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LAS CRUZADAS, UNA LEGITIMA DEFENSA DE LOS LUGARES SANTOS

Cuando una persona quiere hablar mal de la Iglesia o del Cristianismo en general, siempre
recurre a los eventos históricos controversiales en los cuales ha formado parte la Iglesia Católica,
uno de esos eventos fueron las luchas para rescatar los lugares santos, estas luchas llamadas
<<Cruzadas>> haciendo referencia a los soldados quienes llevaban una cruz hecha de tela que era
usada como insignia en la ropa exterior. Hubo un total de ocho cruzadas, desde el 1095 hasta el
1270. Hay que hacer notar que, con la excepción de la Primera Cruzada, prácticamente el resto de
las Cruzadas lanzadas por Occidente no tuvieron éxito.

Aunque las personas hablen de las Cruzadas, en realidad desconocen la realidad histórica de las
mismas. Es normal encontrar a personas alegando que “Las Cruzadas fueron creadas para propagar
el Cristianismo a base de la fuerza y amenaza”. Nada más lejos que la realidad, el problema de
muchas personas es que cuando quieren hablar de las Cruzadas, no han leído un libro de historia o
a especialistas en el tema, solo repiten lo que oyen y ven en la TV. Lo cual muchas veces omite la
verdadera realidad histórica del origen y desarrollo de las Cruzadas. En esta oportunidad querido
lector he querido explicar que fueron en realizad la Cruzadas a manera que entendamos que no
debemos de sentirnos avergonzados como diría el profesor de historia y sociólogo de la Universidad
de Bruselas, Leo Moulin: “Haced caso a este viejo incrédulo que sabe lo que se dice: la obra maestra
de la propaganda anticristiana es haber logrado crear en los cristianos, sobre todo en los católicos,
una mala conciencia, infundiéndoles inquietud, cuando no la vergüenza, por su propia historia. A
fuerza de insistir, desde la Reforma hasta nuestros días, han conseguido convenceros de que sois los
responsables de todos o casi todos los males del mundo. Os han paralizado en la autocrítica
masoquista para neutralizar la crítica de lo que ha ocupado vuestro lugar.

Habéis permitido que todos os pasaran cuentas, a menudos falseadas, casi sin discutir. No ha
habido problema, error o sufrimiento histórico que no se os haya imputado. Y vosotros, casi siempre
ignorantes de vuestro pasado, habéis acabado por creerlo, hasta el punto de respaldarlos. En cambio
yo (agnóstico, pero también un historiador que trata de ser objetivo) os digo que debéis reaccionar
en nombre de la verdad”.

Teniendo presente las palabras de Leo Moulin, he querido compartir con ustedes lo que nos
dicen los expertos en la materia con respecto a las Cruzadas. Conozcamos primeramente el origen
de las mismas para una mejor comprensión de cómo se fueron dando los hechos.

Desde la época de Mahoma, los musulmanes siempre han buscado la conquista del mundo
cristiano. Ellos han realizado un buen trabajo en esto. Después de unos pocos siglos de conquistas
constantes, los ejércitos musulmanes tomaron todo el norte de África, el Medio Oriente, Asia Menor
y la mayor parte de España. En otras palabras, a fines del siglo XVII, las fuerzas del Islam habían
capturado dos tercios del mundo Cristiano: Palestina, la tierra de Jesucristo; Egipto, el lugar del
nacimiento de la vida monástica cristiana; Asia Menor, donde san Pablo plantó las semillas de las
primeras comunidades cristianas. Estas áreas geográficas no representaban la periferia del
cristianismo sino su núcleo. Y los imperios musulmanes no habían terminado, continuaron
presionando hacia el oeste, hacia Constantinopla, la entrada hacia Europa. En cuanto a la agresión
no provocada, es evidente que fue llevada a cabo por los musulmanes. En algún punto el
cristianismo se debía defender o sucumbir a las conquistas musulmanas. La primera cruzada fue
convocada por el Papa Urbano II en 1095 como respuesta a una urgente llamada de auxilio del
Imperio Bizantino en Constantinopla. Urbano llamó a los caballeros de la cristiandad para ayudar a
los hermanos de oriente. Fué una misión de misericordia el liberar a los cristianos del oriente de los
conquistadores musulmanes. En otras palabras, las Cruzadas fueron desde el principio una guerra
defensiva. La historia completa de las Cruzadas de oriente trata sobre la respuesta a la agresión
musulmana.

