ME LO CONTÓ

un pajarito
Especies nativas de Magallanes y su relación con la cultura

Gabriela Simonetti-Grez & Gregor Stipicic Escauriaza ME LO CONTÓ un pajarito 1

 Concepto
Gabriela Simonetti-Grez
Gregor Stipicic Escauriaza

Textos y edición
Gabriela Simonetti-Grez

Fotografías
©Gregor Stipicic Escauriaza

Corrección de pruebas
Hernán Ortiz González

Diseño gráfico
Marlene Zamora Toro

Se terminó de imprimir esta

PRIMERA EDICIÓN
en los talleres de La Prensa Austral IMPRESOS
Waldo Seguel 636, Punta Arenas, Chile,
en Marzo de 2018.

Registro de Propiedad Intelectual

N° A-288112

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida,

transmitida o almacenada sin permiso de los autores.
 ME LO CONTÓ
un pajarito
Especies nativas de Magallanes y su relación con la cultura

Gabriela Simonetti-Grez & Gregor Stipicic Escauriaza

 Índice

• Prólogo 8
• Biodiversidad, nuestro patrimonio cultural 10
• Una mirada a Magallanes 15
• Lo que cuentan las especies 19
• ¿Recuerdas los relatos? 76
• Para saber más 78


La cultura es el conjunto de las manifestaciones
en que se expresa la vida tradicional de los pueblos,
incluyendo sus modos de vida y costumbres, entre
las que se encuentran sus relatos y tradiciones
orales. Estos relatos forman parte de la identidad de
los pueblos, los que junto a su historia y geografía
otorgan un sentimiento de pertenencia a una
región. La biodiversidad–tanto las especies de
plantas y animales y los ecosistemas que estas
especies forman– también constituye parte de los
elementos característicos de una región e incide
positivamente en la calidad de vida de sus habitantes,
abarcando diferentes aspectos de su cultura e
identidad. A pesar de que hasta hoy las plantas y los
animales nos proveen alimentos, medicinas y son
fuente de inspiración artística, entre otros aportes,
estas contribuciones a nuestra cultura e identidad
usualmente pasan desapercibidas.
8 ME LO CONTÓ un pajarito
Prólogo
Las aves han sido siempre consideradas como
portadoras de noticias e información. “Me lo contó
un pajarito” es un libro que nos invita a (re) descubrir
una amplia gama de relatos culturales, donde la
fauna y flora nativa de Magallanes son protagonistas
y evidencian que han sido y son parte del acervo
cultural de la región. Estos relatos son un legado
para Chile y el mundo. Muchas de estas historias
provienen de los pueblos originarios de la región,
para quienes la biodiversidad era parte fundamental
de su diario vivir, otorgando desde la satisfacción de
sus necesidades básicas, como alimentos y medicinas,
a material para la construcción de herramientas, o
bien, eran utilizadas para predecir el tiempo, como
ocurre hasta la actualidad. Algunas especies han
sido fuente de inspiración para hacer esculturas o
poemas, aporte que se manifiesta en poetas como
Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Algunos relatos
nos presentan incluso explicaciones sobre el origen
mismo de la especies, como la historia selkman
sobre el origen de los delfines.
Asociación Kauyeken, organización destinada a
poner en valor, conservar e integrar el patrimonio
natural y cultural chileno en sus diferentes territorios
y expresiones materiales e inmateriales, ofrece
este libro con el objetivo de contribuir a difundir
la relación entre el patrimonio natural y cultural de
la región de Magallanes. Los numerosos relatos que
“nos cuenta un pajarito” en este libro contribuyen
a comprender que la naturaleza y la cultura son
un patrimonio más por el cual los magallánicos
pueden sentirse orgullosos.
Javier A. Simonetti y Audrey A. Grez
Universidad de Chile
Asociación Kauyeken
ME LO CONTÓ un pajarito 9
 Biodiversidad, nuestro patrimonio cultural
Desde los albores de la humanidad, la
biodiversidad –es decir, la variedad de especies
que habitan el planeta, incluyendo sus genes y los
ecosistemas que conforman– ha sido fuente de
desarrollo, bienestar e identidad para distintos tipos
de comunidades. Durante toda nuestra evolución, los
seres humanos hemos dependido de la diversidad
biológica tanto para satisfacer nuestras necesidades
materiales como espirituales, aprovechando la
multiplicidad de beneficios que el entorno natural
nos provee. Estos beneficios, conocidos comúnmente
como “servicios ecosistémicos”, comprenden los
bienes y servicios de los que la población depende,
como los servicios de provisión, es decir, el aporte
de especies en términos de medicamentos, alimento
y materias primas; de regulación, por ejemplo, el
control de las inundaciones, la polinización de
cultivos y el mantenimiento de la calidad del aire;
de soporte, que se refiere a las consecuencias de las
interacciones de muchas especies que colaboran en
la formación del suelo y el ciclado de los nutrientes;
y los servicios culturales, que incluyen, entre otros,
el valor espiritual, estético y educacional de especies
y ecosistemas. Los servicios culturales se refieren
entonces a los beneficios intangibles que como
10 ME LO CONTÓ un pajarito
individuos o sociedad recibimos de la biodiversidad.
Quizás por el hecho de ser intangible, muchas
veces el valor cultural de la biodiversidad es olvidado
o postergado por la sociedad al momento de tomar
decisiones, y eso ha conllevado a una disminución
progresiva del conocimiento que tenemos como
seres humanos sobre la relevancia que tienen
distintas especies para la construcción de nuestra
propia identidad y bienestar. Sin embargo, este
olvido puede ser superado con el pequeño gesto
de volver a mirar lo que nos rodea: la íntima
relación que ha existido desde siempre entre las
sociedades y la naturaleza, y que se expresa en
distintas dimensiones socio-culturales como las
cosmovisiones, las tradiciones, el lenguaje, las
manifestaciones artísticas, los mitos y leyendas, y
el sentido de pertenencia de comunidades tanto
rurales como urbanas, lo que ha generado relaciones
cotidianas, recíprocas y perdurables entre las distintas
especies y las personas, incluso cuando estas no
se detecten a primera vista.
Un repaso a la historia puede ayudarnos a
redescubrir esta íntima relación entre naturaleza
y cultura. Durante miles de años, una multiplicidad
de civilizaciones y grupos sociales alrededor del
mundo han basado sus creencias, tradiciones y
cosmovisiones en el patrimonio natural que les
rodea. El árbol es un ejemplo transversal de ello.
El libro “Legado de los árboles” de Fred Hageneder
nos ilustra al respecto. Ya en la Edad de Piedra el
Árbol de la Vida era considerado en las tradiciones
como el eje alrededor del cual giraba la rueda del
tiempo; luego, en Mesopotamia, el cedro (Cedrus
libani) fue considerado un árbol sagrado, que tenía
la capacidad de ejercer como oráculo y fuente
de profecías. En el Antiguo Egipto los sicomoros
(Ficus sycomorus) fueron adorados, pues se creía
que eran residencia de numerosas divinidades,
por lo que se les honraba haciéndoles ofrendas de
diversos frutos, y en el Antiguo Israel, al almendro
(Amygdalus communis) se lo concibió como un árbol
del paraíso y se le asoció a la Gran Diosa. Es más,
se dice que su nombre científico derivaría de la
palabra amygdala, que significaría “la gran madre”.
En la India, hasta el día de hoy se le rinde culto a
más de treinta especies de árboles y arbustos, y en
su tradición se cuentan creencias fundamentales
asociadas a estas formas de vida, como la del árbol
de la iluminación (el Sagrado Bo), donde Siddharta
Gautama habría encontrado el conocimiento
perfecto y se habría convertido en Buda. También
en algunas civilizaciones mesoamericanas el árbol
fue fuente de simbolismo y creencias. Por ejemplo,
el pueblo de Ocoyoacac creía que los árboles habían
sido hombres en el otro siglo, y que, por lo tanto,
tenían alma racional. Por ello, antes de cortarlos
para dar uso a su madera, los saludaban buscando
su aprobación.
Por último, la concepción del universo del pueblo
cashinahua (habitantes de la Amazonía de Perú y
Brasil) incluye entre sus ideas que el cielo no se cae
sobre la tierra porque hay un árbol que lo sostiene.
La presencia del árbol en diferentes culturas
y épocas alrededor del mundo como fuente de
creencias, ritos y cosmovisiones es un ejemplo de
cómo la interrelación de los seres humanos con
la biodiversidad ha sido parte fundamental de la
construcción cultural de cada civilización y grupo
humano. En ese sentido, la biodiversidad es un
patrimonio natural invaluable, ya que es forjador
fundamental del patrimonio cultural de una nación
y, por lo tanto, parte imprescindible de su identidad.
Es decir, la diversidad de especies presentes en
un territorio es un conducto a través del cual se
puede vincular a individuos y comunidades con su
historia, entender a distintas civilizaciones y rescatar
las huellas que permitan comprender cómo se ha
construido la identidad local y nacional de un país.
Esto es porque, si bien el patrimonio natural no ha
sido generado por la acción humana, la interacción
que ha existido, existe y existirá entre los seres
humanos y la naturaleza constituye en sí misma
la construcción de un relato cultural.
ME LO CONTÓ un pajarito 11
 Por su parte, el conocimiento local sobre la
biodiversidad es fundamental para el resguardo de
la naturaleza. El entendimiento de los saberes y
valoraciones locales sobre la biodiversidad puede
ser una herramienta de conservación y desarrollo,
12 ME LO CONTÓ un pajarito
en la medida en que sea incorporado en el diseño
de políticas y planes de conservación que apunten
a una gestión sustentable de los recursos naturales.
En resumen, a mayor conservación de la diversidad
biológica, mayor patrimonio cultural, y a mayor
conocimiento del patrimonio cultural asociado
a la biodiversidad, mayores posibilidades de
conservar esta última.
A nivel mundial, las relaciones del hombre con su
medio ambiente se han desarrollado en función de las
experiencias, aprendizajes y conocimientos que una
población ha construido a lo largo de generaciones,
y por los valores sociales y políticos que la sociedad
otorga a dichas relaciones, creando de ese modo una
dinámica de interacción propia a cada comunidad.
Es decir, si bien hay un sinnúmero de coincidencias
entre diferentes culturas y su relación con el entorno,
la perspectiva desde un contexto específico permite
reconocer que hay múltiples maneras de entender
las interacciones entre personas y biodiversidad y,
por lo tanto, múltiples valores y significados.
Chile es un ejemplo de ello. Quienes han habitado
su territorio, desde tiempos precolombinos hasta hoy,
han construido una larga tradición que entreteje
la biodiversidad con su cultura. Por ejemplo, las
cosmogonías de los pueblos originarios –es decir, los
mitos que explican la creación y representación de la
tierra– incluyen un sinnúmero de especies de fauna
nativa en sus relatos. La mitología puelche sobre la
creación del tiempo, tiene entre sus protagonistas
a una perdiz (Nothoprocta perdicaria). Según esta
historia, el día y la noche deben su duración a la
cantidad de plumaje de esta ave, siendo la cantidad
de plumas la duración de la noche y el resto de su
cuerpo el equivalente en horas del día. Los pueblos
originarios basaron su sistema de vida en el uso y
la interpretación simbólica de diferentes especies,
otorgándole sentido al ambiente natural. Sin embargo,
la relación entre biodiversidad e identidad local no
solo se remite a los pueblos originarios. Actualmente,
la flora y fauna nativa siguen siendo fuente de
inspiración para un sinnúmero de expresiones
culturales, tanto para los pueblos originarios como
para distintas comunidades locales. En la actualidad,
las aves son conocidas como portadoras de buenas
noticias, anunciadoras de desgracias, ayudantes de
faenas o agoreras del clima. Por ejemplo, el chucao
(Scelorchilus rubecula) puede anunciar con su canto
la felicidad o la desdicha dependiendo del lado en
que se le escuche cantar; en Chiloé se cree que el
canto del pitío (Colaptes pitius) cerca de los hogares
es anuncio de visitas, mientras que los campesinos
en la zona austral dicen que cuando los tordos
(Curaeus curaeus) bajan de los cerros hacia el mar,
significa que se avecina una nevazón. Por su parte,
el gaviotín sudamericano (Sterna hirundinacea) es
un indicador de presencia de peces, por lo que los
pescadores artesanales guían su búsqueda ayudados
por estas aves. El cóndor (Vultur gryphus) es el ave
que representa a Chile en su escudo nacional, quien
junto al huemul (Hippocamelus bisulcus) simbolizarían
la fuerza y la razón, respectivamente. Por último, hay
dichos que asocian comportamientos humanos a las
características de las aves. Por ejemplo, a quienes
temen de lo que les depara el futuro inmediato se
les dice que están “más achunchados que gallina
mirando al peuco” (Parabuteo unicinctus).
También la flora juega un rol fundamental en la
construcción de la identidad chilena. Una infinidad
de dichos hacen alusión a las características de su
biota. Por ejemplo, debido a que las flores del arrayán
aparecen más tarde que las de los otros árboles,
a los ingenuos y despistados se le dice “mata de
arrayán florido”. Es decir, a partir de la observación
del comportamiento de la naturaleza, han emergido
dichos para representar características humanas.
Grandes poetas chilenos también se han inspirado
en la flora nativa para escribir sus versos. Gabriela
Mistral le canta a la fucsia (Fuchsia magellanica) en
su poema “Doña Primavera” y Pablo Neruda le escribe
al ciprés de las Guaitecas (Pilgerodendron uviferum)
y a las calceolarias (un tipo de flores) en su libro
“Confieso que he vivido”, cerrando su poema con la
célebre frase “quien no conoce el bosque chileno,
no conoce este planeta”.
ME LO CONTÓ un pajarito 13
 Una cantidad incontable de lugares de Chile
deben su nombre a las especies que allí habitan (o
habitaron). Tal es el caso de la provincia y localidad
de Parinacota, vocablo que en aymara significa “lago
de parinas” (Phoenicoparrus andinus), y de Calama, que
según el sacerdote y crítico literario Emilio Vaisse, en
lengua kunza significaría “sitio donde abundan las
perdices”. Estos ejemplos son una pequeña muestra
de cómo la biodiversidad encarna también el valor
simbólico de las identidades culturales. La poesía,
la toponimia, la arquitectura, la comida, los dichos,
las leyendas y creencias, los bailes y los cantos, son
expresiones de cómo el ser humano, en su cohabitar
con la biodiversidad, se ha inspirado en ella para la
construcción permanente de su identidad.
Sin embargo, a pesar de la vasta relación que
los chilenos hemos tenido con la biodiversidad,
la creciente urbanización ha implicado que como
población conozcamos cada vez menos nuestro
patrimonio natural –lo que se conoce como la
extinción de la experiencia– y, por lo tanto, ignoremos
el origen de un sinnúmero de manifestaciones
culturales asociadas al mismo. En muchos casos,
14 ME LO CONTÓ un pajarito
las poblaciones urbanas tienen un conocimiento
más bajo sobre la biodiversidad de su región en
comparación con los habitantes de zonas rurales, y
las nuevas generaciones reconocen menos especies
nativas que los adultos. Es decir, estamos olvidando
progresivamente qué especies conviven con nosotros,
y con ello, el patrimonio cultural que representan.
En la medida que como sociedad desconocemos
el aporte que la biodiversidad representa para
nuestra identidad, ignoramos los motivos para
resguardarla. Esto es una amenaza tanto para la
biodiversidad en sí misma como para la identidad de
las comunidades que habitan este territorio, pues al
perder parte de nuestro patrimonio natural, perdemos
una parte de aquello que nos constituye. Por ello,
uno de los grandes desafíos que enfrentamos hoy
como sociedad para avanzar en la conservación de
nuestro patrimonio, es reconocer la íntima relación
de la biodiversidad con el bienestar y la calidad de
vida de todas las comunidades, distinguiendo el rol
central y profundo que la cultura juega en definir el
vínculo entre personas y naturaleza y, por lo tanto,
en nuestra identidad.

