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Unidad 171, Morelos
Las maneras de resolverlo son diferentes porque en cada una el “sujeto que resuelve”
cuenta con conocimientos matemáticos distintos. Sin embrago, independientemente del
conocimiento matemático que se tenga, la posibilidad de resolver está en si el sujeto puede o
no establecer la relación entre los datos para encontrar la solución.
Observar lo que sus alumnos hacen al resolver problemas les da oportunidad a las
educadoras de ver cómo actúan y percatarse de sus razonamientos: que toman en cuenta, qué
conocimientos matemáticos tienen y cómo los están utilizando y qué les falta aprender de los
contenidos de preescolar.
Esta idea hace eco en mí quehacer puesto que haciendo una reflexión es cierto lo referente
a que la memorización de la serie numérica conlleva cierto patrón que los niños pueden ir
descubriendo una vez que manejan bien la numeración del 1 al 9 e incluyendo en 0, y una
vez que la manejan y logran identificar números más allá del 20 hasta llegar incluso al 100
es posible caer en el vicio de sentir que los niños van “adelantados” en lo que refiere al campo
de pensamiento matemático.
Sin embargo, me pregunto ahora cuántas veces les he planteado una problemática
utilizando únicamente números entre el rango del 1 al 9 y contabilizado cuántos niños
comprenden y hacen algo para resolver dicha problemática.
Ya que estos aprendizajes se volverían digamos, banales, si pongo a prueba a mis niños
de 2° planteándoles un problema donde deben responder a una cuestión por decir simple
como: “César tiene 3 carros, llega Axel y le regala 2, ¿cuántos coches tiene ahora César?”; o
por ejemplo, a los niños de 3° quienes ya saben reconocer números más allá del 50, les
planteo resolver una situación similar pero utilizando un rango entre números del 10 al 20; y
resulta que la mayoría de los niños no pueden manejar dichas colecciones.
Mi labor entonces está en descubrir con qué colecciones mis alumnos son capaces de
trabajar y en base a ello ir progresando en su manejo.
Para empezar a resolver problemas, en primer lugar los niños necesitan tener una
herramienta de solución (al menos el conteo de los primeros seis números), pero no es cierto
que empezar a plantear problemas deba postergarse hasta que los niños dominen el conteo
de colecciones mayores a seis.
Los niños tienen que interactuar con las distintas funciones, usos y significados de los
números, y éstos aparecen en los problemas: puede aparecer en el contexto de un problema
como medida (tiene 4 cochecitos), como transformación (perdió 4 cochecitos) o como
relación (tiene 4 cochecitos más que). Lo que sistemáticamente se debe averiguar es cómo
utilizan los niños su conocimiento y su experiencia para resolver situaciones; por ello, son
los niños quienes deben decidir lo que les conviene hacer.
En base a lo anterior es que puedo darme cuenta que para permitirme descubrir cómo
utilizan mis alumnos sus conocimientos sobre los números y resolución de problemas, debo
dejar de hacer lo que menciona Fuenlabrada explicarles las acciones que deben realizar para
poder resolver una situación planteada porque de esa manera sólo estaré dando paso a que
los niños aprendan a seguir mis instrucciones pero no voy a dar paso a que sean ellos quienes
propongan o salga de su ingenio el ejecutar ciertas acciones con el objetivo de dar respuesta
a una interrogante.
En conclusión
En síntesis, en el nivel de preescolar es conveniente destacar lo siguiente:
Favorecer el desarrollo del pensamiento matemático de los niños de preescolar es
darles la posibilidad de resolver problemas numéricos. Esto significa permitirles que
razonen sobre los datos del problema y determinen qué hacer con las colecciones.
En su proceso de aprendizaje es importante que los niños vayan encontrando formas
(acciones) de responder a las distintas maneras en el contexto en
el que aparecen los números (medida, transformación, relación).
De poco sirve que los niños sepan contar, reconocer y escribir números si frente a los
problemas que implican aplicar como recurso los principios del conteo, no deciden hacerlo
porque sus maestras de preescolar no les dieron oportunidad (en el proceso de aprendizaje,
consecuencia de la enseñanza) de comprender para qué sirven los números. Desarrollar
competencias sobre lo numérico es poder utilizar el conocimiento eficiente y eficazmente en
situaciones diversas en las que ese conocimiento esté inmerso.
Referencias
• Fuenlabrada, I. (2009). “¿Hasta el 100?... ¡No! ¿Y las cuentas?... TAMPOCO.
Entonces… ¿Qué? [Archivo PDF]. Recuperado de
http://www.curriculobasica.sep.gob.mx/pdf/preescolar/pensamiento_matematico/FUE
NLABRADA.pdf