Un dato muy importante para conservar las cosas en su perspectiva correcta: Las Cruzadas
comenzaron en 1095, la Jihad musulmana comenzó en el 624, 471 años antes. A pesar de las
Cruzadas, hacia los siglos 14, 15 y 16, los gobiernos musulmanes continuaban creciendo en poderío.
Los turcos otomanos continuaron avanzando hacia el oeste llegando hasta las puertas de Viena. Esto
dejó la responsabilidad de la lucha contra los voraces musulmanes en los hombros de la Iglesia
Católica. En 1571, la llamada Santa Liga derrotó a la flota otomana en Lepanto, marcando el
comienzo de la neutralización del peligro del islam. Lamentablemente, el monstruo vuelve a alzar su
cabeza hoy, más amenazante que nunca.

El profesor de la Universidad de Cambridge. Jonathan Riley-Smith experto en el tema nos dice:


“Las Cruzadas no fueron un «ejemplo de imperialismo» sino un intento de los occidentales de
defender los Santos Lugares y Jerusalén”

Se cree que la interpretación que ha desprestigiado y despreciado las Cruzadas es fruto de las
obras de sir Walter Scott (1771-1832) y de Joseph Francois Michaud (1767-1839).

Aunque la mayoría de expertos en el tema están de acuerdo en que las Cruzadas fueron eventos
legítimos de defensa, el doctor de la Universidad de Berkeley (California) afirma que “no puedo
explicar por qué la gran cantidad de investigaciones llevadas a cabo para apoyar estas correcciones
no han tenido impacto entre los intelectualoides.”

Ya que conocimos el origen por el cual se dieron las Cruzadas, también hemos comprendido el
porqué no debemos de sentir vergüenza cuando nos hablen de estas ya que como nos afirman los
expertos en el tema fueron legitimas defensas del Cristianismo ante los ataques musulmanes. Ahora
vamos a ver los beneficios que trajeron las Cruzadas.

El Dr. Alfonso Ropero (protestante) en su libro de Historia general del Cristianismo, menciona
algunos de los beneficios que las Cruzadas hicieron a las naciones: “Los beneficios que las cruzadas
hicieron a las naciones son múltiples. Las naciones del Oriente lejano entraron en relaciones
íntimas con las del Occidente, y varias ciencias nuevas, tales como la medicina y la astronomía, se
introdujeron en Europa.” (p. 228)

De la misma forma nos dice James F. Brennan en su libro Historia y sistemas de la psicología;
“Las cruzadas trajeron muchos beneficios para el progreso intelectual de Occidente. Porque
establecieron contactos que rebasaron los límites del pensamiento europeo del período. Los
maestros musulmanes preservaron los textos de los antiguos griegos y extendieron sus
interpretaciones a la filosofía, ciencia y medicina. Los estudiosos islámicos pudieron ampliar sus
logros intelectuales por sus contactos con las civilizaciones orientales, con lo que el pensamiento de
éstas fue transmitido y llegado a Europa Occidental.” (p. 7)

