen las peculiaridades de algunas enti- sibilidad, se desencadena por antígenos orgá-
dades enunciadas en la tabla 6. No corres-ponde nicos, proteínas de microbios, hongos, plantas o
a esta monografía una descripción deta-llada ni animales, o por compuestos químicos inor-gánicos
exhaustiva de las mismas. Por último, se harán u orgánicos que provocan una inflama-ción
algunas consideraciones sobre la neu-monía que linfocitaria de la vía aérea periférica y el teji-do
no responde al tratamiento, pues con frecuencia intersticial circundante(41,42,45). Suele darse en un
se debe a otras patologías infec-ciosas o no ambiente de ocupación agrícola, textil, esca-
infecciosas yolistas, cuidadores de aves o contacto con loros o
periquitos, aunque cada vez es más frecuen-te la
Neumonía organizada criptogenética exposición domiciliaria(40,41,45). La forma agu-da
La neumonía organizada criptogenética o es la que más se confunde con una neumo-nía. Se
bronquiolitis obliterante con neumonía orga- presenta a las pocas horas de la exposición con
nizada(42) puede darse de forma aislada, idio- disnea, tos, fiebre, mialgias, leu-cocitosis y otros
pática, o asociada a otros procesos como conec- reactantes de fase aguda. Tras la retirada de la
tivopatías, fármacos, inhalación de gases tóxicos o exposición la clínica cesa en poco tiempo (41,45,46).
antígenos, radiación, trasplantes de médula ósea y Da un infiltrado radiológico micronodular
de órganos sólidos, enfermedades hema-tológicas y bilateral, inespecífico, que pue-de no apreciarse en
neoplasias sólidas, enfermedades tiroideas o la radiografía simple. La TC con cortes finos y
postinfecciosa(39,40,42,43). Se caracte-riza por un alta resolución es mucho más sensible y muestra
cuadro subagudo de tos escasa-mente productiva, un patrón parcheado de vidrio deslustrado y un
disnea, fiebre o febrícula y adelgazamiento; puede infiltrado micronodular y reti-cular, con frecuencia
haber un cuadro pseu-dogripal previo (41-43). En la de distribución peribron-quiolar(42,45,46). En cortes
exploración lo más característico son los estertores en espiración puede demostrarse un patrón
crepitantes y, en la analítica sanguínea, elevación parcheado de atrapa-miento aéreo por la
de reac-tantes de fase aguda como la VSG, y bronquiolitis asociada(42,45). La exposición
leucoci-tosis moderada(41,42). Es frecuente la repetida da formas subagudas y crónicas que
hipoxe-mia(42). Lo más característico en la pueden desembocar en fibrosis pulmonar
radiografía torácica son los infiltrados alveolares irreversible(46). El diagnóstico se basa en el
bilatera-les de carácter parcheado y no antecedente de la exposición, que requie-re un
segmentario(41- interrogatorio dirigido, la clínica, las alte-raciones
43) aunque pueden ser localizados. A funcionales y radiológicas, y es apoya-do al
veces tie-nen un carácter migratorio(43). La demostrar sensibilización a los antígenos causales
histología característica son yemas de tejido de (pruebas cutáneas, precipitinas e IgE específicas).
granula-ción que rellenan y ocupan la luz de los La presencia de precipitinas sólo indica
bron-quíolos terminales y respiratorios y se exposición. La fibrobroncoscopia (FB)
extien-

19
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ
de ser de hasta un mes(49), caracterizada por
fiebre alta, tos seca, mialgias y, de forma
es útil en el diagnóstico. El lavado broncoalve- inconstante, dolor pleurítico y disnea. La insu-
olar (LBA) muestra linfocitosis con predominio ficiencia respiratoria es prominente, de ins-
de CD8. La biopsia pulmonar transbronquial tauración también aguda y con frecuencia pre-
demuestra infiltrado peribronquiolar e intersti- cisan ventilación mecánica(49). Puede haber
cial por linfocitos y otras células mononuclea- eosinofilia en esputo. No cursa con eosinofilia
res, y granulomas sarcoideos ocasionales(42,45). periférica inicial o es leve, sino con leucocito-
La provocación es raramente necesaria y debe sis y neutrofilia. En la radiografía hay un infil-
hacerse en un entorno hospitalario (45). Lo fun- trado difuso que puede ser intersticial inicial-
damental en el tratamiento es evitar el antíge-no mente y que progresa a formas alveolares o
causal. En la forma aguda se usa una pauta corta mixtas. Son frecuentes las líneas B de Kerley
que, en ausencia de cardiomegalia pueden ser
de esteroides(45).
una clave para el diagnóstico. Puede haber
Neumonía eosinofílica crónica derrame pleural bilateral, visible sobre todo en
La clínica de presentación es subaguda, de la TC. La toracocentesis demostrará un exu-
semanas o meses de duración (40,47), con tos dado con eosinofilia(49). El LBA demuestra de
escasamente productiva, fiebre o febrícula, forma característica eosinofilia importante
(mayor del 25% de las células recuperadas) e
disnea y adelgazamiento(41). Con frecuencia hay
incremento de linfocitos y neutrófilos. El diag-
antecedente de asma. En dos tercios de los
nóstico se establece en base al cuadro clínico,
pacientes hay eosinofilia de leve a mode-rada en
eosinofilia en el LBA y descartar otras causas
sangre y aumento de IgE(41,47); hay también
de eosinofilia pulmonar, toxicidad pulmonar
eosinofilia en esputo en más de la mitad de los
por fármacos o drogas e infección (49). El trata-
pacientes(47). Los hallazgos radio-lógicos son
miento se basa en los esteroides, aunque pue-de
variables; lo más característico (60%) son
infiltrados alveolares bilaterales, no haber resolución espontánea(49) y no hay
segmentarios, de distribución periférica (en el recurrencias (47).
tercio externo) y predominio en lóbu-los
superiores(41,47). A veces adopta la forma del Otros síndromes pulmonares eosinofílicos
negativo del edema agudo pulmonar, que no es La aspergilosis broncopulmonar alérgica
(ABPA) está causada por hipersensibilidad a
específico de este cuadro(41,47). El LBA muestra
eosinofilia, generalmente prominente (más del Aspergillus fumigatus u otros hongos(47). Para el
20%)(47). La histología típica se carac-teriza por diagnóstico se han establecido criterios, bási-
un infiltrado inflamatorio rico en eosinófilos, camente consistentes en la presencia de asma,
linfocitos y ocasionales abscesos bronquiectasias centrales (80% de los casos),
(41) eosinofilia, infiltrados pulmonares, incremen-to de
eosinofílicos . El diagnóstico se establece por
IgE total y datos de hipersensibilidad al hongo,
la conjunción de los datos clínico-radiológi-cos,
eosinofilia en sangre y en el lavado, exclu-sión mediante reacción cutánea tardía y demostración
de otras causas de eosinofilia y la res-puesta al de IgE e IgG específicas a Asper-gillus. El
tratamiento esteroideo, típicamente muy diagnóstico diferencial con la neu-monía se
establece sobre todo en el estadio agudo o en las
rápida(41,47). Cuadros similares se han aso-ciado
exacerbaciones, en que apa-recen los infiltrados
a fármacos como nitrofurantoína, anti-
comiciales, antidepresivos, citotóxicos, beta- pulmonares, asociados generalmente a signos de
bloqueantes o inhibidores del enzima pérdida de volu-men(40); duran semanas y se
convertidor de angiotensina(48). resuelven espon-táneamente o con tratamiento
esteroideo(47). Hay dos cuadros muy relacionados
Neumonía eosinofílica aguda con la ABPA
Es una enfermedad de presentación agu-
da, generalmente menos de 7 días pero pue-

20
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

y que entran en el diagnóstico diferencial de monares parcheados, no segmentarios, que


la NAC: los impactos mucoides (generalmen- pueden ser cambiantes o transitorios (51). En
te una manifestación de ABPA) y ciertos el diagnóstico diferencial son claves la
casos de granulamotosis broncocéntrica. eosinofi-lia en el LBA(51), las
Muchos parásitos pueden dar infiltrados manifestaciones sistémi-cas, sobre todo las
pulmonares con eosinofilia. Los más frecuen-tes cutáneas y las del sistema nervioso periférico
son Strongyloides stercolaris, Ascaris, Ancy- y los ANCA, positivos en el 50% de los
lostoma duodenale, Toxocara y Paragonimus pacientes, generalmente p-ANCA(50).
westermani. Los parásitos llegan al pulmón por El síndrome de hemorragia alveolar se
vía hematógena, tras el paso de las larvas a la caracteriza por hemoptisis, anemia, hipoxemia
sangre a través de la pared intestinal, produ- e infiltrados difusos. Este síndrome está pro-
ciendo tos, dolor torácico o disnea, febrícula, ducido por enfermedades inmunomediadas
eosinofilia intensa, rash cutáneo en ocasiones, como vasculitis sistémicas que cursan con capi-
e infiltrados pulmonares transitorios(47), laritis pulmonar, enfermedad por anticuerpos
momento en el que se plantea el antimembrana basal o de Goodpasture, conec-
diagnóstico diferencial con la NAC. tivopatías y glomerulonefritis, y también en
relación a enfermedades no inmunomedia-
Vasculitis y síndromes de das(39,41,52). El diagnóstico diferencial con una
hemorragia alveolar neumonía es particularmente difícil en pacien-
Las vasculitis sistémicas que afectan al pul- tes con trasplante de médula ósea(23).
món pueden cursar con fiebre, clínica focal res-
piratoria e infiltrado pulmonar, planteándose el Toxicidad pulmonar por fármacos
diagnóstico diferencial con la neumonía(41). Son Muchos fármacos y drogas pueden produ-cir
claves las manifestaciones extrapulmonares, en infiltrados pulmonares(39,41,48). Las principa-les
particular la neuropatía periférica, lesiones cutá- lesiones histológicas pueden agruparse en daño
neas y afectación renal o signos de glomerulo- alveolar difuso, neumonía intersticial no
nefritis en el sedimento (39,50). Las vasculitis específica, neumonía organizada, neumonía
más importantes en el diagnóstico diferencial eosinofílica, fibrosis, hemorragia pulmonar, vas-
con la NAC son la granulomatosis de Wegener culitis, bronquiolitis obliterante, hipertensión
y la vas-culitis de Churg-Strauss. pulmonar o enfermedad venooclusiva (48). Los
En la granulomatosis de Wegener, la mani- fármacos más frecuentes se reseñan en la tabla
festación radiológica más frecuente son nódu- 7. Producen cuadros de presentación e inten-
los o masas, generalmente múltiples y con fre- sidad variables, generalmente con infiltrados
cuencia cavitados, pero puede cursar con bilaterales, desde un patrón intersticial difuso
infiltrados alveolares o, más raro, intersticia- hasta consolidaciones múltiples(48). La TC es
les(39,50). Los anticuerpos anticitoplasma de neu- más útil para ver áreas de vidrio deslustrado,
trófilos (ANCA), sobre todo c-ANCA (especifi- con-solidaciones o nódulos(48). Puede haber
cidad anti-proteinasa 3) son positivos en el 90% otras lesiones, como adenopatías (frecuente
de las formas sistémicas(50). No obstan-te, el con hidantoínas) o derrame pleural
valor de un ANCA positivo fuera de un contexto (nitrofurantoí-na)(41). El diagnóstico requiere
clínico claro de vasculitis es pobre, con un valor un alto índice de sospecha para relacionar el
predictivo positivo del 50% para cANCA y aún cuadro con el fár-maco; la histología, LBA y
menor para pANCA. La vasculi-tis de Churg- pruebas de labora-torio son inespecíficas.
Strauss afecta a pacientes con antecedentes de Dos cuadros merecen mención especial
rinitis alérgica, poliposis o sinusitis y el asma es por su carácter epidémico de enormes pro-
casi constante(39,51). En dos tercios de los porciones, tratados inicialmente como neu-
pacientes hay infiltrados pul- monías: el síndrome de aceite tóxico en 1981

21
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ

TABLA 7. Principales fármacos asociados a toxicidad pulmonar relacionados con


las lesiones histológicas principales que producen
Principal lesión histológica Fármacos

Daño alveolar agudo Bleomicina, busulfán, carmustina, ciclofosfamida, mitomici-


na, melfalán, sales de oro
Neumonía intersticial Amiodarona, metotrexato, clorambucil, carmustina y otros
citostáticos
Bronquiolitis obliterante Bleomicina, sales de oro, metotrexato, nitrofurantoína,
con neumonía organizada penicilamina, sulfasalazaina, ciclofosfamida, cocaína,
amiodarona
Neumonía eosinofílica Penicilamina, sulfasalazina, nitrofurantoína, antiinflamato-
rios no esteroideos, PAS
Hemorragia alveolar Citarabina, penicilamina, ciclofosfamida, anfotericina B, anti-
coagulantes, cocaína (crack)
Edema pulmonar no cardiogénico Salicilato, hidroclorotiazida, heroína

que afectó a más de 20.000 personas en Espa- monar por leucemia o linfoma, el linfoma pul-
ña(53) y el síndrome de mialgia-eosinofilia monar primario, la granulomatosis linfoma-
aso-ciado a un preparado de L-triptófano(54). toide y los infiltrados linfoides benignos, como
el pseudolinfoma o la neumonitis intersticial
Patología pulmonar por radiación linfoide, pueden cursar con infiltrados alveo-
Hay una forma precoz de neumonitis por lares y malinterpretarse como neumonía(39,41).
radiación, generalmente dentro de los tres pri-
meros meses, con tos, disnea, fiebre de bajo Patología pulmonar por aspiración,
grado e infiltrado alveolar, con frecuencia limi- inhalación y neumonía lipoidea
tado a la zona de radiación (39). Otra presenta- La aspiración importante de material gás-
ción es como bronquiolitis obliterante con neu- trico produce un cuadro de distrés. Si no hay
monía organizada, que puede aparecer en sobreinfección, los infiltrados se resuelven rápi-
cualquier localización, incluso de forma migra- damente(39). La inhalación de gases o tóxicos, si
toria. La forma tardía es una forma de fibrosis alcanzan la pequeña vía aérea, también pro-
pulmonar secundaria(39). ducen edema e infiltrado pulmonar. General-
mente es evidente esta exposición pero pue-de
Afectación pulmonar neoplásica pasar inadvertida si hay un tiempo de latencia
El carcinoma bronquioloalveolar se mani- entre la exposición y la clínica, y si los gases no
fiesta como infiltrados alveolares y es la enti- son irritantes de vía aérea superior, como el
dad que más puede confundirse con una neu- fosgeno(40). La neumonía lipoidea se debe a la
monía(39,41). Ocasionalmente también puede aspiración recurrente de material ole-oso, como
haber confusión con la linfangitis carcinoma- el que hay en ciertos laxantes orales
tosa o con un carcinoma broncogénico central y en gotas nasales(39). Suele aparecer en per-
asociado a atelectasia o a condensación dis- sonas de edad avanzada o con problemas de
tal. Hay que tenerlo en cuenta en las neumo- deglución. Da pocos síntomas pero a veces se
nías de lenta resolución. La infiltración pul- presenta de forma aguda, con leucocitosis. Cur-

22
NEUMONÍAS: CONCEPTO, CLASIFICACIÓN Y DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

sa con infiltrado alveolar en zonas declives del monía pueden plantear el diagnóstico dife-
pulmón; la TC puede demostrar densidad gra-sa rencial con la neumonía. Es el caso de la
en el infiltrado y pueden demostrarse macró- tuber-culosis o de la aspergilosis entre un
fagos cargados de grasa en el LBA, útil para su gran núme-ro de patologías pulmonares
diagnóstico en el contexto apropiado(39). por hongos, parásitos, virus o bacterias(40).

Enfermedades pulmonares Diagnóstico diferencial de la


intersticiales neumonía intrahospitalaria
Ocasionalmente, la patología intersticial En este contexto y, sobre todo, en la neu-
crónica se presenta de forma en que su dife- monía asociada a ventilación, la especificidad
renciación con la neumonía es difícil, bien por del cuadro clínico y radiológico es menor (6,7),
no haber sido diagnosticada antes, bien por pues con frecuencia se deben a otras causas
coincidir con una exacerbación, bien por ser (Tabla 6). Así, son frecuentes atelectasias, insu-
difícil, ante una clínica infecciosa, discriminar ficiencia cardiaca o edema por sobrecarga
la presencia de un nuevo infiltrado en el con- hídrica, embolismo pulmonar, infecciones
texto de la patología pulmonar previa del extrapulmonares como las de senos parana-
paciente. Es el caso de la fibrosis pulmonar sales, de orina o las asociadas a catéter, dis-trés
idiopática y su grupo, amiloidosis, afectación respiratorio, derrame pleural, aspiración o
pulmonar en enfermedad inflamatoria intes-tinal toxicidad pulmonar por fármacos. Se reco-
o la afectación pulmonar en conectivo-patías, mienda intentar el diagnóstico microbiológi-co
bien como enfermedad intersticial o como tanto para dirigir el tratamiento como para el
neumonía organizada, hemorragia alve-olar o diagnóstico nosológico(6,7).
neumonitis lúpica.
La proteinosis alveolar es una enfermedad Diagnóstico diferencial de la neumonía
muy infrecuente caracterizada por tos, disnea e en inmunodeprimidos
infiltrados difusos(41); con frecuencia hay ade- En estos pacientes y, según la causa de la
nopatías hiliares y líneas de Kerley (39). Se debe inmunodepresión, hasta un 25 a 50% de los
a la ocupación alveolar por material proteináceo infiltrados pulmonares no son de causa infec-
PAS positivo. Puede ser idiopática o asociada a ciosa(23,25). En la tabla 6 se enumeran algunos
neoplasias hematológicas y a exposición a tóxi- de los diagnósticos diferenciales más fre-
cos y minerales(39,41). La sarcoidosis puede cur- cuentes. Algunas entidades son específicas de
sar con infiltrados de apariencia alveolar por una patología, como el rechazo pulmonar del
con-fluencia de lesiones granulomatosas(39). trasplante de pulmón, la enfermedad injerto
contra huésped, la hemorragia alveolar o la
Atelectasias pulmonares neumonía idiopática del trasplante de médu-la
Las atelectasias, de causa obstructiva en rela- ósea o la leucostasis y la infiltración pul-monar
ción a patología endobronquial, como tumores leucémica de las leucemias(23). Las cau-sas
benignos o malignos, cuerpos extraños, secre- infecciosas de los infiltrados abarcan un
ciones o coágulos, o atelectasias periféricas, si se espectro muy amplio, que condiciona un tra-
asocian a clínica infecciosa aguda puede ser difícil tamiento empírico diferente y una búsqueda
diferenciarlas de una neumonía. Esta enti-dad es etiológica más agresiva(23,25,27).
muy importante en la neumonía noso-comial, sobre
todo en pacientes ventilados, don-de las Neumonías de lenta resolución,
atelectasias son frecuentes (40)
. neumonías crónicas y
neumonías recurrentes
Infecciones específicas Es imprescindible un seguimiento estre-cho
Muchas infecciones que afectan al pulmón y de la neumonía hasta la curación, aún más
que no se incluyen en el concepto de neu-

23
C.J. ÁLVAREZ MARTÍNEZ
anaerobios(58), y muchas de las entidades no
infecciosas descritas antes (Tabla 6). La fibro-
si el diagnóstico fue sindrómico, que permita broncoscopia es muy rentable para descartar
nueva evaluación diagnóstica y terapéutica en factores subyacentes y otras etiologías, infec-
caso de mala evolución. La fiebre suele mejo- ciosas o no(40,58). Neumonía recurrente es cuan-
rar en 2-4 días(3,18,55), la leucocitosis y otros do reaparece tras una resolución completa del
reactantes de fase aguda revierten a partir del episodio previo(5,58). Cuando la causa es infec-
tercer o cuarto día(3,55) pero la resolución radio- ciosa suele haber una causa subyacente, como
lógica es más lenta; a las dos semanas se ha bronquitis crónica, bronquiectasias, insufi-
normalizado en un 50-60% y a las ocho sema- ciencia cardiaca, diabetes mellitus, etilismo
nas en el 85-90%(1,3,18,39,55). Una alteración crónico, insuficiencia renal, sinusitis crónica,
radiológica persistente debe hacer sospechar neoplasia maligna, alteraciones de la con-
patología subyacente estructural, como neo- ciencia o de la deglución o inmunosupresión(5).
plasias obstructivas o bronquiectasias. La recurrencia en una misma localización apo-
Se considera mala evolución la persisten-cia ya la existencia de lesiones en los bronquios
o progresión de las manifestaciones clíni-cas, que drenan esa zona. Los infiltrados recu-
radiológicas o biológicas secundarias a la rrentes, sobre todo si no hay causa predispo-
neumonía(3,18,55,56) e identifica a un grupo de nente de neumonía, pueden deberse a pato-logía
mayor mortalidad(55-57). La causa más frecuente inflamatoria no infecciosa, como infiltrados
es infecciosa, bien persistencia del patógeno pulmonares eosinófilos, neumo-nía organizada
inicial bien neumonía nosocomial sobre criptogenética o alveolitis alér-gica extrínseca.
impuesta, aunque deben valorarse causas no
infecciosas(40,55,56). Hay numerosos factores
aso-ciados a mala evolución (1-3,6,18,30,39,55,57): la
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27
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS
NEUMONÍAS: TÉCNICAS NO
INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS
Felipe Rodríguez de Castro, Jordi Solé Violán, Gabriel Julià Serdà

RESUMEN casos y, cuando se identifica, la estrategia


Desde un punto de vista clínico es difícil anti-biótica empírica se modifica sólo en
establecer con seguridad en el diagnóstico de un redu-cido número de pacientes.
neumonía y no hay una combinación de datos de la
anamnesis o hallazgos semiológicos que permitan DIAGNÓSTICO DE LA
confirmar su presencia con suficien-te fiabilidad. EXISTENCIA DE
La radiografía de tórax es la refe-rencia básica para NEUMONÍA
el diagnóstico de una neu-monía y, en la práctica,
toda condensación radiológica acompañada de Manifestaciones clínicas
fiebre de menos de una semana de evolución debe El número limitado de síntomas y signos
conside-rarse y tratarse como tal mientras no se producidos por las afecciones pulmonares y la
demuestre lo contrario. Para seleccionar ade- variabilidad interobservador en su percep-
cuadamente un antimicrobiano se requiere la ción(1) condicionan un gran solapamiento en las
identificación del patógeno responsable del cua-
manifestaciones clínicas de las enferme-dades
dro o una presunción de los que más proba-
respiratorias. Es, por ello, difícil esta-blecer,
blemente son los causantes de la infección según
con razonable seguridad, la existencia de una
un contexto clínico y epidemiológico determinado.
neumonía desde el punto de vista clí-nico y
Ningún patrón clínico o radio-lógico es lo
distinguirla de otras causas de sínto-mas
suficientemente específico como para permitir un
respiratorios, especialmente cuando la
diagnóstico etiológico. Actual-mente se dispone de
infección coexiste con enfermedades cardio-
un considerable núme-ro de técnicas diagnósticas
pulmonares subyacentes. Clínicamente la neu-
que pueden ser úti-les para establecer la etiología
monía se caracteriza por la presencia de fie-bre,
de la neumonía. Su utilización dependerá de la
afectación del estado general y cualquier
gravedad del cuadro, de su evolución y de la
combinación de síntomas atribuibles al apa-rato
respuesta al tra-tamiento, del grado de
respiratorio, tales como tos, expectora-ción,
inmunocompetencia y de otras circunstancias
disnea y dolor torácico. Sin embargo, la forma
ambientales o espe-cíficas de cada paciente. No
de presentación varía considerable-mente de
hay una única prue-ba diagnóstica que permita
unos pacientes a otros. En general, los ancianos
identificar todos los patógenos potencialmente
suelen tener un cuadro clínico menos florido y
implicados en una neumonía y todas tienen sus
de comienzo más insidioso que los pacientes
ventajas y sus limitaciones. Además, aun
más jóvenes, lo que no debe interpretarse como
utilizando una amplia batería de pruebas de
expresión de una menor gravedad del proceso.
diagnóstico microbio-lógico, el agente responsable
No es infrecuente que en estos enfermos los
no se puede deter-minar en una proporción
síntomas iniciales sean una disminución del
importante de los
nivel de conciencia, la aparición de
incontinencia urinaria o de taquipnea, las
caídas, la descompensación de

29
F. RODRÍGUEZ DE CASTRO ET AL.
la cifra de neutrófilos(12). También se ha suge-
rido que la deshidratación disminuye la sen-
una enfermedad crónica o el desarrollo de sibilidad de la radiografía en el diagnóstico de
insuficiencia cardiaca congestiva, incluso la neumonía, aunque los resultados en este
sin fiebre(2-4). sentido no son concluyentes(13).
En la exploración física, los hallazgos que Tradicionalmente, las neumonías se han
más frecuentemente se recogen son: taquip-nea, catalogado, desde el punto de vista radiológico,
taquicardia e hipertermia. Aunque la aus- en lobulares, intersticiales o bronconeumonías.
cultación pulmonar es habitualmente anóma-la, No obstante, esta clasificación morfológica es
los signos específicos de consolidación de escaso valor dado que estos patrones radio-
pulmonar –como matidez a la percusión, soplo lógicos no permiten establecer la etiología con
tubárico o egofonía–, están ausentes en dos razonable seguridad, ni siquiera por grandes
tercios de los casos de neumonía adquirida en la grupos de patógenos (bacteriana o no bacte-
comunidad (NAC) que precisan ingreso hos- riana)(14). Lo que sí va a poder determinar la
pitalario, y en la gran mayoría de los cuadros radiografía de tórax es la extensión de la afec-
más leves(2). Si bien la ausencia total de ano- tación, su evolución, la existencia de derrame
malías en la exploración física –incluida la fie- pleural o de una cavitación y, a veces, la pre-
bre, taquipnea, taquicardia y las alteraciones sencia de procesos no infecciosos que pueden
auscultatorias– reduce la probabilidad de que simular clínicamente una neumonía.
exista una neumonía a menos del 1%, no hay
una combinación de datos de la anamnesis o Tomografía computarizada de tórax
hallazgos semiológicos que permita confirmar En los pacientes con diagnóstico clínico de
la presencia de neumonía con suficiente fia- neumonía y radiografía de tórax normal se
bilidad(5) y, para establecer este diagnóstico ini- pueden observar infiltrados alveolares en la
cial, se requiere la existencia de infiltrados pul- tomografía computarizada (TC) torácica y
monares en la radiografía de tórax(6-8). mani-festaciones histopatológicas
características de neumonía (Fig. 1). Syrjälä et
Técnicas de imagen al.(9) compararon la sensibilidad diagnóstica de
la radiografía de tórax y la TC y demostraron
Radiografía simple de tórax que esta última identificaba un tercio adicional
Para la mayoría de los clínicos, la radio- de casos de neumonía en comparación con la
grafía de tórax continúa siendo la referencia primera. Otros estudios posteriores de base
básica para el diagnóstico de una neumonía. Sin poblacio-nal han confirmado estos hallazgos (15).
embargo, su fiabilidad está limitada por Estas observaciones, de relevancia clínica
diversos factores. Por un lado, hay zonas de incierta, cuestionan la validez de la radiografía
difícil visualización, como los segmentos api- de tórax como la prueba diagnóstica final para
cales inferiores y los lóbulos superiores(9); por esta-blecer la presencia o ausencia de neumonía
otro lado, existe una significativa variabilidad en pacientes con síntomas respiratorios agu-dos,
interpretativa entre distintos observadores (10). y sugieren que la presencia de infiltrados
Además, en los pacientes que tienen una dis- pulmonares en la radiografía simple sólo es un
torsión o destrucción del parénquima pulmo- marcador de gravedad del proceso y reflejo de
nar, como ocurre en el enfisema o en presen-cia la intensidad de la respuesta inflamatoria. No
de bronquiectasias(11), la apariencia radiológica obstante, desde un punto de vista práctico, el
de la neumonía puede ser com-pletamente papel de la TC en el abordaje diagnóstico
atípica y sólo la comparación con estudios habitual de la neumonía es muy limitado, aun-
previos puede dar la clave para esta-blecer el que algunos autores han sugerido que puede
diagnóstico. La neutropenia retrasa la aparición mostrar patrones radiológicos que permiten
del infiltrado radiológico, que pue-de hacerse
evidente sólo cuando se recupera

30
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

la procalcitonina mejora la sensibilidad y


espe-cificidad del diagnóstico de sepsis de
origen bacteriano, es de mayor utilidad que
la proteí-na C reactiva en la discriminación
de las infec-ciones víricas y bacterianas y en
la distinción de cuadros inflamatorios de
origen no infec-cioso, y tiene valor
pronóstico(20,21).
En general, si el paciente presenta un
cua-dro leve que va a ser manejado de
forma ambulatoria, no se precisará
ninguna explo-ración complementaria.
FIGURA 1. Infiltrado alveolar con
broncograma aéreo. Orientación sindrómica
En la práctica, toda condensación radioló-gica
acompañada de fiebre de menos de una semana de
la diferenciación entre procesos infecciosos evolución debe considerarse y tra-tarse como una
y no infecciosos(16). neumonía mientras no se demuestre lo contrario.
Pero, para seleccionar adecuadamente un
EVALUACIÓN CLÍNICA INICIAL antimicrobiano, se requie-re la identificación del
patógeno responsable del cuadro o, al menos, una
Determinaciones analíticas presunción de los que más probablemente son los
Además de la radiografía simple de causantes de la infección según un contexto
tórax, otras exploraciones complementarias clínico y epide-miológico determinado.
son úti-les para establecer la gravedad del Habitualmente, los médicos atribuyen unas
cuadro y su impacto sobre enfermedades determinadas carac-terísticas clínicas y
preexistentes, identificar complicaciones y radiológicas a un agente etio-lógico específico.
Desde este punto de vista, las NAC se han
monitorizar la evo-lución del proceso(6).
dividido clásicamente en dos gran-des patrones
Una leucocitosis (> 30 x 10 9/L) o una leu-
sindrómicos: típicos y atípicos.
copenia (<4 x 109/L) significativa indica una
Los primeros, generalmente producidos
mayor gravedad. Del mismo modo, una alte-
por el neumococo, suelen comenzar de forma
ración de la bioquímica hepática, de los elec-
trólitos o de la función renal, o una hiperglu- súbita, con escalofríos, fiebre elevada y afec-
cemia secundaria a diabetes mellitus, influye tación del estado general. En las siguientes
negativamente en la evolución del cuadro. Una horas aparece la tos con expectoración puru-
relación PaO2/FiO2 inferior a 250 o una hiper- lenta y dolor pleurítico en punta de costado.
capnia también refleja una enfermedad más En la auscultación pulmonar es más probable
grave y un peor pronóstico. La proteína C reac- encontrar estertores crepitantes, disminución
tiva puede ser útil para distinguir una neumo-nía del murmullo vesicular y soplo tubárico y, en
de otros cuadros respiratorios agudos(17) y su el hemograma suele observarse leucocitosis
determinación seriada permitiría moni-torizar la con desviación a la izquierda. La radiografía
respuesta al tratamiento(18). Otros estudios, sin de tórax muestra una condensación alveolar
embargo, no han encontrado aso-ciación entre que habitualmente afecta a uno o más
los niveles de proteína C reacti-va y la gravedad lóbulos (Fig. 2). Por el contrario, la
o la etiología de la neumo-nía(19) y, en la neumonía produ-cida por microorganismos
actualidad, no hay un claro consenso respecto a atípicos, cuyo pro-totipo es Mycoplasma
la utilidad de su deter-minación. Recientemente, pneumoniae, suele comenzar de forma más
se ha sugerido que progresiva, con pre-dominio de los síntomas
generales sobre los

31
F. RODRÍGUEZ DE CASTRO ET AL.

FIGURA 2. Neumonía por neumococo en língula. FIGURA 3. Neumonía vírica.

respiratorios, fiebre menos elevada y tos inten- su pronóstico, establecer la etiología de la neu-
sa pero escasamente productiva. Las mani- monía tiene indudables ventajas. Por un lado,
festaciones extrapulmonares –cutáneas, neu- permite el conocimiento de la epidemiología
rológicas, hepáticas, cardíacas y renales– son local y la posibilidad de detectar bacterias mul-
más frecuentes y la auscultación pulmonar sue- tirresistentes, raras o de importancia epide-
le ser poco expresiva, lo que contrasta con unas miológica; por otro, posibilita el tratamiento
alteraciones radiológicas evidentes. Éstas sue- antimicrobiano dirigido, restringiendo su espec-
len consistir en infiltrados intersticiales, mal tro de actividad y limitando su toxicidad, su
definidos, de predominios basal e hiliar y con coste y el desarrollo de resistencias por pre-sión
aspecto de vidrio deslustrado (Fig. 3). En estos selectiva. Además, conocer la etiología de la
casos, el número de leucocitos es normal o está neumonía ayuda a determinar la duración del
ligeramente aumentado. tratamiento y la evaluación de fracasos tera-
El problema fundamental que presenta esta péuticos(25).
clasificación es que no tiene en cuenta que la Actualmente se dispone de un considera-ble
expresión clínica de una neumonía es el resul- número de técnicas diagnósticas que pue-den
tado de una compleja interacción entre el hués- ser útiles para establecer la etiología de la
ped y el patógeno causal, y que esta interacción neumonía. Su utilización dependerá funda-
puede ser muy variable de unos individuos a mentalmente de la gravedad del cuadro (26,27) –se
otros. Por consiguiente, si bien es cierto que, en utilizarán más técnicas diagnósticas cuan-to
ocasiones, algunos datos clínicos y radiológicos más graves sean las neumonías y pocas o
pueden ayudar a identificar pacientes con una ninguna en las NAC leves, en las que el pro-
mayor probabilidad de infección por ciertos nóstico es bueno y el número de patógenos
microorganismos (Tabla 1), ningún patrón clí- potenciales, limitado–(6-8), de su evolución y de
nico o radiológico es suficientemente específi-
la respuesta al tratamiento(28), del grado de
co como para permitir un diagnóstico etiológi-
inmunocompetencia y de otras circunstancias
co, particularmente en pacientes ancianos o con ambientales o específicas de cada paciente
alguna enfermedad de base(22-24). (Tabla 2). No hay una única prueba diagnós-tica
que permita identificar todos los patóge-nos
DIAGNÓSTICO MICROBIOLÓGICO potencialmente implicados en una neu-monía y
Aunque es posible que la identificación del todas tienen sus ventajas y sus limitaciones.
agente microbiológico responsable no mejore Además, aun utilizando una

32
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

TABLA 1. Características clínicas y epidemiológicas asociadas a patógenos


respiratorios
Patógeno Características clínicas

Streptococcus pneumoniae* Ancianos


Residencia en asilos y prisiones
Alcoholismo
EPOC/fumador
Gripe previa
Antibioticoterapia reciente
Mycoplasma pneumoniae Jóvenes
Poblaciones cerradas
Brotes epidémicos cíclicos
Chlamydophila pneumoniae Residencia en asilos
Mayor duración de los síntomas
Legionella pneumophila Ancianos
Fumadores
Exposición a aire acondicionado
Estancias en hoteles u hospitales
Brotes epidémicos
Evidencia de afectación multisistémica
Bradicardia relativa
Síntomas neurológicos
Diarrea
Tratamiento esteroideo
Coxiella burnetii Contacto con animales
Zonas endémicas
Cefalea
Haemophilus influenzae Residencia en asilos
EPOC/fumador
Gripe reciente
Staphylococcus aureus Defectos pulmonares estructurales †
Residencia en asilos
Gripe reciente
Adicción a drogas por vía parenteral
Pseudomonas aeruginosa Residencias en asilos
Defectos pulmonares estructurales †
Malnutrición
Antibioticoterapia previa ‡
Tratamiento esteroideo §
Gram negativos entéricos Residencia en asilos
Comorbilidades múltiples
Antibioticoterapia previa …/…

33
F. RODRÍGUEZ DE CASTRO ET AL.

TABLA 1. Características clínicas y epidemiológicas asociadas a patógenos


respiratorios (continuación)
Anaerobios Residencia en
asilos Alcoholismo
Adicción a drogas por vía parenteral
Boca séptica
Esputo pútrido
Aspiración
Obstrucción endobronquial
*Los factores asociados a una mayor probabilidad de neumococo resistente a betalactámicos son: pacientes
mayo-res de 65 años, alcohólicos, inmunodeprimidos, con múltiples comorbilidades asociadas, en contacto
con niños en guarderías, o que han recibido tratamiento con betalactámicos en los últimos tres meses; †
Bronquiectasias; ‡ De amplio espectro y durante más de siete días en el último mes; § U otros tratamientos
asociados a disfunción neu-trofílica.

amplia batería de pruebas de diagnóstico de Gram del esputo se requiere prestar una cui-
microbiológico, el agente responsable de la dadosa atención a la recogida de la muestra,
infección no se puede determinar en una pro- rapidez en su procesamiento, esmero en su
porción importante de los casos y, cuando se preparación y pericia en su interpretación, para
identifica, la estrategia antibiótica empírica todo lo cual es necesario un personal experi-
ini-cial se modifica sólo en un número mentado(32). Además, ciertos morfotipos, como
pequeño de los pacientes. H. influenzae, son difíciles de identificar en la
tinción de Gram que tampoco es capaz de
Técnicas no invasivas detectar algunos patógenos frecuentes en la
NAC, como M. pneumoniae, Chlamydophila
Tinción de Gram del esputo pneumoniae, Legionella spp., Coxiella burnetii
Es la única técnica fácilmente accesible a o virus respiratorios. Por todas estas circuns-
todos los laboratorios que puede proporcionar tancias, la sensibilidad y la especificidad de esta
una identificación tentativa rápida del patóge-no técnica presentan una gran variabilidad en las
responsable de la NAC y ser de ayuda en la series publicadas(33).
(29, 30)
elección del tratamiento empírico inicial .
Sin embargo, no está exenta de problemas, el Cultivo de esputo
principal de los cuales es el de establecer con Plantea problemas semejantes a los men-
qué exactitud el esputo es un fiel repre-sentante cionados para la tinción de Gram. En un tercio
de las secreciones del tracto respira-torio de los casos, los pacientes son incapaces de
inferior, es decir, que no está contami-nado por expectorar y frecuentemente el espécimen reco-
patógenos que colonizan la orofaringe y que gido no es representativo del tracto respirato-rio
también son potenciales agentes etioló-gicos de inferior. Por otra parte, cerca de la mitad de los
la neumonía, como Streptococcus pneumoniae o pacientes con neumonía ha recibido trata-
Haemophilus influenzae. En gene-ral, sólo miento antimicrobiano antes de obtener un
alrededor de un tercio de las muestras de esputo espécimen de esputo, lo que puede alterar con-
pueden considerarse aceptables (no siderablemente el resultado. Es posible aislar
contaminadas), sin que esta proporción varíe en patógenos atípicos y virus en secreciones res-
relación con la gravedad de la neumonía(31). piratorias pero se precisan técnicas especia-les
Para obtener una información útil de la tinción no disponibles de forma generalizada. La

34
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

TABLA 2. Recomendación de empleo de procedimientos diagnósticos en la


neumonía según la gravedad del cuadro
Gravedad del cuadro
Ambulatorio Hospitalizado UCI

Gram y cultivo de esputo*


Hemocultivos
Toracocentesis**
Antigenuria neumococo
Antigenuria Legionella†
Serología‡
Técnicas invasivas§
Las celdas blancas señalan una indicación no establecida o recomendada sólo para casos seleccionados.
*En pacientes graves el cultivo de esputo debe incluir medios para Legionella.
**La toracocentesis debe practicarse siempre que exista derrame pleural significativo.
†Se recomienda su utilización en los episodios de neumonía grave; cuando ha fracasado el tratamiento con
beta-lactámicos; en pacientes hospitalizados sin orientación diagnóstica inicial tras la tinción de Gram de
esputo y/o anti-genuria de neumococo; cuando exista alta sospecha clínica; y en brotes comunitarios.
‡Puede ser de interés en casos comunitarios y hospitalizados que no respondan a betalactámicos o con un
riesgo epidemiológico especial o de interés para la salud pública.
§También deben emplearse en neumonía que no responde al tratamiento.

rentabilidad diagnóstica puede mejorar si en el ción general, se deben remitir muestras de


análisis se considera el cuadro clínico del esputo, para su cultivo y antibiograma, de todos
paciente, los resultados obtenidos en la tinción los pacientes hospitalizados con neumonía que
de Gram, si el esputo se lava con suero salino sean capaces de expectorar y no hayan recibi-
antes de su cultivo y si se emplean técnicas do tratamiento antimicrobiano previo(6-8), en
(25)
cuantitativas . El cultivo de algunos patóge- especial si se sospecha la presencia de un
nos, como Legionella spp o Mycobacterium microorganismo resistente o inhabitual. No
tuberculosis, es 100% específico pero requiere obs-tante, el impacto del estudio
medios especiales y varios días para propor- microbiológico del esputo en el tratamiento de
cionar resultados. No obstante, el cultivo de la neumonía pro-bablemente es muy
esputo en medio adecuado para Legionella spp. limitado(30).
(BCYE-alfa) es recomendable en brotes epidé-
micos, independientemente del resultado obte- Hemocultivos
nido con otras técnicas de diagnóstico rápido (8), La sensibilidad de los hemocultivos en
porque permite la identificación y compara-ción pacientes con neumonía depende en gran
fenotípica y genotípica de cepas clínicas y medida de la gravedad del cuadro (35,36) y del
ambientales. El esputo inducido puede ser útil
tratamiento antibiótico previo recibido(37). A
en algunos casos(34), especialmente cuan-do se diferencia del esputo, los hemocultivos pue-
sospeche la presencia de M. tuberculosis den ser útiles para el aislamiento de patóge-
o Pneumocystis jiroveci(7). Como recomenda- nos aerobios y anaerobios, aunque más de la
mitad de los cultivos positivos corresponden

35
F. RODRÍGUEZ DE CASTRO ET AL. nella) tienen una sensibilidad muy baja pero
es altamente específico. Además, se pueden
a neumococos. No obstante, incluso en la neu- emplear distintas técnicas inmunológicas
monía de esta etiología, sólo la cuarta parte de para la detección de antígenos bacterianos,
los casos, a lo sumo, se asocia a bacteriemia (38). espe-cialmente del neumococo, en el líquido
Los hemocultivos positivos, además de iden- pleu-ral, lo que puede proporcionar algunos
tificar el agente causal con muy alta especifi- diag-nósticos adicionales a los obtenidos por
cidad, tienen un valor pronóstico. métodos rutinarios. También se deben
La práctica de hemocultivos en la NAC tri- realizar otras determinaciones como glucosa,
butaria de tratamiento ambulatorio no está jus- LDH, proteínas totales y pH que, previa
tificada por su escasa rentabilidad(35), y su rela- compara-ción con los niveles séricos
ción coste-eficacia en las neumonías que obtenidos simul-táneamente, permitirán
ingresan en el hospital es cuestionable (39,40). detectar la presencia de complicaciones.
Actualmente se recomienda la extracción de dos
hemocultivos seriados en los casos gra-ves (6- Detección de antígenos microbianos
8,36) Se pueden emplear diversas técnicas micro-
. Recientemente, y con objeto de racio-
biológicas para detectar la presencia de cier-tos
nalizar su empleo en la NAC, se ha propues-to
patógenos mediante la identificación de alguno
la obtención de hemocultivos en función del
de sus componentes en distintas mues-tras
riesgo de bacteriemia del paciente. Éste será
biológicas, fundamentalmente esputo, sue-ro,
bajo y, por tanto, no será preciso la extracción
de hemocultivos, en pacientes que hayan reci- orina y, como ya se ha mencionado, en líquido
bido tratamiento antibiótico durante la sema-na pleural. Los tests más frecuentemente utilizados
previa, y no tengan hepatopatía asociada, permiten la detección de S. pneu-moniae, L.
presión arterial sistólica <90 mm Hg, tem- pneumophila y virus respiratorios.
peratura < 35º C o ≥ 40º C, frecuencia car-diaca
≥ 125 lpm, BUN ≥ 30 mg/dl, sodio <130 Detección de antígenos en
mmol/L, ni recuento leucocitario inferior a muestras respiratorias
La inmunofluorescencia directa (IFD) fren-
5.000/mm3 o superior a 20.000/mm3. Si el
te a Legionella en esputo o en otras muestras
paciente no ha recibido antimicrobianos o pre-
respiratorias permite, en manos expertas y con
senta alguno de los signos o datos de labora-
equipos adecuados, la visualización directa del
torio señalados, el riesgo de bacteriemia es
patógeno en pocas horas y con una especifi-
moderado y bastaría con la obtención de una
muestra de hemocultivo. En el caso de que el cidad del 100%(25). Sin embargo, su sensibili-
paciente no haya recibido tratamiento anti- dad oscila entre un 30 y un 70% ya que para ser
biótico y, además, presente uno o más de los positiva, necesita un inóculo elevado y, por
datos señalados, su riesgo de bacteriemia es alto tanto, sólo suele ser útil en neumonías gra-
y será precisa la extracción de dos hemo- ves(43). Emplea anticuerpos serotipo-específi-
(41)
cultivos . cos, por lo que su rentabilidad también depen-
derá de la especie de Legionella de la que se
Estudio del líquido pleural trate y de los serotipos que se empleen.
La toracocentesis está indicada en todos los Recientemente se han desarrollado técni-cas
pacientes con neumonía y derrame pleu-ral de IFD para detectar células infectadas por C.
significativo, independientemente de la gra- pneumoniae en muestras respiratorias (espu-to,
vedad del cuadro clínico. La presencia de aspirado o lavado nasal, o exudado naso-
empiema inadvertido es uno de los factores faríngeo), utilizando anticuerpos monoclona-les
asociados a fallo terapéutico en las primeras 48- específicos de género y especie (44). Estas
(42)
72 horas del ingreso hospitalario . La tin-ción técnicas han mostrado una alta sensibilidad
de Gram y el cultivo del líquido pleural (para
bacterias aerobias, anaerobias y Legio-

36
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

pero baja especificidad (54-77%), por lo nóstica son la posibilidad de detectar antíge-
que se valora su potencial aplicación como nos durante varias semanas después del epi-
méto-do de cribado(45). El antígeno puede sodio (73% a la semana)(52,55), el retraso de
persistir durante meses tras la infección hasta una semana en la aparición de los antí-
aguda, lo que dificulta notablemente la genos en algunos casos y la descripción de
interpretación de los resultados. falsos positivos en niños menores de cinco
Para la detección de antígenos virales años, –portadores frecuentes de neumococos
(influenza, parainfluenza, adenovirus y virus en la nasofaringe(57)–; en broncópatas cróni-
respiratorio sincitial) se han desarrollado téc- cos colonizados(58), en sujetos infectados por
nicas de IFD, enzimoinmunoanálisis (EIA) o otros estreptococos, e incluso tras la vacuna-
inmunocromatografía (ICT), con las que se
ción antineumocócica(59). La recomendación
observa una gran sensibilidad en el aspirado
actual es que se realice la determinación de
nasofaríngeo. Estas dos últimas técnicas son las
antígeno neumocócico en orinas no concen-
más utilizadas, su ejecución es fácil y rápi-da y tradas, al menos, en los pacientes con neu-
su sensibilidad oscila entre un 70 y un monía que ingresa en el hospital y, preferi-
90%(46,47). Dada la cada vez más reconocida blemente, junto con la tinción de Gram de
importancia de los virus como agentes etioló- esputo(60).
gicos de la neumonía(48) y el desarrollo de nue- Aproximadamente el 80% de los pacien-tes
vos fármacos antivirales, se ha recomendado la con infección por L. pneumophila excreta
realización de estas técnicas diagnósticas en antígeno por la orina en algún momento evo-
casos de neumonías graves(6,8). lutivo de la enfermedad. La primera prueba de
detección de antígeno urinario fue des-crita en
Detección de antígenos en orina 1979(61). Desde entonces, numerosos autores
Desde 1917 en que fue realizada por pri- han confirmado su utilidad para el diagnóstico
mera vez(49), se han desarrollado diferentes de la neumonía por este patóge-no(62). Los
técnicas de aglutinación de látex, contrain- antígenos detectados son el lipo-polisacárido y
munoelectroforesis (CIF) y EIA para la detec- un epítopo común del lipopo-lisacárido de L.
ción de antígeno neumocócico, con resulta- pneumophila serogrupo 1. Las especies no
dos variables(50). Recientemente se ha pneumophila tienen un patrón característico de
comercializado un nuevo método de ICT de lipopolisacárido que no es revelado por las
membrana que, en sólo 15 minutos y de for- técnicas diagnósticas habi-tuales que detectan,
ma sencilla, permite la detección en orina del fundamentalmente, el serogrupo 1 de L.
polisacárido C de la pared del neumococo pneumophila. Aunque éste es el más frecuente,
(específico de especie)(51). Esta prueba tiene existen otros serogrupos y especies capaces de
una gran especificidad (97-100%)(52 - 55), pero ocasionar neumonía(63), lo que afecta a la
su sensibilidad no está plenamente estable- rentabilidad de estas prue-bas diagnósticas.
cida, oscilando entre un 57 y un 87%, aun- Hasta ahora, las nuevas prue-bas para detectar
que es algo mayor en enfermedad invasi- otras especies y serogrupos no han obtenido el
va(52,54). La determinación del antígeno en éxito esperado. Inicial-mente se emplearon
orinas concentradas aumenta su sensibilidad, técnicas de radioinmu-noanálisis (RIA) y EIA
si bien este punto es controvertido (54) y pare- que no estaban al alcan-ce de la mayoría de los
ce que la moderada pérdida de sensibilidad al laboratorios de microbiología. Sin embargo, en
usar orina directa (66%) se puede com-pensar la actualidad, se han comercializado diversos
por la mayor simplicidad y rapidez de la métodos, inclu-yendo una ICT, similar a la del
técnica, que mantiene una especificidad neumococo, que requiere menos equipamiento
prácticamente del 100%(56). Los inconve- que los EIA y que se realiza de una forma
nientes fundamentales de esta prueba diag- sencilla y rápi-

37
F. RODRÍGUEZ DE CASTRO ET AL. pneumophila. Sin embargo, en la práctica clí-
nica, los tests serológicos tienen un valor limi-
da (15 minutos)(64). Todos estos métodos diag- tado porque para poder incriminar a un micro-
nósticos tienen una gran especificidad (98- organismo como el agente etiológico de la
100%), aunque con sensibilidad variable (50- neumonía, se requiere un incremento de al
menos cuatro veces de los títulos de anticuer-
90%)(62), que depende fundamentalmente de las
pos específicos entre la fase aguda y la con-
características clínicas del paciente; del
valeciente (a las 4-9 semanas) de la enferme-
momento en que se realiza la determinación; de
dad(7,67). A pesar de todo, el comienzo insidioso
la utilización o no de orina concentrada, en el
caso de la técnica de ICT; y de la preva-lencia y la lenta progresión de los síntomas en muchas
de L. pneumophila serogrupo 1. El antí-geno neumonías con estas etiologías, per-mite la
urinario aparece muy temprano en el curso de la detección de un título elevado de anti-cuerpos
enfermedad, pero puede persistir varias semanas en el momento del ingreso o a los pocos días
–sobre todo en pacientes inmunodeprimidos–, e del mismo(8). En ocasiones, un títu-lo elevado
incluso ser detectable hasta un año después de la de anticuerpos IgM específicos en presencia de
infección(65). Tam-bién se ha publicado enfermedad neumónica aguda puede tener
reactividad cruzada con otras bacterias que utilidad diagnóstica, como suce-de en el caso de
provocan infección bron-quial en pacientes con M. pneumoniae. Lamentable-mente, esta
respuesta IgM se produce funda-mentalmente
bronquitis crónica(66). Actualmente, la detección
en la primoinfección, por lo que es de escasa
de antígeno de Legionella en orina mediante
utilidad en las reinfecciones de la población
ICT se ha con-vertido en el método de
adulta. Además, es necesario inter-pretar con
referencia para el diagnóstico precoz de la
cierta cautela este test por la per-sistencia de la
legionelosis, siendo fundamental, en este caso,
IgM en el suero hasta seis meses tras la
la concentración y el tratamiento térmico de la
primoinfección(67). La técnica clásica-mente
orina para obte-ner una sensibilidad adecuada, a
pesar de las 2-3 horas que puede requerir este utilizada para el diagnóstico de infec-ción por
proceso. Se recomienda su utilización en los M. pneumoniae es la fijación de com-plemento.
episodios de neumonía grave; cuando ha El título de anticuerpos IgG empieza a
fracasado el tra-tamiento con betalactámicos; en incrementarse en la primera semana de la
pacientes hospitalizados sin orientación infección, su pico se alcanza en 3-4 semanas y,
diagnóstica ini-cial tras la tinción de Gram de posteriormente, permanece estable duran-te
esputo y/o anti-genuria de neumococo; y en varios meses antes de comenzar gradual-mente
todos los casos de NAC que coincidan con la a declinar hasta ser indetectable a los 2-3 años.
sospecha de un brote comunitario epidémico de Las crioaglutininas pueden estar ele-vadas en
legionelosis. En cualquier caso, el cultivo sigue diversas infecciones, pero títulos igua-les o
siendo nece-sario para el diagnóstico de otros superiores a 1:64 también son altamen-te
serogrupos de L. pneumophila y de otras sugestivos de infección por M. pneumoniae, lo
especies de Legio-nella, así como para su que se puede observar en un 50-60% de los
tipificación molecular, imprescindible en la pacientes con neumonía por este microorga-

investigación de brotes epidémicos(8). nismo(67). Recientemente se han desarrollado


técnicas de EIA para la determinación rápida de
IgA, que permiten detectar niveles bajos de
Estudios serológicos anticuerpos en la primera semana(68).
La medición serológica de una respuesta de La microinmunofluorescencia (MIF) es la
anticuerpos específica tiene interés porque prueba serológica de elección para el diagnós-tico
puede identificar patógenos que a menudo son de la infección por C. pneumoniae. La mayo-ría de
difíciles de aislar en cultivos rutinarios, como las infecciones en el adulto son reinfec-
los virus, M. pneumoniae, C. pneumoniae,
Chlamydophila psittaci, Coxiella burnetii, y L.