La Región de Magallanes y Antártica Chilena
cuenta con una rica tradición cultural, parte de la
cual se funda en la biodiversidad que la habita. Un
sinnúmero de relatos de los pueblos originarios
explican cómo nacieron muchos de los animales
que pueblan Magallanes. Se cuenta que aves como
el pájaro carpintero (Campephilus magellanicus),
el carancho (Caracara plancus) y el cormorán
(Phalacrocorax) fueron antes seres humanos, y que
la incapacidad de volar del ñandú (Rhea pennata)
Una mirada a Magallanes
o el apestoso olor del chingue (Conepatus chinga)
fueron otorgados por el héroe mítico aonikenk
Elal, por no haber cumplido con su tarea de
ayudarlo. Cuentan que los delfines nacieron de
una familia de humanos que huyó de Tierra del
Fuego nadando por los mares durante días. Uno
de ellos, llamado Kemanta, no sabía nadar, así que,
para lograr el cometido de avanzar, toda la familia
lo ayudó a surcar los mares levantándolo sobre el
agua. Cuando llegaron al lugar de destino estaban
tan felices por haber sobrevivido que siguieron
nadando hasta convertirse en delfines. Por eso,
cuando se ve saltar a un grupo de delfines en la
superficie del mar, se dice que se está viendo a la
familia de Kemanta surcar los mares.
Por otra parte, algunas aves son indicadores del
clima. El conocimiento local indica que cuando se
ve un grupo de flamencos (Phoenicopterus chilensis)
en los mares sería señal de que es un invierno frío
y las lagunas se están congelando.
ME LO CONTÓ un pajarito 15
 La flora no se queda a atrás. A la fecha, se
conocen decenas de especies de flora nativa que
cuentan con un valor cultural asociado, ya sea por
un uso directo como el medicinal, el comestible,
la confección de artesanías y carpintería, o por sus
valores simbólicos e intangibles. Por ejemplo, hierbas
como el junquillo (Marsippospermum grandiflorum)
son utilizadas por pueblos originarios para la
confección de canastos y cestas. Una multiplicidad
de arbustos son empleados por sus propiedades
medicinales para combatir distintas afecciones.
Por ejemplo, las hojas y flores de la fuscia (Fuchsia
magellanica) se utilizan para tratar inflamaciones
y trastornos digestivos, y el aceite de paramela
(Adesmia boronioides) se usa para calmar dolores
musculares y articulares.
Por su parte, el origen del color de las hojas de
los árboles como la lenga (Nothofagus pumilio) y el
ñirre (Nothofagus antarctica) y la génesis de arbustos
como la zarzaparrilla (Ribes magellanicum) han sido
fuente de inspiración para antiguas leyendas de
la región. En Magallanes se dice que “quien come
[el fruto del] calafate ha de volver”. Un refrán
16 ME LO CONTÓ un pajarito
sumamente arraigado en la tradición popular, que
incluso es cantado en el Himno de Punta Arenas. Lo
particular de este dicho es que se basa en la historia
que cuenta que la hija de un jefe aonikenk, llamada
Calafate, se enamoró de un joven selknam. Como su
amor no era aceptado por sus familias, decidieron
separarlos, y con un hechizo convirtieron a la joven
en un arbusto con flores amarillas y frutos color
púrpura, que son el corazón de la joven aonikenk.
Es por ello que se cree que quien come calafate
(Berberis microphylla) cae en un embrujo de amor, tal
como el joven selknam, y aunque vivan en lugares
lejanos, son atraídos nuevamente a Magallanes.
Niños y adultos de Tierra del Fuego son capaces
de identificar distintos usos de la flora nativa, entre
los cuales destacan el alimenticio, el medicinal y
el químico, pero conocen mucho menos su valor
simbólico y artesanal. De hecho, el valor simbólico
asociado a tradiciones, creencias e inspiraciones
artísticas, entre otros, en general no es reconocido
formalmente en las publicaciones de flora nativa.
Al hacer una revisión bibliográfica sobre el valor
cultural de las plantas de Magallanes, podemos
encontrar alrededor de cuarenta especies nativas
que tienen registro de su valor cultural, ya sea como
base de creencias o usos. Sin embargo, la mayoría de
los valores culturales registrados –casi un 100% de
ellos– corresponde a un uso directo dado a la flora,
fundamentalmente alimenticio (45%), medicinal
(42,5%) y confección de artesanías o herramientas
(37,5%). Un valor muy distante de los registros sobre
toponimias, dichos o valor espiritual. Esto implica
que los valores simbólicos o intangibles aún están
subestimados.
A pesar de la estrecha relación entre la naturaleza
de Magallanes y su cultura, en la región no estamos
exentos de la amenaza de la extinción de la
experiencia. Gradualmente estamos olvidando cuál
es la biodiversidad que nos rodea, y por lo tanto su
significado. Para reducir la extinción de la experiencia,
reconocer y valorar la biodiversidad como parte
de nuestra cultura, con este libro los invitamos a
acercarse a la naturaleza desde otro prisma, que
vincula directamente nuestra forma de vida y la
de nuestros antepasados al patrimonio ambiental
que nos rodea.
 LO QUE CUENTAN
las especies
¿Qué historias esconde la biodiversidad que nos rodea?
Las aves son mundialmente conocidas por ser portadoras de noticias.
En las siguientes páginas encontrarán algunos de los relatos que nos contó un pajarito
sobre la íntima relación que existe entre la naturaleza
y nuestra cultura en Magallanes. ¡Bienvenidos a descubrirlos!