Otra dato que deberíamos de saber con respecto a la Cruzadas es que en las mismas participaron
algunos de los santos conocidos en la Iglesia, como San Bernardo de Claraval (1090-1153) quien
predico durante la segunda Cruzada (1144-1148), de la misma forma tenemos a San Luis IX Rey de
Francia (1228-1270) que emprendió y perdió las dos últimas cruzadas contra los musulmanes en
Egipto y Túnez. Como también tenemos a San Francisco de Asis (1182-1126) quien acompañó a la
quinta cruzada, iniciando en primera persona la misión franciscana entre los musulmanes. Hay un
episodio de San Francisco en la Cruzada altamente significativo que habitualmente se ve silenciado:
después de haber escapado milagrosamente de la muerte, tras haber sido golpeado por los
musulmanes hasta la efusión de sangre, Francisco llega hasta el Sultán Malil-Al-Kamil. Junto a él
había otro monje, de nombre Iluminado, y se establece un diálogo entre el Pobre de Asís y el Sultán.
Fue un modelo para la convivencia y el diálogo entre el cristianismo y el islam.

Quiero terminar este artículo citando a dos historiadores y expertos en el tema de las Cruzadas
para aclarar que lo que ahora vemos en Oriente y también en Occidente de terrorismo Islámico de
persecución contra los Cristianos no es en ninguna forma un acto nuevo de represalia por lo que
ocurrió durante la edad media debido a las Cruzadas sino que más bien es el rostro de cómo el Islam
ha querido imponerse ante las tierras habitadas por Cristianos desde su origen.

El experto historiador Dr. Paul F. Crawford del Departamento de Historia y Ciencias Políticas de
la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos) señala que "hasta hace muy poco, los musulmanes
recordaban las cruzadas como una instancia en la que habían derrotado un insignificante ataque
occidental cristiano.

La primera historia musulmana sobre las cruzadas no apareció sino hasta 1899. Por ese
entonces, el mundo musulmán estaba redescubriendo las cruzadas, pero lo hacía con un giro
aprendido de los occidentales. No fueron las cruzadas las que le enseñaron al Islam a atacar y odiar
a los cristianos. Muy lejos de eso están los hechos. Esas actividades habían precedido a las cruzadas
por largo tiempo, y nos dirigen hasta el origen del Islam. En vez de eso, fue Occidente quien enseñó
al Islam a odiar las Cruzadas. La ironía es grande".

De la misma opinión es la del historiador Thomas Madden, profesor asociado de la Facultad de


Historia de la Universidad de San Luis (Estados Unidos) y autor de «A Concise History of the
Crusades» («Breve Historia de las Cruzadas»).

“Desde la perspectiva musulmana, no tuvieron tanta importancia. Si usted le hubiera preguntado


a alguien del mundo musulmán por las Cruzadas en el siglo XVIII, no sabría nada del tema. Eran
importantes para los europeos porque fueron esfuerzos masivos que fracasaron.

Sin embargo, durante el siglo XIX, cuando los europeos empezaron a conquistar y colonizar
países de Oriente Medio, muchos historiadores --especialmente escritores franceses nacionalistas o
monárquicos-- empezaron a denominar a las Cruzadas como el primer intento de Europa por llevar
los frutos de la civilización occidental al mundo musulmán atrasado. En otras palabras, las Cruzadas
fueron transformadas en guerras imperialistas.

Estas historias se enseñaban en las escuelas coloniales y se convirtieron en el punto de vista


normalmente aceptado en Oriente Medio y más allá. En el siglo XX, el imperialismo fue
desacreditado. Islamistas y algunos nacionalistas árabes asumieron la visión colonial de las
Cruzadas, denunciando que Occidente era responsable de su miseria porque había depredado a los
musulmanes desde las Cruzadas.

Se dice a menudo que la gente en Oriente Medio tiene una memoria duradera; es verdad. Pero en
el caso de las Cruzadas, tiene una memoria reconstruida, fabricada por sus conquistadores
europeos.”

Es difícil recopilar en un pequeño artículo toda la historia que debemos de conocer sobre las
Cruzadas más allá de los mitos que los “intelectualoides” difunden, sin embargo aquí creo pude
resumir lo más relevante para comenzar a tener una mejor noción de lo que las Cruzadas fueron,
pero no está de más que lean libros de expertos en el tema para comprender y explicar mejor este
evento histórico.

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