38
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

ciones, lo que genera una respuesta débil o o en ausencia de respuesta a


ausente de anticuerpos y dificultades en la inter- betalactámicos pero, debido al retraso en la
pretación de los resultados. Se han descrito fal- información que proporcionan y a que en
sos negativos por respuesta inmune pobre, por más del 20% de los casos no se produce
tratamiento antibiótico adecuado precoz, o por una seroconversión, estos estudios no son
la existencia de factor reumatoide, por lo que la útiles en el manejo inicial de la neumonía.
ausencia de anticuerpos, incluso varias sema-
nas después de la neumonía, no excluye total- Técnicas de biología molecular
mente el diagnóstico. Un título de IgM ≥ 1/16 La detección de ácidos nucleicos microbia-nos
se considera diagnóstico(7) pero, al contrario de es el más moderno abordaje en el diagnós-tico de
lo que sucede con M. pneumoniae, no suele ser las infecciones del tracto respiratorio infe-rior. Las
de utilidad en la fase inicial de la enfermedad técnicas de amplificación de ácidos nucleicos,
porque en la primoinfección la IgM puede tar- tales como la reacción en cadena de la polimerasa
dar 3-4 semanas en aparecer. En general se con- (PCR), están siendo activamente estudiadas en los
sidera altamente sospechoso de infección últimos años y, en la actuali-dad, suponen una
reciente un título de IgG ≥ 1/512 o un incre- herramienta muy útil para el diagnóstico
mento en sueros pareados de cuatro veces el etiológico de numerosas infeccio-nes y para el
título inicial de IgM o IgG(67). control de muchas de ellas, como es el caso de la
El test de inmunofluorescencia indirecta (IFA) determinación de la carga viral en infecciones por
es el habitualmente utilizado para la detec-ción de el virus de la inmunodefi-ciencia humana y de la
anticuerpos frente a L. pneumophila. Tiene una hepatitis C(69).
gran especificidad para serogrupo 1 (para otros Estas técnicas se basan en la preparación de
serogrupos y especies hay mayor reactividad iniciadores o cebadores (primers) muy espe-
cruzada y el procedimiento no está estandarizado), cíficos, es decir, capaces de identificar secuen-
pero sólo es positivo en 3 de cada 4 pacientes con cias de ADN únicas del microorganismo a estu-
legionelosis demostrada por cultivo. Aunque el diar, y que no están presentes ni en otros
tiempo medio de sero-conversión es de 2 semanas, microorganismos ni en el genoma del hués-
éste es muy varia-ble y en la cuarta parte de los
ped(67). Al contrario de lo que sucede con los
pacientes pue-de superar los dos meses. Por tanto,
métodos de diagnostico microbiológico clási-
muchos casos de infección pueden no detectarse si
cos, los resultados obtenidos por estas técni-cas
las muestras de convalecencia se toman prema-
no se afectan por la administración pre-via de
turamente, lo que explica la baja rentabilidad de la
antimicrobianos o por la presencia de otros
serología observada en algunos estu-dios (63). Se ha
patógenos, y tampoco dependen de la respuesta
propuesto que un título aislado defensiva del huésped. Otras de sus
características son: la precocidad (pueden
≥ 1/256 en la fase aguda es criterio de diag- obtener resultados positivos en fases muy tem-
nóstico de presunción, aunque parece un dato pranas de la infección), la rapidez (aportando
poco valorable fuera de situaciones de epide- diagnósticos en menos de una hora, en algu-nos
mia, y sólo se ha encontrado en el 30% de los
casos), y una extraordinaria sensibilidad (que
pacientes durante la fase aguda(67). La especi- les permite detectar cantidades ínfimas de
ficidad también es cuestionable y se han des- material genético del patógeno problema). No
crito falsos positivos con infecciones debidas se precisa la viabilidad del microorganis-mo
a otras bacterias(8). La respuesta IgM se pro- para obtener resultados positivos, aunque se
duce de forma prácticamente simultánea a la están desarrollando métodos que suponen la
de la IgG(67). amplificación de RNA, cuya positividad indi-
En definitiva, los estudios serológicos son caría la presencia de patógeno viable. Son téc-
útiles desde el punto de vista epidemiológico nicas cada vez más mecanizadas que permi-

39
F. RODRÍGUEZ DE CASTRO ET AL. Técnicas invasivas
Sólo están indicadas en las neumonías más
ten la detección, mediante PCR múltiple, de graves, de curso fulminante o que no responden
genomas de varios microorganismos respira- al tratamiento antibiótico empírico inicial(6-8).
torios en una sola prueba; también es posible
analizar diferencias en las secuencias de DNA Aspiración transtraqueal
ligadas a la susceptibilidad a antimicrobianos, La aspiración transtraqueal se desarrolló
por lo que estas técnicas permitirían, no sólo como un procedimiento para obtener mues-tras
determinar qué organismo es el responsable de de las vías aéreas inferiores evitando la
la neumonía, sino también su susceptibi-lidad contaminación por la flora orofaríngea. Con-
antimicrobiana de una forma muy rápi-da; y, siste en la introducción, a través de la mem-
finalmente, son técnicas accesibles para la brana cricotiroidea, de una aguja que servirá de
mayor parte de los laboratorios de micro- guía para introducir un catéter de polieti-leno, a
biología(69). La gran sensibilidad del test pue-de través del cual se aspirarán secrecio-nes
acarrear problemas de especificidad por-que: respiratorias. Tiene una sensibilidad acep-table
puede detectar genoma de patógenos (44-95%), especialmente para bacterias
potenciales colonizantes (neumococo, pe); de anaerobias o microaerófilas, y su especificidad
patógenos obligados que persisten en la vía oscila entre un 68 y un 100%. Esta especifici-
aérea o en los tejidos durante un período de dad puede disminuir considerablemente en
tiempo después de la infección (C. pneumo- pacientes con una mayor tendencia a sufrir
niae, M. pneumoniae, M. tuberculosis, citome- colonización de la vía aérea, como aquellos con
galovirus, pe); y la muestra se puede conta- bronquitis crónica o con bronquiectasias. En un
minar, de forma relativamente fácil, en el 3-5% de los casos puede haber com-plicaciones
laboratorio(67,69). Por todo ello, se requiere el serias y, obviamente, no se puede realizar en
empleo de controles de amplificación ade- pacientes intubados, con bocio o cifosis cervical
cuados, un cuidado exquisito para evitar la marcada. Tampoco es reco-mendable en casos
contaminación (real-time PCR), el desarrollo de de hipoxemia grave, diá-tesis hemorrágica
protocolos estandarizados, como los publi-cados significativa, tos incontro-lable y cuando el
recientemente para C. pneumoniae(70), y el paciente no colabora. En general, después de
empleo de secuencias para la amplifica-ción con alcanzar una cierta popu-laridad, el interés en
especificidad comprobada. Los resul-tados esta técnica diagnóstica ha desaparecido en la
también pueden mejorarse potencial-mente última década(71).
mediante técnicas de cuantificación o
empleando muestras no respiratorias (orina o Punción aspirativa
suero)(69). transtorácica con aguja fina
En general, estas pruebas añaden poco a La punción transtorácica para el diagnós-
las actualmente existentes para el diagnóstico tico de la neumonía se describió por primera
de la neumonía neumocócica, y son incapa- vez en 1883(71). Su uso ha estado restringido
ces de diferenciar entre colonización e infec- durante décadas a la investigación etiológica de
ción cuando se emplean muestras respirato- la neumonía en pacientes inmunodepri-midos.
rias. Es obvio que el mayor rendimiento de Sin embargo, en los últimos años ha resurgido
estas técnicas puede conseguirse en el diag- el interés por este procedimiento diagnóstico. El
nóstico de patógenos que no colonizan habi- tipo de aguja, el lugar de la pun-ción y la
tualmente la vía aérea, como M. pneumoniae, profundidad de la misma, se selec-cionan según
L. pneumophila, o virus respiratorios, que han los hallazgos radiológicos y, en general, el
sido los más extensamente estudiados hasta el control fluoroscópico no suele ser necesario (71).
momento. Sin embargo,en la actualidad, el En la NAC, el cultivo del aspira-
papel de estas técnicas se limita al diagnósti-
co de la tuberculosis.

40
MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

do permite establecer el diagnóstico etiológi-co aquellos casos con infiltrados radiológicos


en un 33-80% de los casos, según el pacien-te loca-lizados o en situaciones de grave deterioro
haya recibido o no tratamiento antibióti-co. La del intercambio gaseoso. El muestreo que se
sensibilidad aumenta si la muestra se procesa rea-liza con esta técnica es muy limitado y sería
para la detección de antígenos y áci-dos razonable pensar que, si utilizamos procedi-
nucleicos microbianos. La especificidad de esta mientos que recojan secreciones respiratorias
muestra es muy elevada dado que, en ella, los de un territorio pulmonar más amplio, podría
patógenos facultativos no pueden actuar como mejorarse la eficacia diagnóstica.
colonizadores. Sus complicacio-nes más
frecuentes son el neumotórax (10%) Lavado brocoalveolar
y la hemorragia (1-5%), y no se recomienda El LBA explora una porción de parénqui-
su uso en pacientes ventilados, con enfisema ma pulmonar mayor que el CT, es más bara-to
bulloso o con poca reserva ventilatoria, con y permite, además, la determinación rápi-da de
trastornos de la coagulación o que no cola- la presencia de organismos intracelulares, lo
boren. Actualmente, esta técnica puede estar que puede ser de gran ayuda para seleccio-nar
indicada en la neumonía abcesificada o que la antibioterapia empírica inicial antes de
no responde al tratamiento. disponer de los resultados del cultivo (76). El
pro-cedimiento no está estandarizado y
Técnicas broncoscópicas tampoco está establecida la cantidad de líquido
que se debe instilar aunque, probablemente,
Broncoaspirado ésta no debe ser inferior a 140 mL si se quieren
El broncoaspirado obtenido mediante el reco-ger secreciones pulmonares periféricas. El
broncoscopio flexible puede cultivarse cuanti- volu-men de secreciones respiratorias
tativamente, mostrando, con un umbral ≥ 106 recuperadas se estima en algo más de 1 mL
ufc/mL, una sensibilidad media de 76 ± 9%, y diluido en el líquido que se aspira, lo que viene
a suponer un factor de dilución de 1/10-1/100,
con una especificidad de 75 ± 28%(72).
estable-ciéndose un umbral diagnóstico de 104
Catéter telescopado ufc/mL de al menos uno de los
Una de las técnicas diagnósticas más popu- microorganismos ais-lados en el cultivo. Sin
lares y que más literatura ha generado en las embargo, la carga bac-teriana debe interpretarse
últimas décadas es el cepillo telescopado pro- en el contexto clí-nico específico de cada
tegido o catéter telescopado (CT). Un creci- paciente(74). La sensibilidad del LBA varía
miento en el cultivo cuantitativo, igual o supe- según los estudios entre un 22 y un 100% y su
rior a 103 ufc/mL de la dilución de secreciones especificidad osci-la entre un 45 y un 100%(77).
respiratorias obtenidas mediante el CT, es el En nuestra expe-riencia, con un umbral
umbral clásicamente aceptado para establecer el diagnóstico de 105 ufc/mL, la sensibilidad del
diagnóstico de neumonía cuando se emplea esta LBA es del 76% y su especificidad, del
técnica. Al igual que el lavado broncoal-veolar
100%(78). Como en el caso del CT, hay algunos
(LBA), esta técnica se ha empleado fun-
factores que influyen en los resultados
damentalmente en el diagnóstico de la neu-
obtenidos con este procedi-miento. Así, existen
monía asociada a la ventilación mecánica
poblaciones especiales de pacientes en los que
(NVM), con una sensibilidad que oscila entre un
coexisten recuentos bac-terianos relativamente
33% y un 100% y una especificidad de un 50-
altos en las vías respi-ratorias sin una reacción
100%(73, 74). En nuestra experiencia, la sen- inflamatoria progre-siva asociada, como es el
sibilidad del CT es, como mínimo, del 69% y su caso de los pacientes con bronquitis crónica.
especificidad, de al menos el 82% (75). Es un Por otra parte, también ha de considerarse el
método seguro y su principal indicación es en momento evolutivo del cuadro clínico; la
reproducibilidad de las téc-

41
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o modificación reciente(74). En general es 5. Metaly JP, Kapoor WN, Fine MJ. Does this
un procedimiento bien tolerado y su patient have community-acquired pneumonia?
principal indicación es en pacientes con Diag-nosing pneumonia by history and physical
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infiltrados difu-sos, de evolución tórpida o
cuando se sospe-cha la presencia de 6. Niederman MS, Mandell LA, Anzueto A, Bass
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LBA, se pueden realizar sin necesidad de bron- 7. Mandell LA, Bartlett JG, Dowell SF, File TM,
coscopio y con resultados concordantes con los Jr., Musher DM, Whitney C. Update of Practice
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obtenidos con procedimientos endoscópi-cos(79).
Acquired Pneumonia in Immunocompe-tent
Las técnicas no broncoscópicas o ciegas se usan Adults. Clin Infect Dis 2003; 37: 1405-33.
sobre todo en pacientes ventilados por-que el 8. MacFarlane J, Bosswell T, Douglas G, Finch
tubo endotraqueal permite un fácil acce-so a las R, Holmes W, Honeybourne D, et al. BTS
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menos invasivos que no precisan de personal Community Acquired Pneumonia in Adults.
específicamente entrenado para su realización, Thorax 2001; 56 (Suppl 4): 1iv-64iv.
lo que las convierte automática-mente en 9. Syrjälä H, Broas M, Suramo I, Ojala A, Lähde
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métodos diagnósticos más baratos. Además,
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tienen menos riesgo y se pueden emplear en monia. Clin Infect Dis 1998; 27: 358-63.
pacientes intubados con tubos de calibre 10. Albaum MN, Hill LC, Murphy M, LiYH,
reducido. No obstante, las técnicas bron- Fuhr-man CR, Britton CA, et al.
coscópicas permiten la visualización del árbol Interobserver relia-bility of the chest
traqueobronquial, lo que puede resultar útil des- radiograph in community-acquired
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de el punto de vista diagnóstico (80).
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para pacientes muy graves en los que la Mildenberger P, Thelen M. Eearly detection of
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MÉTODOS DIAGNÓSTICOS EN LAS NEUMONÍAS : TÉCNICAS NO INVASIVAS. TÉCNICAS INVASIVAS

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45
STREPTOCCOCUS PNEUMONIAE.
SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS
RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS
Olga Rajas Naranjo

RESUMEN INTRODUCCIÓN
Desde hace años, la resistencia de S. pneu- La neumonía adquirida en la comunidad
moniae a los antibióticos habitualmente emple- (NAC) sigue siendo, aun en pleno siglo XXI, la
ados en el tratamiento de la neumonía adqui- causa más frecuente de muerte de etiología
rida en la comunidad (NAC), es un hecho infecciosa en los países desarrollados. Es una
común de distribución mundial, y nuestro país enfermedad de gran relevancia, no sólo por
figura entre los de mayor incidencia. Los fac- suponer un problema diagnóstico, sino tam-
tores relacionados con la resistencia antibióti-ca, bién en lo que concierne a su manejo tera-
la mortalidad y la elección del antibiótico péutico; asimismo, la importante morbimor-
adecuado en las neumonías neumocócicas con- talidad que genera hace que esta entidad clínica
tinúan siendo, aún hoy en día, objeto de con- constituya un problema sanitario grave.
troversia y debate. Al no ser una enfermedad de declaración
En los últimos años hay una mayor inquie- obligatoria, los datos respecto a su inciden-cia
tud por conocer hasta qué punto la resistencia se basan en estimaciones aproximadas. Los
antimicrobiana puede llegar a influir en la mor- estudios más relevantes en nuestro país aportan
bi-mortalidad de estos cuadros. Hasta el datos de incidencia acumulada en tor-no a 1,6-
momento, datos de diferentes estudios abo-can a 2,3/1.000 habitantes(1-3) lo que supo-ne un total
pensar que pueden existir evidencias de que la de 53.000 hospitalizaciones al año, con un
probabilidad de fracaso terapéutico no aumenta coste de 115 millones de euros. En otros países
en aquellas neumonías producidas por cepas de europeos, como Finlandia(4), las cifras se sitúan
neumococo con CMI de hasta 1 µg/ml para en 14/1.000 habitantes entre los suje-tos
penicilina; en el caso de aislados con CMI de 2- mayores de 65 años. En Estados Unidos se
4 µg/ml, algunos resultados sugie-ren que no diagnostican un total de 4 millones de episo-
existe un aumento en la tasa de fracaso dios anuales, que determinan de 485.000 a
terapéutico, mientras que otros orien-tan hacia 1.000.000 de hospitalizaciones y un coste total
un aumento en la mortalidad o en la incidencia de 5.000 millones de dólares(5).
de complicaciones. Streptococcus pneumoniae es el responsa-
No obstante, la discusión permanece ble de aproximadamente el 30-40% de las neu-
abier-ta, pues en pocos estudios se han tenido monías con documentación microbiológica(6).
en cuenta importantes condiciones a la hora Algunos trabajos indican que el neumococo
de valorar la evolución y la mortalidad final, está infradiagnosticado y que también es res-
como son, por una parte, la gravedad de ponsable de cerca de un tercio de las NAC que
presenta-ción de la neumonía y, por otra, la quedan sin un diagnóstico etiológico(7). La mor-
concor-dancia entre el antibiótico empírico talidad de la infección neumocócica oscila entre
elegido y la susceptibilidad de la cepa el 1-50% y, en el caso de la neumonía neu-
neumocócica causante de la infección. mocócica bacteriémica (10-30%), sigue pro-

47
O. RAJAS NARANJO lo que condiciona su virulencia (a excepción de
las cepas no capsuladas). Hasta el momento y
duciendo una mortalidad cercana al 15-20% en función de las diferencias antigénicas en sus
de forma global y del 30-40%, concretamen- polisacáridos capsulares, se han identificado
te en ancianos(8). En conclusión, hoy por hoy, más de 90 serotipos de neumococo. Se consi-
la neumonía neumocócica es responsable de dera que la cápsula es el determinante funda-
más de un millón de muertes al año en todo el mental de la patogenicidad de los neumococos,
mundo, lo que implica que cualquier difi- siendo muy raras en pacientes inmunocompe-
cultad que surja en su tratamiento supone un tentes las infecciones por cepas no capsula-
problema de salud pública de primer orden. das(12). La resistencia a la penicilina parece vin-
El tratamiento antibiótico a administrar a cularse de forma especial a los serotipos 6, 9,
un paciente con NAC se establece de forma 14, 19 y 23(13).
empírica y, a la hora de pautarlo, debemos
tener presentes los siguientes factores: la gra- EVOLUCIÓN DE LAS RESISTENCIAS
vedad de los síntomas, la etiología más pro- NEUMOCÓCICAS. RECUERDO HISTÓRICO
bable y, por último, la prevalencia de las Desde su descubrimiento, el neumoco-co
resis-tencias de los microorganismos más ha sido un germen que ha despertado gran
frecuentes en nuestra área geográfica(9). interés y, al poco tiempo de su aislamiento,
Es bien conocido el problema que plantea la ya se le relacionó con enfermedades como la
resistencia de los principales microorganis-mos meningitis, otitis media y, por supuesto, la
respiratorios ante los antibióticos, no sólo en neumonía, siendo aún hoy en día la etiología
nuestro país, sino en todo el mundo. En España, más frecuente de dichas entidades clínicas en
y según los últimos estudios publica-dos, se prácticamente casi todos los grupos de edad.
mantienen unos niveles de resistencia a
penicilina por parte del S. pneumoniae, entre el Pocos años después de la introducción de la
35 y 50%, con disminución de las resis-tencias penicilina en el tratamiento de las enfer-medades
de alto nivel, y una resistencia a macró-lidos infecciosas, se observó resistencia in vitro a la
entre el 25 y 40%(10,11). misma y, en 1943, se demostró en un modelo
animal. Sin embargo, la resisten-cia clínica a este
CARACTERÍSTICAS antibiótico no fue descrita hasta 22 años más tarde,
MICROBIOLÓGICAS DE S. momento en que unos investigadores
PNEUMONIAE norteamericanos consi-guen aislar las dos primeras
S. pneumoniae es un patógeno bacteriano cepas de origen clínico con resistencia moderada a
extracelular típico, coco Gram-positivo, aerobio- la penicili-na. Dos años después, se documenta en
anaerobio facultativo, inmóvil y no formador de Aus-tralia el primer aislamiento de neumococo en
esporas, que se dispone típicamente agru-pado en una muestra de esputo con significación clí-nica y
parejas o cadenas cortas en un medio líquido. En concentración inhibitoria mínima (CMI) de
placas agar-sangre forma colonias lisas, brillantes penicilina de 0,6 µg/ml en un paciente con
y umbilicadas, rodeadas por un halo verde de hipogammaglobulinemia. En el año 1974 se
hemólisis alfa (produce alfa hemo-lisina, que describe en Estados Unidos el primer caso clí-nico
degrada la hemoglobina). Su pared celular está de meningitis por una cepa con CMI de 0,25 µg/ml
compuesta por el peptidoglicano y ácidos en un paciente con anemia de célu-las falciformes.
teicoicos; además, posee una cápsula externa Ya en esas fechas, las cifras de incidencia de
formada por unidades repetidas de poli-sacáridos resistencia moderada a la peni-cilina de S.
complejos de elevado peso molecu-lar, que se pneumoniae en Nueva Guinea y Aus-tralia
sintetizan en el citoplasma, se poli-merizan por alcanzaban el 12%. Entre los años 1977-
acción de transferasas de la membrana celular y
permanecen anclados a la pared, formando así una
cubierta externa mucoi-de que recubre toda la
célula. Dicha cápsula es

48
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

80 se produce la verdadera explosión de la in vitro, en el laboratorio. Es importante recor-dar


resistencia a la penicilina y es en Sudáfrica que los puntos de corte de la CMI pro-puestos por
donde se comunica el aislamiento de cepas de el National Committee for Clinical Laboratory
neumococo con alto nivel de resistencia (CMI Standard (NCCLS)(16) para conside-rar un
4-8 µg/ml), obtenidas de pacientes con menin- neumococo sensible, se seleccionaron según unos
gitis, bacteriemia, neumonía y empiema. No criterios determinados, teniendo en cuenta los
pasaría mucho tiempo hasta constatar la resis- cuadros clínicos más graves y de más difícil
tencia a otras familias de antibióticos (macró- tratamiento, como son las menin-gitis
lidos, tetraciclinas, cloranfenicol...) como mar- neumocócicas. Dichos valores posterior-mente se
cador acompañante de la resistencia a penicilina considerarían como referencia para cualquier
en, al menos, el 10% de los casos. A partir de localización de la infección. Así, se clasificó al S.
entonces la resistencia a la peni-cilina y la pneumoniae según la CMI de la penicilina como
resistencia múltiple son caracterís-ticas del S. sensible (CMI < 0,06 µg/ml), de sensibilidad
pneumoniae en muchos países de los cinco intermedia (CMI 0,1-1 µg/ml) y resistente (CMI ≥
continentes(14). 2 µg/ml).
La resistencia antimicrobiana se correla-
ciona con serotipos específicos en el neumo- Concepto clínico
coco. Mas del 80% de los aislados resistentes se Por el contrario, el concepto clínico de
clasifican dentro de 6 serotipos (6A, 6B, 9V, 14, resis-tencia alude, de una forma más específica,
19F, 23F). Todos ellos están asociados con a la localización de la infección y a los niveles
infecciones en humanos y están representa-dos de antibiótico alcanzados tanto a nivel tisular
en la vacuna neumocócica disponible como sérico, por lo que la CMI tiene un sig-
actualmente. Los serotipos 1,3,4,5,7,11,15 y 18 nificado completamente diferente dependiendo
de la infección que se está tratando. Ya se ha
raramente portan genes de resistencia(12,15).
comentado que las definiciones de la NCCLS
CONCEPTOS MICROBIOLÓGICO Y están basadas en los niveles de antibiótico
CLÍNICO DE RESISTENCIA ANTIBIÓTICA alcanzados en el líquido cefalorraquídeo en
casos de meningitis neumocócicas; en la
Las resistencias microbianas generan mucha
meningitis, los niveles de penicilina obtenidos
confusión a la hora de elegir el trata-miento
en el LCR son muy cercanos o menores que la
antibiótico empírico ante una neumo-nía. El
CMI de cepas con resistencia intermedia o ele-
término resistencia, en sentido estric-to, se
vada y es ésa, precisamente, la causa de los
refiere al comportamiento in vitro de un
determinado antibiótico frente a un germen fracasos terapéuticos(18). En las neumonías
pero, además, conviene tener en cuenta al neumocócicas el enfoque es distinto, los nive-
les de antibiótico alcanzados en el suero y en
interpretar las concentraciones mínimas inhi-
tejido pulmonar superan las CMI del microor-
bitorias (CMI), que también hay que valorar las
ganismo al no existir una barrera anatómica que
propiedades farmacocinéticas y farmacodiná-
delimite el foco infeccioso; además, la lle-gada
micas del antibiótico elegido, así como el lugar
del antibiótico al foco infeccioso puede estar
concreto en el que debe actuar, el sitio don-de se
más relacionada con factores farmaco-cinéticos
produce la infección. En este sentido, es
y farmacodinámicos(19). De este modo, una
fundamental tener presente la diferencia que
existe entre los conceptos microbiológico y clí- cepa con sensibilidad disminuida al
antimicrobiano, se comportaría como un
nico de resistencia.
microorganismo sensible cuando produce una
neumonía, pero probablemente eso no sea así
Concepto microbiológico
El nivel de resistencia es un concepto micro- cuando origine una meningitis(20) o una otitis
biológico relacionado con la CMI de la bacteria media, donde están descritos fracasos tera-

49
O. RAJAS NARANJO

TABLA 1. Modificaciones de las definiciones de susceptibilidad antibiótica del


neumococo en las neumonías (NCCLS)(16)
Año 1999 Año 2000 Año 2002
S I R S I R S I R
Penicilina ≥ 0,06 0,12-1 ≥2 ≥ 0,06 0,12-1 ≥2 ≥ 0,06 0,12-1 ≥2
Amoxicilina ≥ 0,5 1 ≥2 <2 4 ≥8 <2 4 ≥8
Cefotaxima/ceftriaxona ≥ 0,5 1 ≥2 ≥ 0,5 1 ≥2 ≥1 2 ≥4
Cefuroxima sódica ≥ 0,5 1 ≥2 ≥ 0,5 1 ≥2 ≥ 0,5 1 ≥2
Cefuroxima axetilo ≥1 2 ≥4 ≥1 2 ≥ 4

(S: Sensible; I: Intermedio; R: Resistente).


Los valores numéricos de la tabla se refieren a las concentraciones mínimas inhibitorias (CMI), expresados en
µg/ml. Definen los estándares de susceptibilidad, resistencia intermedia y resistencia de alto nivel según las
recomenda-ciones establecidas para cada año concreto por la NCCLS (National Committee for Clinical
Laboratory Standars) para la neumonía por Streptococcus pneumoniae(16).
Las cifras marcadas con diferente color muestran los cambios para la amoxicilina efectuados en el año 2000, y
los cambios para cefalosporinas de 3ª generación en el año 2002.

péuticos cuando el cuadro está producido no se puede asociar automáticamente a fra-


por cepas no sensibles(17). caso clínico y, además, los puntos de corte
En las diferentes recomendaciones que la (CMI) para cada antibiótico deben usarse
NCCLS ha realizado en los últimos años(16) y, den-tro de un amplio concepto.
en virtud a lo previamente expuesto, se han
modificado los puntos de corte de las CMI RESISTENCIAS BACTERIANAS.
para cefalosporinas de 3ª generación, según la GENERALIDADES
infec-ción sea o no meníngea (manteniendo A lo largo de las últimas décadas, las bac-
los anti-guos baremos para las meningitis), y terias han mostrado su casi ilimitada capaci-dad
en la mis-ma línea también se modificaron para adaptarse a diferentes circunstancias,
los de la amoxicilina (asumiendo que no debe concretamente a la presión ecológica provo-
utilizar-se en la infección meníngea). La cada por los diferentes antimicrobianos. Fle-
NCCLS no ha cambiado los rangos para la ming ya observó que determinadas bacterias,
penicilina aunque ésta ha sido una propuesta como Haemophilus influenzae, eran resistentes
de los expertos(17) (Tabla 1). de forma natural a la penicilina. Tras la intro-
Se ha comprobado, en el caso de la neu- ducción de las sulfamidas en 1935 y con su
monía neumocócica, que no existe una bue- posterior difusión durante la Segunda Guerra
na correlación entre el fracaso terapéutico y Mundial, se comprobó que había bacterias que
ésta categorización de susceptibilidad anti- eran resistentes a su acción desde el inicio y que
biótica a la penicilina(17). Así, las infecciones otras que mostraban sensibilidad inicial-mente,
neumocócicas (excepto las meníngeas) y en después del contacto con el fármaco, se volvían
los niveles actuales de resistencia a penicili- resistentes(21,22). En esos momen-tos ya se
na/cefalosporinas, van a responder al trata- comprobó la estrecha relación entre la
miento con dichos antibióticos. El concepto utilización de los antibióticos a dosis bajas y la
de disminución de la sensibilidad antibiótica aparición posterior de resistencias. Por enton-

50
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

ces describieron tales hechos Fleming, en rela- dichos antibióticos(26), las PBP’s (Penicillin
ción con la resistencia de S. pneumoniae a las Bin-ding Proteins), que poseen una importancia
sulfamidas y, posteriormente, Chain, con la apa- fisiológica esencial como enzimas implicadas
rición de resistencias a la penicilina(23,24). en la biosíntesis de la pared celular bacteria-na.
Si nos centramos en el neumococo, este Las alteraciones en la estructura de una o varias
microorganismo ha desarrollado distintos PBP’s determinan una pérdida de afi-nidad por
mecanismos de resistencia frente a diversas la penicilina en grado variable, que podríamos
familias de antibióticos; la más destacable denominar “resistencia relativa”, pues
por su relevancia en la práctica clínica es la aumentos de la dosis de antibiótico pue-den
resis-tencia frente a β-lactámicos (penicilina incrementar la capacidad de fijación de la
y deri-vados, y cefalosporinas) y a penicilina a dichas enzimas capsulares e inhi-
macrólidos, que han sido habitualmente los bir parcial o totalmente el crecimiento bacte-
antibióticos más empleados en el tratamiento riano. Esas alteraciones se deben a mutacio-nes
de la neumonía adquirida en la comunidad. genéticas aparentemente estables y están
En la aparición, evolución y diseminación mediadas cromosómicamente, pero no resul-tan
de las cepas de neumococo resistentes a β-lac- en pérdida o ganancia de virulencia del
támicos están involucrados diferentes proce-sos, neumococo, sino que simplemente condicio-
entre los que destacan: diseminación hori-zontal nan una menor afinidad entre las PBP’s y los β-
de los mosaicos de genes que codifican la lactámicos(27).
resistencia, diseminación geográfica de los El mecanismo habitual de adquisición de
clones de neumococo y presión selectiva que resistencia a la penicilina por el neumococo es
ejerce el uso indiscriminado de antibióticos(25). la capacidad de incorporar a su genoma, por
Todo empleo de antibióticos, ya sea apro- episodios de recombinación, material genético
exógeno (fragmentos de ADN que codifican
piado o inapropiado, desencadena una res-
PBP’s resistentes) y reemplazar algu-nos de sus
puesta bacteriana defensiva y, en consecuen-
genes originales por genes homó-logos de
cia, la aparición de patógenos resistentes. Por
especies próximas o afines. De ese modo, las
ello, frente a los mecanismos de acción de los PBP’s de las bacterias resistentes son un
diferentes antibióticos, nos encontramos los verdadero mosaico formado por frag-mentos de
mecanismos de resistencia que las bacterias genes autóctonos procedentes de sus propias
desarrollan para protegerse de los mismos. PBP’s naturales y otros adquiri-dos por la cepa,
Dicha resistencia puede ser de dos tipos: procedentes de otros Strep-tococos viridans
1. Natural: condicionada por una serie
de determinantes genéticos constantes en resistentes a través de tras-posones(12,15,27,28).
algu-nas especies.
2. Adquirida: bien por mutaciones (resis- Por lo tanto, en el caso del neumococo,
tencia cromosómica), o bien por adquisición el antibiótico no es modificado ni
de plásmidos (resistencia plasmídica). destruido por hidrólisis, sino mal
reconocido, de tal for-ma que no puede
MECANISMOS DE actuar correctamente. No está
RESISTENCIA ANTIBIÓTICA documentada hasta el momento la pro-
ducción de β-lactamasas, por lo que la
Mecanismos de resistencia a penicilina altera-ción estructural de las PBP’s es un
y cefalosporinas mecanismo de resistencia que no resuelven
El principal, aunque no exclusivo, meca- los inhibido-res de las mismas(12,15,29).
nismo de resistencia del S. pneumoniae a los Nuevas presiones antibióticas o nuevos
antibióticos β-lactámicos se debe a la altera- ciclos de transformación con otros Streptoco-
ción genética de las dianas moleculares de cos resistentes, conducirán a la adquisición
secuencial de nuevas alteraciones en las PBP’s

51
O. RAJAS NARANJO cilina, pero no están implicadas en la resis-
tencia a cefalosporinas. Los mutantes puros en
que condicionarán nuevas resistencias o un PBP1a no modifican significativamente la
aumento de los niveles previos. Hay múltiples resistencia a la penicilina, aunque pueden con-
evidencias sobre el papel que puede jugar la tribuir al desarrollo de altos niveles de resis-
presión ejercida por los antimicrobianos en la tencia cuando aparecen en combinación con
selección de cepas resistentes. Así, parece que otras variantes. De esta forma, mutaciones de la
hay una correlación entre el mayor uso de peni- PBP1a más PBP2x más PBP2b deben ser
cilinas y/o cefalosporinas y la selección de consideradas cepas de alta resistencia a peni-
cepas resistentes a dichos antibióticos(30). cilina, con CMI muy superiores a cepas con
Uno de los factores de riesgo más impor- variaciones aisladas en PBP2x y 2b(28).
tantes en la aparición de cepas resistentes es la Entre los aislados resistentes a penicilina,
repetida exposición a concentraciones sub- la actividad de las cefalosporinas de primera
óptimas de antibióticos. Los datos farmacoci- y segunda generación suele ser pobre, pero
néticos (que describen la relación entre las con- las cefalosporinas de tercera generación
centraciones séricas y tisulares del fármaco), y (cefota-xima y ceftriaxona) generalmente
los efectos farmacodinámicos del mismo mantienen una actividad adecuada.
pueden ser muy útiles a la hora de diseñar pau- Los neumococos resistentes a penicilina
tas de tratamiento que minimizan la proba- presentan, en mayor o menor grado, resis-tencia
bilidad de exposición de los patógenos a esos cruzada a todos los β-lactámicos: car-benicilina,
niveles de antimicrobianos(31). ticarcilina, aztreonam y cefalos-porinas de 1ª, 2ª
En el neumococo sensible a la penicilina se y 3ª generación. En efecto, ésta resistencia
han caracterizado las siguientes PBP’s: 1a, 1b, afecta a todos los β-lactámicos que tienen como
2x, 2b y 3(32). El nivel final de resistencia diana las PBP1 y 3. Por el contrario, esta
dependerá de la acción conjunta de las dife- resistencia inducible no afec-ta al imipenem ni
rentes PBP’s, o, dicho de otro modo, el feno- a otros derivados penémi-cos, que tienen como
tipo de resistencia que expresa cada cepa diana preferente a las PBP2. Esto parece
depende del genotipo de todas las PBP’s que deberse a la localización particular de las PBP2
dentro de la membra-na citoplasmática o al
intervienen(28). La resistencia afecta a todos los
hecho de que existe poca cantidad de PBP2 en
β-lactámicos, pero en diferente grado, depen-
una bacteria. Por ello, habitualmente los
diendo del nivel de interacción de cada fár-maco
carbapenémicos son los β-lactámicos más
con la PBP alterada. Cada β-lactámico tiene una
eficaces frente a neumoco-co resistente a
afinidad máxima por una determi-nada PBP,
siendo su fijación sobre esta diana privilegiada penicilina, y las cefalosporinas de 3ª-4ª
la responsable de un efecto anti-bacteriano generación son las cefalosporinas parenterales
concreto. A concentraciones débi-les, cada β- con mejor actividad incluso en este tipo de
lactámico tiene una actividad pre-ferencial cepas(29).
distinta respecto de cada una de las PBP’s. La En la misma medida en que el uso de anti-
ampicilina y la amoxicilina propor-cionan un bióticos no penicilínicos se ha incrementado, el
ejemplo de la afinidad preferen-cial para 2 neumococo ha desarrollado mecanismos de
PBP’s distintas: la amoxicilina tie-ne fijación resistencia específicos frente a los mismos:
electiva sobre la PBP 1a/1b y la ampicilina alteraciones cromosómicas, mutaciones enzi-
sobre la PBP3. De igual modo, las mutaciones máticas, aparición de genes codificados y de
en PBP 2x y 1a son esenciales en el fenómeno enzimas inductoras de transferasas… En todos
de resistencia a cefalosporinas, pero estos casos se condiciona una resistencia abso-
incrementan muy escasamente la resis-tencia a luta en la que, a diferencia de la resistencia a los
penicilina. Por el contrario, las muta-ciones en β-lactámicos, las modificaciones en la CMI
PBP 2b son determinantes para el desarrollo de
resistencias de alto nivel a peni-

52
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

no permiten alterar su efectividad clínica. En poder superarla aumentando la dosis de


este sentido, observamos que más del 70% de macrólido administrada(42,43).
los neumococos resistentes a penicilina tienen
disminución de la sensibilidad frente a otros Bomba de eflujo activo
grupos de antibióticos(29,33), por lo que se podría Está relacionado con un incremento de la
considerar que la resistencia a la penicilina es actividad de la bomba de eflujo externo cito-
un marcador de resistencia a otros agentes plasmático ATP- dependiente, codificada por
antimicrobianos(34). Hay evidencias de asocia- el gen mefA. Confiere una resistencia de
ción entre resistencia a penicilina y a fluor- nivel bajo-intermedio (CMI 1-32 µg/ml para
quinolonas(35-37) y en nuestro país, además, por eritro-micina), que teóricamente podría ser
su elevada prevalencia, también a macróli- com-pensado con un incremento de las
dos(36,38), con lo que el uso irracional de las concen-traciones de macrólidos. Esta forma
fluorquinolonas favorecería a largo plazo la de resistencia no afecta a lincosamidas, a
selección de cepas multirresistentes. estrep-tograminas B ni a macrólidos de 16
Los neumococos resistentes a 3 ó más átomos de carbono, pero sí presenta
cla-ses de antibióticos se consideran multirre- moderada resis-tencia a los macrólidos de 14
sistentes. La resistencia a los antibióticos no y 15 átomos. Es el llamado fenotipo de
β-lactámicos tiende a ser más común entre resistencia M, meca-nismo presente hasta en
las cepas no susceptibles a penicilina(39). Las el 85% de los neu-mococos resistentes a
razones por las que el neumococo desarrolla macrólidos en EE.UU. y en menos del 20%
resistencia simultánea a varias clases de anti- de los aislamientos en Europa(41).
bióticos no están claras, pero algunos deter- Por otro lado, algunos nuevos macrólidos
minantes de resistencia se transportan juntos como los ketólidos (derivados semisintéticos
en el mismo trasposón. Hoy en día, el aisla- de los macrólidos de 14 átomos de carbono)
miento de cepas de neumococo con resisten- no muestran habitualmente resistencia cru-
cia múltiple de adultos y niños se ha docu- zada con los macrólidos. Los ketólidos inhi-
mentado en todo el mundo(32,35,39,40). ben la síntesis proteica por unión reversible
con el rRNA. La telitromicina, miembro de
Mecanismos de resistencia a esta familia, conserva la actividad frente a
macrólidos casi el 100% de los neumococos macrólidos-
La resistencia a los macrólidos se puede resis-tentes(29), además de mantener el resto
producir por 2 mecanismos principales: de características antimicrobianas de los
macró-lidos. Sin embargo, ya se ha descrito
Alteración de la diana de algún caso de neumococo resistente a este
acción del antibiótico antimi-crobiano en aislados que eran
Es el resultado de una alteración en la sub- resistentes a otros macrólidos(44).
unidad 23S rRNA debido a la expresión de una
La resistencia a macrólidos en el neumo-
metilasa-ribosomal anómala codificada por el
coco puede aparecer de forma aislada, pero
gen ermB. Ello condiciona una resistencia de
ya hemos visto que habitualmente
alto nivel, originando valores de CMI ≥ 64
evoluciona en paralelo con la resistencia a
µg/ml para eritromicina, con resistencia cru- penicilina. Así, estará presente en menos del
zada a todos los macrólidos de 14, 15 y 16 áto- 5% de los neu-mococos sensibles y en el 48-
mos de carbono, lincosamidas y estreptogra- 70% de los ais-lamientos con resistencia de
mina B. Es el fenotipo de resistencia MLS B(41) alto nivel a peni-cilina (CMI ≥ 2 µg/ml)(41).
predominante en Europa y Sudáfrica, y podría En los macrólidos el problema es común a
estar asociado a fracasos terapéuticos en los toda la familia, es decir, la tasa de resisten-cia
pacientes con neumonía neumocócica produ- la eritromicina es igual que la de los macró-
cida por cepas resistentes a eritromicina, al no

53
O. RAJAS NARANJO actividad ante la topoisomerasa IV y la
DNA-gyrasa, incluso ante microorganismos
lidos más nuevos de la familia, como la con una única mutación en la subunidad
clari-tromicina o la azitromicina. parC, van a permanecer sensibles, pero puede
no ocurrir lo mismo en el caso de
Mecanismos de resistencia a levofloxacino. Con esta última quinolona se
quinolonas han descrito casos de des-arrollo de
Generalmente, las quinolonas inhiben la resistencia durante el tratamiento en
DNA-gyrasa bacteriana y la topoisomerasa IV, monoterapia(49,50).
lo que dificulta los super-enrollamientos y la
relajación del DNA, causando así la muerte Bomba de eflujo
bacteriana. Los mecanismos por los que el neu- Este mecanismo probablemente desem-peña
mococo desarrolla resistencia a este grupo de un papel menos importante en la sus-
antibióticos incluyen(45), por un lado, modifi- ceptibilidad reducida a algunas de las nuevas
caciones a nivel de la diana de acción o bien, la fluorquinolonas(35) y por ello resulta en un nivel
mediación de una bomba de eflujo activo. de resistencia bajo (incrementos en la CMI de
2-4 veces). En el neumococo, está mediado por
Alteraciones en la diana de acción una proteína de eflujo, la PmrA(51).
del antibiótico En el caso de las fluorquinolonas, además
Es consecuencia de una mutación cromo- de ser posible la adquisición de una cepa de
sómica en dos etapas, que afecta a los genes que neumococo resistente de otra persona (resis-
codifican las subunidades ParC y ParE de la tencia primaria), ésta puede desarrollarse
topoisomerasa IV (parC y parE) o las subu- durante el tratamiento o bien como resulta-do
nidades GyrA y GyrB de la DNA-gyrasa (tam- de una exposición previa a estos fármacos
bién conocida como Topoisomerasa II; gyrA y mediante mutaciones puntuales (resistencia
gyrB), ambas enzimas involucradas, respecti- adquirida o secundaria). Así, se ha demostra-do
vamente, en la síntesis y duplicación del geno- que los neumococos con disminución de la
ma bacteriano(14,46,47). La DNA-gyrasa es nece- sensibilidad a fluorquinolonas pertenecen a
saria para la replicación del DNA y la múltiples clones y serotipos, lo que sugiere que
topoisomerasa IV es esencial en la partición del la nueva resistencia se está desarrollando de
DNA cromosómico replicado que permite el forma simultánea en múltiples cepas autócto-
empaquetamiento dentro de la célula. La topoi- nas sometidas a presión antibiótica(35,36).
somerasa IV es la diana para las quinolonas con
actividad frente a microorganismos Gram-posi- FACTORES DE RIESGO DE
tivos, incluyendo S. aureus y S. pneumoniae, RESISTENCIA ANTIBIÓTICA
aun-que algunas quinolonas pueden tener como Conocer los factores de riesgo de NAC
dia-na preferencial a la DNA gyrasa(48). por neumococo resistente puede ayudar a
La mutación puede afectar inicialmente a con-trolar la extensión de estas cepas y es,
parC o a gyrA y determinar una disminución ade-más, muy importante a la hora de elegir
de la sensibilidad a quinolonas (CMI a cipro- un tratamiento antibiótico empírico
floxacino de 4-8 µg/ml). Una segunda muta- adecuado.
ción que afecte al gen que codifica la subu-
nidad no implicada inicialmente (parC o
gyrA), va a condicionar el desarrollo de una Factores de riesgo de resistencia
resis-tencia de alto nivel (CMI de 16-64 a penicilina
µg/ml a ciprofloxacino), especialmente Los factores que con más frecuencia se aso-
cuando hay una combinación de ambas cian con la resistencia a la penicilina (52) se han
agrupado en: consumo previo de antibióticos,
mutacio-nes(29,32,49).
hospitalización durante los 3-6 meses previos,
Las nuevas quinolonas (gatifloxacino, gemi- adquisición nosocomial de la infección, epi-
floxacino, moxifloxacino...), debido a su mayor

54
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

sodios de neumonía durante el año anterior,


TABLA 2. Factores de riesgo de
severidad de presentación de la neumonía, edad
Streptococcus pneumoniae
menor a 5 años o mayor de 65, alcoho-lismo,
enfermedad no invasiva, raza blanca, convivencia resistente a penicilina (10,33,42,53-56)
en comunidades cerradas, sos-pecha de aspiración, Factores de riesgo de S. pneumoniae
exposición a niños en guarderías y presencia de resistente a penicilina
enfermedades cró-nicas subyacentes
– Administración previa de β-lactámicos
(fundamentalmente la EPOC)(10,33,42,53-55). En un
estudio multicéntrico realizado en Francia (56), – Origen nosocomial
también se incluyeron como factores de riesgo para – Infección por HIV
padecer una neu-monía por neumococo resistente:
edad infe-rior a 15 años, el aislamiento de los – Neumonías en el año previo
microor-ganismos del tracto respiratorio superior y – Contacto con niños de guarderías
la infección por VIH(10) (Tabla 2).
– Hospitalización previa
– Alcoholismo
Factores de riesgo de resistencia
a macrólidos – Enfermedad no invasiva
Están menos estudiados los factores rela- – Aislado procedente de muestra respiratoria
cionados con la resistencia a eritromicina,
aun-que hasta el momento se han descrito: la – Presencia de dos o más comorbilidades
edad inferior a 5 años, la adquisición – Edad < 5 y > 65 años
nosocomial de la infección, la raza blanca, los
ingresos hos-pitalarios previos y la resistencia – Convivencia en comunidades cerradas

a la penicili-na(10,57,58) (Tabla 3). – EPOC


– Raza blanca
Factores de riesgo de resistencia
a quinolonas – Sospecha de aspiración
Para la resistencia a quinolonas se han esta-
– Presentación grave de la neumonía
blecido como factores de riesgo: la exposición
previa a las mismas, edad avanzada, estan-cia
en residencias, adquisición nosocomial de la
infección, aislamiento en esputo, resisten-cia a
la penicilina y EPOC(42,37). En función de estos neumonía neumocócica. Actualmente, la
datos, se ha sugerido que, al igual que la rele-vancia clínica de la resistencia in vitro a
nasofaringe es el principal reservorio de neu- los β-lactámicos en esas infecciones no está
mococos resistentes a la penicilina y macróli- clara aún y, por ello, no disponemos de una
dos, los bronquios de los ancianos con EPOC normativa gold standard en el tratamiento de
podrían serlo de cepas de neumococos resis- la neumonía por neumococo resistente(17,20).
tentes a fluorquinolonas(37) (Tabla 3). De manera genérica y a modo de resumen
inicial, si revisamos la literatura (17), existen evi-
IMPLICACIONES CLÍNICAS DE LAS
dencias de que la probabilidad de fracaso tera-
RESISTENCIAS A ANTIBIÓTICOS
péutico no aumenta en las neumonías causa-das
En los últimos tiempos, una constante en por cepas neumocócicas con CMI < 1 µg/ml
nuestra práctica clínica habitual es intentar cono- para penicilina(59-61). En cepas con valores de
cer hasta qué punto las resistencias antibióticas CMI de 2-4 µg/ml, algunos datos sugieren que
están implicadas en la morbi-mortalidad de la no hay incremento en los índices de fracaso

55
O. RAJAS NARANJO desaparece al ajustar el modelo con otros fac-
tores predictivos de mortalidad. Los autores
estudiaron el efecto de la resistencia a peni-
TABLA 3. Factores de riesgo de cilina y cefalosporinas sobre la mortalidad en
Streptococcus pneumoniae resistente a 504 pacientes con neumonías neumocócicas
macrólidos y quinolonas demostradas, y comprobaron que los niveles
Factores de riesgo de S. pneumoniae habituales de resistencia antibiótica no se aso-
resistente a macrólidos(10,57,58) ciaban a un incremento en la mortalidad de
– Edad inferior a 5 años pacientes con neumonía neumocócica grave.
– Adquisición nosocomial de la neumonía Ewig et al.(54) analizan de forma prospectiva a
– Raza blanca 101 pacientes consecutivos con neumonía
– Ingresos hospitalrios previos neumocócica adquirida en la comunidad y hos-
– Resistencia a la penicilina pitalizados y refieren una mortalidad del 15%
en pacientes con algún tipo de resistencia, fren-
Factores de riesgo de S. pneumoniae
te a un 6% en pacientes con cepas sensibles. No
resistente a quinolonas(37,42) obstante, ningún tipo de resistencia se aso-ció
– Exposición previa a quinolonas finalmente de forma significativa a la mor-
– Edad avanzada talidad. La mortalidad relacionada en presen-cia
– Domicilio institucionalizado de tratamiento antimicrobiano discordante fue
– Adquisición nosocomial de la infección del 12% en comparación con el 10% si el
– Aislamiento de la cepa en esputo antibiótico era concordante (RR:1,2; IC95 [0,3-
– Resistencia a la penicilina 5,3]; p:0,67), lo que indica que no hay un exce-
– EPOC so de mortalidad debido a un tratamiento apa-
rentemente inapropiado. Los autores concluyen
que la evolución de los pacientes no se vio afec-
tada de forma significativa por la resistencia y
terapéutico(62,63) mientras, que otros apuntan
confirman así los resultados de estudios pre-
a un incremento en la mortalidad (63) o en la
vios. Turett et al.(64), en un estudio retrospecti-
inci-dencia de complicaciones(64-66). vo sobre neumonías bacteriémicas, con una
Afortunada-mente, la neumonía neumocócica elevada prevalencia de pacientes con infección
producida por cepas con CMI superiores a 4
por VIH, encuentran en el análisis multiva-riado
µg/ml toda-vía no es muy frecuente. En
que las resistencias a la penicilina de alto nivel
Estados Unidos, alrededor de dos tercios de
los neumococos resistentes a penicilina tienen fueron un factor independiente relacio-nado con
una CMI de 2 µg/ml y la gran mayoría del la mortalidad, además de edad avan-zada,
enfermedad severa, infiltrados pulmo-nares
tercio restante tie-ne una CMI de 4 µg/ml (25).
multilobares y/o derrame pleural y factores
En nuestro país, el porcentaje de estos casos
raciales. También analizaron si el paciente
también es bajo(10,67) (0,5 y 6,5%,
recibía tratamiento activo para la cepa de
respectivamente, para valores de 4 µg/ml y
neumococo, pero esta variable (adecuación del
ningún caso de 8 µg/ml en ambos estudios).
Hay dos importantes cuestiones que influ- tratamiento) no fue significativa con res-pecto a
yen poderosamente a la hora de responder a la la mortalidad (p:0,11). Metlay et al. (68), en un
pregunta planteada: por una parte, la gra-vedad estudio retrospectivo sobre 192 pacien-tes con
de presentación de la neumonía y, por otra, la neumonía neumocócica bacteriémica (23% de
adecuación del tratamiento empírico. Sobre los cuales presentaban algún tipo de resistencia
todos estos temas, en los últimos años varios del neumococo a la penicilina), valo-ran la
autores han realizado importantes apor-taciones. gravedad de presentación de la neu-monía
Pallarés et al.(59) refieren una mayor mortalidad utilizando una versión modificada del
entre los pacientes con resistencia a la
penicilina; sin embargo, esta diferencia

56
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

original Pneumonia Severity Index (PSI)(69) y pectivamente, para valores de 4 µg/ml y


ana-lizan, asimismo, el grado de concordancia nin-gún caso de 8 µg/ml en ambos
del antibiótico administrado de forma empírica estudios) es aún pequeño.
durante las primeras 48 horas con la sensibi- Más recientemente, Yu et al. (72) no pudie-
lidad de la cepa de neumococo aislada. Los ron demostrar que la resistencia a la penicili-na
pacientes infectados con cepas no suscepti-bles afectara al pronóstico de 844 pacientes con
a la penicilina mostraron un mayor índi-ce de neumonía neumocócica bacteriémica. La mor-
severidad de la infección en el momen-to del talidad, el tiempo hasta la defervescencia y la
ingreso, con mayor riesgo de infecciones frecuencia de complicaciones supuradas, no
supurativas y mortalidad intrahospitalaria; sin fueron estadísticamente diferentes entre los
embargo, la mortalidad no fue significativa tras infectados por cepas sensibles a la penicilina o
su ajuste con la gravedad de presentación. Sólo los infectados por neumococos resistentes.
un pequeño grupo de pacientes recibió trata- En el estudio de Aspa et al. (10) sobre 638
miento antibiótico no concordante con la sen- NAC por neumococo ocurridas en España entre
sibilidad de la cepa aislada; sin embargo, los 1999 y 2000, los factores de riesgo indepen-
parámetros de seguimiento analizados no mos- dientes de NAC por neumococo resistente a la
traban diferencias con respecto a los pacien-tes penicilina (incluyendo cepas intermedias y
con tratamiento concordante, por lo que este resistentes) fueron la enfermedad pulmonar
factor no fue significativo en el segui-miento. crónica (OR 1,44), la infección por VIH (OR
1,98), la hospitalización previa en los tres
Hasta aquí comprobamos cómo el pro- meses anteriores (OR 1,69) y la sospecha de
nóstico de la neumonía neumocócica con β- aspiración (OR 2,12), mientras que los de NAC
lactámicos no parece diferir ya sea causada neumocócica resistente a eritromicina (y, pre-
sumiblemente a todos los macrólidos) fueron la
por una cepa sensible o resistente(17,59,70,71).
hospitalización en los tres meses previos (OR
Sin embargo, posteriormente Feikin et al.(60) 1,89) y la resistencia del aislado a la peni-cilina
estudiaron los factores epidemiológicos que (OR 15,85). Las cifras de resistencia
afectaban a la mortalidad de la neumonía por encontradas en este estudio multicéntrico, con
neumococo en casi 600 pacientes hospitali-
los criterios de la NCCLS de enero de 2002 (16)
zados y encontraron que la mortalidad se aso-
figuran recogidas en la tabla 4.
ciaba con la edad, enfermedades subyacentes,
Si bien en este estudio(10), en el análisis mul-
raza asiática y residencia en una comunidad
local diferente. No encontraron una asociación tivariante, el nivel de sensibilidad a la penici-lina
significativa con la resistencia a la penicilina o a tampoco mostró asociación con la mor-talidad, sí
la cefotaxima en el análisis multivariado; sin se pudo demostrar, a diferencia de estudios
embargo, cuando excluían las muertes durante previos(68), que la coagulación intra-vascular
los cuatro primeros días de ingreso, la diseminada, el empiema o la bacte-riemia eran
mortalidad sí estaba significativamente aso- significativamente más frecuentes en pacientes
ciada con CMI a penicilina superiores a 4 µg/ml con neumonía neumocócica pro-ducida por una
(OR 7,1) y CMI a cefotaxima superiores a 2 cepa sensible a la penicilina. Según estos datos, se
µg/ml (OR 5,9). Dichos datos sugieren que la podría avanzar la hipó-tesis de que, a mayor nivel
resistencia de alto nivel podría estar asocia-da a de resistencia, el neumococo presenta menor
una evolución adversa. Precisamente la no poder infectivo, lo que puede reflejar el coste
selección de pacientes con neumococo biológico que las mutaciones que condicionan la
resistente a penicilina y CMI ≥ 4 µg/ml es una resistencia gene-ran en el comportamiento de la
limitación de los otros estudios, aunque tal bacteria(10).
(10,67)
como se ha observado en nuestro país el
porcentaje de estos casos (6,5 y 0,5%, res- A la vista de lo expuesto, hasta el momen-
to, no se ha podido demostrar de una forma

57
O. RAJAS NARANJO

TABLA 4. Susceptibilidad antibiótica de las 638 cepas neumocócicas aisladas


en España (Enero 1999-Abril 2000)(10)
Antibióticos testados Sensibilidad antibiótica
Susceptible Intermedio Resistente
Amoxicilina 94,7 [92,6-96,3] 3 [1,8-4,6] 2,4 [1,32-3,8]
Penicilina 64,3 [60,5-68] 25,5 [22,2-28,9] 10,2 [7,8-12,5]
Eritromicina 72,6 [69,1-76] --- 27,4 [24-30,9]
Cefotaxima 97,2 [95,6-98,3] 2,5 [1,44-4,04] 0,3 [0,04- 1,13]
Cefuroxima 68 [66,4-71,6] 3,1 [1,9-4,8] 28,8 [25,3- 32,4]
Imipenem 73,7 [70,3-77,1] 22,1 [18,9- 25,3] 4,2 [2,8- 6,1]
Vancomicina 100 --- ---

Teicoplanina 100 --- ---

Levofloxacino 99,4 [98,4-99,8] --- 0,6 [0,2- 1,6]


Trovafloxacino 99,4 [98,4-99,8] --- 0,6 [0,2- 1,6]
Tetraciclina 68,5 [64,9-72,1] 0,8 [0,25-1,8] 30,7 [27,1- 34,3]
Cloranfenicol 82 [79-85] --- 18 [15- 21]

Datos expresados como % y [CI 95%].