El calafate –un arbusto de pequeñas flores
amarillas, múltiples espinas y frutos de un
intenso color morado– es una especie icónica
en Magallanes. Ha sido fuente de inspiración de
leyendas, dichos y canciones, y muy apreciada por
usos medicinales, comestibles y artesanía.
20 ME LO CONTÓ un pajarito
CALAFATE
Berberis microphylla
Una de las leyendas del calafate cuenta que
durante un viaje invernal de un clan aonikenk,
una anciana curandera no pudo seguir el ritmo
del grupo. Cansada, decidió reposar bajo un toldo.
Luego de muchos días llegó la primavera, y con
ella una diversidad de pequeñas aves. La anciana
les preguntó por qué la habían abandonado y
las aves respondieron que en otoño e invierno
tenían que viajar a otros lugares en búsqueda de
alimento. La anciana –que se había sentido muy
sola– replicó que desde ahora tendrían comida
todo el año y así podrían acompañarla. Cuando
comenzó a soplar el viento, el toldo voló y en su
interior ya no estaba la curandera, sino un arbusto
cargado de frutos. Desde ese momento esas aves
no abandonaron nunca más la región porque ya
tenían con qué alimentarse.
Otra historia sobre el calafate es un cuento
de amor. Dicen que hace muchos años un jefe
aonikenk tenía una hija llamada Calafate. La joven
se enamoró de un selknam, tribu con la cual se
encontraban en conflicto, por lo que su amor no
fue aceptado por sus familias. Los enamorados
debían verse a escondidas para sostener su
relación, hasta que un día decidieron fugarse.
Pero la pareja fue descubierta y denunciada. El
padre de la joven llamó al chamán de la tribu
y le ordenó separarlos con un hechizo. Así, el
chamán convirtió a la joven en un arbusto lleno
de espinas para que el joven no pudiera tocarla.
Sin embargo, el hechicero decidió conservar con
flores amarillas el fulgor de los ojos de Calafate y
en sus frutos color púrpura la esencia del corazón
de la bella aonikenk. Algunos dicen que su amor
era tan fuerte que el joven nunca se separó de
esta planta y murió a su lado. Otros cuentan que
el enamorado la buscó por todo Magallanes,
pero que nunca la encontró, por lo que murió de
pena. Es por esta leyenda que se cree que todos
aquellos que comen el fruto del calafate caen bajo
su hechizo –igual que el joven selknam– y están
destinados a permanecer o regresar a Magallanes,
pues quedan embrujados por su encanto. Dicen
también que si la persona que come el fruto es
extranjera y anda sola, se casará y se quedará en
Patagonia para siempre.
La historia de amor que cuenta la leyenda del
calafate es la base del popular dicho regional “el
que come calafate ha de volver”, ya que significaría
que quien prueba este fruto se enamora del lugar
donde lo probó y no querrá separarse de él. Tan
importante para la identidad regional es este dicho
que es cantado en el himno a la ciudad de Punta
Arenas, compuesto por José Bohr a comienzos del
siglo XX. También se cree que el calafate puede
presagiar el clima: en la Patagonia se dice que
cuando el calafate florece excesivamente es
anuncio de un mal invierno.
Además de las leyendas y dichos que trae
consigo el calafate, este arbusto tiene múltiples
usos asociados a la cultura magallánica. Sus
frutos –que tienen un gran poder antioxidante–
son comestibles. Pueden consumirse frescos
o utilizarse para hacer licores, jaleas, helados,
mermeladas, refrescos, jarabes y otras delicias. En
la antigüedad se preparaba una chicha a partir
de la fermentación de las bayas. Sus espinas
fueron usadas para sacar verrugas, su corteza
para teñir de amarillo y su madera para leña y la
realización de pequeñas herramientas. Antaño,
los selknam lo utilizaron para fabricar arcos y
los aonikenk usaron la raspadura amarilla bajo
la corteza del calafate como tabaco para entrar
en trance. Como si eso fuera poco, el calafate
también tiene propiedades medicinales. Se dice
que es un antipirético, que puede ayudar en el
tratamiento de lesiones cardíacas y tumores y que
tiene propiedades antibacteriales y antivirales.
ME LO CONTÓ un pajarito 21

Desde la antigüedad, esta pequeña y movediza
ave se ha asociado con la primavera a causa de
su comportamiento migratorio. En Chile, el refrán
universal “una golondrina no hace verano (ni un
dedo toda la mano)” se emplea para indicar que
la excepción no hace la regla. También se usa la
22 ME LO CONTÓ un pajarito
GOLONDRINA CHILENA
Tachycineta meyeni
expresión “golondrina loca es el hombre inquieto”,
para describir a las personas que son erráticas e
hiperkinéticas. También hay creencias asociadas
a las golondrinas. Algunos piensan que cuando
una golondrina anida en una casa es indicio de
buena fortuna.
El poeta chileno Juvencio Valle describe su
inquieto vuelo asimilándolo al de un volantín,
y las representa como aves “libres, inestables y
peregrinas”. Por su parte, Neruda las considera
mensajeras de la primavera en su poema
“Golondrina”.
 GAVIOTÍN SUDAMERICANO
Sterna hirundinacea

El gaviotín sudamericano es un indicador de

presencia de peces, por lo que los pescadores
artesanales guían su búsqueda ayudados por estas
aves. El nombre científico del gaviotín significa
“similar a una golondrina”, seguramente debido a
que sus alas y cola aguzadas lo asemejan a esta ave.

Cuentan que antiguamente el flamenco no
tenía los bellos colores que hoy lo caracterizan,
sino que su cuerpo era blanco, con unas pocas
plumas negras en el extremo de sus alas. Dicen los
aonikenk que en esos años hubo una reunión en
la que muchos animales se juntaron para decidir
cómo ayudar a Elal, un héroe mítico que estaba
amenazado por los gigantes. El flamenco ofreció su
24 ME LO CONTÓ un pajarito
FLAMENCO CHILENO
Phoenicopterus chilensis
ayuda incondicional y Elal, en agradecimiento a su
buena voluntad, lo premió con los colores que en
ese momento había en el cielo: los tonos rosa del
amanecer. Gracias a su generosidad, el flamenco
se convirtió en una de las aves más hermosas y
llamativas de la tierra. Los colores del flamenco
inspiraron el poema que Pablo Neruda le dedicó
en su libro “Arte de Pájaros”, donde llama a esta
ave “ángel rosado” y relaciona su presencia con
la dulzura.
En Magallanes, el conocimiento local asociado
al flamenco dice que cuando se le ve en los
mares es porque se avecina un invierno muy frío.
La afirmación nace de la observación del clima:
cuando las lagunas comienzan a congelarse, las
aves buscarían otras aguas donde permanecer.
 CHINGUE
Conepatus chinga

Cuentan que el chingue también estuvo presente

en la reunión que sostuvieron los animales del sur
para salvar a Elal. La reunión fue dirigida por el
tuco-tuco, el encargado de cuidar a este niño para
evitar que fuera atacado por los gigantes. El tuco-tuco
eligió al chingue como mensajero, encomendándole
la importante misión de informar al caiquén sobre
los detalles del plan que habían ideado. El chingue
debía caminar escondido entre las matas, de modo de
pasar desapercibido. Emocionado por la importante
tarea, el chingue comenzó a caminar como si estuviese
muy distraído, pero su felicidad fue más grande que
su discreción, por lo que fue descubierto por uno de
los gigantes. Durante el interrogatorio del gigante,
el chingue sintió mucho miedo y confesó todo su
plan. Mientras relataba los detalles, una lechuza pasó
volando y escuchó la declaración. Rápidamente el
ave pudo dar aviso a los otros animales, quienes se
indignaron por la debilidad del chingue. Pero Elal
comprendió que era un animal indefenso y decidió
dotarlo con la capacidad de producir un líquido
pestilente para que tuviese un arma con la cual
ahuyentar a sus enemigos. Desde ese momento,
cuando el chingue ve a un hombre se llena de
valentía y lo enfrenta como si fuera un gigante:
primero golpea sus manitos en el suelo, invitando
al hombre a retirarse, y si no lo hace, le descarga
una fumigada con un olor insoportable.

ME LO CONTÓ un pajarito 25

La historia cuenta que antiguamente el ñandú
volaba como la mayoría de las aves. Un día fue
convocado a la reunión de los animales para salvar
a Elal, ya que su gran tamaño sería útil para cargarlo
hasta su nuevo hogar. Para evitar ser descubierto, el
ñandú decidió ir caminando hasta la cita. Fue una
mala idea, pues llegó tarde. Dicen que Elal –muy
enojado por el poco compromiso del ñandú– decidió
condenarlo a no poder volar nunca más, pero le
mantuvo sus alas para que recordara su error. Desde
entonces el ñandú solo puede correr, y se le puede
26 ME LO CONTÓ un pajarito
ÑANDÚ
Rhea pennata
ver agitando sus alas en un intento por recuperar el
vuelo. Con el tiempo, de tanto correr el ñandú logró
incrementar la fuerza de sus piernas y ahora avanza
por los campos a gran velocidad. También se piensa
que es el macho el que empolla los huevos porque
hace muchísimo tiempo, durante un crudo invierno,
los pumas atacaron un refugio de ñandús. Entre los
heridos estaban el jefe del grupo, llamado Mingo
y su pareja. Ella le pidió a Mingo que cuidara de
sus hijos. Mingo, malherido, enterró algunos de los
huevos en la tierra y se recostó sobre otros. De esa
manera el jefe de grupo salvó a la especie, y desde
ese momento los machos son los encargados de
empollar los huevos.
El ñandú también es parte del cancionero
patagónico. La canción “El avestruz”, de Enrique
“chilote” Campos, se inspiró en esta ave, y entre sus
frases destaca: “con un huevo de avestruz, comen
todos los patrones, y todavía les queda pa´ convidarle
a sus piones”. Además el clásico Festival Folclórico
de la Patagonia tiene como galardón oficial la figura
del ñandú.
 CHINCOL
Zonotrichia capensis
El chincol es una pequeña y movediza ave.
Dicen que su forma de desplazarse nace de la orden
que recibió durante la reunión que sostuvieron los
animales para salvar a Elal, el héroe aonikenk. Al
chincol se le indicó que recorriera el territorio sin
volar grandes distancias, si no que saltara de mata
en mata, como los saltitos que sigue dando hasta
el día de hoy. El chincol también tiene un trino
muy característico que acompaña las mañanas de
primavera y principios del verano. Este canto inspiró
un bello poema de Pablo Neruda, donde describe
su canto como preciso e íntimo, compara su sonido
con el de un “violín fragante” y llama al chincol un
“músico mínimo (…) tenor de la frescura”. Dicen que
al cantar está preguntando “¿Han visto a mi tío
Agustín?”. Cuenta la historia que durante un partido
de chueca en el que participaban distintas aves, se
desencadenó una pelea. Uno de los pájaros quedó
herido, así que el chincol decidió ir a buscar a su
tío Agustín, el médico de la familia. Aún no logra
encontrarlo, por eso lo sigue llamando mientras
salta entre cerros y llanuras.
Actualmente hay una serie de dichos populares que
hacen mención esta ave. Uno de ellos dice “chincolito
el cuándo enamora, agacha la cabeza y para la cola”,
haciendo referencia a quienes actúan impulsados por
sus sentimientos, abandonando la razón.
Los selknam llamaron Ceip al chincol. Cuentan
que el origen de la mancha blanca que lleva en
su garganta y del montón de plumas de su cabeza
se originó en una fuerte pelea que sostuvo con la
loica cuando aún eran humanos. Algunos afirman
que en esa época el chincol era pequeño, de brazos
fuertes y voz elevada, y que la loica era un hombre
alto, de piernas muy largas y voz grave. Relatan que
ambos llegaron hasta Tierra del Fuego y decidieron
ayudarse mutuamente para establecerse con más
facilidad en esas complejas tierras australes. Con
el paso de los días se forjó entre ellos una honesta
amistad que fue quebrantada cuando vieron
aparecer a una bella mujer, de la que ambos se
enamoraron. Una tarde, la mujer desapareció y los
hombres comenzaron a culparse mutuamente por
haberla ahuyentado. Dicen que la loica tomó al
chincol por la garganta y el cabello, por eso esta
ave tiene blanco el cuello y las plumas un poco
más elevadas en la cabeza. Pero Ceip también se
defendió y, como era más pequeño que la loica, le
clavó su aguzada nariz en el pecho, por lo que la
loica sangró y quedó con una mancha roja. Cuando
apareció nuevamente la mujer, en su enojo por
la burda pelea convirtió a los dos hombres en
pequeños pájaros, que muestran en su plumaje
todas las señales de su pelea.
ME LO CONTÓ un pajarito 27
 LOICA
Sturnella loyca
La loica es reconocida por el vivo color rojo
que tiñe el pecho de los machos. Hay muchos
relatos que explican el origen de esta coloración.
La historia selknam cuenta que en una pelea que
la loica sostuvo con el chincol cuando aún eran
humanos, este último hirió su pecho dejando una
marca roja por la sangre. Dicen que por eso en su
canto la loica pregunta “¿Con cuchillo fue?, ¿con
cuchillo fue?”. Otras historias cuentan que su pecho
rojo nace cuando la loica se apiadó de un cazador
que disfrutaba de cazar pájaros. Una tarde este
hombre se hirió con su propia escopeta y la loica
decidió ayudarlo. El ave buscó agua para echarle
en la boca y mientras lo hacía se manchó con la
sangre del cazador. Dicen que una vez salvado el
hombre, un santo bajó a la tierra y le indicó a la
loica que, para recordar la buena acción que había
hecho, llevaría su pecho color escarlata como un
galardón. Otros dicen que ese escudo colorado
nace del valiente trabajo que hizo al distraer a
28 ME LO CONTÓ un pajarito
los gigantes que pretendían atacar al héroe Elal.
La loica tenía como tarea distraerlos con su canto
y aunque el gigante la amedrentó para callarla y
así poder escuchar qué tramaban los animales, la
valiente ave no solo desoyó estas órdenes, sino
que cantó cada vez más fuerte. El gigante, enojado,
hirió el pecho de la loica con una astilla, pero la
reunión secreta ya había terminado y la misión de
la loica ya estaba cumplida. En recompensa por su
osada acción, Elal le permitió tener para siempre
su pecho rojo como condecoración.
El vivo color rojo de la loica no solo es fuente de
entretenidos relatos, también ha inspirado poemas
y adivinanzas. El poeta Pablo Neruda escribió unos
versos que preguntan por su “corazón ensangrentado”,
destacando que su pecho brilla sin prisa y sin miedo
frente a los hombres. La adivinanza sobre esta
ave dice: “Una dama muy aguda/ que en el hablar
corta un pelo/ con vestido colorado/ y un delantal
revuelo./ ¿Quién es?”.

