LA COMIDA RÁPIDA Y SUS EFECTOS EN LA SALUD

Tener tiempo para todo es un gran desafío hoy en día, por ello para cubrir diversas
necesidades tratamos de ser prácticos y rápidos en cada una de nuestras
actividades. Así mismo tomar desayuno, almorzar o cenar comida cacera se hace
muy tedioso y casi imposible, así que niños, jóvenes y adultos optan por la comida
rápida sin conocer los riesgos que trae su consumo. La comida rápida es también
conocida como “comida chatarra” se define como aquel alimento que presenta un
exceso de grasa y contenido bajo en nutrientes, se puede presentar de dos formas
aquella que es preparada y otra embazada siendo de fácil adquisición.
“Todo en exceso hace daño” el consumo excesivo de comida rápida ha generado el
sobrepeso y diversas afecciones como por ejemplo: la diabetes (debido a los
excesos de azúcar) y enfermedades cardiovasculares (debido a la elevada grasa
saturada).El grado de daño a nuestro cuerpo depende de la forma y tiempo en que
se consume la comida chatarra sea esporádica o continúa como por ejemplo los
bocaditos en un festival gastronómico o el hábito de comer en los distintos
momentos del día hamburguesas, pizzas, papas fritas, milanesas, tortas u otras
tantas opciones que tratamos de ver como alimentos necesarios, cuando solo
sacian el momento mas no proporcionan los nutrientes que necesitamos para
superar las actividades diarias.
Debemos conocer el contenido de estas comidas, muchas personas somos
atrapados por la apariencia, el olor, el sabor e incluso publicidad que tiene la comida
rápida sin conocer los procesos de su elaboración, lugar de origen y qué
ingredientes llevan en su contenido, por ejemplo en las golosinas como las galletas
y chocolates, son pocos los consumidores que se dan el tiempo de leer sobre los
ingredientes que lleva, información nutricional o lugar de elaboración que está
escrita de manera muy pequeña en diversos de estos productos.
Una versión positivista del consumo de comida rápida es que algunos afirman que
la comida rápida es rica en proteínas y por ende aporta energía y ayuda a
mantenernos despiertos en alguna actividad tediosa o cansada, por ejemplo ante
una noche de estudio podemos mantenernos despiertos con caramelos de limón o
con una Coca Cola, aunque esta versión tampoco implica que aporte un gran valor
nutritivo o ayude a la salud.
En conclusión podemos decir que la comida rápida ayuda a calmar de manera
momentánea la necesidad de comer, pero no aporta los nutrientes necesarios para
que los niños crezcan sanos ni ayuda a jóvenes y adultos a mantener una buena
alimentación, así que debemos corregir nuestros hábitos de alimentación recuerden
que “Somos lo que comemos”, como decía Ludwig Feuerback y el cuidado de
nuestra salud debe prevalecer ante cualquier responsabilidad o actividad diaria,
pues si nosotros no nos preocupamos de nuestra salud nadie lo hará.