S: Sensible; I: Intermedio; R: Resistente.
Puntos de corte de Concentración Mínima Inhibitoria (CMI) para Streptococcus pneumoniae (µg/ml), según
criterios interpretativos de la National Committee for Laboratory Standars (NCCLS) (16):
Amoxicilina [S ≥ 2; I:4; R ≥ 8]; Penicilina [S ≥ 0,06; I: 0.12-1; R ≥ 2]; Eritromicina [S ≥ 0,25; I:0.5; R ≥ 1]; Cefotaxima
[S ≥ 1; I:2; R ≥ 4]; Cefuroxima [S ≥ 0,5; I:1; R ≥ 2]; Imipenem [S ≥ 0,12; I: 0,25-0,5 ; R ≥ 1]; Vancomicina [S ≥ 1]; Tei-
coplanina [S ≥ 1]; Levofloxacino [S ≥ 2 ; I: 4; R ≥ 8].
Trovafloxacino [S ≥ 1; I:2; R ≥ 4]; Tetraciclina [S ≥ 2; I: 4; R ≥ 8]; Cloranfenicol [S ≥ 4; R ≥ 8].

(Modificado de (10): Aspa J, Rajas O, Rodríguez de Castro F, Blanquer J, Zalacaín J, Fenoll A, Celis R, et al. Drug-
resistant pneumococcal pneumonia: clinical relevance and related factors. Clin Infect Dis 2004;38(15):787-98).

fehaciente una peor evolución en los pacien-tes final es que no se ha demostrado de forma
con infecciones no meníngeas por cepas de convincente que las resistencias estén rela-
neumococo resistentes a penicilina, al menos cionadas con un aumento en la mortalidad, una
cuando la CMI a penicilina es menor de 1 vez que se eliminan los factores relacio-nados
µg/ml. En pocos estudios se han tenido en con la gravedad inicial de presentación o con
cuenta importantes variables de confusión a la las comorbilidades asociadas. Por tan-to, con
hora de valorar la evolución y la mortali-dad niveles de resistencia inferiores a 4 µg/ml, los
final, como son la gravedad de presenta-ción de β-lactámicos a dosis elevadas son una adecuada
la neumonía y la concordancia entre el opción terapéutica(17). No exis-ten datos
antibiótico elegido y la susceptibilidad de la suficientes por el momento que apo-yen el uso
cepa causante de la infección. La conclusión de esta familia de antibióticos fren-

58
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

te a aislamientos con CMI ≥ 4 µg/ml. En con- dida en 6 dosis (100.000-300.000 U/kg/día),


secuencia y considerando la definición actual de también con ampicilina (100-300 mg/kg/día),
resistencia, en la mayoría de los estudios no se amoxicilina (1 g /8 h), cefotaxima (100-300
pueden establecer el impacto real de dichas mg/kg/día), ceftriaxona (2-4 g/día) y cefepime
cepas resistentes sobre la evolución de la (6 g/día) obteniendo niveles que superan con
enfermedad. Llegados a este punto, es lógi-co claridad el T > 40% CMI del neumococo resis-
que desde el Drug-Resistant Streptococcus tente a penicilina(19,73). Por tanto, con niveles
(17)
pneumoniae Therapeutic Group se reco- de resistencia inferiores a 4 µg/ml los β-lactá-
miende modificar los puntos de corte antes de micos a las dosis referidas son una adecuada
hablar de resistencia del neumococo a la peni- opción terapéutica. No existen datos suficien-
cilina en la neumonía neumocócica, con la sen- tes que apoyen el uso de esta familia de anti-
sata propuesta de establecer como sensibles las bióticos frente a aislamientos con CMI de peni-
cepas neumocócicas con CMI < 1 µg/ml, de cilina ≥ 4 µg/ml, como tampoco está
sensibilidad intermedia si la CMI es 2 µg/ml y demostrado que con la infusión intravenosa
resistentes si la CMI es ≥ 4 µg/ml. continua de los β-lactámicos se consiga una
mayor eficacia terapéutica(74).
CONSECUENCIAS TERAPÉUTICAS
La mayor dificultad se plantea a la hora de Macrólidos
elegir el tratamiento de la NAC por S. pneu- Otra alternativa terapéutica son los macró-
moniae con niveles de resistencia a penicilina lidos. Sin embargo, conviene recordar que en
superiores a 4 µg/ml, debido a la falta de datos nuestro país el nivel de resistencia de S. pneu-
concluyentes. Dadas sus características far- moniae a esta familia de antimicrobianos se
macocinéticas y farmacodinámicas, se acep-ta sitúa en torno al 25-40%(10,11,67). En el trabajo
generalmente que dosis elevadas de β-lac- de Lonks et al.(43), de un total de 316 casos, el
támicos o fluorquinolonas (activas contra 15% de las bacteriemias fueron resistentes a
gérmenes Gram positivos), son todavía drogas macrólidos. La resistencia a macrólidos en el
seguras para usarlas cuando tratamos una neu- neumococo puede aparecer de forma aislada
monía neumocócica. Además, cuando existe una pero, habi-tualmente, evolucionan en paralelo
disminución de la sensibilidad antibióti-ca in con la resis-tencia a la penicilina; ya hemos
vitro, observamos que la mayor parte de los comentado pre-viamente que estará presente en
pacientes se pueden seguir curando con menos del 5% de los neumococos sensibles y
penicilina u otros β-lactámicos, pues la resis- en el 48-70% de los aislamientos con
tencia a la penicilina está lejos de lo que podrí- resistencia a la penici-lina (CMI ≥ 2 µg/ml)(41).
amos considerar como total, al menos mien-tras Por ello, en principio este grupo de anti-
persistan los niveles de resistencia actuales. bióticos no constituyen una alternativa para el
tratamiento del neumococo resistente a peni-
β-lactámicos cilina salvo que el estudio de sensibilidad indi-
En el caso de los β-lactámicos, es bien que lo contrario. Algunos autores(17,41), sin
conocido que la mejor eficacia se consigue embargo, consideran que pueden ser útiles en
cuando la concentración de fármaco libre a casos de resistencia de bajo nivel a macróli-dos,
nivel tisular se mantiene por encima de la CMI aprovechando sus propiedades farma-
del microorganismo durante un tiempo que sea cocinéticas/farmacodinámicas (actividad tiem-
al menos el 40-50% del intervalo entre dosis (T po dependiente la eritromicina, concentración
> 40% CMI)(19). Esto se puede con-seguir, en el dependiente la azitromicina), con buena pene-
caso del neumococo resistente con CMI de 2 tración a nivel del parénquima pulmonar infla-
µg/ml, empleando dosis de 8-15 millones de mado, pero no existe suficiente bibliografía que
unidades de penicilina /día, divi- lo apoye de forma inequívoca(41).

59
O. RAJAS NARANJO a alguna de las siguientes alternativas: imi-
penem, combinación de cefalosporinas de 3ª
Además, se han referido fracasos clínicos generación y glicopéptido o levofloxacino; line-
al emplear un tratamiento con macrólidos en zolid. Vancomicina y linezolid son, hasta el
pacientes con neumonía neumocócica(75,76) y momento, terapéuticas uniformemente acti-vas
aparición de bacteriemia por neumococos frente a este microorganismo, aunque la
resistentes a eritromicina durante el trata- experiencia clínica existente es aún escasa (29,32).
miento con este antibiótico(43). Por tanto, la De todas formas, la mayor dificultad se
NAC por S. pneumoniae tratada en monotera- plantea a la hora de elegir el tratamiento de
pia con esta familia de antibióticos ha de ser la NAC por S. pneumoniae con niveles de
seguida de forma especial e, incluso, se debe- resis-tencia superiores a 4 µg/ml, debido a
ría evitar su uso en los episodios graves. la falta de datos concluyentes.
En los pacientes con NAC leve, que per-
mitan realizar un tratamiento ambulatorio, Tratamientos combinados
dis-ponemos en la actualidad de un ketólido, Existen algunos trabajos que señalan posi-
la telitromicina, con buena actividad frente a bles ventajas de la terapia de combinación en la
neu-mococo resistente a β-lactámicos y neumonía neumocócica grave(80-83). Uno de los
macróli-dos(29). No obstante y al igual que en más relevantes inicialmente fue el publi-cado
el resto de antimicrobianos, también se han por Waterer et al.(81), un trabajo retros-pectivo
descrito ya casos de resistencia en cepas sobre 225 pacientes con neumonía neumocócica
resistentes al resto de macrólidos(44). bacteriémica; 99 de los pacien-tes reciben
tratamiento con un solo antibióti-co efectivo,
Fluorquinolonas 102 reciben dos antibióticos efec-tivos y 24
En relación con las fluorquinolonas, a pesar reciben tres antibióticos efectivos para la cepa
de haber aumentado en los últimos años, el aislada. La mortalidad en el gru-po de los
nivel de resistencia del neumococo frente a ellas pacientes con monoterapia fue sig-
se mantiene todavía en niveles relativa-mente nificativamente más alta que en los pacientes
bajos(10,35,77) y se observa fundamental-mente tratados con dos antibióticos. Tras el análisis
en cepas con alto nivel de resistencia a la multivariado, el tratamiento con un solo anti-
penicilina. Además, las nuevas fluorquino-lonas biótico continuó siendo un factor indepen-
son más eficaces frente a neumococo con diente de mortalidad. Todos las muertes tuvie-
sensibilidad disminuida frente a β-lactá-micos, ron lugar en pacientes que pertenecían a las
aunque se han descrito casos de des-arrollo de clases de mayor riesgo, según la escala PSI(69).
resistencia durante el tratamiento con En este sentido, en los estudios posterio-res
levofloxacino(37,49,50). de Brown et al.(82) y de Martínez et al.(80), se
De entre las nuevas fluorquinolonas, su observó que la morbimortalidad de los
actividad in vitro frente a neumococo por orden pacientes con NAC por neumococo fue menor
decreciente es la siguiente: gemifloxacino, cuando se empleó en su tratamiento la aso-
moxifloxacino, gatifloxacino, esparfloxacino y ciación de un β-lactámico y un macrólido, que
levofloxacino, aunque solamente esta última cuando se hizo monoterapia. Incluso Sánchez et
permite el uso intravenoso. al.(83), encuentran que, en comparación con
No obstante, conviene tener muy presente el otros macrólidos, la combinación con azitro-
riesgo de que el uso masivo de fluorquinolo-nas micina podría tener mejores resultados. Sin
se acompañe de un incremento de resis-tencias embargo, existen importantes limitaciones en
frente a esta familia de antibióticos(78,79). estos trabajos (retrospectivos, exclusión de los
pacientes más graves, prospectivos sin control
Otras alternativas doble ciego...) que hacen que sus resultados
Si la evolución de la neumonía no es bue-
na con las opciones anteriores, recurriremos

60
STREPTOCOCCUS PNEUMONIAE. SIGNIFICADO CLÍNICO DE LAS RESISTENCIAS ANTIBIÓTICAS

deban tomarse con cautela. Hasta que no se la emergencia y diseminación posterior de


realicen nuevos estudios aleatorizados, no exis- resistencias. En España, a pesar de
tirán datos suficientes que permitan ser cate- nuestras altas cifras de resistencia de S.
pneumoniae a los antibióticos
góricos sobre la utilidad clínica de la combi- “tradicionales”, no hemos con-seguido no
nación de antibióticos en la NAC grave. incrementarlas durante la última

CONCLUSIONES década(10,84).
Dentro de los objetivos del tratamiento Por último, insistir en la importancia de los
antibiótico, no sólo debemos tener en men-te estudios de vigilancia epidemiológica (85), que
la erradicación del germen responsable de la juegan un papel fundamental a la hora de valo-
infección, sino que hay que intentar evitar a rar el patrón local de resistencias así como sus
largo plazo la aparición de los mecanismos de fluctuaciones, lo que nos permite ajustar de una
resistencia que dichos patógenos des-arrollan forma más precisa el tratamiento anti-biótico
para su propia defensa. Este último fenómeno cuando nos enfrentamos a nuestros pacientes
está en relación, probablemente entre otros, con neumonía; no olvidemos que ellos son los
con la presión antibiótica ejerci-da por la últimos beneficiarios de todas las estrategias
presencia de concentraciones séri-cas de que los clínicos establezcamos en nuestra
antibiótico relativamente bajas, subóp-timas, práctica diaria.
que si bien pueden contribuir a erradicar el
patógeno causante de la neumo-nía, BIBLIOGRAFÍA
condicionan la selección de mutantes 1. Santos de Unamuno C, Llorente San Martín
resistentes entre la flora orofaríngea, donde el MA, Carandell Jäguer E, Gutiérrez García M, et
al. Lugar de atención, etiología y tratamiento de
fármaco no alcanza concentraciones sufi-
las neumonías adquiridas en la comunidad de
cientemente altas. En estas circunstancias, Palma de Mallorca. Med Clin (Barc) 1998;
estas cepas mutantes que poseen un cierto 110: 290-4.
grado de resistencia al fármaco, son favore- 2. Almirall J, Bolívar I, Vidal J, Sauca G, Coll P,
cidas y tienden a dominar la población. De Niklasson B, et al. Epidemiology of community-
esta población con bajo nivel de resistencia se acquired pneumonia in adults: a population-based
seleccionarán progresivamente gérmenes con study. Eur Respir J 2000; 15: 757-63.
niveles cada vez más elevados. 3. Pachón J, Alcántara J, Cordero E, Lama C,
Es importante, por ello, insistir en que Rive-ro A. Manejo clínico de las neumonías
adqui-ridas en la comunidad. Enferm Infecc
una de las estrategias más importantes que
Micro-biol Clin 2003; 21: 350-7.
tene-mos a nuestro alcance como clínicos
4. Koivula I, Sten M, Makela PH. Risk
para pre-venir la aparición de resistencias factors for pneumonia in the elderly. Am J
microbianas es reducir o minimizar el Med 1994; 96: 313-20.
tiempo en que dichos niveles subóptimos 5. Niederman MS, Mandell LA, Anzueto A,
del antibiótico están presentes, para lo cual Broughton WA, Campbell GD, et al. Guidelines
será imprescindible un adecuado manejo de for the management of adults with commu-nity-
los parámetros farma-cocinéticos y acquired pneumonia. Diagnosis, assess-ment of
severity, antimicrobial therapy and prevention.
farmacodinámicos de los mis-mos. Am J Respir Crit Care Med 2001;
Hay que valorar también y tener en cuen- 163: 1730-54.
ta medidas de control de la infección y el uso 6. Ruiz M, Ewig S, Marcos MA, Martínez
racional, juicioso y responsable, de los anti- JA, Aran-cibia F, Mensa, et al. Etiology of
bióticos evitando, en la medida de lo posible, community-acquired pneumonia: impact
su utilización innecesaria tanto dentro como of age, comor-bidity and severity. Am J
fuera de los hospitales, pues todo ello en con- Respir Crit Care Med 1999; 160: 397-405.
junto constituye la mejor defensa para evitar 7. Ruiz-González A, Falguera M, Nogués A, Rubio-
Caballero M. Is Streptococcus pneumoniae the

61
O. RAJAS NARANJO 17. Heffelfinger JD, Dowell SF, Jorgensen JH, Klug-
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65
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA
COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA,
FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO
Raquel Martínez Tomás, José Manuel Vallés Tarazona, Soledad Reyes Calzada,
Rosario Menéndez Villanueva

RESUMEN ellas, la neumonía es una infección frecuen-te


La incidencia de la neumonía adquirida en cuya incidencia es difícil de calcular por varias
la comunidad (NAC) en España es de 2 a 10 razones: no es una enfermedad de declaración
casos por 1.000 habitantes y año con una gran obligatoria, en la mayoría de estu-dios no se
variabilidad en el porcentaje de pacientes que incluyen pacientes diagnosticados y tratados de
requieren ingreso hospitalario, entre un 8 a un forma ambulatoria que repre-sentan cerca del
25% de los casos. La mortalidad es menor de un 80% de las neumonías adquiridas en la
1% en las NAC extrahospitalarias, entre un 5- comunidad y, en ocasiones, los criterios
15% en las hospitalarias y mayor de un 25% diagnósticos no son uniformes(1), e incluyen
aquellas que requieren ingreso en UCI. casos de neumonías nosocomia-les, de
El agente etiológico más frecuente y que inmunodeprimidos o incluso neumo-nías no
causa más mortalidad en la NAC es el S. pneu- confirmadas o errores diagnósticos; otras veces,
moniae. Sin embargo la etiología de la NAC el episodio es leve y se cataloga como infección
depende del ámbito de adquisición, gravedad y respiratoria simple. No obs-tante, la incidencia
de factores del huésped, como la edad y, sobre de la neumonía adquiri-da en la comunidad se
todo, la enfermedad subyacente. estima que oscila entre 2 y 12 casos por 1.000
La mortalidad en la NAC depende del habitantes y año, variando ampliamente con la
orga-nismo causal, del ámbito de edad siendo más frecuente por debajo de los 5
adquisición y otros factores del huésped. años de edad y en los mayores de 65 años en
Las escalas pronósticas disponibles en la los que la incidencia se sitúa en 25-35 casos por
actualidad sirven para predecir la mortalidad por 1.000 habitantes y año, siendo discretamen-te
neumonía a partir de variables clínicas, ana-líticas
superior en los varones(2).
y radiológicas (escala Fine y CURB). Estu-dios
más recientes han investigado también fac-tores La incidencia de la NAC en España varía
relacionados con el fracaso terapéutico y la de unas comunidades autónomas a otras, así por
estabilidad clínica de la NAC grave. ejemplo, en la zona del Maresme en Cata-luña,
La calidad en el manejo del paciente con la incidencia era de 2,6 casos por 1.000
NAC se asocia con un mejor pronóstico por habitantes y año(3), mientras que en el País Vas-
lo que algunas recomendaciones aparecen ya co era de 8,8 casos por 1.000 habitantes y
publicadas en las normativas más recientes. año(4); esta diferencia podría explicarse por los
diferentes criterios diagnósticos o por la exis-
EPIDEMIOLOGÍA tencia de variaciones en la incidencia de los
distintos gérmenes responsables.
Incidencia Existe también una variación estacional
Las infecciones del tracto respiratorio son de la incidencia de la NAC, así, en los países
una de las causas más importantes de mor- de clima templado como el nuestro, son más
bilidad y mortalidad en todo el mundo y, entre fre-cuentes en los meses de invierno.

67
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL. el total de los costes directos del tratamiento
de la neumonía son, sobre todo, a expensas
La NAC representa el 5-12% de las infec- de los costes de la hospitalización(10).
ciones respiratorias y es la primera causa infec- Monge et al.(5) han analizado el coste de la
ciosa que justifica el ingreso hospitalario. Mon- atención de la NAC hospitalizada en España,
ge et al.(5) en un estudio realizado sobre que alcanza los 115 millones de euros y que
neumonías ingresadas, muestra una variabili- corresponden a los más de 51.000 pacientes
dad significativa en la incidencia de hospita- ingresados por año. Más recientemente, Bar-
lizaciones por neumonía en las distintas comu- tolomé et al.(11) calcularon los costes directos de
nidades autónomas que varía desde 2,38 casos la NAC ingresada, que fueron de 1.553 euros
por 1.000 habitantes y año en Cataluña a 0,8 (el 85% debido a la estancia hospitalaria),
casos por 1.000 habitantes y año en las Islas mientras que el coste medio de la neumonía que
Canarias. Esta diferencia puede explicarse por no ingresa se situó en 196 euros.
la distinta tasa de incidencia de la NAC, por la
diferente distribución etaria de la población, por Mortalidad
distintos criterios de hospitalización o, incluso, La neumonía es una de las causas más
al tratarse de un estudio basado en las importantes de mortalidad dentro de la pato-
neumonías hospitalizadas, la facilidad de acce- logía infecciosa y el principal motivo de
so a los hospitales o la disponibilidad de camas. falle-cimiento en pacientes hospitalizados.
Este autor obtiene una incidencia anual media En 1999 fallecieron en España 4.254 hom-
de hospitalización entre las distintas comuni- bres y 3.998 mujeres por neumonía, lo que
dades autónomas de 1,6 casos por 1.000 habi- supone una tasa de mortalidad de 14,1 falleci-
tantes y año, incidencia que se triplica en mientos por 100.000 habitantes y en el año
mayores de 65 años, situándose en 5,23 casos 2002, según datos obtenidos del Instituto
por 1.000 habitantes y año. Nacio-nal de Estadística y publicados en
La tasa de ingreso sobre el total de las diciembre de 2004, fue del 19,5 por 100.000
neu-monías varía de unas series a otras. Así, habitantes, situándose en la novena causa de
Agui-rre et al.(4) obtienen una tasa del 12,4% muerte en España, con una variabilidad entre
mien-tras que Almirall et al.(3) observan una comunida-des autonómicas entre el 11,05 de
frecuencia de ingreso del 26%. Cataluña y el 34,22 por 100.000 habitantes en
La tasa de ingreso entre las neumonías Aragón.
que acuden al servicio de urgencias es La relevancia de la neumonía como causa
superior al 50%, como se observa en las de muerte a nivel mundial la podemos obser-
series de Almi-rall(2,3) y de España et al(6). var en la tabla 1; en ella se incluyen países
La proporción de pacientes que requieren con diferente grado de desarrollo industrial y
ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos de diferente distribución por edad, lo que
(UCI) varía desde el 5% en un estudio multi- influye de forma importante a la hora de
céntrico de la British Thoracic Society(7) al 10% comparar las cifras entre distintos países(12).
de la serie de Torres et al. en España(8). La mortalidad viene determinada en fun-
La NAC constituye una entidad de gran rele- ción de la forma de presentación, la etiología
vancia debido al consumo de recursos sanita-rios y y las características del paciente, oscilando
al coste económico que genera, tanto directo (gasto entre menos del 1% en la NAC que no
farmacéutico, consultas médicas e ingresos requie-re ingreso, 5-15% en los pacientes que
hospitalarios), como indirecto (bajas escolares y pre-cisan hospitalización y es superior al
laborales). En Estados Unidos se esti-ma un coste 25% cuando se requiere ingreso en la unidad
anual de 34.4 billones de dólares (9). En este de cuidados intensivos (UCI)(13), sobre todo
sentido, los costes de la NAC que se tra-ta en el si requiere ventilación mecánica, superando
hospital son 15 veces superiores a los de la NAC entonces el 50%.
tratada en el domicilio, por lo que

68
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

Staphylococcus aureus y las mixtas y el 15%


TABLA 1. Tasas de mortalidad en
para las producidas por Legionella
diferentes países. Se muestran las
pneumophila
tasas crudas por 100.000 habitantes
(Extraídas de: World Health o Streptococcus pneumoniae(13).
Statistics Annual 1996. OMS 1998, En EE.UU. representa la sexta causa de
Categoría diagnóstica 321, muerte y la primera entre las enfermedades
Clasificación Internacional de infecciosas. Se estima una mortalidad aso-
Enfermedades, 9ª revisión) ciada a la NAC en aquel país de 16
fallecidos por 100.000 habitantes y año.
Tasas de mortalidad
Países Hombres Mujeres
Etiología
Brasil (1990) 32,4 23,9 Aunque un rápido diagnóstico
etiológico sería óptimo en el manejo de la
Canadá (1995) 23,2 25,4 NAC, entre un 30 y un 50% de los casos
Argentina (1992) 21,0 16,5 no se encuentra el patógeno responsable.
Diversas variables pueden influir en la etio-
Cuba (1995) 37,7 28,7 logía de la NAC (Tabla 2): el área geográfica
Costa Rica (1994) 16,2 11,2 estudiada y la época del año, la edad, la comor-
bilidad y gravedad de presentación de la neu-
Méjico (1995) 23,2 19,7 monía y, por lo tanto, del lugar de tratamien-to,
Chile (1994) 41,9 39,1 del estado de inmunidad del paciente, la
exposición a diversos factores ambientales, la
Inglaterra y Gales (1995) 85,2 127,2
actividad laboral, e incluso de los métodos y
Noruega (1994) 54,7 75,8 criterios de diagnóstico microbiológico utili-
zados para el diagnóstico.
Francia (1994) 24,9 26,7
Alemania (1995) 19,0 24,0 Influencia del lugar geográfico de
adquisicion de la NAC en la
Italia (1993) 10,5 11,0
etiología
Polonia (1995) 14,5 13,8 Con respecto al lugar geográfico de adqui-
sición de la neumonía, la Legionella es más fre-
Rumanía (1995) 45,3 28,1
cuente en países mediterráneos (Comunidad
España (1994) 18,1 15,9 Valenciana), Nueva Zelanda y en pacientes con
enfermedad severa, teniendo un carácter epi-
Suecia (1995) 46,0 47,8
démico; la fiebre-Q (Coxiella burnetii) es más
Finlandia (1995) 44,4 51,6 frecuente en comunidades con ganado lanar
como el noroeste de España (País Vasco, cor-
Australia (1994) 9,4 10,2
nisa Cantábrica, Norte de Castilla-León y Norte
Singapur (1995) 67,0 68,0 de Aragón) y Nueva Escocia; la neumonía por
Klebsiella pneumoniae es más frecuente en
Sud-áfrica y el Mycobacterium tuberculosis, en
Hong-Kong y países no industrializados.
Considerando la mortalidad según la etio- En Europa, Streptococcus pneumoniae,
logía, ésta varía entre un 61% para las NAC por Hae-mophilus influenzae, gérmenes anaerobios,
Pseudomonas a menos del 10% en las NAC por Legionella pneumophila, bacilos Gram negati-
virus y gérmenes atípicos, pasando por el 35% vos entéricos, Staphylococcus aureus, Chlamy-
en las producidas por enterobacterias, dia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae
son los microorganismos más frecuentes y en
España, son: Streptococcus pneumoniae (res-

69
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL.

TABLA 2. Etiología de la NAC según factores del huésped


Factores del huésped Microorganismo

Edad Anciano S. pneumoniae, H. influenzae,


entero-bacterias

Lugar de residencia Asilo S. aureus, enterobacterias, S.


pneumo-niae, P. aeruginosa

Campamentos militares Chlamydia pneumoniae

Guarderías y epidemias intrafamilia- Micoplasma pneumoniae


res (cada 4 años)
Exposición ambiental Aves y animales de granja Chlamydia psittaci

Reses, ovejas, cabras, gatos (parto) Coxiella burnetii


Acequias o campos de arroz Leptospira
Agricultores Strongyloides stercolaris
Exposición a ratones Hantavirus
Exposición a cuevas con murciélagos Histoplasma capsulatum

Aire acondicionado Legionella spp

Hábitos tóxicos Adictos a drogas vía parenteral S. aureus, anaerobios, M.


tuberculosis Pneumocystis carinii

Alcoholismo S. pneumoniae (incluido neumococo


resistente), anaerobios,
enterobacterias (incluye Klebsiella
pneumoniae) M. tuber-culosis
Comorbilidad EPOC S. pneumoniae, H. influenzae, Moraxella
catarrhalis, Legionella, Chlamydia
pneu-
moniae
Enfermedad pulmonar estructural P. aeruginosa, Burkholderia cepacia,
(bronquiectasias, fibrosis quística) S. aureus

Obstrucción endobronquial (Ej: neo- Anaerobios


plasia)
Diabetes mellitus S. pneumoniae, S. aureus, Legionella

Enf. células falciformes, esplenecto- S. pneumoniae, H.


influenzae mía
Malnutrición P. aeruginosa
Enfermedad periodontal Polimicrobiana (aerobios y anaerobios)
Alteración del nivel de conciencia Polimicrobiana (aerobios y anaerobios)
…/…

70
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

TABLA 2. Etiología de la NAC según factores del huésped (continuación)


Aspiración de gran volumen tras Anaerobios, neumonítis química
vómitos intensos
Factores de riesgo Tratamiento antibiótico previo S. pneumoniae resistente, enterobacte-
rias, P. aeruginosa

Tratamiento prolongado con este- Legionella, Nocardia, Aspergillus,


roides M. tuberculosis, P. aeruginosa

Area geográfica País Vasco, Cornisa Cantábrica, Nor- Coxiella bumetii, (Fiebre Q)
te de Castilla-León, Norte de Aragón

Comunidad Valenciana, Costa Medi- Legionella pneumophila


terránea (brotes epidémicos)
Viajes al sudeste asiático Pseudomonas pseudomallei, SARS
(coro-navirus), virus de la gripe
aviar

ponsable de más del 75% de las NAC), Myco- Diversos estudios publicados muestran
plasma pneumoniae, Chlamydia pneumoniae, que el S. pneumoniae es el responsable del
Legionella pneumophila, y Haemophilus 30 al 40% de los episodios de neumonía que
influen-zae; y, en menor grado, los gérmenes se tra-tan en el hospital, situándose también
Gram negativos y la Coxiella burnetii, esta en el principal germen productor de las
última sobre todo en el País Vasco. Cuando la mismas.
neu-monía es grave y requiere ingreso en la Entre las neumonías que requieren ingreso
unidad de cuidados intensivos (UCI), el en la UCI, también es el neumococo el princi-
Streptococcus pneumoniae y la Legionella pal responsable con el 10-36% de ellas, desta-
pneumophila son los gérmenes más cando también las producidas por Legionella,
frecuentemente implica-dos(14). Staphylococcus aureus, bacterias entéricas
Gram negativas y Haemophilus influenzae.
Influencia de la gravedad de la Woodhead(15), estudiando 41 trabajos
presentación en la etiología rea-lizados sobre la etiología de la NAC en
Existen pocos estudios sobre la etiología de Euro-pa, 13 de ellos realizados en España,
la NAC tratada de forma ambulatoria por la nos mues-tra la frecuencia de los distintos
dificultad que supone la realización de estu-dios patógenos causantes de neumonía según el
microbiológicos fuera del hospital. Algu-nos lugar de tra-tamiento de la misma (Tabla 3).
estudios, además, establecen el diagnós-tico
apoyándose únicamente en criterios clínicos, sin Influencia de la edad en la etiología
confirmación radiológica. No obs-tante, y a En relación al huésped, en los ancianos, el
pesar de que un alto porcentaje de las espectro etiológico no difiere del de otros gru-
neumonías tratadas de forma ambulatoria no se pos aunque, en los ancianos institucionalizados
obtiene el germen responsable, se pue-de y muy dependientes, las bacterias entéricas
afirmar que el neumococo es el principal Gram negativas pueden ser más frecuentes. En
responsable de las neumonías que se tratan de un estudio multicéntrico reciente, la etio-logía
forma ambulatoria. de la NAC hospitalizada en mayores de 65 años
fue Streptococcus pneumoniae (49%),
71
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL.

TABLA 3. Frecuencia de los patógenos responsables de neumonía en función del


lugar donde se maneja el paciente, mostrada como promedio del porcentaje
extraído de los 41 estudios evaluados por Woodhead(15)
Organismo Ambulatoria Hospital UCI
Nº de estudios 9 23 13
S. pneumoniae 19,3 25,9 21,7
Haemophilus influenzae 3,3 4 5,1
Legionella spp 1,9 4,9 7,9
Staphylococcus aureus 0,2 1,4 7,6
Moraxella catarralis 0,5 2,5
Bacterias entéricas Gram negativas 0,4 2,7 7,5
Micoplasma pneumoniae 11,1 7,5 2
Chlamydia pneumoniae 8 7
Chlamydia psittaci 1,5 1,9 1,3
Coxiella burnetii 0,9 0,8 0,2
Virus 11,7 10,9 5,1
Otros organismos 1,6 2,2 7,4
Sin identificar 49,8 43,8 41,5

Haemophilus influenzae (14%), Legionella pneu- ciones graves por virus influenza y virus
mophila (10%), Pseudomonas aeruginosa (6%) res-piratorio sincitial(19).
y enterobacterias (6%)(16). La frecuencia de
microorganismos intracelulares varía entre 15- Etiología y comorbilidad
32%, aunque Mycoplasma pneumoniae es 5,4 En relación a la NAC en pacientes con
veces más frecuente en menores de 60 años(17). EPOC, un estudio multicéntrico español reali-
La etiología en los ancianos difiere según zado en pacientes con EPOC hospitalizados por
resida en domicilio o institución cerrada. Así, NAC, demostró que la mayoría de los
El-Sohl et al.(18), en una población de edad microorganismos aislados no diferían de los del
supe-rior a 75 años con neumonía grave encuen- resto de NAC. Los microorganismos cau-sales
tran que los microorganismos más frecuentes en más frecuentes fueron: S. pneumoniae (43%),
los que viven en domicilio fueron S. pneu- Chlamydia pneumoniae (12%), H. influenzae
moniae (14%), bacilos Gramnegativos (BGN) (9%), estreptococos del grupo viri-dans (4%) y
(14%), Legionella (9%), H. influenzae (7%) y Legionella (9%)(20); Ruiz et al.(17) encuentran
Staphylococcus aureus (7%) y en los pacientes además de los anteriores, ente-robacterias,
procedentes de residencias, los más frecuen-tes Pseudomonas e infecciones mix-tas. La
fueron S. aureus (29%), BGN (14%), S. etiología por C. pneumoniae fue más fre-cuente
pneumoniae (9%) y P. aeruginosa (4%). en EPOC de grado severo.
La incidencia de virus es menos conocida, En pacientes con bronquiectasias o fibro-sis
aunque se han descrito epidemias de infec- quística, y en EPOC de grado severo(21-23),

72
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

otros microorganismos menos frecuentes, como dia pneumoniae y Hantavirus, estos últimos
P. aeruginosa y las enterobacterias, pueden ser pro-ducen esporádicas zoonosis procedentes
causa de NAC. En un trabajo realizado en nues- de los roedores en Norte y Sudamérica, pero
tro país sobre la incidencia y factores de ries-go no son causas frecuentes de NAC.
de Pseudomonas y BGN, se concluye que los La frecuencia de microorganismos anae-
factores asociados más relevantes para pade-cer robios como causantes de NAC es
una neumonía comunitaria debida a BGN son: desconoci-da, estimándose en un 10%,
aspiración, hospitalización previa o trata-miento siendo los facto-res predisponentes la
previo antimicrobiano, y presencia de aspiración de secreciones orofaríngeas en el
bronquiectasias y EPOC grave(22). contexto de una disminu-ción del nivel de
Los pacientes alcohólicos tienen una inci- conciencia, la disfagia en las enfermedades
dencia mayor de neumonías por aspiración neurológicas, las enfermedades dentales o
y abscesos pulmonares cuyos microorganis- periodontales y la obstrucción intes-tinal.
mos causales más frecuentes son S. pneu- En cuanto a los virus, un estudio español, de
moniae y BGN (especialmente Klebsiella De Roux et al.(29), sobre las neumonías de origen
pneu-moniae)(24,25), debiendo tener en cuenta vírico, se observó que el 18% de las NAC a las
también el M. tuberculosis(26) y los que se les realizó un estudio serológico de virus
anaerobios por los episodios de disminución respiratorios completo, presentaba algún tipo de
del nivel de conciencia que presentan. virus como causa de la neumonía, y de ellos, el
En enfermos diabéticos, el riesgo de neu- 50% el único patógeno responsable era un virus y
monías no parece mayor que en la población el otro 50% presentaban una causa mixta: vírica y
general(27). No obstante, tienen mayor riesgo bacteriana; éstas cifras son muy similares a las
para presentar infecciones por Gramnegativos encontradas por Nauffal et al. (30) en un estudio
además de que la colonización por S. aureus multicéntrico realizado en Valen-cia. En la serie
es mayor que en individuos sanos (28). Así, de De Roux et al.(29) los virus más frecuentemente
Ruiz et al.(17) han encontrado con mayor encontrados fueron los virus de la gripe A y B,
frecuencia NAC por S. aureus y Legionella seguidos del parainfluenza, y menos
(odds ratio 1,89) en los diabéticos. frecuentemente del virus respirato-rio sincitial y
los adenovirus.
Otros gérmenes menos frecuentes
La identificación de más de un patógeno FACTORES DE RIESGO
es inusual, ocurriendo en menos del 10% de Los factores de riesgo para adquirir o pade-
los casos, siendo la EPOC la enfermedad con cer una NAC son múltiples y se han identifi-
más riesgo de etiología mixta (odds ratio 1,8) cado en varios estudios, pudiéndose agrupar en:
como señalan Ruiz et al.(17). edad, hábitos tóxicos, comorbilidad (Dia-betes
En pacientes con alteración del nivel de mellitus, EPOC, insuficiencia cardíaca
conciencia puede producirse una aspiración y en congestiva, cardiopatía isquémica, neoplasias,
esta circunstancia la etiología suele ser poli- enfermedades hepáticas crónicas, insuficien-cia
microbiana, con predominio de microorga- renal crónica y enfermedades neurológi-cas), y
otros: epidemia por virus influenza A,
nismos anaerobios(17). Los factores de riesgo
características medioambientales, malnutri-
para la aspiración son múltiples: accidente
cerebrovascular, intoxicación farmacológica, ción, inmunodeficiencia y terapias inmuno-
enfermedades neurológicas degenerativas, neo- supresoras, esplenectomía, uso de drogas por
plasias orofaríngeas o esofágicas y proceden-cia vía parenteral, antibioterapia inadecuada y
de asilos. residencia en instituciones cerradas.
Otros patógenos implicados más recien- Koivula’s(31) en un estudio realizado en
temente en la patogenia de la NAC son Chlamy- Finlandia encuentra como factores de ries-

73
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL. Alcoholismo
Ruiz et al.(25) encontraron que el
go independientes, en personas mayores de alcoholis-mo, definido como la ingesta
60 años, el alcoholismo con un riesgo rela- superior a 80 g/día, era un factor de riesgo
tivo (RR) de 9, el asma (RR 4,2), la independiente para el desarrollo de NAC
inmuno-supresión (RR 1,9), la grave, sobre todo por los efectos agudos del
institucionalización (RR 1,8) y la edad consumo de alcohol. El consumo de alcohol
mayor de 70 años, com-parada con el deteriora los sistemas inmunitarios tanto
grupo de 60 a 69 años (RR 1,5). locales como sistémicos, especialmente la
función de los neutrófilos y de los linfocitos,
Edad además de disminuir el nivel de conciencia
La neumonía es más frecuente en las eda- del paciente lo que favorece las aspiraciones.
des extremas, constituyendo un factor de ries-
go independiente; sin embargo, no está total- Epidemia por virus influenza A
mente aclarado el motivo exacto de la La gripe es una infección vírica aguda,
influencia de la edad sobre la etiología y el generalmente autolimitada. Constituye un fac-
pronóstico. Así, en un metaanálisis realizado tor asociado temporalmente a mayor riesgo de
por Fine et al.(13), la edad no aparece como NAC, tanto como productor directo de neu-
factor asociado significativamente con la monía como generador de condiciones que
mor-talidad; no obstante, es uno de los facilitan la penetración de otros gérmenes al
paráme-tros con mayor peso en la escala de dañar los epitelios de las vías respiratorias, pro-
pronós-tico publicada posteriormente en duciendo infecciones respiratorias, como oti-tis
media en niños, bronquitis o incluso neu-monía
1997(32). De esta forma es posible que la
bacteriana sobre todo por S. aureus. La
influencia de la edad se deba a la interacción
neumonía por virus de la gripe es rara pero
de otros facto-res no bien definidos, como
cuando ocurre conlleva una alta mortalidad.
enfermedades crónicas concomitantes,
malnutrición, capa-cidad inmunitaria, un La mayor mortalidad en las epidemias de
reflejo de deglución menos eficaz o una gripe se produce en pacientes con enferme-
función mucociliar menos eficiente. dades crónicas debilitantes como EPOC
El incremento de la población adulta hace avan-zada, insuficiencia cardiaca o renal y
prever, por tanto, un incremento tanto de la inci- diabe-tes(34), sobre todo en personas mayores
dencia como de la mortalidad por neumonía. de 65 años y es debida sobre todo a la
neumonía bacteriana secundaria o a la
Tabaquismo agudización de la insuficiencia cardiaca más
El tabaco genera cambios estructurales que a la infección vírica inicial.
y funcionales de los bronquios y Todo esto justifica plenamente la vacuna-
bronquíolos que facilitan la penetración de ción antigripal en la población susceptible(12).
los gérmenes en el parénquima pulmonar.
En la población general se estima que el Comorbilidad
riesgo atribuible porcentual al tabaco es del La incidencia de la NAC y su gravedad
orden del 23%, situándose en el 32% cuando son mayores entre pacientes con enfermedad
se asocia EPOC(33). Examinando el riesgo cró-nica, sea o no de origen respiratorio, por
indi-vidual, se ha comunicado hasta 1,8 veces la dis-minución de la capacidad de respuesta
más riesgo de padecer neumonía en los frente a agresiones externas(12).
fumado-res habituales cuando se comparan En la diabetes mellitus se produce una
con la población no fumadora(12). Este riesgo dis-minución de la respuesta inflamatoria e
está en relación directa a la duración del inmu-nológica que favorece las infecciones.
hábito tabá-quico, disminuyendo a la mitad a
los 5 años de haber dejado de fumar.

74
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

Los pacientes con EPOC tienen un riesgo incidencia de infecciones respiratorias en


más elevado de adquirir una neumonía por la estos estratos de la sociedad.
colonización de la vía respiratoria por gérme-
nes patógenos. Zalacaín et al.(35) objetivaron PRONÓSTICO
que los individuos con EPOC tienen una En la historia natural del proceso de la
mayor prevalencia de colonización bacteriana NAC, el 90% de los casos de infección cursa
de la vía respiratoria inferior que el resto de con buena evolución, sin embargo un 10%
la pobla-ción, y que esto se relaciona con el evolucionarán mal. Dado que la mortalidad en
grado de obstrucción de la vía aérea y el la NAC continúa siendo elevada, desde hace
consumo de tabaco. años se han realizado estudios con el objeti-vo
Las enfermedades del SNC cursan con de clasificar y estratificar a los pacientes en
fre-cuencia con el reflejo de la tos relación a la mortalidad y la necesidad de
disminuido, con afectación de la deglución ingreso hospitalario o en UCI(32,38,39), e identi-
y microaspiracio-nes de repetición que ficar aquellos factores que determinan el mal
favorecen en estos pacientes, generalmente pronóstico. En este sentido, se han realiza-do
encamados, la apa-rición de neumonías. estudios para definir factores de muerte y
La hepatopatía crónica puede causar recientemente se están investigando los fac-
una deficiencia de la fagocitosis. tores relacionados con la respuesta al trata-
Asimismo, en los pacientes alcohólicos hay miento y la estabilidad clínica, que son tam-
un deterioro de los mecanismos inmunes bién variables pronósticas de importancia en
tanto locales como sis-témicos, sobre todo esta enfermedad.
de las funciones de los lin-focitos(36).
La inmunodepresión favorece per se la Factores pronósticos relacionados con
infección por ciertos microorganismos poco la respuesta al tratamiento
frecuentes en la población general, como
virus, hongos, etc. La neutropenia favorece Fracaso terapéutico
las infec-ciones bacterianas, sobre todo por En la actualidad, el término más utilizado
bacilos Gramnegativos y en fases avanzadas cuando la neumonía no evoluciona bien y no
por hon-gos filamentosos oportunistas. Una responde al tratamiento antibiótico empírico es
causa de inmunodepresión es el tratamiento fracaso terapéutico; previamente se usa-ron
crónico con corticoides, hecho muy frecuente términos como non-responding pneumo-nia(40-
43)
en el paciente EPOC, en los que habrá que . El tiempo aceptado para definir el fra-caso
sospe-char la presencia de gérmenes terapéutico es a las 72 horas desde el inicio del
oportunistas ante una neumonía que no antibiótico y se basa en estudios micro-
responda al trata-miento antibiótico habitual, biológicos de Montravers(44) y en estudios de
aunque los inmu-nodeprimidos se consideran estabilidad clínica(45). Estos autores encuentran
como otro grupo diferente de NAC. que la carga bacteriana se reduce de forma
drástica cuando el tratamiento es eficaz a las 72
Características medioambientales horas. Curiosamente han sido estudios de
Smith et al.(37) encontraron evidencia que investigadores españoles los que más han tra-
sugiere que el uso de combustibles fósiles en el tado de profundizar en los aspectos clínicos y
hogar incrementa el riesgo relativo de pade-cer en las causas del fracaso terapéutico(46-48).
neumonía, lo que sería importante en paí-ses La incidencia del fracaso terapéutico en
menos desarrollados o en zonas rurales. Esto, la NAC se ha estimado entre un 11-15%. Las
añadido a las características de la vivien-da y las causas de fracaso terapéutico en su mayo-ría
condiciones de hacinamiento en nive-les corresponden a motivos infecciosos, bien por
socioeconómicos bajos justificaría la mayor microorganismos poco habituales o por

75
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL.