En muchas sociedades el cisne representa la
pureza y se muestra como antagonista del águila y
las culebras, quienes representarían el mal. Para los
kawésqar, el origen de esta estilizada ave se remonta
a un antepasado canoero que debido al viento y a una
fuerte lluvia naufragó. Sin embargo, él y su grupo no
CISNE DE CUELLO NEGRO
Cygnus melancoryphus
murieron, sino que transmutaron en cisnes de cuello
negro. La historia aonikenk sobre cómo los animales
salvaron al héroe Elal, cuenta que fue el cisne el elegido
para llevar a este niño en sus alas hasta las tierras
del sur, donde estaría a salvo. A él se debe que este
héroe haya sobrevivido a la amenaza de los gigantes.
La peculiaridad de su forma y sus colores hicieron
que el célebre escritor Pablo Neruda le dedicara
dos breves pero precisas frases en su poema “Cisne”,
donde compara su cuerpo con una nieve que flota
sobre las aguas, y su cuello con un largo signo de
interrogación.
ME LO CONTÓ un pajarito 29
 DIUCÓN
Xolmis pyrope
El diucón es un pájaro gris, conocido también
como “el ave de los ojos de fuego”, por el tinte rojizo
de sus ojos. Algunos dicen que es un enviado de
los brujos, pues se le puede ver a menudo cerca
de las ventanas de los hogares, como si estuviese
espiando a sus moradores. De hecho su nombre
mítico es “el Mandao”, que hace referencia a que
sigue las órdenes de los hechiceros. Otra creencia
dice que si el diucón aparece picoteando las
ventanas y cantando significa que muy pronto la
joven que habita allí contraerá matrimonio. Para
los yaganes, el diucón es un chamán que debe ser
tratado con respeto, ya que de ser atacado puede
usar su gran poder para hacer que sobrevengan
grandes tormentas.
Se dice que antaño el diucón no tenía sus
característicos ojos rojos. Esta ave de plumaje
gris vivía sola en lo profundo de los bosques de
la Patagonia. Cuentan que un invierno el diucón
escuchó una voz que lo llamaba. Era una flor roja
escondida bajo la nieve. La flor le pidió ayuda para
poder derretir el hielo con su calor y así darle belleza
al arroyo donde se asentaba. El diucón sacó uno a
uno los cristales de hielo, hasta que la flor recibió
todos los rayos del sol y con ese calor despertó a
las otras flores que pendían de la misma rama. En
agradecimiento, las flores le regalaron un destello
rojo para adornar sus ojos.

30 ME LO CONTÓ un pajarito
 CANELO
Drimys winteri
El canelo fue denominado así por los españoles
debido a la semejanza de su corteza con el árbol
que tenía ese nombre en España. El canelo tiene un
sinnúmero de características que son rescatadas en
diferentes usos. Por ejemplo, puede ser empleado
en la cocina como condimento, ya que sus semillas
–luego de secarlas y molerlas– dan un agradable
sabor parecido a la pimienta. En medicina popular se
utiliza su corteza para tratar afecciones estomacales,
combatir la fiebre, limpiar heridas y hacer baños
antirreumáticos. Dicen que beber la infusión de
una hoja por taza de agua sirve para quitar la tos.
Por sus propiedades medicinales, fue utilizada por
los primeros navegantes que llegaron a Patagonia
para combatir el escorbuto. Estas propiedades son
conocidas desde hace años, de hecho los selknam
empleaban su corteza para combatir la caspa y el
escorbuto, mientras que los yaganes la usaban como
condimento. Asimismo, los primeros habitantes de
lo que hoy conocemos como Magallanes ocuparon
su madera para elaborar arpones de pesca y lanzas,
y para alinear y proteger sus canoas.
En Magallanes los kawésqar cuentan la
historia “El hijo del Canelo”. Se dice que antaño,
bordeando los mares, vivían criaturas monstruosas
que atacaban y devoraban a los hombres. Pulpos,
huairavos y caranchos gigantes merodeaban los
senos aterrorizando a los habitantes del lugar. Una
noche, después de un brutal ataque a un grupo
de cazadores kawésqar, se escuchó el llanto de
un niño. Allí, a los pies de un gran canelo yacía
un bebé: el hijo del canelo. Dicen que ese árbol
existe y que en su base hay una abertura, que se
cree es la cuna del hijo del canelo. Se cuenta que
el niño creció muy rápido y que a los pocos días
ya era todo un hombre. Con el objetivo de que las
nuevas generaciones pudieran navegar sin peligro,
el hijo del canelo exterminó a todos los monstruos
del lugar.
En Magallanes también se cuenta que una bella
joven selknam, bautizada “Drymis Winteri” –en
honor al nombre científico del canelo–, vivió en
Tierra del Fuego. Se dice que su cabellera era de
un brillante blanco desde que tenía solo trece años,
que medía un metro ochenta y que podía hablar
cuatro lenguas europeas y cuatro lenguas indias.
Los rumores dicen que vivía desnuda, era chamán,
caminaba sobre el fuego, trepaba las cascadas,
imitaba el lenguaje de los delfines, podía aparecer
y desaparecer y tenía una particular concepción
del universo. Los misioneros la habrían bautizado
“Drymis Winteri” por ser el nombre de la magnolia
salvaje de Tierra del Fuego: el canelo.
La historia de Drymis y las características
del canelo fueron la fuente de inspiración para
la creación de la superheroína de cómic chileno
llamada “Drymis Katarzyna Winteri Mroczek”, creada
por Sergio Alejandro Amira. Esta heroína de cabello
blanco tiene el superpoder de aumentar de tamaño
hasta alcanzar la altura de un árbol y más.
ME LO CONTÓ un pajarito 31
 HUAIRAVO
Nycticorax nycticorax

El huairavo es conocido como la garza bruja y

se asocia con los hechiceros, probablemente por
su actividad preferentemente nocturna y por su
particular graznido. Cuentan los kawésqar que antes
de que llegara el hijo del canelo –un valiente joven
que permitió que los mares estuvieran libres de
feroces criaturas– merodeaban las aguas terribles
especímenes que atacaban y devoraban a los
hombres. Uno de ellos era un gigantesco huiravo,
que tenía un largo pico y atacaba a sus presas
picoteándolas para luego echar a volar con ellas.

Alguna vez la ballena fue un animal terrestre.
Cuenta la historia aonikenk que era enorme,
pero que sus cuatro patitas eran muy pequeñas,
lo que le hacía muy difícil caminar. Por ello, la
ballena pasaba la mayor parte del día durmiendo
y bostezando profundamente. El problema era que
al bostezar inspiraba tan fuerte que se tragaba
todo lo que había a su alrededor: árboles, personas
y animales quedaban atrapados dentro de la
ballena. Cuando los hombres se dieron cuenta
le pidieron ayuda a Elal, un héroe que siempre
BALLENA JOROBADA
Megaptera novaeangliae
los cuidaba. Elal salvó a todos quienes estaban
atrapados y con su poder hizo que la ballena
fuera hasta el mar y sus patas se convirtieran
en aletas. Así habría comenzado la vida de las
ballenas en el mar.
Otro relato cuenta que en una de las lagunas de
Tierra del Fuego existe una ballena atrapada que
ningún chamán ha querido dañar. Dicen que el gran
chamán Onkolxón mató con su mirada a todas las
ballenas que habitaban las lagunas de ese sector,
pero no lastimó a aquella, pues temía que con su
poder pudiera partir la tierra, formar un gran río y
escapar al mar.
Antiguamente una ballena varada proveía a los
kawésqar, a los yámana o los selknam alimento para
varios meses y para muchas familias. Su varamiento era
la ocasión perfecta para realizar rituales. Los selknam
celebraban la ceremonia del Hain o de iniciación,
y los yámana llevaban a cabo el Ciexaus. Además
los yámana jugaban a imitar el comportamiento de
las ballenas. Doce hombres se sentaban en fila y se
arrastraban y mecían avanzando en dirección al mar.
ME LO CONTÓ un pajarito 33
 COSTILLA DE VACA
Blechnum magellanicum
Este llamativo helecho tiene valor medicinal,
ya que la infusión de sus hojas se usa para aliviar
los dolores de cabeza.

34 ME LO CONTÓ un pajarito

Hay quienes piensan que el jilguero es un
agorero. Dicen que si se lo ve tomando un baño
en invierno es señal de que vendrán lluvias o
tempestades. También dicen que si le canta a una
JILGUERO
Spinus barbata
pareja de enamorados les está advirtiendo que
uno de ellos está siendo engañado. Por último,
dicen que si se escucha su canto al andar es
señal de buen viaje. El pequeño tamaño del
jilguero, su vívida coloración amarilla y su
melódico trino, le hicieron ganarse un espacio
entre los poemas de Pablo Neruda dedicados
a las aves de Chile.

ME LO CONTÓ un pajarito 35

ABEJORRO NATIVO Y FUCSIA
Bombus dahlbomii y Fuchsia magellanica
La fucscia, también conocida como chilco, llama la
atención a todo quien pasa a su lado. Sus bellas flores
suelen ser llamadas bailarinas, ya que su delicada
forma se asemeja a la de una bailarina de ballet. Por
esa característica, el poeta Juan Mancilla le dedica
el poema “La danza de los chilcos”. Los frutos de la
fucsia son comestibles y se pueden disfrutar frescos,
secos o en almíbar como mermelada. Los hongos que
crecen en el tallo del chilco también son comestibles:
en algunas partes se conocen como los “milcaos del
monte”. Por su parte, las hojas y flores del chilco
tienen propiedades medicinales y pueden ser usadas
para tratar inflamaciones y trastornos digestivos. Su
raíz se utiliza en infusión para tratar los trastornos
hepáticos. La fucsia también se utiliza en la medicina
popular para tratar afecciones del ciclo menstrual y
para regular las menstruaciones irregulares, escasas
o dolorosas. Tal es la belleza de su flor, que Gabriela
Mistral, una de las figuras más relevantes de la poesía
chilena, le dedicó a la fucsia unos versos en su poema
“Doña Primavera”, donde destaca su alegre color rojizo.
El abejorro nativo es uno de los polinizadores del
chilco. Este anaranjado insecto es la abeja más grande
y austral del mundo. Es un polinizador indispensable
para la flora nativa de Chile y para ecosistemas agrícolas.
Además pueden polinizar diferentes variedades de
hortalizas y frutas, como el tomate, el pimiento, el
arándano y la frutilla, así como a curcubitáceas como
el pepino, el zapallo italiano y el melón. Este gran
volador colorado ha dado nombre a un sector de
Magallanes, conocido como “Islotes Abejorros”. Cuentan
que su nombre se debe a que en ese lugar volaban en
abundancia abejorros gigantes. En lengua kawésqar
el abejorro es denominado kimáwes.
 CALAFATE ENANO
Berberis empetrifolia

Los pequeños frutos del calafate enano son

comestibles y tan deliciosos como los del arbusto
de su género, el calafate. Además, sus tallos y raíces
tienen propiedades medicinales gracias a su efecto
antibacteriano, antifúngico, tónico, diaforético, contra
la fiebre, y a que puede detener hemorragias.