TABLA 4. Factores de riesgo para fracaso terapéutico y mayor nº de días para


alcanzar la estabilidad clínica
Factores de riesgo Fracaso terapéutico Estabilidad clínica
OD* (95% IC) HR** (95% IC)
PSI alto 1,3 (1,1-1,5) 0,73 (0,63-0,84)
NAC multilobar 2,1 (1,4-2,9) 0,72 (0,62-0,84)
Derrame pleural 2,7 (1,8-4,2) 0,67 (0,51-0,90)
Cavitación 4,1 (1,3-13,5) —
Disnea — 0,76 (0,66-0,87)
Confusión — 0,66 (0,52-0,83)
Leucopenia 3,7 (1,4-10,2) —
Enf. hepática 2 (1,1-3,5) —
Adherencia a SEPAR — 1,22 (1,04-1,44)

*OR: Odds ratio; **HR: Hazard ratio

persistencia de la infección o también por clases de riesgo alto identifica a pacientes


motivos no infecciosos. En un estudio nacio- con una probabilidad de muerte de al menos
nal multicéntrico, realizado por el área TIR el tri-ple que el resto de la misma categoría.
de la SEPAR, publicado recientemente (46), se En las clases de riesgo bajo también tiene
han investigado tanto los factores de riesgo utilidad para encontrar a pacientes que
(Tabla 4) como los protectores que, de forma puedan pre-sentar mala evolución aunque su
independiente, se asocian a la respuesta tera- mortalidad no sea tan alta.
péutica antibiótica. Entre los factores de ries-
go de fracaso se encuentran: la gravedad ini- Estabilidad clínica
cial medida por el PSI (odds ratio = 1,3), Conocer, como médico, cuándo un pacien-
neumonía multilobar (OR = 2,1), derrame te con neumonía alcanza la estabilidad clínica
pleural (OR = 2,7), enfermedad hepática (OR es importante para un buen control de la evo-
= 2), leucopenia (OR = 3,7) y signos radio- lución y de la duración del tratamiento anti-
lógicos de cavitación (OR:4,1). Por el contra- biótico. Además, esta información tiene inte-rés
rio, los factores asociados con un menor fra- para estimar la duración de la estancia
caso son: la EPOC (OR = 0,6), la vacunación hospitalaria lo que repercute en los costes sani-
antigripal (OR = 0,3) y el tratamiento inicial tarios directos. La primera descripción amplia-
con quinolonas (OR = 0,5). La probabilidad mente aceptada de estabilidad clínica en la
de muerte fue significativamente mayor, 11 NAC es la descrita por Halm et al.(45) en un
veces superior, cuando aparece fracaso tera- estu-dio multicéntrico y prospectivo. Estos
péutico, tras ajustar por clase de riesgo ini- autores utilizan 5 variables clínicas utilizadas
cial. habi-tualmente por los médicos, que son:
La importancia de predecir el fracaso tera- frecuen-cia cardiaca, tensión arterial sistólica,
péutico como información adicional a las esca- fre-cuencia respiratoria, saturación de oxígeno y
las pronósticas es verdaderamente útil. En las temperatura, más la capacidad para comer y

76
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

TABLA 5. Factores pronósticos de me pleural, neumonía multilobar, PSI alto


muerte en la NAC. Odds ratio: y falta de adherencia al tratamiento según
mayor probabilidad de muerte si > 1 nor-mativas SEPAR.
y menor si es < 1
Factores de mortalidad
Factores pronóstico Odds ratio
Síntomas Factores pronósticos de mortalidad
– Escalofríos 0,4 Los factores pronósticos asociados con
– Alteración estado mental 2,0 mayor morbimortalidad en neumonías son
– Disnea 2,9 múltiples y se detallaron en un meta-análisis
Hallazgos físicos clásico realizado durante los años 90 (13), en el
que se evaluaron 33.148 pacientes con NAC y
– Taquipnea 2,5
se identificaron 11 factores asociados con un
– Hipotermia 2,6
aumento de la mortalidad atribuida a la neu-
– Hipotensión 5,4
monía: sexo masculino, edad avanzada, hipo-
Comorbilidad
termia, diabetes mellitus, taquipnea, hipoten-
– Insuficiencia cardiaca 2,4 sión, enfermedad neurológica, neoplasia,
– Cardiopatía isquémica 1,5 leucopenia, bacteriemia y afectación radioló-
– Diabetes 1,2 gica multilobar. Como puede apreciarse se cla-
– Neoplasia 2,7 sifican en factores dependientes del paciente,
– Enf. neurológica 4,4 como la edad y comorbilidad y factores rela-
Hallazgos analíticos cionados con los hallazgos clínicos, analíti-cos
y radiológicos del episodio de NAC (Tabla 5).
– >Urea 2,7
La mortalidad global fue de 13,7%, siendo más
– Leucopenia 5,1
baja en los estudios con enfermos ingre-sados y
– Leucocitosis 4,1
ambulatorios y más alta en los traba-jos con
– Hipoxemia 2,2 pacientes en UCI. En dicho meta-aná-lisis
también se ofrecen datos de mortalidad en
función de la etiología de la neumonía (Tabla
el estado mental. Para cada variable describe 6). Los factores de riesgo de muerte encon-
diferentes puntos de corte en el concepto de trados en diversos estudios univariados son
estabilidad y distintos grados. En nuestro medio, numerosos con la limitación de no medir el
los puntos de corte empleados para definir efecto independiente de cada uno de ellos como
estabilidad clínica son el primer día que el ocurre en los estudios multivariados. Entre
paciente presenta: temperatura ≥ 37,2º C, ellos, se encuentran igualmente factores
tensión arterial sistólica ≥ 90 mmHg, satura- asociados a los síntomas de la infección, a los
ción de O2 ≥ 90%, frecuencia respiratoria ≥ 24 hallazgos analíticos, radiológicos, a la comor-
rpm, frecuencia cardiaca ≥ 100 lpm. Con esta bilidad del paciente y al propio microorganis-
definición, hemos encontrado que la estabili-dad mo causal. En las recomendaciones de las
clínica se alcaza el día 4 en el 50% de los sociedades científicas de la década pasada se
pacientes hospitalarios. Hay menos estudios de describían todos ellos para ser empleados en la
estabilidad clínica en la NAC extrahospita-laria. decisión del ingreso hospitalario(14,50).
(49)
En un estudio multicéntrico español se
analizaron aquellos factores (Tabla 4) que se Escalas pronósticas
asocian a la necesidad de mayor número de días En la última década han aparecido estu-dios
para alcanzar la estabilidad clínica, éstos que, mediante análisis estadísticos multi-
factores son: disnea, confusión, derra- variados, proporcionan escalas capaces de esti-

77
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL. o más factores de riesgo son clasificados en
función de la puntuación obtenida por estos
factores de riesgo: II, menos de 70 puntos;
TABLA 6. Mortalidad en función de III, 71 a 90; IV, 91 a 130; y V, más de 130
la etiología puntos. La validación de esta escala de
Agente etiológico Mortalidad (%) mortalidad para las distintas clases de riesgo
Pseudomonas aeruginosa 61,1 muestra que es baja en las clases I-III (0,1-
2,8%), intermedia para la clase IV (8,2-9,3%)
Klebsiella spp 35,7
y alta para la cla-se V (27-31%).
Escherichia coli 35,3 La BTS (Sociedad Británica de Neumología)
también ha obtenido una escala pronostica de
Staphylococcus aureus 31,8
mortalidad(51) y Lim et al.(52) la han adaptado a una
Infección polibacteriana 23,6 más sencilla ya que utiliza solamente 4 variables:
CURB acrónimo de confusión, urea, frecuencia
Legionella 14,7
respiratoria (≥ 30/rpm) y blood pres-sure (presión
Streptococcus pneumoniae 12,3 diastólica ≥ 60 mmHg ó sistóli-ca < 90 mmHg), y
Clamydia pneumoniae 9,8 también estratifica acertadamente a los pacientes
según la pro-babilidad de muerte (Tabla 7). El
Virus A de la gripe 99,0 cálculo de la puntuación de esta escala se realiza
suman-do un punto por cada variable presente. La
Proteus spp 8,3
pro-babilidad de muerte para cada valor es ascen-
Haemophilus influenzae 7,4 dente: puntuación 0: 0,7%, 1: 2,1%, 3: 9,2%,
Virus parainfluenza 6,7 3: 14,5%, ≥ 4: 40%. Además, en el mismo
estudio se valida una simplificación de la
Virus respiratorio sincitial 5,0 esca-la, excluyendo el valor de la urea para
Agente etiológico desconocido 12,8 su apli-cación en el ámbito de la asistencia
prima-ria. Es el denominado CRB65, con
un rango de puntuación entre 0-4, y cuya
probabilidad de muerte para cada valor es
mar la probabilidad de muerte de un pacien-te el siguiente: valor 0 = mortalidad 1,2%, 1-
con neumonía. Fine et al. (32), mediante estos 2 = 8,5% y 3-4 = 31%.
modelos que cuantifican el efecto indepen- La utilidad de estas escalas pronósticas
diente de las variables, obtiene una escala pro- es que determinan la probabilidad de muer-
nóstica que estratifica a los pacientes en 5 cla- te en el momento del diagnóstico de NAC;
ses de riesgo de muerte. Esta escala, más sin embargo, no tienen capacidad de prever
conocida como PSI (pneumonia severity índex) la res-puesta del paciente tras el inicio del
o clase de riesgo de Fine, se basa en variables trata-miento, lo que resulta clave en el
como la edad, de mucho peso, enfermedades pronóstico del paciente.
concomitantes y presencia de signos clínicos,
analíticos y radiográficos, de gravedad inicial Factores pronóstico de mortalidad tardía
(Tabla 7). Aplicada a diferentes poblaciones, A pesar de la alta morbilidad y mortalidad
esta escala clasifica de forma muy precisa la asociada a la NAC hay limitados estudios que
probabilidad de muerte de un paciente con examinen el pronóstico a largo plazo, es decir,
los factores de riesgo de mortalidad tardía de la
neumonía. El primer escalón estratifica el ries-
go en función de la edad, las enfermedades NAC. Mortensen et al.(53) estudiaron la mor-
asociadas, el examen físico y los hallazgos de talidad a los 90 días y demostraron mayor pro-
laboratorio. Si estos factores de riesgo están
ausentes, el paciente es asignado a la clase I. En
el segundo escalón, los pacientes con uno

78
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

TABLA 7. Puntuación de las variables para predicción de mortalidad precoz


(Escala Fine y CURB)
Característica Puntuación
Edad*: Hombres 65 Número de años
Mujeres Nº de años – 10

Asilo o residencias +10


Enfermedad neoplásica + 30
Enfermedad hepática + 20
Insuficiencia cardíaca congestiva + 10
Enfermedad cerebrovascular + 10
Enfermedad renal + 10
Estado mental alterado* + 20
C

Frecuencia respiratoria* ≥ 30/min + 20


R

TA sistólica* < 90 + 20
B

tª < 35º C ó ≥ 40º C + 15

Pulso ≥ 125/min + 10
pH arterial < 7,35 + 30
BUN* ≥ 30 mg/dl U + 20
Na < 130 nmol/L + 20
Glucosa ≥ 250 mg/dl + 10
Hto < 30% + 10
Pa O2 < 60 mmHg + 10
Derrame pleural + 10
Riesgo de Fine: I (< 50 ptos), II (51-70), III (71-91), IV (91-130), V (> 130). Mortalidad clases I-III (0,1-2,8%), IV (8.2-
9,3%), V (27-31%). *En negrita se destacan los componenetes del Fine y CURB (véase texto): puntuación 0: mor-
talidad 0,7%, 1: 2,1%, 2: 9,2%, 3: 14,5% ≥ 4: 40%.

babilidad de muerte en los pacientes tras una NAC reanimable, deficiente estado nutricional, derra-
respecto a los controles pareados por edad. Entre me pleural, uso de glucocorticoides, residencia de
los factores asociados significativamen-te con ancianos, nivel de estudios alto o bajo, sexo
mayor mortalidad tardía encontraron: la edad masculino, existencia de comorbilidad asocia-da y
(estratificada por décadas), estado no ausencia de fiebre. Otra publicación recien-

79
R. MARTÍNEZ TOMÁS ET AL.

TABLA 8. Indicadores de calidad con impacto en el pronóstico (Modificado de 59)


Indicador de calidad Resultado

Decisión de ingreso por escalas pronósticas Se reduce ingreso pacientes bajo riesgo
Inicio tratamiento antibiótico Administración precoz mayor supervivencia

Elección tratamiento antibiótico Adherencia a normativas menor mortalidad

Tratamiento sequencial Asociado con menor estancia hospitalaria


Criterios de alta Menos readmisión y mortalidad

te estudia la supervivencia a los 4 años tras básicamente se parecen, las diferencias no


un ingreso hospitalario por NAC(54). Los dejan de ser en ocasiones relevantes. La pre-
factores independientes predictores de muerte mura en el inicio del tratamiento antibiótico
encon-trados fueron: la edad, comorbilidad en las NAC grave (el inicio del tratamiento
enfer-medad cerebrovascular o anti-biótico empírico en menos de 8 horas) se
cardiovascular, esta-do mental alterado, encuentra entre las recomendaciones de
hematócrito menor de 35% y aumento del diver-sas sociedades científicas. Houck et al.
(55)
nivel de glucosa en sangre. Por el contrario, han encontrado también una asociación
la NAC en un adulto joven sin comorbilidad entre el inicio del antibiótico antes de las 4
no parece asociar un pronóstico adverso horas y una mayor supervivencia tras ajustar
sobre la mortalidad. Estos estudios sugieren por cla-se de riesgo y la presencia de
que, si bien el impacto de la neumo-nía sobre insuficiencia cardiaca.
la mortalidad ocurre predominante-mente en Otro indicador de la calidad sería la ade-
el primer año, ésta asociación podría persistir cuación de criterios de alta con la ayuda de
hasta 5 años después del episodio ini-cial. los parámetros de estabilidad clínica, éstos
son medidas contrastadas asociadas con
Indicadores de calidad relacionados con menor probabilidad de muerte(56).
la mortalidad El empleo de determinados antibióticos
Otro punto a considerar aparte de los fac- empíricos y el uso de normativas en la elec-ción
tores y escalas pronósticas, y no menos terapéutica de la NAC, también se ha aso-ciado
impor-tante, son los denominados indicadores con una menor mortalidad. En un estu-dio de
de calidad ya que la calidad en la atención a nuestro grupo, encontramos que en la NAC
los pacientes con NAC reduce la mortalidad y grave la mortalidad se duplica cuando el
es por ello que las últimas recomendaciones tratamiento no se adhiere a las normativas, tanto
ya incorporan algunos indicadores (Tabla 8). a las de la sociedad americana (ATS) como a las
La decisión del ingreso hospitalario, sobre españolas (SEPAR)(57). Gleason et al.(58)
todo en aquellas neumonías de inicio no también observaron, tras ajustar por otros
grave, depende en última instancia, del juicio factores de riesgo, que la asociación de beta-
del médico responsable capaz de diferenciar a lactámico + macrólido o fluoroquinolonas se
los pacientes que se podrían beneficiar de un asociaron a una menor mortalidad compara-do
seguimiento, tratamiento y cuidados hospita- con la monoterapia de cefalosporinas de 3ª
larios. Si se revisan las normativas vigentes al generación en la NAC grave.
respecto, se puede comprobar que cada socie- Otros indicadores de calidad encontrados en
dad científica tiene la suya propia y, aunque un meta-análisis de Rhew et al.(59) fueron la

80
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

realización de drenaje torácico en el empie- 10. Fine MJ. Pneumonia in the elderly: the
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NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD: EPIDEMIOLOGÍA, FACTORES DE RIESGO Y PRONÓSTICO

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83
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA
COMUNIDAD. TRATAMIENTO.
PREVENCIÓN
Rafael Zalacain Jorge

RESUMEN las que requieren ingreso. Como medidas


El tratamiento antibiótico de la NAC es fun- pre-ventivas, tendríamos el abandono del
damentalmente empírico y, cuando se va a ins- hábito tabáquico, y las vacunas
taurar, hay que tener en cuenta los siguien-tes antineumocócica y antigripal.
factores: gravedad del cuadro clínico, etiología
más probable, en base a datos clíni-co- TRATAMIENTO
epidemiológicos y radiológicos, y resisten-cias Idealmente la elección del tratamiento
de los microorganismos más frecuentes en antibiótico debería basarse en los hallazgos
nuestra área. Se debe iniciar dicho trata-miento, microbiológicos, pero esto es muy difícil de
lo más rápidamente posible. conseguir dadas las limitaciones actuales de
Los pacientes van a ser divididos en 3 los tests de diagnóstico etiológico. Por todo
grandes grupos, en función del lugar de tra- ello, el tratamiento antibiótico a administrar
tamiento. Los del grupo 1 van a ser tratados a un paciente con NAC se establece de forma
ambulatoriamente y el tratamiento de elec-ción empírica y a la hora de instaurar dicho trata-
va a ser una nueva fluoroquinolona (moxi- miento hay que tener en cuenta los siguien-
floxacino o levofloxacino) o telitromicina. Den- tes factores: gravedad de presentación inicial
tro de este grupo 1, hay un subgrupo de casos del cuadro clínico, etiología más probable,
con enfermedades asociadas o con factores de en base a los datos clínico-epidemiológicos y
riesgo de etiología no habitual, que debe-rían radiológicos, y resistencias de los microor-
ser tratados con moxifloxacino o levo-floxacino, ganismos más frecuentes en nuestra área. Se
o con amoxicilina-clavulánico más macrólido. preferirá la monoterapia frente al tratamien-
Los del grupo 2, van a ser a tra-tados en el to combinado, siempre que sea posible. Debe
hospital, en una sala convencio-nal. El tenerse en cuenta que hasta el 10% de las
tratamiento será, si se emplea la vía parenteral, NAC son producidas por más de un microor-
con cefalosporina de 3ª genera-ción o ganismo, tienen una etiología mixta, prefe-
amoxicilina-clavulánico, asociados a un rentemente S. pneumoniae, y un micro-
macrólido (azitromicina o claritromicina) o organismo atípico(1-3).
levofloxacino en monoterapia. Si se emplea la Un dato importante a la hora del trata-
vía oral, habría que emplear moxifloxacino o miento antibiótico de una NAC es la
levofloxacino, o amoxicilina clavulánico más instaura-ción precoz de dicho tratamiento (4).
macrólido. Los del grupo 3, serían los que Se ha de intentar comenzar el tratamiento
ingresan en UCI, y el tratamiento sería con antes de que pasen 4 horas desde el
cefalosporina de 3ª generación asociada a diagnóstico, ya que cuanto antes se comience
levofloxacino o a un macrólido. La duración del a tratar con un anti-biótico, se consigue una
tratamiento será de 7 a 10 días en las tra-tadas reducción de la mor-bi-mortalidad, así como
ambulatoriamente y de 10 a 14 días en de la estancia hospi-talaria(5).

85
R. ZALACAIN JORGE decir, la tasa de resistencia a eritromicina es
igual que la de los más nuevos de la familia,
Patrones de resistencia de los como claritromicina y azitromicina.
microorganismos más Los últimos datos publicados en nuestro
frecuentemente implicados país corresponden a un estudio multicéntri-
Es bien conocido el problema de las resis- co(9) que han incluido 638 NAC originadas
tencias de los principales microorganismos por S. pneumoniae y en el que se ha visto que
respiratorios no sólo en nuestro país, sino en el 36% eran resistentes a penicilina y el 24%
todo el mundo. Si nos centramos en S. pneu- a eritromicina, siendo las cifras similares a
moniae, que es el principal causante de NAC, otros estudios publicados anteriormente (10).
este microorganismo ha desarrollado distintos Es interesante también conocer cuáles serían
mecanismos de resistencia frente a diversas los factores de riesgo para tener un S. pneu-
familias de antibióticos, siendo las más des- moniae resistente. En el caso de los resisten-
tacables por su relevancia en la práctica clí-nica, tes a penicilina, estarían la enfermedad pul-
las resistencias frente a betalactámicos monar obstructiva crónica, el alcoholismo, la
(penicilina y sus derivados, y cefalosporinas) y presencia de VIH, la sospecha de aspiración,
macrólidos, que han sido los antibióticos que la terapia previa con betalactámicos o con
más se han empleado en el tratamiento de las cor-ticoides y el haber ingresado previamente
NAC. El mecanismo de resistencia a los beta- en un hospital. En el caso de resistencia a
lactámicos se basa en la alteración de deter- macró-lidos estarían, como factores de
minadas proteínas de la pared bacteriana (PBP). riesgo, la admisión previa en un hospital y la
La aparición de resistencia tiene lugar tras la resisten-cia a penicilina(9,11,12).
alteración sufrida por alguna de las BPB, que
Habría que comentar también que están
hace que esta proteína pierda afinidad para empezando a aparecer algunos casos de resis-
unirse al antibiótico betalactámico(6). Aunque es tencias a las nuevas fluoroquinolonas, aunque
un problema común a todo el grupo, no todos de momento las cifras no superan el 1%, pero es
los betalactámicos se comportan igual, así un posible que, si se masifica su uso, puedan
determinado antibiótico puede verse muy aumentar. Los factores de riesgo para esta resis-
afectado, mientras que otros apenas pier-den tencia serían la enfermedad pulmonar obs-
eficacia(7). Es también importante cono-cer que tructiva crónica, el tratamiento previo con estas
la pérdida de afinidad de las PBP por un sustancias, un origen nosocomial de la infec-
determinado betalactámico puede ser com- ción y el vivir en una residencia(13,14).
pensada aumentando la concentración del mis- En cuanto a otros microorganismos cau-
mo, lo que en la práctica resulta que el anti- santes de NAC, que tienen algún problema
biótico puede seguir siendo eficaz si se aumenta de resistencias, habría que citar a H.
la dosis. En cuanto a la resistencia frente a los influenzae, que, aunque es poco productor de
macrólidos, hay 2 tipos de meca-nismos, la NAC, hay que tener en cuenta que más de la
denominada de alto nivel, debida a alteraciones tercera par-te de los aislamientos son
del RNA ribosomal y la de bajo nivel, productores de beta-lactamasas, por lo que
relacionada con un incremento de la acti-vidad serían resistentes a ampicilina(15).
de la bomba de eflujo citoplasmática. La de bajo
nivel, sería en parte compensada con un Tipos de antibióticos
aumento de las dosis, pero este tipo de Cuando se va a emplear un antibiótico en
resistencia es muy poco frecuente en nues-tro un paciente con NAC, hay que valorar una serie
país, donde la gran mayoría de los S. pneu- de factores: espectro antibacteriano; resisten-
moniae resistentes a los macrólidos presentan cias en nuestro medio de los principales micro-
una resistencia de alto nivel, que no se com- organismos frente a ese antibiótico; principa-
pensa elevando las dosis(8). En los macrólidos,
el problema es común a toda la familia, es

86
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

les características farmacocinéticas y farma- el problema de las resistencias frente a S. pneu-


codinámicas; posología, número de dosis/día moniae, fundamentalmente a las que se admi-
y número de días; efectos secundarios. nistran por vía oral. Si desde un principio, de
En primer lugar, tendríamos a la penicili-na las comercializadas en nuestro país, sólo eran
y a las aminopenicilinas (ampicilina y amo- claramente eficaces cefuroxima axetilo y cef-
xicilina). La penicilina ha sido el antibiótico que podoxima, con el paso del tiempo se han
se ha usado clásicamente para el trata-miento de aumentado las resistencias y en estos momen-
la neumonía neumocócica, debido a su tos, entre el 30 y 40% de S. pneumoniae son
extraordinaria actividad frente a S. pneu- resistentes a cefuroxima(9,10). Recientemente se
moniae. Evidentemente, debido a los proble- ha comercializado en nuestro país, una nueva
mas de resistencia y también debido a que hay cefalosporina oral, el cefditoren que tiene una
que cubrir más microorganismos, práctica- muy buena actividad frente a S. pneumoniae,
mente no se usa, a no ser que se aísle en una manteniendo la actividad frente a H. influen-
muestra de fiabilidad como el hemocultivo, un zae y otras bacterias Gramnegativas de las otras
S. pneumoniae sensible a penicilina. En cuan-to
cefalosporinas(17), por lo que en este momen-to
a sus derivados, el más empleado es amo-
sería la cefalosporina oral más eficaz. En
xicilina, que presenta una tasa de resistencia a
cuanto a las cefalosporinas parenterales (cef-
S. pneumoniae, con los nuevos puntos de cor-te,
triaxona y cefotaxima), la tasa de resistencias
del 5%,(9) pero tiene el inconveniente de que no está entre el 5 y 10% para S. pneumoniae, pero
es activa frente a los microorganismos atípicos. con las dosis que se administran parece que se
Aunque la correlación clínico-etioló-gico puede vencer esa resistencia. Además, son muy
siempre ha sido discutible en la valora-ción de eficaces frente a las enterobacterias, sien-do su
un paciente con NAC, podría usarse en aquellos actividad superior a amoxicilina-clavu-lánico.
casos con altísima sospecha de etiología
neumocócica (cuadro brusco con fie-bre Otro grupo terapéutico es el formado por
elevada, escalofríos, dolor pleurítico, expec- los macrólidos. Estos antibióticos han sido
toración purulenta o herrumbrosa, semiología de ampliamente empleados en el tratamiento de las
condensación con crepitantes o soplo tubá-rico, NAC, primero como alternativa a la peni-cilina
leucocitosis e infiltrado alveolar con bron- y luego como tratamiento de primera elección,
cograma aéreo en la radiografía de tórax) (1). fundamentalmente en el caso de las NAC leves,
Dentro de este grupo incluiríamos la asocia-ción que eran tratadas ambulatoria-mente. Esto era
aminopenicilina con un inhibidor de beta- debido a que presentaban una buena actividad
lactamasas, en concreto, la asociación amoxi- frente a S. pneumoniae y eran además muy
cilina-ácido clavulánico. Esta asociación tiene la eficaces frente a los microorga-nismos atípicos
gran ventaja de que aparte de ser muy efi-caz y frente a L. pneumophila. En estos momentos
frente a S. pneumoniae, preferentemente con la y dados los problemas de resistencias que
nueva presentación en que se admi-nistran 4 presentan en nuestro país fren-te a S.
gramos de amoxicilina al día, repar-tidos en 2 pneumoniae, su empleo en monotera-pia en
tomas, es también eficaz frente a H. influenzae y pacientes con NAC leve, es poco reco-
otras bacterias Gramnegativas(16). Esta mendable. Se suelen emplear asociados a un
asociación es muy efectiva frente a los betalactámico en el caso de las NAC que ingre-
microorganismos anaerobios, por lo que se san, con el objetivo de cubrir L. pneumophila y
emplea como referencia en las neumonías por microorganismos atípicos.
aspiración. Como alternativa a los macrólidos,
Otro grupo serían las cefalosporinas, anti- dispo-nemos en estos momentos de los
bióticos betalactámicos, al igual que las peni- ketólidos y, más en concreto, de
cilinas. A este grupo también le ha afectado telitromicina, que es el único antibiótico
actualmente comercializado

87
R. ZALACAIN JORGE ganismos como S. pneumoniae resistente a
beta-lactámicos y/o macrólidos o bacterias
en nuestro país. Este antibiótico presenta unos Gram-negativas, como en los que presentan
cambios bioquímicos importantes con relación a dichos factores de riesgo. En las NAC más
los macrólidos, que hacen que presente una graves, que precisan ingreso hospitalario,
mayor eficacia antimicrobiana. Telitromicina también se pue-den emplear en monoterapia
tiene una excelente actividad frente a los Gram- (cualquiera de las dos si se emplea la vía oral y
positivos, preferentemente S. pneumoniae, no sólo levofloxaci-no si se emplea la vía
teniendo ningún problema de resistencia en parenteral, ya que moxi-floxacino todavía no
estos momentos, siendo además activo frente a tiene comercializada esta presentación en
las cepas de S. pneumoniae resistente a beta- nuestro país).
lactámicos y a macrólidos (18). Dado que es tam-
bién activo frente a los microorganismos atí- Tratamiento antibiótico de la NAC
picos y L. pneumophila, este antibiótico se Los pacientes adultos con NAC son dividi-
puede considerar como de primera elección en dos en diferentes grupos en función del mayor o
las NAC leves, que son tratadas fundamental- menor riesgo de tener una evolución com-
mente a nivel ambulatorio. Presenta además una plicada, es decir, de los factores pronósticos de
gravedad. Clásicamente esta división se ha
aceptable actividad frente a H. influenzae, pero
hecho en función de unos datos de grave-
no es activo frente a las enterobacterias, por lo
que no se debe emplear en el caso de las NAC, dad(2,20) y de unos factores de riesgo para tener
en que se pueda sospechar esta etio-logía, que un microorganismo no habitual (S. pneumoniae
fundamentalmente corresponden a pacientes, resistente a penicilina y/o macrólidos y bac-
que suelen requerir ingreso hos-pitalario. terias Gramnegativas fundamentalmente)(2). En
los últimos años han aparecido dos modelos de
Otra familia de antibióticos, que ha adqui- excelente predicción de riesgo, el PSI (pneu-
rido gran relevancia, en los últimos tiempos en monia severity index) descrito por Fine et al.(21),
el tratamiento de la NAC, es la de las fluoro- que valora 20 variables y divide a los pacien-tes
quinolonas. Dentro de esta familia, clásicamente en 5 grupos, y más recientemente se ha descrito
teníamos a ciprofloxacino y ofloxacino, que el CURB 65(22), que valora únicamen-te 5
aunque eran muy activas frente a bacterias variables (confusión, urea, frecuencia res-
Gram negativas, microorganismos atípicos e piratoria, tensión arterial y edad superior a 65
incluso L. pneumophila, tenían muy poca acti- años) y que divide a los pacientes en 3 grupos.
vidad frente a S. pneumoniae. Las nuevas qui- Cada grupo de pacientes con NAC tendrá una
nolonas (actualmente comercializadas en nues- etiología más o menos diferenciada y por tan-to
tro país, moxifloxacino y levofloxacino) un tratamiento diferente.
presentan una muy buena actividad frente a S. Desde un punto de vista práctico, vamos
pneumoniae, incluídas las cepas resistentes a a dividir a los pacientes adultos en 3 grupos.
betalactámicos y macrólidos, siendo esta acti-
vidad mayor en el caso de moxifloxacino (19). Grupo 1. NAC tratada de
Estas nuevas sustancias mantienen todo el forma ambulatoria
espectro antibacteriano de las quinolonas clá- La etiología más frecuente sería S. pneu-
sicas, por lo que prácticamente cubrirían la tota- moniae y microorganismos atípicos(23-25). Los
lidad de las bacterias causantes de NAC. Ade- antibióticos de elección serían una nueva fluo-
más, en el caso de moxifloxacino, presenta roquinolona (moxifloxacino o levofloxacino) en
también actividad frente a microorganismos monoterapia por vía oral, o telitromicina,
anaerobios. Por todo ello, estas nuevas quino- también por vía oral. Dados los problemas, ya
lonas se pueden emplear como de primera elec- comentados, de resistencia frente a S. pneu-
ción en el caso de las NAC leves, tanto en los moniae, que presentan en estos momentos los
pacientes sin factores de riesgo para microor-

88
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

macrólidos, no es aconsejable el empleo de un rapia, cada 12 ó 24 horas. Las dosis elegidas


macrólido en monoterapia de forma empíri-ca. para el tratamiento inicial con levofloxacino
Como alternativa se podría administrar pueden ser 1 ó 2/día (0,5-1 gramos/día), pero
amoxicilina asociado a macrólido, aunque en parece que la mayoría de las NAC pueden
aquellos casos en que el paciente presente todos ser tratadas con 1 dosis al día(33,34), aunque
los datos sugestivos de neumonía típica o dadas las características de esta sustancia, la
neumocócica, podría emplearse solamente dosis ideal posiblemente sea 750 mg/día.
amoxicilina por vía oral en altas dosis. Se ha sugerido que la combinación de un
Dentro de este grupo de casos tratados de betalactámico con un macrólido es superior a la
forma ambulatoria, hay un subgrupo impor- administración de un betalactámico solo, ya
tante de pacientes que no tienen datos de gra- que disminuye la mortalidad, preferentemen-te
vedad, pero que presentan enfermedades cró- en los pacientes bacteriémicos(35-37), aunque
nicas asociadas u otros factores de riesgo para éste es un tema polémico, ya que se necesi-tan
tener una etiología no habitual (H. influenzae, estudios randomizados para demostrarlo. Por
enterobacterias). En estos casos, habría que otro lado, parece que la eficacia de una
cubrir estos últimos microorganismos, aparte de fluoroquinolona activa frente a S. pneumoniae,
S. pneumoniae y los agentes atípicos, y el es cuanto menos, superponible a la asociación
tratamiento de elección sería una fluoroqui- betalactámico y macrólido(33,38) ya que la efi-
nolona (moxifloxacino o levofloxacino) en cacia de una fluoroquinolona activa frente a S.
monoterapia por vía oral. Como alternativa pneumoniae, es superponible a la asociación
estaría, amoxicilina-clavulánico, aunque siem- betalactámico y macrólido.
pre teniendo en cuenta su falta de actividad En bastantes pacientes se podrá utilizar la
frente a microorganismos atípicos. En este sub- vía oral(39), administrando una fluoroquinolo-na
grupo y también como alternativa, se han uti- (moxifloxacino o levofloxacino) o la aso-
lizado clásicamente las cefalosporinas orales, y ciación de amoxicilina-clavulánico (2000/125
más en concreto la cefuroxima. Pero dados los mg/12 horas) con un macrólido, pudiendo reti-
problemas de resistencia, que presenta este rar este último cuando el antígeno de L. pneu-
antibiótico a S. pneumoniae, en estos momen- mophila en orina es negativo.
tos y, aunque todavía no hay mucha casuísti-ca,
la única cefalosporina oral que se podría utilizar Grupo 3. NAC que ingresa en UCI
sería el cefditoren. En los pacientes que, por presentar un cua-
dro muy grave, requieren ingreso en una UCI,
Grupo 2. NAC que ingresa en S. pneumoniae sigue siendo el agente etiológi-
el hospital co más frecuente seguido por L. pneumophila.
Los microorganismos más frecuentes serí- También se pueden encontrar bacterias Gram-
an, S. pneumoniae, L. pneumophila, bacterias negativas e incluso S. aureus y P. aeruginosa,
Gram negativas, microorganismos atípicos y, siendo muy poco frecuentes los microorga-
en situaciones más concretas Pseudomonas nismos atípicos(40-43). El tratamiento puede ser
aeruginosa y bacterias anaerobias(26-32). El con una cefalosporina no antipseudomónica
tra-tamiento de estos pacientes ha de ser en el (ceftriaxona, cefotaxima o cefepima) asocia-da
hospital, en un unidad de hospitalización con- a una fluoroquinolona (levofloxacino) o un
vencional. macrólido (claritromicina o azitromicina).
El tratamiento puede ser la asociación,
administrada por vía i.v., de una cefalosporina Tratamiento NAC situaciones especiales
de tercera generación (ceftriaxona o cefotaxi- (anaerobios y P. aeruginosa)
ma) o amoxicilina-clavulánico con un macróli- Hay dos situaciones en que es necesario
do (claritromicina o azitromicina) o también se modificar las pautas recomendadas. Una de ellas
puede administrar levofloxacino en monote-

89
R. ZALACAIN JORGE para pasar a tratamiento oral, deberían ser:
capacidad para la ingesta oral, ausencia de
es cuando hay sospecha de infección por anae- fiebre (<37,8º), mejoría o resolución de los
robios (necrosis o cavitación en la radiografía síntomas y signos de neumonía, estabilidad
de tórax, o sospecha de aspiración), en que el hemodinámica, ausencia de confusión
tratamiento sería con amoxicilina-clavulánico, men-tal, no presencia de comorbilidades
con altas dosis de amoxicilina, en monoterapia y inesta-bles y ausencia de metástasis
como alternativas, el nuevo carbapenémico, sépticas u otras infecciones activas(45-50).
ertapenem o moxifloxacino, ambos en mono- Debido al curso natural de la respuesta
terapia, o clindamicina asociada a una cefa- terapéutica, el tratamiento antibiótico no
losporina de tercera generación. debería cambiarse dentro de las primeras 72
La otra situación en que hay que modifi-car horas a menos que haya un deterioro clínico
la pauta es cuando hay sospecha de pade-cer importante o que los hallazgos bacteriológi-
una NAC por P. aeruginosa. Este microor- cos nos hagan modificar dicha terapia (50). En
ganismo puede originar neumonía en pacientes la NAC severa, el deterioro radiológico
con EPOC muy evolucionada o que presentan acom-pañado de deterioro clínico, puede
bronquiectasias, o que toman cor-ticoides significar una infección tratada
sistémicos (≥ 20 mg/día de predni-sona durante inadecuadamente y, por ello, es necesario
un mes o más tiempo), o pacien-tes con alguna cambiar el tratamiento anti-biótico incluso
comorbilidad, o que han tomado recientemente antes de las 72 horas de evo-lución.
en el último mes, anti-bióticos durante 7 o más En general, en pacientes con mayor edad,
(44)
días . El tratamiento antibiótico empírico múltiples comorbilidades y mayor severidad de
la enfermedad, la resolución de los sínto-mas y
debe incluir un betalac-támico activo frente a
ese agente como pipe-racilina-tazobactam, un los signos puede prolongarse(51,52). Otros
carbapenem (imipe-nem o meropenem) o factores que pueden retrasar la evolución de la
cefepima, junto con una fluoroquinolona NAC son el alcoholismo, la afectación mul-
intravenosa (ciprofloxacino a dosis de 400 mg/8 tilobar y la bacteriemia(51,53). El deterioro clí-
horas, y como alternativa, levofloxacino a dosis nico generalmente ocurre de forma tempra-na,
de 500 mg/12 horas). Otra alternativa podría ser dentro de los 3 primeros días y un patrón de
la combinación de un betalactámico más un mejoría y luego deterioro es inusual y a menudo
aminoglucósido (tobramicina o amikacina), es el resultado de complicaciones, o un proceso
aunque es bien conocida la escasa penetración intercurrente. En individuos sanos, la fiebre
pulmonar de los aminoglucósidos. En las tablas puede durar de 2-4 días, con una defervescencia
1 y 2 se muestran las pautas de tratamiento y las que ocurre más rápidamente en la infección
dosis recomendadas respectivamente. neumocócica y de forma más lenta con otras
etiologías(47,52).
El alta hospitalaria se podría dar a las
Terapia secuencial 24 horas de conseguir la estabilidad
En el tratamiento de un paciente con NAC, clínica.
es muy importante el poder acelerar el paso del
tratamiento inicial parenteral a la vía oral Duración del tratamiento antibiótico
(terapia secuencial). Con este paso se inten-ta En cuanto al tiempo del tratamiento anti-
reducir la estancia media hospitalaria y el coste biótico, se dispone de pocos datos para fijar
económico, sin comprometer la segu-ridad de la duración óptima. Con la aparición de nue-
los pacientes. La duración del tra-tamiento vos antibióticos, con vida media más larga, la
antibiótico empírico debe ser como mínimo de duración del tratamiento podría acortarse y
2-3 días, que es cuando se pro-duce en la en lugar de los 10 a 14 días, habituales has-ta
mayoría de los casos la estabili-zación de la ahora, se pasaría a periodos más cortos, 5
NAC(45,46). Los criterios a cumplir

90
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

TABLA 1. Tratamiento antibiótico empírico en NAC


Grupo 1 (Tratamiento ambulatorio)
Telitromicina : 7-10 días
Moxifloxacino o levofloxacino: 7-10 días
Otra posibilidad: amoxicilina más macrólido (amoxicilina 10 días; azitromicina 3-5 días o
claritromici-na 10 días)
(Todos por vía oral)
– Pacientes con enfermedades asociadas y/o factores de riesgo, etiología no
habitual Moxifloxacino o levofloxacino: 7-10 días
Otra posibilidad: amoxicilina-clavulánico (10 días) más
macrólido (Todos por vía oral)
Grupo 2 (Tratamiento hospitalario)
– Sólo vía oral
Moxifloxacino o levofloxacino 10-14 días
Otra posibilidad: amoxicilina-clavulánico más macrólido 10-14 días
– Via i.v.
Cefalosporina de 3ª generación (ceftriaxona o cefotaxima) o amoxicilina-clavulánico más
macróli-do (azitromicina o claritromicina) 10-14 días
Otra posibilidad: levofloxacino 10-14 días
Grupo 3 (Tratamiento en UCI)
Cefalosporina no antipseudomónica (ceftriaxona, cefotaxima o cefepima) i.v. más levofloxacino
i.v. o macrólido (azitromicina o claritromicina) i.v.
(Duración del tratamiento, 10 a 14 días)
– Sospecha de anaerobios
Amoxicilina-clavulánico i.v. (dosis de 2 gramos de amoxicilina); 14 días
Otras posibilidades: moxifloxacino o ertapenem o clindamicina más cefalosporina de tercera
gene-ración
(En caso de cavitación hay que mantener el tratamiento, hasta la resolución radiográfica)
– Sospecha de P. aeruginosa
Piperacilina-tazobactam o cefepima o carbapenem (Imipenem o meropenem) i.v. más
ciprofloxaci-no i.v o levofloxacino i.v.
Otra posibilidad: los mismos betalactámicos más aminoglucósido (tobramicina o amikacina)
i.v. (Duración del tratamiento, 14 días)

a 7 días, con lo que se conseguiría una mejor biótico en las NAC que no precisen hospita-
cumplimentación del tratamiento, con unos lización será de 7 a 10 días y las que requie-ran
resultados clínico-bacteriológicos simila- ingreso, de 10 a 14 días(56). De cualquier modo,
res(54,55). De momento hay pocos estudios, hay que tener en cuenta que la gra-vedad
para confirmar esta reducción del tratamiento inicial, la comorbilidad, la presencia de
y, por tanto, la duración del tratamiento anti- bacteriemia, la evolución clínica y el agen-

91
R. ZALACAIN JORGE

TABLA 2. Dosis y vías de administración de los antibióticos en el tratamiento de


la NAC
Fármaco Vía Dosis
Amikacina i.v. 15 mg/kg/24 h
Amoxicilina/clav. v.o. 875/125 mg/8 h
Amoxicilina/clav. v.o. 2.000/125 mg/12 h
Amoxicilina/clav. i.v. 1.000-2.000/200 mg/8 h
Azitromicina v.o-i.v 500 mg/24 h
Cefditoren v.o. 400 mg/12 h
Cefepima i.v. 2 g/12 h
Cefotaxima i.v. 1-2 g/8 h
Ceftriaxona i.v. 1-2 g/24 h
Cefuroxima axetilo v.o. 500 mg/8 h
Ciprofloxacino v.o. 500-750 mg/12 h
Ciprofloxacino i.v. 400 mg/8 ó 12 h
Claritromicina v.o. 1.000 mg/24 h
Claritromicina i.v. 500 mg/12 h
Clindamicina v.o. 300 mg/8 h
Clindamicina i.v. 600 mg/8 h
Imipenem i.v. 1 g/8 h
Levofloxacino v.o. 500 mg/24 h
Levofloxacino i.v. 500 mg/12 ó 24 h
Meropenem i.v. 1 g/8 h
Moxifloxacino v.o. 400 mg/24 h
Piperacilina-tazobactam i.v. 4-0,5 g/6-8 h
Telitromicina v.o. 800 mg/24 h
Tobramicina i.v. 6 mg/kg/24 h

te etiológico hallado, condicionarán la dura- Medidas generales y tratamiento de


ción del tratamiento, siendo al menos de 14 las complicaciones
días en las NAC por L. pneumophila, S. Es de todos conocido que la parte fun-
aureus o P. aeruginosa. En los casos de damental del tratamiento de un paciente
cavitación pul-monar, se puede llegar a las 4 con NAC corresponde al tratamiento anti-
semanas o has-ta la resolución del cuadro(2). biótico.

92
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

Pero, aparte del tratamiento antibiótico, terísticas de ese líquido pleural y, en el caso
hay también unas serie de medidas generales de que sea un derrame pleural complicado,
a aplicar en estos pacientes, que también tie- habrá que hacer un seguimiento de los diver-
nen su importancia(57). Entre estas medidas, sos parámetros analíticos y, en función de
tendríamos el indicar a los pacientes que no ellos, en algunos casos, colocar un tubo para
fumen, así como que hagan reposo y que drenaje pleural.
beban abundantes líquidos para mantener una
correcta hidratación. En caso de dolor pleurí- NAC de mala evolución
tico, se deben administrar analgésicos y tam- Se estima que entre un 10 y 25% de los
bién antitérmicos para disminuir la tempera- pacientes con NAC que ingresa en un hospital
tura. Se debe realizar también un buen presenta una evolución no satisfactoria (60,61). En
soporte nutricional. el grupo de neumonías de mala evolución se
En cuanto a las complicaciones, la más fre- incluyen tanto aquellas en que la mejoría de la
cuente suele ser la insuficiencia respiratoria, sintomatología general no se produce o está
para lo que se administrará oxígeno, con el retardada (neumonía de lenta resolución), como
objetivo de conseguir siempre una saturación aquellas en que el deterioro prosigue a pesar del
arterial de oxígeno por encima del 90% (o una tratamiento antibiótico (neumonías
PaO2 arterial por encima de 60 mmHg). En los progresivas). A partir de las 24-72 horas de
casos en que con oxígeno a altas concentra- iniciarse el tratamiento antibiótico empírico
ciones no se consigue ese objetivo, habría que adecuado debería producirse una mejoría clí-
intubar al paciente y ventilarle artificialmen-te, nica y analítica, así como una negativización de
junto con una reposición de líquidos y/o aminas los cultivos microbiológicos (en caso de posi-
presoras para mantener una tensión arterial tividad). La resolución radiológica es más len-
adecuada. En los pacientes EPOC con una NAC ta, pudiendo incluso progresar mientras se pro-
grave se ha visto que el empleo de la ventilación duce la mejoría clínica y requerir más de cuatro
mecánica no invasiva produce una mejoría de la semanas hasta su normalización. Si el pacien-te
insuficiencia respiratoria, así como un descenso tiene una neumonía leve o moderada o si
de la tasa de intubación y una menor estancia en muestra una buena respuesta clínica, esta pro-
la UCI(58). Por ello, en este tipo de pacientes que gresión radiológica puede no tener significa-do.
presentan una NAC grave, se debe intentar Sin embargo, el deterioro radiológico en la
inicialmente el trata-miento con ventilación evolución de una neumonía severa adquiri-da
mecánica no invasiva y, si fracasa esta en la comunidad supone un hallazgo de mal
ventilación, para lo que habrá que valorar la pronóstico y es factor predictivo de una mor-
respuesta clínica y gasométrica en las 2 talidad más elevada(40).
primeras horas, habrá entonces que intubar al En base a la respuesta clínica al trata-
paciente(58,59). miento, los pacientes pueden dividirse en 3
Otra complicación que suele ocurrir en grupos:
pacientes con diferentes comorbilidades que 1. Pacientes con respuesta clínica
tienen una neumonía es la descompensación de precoz e inician terapia secuencial.
alguna enfermedad basal y, en esos casos, se 2. Ausencia de respuesta clínica,
deberán tratar las posibles descompensa-ciones definida al tercer día de hospitalización.
de dichas enfermedades basales, con un ajuste 3. Pacientes con deterioro clínico, que pue-
del tratamiento que reciben dichos pacientes. de ocurrir entre las 24-48 horas de tratamiento.
Por último, en los casos en que hay un derrame Las causas de falta de respuesta pueden
pleural evidente, lo cual suele ocu-rrir en el deberse a:
10% de las NAC, se deberá realizar una punción 1. Infección primaria (microorganismo
pleural, para estudiar las carac- no presente en los estudios iniciales).

93
R. ZALACAIN JORGE nistración de nuevos antibióticos que cubran
tanto a los microorganismos más habituales
2. Infección definitiva persistente en la NAC, como a microorganismos intra-
(mismo microorganismo inicial en hospitalarios como S. aureus meticilín resis-
determinaciones repetidas). tente o P. aeruginosa. Una buena pauta sería
3. Infección persistente probable (demos- la asociación de un carbapenem (imipenem ó
tración inicial de un microorganismo, pero no meropenem) o piperacilina-tazobactam con
en determinaciones posteriores). vancomicina o una fluoroquinolona. Después
4. Infección nosocomial. del primer cambio antibiótico y si el pacien-
5. Causa no infecciosa. te sigue sin responder, se añadirán otros anti-
6. Ausencia de diagnóstico (sin diagnósti- microbianos según los resultados obtenidos o
co microbiológico ni alternativo)(61). bien de forma empírica. Si, a pesar de ello no
La respuesta al tratamiento depende de hay respuesta, habría que contemplar la posi-
diversos factores: idoneidad del antibiótico, bilidad de que el infiltrado no sea infeccioso
agentes etiológicos y características del e iniciar tratamiento corticoideo.
pacien-te (alteraciones inmunológicas, edad La mortalidad de la NAC que no respon-
avanza-da, comorbilidades o severidad de la de al tratamiento empírico es tres a cinco
enfer-medad, muy especialmente cuando se veces superior a la mortalidad del resto de las
desarrolla shock séptico). neu-monías adquiridas en la comunidad que
El tratamiento puede ser el responsable de requie-ren hospitalización(60).
una mala evolución cuando las dosis son ina-
decuadas, si existen interacciones medica- PREVENCIÓN
mentosas que alteran los niveles o malabsor- En la prevención de la NAC
ción. El agente etiológico puede ser resistente deberíamos considerar fundamentalmente
al régimen empírico usado inicialmente; los el abandono del hábito tabáquico y el
patógenos pueden desarrollar resistencia empleo de 2 vacunas como son la vacuna
durante el tratamiento y, finalmente, también antineumocócica y la anti-gripal.
puede producirse sobreinfección por micro-
organismos de la flora hospitalaria, lo que Abandono del hábito tabáquico
suce-de más frecuentemente en pacientes que El tabaquismo incrementa el riesgo de
han requerido ventilación mecánica(61). padecer NAC(62), fundamentalmente la
Ante un paciente que no responde, se debe origi-nada por L. pneumophila(63) y,
rehistoriar al paciente en busca de datos epi- además, en suje-tos jóvenes, es uno de los
demiológicos, que permitan orientarnos hacia principales facto-res de riesgo de
agentes etiológicos no cubiertos. Hay que hacer neumonía neumocócica bacteriémica(64). El
una reevaluación completa de todos los resul- abandono del hábito tabá-quico disminuye
tados microbiológicos iniciales. También se a la mitad el riesgo de NAC en los
debe hacer una nueva evaluación microbio- siguientes 5 años.
lógica, con técnicas no invasivas e incluso inva-
sivas, a través del broncofibroscopio y también Vacuna antineumocócica
se deben emplear otras técnicas complemen- La utilización de la vacuna
tarias como la TAC torácica. antineumocó-cica es un tema que continúa
En estos pacientes que no responden, y en siendo contro-vertido, habiendo diferentes
los que se produce un importante deterioro clí- opiniones entre los responsables sanitarios
nico con insuficiencia respiratoria, que puede de los diferentes países y en nuestro país,
llegar a requerir ventilación artificial o pre- de las diferentes auto-nomías. El problema
sencia de shock séptico, aparte de las nuevas es que la interpretación de los datos sobre
determinaciones microbiológicas, se debe efec- la eficacia de esta vacuna es muy
tuar un cambio de tratamiento, con la admi- compleja.

94
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

En la actualidad, existen 2 tipos de vacu- TABLA 3. Indicaciones de la


nas, la vacuna antineumocócica, que contie-ne vacuna antineumocócica
los polisacáridos capsulares purificados de 23
serotipos que son los causantes del 85-96% de Vacuna polisacárida 23-valente:
las infecciones neumocócicas en niños y en el 1. Edad superior a 65 años
adulto, y la vacuna conjugada. La vacu-na
polisacárida 23-valente es efectiva para pre- 2. Personas entre 2-65 años
venir la enfermedad neumocócica invasiva – Enfermedad pulmonar o cardiaca crónica
(bacteriemia, meningitis o infección de cual- – Diabetes mellitus
quier lugar estéril) provocado por los seroti-pos – Alcoholismo, enfermedad hepática crónica
antes mencionados. En pacientes inmu- – Asplenia funcional o anatómica
nocompetentes mayores de 65 años, su 3. Pacientes inmunodeprimidos con edad ≥ 2
efectividad es del 75% pero, en pacientes años
inmunodeprimidos, es menos efectiva (65,66). En – Infección por VIH
un estudio reciente, realizado en sujetos de más – Inmunodeficiencias congénitas
de 65 años, se ha visto que esta vacuna – Síndrome nefrótico e insuficiencia renal
polisacárida no previene las NAC en general, – Terapia inmunosupresora (incluido los
pero sí consigue una reducción del 44% en las tras-plantados)
neumonías neumocócias bacteriémicas(67).
Vacuna conjugada
La vacuna antineumocócica heptavalente-
conjugada sólo contiene 7 serotipos. Protege 1. Edad ≥ 23 meses
contra la mayoría de serotipos que causan oti-
2. Personas entre 24-59 años
tis media, neumonía y meningitis en niños. Es
– Enfermedad de células falciformes,
recomendada universalmente para niños
asple-nia congénita o adquirida,
sanos de más de 2 meses(68). No ha sido disfunción esplé-nica
testada ade-cuadamente en adultos aunque se – Infección por VIH
recomien-da también para niños mayores con – Situaciones de inmunosupresión
alto ries-go de infección neumocócica – Inmunodeficiencias congénitas
invasora (asplenia, síndrome nefrótico,
– Síndrome nefrótico e insuficiencia renal
anemia de célu-las falciformes). En la tabla 3
– Terapia inmunosupresora (incluido los
se muestran las indicaciones de ambos tipos
tras-plantados)
de vacuna anti-neumocócica.
La vacuna antineumocócica produce
una respuesta humoral que disminuye a
partir de los 5-10 años. Después de su cidas por los altos niveles circulantes de anti-
administración produce, en la mitad de los cuerpos. La vacuna antineumocócica no debe-
casos, efectos secundarios leves en el lugar ría administrarse durante el episodio de la
de inyección como dolor, eritema e NAC, aunque se puede administrar tras 4
hinchazón que pue-den prolongarse durante semanas del proceso y tampoco se recomienda
48 horas. Los sín-tomas sistémicos de duran-te el embarazo ni la lactancia (69). En
moderada intensidad, como la fiebre, son pacientes inmunodeprimidos es menos efectiva,
poco habituales. Hasta la actualidad no se aunque se recomienda su utilización en
conocen complicaciones neurológicas personas con infección HIV, leucemia, linfoma,
como consecuencia de la vacu-nación. enfermedad de Hodking, mieloma múltiple,
La revacunación no es aconsejada habi- neoplasia dise-minada, insuficiencia renal
tualmente y está contraindicada antes de los crónica, síndrome nefrótico, y pacientes que
tres años debido a reacciones severas produ- reciben tratamien-to inmunosupresor
incluyendo corticosteroi-

95
R. ZALACAIN JORGE

TABLA 4. Indicaciones de la vacuna antigripal


Población con riesgo elevado de complicaciones
– Edad ≥ 65 años de edad
– Adultos y niños con enfermedades pulmonares o cardiovasculares incluido el asma
– Personas internadas en instituciones cerradas
– Adultos y niños sometidos a vigilancia médica u hospitalización durante el año anterior a causa de
enfermedades crónicas metabólicas (incluida la diabetes mellitus), disfunción renal, hemoglobino-
patías o estados de inmunodeficiencias (incluido las causadas por fármacos o por VIH)
– Niños y adolescentes (6 meses – 18 años) tratados durante largo tiempo con ácido acetilsalicílico
(para evitar aparición de síndrome de Reye)
– Mujeres embarazadas que se encuentren en el segundo o tercer trimestre del embarazo durante la
época gripal
– Niños entre 6 y 23 meses de edad

Población con riesgo de transmisión de la gripe a personas de alto riesgo


– Personal sanitario en contacto con pacientes
– Trabajadores en residencias geriátricas o cuidadores de pacientes con enfermedades crónicas
– Trabajadores en residencias y centros de acogida de personas con riesgo elevado
– Personal que presta asistencia domiciliaria a personas de riesgo elevado
– Convivientes domiciliarios (incluido niños) con personas de alto riesgo
– Convivientes de niños menores de 24 meses

Personas que realizan servicios especiales a la comunidad o están en contacto directo con la población
– Dependientes y cajeros en establecimientos públicos
– Guías turísticos
– Estudiantes

des de forma crónica. En estos supuestos se te de las infecciones sintomáticas: el virus de


aconseja la revacunación a los 5 años(70). la influenza A y el de la influenza B. En
También se aconseja administrar una nues-tro país, la epidemia gripal ocurre en la
segunda dosis de la vacuna a los pacientes de época invernal afectando entre el 1-5% de la
más de 65 años que recibieron la primera pobla-ción y entre el 30-40% de la población
vacu-na durante los 5 años previos y, además, mayor de 65 años. La vacuna antigripal se
en ese momento eran menores de 65 años. En modifica anualmente y las vacunas actuales
los otros supuestos no se aconseja la revacu- son triva-lentes y contienen 3 secuencias de
nación, exceptuando en los casos de asplenia virus: influenza A secuencia (H3N2),
en mayores de 10 años. La vacuna antineu- influenza A secuencia (H1N1) y secuencia
mocócica puede administrarse simultánea- del virus de la influenza B.
mente con otras vacunas como la de la gri-pe, La vacuna antigripal ha demostrado ser
pero en un lugar distinto. efectiva para prevenir o atenuar la enfermedad
vírica tanto en ancianos como en jóvenes,
Vacuna antigripal dependiendo su eficacia de la similitud entre la
En la actualidad, dos tipos de virus de la secuencia vírica circulante y la de la vacu-na
influenza son responsables de la mayor par- administrada(71-73). Cuando esta correspon-

96
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

dencia es buena la vacunación puede prevenir la Debido a sus posibles efectos secundarios,
enfermedad entre un 70-90% en personas sanas se ha limitado su utilización en algunos pacien-
menores de 65 años(71). En personas mayores tes pero la vacuna inactivada no contiene virus
con enfermedades crónicas debili-tantes la vivos y, por tanto, no puede provocar influen-
eficacia es menor pero puede atenuar la za. Las reacciones locales se reducen a un enro-
enfermedad producida por el virus de la jecimiento en el punto de inyección, que gene-
influenza, provocando menos infecciones res- ralmente es moderado y poco molesto y suele
piratorias acompañantes y conseguir disminuir durar unas 24 horas. Los síntomas sistémicos
la morbi-mortalidad asociada a la infección gri- como fiebre, malestar y mialgias, pueden apa-
pal(74). En un meta-análisis de estudios sobre la recer a las 6-12 horas después de la vacuna-
eficacia de la vacunación antigripal, se ha vis-to ción y no son mayores que con el placebo (76).
que esta vacuna consiguió disminuir la inci- Han ocurrido raras reacciones alérgicas inme-
dencia de neumonía en un 53%, la necesidad de diatas en pacientes con hipersensibilidad a los
hospitalización en un 50% y la mortalidad en un huevos.
68%(71). En la tabla 4, se muestran los tipos de
pacientes a los que se debería admi-nistrar esta
vacuna antigripal(75). BIBLIOGRAFÍA
Existen dos tipos de vacunas, la vacuna 1. Sociedad Española de Neumología y Cirugía
inactivada y la vacuna con virus vivo atenua-do. Torácica (SEPAR), Sociedad Española de Qui-
mioterapia (SEQ), Sociedad Española de Medi-
Las dos contienen cepas de los virus de la gripe
cina Interna (SEMI) y Sociedad Española de
con similar capacidad antigénica, se administran Medicina de Urgencias y Emergencias
anualmente y confieren una pro-tección óptima (SEMES). Tratamiento antibiótico empírico ini-
frente a la infección gripal. Sin embargo, cial de la neumonía adquirida en la comuni-dad
también existen algunas diferen-cias entre ellas. en el paciente adulto inmunocompeten-te. Rev
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La vacuna inactivada contie-ne virus muertos,
2. Niederman MS, Mandell LA, Anzueto A, et
se administra por inyección intramuscular y al. Guidelines for the management of adults
puede usarse en toda la pobla-ción mayor de 6 with community-acquired pneumonia.
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atenuada contiene virus vivos capaces de
3. Mandell LA, Bartlett JG, Dowell SF, File TM,
replicarse, se admi-nistra por vía intranasal, es
Musher DM, Whitney C. Update of practice
más cara y sólo ha sido aprobada para guidelines for the management of community-
administrarse en la población sana de edades acquired pneumonia in immunocompetent
comprendidas entre 5 y 49 años, incluyendo adults. Clin Infect Dis 2003; 37: 1405-33.
aquellas en contacto directo con personas de 4. Battleman DS, Callahan M, Thaler HR. Rapid
alto riesgo. Sin embar-go, no deberá indicarse antibiotic delivery and appropiate antibiotic
selection reduce length of hospital stay of
en personas que cum-plan alguna de las
patients with community-acquired pneumonia:
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98
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

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100
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD. TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

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101
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA:
INTRODUCCIÓN, CONCEPTO,
EPIDEMIOLOGÍA Y PATOGENIA
José Javier Jareño Esteban, Francisco Villegas Fernández, Luis Callol Sánchez

RESUMEN y tratamiento temas abordados en un


La neumonía nosocomial no es la infec- siguien-te capítulo de esta monografía.
ción intrahospitalaria más frecuente, pero sí
la asociada con una mayor morbilidad y INTRODUCCIÓN
morta-lidad hospitalaria. Su incidencia se En la actualidad las neumonías
sitúa en los 5-15 casos por 1.000 pacientes constitu-yen la causa más frecuente de
hospitalizados y se contrae tras una estancia mortalidad por causa infecciosa en el
mínima de 48 horas ingresado en el hospital. mundo. La neu-monía nosocomial (NN) o
Las diferentes sociedades médicas nacio- adquirida en el hos-pital constituye una
nales e internacionales han publicado dife- causa frecuente entre las infecciones
rentes normativas y guías al respecto (ATS- intrahospitalarias, si bien no es la infección
1996), (SEPAR-1997) sobre esta entidad. nosocomial más frecuente, lugar que
Recientemente la ATS y la Sociedad America-na ocupa la infección urinaria si es la que
de Enfermedades Infecciosas (IDSA) han comporta una mayor morbilidad y mortali-
publicado una nueva normativa (2005), que dad.
introduce novedades en el concepto de neu- La definición de NN ha ido evolucionan-
monía nosocomial. Nuevas entidades, como la do y en los últimos años su concepto ha sido
neumonía que presentan los pacientes de los modificado englobando en la actualidad enti-
sistemas de salud, por precisar cuidados dades como la neumonía asociada a ventila-
habituales o bien porque viven en institucio-nes, dor (NAV) y más recientemente la neumonía
residencias, etc., se añaden al concepto de en pacientes que viven en instituciones o
neumonía nosocomial. Asimismo, aspec-tos resi-dencias (NAR). La publicación reciente
como la administración reciente de anti- de guías por sociedades médicas nacionales
bioterapia, hospitalizaciones previas, trata- (Grupo TIR) (SEPAR), e internacionales
mientos con quimioterapia o hemodiálisis, son (ATS-IDSA), etc., para el manejo de estas
tenidos en cuenta para definir a los pacien-tes entidades está con-tribuyendo a un mejor
afectados de neumonía nosocomial.
conocimiento de las mismas(1).
En el aspecto etiológico se introduce el
con-cepto de infección por gérmenes NIVELES DE EVIDENCIA
multirresis-tentes, haciendo hincapié en los En este capítulo, a lo largo del mismo y
factores de riesgo que favorecen su aparición, con la finalidad de una mejor compresión del
al presen-tar éstos un incremento muy mis-mo se exponen los diferentes niveles de
apreciable de la morbilidad y mortalidad. evi-dencia observados en los estudios y
Aspectos como la patogénesis de la enfer- referen-cias bibliograficas revisados.
medad se abordan en este capitulo, siendo los – Nivel I (alta evidencia). Evidencia
factores de riesgo modificables, el diagnóstico obte-nida de estudios bien dirigidos
diseñados, ran-domizados y controlados.

103
J.J. JAREÑO ESTEBAN ET AL.

TABLA 1. Conceptos sobre neumonía nosocomial, neumonía asociada a


ventilador y neumonía en pacientes que viven en residencias y que precisan
cuidados de salud
– Neumonía nosocomomial o adquirida en el hospital. Neumonía que ocurre 48 horas o más
después de un ingreso en el hospital. y que no ha sido incubado en los días previos al ingreso.
– Neumonía nosocomial de comienzo precoz. Neumonía que es diagnosticada dentro de los
primeros cua-tro días de estancia en el hospital.
– Neumonía nosocomial de comienzo tardío. Neumonía que es diagnosticada en los cinco días o
más del ingreso hospitalario
– Neumonía asociada a ventilador. Neumonía que aparece pasadas las 48-72 horas de la
intubación endo-traqueal.
– Neumonía en pacientes que viven en instituciones o residencias.
Incluye algunos pacientes que fueron hospitalizados por dos o más días dentro de los 90 días
previos de la infección.
Viven en residencias y precisan cuidados mínimos de salud.
Pacientes que han recibido de forma reciente tratamiento antibiótico iv en los 90 días
precedentes, o quimioterapia y pacientes con neumonía que precisa cuidados de salud pasados
30 días de la infec-ción actual.
Pacientes que han sido atendidos en una unidad de hemodiálisis.

– Nivel II (evidencia moderada). A lo largo de estos dos capítulos nos refe-


Evidencia obtenida de estudios bien riremos a estas neumonías que afectan a suje-
diseñados, contro-lados sin randomización, tos inmunocompetentes; por consiguiente son
Se incluyen los resul-tados de grandes series excluidos los pacientes immunocomprometi-
con análisis sistema-tizado de enfermedades dos, infectados por VIH-SIDA, o con immuno-
y con etiología microbiológica. Se incluyen supresión en el contexto de enfermedades
los resultados de estudios de nuevas terapias hematológicas o por otras neoplasias.
obtenidas de ensa-yos no randomizados. La neumonía nosocomial (NN) es definida
– Nivel III (evidencia baja). Evidencia obte- como una neumonía que ocurre a las 48 horas o
nida de estudios de casos y de opiniones de más después de la admisión hospitalaria y que
expertos. Recomendaciones de tratamientos con no ha estado incubándose en el tiempo de
antibióticos sin observación clínica. admisión(1,2). La NN puede ser manejada
depen-diendo del grado de severidad en una
CONCEPTOS (Tabla 1) planta de hospitalización convencional o en una
La neumonía nosocomial (NN), la neumo-nía unidad de cuidados intensivos (UCI). La
asociada a ventilador (NAV) y la neumonía en neumonía aso-ciada a ventilador (NAV), se
pacientes de los sistemas de salud y que viven en define como aque-lla que aparece después de
instituciones o residencias (NAR) son causa las 48-72 horas de la intubación endotraqueal
(2,3)
importante de morbilidad y mortalidad, a pesar de .
los avances en la terapia antimicrobiana, las La neumonía en pacientes de los sistemas
medidas preventivas y las diferentes terapias de de salud y que viven en instituciones o resi-
soporte aplicadas a los pacientes(1). dencias (NAR) incluye a pacientes que fue-ron
ingresados en un hospital de agudos duran-
104
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: INTRODUCCIÓN, CONCEPTO, EPIDEMIOLOGÍA Y PATOGENIA

te dos o más días dentro de los 90 días de la


infección, incluyéndose los que han recibido
recientemente tratamiento antibiótico intra-
venoso, quimioterapia, etc. También son inclui-
dos los pacientes con neumonía que precisa
cuidados de salud pasados 30 días de la infec-
ción actual. Finalmente, se incluyen los pacien-
tes que contraen neumonías y son atendidos en
una unidad de hemodiálisis(2,4,5).
Los agentes responsables de la NN, NAV y
la NAR presentan una gran variabilidad de unos
hospitales a otros, por lo que es necesario siem-
pre que sea posible contar con una confirma-
ción microbiológica, mediante la realización de
cultivos cuantitativos del tracto respiratorio
infe-rior, todo ello nos permitirá seleccionar el
tra-tamiento antibiótico más adecuado.
La NN, NAV y la neumonía NAR
presentan una elevada mortalidad en aquellos FIGURA 1. Neumonía nosocomial en
paciente anciano procedente de residencia y
pacientes que la contraen y la decisión de
precisando cui-dados de salud.
elección de una terapia antibiótica adecuada
es muy impor-tante, puesto que un fallo
inicial o inapropia-do en la selección de la
antibioterapia com-porta un factor pronóstico en pacientes ingresados en UCI y en pacien-
desfavorable y un incremento de la tes sometidos a ventilación mecánica(6-12).
mortalidad de los pacientes (Fig. 1). El diagnóstico de la NN y, en mayor
Finalmente, deben ser desarrolladas medi-da, la NAV, presentan en ocasiones
medi-das de prevención que modifiquen dificulta-des en su determinación por lo que
los facto-res de riesgo en estas infecciones la obten-ción de cultivos semicuantitativos
con la fina-lidad de disminuir la de las vías aéreas inferiores constituyen una
prevalencia e incidencia de las mismas. necesidad imperiosa ante todo paciente con
esta patolo-gía(13).
EPIDEMIOLOGÍA La NN representa una causa frecuente de
infección en los pacientes hospitalizados y en
Incidencia las UCIS, alcanzando al 25% de los pacien-tes
La neumonía adquirida en el hospital es la hospitalizados y constituye la principal indi-
segunda causa de infección nosocomial, des- cación de antibioterapia en estas unidades. La
pués de la infección urinaria y es generalmente necesidad de ventilación mecánica invasiva en
producida por infecciones bacterianas; su pre- pacientes con grave compromiso respira-torio
sencia incrementa la morbilidad y la mortali-dad incrementa la probabilidad de contraer una
y prolonga la estancia hospitalaria de los NAV entre un 9-27%, aumentando a medi-da
pacientes en aproximadamente 10 días, ori- que se prolonga esta terapia. La intubación
ginando un incremento apreciable de los cos-tes contribuye enormemente a incrementar el ries-
sanitarios por paciente(1,6). go de infección nosocomial en las vías aéreas
Aun no existiendo datos precisos la NN se inferiores y el 50% de neumonías ocurren en
presenta en 5-10 casos / 1.000 ingresos hos- los primeros días de la intubación. El riesgo de
pitalarios, pudiendo alcanzar entre 6-20 casos contraer una NN disminuye en aquellos

105
J.J. JAREÑO ESTEBAN ET AL. menes que con mayor frecuencia se aíslan son:
bacilos aerobios Gramnegativos (Escherichia
pacientes que son sometidos a ventilación coli, P aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, Aci-
netobacter, etc.). Entre los agentes infeccio-sos
no invasiva(13-16).
Grampositivos se encuentran: Stafilococcus
Tiempo de instauración aureus (frecuente en pacientes con diabetes
El tiempo de comienzo o de inicio de la mellitus, politraumatismos, etc.), siendo las
neumonía constituye un importante factor de cepas meticilin resistentes, las que de forma
riesgo para patógenos específicos en pacien-tes más emergente han aparecido en los últimos
con NN, NAV y NAR. El inicio precoz, defi- años. Los agentes que habitualmente coloni-zan
nido como el proceso que se inicia en los pri- la vía aérea superior (Streptococcus, Neis-seria,
meros cuatro días de la hospitalización, etc.) puede en ocasiones afectar a las vías
generalmente tiene buen pronóstico y son aéreas dístales, originando neumonías en
infecciones producidas por bacterias sensibles a pacientes immunocompetentes(9,20-22).
los antibióticos. Sin embargo las que se pro- Las neumonías por agentes polimicrobia-
ducen con más de cinco días de hospitaliza-ción nos son muy frecuentes en pacientes con sín-
son producidas por gérmenes resistentes a los drome de distrés respiratorio del adulto
antibióticos y su aparición se asocia a un (SDRA). Las neumonías por aspiración son
incremento de la morbilidad y mortalidad. No raras en pacientes intubados, pero son
obstante, aquellos pacientes que presentan NN frecuentes en pacientes con alteraciones
de comienzo precoz pero con hospitalización neurológicas y del nivel de conciencia.
previa en los últimos días y que requirieron En el anciano y en pacientes con NAR
tratamiento antibiótico podrían ser contem- constituyen una población con características
plados como pacientes con sospecha de pre- especiales. En estos pacientes se ha compro-
bado, como las bacterias: Stafilococcus aureus,
sentar infección por gérmenes resistentes(17).
bacilos Gramnegativos y Streptococcus pneu-
Mortalidad moniae por este orden son los agentes pató-
La mortalidad cruda por NN es alta entre los genos más frecuentes en originarlas(23)
pacientes que la contraen y se sitúa entre un 30- Diversos estudios epidemiológicos que se
70%, sin embargo este elevado porcentaje de han realizado en los últimos años (2000-2003)
mortalidad puede estar influenciada por otros (EE.UU.) nos han revelado cómo existen esca-
factores como son comorbilidad y las enfer- sas diferencias entre los patógenos causantes de
medades subyacentes de los pacientes. Real- la NN que no precisa ventilación y la NAV.
mente la mortalidad por esta entidad podría Incluso han sido observadas mayores resis-
estar situada entre un 30-50% de los pacientes. tencias a antibióticos en pacientes con NN que
La mortalidad por NN, NAV y NAR se ha visto no han precisado intubación(1).
incrementada por gérmenes como Acinetobac- También existen otros factores a contem-
(18,19) plar en el origen microbiológico de la NN,
ter, Pseudomona aeruginosa, etc. .
Finalmente, en la tabla 2 exponemos los nos estamos refiriendo a las particularidades
aspectos epidemiológicos de mayor interés de cada hospital, y a la posible existencia de
en las neumonías nosocomiales. cepas específicas y con resistencia
específicas a los antimicrobianos.
Etiología (Tabla 3)
Los agentes responsables de la NN, NAV y Infecciones emergentes por
NAR son muy variados; habitualmente son de bacterias multirresistentes
origen polimicrobiano, siendo excepcional los La NN producida por agentes microbianos
patógenos como: hongos, virus u otros agen-tes resistentes a los antibióticos se ha incremen-
responsables de neumonías en pacientes con
compromiso de la immunidad. Los gér-

106
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: INTRODUCCIÓN, CONCEPTO, EPIDEMIOLOGÍA Y PATOGENIA

TABLA 2. Puntos epidemiológicos de relevancia en la neumonía nosocomial


– La tasa de incidencia de NN se sitúa entre 5-15 casos/1.000 hospitalizaciones, siendo de 6-20
veces superior en pacientes ventilados, respecto a los no sometidos a ventilación (II).
– Algunos pacientes con NN, NAV, NAR presentan un riesgo elevado para la colonización e
infección por patógenos multirresistentes (II).
– La NN, NAV, NAR son causa frecuente de infección nosocomial y se asocian con una
mortalidad supe-rior comparada con otras infecciones nosocomiales (II).
– Las NN, NAV de comienzo tardío se asocian con elevada frecuencia a infecciones por gérmenes
multirresistentes (II).
– Los pacientes con NN de comienzo precoz pero que han recibido tratamiento antibiótico
reciente-mente y aquellos pacientes que presentan frecuentes hospitalizaciones por cuidados de
salud tam-bién presentan riesgo de colonización e infección por gérmenes multirresistentes (II).
– Las infecciones por gérmenes multirresistentes se asocian a una mayor mortalidad en pacientes
con NN y NAV (II).
– Las infecciones polimicrobianas son frecuentes en pacientes con NN, NAV y SDRA (I).
– Las NN, NAV y NAR son producidas por bacilos aerobios Gramnegativos, P. aeruginosa, K
pneumoniae, Acinetobcter, cocos Grampositivos y S. aureus (MRSA); los anaerobios son causa
infrecuente de NAV (II).
– La L. pneumophila como infección hospitalaria debe ser sospechada en el agua colonizada y en
lugares con zonas en construcción (II).
– Las NN o NAV por virus y agentes fúngicos son infrecuentes en pacientes inmunocompetentes.
El ries-go de infección por virus influenza ocurre de forma esporádica y puede ser reducido con
vacunación y agentes antivirales (I).
– La prevalencia de agentes microbianos multirresistentes varia entre los diferentes hospitales (II).
– Los gérmenes multirresistentes son frecuentes en pacientes con enfermedades crónicas y que
pre-cisan cuidados de salud y factores de riesgo para desarrollar NN. Tambien son frecuentes en
pacien-tes con NN de comienzo tardio (II).

tado de forma notable en pacientes que pre- Enterobacter, Serratias, Acinetobacter, Stenotro-
cisan hospitalización, ingreso en UCI, fomonas maltofilia, Burkholderia cepacea, Stafi-
trasplante de órganos, etc. Los factores de lococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Legio-
riesgo aso-ciados a la aparición de NN son nella pneumofilla, hongos y virus patógenos.
múltiples e incluyen: uso de antibioterapia La Pseudomonas aeruginosa es la bacteria
previa, tiempo de hospitalización, presencia gram negativa más común entre los patóge-nos
de gérmenes resistentes en la comunidad y en responsables de la NN, NAV. Asimismo son
el hospital, lugar de residencia, frecuentes las resistencias frente a diversos
immunosupresión y tra-tamientos aplicados antimicrobianos a través de diferentes meca-
(diálisis, quimioterapia, etc.)(1) (Tabla 4). nismos: mutaciones, alteraciones de los cana-
Entre los agentes responsables se sitúan: les de membrana, plásmidos con actividad
Pseudomonas aeruginosa, Klebsiella pneumoniae, metalo -B - lactamasa, alteraciones enzimáti-

107
J.J. JAREÑO ESTEBAN ET AL.

TABLA 3. Agentes microbianos productores de neumonías nosocomiales


Bacilos Gramnegativos aerobios
– Pseudomonas aeruginosa, E coli, Klebsiella pneumoniae, Acinetobacter, Serratia marcescens, Enterobacter
– Stenotrofomonas maltophilia, Burkholderia cepacea, Legionella pneumophila
Infecciones por Grampositivos
– Stafilococcus aureus meticilin resistente, Sptreptococcus pneumoniae
– Haemophilus influenzae
Infecciones por agentes comensales de la orofaringe
– Streptococcus viridans, Estafilococo coagulasa negativo, Neisseria y Corynebacterium, etc.
Hongos
– Candida y Aspergillus fumigatus
Virus patógenos
– Influenza A (más común), adenovirus, parainfluenza, sincitial respiratorio

TABLA 4. Factores de riesgo para patógenos resistentes a antibióticos causantes de


neumonía nosocomial, neumonía asociada a ventilador y neumonía asociada a
pacientes que proceden de residencias
– Hospitalización con una duración superior a cinco días
– Antecedentes de haber recibido tratamiento antibiótico en los 90 días previos
– Historia de presencia de gérmenes con resistencias a antibióticos en la comunidad o en unidades
específicas del hospital (UCI, planta de hospitalización, etc. )
– Presencia de factores de riesgo para la neumonía nosocomial (NN)
– Hospitalización durante más de dos días (en los días precedentes)
– Paciente con domicilio en residencia y que precisa cuidados de salud
– Tratamiento domiciliario (antibiótico, etc.)
– Hemodiálisis en el intervalo de 30 días
– Pacientes que precisan cuidados en domicilio por heridas
– Antecedentes familiares con algún miembro con gérmenes resistentes a antibióticos
– Enfermedad immunosupresora y/o terapia favorecedora
Modificado de normativa ATS - IDSA sobre neumonía nosocomial. Am J Crit Care Med, 2005.

cas, etc. Todo ello puede condicionar la Agentes como la Serratia, Klebsiella y Ente-
apari-ción de resistencias frente a robacter poseen resistencia intrínseca a la ampi-
piperacilinas, cefa-losporinas, carbapenem, cilina y a otras aminopenicilinas e incluso pue-den
aminoglucósidos, etc.(24) (Fig. 2). adquirir resistencia a las cefalosporinas y

108
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: INTRODUCCIÓN, CONCEPTO, EPIDEMIOLOGÍA Y PATOGENIA

FIGURA 2. Neumonía nosocomial asociada a ven- FIGURA 3. Neumonía nosocomial polimicrobiana


tilador. por stenotrofomona maltofila y aspergilus fumigatus.

al aztreonam mediante la producción de B - La neumonía por Legionella pneumofilla es


lactamasas. También han sido descritas resis- frecuente en hospitales donde se realizan obras de
tencias plasmídicas frente aminoglucósidos. construcción, siendo frecuente en pacientes con
La resistencia plasmídica constituye el meca- immunosupresión, trasplante de órganos,
nismo más común de resistencia a B - lacta- infección por VIH y pacientes con diabetes meli-
masas en las infecciones nosocomiales sien- tus. Su diagnóstico se puede realizar de forma
do frecuente en gérmenes como E. coli, rápida mediante análisis de la antigenemia en
Enterobacter y K. pneumoniae(25). orina y, de forma más tardía, por cultivo de las
Otros agentes especiales, como Stenotro- muestras respiratorias (esputo y de vías aéreas
fomonas maltofilias, Burkholderia cepacea inferiores) y mediante serología(28).
pose-en una menor virulencia que la Las infecciones por hongos (Aspergillus,
Pseudomona aeuruginosa y Enterobacter. Candida), son frecuentes en pacientes con
Frecuentemente colonizan las vías aéreas inmunosupresión o trasplante de órganos pero
inferiores y la resis-tencia a antibióticos sé esta infrecuentes en pacientes inmunocompeten-tes.
incrementando entre ellos en los últimos años. La realización de obras en el hospital y con-
El Stafilococcus aureus meticilin resistente taminación de los conductos aéreos de aire
(SAMR) es uno de los agentes emergentes acondicionado son factores favorecederos de
como causa de infección nosocomial más estas infecciones (Fig. 3).
frecuente. En EE.UU. más del 50% de la Las infecciones por virus son causa infre-
infecciones en UCI son producidas por estos cuente de infecciones nosocomiales en pobla-
agentes. La resis-tencia de estas cepas es ción adulta, siendo la población infantil más
producida por altera-ción genética del gen mecA
susceptible de contraerla. Infecciones por ade-
que reduce la afini-dad para antibióticos beta-
novirus, influenza, parainfluenza, virus sinci-
lactamicos. Antibióticos como la vancomicina y
el linezo-lid son efectivos aunque han sido tial respiratorio, etc., son los más frecuente-
observadas en los últimos años cepas resistentes mente responsables, siendo su diagnóstico
rápido mediante la realización de cultivos y
a los mis-mos(26). mediante técnicas serológicas. El virus influen-
Las infecciones por Streptococcus za es quizá el agente viral más frecuentemente
pneumo-niae y Haemofilus influenza son relacionado con infecciones nosocomiales (NN,
causa frecuente de NN de comienzo precoz y, NAV,NAR); la transmisión se realiza por vía
más raramente de inicio tardío. Su principal aérea. La vacunación y el tratamiento con fár-
interés lo cons-tituyen las cepas resistentes a macos antivirales (amantadina, rimantadina,
antibióticos (penicilinas y cefalosporinas)(27). inhibidores de neuroaminidasas, etc.) reduce

109
J.J. JAREÑO ESTEBAN ET AL. TABLA 6. Puntos de especial
interés en la patogenia de la
neumonía nosocomial
TABLA 5. Mecanismos
patogénicos involucrados en la La aspiración de patógenos de la orofaringe y
neumonía nosocomial de las bacterias contenidas en las secreciones
res-piratorias alrededor del tubo endotraqueal
Colonización y aspiración de la orofaringe
son la principal ruta de entrada de bacterias en
Colonización gástrica el tracto respiratorio inferior (II)

Colonización e infección del biofilm del tubo La infección del biofilm del tubo endotraqueal,
endotraqueal con la consecuente embolización de las vías
aére-as distales, puede jugar un importante
Colonización de senos paranasales
papel en la patogénesis de la NAV (III)
Infección por vía hematógena
Las características del paciente y de la severidad
Translocación bacteriana a través de la luz de su enfermedades de base, los tratamientos apli-
intes-tinal cados (antibióticos, etc.), riesgo quirúrgico, etc.,
así como las exploraciones y maniobras invasivas
Inoculación mediante aerosoles
que se realicen influyen en los mecanismos pato-
génicos involucrados en la NN y NAV (II)

de forma drástica la infección y la facilidad Los gérmenes involucrados en la patogenia


de la NN y NAV pueden proceder de
para transmitirse en el medio hospitalario (1).
diferentes medios (agua, aire, equipamiento,
etc.). También es posible la trasferencia de
PATOGENIA
La NN se produce por una alteración en el gérmenes entre el personal médico y de
balance entre las defensas del huésped y la enfermería y los pacien-tes (II)
predisposición de los agentes microbianos para Mecanismos como la inhalación, inoculación de
alcanzar e invadir el tracto respiratorio infe-rior. patógenos en las vías aéreas inferiores, infección
Las causas de infección para la NN pue-de de catéteres y transmisión por vía hematógena y la
producirse a través de diferentes medios (aire, translocación de flora bacteriana a través de la luz
agua, contaminación de equipos, etc.) y puede intestinal son mecanismos infrecuentes de
producirse por transferencia de micro- producción de NN y NAV (II).
organismos entre el personal sanitario y los
La cavidad gástrica y los senos paranasales pue-
pacientes. Otra serie de factores están rela-
den ser potenciales reservorios para gérmenes
cionados íntimamente con el paciente: tipo de
patógenos que contribuyen a colonizar con bac-
cirugía, tratamiento previo con antibióticos etc,
terias la orofaringe, pero su contribución es con-
todos ellos puede jugar un importante papel en
trovertida pudiendo influir el tipo de población de
la patogenia de la NN y NAV.
riesgo afectada por la NN (II)
Para que se origine la NN se tiene que
pro-ducir la llegada de agentes microbianos a
las vías aéreas inferiores, produciéndose
inicial-mente una colonización y, La aspiración de gérmenes patógenos de la
consecuentemen-te, alterando los orofaringe a través del tubo endotraqueal es el
mecanismos de defensa del huésped (epitelio principal camino de entrada de gérmenes en la
ciliar, moco, alteraciones humorales y tráquea y en la vía aérea inferior. La colo-
celulares, etc.), favoreciendo la infección. nización de gérmenes de la cavidad gástrica y
Seguidamente exponemos los mecanis-
mos más importantes en la patogenia de la
NN y NAV (Tabla 5).

110
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: INTRODUCCIÓN, CONCEPTO, EPIDEMIOLOGÍA Y PATOGENIA

de los senos paranasales es un potencial 5. Mylotte JM. Nurse home adquired pneumonia.
reser-vorio para la colonización de la Clin Infect Dis 2002; 35: 1205-11.
orofaringe y entrada de gérmenes en la 6. Chastre J, Fagon JY. Ventilator-associated
tráquea(29). Algu-nos investigadores han pneu-monia. Am J Respir Crit Care Med
sugerido que la colo-nización del biofilm del 2002; 165: 867-903.
tubo endotraqueal por bacterias encajadas en 7. Fagon JY, Chastre J, Hance AJ, Montravers
el mismo puede cons-tituir un mecanismo de P, Novara A, Gibert C. Nosocomial
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con broncosco-pia(30,31). 8. Rello J, Ollendorf DA, Oster G, Monserrat
Otros mecanismos incluyen la inhalación V, Bellm L, Redman R, et al.
de patógenos a través de aerosoles y otros sis- Epidemiological and outcomes of
ventilator - associated pneumo-nia in a
temas de inhalación y, finalmente, se incluye
large US database. Chest 2002; 122: 2121.
la vía hematógena a través de la infección de
9. Celis R, Torres A, Gatell JM, Almela M, Rodrí-
catéteres endovasculares y a través de meca- guez Roisin R, Agustí Vidal A. Nosocomial
nismos de traslocación bacteriana a través de pneumoniae: a multivariate analysis of risk and
la luz intestinal(29,32-34,36). prognosis. Chest 1988; 93: 318-24.
Seguidamente exponemos en esta tabla 10. Torres A, Aznar R, Gatell JM, Jiménez P, Gon-
6 los puntos más importantes y destacados zález J, Ferrer G, et al. Incidence, risk, and
en la patogenia de la NN y NAV con los prog-nosis factors of nosocomial pneumonia in
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112
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA:
TRATAMIENTO. PREVENCIÓN
Nieves Carbonell Monleón, José Ferreres Franco, José Blanquer Olivas

RESUMEN EPIDEMIOLOGÍA
La neumonía intrahospitalaria es la que
adquiere el paciente tras haber estado un Definiciones
mínimo de 48 horas ingresado en el hospi-tal, Se denomina neumonía hospitalaria o
aunque recientemente se ha ampliado este nosocomial (NN) a la que afecta a un pacien-te
concepto, incluyendo también las “neumonías ingresado un mínimo de 48 horas en el hospital,
propias de los sistemas de salud”. Se distinguen mientras que se habla de neumonía asociada a
dos tipos de neumonías intra-hospitalarias: las la ventilación mecánica (NAVM) cuando el
de instauración precoz, pro-vocadas por la diagnóstico se realiza transcurri-das 48 horas de
aspiración de flora endógena comunitaria, y las la intubación endotraqueal (IET)(1). Algunos
de instauración tardía, rela-cionada con pacientes requieren IET tras desarrollar una NN
microorganismos nosocomiales. La elección del y, aunque no se conside-ra NAVM, el manejo
método a utilizar para alcan-zar el diagnóstico de la misma sería simi-lar. Recientemente se
etiológico, sea aspirado tra-queal, técnicas distingue una tercera entidad, conocida como
broncoscópicas con telesco-paje u otras “neumonía propia de los sistemas de salud”
invasivas ciegas, dependerá de la situación del (NSS), que inclu-ye a los individuos
paciente, experiencia del equi-po médico e procedentes de centros de diálisis, hospital de
instrumental de que se dispon-ga, pero el cultivo día o residencias, ingre-sados al menos 48
debe ser siempre cuanti-tativo. La terapéutica horas durante los 90 días previos a la infección,
antimicrobiana en la NAVM se basa, previa o bien a aquellos pacientes que han recibido
extracción de una muestra microbiológica, en antibioterapia intravenosa, quimioterapia o cura
un tratamiento empírico de amplio espectro, de heridas en su domicilio en los 30 días
adecuado y pre-coz, que debe tener en cuenta la previos a la infección(1,2). Esta entidad engloba
epidemio-logía del lugar donde está ingresado el a un gru-po de enfermos que, a diferencia de la
pacien-te y la posible presencia de factores de pobla-ción “sana de la comunidad”, son
riesgo para microorganismos multirresistentes. portado-res de flora endógena patógena similar
En caso de buena respuesta clínica se debe rea- a la de los pacientes con factores de riesgo para
lizar un desescalamiento antibiótico según los infecciones por patógenos multirresistentes
resultados de los cultivos. En los casos de mala (PMR).
evolución se recomienda realizar nue-vas
técnicas de imagen, como la tomografía axial En la literatura previa, la mayoría de
computarizada, tomar nuevas muestras datos microbiológicos proceden de enfermos
microbiológicas mediante técnicas broncos- con NAVM, siendo mucho menos exactos y
cópicas, sobre todo lavado broncoalveolar, dispo-nibles los obtenidos de pacientes con
descartar focos de infección extrapulmona-res, y NN por lo que, en las guías publicadas más
modificar el tratamiento antibiótico empírico reciente-mente(3), y en concordancia con el
inicial. presente capítulo, se tienden a unificar las
recomenda-ciones sobre ambas entidades.

113
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL. TABLA 1. Factores de riesgo
específico de microorganismos
Incidencia. Morbilidad. Mortalidad causales de neumonía nosocomial
La verdadera incidencia de la NN es difícil
Anaerobios Cirugía abdominal reciente
de establecer y se mueve en amplios márge-nes
Broncoaspiración
(5->50%), dada la falta de consenso sobre los
criterios diagnósticos empleados en la defi- S. aureus Coma o traumatismo cra-
nición de caso, así como la población a estu-dio neoencefálico
evaluada(4). Sin embargo, es conocido que la Diabetes mellitus
NN es la segunda causa más frecuente de Fracaso renal
infección hospitalaria después de la urinaria,
Legionella spp Glucocorticoides a altas
afectando aproximadamente al 27% de todos los
dosis
pacientes críticos(5), y que se encuentra liga-da a
una elevada morbi-mortalidad. Así, pue-de P. aeruginosa Glucocorticoides a altas
alargar la estancia hospitalaria una media de 7-9 dosis o antibioterapia previa
días/paciente, e incrementar el coste en más de Estancia en UCI prolongada
40,000 €/paciente, aunque la gran variedad de
factores que pueden influir en la determinación Enfermedad pulmonar
del mismo hace que existan pocos datos estructural (EPOC con
disponibles que, además, son dis-crepantes(6,7). FEV1< 35%)
H. influenzae EPOC
Por otra parte, la tasa cruda de mortalidad de la
neumonía nosocomial se ha situado entre un 20 y Aspergillus spp. y Antibioterapia
un 76% (8,9)
, mientras que su mortali-dad atribuible previa microorganismos (15 días)
multirresistentes
se ha situado entre un 33% y un 50% (10,11). La
NAVM parece estar asociada a un 20-30% de UCI: unidad de cuidados intensivos; EPOC: enferme-
mayor riesgo de muerte que el debi-do dad pulmonar obstructiva crónica; FEV1: volumen
exclusivamente a la enfermedad de base, lo que espi-ratorio máximo en el primer segundo.
pone de manifiesto la importancia de mejo-rar el
manejo de los pacientes con VM(6).

Etiología spp., Citrobacter spp. y S. aureus resistente


Siguiendo un criterio temporal de adquisi- a meticilina (SARM)(4,13-15).
ción de la neumonía, se distinguen dos tipos de En general, los microorganismos causales
NAVM(12) que, desde un punto de vista tera- de la neumonía hospitalaria varían según uni-
péutico, van a tener diferentes implicaciones: dades o servicios, hospitales, países y dife-
a) la neumonía de instauración precoz, [≥ 4 días de rentes estaciones del año(4). Por otra parte, e
ventilación mecánica (VM)], producida por la incidiendo también en la terapéutica empíri-
aspiración de flora endógena primaria adquirida en ca inicial, se conocen una serie de factores de
la comunidad, como S. pneumo-niae, H. riesgo específicos para determinados micro-
influenzae, S. aureus sensible a metici-lina, y organismos relacionados, sobre todo, con la
bacilos Gramnegativos entéricos (BGNE) tipo E. comorbilidad del paciente, que quedan defi-
coli, K. pneumoniae, Enterobacter spp., Proteus nidos en la tabla 1(15).
spp. o Serratia marcescens; y b) la neu-monía de
instauración tardía (>4 días de VM), relacionada Patogenia
con patógenos nosocomiales poten-cialmente Aunque es motivo de desarrollo en otro
multirresistentes a antibióticos, que per se está capítulo, cabe recordar los principales meca-
ligada a una mayor morbi-mortali-dad: P.
aeruginosa, S. Maltophilia, Acinetobacter

114
nismos patogénicos de la NAVM, dada la refe- NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

rencia que se hace posteriormente a los mis-mos


desde el punto de vista de su prevención. aproximación más racional en la
Se ha descrito un acceso de gérmenes a la vía
prevención de la NN/NAVM(19).
aérea inferior y parénquima pulmonar por
(En las estrategias de prevención que
inhalación de aerosoles contaminados, inocu-
se detallan a continuación, sólo se indica
lación directa, diseminación hematógena y trans-
su nivel de evidencia cuando se basan en
locación bacteriana desde el tracto digestivo (16), un Nivel I: recomendaciones respaldadas
que, sin embargo, son los mecanismos menos por estudios controlados aleatorizados, con
frecuentes. La principal vía de entrada utilizada es poder estadís-tico suficiente).
la aspiración de secreciones contaminadas por
bacterias patógenas, tras su adherencia al epitelio Modulación de la aspiración: Estrategias
de la vía aérea o formar un biofilm sobre el tubo de prevención no farmacológicas
endotraqueal (TET), esto es, tras la colo-nización 1. Evitar la IET innecesaria, ya que aumen-ta
orofaríngea o traqueobronquial por las mismas. el riesgo de NAVM entre 6 y 21 veces. (Nivel I).
También existe otro factor relevante: el papel Diversos autores han demostrado el benefi-cio de
importante que desarrollan los senos paranasales y la ventilación no invasiva con presión positiva en
el estómago como reservorio de patógenos situaciones de insuficiencia respi-ratoria aguda
nosocomiales(17,18). secundaria a reagudización de enfermedad
pulmonar obstructiva crónica (EPOC), edema
PRINCIPALES FACTORES DE pulmonar con fracaso respira-torio hipoxémico, y
RIESGO MODIFICABLES. pacientes inmunodeprimi-dos(20-22) (Nivel I). Esta
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN estrategia, sin embargo, no se debe utilizar para
evitar la reintubación en pacientes previamente
Factores de riesgo extubados(23).
El riesgo de desarrollar una NN/NAVM está
2. Reducir en lo posible la duración de la
determinado, tanto por la exposición a una serie VM, limitando por ejemplo la administración
de factores ambientales sanitarios, modificables de sedación intravenosa continua y
con las llamadas “medidas de prevención higié- utilizando pro-tocolos de desventilación
nico-dietéticas”, como por la presencia de una “acelerados”(24). Del mismo modo, se
serie de factores predisponentes relacionados recomienda evitar la reintu-bación ya que
con el “huésped” y/o con las “medidas de inter- aumenta el riesgo de NAVM(25) (Nivel I).
vención terapéuticas” que quedan reflejados en 3. Limitar el uso de relajantes
la tabla 2. Estos factores de riesgo predisponen musculares en perfusión continua, ya que
a la aparición de neumonía hospitalaria actuan- deprimen meca-nismos defensivos del
do a través de los principales mecanismos pato- huésped y favorecen la polineuropatía.
génicos de la misma: la “colonización” con flo- 4. Entrenar y formar al personal
ra patógena del tracto aéreo-digestivo y la sanitario sobre las medidas de prevención
“aspiración” de estas secreciones contamina- de NAVM, pue-de reducir la duración de la
das. Así pues, se distinguen dos tipos funda- VM y la estancia en la UCI.
mentales de estrategias de prevención: a) las 5. Utilizar la vía oral en lugar de la nasal,
“farmacológicas”, que suelen ir dirigidas a la para realizar la IET y colocar sondas de
colonización; y b) las “no-farmacológicas”, más alimen-tación. Se ha observado una reducción
utilizadas frente al mecanismo aspirativo (5). En de la sinusitis nosocomial y posiblemente de la
cualquier caso, se ha recomendado la forma- NAVM con esta estrategia, aunque no está cla-
ción de “equipos de intervención multidisci- ramente demostrada la relación causal entre
plinar” de cuidados críticos, que permitan una estas dos entidades(26).
6. Mantener una presión de hinchado del
balón del TET superior a 20 cm H2O para pre-

115
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL.

TABLA 2. Factores de riesgo independientes (análisis de regresión logística) para


el desarrollo de neumonía hospitalaria y neumonía asociada a ventilación
mecánica
Factores del huésped Factores relacionados con Otros factores
la intervención médica
Edad ≥ 60 años VM > 2 días / IET Estación del año:
otoño/invierno
SDRA Reintubación. Traqueostomía
EPOC; patología pulmonar Cambios frecuentes de circuito
del ventilador
Coma y/o disminución PEEP
nivel conciencia
TCE; gran quemado Posición corporal en “supino”
Albúmina sérica < 2,2 g/dl Sonda nasogástrica. Nutrición enteral
Residuo gástrico elevado Antibioterapia previa
Colonización gástrica Fármacos anti-H2 ± antiácidos
(pH alcalino)
Colonización vía aérea Sedación y/o relajante muscular iv continuo
superior
Sinusitis Transfusión de > 4 unidades hemoderivados
Gravedad de enfermedad Monitorización presión intracraneal
de base
SDMO Transporte del paciente fuera de UCI para
procedimientos diagnóstico-terapéuticos
SDRA: síndrome de distrés respiratorio agudo; EPOC: enfermedad pulmonar obstructiva crónica; TCE: traumatis-
mo craneoencefálico; SDMO: síndrome de disfunción multiorgánica; VM: ventilación mecánica; IET: intubación endo-
traqueal; PEEP: presión positiva al final de la espiración; iv: intravenoso; UCI: unidad de cuidados intensivos.

venir el “deslizamiento” de patógenos de ción a los casos en que se visualiza


vía aérea superior, bordeando el balón, contami-nado el líquido que se produce por
hacia el tracto respiratorio inferior(27). la con-densación de los gases en el circuito
7. Usar TET con doble luz para la (secre-ciones purulentas y sangre o vómito
aspiración subglótica continua de secreciones del enfermo, que pueden pasar a la línea
situadas sobre la superficie del balón del TET. inspi-ratoria y retornar al paciente con los
Se ha vis-to que esta estrategia reduce la cambios posturales del mismo)(1,27).
incidencia de NAVM de instauración precoz 9. El uso de humidificadores pasivos y filtros
(Nivel I), no así la estancia en UCI o la ha permitido reducir la colonización de los circui-
mortalidad de estos enfermos(28,29). tos del ventilador, no así la incidencia de NAVM,
8. Evitar los cambios frecuentes de los cir- por lo que no se pueden recomendar como estra-
cuitos del ventilador, limitando esta manipula- tegia de prevención de la misma(30) (Nivel I).

116
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN
10. Los pacientes sometidos a VM, sobre
todo cuando reciben nutrición enteral, deben
man-tenerse en posición semiincorporada terapéuticos (Nivel I). Por una parte, los anti-H2
(30-45º) en lugar de en decúbito supino, para y los antiácidos son factores de riesgo de
prevenir la aspiración de secreciones (Nivel NN/NAVM, ya que alcalinizan el pH gástrico
I). Con esta medida de bajo coste se ha favoreciendo la colonización por bacilos Gram-
demostrado una reducción de hasta tres veces negativos (BGN) procedentes normalmente de
la incidencia de la NAVM(31). duodeno, y además, con su administración
11. El uso de camas oscilantes en pacientes puede aumentar el volumen intragástrico con-
críticos para prevenir la NAVM secundaria a dicionando su aspiración. Con el sucralfato, que
sobreinfección de atelectasias o dificultad en el actúa por otro mecanismo formando una
manejo de secreciones ha demostrado ser una película protectora de la mucosa gástrica, se ha
medida eficaz en pacientes quirúrgicos o con demostrado una menor incidencia signifi-cativa
problemas neurológicos, pero no en patología de la NAVM de instauración tardía que con los
anteriores, sugiriendo incluso una acti-vidad
médica(32) (Nivel I).
12. Utilizar preferentemente la nutrición intrínseca antibacteriana del mismo (35). Sin
enteral frente a la parenteral para prevenir la embargo, también se ha visto un mayor riesgo
atrofia de las vellosidades intestinales y el ries- de sangrado digestivo con el sucralfa-to
go subsiguiente de translocación bacteriana comparativamente con la ranitidina, en un
estudio realizado con 1.200 pacientes venti-
como causa de la NN (Nivel I) (1,33,34). Algunas
estrategias, dirigidas a reducir el volumen de lados(36). Una aproximación razonable con-
llenado gástrico y, por tanto, el riesgo de NAVM sistiría en utilizar el sucralfato en los enfermos
por broncoaspiración, son: reducir el uso de con bajo o moderado riesgo de hemorragia
opiáceos y agentes anticolinérgicos, monito- digestiva, es decir, sin coagulopatía o reque-
rizar el residuo gástrico, utilizar procinéticos rimientos de VM prolongada(37). En tercer
junto a la nutrición enteral, así como sondas de lugar, los inhibidores de la bomba de protones
alimentación postpilóricas en lugar de gás-tricas por vía oral parecen ser una buena alternativa
y, si es posible, sondas con pequeños ori-ficios cos-te-beneficio, pendiente de futuras líneas de
distales(34). investigación.
13. El uso de TET con revestimientos espe- 2. La colonización orofaríngea, presente
ciales (sulfadiacina, plata), antibióticos nebuli- en el momento del ingreso hospitalario o
zados, y otras medidas para evitar la formación adqui-rida durante la estancia en UCI,
de “biofilm” o revestimiento bacteriano de la
representa un factor de riesgo de NAVM por
superficie del TET, es motivo de investigación BGN y P. aerugi-nosa(18). Su modulación con
en el ámbito de la prevención de la NAVM por antisépticos por vía oral para prevenir la
aspiración de secreciones contaminadas, sin que NAVM no se reco-mienda de forma
existan claras recomendaciones. rutinaria, si bien sí se ha demostrado el
beneficio de la clorhexidina por vía oral en
Modulación de la colonización: estrategias pacientes que van a someter-se a cirugía de
de prevención farmacológicas revascularización coronaria(38) (Nivel I).
1. Actualmente se recomienda, sobre todo en La descontaminación selectiva del tracto
pacientes críticos, utilizar anti-H2 o sucralfato en digestivo, esto es, el uso tópico de antibióticos
la profilaxis del sangrado por úlcera de estrés, ya por vía oral para la prevención de la neumonía
que su presencia produce una mortalidad cin-co hospitalaria, con o sin antibióticos por vía sis-
veces superior en estos enfermos. Sin embar-go, témica, se ha demostrado beneficiosa en la
del mismo modo, debe valorarse el riesgo- reducción de la incidencia de la NAVM como
beneficio de cada uno de estos regímenes coadyuvante en el control de brotes por PMR,
disminuyendo la mortalidad en UCI en caso de
asociar la vía sistémica (Nivel I). Sin embar-

117
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL. cos y recientes, que pueden optimizar el
mane-jo de la NN/NAVM.
go, no se recomienda su uso habitual, ya que
podría aumentar el índice de resistencias a los ESTRATEGIAS DIAGNÓSTICAS
antibióticos, sobre todo en unidades de hos- El abordaje diagnóstico de la NN/NAVM se
pitalización donde existe una alta prevalencia plantea desde una doble perspectiva: a) sin-
de flora multirresistente(39,40). drómica, que intenta corroborar la existencia de
3. No se recomienda el uso rutinario de una neumonía como complicación evolu-tiva
anti-bioterapia profiláctica por vía parenteral del proceso que motiva el ingreso del paciente
para evitar NN/NAVM tras traumatismo en una sala o en UCI, y b) etiológica, que
(incluido craneoencefálico), coma o cirugía de pretende determinar el agente responsa-ble del
alto ries-go. Tan sólo se ha demostrado que el proceso. Ambas perspectivas suscitan gran
uso de dos dosis de cefuroxima iv en el controversia por la heterogeneidad de las
momento de la IET de pacientes con coma técnicas empleadas para obtener muestras res-
estructural ayu-da a prevenir la NAVM de piratorias que se consideren válidas, la gran
instauración precoz(41) (Nivel I). variabilidad metodológica empleada en cada
4. Vacunación de niños o adultos de riesgo, técnica, y por carecer de un “patrón oro” con el
frente a patógenos específicos como H. influen- que comparar los resultados obtenidos (15).
zae, S. pneumoniae y virus Influenza, que pue- Todos estos problemas favorecen dicha con-
de reducir el riesgo de NSS(5). troversia y dificultan el posible consenso res-
pecto al abordaje diagnóstico ideal.
5. Seguir una política más restrictiva en
la transfusión de hemoderivados, para Los objetivos del diagnóstico en pacientes
intentar reducir el riesgo de infecciones con sospecha de NN/NAVM son: a) reconocer
nosocomiales, incluida la neumonía (Nivel I). los pacientes con infección pulmonar; b) ase-
Se ha sugeri-do transfundir sólo con cifras de gurar la recogida de muestras apropiadas para
hemoglobi-na ≥ 7 g/dl, siempre que no exista cultivo; c) efectuar una antibioterapia precoz y
efectiva; y d) identificar los enfermos con
sangrado activo ni cardiopatía de base(42). Se
piensa que el mayor riesgo de infección infección extrapulmonar(3).
podría relacio-narse con un efecto Para alcanzar dichos objetivos se deben
inmunosupresor de los concentrados de plantear dos estrategias diferentes, la
hematíes no deplecionados de leucocitos. clínica y la microbiológica, que se
6. Se recomienda ser estricto en el desarrollan a con-tinuación.
control de la hiperglucemia en los pacientes
críticos, ya que se ha visto, al mantener con Aproximación clínica
insulinote-rapia intensiva cifras de glucemia El diagnóstico sindrómico de sospecha se
entre 80-110 mg/dl en enfermos quirúrgicos, basa en hallazgos clínicos de reciente apari-ción
una reduc-ción de la tasa de infección (fiebre mayor de 38º, esputo purulento y
nosocomial, duración de la VM, estancia en leucocitosis o leucopenia): la presencia de dos
de estos tres signos clínicos acompañados de la
UCI y morta-lidad (Nivel I)(42).
aparición de un nuevo infiltrado radiológi-co o
Otras medidas higiénico-dietéticas la progresión de otro previo, alcanza una
1. Reducir el riesgo de contaminación cru- sensibilidad de 20-25% y una especificidad de
zada con PMR, sobre todo en las unidades de 80-95%, que no confirma el diagnóstico de
crí-ticos, mediante el lavado-desinfección de NAVM. Por el contrario, la ausencia de puru-
manos, educación del personal sanitario, y ais- lencia en las secreciones de vías bajas per-mite
lamiento de enfermos infectados por estos excluir de manera razonable la presen-cia de
microorganismos (Nivel I)(1,29,34). NAVM(15). Normalmente, el diagnóstico
2. Realizar estudios de vigilancia que per-
mitan identificar y cuantificar PMR endémi-