ME LO CONTÓ un pajarito 37
 PILPILÉN AUSTRAL
Haematopus leucopodus

Esta conspicua ave de largo pico rojo, ojos

amarillos y cuerpo negro con blanco, se conoce
también como huasito y fil-fil (como onomatopeya
de su canto). Los huevos del pilpilén austral, de color
oliva con pequeñas manchas más oscuras, son parte
del poema de Pablo Neruda “Piedras para María”.
 CIPRÉS DE LAS GUAITECAS
Pilgerodendron uviferum

El ciprés de las Guaitecas ha sido muy explotado

por la calidad de su madera, que es prácticamente
imputrescible. De hecho, una propaganda radial
afirmaba que sus estacas “no se apolillan ni se
pudren y duran cien años”.

LEÑADURA
Maytenus magellanica

Antaño los pueblos yagán y selknam utilizaron

la madera de la leñadura para fabricar flechas, arcos,
arpones y mangos. Luego fue usada como leña en
los hogares de la Patagonia, especialmente en Tierra
del Fuego. En la actualidad se usa principalmente
para la confección de mangos para herramientas,
además de dar nombre a “Leñadura”, una zona del
sur de la ciudad de Punta Arenas que debe su título
a la presencia de esta planta.

ME LO CONTÓ un pajarito 39

Los kawésqar cuentan que el Martín pescador gustaba
de engañar a los patos quetru.Fingiendo tener un ala rota,
lloraba para generar la empatía de los patos.Estos últimos
se acercaban para ir en su ayuda y en ese momento el
Martín los atacaba. Pero un día uno de los viejos quetru
40 ME LO CONTÓ un pajarito
MARTÍN PESCADOR
Megaceryle torquata
se dio cuenta del engaño y mató al Martín en venganza.
Tal como dice su nombre, el Martín es un ave
pescadora, que espera tranquilamente mirando las
aguas para luego sumergirse y sacar su alimento.
Se le puede ver posado sobre puentes, ramas de
árboles, al borde de ríos, lagos y bahías acechando
a sus presas. Sobre este comportamiento escribe
Neruda en su poema “Martín pescador”, donde cuenta
cómo esta ave pasa de la pobreza a la riqueza luego
de zambullirse en las aguas y obtener su alimento.
 ROMERILLO
Chiliotrichum diffusum
Los selknam utilizaban sus ramas para realizar
tatuajes y sus flores para aclarar la vista. También
se dice que puede ayudar a mejorar la memoria,
tratar dolores de cabeza, calambres y várices y que
sus flores tienen propiedades antiinflamatorias y
antinociceptivas.

ME LO CONTÓ un pajarito 41

El queltehue, una de las aves más comunes
del territorio chileno, se asocia a rituales de amor.
Por ejemplo, dicen que si alguien quiere que una
persona se enamore de él o ella, debe rasguñarlo
con el espolón de las alas de un queltehue. Su
elegante plumaje, de colores negros, grises y tintes
tornasolados inspiró el poema de Pablo Neruda que
señala que estaría vestido de terciopelo y lo compara
42 ME LO CONTÓ un pajarito
QUELTEHUE
Vanellus chilensis
con las nieves blancas y negras. Su apariencia y su
andar también son parte del texto “Pajarería Chilena”
de Juvencio Valle, que indica que el queltehue anda
día y noche vestido de gala, y que en la soledad
demuestra con su postura el alto rango que tiene
entre las aves. También cuenta que al reunirse en
grandes bandadas, esta ave pierde su elegancia y
se vuelve banal y dicharachera. Un acertijo sobre el
queltehue versa “Buey overo, buey manchado, qué
de habiloso, anda agachado”. Adivinanza que grafica
la astucia del ave, que suele avanzar inclinada al
alejarse de su nido para despistar a los enemigos.
Además, el queltehue es aliado de los
agricultores. Debido a que se alimentan de insectos
y otros invertebrados, es un controlador natural
de plagas.
 LENGA
Nothofagus pumilio

La madera de la lenga se utiliza para fabricar

muebles, revestir muros y confeccionar puertas y
ventanas. Los pueblos yagán y selknam consumían
su savia y raspaduras en primavera. Estos últimos
también la utilizaban para elaborar antorchas.
La lenga, al igual que el ñirre, es un árbol
caducifolio. Durante el otoño, justo antes de que
caigan sus hojas, estas se tornan de vivos colores
cafés, anaranjados y rojizos. La leyenda selknam
“Kamshout y el otoño”—que tiene como protagonistas
a lenga, el ñirre y la cachaña—, se refiere al origen
de este proceso.

ME LO CONTÓ un pajarito 43
 Cuentan que en Tierra del Fuego hubo un
CACHAÑA tiempo en que las hojas del bosque eran verdes
durante todo el año. En esa misma época, un joven
Enicognathus ferrugineus
selknam llamado Kamshout debía cumplir con sus
ritos de iniciación, por lo que emprendió un largo
viaje hacia el norte. El joven tardó tanto en retornar,
que el resto del grupo pensó que había fallecido.
Pero Kamshout regresó sin previo aviso. Al reunirse
con el grupo, el joven les relató la sorprendente
incursión que había hecho en un lejano lugar: allí
los bosques eran interminables y los árboles perdían
sus hojas en otoño hasta parecer completamente
muertos. Sin embargo, durante la primavera las
hojas verdes volvían a salir y los árboles parecían
vivos nuevamente. Quienes escuchaban a Kamshout
se burlaron de su historia y se rieron de él, lo que
causó el enojo del joven, que decidió marcharse
nuevamente. Días después Kamshout reapareció,
pero esta vez lo hizo convertido en un gran loro, con
plumas verdes en su espalda y rojas en su pecho:
Kamshout se convirtió en una cachaña. Cuando
llegó el otoño, Kamshout –que no había olvidado
el desaire que había sufrido– comenzó a volar de
árbol en árbol, tiñendo de rojo todas las hojas con
el tacto de sus plumas. Al cambiar de color, las hojas
empezaron a caer y los hombres temieron la muerte
de los árboles. Esta vez la risa fue de Kamshout. En
la primavera las hojas volvieron a nacer, luciendo
su verdor, demostrando que la historia era cierta. Se
dice que, desde ese momento, todos los otoños las
ÑIRRE
cachañas se reúnen en las ramas de los árboles para
Nothofagus antarctica
reírse de los seres humanos y así vengar a Kamshout,
su antepasado mítico.

44 ME LO CONTÓ un pajarito

El zorzal llama la atención por ser un ave que
se ve constantemente en el suelo buscando su
alimento. Pablo Neruda lo describe como un viajante
de la tierra que, vestido con botas amarillas, pisa
con delicadeza el suelo chileno. En referencia a su
ZORZAL
Turdus falcklandii
forma de alimentarse se escribió la adivinanza: “Un
pájaro que corre y escucha, y luego saca una presa
largurucha”. Debido a ser un ave muy común ha dado
origen a un sinnúmero de refranes y dichos. Por
ejemplo, para burlarse de una persona que observa
a otras de soslayo –con la cabeza inclinada como
la del zorzal al intentar escuchar las lombrices– se
le dice “este tiene mirada de zorzal” y, para referirse
a escenarios en que los papeles se intercambian
diametralmente, se dice “zorzales con escopeta”.
ME LO CONTÓ un pajarito 45
 MICHAY
Berberis ilicifolia

Los frutos de este arbusto de bellas flores

naranja son comestibles. Además, su tallo y sus
hojas tienen berberina, un alcaloide con acción
antiviral. El michay fue valorado por los pueblos
originarios del Estrecho de Magallanes, quienes
utilizaban sus ramas para hacer arcos, debido a la
flexibilidad de su madera.

46 ME LO CONTÓ un pajarito

El guanaco es un animal cargado de simbolismos,
especialmente para los pueblos cazadores de
Magallanes, ya que fue el principal sustento
para mantener a las familias. Antiguamente la
caza de guanacos estuvo rodeada de creencias y
obligaciones. Dicen que los pájaros carpinteros
ayudaban a los guanacos advirtiéndoles cuando
se avistaban cazadores. También cuentan que si
alguien cazaba más guanacos de los que podía comer
y desperdiciaba su carne, recibía como castigo no
poder cazar más animales durante mucho tiempo.
Dicen que antaño los hombres no debían
hacer esfuerzos por cazar a los guanacos. Cuentan
que hace muchos años un hombre fuerte y veloz
nacido de una guanaca cazaba por los demás. Pero
un día los guanacos comenzaron a escasear y no
quedó más que su madre en el lugar. Dicen que
presionaron tanto al cazador, que finalmente este
mató a la guanaca. El acto le provocó tanto dolor,
que finalmente el hijo murió de pena.
Otra historia narra que hace muchos años los
guanacos eran mansos, amigos de los hombres
y no oponían resistencia al ser cazados. Todo
cambió cuando uno de los guanacos atacó a un
niño y su padre golpeó al animal para castigarlo.
El guanaco, sumido en la tristeza, se internó en el
bosque para resguardarse. Allí conoció al zorro,
quien le advirtió sobre la maldad de los humanos
y lo incitó a vivir libre tal como lo hacían ellos.
Luego de escucharlo, los guanacos se rebelaron,
convirtiéndose en animales silvestres. Desde esa
época los hombres comenzaron a salir a cazar para
conseguir alimento. Dicen que luego de conocerse,
los guanacos y los zorros fueron muy amigos. Pero
una tarde el guanaco intimidó sin querer a las
crías del zorro y este último se vengó asustándolo
GUANACO
Lama guanicoe
sorpresivamente. Eso explicaría que desde ese
entonces los guanacos se alejen cuando sienten
la presencia de este animal.
También hay narraciones que explican el color
del pelaje del guanaco. Dicen que proviene de
una hembra que para seducir a su enamorado se
revolcaba día a día sobre la tierra. Finalmente el
macho sucumbió ante los encantos de la guanaca
e imitó su gesto en señal de amor, pero al hacerlo
el guanaco se convirtió en una colina café claro.
Desde ese día, en un gesto de dolor, la hembra se
restregó en la tierra y se tiñó del color del cerro
para recordar a su amado. Por ello hasta el día de
hoy los guanacos se revuelcan y tienen el pelaje
de ese tono.
Actualmente, la carne de guanaco se ha abierto
espacios en las cartas de platos magallánicos, y su
lana es apreciada para la confección de vestuario.
ME LO CONTÓ un pajarito 47
ZORRO CHILLA
Lycalopex griseus
 PEUQUITO
Accipiter chilensis

El zorro es un animal que se relaciona con

la astucia y la jerarquía sobre otros animales. Su
carácter queda de manifiesto en la historia que
cuenta que fue él quien convenció a los guanacos
de liberarse de los hombres. Antiguamente los
selknam afirmaban que al cazar un zorro había
que demostrar respeto, para asegurarse de poder
seguir cazándolos. De no hacerlo, el espíritu del
animal daría aviso a los otros zorros para que
huyeran de los cazadores. También rumorean que
entre los zorros existen chamanes que tienen el
poder de enfermar a los perros.
Por otro lado, en la Patagonia se cree que si
un zorro persigue pertinazmente a una persona es
señal de que esta última se alejará de ese lugar.
Actualmente, algunos productores de zonas
rurales se lamentan por la pérdida de aves o ganado
debido a ataques del zorro. De ahí nace el dicho
“zorro dormilón no caza gallinas”, que se refiere a
que los holgazanes no alcanzarán sus objetivos.
Por otro lado, para indicar que se deben respetar
las distintas características de cada persona, se
dice “no hay peuco que sea ciego ni zorro que
sea guatón”. Si bien en Magallanes no hay peuco,
aquí habita el peuquito, un temible cazador del
sotobosque de la región.