118
de las NN en pacientes no intubados es difí-cil y NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

descansa sobre todo en criterios clínicos, ya que


rara vez se usan técnicas de recogida de tivo de NAVM si es mayor de seis. Al añadir al
muestras de vías aéreas inferiores, por lo que la CPIS la tinción de Gram en muestras respira-
información bacteriológica es incierta y la torias, técnica donde la ausencia de bacterias o
especificad de su diagnóstico indefinida(44). En células inflamatorias tiene un alto valor pre-
los pacientes con distrés respiratorio agu-do dictivo negativo, mejora su sensibilidad y espe-
(SDRA) se requiere sólo uno de los tres cri- cificidad(51). Singh et al, utilizando un CPIS
terios clínicos para sentar el diagnóstico de modificado (sin usar criterios microbiológicos),
sospecha de NAVM e iniciar la recogida de han comunicado que tras una valoración ini-cial
muestras microbiológicas(45). menor de seis, su mantenimiento al ree-valuarlo
No es infrecuente encontrar pacientes con pasadas 72 horas permite retirar de un modo
signos clínicos de neumonía que no se acom- seguro el tratamiento antibiótico dada la baja
pañan de infiltrados radiológicos; estos casos probabilidad de presentar una NAVM, a pesar
pueden deberse a una bronquiolitis purulenta de que requiere una validación en los pacientes
(que a menudo precede al infiltrado radioló- con presentaciones más graves. (Nivel I)(52).
gico)(46), o a la baja calidad de las imágenes
obtenidas con los aparatos radiológicos por-
tátiles en la UCI (se ha visto que no se apre- Aproximación microbiológica
ciaban en las radiografías realizadas con los Se basa en los cultivos cuantitativos de
citados portátiles hasta el 26% de los patro-nes secreciones respiratorias bajas: si el recuento es
alveolares observados en los campos infe-riores superior al punto de corte contrastado pre-
pulmonares por TAC)(47). Al valorar las viamente se admite el diagnóstico de NAVM,
imágenes radiológicas, es preciso tener en mientras que, si es inferior, se considera colo-
cuenta la variabilidad interobservador de sus nización de la vía aérea. Con su uso, poten-
informes. Al comparar los signos radiológicos cialmente se consigue tratar a menos pacien-tes
con los hallazgos necrópsicos en la NAVM, se y con menor espectro antibiótico(50), aunque no
aprecia que el broncograma aéreo alcanza una evita el problema que representan los resul-
sensibilidad de 58-83%, mientras que la apa- tados falsos negativos, sobre todo ante un ini-
rición o extensión de un infiltrado previo entre cio o cambio en la antibioterapia en las últi-mas
50 y 78%(48,49). 24-72 horas, por lo que se aconseja realizar los
El mayor problema que conlleva el uso de cambios antibióticos tras realizar la recogida de
una estrategia clínica no acompañada de reco- muestras(53).
gida de muestras del tracto respiratorio es la Los estudios post-mortem, considerados el
mayor utilización de antibióticos, tanto cuan- “patrón oro” de las técnicas microbiológicas,
titativa (antibioterapia de mayor espectro del han demostrado que la NAVM es un proceso
necesario), como cualitativamente (empleo en multifocal y bilateral, que afecta con mayor
procesos no infecciosos semejantes en oca- frecuencia los segmentos posteriores e infe-
siones a la NAVM: insuficiencia cardíaca con- riores, y donde se suelen encontrar focos en
gestiva, atelectasia, embolismo pulmonar,
distintas fases de evolución(46). Esta naturale-za
hemorragia pulmonar, SDRA, reacciones pul-
monares a fármacos), por ser una estrategia multifocal de la NAVM sugiere, por una par-te,
que el aspirado traqueal (AT) y el lavado
sensible, pero poco específica(50). Para aumen-
broncoalveolar (LBA) pueden ser más útiles
tar dicha especificidad, se han utilizado esca-las
que el cepillado bronquial (CB), al recoger
clínicas de infección pulmonar como el CPIS,
muestras más difusas del árbol traquoebron-
(basado en datos clínicos, radiológicos, pO 2/ quial y, por otro lado, que las técnicas “ciegas”
FIO2 y también microbiológicos), suges- pueden ser, en muchos casos, tan efectivas
como las broncoscópicas. Al no tener resulta-
dos de los cultivos cuantitativos hasta pasadas

119
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL. el FB: a) cepillado bronquial mediante
catéter telescopado (CBCT) y b) lavado
48 horas, se han valorado positivamente las broncoalveo-lar (LBA).
técnicas que dan una información rápida,
como la investigación de organismos intra- Cepillado bronquial mediante
celulares (OIC) mediante la tinción de Giem- catéter telescopado (CBCT)
sa: en diversos trabajos se acepta que la Es un procedimiento sencillo, seguro y rápi-
detec-ción de un mínimo de 2-5% de OIC es do, aunque es imprescindible su correcta eje-
diagnóstica de NAVM, con una sensibilidad cución para que el test sea reproducible; se han
media de 69 ± 20% y una especificidad de 75 descrito hemorragias bronquiales com-
± 28%, siendo la razón de probabilidad de un plicativas, sobre todo en pacientes con altera-
resultado positivo de 35(54). En un estu-dio ciones de la coagulación. Utilizando un pun-to
prospectivo reciente utilizando una téc-nica de corte de CBCT de 103 ufc/ml en 929
rápida de inmunoensayo en LBA, se encontró enfermos con sospecha de NAVM descritos en
que los niveles elevados del recep-tor soluble 18 artículos, se han comunicado cifras de sen-
expresado en células mieloides (sTREM-1) sibilidad entre 33 y 100% con media de 67 ±
eran el factor predictivo indepen-diente más 20%, y una especificidad de 14-100% con
importante de neumonía, con una razón de media de 90 ± 14%, cifrándose en 6,7 la razón
probabilidad de 41,5(55) de probabilidad media de un resultado positivo.
Parece una técnica sobre todo espe-cífica, cuya
Cultivo cuantitativo de aspirado traqueal positividad aumenta mucho la pro-babilidad del
Es la técnica más sencilla para recoger diagnóstico de neumonía(54).
muestras diagnósticas en la NAVM: sólo requie-
re un colector de esputo para la recolección de Lavado broncoalveolar (LBA)
las secreciones, no precisa personal especiali- La instilación y aspiración secuencial de
zado y presenta como posible complicación la varias alícuotas de suero salino estéril a través
desaturación arterial de oxígeno, que aparece del FB enclavado en un segmento pulmonar
ocasionalmente durante la aspiración de secre- afecto permite recuperar material alveolar; el
ciones. Aunque los cultivos cualitativos tienen procedimiento no está completamente estan-
una sensibilidad alta, su valor predictivo posi- darizado, aunque se piensa que la cantidad de
tivo es moderado, por lo que no se consideran líquido debe ser superior a 60 ml para poder
aceptables para el diagnóstico de NAVM. Al uti- analizar las secreciones pulmonares periféri-
lizar el cultivo cuantitativo de AT con un pun-to cas. Habitualmente se desecha el análisis bac-
teriológico del escaso volumen aspirado tras la
de corte de 106 ufc/ml, la sensibilidad osci-la
instilación de la primera alícuota, que sue-le
entre 38 y 82%, con una media de 76 ± 9%, y la
contener abundantes células escamosas y
especificidad entre 72 y 85%, con media de 75
ciliadas. Se utilizó el LBA con un punto de cor-
± 28%(56).
te de 104 ufc/ml en 23 estudios prospectivos
que, analizando 957 pacientes con sospecha de
Métodos invasores con
NAVM, mostraban una sensibilidad entre 42 y
técnicas broncoscópicas
93% con una media de 73 ± 18%, y una
Se basan en la utilización de catéteres
especificidad de 45-100% con media de 82 ±
telescopados, para evitar la contaminación de
19%, valorándose en 4 la razón de probabili-
las muestras por microorganismos saprófitos
o colonizadores al pasar por las vías aéreas dad media de un resultado positivo (54). A pesar
superiores, que se expresa por más de 1% de de que puede provocar hipoxemias de varias
células escamosas epiteliales recuperadas en horas de duración, suele ser una técnica bien
dicha muestra, y poder aspirar a través del tolerada.
canal hueco del fibrobroncoscopio (FB). Dis-
tinguimos dos métodos diferentes utilizando

120
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN
Métodos invasores con técnicas ciegas
Son menos invasores que las técnicas
broncoscópicas, siendo útiles cuando no se una media de 86,6 ± 10,5%, encontrando
dispone de FB durante las 24 horas de todos una razón de probabilidad media cuando el
los días de la semana. Son técnicas sencillas resul-tado era positivo de 5,4(59).
que no requieren personal entrenado, por lo En resumen, las técnicas ciegas han mos-
que son más baratas y pueden emplearse trado resultados bastante concordantes con las
incluso en pacientes intubados con tubos de técnicas broncoscópicas, sobre todo en pro-
pequeño calibre. Su principal inconveniente cesos neumónicos bilaterales difusos, y si se
deriva de la imposibilidad de seleccionar el afectan primordialmente los lóbulos inferio-res.
segmento pulmonar afecto, importante en La elección del método diagnóstico a uti-lizar,
caso de afectación en lóbulos superiores o en partiendo de la base de que ha de ser siempre
pulmón izquierdo. Se han descrito tres téc- cuantitativo, sea AT, broncoscópico o ciego,
nicas diferentes. dependerá de la situación del paciente,
preferencias y experiencia del equipo médico,
Aspirado bronquial ciego (ABC) así como de las posibilidades de que se dis-
Se enclava el catéter en un bronquio dis- ponga. Asimismo, se debe tener en cuenta que
tal, y se aspiran directamente 1-2 ml. de en caso de infiltrados localizados se aconseja
secre-ciones bronquiales. Al analizar 251 utilizar catéter telescopado, mientras que ante
episodios descritos en cinco estudios infiltrados difusos y/o sospecha de patógenos
utilizando un pun-to de corte de 10 4 ufc/ml oportunistas se suele realizar LBA.
para ABC, la sensi-bilidad oscila entre 74 y En la figura 1 se muestra un algoritmo
97% con una media de 84,6 ± 8,8%, y la del manejo diagnóstico-terapéutico
especificidad entre 74 y 100% con una media empírico de la NAVM.
de 90,8 ± 12,7%. La razón de probabilidad de
un resultado positi-vo es de 9(57). TRATAMIENTO

Minilavado broncoalveolar (mini-LBA) Generalidades


Tras enclavar el catéter telescopado pro- Al evaluar la gravedad de las NN se han
tegido, se instilan 3-4 alícuotas de 20 ml, des- descrito una serie de signos o situaciones que
echando el volumen aspirado tras la primera condicionan el ingreso de estos enfermos en
de ellas. Utilizando un punto de corte de 10 3 UCI(20): frecuencia respiratoria ≥ 30, saturación
ufc/ml, se han descrito en siete estudios con arterial de oxígeno ≥ 90% con fracción inspi-
un total de 280 episodios cifras de sensibili- ratoria de oxígeno > 35%, extensión radio-
dad entre 63 y 100% con una media de 79,7 lógica en 48 horas o afectación multilobar,
± 12,4% , así como una especificidad de necesidad de ventilación mecánica (invasiva o
66-96% con una media de 82 ± 12,7%. Se no) y presencia de sepsis grave, shock sépti-co
ha valorado la razón de probabilidad de un o disfunción orgánica distinta de la pulmo-nar
resul-tado positivo en 4,4(58). (Nivel I de evidencia).
Las recomendaciones sobre la
Cepillado bronquial no broncoscópico (CBNB) terapéutica antimicrobiana de la NAVM
Al analizar CBNB empleando un punto de tienden a preco-nizar:
corte de 104 ufc/ml en 147 pacientes con sos- 1. Un tratamiento empírico de amplio
pecha de NAVM descritos en cinco estudios, se espec-tro, adecuado y precoz, previa extracción
ha obtenido una sensibilidad que oscila entre 58 de muestra microbiológica, que tenga en cuenta
y 86% con una media de 72,8 ± 10%, y una los factores de riesgo de PMR y la epidemio-
especificidad entre 71 y 100% con logía del lugar en el que se realiza.
2. Un desescalamiento del mismo, en caso
de buena respuesta clínica y en base a los resul-

121
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL.

Secreciones purulentas

Infiltrados radiológicos nuevos Sí No NAVM infrecuente

EAP
SDRA
NAVM? TEP
Atelectasia
Hemorragia alveolar

AT Técnicas ciegas Técnicas broncoscópicas


(ABC, Mini-LBA, CBNB) (LBA, CBCT)

> 1% células escamosas < 1% células escamosas

Contaminación ATB empírica


vía aérea superior según tinción de
Gram/OIC

Cultivos cuantitativos

ATB dirigida

FIGURA 1. Algoritmo de manejo diagnóstico terapéutico empírico de la NAVM. NAVM: neumonía asocia-
da a ventilación mecánica; EAP: edema agudo de pulmón; SDRA: síndrome de distrés respiratorio agudo;
TEP: tromboembolismo pulmonar; AT: aspirado traqueal; ABC: aspirado bronquial ciego; Mini-LBA: mini-
lavado broncoalveolar; CBNB: cepillado bronquial no broncoscópico; LBA: lavado broncoalveolar; CBCT:
cepillado bronquial mediante catéter telescopado; ATB: antibioterapia; OIC: organismos intracelulares.

tados microbiológicos de muestras de vía retraso en la instauración de la misma. Ambas


aérea inferior. consideraciones son importantes, al estar su
3. Si la evolución es favorable y no hay incumplimiento claramente relacionado con un
evi-dencia de infección por BGN, reducir incremento en la mortalidad de la NAVM (60,61),
la dura-ción del tratamiento a 7-8 días(5). que no se reduce aunque se ajus-ten los
antibióticos al disponer del antibiogra-ma de las
Antibioterapia empírica inicial muestras microbiológicas obtenidas. Por otra
Actualmente se recomienda una terapéuti- parte, se considera necesaria una tera-péutica de
ca empírica inicial “adecuada”, en el sentido de amplio espectro, mediante el uso de familias
cobertura del microorganismo potencial-mente antibióticas no empleadas durante las dos
responsable de la NN evitando las resis-tencias, semanas previas, para así reducir al máximo la
y “precoz” previa extracción de mues-tra probabilidad de tratamiento inade-cuado
microbiológica, sin que ello suponga un comentado previamente.

122
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

TABLA 3. Factores de riesgo de etiología por patógenos multirresistentes


Neumonía de instauración tardía (> 4 días de VM)
Neumonía de instauración precoz (≥ 4 días de VM) que presenta:
– Criterios de NSS
– Antibioterapia en los 90 días previos a la infección actual
– Paciente inmunodeprimido por enfermedad y/o tratamiento
Elevada incidencia/prevalencia de resistencias al tratamiento antibiótico en la sala hospitalaria o
pobla-ción que padece la neumonía
NSS: neumonía propia de los sistemas de salud; VM: ventilación mecánica.

Al elegir el tratamiento empírico inicial da relación con el tiempo en que la concen-


(TEI), es conveniente valorar la presencia de tración plasmática del fármaco se encuentra por
factores de riesgo para PMR (Tabla 3), y que el encima de la concentración inhibitoria mínima
TEI se ajuste en la medida de lo posible a los (CIM) del microorganismo. El efecto
modelos locales de etiología y sensibilidades, postantibiótico se basa en la capacidad de
considerando la cobertura obligatoria de SARM seguir inhibiendo el crecimiento de microor-
y BGN multirresistentes ante un caso de NAVM ganismos incluso al caer el nivel del fármaco
en hospitales con endemia por dichos micro- por debajo de la CIM; es prolongado con ami-
organismos. noglucósidos, quinolonas y carbapenem para
BGN, mientras que no lo presentan, o es limi-
Selección del antibiótico y tado, con otros β-lactámicos. Por todo ello, se
dosis adecuadas recomienda el uso de dosis frecuentes, inclu-so
Para conseguir una mayor eficacia del TEI en perfusión continua, para los β-lactámi-cos y
de la NN/NAVM, se requiere el uso de dosis y glicopéptidos, frente a las dosis espa-ciadas de
vías de administración adecuadas que asegu-ren quinolonas, o incluso diarias de
su penetración en el lugar de la infección. En las aminoglucósidos, para maximizar su eficacia y
tablas 4 y 5 se muestran dosis preco-nizadas en minimizar su toxicidad.
diversas guías de los antibióticos habitualmente Por último, y aunque su relevancia práctica
utilizados para el tratamiento de la NN. El aún está por determinar, hay que tener presen-te la
tratamiento inicial debe adminis-trarse de forma penetración tisular de algunos antibióti-cos a la
intravenosa a todos los pacien-tes, con la hora de elegir el tratamiento adecuado. Así,
posibilidad de pasarlo a vía oral en caso de mientras la mayoría de β-lactámicos y de forma
evolución clínica favorable, cambio facilitado similar los aminoglucósidos alcanzan con-
por fármacos con alta biodisponibi-lidad como centraciones pulmonares inferiores al 50% de su
las quinolonas o linezolid. concentración plasmática, las fluoroquinolo-nas o
Otro aspecto a tener en cuenta es el dife- el linezolid la igualan o incluso superan(8,19).
rente mecanismo de acción de los diversos
antibióticos(62). Las quinolonas y los amino- Antibiótico tópico o en aerosol
glucósidos tienen acción bactericida dosis- No existe suficiente evidencia para reco-
dependiente, por lo que matan bacterias más mendar el uso de antibióticos en aerosol en
rápidamente a elevadas concentraciones plas- el tratamiento de la NAVM: sólo hay un
máticas, mientras que los β-lactámicos y los estudio que valoró el uso de tobramicina
glicopéptidos, actúan como bactericidas por inhalada como coadyuvante del tratamiento
un mecanismo tiempo-dependiente que guar- intraveno-so de la NAVM y, a pesar de que el
nivel de

123
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL.

TABLA 4. Tratamiento empírico inicial de la NN/NAVM “precoz”, sin factores de


riesgo para patógenos multirresistentes
Antibiótico recomendado Dosis iv recomendadaa
– Amoxicilina-ácido clavulánico 1.000-2.000/200 mg / 8 h
ó
– Cefalosporina de 3ªgeneración no antipseudomonas:
Cefotaxima . 1-2 g / 8 h
Ceftriaxona 1-2 g / 24 h
o
– Fluoroquinolona: Levofloxacino 500 mg / 24 h
Moxifloxacino 400 mg / 24 hb
NN:neumonía nosocomial; NAVM: neumonía asociada a ventilación mecánica. aLas dosis recomendadas son para
adultos, asumiendo una función renal y hepática normales; bAdministración vía oral.

erradicación de microorganismos fue mayor que in vitro, en pacientes neutropénicos y en los


al utilizar el placebo, no se observó mejo-ría casos de NAVM bacteriémica por P. aerugino-
significativa en la evolución clínica, quizás por sa(14,65). En tercer lugar, con la terapia combi-
ser probablemente insuficiente el tamaño nada se pretende prevenir la aparición de resis-
muestral(63). El resto de estudios empleando esta tencias durante el tratamiento de la neumonía;
vía de administración inhalatoria con colis-tina, sin embargo, un reciente metaanálisis de ensa-
aminoglucósidos y ceftazidima, se reali-zaron yos que comparan β-lactámico con aminoglu-
fundamentalmente en pacientes diag-nosticados cósido vs monoterapia con β-lactámico, no sólo
de fibrosis quística. rechaza esta hipótesis sino que, además, pone
Por todo ello, en la actualidad tan sólo de manifiesto un claro aumento de efectos
deben considerarse como tratamiento coad- secundarios como la nefrotoxicidad(64).
yuvante, en aquellos casos de NAVM A pesar de estas consideraciones, la
produci-da por PMR que no responden al reduc-ción de mortalidad demostrada con un
tratamien-to sistémico. tra-tamiento de amplio espectro adecuado
ini-cial, hace que en las recomendaciones
Monoterapia vs antibioterapia combinada actuales se contemple la terapia combinada,
El tratamiento combinado, habitualmente incluyendo antibióticos de diferentes clases
biterapia, no se ha demostrado superior a la como se muestran en la tabla 5. La pauta más
monoterapia, aunque asegura la cobertura de un recomendada es la asociación de un beta-
amplio espectro de microorganismos, pre-misa lactámico con acción antipseudomonal y un
importante ya que, hasta un 55% de las NAVM, aminoglucósido o quinolona, explicada pos-
son polimicrobianas (Nivel I) (15,64). Sin embargo, teriormente en el apartado de tratamiento de
existe la referencia de un trabajo clá-sico sobre el la P. aeruginosa.
uso de biterapia en el tratamiento de bacteriemias Por otra parte, la monoterapia se limitaría a
por P. aeruginosa que consiguió reducir la los casos de NN sin factores de riesgo para
mortalidad(65), y ha favorecido su reco-mendación PMR (Tabla 4), una vez descartada su presen-
en los casos de infección sospe-chada o cia en los resultados de las muestras micro-
confirmada por PMR. También se jus-tifica la biológicas, y en las neumonías producidas por
biterapia por el sinergismo, demostrado cocos Grampositivos incluido SARM.

124
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN

TABLA 5. Tratamiento empírico inicial de la NN/NAVM “tardía”, o con factores


de riesgo para patógenos multirresistentes
Antibiótico recomendado Dosis iv recomendadaa
Cefalosporina antipseudomona: Ceftazidima 2g/8h
Cefepime 1-2 g / 8-12 h
o
Carbapenem antipseudomona: Imipenem.. 500 mg / 6 h ó 1 g / 8 h
Meropenem 1g/8h
o
β-lactámico/inhibidor de β-lactamasas: piperacilina-tazobactam 4,5 g / 6 h
------------ + ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Fluoroquinolona antipseudomonas: Ciprofloxacino 400 mg / 8 h


Levofloxacino 750 mg / 24 h
o
Aminoglucósido: Amikacina 15 mg /kg / 24 h
Gentamicina 7 mg /kg / 24 h
Tobramicina 7 mg /kg / 24 h
------------ + ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Vancomicina* 15 mg /kg / 12 h
o
Linezolid* 600 mg / 12 h

NN:neumonía nosocomial; NAVM: neumonía asociada a ventilación mecánica; IV: intravenosa. aLas dosis
reco-mendadas son para adultos, asumiendo una función renal y hepática normales. *En caso de existir
elevada incidencia de S. aureus resistente a la meticilina o factores de riesgo para el mismo.

Duración del tratamiento mo de 48 horas), siempre y cuando no se


En diversos estudios previos se ha podi-do obje-tive NAVM por BGN multirresistente,
observar, utilizando la escala clínica de infec- donde la reducción del tiempo de tratamiento
ción pulmonar CPIS(52), que la mayoría de por deba-jo de catorce días aumenta el riesgo
pacientes con NAVM que reciben un trata- de reci-diva posterior(67) (Nivel I).
miento inicial adecuado evolucionan clínica-
mente bien durante los primeros 6 días, dato que Regímenes especiales de antibióticos.
sugiere que la prolongación del tratamiento Patógenos multirresistentes:
antibiótico llevaría a la colonización y poste-rior Pseudomonas aeruginosa, Acinetobacter
sobreinfección por PMR(66). Basándose en los spp., Staphilococcus aureus meticilin-
resultados de un reciente estudio multi-céntrico, resistente
se recomienda reducir el tratamien-to
antibiótico desde 14-21 días a siete en los casos Pseudomonas aeruginosa
de NAVM ocasionadas por flora endó-gena Como se ha indicado anteriormente,
primaria que evolucionan satisfactoria-mente, actualmente se recomienda la biterapia en el
(mejoría clínica y apirexia tras un míni- tratamiento de la neumonía por Pseudomo-
nas, sobre todo para evitar una terapéutica

125
N. CARBONELL MONLEÓN ET AL. ción de la inducción de betalactamasas y
de efectos secundarios.
inicial inadecuada y su consiguiente
aumen-to de la mortalidad, aunque también Acinetobacter baumanii
por la posible reducción de la aparición de Las posibilidades terapéuticas en la
resis-tencias o por la consecución de un NAVM por Acinetobacter son bastante
sinergis-mo provechoso. limitadas, debi-do a las resistencias, tanto
Paralelamente, es motivo de controversia el nativas como adqui-ridas, que presenta frente
tipo de antibiótico que se debe utilizar en este a gran cantidad de antibióticos. A pesar de las
tratamiento combinado. Aunque en la mayoría consideraciones planteadas en la literatura
de los estudios previos se han com-binado un previa, resulta de gran trascendencia en la
betalactámico con acción antip-seudomonal y práctica clínica basar-se en el patrón habitual
un aminoglucósido, actualmente se piensa que del antibiograma, que puede ser muy variable
el empleo de quinolonas pare-ce presentar una según el hospital o ser-vicio considerado y
serie de ventajas frente al aminoglucósido, también con el paso del tiempo.
como la mayor penetración pulmonar y su Los antibióticos considerados más activos
menor riesgo de nefrotoxici-dad. Además, lo frente a las especies de Acinetobacter son:
único que demuestra el estu-dio clásico sobre la los carbapenémicos, la ampicilina-sulbactam
biterapia con aminoglu-cósido para P. y la colistina, sin haberse demostrado claro
aeruginosa(65) es una tendencia a reducir la beneficio del tratamiento combinado. La ten-
mortalidad respecto al uso de monoterapia, y el dencia actual es empezar por la valoración de
origen de las bacteriemias era en pocos casos la resistencia a los betalactámicos(15): en caso
una NAVM. Del mismo modo, el metaanálisis de cepas sensibles podría considerarse como
reciente que analiza la biterapia con primera opción la monoterapia con
aminoglucósido en pacientes sép-ticos(64), no ticarcilina, piperacilina, ceftazidima, cefepi-
observa beneficio de la asociación con este me o imipenem. Si existe sensibilidad dis-
fármaco respecto a la monoterapia. minuida o intermedia a los betalactámicos se
Por todo ello, y aunque se requieren estu- recomienda asociarlos a aminoglucósidos,
dios prospectivos que comparen una biterapia pudiendo utilizar adicionalmente aerosoles de
basada en fluoroquinolonas vs la monoterapia colistina. Por último, si la neumonía está
con β-lactámicos, consideramos más aconse- ocasionada por cepas con alta resistencia, se
jable el uso de quinolonas teniendo en cuen-ta, debe considerar la indicación de colistina
además, la situación de fracaso multior-gánico administrada por vía sistémica y en aerosol,
(incluido el renal) que muchas veces se asocia a asociada a rifampicina, tetraciclinas u otros
la NAVM en los pacientes de UCI. En caso de antibióticos, en función de la sensibilidad del
usar terapia combinada con amino-glucósido, se antibiograma. El uso de colistina es bastante
recomienda hacerlo con dosis única diaria controvertido, dada su menor eficacia con
(Tabla 5) y finalizar el tratamien-to del mismo a respecto a los betalactámicos y su conside-
los 5-7 días si se observa mejo-ría clínica (68). rable toxicidad renal y neurológica cuando se
Por otra parte, entre los β-lactá-micos se utiliza por vía sistémica, junto con la caren-
recomienda el uso preferente de ceftazidima, cia de estudios que demuestren su eficacia en
cefepime o piperacilina-tazobac-tam durante 15 la NAVM por Acinetobacter spp. cuando se
días, reservando los carbape-némicos a emplea por vía inhalatoria. Sin embargo, un
situaciones de alta resistencia, teniendo estudio reciente ha documentado su eficacia
presente, además, que existe alguna referencia a y seguridad al administrarlo por vía intrave-
una posible resistencia cruzada entre el nosa(70), por lo que parece razonable consi-
imipenem y el ciprofloxacino (69). La derar su uso en situaciones problemáticas de
combinación de dos betalactámicos actual-
mente no es recomendable, por la potencia-

126
NEUMONÍA INTRAHOSPITALARIA: TRATAMIENTO. PREVENCIÓN
multirresistencia según los resultados in
vitro del antibiograma.
sentaron esta eficacia por separado, y en los que
Staphilococcus aureus resistente al parecer, no se alcanzaron en todos los
a meticilina enfermos las dosis óptimas de vancomicina, por
Los glicopéptidos (teicoplanina y, sobre lo que se requerirían nuevos análisis pros-
todo, vancomicina), son el tratamiento habi- pectivos que confirmen estos resultados. La
tual de la NAVM por SARM dado su patrón dificultad de optimizar los niveles plasmáticos
de resistencia a todos los betalactámicos. Sin de vancomicina en casos de fracaso renal agu-
embargo, con cierta frecuencia se producen do, así como la frecuente asociación con otros
fracasos terapéuticos con las dosis utilizadas fármacos nefrotóxicos en pacientes ingresa-dos
de vancomicina, 1 gramo (15 mg/kg) cada 12 en UCI, convierte al linezolid en una alter-
horas. Los glicopéptidos son, desde un punto nativa válida para el tratamiento de enfermos
de vista farmacocinético, fármacos con un con insuficiencia renal que precisen de esta
mecanismo de acción tiempo-dependiente, cobertura antibiótica.
reducida penetración pulmonar y toxicidad
renal manifiesta; intentando evitar estos NAVM con mala evolución
incon-venientes se ha estudiado su En ocasiones, a pesar de un tratamiento
administración en perfusión continua, sin que empírico “adecuado”, la NAVM no evolucio-
se hayan encon-trado ventajas claras con na favorablemente según parámetros clínicos
respecto a la ya comentada, a pesar de o radiológicos una vez alcanzadas las 72
resultar más fácil la monitorización de los horas de antibioterapia inicial (66), lo que se
niveles plasmáticos del fármaco(71). conoce como pacientes “no-respondedores”.
La situación descrita, junto a la gravedad de Entre ellos se diferencian tres tipos de mala
la NAVM por SARM y la sensibilidad cam- respuesta al tratamiento: la NAVM
biante de las sus cepas, ha motivado el empleo progresiva, con dete-rioro rápido en las
de otros fármacos como la rifampicina [a la que primeras 72 horas; la NAVM persistente, sin
son sensibles los SARM en 80% de los casos en mejoría clínica a pesar de más de 72 horas de
nuestro país(15), y el desarrollo de nue-vos tratamiento; y la NAVM de len-ta resolución,
antibióticos activos frente al mismo. Entre las con mejoría clínica pero con resolución
nuevas moléculas actualmente disponibles se radiológica menor del 50% en una semana.
encuentran, a) la quinupristina-dalfopristi-na Se ha citado diversas causas de NAVM pro-
que, en un estudio prospectivo no ofrece gresiva: desde la presencia de microorganis-
grandes ventajas respecto a la vancomicina (72), y mos con resistencia primaria al tratamiento
del que la Food and Drug Administration úni- empírico inicial o con gran virulencia y reper-
camente ha aprobado su utilización para la cusión sistémica, hasta la existencia de un foco
bacteriemia por Enterococcus faecalis resistente infeccioso extrapulmonar, o incluso que se trate
a la vancomicina; y b) el linezolid, de la fami-lia de una patología pulmonar no infec-ciosa con
de las oxazolidinonas, que sí parece mos-trar clínica similar a la de la NN. En cuanto a las
una serie de ventajas en determinadas causas de la NAVM persistente y NAVM de
situaciones: se ha comunicado recientemen-te lenta evolución, es más probable que se trate de
una reducción de mortalidad en el trata-miento un microorganismo inicial resistente, no
de la neumonía por SARM al compa-rarla con cubierto por el tratamiento empírico, o que ha
la vancomicina, atribuida parcialmente a la condicionado una com-plicación local como un
mayor penetración pulmo-nar del linezolid (73). empiema, que requie-re un tratamiento más
Este análisis es el resulta-do de la fusión de dos invasor para su reso-lución, o bien que se haya
estudios que no pre- producido una sobreinfección por otro
microorganismo dis-tinto al inicial(74).

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131
ABSCESO PULMONAR Y
NEUMONÍA NECROTIZANTE
Beatriz Jara Chinarro, Araceli Abad Fernández, José Luis García Satué

RESUMEN cavidades se denomina neumonía


El absceso pulmonar y la neumonía necro- (1)
necrotizan-te . La distinción entre ambos
tizante son infecciones pulmonares cada vez carece de importancia desde el punto de
menos frecuentes. Se manifiestan como lesio- vista clínico, pues representan distintas
nes cavitarias parenquimatosas únicas o múl- expresiones del mis-mo proceso.
tiples. Su mecanismo patogénico fundamen-tal, Esta enfermedad se consideraba, clásica-
aunque no el único, es la aspiración de material mente, la consecuencia de la aspiración de
contaminado procedente de la oro-faringe. Por secreciones orofaríngeas infectadas. La
este motivo, los gérmenes cau-santes aislados entra-da a las vías respiratorias de material
con mayor frecuencia son los anaerobios, sin proce-dente de la orofaringe es el
olvidar una alta prevalencia de infecciones denominador común de distintas entidades:
polimicrobianas. En los causados por otros 1. La aspiración de un cuerpo extraño
mecanismos, como diseminación vía con la consiguiente obstrucción de la vía
hematógena, linfática o infección por conti- aérea(2).
güidad, son más frecuentes los gérmenes 2. La neumonitis química producida
Gramnegativos aerobios y el Staphylococcus por la aspiración del contenido ácido
aureus. El curso clínico suele ser subagudo con gástrico o sín-drome de Mendelson.
tos y expectoración fétida, fiebre de bajo gra-do 3. Las infecciones pleuropulmonares
y disnea. Es frecuente encontrar factores que pro-ducidas por la aspiración de inóculos
favorecen la aspiración como problemas buco- oro-faríngeos, que es el tema que vamos a
dentales o bajo nivel de conciencia. En el de-sarrollar(3).
estudio diagnóstico deben descartarse la La incidencia de estos procesos ha dismi-
posibilidad de tuberculosis, por la alta preva- nuido en los últimos años con una
lencia en nuestro medio, y la neoplasia pul- consecuente reducción de la literatura
monar. El tratamiento inicial debe ser la anti- publicada al respec-to. Esto se debe a
bioterapia empírica que cubra los gérmenes distintos factores: a) el tra-tamiento precoz
propios de la flora orofaríngea. Si fracasa esta de las neumonías que impi-de su progresión;
terapia, tras un mínimo de seis semanas, se b) la prevención del riesgo de aspiración en
puede recurrir al drenaje percutáneo guiado los pacientes críticos; c) la mejoría en la
radiológicamente. Sólo en determinadas cir- salud buco- dental de la pobla-ción general .
cunstancias será precisa la cirugía. Algunos autores clásicos propusieron una
clasificación del absceso pulmonar según:
INTRODUCCIÓN 1. La duración de los síntomas: agudo si
El absceso pulmonar es una lesión necróti- la clínica tiene un tiempo de evolución
ca del parénquima pulmonar causada por una menor a un mes, crónico si la duración es
infección microbiana, que se manifiesta como mayor.
una lesión cavitaria única que contiene pus. 2. El mecanismo fisiopatológico: prima-
Cuando la afectación es en forma de múltiples rio si se presenta en pacientes previamente
sanos o por neumonía aspirativa, secundario
si se produce sobre una lesión ya existente en

133
B. JARA CHINARRO ET AL.

TABLA 1. Circunstancias que favorecen la aspiración(6)


Disminución del nivel de conciencia Alcoholismo
Abuso de drogas
Traumatismo craneoencefálico
Ictus
Crisis comiciales
Anestesia general
Disfagia por defectos neurológicos
Enfermedades tracto gastrointestinal Reflujo gastroesofágico

Interrupción mecánica del cierre glótico Traqueostomía


Intubación orotraqueal
Fibrobroncoscopia
Endoscopia digestiva alta
Alimentación por sonda nasogástrica
Anestesia faríngea
Enfermedad periodontal y gingivitis

el pulmón (en el parénquima distal a una este- nar es la aspiración de contenido orofaríngeo
nosis bronquial, carcinoma broncogénico, infar- contaminado. Esto exige dos condiciones:
to pulmonar, conglomerados silicóticos, etc.), o – Un deterioro de los mecanismos de
en pacientes con una enfermedad inmuno-lógica pro-tección de la vía respiratoria inferior:
que cursa con un déficit inmunitario (SIDA, cierre glótico, reflejo tusígeno y
trasplantes de órganos, etc.). Esta últi-ma de aclaramiento muco-ciliar;
mayor importancia en la actualidad por el – Un inóculo de microorganismos de la
desarrollo de los trasplantes y el uso exten-dido flora de la mucosa bucal de cuantía
de la medicación inmunosupresora para suficien-te, con efecto tóxico directo e
distintas enfermedades. inicio de un pro-ceso inflamatorio.
3. El microorganismo responsable: por Las circunstancias que predisponen a la
anaerobios, hongos, Aspergillus, aspiración se enumeran en la tabla 1(6).
Pseudomo-nas, etc. 1. En los casos de aspiración de jugo gás-
De estas clasificaciones la más trico ácido y estéril, se produce una neumoni-tis
generali-zada es la que diferencia el química que da lugar a una intensa reacción
absceso pulmonar en primario y secundario inflamatoria del árbol bronquial y del parén-
ya que aporta, ade-más de la información quima pulmonar. El grado de acidez del jugo
patogénica, una sos-pecha microbiológica gástrico, la presencia de restos alimenticios y un
determinada y un pro-nóstico asociado(4,5). mayor volumen aspirado producen un mayor
daño. La infección no juega un papel impor-
FISIOPATOLOGÍA tante en las fases iniciales de la enfermedad, por
El mecanismo que con mayor frecuencia lo que no se recomienda el uso de antibió-ticos
da lugar a la aparición de un absceso pulmo- de forma profiláctica. En modelos anima-

134
ABSCESO PULMONAR Y NEUMONÍA NECROTIZANTE
les se ha observado que inóculos, de al menos
25 ml, producen en 3 minutos atelectasias,
hemorragia peribronquial, edema y degenera- necrophorum en el Síndrome de Lemierre se
ción de las células epiteliales bronquiales; en 4 afec-ta por contigüidad el espacio parafaríngeo
horas los espacios alveolares se rellenan de poli- del cuello y se produce una tromboflebitis
morfonucleares y fibrina y en 48 horas apare- sépti-ca de la vena yugular interna, con
cen membranas hialinas(7,8). El mecanismo bacteriemia secundaria y émbolos sépticos que
supuesto es la liberación de citoquinas proin- compro-meten en un 97% el pulmón y,
flamatorias, sobre todo TNFα e IL8(9). posteriormen-te se cavitan(12-15).
2. La aspiración de pequeñas cantidades de 4. En raras ocasiones el absceso se debe a
secreciones orofaríngeas puede suponer una diseminación vía linfática, o incluso apare-ce a
cantidad elevada de inóculo bacteriano para el partir de colecciones abdominales que se
pulmón. Un 0,1 ml contiene hasta 107 unidades complican con una infección pleuropulmonar.
formadoras de colonias (UFC) de anaerobios y 5. Algunas neumonías bacterianas, no pro-
ducidas por los mecanismos descritos, pueden
106 UFC de aerobios. En con-traste, la
inhalación de aire durante 1 hora que contiene evolucionar de forma tórpida dando lugar a
necrosis del tejido pulmonar y constituyendo
15 microorganismos/ m3 introduce sólo 10
auténticos abscesos pulmonares.
bacterias dentro del pulmón(10). La colo-
nización habitual de gérmenes de la flora oro- ETIOLOGÍA
faríngea aumenta en determinadas circuns- Los abscesos pulmonares, debido a la
tancias como la mala higiene buco-dental lo diver-sidad de los mecanismos fisiopatológicos
que, unido a un deterioro de los mecanismos de que los producen pueden deberse a una gran
defensa (tos, actividad ciliar bronquial,
varie-dad de gérmenes (Tabla 2)(10).
macrófagos alveolares), favorece la enferme-
dad. Las neumonías causadas por una infec-ción En estudios clásicos ya se identificaba a las
bacteriana de estos gérmenes, habitual-mente bacterias anaerobias como los principales gér-
poco patógenos, siguen un curso subagudo y menes causantes (46%), aunque con un 43% de
generalmente se presentan ya con las etiologías mixtas, en las que el componente
complicaciones: el absceso pulmonar y la aerobio lo componen sobre todo bacilos Gram-
neumonía necrotizante, o lo que se conocía negativos. Esta prevalencia refleja la flora pre-
clásicamente como “gangrena pulmonar”. Se dominante en la mucosa gingival (Tabla 3)
(21,22)
producen fragmentos de tejido necrótico den-tro . Con mucha frecuencia la infección es
de una cavidad por acción directa de las toxinas polimi-crobiana, con una media de más de tres
bacterianas, por isquemia secunda-ria a la tipos de bacterias aisladas.
trombosis de la arteria pulmonar adya-cente al En un estudio posterior(23), realizado con
foco o por ambos mecanismos. El abs-ceso muestras obtenidas mediante punción trans-
puede asociar un empiema por extensión directa parietal a través de fibrobroncoscopia, y en
de la infección a la pleura o por com-plicación pacientes sin tratamiento o con antibioterapia
del mismo mediante una fístula bron- de menos de 48 h de instauración, los gérme-
copleural(11). nes aislados con mayor frecuencia también son
3. Otro mecanismo es el que se desenca- los anaerobios, de forma aislada (44%), o en
dena en adictos a drogas por vía parenteral por infecciones mixtas (22%). En segundo lugar,
vía hematógena, a partir de émbolos sép-ticos al las bacterias Grampositivas, con escaso aisla-
pulmón, tras una endocarditis de la vál-vula miento de gérmenes Gramnegativos aerobios.
tricuspídea por Staphylococcus aureus. En 7 pacientes (21%) se identificó Mycobacte-
Asimismo, a partir de un absceso tonsilar rium tuberculosis, que refleja la alta prevalen-
o peritonsilar producido por Fusobacterium cia de tuberculosis en el país donde se realizó el
estudio (Sudáfrica). Un trabajo reciente rea-
lizado en ancianos con neumonía y factores de

135
B. JARA CHINARRO ET AL. TABLA 3. Absceso pulmonar
por infección bacteriana(21)
TABLA 2. Microbiología general Microorganismo Nº casos (%)
del absceso(10) Total:

Bacterias Anaerobios (Peptoestreptococ- Sólo bacterias anaerobias 43 (46%)


cus, Prevotella, Bacteroides, Fuso- Sólo bacterias aerobias 10 (11%)
bacterium, Clostridium) Mixta 40 (43%)
Streptococcus microaerofílicos Microorganismos aislados:
de los grupos C y G(16) – Aerobios
Staphylococcus aureus Staphylococcus aureus 13 (7%)
Klebsiella pneumoniae y otros Escherichia coli 9 (4,6%)
Klebsiella pneumoniae 7 (3,6%)
bacilos Gramnegativos
Pseudomonas aeruginosa 7 (3,6%)
Streptococcus pyogenes
Streptococcus pneumoniae 6 (3%)
Burkholderia pseudomallei(17) – Anaerobios

Haemophillus influenzae tipo B Peptostreptococcus 40 (21%)

Legionella (18,19) Fusobacterium nucleatum 34 (17,6%)


Prevotella 32 (16,5%)
Nocardia
Actynomices(20)

Parásitos Paragonimus westermani 34 pacientes se confirmaron las diferencias en


cuanto al espectro microbiano: los anaerobios
Entamoeba histolytica
fueron más frecuentes en los inmunocompe-
Hongos Aspergillus
tentes mientras que los gérmenes aerobios se
Cryptococcus neoformans aislaron en un mayor número de pacientes
Histoplasma capsulatum inmunodeprimidos. En trabajos realizados en
pacientes con SIDA los microorganismos ais-
Blastomyces dermatitidis
lados con mayor frecuencia fueron: bacterias en
Coccidioides immitis 65% (Pseudomonas, neumococo, Klebsie-lla, S.
Micobacterias Mycobacterium tuberculosis aureus), Pneumocystis carinii en 6%, hon-gos
en un 3% y flora mixta en un 16%. Esto supone
M. kansasii
cambios en la estrategia empírica tera-péutica
inicial y plantea la necesidad de iden-tificar el
microorganismo causante del abs-ceso
riesgo para aspiración muestra un mayor ais- pulmonar en enfermos con déficit
lamiento de bacilos Gramnegativos (49%), de inmunitarios(27,28).
éstos un 14% también tenían anaerobios, en
un 16% sólo se aislaban anaerobios y en un CLÍNICA
12% S. aureus(24). Cuando el absceso se Las manifestaciones clínicas son distintas
asocia a una neoplasia se observa una mayor según la causa del absceso pulmonar.
parti-cipación de bacterias aerobias(25). 1. En los casos de neumonitis química por
Cabe esperar que existan diferencias en aspiración de jugo gástrico el curso clínico sue-
las características y flora microbiana aislada le ser agudo y relacionado con el momento en
entre los pacientes inmunocomprometidos y el que se produce la misma. Aparece disnea
aquellos que no lo están (Tabla 4) (26). En un
estudio retrospectivo que recoge los datos de

136
ABSCESO PULMONAR Y NEUMONÍA NECROTIZANTE

TABLA 4. Microbiología del absceso pulmonar en pacientes con déficit celular


inmunitario(26)
Frecuentes Poco frecuentes
– Bacterias
Pseudomonas aeruginosa Rhodococcus equi
Enterobacterias Legionella
Nocardia
Bacterias anaerobias
Staphylococcus aureus
– Micobacterias
M. tuberculosis M. avium complex
M. kansasii
– Hongos
Cryptococcus neoformans Blastomyces dermatitidis
Aspergillus Pneumocystis carinii
Histoplasma capsulatum

brusca y puede acompañarse de fiebre de bajo las mismas que las de la neumonía aguda
grado. En la exploración física encontramos bac-teriana.
crepitantes de predominio en los campos pos-
teriores de ambas bases pulmonares. Un 12% DIAGNÓSTICO
tienen un curso fatal con aparición de distrés El absceso pulmonar y la neumonía
respiratorio del adulto (SDRA), un 62% se necro-tizante plantean un diagnóstico
resuelven completamente y el resto pueden diferencial con el resto de las patologías
evolucionar hacia una fibrosis pulmonar(29). que se manifiestan como lesiones
2. Sin embargo, el curso de la infección bac- cavitarias parenquimatosas (Tabla 5).
teriana procedente de la aspiración de material
orofaríngeo es indolente, subagudo. Aparece Radiológico
con frecuencia el antecedente de una enfer- La presentación más frecuente es en
medad periodontal o boca séptica, así como for-ma de masas únicas o múltiples
alguna de las circunstancias citadas que favo- cavitadas, aisladas o en el seno de una
recen la aspiración. Los pacientes presentan tos consolidación pa-renquimatosa (Figs. 1 y
productiva con expectoración purulenta y mal- 2). Los hallazgos indi-cativos son(31):
oliente, fiebre de bajo grado y disnea. La feti- – Bordes internos: lisos en el 88%, irre-
dez del esputo se considera el signo que con gulares en el 12%.
mayor frecuencia se asocia con la presencia de – Presencia de nivel hidroaéreo en el 72%.
anaerobios. Algunos pacientes tienen síntomas – Consolidación del parénquima adya-
constitucionales: anorexia, astenia y pérdida cente en el 48%.
ponderal. En la analítica sanguínea se puede – Espesor máximo de la pared de 5 a 15
encontrar anemia de trastornos crónicos por la mm en el 82%.
lenta evolución del proceso(30). Las lesiones aparecen en el pulmón dere-
3. En los casos con etiología microbiana no cho con mayor frecuencia, debido a la anato-
anaeróbica las manifestaciones clínicas son mía bronquial. Las áreas más afectadas, en los

137
B. JARA CHINARRO ET AL.

TABLA 5. Diagnóstico diferencial de las lesiones cavitarias pulmonares


Infecciones necrotizantes Enfermedades no infecciosas
Bacterias anaerobias Embolismo e infarto pulmonar
Otras bacterias (S aureus, Enterobacterias, Vasculitis ( granulomatosis de Wegener)
Pseudomonas, Legionella, etc.) Neoplasia
Mycobacterias Secuestro pulmonar
Hongos (Aspergillus, Coccidioides, etc.) Bullas o quistes con niveles
hidroaéreos Bronquiectasias
Empiema con nivel hidroaéreo
Sarcoidosis
Histiocitosis X
Conglomerados silicóticos

casos de aspiración, son las zonas declives: los quima y ángulo agudo con la pared
lóbulos inferiores si la aspiración se produce de torácica son más sugestivas de absceso
pie, y los segmentos apicales y posteriores de pulmonar, fren-te a las lesiones
los lóbulos superiores si se da en decúbito lenticulares, de márgenes níti-dos y con
supino. El pulmón no viable “gangrenado” se ángulos obtusos características del
separa en la evolución del pulmón normal cre- pioneumotórax(35,36).
ando una línea radiolucente: el signo del “aire
creciente”, que deja una masa o fragmentos Microbiológico
necróticos dentro de la cavidad que se movi- El estudio microbiológico puede ser
lizan en la exploración(32). nece-sario para ajustar el tratamiento
Como la radiografía simple no permite antibiótico de la forma más precisa
siempre diferenciar las lesiones intraparen- posible. Es difícil, sin embargo, obtener
quimatosas de las colecciones pleurales, en muestras adecuadas y en el caso de los
ocasiones será necesario recurrir para el diag- gérmenes anaerobios el cultivo es difícil.
nóstico a la tomografía axial computarizada de – El esputo y el broncoaspirado (BAS)
alta resolución (TACAR) y/ o a la ecografía son muestras contaminadas por la flora
torácica(33,34) (Figs. 3 y 4). Los signos que per- orofarín-gea. El aislamiento de anaerobios en
miten diferenciar un pioneumotórax de un abs- estas muestras no asegura su procedencia
ceso pulmonar mediante ecografía son: la pre- pulmo-nar. Sin embargo, sí permiten
sencia de un nivel hidroaéreo, la nitidez del identificar otros posible patógenos. Se deben
margen de la lesión y su forma, el grosor de la recoger siem-pre que se plantee el
pared, el movimiento del nivel, sincroniza-do diagnóstico diferencial con la tuberculosis.
con los movimientos respiratorios y el sig-no de – Los hemocultivos tienen muy bajo
la microburbuja suspendida (por aire atrapado ren-dimiento.
en el pus). Las lesiones con grosor de la pared – La punción con aguja fina transtorácica/
irregular, forma redonda, con már-genes poco percutánea (Fig. 5) se ha utilizado con poca fre-
diferenciados del resto del parén- cuencia. Sin embargo, en las series que revi-san
esta técnica se ha encontrado una adecuada
138
ABSCESO PULMONAR Y NEUMONÍA NECROTIZANTE

FIGURA 2. Neumonía necrotizante.