ME LO CONTÓ un pajarito 49

En el imaginario de las zonas rurales, este
pequeño búho se relaciona con el augurio de
desgracias, debido a su vínculo con la noche
y a que se alimenta de animales que pueden
50 ME LO CONTÓ un pajarito
CHUNCHO
Glaucidium nanum
ser más grandes que él. De ahí que en algunos
lugares se diga “ser chuncho” a las personas que
llaman a la mala fortuna, o “matar el chuncho”
para aventar la mala suerte. También se usa el
refrán “cuando canta el chuncho un indio muere,
no será cierto, pero sucede”, aludiendo a las
personas que atraen la mala suerte al predecir
desgracias.
 COMETOCINO PATAGÓNICO
Phrygilus patagonicus

El cometocino es un ave muy confiada, que

tiene la costumbre de buscar restos de alimentos
cerca de los humanos. Es usual verlo posado sobre
parrillas o picoteando los cueros que se dejan
secando al sol, comportamiento que da origen a
su nombre común.
 DELFÍN AUSTRAL
Lagenorhynchus australis

Cuentan que los delfines nacieron de una

familia de humanos que huyó de Tierra del Fuego
para refugiarse de la amenaza de un gran temporal
de nieve. El grupo decidió nadar en por los mares
durante días para alejarse del temporal, sin embargo,
uno de ellos llamado Kemanta, no sabía nadar, así
que huyó hacia los riscos. Su cuñado, preocupado, lo
fue a buscar y lo persuadió de emprender la travesía
junto a ellos. Así, Kemanta hizo frente a su temor
y se hundió en el óceano. Toda la familia ayudó a
Kemanta a avanzar por los mares tomándolo de
los brazos y alzándolo sobre el agua, para luego
zambullirse. Repitieron una y otra vez esta operación,
hasta que finalmente Kemanta aprendió a nadar.
Cuando llegaron al lugar de destino estaban tan
felices por haber sobrevivido, que siguieron nadando
hasta convertirse en delfines. Por eso, cuando se ve
saltar a un grupo delfines en la superficie del mar,
se dice que se está viendo a la familia de Kemanta
surcar los mares.
Entre los años 1970 y 1980 el delfín austral fue
utilizado como cebo para la captura de centolla y
centollón en Magallanes. Actualmente se utilizan
distintos cebos, por lo que la captura de esta especie
ha declinado. Hoy en día puede verse a los juguetones
delfines australes dando grandes saltos acrobáticos,
haciendo piruetas sobre el agua y acompañando la
navegación de las embarcaciones.

52 ME LO CONTÓ un pajarito
 ZAPATITO DE LA VIRGEN
Calceolaria uniflora

El zapatito de la virgen es una pequeña flor

que llama la atención por su conspicua forma y su
particular combinación de colores. Debido a estas
características se usa como flor ornamental y Pablo
Neruda le dedicó a este género de flores unas líneas
en su renombrado poema “El bosque chileno”, donde
destaca su intensa coloración amarilla y su usual
emergencia en grupos.

ME LO CONTÓ un pajarito 53
 Esta conspicua ave ha inspirado múltiples poemas.
Entre ellos se cuentan los versos de César Millahueique
en su texto “Mari Meli”, donde las bandurrias son
BANDURRIA parte de un relato de libertad. Por su parte, Neruda
Theristicus melanopis destaca el canto de las bandurrias en su libro “Arte de
pájaros”, donde lo asimila al sonar de las trompetas.
Para los yámana, las bandurrias anunciaban el
fin del invierno y el inicio de la primavera. Cuentan
que hace muchos años un hombre que contemplaba
el cielo vio bandurrias sobrevolando su hogar. Con
gran entusiasmo dio aviso a mujeres, hombres, niños
y ancianos, quienes salieron a celebrar el cambio
de temporada, dando saltos y gritos de alegría. El
problema fue que las bandurrias eran amantes de
la paz y la quietud, por lo que el alboroto las enojó
profundamente. Su disgusto fue tal, que decidieron
castigar a los habitantes haciendo venir una helada
ventisca que duró meses y cubrió toda la tierra de
blanco. Después de este duro castigo, finalmente
salió el sol. Con él, la nieve se derritió, inundó los
lugares aledaños e hizo correr mucha agua por los
ríos hasta el mar. Dicen que el sol resplandecía con
tanto calor que quemó los árboles de las cúspides
de las montañas, los que aún siguen sin vegetación.
Se cree que debido a esta nevada y su posterior
derretimiento, nacieron los paisajes de la Patagonia,
que incluyen fiordos y témpanos en medio del mar y
en los faldeos de los cerros. También dicen que los
glaciares que existen en Magallanes son aquellos que
el sol no fue capaz de derretir. Afirman que, desde ese
momento, los hombres comprendieron que debían
guardar silencio en demostración de respeto ante
estas poderosas aves.

54 ME LO CONTÓ un pajarito
 ZARZAPARRILLA
Ribes magellanicum

Sus pequeños frutos son fragantes y jugosos, por

lo que pueden comerse al natural, como mermelada
o como dulces caseros. Además la zarzaparrilla
tiene un sinnúmero de propiedades medicinales.
Con las hojas se elabora una pomada utilizada para
tratar problemas de la piel, las hojas en infusión se
usan para bajar la fiebre y para tratar problemas al
corazón, a los riñones, al estómago, al hígado y al
pulmón, como también para la diabetes. Como si eso
fuera poco, sus hojas machacadas pueden usarse
para aliviar las hinchazones o en cataplasmas para
aliviar dolores producidos por golpes.
Cuentan que para los selknam esta planta tiene su
origen en Saterr, una mujer que fue tomada prisionera.
La tristeza de Saterr por su falta de libertad hizo
que fuera languideciendo progresivamente. Sumida
en su tristeza y abandonando las fuerzas incluso
para comer, la mujer fue perdiendo su forma hasta
transformarse en una zarzaparrilla: una planta de
ganchos delgados y frágiles en donde sus lágrimas
cuelgan en racimos.

ME LO CONTÓ un pajarito 55

Según cuentan las historias selknam, el canquén
nació de una mujer que logró escapar de una
matanza. La historia dice que el canquén –junto
a patos y garzas– era parte de un grupo de cinco
mujeres que lograron huir de un ataque llevado
a cabo por los hombres que decidieron vengarse
al sentirse engañados. Una de las mujeres escapó
junto a sus hijos, a quienes protegió cubriéndolos
56 ME LO CONTÓ un pajarito
CANQUÉN
Chloëphaga poliocephala
con sus brazos. Así se transformó en un canquén,
que nunca descuida a sus polluelos y que los
protege con sus alas ante cualquier amenaza.
Otra historia cuenta que el origen de este
ganso se remonta a una mujer que se enamoró de
un lobo (probablemente refiriéndose a un zorro).
Los kawésqar narran que la familia de la mujer
sintió desprecio y temor al conocer al lobo, por lo
que le tendieron una trampa para acabar de una
vez con su presencia en la familia. Un día, cuando
la mujer paseaba fuera de la casa, su madre, su
hermano y su padre mataron al lobo. A su regreso
la mujer descubrió lo que había sucedido y se
sintió desolada. Desde ese entonces la mujer se
alejó de todos y en su aislamiento se convirtió
en un canquén.
 NOTRO
Embothrium coccineum

El notro es una especie de hojas perennes

y de inflorescencias de un color rojo intenso.
Debido a su belleza, es muy atractiva como planta
ornamental, por lo que se cultiva con ese fin en
Europa, América del Norte y, ocasionalmente
en Patagonia. Su madera es apreciada por los
escultores por la hermosura de sus vetas y su
textura. También se usa como colorante de lanas,
pues su semilla tiñe amarillo claro, y sus flores
(hervidas con betarraga) dan un tono rojizo. El notro
tiene propiedades medicinales. Su corteza sirve
para calmar dolores de muela y como cicatrizante,
mientras que la infusión de sus hojas y ramas tiene
propiedades para tratar neuralgias, afecciones de
las glándulas y se utiliza como purgante.

ME LO CONTÓ un pajarito 57
 AGUILUCHO DE COLA ROJIZA
Buteo ventralis

Este aguilucho es considerado como una

especie beneficiosa para el ser humano, pues es
un controlador natural de plagas. En las zonas
rurales arboladas es un temido rapaz, porque suele
atacar a las aves de corral. Por esta característica
se ha ganado el apodo de “el come pollo”.
 CARANCHO
Caracara plancus
En Magallanes el carancho es indicador de
muerte para quienes trabajan en el campo. Si se
ven grupos de estas aves posadas en perchas de
árboles o sobrevolando la tierra, es aviso de que
un animal ha muerto. Pero se dice que el carancho
no siempre fue un ave. Cuenta la leyenda que en
la época de los antepasados, el carancho era un
poderoso chamán llamado Cuacin. El chamán era
fuerte y un gran luchador, pero se caracterizaba por
ser belicoso y charlatán. Cierta vez, decidió irse a vivir
a otras tierras para escapar del devastador frío de las
suyas. En su nuevo hogar se encontró con Keyaisk,
otro chamán que se convirtió en su adversario. En
una feroz contienda Cuacin le dobló la espina dorsal
hacia atrás a Keyaisk, mientras que este último jaló
con fuerza el pelo de Cuacin, dejándolo casi calvo
y le estiró su cuello desmesuradamente. Ni Cuacin
ni Keyaisk lograron vencer en este enfrentamiento.
Cuacin, que se jactaba de vencer a todos sus rivales,
se avergonzó de no haber podido derrotar al nuevo
chamán, por lo que decidió cambiar su nombre por el
de Carrcai. Después de esta pelea, ambos chamanes se
convirtieron en aves, Carrcai se convirtió en el carancho,
con su cabeza aplastada como resultado de la lucha.
Keyaisk, por su parte, mutó en cormorán, que tiene el
espinazo rígido por la quebradura de espalda. Cuentan
que hasta hoy el carancho tiene sus facultades de
chamán y que puede predecir o modificar el clima:
si se escuchan gritos roncos y estrepitosos, es seguro
que se levantará viento sur y que reinará un gran frío.
También se cree que puede anunciar malas noticias: si
se lo ve caminando por el suelo con sus alas extendidas
significa que algún familiar fallecerá.
ME LO CONTÓ un pajarito 59

Algunos creen que en realidad el cormorán
nace de una pelea contra un chamán que luego se
transformaría en el cóndor. Dicen que el cóndor es
el verdadero Carrcai (o Karkaai), y por lo tanto, el
responsable de haberle doblado la espina dorsal
a Keyaisk –el cormorán– condenándolo a estar
siempre curvado. En cualquier caso, es debido a no
haber ganado esa batalla que el chamán Keyaisk no
tuvo más remedio que transformarse en cormorán.
También se dice que pintó sus plumas de negro en
señal de luto luego de que uno de sus parientes
muriera de tristeza.
CORMORÁN IMPERIAL
Phalacrocorax atriceps
El negro de sus plumas y el cuerpo torcido
del cormorán inspiraron al poeta Pablo Neruda a
escribirle unos versos, en que lo describe como una
negra cruz inmóvil capaz de resistir con calma el
embate de las olas, hasta emprender su vuelo en
forma de flecha.
Otra historia del origen del cormorán proviene
de los yámana. Cuentan que una mujer solitaria y
pobre vio a un grupo de cormoranes posarse en la
playa y conversar junto al fuego. La mujer sintió
entusiasmo con la idea de poder compartir risas
e historias, por lo que se les acercó con muchas
ansias. Sin embargo, al verla las aves se asustaron
y emprendieron vuelo raudamente, dejando atrás
un trozo de carne de ballena. La mujer sintió una
profunda desazón y, mientras lloraba en la oscuridad,
comenzó a alimentarse con la carne que habían
abandonado los cormoranes. Al pasar las horas, la
mujer notó que ya no sentía frío: tenía su cuerpo
más pequeño y cubierto de plumas. Se llenó de
alegría al notar que sus brazos ahora eran unas
fuertes alas, y convertida en ave la mujer partió al
cielo uniéndose al resto de los cormoranes que la
estaban esperando.

El cóndor ha sido considerado como un
ave sagrada por la mayoría de las culturas de
Latinoamérica, desde tiempos precolombinos hasta
hoy. Chile es un buen ejemplo, pues el cóndor
es un animal heráldico y además aparece en el
pasaporte y en la cédula de identidad, donde fue
elegido por la ciudadanía como un símbolo que
los representa. Además el cóndor ha pasado a
formar parte de la cultura popular a través de
CÓNDOR
Vultur gryphus
la tira cómica “Condorito”, donde las aventuras
de un cóndor se entrelazan con las tradiciones
chilenas. La majestuosidad del cóndor, su gran
envergadura, su capacidad de planear grandes
distancias y su característica morada situada en
acantilados, han inspirado a distintos poetas.
Neruda por ejemplo, le escribió dos poemas,
uno en su libro “Arte de pájaros” y otro en “Los
versos del capitán”.
Dicen que el origen del cóndor se remonta
a su pelea con el cormorán. Se dice que cuando
era un chamán conocido como Carrcai (o Karkaai),
se enfrentó al chamán Keyaisk. Este último,
al defenderse en la lucha, le tiró el pelo tan
fuertemente que le formó un copete, y con la
otra mano le apretó el cuello dejándole una
marca blanca. El copete y la marca blanca aún
pueden verse en los cóndores machos.
ME LO CONTÓ un pajarito 61
 SIEMPREVIVA
Armeria maritima

La siempreviva es una hierba con pequeñas flores

en cabezuela usualmente rosadas. Por su belleza
tiene un alto valor ornamental y es utilizada en la
confección de artesanías.

62 ME LO CONTÓ un pajarito
 ÁGUILA
Geranoaetus melanoleucus

Esta ave rapaz es una gran controladora de de lanzarse en picada– escribió Pablo Neruda en son hábiles y anidan en zonas de difícil acceso,
plagas, por lo que es muy beneficiosa para el ser su libro “Arte de Pájaros”. Ahí la llamó “espada de se emplea el dicho “le robó los huevos al
humano. Sobre su capacidad para cazar presas las cordilleras”, destacando su soledad y su fría águila” para indicar que alguien cumplió una
–a quienes atrapa con sus poderosas patas luego habilidad cazadora. Debido a que estas rapaces gran hazaña.

ME LO CONTÓ un pajarito 63

En Chile la gaviota es una ave muy común,
que puede verse fácilmente dese Arica a Cabo de
Hornos. Su amplia distribución fue la inspiración
del poema que Neruda le dedica. Dice que al
emprender el vuelo, la gaviota puede enrumbar
hacia cualquier punto cardinal o hacia la nieve, la
luna o el sol. Por su parte, el poeta Jaime Mancilla
la bautizó como “la mascota del viento”. Cuentan
que gracias a la observación del comportamiento
de esta ave, se han generado distintas expresiones
64 ME LO CONTÓ un pajarito
GAVIOTA DOMINICANA
Larus dominicanus
en las zonas rurales de Chile. Como las gaviotas
pueden ser vistas quitando el alimento a otras y
se consideran aves oportunistas, se les dice “¡come
gaviota, que no te hallarís en otra!” a las personas
que comen con ansiedad cuanto tienen a la mano.
Antaño, las mujeres yámana jugaron a imitar
a las gaviotas. Se disponían en círculo y una de
ellas reproducía la pose de estas aves al encontrar
alimento, mientras otra se les acercaba a darles
agua dulce. Se dice que en un inicio la gaviota fue
un niño prodigio que creció mucho más rápido
que los otros niños y se convirtió en un excelente
pescador, sin embargo, un día salió al mar y no
regresó. Sus padres temieron su muerte y fallecieron
de tristeza. Pero tiempo después el niño regresó
convertido en una bella gaviota. Junto a su mujer
decidieron establecerse anidando donde habían
vivido sus padres. Dicen que la historia de este
niño explicaría por qué las gaviotas siguen a los
botes pesqueros y consumen alimentos del mar.
 COIGÜE DE MAGALLANES
Nothofagus betuloides

Las embarcaciones de los pueblos canoeros

kawésqar y yagán están elaboradas a partir de
corteza del coigüe de Magallanes. Por su parte,
los selknam utilizaban su madera para elaborar
arpones y su corteza para fabricar antorchas de caza.

ME LO CONTÓ un pajarito 65
 CARPINTERITO PITÍO CARPINTERO NEGRO
Veniliornis lignarius Colaptes pitius Campephilus magellanicus

66 ME LO CONTÓ un pajarito
 Los pájaros carpinteros son valorados por su
espíritu de trabajadores incansables. En su libro
“Pajarería chilena”, Juvencio Valle las describe
como las más trabajadoras de las aves, destacando
que pueden pasar invierno y verano taladrando
árboles. También realza el respeto que tienen por
la flora que les rodea, que luego se transformará
en su hogar.
Los pájaros carpinteros han sido llamados los
artesanos de los árboles viejos o enfermos. Se
cuenta que antaño fueron médicos y cirujanos y
que por eso ahora se les puede ver acercando su
cuerpo a los troncos heridos de los viejos árboles,
liberándolos del mal que les corroe al extraer
sus gusanos.
El nombre del pitío –uno de los carpinteros
de Magallanes– es una onomatopeya de su canto.
Como los otros carpinteros, es muy admirado por
su capacidad de continuar trabajando bajo la lluvia.
Juvencio Valle detalla cómo esta ave deja correr
el agua por su espinazo, desde la cabeza hasta
las últimas plumas de la cola, mientras golpetea
los árboles. De esa característica nacería el dicho
“mojado como un pitío”.
Sobre el carpintero negro, cuentan que solía
acompañar a las mujeres yaganes mientras
recolectaban digüeñes en el bosque de Cabo de
Hornos. Tal como otras aves, se dice que antaño el
carpintero fue humano y que su origen se debe a
una historia de amor: a pesar de estar prohibido,
dos hermanos se enamoraron. La joven intentó por
todos los medios no dar curso a su amor, pero el
chico la cortejó con múltiples estrategias. Llegó el
día en que el hermano invitó a la joven a recolectar
chauras al bosque y durante ese paseo la hermana
sucumbió ante su amor. Cuentan que al besarse
se convirtieron en pájaros y que el macho lleva
el color rojo de la chaura pintando su penacho en
recuerdo de su origen. Otros dicen que en realidad
el rojo de su cabeza se debe a que su padre los
descubrió e indignado los maldijo arrojándoles
tierra roja. Por su parte, los kawésqar cuentan que
el pájaro carpintero era un leñador mentiroso que
mataba a quienes lo acompañaban al bosque, y
los selknam dicen que era nieto del zorro y que
debe el color de su cabeza y su larga lengua a
una batalla con una poderosa y malvada chamana.
Esta ave golpea incesantemente los árboles
para construir nidos, sacar su comida y comunicarse,
por lo que en el medio de los añosos bosques,
puede escucharse su característico “toc-toc”.
Inspirado en este inconfundible sonido, Pablo
Neruda le escribió al carpintero en su libro “Arte
de Pájaros”.
ME LO CONTÓ un pajarito 67
 CARPINTERO NEGRO HEMBRA
Campephilus magellanicus

68 ME LO CONTÓ un pajarito

Los frutos de la chaura son comestibles, de
un sabor agradable y refrescante. Se pueden
utilizar para elaborar dulces ar tesanales,
CHAURA
Gaultheria mucronata
preparar chicha, mermeladas, jugos, dulces y
licor artesanal. Para la preparación de dulces
sugieren colectar los frutos bien maduros y
así evitar un sabor amargo. Además, la chaura
se usa con fines medicinales, ya que posee
propiedades astringentes.

ME LO CONTÓ un pajarito 69

En la zona austral, la gente de campo asegura
que cuando los tordos bajan de los cerros hacia
el mar se avecina una nevazón. Un sinnúmero de
dichos se inspiran en esta ave como, por ejemplo,
“bien canta el tordo si está gordo”, que se refiere
a que cuando una persona está satisfecha de
comida, está feliz, expresión que probablemente
70 ME LO CONTÓ un pajarito
TORDO
Curaeus curaeus
nace de que el tordo es un ave oportunista, que se
puede ver fácilmente en asentamientos humanos
alimentándose de residuos. Otro dicho es “le pararon
un tordo en el ojo”, expresión que indica cuando
a una persona le golpean el ojo y este se pone
negro como el plumaje de esta ave. Debido a su
contextura, a las personas que tienen piernas flacas
y el resto del cuerpo gordo se les dice que “tienen
el mal de tordo”. El negro plumaje del tordo y su
compleja estructura social, inspiró un entretenido
poema de Pablo Neruda que lo describe como un
ave valiente, que cuando se agrupa se convierte
en un ejército salvaje capaz de enfrentar a quien
lo mire de frente.
 TÓRTOLA
Zenaida auriculata

Al fabricar su nido, el macho y la hembra de la

tórtola emiten un tierno y delicado canto. Dicen que
por este comportamiento se les llama “tortolitos” a
los enamorados que se aman con dulzura.

ME LO CONTÓ un pajarito 71
 QUETRU VOLADOR
Tachyeres patachonicus

Cuentan que antiguamente las mujeres eran las hombres decidieron rebelarse y mataron a todas las anciana que iba acompañada de sus hijas. Dicen que
encargadas de cazar y pescar, mientras que los hombres mujeres, dejando vivir solo a las niñas. Del exterminio protegió a las jóvenes con una capa hasta llegar a la
tenían a su cargo las tareas de la casa. Un día los lograron escapar cinco mujeres. Una de ellas era una orilla del mar, en donde se convirtieron en patos quetru.

72 ME LO CONTÓ un pajarito
 CANDELERO CHINO
Misodendrum punctulatum

Los selknam y los aonikenk le otorgaron un valor

medicinal al candelero chino, pues se frotaban el
cuerpo con él para calmar los dolores musculares.
 PATO REAL
Anas sibilatrix

JERGÓN CHICO
Anas flavirostris

PATO ANTEOJILLO
Speculanas specularis

74 ME LO CONTÓ un pajarito
 En Magallanes habita un sinnúmero de patos:
el juarjual, el anteojillo, el real, el jergón grande y
el jergón chico, entre otros. Los patos se consideran
agoreros de cambios climáticos. Dicen que si vuelan
hacia lo alto desde un lago o laguna el tiempo
mejorará.