FIGURA 1. Absceso primario.

seguridad diagnóstica con escasas complica- rativas y las infecciones pulmonares por gér-
ciones (14% de neumotórax )(25,37). En los casos menes anaerobios. En el momento de decidir
secundarios a neoplasia se recomienda enviar el tratamiento antibiótico empírico hay que
muestras para citología ya que, a pesar de la tener en cuenta que en gran número de casos
amplia necrosis, el rendimiento es alto(38). la infección es polimicrobiana. No se ha
– El lavado broncoalveolar (BAL) (39) y el esta-blecido la pauta antibiótica idónea por la
baja incidencia de esta patología y la
cepillado telescopado(40) se han usado con bue-
nos resultados para el estudio etiológico de las
dificultad para establecer un diagnóstico
neumonías en pacientes inmunodeprimidos. etiológico exacto en muchos casos (Tabla 6).
También han demostrado su eficacia en el estu- La pauta antibiótica estándar clásica, por
dio de los abscesos pulmonares aunque en series la mayor frecuencia de la infección por anae-
con escaso número de casos. robios, es clindamicina. Se basa en dos estu-
En todos los pacientes con una imagen dios en los que este antibiótico demostró
supe-rioridad sobre las penicilinas en
radiológica sugerente de absceso pulmonar en
términos de tiempo de defervescencia y tasas
los que no se produzca la resolución en un pla- de respues-ta, debido a la producción de
zo razonable, debe realizarse una broncosco-pia, beta- lactamasas por los gérmenes que
aunque no se persiga el diagnóstico micro-
biológico, para descartar la existencia de inactivan a las penicili-nas(41-43).
lesiones subyacentes, como un carcinoma – Estudios posteriores han demostrado
broncogénico, un cuerpo extraño, etc. la seguridad del uso de amoxicilina
clavulánico a dosis elevadas(23,44,45).
TRATAMIENTO – El metronidazol es una droga muy acti-va
frente a los anaerobios in vitro, sin embar-go
Tratamiento farmacológico tiene una alta tasa de fracasos terapéuticos en
Se han realizado múltiples ensayos clíni- estos pacientes, de hasta un 50%. Esto pro-
cos evaluando la eficacia de distintos antibió- bablemente se deba a la concurrencia de gér-
ticos en el tratamiento de las neumonías aspi- menes aeróbicos y estreptococos microaero-

139
B. JARA CHINARRO ET AL.

FIGURA 3. Absceso pulmonar secundario a


metás-tasis de carcinoma de mama.
FIGURA 4. Absceso pulmonar. Enfisema subcutá-
neo.

fílicos. Por este motivo, si se usa, debe Drenaje percutáneo


com-binarse con una penicilina(46-48). La fisioterapia respiratoria con drenaje pos-
Otros antibióticos que han demostrado su tural puede contribuir a favorecer la resolu-ción
eficacia in vitro frente a anaerobios pero menos del absceso, aunque existe la posibilidad de
usados son: ampicilina- sulbactam, que se ha contaminación de otras zonas pulmona-res.
mostrado igual de eficaz que clindamicina(49), Aunque en un 80-90% de los casos el tra-
carbapenems (imipenem o meropenem), cefo- tamiento antibiótico es suficiente para con-
xitina(50), cloranfenicol (que no se usa por el seguir la resolución completa del absceso
riesgo de anemia aplásica)(51). pulmonar, en el porcentaje restante se plan-tea
El uso potencial de otros antibióticos debe la necesidad de un abordaje quirúrgico. Una
basarse en el cultivo y antibiograma del ger- alternativa menos agresiva es la coloca-ción de
men. Las nuevas fluorquinolonas son activas in un tubo de drenaje intracavitario per-cutáneo
vitro frente a anaerobios. La última guía de mediante control guiado por tomo-grafía
tratamiento de la IDSA recomienda su uso en computarizada (TC), ultrasonografía o
asociación con una combinación de β-lactá- fluoroscopia (Fig. 5). El método de imagen
mico/ β-lactamasa (ampicilina- sulbactam o seleccionado para guiar el catéter depende de
piperacilina/ tazobactam), metronidazol o clin- cada caso. En la mayoría se usan catéteres de 7-
damicina(52,53). Los ketólidos (telitromicina 800 14 F tipo pig-tail y guiados por TC(57). Está
mg/ 24 h vo) se han mostrado activos frente a indicado cuando persisten los síntomas des-
estreptococos y estafilococos resistentes a pués de dos semanas de tratamiento antibió-tico
macrólidos y a algunos anaerobios(54). Las oxa- correcto, o como alternativa al tratamiento
zolidinonas (Linezolid 600 mg/ 12 h iv/ vo) son quirúrgico cuando esté contraindicado. Con esta
efectivas in vitro frente a Fusobacterium, Pre- técnica se evita la cirugía en un 84% de los
votella, Porphyromonas, bacteroides y pepto- casos refractarios al tratamiento médico (58). Las
(55)
estreptococos . complicaciones secundarias al proceso ocurren
La duración del tratamiento es un tema en un 9,7% de los casos: obstrucción del catéter
controvertido. Se prefiere una duración están- de drenaje, dolor torácico, neu-motórax y
dar de cuatro a ocho semanas, con un perío- hemotórax por punción del pul-món sano. Para
do inicial parenteral de 10 a 15 días. En oca- evitar estas últimas el abor-daje preferido, de
siones, hay que prolongar durante varios menor riesgo, es a través de una adherencia de
meses el tratamiento, hasta que se consigue la la pared del absceso con la pleura (sínfisis
reso-lución completa radiológica(56). pleural) o el más cercano a

140
ABSCESO PULMONAR Y NEUMONÍA NECROTIZANTE

TABLA 6. Tratamiento antibiótico


empírico del absceso pulmonar
1. Clindamicina, 600 mg/8 h iv seguidos de
300 mg/ 6 h vo.
2. Amoxicilina clavulánico 2 g/200 mg cada
8 h iv seguido de 1 g/ 125 mg/8 h vo.
FIGURA 5. Punción-aspiración mediante TAC de
3. Metronidazol 500 mg vo/iv bid/tid + amoxi-
absceso pulmonar.
cilina 500 mg tid o penicilina G iv 1-2 x
106 U/4-6 horas
tosis en el foco de inflamación, así como un
la pared del tórax. El tiempo medio de per- aumento de la secreción de IL 8 y TNFα (cito-
manencia del drenaje hasta la resolución quinas proinflamatorias) tras su inyección (61).
clí-nica y radiológica es de 15 días (7 a 18
días)(59). Se ha utilizado también con éxito EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
en pacien-tes inmunodeprimidos aunque Con un tratamiento antibiótico empírico
con menor tasa de respuestas (53%) que en adecuado se espera la defervescencia y mejo-
los inmunocom-petentes (73%) por la ría clínica en 7 a 10 días. Si no es así es
gravedad del proceso de base. Se producen nece-sario realizar pruebas diagnósticas
recurrencias en un 2% de los pacientes, invasivas y, además, considerar:
todas ellas en los tres pri-meros meses(60). – La existencia de otra patología
asociada (p. ej., neoplasia).
Tratamiento quirúrgico – Un diagnóstico microbiológico
El tratamiento quirúrgico es necesario si: inade-cuado.
– Fracasan el tratamiento antibiótico y – El tamaño de la cavidad: si es > a 6 cm
el drenaje percutáneo. implica un peor pronóstico y evolución tórpida.
– No se ha podido excluir la existencia – La aparición de empiema asociado que
de una neoplasia subyacente. requiera drenaje (importante diferenciar las
– Hemorragia espontánea recurrente colecciones intraparenquimatosas de la las
sig-nificativa o hemorragia severa tras pleurales en el diagnóstico inicial).
punción guiada con tubo de drenaje. – Otra causa de lesión cavitaria
– Fístula broncopleural. pulmonar (p. ej., vasculitis).
La técnica quirúrgica más empleada es – Otras causas de fiebre persistente
la lobectomía y, en menos ocasiones, la (secun-daria a fármacos, colitis por
neumo-nectomía. Clostridium, fle-bitis, etc.).
El factor que más influye en la evolución
Posibilidades futuras terapeúticas es la existencia de enfermedad asociada en el
Se ha investigado el tratamiento inmuno- huésped. Así, los abscesos pulmonares pri-
estimulador con interleucina 1 beta (IL 1β) apli- marios responden al tratamiento antibiótico
cada directamente sobre la lesión inflamatoria. en un 90-95% de los casos. Sin embargo, en
Esta citoquina estimula la acción de los neu- pacientes inmunodeprimidos la mortalidad
trófilos aumentando la adhesión, quimiotaxis, asciende hasta un 75% en algunas series. El
producción de radicales de oxígeno y fagoci- aislamiento de gérmenes aeróbicos resisten-

141
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coccus aureus y Klebsiella pneumoniae también
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empeora el pronóstico(62). Otros factores que
12. Gowan RT, Mehran RJ, Cardinal P, Jones G.
intervienen son: Tho-racic complications of Lemierre syndrome.
– La persistencia de los factores predis- Canadian Respiratory Journal 2000; 7: 481-5.
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– Anemia en el momento del ingreso.
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La mortalidad general es de un 2,4% en 15. Chirinos JA, Lichtstein DM, García J,
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144
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA
COMUNIDAD EN EL ANCIANO
José Gallardo Carrasco, Jorge Castelao Naval, Rosa Malo de Molina

RESUMEN va, lo que en ocasiones hace difícil el diag-


Desde las últimas décadas del siglo pasa-do nóstico. Aunque la presentación típica de la
y en los primeros años del presente se está NAC del adulto es frecuente en el anciano,
produciendo, en nuestro país, un progresivo los síntomas pueden ser más larvados, con
envejecimiento de la población general. Un fiel ausen-cia de fiebre y tos; las alteraciones del
reflejo de este envejecimiento poblacional se estado mental con un cuadro confusional y
encuentra en los servicios sanitarios (urgen-cias deterioro del estado general puede ser una
y consultas externas) de nuestro país, don-de forma habi-tual de presentación. En cuanto al
acuden un elevado número de personas de este tratamien-to, la mayoría de los casos se trata
grupo de edad (mayores de 65 años). en el hos-pital y no difiere prácticamente del
La neumonía adquirida en la comunidad tratamiento de la NAC del adulto. La
(NAC) es una de las afecciones respiratorias vacunación antigripal y antineumocócica son
más frecuente en nuestro medio y es sabido que aconsejables en estos pacientes ancianos.
los ancianos se muestran especialmente
susceptibles a esta infección, entre otras razo- INTRODUCCIÓN
nes por que este grupo etario presenta una Es evidente que, en nuestro país, desde
comorbilidad asociada muy elevada, hecho hace muchos años se está produciendo un
relevante para la predicción de mortalidad. La envejecimiento importante y progresivo de la
presentación clínica de la NAC del anciano pue- población del que es fiel reflejo los pacientes
de diferir de la del adulto, siendo frecuente la que acuden a las urgencias y a las consultas
ausencia de fiebre, la confusión mental y los externas, en todas las especialidades médicas,
síntomas digestivos. La incidencia estimada es de los hospitales españoles. Los cambios ana-
mucho más elevada (25-40 casos/1.000 tomo-fisiológicos consecutivos al envejeci-
hab/año) que en otros grupos de edad, siendo miento predisponen al paciente anciano a
más alta cuanto mayor es la edad del pacien-te. adquirir infecciones con más frecuencia. El
En general, la NAC continúa siendo la pri-mera deterioro de las funciones del aparato respi-
causa de mortalidad infecciosa en el anciano. ratorio (provoca una disminución del reflejo
Una de las razones más importantes del mal tusígeno), la menor capacidad de la función
pronóstico y gravedad de la NAC, es la mucociliar para aclarar secreciones y micro-
coexistencia con enfermedades llamadas organismos respiratorios y el debilitamiento de
debilitantes, que se descompensan con la apa- la movilidad torácica, van a determinar que las
rición de una infección grave. El neumococo infecciones del tracto respiratorio inferior, en el
sigue siendo el patógeno causal que más fre- anciano, presenten algunas característi-cas
cuentemente se aísla en la NAC del anciano, diferenciales en cuanto a su etiología, su
seguido de H. influenzae, M. catarrhalis, BGN, patogenia, la clínica y el tratamiento, con res-
S. aureus y anaerobios (20%). Los virus son pecto a las del adulto. Además sabemos que
considerados patógenos emergentes en esta entre el 60 y el 80% de los casos el paciente de
patología. La clínica suele ser poco expresi- edad avanzada es portador de una o más

145
J. GALLARDO CARRASCO talario la mayor parte de las veces, debe
ser estrechamente vigilado.
enfermedades debilitantes crónicas (EPOC, Es importante señalar que la neumonía en
Insuf. cardiaca, diabetes mellitus, Insuficien-cia el anciano puede presentarse con pocos sín-
renal crónica, enfermedad cerebrovascu-lar o tomas respiratorios y, en cambio, manifesta-
neoplásica, etc.) que, asociadas a la neu-monía, ciones como el delirio, el empeoramiento de
agrava su pronóstico y, muchas veces, dificulta la confusión crónica o las caídas pueden ser
su tratamiento. Ya decía un autor clá-sico, Sir los síntomas iniciales de una neumonía(2,3).
William Osler, a finales del siglo XIX que la Las complicaciones de la NAC en los
neumonía era “un especial enemigo de los ancia-nos son frecuentes y especialmente
ancianos” y, años más tarde, la llamó, sin graves, debido a la tardanza en establecer
embargo, “amiga de los ancianos”. Estas dos un diag-nóstico correcto junto con la
afirmaciones, inicialmente contradictorias, comorbilidad habi-tualmente existente.
reflejaban, a juicio del autor, su elevada mor- Además, la neumonía en el anciano suele
talidad y su alta frecuencia. recaer sobre situaciones de depauperación
Por tanto, la NAC en el anciano es una pato- previa y debilidad general importante.
logía prevalente en nuestro medio, tanto por las En el presente capítulo solamente haremos
razones expuestas anteriormente como por la, mención de los aspectos diferenciales que con-
cada vez más agotada capacidad inmuni-taria de curren en este tipo de infección, en el pacien-te
este grupo etario, que predispone a la infección geriátrico, obviando aquellos aspectos comu-
y, sobre todo, por la comorbilidad asociada que nes con los pacientes adultos.
aumenta su mortalidad. De esta forma se explica
que la edad media de las NAC tratadas en el INCIDENCIA
hospital sea significativamente superior a las La NAC se ha convertido en un
tratadas en el medio extrahos-pitalario (1). importan-te problema de salud en todo el
Además, conocemos que esta infec-ción mundo con-virtiéndose en una de las
presenta en las personas mayores, com- afecciones respira-torias más frecuentes en
parándola frente a los adultos jóvenes, nuestro medio(4 -8), siendo difícil conocer su
complicaciones y hospitalizaciones más fre- incidencia exacta ya que no es una
cuentes y estancias más prolongadas en el hos- enfermedad de declaración obli-gatoria y, en
pital. muchos casos, son diagnostica-dos y tratados
de forma ambulatoria. En el anciano
CONCEPTO representa la cuarta causa de muerte y la
Como en el resto de pacientes adultos, el primera causa de mortalidad de origen
término neumonía se refiere a la inflamación infeccioso. Además, genera una morbilidad
del parénquima pulmonar, junto con bron- importante, con periodos de convalecencia
quíolos terminales y los espacios alveolares, prolongados e ingresos hospitalarios con lar-
causada por un agente infeccioso. gas estancias.
En el anciano puede ser un suceso devas- Se estima que su incidencia puede alcan-
tador que clínicamente produce síntomas inca- zar entre los 25-40 casos por 1.000 habitan-
pacitantes, con características diferenciales de lo tes y año(8) cifra seis veces superior a la de la
que es habitual en el adulto, siempre requie-re población general(9), siendo más frecuentes
hospitalización y con frecuencia finaliza con la en las personas residentes en instituciones
muerte del paciente. Estas características geriátricas de larga estancia (50-150 por cada
diferenciales y especiales hacen que el diag- 1.000 residentes/año), y más en varones que
nóstico sea habitualmente mucho más difícil y en mujeres.
las complicaciones aparecen con mayor fre- Las tasas de hospitalización anual por neu-
cuencia, produciendo por tanto mayor letali- monía varían del 12 por 1.000 en los adultos
dad. Por todo ello el tratamiento, intrahospi-

146
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD EN EL ANCIANO
de 75 años de edad al 32 por 1.000 en los que
viven en residencias geriátricas. La NAC repre-
senta el tercer diagnóstico de ingreso hospita- sada por enfermedades crónicas, la escasa
lario entre los individuos de más de 65 años. deambulación de estos pacientes y la fre-
Asimismo, la mortalidad por esta patolo-gía cuencia de tratamientos antibióticos de estos
infecciosa se dobla a medida que avanza la pacientes. La aspiración silente de las secre-
edad(10). Este dato ha dado lugar a que algu-nos ciones orofaríngeas guarda relación
autores utilicen la edad como un pará-metro a frecuente con el alcoholismo, la
tener en cuenta como predictor de mortalidad en administración de sedan-tes y narcóticos, la
los pacientes con NAC(11). En España las cifras enfermedad cerebrovas-cular, los trastornos
de mortalidad varían desde el 11 al 42% (12-14). esofágicos y la intubación nasogástrica.
Además, se ha observado que un 16% fallecía Los gérmenes llegan al árbol traqueo-
durante la hospitalización y un 32% más bronquial por cuatro rutas: inhalación,
durante el año siguiente a su alta (15). No aspira-ción, inoculación directa desde
obstante, la edad por sí sola no es un factor lugares pró-ximos y por diseminación
determinante en relación con el pro- hematógena. Las dos primeras son las más
nóstico(16,17), siendo el factor predictor inde- habituales.
pendiente más fuerte en la neumonía en ancia- Los patógenos más frecuentes que se
nos la presencia de comorbilidad asociada con inha-lan, en forma de aerosol, comprenden
un riesgo relativo de 4,1(18,19). Al final del capí- M. tuberculosis, Legionella, y los virus
tulo se comenta brevemente la identificación de influenza, que se aerosolizan a través de
factores predictores de mal pronóstico y de secreciones pro-ducidas por la tos. En
mortalidad. raras ocasiones (sobre todo durante las
epidemias), el neumococo es inhalado.
PATOGENIA En la NAC por aspiración, los patógenos
En el paciente anciano, la mayor predis- habituales son bacterias anaerobias que sue-
posición para adquirir una infección se debe a len residir en las grietas gingivales de los
factores propios del envejecimiento. Del mis- ancia-nos (peptostreptococos, fusobacterias,
mo modo, el sistema inmune sufre modifica- etc.). La mayoría de casos de neumonía por
neumo-cocos y BGN se deben a
ciones con la edad (es conocida la falta de
microaspiración de inóculos muy pequeños
res-puesta a los tests cutáneos que exploran la
desde la faringe has-ta los pulmones. La
inmunidad celular a partir de los 70 años). aspiración de inóculos con mayor volumen
Ade-más, con el envejecimiento aparecen una de bacterias orofaríngeas es más frecuente en
serie de alteraciones y modificaciones en la pacientes con trastornos de la conciencia o
estruc-tura y anatomía de la caja torácica y de
las vías aéreas que, junto a las alteraciones con patologías que causen dis-fagia(20-22).
inmunita-rias, influyen y son responsables de Por último, en el paciente anciano cada vez
la mayor susceptibilidad de los ancianos a las son más frecuentes las actuaciones yatrogé-
infeccio-nes respiratorias. nicas, como sondajes nasogástricos, intuba-
Dos factores importantes para el desarro-llo ciones, traqueostomías u otras técnicas inva-
de neumonía en el anciano son la coloni-zación sivas, empleadas tanto como métodos de
orofaríngea y la aspiración silente. La diagnóstico o como terapéutica habitual; dichas
colonización de la orofaringe por bacilos Gram- actuaciones rompen las barreras defensivas
negativos es especialmente frecuente entre los naturales del individuo, posibilitando de esta
ancianos con enfermedades debilitantes, sien-do forma la aparición de neumonías.
factores predisponentes la mala higiene bucal, la Como conclusión, en la patogenia de la
deglución anormal, la debilidad cau- NAC en el anciano se destacan dos
mecanis-mos fundamentales:
1. Resaltar el papel preponderante de la
aspiración de la flora orofaríngea como el prin-

147
J. GALLARDO CARRASCO TABLA 2. Factores de riesgo para
la NAC en el anciano*
TABLA 1. Enfermedades que Alcoholismo
empeoran el pronóstico en la NAC
Asma bronquial
del anciano
Inmunodepresión
Enfermedades crónicas cardiológicas
Sospecha de aspiración
Enfermedades pulmonares crónicas
Bajos niveles de albúmina sérica
Enfermedad hepática crónica
Trastornos de la deglución
Neoplasias
Mala calidad de vida
Diabetes mellitus
*Modificada de Marrie TJ(2)
Enfermedades neurológicas
Tabaquismo
Alcoholismo
cia de hipotermia (T< 36,1ª C), hipotensión
cipal causante de este proceso en el (< 90 mmHg sistólica) o taquicardia (> 110
paciente geriátrico. El 71% de los pacientes lat/min), en el momento del ingreso.
con NAC presentan aspiraciones silentes Por último, el grado de riesgo para de-
frente al 10% de un grupo control de edad sarrollar NAC en los ancianos, además de
similar pero sin neumonía. los cambios en el sistema inmunitario y de
2. En los pacientes geriátricos con mayor la comorbilidad asociada, está también en
número de factores de riesgo (enfermedades rela-ción con los cambios nutricionales. Se
concomitantes, encamamiento, incontinencia han encontrado déficit nutricionales en el
urinaria, toma previa de antibióticos, etc.), se 35-40% de la población anciana, pudiendo
suele producir una colonización orofaríngea llegar al 80% en los pacientes ancianos con
por bacteria más virulentas, preferentemente NAC. Esta malnutrición sería la causante
Gramnegativas y anaerobios. de la anergia relativa que aparece a estas
edades, del aumen-to en la susceptibilidad
FACTORES DE RIESGO a la infección, de la dis-minución de la
El mal pronóstico en la neumonía en el funcionalidad de los linfoci-tos y, en
anciano se ha ligado a la coexistencia de enfer- definitiva, del aumento de la mortalidad.
medades consideradas clásicamente debili-
tantes, de las cuales las más evidentes se enu- ETIOLOGÍA
meran en la tabla 1. De ellas, la demencia, los La etiología de la NAC en la población
ataques convulsivos, el fallo cardiaco, la enfer- geriá-trica no está bien establecida, sobre
medad cerebrovascular y la EPOC, constitu-yen todo teniendo en cuenta que muchos
factores de riesgo, más específicos para la
estudios se basan en resultados del cultivo
neumonía neumocócica(23). En las tablas 2 y 3 de esputo. En el 30-50% de los casos no se
se enumeran los factores de riesgo para la NAC detectan pató-genos específicos.
del anciano(24) y para la adquirida en una resi- El Streptococcus pneumoniae sigue siendo
dencia geriátrica. Otros factores de mal pro- el agente infeccioso más frecuentemente ais-
nóstico incluyen la edad mayor de 85 años, la lado, hasta en el 58% de los casos en los que se
debilidad (disminución de la función motora), alcanza el diagnóstico etiológico; la neu-monía
creatinina sérica > de 1,5 mg/dl, y la presen- por este agente tiende a ocurrir con

148
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD EN EL ANCIANO
TABLA 3. Factores de riesgo para la
neumonía adquirida en residencias
geriátricas(25) TABLA 4. Gérmenes aislados con más
Invalidez profunda frecuencia en la NAC del anciano
Inmovilidad o postración en cama Str. pneumoniae

Incontinencia urinaria Haemophilus influenzae

Edad muy avanzada Staphylococcus aureus

Sexo masculino Clamydia pneumoniae

Alteración de la deglución Legionella pneumophila

Dificultad para la toma de medicación oral BGN entéricos

*Modificada de Marrie TJ(2). Virus influenza A y B


Virus respiratorio sincitial
mayor frecuencia en pacientes en los que gástrica. La presencia de Pseudomona
coe-xisten enfermedad pulmonar crónica, aerugi-nosa es sugestiva de bronquiectasias.
enfer-medad hepática o alcoholismo. Los gérmenes atípicos son más raramen-te
Hay que destacar la infección causada por identificados en la NAC del anciano. La neu-
virus (Influenza A o B, parainfluenza y virus monía por Legionella pneumophila puede ocu-
syncitial), que causan entre el 2-32% de estas rrir de forma esporádica o en brote epidémico.
neumonías, sobre todo en pacientes muy En cualquier caso, suele aislarse en los pacien-
ancianos(3,12); las neumonías por estos virus tes de edad más avanzada y en un escaso por-
reflejan la alteración de la inmunidad presen- centaje(50). En la tabla 4 se enumeran los gér-
te en los ancianos. Suelen ocurrir en el trans- menes más frecuentemente aislados en distintas
curso de epidemias y tienden a sufrir varia- series de NAC en el anciano.
ciones antigénicas. Estudios comparativos recientes entre los
Entre el 8 y el 20% de NAC bacterianas pacientes procedentes de residencias de ancia-
son debidas a H. influenzae que se suele ais- nos y aquellos que adquirieron la neumonía en
lar en la NAC severa y en exacerbaciones de la comunidad han encontrado que los pató-
la EPOC(25). Moraxella catarrhalis, un pató- genos implicados en esta infección eran simi-
geno prevalente en esta patología, junto con lares, siendo el S. pneumoniae el más común y
bacilos Gramnegativos (en pacientes de edad los gérmenes atípicos, bacilos Gramnegativos y
muy avanzada) y S. aureus (7%) son otros de S. aureus, poco frecuentes(26,27). Sin embargo,
los patógenos aislados en la NAC del ancia- la comparación entre la neumonía del anciano
no(2). adquirida en la comunidad y la adquirida en las
Los anaerobios son especialmente fre- residencias depende en gran medida del tipo de
cuentes (> 15%) en la NAC en el anciano de paciente (según patología asociada) que la
edad muy avanzada, dado que en ellos son padece. Nos remitimos a los capítulos que
habituales las aspiraciones y microaspiracio- tratan de la neumonía intrahospitalaria.
nes, bien por enfermedades debilitantes y con
dificultad neurológica para la deglución como MANIFESTACIONES CLÍNICAS
con reflujo gástrico o hipotonía del esfínter eso- El curso clínico de la neumonía en el ancia-
fágico superior o ser portadores de sonda naso- no es indolente y con una clínica más larvada

149
J. GALLARDO CARRASCO caciones que la de los pacientes con menos
de 65 años, lo que conlleva una mayor
y escasa, con ausencia de los síntomas habi- estan-cia hospitalaria.
tuales de neumonía como fiebre, disnea y tos, lo
que a veces lleva a un diagnóstico más tar-dío, PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS
al reconocerse con más dificultad. Este hecho El cuadro clínico y la exploración física
puede ser un factor añadido que empe-ore el son orientativos. Los métodos empleados,
pronóstico. El típico escalofrío inicial no suele tanto para el diagnóstico clínico como para
presentarse y la fiebre es o muy mode-rada o el etio-lógico, son los siguientes:
inexistente. Las alteraciones del estado mental,
sin embargo, ocurren en 50-70% de estos Radiología
pacientes, en los que en muchas oca-siones la La radiografía de tórax es preceptiva para la
forma de presentación es un cua-dro confirmación de la sospecha clínica de neu-
confusional, malestar inespecífico o dete-rioro monía, aunque a menudo es difícil de realizar
del estado general. Los signos clínicos son en condiciones óptimas por las propias con-
cambiantes y poco definidos; el pulso es rápido diciones basales del paciente anciano. La pla-ca
y el cuadro confusional puede ser el pri-mer y a
de tórax informa de la localización del infil-
veces el único síntoma o el predomi-nante (28). trado, de su extensión y detecta potenciales
La fiebre está ausente en el 35% de los casos. complicaciones como una cavitación o la pre-
Debido a esta ausencia de síntomas específicos sencia de derrame pleural. Del mismo modo nos
con frecuencia la neumonía es infra- puede dar información sobre desordenes
diagnosticada, pudiendo asociarse una mayor pulmonares preexistentes como EPOC, secue-
morbimortalidad(29). Cuando existe comorbili- las de tuberculosis, enfermedad pulmonar
dad asociada, la NAC puede presentarse bajo la intersticial, bronquiectasias o posible carcino-
forma de una descompensación de ella (30,31). Sin ma pulmonar.
embargo, estudios recientes sobre esta No obstante, al realizar la placa de tórax
patología, han observado que entre el 77 y el hay que tener en cuenta que, en el anciano,
86% de los pacientes de mayor edad tuvieron una importante depleción de volumen o des-
una presentación clínica “habitual”(3,32,33). hidratación (estado nada infrecuente en estos
En pacientes con enfermedades del siste-ma pacientes), puede hacer que, inicialmente la
nervioso central acompañadas de deterio-ro placa de tórax sea normal y aparecer los infil-
cognitivo o ancianos con cierto grado de dete- trados después de una correcta rehidratación.
rioro funcional, la neumonía puede presentarse La desaparición de los infiltrados después de
como un cambio en la situación funcional del un tratamiento adecuado puede tardar varias
paciente con un mayor deterioro e incapacidad semanas o incluso meses.
para las actividades básicas de la vida diaria. En
otras ocasiones aparecen caídas de repeti-ción. Datos de laboratorio
Algunos estudios señalan que la taquicar-dia, la La aparición de leucocitosis con desvia-
taquipnea y la alteración del estado men-tal ción izquierda se observa con menos fre-
fueron más frecuentes entre los pacientes que cuencia en el paciente anciano que en el
posteriormente fallecieron. adul-to joven, siendo así menos sensible a la
La actitud recomendada es tener un alto detección de la infección neumónica (12,18).
índice de sospecha ante la presencia de sig- Los incrementos en el recuento de leucocitos
nos o síntomas inespecíficos y vigilar la con altos porcentajes de cayados y
ima-gen radiológica en pacientes con fiebre linfopenia, han sido descritos como factores
sin focalidad aparente en el momento de la pronósticos adversos. Otras alteraciones
pre-sentación. analíticas no son significativas.
La evolución clínica de los pacientes ancia-
nos con NAC es más lenta y con más compli-

150
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD EN EL ANCIANO
En un estudio reciente se ha determinado
que la proteína C reactiva (PCR), aunque no
específica para la infección bacteriana, es se debe evitar la frecuente aparición de efectos
sumamente sensible para detectar una neu- secundarios y complicaciones en la población
monía: un valor de PCR normal prácticamen-te anciana con NAC. Especial cuidado en la elec-
excluye la neumonía, aun en los mismos ción antibiótica, merecen los fármacos nefro-
ancianos(34). Una elevación persistente de la tóxicos que requieren monitorizar los niveles
concentración de PCR con tratamiento anti- séricos y los parámetros de función renal.
biótico es un factor pronóstico adverso y sugie- Los regímenes antibióticos de estos pacien-
re una inadecuada cobertura antibiótica, la pre- tes son similares a los dirigidos a otros grupos
sencia de derrame pleural o de empiema(35,36). de edad. En ambos el enfoque terapéutico ini-
Entre los hallazgos en la bioquímica san- cial deberá hacerse siempre sobre bases empí-
guínea se pueden encontrar con frecuencia, ricas(37), incluyendo uno o más antimicrobianos
hiponatremia, elevación de las transaminasas activos frente a los gérmenes habitualmente
(ALT y AST), no siendo específicos ni implicados en la NAC grave. La etiología más
traducen factores pronósticos adversos. Por el probable y la prevalencia de los microorganis-
contrario la disminución de la albúmina mos más frecuentes en el área son otros de los
sérica y el fallo renal, han sido asociados con parámetros a tener en cuenta.
un incremento de la mortalidad. Además del tratamiento específico, deben
corregirse los trastornos metabólicos, la mal-
Diagnóstico microbiológico nutrición, el dolor, etc. Es necesario actuar con
La tinción y cultivo de esputo constituye precaución cuando se administran líquidos y
la técnica más interesante en la evaluación electrólitos i.v. (aumentan la carga osmótica) y
ini-cial de la NAC especialmente en aquellos tener en cuenta el riesgo de diarrea relacio-nada
pacientes sin comorbilidad ni invalidez con los antibióticos en los ancianos; las
previa. Si la tinción de Gram de un esputo interacciones con otros fármacos empleados
válido mues-tra una única flora o una flora con frecuencia en los ancianos (warfarina) tam-
predominante, puede orientar inicialmente el bién hay que contemplarlas así como evitar los
tratamiento anti-biótico empírico. sedantes, que deprimen la respiración y la tos.
Otros métodos de diagnóstico microbioló- La fisioterapia respiratoria y la moviliza-ción
gicos (hemocultivos, fibrobroncoscopia con del enfermo son medidas muy impor-tantes.
sus diferentes técnicas y estudios serológicos) Los antitusígenos deben evitarse. Una vez
son similares a los descritos para los instaurado el tratamiento antimicrobiano hay
pacientes adul-tos de menos de 65 años. que hacer una reevaluación clínica a las 24-48
horas.
TRATAMIENTO
Debe instaurarse lo más precozmente posi- Criterios de ingreso hospitalario
ble, de esta forma disminuye sensiblemente el y valoración de la gravedad:
elevado porcentaje de mortalidad de estos escalas pronosticas en la NAC
pacientes. El tratamiento requerirá, casi siem- Aunque la edad es, por sí sola (en la mayo-
pre, ingreso hospitalario al ser considerados ría de las guías de manejo de la NAC), el pri-
pacientes de alto riesgo. Sin embargo, en algu- mer criterio de ingreso hospitalario, la valora-
nas circunstancias (ausencia de comorbilidad, ción inicial de la gravedad mediante factores
buena situación general, soporte familiar, etc.) pronósticos se realiza para tomar la decisión de
sería posible un tratamiento ambulatorio. dónde se atiende al paciente (ambulatorio,
En la elección del antibiótico a emplear debe hospital, UCI, etc.) así como para la decisión
considerarse la farmacocinética de éste, ya que del tratamiento antibiótico empírico (50).
Estudios realizados en los últimos años han
establecido escalas pronósticas que permiten

151
J. GALLARDO CARRASCO la decisión de ingreso en un paciente anciano
con NAC. Del mismo modo, valorar las cir-
estimar la probabilidad de muerte de un cunstancias sociales, el abuso de alcohol o
paciente con NAC. Con ello se persigue alcan- los trastornos psiquiátricos (frecuentes en
zar 2 aspectos fundamentales en el manejo de esta población) que dificulten la adherencia
esta patología; por un lado, se identifican los al tra-tamiento. En último término, ha de
pacientes con bajo riesgo de muerte, que pue- tenerse también en cuenta las
den tratarse ambulatoriamente y, por otro lado recomendaciones habi-tuales de ingreso en
se reconocen aquellos pacientes con elevado UCI, de estos pacientes.
riesgo de muerte, que son los que deben ingre- En cualquier caso, la antibioterapia ha de
sar en el hospital. Dichas escalas se han demos- iniciarse precozmente (< 4 horas), lo que reduce
trado más sensibles en los casos de NAC en el tanto la mortalidad como la estancia
anciano. hospitalaria(38-40). Es probable que la informa-
De estas escalas, últimamente ha ganado ción que permita reducir la mortalidad del
popularidad la denominada escala de riesgo de paciente (además del inicio precoz) sea la cali-
Fine(41,42), que permite su aplicación en el dad de la atención recibida y la aplicación de
momento del diagnóstico de la neumonía y que las normativas de manejo de la NAC publica-
también ha sido desarrollada con mayor das por las sociedades científicas; todos estos
amplitud en esta monografía. Esta escala cla- parámetros se han correlacionado con una
sifica de forma muy precisa la probabilidad de menor probabilidad de muerte(45,46).
muerte, sobre todo en personas mayores de 65
años, aunque su valor predictivo de ingre-so Tratamiento antibiótico de la NAC
hospitalario es menor. Desafortunadamen-te, su del anciano
utilización en el servicio de urgencias es Últimamente este tratamiento ha cam-
complicada y poco práctica, pues requiere de la biado ante la emergencia que supone la apa-
cuantificación de 20 variables analíticas. El rición de resistencias antibióticas por parte de
valor predictivo positivo de esta escala (PSI) algunos patógenos habituales, particular-
para valorar la hospitalización inadecuada, es mente el S. pneumoniae, que es el germen al
bajo ya que no detecta bien la gravedad de las que debe dirigirse el tratamiento antibiótico,
enfermedades asociadas o de las circunstan-cias tanto en los pacientes tratados ambulatoria-
sociales en la NAC no grave. mente como a los ingresados en el hospital,
Más recientemente, la sociedad británica por ser el más frecuente. En nuestro país la
del tórax (BTS) ha obtenido, y resistencia más importante de este germen es
posteriormente se ha validado, una escala a la penicilina y otros betalactámicos, que se
pronóstica más sen-cilla y que utiliza mantienen entre el 35 y 50%, siendo la
solamente 5 variables: con-fusión, urea, resistencia a los macrólidos también impor-
frecuencia respiratoria, presión arterial y edad tante entre el 25 y 40%(47-49), teniendo en
mayor de 65 años (CURB 65), con la cual es
cuenta que estos antibióticos son la alternati-
posible identificar la probabili-dad de
mortalidad de forma más fácil y segu-ra, con va a los betalactámicos en el tratamiento de
la ventaja de que de no disponer del valor de la NAC. Este fenómeno, con diferencias
regio-nales, afecta a toda España aunque,
la urea, la fórmula también funcio-na(43,44). afortu-nadamente, la gran mayoría de las
No obstante todo lo dicho, en la decisión cepas de este germen, presentan resistencias
de ingreso hospitalario debe prevalecer el jui- de grado intermedio, con una CMI de 1-2
cio clínico y la individualización ante cada mg/L, con lo que es posible tratar con
paciente(50). La clase III y IV en la escala de seguridad estos neu-mococos simplemente
Fine, la descompensación de la comorbilidad incrementando la dosis de antibiótico.
acompañante y cualquiera de los criterios Finalmente, el porcentaje de Haemophilus
expuestos en la guías habituales, bastan para influenzae productores de beta-

152
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD EN EL ANCIANO
lactamasas es ya grande, por lo que se des-
aconseja el empleo de la ampicilina o la
amo-xicilina cuando se sospeche la picos y, en situaciones específicas, P. aerugi-
presencia de este germen. nosa y anaerobios. Alguno de estos pacientes
Teniendo en cuenta todo lo anteriormen- puede tener criterios para su ingreso en UCI.
te expuesto, la Sociedad Española de Neumo- Se iniciará tratamiento con una cefalospori-
logía (SEPAR) en su última normativa (50), na de 3ª generación a dosis altas, siempre
ela-borada el pasado año ha establecido las aso-ciada a un macrólido o a una nueva
siguientes pautas de tratamiento empírico ini- quinolo-na antineumocócica (levofloxacino).
cial, de la NAC, asignando a los pacientes a Existen dos situaciones en que es nece-
cada uno de los tres grupos de gravedad, sario modificar las pautas recomendadas.
expuestos en otro capítulo, y según niveles de Una de ellas es cuando hay sospecha de
evidencia (Tabla 5). infección por anaerobios o una aspiración.
En los pacientes sin criterios de gravedad y En este caso se iniciaría el tratamiento con
por tanto con tratamiento domiciliario (casi amoxicilina-cla-vulánico a dosis elevadas
ningún paciente anciano con NAC se encuen-tra en monoterapia durante 14 días o, si hay
en este grupo) el tratamiento debe dirigir-se cavitación, hasta la resolución radiológica.
sobre todo hacia el neumococo y dadas las La otra situación que precisa modificación
resistencias referidas se recomienda la teli- de la terapéutica antibiótica es cuando existe
tromicina v.o. (800 mg/día) o alguna de las nue- sospecha de padecer una infección por Pseu-
vas fluorquinolonas, levofloxacino (500 mg/día domona aeruginosa (presencia de bronquiecta-
v.o.) o moxifloxacino (400 mg/día). Otra alter- sias, terapia corticoidea prolongada, tratamiento
nativa es la amoxicilina, 1 g/8 h v.o. junto a un antibiótico previo, malnutrición, etc.). Se debe
macrólido, azitromicina, v.o. 500 mg/día o cla- emplear terapia combinada antipseudomónica
ritromicina oral, 500 mg/12 h. y, además, cobertura frente a neumococo resis-
Los pacientes con factores de riesgo para tente y L. pneumophila. Para ello emplearemos
etiología no habitual, el tratamiento se hace en una cefalosporina de 4ª generación, cefepima
sala de hospitalización convencional. El S. i.v. (1-2 g/12 h), piperacilina-tazobactam i.v.
Pneumoniae sigue siendo el patógeno causal (4.000/500 mg/8 h), imipenem o meropenem
más frecuente con alta probabilidad de neu- intravenoso (0,5-1 g/6-8 horas) asociado a una
mococos resistentes o BGN entéricos. Los pató- fluoroquinolona intravenosa: ciprofloxacino,
genos atípicos, incluida Legionella sp, pueden 400 mg cada 8 horas, o bien levofloxacino, 500
estar implicados en aproximadamente el 20% de mg cada 12 horas. Otra alternativa podría ser la
las neumonías con etiología definida. El tra- combinación de un betalactámico más un
tamiento empírico al ingreso puede incluir una aminoglucósido (preferiblemente, tobramicina
cefalosporina de 3ª generación i.v. (cefotaxi-ma o amikacina).
o ceftriaxona) o amoxixilina-clavulánico i.v.
asociados a un macrólido i.v. Como alter-nativa Otras medidas terapéuticas
a este tratamiento combinado puede ser una Los ancianos pueden llegar a la deshidra-
quinolona antineumocócica, inicial-mente i.v. tación con facilidad, debido a su poca
(levofloxacino) cada 12 o 24 horas, al menos las movili-dad, menor reflejo de la sed,
primeras 24 horas(51-53). Su uso es un factor presencia de fie-bre, etc. La hidratación es
predictivo de menor fallo terapéuti-co (nivel de una medida fundamental en estos pacientes;
evidencia II). la reposición de líquidos puede ser oral o
Por último, en los pacientes muy graves intravenosa, con precaución de no precipitar
(Fine 4 y 5) se deben cubrir, además del neu- la aparición de insuficiencia cardiaca.
mococo, L. pneumophila, BGN, gérmenes atí- La oxigenoterapia está indicada en
pacien-tes hipoxémicos, con una PaO2 en
la gasome-tría arterial menor de 60 mmHg.

153
J. GALLARDO CARRASCO

TABLA 5. Tratamiento antibiótico empírico en la NAC


Grupo 1
Telitromicina: 7-10 días
Levofloxacino o moxifloxacino (si antibioterapia previa): 7-10 días
Grupo 2
Antibiótico Dosis
Cefalosporinas de 3ª generación
Cefotaxima o ceftriaxona o 1-2 g/6 h o 1-2 g/24 h
Amoxicilina-clavulánico i.v. 2000/200 mg/8 h
+
Macrólido (azitromicina o claritromicina) i.v. 500 mg/24 h o 500 mg/12 h
Alternativa: levofloxacino en monoterapia i.v. 500 mg/12-24 h
Duración del tratamiento 10-14 días
Grupo 3
Cefalosporina no antipseudomónica a dosis altas:
Ceftriaxona o cefotaxima i.v. 2 g/24 h o 2 g/6-8 h
+
Macrólido (azitromicina o claritromicina) o i.v. 500 mg/24 h o 500 mg/12 h
Levofloxacino en monoterapia i.v. 500 mg/día

Duración del tratamiento, 10 a 14 días


Sospecha de aspiración
Amoxicilina-clavulánico i.v. 2000/200 mg/8 h –14 d
Alternativa:
Ertapenem (monoterapia) o i.v. 1.000 mg/24 h
Clindamicina + cefalosporina de 3ª generación i.v. 600 mg/8 h
En caso de cavitación hay que mantener el tratamiento hasta la resolución radiográfica.
Sospecha de P. aeruginosa
Piperacilina-tazobactam o cefepima o carbapenem (imipenem o meropenem) i.v.
+
Ciprofloxacino (400 mg/8 h) i.v o levofloxacino o bien
+
Aminoglucósido: tobramicina iv (6 mg/kg/24 h) o amikacina iv (15 mg/kg/24 h)

El uso de fluidificantes y la fisioterapia encamados es conveniente utilizar las


res-piratoria para facilitar la movilización de HBPM de forma profiláctica.
secre-ciones y permeabilizar la vía aérea,
puede estar indicado en estos pacientes. Valoración de la respuesta al tratamiento
Estimular la actividad física, acorde a sus Pasadas 48-72 horas del inicio del trata-
posibilidades; es importante para la preven- miento antibiótico, debe valorarse la respues-
ción del tromboembolismo; en los pacientes ta clínica obtenida. Si la mejoría se produce,

154
NEUMONÍA ADQUIRIDA EN LA COMUNIDAD EN EL ANCIANO
es importante acelerar el paso del tratamien-
to intravenoso a la vía oral (terapia secuen-
cial), para reducir la estancia hospitalaria y el Vacuna antineumocócica
coste económico. La resolución radiológica Existe cierta polémica en lo que se
es más lenta en estos pacientes ancianos. refie-re a la vacuna antineumocócica.
Si la mejoría no se produce (pacientes no Es efectiva para prevenir la enfermedad
respondedores), es obligado descartar com- neumocócica invasiva causada por los 23
plicaciones locales o a distancia, abscesos, obs- serotipos de los polisacáridos capsulares del
trucción bronquial, enfermedad no infecciosa, neumococo, que son los causantes de las
incumplimiento del tratamiento o patógenos no infecciones neumocócicas. En pacientes
habituales o resistentes a los antibióticos inmunocompetentes mayores de 65 años, su
prescritos. En este caso es obligada la realiza- efectividad es del 75% pero, en pacientes
inmunodeprimidos, es menos efectiva. Está
ción de otros procedimientos diagnósticos y
indicada en personas mayores de 65 años y la
reevaluar nuevamente al paciente (54). revacunación no es aconsejable (salvo en
inmunodeprimidos). En mayores de 65 años
PREVENCIÓN DE LA NAC EN EL ANCIANO
que recibieron la vacuna antes de esa edad sí
La elevada morbimortalidad de la NAC en
el anciano, apoyan y estimulan la necesidad de se aconseja una revacunación a los 5 años(56-
plantear estrategias preventivas de la enfer-
medad y hacen especialmente atractiva la con- 58) .
veniencia de utilizar vacunas, por su potencial Reflexión final. En los ancianos, la neu-
impacto en la reducción de las infecciones pul- monía puede llegar a ser el evento terminal en
monares en general y de la NAC en particu-lar y el curso de las enfermedades coexistentes (dia-
de sus consecuencias sanitarias y socio- betes, EPOC, ICC, neoplasias, demencia, etc.).
laborales(9). En la actualidad, las dos vacunas Las complicaciones de la NAC (distrés respi-
recomendables en este sentido son la anti-gripal ratorio, empiema, shok séptico) son más fre-
y la antineumocócica. cuentes en los ancianos con otras enferme-
dades simultáneas. En ocasiones, las medidas
Vacuna antigripal para aliviar el sufrimiento pueden ser consi-
La vacuna antigripal ha demostrado su deradas como una parte fundamental de la
eficacia, con un 70 a 80% de reducción de terapia y más apropiadas que los antibióticos.
complicaciones de la gripe, como es el caso La voluntad del paciente, expresada median-te
de la neumonía asociada. La gripe afecta, instrucciones previas, puede ayudar al médi-co
en España, al 40-50% de las personas a tomar decisiones sobre las posibles medi-das
mayo-res de 65 años, por lo que este grupo de reanimación.
etario es la población diana de esta vacuna
anual-mente. BIBLIOGRAFÍA
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158
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO
Bárbara Steen

RESUMEN tes, bien en relación con su inmunodefecien-


Los pacientes inmunodeprimidos presen-tan cia propiamente dicha, bien como primera
con mucha frecuencia, infiltrados pulmo-nares, manifestación de la misma, y la mortalidad
siendo la etiología infecciosa la más habitual. es muy elevada. Aproximadamente el 75%
Teniendo en cuenta que el número de pacientes de dichos trastornos son de etiología infec-
inmunodeprimidos cada vez es mayor (cada vez ciosa siendo los agentes causales muy varia-
son más los pacientes some-tidos a trasplante, la dos. El cuadro clínico con el que cursan es
incidencia de pacientes neoplásicos aumenta), ines-pecífico y muy similar en todas las
nos haremos una idea de la magnitud del etiologías y se ha denominado síndrome de
problema. Es importante hacer una correcta neumonitis febril, caracterizado por la
aproximación diagnóstica teniendo en cuenta el presencia de fie-bre, tos, disnea, hipoxemia e
tipo de inmunosupre-sión subyacente, el tipo de infiltrados pul-monares(1-3).
infiltrado radioló-gico, el tipo de cuadro clínico Para hacernos una idea de la magnitud del
y el momento en que se produce la neumonía. problema, basta señalar que en España y según
La historia clí-nica, la exploración física, las datos de la Organización Nacional de Tras-
técnicas no inva-sivas como el análisis de plantes(4) se realizaron 4.167 trasplantes de
esputo o las técnicas serológicas, y en muchos médula ósea en 2003; en el año 2004 se hicie-
casos, técnicas inva-sivas como la ron 1.040 trasplantes hepáticos, 2.186 rena-les,
broncoscopia, nos ayudarán a determinar el 294 cardiacos, 7 cardiopulmonares y 102
agente etiológico más probable y así instaurar el bipulmonares; en los Estados Unidos en 2002
tratamiento más adecuado. Existen numerosos se realizaron 5.326 trasplantes hepáticos,
algoritmos para el mane-jo de estos pacientes, 14.732 renales, 2.154 cardiacos, 33 cardio-
resaltando todos ellos la necesidad de realizar pulmonares y 1.042 bipulmonares. Por otra
un diagnóstico etiológi-co precoz ya que la parte y según datos de Sociedad Americana del
morbimortalidad de estos cuadros es muy Cáncer, se estima que en 2005 se diag-
elevada, y para evitar el uso de fármacos nosticarán en EE.UU. 1.372.910 nuevos casos
innecesarios y potencialmente tóxicos. En de cáncer destacando en los hombres el de
cualquier caso, es importante rea-lizar un pulmón, el de próstata y el colorrectal, y en las
abordaje sistémico e individualizado de cada mujeres el de mama y el colorrectal(5).
caso, para así determinar la estrate-gia de Por todo lo anterior, es muy importante
actuación más adecuada para cada paciente. realizar un acercamiento racional al problema,
identificando claramente qué pacientes se
incluyen dentro del grupo de inmunodepri-
INTRODUCCIÓN midos, cuáles son las causas que con más fre-
El número de pacientes inmunodeprimi- cuencia ocasionan infiltrados pulmonares en
dos ha aumentado de forma considerable en estos pacientes, cuáles los agentes microbio-
los últimos años. En este grupo de pacientes lógicos más frecuentes en aquellos casos de
los trastornos respiratorios son muy frecuen- etiología infecciosa, para, posteriormente, rea-

159
B. STEEN 7. Pacientes con inmunodeficiencias
con-génitas.
lizar una adecuada aproximación diagnósti-ca
y terapéutica. En este capítulo nos centra- ETIOLOGÍA
remos sobre todo, dada la mayor frecuencia, Como se ha comentado anteriormente, la
en la etiología infecciosa de los infiltrados etiología de los infiltrados pulmonares en los
pul-monares en inmunodeprimidos. pacientes inmunodeprimidos es variada, siendo
la infecciosa la más frecuente y a ella nos
PATOGENIA dedicaremos ampliamente en este capí-tulo; así,
Consideramos pacientes inmunodeprimi-dos en la serie prospectiva de 200 pacien-tes
aquellos que presentan un déficit cuanti-tativo o inmunodeprimidos VIH negativos con infil-
cualitativo de los mecanismos inmu-nitarios; trados publicada por Rano et al. en 2001(7), se
dicho déficit puede ser congénito o adquirido. identificó agente infeccioso en tres cuartas par-
Los defectos fundamentales de las defensas del tes de los casos. Sin embargo, aunque la etio-
huésped se pueden dividir en cua-tro grupos: a) logía infecciosa es la más frecuente, no hay que
alteración de la inmunidad humeral con olvidar la etiología no infecciosa, cuyo diag-
disminución en la producción de anticuerpos; b) nóstico diferencial incluye el edema pulmo-nar,
alteración de la inmunidad celular; c) el embolismo pulmonar, la neumonitis por
disminución del número de granu-locitos drogas, la neumonitis por radiación, la dise-
funcionantes; y d) alteraciones en el minación de la neoplasia de base (linfangitis,
complemento. Además, hay que tener en cuen-ta metástasis), la neoplasia asociada (Kaposi, etc.),
las posibles ulceraciones y/u obstrucciones la reacción por leucoaglutininas, la neumoni-tis
orales y/o traqueobronquiales derivadas del intersticial inespecífica y la hemorragia pul-
tratamiento citostático y que pueden ocasio-nar monar entre otras(1-3,6).
en sí mismas una disminución del siste-ma En lo que respecta a la etiología infeccio-sa,
defensivo del organismo. Los déficits con- el espectro de microorganismos que pue-den
génitos suelen ser “puros”, mientras que en los causar infiltrados pulmonares en los pacien-tes
adquiridos se produce una sumación de defectos inmunodeprimidos es muy amplio, por lo que es
(por ejemplo, en un paciente con lin-foma se muy importante intentar identificar el agente
objetivaría un déficit de la producción de causal para realizar una adecuada orien-tación
anticuerpos por la propia enfermedad aso-ciado terapéutica. Para ello tenemos que tener en
a disminución de los granulocitos fun-cionantes cuenta los siguientes parámetros:
derivada del tratamiento quimiote-rápico)(1-3). 1. El tipo de inmunodepresión que
pade-ce el paciente (Tabla 1).
De acuerdo con lo anterior, son pacientes 2. La presentación clínica o rapidez con que
inmunodeprimidos los siguientes(1-3,6): se desarrolla el cuadro respiratorio, que puede
1. Pacientes con neutropenia (con menos ser aguda (el proceso se presenta en menos de 5
de 500 neutrófilos por mm3 circulantes). días), subaguda (entre 5 y 15 días) o cróni-
2. Pacientes con linfoma o leucemia. ca/insidiosa (más de 15 días) (Tabla 2).
3. Pacientes con otras neoplasias someti- 3. El momento en que se produce el tras-
dos a tratamientos inmunosupresores. torno respiratorio, dato importante sobre todo
4. Pacientes sometidos a trasplante de en pacientes sometidos a trasplante de órga-no
órga-nos y su correspondiente terapia sólido o de médula ósea, en los que, tenien-do
inmunosu-presora. en cuenta las distintas actuaciones que se
5. Pacientes con tratamientos realizan sobre el paciente (intervención pro-
inmunosu-presores por cualquier causa, piamente dicho, inicio de tratamiento inmu-
incluidos corti-coides a altas dosis. nosupresor, recuperación medular, etc.) se pue-
6. Pacientes infectados por el virus de
la inmunodeficiencia humana (VIH).

160
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO

TABLA 1. Agentes etiológicos según el tipo de inmunosupresión


Tipo de defecto en las Enfermedades más comunes Agentes etiológicos
defensas del huesped
Disminución en la
Hipoglobulinemias congénitas y S. pneumoniae
producción de anticuerpos adquiridas H. influenzae tipo B
Leucemia linfática crónica
Mieloma múltiple
Linfoma de células B
SIDA
Depresión de la inmunidad Linfoma Micobacterias

celular SIDA Nocardia


Trasplantes Hongos
Terapia corticoide prolongada Virus (herpes)
PCJ
Toxoplasma
S. stercolaris
Disminución en el número de Procesos mieloproliferativos Flora bacteriana oral

granulocitos funcionantes Quimioterapia citotóxica S. auerus


Defectos congénitos Enterobacterias
P. aeruginosa
Acinetobacter
Aspergillus
Defectos en el complemento Defectos congénitos y adquiridos S. pneumoniae

Vasculitis con disminución del H. influenzae tipo B


complemento

SIDA: síndrome de inmunodeficiencia adquirida. S. pneumoniae: Streptococcus pneumoniae. H. influenzae: Haemo-


philus influenzae. PCJ: Pneumocytis Jiroveci. S. stercolaris: Strongyloides stercolaris. P. aeruginosa: Pseudomona aeru-
ginosa. S. aureus: Staphylococcus aureus.

den establecer calendarios de complicaciones nodeprimidos los podemos dividir en los


infecciosas pulmonares (Tabla 3). siguientes grupos: bacterias, hongos,
4. El tipo de infiltrado radiológico: distin- Pneu-mocystis jiroveci, virus,
guimos tres patrones radiológicos básicos, el micobacterias y pará-sitos.
difuso (afectación bilateral, multilobar, uni-
forme que varía desde reticulonodular en su Bacterias
inicio hacia franca consolidación), focal (con- Las bacterias son causa frecuente de neu-
solidación parenquimatosa con o sin bronco- monía en pacientes inmunocomprometidos,
grama) y nodular o cavitado (Tabla 4). tanto VIH negativos como VIH positivos, aun-
Los patógenos que con más frecuencia oca- que más en este último grupo, sobre todo si la
sionan infecciones pulmonares en los inmu- cifra de linfocitos CD4 es inferior a 200 por

161
B. STEEN

TABLA 2. Agentes etiológicos según la presentación clínica


Velocidad de desarrollo Aguda Subaguda Crónica
de la infección
Germen PCJ CMV Nocardia
Bacterias (Especialmente Hongos (Aspergillus Critococo
Gramnegativos) Mucor) M. Tuberculosis
CMV Criptococo PCJ
Aspergillus PCJ

PCJ: Pneumocytis Jiroveci; CMV. Citomegalovirus; M. Tuberculosis: Mycobacterium Tuberculosis

TABLA 3. Agentes etiológicos en pacientes sometidos a trasplante renal en


relación con el tiempo postrasplante
Tiempo Primer mes Entre 1 y 6 meses Más de 6 meses
Germen causal Bacterias (bacilos Hongos (Aspergillus, Bacterias (S. pneumoniae,
Gramnegativos, S. aureus, Candida, Mucor) H. influenzae, bacilos
Legionella) Gramnegativos, Legionella
Aspergillus PCJ
Micobacterias

Virus (CMV, herpes simple)


Nocardia
Legionella
S. aureus: Staphylococcus aureus; PCJ: Pneumocytis Jiroveci, CMV. Citomegalovirus; S. pneumoniae: Streptococcus pneu-
moniae; H. influenzae: Haemophilus influenzae.

mm3(8,9). En los pacientes VIH negativos las bac- trados pulmonares en ámbito hospitalario. En
terias ocasionan infiltrados pulmonares en las aquellos pacientes con neumonía adquirida en
primeras fases del compromiso inmunitario, siendo la comunidad, las bacterias más frecuentes son
los factores predisponentes en el grupo de los el Streptococcus pneumoniae, el Haemophilus
pacientes trasplantados (tanto de órga-no sólido influnzae tipo B y el Staphilococcus aureus. Por
como de médula ósea) la bacterie-mia, las otra parte, algunos gérmenes clásicamente con-
alteraciones de la actividad mucociliar del árbol siderados como “atípicos” como la Legionella
traqueobronquial, la aspiración y la intubación pneumophila o la Legionella micdadei, también
orotraqueal. Los bacilos Gramne-gativos como los son causa de neumonía en estos pacientes,
del género Klebsiella sp, Pseu-domona sp y siendo de especial relevancia y gravedad las
Serratia sp son los más habitua-les en estos microepidemias de ámbito hospitalario. Bac-
pacientes, al igual que en aquellos terias menos comunes son el Corynebacterium
inmunodeprimidos de otra etiología (especial- equi, raro en inmunocompetentes, que puede
mente neutropénicos) que desarrollan los infil- ocasionar neumonía de curso subagudo en

162
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO

TABLA 4. Agentes etiológicos según el tipo de infiltrado radiológico


Tipo de infiltrado Difuso Focal Nodular o cavitado
– Etiología infecciosa
Común PCJ Bacterias (incluida Nocardia) Criptococo
CMV Criptococo Nocardia
Aspergillus Abscesos bacterianos
Mucor Aspergillus
Raro Criptococo M tuberculosis Legionella
Aspergillus Virus Émbolos sépticos
Candida Legionella
– Etiología no infecciosa

Común Edema pulmonar NIP Neoplasias


NIP
Drogas
Linfangitis carcinomatosa
Raro Hemorragia
Leucemia

PCJ: Pneumocytis Jiroveci; CMV. Citomegalovirus; M. Tuberculosis: Mycobacterium tuberculosis; NIP:


Neumonitis inters-ticial inespecífica.

pacientes con linfoma o sometidos a Hongos


trasplan-te de órgano sólido, y el Bacillus Las infecciones causadas por hongos
cereus que pue-de ocasionar bacteriemia en los pacientes inmunodeprimidos las
y/o neumonía en pacientes con leucemia. podemos dividir en tres categorías(11):
En pacientes VIH positivos los gérmenes 1. Infecciones oportunistas causadas
más frecuentemente aislados son similares a por organismos que invaden
los de los pacientes VIH negativos, es decir, primariamente el pul-món, como los
Streptococcus pneumoniae, el Haemophilus hongos del género Aspergi-llus o el
influenzae y bacilos Gramnegativos, aunque Crytococcus neoformans.
también se han descrito casos de neumonía 2. Infecciones oportunistas que llegan al
producidos por bacterias poco comunes como pulmón por vía hematógena procedentes de
el Rhodococcus equi (bacteria intrace-lular, otro sitio, o como organismos que sobrein-
aerobia facultativa, habitante normal del fectan un pulmón previamente dañado por
suelo sobre todo de granjas o recintos con una infección vírica o bacteriana, como por
caballos) (10). ejemplo la Candida o el Aspergillus.
En ambos grupos de pacientes el cuadro 3. Micosis sistémicas secundarias a reac-
clínico suele ser de curso agudo y en la radio- tivación, en el contexto de la inmunosupre-
grafía nos encontramos con un infiltrado de sión, de infecciones adquiridas con anteriori-
tipo alveolar, de distribución lobar o segmen- dad como el caso de la blastomicosis, la
taria, que puede ser multifocal y con mayor coccidiomicosis y la histoplasmosis.
tendencia a la cavitación que en pacientes La incidencia de las infecciones por hon-
inmunocompetentes. gos ha aumentado en los último años, siendo el
género Aspergillus el agente etiológico más

163
B. STEEN En los pacientes VIH positivos el Criptococ-
cus neoformans es el hongo que con más fre-
común. El género Aspergillus (sobre todo las cuencia ocasiona infiltrados pulmonares; suele
especies A. fumigatus y A. flavum) afecta fun- producir una infección diseminada con afec-tación
damentalmente a pacientes VIH negativos, sien- del sistema nervioso central originando una
do muy raro en VIH positivos(12,13); es la causa meningitis que es la manifestación más común:
más común de neumonía fúngica en pacien-tes esto puede enmascarar la clínica res-piratoria pero,
neutropénicos y en pacientes sometidos a hasta en un 40% de los casos, puede haber también
trasplante de médula ósea (donde puede afec-tar afectación pulmonar, que cursa con opacidades
hasta el 20% de los receptores de dicho tras- reticulonodulares inters-ticiales o nódulos bien
plante), siendo menor la incidencia en recep- delimitados.
tores de trasplante de órgano sólido (entre el 1 y
el 8% según Paterson y Sing(14)). Se adquiere Pneumocystis jiroveci
por vía inhalatoria y el cuadro clínico consiste Dada la importancia del Pneumocystis jiro-
en fiebre elevada, tos, disnea y hemoptisis, sien- veci (hasta ahora denominado Pneumocystis
do frecuente su debut tras infección bacteria-na carinii) como agente etiológico en las neumo-
previa. Las manifestaciones radiológicas son nías de los pacientes inmunodeprimidos vamos
variadas, desde normal al inicio a infiltrados a analizarlo en un apartado propio. Durante
múltiples alveolares o nodulares bilaterales que años se creyó que pertenecía al grupo de los
pueden cavitarse (ocasionando el “signo del parásitos protozoos pero recientes estudios lo
halo” que con frecuencia se objetiva en la asper- colocan en el grupo de los hongos (16). Aunque
gilosis pulmonar invasiva). El diagnóstico, de forma clásica se ha asociado al
como en todas las infecciones por hongos, es la Pneumocystis jiroveci (PCJ) con los pacientes
biop-sia, aunque en los pacientes con alta VIH positivos, también se asila en pacientes
sospecha de padecer una infección por VIH negativos. A diferencia de otros
Aspergillus, el hallazgo del hongo en el LBA o microorganismos que causan infección
en 3 muestras repetidas de esputo en cantidad respiratoria, el PCJ única-mente se ve en
significativa puede ser suficiente para establecer pacientes inmunodeprimidos, siendo los
el diag-nóstico. factores predisponentes la inmu-nodeficiencia
Otro género de hongos que puede causar celular, la presencia de infección por VIH y/o
neumonía en pacientes inmnunodeprimidos, CMV y el tratamiento con corti-coides y/o
sobre todo VIH negativos, es el género Candi- ciclofosfamida. Aunque la inciden-cia de la
da, siendo la Candida albicans la especie más neumonía por PCJ ha disminuido de forma
frecuente; son factores predisponentes la neu- espectacular desde principios de la déca-da de
tropenia, la alteración de la inmunidad celu-lar, los 90 coincidiendo con el mayor uso de la
profilaxis primaria y secundaria y el trata-
el uso de inmunosupresores, la diabetes mellitus
y el uso de antibióticos de amplio espectro. La miento antirretroviral eficaz(17,18), se sigue diag-
infección pulmonar aislada es poco frecuente, nosticando en pacientes que no se sabe infec-
siendo habitualmente la neu-monía una tados por el VIH (clínica de debut) o que no
manifestación más de la infección diseminada, hacen quimioprofilaxis(19), y sigue siendo la
cursando con infiltrados alveola-res focales o causa más frecuente de enfermedad respira-
difusos(6,15). toria y es causante del 25% de muertes en
pacientes con síndrome de inmunodeficien-cia
El género Mucor es menos común,
siendo la diabetes mellitus, la insuficiencia adquirida humana (SIDA)(20). Por otra par-te, se
renal cró-nica y el tratamiento esteroide los ha incrementado el número de casos en
factores pre-disponentes. El cuadro clínico pacientes HIV negativos, probablemente debi-
es agudo y en la radiografía se evidencia un do al empleo de medicamentos que alteran la
infiltrado alveo-lar focal que entre el 15 y inmunidad celular y a que aún no está proto-
el 25% de los casos puede cavitarse.

164
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO
colizado el empleo de la quimioprofilaxis en
pacientes que, por ejemplo, consumen corti-
coides sistémicos durante tiempo prolongado; varicela zóster, virus de Epstein-Barr) que en
así, en un trabajo publicado por Yale y individuos inmunocompetentes suelen oca-
Limper en 1996(21) un 90% de los pacientes sionar infecciones asintomáticas; sin embar-go,
VIH nega-tivos con PCJ habían sido tratados aunque menos frecuentes, los virus respi-
con este-roides en las 4 semanas previas al ratorios más comunes como el respiratorio
diagnósti-co. Por otra parte se ha visto sincitial, el adenovirus o el influenza también
relación entre el desarrollo de neumonía por pueden producir infecciones pulmonares adqui-
PCJ y la terapia con fludarabina en pacientes ridas en la comunidad en inmunodeprimi-
con leucemia lin-fática crónica(22). dos(24,25). Las infecciones víricas pueden ser
La clínica de la neumonía por PCJ varía debidas a reactivación de procesos latentes
según el paciente sea VIH negativo o positivo: como es el caso de los virus del grupo herpes, o
en el primer grupo de pacientes el cuadro es a una nueva infección, más habitual en los virus
insidioso, con síntomas inespecíficos de 15 a 30 respiratorios comunes.
días de evolución, consistentes en tos, dis-nea, Dentro de los virus del grupo herpes el
fiebre y afectación del estado general, mientras CMV es el que con más frecuencia ocasiona
que en los VIH negativos el cuadro es agudo, neumonía en el paciente inmunocompro-
agresivo y más severo, con disnea intensa, metido, sobre todo en el VIH negativo; este
taquicardia, taquipnea, e hipoxemia severa. La virus tiene una prevalencia entre el 50 y el
mortalidad es más elevada en el gru-po de 100% en la población adulta, lo que hace que
pacientes VIH negativos que en el de VIH sea más frecuente su reactivación. La inci-
positivos, un 50% frente a un 10-20% según las dencia de la neumonía por CMV varía según la
series, siendo peor el pronóstico si se trata de enfermedad subyacente, pudiendo afectar entre
una recidiva o fracasa el tratamiento inicial. Las el 5 y el 30% de los pacientes tras-plantados
manifestaciones radiológicas son similares en (Goodrich(26) encuentra CMV en un 50% de
ambos casos y nos encontramos con una pacientes sometidos a trasplante de médula,
afectación difusa y bilateral, perihi-liar, de Sternberg et al.(27) identifican al CMV como
predominio intersticial que puede evo-lucionar a agente etiológico del 25% de los casos de
alveolar, o bien pequeños infiltra-dos nodulares; neumonía de su serie de paciente some-tidos a
hasta un 20% de los pacientes VIH positivos trasplante renal, Torres et al.(28) en el 30% de su
puede tener una radiografía nor-mal al inicio del serie de pacientes sometidos a trasplante
cuadro(23). El diagnóstico se establece mediante hepático), siendo menos frecuen-te en los que
la visualización de los quis-tes o trofozoitos del tienen alguna neoplasia hema-tológica, los
PCJ en muestras median-te tinciones como la tratados con inmunosupresores y los pacientes
metenamina, el azul de toluidina o el Giemsa, o VIH positivos. En este últi-mo grupo es
con técnicas de inmu-nofluorescencia directa, frecuente su asociación con otros gérmenes
siendo el LBA la mues-tra respiratoria en la que oportunistas como Pneumocistis Jiroveci,
se obtiene mayor ren-tabilidad (≥ 95% en los bacterias y hongos. La clínica es bas-tante
pacientes VIH positivos, 80% en VIH inespecífica y desde el punto de vista
negativos). radiológico se observa un infiltrado intersti-cial
bilateral difuso, simétrico, y con mayor
Virus afectación de los lóbulos inferiores. El diag-
La mayoría de las infecciones pulmonares nóstico de certeza de enfermedad por CMV
víricas en los pacientes inmunodeprimidos están requiere la demostración de daño tisular con el
causadas por virus del grupo herpes (cito- característico efecto citopático originado por el
megalovirus (CMV), virus herpes simple, virus virus con cuerpos de inclusión intra-nucleares o
intracitoplasmáticos; pero dado que la
obtención de muestras tisulares es muy

165
B. STEEN ro de pacientes que presentan afectación difu-sa
tipo miliar o reticulonodular afectando pre-
complicada en estos pacientes, se utilizan ferentemente a campos inferiores. El diag-
otros métodos diagnósticos, como la detec- nóstico se establece mediante el cultivo del MT
ción de antígeno de CMV en sangre o la en muestras respiratorias (rentabilidad de la
demostración de cuerpos de inclusión intra- tinción de auramina en esputos del 50-60%, que
celulares en el análisis citológico del LBA. puede llegar a ser del 90% si se utilizan
Los otros virus del grupo herpes causan conjuntamente el broncoaspirado, el LBA y la
con menor frecuencia neumonía en este tipo biopsia transbronquial) o el hallazgo de gra-
de pacientes, siendo el virus herpes simple el nulomas necrotizantes en la biopsia trans-
más representativo, ocasiona neumonía entre bronquial. El gran problema, al igual que en los
el 1 y el 10% de los pacientes con inmu- pacientes inmunocompetentes, es la demo-ra
nodeficiencia celular, sobre todo aquellos diagnóstica, aunque en la actualidad los medios
some-tidos a algún tipo de trasplante y que líquidos han reducido de forma con-siderable el
han sido sometidos a intubación endotraqueal tiempo de espera.
prolon-gada. El cuadro clínico y radiológico Las micobacterias atípicas (especialmen-
es simi-lar al causado por CMV. te MAI y MK) producen enfermedad respira-
toria sobre todo a pacientes VIH positivos;
Micobacterias son menos virulentos y suelen afectar a
Las micobacterias que con más frecuencia pacientes muy deteriorados, con alteración
producen infecciones respiratoria en los pacien- inmunitaria muy importante, habitualmente
tes inmunodeprimidos son el Mycobacterium en fases fina-les de la enfermedad; hasta en
tuberculosis (MT), el Micobacterium avium- un 70% de los casos de MAI los cuadros son
intra-cellulare (MAI) y el Mycobacterium diseminados. Tanto la clínica como las
kansasii (MK). Pueden afectar a cualquier alteraciones radio-lógicas son similares a los
paciente inmunodeprimido, siendo mayor la del MT, y en cuan-do al diagnóstico los
inciden-cia en VIH positivos(29); así, la métodos empleados son similares aunque se
incidencia de la infección por MT es de 200 a necesitan varios culti-vos positivos(30).
500 veces mayor en pacientes VIH positivos En los pacientes VIH negativos, la inci-
que en inmu-nocompetentes, de tal manera que dencia de infecciones por micobacterias varía
entre un 15 y un 50% de los pacientes VIH según cuál sea la causa de la inmunosupre-sión:
positivos tienen una enfermedad tuberculosa a así, son raros los casos de tuberculosis en
lo largo de su vida, siendo esto mucho más pacientes con leucemia aguda o trasplante de
llamativo en los países subdesarrollados como médula ósea, mientras que hasta un 15% de los
los de África Subsahariana dónde las medidas pacientes sometidos a trasplante de órgano
pre-ventivas son escasas y poco efectivas, y en sólido la presentan, sobre todo en zonas en las
los que la asociación de VIH y enfermedad que la tuberculosis es una infección endémica.
tuber-culosa es muy frecuente. La clínica es El riesgo de tuberculosis es mayor en los
insi-diosa, muy similar a la del paciente pacientes sometidos a trasplante renal que en
inmuno-competente aunque solo un 50% de los los sometidos a trasplante de corazón, pulmón,
pacientes tiene manifestación exclusivamen-te hígado o páncreas, apareciendo la enfermedad
pulmonar, el resto presenta clínica pulmo-nar y en una fase tardía (con una media-na de 9
extrapulmonar o exclusivamente extra- meses postrasplante)(31).
pulmonar, afectando principalmente al sistema Dentro de este apartado conviene men-
genitourinario, al sistema nervioso central, a la cionar las infecciones causadas por Nocardia
médula ósea y a los ganglios linfáticos (10). asterodies en pacientes inmunocomprometi-
Desde el punto de vista radiológico observa- dos, incluyendo pacientes VIH positivos,
mos infiltrados en lóbulos superiores, en algu- pacien-
nos casos cavitados, siendo mayor el núme-

166
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO
tes con neoplasias hematológicos y pacientes
sometidos a trasplante de órgano sólido,
sobre todo de corazón; en todos ellos la establecer un pronóstico. Para conseguir todo
mortalidad es muy elevada, hasta de un 80%. esto recurrimos a los datos de la historia
clíni-ca, la exploración física y a diferentes
explo-raciones complementarias.
Parásitos Historia clínica y exploración física
Los parásitos que pueden ocasionar el Los síntomas más comunes que presentan
sín-drome de neumonitis febril en el estos pacientes son tos y disnea; muchos pre-
paciente inmunocomprometido son: sentan también fiebre pero hay que tener en
cuenta que fiebre no es sinónimo de infección
Toxoplasma gondii ya que algunos casos de neumonitis por radia-
Aunque se ha estimado que aproxima- ción, neumonitis por drogas, neumonitis ines-
damente la mitad de la población mundial está pecífica o neoplasia pueden tener fiebre por la
infectada por T. gondii(32), el microorganismo se misma naturaleza de la enfermedad o como
mantiene habitualmente en estado inacti-vo en parte de la respuesta inflamatoria; además la
el huésped normal. La infección pul-monar fiebre puede ser debida a patología infecciosa
aparece como parte de una infección diseminada de otro foco distinto al respiratorio. Por otra
en pacientes con inmunosupre-sión severa, parte, no hay que olvidar que en estos pacien-
generalmente VIH positivos, sien-do la tes es aconsejable realizar una aproximación
manifestación a nivel del sistema ner-vioso sistémica, con una adecuada anamnesis por
central la más importante. La clínica respiratoria órganos y aparatos, lo que nos permite redu-cir
es inespecífica y la radiografía muestra un el diagnóstico diferencial y realizar una
patrón reticulonodular fino o en vidrio selección más racional de las pruebas diag-
esmerilado. El diagnóstico se estable al nósticos y de las intervenciones terapéuticas.
identificar el microorganismo en las muestras de En la anamnesis que realicemos hay que
LBA teñidas con metenamina de plata. recabar datos sobre los antecedentes perso-
nales (reseñando tipo de inmunosupresión que
Strongyloides stercolaris padece y enfermedad asociada si se conocen)
Muy poco frecuente, hay que sospechar prestando especial atención a los anteceden-tes
neumonía por este helminto en aquellos de tuberculosis (infección o enfermedad, y en
pacientes inmunodeprimidos, generalmente VIH este caso si fue tratada o no, tipo de drogas,
positivos, que presentan clínica respira-toria con tiempo de tratamiento, etc.) y los anteceden-tes
infiltrados pulmonares hemorrágicos epidemiológicos como viajes o estancias en
y síntomas gastrointestinales (enterocolitis). zonas endémicas en agentes capaces de pro-
La parasitemia y la meningitis coexistentes ducir infecciones sistémicas (micosis como la
son comunes y la mortalidad, a pesar del blastomicosis, la coccidiomicosis o la histo-
trata-miento, es muy elevada(33,34). plasmosis, parásitos como el Strongiloides ster-
colaris). Por otra parte, es importante deter-
APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA minar si el proceso tuvo su origen en el
Dada la enorme lista de causas que pueden domicilio del paciente o en el ámbito hospita-
ocasionar trastornos respiratorios a los pacien- lario y si el paciente ha recibido transfusiones
tes inmundeprimidos recurrimos a una serie de de hemoderivados (lo que orientaría a neu-
herramientas que nos permiten circunscri-bir las monitis por leucoaglutininas o por citomega-
posibilidades diagnósticas; además, es necesario lovirus).
realizar un diagnóstico etiológico con vistas a También es necesario obtener información
no utilizar drogas potencialmente tóxi-cas, sobre las profilaxis que está realizando el
minimizar el riesgo de sobreinfecciones y paciente (por ejemplo, si un paciente VIH posi-

167
B. STEEN

FIGURA 1. Rx tórax con patrón difuso FIGURA 2. Rx tórax con patrón focal en
intersticial bilateral (paciente VIH positivo con lóbulo superior izquierdo (paciente en
neumonitis por pneumocystis jiroveci). tratamiento cró-nico con esteroides por artritis
reumatoide con tuberculosis pulmonar).

tivo hace profilaxis para el Pneumocistis jiro- dantes líquidos endovenosos. Además, y como
veci con cotrimoxazol y no la ha abandonado, es ya hemos comentado antes, es necesario rea-
difícil que presente infección por dicho agen-te; lizar un abordaje sistémico también en la explo-
si se realiza profilaxis oral con quinolonas se ración; así, la presencia de nódulos cutáneos
pueden seleccionar cepas resistentes de similares a las metástasis tumorales se encuen-
Streptococcus viridans(35), el uso de fluconazol tran en las diseminaciones sistémicas de Nocar-
profiláctico en los pacientes sometidos a tras- dia y criptococo, la aparición de lesiones necró-
plante de médula ósea o de órgano sólido pare- ticas nasales sugiere mucormicosis, aspergilosis
ce estar relacionado con el aumento de casos de o bacilos Gram-negativos, y el eritema gangre-
aspergilosis invasiva, etc.) y los fármacos nosum sugiere sepsis por Gram-negativos. La
administrados, la dosis, la secuencia, así como afectación neurológica no es infrecuente, obje-
si ha habido radiación especificar el campo, la tivándose signos de meningitis en casos de crip-
dosis y el tiempo. tococosis, tuberculosis o neoplasia, mientras
La exploración física de un paciente inmu- que hay signos de encefalitis en la toxoplas-
nodeprimido con neumonía puede ser irrele- mosis o en la diseminación del virus herpes
vante, en ocasiones sólo encontramos crepi- simple. Las lesiones oculares orientan a CMV
tantes finos como signo de infiltrado incluso (manchas blanco-amarillentas parcheadas con o
aunque no haya manifestación en la radiogra-fía sin hemorragia en la retina), a candidiasis o
simple. El examen del enfermo nos va a a aspergilosis diseminadas (lesiones coroida-
permitir detectar signos de insuficiencia car- les)(10,11,15).
diaca congestiva, complicación frecuente en
estos pacientes en los que son frecuentes los Técnicas de imagen
problemas renales, se usan drogas cardiotóxi- Como se ha comentado anteriormente, exis-
cas, están en estado de shock y precisan abun- te tres patrones radiológicos básicos en estos

168
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO
pacientes: difuso (Fig. 1), focal (Fig. 2) y nodu-lar
o cavitario. La realización de una radiogra-fía
simple de tórax es obligada, aconsejándose quísticas similares a los pneumatoceles en
completar el estudio con tomografía axial com- las zonas de “vidrio deslustrado”. Por su
putarizada de alta resolución (TACAR) en aque- parte, es característico de la neumonitis
llos casos con sospecha clínica de afectación por radiación la presencia de afectación
pulmonar con radiografía de tórax normal, pues-to parenquimatosa de bordes lineales que no
que diferentes estudios han puesto de mani-fiesto se corresponden a lími-tes anatómicos sino
que un porcentaje importante de estos pacientes a los márgenes del cam-po de radiación.
puede tener lesiones pulmonares no detectadas en
la radiografía simple con las con-siguientes Hallazgos de laboratorio y
implicaciones diagnósticas y tera-péuticas que esto técnicas serológicas
conlleva(36,37); así Heusel et al.(36) describieron que Aunque los hallazgos analíticos sean total-
el 50% de los casos de una serie de 87 pacientes mente inespecíficos, es obligado realizar a
consecutivos con neu-tropenia febril presentaban todos los pacientes un estudio analítico bási-co
lesiones pulmona-res en la tomografía que incluya hemograma, coagulación, bio-
computarizada (TC) no detectadas en la radiología química con función hepática, renal y dehi-
simple. Pero la TACAR no solo permite una mayor drogenasa láctica (LDH), y gasometría arterial.
definición radioló-gica del tórax, también permite Con ello obtendremos datos del grado de inmu-
elegir la mejor zona sobre la que realizar un nosupresión (por ejemplo en el caso de neu-
procedimiento diagnóstico invasivo y ayuda en el tropenia febril) y la afectación funcional (así la
diagnóstico diferencial entre distintas mayoría de los pacientes con neumonía por PCJ
enfermedades. presentan hipoxemia incluso sin afecta-ción
Aunque no existe ningún hallazgo radioló- evidente en la radiografía simple); aun-que no
gico patognomónico de ninguna entidad, si patognomónico, la presencia de nive-les
existen una serie de signos que si se objetivan elevados en suero de la LDH en pacientes con
son altamente sugestivos de ciertas patologí-as; sospecha de infección por PCJ apoya el
así, en el caso de la aspergilosis invasiva según diagnóstico(39).
avanza la invasión de los vasos sanguí-neos por
Los hemocultivos, aunque deben realizar-se
los hongos se produce la necrosis del tejido
de forma rutinaria, tiene un valor limitado a la
pulmonar y la creación de una zona de secuestro
hora de establecer el diagnóstico etiológi-co de
o zona de tejido desvitelizado; la ima-gen más
la neumonía en estos pacientes salvo que el
típica en estos casos es la de un nódu-lo y el
germen causal tenga alta propensión por la
“signo del halo”, una atenuación en vidrio
sangre, como es el caso del Sreptococ-cus
deslustrado que rodea a dicho nódulo, además
pneumoniae, o el paciente sea neutropé-nico.
del “signo de la corona de aire”, mani-festación En caso de sospechar determinados gér-menes
más tardía que representa la apari-ción de aire como la Nocardia o las micobacterias se deben
en la zona infartada pulmonar que se va usar medios de cultivo específicos.
retrayendo. El “signo del halo” también se Las técnicas serológicas convencionales
puede ver en las infecciones por Candida, CMV con las que se detectan los anticuerpos origi-
y herpes simple (38). En la infección por PCJ se nados en respuesta a antígenos microbianos
evidencia en la TACAR la presencia de áreas de específicos son de escasa utilidad en el diag-
atenuación en “vidrio deslustrado” con nóstico del paciente inmunodeprimido por dos
distribución perihiliar o geográfica que pueden motivos: en primer lugar la respuesta inmu-
progresar a zonas de consolidación según nológica de estos pacientes es muy escasa o
avanza la enfermedad; en paciente con SIDA y nula; en segundo lugar muchos de los orga-
PCJ es frecuente encontrar imágenes nismos oportunistas que causan infección en los
inmunocomprometidos son colonizadores
saprófitos que pueden generar respuesta inmu-

169
B. STEEN ganismos que son claramente patógenos como
es el caso del Micobacterium tuberculosis, la
nológica pero no clínica en la población Legionella sp o algunos hongos.
gene-ral, por lo que el número de falsos Mención aparte merece la identificación del
positivos es elevado; además, la demora en el Pneumocistis jiroveci. En el caso de los
tiempo en 3 o 4 semanas con estas técnicas pacientes VIH positivos con sospecha de neu-
no es acep-table sobre todo en este grupo de monitis por PCJ el esputo inducido mediante la
pacientes en los que la rapidez en establecer inhalación de suero salino hipertónico per-mite
un correcto diagnóstico es crucial. Si a esto realizar el diagnóstico con una sensibili-dad que
añadimos que con las técnicas serológicas varía según las series entre un 60 y un
“sólo encontramos lo que buscamos” es 90%(41,42); para ello es necesaria la visuali-
evidente que su uso es muy limitado(1-4,11). zación de los quistes o trofozoitos del PCJ
Mucho más prometedora es la detección de mediante técnicas de tinción convencionales o
antígenos, DNA o metabolitos microbianos en con la ayuda de anticuerpos monoclonales.
tejidos o fluidos corporales; así, por ejem-plo se Finalmente, hay que tener en cuenta el
pueden detectar antígenos de Legione-lla en análisis del esputo no tiene ninguna utilidad
esputo, líquido pleural o tejido pulmo-nar por cuando la etilología de los infiltrados pulmo-
inmunofluorescencia, antígenos capsulares del nares del inmunodeprimido no es infeccio-sa.
Cryptococcis neoformans en sue-ro, o antígenos Por este motivo y las limitaciones ante-
de Legionella o Streptococcus pneumoniae en riormente expuesta, se recurre habitualmente
orina. Estas técnicas, que en la actualidad son a otras técnicas diagnósticas para establecer
escasas y limitadas, permiten alcanzar un el diagnóstico etiológico del síndrome de
diagnóstico etiológico en los casos de neu-monitis febril en el paciente inmunocom-
neumonitis febril sin necesidad de recurrir a prometido.
exploraciones invasivas.
Técnicas invasivas
Examen convencional del esputo Si a pesar de la valoración inicial y las
El análisis de esputo mediante la tinción de exploraciones previas el diagnóstico sigue sien-
Gram y el cultivo es fundamental en el diag- do incierto se recurre a exploraciones más inva-
nóstico de la infección pulmonar. Sin embar-go, sivas. Estas técnicas se pueden realizar sobre
en los pacientes inmunodeprimidos y, sobre lesiones extrapulmonares (por ejemplo biop-sia
todo en los neutropénicos, es difícil obte-ner un de nódulos cutáneos) o sobre el pulmón. En el
esputo de calidad ateniéndose a la habi-tual caso que queramos obtener muestras directas de
proporción de leucocitos y células epite-liales las lesiones pulmonares tenemos que tener en
(se consideran esputos válidos para cultivo cuenta una serie de factores: la gravedad de la
aquellos que presentan más de 25 leu-cocitos y infección, el estado del pacien-te, la rapidez con
entre 10 y 25 células epiteliales por campo la que progresa, el tipo de infiltrado radiológico
microscópico con 100 aumentos(40)). Por otra y la disponibilidad de la técnica en el centro
parte, la vía respiratoria superior de estos correspondiente así como la experiencia de sus
pacientes está habitualmente coloniza-da por profesionales en reali-zarla. En líneas generales,
gérmenes, potenciales patógenos, entre los que cuanto más agre-siva una exploración, mayor
se encuentran virus como el CMV o el virus riesgo de com-plicaciones y mayor rendimiento
herpes simple, bacilos Gramnegativos como el diagnóstico. Las técnicas que vamos a revisar
Staphilococcus aerus, y hongos, sien-do difícil son la aspi-ración transtraqueal, la punción
determinar si son simples organis-mos aspiración transtorácica, la broncoscopia y la
colonizadores o si son causantes de enfer-medad biopsia pul-monar abierta. Cualquiera que sea
cuando se aíslan en el esputo. El esputo, no el procedi-
obstante, tiene un valor diagnósti-co innegable
cuándo se identifican microor-

170
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO
miento empleado, la muestra recogida debe
ser procesada de forma correcta y rápida,
tan-to para estudios microbiológicos como un patógeno en el cultivo, de los otros 48 con
cito-histológicos, teniendo siempre en criterios de neumonía pero sin rendimiento
cuenta que su obtención se ha realizado diagnóstico, 44 recibían tratamiento antibió-
con riesgo para el paciente y que una nueva tico previo) y 105 no (de ellos 34 tuvieron
exploración pue-de no ser posible. cre-cimiento bacteriano, interpretándose en
16 de ellos como exacerbación de su
Aspiración transtraqueal (ATT) y punción bronquitis cró-nica).
aspiración transtorácica (PATT) En la PATT se realiza una aspiración pul-
La ATT es una técnica que permite obtener monar percutánea con agujas de 18-20 G, y está
secreciones del tracto respiratorio inferior, sin particularmente indicada en pacientes
que exista contaminación por las bacterias de la inmunodeprimidos estables, con buena fun-ción
orofaringe; es una exploración relativamente pulmonar y con lesiones nodulares o cavitadas
sencilla en manos entrenadas y para su reali- periféricas; la principal limitación de la técnica
zación no se precisan grandes equipos. Está es el escaso tamaño de la mues-tra y su alto
indicada cuando sospechamos patología bac- grado de complicaciones: según el estudio de
teriana, los estudios no invasivos previos no han Kamp y Glassroth(45) se produjo neumotórax en
sido diagnósticos (esputos, hemocultivos, etc.) y un 25% de los pacientes ana-lizados (rango 13-
disponemos de un técnico experto. Está
52%) y hemorragia signifi-cativa (entendida
contraindicada cuando: a) existe hipoxemia
como sangrado superior a 25-50 ml) en un 10%
(PaO2 menos de 70 mmHg con o sin oxígeno (rango 3-13%). Por ello, las contraindicaciones
suplementario); b) existe coagulopatía (pla- de la técnica serían: a) presencia de enfermedad
quetas menores a 100.000/mm3, actividad de pulmonar bullo-sa; b) presencia de ventilación
protrombina menor del 65%, tiempo de hemo- mecánica; c) diátesis hemorrágica; d)
rragia prolongado); c) el paciente no colabo-ra o hipertensión pul-monar severa; e) función
se niega; d) existe dificultad para la defi-nición pulmonar dismi-nuida y; f) falta de
anatómica del cuello o f) no disponemos de un colaboración y/o negativa del paciente. El
técnico experto(43). Las complicaciones más rendimiento de la PATT, mos-trando infección
frecuentes son enfisema subcutáneo (19%), o neoplasia, fue de un 65% (rango 35-88%).
neumomediastino (3%), hemoptisis (12%)(44,45).
La sensibilidad diagnóstica de este
procedimiento es cercana al 90% en manos Broncoscopia (FBC)
expertas con 1% de falsos negativos en aque- La fibrobroncoscopia es un procedimien-to
llos que pacientes que no han recibido trata- básico en la valoración de los pacientes
miento antibiótico previo y un 13% si lo han inmunodeprimnidos con infiltrados pulmo-
recibido; existe entre un 20 y un 50% de fal-sos nares; con ella se pueden diagnosticar enfer-
positivos sobre todo en pacientes con bron- medades infecciosas y no infecciosas y, aun-
quitis crónica, alteración del estado mental o que en muchas de estas últimas el diagnóstico
carcinoma broncogénico. El estudio más amplio es por exclusión, su tratamiento habitualmente
realizado analizando esta técnica es el de Barlett incluye corticoides, por lo que, antes de ins-
de 1977(46) en el que analiza 544 muestras taurar el mismo debemos descartar patolo-gía
obtenidas de 488 pacientes durante un periodo infecciosa no conocida (por lo que hay que
de 5 años; 56 muestras fueron des-echadas por realizar broncoscopia) ya que ésta se podría
presentar células epiteliales; de las 488 muestras exacerbar con la corticoterapia. Además,
restantes, 383 pacientes cum-plieron criterios de muchas patologías sólo pueden diagnosticar-se
neumonía (335 mostraron por esta técnica, como es el caso de la
hemorragia alveolar difusa. Permite, no sólo la
visualización del árbol traqueobronquial,

171
B. STEEN otros describen una eficacia similar para
ambos patrones, difuso y focal(48,51).
sino también la toma de diversas muestras como La broncoscopia es un procedimiento
el broncoaspirado (BAS), el cepillado razo-nablemente seguro: en una revisión
bronquial, el lavado broncoalveolar (LBA), la retros-pectiva publicada por Creedle et al. (52)
biopsia bronquial o la biopsia transbronquial en 1974 de 24.251 pacientes, la mortalidad
(BTB); todas estas técnicas son complementa- atribuible al procedimiento fue del 0,01%, si
rias aunque una puede estar más indicada que se realiza-ba una BTB era del 0,24%; en el
otra según el tipo de infección que sospeche- trabajo ya mencionado de Kamp y
mos o busquemos (por ejemplo, el PCJ se Glassroth(45) que revi-saba 14 estudios con
encuentra en los alvéolos por lo que para su un total de 511 pacien-tes inmunodeprimidos
diagnóstico el LBA tiene un mayor rendimiento a los que se realizó broncoscopia con BTB y
que el cepillado bronquial). En un estudio ya cepillado se produjo neumotórax en un 4%
clásico publicado por Baugman en 1994(47) se (rango 0-26%), mien-tras que en la revisión
realiza una revisión de la literatura comparando en este mismo trabajo de 10 estudios con 326
la eficacia de los distintos métodos para iden- pacientes a los que se les realizaba LBA no
tificar diversos tipo de organismos (escala de se produjo ningún neu-motórax.
puntuación de 0 a 3): así el LBA se mostró muy Las contraindicaciones de esta técnica
eficaz para la identificación del PCJ y el CMV, son fundamentalmente: hipoxemia severa
la BTB lo fue para la tuberculosis y el PCJ, el (PaO2
BAS para la Nocardia sp y el cepillo para las < 60 mmHg con oxígeno suplementario), diá-
bacterias; los hongos resultaron ser más difí- tesis hemorrágica no corregible, trombocito-
ciles de identificar, siendo la biopsia, como ya penia (menos de 50.000 plaquetas /mm 3), ure-
se comentó anteriormente, el método más efi- mia y status asmático; en pacientes con
caz para su identificación (puntuación de 2 en trombopenia y/o coagulopatía está contrain-
este trabajo). En un estudio realizado en pacien- dicada la BTB pero no el LBA; en los pacientes
tes inmunodeprimidos VIH negativos publi- sometidos a ventilación mecánica la BTB tie-ne
cado por Jain et al.(48), la rentabilidad de la FBC mayor riesgo por lo que se debe realizar con las
es del 56%; en este trabajo se describe una máximas precauciones.
eficacia diagnóstica similar del LBA y la BTB, Tras lo expuesto anteriormente se conclu-ye
siendo aún mayor si se combinan ambas téc- que si se sospecha etiología infecciosa de los
nicas. Pero la rentabilidad diagnóstica de la infiltrados pulmonares y no se obtiene el
broncoscopia en pacientes inmunocompro- diagnóstico con exploraciones no invasivas,
metidos con infiltrados pulmonares varía según está indicado realizar una FBC al menos para
las distintas series entre el 15 y el 93% sien-do toma de LBA y, a ser posible, con BTB, dada la
mayor cuando la etiología del proceso es gran eficacia diagnóstica de esta exploración y
infecciosa; esta dispersión es debida funda- el bajo número de complicaciones.
mentalmente a la heterogeneidad de los
pacientes incluidos en las diferentes series. Biopsia pulmonar abierta (BPA)
Existe más homogeneidad en establecer que, La BPA sigue siendo el gold standard para
dentro de las causas no infecciosas, la FBC es el diagnóstico de los infiltrados pulmonares en
diagnóstica en el 89% de las hemorragias el inmunodeprimido; en el trabajo de Kamp y
alveolares difusas(49). También existe discor- Glassroth(45) en el que se revisan 18 artículos
dancia entre las distintas series sobre la ren- con un total de 846 pacientes inmu-
tabilidad de la broncoscopia según como sean nodeprimidos sin SIDA, se consiguió un diag-
los infiltrados pulmonares; así, mientras algu- nóstico específico en un 64% de los casos
nos trabajos describen una mayor rentabilidad (rango 37-95%); en un tercio de los pacien-tes
diagnóstica de la FBC en los patrones pulmo- el diagnóstico obtenido fue inespecífico
nares difusos frente a los patrones focales(50),

172
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO
(inflamación o fibrosis), el resto infección
o neoplasia.
Por las características de estos pacientes, tratamiento empírico, reevaluar al paciente
la morbimortalidad de la exploración es supe- pasadas 48-72 horas y si no hay mejoría y no
rior a la de otros. Por otra parte, solo en la hay diagnóstico se deben realizar métodos inva-
mitad de los casos los resultados obtenidos sivos; algunos autores defienden que si se sos-
llevan a un cambio en la actitud terapeútica. pecha patología fúngica como por ejemplo
Así en la serie de White et al. (53) de pacien- aspergilosis invasiva, se debe realizar de entra-
tes con neoplasia hematológica, en un 57% da una broncoscopia con LBA y BTB para
de los casos se produjo cambio en la decisión redu-cir la demora diagnóstica.
terapéutica, siendo el porcentaje menor en
aquellos los casos con neutropenia o que pre- APROXIMACIÓN TERAPÉUTICA
cisaban ventilación mecánica; este porcenta- La actitud ante un paciente inmunocom-
je baja al 29% en la serie de pacientes some- prometido con infiltrados pulmonares es algo
tidos a trasplante pulmonar publicada por compleja. La aproximación diagnóstica expues-ta
Weill et al.(54). en los apartados previos permite habitual-mente
En resumen, la realización de la BPA se circunscribir las posibilidades etiológi-cas; sin
debe individualizar valorando la morbimorta- embargo, debido a la gravedad de las infecciones
lidad de la técnica, si va a suponer un cambio pulmonares en este tipo de pacien-tes, al bajo
en el tratamiento, y si va a aumentar la super- rendimiento de las técnicas no inva-sivas y a la
vivencia del paciente. presencia de contraindicaciones para la realización
de técnicas invasivas, en algunos casos es
Algoritmos diagnósticos necesario realizar un tratamiento empí-rico (2,3).
En el mayor estudio publicado sobre bron- Estos casos son principalmente:
coscopia en pacientes inmunodeprimidos con 1. Enfermos con SIDA muy avanzado o
infiltrados pulmonares por Rano et al. (55) se des- en recaídas de leucemia mielogénica
criben 3 variables independientes a la hora de aguda, con expectativa de vida reducida
predecir la mortalidad: la mayor severidad de la por la gravedad del proceso primario.
enfermedad, la necesidad de ventilación 2. Leucemias que no se han manejado con
mecánica y el retraso en el diagnóstico; los dos quimioterapia y en los que la probabilidad de
primeros puntos no sorprenden, pero sí el ter- una infección oportunista es baja.
cero, siendo un hallazgo significativo que el 3. Trastornos de la coagulación no
retraso en el diagnóstico conlleva un mayor rie- corre-gibles.
go de muerte, con las consiguientes implica- 4. Paciente con función pulmonar
ciones que esto tiene. Puesto que las posibili- límite lo que hace que no puedan tolerar
dades etiológicas son múltiples establecer un exploraciones invasivas.
tratamiento eficaz y efectivo de entrada es difí- 5. Rechazo del paciente a
cil, por lo que es necesario realizar a la mayor exploraciones invasivas
brevedad posible las exploraciones diagnósti- El tratamiento empírico si el infiltrado
cas que reduzcan las posibilidades, siendo en radiológico es focal incluiría antibiótico para
muchos casos dudoso cuándo realizar las téc- cubrir la posible etiología bacteriana (pipe-
nicas invasivas. Hay diferentes algoritmos racilina-tazobactam o cefalosporinas de ter-
publi-cados (proponemos los algoritmos de las cera o cuarta generación con actividad antip-
figu-ras 3 y 4) sobre el manejo de este tipo de seudomona más un aminoglucósido),
pacientes y en la mayoría de ellos se aconse-ja añadiendo diferentes antibióticos en función
realizar de entrada las exploraciones diag- de si hay sospecha de determinados micro-
nósticas no invasivas pertinentes e iniciar un organismos: azitromicina o fluorquinolona
(levofloxacino por ejemplo) si se sospecha
Legionella, vancomicina para el S. aureus (o

173
B. STEEN

Sospecha de síndrome de neumonitis febril


en paciente inmunodeprimido

Realización de Rx tórax
Infiltrado focal Infiltrado difuso Normal

Esputo y/o aspirado Véase algoritmo TAC-AR tórax

transtraqueal (Gram, BAAR, diagnóstico específico


IFD)
Patológico Normal

Antibióticos Antibióticos
específicos empíricos
Seguir algoritmo Plantear otras

según patrón posibilidades


radiológico diagnósticas
48-72 horas
Evaluación de respuesta
Buena Mala Broncoscopia

(LBA/BTB) o PATT
Completar tratamiento 14-21 días Diagnóstico No diagnóstico

Tratamiento Biopsia pulmonar abierta o

adecuado asociar empíricamente


anfotericina B

FIGURA 3. Algoritmo diagnóstico para pacientes inmunodeprimidos con síndrome de neumonitis


febril (Infiltrado focal). (BAAR: bacilos ácico-alcohol resistentes; IFD: inmunofluorescencia directa;
LBA: lavado broncoalveolar; BTB: biopsia transbronquial; PATT: punción aspiración transtorácica).

linezolid en aquellos casos resistentes), tuber- entrada cotrimoxazol para cubrir el PCJ; según
culostáticos para micobacterias, anfotericina se sospechen otros agentes etiológicos se aso-
B para Aspergillus, cotrimoxazol para PCJ y ciarán otros fármacos. En ambos casos, si el
ganciclovir para CMV)(56). En caso de infil- paciente evoluciona mal a las 48-72 horas de
trado radiológico difuso se iniciaría trata- iniciado el tratamiento y si los métodos
miento con antibioterapia para cubrir bac- diagnósticos realizados no proporcionan un
terias similar a lo descrito anteriormente y, si diagnóstico etiológico, se asociará al trata-
el paciente es VIH positivo, se asociaría de miento anfotericina B y vancomicina si no se

174
NEUMONÍA EN EL INMUNODEPRIMIDO

Infiltrado difuso en la radiografía de tórax

Recoger esputo y/o aspirado transtraqueal


Realizar balance hídrico (valorar insuficiencia cardiaca)

Antibioterapia empírica
– Piperacilina-tazobactam ó cefalosporina de tercera ó
cuarta generación + aminoglucósido
– Cotrimoxazol (sobre todo en VIH positivos)
– Azitromicina
Tratamiento específico
Valorar evolución en 48 horas

{
Buena Mala Broncoscopia con LBA/BTB

Diagnóstico

Biopsia pulmonar abierta No diagnóstico


Completar tratamiento
Tratamiento empírico Sí hipoxemia severa y/o
rápido empeoramiento

FIGURA 4. Algoritmo diagnóstico para pacientes inmunodeprimidos con síndrome de neumonitis


febril (Infiltrado difuso).(LBA: lavado broncoalveolar; BTB: biopsia transbronquial).

habían administrado desde el inicio. La dura- ciosa Pulmonar. Barcelona: Cuscó Arts
Gràfi-ques SA 1996. p. 47-62.
ción del tratamiento varía en función del agen-te
hallado, siendo la evolución desfavorable entre 4. Organización Nacional de Trasplantes.
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el 15 y el 50% de los pacientes.
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Índice de autores
Abad Fernández, Araceli Malo de Molina, Rosa
Servicio de Neumología. Hospital Residente de tercer año de Neumología. Sección de
Universitario de Getafe. Madrid Neumología. Hospital Universitario. Guadalajara

Álvarez Martínez, Carlos José Martínez Tomás, Raquel


Médico Adjunto. Servicio de Neumología. Servicio de Neumología. Hospital Universitario La Fe.
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid Valencia

Blanquer Olivas, José Menéndez Villanueva, Rosario


Unidad Cuidados Intensivos Respiratorios. Servicio de Neumología. Hospital Universitario La Fe.
Hospital Clínic Universitari. València Valencia

Callol Sánchez, Luis Rajas Naranjo, Olga


Servicio de Neumología. Hospital Central de Defensa. Servicio de Neumología. Hospital Universitario
Madrid de La Princesa. Madrid

Carbonell Monleón, Nieves Reyes Calzada, Soledad


Unidad Cuidados Intensivos Respiratorios. Servicio de Neumología. Hospital Universitario La Fe.
Hospital Clínic Universitari. València Valencia

Castelao Naval, Jorge Rodríguez de Castro, Felipe


Médico Adjunto de Neumología. Sección de Servicio de Neumología. Hospital Universitario de
Neumología. Hospital Universitario. Guadalajara. Gran Canaria Dr. Negrín. Universidad de Las
Profesor de la Universidad de Alcalá de Henares Palmas de Gran Canaria

Ferreres Franco, José Solé Violán, Jordi


Unidad Cuidados Intensivos Respiratorios. Servicio de Medicina Intensiva. Hospital
Hospital Clínic Universitari. València Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Gallardo Carrasco, José
Médico Adjunto de Neumología. Sección de Steen, Bárbara
Neumología. Hospital Universitario. Guadalajara. Fundación Hospital Alcorcón. Alcorcón. Madrid
Profesor de la Universidad de Alcalá de Henares.
Vallés Tarazona, José Manuel
García Satué, José Luis Servicio de Neumología. Hospital Universitario La Fe.
Servicio de Neumología. Hospital Valencia
Universitario de Getafe. Madrid
Villegas Fernández Francisco
Jara Chinarro, Beatriz Servicio de Neumología. Hospital Central de
Servicio de Neumología. Hospital Defensa. Madrid
Universitario de Getafe. Madrid
Zalacain Jorge, Rafael
Jareño Esteban, José Javier Servicio de Neumología. Hospital de Cruces. Bizkaia
Servicio de Neumología. Hospital Central de Defensa.
Madrid

Julià Serdà, Gabriel


Servicio de Neumología. Hospital Universitario de
Gran Canaria Dr. Negrín. Universidad de Las Palmas
de Gran Canaria

179
Índice de materias
Absceso pulmonar, 133 no farmacológicas, 115
Anaerobios, 134, 135 Estudios serológicos, 38
Antibioterapia empírica inicial,
122 Antigenuria, 35, 38
Aspiración, 134 Factores de riesgo, 73
silentes, 148
transtraqueal, 40
Hemocultivos, 35
Hidratación, 153
Hongos, 163
Bacteriemia, 36 Aspergillus, 163
BCYE-alfa, 35 citomegalovirus, 165
Biopsia pulmonar, 42 micobacterias, 166
Broncoaspirado, 41 Pneumocystis jiroveci, 164

Catéter telescopado, 41,42 Iatrogenia, 147


Clindamicina, 139 Indicadores de calidad, 80
Concentración Mínima Inhibitoria (CMI), 49
Inmunocromatografía, 37,
38 Inmunofluorescencia
Confusión mental, 150
directa, 36, 37
Contrainmunoelectroforesis, 37
indirecta, 39
Crioaglutininas, 38
Instituciones Geriátricas, 146
Cultivo de esputos, 151

Lavado Broncoalveolar, 41,


Drenaje percutáneo, 140 42 LDH, 36
Lesión cavitaria pulmonar, 138

Enfermedades debilitantes,
148 Envejecimiento, 147 Malnutrición, 148
Enzimoinmunoanálisis, 37, 38 Meningitis neumocócicas,
Epidemiología, 67 Esputo 49
Microinmunofluorescencia,
38 Mortalidad, 77
cultivo, 34
Gram, 34
inducido, 35
Estrategias de prevención
NAC en el anciano, 146
Neumonía
farmacológicas, 117
adquirida en la comunidad, 47, 67

181
asociada a ventilación mecánica,
R adiografía simple de tórax, 30
113 clasificación, 11
Reacción en cadena de la polimerasa
comunitaria: clasificación pronóstica, 15 (PCR), 39
crónica , 23 múltiple, 40
definición, 9 real-time, 40
diagnóstico diferencial, 18 Resistencia a
intrahospitalaria o nosocomial, 113 antibiótica, 47
clasificación, 17 β−lactámicos, 51
necrotizante, 133 macrólidos, 53
neumocócica, 49 penicilina, 47
recurrente, 23 quinolonas, 54
Neumonía nosocomial (NN), 103
asociada a ventilador, 104
Etiologia, 106 Seroconversión, 39
institucional, 104 Serotipos, 48, 49
precoz, 104 Síndrome
tardia, 104 atípico, 31
y mortalidad, 106 Lemierre, 135
No respondedores, 155 típico, 31
Streptococcus pneumoniae, 47

Patógenos multirresistentes, 125 Tomografía computarizada de tórax, 30


PBP´s (Penicillin Binding
Proteins), 51 Prevención, 94, 155 Toracocentesis, 36
Vacuna antigripal, 96 Vacuna Tratamiento, 85
antineumocócica, 94 Ambulatorio, 88
Procalcitonina, 31 Antibióticos, 86
Pronóstico, 75 Hospital, 89
Proteína C reactiva, 31 UVI, 89
Punción transtorácica, 40
Voluntad del paciente, 155
182

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