ME LO CONTÓ un pajarito 75
 ¿Recuerdas los relatos?

• Cuentan que los nacieron de una familia de humanos que huyó de Tierra del Fuego para
refugiarse de la amenaza de un gran temporal de nieve.

• Las características del fueron la fuente de inspiración para la creación de la superheroína de cómic
chileno llamada “Drymis Katarzyna Winteri Mroczek”.

• El es un indicador de presencia de peces, por lo que los pescadores artesanales guían su búsqueda
ayudados por estas aves.

• La infusión de las hojas de se usa para aliviar los dolores de cabeza.

• En un recorrido por el sur de la ciudad de Punta Arenas, se puede encontrar la zona llamada que
debe su nombre a la presencia de esta planta.

• La leyenda selknam “Kamshout y el otoño” tiene como protagonistas al la y la

• El dicho “bien canta el si está gordo”, se refiere a que cuando una persona está satisfecha de comida
está feliz.

¿Conoces más ejemplos sobre la relación entre la naturaleza y la cultura? Escríbenos a contacto@kauyeken.cl

76 ME LO CONTÓ un pajarito
ME LO CONTÓ un pajarito 77
 Para saber más
Si quieres saber más respecto de las historias aquí narradas, puedes revisar
los siguientes textos en los cuales se basa este libro.
• Acuña, A. 2016. El cuerpo en la memoria cultural Kawésqar. Magallania
(Punta Arenas), 44 (1), 103-129.
• Aguilera, O. & Tonko, J. 2017. Colección de cuentos kawésqar. Para la
educación básica y media. Conadi.
• Aguilera, O. 2017. Léxico Kawésqar-Español, Español-Kawésqar (Alacalufe
Septentrional). Boletín de Filología, 29, 7-149.
• Alcalde, S., Gorzalczany, S., Flores, M., Córdoba, O., Höcht, C. et al. 2007.
Evaluación farmacológica en relación al perfil fotoquímico del decocto de
flores de Chiliotrichum diffusum (GF) K. (Asteraceae). Boletín Latinoamericano
y del Caribe de Plantas Medicinales y Aromáticas, 6(6), 315-316.
• Amory, D. 2013. Las Principales Leyendas, Mitos, Historias y Cuentos de
Chile. Editorial Edgard Adriaens. Bélgica.
• Arango, X., Rozzi, R., Massardo, F., Anderson, C. & Ibarra, T. 2007. Descubrimiento
e implementación del pájaro carpintero gigante (Campephilus magellanicus)
como especie carismática: una aproximación biocultural para la conservación
en la reserva de biosfera Cabo de Hornos. Magallania (Punta Arenas), 35(2),
71-88.
• Artigas, D., Espinoza, P. & Esquivel, S. 2012. Cosmogonías. Mitos chilenos
sobre el origen del mundo. Quilombo ediciones. Valparaíso, Chile.
• Bahamonde, S. M. A., Flores, M. L., Córdoba, O. L., Taira, C. A., & Gorzalczany,
S. 2013. Antinociceptive and anti-inflammatory activities of an aqueous
78 ME LO CONTÓ un pajarito
extract of Chiliotrichum diffusum. Revista Brasileira de Farmacognosia,
23(4), 699-705.
• Barros, R. 1960. Algunas aves chilenas en relación con el folklore nacional.
Apartado de la “Revista Universitaria”, Universidad Católica de Chile.
• Cordero, S., Abello, L. & Gálvez, F. 2017. Plantas silvestres comestibles
y medicinales de Chile y otras partes del mundo. Guía de campo. Ed.
Corporación Chilena de la Madera, Concepción, Chile.
• Cursach, J., Vilugrón, J., Tobar, C., Rau, J., Oyarzún, C., et al. 2016. Conocimiento
local sobre aves marinas por pescadores artesanales de bahía San Pedro,
costa de Purranque, centro-sur de Chile. Revista Chilena de Ornitología 22(1):
120-125.
• De Moesbach, E. W. 1992. Botánica indígena de Chile. Andrés Bello.
• Díaz, S., Pascual, U., Stenseke, M., Martín-López, B., Watson, et al. 2018.
Assessing nature’s contributions to people. Science, 359(6373), 270-272.
• Domínguez, E. 2012. Flora nativa, Torres del Paine. Editorial Ocho Libros.
Santiago, Chile.
• Echeverría, M. 2003. Vida y leyendas tehuelches. Punta Arenas, Magallanes.
• MitomanoComics. 2013. Entrevista a Sergio Alejandro Amira. Recuperado
de: http://mitomanocomics.cl/
• García, N. & Ormazábal, C. 2008. Árboles nativos de Chile. Enersis S.A.
Santiago, Chile.
• Goldin, D. & Linares, F. N. (Editores). 1994. Hijos de la primavera (Volumen
1). Fondo de Cultura Económica.
• Granada, E. 2003. La cultura como estrategia de adaptación en la interacción
sujeto socio- ambiente. Investigación & Desarrollo, 11(1).
• Guerrido, C. & Fernández, D. Flora Patagonia. Editorial Fantástico Sur. Punta
Arenas, Chile.
• Guzmán, A. 2011. Todos por el árbol. Editorial ocho Libros. Santiago, Chile.
• Hageneder, F. 2009. El legado de los árboles. Historia, cultura y simbolismo.
Editorial Columoa. Santiago, Chile.
• Heyden, D. 1993. El árbol en el mito y el símbolo. Estudios de Cultura
Nahuatl, 23, 201-219.
• Huenún, J. 2011. Antología: Lof Sitiado, Homenaje poético al pueblo mapuche
en Chile. Editorial LOM.
• Ibarra, J. T. & Pizarro, J. C. 2006. Hacia una etno-ornitología interdisciplinaria,
intercultural e intergeneracional para la conservación biocultural. Revista
Chilena de Ornitología, 22(1), 1-6.
• Ibarra, J., Barreay, A. & Altamirano, T. 2013. Sobre plumas y folclore: presencia
de las aves en refranes populares de Chile. Boletín Chileno de Ornitología
19 (1-2):12-22.
• Mancilla, J. 2014. ¿Quién salpicó a la chinita? Editorial Zig-Zag. Santiago,
Chile.
• Martínez, D. & González, G. 2017. Aves de Chile. Guía de campo y breve
historia natural. Ediciones del naturalista. Santiago, Chile.
• Menegoz, C., Cerda, C. & Saavedra, B. 2013. Conocimiento, uso y valoración de
la flora vascular de Tierra del Fuego: el ejemplo de Karukinka. En Anales del
Instituto de la Patagonia (Vol. 41, N.º 1, pp. 7-21). Universidad de Magallanes.
ME LO CONTÓ un pajarito 79
 • Ministerio del Medio Ambiente. 2015. Ficha de antecedentes. Bombus
dahlbomii. Recuperado de: http://www.mma.gob.cl/clasificacionespecies/
fichas12proceso/pac/Bombus_dahlbomii_12RCE_INICIO.pdf
• Ministerio del Medio Ambiente. 2017. Conoce tu fauna. Santiago, Chile.
• Mistral, G. 2004. Ternura. Editorial Universitaria. Santiago, Chile.
• Montalva, J. s/f. Bombus dahlbomii, abejorro y el patrimonio cultural.
Recuperado de: https://salvemosnuestroabejorro.wordpress.com/
• Montecino, S. & Infante, C. 2011. Aventuras y orígenes de los pájaros.
Editorial Catalonia. Santiago, Chile.
• Montecino, S. 2015. Mitos de Chile. Enciclopedia de seres, apariciones y
encantos. Editorial Catalonia. Santiago, Chile.
• Moya, C. & Salinas, L. 2016. Jardín de Chile. La vida en común de las plantas
y los animales. Editorial Hueders. Santiago, Chile.
• Muñoz, M., Muñoz, C., & Godoy, I. 1986. Especie nativa con potencial como
frutales arbustivos. Investigación y Progreso Agropecuario Carillanca, 5(3),
32-35.
• Muñoz, O., Montes, M. & Wilkomirsky, T. 1999. Plantas medicinales de uso
en Chile. Editorial Universitaria. Santiago, Chile.
• Neruda, P. 1961. Las piedras de Chile. Editorial Losada.
• Neruda, P. 2005. Confieso que he vivido (Volumen 7). Pehuén Editores
Limitada. Santiago, Chile.
• Neruda, P. 2010. Arte de pájaros. Editorial Losada. Buenos Aires, Argentina.
• Neruda, P. 2012. Los versos del capitán. Editorial Austral.
• Pavez, A. & Recart, C. 2016. Animales. Cuentos chilenos. Editorial Amanuta.
Santiago, Chile.
• Piñones, C., Zuleta, C., Alfaro, L. & Bravo, V. 2016. Diálogo intergeneracional
en torno a las aves: análisis de su potencial para la educación ambiental y
80 ME LO CONTÓ un pajarito
conservación del sitio Ramsar Las Salinas de Huentelauquén (Coquimbo,
Chile). Revista Chilena de Ornitología 22(1): 107-119.
• Plath, O. 2008. Geografía del mito y la leyenda chilenos. Fondo de Cultura
Económica. Chile.
• Quintana, B. 1972. Chiloé mitológico. Padre Las Casas. San Feo.
• Reveco, A. 2013. Esta leyenda nos cuenta cómo las ballenas llegaron al
mar. Chile.
• Reyes-García, V., & Martí-Sanz, N. 2007. Etnoecología: punto de encuentro
entre naturaleza y cultura. Revista ecosistemas, 16(3).
• Romo, M. 1987. Aves y plantas en la brujería de Chiloé. Santiago, Chile.
• Simonetti, G. 2017. Valor cultural de la flora nativa de Magallanes. Proyecto
FPA “Revalorando nuestra biodiversidad: rescate y restablecimiento de flora
nativa en nuestras ciudades: Punta Arenas y Puerto Natales”, de Centro
Regional Fundación Cequa.
• Simonetti-Grez, G., Simonetti, J. A. & Espinoza, G. (Editores). 2015. Conservando
el patrimonio natural de Chile: el aporte de las Áreas Protegidas. Ministerio
del Medio Ambiente. Santiago, Chile.
• Simonetti-Grez, G., Stipicic, G., Espinoza, G. & Simonetti, J. A. 2014. Coloreando
la Naturaleza de mi Cultura. Asociación Kauyeken. Editorial Universitaria.
Santiago, Chile
• T. Ravishankar. 2003. Traditional Knowledge and Conservation of Biodiversity
for Sustainable Livelihoods by Tribal Communities in Southern India. XII
Forestry Congress, Quebec.
• Vaïsse, E., Hoyos, F. & Echeverría, A. 1896. Glosario de la lengua Atacameña.
Imprenta Cervantes, Santiago, Chile.
• Valle, J. 1995. Pajarería chilena. Dirección de Biblioteca Archivos y
Museos.
ME LO CONTÓ un pajarito 81
ME LO CONTÓ
un pajarito
 ME LO CONTÓ
un pajarito

Proyecto: ”Valoración del patrimonio natural de Magallanes como elemento constitutivo de la identidad regional”

“Iniciativa Medio Ambiental financiada con recursos del Gobierno Regional de

Magallanes y Antártica Chilena con aprobación del Consejo Regional”
84 ME LO CONTÓ un pajarito